El uso de la vivienda

June 15, 2017 | Autor: Mario Zolezzi | Categoría: Housing And Sustainability, Housing, Social Housing
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Descripción

Informe Final General

LAS FAMILIAS Y EL USO DE LA VIVIENDA

Gustavo Riofrío Con la participación de: Mario Zolezzi Carlos Noriega, y Juan Tokeshi Lima, setiembre de 1998

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SUMARIO

PRESENTACIÓN PRIMERA SECCIÓN A.

METODOLOGIA

B.

CUESTIONES GENERALES

C.

CONSIDERACIONES SOBRE LA VIVIENDA UNIFAMILIAR

SEGUNDA SECCIÓN (Observaciones significativas)

A.

EL SISTEMA CONSTRUCTIVO Y EL DISEÑO DE LA VIVIENDA

B.

TECNOLOGÍA AMBIENTAL

C.

EL USO DE LOS ESPACIOS POR LAS FAMILIAS

D.

MOBILIARIO Y EQUIPAMIENTO DE LA VIVIENDA

E.

CRECIMIENTO Y MODIFICACIONES DE LA VIVIENDA

F.

PERCEPCIONES DE LAS FAMILIAS

TERCERA SECCIÓN RECOMENDACIONES

ANEXOS

Las familias y el uso de la Vivienda PRESENTACIÓN Este es el informe final general del estudio que bajo el epígrafe de “Estudio antropológico de la vivienda” fue encomendado por el el Vice Ministerio de Vivienda y Construcción. El mismo consta de tres secciones. En la primera se presentan de manera resumida la metodología empleada en el estudio, la pertinencia de las ciudades visitadas, el tipo de vivienda y familia estudiadas, y nuestras consideraciones generales acerca de las familias y las viviendas. La segunda sección incluye las observaciones realizadas al observar detalladamente la manera como las familias habitan las viviendas que adquieren o autoconstruyen. Finalmente, la tercera sección presenta reflexiones, comentarios sobre el reglamento nacional de edificaciones y otras propuestas que nos ha parecido pertinente presentar a manera de conclusión. El estudio, encomendado para efectuarse en el corto plazo de cuatro meses, ha consistido en una descripción de las necesidades y actitudes de una muestra de las familias en cuatro ciudades del país, respecto a los diferentes espacios y ambientes de las viviendas que ocupan. Esta descripción ha cubierto aspectos de uso del espacio, tanto como sus dimensiones y características específicas. Los términos de referencia del estudio indicaban que se requería una mirada del modo de habitar de las familias y, por esa razón se prefirió un enfoque más social que arquitectónico, que abarca las siguientes realidades: • La vivienda de la vereda hacia adentro y no el entorno urbano. • Edificios y viviendas unifamiliares. • Estratos socioeconómicos bajos. • Costa, Sierra y Selva. • Urbanizaciones convencionales y urbanizaciones informales. • Propietarios e inquilinos. Al entregar este informe al Vice Ministerio debemos señalar que el trabajo ha sido efectuado con un equipo conformado por los señores Mario Zolezzi, Carlos Noriega y Juan Tokeshi, con quienes he compartido todas las etapas de la labor, animado por el interés de brindar al Vice Ministerio de Vivienda y Construcción lo mejor de nuestras capacidades profesionales en el más breve tiempo posible para la dimensión de los requerimientos efectuados en los términos de referencia. Queremos expresar aquí nuestro reconocimiento a la importante iniciativa tenida por el MTC-VMVC, que se orienta a comprender la forma en que las mayorías nacionales conciben la vivienda. De manera particular, agradecemos al equipo de la Dirección

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General de Vivienda y Construcción, siempre atento a las necesidades materiales y cualitativas durante el desarrollo del estudio. Gustavo Riofrío B.

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PRIMERA SECCIÓN A. METODOLOGÍA El objeto del estudio ha sido obtener una mirada social acerca del uso que hacen de las viviendas los sectores de ingresos bajos de ciudades peruanas. Más que un acercamiento de ingeniería o arquitectura a la vivienda de bajos ingresos, nuestra misión ha consistido en describir lo que acontece con las familias puertas adentro de sus viviendas, de tal manera que se pueda mejorar la comprensión acerca de las necesidades de las familias con fines de incorporar esta comprensión a la política normativa del Sector Vivienda y Construcción. El objeto de estudio ha sido la familia y la persona en su vivienda. Para ello se observaron los usos y costumbres en los diferentes ambientes de la vivienda, teniendo en cuenta las costumbres locales. La evolución de tipo cultural en el uso de la vivienda fue un aspecto sobre el cual se trabajó buscando resultados. Para realizar este estudio, se hizo necesario construir el instrumental metodológico que nos permitiera recoger la información más pertinente respecto a los usos de los diferentes espacios en la vivienda, vinculando la información sobre las actividades que se efectúan en la vivienda con los ambientes en los que éstas tienen lugar. Para ello se consideró emplear tres instrumentos de investigación y análisis : a) una entrevista siguiendo una guía de observación, b) levantamientos en plano de la vivienda, incluyendo mobiliario existente, y c) la realización final de una reunión del tipo focus group con propietarios y técnicos del lugar.

Entrevista La guía de entrevista y observación sirvió para orientar la visita a la vivienda y recoger el diálogo con sus ocupantes, especialmente con los jefes de familia (varón y mujer). En todos los casos se buscó recoger información sobre las opiniones o puntos de vista de su pareja y de los hijos. Es importante mencionar que en la mayoría de los casos (de un total de 35 entrevistas 13 se efectuaron con varones y 22 con mujeres) la parte principal de la entrevista fue realizada con la madre de familia, pese a que ellas se realizaron en diferentes horas del día. Este hecho de por sí nos dice bastante de la mayor presencia de la mujer en el hogar en el transcurso del día. El resultado ha sido una colección de datos y observaciones significativas sobre la vida en la vivienda (casa o departamento) que se expresan en las observaciones del estudio sobre usos y espacios incluyendo aspectos tecnológicos, como la ventilación, asoleamiento e iluminación de la vivienda. Ciertamente la información en torno a dónde se reúne la familia, la ocupación y uso de los espacios, así como las percepciones sobre la vivienda ha sido relevante.

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Se analizaron también las actividades regulares de las familias para ver cuáles son los requisitos tanto de los espacios que se ocupan como del mobiliario del que se dispone. El trabajo consistió en relevar la facilidad-dificultad que presentan los ambientes y el mobiliario para el desarrollo de las actividades cotidianas de las familias. Esta información nos dio mayores luces para conocer el grado de compatibilidad, tanto del desarrollo de diversas actividades en el mismo ambiente como de la permanencia de distintas personas en el mismo ambiente de la vivienda. La entrevista como guía de observación, ha sido un instrumento que, sumado al levantamiento en plano de la vivienda, también permitió apreciar las necesidades y actitudes de la familia vinculadas al uso de los espacios y ambientes. Tanto en sus dimensiones como en sus características. Ha sido posible igualmente tener acceso a información sobre la flexibilidad en el uso de los diversos ambientes y el uso más o menos intensivo de éstos.

Plano de la vivienda La información arquitectónica obtenida en la visita y recorrido de las viviendas se ha registrado en: •

el levantamiento físico en planta de la vivienda, incluyendo el mobiliario principal de cada uno de los ambientes,



fotografías de ambientes y fachadas de las viviendas; y



observaciones tecnológicas y funcionales.

Es pertinente mencionar que en la casi totalidad de los casos de viviendas producto de la autoconstrucción, las familias no disponían de los planos de las mismas, lo que obligó a realizar un trabajo intenso de medición de todos los ambientes. El estudio del uso de la vivienda y el reconocimiento de todos sus espacios cruzando la información de la entrevista con el levantamiento en plano de las viviendas, nos ha permitido definir con mayor claridad: •

lo que son espacios sociales;



los espacios íntimos en la vivienda

Se ha podido encontrar espacios:

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utilizados “exclusivamente” para alguna de las distintas actividades que desarrollan la familia y sus miembros;



espacios “multiusos”, y por tanto con usos más intensos que los primeros. Se encontraron también espacios sociales exclusivos y espacios íntimos exclusivos.

Igualmente, se ha efectuado un análisis de los ambientes productivos y reproductivos de la vivienda, teniendo presente una lectura de género sobre los espacios y sus usos (del padre y la madre principalmente). Los aspectos tecnológicos de la vivienda (ventilación, iluminación, asoleamiento, así como los aspectos constructivos y los materiales predominantes) se han recogido en las observaciones efectuadas durante las visitas a las viviendas.

Focus group El objetivo general fue obtener observaciones significativas de los participantes acerca de las necesidades en diseño y estructura de las viviendas, así como confirmar las observaciones efectuadas durante el trabajo en las viviendas, sobre la base de discusión de casos reales, que fueron aquellos obtenidos con los dos análisis anteriores. Se efectuó una reunión de este tipo al final de las semanas de trabajo en Chiclayo, Iquitos y Cusco. La dinámica de la reunión fue: •

La presentación por parte de las familias del plano de su vivienda y de la forma como la ocupa. Los planos fueron previamente preparados en una escala común, adecuada para los papelógrafos de buen tamaño (1.00 x .70 m ) que fueron expuestos en el lugar de la reunión.



La discusión de los planos para examinar problemas y virtudes con las opiniones de las familias y los encargados del estudio.



Comentarios, orientaciones y preguntas de profesionales invitados de la localidad y funcionarios del sector.

Entrega de un dibujo trabajado previamente por las familias sobre su vivienda ideal. Las reuniones tuvieron en promedio aproximadamente dos horas de duración. Podemos adelantar como conclusión general de los focus group que cuando las familias buscan soluciones permanentes a los problemas que perciben en sus viviendas, tienden a reproducir esquemas inapropiados y formales.

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Si bien la disposición de las familias a facilitar el acceso a sus viviendas y visitarlas en todos sus espacios (incluyendo los más íntimos o privados) fue muy grande, no ocurrió lo mismo con su participación en los focus group. Los asistentes a estas reuniones estuvieron ligeramente por encima de la mitad de las familias visitadas. En alguna medida estas ausencias se suplieron con la importante participación de profesionales invitados, ya que su análisis y sus comentarios fueron muy útiles para dar un contexto mejor a la lectura de los planos y usos de las viviendas. Destacamos la importancia de los focus group como modo de trabajo, porque producen ambientes muy estimulantes en los que se relacionan los profesionales locales con las familias y funcionarios del sector. Tal vez éste sea el lugar para recordar y destacar la colaboración de los funcionarios del sector en las ciudades visitadas, particularmente los de Iquitos, quienes prestaron su apoyo e interés para la mejor realización del estudio.

B.

CUESTIONES GENERALES

Las ciudades Se buscó realizar la observación de viviendas en cuatro ámbitos urbanos de la República (las ciudades de Lima, Chiclayo, Iquitos y Cusco). Para los propósitos del estudio, estas ciudades reúnen una serie de características que es pertinente recordar. Chiclayo: ciudad de la costa norte - aunque no costanera- , de terreno predominantemente plano con pequeñas hondonadas. Las principales dificultades que presenta la naturaleza son el viento excesivo y el calor. Las viviendas populares tienden a ocupar terrenos de frente reducido y mucha profundidad. Aunque llueve muy poco, en años recientes la ciudad ha sido afectada hasta en dos oportunidades por el fenómeno de El Niño, provocando serias inundaciones de los terrenos más bajos. Iquitos: ciudad de la selva de clima húmedo y lluvioso, con mucho sol durante el año. Tiene problemas de calidad de suelo para construir en altura y no dispone de piedra como material de construcción. El problema de sismos no está presente en la población. La gran mayoría de las construcciones son de una sola planta; pese a este crecimiento horizontal, se dispone de espacio para la expansión urbana. Cusco: de clima típicamente serrano, con fuerte sol y cambios bruscos de temperatura entre el día y la noche y entre el sol y la sombra. La construcción es predominantemente de adobe. Los barrios populares con estatuto legal de urbanizaciones y no de pueblos jóvenes proponen problemas de seguridad en la tenencia del suelo. Llueve con intensidad aproximadamente cuatro meses al año.

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Lima: ciudad de clima templado y de poca luminosidad durante la mayor parte del año. Tiene la imagen de una gran aglomeración de viviendas construidas sobre suelos diferentes. La vivienda típica se construye en ladrillo y cemento, sin trazas de relación con la vivienda rural y con mínimos espacios libres al interior del lote.

Las viviendas Nuestro interés se ha centrado en el estudio de las diferencias en el modo en que se producen las viviendas y de la manera como las familias las ocupan o las habitan. Así, se ha considerado el tipo de gestión para su construcción (el Estado, el sector privado y la autoconstrucción) que tienen efectos directos en la forma de ocupación de la vivienda (en una variación que va desde la ocupación del lote hasta la ocupación de una vivienda terminada llave en mano). Desde otra perspectiva, se han dividido las viviendas a estudiar en unifamiliares y multifamiliares. La relación de viviendas visitadas, que se presenta en un anexo, proporciona una idea del tipo de alojamiento donde se trabajó. Se han examinado por igual tanto departamentos producidos por procedimientos masivos como viviendas unifamiliares de autoconstrucción, sea sobre la base de un núcleo básico entregado por el Estado o a partir de procedimientos convencionales en los pueblos jóvenes y urbanizaciones populares. Como era de esperarse, en cada ciudad las viviendas reúnen un conjunto de características que las diferencian entre sí. Esto ocurre particularmente en la edificación de las viviendas autoconstruidas por las familias de los sectores populares. En el caso de las viviendas de producción masiva, principalmente multifamiliares, encontramos que son menores los tipos existentes y su variedad, lo que constituye de por sí un serio problema y no una ventaja.

Las familias Las 35 familias que nos brindaron más de una hora de su tiempo para conversar sobre sus viviendas, el uso que les dan, los proyectos que tienen en torno a ellas, y finalmente, visitarlas en toda su extensión, fueron muy colaboradoras con el estudio. En relación al nivel socioeconómico de las familias, las viviendas visitadas debían tener un cierto grado de desarrollo, para que se pudieran hacer observaciones significativas. Ello quiere decir que las familias autoconstructoras visitadas pertenecen, más que a los estratos más jóvenes y pobres de la sociedad local, a segmentos de ingresos bajos y medio-bajos, correspondientes a lo que usualmente se considera los sectores C y D1 en los estudios de mercado. Igualmente, acceder a un departamento en alquiler o en propiedad es indicador de la pertenencia a sectores de ingreso similares. Los sectores C y D de ingreso constituyen la mayoría de la población urbana

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nacional, por lo que el estudio que presentamos contiene observaciones acerca del grueso generalmente inexplorado- de la población peruana. Tres cuartas partes de las familias visitadas son nucleares (conformadas por el padre, la madre y los hijos), aunque encontramos algunos casos de familias incompletas en las que se hallaba ausente en forma temporal o definitiva el padre o la madre. También se dieron algunos casos en los que uno de los hijos se encontraba ausente por estar estudiando fuera de la ciudad. Finalmente, una cuarta parte de las familias entrevistadas está integrada por más miembros de los que corresponden a una familia nuclear típica. En algunos casos se trata de desdoblamientos familiares, o nuevos núcleos familiares constituidos por uno de los hijos y su pareja que viven en la casa de sus padres. En otras ocasiones se trata de parientes tales como abuelos, tíos y primos que viven bajo el mismo techo. Otro dato interesante es que el número de hijos que encontramos con mayor frecuencia fue de tres. Aunque, por cierto, una tercera parte de las familias tienen cuatro hijos o más y encontramos hasta tres familias con nueve hijos.

