El patrimonio y las personas: símbolos e identidad cultural como elementos claves para la educación

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Título: El patrimonio y las personas: símbolos e identidad cultural como elementos claves para la educación. 1 Nombre y apellidos de los autores: Inmaculada López Cruz José María Cuenca López Palabras clave: Patrimonio, símbolos, identidad cultural, Educación patrimonial. Línea temática: 3. Proyectos de innovación educativa en el ámbito formal. Eje 2: Vínculos entre las personas y el patrimonio / Les liens entre les personnes et le patrimoine Objetivos: -Reflexionar acerca de la visión del patrimonio y los posibles valores que le otorga la sociedad. -Comunicar una visión del patrimonio basada en el valor social y las relaciones identitarias entre las personas y el patrimonio. -Difundir una visión holística del patrimonio destacando su valor simbólico identitario, que establece el protagonismo en la relación de las personas con lo patrimonial y no sólo en el elemento en sí mismo, que se relacione con una educación patrimonial deseable. Índice: 1. Reflexiones sobre el concepto de patrimonio. Definición del Patrimonio en función del valor. 2. Valores otorgados al patrimonio por la sociedad. El valor simbólico identitario. 3. Visión del patrimonio cercana a un sentimiento. La educación patrimonial. 4. Conclusión. 5. Referencias bibliográficas.

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Publicado en Fontal, O., Ibáñez, A. y Martín, L. (coords.) (2014). Actas del II Congreso Internacional de Educación Patrimonial. MECD-OEPE, Madrid.

1. Reflexiones sobre el concepto de patrimonio. Definición del Patrimonio en función del valor. Esta comunicación parte de las reflexiones realizadas en el marco teórico y conclusiones de la tesis doctoral La educación patrimonial análisis del tratamiento didáctico en los libros de texto de CCSS (López Cruz, 2014) que se ha llevado a cabo en el seno del proyecyo I+D+i aprobado en la convocatoria de 2008 del Plan Nacional de Investigación y que lleva por título El patrimonio y su enseñanza: análisis de recursos y materiales para una propuesta integrada de Educación Patrimonial. Consideramos de gran interés aportar nuestra visión del patrimonio cercana a un sentimiento, entendida como el valor que le otorga la sociedad a los elementos patrimoniales y en este sentido, cómo se transforman en símbolo de las diferentes culturas pasadas o presentes y como elemento identitario de una determinada cultura. Entendemos que el patrimonio está relacionado no tanto con los elementos en sí (como material), sino con el valor que le otorgan las personas que lo identifican como tal, y su relación con la sociedad. En este sentido, abordamos el concepto de patrimonio desde una perspectiva sistémica, integradora y compleja, donde los referentes patrimoniales se articulan como un único hecho sociocultural constituido de manera holística, por diversas manifestaciones de carácter histórico, artístico, etnológico, científico-tecnológico y natural, que en conjunción permiten el conocimiento integral de las diferentes sociedades tanto del pasado como del presente, dando lugar a estructuras de identidad que se convierten en símbolos culturales, en función de que la sociedad le haya otorgado un valor, sin tener porqué coincidir con un reconocimiento legal (Estepa y Cuenca, 2006; López Cruz, 2014, Cuenca y López Cruz, 2014). Entre las numerosas definiciones y posicionamientos acerca de qué entendemos por patrimonio, queremos destacar una que no sea restrictiva, más allá de las propias derivadas de las disciplinas de estudio que suelen mostrar adjetivos que acompañen al término, como patrimonio histórico, artístico, natural, científico, etc., en las que no se aprecia su importancia como creación social y símbolo e identidad de las diferentes culturas (López Cruz, 2013) Tras analizar diferentes concepciones de patrimonio, nos parece muy acertada, aunque desde nuestro punto de vista requiera de una serie de matizaciones y aclaraciones, la definición que ha realizado Hernández Cardona (2005) acerca del concepto de patrimonio. Establece que cualquier elemento puede ser considerado como patrimonio siempre que sea reconocido como tal, siempre que la sociedad le atribuya un valor. Esta definición posee un carácter global, lejos de calificativos excluyentes, pareciéndonos acertada si consideramos que cualquier elemento,

tanto material como inmaterial, puede ser considerado patrimonial, siempre que la sociedad le atribuya un valor. En esta línea se encuentra la visión de Fontal (2003: 35) que establece que el patrimonio está integrado por un conjunto de bienes y valores. Esta visión es asumida y ampliada por Gómez Redondo (2013:33) que entiende el concepto de patrimonio, como vínculo entre objeto y sujeto (Fontal, 2008), siendo el valor patrimonial el vínculo que existe entre el individuo y el elemento patrimonial. Estos vínculos son a lo que nos referimos como valores, atribuidos al patrimonio para que sean considerados patrimoniales, convirtiéndose en símbolos de las diferentes culturas presentes o pasadas y elemento de identidad cultural. En el ámbito de la Educación patrimonial, promovemos la identidad patrimonial, como elemento de unión de las diferentes culturas, que fomente la interculturalidad y el respeto a los elementos patrimoniales que son símbolos, o con los que se identifican tanto nuestra cultura como la ajena, siendo elemento clave para el estudio de las CCSS si recibe un tratamiento didáctico desde una perspectiva innovadora, transdisciplinar y sociocrítica, en la línea que se indica en el tercer punto de este trabajo.

