Estudio del self mediante el recurso de los ejercicios teatrales

October 1, 2017 | Autor: José Vicente Pestana | Categoría: Self and Identity, Qualitative methodology, Applied Drama/Theatre, The Self, Theatre
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Descripción

Pestana, J. V. y Codina, N. (2009). Estudio del self mediante el recurso de los ejercicios teatrales. En J. Tous y J. M. Fabra (Eds.), Actas del XI Congreso Nacional de Psicología Social (pp. 64-69). Tarragona: URV.

En Jordi Tous Pallarès y Joan Manel Fabra Sopeña (Eds.), Actas del XI Congreso Nacional de Psicología Social (Vol. I). Tarragona, 1, 2 y 3 de octubre de 2009 (pp. 64-69). Tarragona: URV (ISBN: 978-84-692-5684-8).

1 - 457 Autores: José Vicente Pestana y Núria Codina

Título: Estudio del self mediante el recurso de los ejercicios teatrales

Entidad: Universidad de Barcelona, Departamento de Psicología Social

Dirección Postal: Campus Mundet. Passeig de la Vall d’Hebron 171, Ed. de Ponent, 4ª planta – 08035 Barcelona Teléfono: 93 312 51 74 Correo: [email protected]

Área Temática: Aspectos históricos, teóricos, epistemológicos, metodológicos y psicología social de la ciencia y de la tecnología

Estudio del self mediante el recurso de los ejercicios teatrales Studying the self through the tool of theatre exercises Resumen En el análisis del comportamiento psicosocial —y más específicamente, en el estudio del self o sí mismo—, el teatro ha sido relacionado tradicionalmente con el Psicodrama (Moreno, 1946) y el análisis Dramatúrgico (Goffman, 1959). Más recientemente, desde la perspectiva conocida como paradigma de la complejidad, por una parte se han revisitado las potencialidades e implicaciones del self en el conjunto del comportamiento (Bütz, 1992; Codina, 2005a; Munné, 2000; Schwalbe, 1991); y, por otra parte, se ha descrito la utilidad del teatro en la aproximación a fenómenos complejos como el caos, la fractalidad y/o la borrosidad (Barba, 2000; Pestana, 2005; Sawyer, 1999). A partir de las mencionadas visiones del teatro, esta contribución considera cuestiones teóricas y empíricas relacionadas con el estudio de los aspectos complejos del self mediante ejercicios teatrales. Desde el punto de vista teórico, se describen los ejercicios teatrales como actividades caracterizadas por favorecer un comportamiento predominantemente autocondicionado (libre de obligaciones o necesidades a satisfacer) —el cual, a su vez, suele estar vinculado a la manifestación de fenómenos complejos. Con respecto a las cuestiones empíricas, se presentan procedimientos e instrumentos cuya utilización avala el recurso de los ejercicios teatrales como herramienta que permite aproximarse a los aspectos complejos del self. Abstract Analyzing psychosocial behavior —and more specifically, in the field of self studies—, theatre has been traditionally linked with Psychodrama (Moreno, 1946) and Dramaturgical analysis (Goffman, 1959). More recently, from the standpoint known as the paradigm of complexity, the potentialities and implications of the self in the behaviour have been revisited (Bütz, 1992; Codina, 2005a; Munné, 2000; Schwalbe, 1991); moreover, theatre has been described as a useful tool for seizing complex phenomena such as chaos, fractality and/or fuzziness (Barba, 2000; Pestana, 2005; Sawyer, 1999). Drawing on these conceptions about theatre, this contribution considers theoretical and empirical issues related to the study of self complex aspect through theatre exercises. From the theoretical perspective, theatre exercises are described as activities that elicit a predominantly self-conditioned behaviour (i.e., free from obligations or needs satisfaction) —what is also related to a complex phenomena manifestation. With regard to empirical cues, some procedures and instruments are showed, whose use supports the theatre exercises resource as a tool to approach the self complex aspects. Palabras Clave: Self (Sí mismo) – Teatro – Paradigma de la complejidad – Metodología cualitativa. Key Words: Self – Theatre – Complexity paradigm – Qualitative methodology.