Limitaciones del estudio Por lo que puede apreciarse de esta ligera presentación, las características climáticas, tipos de suelo, sistemas constructivos y materiales disponibles nos proponen de entrada limitaciones metodológicas para extraer conclusiones generales. Los ámbitos geográficos de las ciudades en las que se efectuó el estudio son, por lo demás, reducidos en relación a la variedad existente en nuestro país, con realidades tan distintas no consideradas en este trabajo como podrían ser por ejemplo, Puno y Juliaca o Arequipa, Pucallpa y Piura. Tal como estaba planteado en la propuesta de estudio, el trabajo se orientó a un mejor conocimiento de la vivienda popular y sus habitantes en base a estudios de caso. La vivienda para los estratos altos del país, que es minoritaria, no fue tomada en cuenta. Si bien se ha intentado recoger toda la variedad que se ha podido percibir, este estudio no ha trabajado sobre una muestra estadísticamente representativa de las viviendas y las familias en las ciudades seleccionadas ni, por cierto, es representativo de la variedad que existe en el país. Sin embargo, estimamos que se aproxima mucho a lo que representa la vivienda popular y su uso en las ciudades en las que se realizó el trabajo. En ese sentido, sus hipótesis de trabajo pueden ya tener efectos prácticos y, a la vez, alimentar estudios posteriores. Creemos que es pertinente señalar que un estudio sencillo como el que presentamos proporciona los insumos y las hipótesis para un estudio mayor, con una muestra representativa de las ciudades peruanas. El estudio de casos tiene como función profundizar el conocimiento para permitir elementos de interpretación que un estudio general no puede hacer. El estudio

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estadístico general permitirá –con los insumos que se desprenden de lo que aquí presentamos- obtener el retrato nacional.

C. CONSIDERACIONES UNIFAMILIAR

SOBRE

LA

VIVIENDA

El concepto de vivienda (o departamento) unifamiliar generalmente es entendido de manera tal que se producen impresiones engañosas sobre el modo en que las familias habitan su “vivienda”. Los planificadores asumen equivocadamente numerosos conceptos erróneos, que determinan propuestas desacertadas acerca de la vivienda mínima, sea ésta de producción empresarial o de autoconstrucción. Nuestro estudio ha mostrado que lo señalado a continuación ocurre con una frecuencia tal que requerirá de correctivos de política de importante dimensión. Examinemos algunas de estas concepciones: •

Se asume que un hogar está conformado por dos padres y sus hijos, siendo que un importante porcentaje de familias está conformado por una mujer sola, jefe de hogar. Si ella tiene ingresos relativamente estables, alquilará o será propietaria de un alojamiento independiente. Si ella es joven o de muy bajos ingresos, entonces su familia vivirá en una vivienda compartida con otros, generalmente sus padres. La vivienda albergará a dos hogares con necesidades diferentes 1.



Las carencias en los servicios adecuados de salud, así como de seguridad y de bienestar social, determinan que los ancianos muchas veces sean un miembro más de la vivienda o que en ella vivan personas discapacitadas. Estas personas, además de necesitar un espacio no considerado, requieren que dicho espacio y el conjunto de la vivienda tenga particulares características, bajo pena de tener que sacrificarse la calidad de vida del conjunto de la familia.



Se asume que la única opción ante la falta de viviendas es la obtención de una vivienda nueva o un terreno donde alojarse y autoconstruir. Crecientemente, las familias subdividen la vivienda, edifican en los aires, en los espacios de terreno anteriormente destinados a usos de patio, jardín o similares, o simplemente se acomodan en la vivienda unifamiliar existente. En todo caso, cada vez es más frecuente encontrar que hay más de una familia por unidad de vivienda original.



El modelo de vivienda es rígido y no considera el crecimiento de la familia (más evidente cuando son parejas jóvenes quienes la ocupan), más aún cuando la vivienda es la inversión de todo un ciclo de vida.

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El INEI señala que 18% de los hogares peruanos están jefaturados por una mujer sola. Esa información no registra a las mujeres jóvenes con un hijo, pues las considera simplemente “agregados” en la vivienda.

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Las familias tienden a desarrollar actividades productivas al interior de la vivienda. Estas actividades pueden ser pequeñas o grandes, ocupando uno o más espacios en el domicilio. Muchas importantes empresas actualmente en funcionamiento en el Perú, tales como industrias textiles, empresas metal mecánicas, artesanías de cuero, servicios de cattering y cadenas comerciales han iniciado sus actividades con un pequeño taller o tienda en el fondo o al frente del lote. Otro importantísimo sector de micro y pequeña producción de bienes y servicios, llamados informales, funciona aún en la vivienda de sus propietarios. La combinación entre las actividades productivas y las reproductivas en un mismo lugar plantea numerosos retos para el planeamiento tanto de la vivienda como de la producción y el empleo. Estos retos normalmente han sido ignorados, asumiéndose desde el inicio que la relación entre lo productivo y lo reproductivo no es más que una “incompatibilidad de uso”, y especificando poco la diferencia que existe entre las distintas producciones de bienes y de servicios que se pueden encontrar. La combinación de lo productivo y lo reproductivo bajo un mismo techo demanda de consideración de requerimientos en el uso de la vivienda en elementos tales como la circulación y la ventilación que invocan una clara sensibilidad de los planificadores, así como estudios específicos para los casos más frecuentes en el medio urbano.

Las realidades aquí mencionadas se presentan, sea aisladas o concurrentemente de manera tal que cabe cuestionar el concepto de “vivienda” como referido específicamente a aquella edificación que es ocupada por una familia nuclear (y no extensa), con el exclusivo fin de alojar actividades reproductivas (excluyendo a las productoras de bienes y servicios). Es la vivienda unifamiliar nuclear para uso reproductivo lo que se tiene en mente al momento de diseñar y poner en práctica tanto las políticas habitacionales de nuestro país como las viviendas mismas. Además de lo anterior, conviene señalar desde el inicio una clara conclusión de nuestro estudio, que corrobora impresiones frecuentemente comentadas por los profesionales en los temas de familia: las actividades reproductivas de las familias no son bien conocidas ni comprendidas, razón por la cual los diseños de las viviendas presentan clamorosas deficiencias en aspectos tales como: • Las dimensiones y la altura de los reposteros en la cocina (no se toma en cuenta la ergonomía de la mujer peruana). • La necesidad de contar con espacios o instalaciones apropiados para el tendido de la ropa lavada en casa. • La falta de espacio para el equipamiento doméstico: refrigeradoras que no encuentran espacio en el lugar apropiado, por ejemplo. • El lugar para efectuar las tareas escolares o universitarias.

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• El hecho de que muchas parejas tienen hijos de diferente sexo, que deben dormir separadamente al alcanzar la adolescencia. • El lugar para alojar la computadora personal, nuevo “artefacto” doméstico. De manera general se conoce poco las actividades reproductivas en el hogar. La definición de tareas tales como “cocinar”, “comer”, “dormir” es tan simplista que pareciera que quien diseña políticas y viviendas jamás ha estado cerca de ellas y no tiene noticia de sus requerimientos en cuanto a mobiliario y espacio. Los profesionales de la arquitectura se encuentran entre los pocos técnicos que entienden la palabra “confort” de manera diferente al concepto de “lujo”. El confort proporciona la garantía de un desarrollo eficiente de actividades. Pareciera que este concepto es dejado de lado al momento de planificar la vivienda o es sacrificado al momento de pensar en la vivienda para las mayorías. Todo lo anterior nos remite a la siguiente situación: las familias buscarán de todas maneras desarrollar sus actividades cotidianas. Colgar la ropa, estudiar, efectuar alguna actividad productiva o alojar a un pariente o a una segunda familia son actividades que ocurrirán. Si la unidad de vivienda no ha considerado estas actividades, sea como una realidad o una virtualidad, puede optarse entre varias situaciones, todas ellas con efectos negativos: • Modificar la vivienda, inclusive alterando de manera fundamental el planteamiento original del diseño o poniendo en peligro las estructuras existentes. • Desarrollar las actividades de manera inadecuada y defectuosa, influyéndose así de manera negativa sobre el producto final. • Reprimir algunas actividades (algún nuevo miembro en el hogar, el desarrollo de alguna potencialidad de auto-empleo).

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SEGUNDA SECCIÓN A.

EL SISTEMA CONSTRUCTIVO Y EL DISEÑO DE LA VIVIENDA

En ciertos círculos profesionales y empresariales es frecuente escuchar propuestas acerca de la necesidad de contar con nuevas tecnologías para la producción de la vivienda. Materiales y procedimientos son mencionados como propuestas que podrán constituir alternativas mejores a lo que actualmente se construye. Entre los diversos problemas que se presentan al buscar poner en práctica dichas propuestas, se encuentra el hecho de la aceptación del usuario de las propuestas que se le presentan. El conjunto “Fundo Vásquez” en Ate es uno de los tantos ejemplos de viviendas baratas en las que las familias han modificado los espacios, destruyendo muros portantes por falta de conocimiento de las posibilidades y límites de la estructura de su propia vivienda. Otro ejemplo notable es PREVI, concurso internacional que señaló en sus bases un carácter innovador en el diseño y construcción, y que resulta hoy “convencional”. Los ocupantes de estas viviendas no fueron informados y capacitados acerca de las posibilidades y limitaciones de sus viviendas, que fueron modificando de acuerdo a intereses y necesidades defectuosamente orientadas. Hoy, de tanto diferenciarse, estas viviendas se han mimetizado. Más importante aún que lo anterior, es que conocemos poco de los procedimientos de construcción usuales en numerosos ámbitos urbanos del país. Al igual que los materiales que se usan, los diferentes procesos constructivos condicionan de manera notable las características de las viviendas, en especial las de autoconstrucción. Los reglamentos normalmente han tomado en consideración las viviendas (o los módulos de esta) que se producen con características de concluidas o terminadas y llave en mano, cuando un gran porcentaje de éstas se producen por etapas y por autoconstrucción. En la vivienda de autoconstrucción, que aloja a familias de ingresos medios y bajos (y no solamente bajos), los procesos constructivos son determinantes, siendo necesario tomar en cuenta las siguientes situaciones: •

Tanto en Chiclayo, como en Iquitos y en el Cusco, las familias tienden a edificar una suerte de “caja habitable”, que será terminada posteriormente. En Chiclayo, las familias invierten en un casco aporticado que será dividido en un momento posterior. En viviendas populares de Iquitos, se trata de cascos en madera con tabiquería liviana, muchas veces con un cerramiento y aislamiento deficiente entre

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los ambientes. Finalmente, en el Cusco las familias tienden a construir un casco de doble altura en adobe. Luego vendrá el techo intermedio (entrepiso) y las habitaciones en la segunda planta. •

La propuesta de una caja de doble altura resulta un planteamiento generalmente aceptado para la producción de vivienda barata en edificios multifamiliares, aunque ha sido poco puesto en práctica. No sabemos si al estudiarse proyectos de este tipo se consideran las dimensiones mínimas (que muchas veces constituyen lo máximo que se puede ofrecer) del conjunto construido o únicamente de aquello que está planeado. En todo caso, está poco presente la realidad de cascos de doble altura en la vivienda unifamiliar y sus posibilidades de crecimiento futuro. No sucede lo mismo en la autoconstrucción que se hace en Lima (albañilería confinada) ni, evidentemente en la producción de viviendas en serie, tanto unifamiliares como multifamiliares. Sin embargo, las realidades reseñadas nos indican que hay aceptación espontánea de esta posibilidad, lo cual debiera tomarse en cuenta al momento de decidir políticas habitacionales.



Lo anterior nos remite a observar que la flexibilidad de las viviendas tiene mucho que ver con el sistema constructivo. Resulta evidente que la vivienda o departamento que se produce por procedimientos masivos tiene menos flexibilidad que aquella que se autoconstruye, en especial la que se edifica por el procedimiento reseñado en el acápite anterior. Pensamos que es posible hacer propuestas de mayor flexibilidad en la edificación de tipo masivo, considerada equivocadamente como “convencional”. A pesar de que los costos iniciales pueden ser más elevados, este tipo de producción de alojamiento presenta dos importantes ventajas: en primer lugar, se tiene prevista la posibilidad de ampliación futura de la vivienda. En segundo lugar, el casco provee la ya indicada flexibilidad para el desarrollo futuro de la tabiquería interna.



El modo de edificar también influye en el diseño mismo de las viviendas. Hay hábitos entre los maestros de obra que determinan la edificación de aporticados hacia lo largo del lote, cuando el ancho del mismo podría sugerir un sistema diferente. Esto podría determinar que haya esquemas de distribución de ambientes o de circulación que sean incómodos para el usuario o ineficientes en el uso de materiales. De manera más general, la combinación de ciertas costumbres enraizadas entre los maestros constructores con las dimensiones regulares de los lotes produce que, a pesar de que las familias rechazan los planos-tipo de la vivienda debido a una natural preocupación por distinguirse de los vecinos, resultan produciendo edificaciones muy parecidas entre sí.



