El nivel 8-9 del Abric del Filador, una aproximación a la selección intencional del color en la fabricación de herramientas líticas.

August 29, 2017 | Autor: Paolo Donadei | Categoría: Prehistoric Archaeology
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Descripción

Universitat Rovira i Virgili Departament d'Història i Història de l'Art Facultat de Lletres Màster en Arqueologia del Quaternari i Evolució Humana

Tesis de Master:

El nivel 8-9 del Abric del Filador, una aproximación a la selección intencional del color en la fabricación de herramientas líticas. Paolo Donadei Corada

Director: Josep Maria Vergès Bosch

Curso académico 2012/2013

―Para que pueda surgir lo posible es preciso intentar una y otra vez lo imposible‖ Hermann Hesse

A mis padres ~2~

ÍNDICE GENERAL

Agradecimientos ........................................................................................................... 6 Resumen ....................................................................................................................... 8 Abstract ........................................................................................................................ 8 1.

INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 10 1

2. 3.

4.

5.

TEORÍA DEL COLOR .................................................................................... 13 1.1.

El espectro visible: Newton v/s Goethe...................................................... 14

1.2.

Propiedades del color ................................................................................ 15

1.3.

La recepción del color ............................................................................... 16

1.4.

Respuestas psiquicofisiológicas al color .................................................... 17

1.5.

Color y Marketing ..................................................................................... 18

1.6.

Respuestas culturales al color .................................................................... 21

ESTADO DE LA CUESTIÓN ......................................................................... 25 PLANTEAMIENTO CONCEPTUAL ................................................................. 37 3.1.

Modelo de Momentos de la Cadena Operativa ........................................... 39

3.2.

Adaptación del modelo de Momentos ........................................................ 40

METODOLOGÍA ................................................................................................ 43 4.1.

Análisis tecnológico de los materiales arqueológicos. ................................ 44

4.2.

Análisis geológico de los materiales arqueológicos. ................................... 55

4.3.

Muestreo de materiales geológicos ............................................................ 60

PRESENTACIÓN DE DATOS............................................................................ 62 5.1.

Presentación del yacimiento ...................................................................... 63

5.2.

Materiales arqueológicos. Presentación del conjunto tecnológico. ............. 71

5.3.

Materiales arqueológicos. Caracterización geológica: análisis macroscópico. 84

6.

RESULTADOS ................................................................................................... 92

~3~

6.1.

¿Qué características ofrece el área fuente de abastecimiento? ¿Hay una

recolección preferencial o se coge todo? .............................................................. 93 6.2.

¿Una vez en el yacimiento hay un trato diferencial de alguna variedad de

sílex durante la fase de explotación? .................................................................. 108 6.3.

¿En la fase de configuración de útiles se establece alguna relación entre

alguna variedad de sílex y algún morfotipo?....................................................... 112 6.4. 7.

¿Se puede observar un trato diferencial dentro del grupo de raspadores? . 114

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES .................................................................... 119 7.1.

Interpretación de los resultados ................................................................... 120

7.2.

Recapitulación de los resultados.................................................................. 121

7.3.

Los raspadores rojos ................................................................................... 123

8.

9. 10.

ÍNDICE DE CONTENIDOS............................................................................. 127 8.1.

Índice de Gráficos. .................................................................................. 128

8.2.

Índice de Ilustraciones. ............................................................................ 129

8.3.

