Evolución del hábitat en la villa de Plinio el Joven (San Giustino, Perugia, Italia)

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Evolución del hábitat en la villa de Plinio el Joven (San Giustino, Perugia, Italia) JOSÉ UROZ SÁEZ Universidad de Alicante

En la bibliografía científica española es muy conocido Plinio el Viejo, por la repercusión que su Naturalis Historia tiene para el estudio de la Península Ibérica, mientras que su sobrino materno e hijo adoptivo, Plinio el Joven pasa casi inadvertido, a pesar de su impresionante cursus honorum: nacido en el 61-62, Caius Caecilius, hijo de Lucio, se convirtió en Caius Plinius Caecilius Secundus cuando, tras la muerte de su padre, fue adoptado por su tío el Naturalista. Desempeña los cargos de flamen divi Titi augusti, decemvir stlitibus iudicandis, tribunus militum de la Legio III Gallica, sevir equitum romanorum, quaestor candidatus principis, tras lo cual entra en el Senado hacia el 87. Los Caecilii proceden de Como, en donde poseen extensos fundi, perteneciendo a esa burguesía municipal norditálica emergente, preparada para dar el salto a la administración central; el padre de Cayo murió joven, y su padre adoptivo, Plinio el Viejo, también de Como, procurator en la Narbonensis, Africa, la Tarraconensis, la Gallia Belgica, procurator a libellis, o a studiis de Vespasiano, prefecto de la flota, transcurrió toda su vida política en el ámbito del orden ecuestre. Todavía dentro del reinado de Domiciano, Plinio el Joven accede al tribunado de la plebe y la pretura, pero al parecer su carrera se interrumpe a finales del 94, al retirarle su confianza el emperador. Ya bajo Nerva es designado praefectus aerarii militaris, y más tarde praefectus aerarii Saturni, siendo confirmado por Trajano tras la muerte de Ner-

va. En el año 100 es consul suffectus, actividad que inmortalizó por el famoso Panegírico a Trajano leído en el senado. Un quinquenio más tarde comenzó a desempeñar la Cura alvei Tiberis et Riparum et Cloacarum Urbis, y en 111 fue nombrado legado propretor con poder consular (gobernador) de Bitinia y el Ponto (CIL V, 5262; CIL XI, 5272). Su faceta de escritor es sobradamente conocida: su Panegírico a Trajano o su Correspondencia con personajes importantes de su época o el mismo emperador constituyeron modelos a imitar. Sin embargo, ha pasado más desapercibida su actividad forense, en la que también sobresalió Plinio el Joven, hasta tal punto que el senado romano le encargó algunos asuntos políticos de relieve: actuar como abogado de oficio de los béticos en la denuncia que emprendieron en el 93 contra Baebius Massa (Epist. I, 7; III, 4; VI, 29; VII, 33), y en el 98 contra el procónsul Caecilius Classicus (Epist. III, 4; III, 9)1. Con anterioridad al desempeño del consulado, llevó con éxito en el senado la acusación (Epist. II, 11), por encargo de los provinciales de África, contra Mario Prisco, que había gobernado dicha provincia. Igualmente, a principios de enero del 97, Plinio acusó en el senado a Publicius Certus, un hombre todavía influyente al comienzo del reinado de Nerva, que había sido el causante de la condena a muerte por Domiciano de Elvidio, hijo de Elvidio Prisco, amigos ambos de Plinio. Sale también victorio-

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Para esta causa, véase el reciente artículo DE GONZÁLEZ ROMÁN, C.: «El proceso de Caecilius Classicus, procónsul de la Bética, a comienzos del reinado de Trajano», en GONZÁLEZ, J. (ed.): Trajano, emperador de Roma, Roma, 2000, pp. 179-201.

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Figura 1.

Topografía de la Alta Valle del Tevere.

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so en las causas de C. Iulius Bassus, procónsul de Bitinia (Epist. IV, 9; V, 20; VI, 29), y de Varenus Rufus, acusados por los bitinios (Epist. VII, 6), cuya defensa le había encargado el Senado. Por último, conviene recordar que Plinio el Joven fue uno de los principales evergetas privados de la Italia del siglo I d. C.: en Como, su ciudad natal, construyó a sus expensas (Epist. I, 8, 2; CIL V, 5262) una biblioteca, unas termas, creó una fundación alimentaria para niños pobres libres de nacimiento, otra para 100 de sus libertos2; construyó a sus expensas un templo en la ciudad de Tifernum (Epist. IV, 1; X, 8), donó un edificio a la ciudad de Hispellum (CIL XI, 5272). En su Correspondencia, Plinio el Joven menciona en varias ocasiones sus fincas in Tuscis cercanas al municipio de Tifernum Tiberinum (Epist. III, 4; III, 19; IV, 1; IV, 6; V, 18; VII, 30; VIII, 2; IX, 20; IX, 36; IX, 37; IX, 39; X, 8-9; X, 20), que han servido para conocer mejor el sistema de explotación de la tierra a finales del siglo I y principios del s. II d. C. No obstante, probablemente lo que más ha atraído la atención de los investigadores ha sido su villa señorial, un inmenso palacio que, por fortuna, describe minuciosamente en una carta dirigida a su amigo Domicio Apolinar (Epist. V, 6). Desde el descubrimiento del Epistolario de Plinio en el Renacimiento esta descripción se tomó como modelo de villa romana y, basándose en ella, distintos arquitectos han hipotizado su alzado3. Desde entonces, diversos han sido los lugares que se han disputado la ubicación de la famosa villa en la comarca de la «Alta Valle del Tevere» (fig. 1). La hipótesis correcta fue lanzada en la segunda mitad del siglo XVI por el Ábate Vincenzo Lazzari4, y sobre ello insistió a finales del siglo XIX el erudito Giovanni Magherini Graziani, opinión que lue-