Edificar por etapas merece una especial atención, debido a lo masivo de este modo de producir viviendas entre las familias de ingresos bajos y muy bajos. Al igual que con los procesos de producción y venta de lotes con servicios y de

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viviendas mínimas para el desarrollo progresivo, el productor de la vivienda por etapas prevé la construcción de módulos de vivienda, de acuerdo a sus posibilidades. Este tema es muy complejo, ya que es generalizado el hecho de que dichos módulos se edifican “por partes” y no completos, incurriéndose así en sobrecostos al construir, lo que genera dificultades al habitar una vivienda incompleta. Ciertas características en el diseño y el uso de las viviendas tienen mucho que ver con el hecho de que se edifica por etapas. Un ejemplo muy interesante nos lo proporciona el caso de los servicios higiénicos en las viviendas del Cusco. Los servicios higiénicos en el Cusco se producen aún antes de que haya agua corriente en el domicilio, por lo que consisten en silos a los que posteriormente se agregarán los sanitarios. Como éstos generalmente tienen problemas de olores, la ubicación del servicio higiénico se hará en el patio de la vivienda y no en el interior de la misma, lo que tiende a perdurar aún cuando se coloquen sanitarios que utilizan agua corriente. Además de lo anterior, la necesidad de tomar precauciones particulares al producir (y utilizar) instalaciones sanitarias en ambientes construidos con adobe hace que el productor prefiera ubicar los baños en el exterior de la vivienda y no al interior, con las consiguientes dificultades en su uso. Como puede verse, la ubicación de los servicios higiénicos en los patios y no al interior de la vivienda es resultado del proceso mismo de construcción y presenta complejidades que van más allá de la consideración de que esta es una costumbre presente en la vivienda tradicional serrana y en la vivienda rural. De todos modos no se descarta que exista una razón cultural además de la constructiva para esta ubicación de los baños, pero invocar una cierta cultura o tradición no es suficiente para explicar la situación arriba descrita. •

Respecto a los materiales de construcción y los procedimientos constructivos, conviene señalar que la diversidad de suelo, de clima y de cultura determinan la preferencia no solamente por determinados diseños, sino también por determinados materiales. Sin embargo, los modelos originados en la gran ciudad de Lima, la precariedad de recursos en la edificación espontánea y la falta de asistencia técnica determinan una cierta limitación y falta de creatividad en cuanto a la tecnología o modificaciones tecnológicas inapropiadas. Así, ya se observa la tendencia de aumentar la dimensión de las ventanas en viviendas del Cusco, lo que modifica los procedimientos tradicionales de construcción de ventanas en adobe y determinará vanos que no soportarán la carga de la pared encima de ellos. Igualmente, la producción de viviendas terminadas en madera pierde aceptación en Iquitos. Las familias mismas prefieren edificar viviendas en ladrillo y cemento, por considerar que ello es más conveniente en la ciudad. Sin embargo, no saben hacerlo de manera tal que se produzca viviendas que puedan ser adecuadas al clima existente.



Los materiales de construcción usados en la ciudad normalmente son el ladrillo de arcilla asentado con cemento. En menor medida se utilizan las bloquetas de cemento y la madera. En la sierra el adobe es de uso más frecuente. Los notables

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esfuerzos efectuados por ININVI en décadas pasadas en investigar, normar y orientar el uso del adobe no han sido convenientemente aprovechados y difundidos ¿Se ha estudiado y normado para las variaciones locales existentes? En viviendas de Iquitos y Cusco se utiliza la madera rolliza, lo que no está contemplado en los reglamentos. Tampoco el Reglamento Nacional de Construcciones (RNC) permite construir viviendas de adobe en dos pisos, lo que es muy frecuente en el Cusco, y no solamente en sus viviendas populares. La carencia de materiales de construcción considerados "convencionales" en Iquitos y los sistemas constructivos allí utilizados merecen un mayor estudio, que lleve a la formulación de propuestas adecuadas a tales condiciones.

B.

TECNOLOGÍA AMBIENTAL

Hemos observado numerosos problemas de iluminación, ventilación y asoleamiento en la gran mayoría de las viviendas visitadas. Sin embargo, es importante anotar que su análisis tiene que estar mediado por la importancia que las familias mismas le dan al problema, en función de los usos y costumbres locales, así como por las distintas maneras de enfrentarlos.

Iluminación En los proyectos ejecutados por el Estado en Chiclayo, se encuentra falta de cuidado por resolver adecuadamente las condiciones de iluminación de la vivienda en su conjunto. Al parecer no se han tomado en cuenta suficientemente las características del clima de la ciudad. El problema surge por el asoleamiento y la iluminación excesivos, el viento recurrente por las tardes y el polvo del ambiente, que generan problemas a las familias debido a la mala orientación de las viviendas, la forma en que están ubicadas las ventanas, el material empleado en la fabricación de éstas y en algunos casos la altura misma de los techos. En las viviendas de autoconstrucción es donde más suelen presentarse problemas de insuficiente iluminación, aunque no son dramáticos en todos los casos. Esto ocurre por la costumbre de tratar de ocupar con el techo el máximo del terreno, sin considerar la ubicación de ventanas a los costados cuando no son lotes en esquina o ductos de iluminación. Las familias de las viviendas autoconstruidas priorizan otros factores en la construcción antes que una adecuada iluminación, siendo frecuente así el caso de encontrar soluciones no técnicas tales como huecos en la losa del techo para iluminar los ambientes durante el día. En los proyectos ejecutados por el Estado en Iquitos se encuentra poco cuidado por resolver adecuadamente las condiciones de iluminación de la vivienda en su conjunto. La luminosidad natural en la ciudad es muy buena, y no deberían encontrarse

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problemas de escasa iluminación. Por el contrario, en los proyectos del Estado, pueden encontrarse casos de exceso de radiación solar. Al parecer no se han tomado en cuenta suficientemente las características climáticas de Iquitos. El asoleamiento excesivo, las lluvias y el polvo del ambiente generan problemas a las familias. Por otro lado, en las viviendas autoconstruidas de madera o ladrillo y cemento no se presentan casos de problemas de iluminación, porque la mayoría de ellas poseen techos altos de madera con construcción de dos aguas (de 3 a 5 metros de altura) que facilitan la iluminación y la ventilación. Al tener las viviendas durante el día una gran intensidad lumínica, no existe mayor preocupación de sus ocupantes por colocar o prever ventanas para los alojamientos internos, los cuales suelen tener subdivisiones o muros que no llegan al techo. Así los ambientes internos se iluminan y ventilan indirectamente a través del espacio libre. Algunas viviendas pueden ser finalmente un poco oscuras en sus habitaciones, pero un ambiente así parece ser preferido por las familias y termina por ser agradable en una ciudad con tanta iluminación. Los tabiques bajos, sin embargo no son una solución eficiente en lo que al aislamiento acústico entre las zonas íntimas y sociales de la vivienda se refiere. La iluminación natural en la ciudad del Cusco es muy buena. Pero se encuentran problemas en viviendas multifamiliares por casos en los que las condiciones de asoleamiento de la vivienda no son buenas. Esto se produce principalmente por la orientación para el asoleamiento de algunos bloques de viviendas (particularmente en el primer piso) de los edificios, en especial en una ciudad de sierra que requiere contar con el calor del sol para temperar la vivienda de modo adecuado. En este, como en otros casos, no se han tomado en cuenta suficientemente las características climáticas del Cusco y la necesidad de orientar apropiadamente las edificaciones para su asoleamiento que se desprende de esta realidad. La insuficiente radiación solar que reciben algunas viviendas ha condenado a ciertas familias a vivir en casas o departamentos fríos que no reciben el necesario calor solar que hubiera permitido calentar la vivienda durante el día. En las viviendas de autoconstrucción se presentan casos de problemas de iluminación relacionados con el proceso constructivo. Así, en algunas situaciones se tiene viviendas en las que el espacio de la ventana está cerrado y por tanto muy oscuras. Estas quedan así a la espera de contar con recursos económicos para construirles un marco de madera y vidrios aptos para construir una ventana apropiada. Sin embargo, encontramos alternativas interesantes, tales como el manejo de lucernarios, claraboyas o teatinas. Estas soluciones para captar luz suelen ser efectuadas en vidrio o calamina transparente. Las bajas temperaturas nocturnas provocan una gran demanda de ingreso solar en el día para los ambientes fríos de la vivienda, incluyendo la lavandería y la cocina. Esto explica la tendencia marcada en las viviendas de sectores medios con patios

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pequeños, a crear un espacio del tipo invernadero (espacio con elementos de cierre traslúcidos) dispuesto por lo general en la azotea, para permitir una mayor captación de la luz. Debe recordarse que en nuestro país las viviendas en climas fríos deben ser lo más abrigadas posibles para no recurrir a costosos sistemas de calefacción. En los proyectos ejecutados por el Estado en Lima se encuentra un cuidado por resolver adecuadamente las condiciones de iluminación de la vivienda en su conjunto, considerándose lo favorable del clima de esta ciudad. No sucede lo mismo en los baños, patios interiores y cocinas, que en más de un caso tienen problemas de falta de una adecuada iluminación. En las viviendas de autoconstrucción suelen presentarse más problemas de iluminación, aunque no siempre son dramáticos. Básicamente se presentan por la forma como se ocupan los lotes y el afán de las familias por construir en la mayor área posible del lote. Como consecuencia de esto las cocinas y habitaciones que quedan en el primer piso suelen estar mal iluminadas y los baños son los que tienen el mayor déficit de iluminación natural. Ventilación En los casos observados en Chiclayo las áreas para ventilación siempre son mayores que las señaladas como mínimos en el R.N.C. Salvo en algunas viviendas construidas en pueblos jóvenes donde se aprecia la falta de ventanas, (agravada por ocurrir en construcciones con el techo corrido sobre todo o casi todo el lote) la ventilación es adecuada pese a ello. Inclusive en este último tipo de vivienda, las alturas son usualmente de 2.60 m. en promedio. Esta disposición del espacio contribuye a resolver los problemas de ventilación. Algo diferente se presenta la situación en las construcciones de conjuntos habitacionales. Particularmente podemos señalar la situación de los departamentos en los pisos más elevados, donde el viento es excesivo y las previsiones en la carpintería de las ventanas no han tomado en cuenta esto. Allí se producen fuertes filtraciones de viento que durante la ocurrencia del fenómeno de El Niño trajeron consigo molestas coladeras de agua. En las viviendas observadas en Iquitos las áreas para ventilación siempre son mayores que las señaladas como mínimos en el R.N.C. Debido a las altas temperaturas de la zona, es muy generalizado el uso de tabiques de celosía, conocidos como “ornamentos”. Estos se disponen por lo general sobre los vanos para forzar así el ingreso y salida de aire en la vivienda. Como hemos señalado

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anteriormente, las características de la construcciones de los techos de las viviendas populares facilitan la circulación del aire. En el Cusco las áreas para ventilación en los casos observados casi siempre son iguales o mayores que las señaladas como mínimos en el R.N.C. El principal problema de ventilación sería el baño por ser tan estrecho, pero al estar ubicado en el patio central la eliminación de posibles malos olores está resuelta. En el ambiente destinado a la cocina en las viviendas de autoconstrucción sí se presentan problemas de ventilación para el ojo visitante, pero no son asumidos así por las familias que ocupan estas viviendas. En Lima, los problemas de ventilación corren paralelos a los ya señalados en cuanto a iluminación, aunque las edificaciones multifamiliares sí cuentan con ductos adecuados para ventilar. En los casos observados las áreas para ventilación siempre son mayores que los señalados como mínimos en el R.N.C. Se asume como natural iluminar los baños con energía eléctrica, pero no hay soluciones alternativas para la ventilación. Esta limitación se hace extrema en las viviendas autoconstruídas en las que los baños por lo general no sólo son oscuros sino también mal ventilados. Mención especial merecen la iluminación y ventilación de la cocina en los casos en que ésta se encuentra conectada a un patio de servicio o tendedero de ropa. Si dicho ambiente está cerrado por celosías, las familias tienden a tapar las celosías por razones de seguridad, afectando la ventilación. Esto es particularmente grave en aquellas viviendas o, sobre todo, departamentos situados en la primera planta. También se cubren estos ambientes con el objetivo de ganar más espacio. A los problemas de ventilación se agregarán los de iluminación, resultando que la cocina no contará con ventilación e iluminación natural.

Instalaciones eléctricas Tanto en Chiclayo como en Lima encontramos que las redes eléctricas se encuentran por lo general empotradas. En algunos casos en lquitos y de manera más generalizada en el Cusco, las viviendas populares que se visitaron se encuentran con la disposición de las redes eléctricas expuesta. En relación a la iluminación con energía eléctrica encontramos que los baños con frecuencia recurren a esta solución en Lima. Para finalizar este punto sobre aspectos tecnológicos de la vivienda, conviene resaltar los siguientes temas:

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El diseño de aporticados en Chiclayo, que ocupan los extremos de los lotes, demandará un patio y un lote lo suficientemente largo como para proporcionar iluminación adecuada.



No siempre se ha cuidado la orientación de la vivienda en relación a los vientos. Por lo general, todos los conjuntos residenciales se construyen repitiendo módulos de edificios que se acomodan en el espacio del lote. De esta manera, algún “módulo” de edificios necesariamente tendrá problemas de orientación por los vientos o el asoleamiento (insuficiente o excesivo). Sencillos aleros en algunos edificios, por ejemplo, podrían haber sido previstos en algunos de los módulos para evitar este tipo de dificultad.



Hay modificaciones importantes de las viviendas, en la búsqueda de más sol en el Cusco. Se llega a “romper” los techos, lo que difiere de la vivienda rural, que cuenta con dormitorios oscuros de poco uso.



Los problemas de falta de aislamiento sonoro en la vivienda aparecen en Iquitos, debido al tipo de vivienda que se construye.



Cada ciudad presentará sus propias necesidades: almacenar calor en el Cusco, protegerse del polvo en Chiclayo, asegurar la ventilación en Iquitos. En Lima, por cierto, el clima es más benigno, aunque hay zonas ventosas, pero aquí el tema de la seguridad aparece de manera más acuciante.

El hecho de que aparezcan problemas tanto en la vivienda de autoconstrucción como en la vivienda producida por procedimientos considerados convencionales debe llevarnos a cuestionar las afirmaciones comunes que critican exclusivamente la falta de conocimientos técnicos por parte de las familias y los maestros de obra que intervienen en los procesos de autoconstrucción. En efecto, la falta de conocimientos y asistencia profesional a las familias y contratistas que intervienen en los procesos de autoconstrucción explica numerosos y generalizados problemas en este tipo de viviendas. . No obstante, si ello fuera la totalidad del problema, no se encontrarían los mismos problemas en lo edificado por procedimientos convencionales. El diseño convencional, así como la revisión de proyectos y las condicionantes económicas para la producción de vivienda barata y masiva deben ser tan o más cuestionados que la ignorancia de las familias que auto producen sus viviendas sin asistencia técnica. Finalmente, pensamos que el RNE debería proponer criterios o normas respecto a la orientación de las viviendas, tal como sucede en otros países.

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C. EL USO DE LOS ESPACIOS POR LAS FAMILIAS Y EL DISEÑO Este es un tema fundamental. Las familias ocupan el terreno (en caso de haberlo) y la vivienda en base a razones culturales y a condicionamientos de la geografía y el clima, y finalmente se acomodan dentro de las viviendas ya construidas cuando las reciben terminadas (como ocurre con los departamentos en edificios multifamiliares). El uso de la vivienda en sus distintos ambientes está marcado por el diseño que ésta tenga. Las modificaciones que se efectúen o se deseen parten de la experiencia de vivirla y de la cultura familiar. Adicionalmente, debe considerarse que si la vivienda terminada o parte de ella constituye un pie forzado para su uso, también lo son las dimensiones del lote para su edificación. Esto debe tomarse en consideración en nuestros días, ya que a partir de la emergencia del fenómeno de El Niño se ha previsto proporcionar a las familias viviendas prefabricadas producidas por la entidad religiosa “El Hogar de Cristo”. Estas viviendas mínimas constituirán una solución al problema de la vivienda progresiva o una limitante a ello, dependiendo del trazado urbano y a las dimensiones de los lotes donde estas viviendas se acomodan. Esta experiencia puede observarse con claridad en la urbanización Pachacamac, distrito de Villa El Salvador. En la década pasada se edificó viviendas mínimas, parte de ellas adjudicadas a familias refugiadas provenientes de Cuba. Las reducidas dimensiones de los lotes determinaron que hoy estas viviendas hayan sido abandonadas y que nadie haya preferido ocuparlas de modo permanente, puesto que las familias no pudieron hacerlas crecer.

