El voto útil en las elecciones autonómicas: ¿qué factores contextuales promueven su incremento?

August 1, 2017 | Autor: Joan Font Fabregas | Categoría: Subnational Politics, Electoral Behavior
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El voto útil en las elecciones autonómicas: ¿qué factores contextuales promueven su incremento? Joan Font (IESA-CSIC)

Citar cómo: Font, Joan: “El voto útil en las elecciones autonómicas: ¿qué factores contextuales promueven su incremento?”, en Pallarés, Francesc (ed): Elecciones autonómicas 2009-2012, Madrid: CIS, pp 363-384.

1. Introducción ¿Cuántos votantes hay que eligen a un partido que no es claramente su preferido por qué piensan que el elegido tiene más posibilidades de ganar o cuando menos de obtener representación parlamentaria? ¿Qué impacto tiene todo ello en los resultados y en qué medida perjudica o beneficia a cada uno de los partidos? Esta es ya una pregunta clásica de los análisis post-electorales, que ha recibido un considerable tratamiento, tanto para el caso español (Lago, 2005; Ramiro y Font, 2012; Viñuela y Artés, 2012) como a nivel comparado (Alvarez y Nagler, 2000; Blais y Nadeu, 1996). En el caso español, este tema ha sido objeto de análisis sobre todo para elecciones generales, y muy especialmente para el caso del voto útil entre el PSOE y IU-ICV. Aunque incluso para estos casos más estudiados siguen existiendo preguntas abiertas y resultados contradictorios, estas incertidumbres están aún más claras para otros tipos de elecciones, como las autonómicas, y para fuerzas políticas más recientes, como UPD. Además, el caso de

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las elecciones autonómicas supone una oportunidad excelente para estudiar este tema puesto que nos encontramos con 13 elecciones simultáneas (y elecciones en otras 4 CCAA relativamente cercanas) que nos permiten ver cómo cambia ese voto útil en función de la diversidad de contextos institucionales y partidarios de cada una de las CCAA. Se trata de una pregunta relevante porque todo ello tiene unas conclusiones potencialmente importantes para la fragmentación de los sistemas de partidos, la correcta representación de las preferencias ciudadanas en los Parlamentos autonómicos y la gobernabilidad de cada una de estas CCAA, en la medida que este voto útil dificulta el éxito electoral de las formaciones políticas más pequeñas. Por tanto, el objetivo de este capítulo será examinar la existencia de voto útil en las elecciones autonómicas del ciclo electoral 2009-2012, su importancia y los factores que pueden ayudarnos a entender por qué este comportamiento ha sido más habitual en algunas CCAA que en otras. A lo largo del capítulo llamaremos “votantes útiles” a aquellas personas que optaron por votar a un partido más grande (PSOE o PP), cuando existían indicios de que este no era claramente su primera preferencia1. Sin duda, han existido multitud de otro tipo de comportamientos estratégicos entre partidos más grandes y más pequeños: desde los simpatizantes de la izquierda extraparlamentaria que han optado por votar a IU o al BNG por qué tenían más posibilidades de obtener representación, hasta simpatizantes de partidos nacionalistas pequeños que pueden haber optado por alguna de las formaciones nacionalistas más grandes de su CCAA (CiU, PNV, CC). Pero precisamente porque la diversidad de casuísticas es tan grande y porque en muchos casos las encuestas electorales no nos permiten contar con suficiente muestra para analizar cada una de estas posibles situaciones, en este capítulo nos

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El concepto “voto estratégico” incorpora también otros tipos de comportamientos que no vamos a estudiar aquí. Por ejemplo, el de aquel votante que a finales de los años ochenta simpatizaba con el PSOE pero temía sus mayorías absolutas y por tanto podía dejar de votar estratégicamente a este partido para evitar una victoria demasiado amplia. Por ello, en este capítulo hablaremos de votantes útiles, entendiendo que todos estos son votantes estratégicos, pero que no todos los votantes estratégicos practican el voto útil.

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centraremos principalmente en el voto útil que ha implicado a las dos principales fuerzas políticas españolas. En la próxima sección repasamos el debate sobre el voto útil, con especial énfasis en el caso español. En la siguiente, presentaremos muy brevemente los datos utilizados y justificaremos el tratamiento estadístico que haremos de los mismos. Las tres secciones siguientes son las dedicadas al análisis empírico, con una primera mirada de tipo general a todos los votantes útiles relacionados con PSOE y PP y una segunda sección centrada de forma monográfica en el voto útil PSOE versus IU-ICV. Una tercera sección de análisis empírico examinará la doble elección asturiana de 2011 y 2012 para tratar de profundizar y problematizar estos mismos temas a partir del estudio de un caso concreto, donde dos elecciones separadas solo por unos meses de distancia van a dar lugar a un cambio de gobierno, facilitado quizás por una diferente percepción de que votos eran más útiles. Finalmente, la última sección sintetiza las principales aportaciones y discute algunas de sus implicaciones.

2. El debate sobre el voto útil La idea de que en España existe voto útil no es nueva. Gunther (1989) hizo el primer tratamiento académico del tema, en el que alcanzaba la conclusión de que el voto útil existía y tenía un claro efecto en el electorado de izquierda. Posteriormente, también Moreno y Oñate (2004), Sánchez Cuenca (2000), García Viñuela y Artés (2009) y Font y Ramiro (2010) han confirmado la existencia del mismo, aunque con explicaciones y estimaciones muy diversas sobre su importancia cuantitativa y sus efectos. El trabajo de Lago (2005) constituye el estudio más completo y exhaustivo sobre su existencia y apunta a una importancia moderada en términos comparados. En síntesis, todos los trabajos anteriores confirman su existencia, aunque discrepan claramente en su magnitud, de manera que la literatura internacional sobre 3