go siguieron Gamurrini, Allain, Diringer y Bormann5. No obstante, todas éstas no pasaban de ser meras hipótesis de trabajo hasta que en la campaña de excavaciones que dirigimos en 1989, hallamos in situ varios bolli laterizi CPCS, dentro de la casa, en canales de desagüe, junto a la cella vinaria, y otro grupo entre el tepidarium y el frigidarium de las termas, demostrando así que las estructuras que estábamos exhumando pertenecían sin duda al influyente escritor y político, y formaban parte del elemento productivo de la famosa villa. A tenor de todos los indicios, la villa padronal pliniana estaría bajo la actual Villa de los marqueses Cappelletti, en el topónimo Colle Plinio (San Giustino, provincia de Perugia, a 6 km de Tifernum Tiberinum), mientras que en el terreno adyacente, de la misma propiedad, conocido como Santa Fiora, se enclavan las estructuras plinianas destinadas a la explotación del latifundio, estructuras que continúan otras villas romanas precedentes. La exhumación de algunos restos edilicios y materiales en 1975 como consecuencia de importantes labores agrícolas en esta zona provocó que la Soprintendenza Archeologica dell’Umbria suspendiera los trabajos en curso y efectuara varios sondeos para delimitar el territorio a proteger. Realizó igualmente unas cortas campañas de excavaciones en un área pequeña6, que continuó la Universidad de Perugia en los meses de agosto y septiembre de 1986 y 1987. Desde 1988 hasta 2002, las excavaciones han estado dirigidas por un equipo formado por Laura Bonomi Ponzi (Soprintendenza Archeologica dell’Umbria), Paolo Braconi (Università degli Studi di Perugia), y José Uroz Sáez (Universidad de Alicante), al que le acompañó un numeroso grupo compuesto por una veintena de personas de dicha Universidad7.

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El gasto de construcción del edificio de las termas (CIL V, 5262 = D 2927) lo ha valorado FRANK, T.: An Economic Survey of Ancient Rome V, 19331940, p. 106) en 500.000 HS (sestercios), pero Plinio añadió después 300.000 HS para su decoración y otros 200.000 HS para su manutención. En la construcción de la biblioteca pudo invertir un millón de sestercios (DUNCAN-JONES, R.: «The finances of the Younger Pliny», PBSR Papers of the British School at Rome 33, 1965, p. 185), añadiendo 100.000 HS para su manutención (Epist. I, 8, 2; CIL V, 5262). Para la fundación alimentaria para niños pobres cedió una finca (Epist. I, 8, 10; VII, 18; CIL V, 5262 = D 2927), valorada en más de 500.000 HS. Dejó en su testamento otros 1.866.666 HS (CIL V, 5262) para alimentar a 100 de sus libertos. 3 La villa patronal la han estudiado, desde el punto de vista arquitectónico, disposición de los ambientes, etc., diversos autores, entre los que hay que destacar, MÁRQUEZ, P. J.: Delle ville di Plinio il giovane, Roma, 1796; SCHINKEL, K. F.: Architektonisches Album n1 7, Berlín, 1841; WINNEFELD, H.: «Tusci und Laurentinum des jüngeren Plinius», Jahrbuch des Kaiserlich Deutschen Archäologischen Institut 6, 1891, pp. 201217; CAGNAT, R.: Les villas de Pline le Jeune, in «Journ. des Sav.», fév. 1926, pp. 49 ss.; HARTE, G. B.: The villas of Pliny, Boston, 1928; TANZER, H.: The Villas of Pliny the Younger, N.-Y., Columbia Univers. Press, 1924; FÖRTSCH, R.: Archäologischer Kommentar zu den Villenbriefen des jüngeren Plinius, Mainz am Rhein, 1993; DE LA RUFFINIÈRE DU PREY, P.: The Villas of Pliny, from Antiquity to Posterity, The University of Chicago, 1994. 4 LAZZARI, V.: Descrizione della pianta, e dello alzato e vedute della villa Pliniana que Caio Plinio Giuniore detto il nipote avea nel territorio di Tiferno ora Città di Castello, manuscrito conservado en la Biblioteca comunale de Città di Castello. En este ma-

