Ensayo Teoria de la Historia

December 5, 2017 | Autor: Olisverg Ybarb | Categoría: Historia
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Descripción





Universidad Autónoma de San Luis Potosí
Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades
Teoría de la historia

Catedrático: Mtro. Carlos Tapia


Trabajo final

Ibarra Velázquez Oliver Adrián
San Luis Potosí, SLP.
Miércoles 26 de noviembre del 2014.























"Era una pasión por la mirada, y en su mirada estaban los ojos antes del tiempo; dice su padre que el tiempo es melancolía, y cuando se para lo llamamos eternidad"
San Juan De La Cruz

"Si un hombre cualquiera, incluso vulgar, supiera narrar su propia vida, escribiría una de las más grandes novelas que jamás se haya escrito"
Giovanni Boccaccio








Introducción
La Historia puede ser vista como un concepto polisémico creado por el hombre para transformar todo aquello que le rodea. ¿Qué motiva al hombre sentir la necesidad de llevar un registro de su "historia"? La finalidad del presente ensayo es realizar un repaso por la consolidación de la Historia como una ciencia importante para explicar la vida del hombre una vez que este fue consciente del mundo que le rodeaba. Se examina el nacimiento de la Historia como ciencia y se esbozan algunas de las concepciones que de la misma se han tenido a lo largo del tiempo desde su nacimiento.
De la Historia
La Historia puede ser vista como un concepto polisémico creado por el hombre para transformar todo aquello que le rodea: solemos decir que "algo pasa a la historia", "contamos una historia", y escuchamos pacientemente las "historias" que nos cuentan nuestros mayores, la historia es en todo momento parte fundamental del vocabulario del hombre.
¿Qué le hace sentir al hombre la necesidad de llevar un registro de su "historia"?. Ciertamente no se entiende que un hecho pueda ser considerado como histórico si no va acompañado de la existencia de una consciencia como visión del tiempo a manera de espacio que pueda fragmentarse para constituir la realidad humana, esto es la existencia de una "consciencia histórica", rasgo que puede ser considerado más como producto de la convivencia social del hombre que como resultado de su existencia biológica.
El hombre, se organiza con otros hombres para satisfacer sus necesidades físicas y psíquicas y da origen a la sociedad. En las sociedades primitivas o no disociadas no se puede hablar todavía del desarrollo de una consciencia histórica en el individuo. Los instintos de conservación, de reproducción, del espacio vital y de jerarquización son los determinantes de la vida social de los primeros hombres. Un hombre social con una visión holística de la realidad en la que la razón rige la vida del hombre a la par del instinto.
Para poder hablar del desarrollo de la consciencia histórica en el hombre, es necesario remontarse a la sociedad griega y a la forma en que los griegos intentaron poner en orden el mundo que les rodeaba. ¿Qué es el mundo? ¿Qué es el hombre? ¿Cuáles son las propiedades del conocimiento? Son algunas de las preguntas que los griegos se van a lanzar a sí mismos a manera de reto intelectual que intentarán resolver los presocráticos, los sofistas y las escuelas filosóficas griegas posteriores a éstos.
El resultado de este esfuerzo intelectual de los griegos por ordenar el mundo que les rodea es lo que da paso al nacimiento de la filosofía, madre de muchas, sino es que de todas, de las ciencias del hombre. La Historia nace de la mano de la Filosofía como una ciencia que el hombre griego crea para conocerse a sí mismo y al mundo que le rodea. La Filosofía, va a otorgar a los griegos una visión distinta del mundo. La pregunta que los se hacen respecto a las cualidades del conocimiento vendrá acompañada de una exigencia de pruebas que den sustento a sus creencias. Aristóteles hablará de la necesidad de obtener evidencia empírica para sustentar el conocimiento. Con el desarrollo de la Filosofía el hombre se vuelve responsable por sus actos.
Heródoto, primer historiador de la humanidad, sugirió que la finalidad del hombre al escribir la historia de la antigüedad era mantener un registro de lo verdadero y contraponerlo a lo falso. La Historia "científica" nace de la mano de Tucídides, quien al narrar de manera objetiva los hechos de la guerra del Peloponeso asume la verdad como una categoría suprema a la que deberán someterse los historiadores. Para Tucídides el historiador debía auxiliarse para su tarea mediante la consulta de documentos y el acto de recoger testimonios.
Para los griegos, y posteriormente para los romanos, el orden histórico era, pese al reconocimiento de cambios temporales, de una regularidad periódica inviolable. La constancia y la inmutabilidad pervivían por debajo del crecimiento y de la decadencia. Los dioses -expresa Jenófanes- no enseñan a los mortales de buenas a primeras todo lo que puedan aprender. Dejan que ellos vayan conociendo lo mejor poco a poco, valiéndose de la investigación personal. Heráclito afirma que «todo fluye». Todo marcha, y nada se detiene. Nada hay permanente; todo es -como el río- inasequible, inestable; «descendemos al río y no descendemos; somos y no somos al mismo tiempo». Nada es, todo se transforma.