Introducción Los análisis del comportamiento que relacionan self y teatro se han vinculado tradicionalmente a dos ámbitos: la intervención clínica y el análisis de la vida social (ésta en términos de escenarios, actuaciones o ambos). La labor clínica que hace uso de actividades teatrales es conocida fundamentalmente gracias al Psicodrama (Moreno, 1946); por lo que se refiere al símil de la vida social como teatro, y a partir de la contribución inicial de Goffman (1959), el análisis dramatúrgico se ha consolidado como una herramienta indispensable para entender el significado de las interacciones entre los seres humanos (v. Brissett y Edgley, 1990). Tanto en la intervención clínica basada en el teatro como en el análisis de la vida social como drama, se han advertido las potencialidades de la representación en la conformación y desarrollo del self. En el caso de Moreno (ibídem), mediante la puesta en práctica de roles psicodramáticos —i. e., personificación de situaciones imaginadas— eran posibles la creación, el fortalecimiento y la flexibilización del self. Por lo que se refiere a Goffman (ibídem, p. 269), el self —entendido como autoimagen— “no deriva inherentemente de su poseedor sino de todo el escenario de su actividad… es un efecto dramático que surge difusamente de la escena representada”. Así pues, psicodrama y análisis dramatúrgico convergen en la centralidad que tiene para la persona el representar(se) en un escenario ante un público determinado. A estos dos ámbitos que vinculan self y teatro, se han añadido más recientemente las investigaciones que propugnan la complejidad del comportamiento vinculado a las actividades escénicas. Específicamente, nos referimos a la manifestación de aspectos caóticos, borrosos o fractales en el comportamiento, bien sea con la práctica de ejercicios teatrales o en el transcurso de una representación dramática (Barba, 2000; Pestana, 2005; Pradier, 1998; Sawyer, 1999). Estos hallazgos estimulan la reconsideración de las relaciones entre el self y del teatro, con base en el paradigma de la complejidad; así pues, los apartados siguientes refieren características caóticas, borrosas y/o fractales del self y metodologías sensibles a la captación de estas características, proponiéndose los ejercicios teatrales como herramienta en la investigación de la complejidad del self —atendiendo las pautas de intervención y a la recogida de la información que comprende esta herramienta. El self, un fenómeno complejo En la investigación de los aspectos complejos del self sobresalen dos tendencias: la valoración de la multidimensionalidad del self como un indicador de su complejidad y la identificación de aspectos complejos en su configuración, funcionamiento o ambos. La complejidad del self suele señalarse a partir de la diversidad o multiplicidad de dimensiones que incluyen autorreferencias como el autoconcepto o la autoestima. Es decir, cuantas más dimensiones o factores presenta un modelo del self, éste se entiende como más complejo. Sobre este particular, debe advertirse que “una cosa es afirmar que el self es complejo y estudiarlo desde la simplicidad; y otra cosa es aceptar su complejidad e investigar sus dinámicas complejas” (Codina, 2005a, p. 26). En otras palabras, valorar la multidimensionalidad como complejidad no atiende a las implicaciones epistemológicas y metodológicas que conlleva el estudio de un fenómeno complejo. Por lo que respecta a identificar aspectos complejos en el self, un ejemplo lo constituye el caso de Bütz (1992), quien compara el self con el fractal conocido como conjunto de Mandelbrot y, paralelamente, con los mandalas que la psicología —de orientación jungiana— utiliza para ejemplificar la integración de la psique humana. A lo sugerente de esta aproximación acompañan dificultades de operacionalización; adicionalmente, al priorizar una manifestación de complejidad —en este caso, la fractalidad— en desmedro de fenómenos como la no linealidad o la borrosidad, se observa un reduccionismo en el análisis del self como fenómeno complejo (Pestana, 2007). Superar las dificultades de estas dos tendencias es posible mediante modelos del self que incluyan diversos aspectos complejos, como ocurre con las propuestas de Schwalbe (1991) y Munné (2000). La propuesta de la autogénesis del self (Schwalbe, 1991) parte de las ideas de G. H. Mead, e incluye la