el caso español asume de forma reiterada que en las elecciones generales éste efectivamente existe y es cuantitativamente relevante y políticamente importante. En otro tipo de elecciones ha habido mucho menos investigación empírica, aunque el trabajo de Ramiro y Font (2012), muestra que este también es importante en las elecciones al Parlamento Europeo, donde sería una de los mecanismos que produce los resultados diferenciados propios de las llamadas elecciones de segundo orden. También en las elecciones generales de otros países existe una amplia investigación al respecto, en la que continúa habiendo diferencias sobre magnitudes y estrategias metodológicas, pero a la vez un amplio acuerdo sobre qué se entiende por voto estratégico (el concepto más utilizado a nivel comparado) y cuáles son sus mecanismos causales fundamentales (Alvarez y Nagler, 2000; Cox, 1997; Niemi, Whitten y Franklin, 1992; Evans y Heath, 1994; Myatt , 2002). Estos trabajos establecen la existencia de una doble razón para practicar el voto útil: para influir en la representación parlamentaria, o para influir en quién gana las elecciones y forma gobierno. El primer tipo de voto útil es aquel que teme que su voto vaya a parar a una fuerza política que no obtenga representación en ese distrito electoral y que por tanto no influya en la composición parlamentaria, de manera que se elige a una segunda preferencia que sí puede obtener representación más fácilmente en ese distrito. A nivel internacional el ejemplo evidente sería el votante liberal británico que, sabedor de que su partido no puede obtener representación en el distrito, optará por votar a conservadores o laboristas. El segundo tipo de voto útil es aquel que quiere contribuir a definir cuál es el partido ganador en clave general, es decir el voto que se produce para evitar que un partido que le genera un considerable rechazo a un determinado votante pueda ser el ganador de las elecciones. En este caso, pues, la prioridad es influir en la formación de gobierno. La existencia de ambos tipos de mecanismos ha estado claramente documentada a nivel comparado y han sido estudiados también para el caso español (Lago, 2005; Font y Ramiro, 2010), de manera que utilizaremos esta distinción

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también para el caso de las elecciones autonómicas, al mismo tiempo que contribuiremos a problematizarla a partir del análisis del caso asturiano.

3. Datos y operacionalizaciones Como en el resto de este libro, el material empírico básico a utilizar serán el conjunto de las encuestas postelectorales autonómicas desarrolladas por el CIS a lo largo del ciclo electoral 2009-2012. Para algunos de los análisis, tomaremos el conjunto de estas encuestas como una única fuente de datos, mientras que en otros momentos del capítulo utilizaremos sólo algunas de las CCAA, en función de la pregunta concreta que nos interese y de su disponibilidad en cada uno de los casos2. En la primera parte del análisis empírico optaremos por una estrategia de máximos. Es decir, buscaremos cualquier rastro de voto útil y de contabilizar como a tales a todos aquellos votantes cuyas pautas de comportamiento se asemejen a las de un votante útil. Por el contrario, en la segunda parte seremos mucho más estrictos con la hipótesis y confrontaremos esos indicios con las principales explicaciones alternativas de por qué esas personas pudieron cambiar de partido preferido. Es decir, examinaremos hasta qué punto las motivaciones del voto útil siguen teniendo efecto cuando tenemos en cuenta explicaciones alternativas como la ideología y las preferencias políticas sustantivas de los votantes. Así, en la primera parte, si un votante dudaba entre votar al PP o a UPD y terminó optando por el primero, le consideraremos un votante útil, mientras que en la segunda parte si ese votante fuera de extrema derecha o se declarara conservador pasaríamos a dudar de que el voto útil sea, cuando menos, la principal explicación de su cambio de voto.

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En las 13 CCAA que realizaron sus elecciones de forma simultánea en mayo de 2011 el CIS utilizó el mismo cuestionario. En las otras 4 CCAA, aunque hay muchas preguntas comunes, existen también preguntas que aparecen o desaparecen o en las que cambian las categorías de respuesta.

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¿Cómo distinguimos a un potencial votante útil? Desafortunadamente, los estudios postelectorales del CIS de 2011 tienen sólo información limitada para aproximarnos a este tema. En todo caso, hay dos variables que ya han sido utilizadas con anterioridad (Font y Ramiro, 2010) para capturar el potencial voto útil: En primer lugar, la cercanía a partidos (es decir, votantes que se sienten tan o más cercanos a un partido pequeño, aunque terminan votando a PSOE o PP). En segundo lugar, la expresión de haber tenido dudas electorales entre un partido grande (PSOE o PP) y un partido pequeño (IU-ICV, UPD y partidos no mayoritarios en sus respectivas CCAA, ver nota 4), que se han resuelto finalmente a favor del partido grande. Cualquier votante que cumpla una de estas dos condiciones será considerado un potencial votante útil en la próxima sección. En la próxima sección analizaremos también la posibilidad de utilizar otro indicador complementario (la justificación del voto propio “para evitar que gane otro partido”), que presenta similitudes con variables analizadas en estudios previos (Ramiro y Font, 2012), pero concluiremos que no parece un indicador que recoja con suficiente precisión la idea de voto útil. En la sección 5, confrontaremos la explicación del voto útil con otras hipótesis alternativas. Para ello, necesitamos centrarnos en un sector concreto de potenciales votantes útiles. Dado que nuestra prioridad es analizar cómo la diversidad contextual afecta a la probabilidad de que ese voto útil se produzca, nos interesa un sector de votantes que pueda ser estudiado en el máximo posible de CCAA. Desafortunadamente, ello sólo se da para los votantes útiles PSOE versus IU-ICV: en el caso de UPD sólo hay muestras suficientes en la Comunidad de Madrid y los restantes partidos que pueden haberse visto afectados por esta dinámica solo tienen presencia en una CCAA. Por tanto, en la sección 5 nos centraremos en comparar a dos grupos de potenciales simpatizantes de la izquierda: aquellos que finalmente votaron a IU-ICV respecto a quienes expresaban también alguna simpatía por estas formaciones, pero terminaron votando al PSOE.

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La sección 6 tendrá un carácter mucho más exploratorio y allí examinaremos que puede significar el voto útil en un contexto menos bipartidista, donde las opciones de formar gobierno pueden pasar por múltiples combinaciones que incluyan a partidos pequeños y grandes y, por tanto, cómo las diferentes circunstancias que rodearon a las elecciones asturianas de 2011 y 2012 pudieron dar lugar a que los incentivos para el voto útil se vieran alterados3.

4. Una visión panorámica a nivel español Para tener una primera visión de cuanto voto útil podría haberse producido en estas elecciones y su distribución por las distintas CCAA, la tabla 1 recoge el que hemos considerado indicador más claro de voto útil (el voto a un partido grande a pesar de sentir una cercanía igual o superior hacia uno pequeño) para cada una de las principales parejas de partidos de ámbito estatal. Se aprecia claramente que el PSOE ha sido el gran beneficiario del voto útil existente (por mucho que en estas elecciones sufriera fuertes retrocesos electorales en muchas CCAA, como muestran otros capítulos del libro): un considerable grupo de electores, tanto de su flanco izquierdo como derecho, han votado a este partido a pesar de sentirse tan o más cercanos a IU o UPD. Por el contrario, en el dilema entre PP y UPD, el primero ha sacado muy poco rendimiento y aquellos que han optado por el PP sintiendo afinidad hacia UPD suponen cifras pocas veces lejanas al 0. Aunque la encuesta no incluya otros indicadores incontestables que puedan medir el voto útil, hemos propuesto el uso de otras dos variables cuyo significado podría ser potencialmente similar. La primera es la explicación del voto atendiendo al argumento “para 3

Las elecciones asturianas, por su carácter de elecciones multipartidistas y dada nuestra apuesta de analizar el voto útil siempre entre parejas de partidos concretas, hacen muy difícil el análisis en profundidad de ningún grupo concreto de votantes. Por ello, nos limitaremos a examinar cómo se alteran de unas elecciones a otras las mismas variables que hemos analizado anteriormente: la relación con el voto de la cercanía a partidos y de las dudas electorales.

