Ensayo sobre periodismo la situación periódistica

Cuando abordamos el tema de la crisis de la práctica del ejercicio
periodístico no podemos olvidar mencionar que lo que esta en crisis no es
en si el periodismo, que obviamente no dejara de existir, sino el deber ser
del periodismo. Hablamos aquí del motivo por el cual el periodismo surge en
el período de la ilustración o siglo de las luces y cobra su mayor auge con
la impresión en masa.

El periodista no tiene nada de conservador o al menos no debe de tenerlo,
este debe estar abierto al cambio, pero de lo que aquí hablamos no es de
resistirnos al cambio sino de hacer uso de las nuevas tecnologías para
ejercer un verdadero periodismo.

Cuestión que muchas veces no se logra porque las industrias de medios, ven
al periodista como una maquina que maquila información, como un obrero que
forma parte de una producción en cadena, al estilo de las explotadoras
fábricas fordianas.

Medios trasnacionales, grandes consorcios de la comunicación tienen muchas
más ventajas en el terreno informativo gracias a las nuevas tecnologías. La
complejidad alcanzada en los grandes medios se hace evidente en algunas
especializaciones que el periodista ejerce, como es la especialización del
periodismo de data.

Para Henk Van Ess especialista en esta área, el periodismo de data se basa
en aquellos datos que tienen que ser procesados por medios de herramientas
antes de que cualquier historia sea posible. Acá hablamos de herramientas
computacionales capaces de procesar y grandes bases de datos y recopilar
grandes cantidades de información.

Esto supone desventaja para los medios emergentes que no tienen tanta
tecnología a disposición como los grandes medios, sin embargo las redes
sociales siguen representando una vía disponible para los nuevos medios,
líderes de opinión o quienes deseen aprovechar los bajos costos que
representa una publicación en Internet, comparados con los costes de
publicación en un medio tradicional.

Francisco Santiago, director editorial del periódico El Universal, nos
habla de dos modelos de edición que conviven con el modelo de edición
tradicional, el modelo de edición en web y el modelo de edición en redes
sociales, estos últimos presentan por su inmediatez muchas similitudes.

Sin embargo no todo supone ventajas, con motivo del "noveno seminario
internacional de lengua y periodismo" celebrado en España, Francisco
Santiago opinó sobre el trabajo del periodista en los medios: "Con escaso
margen para verificar, consolidar, evitar el error. Sin las redes de
protección del papel: sin correctores, sin secretarios de redacción, sin
coeditores, y con una variable más con el tiempo encima".

A esto se suman otras exigencias Francisco Santiago lo expresa de la
siguiente manera: "Urge estar con los jóvenes de Twitter y Facebook. No
quedar rezagado en la disputa por los seguidores y los fans. Diario, es la
exigencia, las cuentas propias deben sumar unas decenas, unos cientos más,
unos miles más"

Con el auge de las nuevas redes se da la democratización del periodismo,
que no debe ser considerada como una afrenta al periodista sino como un
cambio importante que nos acerca cada día más, al deber ser del periodismo,
es aquí importante mencionar con respecto al periodismo ciudadano, la
experiencia de un gran periodista.
Su nombre es Rene Silva joven brasileño de 17 años de edad que desde los 11
años de edad dirige el periódico comunitario "Voz da Comunidade" periódico
que el mismo fundo, el no era un periodista de academia para cuando se hizo
de fama, pero siempre tuvo la aspiración de estudiar para poder ejercer el
oficio profesionalmente.

Rene organizo una pequeña red de corresponsales a los cuales el mismo
capacito para colocarse en lugares estratégicos y enviarle la información
de manera oportuna, para el día en que la fuerza militar y el ejército
entro a la comunidad en la que el vivía.

Se convirtió en una celebridad pero lo más importante hizo visible el
problema en su barrio de toda la vida "Complexo do Amelao", una de tantas
fabelas ubicadas en Río de Janeiro que se ven sometidas por el crimen
organizado y las autoridades.