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Figura 2. Situación de la villa, al pie de los Apeninos. nuscrito falta el dibujo que de la villa realizó Lazzari, al parecer en manos de un coleccionista de Nueva York, que reproduce De La Ruffinière. 5 MAGHERINI-GRAZIANI, G.: Storia di Città di Castello, Città di Castello, 1890; GAMURRINI, G. F.: «Le statue della villa di Plinio in Tuscis», Strena Helbigiana, Lipsia, 1900, pp. 93-98; ÍDEM: «La villa di Plinio in Tuscis», en Boll. d. R. Deput. di St. Patria per l’Umbria, anno VI, fasc. III, Perugia, 1900; ALLAIN, E.: Pline le Jeune et ses héritiers, París, vol. III, 1902, pp. CCXXVIICCCIII; BORMANN: CIL XI Additamenta, 8113, 16, p. 1396; DIRINGER, D.: Edizione Archeologica della Carta d’Italia al 100.000. Foglio 115. Città di Castello, Firenze, 1930, pp. 12-17, quien describe un largo muro de 400 m, todavía visible, entre los torrentes Lama y Valdimonte, y paralelo a éste una antigua vía. 6 Los resultados de dichas intervenciones fueron publicadas por MONACCHI, D.: «Alta Valle del Tevere», in AA.VV., Ville e insediamenti rustici di età romana in Umbria, Perugia, 1983, pp. 11-44.

El área8 en la que se han encontrado restos de estructuras con muros antiguos se extiende por un frente de casi 250 m en dirección norte-sur y de 200 m en dirección este-oeste (fig. 2), a lo que hay que sumar los hallazgos producidos dentro del colindante recinto de la Villa Cappelletti, y los restos de una necrópolis romana situada a unos 800 m del lugar de nuestra excavación. Por desgracia, las intensas labores agrícolas han perjudicado seriamente las estructuras habitativas, quedando en algunas casos parte de los muros, pero en la mayoría tan sólo los cimientos. Este complejo urbano, compuesto de varios edificios, tiene una vida muy larga, como avanzamos en la reciente publicación de las excavaciones9.

La etapa medio-republicana El lugar aparece frecuentado en época prehistórica, tal y como testimonian lascas de sílex trabajadas, materiales cerámicos y fondos de cabañas, probablemente de la Edad del Bronce. De época medio y tardo-republicana (III-I a. C.) teníamos constatada desde las prime-

ras campañas de excavaciones la presencia de un buen número de cerámicas de barniz negro10, algunas ánforas republicanas que atestiguan el consumo de vino11, así como algunos muros hallados bajo el cuerpo central de la posterior villa augustea, que delinean un edificio orientado de forma ligeramente diferente. Las campañas de los años 2001-2002 han exhumado un extenso pavimento de época republicana situado al nordeste de la casa que más tarde edificó Granio, construido con piedras planas de distintas dimensiones trabadas con tierra, de forma muy cuidada y sólida, rodeado por un muro. En la parte noroeste, junto al lecho del río Valdimonte, ha aparecido, además, un conjunto de materiales cerámicos procedentes de descartes de un horno: varios tipos de cerámica común, dedicados quizá a usos rituales más que como cerámica de cocina o de mesa (copas de pie alto, stamnoi con pico vertedor, crátera, fuentes), material constructivo (tejas, ladrillos, losanges), un crisol para la fundición de metales, y abundantes producciones locales efectuadas in situ, tanto piezas de cerámica de «barniz negro» como de «barniz rojo», de buena calidad, pero con algún defecto en la cocción (copas, ollitas, cuencos, plato de pescado de pie alto, olpes), así como un gran conjunto cerámico (cuencos, cuencos de pie alto, plato de pescado de pie alto) fabricado en este lugar copiando modelos que se producen en el área de la Etruria del centro y del norte durante la época medio-republicana (Chiusi, Papena, Volterra, Todi), y también en el Lacio y el Piceno. En dicho material de descarte de este horno se han encontrado igualmente terracotas arquitectónicas que se fracturaron en el momento de la cocción y se desecharon. Dichas terracotas, junto a las exhumadas en años precedentes12, formaban parte del pro-

grama iconográfico que decoraba la parte exterior de un templo o santuario, a base de frisos con leones alados, silenos coronados con hojas de hiedra, escudos de guerreros, palmetas y otros motivos geométricos. Todas ellas nos evidencian la presencia de un culto prerromano (umbro-etrusco, en una zona de frontera) que ayuda a estructurar el hábitat disperso de la región, en la que confluyen la economía de llanura y la de montaña. El material cerámico data todo este estrato de descartes en el siglo III a. C., proporcionándonos un dato importantísimo para la historia de la región.

La etapa augustea El primer dominus conocido en esta propiedad es Marco Granio Marcello, que construye la gran villa central13, concebida según la distribución canónica atestiguada por los agrónomos antiguos: pars urbana, pars rustica y la pars fructuaria (fig. 3a). La parte urbana ocupa gran parte del edificio A, sostenido en su frente suroeste (que mira al valle) por un muro de aterrazamiento bien conservado, compuesto de tres cuerpos y provisto de canales de desagüe. A ella se accede por un ingreso (I) que, a través de un vestíbulo, introduce a un atrio de tipo toscano (At), provisto de alae (L), en torno al cual se distribuyen los ambientes principales. El tablinum, según la norma, se abriría hacia el atrio tras las alas, aunque aquí no queden restos de muros. Es posible que las paredes laterales estuviesen fabricadas con algún tipo de tabique que no haya dejado huella. En todo caso, conviene tener presente que en esta parte de la villa se conservan tan sólo los cimientos de los muros, a una cota más profunda que los pavimentos.