Índice de Tablas. ..................................................................................... 130

BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................... 132 ANEXOS ....................................................................................................... 142

~4~

~5~

Agradecimientos

Bueno, llegan los agradecimientos. Aunque sean las primeras palabras con las que doy comienzo a mi tesina, son las últimas en escribir tras haberla finalizado. Como es normal, hay muchas personas que me han aportado muchas cosas e involuntariamente quedarán sin mencionar. A todas ellas, MUCHAS GRACIAS. Aunque esto se lleva en la sangre, en primer lugar, debo gran parte de mi pasión y amor por la aventura de la arqueología prehistórica a los que han sido, son y serán, mi familia y equipo, el Equipo de Primeros Pobladores de Extremadura. Como no soy amigo de las jerarquías, debería de superponer todos los nombres en la misma posición, pero como el propio discurso me obliga, enumeraré a todos los que pueda. A Eudald Carbonell por habernos transmitido desde el ejemplo la pasión, el trabajo y el esfuerzo de tu oficio. A Toni Canals por mantener vivo el trabajo y el proyecto de Extremadura. A Antonio Rodríguez Hidalgo, qué puedo decir, gracias por todo porque son tantas cosas que llenaría este folio de motivos. A Lola por tu paciencia para transmitir el conocimiento y por aguantarnos. A Juan, cabrón, qué puedo decir también de ti después de tantos años, sobran las palabras. A Mario, otro que tal, por ser como eres, un amigo y un compañero. A Abel, el pilar del que nunca podremos prescindir. A Lucía por enseñarme y compartir interminables discusiones de arqueología. A Vicky e Isa, (chip y chop) otras dos que tal pascual, por lo que disfrutamos trabajando juntos. A Paco (la paca). A Anita, por la alegría que nos das. Y a todos aquellos, que no son pocos y también participaron en el equipo, muchas gracias. A Vergès, como director, gracias por haber confiado y haber estado dispuesto a ayudarme en este trabajo. A MARIA SOTO, te pongo en mayúsculas porque gran parte de la tesina te la debo a ti. A los ―Profes‖ y amigos del Iphes que espero seguir encontrándome en la vida. A Palmi, otra de las que habría mucho que decir. Agradezco al museo Vilaseca de Reus, en especial al su Director, Jaume Massò, la facilidad que me han dado para estudiar los materiales, así como a los directores del yacimiento del Filador, el Dr. J.M. Fullola y la Dra. Pilar Gargía-Argüelles, por la documentación facilitada.

~6~

A todos los compañeros del Máster que me habéis hecho vivir como en un segundo instituto. (Paloma, Sara, Zaray, Juan gallego, Deborah, Carlos, Ana, Fabio, etc). Rose y Ginés, también estáis aquí. En fin, como habréis podido comprobar me siento muy agradecido. A todos vosotros y muchos más, muchas gracias.

~7~

Resumen El presente trabajo intenta abordar el valor y tratamiento que ha podido tener el color dentro de un conjunto tecnológico perteneciente a un grupo epipaleolítico del tardiglaciar mediterráneo. El registro arqueológico que se presenta como objeto de estudio y análisis pertenece al nivel 8-9 del yacimiento del Filador, localizado en el municipio de Margalef de Montsant, provincia de Tarragona, España. Este nivel, perteneciente a sociedades epipaleolíticas, tiene unas dataciones de 11219-10914 cal BC y está caracterizado por industrias microlaminares con presencia de láminas y puntas de dorso, raspadores, raederas, denticulados, truncaduras y lascas retocadas. Para abordar el estudio se ha planteado un método de trabajo inspirado en la cadena operativa, haciendo un seguimiento en los procesos de fabricación de los artefactos. En este seguimiento se ha identificado y diferenciado el área fuente de captura y los materiales presentes, los materiales que son introducidos en la ocupación y los criterios de selección de esta recolección, los procesos de talla, los productos seleccionados para fabricar herramientas y el mantenimiento de los mismos. Con este eje de trabajo fraccionado, se ha analizado el tipo de color y el porcentaje presente en cada uno de los momentos diferenciados, a fin de descubrir un trato diferencial en alguno de los pasos. Como conclusión del trabajo se ha identificado una selección preferencial del color rojo para la fabricación de los raspadores, que son utilizados para trabajar las pieles dentro del marco de labores domésticas y cotidianas.