Los ambientes de la vivienda Es generalmente aceptado que los diferentes ambientes de una vivienda son utilizados para más de una actividad, debido a numerosos factores, incluyendo aquí los de índole personal y familiar. Aun sabiendo que esto sucede, ni los proyectistas ni las familias planean las viviendas de modo tal que se acojan de manera conveniente las múltiples necesidades de los ambientes. Esto resulta particularmente grave debido a que muchas veces tenemos una visión demasiado urbana y limeña de las actividades de las familias, razón por la cual se conoce poco de los usos que las familias dan a sus viviendas. Veremos a continuación que en determinadas ciudades la cocina sirve como lugar de planchar, el comedor como lugar de trabajo, el dormitorio como un mini departamento y el patio como cocina. Lugares de reunión Los lugares de reunión no siempre coinciden con lo que la convención acepta como tal. Es conocido que está arraigado el hábito de considerar la sala como un lugar de

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recepción de personas ajenas al hogar y no como espacio de vida cotidiana. Sin embargo, las familias se encuentran ya sea en la sala, en aquella habitación donde se ubica el aparato de televisión o en otro lugar, tal como veremos a continuación. En Lima, de la misma forma que en Chiclayo, la vivienda posee un espacio natural de reunión familiar, no necesariamente diseñado como tal. Se trata de un lugar para hacer las tareas, ver la televisión, comer por las noches, realizar algunas de las tareas domésticas de los padres y hacer algunos trabajos. Este espacio generalmente es el ambiente señalado en los planos como comedor. Es un espacio de la familia, para la familia, que funciona como estar. La vivienda en Iquitos posee como espacio natural de reunión la sala ubicada en la parte frontal de la vivienda, para la recepción de visitas y la realización de eventos sociales. Se trata de un lugar para hacer las tareas, ver la televisión, realizar algunas de las tareas domésticas o trabajos caseros de los padres. Este espacio generalmente posee unas pocas sillas, bancas largas y una mesa que en muchos casos no sirve como comedor. Es un espacio de la familia para la familia y los vecinos, amigos o parientes, pero no es solemne ni reservado para ocasiones especiales. En el Cusco la vivienda desarrolla su espacio natural de reunión en el patio y en las más pequeñas, ubicadas en departamentos multifamiliares, en la sala o el dormitorio principal. Sin embargo, debe distinguirse el uso de la vivienda durante el día y la noche. Así, el patio es el lugar más caliente durante el día que atrae a la familia para asolearse, pero es el más frío por la noche. Por la noche las familias acostumbran reunirse más en los abrigados dormitorios, principalmente el de los padres, frente a un aparato de televisión. Funciones del comedor En Chiclayo el espacio que los planos y reglamentos asignan como comedor cumple distintas funciones a lo largo del día. Por la mañana en muchos casos se utiliza para desayunar, más tarde para las hacer allí las tareas escolares o planchar y por la noche para cenar, conversar, eventualmente hacer cuentas y ver la televisión. Cuando no está toda la familia reunida muchas veces se come en la cocina, dejando al comedor albergar otras funciones. Los fines de semana se incrementa el uso del comedor porque están presentes todos los miembros de la familia e inclusive las visitas de familiares cercanos. La sala resultará un lugar anexo al comedor para cumplir la función social. En Iquitos las viviendas de autoconstrucción no tienen un espacio denominado como comedor tal como se le concibe en Lima o Chiclayo. Se trata más bien de una cocinacomedor. En la organización espacial de la vivienda en esta región de selva, a

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diferencia de otras ciudades, se nota que la intensidad de relación entre la cocina y el comedor es mayor. Tan es así que configuran en realidad una sola unidad integrada y dispuesta en la parte posterior de la vivienda, cerca de la huerta-patio. Cuando el diseño de las viviendas responde a pautas más convencionales, el comedor tiende a estar siempre más cerca de la cocina y la huerta patio. En el Cusco, el lugar para hacer las tareas escolares y en pocos casos ver la televisión, suele ser el ambiente del comedor. Este espacio por lo general está equipado, además de la mesa, por sillas y algún aparador. Este ambiente asignado como comedor cumple pocas funciones diferentes a lo largo del día. Por la mañana se utiliza para desayunar, más tarde para almorzar, luego para comer y hacer allí las tareas escolares, y por la noches sólo eventualmente para ver la televisión. En Lima, el comedor es el espacio de la familia para la familia. Además de comedor, este espacio cumple distintas funciones a lo largo del día. Por la mañana se utiliza para desayunar, más tarde para las tareas escolares o planchar y por la noche para cenar y ver la televisión. Cuando no está toda la familia reunida se come en la cocina. Los fines de semana se incrementa el uso del comedor porque están presentes todos los miembros de la familia y en oportunidades se recibe allí a las visitas. Las varias salas La sala en Chiclayo se convierte en un espacio relativamente serio y formal, dependiendo de la cantidad de espacio de que se disponga en la vivienda. Es un ambiente destinado principalmente a ser usado cuando llegan visitas, aunque su uso es más intensivo cuando la vivienda es pequeña; en estos casos el sofá cumple muchas veces la función de cama adicional para alojados temporales. Este es un ambiente social para el uso cotidiano de la familia, que sin embargo algunas familias no la usan intensamente. En las viviendas productivas, al igual que en Lima, la función de la sala ha sido reemplazada y tomada físicamente por la función de comercio o taller. En Iquitos en cambio, el espacio asignado como sala cumple funciones de estar a lo largo del día. Por la mañana se utiliza en algunas circunstancias para desayunar, más tarde para las tareas escolares y por la noche para ver la televisión. En determinadas viviendas la sala es el área que cumple también una función productiva o de servicio como taller de costura, comercio, escritorio o despacho, etc. Igualmente es una zona de juego cuando los niños están en casa. Finalmente, dado que las salas cuentan con poco mobiliario, hemos encontrado que la sala sirve de garaje de motos o motocars (”taximotos”), tan frecuentes en ciertas ciudades de provincias.

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Como en las otras ciudades, durante los fines de semana, se incrementa el uso de la sala porque están presentes todos los miembros de la familia. Y en ocasiones de fiestas o celebraciones, en algunos casos se amplía este espacio temporalmente (retirando las divisiones de madera que lo separan de los dormitorios interiores) para disponer de un ambiente mayor de sala. La sala, es pues, un ambiente social para el uso intensivo y cotidiano de la familia. En el Cusco, en cambio, la sala es un lugar solemne que se ocupa con motivo de fiestas o celebraciones familiares y de visitas importantes. De ser posible la sala es un cuarto independiente desconectado de las demás habitaciones. Inclusive en departamentos o casas pequeños, se acostumbra a darle poco uso a este ambiente del hogar. En las oportunidades en que se ocupa el ambiente reservado para sala, la relación con la cocina en las viviendas populares es siempre lejana. Los platos llegan del fondo de la casa, de una zona íntima a la que los invitados no tienen acceso. La sala es un ambiente social para el uso eventual de la familia cuando recibe invitados especiales. La sala en Lima se convierte, en algunos casos, en un espacio también solemne destinado principalmente a ser usado cuando llegan visitas. Se le percibe como un ambiente social pero no está destinado para el uso cotidiano de la familia. Como argumentos para no usar la sala se expresa la preocupación por mantenerla limpia y evitar que se ensucien tanto el piso como los muebles, que deben estar en óptimas condiciones, pues es la cara de presentación de la familia. Se convierte así, en la mayoría de los casos, en un área “muerta” llena de muebles de poco uso, aunque el teléfono suele estar instalado allí, en los linderos con el comedor. Hemos encontrado sin embargo casos en que se comparte el uso de sala con el de garaje en un mismo espacio, cuando hay algún vehículo en casa y se quiere guardarlo de manera segura por las noches.

Comentarios sobre sala y comedor En el lenguaje técnico se preconceptúa el nombre de los ambientes con la función, asignándole áreas y relaciones de uso sin considerar las verdaderas funciones que le asignará de hecho la familia atendiendo a los variados usos y costumbres regionales. El espacio para vivir y realizar muchas tareas diversas en la casa es el comedor, porque allí se desarrollan actividades tales como las comidas de la familia, el planchado de la ropa en determinadas ocasiones, juegos de mesa, se ve la televisión, se hacen las cuentas de la casa, se conversa y a veces hasta se reza. Esta diversidad

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de tareas y usos tiene importantes repercusiones a todo nivel. Con respecto de la reglamentación sobre las dimensiones mínimas de los espacios, parece bastante evidente que no será lo mismo asignar espacios mínimos a un ambiente para comer que asignar espacios mínimos a un ambiente para desarrollar diversas actividades de la vida cotidiana. La sala, en cambio está concebida como un espacio de presentación de la familia hacia las visitas, aunque la usen poco y su función sea aislar el área social del área privada. Las familias anhelan tener una sala amplia, bonita y de ser posible elegante. Pero las familias no se imaginan usándola intensamente. Esto presenta numerosas variantes entre Lima, Chiclayo y Cusco . En Iquitos es diferente, ya que el espacio principal para vivir es la sala, que está totalmente separada del resto de la casa y se proyecta claramente hacia el exterior. La visita a viviendas muy reducidas nos hace pensar que un uso más diversificado de la sala está en proceso de ocurrir, aunque este proceso es todavía incipiente. Consideramos recomendable favorecer actividades de educación y difusión para acelerar la tendencia a un uso más variado de la sala, buscando que los contenidos a ser trasmitidos no constituyan una drástica ruptura cultural. Como puede apreciarse, los usos asignados al espacio que cumple la función de sala y comedor varían según se trate de unas u otras ciudades, y también varía si se refiere a una vivienda autoconstruida o a un departamento en edificio multifamiliar. Las cocinas Los ambientes para las cocinas suelen ser diseñados utilitariamente, sólo para la función de preparar alimentos; no se prestan para otros usos demandados por las familias, como son: contar con un espacio para comer, particularmente para desayunar, y para trabajar tareas tales como planchar y lavar ropa. Sin embargo, las familias desarrollan estas actividades en la cocina. En algunos casos las cocinas crecen sobre el espacio previsto para la lavandería y tendales para el secado de la ropa, para ofrecer así una solución a la demanda de mayor espacio habitable en la cocina. Como resultado de esto, la lavandería queda situada dentro de la cocina y disminuye la necesaria ventilación requerida para el tendedero. Las viviendas en Iquitos presentan algunas particularidades, puesto que las cocinas se desarrollan en espacios que se integran directamente con la función del comedor. En algunos casos las cocinas están vecinas a una fuente de agua que sirve como lavandería. La familia reunida por lo general come en la cocina, que posee una mesa que cumple las funciones de comedor junto a la cual está un fogón en el que se cocina, principalmente con leña.

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Las cocinas cusqueñas por lo general son pequeñas; allí se acostumbra criar animales (cuyes) aprovechando el calor del ambiente. En muchos casos se integran directamente con la función de comedor. La concepción “utilitaria” de la cocina como un espacio unifuncional también adolece del error de diseñarse en base a patrones que en oportunidades no corresponden a los usos de cada localidad. Debe tenerse en cuenta que muchas familias aún cocinan en fogones o en cocinas de kerosene, lo cual nos plantea problemas de ventilación de los ambientes. Esta situación no es tomada en cuenta en las propuestas que parten del supuesto del uso de cocinas eléctricas o a gas, a pesar de que hemos encontrado sólo unas pocas cocinas a gas fuera de Lima. No siempre hemos encontrado que el balón de gas está conveniente y seguramente alojado, lo cual nos propone problemas de seguridad. Esto debe ser previsto con mayor precisión para el futuro, debido a las perspectivas nacionales de contar con una mayor cantidad de gas licuado en la ciudad de Lima y en otras ciudades del Perú 2. Los dormitorios En Chiclayo se trata de habitaciones en las que se desarrollan diversas actividades: dormir, descansar, escuchar música y hacer trabajos o tareas que signifiquen principalmente leer y estudiar, esto último en el caso de los hijos mayores. En los dormitorios, casi siempre denominados “cuarto” por las familias, se guarda y almacena literalmente todo: ropa, muebles sin uso, máquinas de coser y de tejer, libros, juguetes, etc. convirtiéndose también en un depósito. Aunque esta función de depósito depende de los recursos y las costumbres de las familias. En el caso de las viviendas taller, los cuartos suelen ser depósitos de materiales de trabajo y mercadería. Tienden en general a ser usados con una densidad mayor a la prevista, recibiendo también allí a los alojados eventuales. Las habitaciones son más cuartos que dormitorios. Estos cuartos se ubican en la parte central de la vivienda. Al igual que en otras ciudades son cuartos para usos múltiples tales como dormir, para escuchar música y hacer trabajos, esto último en el caso de los hijos mayores, pero de ser necesario son depósitos de materiales y herramientas o lugares de trabajo. En las viviendas de Iquitos se encuentra con facilidad casos de hacinamiento significativo en las familias de pueblos jóvenes, donde varias personas duermen juntas

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El gas de Camisea llegará a Lima en el futuro. La primera prioridad será abastecer a las industrias y plantas generadoras de energía con conexiones directas de la red. Se prevé en un segundo momento que la red llegue con gas a los domicilios, para el consumo en cocinas y aparatos de calefacción. Por el momento, es previsible un aumento de las cocinas con balón de gas. Para las conexiones a la red, será necesario hacer instalaciones internas en la vivienda a las que el público debiera estar preparado.