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De los otros ambientes característicos de una típica domus romana se reconocen algunos cubicula (Cu) y un probable triclinium (T). No se conserva nada del depósito del impluvium, pero no debe extrañarnos su ausencia, pues los dos riachuelos colindantes, especialmente el Valdimonte, le proporcionan agua corriente en abundancia, sin necesidad de almacenarla. En el ángulo norte del atrio debió existir una instalación termal y una cocina anexa, a juzgar por los restos de un depósito fabricado en cocciopesto y un canal de desagüe, destruidos en la fase posterior. El pasillo de ingreso daba acceso también a la parte rústica, situada en su lado nordeste: desde un largo ambiente, se pasa a una serie de ambientes de

Figura 3a.

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Fase de Granio.

Para el desplazamiento a Italia y la manutención de este numerosísismo equipo, compuesto por profesores, ayudantes, becarios de investigación, licenciados y estudiantes, he contado con dos Proyectos de Investigación del Ministerio de Educación y Cultura, PB95-0682 y PB98-0986, así como ayudas de la Dirección General de Bellas Artes para los años 1994-1997, 1999-2002 de todo lo cual doy cuenta, siguiendo la normativa legal vigente, pero además con sumo placer y agradecimiento, pues sin ellas no habría sido posible una investigación de estas características en el extranjero, que ha durado quince años y en la que han participado un total de 332 personas.

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El área excavada está situada, tomando como referencia IGM a escala 1:25.000, folio 115, I S.O., en el punto 33TTJ751237. 9 BRACONI, P.-UROZ SÁEZ, J.: La villa di Plinio il Giovane a San Giustino. Primi risultati di una ricerca in corso, Perugia, 1999. 10 En parte recogidas en la primera publicación, TORDERA, F.: «La ceramica a vernice nera», en BRACONIUROZ, La villa di Plinio il Giovane a San Giustino. Primi risultati di una ricerca in corso, Perugia, 1999, pp. 127-133. 11 Ánforas grecoitálicas de producción local, Dressel 1 y Lamboglia 2: MOLINA VIDAL, J.: «Anfore e relazione commerciali», en BRACONIUROZ, La villa di Plinio il Giovane a San Giustino. Primi risultati di una ricerca in corso, Perugia, 1999, pp. 103-112. 12 MÁRQUEZ VILLORA, J. C.: «Le terrecotte architettoniche», en BRACONI-UROZ, La villa di Plinio il Giovane a San Giustino. Primi risultati di una ricerca in corso, Perugia, 1999, pp. 51-5. 13 Para un estudio más detallado del conjunto de edificios, remito a lo ya avanzado en la primera publicación de la excavación, BRACONI, P.: «La villa di Plinio a San Giustino», en BRACONI-UROZ, La villa di Plinio il Giovane a San Giustino. Primi risultati di una ricerca in corso, Perugia, 1999, pp. 21-42. 14 UROZ SÁEZ, J.: «I bolli laterizi», La villa di Plinio il Giovane a San Giustino. Primi risultati di una ricerca in corso, Perugia, 1999, pp. 43-50. 15 Para la datación de los sellos consulares, he tomado como base DEGRASSI, A.: I fasti consolari dell’Impero romano, Roma, 1952. El signo ^ indica que las letras precedente y siguiente forman nexo.

servicio, entre los que es posible reconocer el calcatorium (K) para el pisado de la uva, dos balsas (U) con escaleras, dos lacus vinarii para la fermentación del mosto antes de su trasvase a los dolia, veinticinco de los cuales, de diversas dimensiones, se han encontrado en el gran ambiente adyacente (cella vinaria); uno de estos dolia conserva la marca GRANI, el propietario del fundus. En el patio B debería estar la era, a juzgar por la cercanía del granero, reconocible por el gran edificio (25 x 12 m), construido con dos alturas y amplios ambientes interiores. A espaldas del granero, se dispone una galería (Ga) muy larga (4 x 60 m conservados) en parte enterrada, y donde concluye el complejo edificado a lo largo del borde de la terraza natural excavada por el torrente de Valdimonte. Esta galería probablemente flanqueaba también el edificio A en su parte Oeste, aunque ha sido laminada en parte por ese riachuelo colindante. Los muros de este edificio, por el cuidado en la disposición de las piedras, su tipología, y el uso particular de la malta, recuerda al muro frontal de la villa, en dirección al valle, antes mencionado. Dentro de la galería se conserva gran parte del material edilicio correspondiente al techo. Por su parte sudeste, el patio B estaba delimitado por un muro de recisión, al que se adosaban algunos ambientes de servicio, quizá establos. La actividad edilicia del dominus es conocida gracias a una completa y muy numerosa serie de sellos rectangulares impresos sobre material latericio14, especialmente tejas, sellos que portan la data consular, con los que se puede establecer la siguiente clasificación, en base a la cronología: 11 tipo) texto en tres líneas, fechado en el año 2 a. C., de enero a julio15: IMP l CAESARE l AVGVS^TO XIII / M l PLAVTIO SILVANOl COS / GRANI l MARCELLI, y debajo otro cartucho, RVFIO [NIS].