Abstract

This paper attempts to address the value and use that was given to color within a technological set of a epipaleolithic group situated in the Mediterranean tardiglaciar. The archaeological record which is presented as the object of study and analysis belongs to the level 8-9 of the Filador Site, located in the municipality of Margalef de Montsant, province of Tarragona, Spain. This level, which belongs to epipaleolithic societies, is dated in 11219-10914 cal BP and is characterized by microblades industry with

~8~

presence of back points and back blades, end-scrapers, scrapers, denticulates, truncations and retouched flakes. To address this study the work method developed was inspired by the operational chain, monitoring throughout the devices‘ manufacture process. This follow-up implied identifying and differentiating the area used as source of materials and the different materials present there, the materials that were introduced in the industry and the criteria used to select them, the carving process, the selection of materials for each particular device and the maintenance thereof. Using this axis of scaled work, the color and it‘s percentual presence in each of the different moments was analysed in order to discover a differential treatment in each of the steps.

As a conclusion of the work a preferential use of red was identified for the manufacture of end-scrapers, device used for working skins within the framework of domestic and everyday tasks.

~9~

1.

INTRODUCCIÓN

~ 10 ~

En arqueología se han realizado muy pocos estudios del color como elemento significativo y con entidad propia. Aquellos casos en los que podemos encontrar alguna mención al estudio de los colores suelen llegar de las disciplinas que se centran en las representaciones figurativas del arte rupestre, más centrados en la composición de los pigmentos y técnicas de realización que en el significado y valor del color en sí, aunque también de elementos coloreados y coloreantes asociados a contextos funerarios o ceremoniales. En prehistoria por tradición se estudia el registro desde el paradigma de la arqueología procesualista que considera los materiales culturales como un universo físico ordenado, producto de las actividades humanas no azarosas que las crearon. Esta concepción de la arqueología se fundamenta sobre tres pilares ordenados que están presentes en todo conjunto y condicionan la cultura material dentro de su contexto arqueológico. En primer lugar es muy importante el conocimiento empírico de los materiales, haciendo hincapié en múltiples análisis sobre los materiales arqueológicos. Son muchas las variables que se analizan y tienen en cuenta, pero principalmente se puede resaltar el condicionante tafonómico, que parte de la concepción del yacimiento como un producto actual de un encadenamiento de modificaciones postdeposicionales que condicionan el registro arqueológico. Sobre esta línea se intentan eliminar los efectos de distorsión postdeposicinal que dificultan la reconstrucción del momento original. Otra variable es el conocimiento paleoambiental que permite reconstruir el tablero de juego sobre el que actuaban estos grupos de la prehistoria y que condicionaban sus movimientos. En segundo lugar la arqueología procesual ha tenido muy en cuenta la funcionalidad de las herramientas como elementos adaptativos que permiten

una

mayor

rentabilidad

del

medio

ecológico

(coste/beneficio,

eficacia/rentabilidad). Desde esta perspectiva, los objetos cobran una nueva dimensión y ofrecen una nueva visión interpretativa dejando atrás el carácter empírico y morfológico más propio de la arqueología histórico-cultural. Aunque la arqueología procesual preste más atención a las cualidades funciotecnológicas y funciopotenciales, esto no ha supuesto la sustitución de paradigmas, sino la adaptación y modernización de un modelo antiguo como consecuencia de una convergencia y fusión de los dos paradigmas. Por último y enlazado con este último aspecto, la arqueología procesual no llegó a plantearse la separación crono-espacial planteada por la arqueología históricocultural. La ruptura con la clasificación subcultural a través de las tipologías ~ 11 ~

