EL TARDIGLACIAL EN EL REINO UNIDO / THE TARDIGLACIAL AT UNITED KINGDOM

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Descripción

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Resumen Hace un par de años iniciamos un novedoso proyecto de investigación que hemos titulado “El Tardiglaciar en el Reino Unido”, a raíz de nuestro descubrimiento del primer arte rupestre paleolítico británico. Vicky Cabrera fue la primera investigadora en España que tuvo conocimiento de este singular descubrimiento y siempre mostró un gran interés y entusiasmo por los sucesivos hallazgos. El mencionado trabajo incluye no sólo la prospección y documentación de estaciones con arte rupestre paleolítico, sino también establecer su contexto arqueológico y cultural. En este texto abordamos los principales rasgos geoarqueológicos de esta postrera ocupación paleolítica de las Islas Británicas, sin abordar en profundidad el tema del arte rupestre. Palabras claves: Arte Rupestre, Reino Unido, Tardiglaciar, industrias.

Abstract A couple of years ago we began a novel research project, that we have titled “The Late Glacial in the United Kingdom”, after our discovery of the first palaeolithic cave art in Britain. Vicky Cabrera was the first researcher in Spain to have knowledge of this important discovery and she has always showed a great interest and enthusiasm for the successive findings. This project include not only the search and documentation of new sites with cave art, but also their archaeological, geological and cultural context. In this text we approach the main geoarchaeological characteristics of this late palaeolithic occupation of the British Islands, without explaining the cave art. Keywords: Rock art, United Kingdom, Tardiglaciar, industries.

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José Manuel Maillo y Enrique Baquedano, eds. (2006). Miscelánea en homenaje a Victoria Cabrera. Zona Arqueológica, 7. Vol I: (578-593)

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El Tardiglaciar en el Reino Unido

Sergio Ripoll López y Francisco J. Muñoz Ibañez*

Introducción Es para nosotros un orgullo y un deber contribuir en este volumen en homenaje a la Dra. Victoria Cabrera “Vicky” no sólo por su relación profesional a lo largo de casi 20 años y por ser la directora de la tesis doctoral de uno de nosotros (S.R.) y una de casi 12 años con Francisco, sino por unos profundos lazos de amistad que se remontan aún más en tiempo. Su repentina pérdida ha supuesto un mazazo y tenemos un sentimiento complejo de desamparo por una parte y la necesidad de continuar su labor docente e investigadora. Teniendo en cuenta que el norte de Europa sólo se ocupó durante un breve espacio de tiempo al final del Pleistoceno Superior, se le puede considerar como un laboratorio al aire libre sobre la adaptación humana al medio. La arqueología prehistórica y sus ciencias anexas nos proporcionan una idea bastante precisa sobre el clima, fauna, flora y actividades antrópicas en esta fase final de la última glaciación. A pesar de la calidad y cantidad de las evidencias existentes, o precisamente a causa de ellas, nuestro conocimiento sobre el pasado inmediato de la zona septentrional del Viejo Continente está en un punto caracterizado por nuevas aportaciones y las subsiguientes revisiones y puestas al día. Las excavaciones llevadas a cabo a principios del siglo XX sentaron las bases para definir unas culturas cuyo fósil director es la punta de muesca e incluidos bajo el término global de

* Departamento de Prehistoria y Arqueología UNED. C/ Senda del Rey, nº 7, 28040 Madrid. [email protected]; [email protected]

Federmesser-gruppen. Así en 1920 S. Krukowski definió el Hamburguiense en las excavaciones de Swidry (Polonia). En 1926 D.A.E. Garrod caracterizó el Creswelliense a raíz de las excavaciones en Robin Hood’s Cave, Mother Grundy’s Parlour y en Gough’s Cave (Reino Unido) basándose en la presencia de las llamadas puntas de Creswell y las puntas de Cheddar. Las excavaciones en los años 40 realizadas por Alfred Rust en el yacimiento de Stellmoor (Alemania), fueron de gran importancia ya que proporcionaron la posibilidad de distinguir entre el Hamburguiense y el Ahrensburguiense. Esta similitud puede indicar unos movimientos relativamente complejos y/o interacciones entre uno o más grupos tardiglaciares (Street et alii 2001). Está arqueológicamente probada la presencia de recursos abióticos procedentes del sur del Rin en la zona Báltica. También está constatada la existencia en los yacimientos belgas de Trou de Chaleux y en la Grotte de Spy de conchas fósiles procedentes de la cuenca del Sena en la zona de París, lugar éste en donde se han documentado técnicas de descarnado similares a las que se aprecian en Bélgica (Charles 1998). Si la zona parisina y los yacimientos belgas pueden ponerse en relación así como el norte y el sur de Alemania, no existe ninguna razón para que la zona de Creswell distante unos 400 kilómetros, no se pueda relacionar con las culturas finipleistocenas del continente como parte integral de una geografía social compleja de los magdalenienses finales (Pettitt 2003). La existencia de algunas perlas de ámbar en Gough’s Cave (Cheddar) (Currant et alii 1989) que posiblemente tengan su origen en la zona báltica, es de gran importancia ya que pue-

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Fig. 5. Fotografía de R. Keene de Derby tomada en 1876 antes de las excavaciones de M. Mello en la cueva de Church Hole. Se aprecia la gran escombrera frente a la puerta de madera instalada en 1875.

