EL USO DE LOS SIG EN LA INTEGRACIÓN DE CARTOGRAFÍA HISTÓRICA Y ACTUAL. EL CASO DE LAS INUNDACIONES EN LA CUENCA DEL RECONQUISTA

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Descripción

"EL USO DE LOS SIG EN LA INTEGRACIÓN DE CARTOGRAFÍA HISTÓRICA Y ACTUAL. EL CASO DE LAS INUNDACIONES EN LA CUENCA DEL RECONQUISTA"

Lic. Marina Miraglia
Responsable de la Tecnicatura Superior en SIG (modalidades presencial y virtual)
Instituto del Conurbano. Universidad Nacional de General Sarmiento

Resumen:
En las últimas décadas han cobrado significativa importancia las aplicaciones de los SIG que permiten la georreferenciación de la cartografía histórica de un territorio, integrándola en un SIG y permitiendo aplicar procedimientos de análisis espacial.
Mediante el uso de estas aplicaciones se pueden reconstruir los procesos socioeconómicos y ambientales pretéritos y su ubicación geográfica como base cartográfica diagnóstica en general y como insumo para el análisis espacial del desarrollo histórico de las grandes regiones metropolitanas, tal el caso de la Región Metropolitana de Buenos Aires.
En esta región, las inundaciones han sido el principal problema ambiental asociado al crecimiento de la población y su extensión territorial en áreas inundables y/o poco aptas para la instalación humana.
En este trabajo se presentarán una serie de mapas temáticos con información cartográfica histórica y actual de la cuenca del río Reconquista de la Provincia de Buenos Aires, con especial énfasis en la configuración topográfica de la cuenca y los cursos de agua, en relación con la ubicación de los asentamientos humanos.
Palabras clave: cartografía; geografía; sistemas de información geográfica.

Ubicación geográfica
Según Sadañiowski (2003) "La cuenca del río Reconquista comprende, aproximadamente, 167 mil hectáreas abarcando 18 partidos de la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA). Limita al noroeste con la cuenca del río Luján; al nordeste con el río Luján en la zona de su desembocadura en el río de la Plata; al suroeste con la porción media y superior de la cuenca del río Matanza-Riachuelo.
La cuenca comprende 134 cursos de agua que recorren un total de 606 kilómetros, de los que 82 km corresponden al río Reconquista (Federovisky, 1988).

Según Fernández (2000) su cuenca tiene alta incidencia en la estructuración metropolitana, afectando a 2,5 millones de personas, que representaba a principios del siglo XXI el 10,4 % de la población total del país (Instituto Provincial del Medio Ambiente, 1995; en Di Pace et al., 2001). Limita al Norte y al Este con la cuenca del río Luján y las áreas de drenaje de los arroyos que corren entubados en la Capital Federal, y al S y al O con la cuenca del río Matanza.
En su trabajo de Tesis de Grado, Patricia Sarafian (2007), y tomando como fuente al IECRR (2007) indica que existen alrededor de 25 mil manzanas clasificadas en los códigos de zonificación como urbanas. En la cuenca alta, 72.000 hectáreas son utilizadas para actividades agropecuarias; en los sectores de la cuenca media e inferior, 95.000 hectáreas están urbanizadas con alta densidad poblacional y existen asentamientos consolidados aún en zonas inundables (IECRR, 2007).
Respecto a los aspectos económicos, se destaca en la alta cuenca la producción intensiva de hortalizas y floricultura. Existe una zona dedicada a la pesca en el Delta pero no presenta una importancia destacada. En la porción insular de los partidos de Tigre y San Fernando el cultivo de frutas y cítricos (que tenían por destino el abasto del Área Metropolitana desde mitad del siglo pasado) fue desplazado por la producción de mimbre y la actividad forestal en pequeña y mediana escala. La pequeña y mediana industria, los complejos automotrices y las grandes empresas nacionales como Ford, Volkswagen y Alba entre otras, representan las principales actividades industriales de la cuenca. Otras de las industrias destacadas en funcionamiento incluyen establecimientos textiles, frigoríficos, de la construcción, químicos y curtiembres (IECRR, 2007).