morfológicas de los artefactos, supuso un nuevo paradigma que rompía con algunos de los entramados dibujados hasta el momento para clasificar las sociedades y los grupos culturales. Como consecuencia el área que delimita a las sociedades culturales se plantea desde un punto de vista más localista y circunstancial, entendiendo el nicho ecológico como motor de creación y de cambio en las sociedades que en ellos habitaban (Binford 1962). Tras el establecimiento de este nuevo paradigma de investigación e interpretación, base fundamental de todo estudio, la arqueología prehistórica ha potenciado otro salto interpretativo, conocida como arqueología post-procesualista. Esta nueva visión recoge el trabajo de fondo de los planteamientos procesuales, pero incluye una nueva visión en la que se da importancia al mundo ideológico, simbólico y social. Se interioriza la presunción de que las sociedades humanas, como animales culturales y simbólicos, forman parte de un grupo social complejo. Esto no deja de lado la concepción del individuo como ser funcional y adaptativo en el medio, pero ofrece un nuevo paradigma en el que la tradición cultural de los grupos sociales toma una relevancia, a veces desproporcionada, que condiciona la actividad del pasado. Esta nueva visión, muy condicionada por la antropología social y cultural, ofrece un recurso teórico que tiene en cuenta la alta complejidad de un individuo o grupo social a la hora de llevar a cabo ciertas actividades. Las supersticiones humanas, las creencias en el más allá, las costumbres, las tradiciones culturales o las decisiones individuales son factores que esconden toda una serie de pautas abstractas y simbólicas dentro del proceso de fabricación de un artefacto. Estas pautas pueden llegar a condicionar la cadena operativa, no tanto desde una lógica funcional, sino desde una compleja relación de ideas y cosmovisiones culturales. En este sentido el color ha surgido como un interesante desarrollo en el campo de los estudios de la cultura material, donde interesa relacionar el simbolismo y su efecto visual (Jones, A. and MacGregor, G. 2002). Se han llevado a cabo estudios de las propiedades físicas del color seleccionado en la producción de un artefacto, además del estudio del uso de pigmentos en la realización de representaciones figurativas y artísticas. El problema surge al intentar ofrecer una interpretación ajustada a la realidad simbólica y el significado dentro del sistema de ideas que lo formaron, labor casi imposible al haber perdido el código que explica la realización.

~ 12 ~

1

TEORÍA DEL COLOR

El color es una percepción en el órgano del sentido visual de quien lo contempla. Y esta percepción se da gracias a la luz, que es una porción de la amplia gama de energía que el sol irradia constantemente. Podemos ver las cosas que nos rodean y apreciar su color porque éstas emiten luz (cuerpos luminosos) o reflejan la luz que reciben (cuerpos iluminados). El color es lo que vemos cuando llega a nuestros ojos la luz reflejada por un objeto. Todo cuerpo iluminado absorbe una parte de las ondas de luz y refleja las restantes. Existen numerosas fuentes emisoras de luz: el sol, el fuego, las lámparas fluorescentes, incandescentes, etc., y cada una afecta considerablemente la manera en que percibimos los colores. La más importante de las fuentes de luz es el Sol. La luz del Sol está formada por un amplio espectro de radiaciones electromagnéticas, radiaciones energéticas visibles que comúnmente llamamos con el nombre de rayos de luz. Estas radiaciones se agrupan en un espectro continuo que comprende desde longitudes de onda muy pequeñas (1 picómetro = 1pm, equivale a la billonésima parte de un metro) hasta longitudes de onda muy grandes (de más de 1 kilómetro). Cada longitud de onda visible define un color diferente. El ser humano tan sólo es capaz de visualizar un subconjunto de las longitudes de onda existentes: las que van desde 380 nanómetros (1 nanómetro equivale a una millonésima de milímetro), que corresponden al color violeta, hasta los 780 nanómetros, que corresponden al color rojo. A esta porción de colores que vemos, se le llama espectro visible. Por lo tanto, detrás de la percepción de los colores, lo que recibimos en la retina son una sucesión de longitudes de onda correspondientes a los colores de los objetos que observamos.