2. Valores otorgados al patrimonio por la sociedad. El valor simbólico identitario.

Entendemos el patrimonio como una construcción social que se establece en función al valor que le otorga la sociedad en base a unos criterios. Estos valores asignados parten de los expuestos por Ballart (2001), por Hernández-Cardona (2005) y Fontal (2003). En este sentido, queremos hacer una breve reflexión que sintetice los posibles valores que la sociedad atribuye para que un elemento sea patrimonial (López Cruz, 2013). El valor formal, está relacionado con las características inherentes del bien, tanto por su valor estético, como por los materiales empleados. Hay ciertos elementos que poseen una gran belleza y estarían muy relacionados con la estética y el arte, a los que se les considera valioso, porque son bellos, agradable a los sentidos, relacionados con el ideal de belleza clásico, herederos del arte grecolatino y el gusto por la armonía. En cambo, hay ciertos periodos históricos, que aunque reconocidos como tal, no son valorados por la mayoría de la sociedad porque no se incluyen en el canon de belleza ideal y estético, sino que buscan lo contrario, lo grotesco como Los Bufones de Velázquez, o La mujer Barbuda de Ribera, o el cubismo o expresionismo que transforman la realidad. En este sentido, pero extrapolado al mundo natural, también se valora la belleza del paisaje o del territorio, que sea agradable a los sentidos, más que un paisaje árido o deshabitado.

Valor de uso o en función a su utilidad. A un elemento material o inmaterial se le otorga un valor si es útil o posee alguna función para la sociedad, y sea representativo para una comunidad. En este sentido, también sería patrimonio no sólo los objetos, edificios o lugares materiales espacios o especies protegidas, teorías científicas, sino el propio conocimiento de un determinado saber y su comunicación. Consideramos que el patrimonio con un tratamiento adecuado puede tener un valor didáctico, para enseñar temas relacionados con el propio elemento patrimonial, a través de éste ilustrar otros temas que formen parte de su contexto, sirviendo de ilustración o ejemplo, o bien para destacar la importancia de su conservación. En este sentido, estamos de acuerdo con Gómez Redondo (2013: 79) que considera que el patrimonio existe en tanto en cuanto existan personas que deseen transmitirlo. Valor simbólico–identitario. Son aquellos valores que una sociedad le atribuye a los elementos patrimoniales, por ser símbolos con los que se siente representado, o como elemento identitario de una sociedad, estableciéndose vínculos afectivos entre el elemento patrimonial y las personas a las que hace referencia. Este valor se está defendiendo en recientes investigaciones como uno de los principales atributos que debe poseer algo para ser considerado patrimonial. Como definen Valverde, Sequeiros y Loma, (2001: 579)…La identidad puede considerarse un concepto complejo y difícil de definir, pero como punto de partida podemos aceptar que es el conjunto de referentes en los que el individuo se reconoce individual y colectivamente… En esta línea, Rodrigo, (1998) destaca que no resulta difícil inferir una unicidad en base a la pluralidad, es decir, entiende que puede haber una identidad colectiva que no tiene por qué coincidir con toda la sociedad, y que a su vez está compuesta por las peculiaridades identitarias de carácter más individual. Distingue entre identidades colectivas que son compartidas por la mayoría de la sociedad a la que hace referencia y una identidad individual, propia de las peculiaridades de cada individuo. En sentido similar se manifiestan autores como Creese y otros (2006) o Lo-Philip (2010), por citar algunos de los autores que dentro del ámbito internacional están realizando interesantes aportaciones en este campo. De

esta

forma,

entendemos que el valor identitario es fundamental para una sociedad. Hay ciertos elementos, costumbres, territorios, especies, saberes, etc., que por la relación con la sociedad en la que se incluyen, se convierten en elementos con los que ésta se identifica, pues los asumen como parte de ellos, de su entorno, de su forma de vida, educación, etc., generándose un vínculo