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evitar que ganase otra fuerza política”. La tabla 2 nos muestra la presencia de este argumento en cada CCAA y para cada uno de los electorados de los partidos de ámbito estatal de las mismas. De la misma podemos extraer al menos 3 grandes ideas. Cuando miramos la realidad agregada por CCAA los resultados parecen sugerir que el voto para evitar la victoria tuviera semejanzas con el voto útil: nos encontramos de nuevo a Andalucía, Castilla-La Mancha y Madrid (en esta caso, acompañadas de Extremadura), como las CCAA donde más se ha votado contra alguien. Sin embargo, los resultados por partidos nos muestran claramente que, aunque entre las personas que justifican así su voto hay sin duda votantes útiles, muchos de ellos no lo son: la proporción de quienes utilizan este argumento es tan o más alta entre los votantes de IU y UPD que entre los de los grandes partidos4. Se puede votar a UPD en Andalucía para evitar que gane otro partido más odiado, pero sin duda ello no encaja en la definición habitual de voto útil. En tercer lugar, si nos fijamos en la proporción de votantes que usan este argumento, sobre todo en los electorados de los dos grandes partidos, podemos entender claramente cuáles son las circunstancias que más favorecen su uso: el voto contra un partido instalado durante un largo período de tiempo en el gobierno. Así, entre quienes han votado al PP, este argumento es especialmente popular en Andalucía, Extremadura y CastillaLa Mancha, mientras que entre quienes han votado al PSOE ello ocurre en Madrid, la Comunidad Valenciana y La Rioja, en todos los casos CCAA donde el partido “adversario” llevaba tiempo instalado en el gobierno autonómico. La tercera variable potencialmente interesante es la expresión de dudas electorales entre dos partidos, particularmente si estas son entre uno de los grandes partidos a nivel estatal y alguno de los pequeños partidos5. La primero noticia de la tabla 3 es que estos 4

Aunque es necesario tratar los datos de los pequeños partidos con cautela por los reducidos tamaños muestrales, los elevados porcentajes que encontramos entre ellos en casi todas las CCAA nos permiten, cuando menos, albergar serias dudas de que el uso de este argumento sea asimilable a la lógica del voto útil. 5 Para este análisis hemos excluido a las personas que dudaban si votar a alguno de los partidos autonómicos más grandes: CC, FAC, UPN, PNV y CiU. Los cálculos se basan, por tanto, en quiénes dudan entre PSOE o PP y cualquiera de los restantes partidos, excepto los que acabamos de citar.

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porcentajes son muy similares en todas las CCAA (entre el 2% y el 4%), entre las que sólo destaca muy ligeramente Madrid con un porcentaje levemente superior (5%). Cuando nos fijamos ya en cómo se han resuelto esas dudas, las diferencias son bastante mayores, oscilando entre los escenarios más favorables a los grandes partidos (Andalucía con el 61%, seguida de Cantabria y Galicia) y los más desfavorables a los mismos (Asturias, Comunidad Valenciana y Madrid). Pero ¿cuál es el nivel global de voto útil en cada CCAA? La tabla 4 recoge la respuesta a esta pregunta, incorporando ya en el cálculo los dos indicadores que hemos considerado aceptables, el de cercanía6 y el de dudas electorales. Podemos ver que los niveles totales recogen una considerable diversidad (oscilando entre el 2% del electorado en Navarra o el País Vasco hasta el 11% en Aragón), pero que esta a su vez esconde aún más diversidad. Así, mientras que en algunas CCAA este voto útil se da fundamentalmente entre los partidos de ámbito estatal (Andalucía, Castilla-La Mancha o Madrid), en otras los principales afectados son los pequeños partidos regionales (Aragón, Cantabria o Rioja), con algún caso intermedio como la Comunidad Valenciana, donde IU, UPD y Compromís se reparten casi a partes iguales estas pérdidas electorales. Precisamente por esta diversidad del voto útil y por la necesidad de contemplar la situación particular de cada par de partidos y de cada CCAA (a pesar de las limitaciones muestrales), en la próxima sección nos fijaremos en el grupo de votantes útiles que aparece en todas las CCAA con un mínimo de presencia (los que oscilan entre IU-ICV y PSOE), y en la siguiente nos ocuparemos de un caso de voto útil que podría afectar a un partido de ámbito autonómico poco estudiado, el Foro Asturias de Ciudadanos (FAC) .

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Medida no ya únicamente entre parejas de partidos de ámbito estatal como en la tabla 1 si no entre cualquier pareja formada por PSOE o PP por un lado y cualquiera de los partidos pequeños (ver nota 4) para los que el CIS incluyó la pregunta de cercanía por el otro.

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5. Contexto político y voto útil entre PSOE y IU-ICV Aunque en el caso español las dinámicas de voto útil se han dado entre multitud de parejas de partidos, no hay duda que el caso más estudiado es el de los votantes que oscilan entre dar su voto a IU-ICV (su primera preferencia) o el hacerlo al PSOE (Lago, 2005; García Artés y Viñuela, 2009; Font y Ramiro, 2010). Los debates anteriores sobre el tema han discutido sobre el volumen y la importancia de este sector de electorado, pero también sobre cuáles son las condiciones contextuales y los mecanismos causales que incentivan o dificultan la puesta en marcha de dinámicas más intensas de voto útil. Desde este punto de vista, la realización simultánea o en un corto período de tiempo de elecciones autonómicas, en las que aparece una amplia diversidad de condicionantes, tanto desde el punto de vista del sistema electoral, como de la relación entre partidos y gobierno o de la propia configuración del sistema de partidos, supone una oportunidad extraordinaria para analizar cómo estos diferentes factores podrían influir en el voto útil. Tal como hemos apuntado anteriormente, las investigaciones previas mencionan dos mecanismos causales básicos del voto útil: la voluntad de que el voto no se pierda y sirva para obtener representación parlamentaria y la voluntad de que este influya en la decisión de quien es el partido ganador y que por tanto cuenta con mayores opciones de poder formar gobierno. Esta segunda variable, tomada en sentido estricto, sería una constante para el binomio PSOE versus IU-ICV puesto que el primero es siempre potencialmente alternativa de gobierno, mientras que los segundos nunca han estado en condiciones de alcanzar la posición de primera o segunda fuerza política. Sin embargo, si extendemos ligeramente el argumento habitual podemos pensar que en realidad si hay una considerable diversidad de situaciones respecto a cómo el electorado de estas CCAA se enfrentaba al tema formación de gobierno. Dos factores parecen especialmente importantes: la potencial relación de IU-ICV con la formación de 10