El río Reconquista nace en la confluencia de los Arroyos La Choza y Durazno (partido de General Rodríguez), luego se suma el Arroyo La Horqueta, aguas arriba de la represa Ingeniero Roggero: hasta aquí constituye la cuenca alta del río.
Una vez formado el cauce principal recibe caudales de los Arroyos Las Catonas y Morón en la cuenca media.
La cuenca baja se interna en las terrazas bajas del valle del río Luján, donde el cauce se bifurca en el río Tigre y el llamado Reconquista Chico y un tercer canal artificial, denominado canal Aliviador (conocido como canal NambyGuazu y más tarde Cancha Nacional de Remo), que une sus aguas a las del río Luján que, a su vez, desemboca tras pocos kilómetros de recorrido en el Río de la Plata (Sadañiowski, 2003).
Las características de este río son típicas de llanura. La conformación topográfica es relativamente plana y uniforme, la cota media de las divisorias en las nacientes resulta aproximadamente +30 m.s.n.m. siendo la cota media del valle inferior 3 msnm.
La velocidad de escurrimiento normal es baja por ser río de llanura, pero su caudal puede incrementarse rápidamente después de una lluvia copiosa, pudiendo variar entre 69.000 m3/día y 1.700.000m3/día (Federovisky, 1988).
La cuenca está conformada por casi la totalidad de los partidos de: San Fernando, Hurlingham, Ituzaingó y San Miguel con alrededor del 100% dentro de la cuenca. Los demás partidos que se encuentran parcialmente abarcados por ésta, son: San Isidro, Moreno, General Rodríguez, Morón, General San Martín, Merlo, Tres de Febrero, General Las Heras, Tigre, Marcos Paz, Malvinas Argentinas, José C. Paz, Luján y Vicente López (Federovisky, 1988). En menor medida, los partidos de Navarro y Mercedes, también tienen parte de su territorio en la cuenca.
La dinámica se encuentra fuertemente vinculada con la represa Roggero, situada en la cuenca alta sobre el arroyo Durazno y construida en el límite de los partidos de General Rodríguez, Marcos Paz, Moreno y Merlo. La misma presenta un embalse (el denominado Lago San Francisco) con características de lago artificial (Sadañiowski, 2003).
Para Fernández (2002), "la dinámica del sistema hídrico afectado es compleja, debido a que en los tramos inferiores del Luján y Reconquista el régimen hidrológico se encuentra influenciado por la pluviosidad en sus cuencas alta y media, por las fluctuaciones y crecientes del río Paraná, por las mareas del Río de la Plata y por las sudestadas. De manera similar, el régimen mareal del Atlántico se refleja en el río de la Plata y en el tramo inferior del Luján, así como en sus afluentes, registrándose una inversión del sentido del flujo del agua aproximadamente cada 6 horas, de acuerdo al régimen de mareas, en los ríos Reconquista, Carapachay y Caraguatá entre otros."
La cuenca del río Reconquista se encuentra, biogeográficamente, dentro de la provincia pampeana, que abarca una región ligeramente ondulada, con clima templado cálido y lluvias todo el año, disminuyen de norte a sur y de este a oeste. La temperatura media anual oscila entre 13 y 17 grados centígrados. Aquí las especies predominantes son las exóticas, en cultivos del periurbano y la urbanización que reemplazó los pastos con cemento. (Cabrera y Willink, 1983)
La provincia pampeana ocupa las llanuras del este de la Argentina entre los grados 30 a 39 de latitud sur, abarca una región llana a ligeramente ondulada y tiene un clima templado cálido, con lluvias todo el año, que disminuyen de norte a sur y de este a oeste, desde unos 1200 a 600 mm anuales. La temperatura media anual, oscila entre 13 y 17 grados centígrados.

Los relatos históricos
Los viajeros que visitaron América del Sur, el actual territorio argentino y en algunos casos, la provincia de Buenos Aires, lo hicieron en general, apoyados por los fuertes intereses comerciales del Reino Unido en su proceso histórico de expansión territorial y productiva en las tierras del Nuevo Continente, de igual modo que en Asia, con la India y demás colonias repartidas por el mundo.