La calcarenita, que en algunos casos adopta un aspecto de arenisca de grano muy fino, se fue depositando durante esta primera incursión marina. Las diferentes trasgresiones y regresiones fueron depositando sucesivos niveles de calcarenita junto con distintos eventos de drenaje freático. Finalmente durante el Terciario y el Cuaternario el entorno Permo-Triásico fue siendo progresivamente exhumado. Los afloramientos calizos en la parte central del Reino Unido no son muy abundantes y su desarrollo, salvo en determinadas zonas como los de Creswell Crags, es bastante escaso. La consistencia, orientación y buzamiento de los distintos afloramientos varía mucho incluso entre zonas relativamente próximas. Así en las áreas de Markland Grips, Pleasley Vale, Anston Stones y Lindick Vale, el buzamiento es horizontal y se han producido algunos movimientos geológicos que han fisurado y craquelado profundamente las superficies visibles impidiendo el desarrollo de cavidades profundas y permitiendo únicamente la formación de algunos abrigos de escasa profundidad como los de Dead Man’s Cave (Anston) o Ash Tree Cave (Clowne) ambos con ocupaciones finipleistocenas. Sin embargo existen otras zonas como el propio Creswell Crags (Creswell), Elmton and Whaley Valley o Langwith Vale, donde la calcarenita tiene una mayor consistencia y por lo tanto hay cavidades con un cierto desarrollo producido por la disolución de esta caliza friable, aunque con escasa presencia de espeleotemas. Estas cuevas fueron utilizadas por los cazadores-recolectores como lugares de habitación y entre ellas destacamos aquí las cavidades de Robin Hood’s Cave (Creswell), o Langwith Basset Cave (Upper Langwith) ambas con ocupaciones crewellienses. Por el contrario, existen otras zonas más hacia el norte como el Parque Nacional de Yorkshire Dales (Yorkshire) donde la caliza es mucho más consistente y metamorfizada permitiendo la existencia de cavidades profundas, con abundantes

Fig. 6. Punta de creswell hallada por J. Campbell en Robin Hood's Cave en el año 1969. La excavación se centró en una zona intacta de la boca oeste. Este útil en concreto está muy poco retocado. Está formado por una truncatura oblicua y un dorso con retoque abrupto. Formaba parte de un grupo de útiles que estaban asociados a un conjunto de restos faunísticos algunos de los cuales tenían abundantes marcas de descarnado. Éstos útiles toman su nombre de la zona en la que fueron hallados en primer lugar. Tiene 5,5 centímetros de longitud.

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espeleotemas y todavía muy activas geológicamente como pueden ser Victoria Cave, Albert Cave o Jubilee Cave cerca de Settle (Yorkshire) y que también presentan evidencias de ocupaciones creswellienses y/o mesolíticas. También hacia el Oeste del área de Creswell, en la zona del Parque Nacional del Peak Disctrict, hay cavidades con desarrollo como Suicide Cave, Poole’s Cavern con ocupaciones prehistóricas y otras de grandes dimensiones como Devil’s Arse (el trasero del Diablo), Speedwell Cavern o Treak Cliff Cavern, en la zona de Castelton, que carecen de ocupación antrópica. Las cuevas a las que vamos a hacer referencia en este texto, se encuentran en ambas zonas y por lo tanto el contexto geológico de las superficies rocosas susceptibles de contener manifestaciones artísticas, ya sean incisas o pintadas, es totalmente distinto, aunque en general se puede establecer un patrón mas o menos común ya que la roca soporte varía en función de su grado de metamorfización. El descubrimiento del arte rupestre en Creswell Crags, ha provocado un replanteamiento general de este Centro y Museo de Creswell y se va a edificar en breve un nuevo edificio capaz de albergar y reunir todos los materiales que actualmente están dispersos en diversos centros de investigación y museos.

Historia de la investigación La exploración arqueológica de la zona de Creswell puede sintetizarse en tres fases. En primer lugar los aficionados, fundamentalmente geólogos y religiosos en busca de restos de fauna pleistocena y antigüedades curiosas. En segundo lugar los pioneros de la arqueología con una escasa metodología y por último los trabajos llevados a cabo en los tiempos recientes. El interés arqueológico por la zona se inició a mediados del siglo XIX cuando en 1862 unos obreros que estaban excavando una zanja en el valle de Pleasley Vale Gorge (Pleasley), descubrieron por casualidad una cueva que contenía abundantes restos de fauna pleistocena. Este hallazgo despertó el interés del Dr. Ransom que en 1865 realizó el vaciado de la cueva que denominó como Yew Tree Cave. En la zona de Creswell las investigaciones comenzaron más o menos simultáneamente al descubrirse restos de fauna extinguida en la cueva de Pin Hole. Inmediatamente durante la década de 1870 se iniciaron varios trabajos por parte del Reverendo Magens Mello en Church Hole y en Robin Hood’s Cave en colaboración con Thomas Heath del Museo de Derby. Como ninguno de los dos tenían experiencia en faunas pleistocenas incorporaron al equipo al profesor George Busk del Royal College of Surgeons. En 1922 comienza esta nueva fase en la investigación de Creswell con la supervisión directa del Committee for the Archaeological Exploration of the Derbyshire Caves que formaba parte de la British Association for the Advancement of Science. Esta organización designó a Albert Leslie Armstrong como arqueólogo de campo junto a J.W. Jackson como paleontólogo, ade-