Dependiendo de la persona y las condiciones del entorno, el ojo humano es capaz de percibir hasta cerca de un millón de colores. La suma de todos los colores (longitudes

~ 13 ~

de onda) da como resultado la luz blanca, siendo el color negro u oscuridad la ausencia de colores.

1.1. El espectro visible: Newton v/s Goethe

Los conocimientos que se tienen del color provienen de dos grandes fuentes: una es la científica, que procede de experimentos y que trata de explicar todos los fenómenos del color para llegar a leyes que expliquen dicho fenómeno; y la otra es producto básicamente de la intuición dada por filósofos, escritores o pintores. Pero siguiendo la línea del espectro visible, es posible señalar las dos más relevantes hasta ahora: 

Una de las dos primeras explicaciones de la óptica del espectro vino de Isaac Newton y su Opticks. Newton ocupó por primera vez la palabra espectro al describir sus experimentos en óptica. Formuló la primera concepción acertada sobre la luz, la cual basó en un experimento de descomposición de la luz blanca, la que hizo atravesar por un prisma obteniendo de esta manera el espectro luminoso. Probó que la luz blanca se hallaba constituida por una combinación de todos los colores del arco iris que los diferentes colores en que se dividía la luz se trasladaban a la misma velocidad a través del aire, pero a diferentes velocidades en el cristal transparente. Por ejemplo la luz roja se desplaza con mayor velocidad en el cristal que la luz violeta. De esta manera, los colores se disponen a partir del rojo, uno a continuación del otro, formando el espectro. Newton dividió este espectro en siete colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Eligió estos siete colores de una creencia, derivada de la antigua Grecia, de que existía una conexión entre los colores, las notas musicales, los cuerpos en el sistema solar, y los días de la semana (Hutchison 2004). Este fenómeno del prisma se puede contemplar con frecuencia cuando la luz se refracta en el borde de un cristal o plástico. Denominó triada primaria o colores simples al rojo, amarillo y azul, y a sus mezclas, complementarias o secundarias: verde, violeta y anaranjado. También observó que la luz natural está formada por luces de seis colores, y cuando incide sobre un elemento, este absorbe algunos de esos colores y ~ 14 ~

refleja otros. Con esta observación dio lugar al siguiente principio: todos los cuerpos opacos, entre ellos el silex, al ser iluminados reflejan todos o parte de los componentes de la luz que reciben. 

La otra explicación del espectro, es experimental y la hizo Johann Wolfgang von Goethe en su Teoría de los Colores, quien sostuvo que el espectro continuo es un fenómeno complejo. Consideraba que Newton había reducido el haz de luz con el fin de aislar el fenómeno, ya que observó que con una mayor apertura se pierde el espectro; se manifiesta un borde de color rojizoamarillo y el otro borde de color azul-cian, con tonos de blanco entre ellos, y el espectro sólo se plantea cuando estos bordes se acercan lo suficiente a la superposición de los colores. Goethe manifestaba que, “los colores, por lo tanto, para empezar, hacen su aparición pura y simplemente como fenómenos en la frontera entre la luz y la oscuridad” (Goethe 1992). Su teoría, contiene una de las primeras y más exactas descripciones de fenómenos tales como sombras de color, refracción, y la aberración cromática.

1.2. Propiedades del color

Las propiedades son básicamente elementos diferentes que hacen único un determinado color, le hacen variar su aspecto y definen su apariencia final. Estas están basadas en uno de los modelos de color más aceptados actualmente, realizado por Albert Münsell en 1905 (Münsell 1912). Entre ellas podemos encontrar: 

Matiz o Hue: Denominado también tono, tinte y color, es la dimensión que se refiere al estado puro. Es la cualidad por la cual diferenciamos y damos su nombre al color. Es el estado sin el blanco o el negro agregados y es un atributo asociado con la longitud de onda dominante en la mezcla de éstas. Es la sumatoria de ondas que puede reflejar una superficie (Münsell 1912). El matiz se define como un atributo del color que nos permite distinguir el rojo del azul, y se refiere al recorrido que hace un tono hacia uno u otro lado del círculo cromático, por lo que el verde amarillento y el verde azulado serán matices diferentes del verde. ~ 15 ~