autoorganización, la autopoiesis y la no linealidad como los principios que articulan aspectos biológicos, lingüísticos y sociales del comportamiento —de los que emerge el self. El interés de esta propuesta no excluye las limitaciones que trae consigo basarse sólo en ideas afines al interaccionismo simbólico; esta restricción queda superada por la base plural contenida en el modelo complejo propuesto por Munné (2000). El modelo de Munné (ídem) destaca cuatro autorreferencias —autoconcepto, autoestima, autoimagen, autorrealización—, las cuales remiten a distintas orientaciones teóricas (sociocognitivismo, psicoanálisis social, teoría de reglas/roles —interaccionismo simbólico— y psicología humanista) y, a su vez, a diferentes procesos del comportamiento (respectivamente: pensamiento, emoción, representación y voluntad). A partir de este modelo inicial, Codina (2005a) ha profundizado en las relaciones entre autorreferencias, y entre éstas y las acciones cotidianas de las personas (o heterorreferencias: Codina, 2005b) —lo que permite entender y explicar los aspectos no lineales, fractales y borrosos que caracterizan la dinámica del self. Aproximaciones empíricas a los aspectos complejos del self. Una intervención con ejercicios teatrales Frente a la complejidad del self se ha advertido la insuficiencia que presentan los procedimientos tradicionales para su investigación (cf. Codina, 2005b); ante esta problemática, se ha recomendado considerar conjuntamente las aproximaciones cuantitativas y cualitativas, si bien éstas predominan sobre aquéllas (una descripción de esta cuestión en Pestana, 2007). En este sentido, la puesta en práctica de los presupuestos de la Metodología Cualitativa Secuencial (MCS; Codina, 2005a y b) ha hecho posible observar manifestaciones de complejidad entre las autorreferencias, las heterorreferencias y la percepción del uso del tiempo (Pestana y Codina, 2005). De la MCS, interesa destacar el protagonismo de la libertad del participante: fundamentalmente, al obtener la información mediante preguntas abiertas; y, acto seguido, al trabajar secuencial y activamente sus aportaciones, a partir de unos objetivos de investigación. Esto difiere de los procedimientos en los cuales las respuestas a unos ítems son clasificadas siguiendo categorías preestablecidas por quien investiga. La libertad y la participación activa que ofrece la MCS son afines a las condiciones que requieren los ejercicios teatrales para favorecer el desarrollo del self. En concreto, poner en práctica estos ejercicios de forma predominantemente autocondicionada (i. e., libre de obligaciones o necesidades a satisfacer), estimula procesos de cambio en el self que son percibidos como sorprendentes e inesperados (Pestana, 2007). Como consecuencia de estas afinidades, la MCS aparece como un procedimiento que posibilita aproximarse a las manifestaciones de complejidad del comportamiento vinculadas a las actividades teatrales —lo que, a nuestro juicio, ha sido observado sin un soporte metodológico suficiente o adecuado. Como ejemplo del estudio de los aspectos complejos del self, mediante ejercicios teatrales y con base en la MCS, valga la siguiente secuencia de aplicación: —



Explorar las autodescripciones generales, esto es, que los/as participantes escriban características de sí mismos/as. Según sean los objetivos específicos de la investigación, a esta información puede acompañar la jerarquización de las autodescripciones (de la más a la menos importante) o una valoración de la satisfacción percibida en cada característica. Ambas cuantificaciones, además, son susceptibles de comportarse de manera no lineal (Codina, 2005b; Codina y Pestana, 2008; Pestana, 2007). Vincular actividades o ámbitos de la cotidianidad a las autodescripciones. Así, por una parte, se puede conocer si hay alguna autodescripción relacionada con diversas actividades, o por otra parte, si la práctica de una actividad dada estimula la manifestación de determinadas autodescripciones. En general, ambas posibilidades ponen de manifiesto las fractalidades entre auto y heterorreferencias (más detalles de esta cuestión en Codina y Pestana, 2008).





Relacionar las autodescripciones generales con autodescripciones asociadas al teatro (en otras palabras, quién soy yo cuando pongo en práctica ejercicios teatrales). Comparar la importancia y/o satisfacción percibidas por los/as participantes en las autodescripciones asociadas al teatro, con las valoraciones de las autodescripciones generales, permite observar los grados de constancia y cambio entre autorreferencias; y, en un sentido más general, las borrosidades presentes entre unas y otras (Pestana, 2005). Finalmente, vincular ejercicios teatrales con las correspondientes autodescripciones pone en evidencia el grado en que las actividades concretas de una intervención favorecen (o no) unas autodescripciones determinadas.