Platón encontró en las ideas los valores absolutos y atemporales. El tiempo es fugaz imagen de la eternidad y la vida mundana, pálida copia de una vida espiritual originaria. Aristóteles, agudo observador de los entes concretos y de la evolución de la naturaleza del hombre, vio la tendencia finalista del cosmos. Un motor divino que no es movido y mueve no por impulsión sino por atracción es la causa primera de la realidad escalonada.
En el ámbito romano Cicerón dirá que "La historia es la maestra de la vida" en referencia a la capacidad que tiene el registro de los actos realizados por el hombre para mostrar a éste una vía en la que pueda sustentar sus acciones y evitar repetir los errores de su pasado.
La idea de la evolución de la vida cósmica en épocas y fases, la esperanza en la marcha ascensional hacia el mundo divino y en la creciente irrupción de lo intelectual y de lo moral en el género humano son algunos de los rasgos característicos, a la vez que valiosas ideas, de griegos y romanos. Esta visión grecorromana de la historia como una serie de ciclos que se repiten constantemente, verá su fin con la caída del imperio romano de occidente y la llegada del cristianismo.
Esta nueva visión de la historia, empapada en principios cristianos, será una visión lineal en la que existe un principio y un final hacia el cual se dirige la humanidad. La visión cristiana de la historia converge hacia un hecho central: la llegada de Cristo. La figura histórica de Jesucristo es la síntesis de la aproximación entre el ser y el evolucionar, entre Dios y la historia. El tiempo anterior a la llegada del Mesías tiene el sentido de una preparación y de una espera. La historia posterior a la muerte del salvador cobra significado por la dirección religiosa que asume la Iglesia fundada por Jesucristo. Esta fuerza dirigente de los destinos humanos hace inteligible el sentido de la historia.
Agustín de Hipona, patriarca de la iglesia católica, dividirá a la historia en siete épocas que inician con la caída del hombre de la gracia de dios y su posterior expulsión del paraíso y finalizan con el regreso de cristo y el juicio final. Para Agustín la finalidad de la vida del hombre va a ser la de liberarse de la temporalidad de su existencia en la tierra y llegar a un estado de plena felicidad que le será mostrado únicamente con la culminación de la línea histórica divina que él ha trazado.
Durante la Edad Media, aquellos que pretenden volver a los modelos generadores de arte, o lo clásico, propios del periodo grecorromano darán surgimiento a una nueva etapa entre los pueblos europeos occidentales: el Renacimiento.
La nostalgia por el arte grecorromano durante el "Quatroccento" hace que el hombre renacentista dirija la mirada hacia lo clásico como formador del arte. El hombre del renacimiento ya no es un ser castigado y alejado de la presencia de Dios. En el renacimiento el hombre "renace" para convertirse en la creatura favorita del ser supremo, el mundo que él habita se considera el centro del universo. El hombre del renacimiento es una creatura que forma parte importante en el plan divino.
Tanto la consciencia histórica del hombre medieval como la del hombre del renacimiento es una consciencia que busca justificar la existencia del hombre como creación de Dios, en el mundo. Esta visión teleológica cristiana de la Historia va a ser suplantada con el fin de la etapa renacentista. En fin del paradigma geocéntrico, la conquista de Constantinopla, la Reforma luterana y el saqueo de roma en 1527 dan al traste con el Renacimiento.
El fin del Renacimiento va a significar para el hombre europeo la llegada de numerosos y complejos sistemas filosóficos alternativos a la visión cristiana de la Historia. El racionalismo iniciado por René Descartes es una continuación de la corriente escéptica iniciada por los griegos. Con su escepticismo Descartes planea brindar al hombre un sistema que le permita crear ideas claras y distintas que faciliten la creación de conocimiento. Descartes llamará a su sistema "la duda metódica" y consistirá en comenzar a dudar de la propia existencia para que una vez confirmada ésta el hombre se considere capaz de crear a la vez el mundo que la rodea. El "cogito ergo sum" de Descartes marca el inicio de la corriente racionalista, sistema base de posteriores doctrinas filosóficas.
La utilización de la razón como facultad única y sublime de la existencia humana permitirá al hombre europeo dar el paso a la siguiente etapa de conformación de su consciencia histórica: la Ilustración.
En el periodo que abarca la ilustración, la razón vuelve libre al hombre, lo pone en el centro del universo como dueño de sus designios aunque no necesariamente libre de un plan divino. Será la utilización de la razón lo que llevará a los franceses a promulgar los principios de "Igualdad, libertad y fraternidad" que darán origen a la República y sepultarán el régimen monárquico. La razón lleva al hombre francés a ser consciente de la situación de la que es parte. Razón es Historia marchan a la par durante el periodo ilustrado en el camino para lograr la emancipación del hombre común de las jerarquías que le gobiernan.