Valor o luminosidad: Es un término que se usa para describir qué tan claro o tan oscuro parece un color y se refiere a la cantidad de luz percibida. Independientemente de los valores propios de los colores, éstos se pueden alterar mediante la adición de blanco que lleva a claves o valores de luminosidad más altos, o de negro que los disminuye. Los colores que tienen un valor alto (claros), reflejan más luz y los de valor bajo (oscuros) absorben más luz. Dentro del círculo cromático, el amarillo es de mayor luminosidad (más cercano al blanco) y el violeta el de menor (más cercano al negro).



Saturación o brillo: Este concepto representa la viveza o palidez y su intensidad, que puede relacionarse con el ancho de banda de la luz que estamos visualizando. Los colores puros del espectro están completamente saturados y uno es intenso y muy vivo, cuanto más se satura y mayor es la impresión de que el objeto se está moviendo.

1.3. La recepción del color

El estímulo de luz que viene del mundo exterior es recibido por el sistema visual en la retina de nuestros ojos. En parte del ojo existen minúsculas células visuales, llamadas fotorreceptoras o receptoras de luz, especializadas en detectar las longitudes de onda procedentes de nuestro entorno (15.000 por milímetro cuadrado). Estas células, recogen las diferentes partes del espectro de luz solar y las transforman en impulsos eléctricos, que son enviados al cerebro a través de los nervios ópticos, siendo éste el encargado de crear la sensación de color. En la retina humana existen dos categorías principales de células fotorreceptoras, encargadas de captar la luz, estas son: los bastones y los conos. 

Los bastones, más sensibles a la intensidad luminosa, son los encargados de ajustar la visión cuando la luz es más baja (visión escotópica).



Los conos, menos sensibles a la intensidad luminosa (visión fotópica) y con una respuesta cuatro veces más rápida bajo estímulos luminosos, son los responsables de la luz diurna o en colores.

~ 16 ~

1.4. Respuestas psiquicofisiológicas al color

El color percibido por el cerebro humano genera unas respuestas biológicas que afectan al estado emocional, sentimental y anímico del individuo. Esta respuesta es algo que ocurre independientemente del aprendizaje que se haya adquirido en el entorno cultural. A su vez este último elemento, como veremos más adelante, condiciona la relación de ideas que se establece entre el color y su significado. En primer lugar se presentan los primarios: rojo, azul y amarillo, con respuestas psicológicas muy distintas para cada uno de ellos. Rojo: El color de la sangre y el fuego es dominante en todos los sentimientos vitalmente positivos. Éste despierta las pasiones y los sentimientos más primitivos del hombre. Fisiológicamente provoca un aumento de la tensión corporal que suele generar una respuesta en estado de alerta del individuo por lo que se suele relacionar con situaciones tanto de peligro como de tensión (Smeesters, 2011). Este tipo de reacción afecta a la capacidad cognitiva, ayudando a prestar atención y concentración en la elaboración de actividades que requieren de cuidado y precisión (Mehta, R., & Zhu, R. J. 2009; Elliot, A. J., Maier, M. A., Moller, A. C., Friedman, R., & Meinhardt, J. 2007). Azul: El azul, al contrario que el rojo, es un color que emite armonía, equilibrio y confianza (Heller 2004) provocando un estado de relajación y distensión que, según estudios psiquicofisiológicos, aumenta la creatividad del individuo (Mehta, R., & Zhu, R. J. 2009, Smeesters 2011). Amarillo: El amarillo de la alegría, felicidad y excitación comparte alguna respuesta fisiológica con el rojo al tratarse así mismo de un color cálido. Aunque en menor intensidad, el amarillo provoca una reacción de euforia en el cuerpo humano (Bellizzi 1983, 1992). Al contrario que el rojo, éste no provoca una respuesta de concentración, si no que la excitación, por ejemplo en los niños, genera mayor descontrol y estado de nerviosismo (Mofarah 2013). A continuación se presentan los colores secundarios que se forman de la combinación de los primarios.