El periodista ya no es la estrella espectacularizada que era antes, sin
embargo para afrontar los nuevos retos que su profesión le impone, debe
ahora más que nunca convertirse en voz de la sociedad civil, situación
provocada por las nuevas tecnologías, situación que amenaza al periodista
que desea evadir la verdad, y que permite por hoy al ciudadano común,
visibilizar su realidad.

Agustín Fernández Mallo, físico y escritor, ponente del seminario
internacional de lengua y periodismo, considera que con el auge de la
tecnología se ha dado un cambio importante en la labor periodística.
El menciona que: "cuando decimos que la información hoy parece haberse
fragmentado, cuando sentimos que no hay hoy, medios de comunicación lo
suficientemente sólidos como para generar los criterios de autoridad de
antaño, debemos pensar que no es tanto eso como que la comunicación, nos
guste o no, ha tomado un modelo que favorece el protagonismo del emisor
anónimo, no vinculado necesariamente a un medio de comunicación".
En lo personal creo que el periodista debería considerar mejor su papel
para que de esta manera su trabajo recobre sentido, en vista de la casi
imposibilidad de luchar en contra de la marea que representan las redes, al
respecto de lo anterior y de la sobrevivencia del deber ser del ejercicio
periodístico habría que seguirle la pista a lo que propone Agustín
Fernández Mallo.
"Si antes el periodista era alguien que tras una peripecia más o menos
épica obtenía una información que después compartía con el resto del mundo,
hoy su función parece más bien la de interpretar, agrupar, sacar
conclusiones de todo aquello que circula en la Red". A manera de sentencia
y en mis propias palabras diría que el periodista debe manejar las redes si
no quiere que estas le manejen.
A lo anterior habría que sumarle ahora más que nunca la labor educativa del
periodista, muchas veces invisibilizada y solo refleja en la labor del
periodismo alternativo, en el que muchas veces se capacita a corresponsales
de las mismas comunidades, para que así estos sean capaces de visibilizar
los problemas de su comunidad fuera de estas.
Por otro lado el contenido encontrado en el Internet, en muchas ocasiones
no llega a tener contenido informativo y lo que es peor deteriora el
lenguaje debido a las malas prácticas por parte de sus usuarios.
Me tomare la molestia de citar las palabras pronunciadas por Enrique Krauze
con motivo del "noveno seminario internacional de lengua y periodismo" en
San Milán de la Cogolla, cuna del español escrito.
Están a la mano, omnipresentes, vastas y tan fáciles las teorías de la
conspiración, que en 140 caracteres explican el mundo por la oscura acción
de los malos.

Está el reduccionismo ramplón, las cortinas de humo que ocultan la verdad,
las tontas simplificaciones, las absurdas exageraciones, el victimismo
paranoico, el tentador maniqueísmo y el ataque a la persona.

Sin olvidarnos de lo que Ben Hammersley y otros especialistas llaman
"desinhibición en línea" que permite que gente regularmente sensata diga
cosas que no diría en persona, razón por la cual el periodista tiene que
ser aún más acucioso y responsable frente a las fuentes que consulta en la
red.

La Fundación de Español Urgente (Fendéu BBVA) señala en el libro de
reciente publicación "Escribir en internet: Guía para los nuevos medios y
las redes sociales" que "El trabajo periodístico es el mismo que antes:
contrastar las fuentes, saber si lo que cuentan es verdad. La tradición
dice, más o menos, que si dos personas distintas cuentan el mismo hecho se
puede dar por bueno. En Twitter habría que añadir una tercera".

Las nuevas tecnologías en manos de los medios tradicionales son una
extensión más de las manipulaciones ya conocidas por estos medios, el poder
esta en el periodista que posee los conocimientos y las habilidades para
usar las tecnologías de la información además de residir en el ciudadano
informado capaz de decidir, y no en quien se apropia de las tecnologías
para explotar al periodista con el fin de manipular.

Ninguno de nosotros los aquí presentes podemos eludir esta realidad, motivo
por el cuál ahora con más fuerza sustento la importancia del periodista que
como artesano que es, construye la noticia con sus propias manos para
enaltecer el valor de la verdad.