Pierre Bayle con su "Diccionario histórico" utiliza a la Historia como un arma para desarticular los fundamentos de aquellos pertenecientes a la esfera del poder, en especial los del clero y los de la nobleza francesa. Bayle hace una crítica del presente del hombre francés y pretende mostrar con eso que su situación puede ser cambiada en la medida en que éste se vuelca consciente de su situación, esto es en la medida en que desarrolle una consciencia histórica.
Montesquieu, figura central de la ilustración, propondrá una visión racional del Estado. El Estado de Montesquieu es configurado en tres "poderes": ejecutivo, legislativo y judicial. Tres partes de un mismo organismo que en la actualidad siguen siendo consideradas como aquellas que dan forma al Estado.
François Marie Arouet más conocido como Voltaire, sin lugar a dudas la figura más importante de la ilustración, realiza una crítica al discurso histórico establecido, utilizando para ello un análisis histórico-filosófico.
La obra fundamental en la que Voltaire plasma sus ideas: "El siglo de Luis XIV" es considerada la primera obra en desarrollar el tema de la historia de la cultura. En "El siglo de Luis XIV" Voltaire señala que dentro de la historia de la humanidad pueden encontrarse cuatro grandes etapas de esplendor: La Atenas de Pericles, la Roma de Augusto, la Florencia de Lorenzo el magnífico y la Francia de Luis XIV serán esas cuatro grandes etapas de esplendor en las que las ciencias y las artes alcanzan su apogeo.
La Ilustración, se convierte en el primer movimiento intelectual en preocuparse por generar un cambio en la situación social del momento. En dicha transformación la Historia se vuelve una herramienta esencial de actuación para generar una crítica a lo establecido. De la mano de Immanuel Kant los ilustrados dirán "Sapere aude" (atrévete a saber) para resaltar la importancia de la educación como medio para llevar a los hombres a un estado mental en el que son capaces de conocer. Tanto la Ilustración como la revolución francesa producto de ella van a significar la entrada de las masas en el proceso histórico.
El movimiento ilustrado va a tener su contrapartida en las ideas del Romanticismo. El Romanticismo como consecuencia inmediata a la revolución francesa pretenderá volver al estado social previo al predominio de la razón en la vida del hombre. La predilección por lo particular en oposición a la masificación de la revolución francesa; la creencia en Dios como rector de los destinos del hombre; la añoranza por el cristianismo previo a la reforma protestante; y una atracción por el lado "sentimental" del hombre en oposición al lado "racional" propio del hombre ilustrado, serán las ideas que conformen el pensamiento de los románticos.
Friedrich Schlegel, G. W. F. Hegel y Heinrich Heine son intelectuales protagonistas de lo que hoy denominamos la generación del romanticismo y el idealismo. En el caso de Hegel y Schlegel, las afinidades políticas e intelectuales de juventud, que hacia 1797 los acercaban en torno a una nueva mitología, un programa estético de libertad de pensamiento, frente a los lastres del pensamiento racionalista de la Ilustración, pronto se deshacen.
Es útil dejar en claro que el término original e inicial fue el calificativo "romántico". Aparece a mediados del siglo XVII y tiene tinte peyorativo, pues se usa para referirse a "la romanesca", ese tipo de literatura que no merece ser tratada como literatura artística o canónica, según el criterio de obras referenciales de la época.
Para Hegel la Historia será "la manifestación del desarrollo de la consciencia del absoluto". En esta manifestación la consciencia es el motor de la historia. Según Hegel, la historia del hombre comienza con una total dependencia y sumisión de éste a la naturaleza. La visión de la Historia en Hegel es una visión teleológica que tiene como fin liberar al hombre de su dependencia de la naturaleza, para lo cual es requisito fundamental la presencia de la Historia.
Después de permanecer recluida durante varios siglos en el ámbito de la teología, la Hermenéutica se abrió en la época del romanticismo a todo tipo de textos escritos. En este contexto se sitúa Friedrich Schleiermacher que verá en la tarea hermenéutica un proceso de reconstrucción del espíritu de nuestros antepasados. Así, Schleiermacher plantea un círculo hermenéutico para poder interpretar los textos, postula que la correcta interpretación debe tener una dimensión objetiva, relacionada con la construcción del contexto del autor, y otra subjetiva y adivinatoria, que consiste en trasladarse al lugar del autor. Para Schleiermacher la hermenéutica no es un saber teórico sino práctico, esto es, la praxis o la técnica de la buena interpretación de un texto hablado o escrito.. Schleiermacher define la hermenéutica como "reconstrucción histórica y adivinatoria, objetiva y subjetiva, de un discurso dado".