afectivo entre la sociedad y aquellos elementos que la representan e identifican, que no tiene porqué coincidir con lo legalmente establecido. Valor político o de poder. Normalmente es usado como elemento de poder y de prestigio para la comunidad que lo posee, como es ostentar de poseer elementos catalogados como parte del patrimonio. Poseer ese galardón se usa como elemento diferenciador con respecto a otras sociedades, favoreciendo el prestigio de una comunidad si lo posee, y adscribiéndose a las políticas culturales y de turismo como una garantía de calidad. Políticamente se utiliza para transmitir una idea de identidad que puede o no ser real, haciéndose uso de estos elementos patrimoniales en muchas ocasiones como instrumento de poder político potenciador de identidad, a través de los medios de comunicación y la educación. Para concluir, queremos aclarar que para nosotros el valor símbólico-identitario va relacionado con un sentimiento otorgado por la sociedad a un bien, que como hemos reiterado en varias ocasiones no tiene por qué coincidir con lo políticamente establecido, ni estar relacionado exclusivamente con la idea de nación y poder que es el valor que exponemos en este punto. 3. Visión del patrimonio cercana a un sentimiento. La educación patrimonial en la enseñanza de las Ciencias Sociales. Consideramos que el patrimonio está relacionado no tanto con los elementos en sí, sino con el valor que le otorgan las personas que lo identifican como tal, y su relación con la sociedad. Es por ello, que no damos un concepto de patrimonio cerrado, sino una visión, cercana a un sentimiento, es decir, algo es patrimonio porque alguien o una sociedad le ha otorgado un valor que sea representativo de su comunidad, ya sea por su carácter como fuente histórica-artística, como conocimiento, o forma de vida (más allá en muchas ocasiones de lo legalmente protegido (López Cruz, 2014). Además, el calificativo de patrimonio está relacionado con la importancia que se le otorga al mismo, como un bien preciado, susceptible de conocer y conservar porque forma parte de sus señas de identidad, bien como símbolos de sus características socio-culturales, o porque se identifican con ellos. En este sentido, destacamos el valor simbólico-identitario del patrimonio como elemento de conexión intercultural, y que con una planificación didáctica adecuada pueda servir de conexión y empatía hacia otras culturas.

Concebimos la Educación del Patrimonio, como todo acto con o sin intención didáctica, en el que se vean intervenidos elementos patrimoniales y aprendizaje por parte de un colectivo o personas individuales. Este proceso de comunicación puede poseer varios grados de complejidad. En un nivel más básico estaría cuando conocemos o aprendemos acerca de elementos patrimoniales de forma indirecta sin ningún tipo de intencionalidad ni planificación educativa, ya sea a través de una lectura, película, visita sin programar, etc. Por otro lado, existe una forma de conocer el patrimonio con una planificación didáctica que posea unos objetivos de fondo e intencionalidad educativa, y puede darse tanto en la educación formal como no formal, en museos o espacios dedicados a comunicación patrimonial, así como en centros de interpretación o salas de exposiciones (Jiménez, Cuenca y Ferreras, 2010; MartínCáceres, 2012). Desde nuestra perspectiva, dentro del ámbito educativo formal, entendemos la didáctica del patrimonio desde una triple visión: objetivo, contenido y recurso de la enseñanza y aprendizaje de cualquier disciplina de estudio que tenga relación con elementos patrimoniales de diferentes índoles. Ahora bien, centrándonos en nuestro objeto de estudio, destacamos que su papel como fuente de información para la enseñanza de las Ciencias Sociales es innegable, pero a ello hay que unir el valor patrimonial como concepto, procedimiento y actitud de trabajo, y finalmente el sentido como objetivo educativo en sí mismo, siempre como un componente de gran significatividad para facilitar la comprensión del mundo social (Cuenca, Estepa y Martín, 2011). Queremos incidir en la importancia de entender el valor social del patrimonio como elemento de conexión intercultural que facilite la enseñanza de las Ciencias Sociales. En nuestro caso, tras analizar libros de texto de CCSS de la ESO acerca de la visión del patrimonio que transmiten, cómo lo transmiten metodológicamente, y si establecen conexiones entre el patrimonio e identidad (López Cruz, 2014), hemos generado una propuesta de Educación Patrimonial para la enseñanza de las Ciencias Sociales que sintetizamos en la siguiente tabla: Propuesta de Educación Patrimonial para la enseñanza de las CCSS. (López Cruz, 2014) ♦ Visión del patrimonio

Perspectiva sobre el patrimonio: propiciar su carácter holístico, como símbolo e identidad de las diferentes culturas.



Tipologías patrimoniales: incluir todo tipo de patrimonio, histórico-artística, natural, etnológica científica- tecnológica, interrelacionados.



Interdisciplinariedad, interrelacionar varios tipos de patrimonio.

♦ Enseñanza y difusión del patrimonio

Trabajar de manera integral distintos tipos de contenidos dentro de las Ciencias Sociales, como geografía e historia a partir de los elementos patrimoniales.



Utilizar el patrimonio para trabajar contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales, relacionados con la asignatura de Geografía e Historia.