Por ello, sus relatos poseen un gran detalle y precisión sobre las condiciones naturales del territorio, así como de las vías de comunicación existentes. Todo ello con vistas a su posible incorporación a los mercados productivos nacionales para su exportación a Europa.
Más acá en el tiempo, Leonardo Fernández (2008) realiza una síntesis histórica del poblamiento de la zona del Tigre (cuenca baja del Reconquista): "Las islas que componen el delta bonaerense fueron entregadas como "mercedes" poco después de la segunda fundación de Buenos Aires por Don Juan de Garay, pero no fueron colonizadas. Según los testimonios documentales, los jesuitas españoles fueron los primeros en establecerse en la región, al crear la estancia "Las Palmas", donde se dedicaron a la plantación sistemática de árboles frutales. En la segunda mitad del siglo XVIII, algunos españoles comenzaron a poblar las islas y asi surgieron los primeros establecimientos ganaderos dedicados al pastoreo de la hacienda."
En la primera mitad del siglo XVIII, Tomás Falkner (vivió en la estancia de Areco que poseía la Compañía de Jesús entre 1730 y 1767) describe los bosques que se hallaban a lo largo del rio Salado: montes de talas, ceibos y duraznillo daban lugar a bosquecillos conocidos con el nombre de islas. También, los ríos, riachos y arroyos estaban bordeados de ejemplares aislados de sauce criollo o sauce colorado y algunos ejemplares de sauco. (Garavaglia, 1999: 21)
1780: se tiene registro de una inundación ocasionada por el temporal de Santa Rosa
1790: el puerto de Tigre era tan importante que el virrey Loreto había informado al rey de España que los buques lo preferían al puerto de Buenos Aires. Tenían 9 aserraderos que proveían de madera al astillero local y a Buenos Aires y alrededores.
"Durante la época colonial, en la anegadiza desembocadura del Riachuelo de las Conchas funcionaba un puerto de cabotaje que actuaba como nexo entre las islas del Delta y la ciudad de Buenos Aires, en la que se consumía madera proveniente de las islas" (Brailovsky, 2010: 83). La población fue asentándose en las riberas de los ríos y arroyos donde podían criar ganado y pescar para alimentarse. Sin embargo, esta instalación precaria fue negativa frente a los efectos de las frecuentes inundaciones debidas a las precipitaciones y las sudestadas.
1805: inundación en Tigre por Sudestada. El virrey Sobremonte decide trasladar la población a un lugar más seguro y menos expuesto a las inundaciones, para ello funda el pueblo de San Fernando de la Buena Vista e inmediatamente ordena excavar un canal que sirva de puerto y que además ayude a proteger el nuevo asentamiento de las inundaciones". (Brailovsky, 2010: 84)
1805-1806: esta sequía muy importante, acompañada, además por una epizootia (tifus y afección carbonosa), parece haber abarcado todos los partidos desde Arrecifes hasta Magdalena. (Garavaglia, 1999: 33).