~ 17 ~

Verde: (sustractivo de la combinación del amarillo y azul) El color de la naturaleza por excelencia, provoca una respuesta de calma y serenidad en el individuo. El verde trasmite equilibrio y estabilidad, acercándose mucho al azul (Bellizzi 1983). Violeta: (sustractivo de la combinación de azul y rojo) El color de la lujuria, poder y sofisticación en muchas culturas, es uno de los colores menos representados en la naturaleza (Heller 2004). Fisiológicamente no es un color que despierte grandes respuestas, aunque como color frío, se le considera sereno, tranquilo y armonioso. Naranja: (sustractivo de la combinación de rojo y amarillo) El naranja, color de la diversión y sociabilidad (Heller 2004) provoca un efecto estimulante de emociones y apetitos en el individuo (Mofarah 2013). Es un color que llama la atención además de producir curiosidad. Los tres últimos colores que se van a presentar son el blanco, el negro y el gris. Blanco: (suma de todos los colores) El blanco no presenta ninguna respuesta fisiológica del cerebro. Se presenta como neutro, aunque, como veremos a nivel cultural, el blanco simbolizo lo puro y espiritual. (tanto en uniones matrimoniales como en ritos funerarios, dependiendo de la cultura). Negro: (ausencia de colores) El negro representa lo desconocido y más profundo. Así mismo refleja fuerza, maldad y odio (Heller 2004). Fisiológicamente no ofrece ninguna respuesta del cerebro, excepto cuando se trata de aspectos culturales, donde cobra gran relevancia y se le atribuyen muchos significados. Gris: Es el estado intermedio entre el blanco y el negro. El gris es un color que está ausente de carácter, por lo que se le atribuye tristeza y soledad (Heller 2004).

1.5. Color y Marketing

La respuesta emocional que sufre el individuo ante los colores ha suscitado el uso no arbitrario de niveles cromáticos en las estrategias de marketing. Esta disciplina centra su cometido en el estudio de la atracción que sufre el consumidor a determinados estímulos con el propósito de incentivar la compra de productos. Éstos son despertados a través de varios elementos como la música, el olor, la distribución, la altura, la ~ 18 ~

iluminación y el color, que generan una atmósfera atractiva y persuasiva para el consumidor (Nereaux 2008, Morrin and Ratneshwar 2003, Chebat and Michon 2003). La manipulación de estos elementos afecta directamente a la capacidad cognitiva del cerebro (Chebat and Michon 2003), lo que permite dirigirse a las respuestas primarias y esenciales de los individuos. En este sentido, el color ha sido uno de los elementos esenciales y básicos en la codificación del mensaje, que sirve para comunicar atributos y cualidades del producto. Esto no excluye su uso desde su faceta cultural, ya que en muchas ocasiones el lugar y el tipo de población determina la utilización del color (Chebat and Morrin 2007). Además, en marketing los colores adquieren un nuevo valor al ser distribuidos en otros dos grupos; colores cálidos y colores fríos. Esta clasificación se presenta como la respuesta que relaciona el sentido sensorial con determinados colores. Aquellos cálidos, por asociación al fuego, van del rojo al amarillo y, aquellos fríos, por asociación al agua, humedad y hielo, se gradúan del azul al verde, incluyendo el blanco. Así, dos de los colores primarios (rojo y amarillo) y uno secundario (naranja) forman parte de los cálidos. Mientras que uno de los primarios (azul) y dos secundarios (verde y violeta) forman parte de los fríos.

Ilustración 1. Círculo cromático.

~ 19 ~

1.5.1.