21 tipo) fechado en el año 1 a. C., en cuatro líneas: [COSS] O CORN^ELI / [OlLl CALPVR]NIOl PISONE / [AVGV] REl COS l M l / [GRANI] MARCELLI. 31 tipo) fechado en la primera mitad del año 3 d. C., hasta las kalendas de julio, en dos líneas: a) L l A^ELIO l LAMIA l M l SERVILIO COS / [M] l GRANI MARCELLI l SER (vus). b) L l A^ELIO l LAMIA l M l SERVILIO COS / MAHES GRANI MARCELLI ... [servus]. 41 tipo) en dos líneas, fechado en la primera mitad del año 4 d. C.: [SEX] AELIO l Cl SENTIO COS / [G]RANI l MARCELLI. 51 tipo) de la segunda mitad del año 5 d. C., en dos líneas: Cl AT^EIO l CAPITONI l C VIBIO POSTV^MO / COS M l GRANI l MARCELLI. 61 tipo) en tres líneas, corresponde a la primera mitad del año 7 d. C.: Q l CAECILIO l MET^ELLO / A l LICINIO l NERVA l COS / M l GRANI l MARCELLI. 71 tipo) en dos líneas: M^ARCELLI l / PLANCO l COS. El único cónsul que aparece, Planco, podría ser el L. Munatius Plancus del 13 d. C. 81) este tipo es uno de los más numerosos del yacimiento. La inscripción consta de dos cartuchos diferentes, ambos rectangulares, uno largo con la data consular, DR^VSO l CA^ESA^RE l M l SILA^NO l COS, y otro corto con el nomen del propietario en genitivo, GRANI. 91) uno de los dolia aparecidos en la cella vinaria lleva tres sellos similares, aunque los cartuchos no son completamente idénticos: GRANI. A la época de Granio pertenece el mayor número de inscripciones de la villa, y los se-

llos latericios se presentan más completos: la data consular aparece siempre al comienzo de la inscripción en ablativo, y al final de la misma (o en cartucho aparte, en la última serie), el dominus del fundus, Marco Granio Marcelo, en genitivo, con el nombre completo o parte de él: nomen y cognomen en los más antiguos hasta el año 5, nombre completo (con praenomen abreviado) en las series de los años 5 y 7 d. C., el cognomen solamente en el año 13 ocupando el primer lugar de la inscripción antes de la data consular, y el más tardío y abundante, del año 15, lleva solamente el nomen en cartucho separado. Las series más antiguas ofrecen otra información interesante: en el primer tipo aparece en cartucho aparte el nombre del officinator, Rufio, mientras que en la segunda serie se indica la existencia de un figulus, un servus, y otro (si no es el mismo) llamado Mahes. Este M. Granius Marcellus16 es un miembro del orden senatorial perteneciente a una gens de cierta importancia, presente en la Campania, en especial en la colonia romana de Puteoli, en la que los Granii ejercen una fuerte influencia en la vida económica y política desde finales del siglo II a. C., y desde la cual extendieron sus redes comerciales hacia puertos de Oriente, y el norte de África. Algunos de sus miembros apoyaron a Mario (Apiano, B.C., I, 60-62; Val. Max. 9, 3, 8; Plutarco, Sila, XXXVII), continúan en la clientela política de César (Plutarco, Caesar, 16; César, B.C., III, 71, 1), y en época triunviral llegan a las tierras de la Umbria, en particular la colonia de Hispellum, donde un M. Granius, II vir quinquennalis (CIL XI, 5264), seguramente el padre de Marcelo, construye un templo a Venus. A tenor de los sellos latericios, la actividad edilicia del senador Granio Marcelo se mantiene de una forma regular desde su co-

mienzo en el año 2 a. C. hasta el 15 d. C., cuando se interrumpe, sin que se reinicie más tarde. Marcelo había sido procónsul de Bitinia en el año 14/15 d. C. y a su retorno de la provincia fue acusado de los delitos de repetundis y de maiestas (Tácito, Anales I, 74), en una fase del gobierno de Tiberio en la que el emperador impulsaba procesos contra senadores y ricos, inventando delitos de lesa majestad, con el fin de descabezar cualquier oposición política y adueñarse de sus fortunas (Suetonio, Tiberio, 49; 58). La propiedad debió pasar más tarde a manos de su hijo Granius Marcianus, procónsul de la Bética entre 25/26 y 33/34 d. C., que igualmente fue acusado de lesa majestad, y se suicidó en la segunda parte del año 35 (Tácito, Anales, VI, 38, 4), antes de ser ejecutado, con la intención de salvar las propiedades. Según Tácito (Anales, VI, 29) en esta época a los condenados se les confiscaban los bienes y se les negaba la sepultura, pero a los que se suicidaban se les daba sepultura y se respetaban sus testamentos.

La fase julio-claudia En torno a la mitad del siglo I17 se reestructura el ala situada al noroeste del atrio en el edificio A, y se instalan unas termas18 que siguen la estructura canónica (fig. 3b). En el

Figura 3b.

Fase julio-claudia.