1806: "…el señor presidente expuso que con la grande epidemia y mortandad de ganado vacuno y otras especies a causa de la grande seca pasada". (Acta de Cabildo del 30.9.1806)
"Entre 1780 y 1820, y detrás de las líneas de frontera, la campaña de Buenos Aires estaba dividida en propiedades de extensión media (norte y aledaños de la ciudad), pequeña (oeste) y grande (sur). Estas diferencias (…) iban acompañadas de una parcial diferenciación de funciones: el oeste (Luján, Lobos, Guardia de Luján) y algunos oasis del norte (San Isidro) eran centros predominantemente cerealeros; al norte y al sur el predominio de la ganadería iba acompañado muy frecuentemente –aun en las grandes propiedades- de actividades agrícolas. (…)
Este sector rural era un corredor de tránsito para el comercio con el interior. De allí, actividades de transporte (concentradas en los pueblos de carreteros: Pilar, Luján), actividades mercantiles que tuvieron ya importancia antes de que la campaña alcanzara una modesta expansión como centro agrícola-ganadero." (AlperínDonghi, 1963: 21)
1813: Brailovsky plantea que "Los habitantes del Puerto de las Conchas, además de las invasiones de ingleses, portugueses o españoles, sufrían las repetidas invasiones de las aguas: en 1813 se habla de "nuevos ríos que se van formando, como es el que llaman el Tigre" (Brailovsky, 2010: 93)
1814: "el coronel Angel Monasterio señalaba el efecto beneficioso de fertilización que las crecientes lentas y periódicas ejercían sobre los terrenos que inundaban, lejos de suponer el efecto no deseable que traerían consigo muchos años después" (San Roman, et al, 2001: 111)
1819: "Dejamos Luján a las nueve y media y pronto llegamos al puente cuyos derechos habíamos pagado; cruza una quebrada profunda, lecho de un río en la estación lluviosa, pero completamente seco en el momento (…) Debimos pasar por una amplia cañada, especie de extendida zanja en la cual crecen los juncos; en muchos puntos era pantanosa." (Miers, 1968: 31)
1820: "Siguiendo el camino del Bajo (Av. Leandro N. Alem) que conduce de Buenos Aires a San Isidro, se encuentra, como a tres leguas de la ciudad, el paraje llamado los Olivos, y también cuarenta o cincuenta árboles de ese nombre, resto del antiguo bosque que dio el suyo a ese lugar, en donde más de una vez acamparon en los años de 1819 y 20 los ejércitos de mil a dos mil hombres que venían de echar a los gobiernos, para al otro día ser echados a su vez los que ellos colocaban. (Mármol, 1855)
Brailovsky (2010: 93-94) presenta el relato de Udaondo (1942) que dice "En 1820, una sudestada muy importante, abrió un nuevo río "transformando el insignificante arroyito del Tigre en un cauce capaz de recibir las naves que hasta entonces hacían puerto en el río Las Conchas, que el Tigre desangró de su caudal. El río viejo no desapareció, pero quedó impracticable y su puerto languideció, pues además de haber aparecido otro mejor, la península donde se encontraba se había transformado en una isla"
1823: "Las estancias, grandes o pequeñas, sólo podían establecerse donde hubiera aguadas naturales permanentes; existían pozos de balde, pero requerían dos hombres, uno a caballo que elevara el balde (…) y otro que lo volcara en el depósito; el sistema era engorroso y caro, sólo utilizable para pocos animales. Sin embargo, la valorización vacuna por el saladero y las grandes exportaciones de cueros exigían un medio barato para combatir sequías y explotar los campos sin aguadas, necesarios frente a una mayor demanda que soportaba también costos algo más elevados.
Respondiendo a esas exigencias, Lanuza, un español, lanza en 1823 un balde sin fondo que permite a una sola persona, sin bajar del caballo, extraer agua y volcarla en un tanque". (Giberti, 1986: 89)
1829-1832: Se observan cambios en las condiciones ambientales en la costa del Riachuelo (deforestación, de especies como sauces y algarrobos), y aunque en la zona del Delta se plantaron durazneros no fueron suficientes para evitar la deforestación en la zona sur de la ciudad de Buenos Aires.
El uso del Riachuelo como aguada para el ganado, facilitó la remoción del suelo por el ganado y el transporte de sus partículas a través del curso de agua y de las aguas de inundaciones. "La colmatación de la desembocadura del Riachuelo corrió hacia atrás su área de inundación" (Brailovsky, 2010: 80). En este sentido, en el curso del Reconquista, es probable que haya sucedido algo similar con los efectos del ganado sobre la remoción del suelo, pero no así con la colmatación del curso, ya que la dinámica de mareas y sudestadas del delta le imprimió otra dinámica hídrica.