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más de otros miembros del equipo que controlaron férreamente la arqueología del Derbyshire desde 1923 hasta la muerte de Armstrong en 1958 en que se disolvió el equipo. A partir de 1923 y hasta 1936 Armstrong excavó en Mother Grundy’s Parlour (Armstrong 1923) y Pin Hole simultáneamente, Pero también simultaneó otras excavaciones en la zona como en Markland Grips, Hollinhill Grips, Whaley Valley o en Ash Tree Cave. La famosa arqueóloga británica Dorothy Garrod participó en varias campañas de excavación de Mother Grundy’s Parlour y en 1926 definió tipológica y culturalmente el horizonte cultural Creswelliense a partir de las series industriales de estos yacimientos (Garrod 1926). A la muerte de Armstrong los trabajos continuaron en Ash Tree Cave bajo la supervisión de Derrick Riley, mientras que Charles McBurney continuaba la excavación de la boca de Mother Grundy’s Parlour. Con la intervención de J. Campbell a finales de los años 1960 se inicia la última fase de la investigación arqueológica de Creswell hasta el momento. La nueva metodología aplicando una recogida y un registro bastante exhaustivo de casi todos los elementos hallados en la excavación utilizada en algunas zonas intactas de Mother Grundy’s Parlour y de Robin Hood’s Cave, le permitió redactar la primera síntesis más o menos completa del registro arqueológico de los Creswell Crags (Campbell 1971) y constituyó su tesis doctoral. Posteriormente se publicó con el titulo The Upper Palaeolithic of Britain: a study of man in the late Ice Age (Campbell 1977). S. Collcut, alumno aventajado de Campbell, siguiendo sus indicaciones, continuó su trabajo abordando en 1974 un proyecto de correlación de los distintos datos estratigráficos y cronológicos de las distintas cavidades excavadas a lo largo de casi un siglo en Creswell y en las zonas aledañas. Este ingente trabajo nunca vio la luz y el original se perdió en la burocracia de la Universidad de Edimburgo. A finales de los años 70 un nuevo equipo dirigido por R. Jenkinson de la Universidad de Cambridge, inició un nuevo proyecto que con una metodología muy avanzada en diversas cavidades ce Creswell Crags. Pero fundamentalmente se centró en la excavación sistemática de Dog Hole Fissure (Jenkinson et alii 1982) y la de un retazo conservado en Pin Hole entre 1984 y 1989, así como las pequeñas cavidades C-22 y C.23 (Jenkinson 1979). El equipo de investigación interdisciplinar llevó a cabo análisis y datación de espeleotemas (Rowe 1986), análisis de polen (Coles 1988), sedimentología (Griffin 1989), prospecciones geofísicas (Samson y Jenkinson 1979).

El Creswelliense El problema de la presencia humana en el Reino Unido durante el máximo glaciar y su posterior retirada progresiva, es todavía hoy motivo de numerosas discusiones. ¿Antes de ese momento, estaba ya el hombre en la zona occidental del continente europeo? ¿De ser así cual fue la frecuencia y duración de estas ocupaciones?

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Fig. 7. Anverso y reverso de una punta de cheddar encontrada por Magens Mello en 1875 en la cueva de Robin Hood. En este caso el borde retocado es el derecho, mientras que el izquierdo también muestra abundante huellas de uso. Como ya se ha explicado en otro punto, este tipo de útiles son considerados como los fósiles directores que caracterizan el Paleolítico Superior final de las Islas Británicas. 4,5 centímetros de longitud.

Para el Paleolítico Superior medio inglés contamos con una fecha de 18.460 ± 340 B.P. (BM-374) obtenida a partir de muestras tomadas en la tibia y el fémur de un hombre joven, llamado Paviland I, enterrado en la cueva de Goat Hole (Gower, País de Gales) (Baker et alii, 1969). Según la descripción que se hacía de esta inhumación, el esqueleto estaba acompañado por varillas y aros de marfil de mamut así como colgantes de conchas y aparecía recubierto de ocre rojo (Buckland, 1924). Por lo tanto es verosímil que la cueva fuera frecuentada antes del 18.000 B.P. y su ocupación se habría prolongado a lo largo del Paleolítico Superior. De cualquier forma la mayoría de los investigadores británicos dudan en cuanto a la antigüedad de esta fecha no sólo por los numerosos prejuicios y dudas que subsisten en cuanto a la capacidad de los hombre prehistóricos para hacer frente a un medio periglaciar (Campbell, 1986) sino por la imposibilidad de integrar este hallazgo en un contexto local y regional. Las únicas evidencias tipológicas existentes (Jacobi, 1980) confirman una presencia humana antes del 26.000 B.P. y sólo después del 13.000 B.P. constituyendo el lapso de tiempo entre ambas fechas el denominado Estadio frío de Dimlington (Rose, 1985).