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Para un estudio más exhaustivo de Granio Marcelo, UROZ SÁEZ, J.: «Domini e proprietà agraria», La villa di Plinio il Giovane a San Giustino. Primi risultati di una ricerca in corso, Perugia, 1999, pp. 191-202. 17 La datación de las distintas fases de la villa viene favorecida por la presencia, en varios ambientes, de terra sigillata, estudiada por POVEDA NAVARRO, A.: «Terra sigillata italica», en La villa di Plinio il Giovane a San Giustino. Primi risultati di una ricerca in corso, Perugia, 1999, pp. 67-102. 18 BRACONI, P.: «La villa di Plinio a San Giustino», en La villa di Plinio il Giovane a San Giustino. Primi risultati di una ricerca in corso, Perugia, 1999, pp. 21-42.

Fase de Plinio.

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Figura 4.

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ángulo norte, tras el praefurnium alargado (P) se encuentra el caldarium (Ca), desde el que se pasa al tepidarium (Te), para cuya construcción fue demolido el pavimento en cocciopesto de la fase precedente, bajando el nivel unos 60 cm. A pesar de las destrucciones sufridas por la villa en las fases posteriores, las excavaciones han podido exhumar el suelo del hipocaustum construido a base de tejas vueltas y con las alas cortadas, una gran parte de los pilares (pilae) formados por ladrillos bessales y algunas porciones del pavimento del caldarium y tepidarium construido por una capa de cocciopesto sobre la-

drillos bipedales. Desde el tepidarium se accede al frigidarium (Fr), dotada de una balsita con escalón, que debería estar bordeada por un mosaico decorado con motivos geométricos en blanco y negro. La construcción de las termas comportó la implantación de una nueva cloaca, que atraviesa todo el edificio rompiendo algunos muros, siguiendo la pendiente natural, para buscar el frente de la villa en dirección al valle. Además de esta huella urbanística, esta fase, que debió ser de corta duración, nos ha legado un conjunto, poco numeroso pero significativo, de sellos sobre tejas con cartu-

cho oblongo, de 65 mm de longitud por 30 de anchura, que contiene una inscripción en una línea, CAESAR, con letras grandes (17 mm de altura y 10 de anchura) y anchas (3 mm en el trazo), con ángulos bien marcados, que testimoniaría el paso del fundus graniano al patrimonio imperial19.

Plinio, dominus La siguiente fase constructiva en la villa, que reestructura toda la parte precedente, corresponde a la etapa de Plinio el Joven, atestiguada por la presencia de abundantes sellos latericios con las iniciales del nombre del dominus20. Las inscripciones de Caius Plinius Caecilius Secundus constituyen el tercer grupo más abundante del yacimiento, aparecen siempre en una línea, y pueden ser de tres tipos: con cartucho oblongo, con cartucho rectangular, y con escritura sinistrosa. Las del primer tipo, de trazo más cuidado, llevan interpunciones triangulares muy marcadas situadas en el tercio superior, letras anchas, de perfil bien definido y bastante relieve, y P abierta21: C l P l C l S. ¿Cómo llega la propiedad a manos de Plinio el Joven? La práctica totalidad de los investigadores que se han ocupado del tema creen que Plinio el Joven recibe estas tierras por herencia: vía materna, en el caso de Mommsen, de su tío el Naturalista según Allain, al que sigue Sirago. Para Kuzinscin, cuando Plinio habla de sus poderes maternos (Epist. II, 15, 2) se refiere a las fincas de Tifernum Tiberinum, pero no está excluido que las heredara de su tío y padre adoptivo22. Sus propiedades limitan (Epist. IV, 1) con Tifernum Tiberinum (Città di Castello), ciudad que le nombró patrono cuando apenas era un niño (quod me paene adhuc puerum patronum cooptavit), y a la que, para mostrar su

agradecimiento, Plinio donaría más tarde un templo construido a sus expensas (Epist. X, 8). El hecho de que Plinio sea nombrado patronus por una ciudad cuando todavía era un niño, sin esperar a que alcanzara la mayoría de edad, no debe pasar desapercibido; se trata de un hecho excepcional, motivado por alguna razón importante, que no puede ser otra que el joven Cayo se había convertido, de facto, en el verdadero patrón de la comarca tras la muerte de su padre, o la adopción de su tío, del que recibiría la propiedad, como parece confirmar la existencia de varios sellos latericios con su nombre. En estas pocas páginas no hay cabida para explicar todos los detalles, pero existen serios indicios de que la madre de Plinio el Naturalista y de Plinia (madre de Plinio el Joven) fuera Grania Marcella, hija de Granio Marcello23, retornando así la propiedad a los descendientes de los Grani. Las inmensas propiedades de Plinio tienen el cultivo diversificado a propósito (Ep. I, 20, 16), como explica en la carta a Domicio Apolinar (V, 6, 7-12): montañas con bosques llenos de madera y caza; extensas colinas cubiertas de viñas; árboles frutales; vastos campos de cereal y prados, atravesados por el río Tíber, que es navegable y le permite transportar toda clase de mercancías a Roma. Estas propiedades estaban arrendadas, según el procedimiento de la locatio-conductio bien conocido por el epistolario pliniano y los Digesta. Pero en el año 107 (Epist. IX, 37, dirigida a Valerio Paulino, cuando éste debe asumir su consulado) decide impulsar un nuevo sistema de explotación de la tierra, la colonia partiaria. El paso a la aparcería le obliga a Plinio a disponer de amplios almacenes para conservar su parte de fructus de la propiedad hasta el momento de la venta. Por fortuna, ese paso ha quedado patente en los restos arqueológicos exhumados en las excavaciones, que presentan los siguientes cambios urbanísticos (fig. 4)24.