El Dr. Francisco Javier Muñiz cuenta que, de las 350000 cabezas de vacunos que había en Luján se salvaron apenas las pocas que se sacaron en invernada sobre el Salado, es decir se llevaron hacia la zona de lagunas y médanos. (Garavaglia, 1999: 33)
Giberti plantea que "Hacia 1830 hubo escasez de caballares, diezmados por guerras, graserías, matanzas por cueros, sequías (la de ese año fue terrible), etc." (Giberti, 1986),
1845: Se registra una grave epidemia de sarna entre el ganado ovino en los alrededores de Buenos Aires.
1864: en el Anuario 2010 del Club de Regatas Bella Vista, se refieren a las condiciones de la zona del curso medio del Reconquista en lo que actualmente es la intersección de la ruta 201 con el Camino del Buen Ayre.
Decían "el 18 de mayo de 1864, y ya resuelto Sourdeaux a fundar los pueblos ideados (…) diseñó el pueblo de las quintas de veraneo que denominó "Bella Vista" en alusión a la belleza del lugar. En los alrededores de ambos, se extenderían las chacras, las sementeras, los campos de pastoreo y más adelante, los tambos".
(…) El río caracterizó siempre a la zona, la que era conocida como "Pago de las Conchas". En el libro IV del "Diario de Aguirre" se expresa que "El río de las Conchas toma su nombre de una gran multitud de conchas que realmente se crían a sus orillas", agregando más adelante que "el terreno de sus orillas es bajo y expuesto a las inundaciones del río y sólo en buenos días se puede andar" http://issuu.com/barzza/docs/auario_completo_baja
1871: la epidemia de fiebre amarilla que diezmó a la población de Buenos Aires, provocó la emigración hacia Tigre en busca de refugio, llevando no obstante la enfermedad a la zona. (San Roman, et al, 2001: 111)
1949: Se ocupó el valle de inundación del Reconquista y se inició el poblamiento acelerado de los bajos de la región, a pesar de un decreto de 1949 que prohibía el fraccionamiento para venta de lotes por debajo de la cota de 3,5 metros del Instituto Geográfico Nacional (ex IGM) y declaraba reserva a los suelos ubicados debajo de esa cota. (Brailovsky, 2010). Los valles de los ríos fueron loteados al ritmo del crecimiento de la región metropolitana de Buenos Aires.

La cartografía histórica y actual
Se presentan los mapas que muestran la complejidad de las relaciones territoriales establecidas en esta cuenca. En el mapa 11 se observan dos usos bien diferenciados: rural y urbano.
En la cuenca inferior del Reconquista, el uso urbano caracteriza el territorio. El puerto de Tigre y luego el de San Fernando, le dan a la zona un importante valor estratégico en la política comercial de Buenos Aires. En tanto que, en las cuencas media y superior, se encontraban los usos agropecuarios, con predominio de fruti horticultura y ganadería en la cuenca media, y usos ganaderos en la cuenca superior.
La traza del Camino Real hacia la Guardia de Luján, le daba dinamismo comercial y militar estratégico para el avance de la frontera sobre los territorios aborígenes.


Los siglos XX y XXI están caracterizados por el uso intensivo del suelo, urbano y rural, con gran aumento de usos urbanos en las últimas décadas del siglo XX y primera del XXI.La cuenca inferior, completamente urbanizada, con usos residenciales, comerciales, recreativos intensivos (en las últimas décadas del siglo XX) y usos industriales.En las últimas dos décadas, se profundizaron los usos del suelo urbano por mega emprendimientos inmobiliarios.
La cuenca media fue urbanizada a partir de mediados del siglo XX, con usos residenciales, vías de comunicación, rellenos sanitarios. Usos flori-fruti hortícola, hasta la cuenca superior y avance de emprendimientos inmobiliarios (casas, clubes de campo y chacras).
En ésta, se produjo un gran desarrollo de cultivos oleaginosos (soja), en campos anteriormente destinados a la actividad tambera y ganadera, en general. También es una zona con gran desarrollo de emprendimientos inmobiliarios (clubes de campo y chacras), hotelería y usos recreativos.
Los procesos ambientales y socio-económicos de construcción territorial
Períodos histórico ambientales 1776-1852 y 1852-1930. Siglos XVIII y XIX
Luego de la primera fundación de Buenos Aires en 1536 y a partir de la segunda y definitiva en 1580, en la región costera de la cuenca (media y baja) se fueron asentando españoles y criollos para el desarrollo de actividades comerciales.