Esta perspectiva influirá en la aparición del historicismo diltheiano. Wilhelm Dilthey creía que toda manifestación espiritual humana, y no sólo los textos escritos, tiene que ser comprendida dentro del contexto histórico de su época. Si los acontecimientos de la naturaleza deben ser explicados, los acontecimientos históricos, los valores y la cultura deben ser comprendidos. Según Wilhelm Dilthey, estos dos métodos serían opuestos entre sí: explicación (propia de las ciencias naturales) y comprensión (propia de las ciencias del espíritu o ciencias humanas)
El movimiento romántico no dará al traste con la primacía del racionalismo en el análisis histórico. El movimiento positivista de la mano de Agusto Comte será la doctrina que defenderá la necesidad de someter todo conocimiento humano a una comprobación racional. Para lo positivistas, el conocimiento será obtenido a partir de una evidencia empírica, del establecimiento de regularidades que lleven al establecimiento de leyes y de la recopilación de datos que puedan ser comprobables, verificables y mesurables. Comte propondrá que sean las matemáticas y la física las ciencias responsables de construir el paradigma del conocimiento.
El conocimiento histórico también se verá empapado de los postulados teóricos del positivismo, la recopilación asidua de documentos históricos será el canon metodológico a seguir por los historiadores positivistas. La misión del historiador positivista será la de relatar los hechos tal como ocurrieron dejando de lado cualquier interpretación. La corriente positivista va a convertir al historiador en un portador de la verdad al ser el único capaz de analizar los documentos históricos.
El positivismo, como doctrina que pretendía regir el quehacer del científico social verá su contraparte teórica en los planteamientos de Marc Block y Lucian Febvre quienes al fundar la llamada "Escuela de los Annales" pretenderán romper con la predominancia del positivismo en la historiografía francesa.
Marc Bloch, al considerar a la Historia como "los hechos del hombre en sociedad a través del tiempo" da a la misma un carácter de ciencia atada al quehacer humano cotidiano. Lo realizado por el hombre como ser social pasa a ser histórico en el momento en que deja el presente para ser cosa del pasado.
Los ideólogos de la Escuela de los Annales van a proponer una Historia interdisciplinaria. De esta manera, los estudios históricos van a ser abordados ya no solo por historiadores, sino por economistas, geógrafos, sociólogos y etnógrafos. Fernand Braudel hablará del "polvillo dorado de los acontecimientos" en referencia a aquellos sucesos capaces de distraer la atención del historiador a pesar de no ser de largo alcance. La Escuela de los Annales, subrayará en este sentido la importancia de consider al tiempo como algo "múltiple, complejo, zigzagueante", en oposición al tiempo simple y lineal propio del positivismo.
En las décadas de los setentas y ochentas, resultado de los horrores ocasionados por la primera guerra mundial, los paradigmas de "la razón, la ciencia y el progreso", elementos centrales del discurso sobre la "modernidad", entran en una profunda crisis. Esta crisis de los paradigmas de la modernidad dará ocasión al surgimiento de una amplia gama de movimientos culturales, artísticos, filosóficos y literarios que afectarán la concepción de la Historia y que tendrán un objetivo muy claro: oponerse a lo imperante en el llamado "mundo moderno" propio del hombre occidental.
Esta amplia gama de movimientos culturales, artísticos, filosóficos y literarios se conocerá como "Posmodernismo". Para los posmodernos el movimiento moderno del hombre occidental había demostrado ser un auténtico fracaso en los campos del arte, la cultura, la filosofía y lo social. La propuesta de los posmodernos será una total reestructuración de todas aquellas formas tradicionales que imperaban en los campos anteriormente mencionados.
La posmodernidad verá en su análisis de la realidad histórico-social del momento un "periodo de desilusión" en el que el hombre se ha vuelto consciente de la dificultad para confiar la realización de sus esperanzas al progreso fundamentado en la razón. El periodo del que hablan los posmodernos es un periodo en el que los discursos teleológicos sobre la historia entran en una crisis de credibilidad. La crisis de estos discursos teleológicos sobre la historia o "metarrelatos" serán el dogma esencial de la posmodernidad y los historiadores posmodernos estarán de acuerdo en señalar a dicha crisis la conditio sine qua non del discurso posmoderno.
Si durante la modernidad la Historia era vista como un todo que evoluciona impulsado por algunas fuerzas maestras, la posmodernidad desconfía de esa visión. Los metarrelatos históricos son vistos por los historiadores posmodernos como una infinidad de microrrelatos en los que el objeto no es ya tanto la verdad como la verosimilitud. En síntesis, la posmodernidad es un movimiento que buscará la exaltación de los múltiples microrrelatos que hasta el momento habían sido relegados del discurso histórico de la modernidad.