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en un mismo ambiente. En los dormitorios, también denominados cuartos, se guardan pocas cosas y existe una tendencia a colgar la ropa y los objetos de las paredes. En los sectores medios esta tendencia también se da, aunque para ello se usan más los espacios destinados para closets. Por el clima frío en el Cusco es usual que por la noche la familia se reúna en la habitación de los padres para conversar o ver televisión. También es frecuente que los miembros de la familia estén en sus dormitorios que son al igual que en otras ciudades denominados como cuartos para usos múltiples tales como dormir, para leer, descansar, escuchar música y hacer trabajos escolares o similares. La presencia del televisor en el dormitorio principal parece ser más frecuente que en otras ciudades. En muchos dormitorios se guarda la ropa, en cajas, en cómodas o colgada en ganchos que se sujetan de tubos en la pared o en roperos; todo depende de los ingresos e inventiva de las familias. También se estudia allí; los hijos mayores, que acceden a un aparato musical, lo utilizan también en esta habitación, a veces cerrada con llave. Esto nos sugiere que para ciertos miembros de las familias el dormitorio más que un lugar para dormir es casi un mini departamento, separado del resto de la vivienda y su dinámica. Otros dormitorios en las viviendas parecieran ser usados como depósitos donde se guarda literalmente todo lo que pueda caber: ropa, muebles sin uso, máquinas de coser y de tejer, libros, juguetes, etc. Estos cuartos de las viviendas de las familias de escasos ingresos tienden a ser usados con una densidad mayor a la prevista, recibiendo allí también a los alojados eventuales. Los servicios higiénicos Los baños en las viviendas estudiadas en Chiclayo son pensados y construidos sólo en función de su mobiliario elemental y sin tomar en cuenta la comodidad. Las familias perciben que se trata de espacios mínimos, que se reducen aún más cuando, por el racionamiento regular del agua, deben guardarse bidones dentro del baño. Aún así, hemos encontrado el caso de un departamento de dos dormitorios y dos baños, en el que uno de éstos se ha convertido en un cuarto de depósito, lo que sugiere que la familia prefirió buscar más espacio que el confort en la actividad sanitaria. En climas cálidos la situación es diferente. Los servicios higiénicos en Iquitos se disponen por lo general en la huerta patio, aunque a veces se ubican dentro de la vivienda. Los baños son reducidos y construidos sólo en función de su mobiliario elemental. Al igual que en Chiclayo y Lima, se debe conservar el agua en bidones al interior del recinto. Pese al racionamiento de agua, hay una tendencia a usar más líquido que en otras ciud7ades debido a la costumbre de bañarse o lavarse varias veces durante el día.

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De manera general, pensamos que debe considerarse que el depósito de agua es un implemento de uso cotidiano, que debiera encontrar un lugar adecuado en los servicios higiénicos. En la vivienda autoconstruida en Cusco los baños son también muy reducidos y pensados sólo en función del servicio higiénico y una ducha, puesto que el lavadero se encuentra en otro lugar. Frecuentemente presentan problemas de humedecimiento del adobe con que están hechos por falta del debido revestimiento de pisos y pared. Este es un asunto que demanda una buena respuesta técnica para revestir el adobe. Por ello, generalmente las familias se limitan a la disposición de sólo un silo o una ducha. Casi siempre están ubicados en la zona exterior y descubierta de la vivienda, es decir en el patio central. Con frecuencia se sitúan debajo de la escalera del patio central, que se adecua al espacio del baño. La sensación de las familias, igual que en otros lugares, suele ser la de tener baño con espacios mínimos. Además de las observaciones comunes ya señaladas, en Lima encontramos escasa iluminación, tanto en viviendas autoconstruidas como en departamentos de multifamiliares. Incluso en aquellas viviendas construidas por las propias familias, éstas últimas expresaron el deseo de contar con baños mejores, más amplios y mejor instalados. Particularmente las familias de viviendas en departamentos evalúan que sus baños Son pequeños para las necesidades de todos sus miembros.

Las áreas libres Las áreas libres de las viviendas son fundamentalmente los patios centrales, los patios-jardín, patios-corral o huertas- patio y las azoteas. En cada una de las ciudades hay una definición de estas áreas libres, con usos que se asemejan. Los patios son pensados como patio corral, atendiendo a las costumbres locales de Chiclayo. En este espacio de la vivienda se puede criar animales y eventualmente tener plantas. Además de su uso frecuente como lavandería y tendal, cumplen una función de depósito de útiles de trabajo y de limpieza, y de todo aquello que pueda tenerse a la intemperie. En los conjuntos habitacionales existe una clara tendencia a hacer crecer la cocina sobre el patio interior e incorporar la lavandería dentro de la cocina con un lavadero ad

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hoc. Más familias usan bateas que lavaderos, lo que les permite lavar en el patio techado del departamento y en la cocina. En el caso de viviendas unifamiliares, frecuentemente se lava en el patio corral. En Iquitos las huerta-patio, que son el espacio libre de las viviendas (aunque algunas pocas también tienen un patio convencional), son pensadas como un lugar para tener árboles frutales y para criar animales (gallinas, patos y cuyes). Igualmente se desarrollan en este ambiente tareas de lavandería y se han dispuesto tendales para el secado de la ropa. También cumplen una función de depósito de todo aquello que pueda tenerse a la intemperie. En algunos casos existe un fogón adicional al de la cocina. Además, el espacio de “huerta” es muy importante en las viviendas de los sectores populares ya que por las bondades del clima se puede disponer de un espacio de recreación dentro de la vivienda, que a su vez ofrece la posibilidad de una pequeña producción de autoconsumo familiar. En los escasos conjuntos habitacionales multifamiliares, existe una clara ausencia de áreas para tendales lo que obliga a las familias a usar las áreas públicas, incluyendo las barandas de las escaleras comunes, para tal fin. En las viviendas de autoconstrucción de madera, o de ladrillo y cemento, más que lavaderos en mobiliario fijo se emplean bateas de plástico, llamadas “bandejas”. Ello permite utilizar distintos ambientes para esta actividad: la huerta y la cocina. En Cusco el patio central cumple una función ordenadora. En el patio de la vivienda popular, edificada por autoconstrucción, se dispone separadamente de un caño, con o sin lavadero, para usos de lavandería y cocina. Los patios centrales son pensados como un lugar para asolearse, lavar la ropa, tener un pequeño jardín y eventualmente para criar animales ya sea sueltos o en jaulas (gallinas, cuyes y patos). Además se usan estos ambientes como tendales. Algunas viviendas se proyectan hacia segundos o terceros niveles con el propósito de contar con una azotea que permita el asoleamiento de sus ocupantes. Sin embargo, esto no es frecuente en las viviendas de adobe, sino más bién en construcciones de concreto y ladrillo. En los conjuntos habitacionales multifamiliares existe, como en otras ciudades, una clara ausencia de áreas adecuadas para tendales. En las viviendas de Lima no percibimos que se otorgue prioridad a las áreas libres. Los patio-jardín son pensados como el último reducto de la vivienda, luego de haber distribuido todo el espacio para otros usos. Por ello los patios suelen ser muy pequeños y los jardines casi inexistentes en las viviendas populares autoconstruidas.

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Además de su uso como lavandería y tendal, los patios cumplen una función de depósito de útiles de trabajo y de limpieza y de todo aquello que pueda tenerse a la intemperie. En algunos casos se usan como jardineras (macetas). De ser necesario, las familias consideran la posibilidad de techarlos para hacer construcciones adicionales sobre ellos. Aunque las áreas libres comunes de los conjuntos residenciales o multifamiliares no han sido tema directo del presente estudio, nos parece de imperiosa necesidad hacer un par de señalamientos. Las áreas comunes (jardines, corredores, escaleras y veredas, principalmente) se respetan muy poco, pese a tratarse se ambientes complementarios a la vida en los departamentos. Muchas veces estos espacios son privatizados por la apropiación de algunos vecinos, restando calidad de vida a todos. En algunos casos significan mejoras para quienes se han apropiado de jardines públicos o secciones de corredores, pero en perjuicio de la mayoría. Realidades de este tipo, repetidas en las cuatro ciudades en las que se realizó el estudio, deben llamar a la reflexión de autoridades, diseñadores y los propios vecinos. La circulación Este tema ha sido considerado al momento de proyectar las viviendas de construcción masiva. Aún así, en los proyectos visitados en Chiclayo encontramos problemas en la relación entre la cocina y el comedor y la falta de definición clara del espacio íntimo del público o social de la familia. En los barrios populares se encuentra que la circulación se va definiendo a medida que se construyen más habitaciones, aunque existen casos que han resuelto adecuadamente los espacios públicos y privados. En la mayoría de las viviendas las madres de familia, prefieren que se distinga la circulación de los ambientes íntimos y de los ambientes sociales. En las viviendas construidas por el Estado en Iquitos, encontramos que se contradice la costumbre local de separar la sala de la cocina y el comedor, que sí están relacionados. En los barrios populares, al igual que en Chiclayo, la circulación en la vivienda se va definiendo a medida que se construyen más habitaciones. Pero encontramos que la relación de la sala con el exterior define adecuadamente la separación del espacio íntimo del social. Es muy común la existencia de un corredor que comunica la sala con la huerta patio, definiendo la circulación principal. En los casos de las viviendas multifamiliares en el Cusco, si bien se ha tomado en consideración la circulación funcional, encontramos problemas en algunos modelos de departamentos que han separado la sala del comedor. Las familias perciben que es imposible integrar estos ambientes en ocasiones especiales en las que la familia recibe invitados.

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En la vivienda de los barrios populares la circulación se define en torno al patio central y desde las habitaciones posteriores y las delanteras del lote. La separación del exterior define adecuadamente la separación del espacio público del privado que se plantea en torno al patio y las habitaciones que dan a él. En un conjunto residencial de Lima, la familia entrevistada ha manifestado una molestia por tener que acceder al baño desde los dormitorios cruzando el comedor y la sala. En los barrios populares de Lima, como en otras ciudades, se va definiendo la circulación a medida que se construyen más habitaciones. Este proceso trae problemas a la larga, tales como la construcción de ambientes ciegos, la mala ubicación de la escalera, que en vez de ser un elemento organizador de espacios puede convertirse en una traba para el crecimiento de la casa. En los casos de ambientes que son mínimos en cuanto a área, por ejemplo la cocina, es importante una circulación simple y clara en la que no se crucen los recorridos. Comentarios sobre los usos Nominar las habitaciones de la vivienda de uno u otro modo según sectores sociales, realidades regionales o por las distintas familias, llama a una reflexión. Nominar como “cuarto” y no “dormitorio” a un ambiente tiene sus razones. La definición de cuarto que encontramos es la de una habitación para todo uso, incluyendo el de habitación y dormitorio. Un cuarto puede ser acondicionado como sala, escritorio, depósito, comedor, costurero, sala de música, taller de trabajo, etc. Un dormitorio no necesariamente. El dormitorio suele estar acondicionado para contener un número determinado de camas, tener previsto un espacio para closet o la ubicación de un ropero. Numerosas observaciones nos permiten proponer explicaciones de las modificaciones que las familias introducen en sus viviendas o departamentos. Existen usos inadecuados y hasta aberrantes tanto en la vivienda autoproducida como en aquella producida de manera masiva. Estas modificaciones se originan en razones diferentes, pero el efecto es el mismo en lo que a la calidad de la vida se refiere. Las necesidades de las familias provienen de sus prácticas cotidianas y la vivienda puede facilitarlas o restringirlas. Es preciso considerar varios aspectos, entre los cuales destacamos los siguientes: •

La ocupación del lote dejando espacios libres. “Corral” en Chiclayo, “huerta” en Iquitos o “patio” en el Cusco son lugares multiuso ausentes en la vivienda de departamentos y que tienden a desaparecer en la vivienda autoproducida en Lima. El área libre no siempre está pensada al momento de diseñar la vivienda y,

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sospechamos, al momento de normar el tema en los reglamentos. Este tema tiene gran importancia y se le debe prestar particular atención. •

La mesa grande, situada en lo que restrictivamente se denomina “comedor”, o en la cocina, es un elemento muy importante para la realización de actividades tales como las tareas de la escuela, recibir visitas, jugar, hacer las cuentas de la casa, planchar, trabajos productivos… y no solamente para ingerir alimentos.



La llamada “sala” es un lugar que puede o no coincidir con lo que se denomina “living” o estar. En numerosos casos la sala no es sino un lugar dedicado exclusivamente a la recepción de visitas.



Los servicios higiénicos no son lugares bien acondicionados. Su uso es utilitario y hasta incómodo en muchos casos. Esta realidad, admitida por las familias, no se refleja sin embargo en la prioridad que ellas le asignan en el momento de mejorar la vivienda.



Las actividades productivas que se realizan en la vivienda interfieren con las actividades reproductivas del hogar. Ciertos esfuerzos pueden hacerse para disminuir los efectos perniciosos que podrían ocurrir y que han sido observados.



Ductos de basura y lugares de tendido de ropa merecen un análisis especial. No se usan o no se saben usar. El empleo de personas que hacen una labor intermedia entre la familia y el sistema formal de limpieza pública se presenta por igual en edificios multifamiliares en las cuatro ciudades, dejando de lado el uso de los ductos. El tendido de ropa es también un problema recurrente en todos los edificios de departamentos, en los que no se encuentra un lugar apropiado y suficiente. Señalemos como hecho anecdótico -aunque muy revelador- que el Conjunto Habitacional Juan Pablo II, en Iquitos, cuenta con ductos de basura, que sin embargo los vecinos no utilizan, por tratarse de una edificación de tan solo dos pisos.

Muchos de los problemas observados en esta sección podrían ser solucionados mejor de contarse con una adecuada asesoría profesional. Este es un tema reiterativo, tanto para la vivienda de autoconstrucción como para la vivienda producida llave en mano. Ello nos conduce a la siguiente reflexión general acerca de la necesidad de asesoría y educación para la construcción, no solamente de las viviendas sino de nuestras ciudades: La tradición urbana en el Perú es relativamente reciente y se ha caracterizado por un proceso desbordante y con mucha informalidad. La función normativa debe tener una dimensión educativa, que incite a mejorar los modos de habitar, adecuándose, por cierto, a las tradiciones y costumbres de un país como el nuestro, de todas las sangres. En el caso de las edificaciones multifamiliares, vivir en departamentos constituye a la vez una opción de vida y un aprendizaje de hábitos y

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costumbres que no se produce de manera automática. Sin una adecuada dirección técnica y sin un proceso educativo propiciado por las instituciones normativas y los gobiernos locales será difícil orientar adecuadamente los distintos (y hasta contradictorios) esfuerzos que se efectúan para mejorar la calidad del medio ambiente construido. D.

MOBILIARIO Y EQUIPAMIENTO DE LA VIVIENDA

El mobiliario de una vivienda, de creciente importancia, constituye la interfase entre el usuario y el ambiente construido. Un mobiliario adecuado facilita la circulación, el uso de los distintos ambientes y habitaciones, así como resuelve diversas necesidades de la familia en un espacio limitado. Dejaremos de lado los numerosos problemas que se encuentran cuando los ambientes de la vivienda son compartidos con un taller o fábrica artesanal, pero queremos anotar que los hemos encontrado tanto en Lima como en Chiclayo. En el caso de viviendas de edificios multifamiliares, principalmente habitadas por sectores medios, encontramos que se difunde el uso de computadoras, artefacto que demanda un mueble y un espacio para su uso. Esto no está previsto ni tiene un ambiente en la vivienda, pues no cabe en los dormitorios o incomoda en la sala comedor por tratarse de ambientes reducidos ocupados por otros muebles que están pensados para otros usos. La mesa del comedor, tan flexible para varios usos, no sirve para recibir de manera permanente a la computadora. Este problema de espacio se presenta también con los artefactos domésticos (lavadora, refrigeradora, tabla de planchar y en algunos casos lustradora). El equipamiento de la vivienda moderna no encuentra un lugar adecuado para instalarse. Pareciera que la vivienda mínima es pensada de manera tal que se asume que la familia no progresará con el tiempo y que, por tanto, nunca adquirirá muebles y electrodomésticos. La tarea de pensar en los muebles es importante para el diseño de la vivienda. Con frecuencia hemos encontrado soluciones ingeniosas que hacen ganar espacio dentro de la vivienda: empotrados, muebles corredizos, repisas, separadores de ambientes, aprovechamiento de parte del techo, uso de ductos, etc. El mobiliario en Iquitos tiende a ser austero y escaso. Además de las camas se cuenta con mesas y sillas o bancas de madera. Los sectores medios poseen muebles al estilo de la costa, pero les añaden sillas más livianas y cómodas para un clima tropical.