gobierno en esas CCAA y el nivel de cansancio con el gobierno saliente y por tanto de existencia de un clima de opinión favorable a su sustitución a cualquier precio. El primero de estos factores influiría en que el voto a estas formaciones se perciba como con un potencial de influencia en la conformación de gobierno (más “útil”) o como un gesto más simbólico o ideológico, si estas nunca han tenido la oportunidad de participar de forma directa o indirecta en el proceso de formación de gobierno. El segundo factor introduciría variación en el otro lado del binomio: el mayor deseo de acabar con el gobierno a cualquier precio (o de evitar que esta caiga en manos del PP en casos como Andalucía, Castilla-La Mancha o Extremadura) serían factores que podrían inducir a querer votar al PSOE para facilitar su labor de alternativa de gobierno. Para medir las tres variables dependientes de esta sección vamos a utilizar una lógica similar. En primer lugar, vamos a considerar que el ámbito temporal relevante son las legislaturas que se han desarrollado total o parcialmente en el Siglo XXI, las cuatro4 últimas de cada CCAA, incluyendo la actual. Este es un marco temporal razonable que se mueve entre las posturas que defienden que los votantes aprenden y acumulan experiencia y las que propugnan su miopía e incapacidad de recordar acontecimientos más allá del período más reciente. Por otro lado, también en el debate entre posturas retrospectivas (los votantes solo conocen y por tanto pueden juzgar aquello que ya ha ocurrido) y prospectivas (los votantes son capaces de anticipar acontecimientos que en buena medida han sido anunciados por medios y encuestas y debatidos por los políticos), la opción propuesta combina dar valor a lo ya ocurrido en las 3 legislaturas anteriores y en aquella que se ha iniciado con este proceso electoral. Las tablas 5 y 6 nos muestran la distribución de los potenciales votantes de izquierdas, en las diferentes CCAA en función de estas dos variables. Como se ha justificado en el apartado de metodología, nuestra variable dependiente fundamental distingue entre quiénes

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podrían haber votado a IU-ICV (la consideran, como mínimo, una de sus primeras preferencias) y quienes han terminado haciéndolo efectivamente. Ninguna de estas dos variables institucionales nos aporta una gran capacidad explicativa general del muy diverso nivel de captación del voto que se observa entre CCAA, aunque ambas tienen una categoría que, en línea con las hipótesis sugeridas, muestra un conjunto de CCCAA donde la situación ha sido particularmente favorable a IU-ICV. Por lo que respecta a su participación en la formación de gobierno, las tres CCAA donde esta formación más se ha implicado en estas labores son también aquellas en que ha logrado retener a una mayor proporción de sus simpatizantes7. Por lo que respecta al nivel de rechazo al gobierno saliente, los resultados son algo menos claros, pero la media de retención de votantes de IU-ICV en aquellas CCAA donde el voto a la contra ha sido menor es también bastante más alto que en los otros grupos y las tres CCAA presentan resultados por debajo de la media en sus niveles de voto útil. La tabla 7 nos muestra el resultado de la otra variable institucional potencialmente importante, los efectos del sistema electoral8. En este caso, siguiendo el mismo marco temporal propuesto, hemos clasificado los distritos electorales9 en función de en cuantas de las últimas cuatro legislaturas (actual incluida) IU-ICV ha sido capaz de obtener representación en ellas: como mayor haya sido la propensión a obtener representación, mayor debería ser la credibilidad de la idea de que es un voto útil porque podrá contribuir a producir representación parlamentaria. El resultado es interesante: hay una relación clara pero muy lejos de ser lineal entre la presencia parlamentaria de IU-ICV y la probabilidad de que esta pueda fidelizar a mayor proporción de sus votantes potenciales. Así, muchos de los simpatizantes de esta formación la abandonan allí donde nunca ha obtenido representación,

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Galicia presenta un nivel de voto de los simpatizantes aún mayor, aunque este debe matizarse por el muy bajo nivel de apoyo con que cuenta esta formación en la CCAA. 8 Para los análisis agregados que vienen a continuación se ha ponderado la base de datos para que el peso de cada una de las CCAA sea proporcional su peso electoral real en España. 9 Para estos análisis hemos excluido los casos de distritos subprovinciales (distrito no incluido en la base de datos del CIS): Asturias, Baleares y Murcia.

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pero su mayor capacidad de fidelización no se da donde suele obtener presencia parlamentaria autonómica sino en aquellos distritos más cambiantes donde ha obtenido representación solo en algunas legislaturas y donde por tanto el valor de estos votos pudiera ser más decisivo. El siguiente paso en esta mirada sería hacer un análisis multivariable (regresión logística) donde contemplemos simultáneamente las explicaciones alternativas de que factores facilitan la mayor presencia del voto útil entre este par de formaciones políticas. Para ello, incluiremos las tres explicaciones contextuales que acabamos de revisar (influencia en formación de gobierno, cansancio respecto al gobierno saliente y presencia habitual de parlamentarios de IU-ICV en el distrito10). Además, Font y Ramiro (2010) mostraron que al incluir las preferencias sustantivas de los votantes en los modelos, los efectos aparentes de los mecanismos asociados al voto útil tendían a desaparecer. Por ello, parece necesario incorporar algunas variables que nos controlen si ese voto al PSOE no se produce realmente, al menos en parte, porque se trata de votantes más moderados. Para ello, utilizaremos las tres variables que hay en la encuesta y que permiten aproximarnos a este tema: la escala izquierdaderecha11, el modelo de organización territorial preferido12, y la adscripción a familias ideológicas13.