Los tipos de útiles usados para definir los límites de esta aparente ausencia de presencia humana aportan importantes datos tipológicos y por tanto cronológicos. Sin embargo, cuando se analizan los conjuntos en su totalidad y se les compara con otras series industriales de otras zonas próximas del continente, contemporáneas de este estadio frío, el aparente vacío poblacional es menos evidente. Kents Cavern (Devon), en el sur de Inglaterra, es uno de los pocos yacimientos por no decir el único conocido hasta el momento, que ha proporcionado una serie industrial suficientemente amplia por debajo del nivel claramente encuadrable en el Creswelliense. Este conjunto poco habitual en el Paleolítico Superior británico ya que está realizado fundamentalmente en sílex de mala calidad y caliza de grano fino, está compuesto por raspadores cortos, raederas convexas, buriles sobre truncatura, buriles busqué, 11 puntas con retoque invasor de las que 1 es bifacial y una única pieza de aspecto bretón con un ligero dorso. Sin embargo es evidente que no existen hojas u hojitas de dorso abrupto, ni tampoco algún útil que pudiera ser considerado característico del horizonte cultural auriñaciense. Pero la datación radiocarbónica con la que contamos actualmente de 14.140 ± 110 B.P. (OXA-2845) para este estrato, junto con la composición tipológica nos hace pensar en una ocupación atribuible al Solutrense final o bien al Magdaleniense inicial (Jacobi 1999). Según la mayoría de los investigadores británicos, es que si hubo una presencia humana en Inglaterra durante el Tardiglaciar, anterior al 13.000 B.P. esta debió de ser de carácter esporádico y no se puede generalizar una distribución por todo este territorio. Por otra parte hay que tener en cuenta que se trata de la parte más meridional de las islas y que entonces el territorio de la bretaña francesa no estaba muy alejado (Charles y Jacobi 1994). El Paleolítico Superior final de la Islas Británicas no tiene una amplia distribución, ni tampoco unas ocupaciones extensa ni prolongadas. Se trata de hallazgos dispersos y en total constituyen unos 150 sitios. Los más septentrionales están en Lindale Low Cave en Cumbria y Wensley Dale en el North Yorkshire. Algunas consideraciones de tipo biológico como es el ADN humano sugieren que Irlanda ya era una isla y a pesar de la supuesta capacidad de estas gentes para navegar, no se llegó a ocupar durante el Pleistoceno final (Jacobi 1987). El número de yacimientos antes descrito no incluye los numerosos descubrimientos de enormes hojas o grandes núcleos de sílex hallados de forma dispersa en diversos lugares y que según algunos investigadores deben de encuadrarse en la fase inicial del Holoceno (Barton 1991). Una de cada tres estaciones se corresponde con una ocupación en cueva, hecho que refuerza la propuesta de repoblación del territorio que veíamos en el primer apartado. En Escocia no se conoce ningún yacimiento, pero tampoco hay una razón para que no los haya. Durante esta época el hielo se había retirado casi completamente y al sur de la frontera entre Escocia e Inglaterra las estaciones supero-paleolíticas aparecen in-

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TAB LA 1: Relación de dataciones radiocarbónicas del Tardiglaciar del Norte del Viejo Continente. HAMBURGUIENSE

Polonia Alemania

ARHENSBURGUIENSE

Bélgica Holanda

MAGDALENIENSE

Bélgica

CRESWELLIENSE

Inglaterra

Olbrachciçe Olbrachciçe Poggenwisch Poggenwisch Poggenwisch Poggenwisch Stellmoor Meiendorf Meiendorf Meiendorf Remouchamps Budel Leende Trou de Chaleux Trou de Chaleux Bomal

Kents Cavern Kents Cavern Sun Hole Sun Hole Avelines Hole Pin Hole Pin Hole Robin Hood's Robin Hood's Robin Hood's Robin Hood's Robin Hood's Robin Hood's Church Hole Mother Grundy's Mother Grundy's Mother Grundy's Mother Grundy's Mother Grundy's Gough's Cave Gough's Cave Gough's Cave Gough's Cave Gough's Cave

12.685 ± 235 B.P. 12.800 ± 240 B.P. 12.980 ± 370 B.P. 12.850 ± 500 B.P. 13.050 ± 270 B.P. 11.750 ± 200 B.P. 12.450 ± 200 B.P. 11.870 ± 200 B.P. 12.300 ± 300 B.P. 12.000 ± 300 B.P. 10.380 ± 170 B.P. 11.070 ± 90 B.P. 11.020 ± 230B.P. 12.710 ± 150 B.P. 12.370 ± 170 B.P. 12.990 ± 140 B.P. 12.400 ± 110 B.P. 12.150 ± 150 B.P. 12.320 ± 130 B.P. 12.180 ±100 B.P. 12.210 ± 160 B.P. 12.378 ± 150 B.P. 12.380 ± 130 B.P. 12.350 ± 120 B.P. 12.510 ± 110 B.P. 12.290 ± 120 B.P. 12.340 ± 120 B.P. 12.420 ± 200 B.P. 12.450 ± 150 B.P. 12.480 ± 170 B.P. 12.600 ± 170 B.P. 12.110 ± 120 B.P. 12.040 ± 80 B.P. 12.170 ± 80 B.P. 12.280 ± 110 B.P. 12.340 ± 110 B.P. 12.540 ± 140 B.P. 12.800 ± 170 B.P. 12.940 ± 140 B.P. 12.670 ± 120 B.P. 12.650 ± 120 B.P. 12.570 ± 120 B.P.

mediatamente. Posiblemente se deba a una laguna de investigación o a la inexistencia de equipos interesados en este período. La mayor parte de los descubrimientos son anteriores a 1950 y por lo tanto la metodología e integridad de los materiales no es muy evidente. Posiblemente uno de los mayores logros alcanzados en los últimos años ha sido el conseguir una cronología objetiva para justificar la presencia humana en Inglaterra y que no se podría haber realizado sin la tecnología que proporciona el análisis por AMS. La fecha más antigua para el Paleolítico Superior reciente inglés es de 12.940 ± 140 B.P.(OxA 3413), procedente de Gough’s Cave, de lo que se deduce que no hay una clara confirmación de la presencia humana en este territorio anterior al 13.000 B.P.