Hacia fines del siglo XVIII en esta zona se hallaban guardias y fortines de paso hacia el Alto Perú. Siempre refiriéndonos a las cuencas media y baja del Reconquista.
La cuenca superior en parte, siguió siendo virgen hasta avanzado el siglo XIX. En la cuenca fueron instalándose productores agropecuarios y ganaderos cuya producción abastecía de alimentos a la Gran Aldea de Buenos Aires.
Los asentamientos en las riberas de los cursos de agua para el abastecimiento de las casas, las huertas y los habitantes, provocaron paulatinamente, la contaminación de las aguas y el efecto negativo de las inundaciones en la población, aunque dejando nutrientes en el suelo para la actividad agropecuaria.
Las inundaciones sufridas por la población de la cuenca del río Reconquista datan de principios del siglo XIX, aunque hay datos que muestran que, desde mucho antes, el río Reconquista se convertía durante épocas de lluvia, en una verdadera frontera natural que separaba a Buenos Aires del interior de la provincia (Ocampo, 1990). Numerosas inundaciones ocurrieron en dicho siglo, dejando evacuados, muertos y pérdidas materiales públicas y privadas.
En el siglo XIX predominaron en la cuenca eventos climáticos secos, aunque pertenece a la provincia fitogeográfica pampeana, con la consecuente dominancia de macrorregiones herbáceas.
La dinámica ambiental en los períodos 1776-1852 y 1852-1930 estuvo asociada con la estabilidad climática y morfoestructural. Hubo un importante desarrollo de los suelos y la cobertura vegetal.
Las inundaciones, si bien constituyeron problemas serios para la población asentada en sus riberas, al mismo tiempo contribuyeron con sus aportes sedimentarios, a la formación de suelos.
Los ciclos climáticos fueron húmedos sin predominio de procesos erosivos hídricos. La humedad relativa ambiente en la cuenca era alta. Los aportes hídricos superficiales y subterráneos tenían sentido O-E.
Las inundaciones en la cuenca inferior eran provocadas, como en la actualidad, por la acción combinada de la sudestada, las mareas y las precipitaciones.



Períodos histórico ambientales 1930-1976, 1976-1991 y 1991-2006. Siglos XX y XXI
A principios del siglo XX el desarrollo industrial argentino propició la instalación de numerosos establecimientos en la zona (frigoríficos y curtiembres fundamentalmente) que ocasionaron la aparición de episodios de contaminación que, al ser percibidos por los pobladores, los llevaron a formular los primeros reclamos a mediados de los años 50. (San Roman, et al, 2001: 111)
El avance de la urbanización en el curso medio inferior de la cuenca del río Reconquista, a partir de mediados del siglo XX, agudizó el problema de las inundaciones. Existen asentamientos precarios en el Reconquista y sus afluentes. Su ubicación se observa en tierras son fiscales que son accesibles económicamente para las familias de bajos recursos, quienes al producirse una crecida, son las más perjudicadas.
Gran parte de las urbanizaciones privadas, por otro lado, debieron rellenar terrenos anegadizos para poder ser emplazadas, constituyendo a veces, una barrera artificial para barrios asentados pendiente arriba. Otras veces construyeron canales y/o compuertas y no ser afectadas por la inundación sin tomar ninguna medida correctiva por el cambio que producen sobre la cuenca en general (Fernández, 2001).
Desde mediados del siglo XX a la fecha, la actividad industrial y los efluentes domiciliarios son la fuente contaminante del río más importante.
En la década de 1940 cobraron masividad los loteos populares. Al poco tiempo las características rurales de la ribera del río Reconquista fueron transformándose, convirtiéndose en zona urbana.
Entre 1958 y 1959 se produjeron las inundaciones más graves en la historia de la cuenca del río Reconquista.