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En cuanto a los artefactos domésticos (lavadora, refrigeradora, tabla de planchar u otro ), hemos visto, nuevamente, que el equipamiento no encuentra un lugar adecuado en las viviendas construidas por el Estado y ocupadas principalmente por sectores medios. El creciente desarrollo de la actividad de transporte en Iquitos es un claro ejemplo de bienes familiares que no fueron imaginados al momento en que se planeó u ocupó la vivienda. Bicicletas, motos o hasta motocars pasan la noche en la sala de las viviendas. Sin embargo, muchas familias poseen un aparato de música y un televisor que se ubican indistintamente durante el día y la noche en el dormitorio principal o en la sala. Debido al clima, la mayoría de las familias posee o espera poseer una refrigeradora. El mobiliario encontrado en las viviendas populares en el Cusco es precario y de características simples. La mayoría de los muebles son de fabricación artesanal y sin medidas apropiadas o estándar, como por ejemplo el ancho y largo de las camas. Los sectores medios poseen muebles tradicionales al estilo de la costa, notándose una tendencia a sobredimensionar los muebles de sala y comedor en relación al número de miembros de la familia. Respecto a los artefactos domésticos en el Cusco se reitera el hallazgo de que el equipamiento no encuentra siempre un lugar adecuado en las viviendas construidas por el Estado, ocupadas principalmente por los sectores medios. En Lima familias que ocupan viviendas construidas por el Estado han llevado a la vivienda nueva sus muebles antiguos, sin considerar la nueva escala de los espacios. Los muebles antiguos son más grandes y como no se ajustan a los ambientes más reducidos de las viviendas nuevas, generan problemas de circulación. Los muebles fijos Los muebles fijos son lo último que las familias adquieren, pese a que tienen la función de proporcionar mayor espacio y ser orientadores del uso de la vivienda. Los espacios para closets, por ejemplo, se ocupan de manera precaria, sin construir muebles apropiados. Tan solo se cuenta con un tubo o palo para colgar la ropa y en algunas oportunidades ese espacio lo ocupa un ropero. Tanto en Chiclayo como en Lima encontramos soluciones de empotrados y de mobiliario de cocina construido en cemento. En el caso de Iquitos ocurre lo mismo con las viviendas que tienen previsto un espacio para closet: no se ha construido. En la vivienda popular no existen soluciones de muebles fijos.

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Los únicos muebles fijos que hemos encontrado en el Cusco son las hornacinas y los alféizares de las viviendas de adobe usados como repisas y de algún camarote construido en madera y adobe en una vivienda del mismo material. El uso de hornacinas socavadas en los muros de adobe es común en la vivienda popular y la vivienda tradicional. Ese espacio se usa para guardar las ollas en la cocina, herramientas pequeñas, frascos, libros o adornos en la sala, etc. Además se dispone como mueble o repisa el alféizar de los anchos vanos de las construcciones de adobe, para colocar allí objetos diversos como ropa, cuadros, adornos, radios, etc. Algunas familias de sectores medios y altos construyen también muebles fijos tales como bancas-baúles, camarotes y cómodas, o depósitos y alacenas en las áreas laterales de los altillos de los techos de dos aguas de ciertas viviendas. Los muebles fijos son sin embargo lo último que se hace en la vivienda, pese a que tienen como función proporcionar mayor espacio y ser orientadores del uso de la vivienda. Los muebles Escasea el mobiliario y no existen muebles adecuados en las viviendas de las familias de bajos ingresos. Ello se debe a la falta de recursos de las familias y -lo que es muy importante- a la falta de orientaciones adecuadas. En ciertos casos no hay muebles de tamaño estandarizado (las camas, por ejemplo); en otros casos los muebles no se adaptan a viviendas de dimensiones reducidas (las cómodas, por ejemplo). Las viviendas pueden incorporar elementos ordenadores de lo que puede ser el mobiliario futuro. En ciertos casos, es posible producir estructuras de albañilería que pueden cumplir numerosas funciones. Debe considerarse que la falta de muebles adecuados determina que en ciertos casos se busque construir habitaciones para ser usadas exclusivamente depósito. De manera particular, es preciso considerar el tamaño de los utensilios que se utilizan, derivados de las costumbres locales. La cocina es un clamoroso ejemplo de lo que es inadecuación entre el espacio y el mobiliario, pero no es el único que puede mostrarse, tanto en viviendas de autoconstrucción como en viviendas de producción masiva. Como guía para el diseño de la vivienda, sugerimos prestar atención a los siguientes elementos de mobiliario: •

El mueble más importante para la vida de la familia es la mesa. Las camas son muebles para cada uno de los miembros de la familia, pero no para todos en conjunto. El equipo más importante es el televisor, que en buena medida atrae la mayor parte del tiempo libre de los miembros de la familia dentro de la vivienda. El

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refrigerador es muy frecuente. También se encuentran máquinas de coser y de tejer. Las lustradoras son escasas. •

Los muebles de sala son convencionales en todas las ciudades, excepto en Iquitos donde suele haber bancas. En algunos casos tienen dimensiones que no se ajustan al tamaño de las viviendas creando problemas de circulación.



Respecto al refrigerador y la cocina, hay que anotar que no siempre se trata de cocina eléctrica o a gas, lo cual presenta necesidades no siempre bien atendidas. El refrigerador no encuentra su lugar en la cocina. Hay casos en que el refrigerador se ubica cerca al lugar de negocio (helados, gaseosas, rollos de fotos…)



Las paredes son poco usadas para colocar elementos domésticos. Solamente se encuentran repisas en las cocinas y, a veces, en los dormitorios. En otros lugares de la casa, solamente se usa la pared para colocar elementos tales como relojes, calendarios y retratos. Esto contrasta con otros usos precarios, como lo es colgar la ropa en clavos en la pared.

• La cómoda aparece en las viviendas con más frecuencia que los roperos. Allí se guarda la ropa de la familia y prendas de cierto valor. • Como ha sido anotado, existen experiencias y hallazgos interesantes de mobiliario construido por las propias familias para dar respuesta a sus necesidades de espacio. Ello nos sugiere que las limitaciones para aceptar nuevas propuestas de mobiliario están más del lado de la falta de una adecuada presentación y, por cierto del dinero necesario para adquirirlo. • Con el tiempo aparecen nuevas necesidades en el hogar: los aparatos de computación, hoy en proceso de generalización en los hogares de clase media, así como los ya mencionados motocares en Iquitos nos conducen a reiterar la necesidad de no pensar la vivienda como algo que se determina para un uso dado que se mantendrá en el tiempo. Como conclusión, conviene subrayar la necesidad de realizar un proceso educativo de largo aliento en el que se busque manejar mejor la ecuación entre mayor mobiliario y ahorro del espacio. Inducir desde el diseño de la estructura el uso de ciertos muebles, tal como se hace en los muebles de cocina podría ser una opción interesante, a condición de que solamente se proponga elementos que podrían ser completados por la familia usuaria de variadas maneras. Una vez más, inclusive el concepto de “mueble de cocina” puede resultar equívoco en Iquitos si es que está diseñando fórmulas rígidas de habitar. El mobiliario para un

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dormitorio, compuesto por un velador, cama y closet es inadecuado si esa habitación, como ya se señaló es un “cuarto” y hasta una habitación familiar, más que un lugar usado exclusivamente para dormir.

E.

CRECIMIENTO VIVIENDA

Y

MODIFICACIONES

DE

LA

Las necesidades de las familias tienden a ser expresadas en términos de la demanda de más espacio. Ello constituye un elemento de sentido común, pero tiende a ocultar el tema del uso más racional y eficiente del espacio con que se cuenta. El mejor ejemplo de ello se encuentra en los casos en que ante la falta de mobiliario adecuado, las familias demandan y destinan una habitación entera para ser usada como depósito, esto es, como lugar exclusivo para guardar cosas y no para ser habitado. Como una manera de conocer mejor las necesidades de las familias sin limitarse al tema de la necesidad de mayor espacio, el equipo fue muy exigente en observar y demandar opiniones sobre mejoras y modificaciones de la vivienda, considerando que el espacio construido sea el mismo que el que se tenía en el momento. Ello nos ha permitido observar -como ya ha sido mencionado en diversos momentos- cuáles son las prioridades familiares, en términos de qué es lo que se “sacrificaría” con el fin de mejorar algún ambiente percibido como particularmente crítico. La percepción de insatisfacción frente a la vivienda que se ocupa no siempre es algo consciente. Las familias pueden vivir una situación incómoda sin acertar a explicarla, lo que nos parece que además de un asunto cultural es un tema de educación ciudadana. Ello se expresa en la tendencia a mejorar la vivienda por la vía de los adornos. El ama de casa, que normalmente pasa más tiempo en el hogar, es quien vive la incomodidad del hogar con más agudeza y, por ello, es quien busca mejorar su hábitat con los medios que tiene a su alcance. A falta de medios tecnológicos, adornar la vivienda es un recurso usual. Macetas, tapices en los muebles, limpieza y orden en la casa, así como adornos de todo tipo son una manifestación de este deseo por hacer de la casa algo más habitable. Tanto los proyectos del Estado como los de autoconstrucción de Lima y Chiclayo, no prevén el crecimiento de la construcción en función del crecimiento de la familia. Hemos encontrado distintos casos de módulos de vivienda que no están preparados para soportar la carga de un segundo piso. En las construcciones realizadas por el Estado encontramos que las familias edifican en los espacios públicos o comunes para usarlos como un ambiente adicional de las viviendas. Inclusive, la Municipalidad Provincial de Chiclayo ha otorgado licencias por vía de regularización a familias que han construido en el área pública de un conjunto habitacional.

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En las viviendas populares autoconstruidas se pretende, como es usual, ocupar todo el lote. La concepción de una vivienda unifamiliar se ve enfrentada a un diseño de uso múltiple para desarrollar actividades productivas o comerciales, principalmente en la parte delantera del lote. En Lima, Chiclayo y Cusco la tendencia es que cuando los hijos van creciendo se van adicionando nuevos ambientes, nuevos cuartos sin un plan integral de la vivienda terminada (la vivienda nunca se termina en un barrio). En Chiclayo no se encuentra un hacinamiento significativo, puesto que los hijos pueden independizarse en nuevos lotes en la periferia de la ciudad. En Lima parece haber terminado esta facilidad para encontrar suelo nuevo y es más frecuente que las nuevas familias edifiquen en la misma vivienda. En los ejemplos de viviendas construidas por el Estado, se confirma que los diseños de dos dormitorios no están previstos para hijos con distinto sexo, adaptándose como solución un espacio dentro de la sala o subdividiendo un dormitorio. En Iquitos, como en otras zonas de selva la vivienda se desarrolla en un primer piso en aproximadamente el 95% de los casos, debido al alto costo de la construcción de viviendas en materiales convencionales (cemento y ladrillo). Los lotes tienden a ser muy angostos (4 a 5 mts. de frente) y muy largos (25 a 35 mts. de fondo) en las zonas nuevas de asentamientos humanos. Mientras tanto en el casco urbano central se da la tendencia a subdividir los lotes angostando las viviendas resultantes. Las viviendas de proyectos realizados por el Estado no prevén, al igual que en Lima, el crecimiento futuro de la construcción en función del crecimiento de la familia. Sin embargo, en el caso de viviendas por producto de la autoconstrucción, encontramos que el tamaño de los lotes y la manera como se dispone del espacio, en la práctica muestran que si se considera la posibilidad de añadir nuevas habitaciones o ambientes. En las construcciones de conjuntos habitacionales encontramos, al igual que en otras ciudades del país, proclividad a edificar en los espacios públicos o comunes para usarlos como un ambiente privado adicional de las viviendas originales. En el caso de Iquitos, la Municipalidad Provincial de Maynas no interviene ante este proceso, ni pone en práctica medidas de control urbano para las construcciones en áreas públicas en un conjunto habitacional como, por ejemplo, Sargento Lores o Juan Pablo II. En las viviendas autoconstruidas encontramos que siempre se pretende ocupar una parte significativa del lote, aunque se preserve cierto espacio libre al fondo para tener un área de huerta. La concepción de una vivienda unifamiliar se ve enfrentada también a un diseño de uso múltiple para desarrollar actividades productivas o comerciales, principalmente en la parte delantera del lote, que por lo general es la sala, separada totalmente del comedor o la cocina, que se encuentran en la parte interior del mismo. La vivienda en madera, particularmente los techos forrados con calamina o palma, son

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muy comunes. Pero las familias combinan esto con construcción de muros perimétricos en ladrillo que ofrecen mayor seguridad. Debido a los altos costos de la construcción, a la poca resistencia del suelo y a la casi inexistencia de esfuerzos sísmicos en la estructura, el sistema constructivo más generalizado es el que denominamos de “albañilería ligera”. Si bien no se usa muros de cabeza portantes, tampoco se dispone de sistemas de pórticos. Solamente se usan columnas de confinamiento para los muros (únicamente de soga) y para los techos se emplea el mismo tipo de ladrillos de los muros (del tipo aligerado de 6 huecos) y casi no existen vigas peraltadas. Además, es notoria la casi inexistencia de sobrecimientos en los muros, sobre todo en viviendas de los sectores populares. Finalmente, hay que tener presente que no se emplea piedra para la cimentación por no existir en la zona. Teniendo en cuenta el sistema constructivo al que se hace referencia en el párrafo anterior, el proceso constructivo de la vivienda en los pueblos jóvenes se inicia con la construcción con ladrillo y cemento de los muros perimétricos del área habitable del lote. Estos muros tiene una altura mínima de 3 metros. Posteriormente se arma la estructura del techo con madera rolliza de la zona y se cubre con esteras de palma o con calamina metálica, tendiendo por lo general a techar toda el área. Posteriormente, se procede a la zonificación de funciones dentro de este “cajón habitable” para lo cual se recurre a materiales ligeros como triplay y cartón. El uso de la madera tratada y cortada como material de construcción para la vivienda es poco generalizado por su mala calidad y rápido deterioro ante las condiciones climáticas de la selva. No hay tratamiento de la madera cuando se la usa, y se prefiere la madera rolliza por presentar mayor protección. En el caso de viviendas construidas por el Estado que visitamos, se confirma que los diseños de dos dormitorios no están previstos para hijos con distinto sexo, lo que lleva a subdividir las habitaciones, apropiarse de área pública o construir sobre parte del espacio reservado para patio o huerta, con el objeto de obtener un imprescindible segundo dormitorio para los hijos. En Cusco al igual que en otras ciudades, las viviendas en conjuntos habitacionales no prevén el crecimiento del inmueble en función al crecimiento futuro de la familia. Sin embargo, en el caso de viviendas producidas por autoconstrucción también encontramos, como en las viviendas de las otras ciudades, que el tamaño de los lotes y la manera como se dispone del espacio sí considera la posibilidad de añadir nuevas habitaciones con el tiempo. En las construcciones realizadas por el Estado, al igual que en otras ciudades del país, cuando el sistema constructivo lo permite se edifica en los espacios públicos o