H.136-116 H.32-118c H.31-67 W.271 W. 261 W.281 H.38 H.38 GrN1059 GrN1687 GrN 603 Lv. 1136 Lv.1568 Lv. 1569 Lv. 1570 Lv. 1571 OxA 1789 GrN 6204 OxA 535 OxA 536 OxA 1121 OxA 1467 OxA 3404 OxA 1670 OxA 3415 OxA 1617 OxA 1619 OxA 1618 OxA 1616 OxA 4108 OxA 6666 OxA 8739 OxA 5698 OxA 3400 OxA 4102 OxA 466 OxA3413 OxA 4106 OxA 3411 OxA 3414

El Creswelliense combina las típicas puntas trapezoidales con el dorso abrupto y con retoque en al menos dos bordes que se denominaron como puntas de creswell, junto con raederas convexas, buriles sobre truncatura, hojas con retoque distal en eperon y perforadores, algunos de tipo zinken. Dorothy Garrod en su obra de 1926 The Upper Palaeolithic age in Britain, describía la punta creswelliense: «como un tipo de útil semigeométrico que podría tener su origen en la punta de la Gravette y cuya principal característica es que tiene la forma de un trapecio alargado».

Posteriormente (Bohmers 1956) estos mismos útiles, retocados en tres bordes fueron clasificados como puntas de cheddar:

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Fig. 8: Conjunto de útiles encontrados por A.L. Armstrong en 1923 en la cueva de Mother Grundy's Parlour. Esta serie caracteriza el momento final del Paleolítico Superior en el Reino Unido y supone una fase posterior a los niveles con puntas de creswell y puntas de cheddar, con una cronología entre 12.000 y 11.000 B.P. En la fila superior se aprecian cuatro Penknife's Points cuya originalidad es la de tener un dorso convexo retocado abruptamente y en la base una truncatura oblicua para facilitar el enmangue. En la parte inferior se distinguen tres raspadores unguiformes de pequeñas dimensiones. La punta más grande tiene 3,8 centímetros de longitud.

«son hojas largas, estrechas de forma trapezoidal con el extremo distal apuntado y que tienen retocado con retoque abrupto por lo menos tres bordes».

Como elemento tardío aparecen otras puntas más pequeñas conocidas como Penknife Points que se pueden paralelizar con las puntas azilienses de base retocada (Célerier 1979). La diversidad de formas que presentan estas hojas trapezoidales no deberían de considerarse tipos diferentes sino una respuesta tecnológica a unas necesidades cinegéticas. Su utilización debía de ser similar a las puntas de muesca solutrenses (Muñoz 1999) o a las hojitas de dorso magdalenienses (Rozoy 1989). Si tienen todo el dorso retocado de les denomina como punta creswelliense o punta de cheddar, pero si este dorso está retocado sólo parcialmente entonces se engloba como punta de muesca. En algunas estaciones en las que aparecen juntas ambos tipos de puntas, la forma dominante es siempre la punta de Creswell incluso en los yacimientos de Creswell Crags (Jacobi 1991). Pero la variabilidad de los conjuntos industriales hallados en diferentes estaciones en los últimos tiempos, con una metodología arqueológica mucho más depurada, muestran que estos tipos de útiles usados como “fósiles directores” durante mucho tiempo para caracterizar el Paleolítico Superior final del Reino Unido, ya no se sostiene y hay que someterlo a una profunda revisión. Las excavaciones, fundamentalmente en Mace (Hengistbury Heat, Dorset) (Bergman y Barton 1986) han proporcionado una serie industrial muy amplia en la que destacan 28 hojas con retoque abrupto, simple y directo sobre uno de

Fig. 9: Anverso de la costilla con la representación de caballo procedente de Robin Hood's Cave. Ambas caras de este resto óseo, del que no puede identificarse la especie de la que procede, están pulidos posiblemente por su uso personal o por su transporte. El grabado muestra claramente un protomos de équido dispuesto hacia la derecha. Tanto el ojo como el ollar están perfectamente representados y la crinera está realizada a base de cortas incisiones paralelas. Otras tres incisiones describen la línea cérvico-dorsal y también se insinúa la pata delantera. Superpuestas a la figura naturalista se aprecian numerosos trazos inconexos, hecho habitual en otros objetos de arte mueble hallados en el continente. El reverso esta totalmente cubierto de incisiones que no configuran ninguna representación. El aspecto rojizo de los surcos se debe a que toda la pieza fue frotada con ocre rojo, quizás para hacer más visibles los trazos. La parte derecha fue recortada deliberadamente, mientras que la izquierda se debe a una fractura fortuita. Esta pieza se conserva en el British Museum. 7,4 centímetros de longitud.

los bordes exclusivamente. Este tipo de útiles difiere bastante de las puntas trapezoidales de creswell y en las que D. Garrod baso su definición cultural. Asociados a los conjunto líticos, aparecen una rica industria ósea en hueso, asta o marfil de mamut. Destacan las agujas, varillas, azagayas, arpones y bastones de mando.