En Julio de 1958, una combinación de lluvia con sudestada hizo crecer rápidamente el nivel del río de la Plata, con graves inundaciones en la zona ribereña, en especial en el tramo inferior del río Reconquista, provocando nuevamente la evacuación de los pobladores ribereños.
Por otro lado, en 1959, el Reconquista se salió 14 veces de su cauce (Brailovsky, 2010: 138), afectó 150000 habitantes y una superficie de 180km2.
Según informa Sadañiowski (2003) "en 1971 se inaugura la Represa Roggero. Esta obra trae un alivio parcial a los pobladores ribereños, aunque la demora en complementarla con la canalización del curso medio e inferior, junto con futuros inconvenientes en la represa, contribuirán a una sucesión de catastróficas inundaciones en la década siguiente".
A partir del período 1991-2006 entra en vigencia el proyecto de Saneamiento de la Cuenca del río Reconquista a partir del decreto 554/94 de creación de la Unidad de Coordinación del Proyecto Saneamiento Ambiental y Control de las Inundaciones de la Cuenca del Río Reconquista "UNIREC".
Si bien muchas obras se realizaron, mejorando el escurrimiento del río, en sus cursos superior y medio, en otros casos, "las obras de mejoramiento del escurrimiento por dragado en el cauce, ejecutadas en los tramos medio y superior del río, provocaron el agravamiento de la contaminación del agua, en el tramo inferior del Reconquista.
Esta situación se agrava aún más por la interferencia del efecto de retención de las aguas provocado por la marea astronómica, con la eventual participación del efecto de sudestada motivado por la acción meteorológica, situaciones no contempladas ni resueltas en el Proyecto." http://www.ecoportal.net/content/view/full/24201
En los inicios de este siglo XXI, los eventos húmedos, básicamente asociados con las inundaciones, prevalecieron en el territorio, particularmente la cuenca inferior, influenciada además por las mareas y sudestadas.
Los principales cambios ambientales se produjeron a partir de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI, con el gran crecimiento de la población y el desarrollo de urbanizaciones informales en zonas vulnerables y grandes emprendimientos privados.
El alto grado de transformación urbana e industrial en las proximidades a los cursos de agua, provocó contaminación hídrica por vertido de efluentes domiciliarios, cloacales e industriales.
En el mapa 14 se presenta la dinámica ambiental actual de la cuenca en los períodos correspondientes a los siglos XX y XXI donde hubo predominio de eventos climáticos húmedos y de procesos pedogenéticos.
En la cuenca inferior, el uso urbano es intensivo, y una zona afectada por inundaciones seculares, las que, como se describió anteriormente, resultan de la acción combinada de las precipitaciones, sudestada y las mareas del río de la Plata.
Otro factor, que influye en el devenir de las inundaciones, es la rectificación del río Reconquista, la cual, si bien ha mejorado la situación de los grupos sociales vulnerables instalados en las riberas del río en los tramos superior y medio, no pudo impedir que el caudal de agua que llega a la cuenca inferior, se vea impedida de desaguar en el río de la Plata, por el efecto de dique, que éste mismo genera con el aumento de las precipitaciones. De modo que el área se ve afectada también por las obras realizadas por la UNIREC.
Otro problema ambiental asociado a los tramos medio e inferior del Reconquista es el vertido de efluentes cloacales domésticos y efluentes industriales, en ambos casos, sin tratamientos adecuados, previos a su disposición final.
Por otro lado, en el límite con la cuenca inferior, se encuentra el relleno sanitario de la CEAMSE, el cual se constituye en una zona de aporte de lixiviados hacia los suelos, las napas freáticas y el río Reconquista, contaminando los mismos.
Hacia el límite oeste de la cuenca media con la cuenca superior, hay un importante desarrollo flor-fruti-hortícola, particularmente en el partido de Moreno, en áreas próximas a las nuevas urbanizaciones (producto de los mega emprendimientos inmobiliarios).
En la cuenca superior, hay un uso agropecuario intensivo, particularmente con cultivos de oleaginosas (soja).
El principal impacto ambiental que tiene esta producción es el uso de agroquímicos, con la consecuente contaminación de suelos y aguas.

Bibliografía
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