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áreas comunes, para usarlos como un ambiente privado adicional al espacio de las viviendas originales. En el Cusco, la Municipalidad Provincial ha intervenido en varias oportunidades derrumbando muros construidos en el área pública de un conjunto habitacional, como por ejemplo en el Conjunto Habitacional Mariscal Gamarra, pero administraciones posteriores han dejado de actuar, lo que ha llevado a la consolidación de esas ocupaciones ilegales de terrenos o áreas de uso común. En las viviendas autoconstruidas (de adobe en la mayoría de los casos), encontramos pautas comunes para la organización espacial. Así, la organización espacial de la vivienda popular responde a una adición de espacios yuxtapuestos. Generalmente son dos espacios apareados que se disponen en la parte anterior y posterior de la vivienda, dejando el patio en el centro; esto determina un aislamiento en la distribución entre zonas íntimas, sociales y de servicio y consecuentemente, que el baño se construya en algún lugar del patio. El uso de las áreas sociales (comedor y sala principalmente) responde casi exclusivamente a la recepción de invitados y se usa muy poco como zonas de reunión familiar cotidiana. El material predominante en las viviendas es el adobe como mampostería y la madera rolliza en la estructura de los techos, que se recubren con tejas artesanales. La vivienda se construye en dos niveles y por lo general en un solo tiempo. Esto, como es conocido, es contrario a lo dispuesto en el reglamento actual. Las cimentaciones tradicionales son básicamente de piedra y asentadas con barro. En la proporción de los vanos existe una tendencia en la vivienda popular a lograr mayores áreas. Esta costumbre trae consigo riesgos estructurales en la rigidez de los muros de adobe. Los materiales usados en los pisos intermedios y la cobertura de las viviendas son la madera rolliza para las estructuras y entablado de madera en los entrepisos. En la cobertura superior son de caña, barro y tejas artesanales. La concepción de una vivienda unifamiliar se ve enfrentada también a un diseño de uso múltiple para desarrollar allí actividades comerciales, principalmente en la parte delantera del lote (tienda de abarrotes u otro). En el caso de los ejemplos de viviendas en edificios multifamiliares, se corrobora también que los diseños de dos dormitorios no están previstos para familias con hijos con distinto sexo, lo que lleva a subdividir las habitaciones, apropiarse de área pública o construir sobre parte del espacio reservado para otros usos.

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En las viviendas populares limeñas, tanto en proyectos del Estado como en los de autoconstrucción, tampoco se ha previsto el crecimiento de la construcción en función del crecimiento de la familia. En las viviendas autoconstruidas casi siempre en albañilería confinada, se pretende ocupar todo el lote, techándolo con una losa corrida. Muchas veces se construye sin una planificación elemental y casi nunca intervienen profesionales de la construcción. Los maestros de obra son quienes en diálogo con la familia definen las características de la distribución del lote. La concepción de una vivienda unifamiliar se ve enfrentada a un diseño multifamiliar. Cuando los hijos van creciendo se van adicionando nuevos ambientes, nuevos cuartos sin un plan integral de la vivienda terminada (la vivienda nunca se termina en un barrio). En el caso de los multifamiliares, los diseños de dos dormitorios no están previstos para hijos con distinto sexo, adaptándose como solución un espacio dentro de la sala o subdividiendo un dormitorio. En las construcciones realizadas por el Estado encontramos que se edifica en los espacios públicos o comunes para usarlos como un ambiente adicional de las viviendas Independientemente de la voluntad de los diseñadores, la vivienda va a ser modificada en el tiempo. No prever este hecho conduce a que las modificaciones que de todos modos ocurrirán se hagan destruyendo lo ya producido (lo que nos presenta problemas de eficiencia en el casco) o modificando sustantivamente los esquemas básicos de diseño. Hemos encontrado en Los Próceres una vivienda que tenía la zona íntima en el primer nivel y en la cual se edifica otra zona íntima en el tercer nivel, afectando la propuesta de la zona social del segundo nivel. Los departamentos terminados crecen sobre la base de la apropiación de áreas comunes. Se da el caso de que la familia de la segunda planta paga el techo de la familia de la primera planta y así, sucesivamente, 4 ampliaciones han sido autoconstruídas en un terreno que disminuye el área de jardines del conjunto residencial. Pero esto podría haber sido planeado tanto en la zonificación del conjunto residencial como en el diseño de los departamentos que, de esta manera, habrían podido ser debidamente ampliados en el futuro. En las viviendas de autoconstrucción sucede que la falta de planificación de las familias, arraigada en las costumbres locales y en la falta de orientación técnica, determina que sucesivas ampliaciones y mejoramientos se vean limitadas por pies forzados creados por el propio habitante. Así, por ejemplo, la escalera no fue prevista para un fácil acceso a la segunda planta, no hay servicios higiénicos en la segunda planta o existen subdivisiones de la vivienda para permitir su uso por una segunda o tercera familia, en proyectos que fueron concebidos como unifamiliares.

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Una recomendación clave es que cada ambiente de la vivienda debe diseñarse buscando asegurar la mayor flexibilidad en su uso y las posibilidades de ampliación o mejoramiento.

F. PERCEPCIONES DE LAS FAMILIAS Resulta interesante de observar el caso de Chiclayo, ya que el afán por darle un uso comercial a la vivienda, se expresa en la manera como se emplean los lotes. Por lo general se tiende a subdividirlos reduciendo el frente, convirtiéndolos así en lotes cada vez más largos y estrechos. Unos construyen más sobre los espacios vacíos, haciendo crecer la vivienda desde el fondo del lote hacia afuera, apropiándose del retiro. Otros cambian el uso del patio incorporándolo a la cocina. Aquí, el concepto de vivienda está asociado al de ...y una tienda en el frente Como ha sido anotado, las familias tienden a pensar que todo problema de la vivienda se resuelve con más espacio. Si pudiera contarse con espacio adicional, se emplearía en ampliar el área de cocina; en edificios de departamentos se busca también mayor lugar para tendales de ropa. Naturalmente, las familias siempre aspiran a contar con más habitaciones. Pero no todo se resuelve con más espacio sino con una racionalidad en el uso del espacio disponible. Cambiar el diseño y las áreas de la vivienda moviendo muebles es una alternativa que también se maneja. Las familias, y las madres de familia en particular, sienten que los espacios deben cambiar, no ser permanentes. A las esposas les gusta cambiar los muebles, moverlos de sitio, lo que tiene efectos en la ocupación de los ambientes y en la circulación. En Iquitos hay una sensación o deseo de consolidar las viviendas construyéndolas en material noble. Pero también hay una idea clara de tener viviendas de un solo piso que se construyen progresivamente, aumentando el número de habitaciones que colindan con un corredor que atraviesa el lote. La impresión de que la vivienda tiene que ser versátil cuando se habla de vivienda en propiedad también está presente, particularmente en las viviendas construidas en madera que pueden desarmarse. Las familias expresan esta necesidad de distintas maneras. Si bien existen muchas viviendas construidas con madera, se identifica este tipo de vivienda como la vivienda pobre, rural y provisional. Las familias tienen claro que la sala debe estar en la parte exterior ocupando todo el frente del lote, que debe haber un corredor (que varía entre los .80m y 1.20m de ancho) que comunique esta sala con los dormitorios en la zona intermedia y se supone que la zona interior es de cocina y comedor. El huerto siempre debe estar al fondo cumpliendo varias funciones, entre ellas la de patio.

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Las entrevistas y visitas a las viviendas en el Cusco, confirman la impresión general de que la vivienda que se construya en el país tiene que ser versátil cuando se habla de vivienda en propiedad. Las familias en el Cusco expresan también esta necesidad. Si bien la gran mayoría de las viviendas antiguas y de las urbanizaciones populares y pueblos jóvenes son de adobe (que puede “desamarrarse”), hay un deseo de consolidar las viviendas a futuro construyéndolas en material “noble” por razones de prestigio y seguridad. La vivienda tipo chalet de techos planos no está en la imagen de la vivienda deseada. La vivienda en adobe, como la de material noble, se identifican externamente por el uso generalizado de techos a dos aguas, cubiertos en tejas artesanales, lo que ofrece una homogeneidad muy agradable de la ciudad como conjunto. Las familias tienen claro que la vivienda ideal debe tener patio o un lugar apropiado para tomar sol. También parece muy arraigada la costumbre de tener el baño en el patio por razones de salubridad, aunque resulte incómodo acudir allí por las noches. En el caso de las habitaciones se prioriza que sean abrigadas antes que muy iluminadas. Pese que supuestamente toda la familia participa en el diseño de las viviendas autoconstruidas, las mujeres reclaman un mayor espacio para la cocina. Esto podría indicar que las mujeres no ven sus necesidades atendidas en el proceso de decisión familiar. También las familias desearían contar con un baño más amplio y cómodo que, siendo así, pudiera estar en el interior de la vivienda y no bajo la escalera del patio. Sin embargo la casi totalidad de los baños están construidos en los patios y son “provisionales” con muchos años de uso. En Lima está cada vez más difundida la idea de transformar la vivienda unifamiliar en (al menos) bifamiliar, principalmente mediante la construcción de segundos pisos. En otros casos, la primera planta se destina íntegramente a las actividades de taller y se edifica la segunda planta con el objetivo de restituir la vivienda que se perdió a medida que crecía el taller. Al orientarse en este sentido, no se muestra interés por preservar las áreas libres de la primera planta. Se tiende a techar la máxima superficie posible sin mostrar un cuidado particular por la iluminación de los ambientes internos. Nuestra observación sistemática sobre el tema en Lima incluye casos en que las amas de casa no mostraron reparos en restar iluminación a la cocina con el objetivo de construir un segundo piso más grande en su vivienda. En los barrios consolidados de Chiclayo y el Cusco, nos parece encontrar la misma tendencia hacia la conversión de la vivienda en bi familiar. Nos parece que las actitudes frente a los baños de la vivienda constituyen un buen revelador de cómo se viven ciertas incomodidades cotidianas. Numerosas familias nos

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han señalado que el espacio de este recinto es demasiado estrecho e incómodo, pero poco es lo que hemos constatado que se ha hecho para mejorarlo, acondicionarlo o ampliarlo. Pensamos que aquí pueden darse dos explicaciones: • Las familias no imaginan propuestas interesantes y abordables para mejorar la situación. • A diferencia de la falta de habitaciones para los hijos, las familias soportan la incomodidad en los servicios higiénicos como un asunto privado. No resulta, por tanto, un “problema familiar” al cual todos deberían buscarle una solución.

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TERCERA SECCION RECOMENDACIONES 1. La normas de vivienda y construcción deberían ser las principales orientadoras de los proceso de construcción. Debemos considerar que en nuestro país escasea la asistencia técnica calificada a medida que nos alejamos de los centros urbanos. Las normas generalmente se redactan de modo tal que puedan ser leídas y comprendidas por expertos, difíciles de encontrar entre los funcionarios de las municipalidades de distrito y entre los maestros constructores. Adicionalmente, muchos profesionales se acercan a la vivienda de bajo costo con preconceptos que suponen exigencias desmedidas o inapropiadas, razón por la que ellos también requieren de documentos orientadores muy didácticos. Esta orientación tiene que hacerse con hipótesis urbanas. En la actualidad hay muchas viviendas de autoconstrucción que ahora se proyectan hacia los pisos superiores. Acercar lo que las familias realmente edifican a lo que se propone en las construcciones multifamiliares resulta de rigor. El mejoramiento de la vivienda es algo que debe ser convenientemente orientado. Las normas deberían ser lo más didácticas posibles. Deberían explicar las razones por las cuales la sociedad considera recomendables algunas medidas de tecnología ambiental, de manera tal que el profesional y el usuario entiendan los motivos que determinan que la autoridad norme en uno u otro sentido. Debe hacerse un gran esfuerzo para producir documentos sencillos (no simplistas), que sean accesibles a la gente. En un país de gran pobreza, la redacción de documentos técnicos normativos debe buscar atender la pobreza de medios y recursos con que actúa el sector constructor de la vivienda popular. Los edificios multifamiliares y conjuntos de vivienda deberían entregarse al usuario con orientaciones acerca de su uso, sus posibilidades de crecimiento, así como sobre las posibilidades y limitaciones de los materiales de que están compuestos. La familia usuaria debe saber qué pensó y qué sugiere el proyectista sobre las posibilidades de subdivisiones, por ejemplo. Del mismo modo, la familia debe estar convenientemente advertida acerca de los muros que pueden o no ser removidos por ser de tipo portante.

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2. La inadecuación de los edificios multifamiliares al común de las familias en las ciudades de provincias nos lleva a constatar que ese producto es de utilidad fundamentalmente para ciertas clases medias urbanas. ¿Es posible producir departamentos que atiendan a otros sectores urbanos? Independientemente de si es el Estado o el sector privado quien produce los edificios multifamiliares de bajo costo, pensamos que el reto consiste en acercar este tipo de producto con lo que las familias hacen por su cuenta en los cientos de miles de barrios de vivienda progresiva existentes en nuestras ciudades. 3. En los países desarrollados del norte, las familias alquilan una vivienda tras otra, en función de sus mayores o menores demandas de espacio en un momento dado. Debido a limitaciones peruanas y sudamericanas en la estructura del mercado de la vivienda, nuestras familias no reemplazan una vivienda inadecuada para su necesidad del momento por una más adecuada, sino que modifican la vivienda misma. La vivienda progresiva es una realidad en todo el país. Esto nos sugiere que las modificaciones deben ser previstas en lo posible. Esta realidad demanda dos importantes requerimientos que si bien son de distinto signo deben ser confluyentes en la práctica: • La vivienda debe ser pensada del modo más flexible posible. Ya hemos insistido suficientemente sobre ello en las observaciones efectuadas a lo largo del presente informe. • Debe pensarse en formas de control de obra y formalización de la vivienda autoconstruida para aquellas edificaciones que no se iniciaron con un planeamiento adecuado, con un plano de la vivienda y, por tanto, con una licencia de construcción. Hasta el momento, el tema de la ausencia generalizada de licencias de construcción en la vivienda unifamiliar del país ha sido enfrentado como si se tratase de un tema de regularización administrativa, cuando los problemas de fondo tienen que ver con el hecho de que la vivienda ha sido producida con características tales que la hacen subestándard. Deben ser pensados y diseñados procedimientos para regularizar viviendas que no se iniciaron con la debida planificación. No se trata aquí de pensar en amnistías formales, puesto que ciertas características de la vivienda, como lo es el comportamiento sísmico de sus estructuras, no pueden ser “amnistiadas”.