El arte mueble En Julio de 1876 M. Mello encontró en Robin Hood’s Cave el primer objeto de arte mueble que Dawkins (1877) describe así: «se encontró un pequeño fragmento de costilla con una figura incisa de caballo. Es la primera vez que se descubre la figura de un animal como este en nuestro país. El hueso está alisado por las dos caras y está roto en ambos extremos pero se distinguen los cuartos delanteros de un équido. La cabeza está representada con las ventanas de la nariz (sic), la boca y el cuello cuidadosamente dibujados. La crinera está también representada».

Inmediatamente lo compararon con objetos muebles con representaciones de caballos de Época Glacial que se conocían en el Perigord francés y en el yacimiento suizo de Kesslerloch. Hay que reconocer que no estuvo excesivamente errado y concluía que «los cazadores de Creswell eran los mismos que los que habitaban en el continente». Sin embargo su descubrimiento y autenticidad fueron seriamente cuestionados principalmente por T. Heat que tenía serias dudas sobre el objeto de arte mueble y un diente de Machairodus

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(gran escualo), supuestamente encontrado por Dawkins unos días después en la misma cueva, e insinuaba que tanto el hueso grabado como la pieza dentaria habían sido traídas de otro lugar y fueron introducidas en la cueva de Robin Hood por alguien. El hallazgo de las dos piezas se produjo con 4 días de diferencia y en los dos casos fueron encontrados por Mello y por Dawkins cuando estaban solos en el interior de la cueva y sorprendentemente aparecieron a escasos centímetros de la superficie del suelo actual. Se da la circunstancia además, que estas dos piezas estaban totalmente secas y tenían una coloración muy distinta al resto de los 8.000 fragmentos de fauna hallados entre las campañas de 1876 y 1878. En 1924 W.J. Sollas publicó en su obra Ancient Hunters and their modern representatives, que «en todas las estaciones paleolíticas de Inglaterra hay una ausencia singular de cualquier tentativa de arte. El caballo grabado de Creswell, estoy seguro que es una falsificación introducido en la cueva por una persona con pocos escrúpulos».

Este escrito echaba por tierra la autenticidad de la única obra de arte mueble hallada en el Reino Unido. Dawkins (1925) reaccionó violentamente a esta publicación descalificando toda la obra y dando la primicia de dos nuevos descubrimientos de arte mueble que representaban un reno y un bisonte y habían sido encontrados por A.L. Armstrong. Estos objetos confirmaban por sí mismos la autenticidad de la pieza decorada encontrada en 1876. Estos nuevos descubrimientos fueron realizados en junio y octubre de 1924 por A.L. Armstrong y G.A. Graffit en la cueva de Mother Grundy’s Parlour. El 22 de diciembre de ese mismo año en el periódico The Times estos dos investigadores explicaban que «entre los abundantes útiles de hueso y de sílex habían encontrado un fragmento óseo con una representación muy realista de un reno y otro con parte de la cabeza de un bisonte, además de otro resto demasiado fragmentario para poder identificar ninguna representación animal».

En la publicación de Armstrong de 1925 se ven las fotografías de estos tres objetos. El reno está bastante claro dado que el contorno esta resaltado en la foto en blanco y en general está bastante mal representado. El bisonte, también dibujado en la foto sobre los supuestos trazos incisos tiene la cabeza en una posición inverosímil y no se ajusta a ninguna otra representación de este tipo de animales en el arte mueble ni tampoco en el parietal. En esta publicación Armstrong identifica en el tercer fragmento una cabeza de rinoceronte y la compara con otras representaciones halladas en Francia. Sollas mostró de nuevo sus dudas sobre la autenticidad de estas figuras aduciendo que se trataba de surcos hechos por raíces. Varios investigadores entre los que se encontraban el abate Henri Breuil y Dorothy Garrod tuvieron la oportunidad de contemplar las fotos de estos objetos, no los originales y concluyeron

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«que el reno había sido realizado por el hombre. El bisonte es absolutamente dudoso y sin duda se debe a la acción de una raíz. En cuanto al rinoceronte, al menos una línea del cuerno está grabada mientras que el resto es dudoso».