Contextualización social, en la que se incluyan las características sociales de las comunidades relacionadas con los bienes patrimoniales.



Mostrar al patrimonio integrado en las unidades, como elemento vertebrador y de conexión de los diferentes contenidos y no como contenido extra.



Potenciar actividades relacionadas con aprendizaje autónomo, a través de búsqueda de información, acercamiento a las Nuevas tecnologías y a los elementos patrimoniales cercanos.



Promover actividades de carácter procedimental, que poseen un importante componente motivador, con las que el alumno se sienta participe y protagonista activo del proceso de enseñanza- aprendizaje.



Debe secuenciarse el mensaje de lo conocido a lo desconocido, de lo más simple a lo más complejo a través de varios niveles de lectura y con un vocabulario adaptado, accesible al alumnado.

♦ Relaciones patrimonio e

Mostrar el patrimonio como los elementos que simbolizan una cultura, sociedad, territorio

Identidad

en

todas

sus

manifestaciones,

naturales,

histórico,

artístico,

etnológico,científico, etc., ♦

Valoración del patrimonio en la vida diaria, como elemento de conexión intercultural y empatía hacia otras culturas.



Reconocer que el patrimonio lo forman los elementos simbolico-identitarios, tanto de nuestra cultura como de la ajena, favoreciendo el aprendizaje y la conexión intercultural, así como el respeto a las mismas.



Como recurso que despierte la motivación, a través de fomentar conexiones identitarias entre alumnado y patrimonio.



Trabajar elementos patrimoniales cercanos con los que se identifiquen, y vean que ellos son partícipes del mismo.



Empatía hacia otras culturas, como de nexo de unión para la integración de los alumnos, mostrándose las peculiares patrimoniales de cada comunidad, que favorezca la integración intercultural.

Conclusión: En relación a la enseñanza de las Ciencias Sociales, consideramos que la Educación Patrimonial es necesaria para conocer nuestro pasado, ayudar a comprender nuestro presente y valorar las posibilidades futuras de actuación social. El patrimonio, sea del tipo que sea,

puede emplearse como recurso educativo a través de una planificación didáctica adecuada, como visitas interpretativas o en espacios dedicados a la comunicación patrimonial tales como museos, salas de exposiciones, centros de interpretación del patrimonio, o bien en el ámbito de la educación formal, en las aulas y como actividad extraescolar que complemente la formación reglada. Estas actividades didácticas, pueden ayudarnos a conocer los elementos patrimoniales de nuestra sociedad, así como a empatizar con otras culturas y medios físicos diferentes al nuestro, utilizándolos como recursos didácticos que fomenten la integración cultural. Además, se pueden incluir como ejemplos cercanos y significativos al alumnado, que ilustren los hechos sociales abordados en las unidades didácticas y facilite su comprensión, especialmente si se es capaz de aprovechar la potencialidad didáctica de las nuevas tecnologías (Mortara y otros, 2014; Ott y Pozzi, 2011). A pesar de que aún existen obstáculos clave en este campo educativo, tal como ya se puso de manifiesto en un trabajo anterior (López Cruz y Cuenca, 2014), nos planteamos una educación patrimonial deseable de carácter investigativo, transdisciplinar y socio-crítico, en el que tanto el diseño y desarrollo de finalidades, contenidos y estrategias metodológicas conduzcan a primar en el alumnado la asunción de valores identificativos, la formación de ciudadanos comprometidos, el respeto intercultural y el cambio social, y para ello es necesario ampliar la visión y el concepto de patrimonio y relacionarlo con su dimensión social e identitaria.

Referentes Bibliográficos: Ballart, J. (2001). El patrimonio histórico y arqueológico: valor y uso. Barcelona: Ariel. Creese, A., Bhatt, A., Bhojani, N. y Martin, P. (2006): Multicultural, heritage and learner identities in complementary schools. Language and Education, 20 (1), 23-43. Cuenca, J.M. y López Cruz, I. (2014).La enseñanza del patrimonio en los libros de texto de Ciencias Sociales, Geografía e Historia. Cultura y Educación. Revista de teoría, investigación y práctica. 26(1),1-43. Cuenca, J.M., Estepa, J. y Martín, M.J. (2011). El patrimonio cultural en la educación reglada. Patrimonio Cultural de España, 5, 44-57. Estepa, J. y Cuenca, J.M. (2006). La mirada de los maestros, profesores y gestores del patrimonio. Investigación sobre concepciones acerca del patrimonio y su didáctica. En R. Calaf. y O. Fontal (eds.) Miradas al patrimonio (pp.51-71). Oviedo: Trea. Fontal, O. (2003). La educación patrimonial. Teoría y práctica en el aula, el museo e Internet. Gijón: Trea.

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