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4. El cumplimiento y aplicación de una normatividad, en un país como el nuestro, tiene raíces estructurales. Piénsese, por ejemplo, en la Constitución o en los códigos legales, aún en los acuerdos entre partes, en los que subsiste una distancia entre la letra y su aplicación. Es muy común el término de “hecha la ley, hecha la trampa”. En ese sentido, consideramos que las normas de vivienda y construcción deben ser acompañadas de un proceso educativo con varios niveles de implementación : •

su enseñanza en los colegios, en temas como el hábitat confortable o la necesidad de la calidad de vida para la salud (una vivienda adecuada en su ambiente};



su presentación, que puede ser en base a cartillas o manuales, accesible a la comprensión de las propias familias autoconstructoras y a los maestros de obra;



la enseñanza en la universidad a nivel profesional y académico, para un sector que tiene que comprender y entender mejor como viven las familias en los barrios populares, porque representan más del 60% de las viviendas en el Perú.

5. En relación a la necesidad de profundizar en el conocimiento de la problemática social de la vivienda, esbozado en el presente informe, consideramos pertinente señalar lo siguiente: • Se necesita un estudio de mayor aliento y a nivel nacional, el que podría ser dividido en tres estudios parciales, que por conveniencia podrían ser los siguientes: Estudio Vivienda Costa, Estudio Vivienda Sierra, Estudio de viviendas en adobe, Estudio Vivienda Selva. Se sugiere la siguiente secuencia en su realización: Costa, Sierra / Adobe, Selva, Sierra Global. • Es preciso desarrollar un proceso de realimentación de los profesionales con los resultados de este estudio. Muchas son las posibilidades que ofrecen los colegios profesionales y las reuniones del conjunto con directores de línea en las oficinas regionales. • Definitivamente, la más importante formación profesional debería darse en las universidades y casas de estudio, las que proponen al estudiante temas de vivienda que no corresponden a la realidad de la vivienda de las mayorías de nuestro país.

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• Finalmente, resulta conveniente proponer la realización de seminarios para procesar y mejorar -y con más tiempo- los resultados de este estudio.

ANEXOS: CUADRO COMPARATIVO ENTRE EL ACTUAL REGLAMENTO NACIONAL DE CONSTRUCCIONES Y EL NUEVO REGLAMENTO NACIONAL DE EDIFICACIONES EN RELACIÓN A LA VIVIENDA LOCALIZACIÓN DE CASOS PARA LAS CIUDADES VISITADAS SEGÚN GESTIÓN Y TIPO

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CUADRO COMPARATIVO ENTRE EL ACTUAL REGLAMENTO NACIONAL DE CONSTRUCCIONES Y EL NUEVO REGLAMENTO NACIONAL DE EDIFICACIONES EN RELACIÓN A LA VIVIENDA

REGLAMENTO VIGENTE

NUEVO REGLAMENTO

ARQUITECTURA ARQUITECTURA Ducto de basura: Ducto de basura: En edificios de más de 3 pisos. Area de recolección: 2 n. Dimensión mínima: 0.50m. Especificaciones. Técnicas.

Escaleras: Tramo Máximo: 17 gradas

Escaleras: Tramo Máximo: 18 gradas Tramo Mínimo: 3 gradas.

Contra-Paso: Máximo: 0.175m. Contra-Paso: Máximo: 0.18 Mínimo: 0.15 m.. m. Paso: 0.25 m. Mínimo Mínimo: 0.16 m. Paso: 0.28 m. Mínimo

Estacionamientos: Espacio: 1 carro: 3.00 x 5.50m. 2 carros paralelos: 5.00 x 5.50 Tramo a nivel de acera: 5.50 m.

Estacionamientos: Espacio: 1 carro: 3.00 x 5.00 m. 2 carros: 5.00x5.00 m. Tramo a nivel de acera: 6.00m. Radio Mínimo giro interior : 5.50m

OBSERVACIONES ARQUITECTURA Las observaciones realizadas en campo, demuestran la casi total inoperatividad de los ductos de basura. No por falta de criterios técnicos de diseño, sino por el mal empleo por parte de los usuarios respecto a su manejo Si bien el aumento de las dimensiones mejoran la calidad del diseño y comodidad de las escaleras, en el caso de las viviendas autoconstruidas, al aumentar el desarrollo de la escalera, ésto podría demandar una mayor área ( sobre todo en el caso de lotes mínimos). Una mayor racionalidad para el uso del espacio a construir requerirá de una asistencia técnica. Este nuevo dimensionamiento está más de acuerdo a la realidad técnica del nuevo mercado.

53 Viviendas: Ambientes Obligatorios: Vivienda. 40 m2: EstarComedor, Dormitorio. Principal + armario, Cocina y baño.

Viviendas: Ambientes Obligatorios: - Vivienda. 40 m2: Estar-Comedor,Dormitorio Principal + closet, Cocina, Baño y Patio de Servicio

Estar-Comedor = 15m2

Estar-Comedor = 12m2 Ancho Mínimo. = 3.00m.

Dormitorio Principal = 9m2 + 10% closet

Dormitorio .Principal = 9m2 + 10% closet Ancho Mínimo = 2.80m. Dormitorio 2 camas = 7.5m2 + Dormitorio 2 camas = 7.5m2 10% closet + 10% closet Ancho mínimo.= 2.40m. Dormitorio 1 cama = 5m2 + Dormitorio 1 cama = 5m2 + 10% closet 10% closet Ancho mínimo 1.80m

Las normas en vivienda mínima, no deberían tener un carácter tan restrictivo, por el contrario deberían motivar la creatividad en el diseño y la exploración de respuestas alternativas, como por ejemplo considerar un uso más flexible. También debe vincularse con el numero de personas que la habitan. En muchos casos se encontró que el estar o la sala son considerados como un área esencial y con un mínimo uso. En la vivienda autoconstruida, al dormitorio se le denomina como cuarto y tiene un uso múltiple y de mayor frecuencia. En varias viviendas se observó, que muchas veces los padres de familia dejan la habitación más grande a los hijos y ellos se trasladan a ocupar la menor.

Estar-Comedor = 15m2 (Estar de 12 m2 cuando hay cocina- comedor)

Estar o Comedor = 12m2 Ancho mínimo.3.00m. Estar-Comedor = 15m2 Ancho mínimo 3.00m.

Cocina = 4.5 m2

Cocina = 4.5 m2 Ancho mínimo 1.80m. Cocina-Comedor = 9m2 Ancho Min.=2.00m.

Cocina-Comedor = 9m2 Estar-Comedor-Cocina = Solo

Es también frecuente la costumbre de las familias de desayunar en la cocina y con esta área es poco posible realizarla.

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en viviendas de un dormitorio

Area de servicio = 4.5 m2 para ubicar: lavadero, tendal, lavadora, balón de gas, calentador de agua y útiles de limpieza.

Alturas: Habitación mínima .= 2.30 m Mezanine, garaje, escalera y techo bajo en baño=2.10m

Estar-Comedor-Cocina = 19.5m2 Ancho mínimo 3.00m.

La relación cocinacomedor , es la que se encuentra con mayor frecuencia y por ello merecería un tratamiento y dimensionamiento mayor.

Area de servicio = 4.5 m2 para ubicar: lavadero, tendal, lavadora, balón de gas, Ninguna lavandería con calentador de agua y útiles de ésta área mínima limpieza funciona bien. La mayoría han sido modificadas. El tendal de la ropa es el mayor problema que enfrentan las familias. Alturas: Costa Central, Costa Sur y Sierra = 2.30 m. Costa Norte y Selva =3.00m

Distancia entre Dinteles y Piso: 1.90m (iluminación). Distancias entre Dinteles y Piso: 2.10m (iluminación).

Las nuevas normas consideran la importancia de incorporar las variables geográficas para determinar las alturas mínimas.

55 Azotea (multifamiliar): Ningún tipo de construcción. Solo en caso de tener acceso independiente cada vivienda del piso superior.

Azotea (multifamiliar): Solo áreas recreativas.

Circulaciones – Pasajes (exteriores):

Circulaciones – Pasajes (exteriores):

Hasta 5 Viviendas Ancho: 1.20m. Por cada Vivienda Adicional = 5cm.+

Hasta 5 Viviendas. Ancho: 1.20m. Por cada Vivienda Adicional = 50cm.+

Se debe considerar la manera de optimizar el mejor uso de esta área fijando una norma, ya sea para el tendal, los cuartos de servicio o depósitos y un uso efectivo como área recreativa.

Si bien parece muy conveniente ampliar los espacios para la circulación, la dimensión adicional que se fija parece ser excesiva. Quintas:

Quintas:

Pasaje de Ingreso Ancho Mínimo: 1.85m. Peatonal con Viviendas a un solo lado 3.00 m Peatonal con Viviendas. a ambos lados: 3.55m. Peatonal y vehicular viviendas a un solo lado: 5.00m Peatonal y vehicular viviendas a ambos lados.

Pasaje de Ingreso Ancho Mínimo: Peatonal: 3.00m Vehicular: 6.00m.

Ancho Min. Patio Común con acceso Vehicular:

Ancho Min. Patio Común con acceso Vehicular:

a) 7.20m. Patio con Viviendas a un lado 5.50m Estacionamiento+Calzada 1.70m.-Vereda + aislamiento.

a) 13.70m. Patio con Viviendas a un lado: 5.00m Estacionamiento 1.20m Vereda 1.50m. Aislamiento 6.00m Calzada

Sugerente propuesta que permite diseñar un mejor ordenamiento interno de un modelo como el de la quinta, tradicional solución limeña. Conviene prestar atención a los modelos de quintas construidos por sectores populares (en lotes que se suman con un acceso común a dos viviendas

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b) 10.90m. Patio con viviendas a ambos lados. 7.50m Estacionamiento. + Calzada 3.40m.-Vereda + aislamiento.

b) 16.40m. Para patio con viviendas a ambos lados. 5.00m.-Estacionamiento 2.40m. (2) Veredas de 1.20 3.00m. (2) Aislamiento de 1.50 6.00m Calzada.

Altura máxima.: 3 pisos

Altura máxima.: 4 pisos

interiores, por ejemplo), o de viviendass de sectores medios, flexibilizando así su aplicación para los terrenos intermedios.

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LOCALIZACIÓN DE CASOS PARA LAS CIUDADES VISITADAS SEGÚN GESTIÓN Y TIPO Ciudad: Chiclayo # 1 2 3 4 5 6 7

LOCALIDAD P.J. San Antonio Chiclayo Urbanización La Plata Pimentel Urb. La Primavera Chiclayo C.Hab. A.B. Leguía Chiclayo PJ. José S.Chocano Leonardo Ortiz Coop. V. Naylamp Lambayeque H. José Balta Chiclayo

GESTION

TIPO

OBSERVACION

A

U

Familia Vera

P

U

Familia Olazabal

E

U

Familia Huancas

E

M

Familia Tello

A

U

Familia Ramirez

P/A

U

Familia Sandoval

E

M

Familia Ballena

Leyenda: E: Estado / A: Autoconstrucción / P: Privado / U: Unifamiliar / M: Edificio Multifamiliar

Ciudad: Iquitos #

LOCALIDAD

GESTION

TIPO

OBSERVACION

1

P.J. 28 de Julio - Punchana

A

Um

Familia Isuiza

2

Bellavista Nanay - Punchana

A

Um

Familia Manihuari

3

Urb. Sargento Lores - Iquitos

E

U

Familia Mesía

4

Urb. Sargento Lores - Iquitos

E

U

Familia Achong

5

AA.HH. Tupac Amaru - Iquitos

A

U

Familia Quintana

6

AA.HH. Tupac Amaru - Iquitos

P/A

U

Familia Torres

7

AA..HH. M. Bastidas - Iquitos

A

U

Familia Rodriguez

8

9 de Diciembre 1223 - Iquitos

A

Um

Familia Da Souza

9

Urb. Calvo de Araujo - Iquitos

E

U

Familia Navarro

58 10

Urb. Fco. Bolognesi - Iquitos

E

U

Familia Montreul

11

Urb. Juan Pablo II - Iquitos

E

M

Familia Rojas

12

AA.HH. Armando Fortes - Iquitos

A

Um

Familia Maslucán

Leyenda: E: Estado / A: Autoconstrucción / P: Privado / U: Unifamiliar / M: Edificio Multifamiliar / m: madera

Ciudad: Cusco #

LOCALIDAD

GESTION

TIPO

OBSERVACION

1

Nueva Alta 470 s/n - Centro Histórico

P

Ua

Familia Zevallos

2

PP.JJ. Picchu, Rinconada - Cusco

A

Ua

Familia Riquelme

3

PP.JJ Villa María - Cusco

A

Ua

Familia Huamán

4

Urb. Kari Grande - Cusco

A

Ua

Familia Gallegos

5

Urb San Juan B 3 - San Sebastian

A

Ua

Familia Bendezú

6

C.H. Pachacutec - Wanchac

E

M

Familia Ojeda

7

Urb. Pop. Simón Herrera Farfán G 8 - Wanchac

A

U

Familia Pancorvo

8

Conj. Habitac. Zaguán del Cielo - Cusco

E

U

Familia Flores

9

Urb. Tito D1 22 - Cusco

E

Ua

Familia Sueldo

10

C. H. Mariscal Gamarra - Cusco

E

M

Familia Gómez

Leyenda: E: Estado / A: Autoconstrucción / P: Privado / U: Unifamiliar / M: Edificio Multifamiliar / a: adobe

Ciudad: Lima #

LOCALIDAD

CONO

GESTION

TIPO

OBSERVACION

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1

Pachacamac Villa El Salvador

S

E/A/P

U

Familia Joffre

2

Grupo Residencial Villa El Salvador

S

A

U

Familia Alarcón

3

Torres de San Borja San Borja

E

E

M

Familia Calderón

4

Los Próceres Surco

S

E

M/U

Familia González

5

Los Perales Santa Anita

E

A

U

Familia Morales

6

Santa Rosa Los Olivos

N

E

M/U

Familia Chávez

Leyenda: E: Estado / A: Autoconstrucción / P: Privado / U: Unifamiliar / M: Edificio Multifamiliar

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