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Dado que la relación entre ambas variables no era lineal y que a la vez alguna de las categorías tenía pocos casos hemos dicotomizado la variable entre aquellas provincias donde IU-ICV han contado co0n representación en alguna legislatura y el resto. 11 Dado que la hipótesis es clara y lineal (los votantes más a la izquierda serán más leales a IU-ICV), utilizamos la escala sin transformar. No es necesario hacer nada con la no respuesta puesto que todos los votantes afectados se ubican en la escala. 12 Utilizamos las categorías como a escala continua dado que la previsión es también que a mayor defensa de modelos que impliquen más autogobierno de los territorios haya más voto a IU-ICV. Para no perder información hemos recodificado a los entrevistados que no responden a la categoría central de preferencia por el estado de las autonomías. 13 Hemos dividido el listado de familias políticas propuesto por el CIS en tres grupos: los que deberían tender a votar al PSOE (socialdemócratas y socialistas, valor 1), los que deberían hacerlo a IU-ICV (Comunistas, ecologistas y feministas, valor -1) y los restantes (familias políticas de la derecha y el centro, otras, apolíticos y no respuesta, valor 0).

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Para capturar más claramente la aportación que hace cada uno de los dos bloques de variables, incorporamos primero las de tipo ideológico y posteriormente las asociadas al voto útil. La tabla 8 muestra los resultados: ambos grupos de variables son importantes y todas ellas, excepto las preferencias por el modelo territorial y el voto para evitar que gane el partido más temido, alcanzan significación estadística. Incluso introduciendo previamente las variables de tipo ideológico, al añadir las relacionadas con el voto útil la capacidad explicativa del modelo se incrementa, en función de si IU-ICV ha participado en la formación de gobierno, y de si ha tenido presencia parlamentaria en el distrito (favoreciendo ambos factores a que el voto útil entre estos partidos se active en menor medida). Por lo menos de cara al voto útil IUICV vs PSOE, a la primera formación le sienta bien su mayor presencia tanto parlamentaria como gubernamental.

6. ¿Voto útil en las elecciones autonómicas Asturianas? El esquema analítico seguido hasta aquí tiene la clara ventaja de su fácil comparabilidad con los resultados de otros tipos de procesos electorales. Sin embargo, las elecciones autonómicas nos presentan un panorama electoral mucho más diverso, donde en muchos casos cobran un gran protagonismo otras fuerzas políticas que no hemos cubierto en los apartados anteriores, las de ámbito autonómico. Por ello, tratando de tensar y de problematizar este esquema analítico trataremos de examinar un caso concreto de elecciones y partidos autonómicos que nos ayuden a pensar las categorías de voto útil y sus lógicas, cuando salimos de la fácil díada de partidos grandes y pequeños de ámbito español. Para ello elegiremos el caso de la doble elección autonómica celebrada en Asturias, primero en 2011 en simultáneo con las restantes CCAA y después en 2012, simultáneamente a las elecciones andaluzas, cómo resultado de la convocatoria electoral anticipada que decide el Presidente asturiano, Francisco Álvarez Cascos, aduciendo la dificultad de desarrollar su obra 14

de gobierno en un contexto de frágiles mayorías parlamentarias. El resultado de esta nueva elección será un escenario muy diferente al previsto por su promotor: el partido gobernante (FAC) retrocede y pierde casi 5 puntos, de los que se benefician en mayor o menor medida las restantes fuerzas políticas (PP, PSOE, IU y UPD), que mejoran en todos los casos sus resultados. Sin duda, una parte del cambio electoral que se produce en esta convocatoria se da por medio de la abstención, que en el año 2011 fue del 33% y un año después de incrementó al 44%. Como suele ocurrir en estos casos de importante incremento, esta afectó a todos los partidos, pero muy particularmente al partido gobernante que empezaba a acumular descontentos: se desmovilizaron de media (según la encuesta post-electoral del CIS) el 18% de quiénes habían votado un año antes, pero esta cifra creció hasta el 24% en el caso de los votantes del FAC. Pero los cambios electorales se produjeron también por medio de cambios de voto entre partidos. Veámoslo desde los dos principales indicadores que hemos utilizado para medir el potencial voto útil. La tabla 9 utiliza el mismo indicador que se usó en el primer trabajó que mencionaba el voto útil en España (Gunther, 1989): el porcentaje de votantes cercanos a cada partido que han terminado votando al mismo, para las dos elecciones autonómicas asturianas. El cambio entre una y otra es muy significativo para algunos de los partidos y, junto a las oscilaciones en las propias cifras de cercanía, nos ayuda a entender cómo han cambiado sus suertes electorales. Así, el PSOE ve como quiénes se sienten cercanos al partido crecen (del 22% al 29%) y prácticamente mantiene el mismo porcentaje de cercanos que le vota (del 84% al 81%). El saldo es también netamente positivo para UPD, que ve cómo crecen algo quienes se sienten cercanos (del 3% al 5%), pero sobre todo experimenta un crecimiento espectacular de votantes entre quiénes se sienten cercanos, pasando de un extremadamente bajo 16% a un 39%. Es decir, la mayoría de quiénes simpatizan con esta formación siguen sin votarla,

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posiblemente en una lógica de voto útil por tratarse de una formación pequeña, pero el porcentaje de quiénes ya se deciden a darle su apoyo crece considerablemente. El PP sufre una situación más compleja: disminuyen algo quienes se identifican con el partido (del 25% al 22%), pero en cambio los votantes entre los cercanos pasan del 43% al 70%: mientras que en las elecciones de 2011 muchas personas cercanas al PP (más de la mitad) eligen votar al FAC, un año después esta cifra se reduce de forma muy notable. La otra cara de la moneda es el FAC, que no solo ve cómo cuenta con menos ciudadanos cercanos, sino que además los cercanos le votan menos (del 78% al 62%). Es decir, en una situación donde muchas personas comparten en mayor o menor medida una proximidad a ambas formaciones políticas (FAC y PP), en el año 2011 el voto al FAC aparece como la opción muy mayoritaria de estos votantes con el corazón dividido, mientras que solo un año después el resultado va a ser mucho más equilibrado y por tanto mejor para el PP. El voto realizado finalmente por quiénes tuvieron dudas electorales (tabla 10) nos manda un mensaje consistente con el ya visto: los dudosos se decantaron muy mayoritariamente por el FAC en 2011, mientras que en 2012 este partido retrocede mucho en este grupo, mientras ganan terreno en el tanto el PP como el PSOE. ¿Qué nos dicen todos estos resultados sobre el potencial voto útil? Por un lado, el análisis de un sistema de partidos más complejo y pluripartidista, como el asturiano, invita a revisar y repensar a que deberíamos llamar voto útil. Dado que en un caso como este habría que considerar como partidos grandes al PSOE, al PP y al FAC, ¿hemos de considerar que en todas las dudas y oscilaciones entre estos partidos no han intervenido los mismos tipos de consideraciones que nos llevan a hablar de “utilidad” cuando esas dudas se dan entre un partido grande y uno pequeño? Sólo un análisis más detallado y con mejores datos nos puede ayudar a responder con certeza a esta pregunta, pero estas dos elecciones pueden representar un buen motivo para abrir una reflexión al respecto. La respuesta a esta pregunta tendrá que 16