Hasta ese momento la única acusación que se le podía hacer a Armstrong era la de un excesivo optimismo y una interpretación muy forzada de los trazos. Pocos años después, en 1928, durante las excavaciones de Armstrong en Pin Hole Cave, éste encontró el famoso antropomorfo de Pin Hole. Se trata de un grabado sobre una costilla que su descubridor interpretó como «un humano enmascarado durante el acto de bailar una danza ceremonial». Este elemento de arte mueble se identificó durante los trabajos de gabinete ya que toda la pieza estaba cubierta por una fina película estalagmítica que «fue retirada con una solución ácida». Hasta aquí todo es correcto, pero en esta misma época Armstrong estuvo implicado en otro lamentable suceso da falsificación en las minas neolíticas de Mugres the Tombs (Nottinghamshire), que entonces se encuadraban en el Paleolítico Superior. En el córtex exterior de dos de los nódulos exhumados identificó sendas figuras de un alce y una cierva finamente grabados en la blanda caliza. Los paralelizó con los que el mismo había encontrado en Creswell y con otros del continente. Pero este yacimiento tuvo su punto culminante de los escándalos cuando en 1939 se encontró la famosa Chalk Venus of Mugres (la venus de tiza), toscamente tallada en un bloque de yeso en el que se apreciaban perfectamente las estrías del útil metálico que se había utilizado para tallar la escultura. No se sabe quien introdujo esta falsificación pero parece que el que lo hizo fue para afianzar la cronología paleolítica del yacimiento. Esta serie de burdas supercherías, realizadas consciente o inconscientemente cuestionan la validez de los trabajos de Armstrong y su equipo, por lo menos en lo referente al arte mueble y su interpretación, en los diversos lugares en los que trabajaron. Recientemente durante el congreso organizado por nosotros con el título Creswell Art in European Context y celebrado en abril de 2004 en Creswell la Dra. Jill Cook del Department of Prehistory & Europe, The British Museum, presentó una ponencia sobre Aspects of Late Upper Palaeolithic art, en la que hizo una análisis exhaustivo de las dos piezas halladas en Creswell Crags. Respecto al antropomorfo ictifálico de Pin Hole, después de someter el objeto a un minucioso análisis con el microscopio de barrido, pudo comprobar que la mayor parte de los supuestos trazos eran en realidad incisiones naturales de raíces que habían sido repintadas, profundizadas y completadas con una mina dura de un lápiz de grafito. Se han tomado unas muestras para analizar exactamente la composición (Cook en prensa). Como se puede comprobar a través de las páginas anteriores actualmente existen serias dudas sobre la autenticidad del arte mueble del Reino Unido. Nosotros pensamos que en el caso de caballo de Robin Hood’s Cave, no se trata de una falsificación sino de una introducción de material exógeno probablemente

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TAB LA 2: Relación de representaciones identificadas en Creswell Crags. E SPECI E Équidos Hemión Úrsidos Aves Bisontes Bóvidos - uros Cérvidos Cánidos Signos Ideomorfos Vulvas Cuadrúpedos indeterminados Trazos indeterminados TOTAL

Nº 105 1 17 8 8 6 13 2 11

% 48,8% 0,46% 7,9% 3,7% 3,7% 2,7% 6,0% 0,9% 5,11%

11 20

5,11% 9,3%

13

6,0

% A CU M U LADO 49,3%

6,5%

215

de un yacimiento solutrense francés. Tenemos que situarnos a finales del siglo XIX, cuando el intercambio de objetos de arte entre excavadores era una práctica habitual. El estilo del caballo con el belfo caído en una ligera forma de pico de pato, el ollar muy marcado y la crinera hirsuta hacia delante, nos induce a pensar que pueda tratarse de una representación anterior a las ocupaciones documentadas en Creswell Crags.

El arte rupestre de Creswell Crags El arte rupestre paleolítico es un fenómeno generalizado en prácticamente todo el viejo continente, fundamentalmente en el Sudoeste de Europa, salvo en determinadas zonas en las que por varias circunstancias está ausente. La principal causa de esta ausencia parece que es a la existencia de unas condiciones climáticas adversas. En otros casos se debe a la inexistencia de cavidades kársticas, pero en esta ocasión, la ausencia de arte parietal se ve suplida por abundantes hallazgos de arte mobiliar. Por último hay otras zonas como las Islas Británicas en donde a pesar de haber abundantes cavidades con mayor o menor desarrollo, en la zona no ocupada por el hielo, no se conocían representaciones de arte pleistoceno. En 1912 el abate Henri Breuil visitó con Sollas un par de cuevas en el sur de Gales y creyó haber encontrado una serie de líneas rojas que podían ser paleolíticas en la cueva de Bacon Hole cerca de Paviland. Este hallazgo, posteriormente se demostró que era falso ya que se trataba de pintura moderna. Únicamente se publicó en la introducción de la obra 400 Siécles d’art Paléolithique. El texto dice así: «En Angleterre méridionale, on se souviendrá de quelques recherches faites par le professeur Sollas et moi au nord du Bristol Channel en 1912. Elles n’avaient abouti qu’ a la découverte de quelques bandes rouges parallèlles dont une grotte littorales à l’est du Paviland…»