Consideraciones finales La aplicación de la MCS, en el estudio del self mediante ejercicios teatrales, ha posibilitado la comprobación empírica de la manifestación de aspectos complejos del comportamiento durante una representación; específicamente, se han podido observar las fractalidades, borrosidades y no linealidades entre auto y heterorreferencias —o lo que es lo mismo, entre el self y las actividades cotidianas que estimulan su formación y desarrollo. Más allá del ámbito de los ejercicios teatrales y el self, la metodología utilizada permite aproximarse a la complejidad del comportamiento sin practicar excesivos reduccionismos; en ello, la MCS nos advierte de la importancia del autocondicionamiento y la participación activa de quienes forman parte de los grupos estudiados. Así las cosas, la agenda futura de las investigaciones que vinculen los temas mencionados aquí, habrá de tener en cuenta la centralidad de self, representación, libertad y complejidad en el conjunto de la persona y los escenarios que le rodean. Referencias Barba, E. (2000). The deep order called turbulence. The three faces of dramaturgy. The Drama Review, 44(4), 56-66. Brissett D. y Edgley, C. (1990). The dramaturgical perspective. En D. Brisset y C. Edgley, Life as Theater. A dramaturgical sourcebook (2nd ed.) (pp. 1-46). Hawthorne, NY: Aldine de Gruyter. Bütz, M. R. (1992). The fractal nature of the development of the self. Psychological Reports, 71(3 Part 2), 1043-1063. Codina, N. (2005a). El self y sus pluralidades: Un análisis desde el paradigma de la complejidad. Escritos de Psicología, 7, 24-34. Codina, N. (2005b). La complejidad del self y análisis empírico de su borrosidad. Encuentros en Psicología Social, 3(2), 34-44. Codina, N. y Pestana, J. V. (2008). Investigación del ocio y del self desde el paradigma de la complejidad. Una aplicación de la técnica del presupuesto de tiempo y del Twenty-Statement Test. En E. Aguilar Gutiérrez (Ed.), El influjo del tiempo en la vivencia del ocio. Transformaciones, oportunidades y riesgos en la sociedad apresurada (pp. 135-147). Bilbao: Universidad de Deusto. Goffman, E. (1959). The presentation of self in everyday life. Nueva York, NY: Doubleday & Co [La presentación de la persona en la vida cotidiana. Buenos Aires: Amorrortu, 1971].

Moreno, J. L. (1946). Psychodrama. Nueva York, NY: Beacon House [Psicodrama (3ª ed.). Buenos Aires: Hormé, 1974]. Munné, F. (2000). El self paradójico: la identidad como sustrato del self. En D. Caballero, M. T. Méndez y J. Pastor (Eds.), La mirada psicosociológica: grupos, procesos, lenguajes y culturas (pp. 743-749). Madrid: Biblioteca Nueva. Pestana, J. V. (2005). Los ejercicios teatrales en el estudio de la no linealidad, la borrosidad y la fractalidad en el comportamiento. Una aproximación desde el tiempo libre y el sí mismo. Encuentros en psicología social, 3(2), 45-52. Pestana, J. V. (2007). Aspectos complejos del tiempo libre y el sí mismo: Una investigación a partir de ejercicios teatrales. Tesis Doctoral. Barcelona: Universitat de Barcelona. Disponible en: http://www.tesisenxarxa.net/TDX-0926107-112916/. Pestana, J. V. y Codina, N. (2005-septiembre). Sistema de autorreferentes y actividades cotidianas: Análisis de sus fractalidades mediante una metododología cualitativa secuencial. Comunicació presentada en el IX Congreso de Psicoloxía Social, “Construindo a Europa dos pobos e das culturas”. A Coruña. Pradier, J. M. (1998). Fànic, fàl·lic, fàtic. Vers una teoria neurocultural dels espectacles vius. Universitat de Valencia: Acadèmia dels Nocturns. Sawyer, R. K. (1999). The emergence of creativity. Philosophical Psychology, 12(4), 447-469. Schwalbe, M. L. (1991). The autogenesis of the self. Journal for the Theory of Social Behaviour, 21(3), 271-295.

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