ver, por ejemplo, con el debate sobre qué informaciones políticas manejan los votantes. Si suponemos votantes poco informados y con tendencia a ser conservadores en sus comportamientos, los votos del centro-derecha asturiano con lealtades divididas no son en absoluto coherentes con una lógica de voto útil: optan muy masivamente por una opción política completamente nueva cuando su fuerza no es conocida (2011) y la eligen menos cuando se ha demostrado que es la primera fuerza política de la derecha asturiana (2012). Por el contrario, si suponemos que estos votantes están informados de los resultados de las encuestas, las publicadas en las dos semanas previas a los comicios eran algo más favorables al FAC en 2011 que en 201214, por lo que si cabría esperar un comportamiento estratégico más en línea con lo que hemos observado empíricamente en las páginas anteriores. Por otro lado, y aunque el tamaño reducido de las muestras obliga a ser prudente con las conclusiones, los comportamientos diferentes de IU y UPD abren también otros interrogantes: en el nuevo contexto de 2012, el voto potencial útil perjudica algo menos a UPD, pero algo más a IU (aunque gane apoyos por contar con mayores simpatías sociales). ¿Es esto compatible con los mecanismos causales discutidos hasta ahora? Probablemente, sí. Por un lado, y en términos de capacidad de obtener representación, UPD ha demostrado ya en 2012 que es un voto que no se pierde, que puede contribuir (incluso decisivamente, tal como se demostró finalmente) a conformar mayorías parlamentarias. Su utilidad crece, aunque mucha de la gente que simpatiza con el partido sigue votando a otros partidos más grandes. En el caso de IU, que esta obtendría representación al menos en el distrito central y que contribuiría si estaba en su mano a formar un gobierno de izquierda era algo que ya estaba claro en 2011. Por otro lado, el carácter fuertemente plebiscitario de las elecciones de 2012, con un considerable componente de cansancio contra un gobierno inestable, activa 14

En las dos últimas semanas en que se podían publicar encuestas aparecieron tres favorables al FAC (Público, El Comercio y El Mundo) y dos favorables al PP (ABC y La Nueva España) en 2011. Por el contrario en 2012 aparecieron en el mismo período tres que daban ventaja al PP (ABC, La Razón y Celeste-Tel), una que daba un empate (La Nueva España) y una que daba ventaja al FAC (El Mundo).

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probablemente más la consideración “voto en contra de”, que encuentra terreno abonado en ese amplio núcleo de votantes que puede intercambiar su voto con facilidad entre PSOE y IU. Es decir, IU crece, pero hubiera podido crecer aún más sin la presencia de esas consideraciones en la línea del voto útil que se hacen probablemente más visibles para sus votantes en esa elección, provocando que más personas que se declaran cercanas a esta formación o que dudan si votarla, terminen optando por el PSOE.

7. Conclusiones La primera conclusión clara de este capítulo es que el voto útil ha tenido una presencia considerable en las elecciones autonómicas de 2011. En este mensaje, coincide con la gran mayoría de los trabajos publicados sobre elecciones generales (Lago, 2005), que también apuntaban en esta dirección. Las evidencias en este caso, son más claras que en aquellos trabajos que han utilizado aproximaciones metodológicas similares: si Font y Ramiro (2010) concluían que en las elecciones generales de 2008 no se podía demostrar con claridad la presencia de voto útil cuando se controlaba por las preferencias de los electores, aquí hemos visto que sí. Una parte de los simpatizantes de IU-ICV que han resuelto sus dudas a favor del PSOE son electores más moderados (es decir, pueden haber elegido a este partido por consideraciones sustantivas), pero también es cierto que lo han hecho en mayor medida en las provincias donde IU-ICV no suele obtener representación y en aquellas donde la izquierda ha demostrado que puede influir en la formación de gobierno, avalando así que estos mecanismos subyacentes al voto útil son importantes, incluso cuando controlamos por explicaciones alternativas. También el análisis del caso asturiano, aunque sea de forma más exploratoria, ha reforzado la idea de que estos dos grandes mecanismos causales (“quiero asegurar que mi voto llega al Parlamento” y “me preocupa quien va a formar gobierno”) están

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detrás de las oscilaciones y la mayor o menos presencia en cada contexto de las dinámicas de voto útil. Y esto es muy claro también en el análisis comparado de las distintas CCAA: hemos visto que el este voto útil no es solo diverso en sus motivaciones, sino también en su composición por partidos y en su tamaño por CCAA. Tanto el volumen global de voto útil como el que ha afectado a IU-ICV ha sido muy desigualmente importante en las distintas CCAA. Además, mientras en unas CCAA este voto útil afectaba sobre todo a IU y UPD, en otras buena parte de su composición estaba formada por votantes de partidos regionalistas o nacionalistas de centro derecha (PRC, PAR, PR) o centro izquierda (Cha, BNG). A nivel de indicadores es importante destacar la escasa riqueza y apropiación de los indicadores disponibles para poder efectuar un análisis completo de las dinámicas de voto útil en las elecciones autonómicas en España. A pesar de que estas ofrecen un contexto casi ideal como laboratorio donde conviven distintas reglas institucionales y sistemas de partidos que podrían suponer conjuntos de incentivos muy diferentes que nos ayudaran a entender las dinámicas de voto útil, la información disponible no permite profundizar mucho en la temática, tanto por condicionantes más difíciles de resolver (el interés de analizar cada pareja de partidos en cada CCAA lo que lleva a dificultades muestrales por el reducido número de casos), como por otros referidos a las escasas variables disponibles en los estudios. Por último, el hecho de que las encuestas utilizadas no sean mayoritariamente de tipo panel limita también las posibilidades analíticas, tanto porque impide contar con la riqueza de información que permite la combinación de preguntas de dos oleadas, como por la posibilidad de utilizar indicadores de un momento anterior al voto y por tanto menos sometido a dinámicas de racionalización del mismo. Por otro lado, este capítulo ha realizado dos funciones que no resultan fáciles de acomodar. Primero, ha cerrado un conjunto de capítulos dedicados a analizar con una misma 19