19

Para un análisis más detallado de lo que esto comporta, UROZ: «I bolli laterizi», La villa di Plinio il Giovane a San Giustino. Primi risultati di una ricerca in corso, Perugia, 1999, pp. 43-50. 20 No nos ha correspondido a nosotros el honor de identificar a Plinio con el citado sello latericio. El primero en hacerlo fue GAMURRINI, G. F.: «Le statue della villa di Plinio in Tuscis», Strena Helbigiana, Lipsia, 1900, pp. 93-98, y le siguió ALLAIN, E.: Pline le Jeune et ses héritiers, vol. III, París, 1902, p. CCLXXXVII; MOMMSEN, T.: «Zur Lebensgeschichte des jüngeren Plinius», Berlín, 1906, p. 442; BORMANN inicialmente (CIL XI, 6689, 43, 171) ofreció la siguiente interpretación: C.P.(...)C( ),S... (fecit) o bien C(...) P(ubli) C(...) s(ervus)?, pero más tarde (CIL XI Additamenta, 8113, 16, p. 1396) aceptó la lectura de Gamurrini, Caii Plinii Caecilii Secundi. 21 UROZ SÁEZ, J.: «I bolli laterizi», La villa di Plinio il Giovane a San Giustino. Primi risultati di una ricerca in corso, Perugia, 1999, pp. 43-50. 22 KUZISCIN, V. I.: La grande proprietà agraria nell’Italia romana, Roma, 1984, p. 223; SIRAGO, V.: L’Italia agraria sotto Traiano, Napoli, 20 ed., 1991, p. 29; ALLAIN, E.: Pline le Jeune et ses héritiers, París, vol. I, 1901, p. 66; MOMMSEN, T.: «Zur Lebensgeschichte des jüngeren Plinius», Berlín, 1906, p. 437. 23 Véase UROZ SÁEZ, J.: «Domini e proprietà agraria», La villa di Plinio il Giovane a San Giustino. Primi risultati di una ricerca in corso, Perugia, 1999, pp. 191-202. 24 BRACONI, P.: «La villa di Plinio a San Giustino», La villa di Plinio il Giovane a San Giustino. Primi risultati di una ricerca in corso, Perugia, 1999, pp. 21-42.

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EVOLUCIÓN DEL HÁBITAT EN LA VILLA DE PLINIO EL JOVEN (SAN GIUSTINO, PERUGIA, ITALIA)

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Figura 5. Templo de Plinio in Tuscis.

En el edificio A (la casa construida por Granio) se desmantelan las termas, se rellena el hipocausto, y el pavimento del frigidarium se destruye para encajar un canal de desagüe construido con tegulae que portan sellos CPCS. Se amplían la cella vinaria, el calcatorium para el pisado de la uva (Ca), y el patio B, y entre éste y aquella se crea un corredor descubierto, de casi 2 m de anchura (Cd), en cuya entrada se conservan los restos de un canal de desagüe con el fondo construido con tegulae (selladas CPCS), probablemente destinado a darle salida al agua de lluvia, del mismo corredor y del patio. Al norte del patio B, los muros del granero y de la galería se engrosan unos 30 cm. Otro muro se levanta en paralelo a las estructuras precedentes y crea un gran espacio nuevo (G) cubierto (3 x 40 m al menos): quizá se trate de un nubilarium para poner a cubierto, en caso de mal tiempo, el cereal de la trilla, como recomienda Varrón (De re rustica, I, 13, 5). El frente de la villa en su parte sur, que mira al valle, se remodela con la construcción de una nueva ala (E), constituida por dos largos brazos, dispuestos en ángulo recto y repartidos en anchos ambientes rústicos con frente porticado. Al nordeste de dicho edificio se construyen dos nuevos edificios que cierran el complejo por ese lado. Se trata de estructuras rústicas, orientadas de forma ligeramente distinta con las restantes partes de la villa, y probablemente, destinadas a casas de colonos con almacenes y establos anexos. El edificio situado al Este (C), el más grande de los dos, tiene una planta rectangular (24 x 20 m) con un patio central (Co) en torno al cual se disponen ambientes de servicio (almacenes o establos). Adosado al ángulo Sur, se encuentra un ambiente de planta cuadrada (T) que sobresale del perímetro del edificio y protege, co-