Durante bastantes años junto con P. Bahn nos planteamos con extrañeza de la ausencia de arte rupestre paleolítico en el Reino Unido y en repetidas ocasiones hablamos sobre la posibilidad de buscarlo, pero esta circunstancia quedó siempre como un proyecto de futuro hasta finales de 2002 cuando P. Pettitt se convirtió en el catalizador para llevar adelante el “Proyecto Británico”. El 14 de abril los tres, acompañados por G. Reinert, decidimos empezar la búsqueda en el conjunto de Creswell Crags, por ser uno de los lugares donde en el pasado, como ya se ha explicado anteriormente, se habían encontrado los únicos elementos de arte mueble de Gran Bretaña. Para ello P. Pettitt se puso en contacto con N. Mills e I. Wall del Centro de Interpretación y Museo de Creswell Crags que nos autorizaron a revisar las paredes de las distintas cuevas del conjunto. Partiendo de la idea de que parecía poco probable que existiera algún tipo de representación pintada, nos centramos en los grabados que generalmente son más difíciles de ver y por lo tanto de encontrar. Por otro lado teníamos muy presente que todas estas cavidades ya habían sido estudiadas por prestigiosos investigadores durante casi un siglo y medio. En primer lugar estuvimos en Robin Hood’s Cave, en el lado Norte del desfiladero. En esta cavidad donde se había encontrado el fragmento de costilla con una representación de caballo pensábamos que podía ser el lugar idóneo para encontrar arte rupestre paleolítico dada su orientación hacia el sur, su proximidad al río Meadow y las espaciosas salas. Pero enseguida vimos que prácticamente todas las superficies accesibles estaban profundamente alteradas por cientos de graffitis que visitantes incontrolados dejaron a lo largo de varios siglos con un afán de inmortalizarse inútilmente sobre unas paredes que sin duda contuvieron manifestaciones naturalistas. Únicamente un trazo parecía poseer las características pleistocenas pero era muy fragmentario. La siguiente cavidad a la que nos acompaño B. Chambers, una de las personas que mejor conoce el barranco, fue la situada a la derecha de la anterior y que se conoce como Mother Grundy’s Parlour (La sala de estar de Mamá Grundy). Las paredes de este abrigo profundo con una pequeña galería están bastante alteradas por líquenes, algas y diatomeas, pero la parte del techo, más protegida de la luz y las inclemencias del tiempo parecía presentar un mejor estado de conservación. En la pared izquierda de la pequeña galería identificamos un pequeño grabado que provisionalmente, dada la escasa iluminación con la que contábamos, identificamos como un caballo grabado, pero como se verá luego esta afirmación ha sido rectificada durante el estudio posterior. Algo más animados, pero con muchas dudas respecto a la autenticidad de esta representación, visitamos la cueva de Church Hole en el lado Sur de los acantilados y con la boca orientada hacia el norte. Esta cavidad de unos 75 metros de recorrido también poseía un relleno creswelliense. Al ir penetrando en la espelunca, vimos algunas incisiones en algunas superficies que en general estaban mucho menos alteradas por graffiti. Pero no

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binado con grabados y/o pintura. Tecnológicamente tiene una gran significación el aprovechamiento natural de las superficies pétreas resaltando con determinados elementos como pueden ser el ojo, oreja u ollar y en algunos casos modificando el propio soporte para adaptarlo a la silueta deseada. En Creswell Crags la mayor parte de la figuras están grabadas (188) (90,38%) pero a continuación aparece con un porcentaje significativo las figuras realizadas solamente mediante el bajorrelieve ligero (10) (5,76%). Con un menor índice, pero muy importante están los que combinan ésta técnica del bajorrelieve ligero con el grabado (6) (2,88%), con el bajorrelieve simple (1) (0,4%) o con la pintura (1) (0,4%). De forma conjunta las manifestaciones confeccionadas con bajorrelieve ligero o combinado, de forma conjunta (20) supone que esta metodología característica del arte paleolítico británico supone un 9,61%. La ubicación en el techo de la cueva de casi el 50% de las figuras con abundantes bajorrelieves o bajorrelieves ligeros, la convierte en un yacimiento único por la cantidad de manifestaciones en este tipo de superficies. Los bajorrelieves son un tipo de representaciones poco abundantes en el arte rupestre paleolítico y únicamente existen un par de estaciones que los tengan en el techo como pueden ser el Abri du Poisson o el Abri Pataud en Les Eyzies en Francia. Como hemos podido ver a través de las páginas de este texto, Creswell Crags es sin duda uno de los enclaves más importantes del Pleistoceno final inglés y un conjunto de estaciones que por sus particulares características microclimáticas fueron frecuentadas como lugar de habitación y refugio desde el hombre de neandertal hasta el hombre anatómicamente moderno. Estas gargantas atravesadas por el pequeño río Meadow, con un caudal escaso pero continuo, junto a las condiciones medioamientales, proporcionaba una fuente de aprovisionamiento de recursos piscícolas. Como remanso climático sin duda atraía a rebaños de mamíferos que acudían a abrevar y que por tanto eran susceptibles de ser cazados. Las numerosas fuentes de materia prima, fundamentalmente sílex de muy buena calidad, tuvo seguramente una importancia en la captación de recursos abióticos. En el marco del proyecto de investigación hemos planteado a las autoridades responsables de la arqueología, la urgente necesidad de llevar a cabo nuevas excavaciones con una metodología puntera. Tanto en la boca de la cueva de Church Hole como en la de Robin Hood, aparte de las grandes terreras revueltas, quedan amplios retazos de sedimento intacto protegido por las viseras exteriores y que en la época victoriana apenas se tocaron. Las excavaciones sistemáticas con un gran equipo interdisciplinar constituyen una de las grandes bazas para resolver algunos de los problemas que se plantean en el Paleolítico Superior del Reino Unido. Estas excavaciones junto con las prospecciones y estudios sistemáticos de otras cavidades susceptibles de contener representaciones artísticas paleolíticas que vamos a desarrollar en los próximos años, sin duda aportarán una nueva luz a este período cultural.

Nota: Las fotografías 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 12 son cortesía del Centro y Museo de Creswell Crags. El resto son de S Ripoll.

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