A modo de conclusión
"Quien controla al presente controla el pasado y quien controla el pasado controlará el futuro" dice Winston Smith, personaje central 1948, novela escrita por George Orwell. El cometido de Winston en la novela es reescribir la historia que ha sido impuesta por "el partido" una vez que se ha vuelto consciente de que la realidad en que se encuentra inmerso no siempre ha sido la misma, la esperanza de un futuro mejor para Winston está fundada en la consciencia de haber tenido un pasado diferente, situación que sólo le pudo ser revelada una vez que este se abocó al estudio de la Historia. El ejemplo del personaje de la novela de Orwell es por demás ilustrativo de la importancia que tiene el desarrollo de la consciencia histórica por el hombre.
Qué capacidad podría tener el ser humano para maravillarse de la grandeza de su pasado o para cimentar sus esperanzas de tener un futuro mejor si no tuviera la facultad de llevar a cabo un registro de su paso por esta vida. La vida del hombre es en todo momento una vida inmersa en la Historia, que se volvió ciencia a medida en que éste fue capaz de moldear a su antojo el mundo del que es parte.
José Ingenieros habla del "hombre mediocre" para describir a los hombres incapaces de usar su imaginación en la concepción de ideales que le permitan un futuro mejor por el cual luchar. En oposición al "hombre mediocre" Ingenieros habla de un "hombre superior" como aquel capaz alterar su pasado en favor del porvenir. El hombre superior de Ingenieros es un soñador, entusiasta, de personalidad diferente y generoso, en palabras de Ingenieros "un hombre que pasa a la historia".
La finalidad del presente ensayo fue realizar un repaso por la consolidación de la Historia como una parte importante de la vida del hombre. Una vez que éste fue consciente del mundo que le rodeaba fue consciente de la importancia de conocerse a sí mismo y como parte de esto conocer a los hombres que le precedieron. Tarea inconcebible sin el auxilio de la Historia. Nacida a la par de la filosofía griega, la historia ha brindado al hombre un espejo en el cual mirarse en su multiplicidad de facetas. La Historia puede decirse nace a la par que nace el propio hombre, ya José Ortega y Gasset hablaba de esto cuando decía que "el hombre no tiene naturaleza, tiene historia".