mo si de una torre se tratara, el acceso desde el exterior a la plaza (P). En el lado opuesto, protegiendo la entrada, hay otro edificio (D), de dimensiones inferiores al precedente (21 x 12,50 m), pero con cimientos más robustos y fortalecidos con argamasa; un pequeño patio (Co) da acceso a una serie de ambientes de servicio y a lo que parece una habitación provista de alcoba (a, b). Por su posición de control del acceso a todo el complejo, al que se llega por una calzada pavimentada, ésta debería ser la residencia del guardián. La estratigrafía nos ha permitido datar este edificio entre finales del siglo I e inicios del II de nuestra era. Otro elemento importante en la remodelación pliniana es la construcción de un templo (fig. 5), conocido por la carta dirigida a Mustio (Epist. IX, 39). Plinio explica a su amigo Mustio, arquitecto, que por orden de los arúspices debe reconstruir, demoliéndolo y levantándolo de nuevo, el templo de Ceres que hay en su propiedad, que es muy viejo y se ha quedado pequeño para la gran cantidad de gente que lo visita. En los Idus de septiembre viene mucha gente desde toda la región, para cumplir votos y hacer negocios en el mercado que tiene lugar esos días, y como no hay en las cercanías ninguna protección del sol o la lluvia, Plinio piensa dar prueba de su munificencia y al mismo tiempo de religiosidad, construyendo el más bello templo posible, al que le unirá un porticado, aquél para la diosa, éste para la gente. Además de cuatro columnas de mármol, y otra estatua de la diosa que reemplace a la antigua de madera (ya deteriorada), Plinio le pide a Mustio que le dibuje un proyecto para el pórtico, teniendo para ello en cuenta que éste no puede circundar todo el templo, porque el terreno donde se levanta está

limitado en una de sus partes por un río y en la otra por una vía; por las demás partes hay un espacioso prado, un lugar adecuado para extenderse el porticado de frente al templo, a menos que no se le ocurra una solución mejor a Mustio, que con habilidad técnica sabe vencer las dificultades de la naturaleza y el terreno. Las excavaciones arqueológicas nos han permitido exhumar, en el frente sur de la anterior casa de Granio, un edificio de planta rectangular y con la pared del fondo absidada, edificio que se construye a la vez que un larguísimo ambiente porticado de casi 90 m, datados por la estratigrafía a finales del siglo I o principios del II d. C. En esta remodelación pliniana dicho edificio parece haber sido proyectado para ocupar el centro de la nueva fachada, escenográficamente organizada con un pórtico de 24 columnas abierto hacia el valle del Tíber. El edificio, que desde el punto de vista constructivo es, sin duda, el de fábrica más cuidada, podría tratarse de un templo con pronao y cella absidada, teniendo en la fachada dos columnas in antis o incluso ser tetrástila, como dice Plinio en su carta25.

La fase imperial Tras la muerte de Plinio, probablemente en su provincia en el 114, no se conoce el destino de su propiedad in Tuscis. No obstante, las excavaciones han podido documentar la construcción de unas estructuras rústicas que unen el edificio C a la parte graniana de la villa, completando hacia el norte el cierre de la plaza P. Pero, sobre todo, a la fase postpliniana hay que vincular un numeroso conjunto de sellos latericios, con la marca

IMPA, es decir Imp(eratoris)26, datados entre finales del siglo II e inicios del III, signos evidentes de actividad edilicia, al menos de remodelación de las anteriores, pues aparecen repartidas por todo el yacimiento, que atestiguan la continuidad de la vida en el Bajo Imperio, tras un período de estancamiento o abandono en la segunda mitad del siglo II, y constituyen a la vez el testimonio material del nuevo paso de la propiedad a manos imperiales. Además, el CIL (XI, 6688, 4) recoge la aparición en esta villa de un sello atribuido al emperador L. Vero. Se trata de una inscripción retrógrada, dentro de un cartucho rectangular: IMP ANT L VER AV, interpretado como Imp. Ant(onini) L. Ver(i) Au[g.]. En nuestras excavaciones no ha sido hallada ninguna, pero sí en las de una villa muy cercana, llevadas a cabo por la Soprintendenza Archeologica dell’Umbria27.

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La época medieval En época bajoimperial la villa sigue funcionando, a tenor de algunos materiales cerámicos y pocas monedas, aunque seguramente reduce su actividad. A una fase de abandono corresponden dos tumbas halladas en el edificio C, bajo el pavimento rústico, que contenían restos de dos niños, sin ajuar, tumbas formadas por una tegula como fondo y dos como protección lateral, una de las cuales contenía un sello IMP. Correspondientes a época altomedieval han aparecido en las excavaciones algunas monedas y un buen conjunto cerámico, en el área noroeste, junto a los restos de una estructura absidal, donde la tradición sitúa la iglesia de Santa Flora.

25

BRACONI, P.-UROZ, J.: «Il tempio della tenuta di Plinio il Giovane “in Tuscis”», Eutopia vol. I, 1-2, Roma, 2001, pp. 203-217. 26 Los bolli de la fase imperial constituyen el segundo tipo más representado del total, tienen el cartucho rectangular, de 102 por 34 mm, letras bien definidas, altas y delgadas (3 mm de grosor en el trazo, y 30 de altura), con la característica de la M inclinada y la P cerrada. Inscripción en una línea, con interpunción sólo al final. 27 SCARPIGNATO, M.: «Bolli laterizi dal territorio di Tifernum Tiberinum», Epigraphica LX, 1998, pp. 260-266.

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