estrategia de investigación la dinámica del voto útil en España entre partidos grandes y pequeños, con especial énfasis en el caso PSOE-IU. Los resultados de estos diferentes análisis no pueden ser comparados directamente porque las variables disponibles y por tanto las utilizadas en los análisis tampoco lo son. En todo caso, los resultados son algo diferentes a lo que hubiéramos esperado a priori puesto que los indicios de voto útil han sido mayores en elecciones autonómicas, al revés de lo que hubiera cabido esperar en función de algunas de las hipótesis habituales (distritos electorales más pequeños en generales, marco general más favorable a los partidos pequeños en europeas). En todo caso, sería necesario abordar una estrategia explícitamente comparativa (es decir, con un diseño de investigación completamente comparable) para tener respuestas claras a qué tipo de procesos electorales favorecen más las dinámicas de voto útil. Segundo, a la vez que cerrábamos un ciclo, abríamos nuevos interrogantes. El análisis en profundidad de la doble elección autonómica asturiana de 2011 y 2012 ha servido para problematizar la idea de que las dinámicas del voto útil sean necesariamente exclusivas de parejas formadas por un partido grande y uno pequeño. Aunque el análisis exploratorio realizado aquí no permite afirmar con rotundidad que podamos hablar de voto útil, las dudas y lealtades dobles de muchos votantes de FAC y el PP han mostrado paralelismos claros con las que se dan en las circunstancias donde todos pensamos en voto útil. ¿Puede la idea de “utilidad” basarse en otras consideraciones que tengan menos que ver con el tamaño del partido? ¿En qué se parece y en qué se diferencian el votante cercano a IU que vota al PSOE para que no gane el PP y el votante cercano al PP que vota al FAC porque cree que es este el partido que va poder gobernar y parar a la izquierda en Asturias? No lo sabemos, pero los interrogantes que hemos abierto aquí deberían llevar a realizar análisis más profundos de otros casos donde las dinámicas de voto puedan ser más conocidas (la izquierda gallega o el nacionalismo vasco, por citar solo dos ejemplos) y que puedan ayudarnos a continuar con esta línea de problematización de qué similitudes y diferencias presenta el voto útil entre partidos 20

grandes y pequeños con otro tipo de comportamientos electorales con componentes estratégicos entre fuerzas políticas con volúmenes de apoyo social más comparables.

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Referencias

Alvarez, Michael y Jonathan Nagler (2000): “A new approach for modelling strategic voting in multiparty elections”, British Journal of Political Science, 30: 57-75.

Blais, Andre y Richard Nadeau, (1996): “Measuring strategic voting: a two step procedure”, Electoral Studies, 15, p 39-52.

Cox, Gary (1997): Making votes count: strategic coordination in the World’s electoral systems, Cambridge: Cambridge University Press.

Font, Joan y Ramiro, Luis (2010):. 'La concentración del voto de izquierda. ¿Cambio de preferencia o voto útil?', en José Ramón Montero e Ignacio Lago (eds.), Las elecciones generales de 2008. Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.

García Viñuela, Enrique y Joaquín Artés (2009): “Una estimación del voto estratégico del PSOE a IU en las elecciones generales del periodo 2000-2008”, Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 128.

García Viñuela, Enrique y Joaquín Artés (2012): “Strategic voting and effective representation thresholds: Evidence from three Spanish general elections”, European Journal of Political Research, 51: 289–315

Gunther, Richard (1989): “Leyes electorales, sistemas de partidos y élites: el caso español”, Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 47: 73-106.

Heath, Anthony y Geoffrey Evans (1994): “Tactical voting: concepts, measurement and findings”, British Journal of Political Science, 24: 557-561

Lago, Ignacio (2005): El voto estratégico en las elecciones generales en España (1977-2000), Madrid: CIS.

Moreno, Cristina y Pablo Oñate (2004): “Tamaño del distrito y voto estratégico en España”, Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 109: 155-177. 22

Myatt, David (2007): “On the Theory of Strategic Voting”, Review of Economic Studies, Vol. 74, No. 1, pp. 255-281.

Niemi, Richard, Guy Whitten y Mark Franklin (1992): “Constituency characteristics, individual characteristics and tactical voting in the 1987 British General Election”, British Journal of Political Science, 22: 549-553.

Penadés, Alberto (2000): Los sistemas electorales de representación, Tesis Doctoral, Madrid: CEACS.

Ramiro, Luis y Font, Joan (2012): “¿La oportunidad de los pequeños? El voto a partidos pequeños en las elecciones al Parlamento Europeo”, en Torcal, Mariano y Font, Joan (eds): Elecciones Europeas 2009, Madrid: CIS.

Sánchez Cuenca, Ignacio (2000): A Non-Strategic Explanation of Second Preference Voting. The Case of Spain, Juan March Institute Working Papers, 158, Madrid.

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Elec 2012

Elecciones 2009-2011

Tabla 1. Indicios de voto útil (cercanía) entre parejas de partidos de ámbito estatal, por CCAA (% sobre total entrevistados)15

Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Castilla-León Cataluña Comunidad Valenciana Extremadura Galicia Madrid Murcia Navarra País Vasco Rioja Andalucía Cataluña Galicia País Vasco Asturias N

Voto útil IU/ICVPSOE 3 2 2 2 1 5 2 2 3 2 0 4 2 1 1 2 5 2 1 1 2

Voto útil UPDPSOE 2 2 1 2 1 4 2 1 3 2 0 3 2 1 1 2 5 2 1 1 2 27355

15

Voto útil UPDPP 0 0 1 0 0 1 0 0 0

Total

1 0 1 1 0 0 1 0 1 0 0 1

5 0 8 5 2 2 5 10 5 2 2 5

5 4 4 4 2 10 4 3 6

Las celdas indican el porcentaje de personas de la CCAA que sintiendo igual o más cercanía al partido pequeño de la pareja indicada, terminan optando por votar al grande. Los porcentajes no deben sumarse porque algún votante puede aparecer en más de una casilla al compartir nivel de cercanía por 3 partidos.

24

Tabla 2. Votar para evitar que gane alguien peor (% sobre total entrevistados de la CCAA y por partidos)16 CCAA Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Castilla-León Comunidad Valenciana Extremadura Madrid Murcia Navarra La Rioja

% Total 11 6 4 8 7 6 10 5 8 10 11 6 3 7

N Total 1492 796 1598 597 972 599 990 996 989 700 922 795 573 580

PP 23 16 9 14 15 13 19 5 5 21 9 6 6

PSOE 8 4 5 10 11 4 5 8 18 5 23 9 2 17

IU UPD 23 39 6 5 32

Asturias 2012

4

800

6

7

2

16

13 22 26 23 24 23 19

En blanco, casillas cuya base de cálculo es inferior a 20 casos. Los estudios post-electorales de Cataluña, Galicia y País Vasco no incluyen esta categoría de respuesta.