Aristóteles fue un polímata: filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia cuyas ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios.
Heródoto de Halicarnaso fue un historiador y geógrafo griego que vivió entre el 484 y el 425 a. C.
Tucídides fue un historiador y militar ateniense. Su obra Historia de la Guerra del Peloponeso recuenta la historia de la guerra del siglo V a. C. entre Esparta y Atenas hasta el año 411 a. C.
Jenófanes de Colofón fue un poeta elegíaco y filósofo griego. Sus obras sólo se conservan en fragmentos, gracias a citas de autores posteriores.
Heráclito de Éfeso conocido también como «El Oscuro de Éfeso», fue un filósofo griego. Nació hacia el año 535 a. C. y falleció hacia el 484 a. C.
Platón fue un filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles.
El Quattrocento (término que en castellano significa cuatrocientos, por los años pertenecientes al siglo XV) es uno de los períodos más importantes del panorama artístico europeo. Se sitúa a lo largo de todo el siglo XV y es la primera fase del movimiento conocido como renacimiento.
René Descartes, también llamado Renatus Cartesius, fue un filósofo, matemático y físico francés, considerado como el padre de la geometría analítica y de la filosofía moderna, así como uno de los nombres más destacados de la revolución científica.
Pierre fue un filósofo y escritor francés. Junto con Bernard le Bovier de Fontenelle, 10 años más joven que Bayle, es considerado la gran figura de la primera Ilustración.
Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu fue un cronista y pensador político francés que vivió durante la llamada Ilustración.
Voltaire fue un escritor, historiador, filósofo y abogado francés que figura como uno de los principales representantes de la Ilustración.
Immanuel Kant fue un filósofo prusiano de la Ilustración. Es el primero y más importante representante del criticismo y precursor del idealismo alemán y está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal
La hermenéutica es el arte de interpretar textos y especialmente el de interpretar los textos sagrados. En filosofía (particularmente en la de Hans-Georg Gadamer), teoría de la verdad y el método que expresa la universalización del fenómeno interpretativo desde la concreta y personal historicidad.
Wilhelm Dilthey fue un filósofo, historiador, sociólogo, psicólogo y estudioso de la hermenéutica alemán.
Auguste Comte es considerado el creador del positivismo y de la sociología, aunque hay sociólogos que solo le atribuyen haberle puesto el nombre.
Fernand Braudel fue un historiador francés que revolucionó la historiografía del siglo XX, al considerar los efectos de la economía y la geografía en la historia total; fue, también, uno de los miembros más destacados de la escuela de los Annales.
La historia de corte positivista no cuestionaba el tiempo. Sus relatos "cronometrados con el mismo reloj" ignoraban ritmos y velocidades. Las guerras, catástrofes y todos aquellos sucesos que despertaban el interés de los historiadores positivistas se habían producido en tal o cual fecha precisa y habían durado tal o cual periodo de tiempo. El tiempo es "un dato más" y en todo caso de corto alcance.

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