25

Tabla 3. Dudas entre partidos grandes (PP-PSOE) y pequeños (% censo) y resolución de las mismas a favor de los grandes (% sobre dudosos), por CCAA17

Andalucía Aragón Asturias Baleares Cantabria Castilla-La Mancha Castilla-León Comunidad Valenciana Extremadura Galicia Madrid Murcia Rioja Asturias 2012

% duda entre PP-PSOE y partidos pequeños 4 3 2 3 4 2

% de los mismos que ha terminado votando PP-PSOE 61 48 44

N columna anterior 51 27 25

55

20

2 3

52 45

21 29

56 46

97 46

2 3 5 2 3 2

17

Se han dejado en blanco las casillas para cuyo cálculo la base era inferior a 20 casos. Se excluyen las CCAA con muy fuerte presencia de partidos grandes de ámbito autonómico que reducen inevitablemente la población de interés.

26

Tabla 4. Voto útil total sobre censo por CCAA (y grupos principales que lo componen en las CCAA con mayor presencia del mismo)

Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Castilla-León Cataluña Comunidad Valenciana Extremadura Galicia Madrid Murcia Navarra País Vasco La Rioja

% total voto útil 7 11 3 5 4 9 7 3 4 6 4 5 7 3 2 2 7

Principales partidos afectados por orden decreciente IU, UPD Cha, PAR, IU

PRC, IU IU, UPD

UPD, IU, Compromís

IU, UPD

PR, IU

27

N 1492 796 1598 597 972 599 990 996 2523 989 700 2996 922 795 573 2471 580

Tabla 5. División entre voto fiel a IU y voto útil al PSOE en función del nivel de implicación de IU-ICV en el gobierno en las últimas legislaturas18 Implicación en formación de gobierno19

Porcentaje de voto potencial a IU-ICV que ha hecho voto útil 22 29 19 41 52 31 45 42

Máxima implicación gubernamental

Media grupo

Cataluña 24 País Vasco Asturias Alguna implicación en Andalucía 41 formación o decisión de Baleares gobierno Extremadura Ninguna implicación Aragón 37 gubernamental Comunidad Valenciana Canarias Cantabria 31 Castilla-La 60 Mancha Castilla León 35 Galicia 8 Madrid 35 Murcia 26 Navarra 32 Rioja 52 Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos integrada de elecciones autonómicas

18

Se han dejado en blanco las casillas para cuyo cálculo la base era inferior a 20 casos. La categoría máxima implicación se corresponde con las CCCAA donde a lo largo de las últimas 4 legislaturas (incluida la actual) IU-ICV ha participado en el gobierno o en su formación en al menos dos de ellas. En la categoría intermedia aparecen las CCAA donde IU ha participado o sido decisiva desde el Parlamento en al menos una legislatura y en baja implicación todas las restantes, donde IU-ICV no ha influido decisivamente en la formación de gobierno en ningún caso. 19

28

Tabla 6. Voto fiel a IU y voto útil al PSOE en función del nivel de “cansancio” con el gobierno saliente20

Máximo cansancio

Cansancio medio

Cansancio bajo

Andalucía Castilla La Mancha Extremadura Madrid Aragón Baleares Canarias Comunidad Valenciana Cantabria Murcia Rioja Asturias Castilla León Navarra

Porcentaje de voto potencial a IU-ICV que ha hecho voto útil 41 60 31 35 45 52

Media grupo 34

41

42 31 26 52 19 35 32

29

20

El nivel de cansancio con el gobierno saliente se ha operacionalizado a partir de la pregunta de razones del voto. Se ha considerado bajo cuando este no superaba el 5%, alto cuando alcanzaba el 10% y medio en las valoraciones intermedias. Se han dejado en blanco las casillas para cuyo cálculo la base era inferior a 20 casos. Se excluyen las CCAA en las que no se hizo el mismo formato de la pregunta de razones del voto, que ha servido para calcular el nivel de cansancio con el gobierno saliente (Cataluña, Galicia y País Vasco). Para no perder los casos en el análisis multivariable, utilizaremos la suma de valoraciones mala y muy mala de la gestión del gobierno autonómico saliente en estas 3 CCAA para ubicarlas en esta variable, de manera que el País Vasco quedaría en las de menor cansancio (el rechazo más bajo de las 17 CCAA), Galicia en el intermedio y Cataluña en el alto (una de las 3 CCAA con más valoraciones negativas).

29

Tabla 7. Presencia parlamentaria reciente de IU-ICV en el distrito parlamentario y capacidad de mantener a votantes potenciales Voto a IU Nunca diputado IU 52 1-2 veces diputado 71 3 veces 63 4 legislaturas 64

Vota a PSOE 48 29 37 36

N 191 48 190 1148

30

Tabla 8. Factores en la explicación del voto al PSOE en el electorado potencial de IU/ICV, regresión logística Modelo completo Variables

Coef.

E. estánd.

Sign.

Constante

-1,10

0,40

0,01

Autoubicación ideológica (1-10)

0,28

0,05

0,00

Preferencia modelo territorial (1-5)

-0,88

0,65

1,85

Identificación socialista (0-1)

1,23

0,13

0,00

Identificaciones izquierdistas (0-1)

-0,69

0,18

0,00

Izquierda y formación de gobiernos (1-3) -0,27

0,09

0,00

Voto “para evitar que gane” (1-3)

0,18

0,11

0,11

Presencia parlamentarios IU-ICV (0-1)

-0,48

0,20

0,02

Nº de casos

980

Bloques por pasos

χ2

1. Voto ideológico

2. Voto útil/estratégico

-2 log verosim R2 Nagelkerke

(gl; sig.) 1. Voto ideológico

239,07

1737,9

0,20

1718,4

0,22

(4; 0,00) Final

258,53 (7; 0,00)

La variable dependiente adopta el valor 1 cuando el votante votó finalmente al PSOE y el 0 cuando votó a IU/ICV, considerando sólo los votantes potenciales de IU/ICV.

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Tabla 9. Votantes cercanos a cada uno de los partidos parlamentarios y cercanos que han terminado votando a los mismos (elecciones autonómicas asturianas de 2011 y 2012) % cercanos 2011 PSOE 22 FAC 21 PP 25 IU 9 UPD 3 N

% cercanos 2012 29 14 22 16 5

% votan (sobre cercanos) 2011 84 78 43 61 16 799

% votan (sobre cercanos) 2012 81 62 70 50 39

Tabla 10. Voto en las elecciones autonómicas asturianas (2011 y 2012) de los votantes con dudas electorales21

PSOE FAC PP IU UPD N

Voto 2011 8 46 15 13 2 127

Voto 2012 22 22 32 9 5 59

21

Incluye a los votantes que han dudado entre dos partidos o entre un partido o la abstención/blanco, no a aquellos en cuya duda no han intervenido los partidos (por ejemplo, dudar entre votar en blanco o abstenerse).

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