Estudios y resultados

Si se bucea un poco en los estudios pioneros, ya en los años veinte investigadores como Warden y Flyn descubrieron que los efectos que provocaba el color del envoltorio del producto tenía mucho peso en las decisiones de compra de los consumidores (Warden and Flyn 1926), o Luckiesh (1923), quien sugirió que el amarillo tenía mayor legibilidad que el blanco como fondo de pancartas en las campañas. Por ejemplo Starch (1923) comprobó como la combinación de ciertos colores en campañas de venta aumenta las preferencias del consumidor que con otras combinaciones. En los años setenta Mc Neal (1973) revisó el papel del color en marketing al comprobar el significado psicológico que tenía el mismo al establecer paralelismo entre colores ―femeninos‖ y colores ―masculinos‖. Como ejemplo se distinguió el negro, rojo, violeta y azul como ―duros‖ y el amarillo, naranja, blanco y tonos pastel como ―blandos‖. Claramente esto queda supeditado a elementos culturales cronológico y territorialmente. Así mismo, Mc Neal distinguió numerosos valores y significados que toman los colores dependiendo de la nación en la que te encuentres. Estos estudios y resultados quedan dentro de aquellos parámetros más cercanos a la esfera cultural y circunstancial, pero investigaciones más recientes, se adentran en el campo de lo psicológico y cognitivo intentando aproximarse a los principios básicos y elementales por los que el color puede afectar a la biología humana. Un señalado estudio de Valdez y Mehrabian (1994) se centra en relacionar si la curva de onda (longitud y amplitud) de los rayos que caracteriza cada color puede relacionarse con la respuesta que presenta el individuo. La hipótesis de partida planteaba que las ondas de curvas cortas, colores fríos, y las ondas de curvas más amplias, colores cálidos, estaban relacionadas directamente con las emociones que estos provocaban en los individuos. Los resultados

corroboraron que el color azul evocaba mejor las

sensaciones que los ambientes naranjas, color que aumentaba la tensión arterial. Numerosos estudios recientes (Bellizzi 1983, 1986; Babin, Hardesty and Suter 2003; Chebat and Morrin 2007; Smeesters and Liu 2011) enfocados a distinguir las diferencias que se establecen entre las respuestas cognitivas a distintos colores, principalmente entre los cálidos y los fríos, se autoafirman en los resultados que presentan los primeros como mucho más excitantes que los segundos, teniendo en ~ 20 ~

cuenta variables como la presión sanguínea, el ritmo cardiaco, el tiempo de respuesta o la sudoración en las manos. Claramente, cada vez se amplía más el espectro de análisis especializando el estudio en respuestas concretas a productos concretos.

1.6. Respuestas culturales al color

El color ha sido uno de los elementos que ha acompañado al hombre desde hace miles de años, mutando su significado de grupo en grupo. Hay casos en los que si quisiéramos conocer el origen de éste, entraríamos en la complejidad cultural humana, que unido al paso del tiempo y a la aleatoriedad con la que se dan los acontecimientos, nos haría imposible conocer su valor. Sin embargo, numerosos estudios que buscan acercarse a la relación que se establece entre la cultura y el significado del color, han resultado encontrar muchos paralelismos del uso entre distintos grupos culturales. Estos paralelismo pueden ser fundamentados y tener su origen tras un contacto cultural, en otros casos por motivos naturales del comportamiento humano que se repite en distintos grupos sin que haya algún tipo de contacto y, en otros caos, simplemente por coincidencia. Para analizar elementos propios de una cultura no podemos dejar de lado nunca el conocimiento histórico de la misma. En este sentido el uso de determinados simbolismos pueden tener su origen en el legado histórico que ha dejado una cultura pasada. Esta visión diacrónica es la que justifica que un color y su significado pueda ir pasando de una sociedad a otra (migración, política, etc.) Por ejemplo, de modo ilustrativo, el color violeta que se documenta como signo de fe y espiritualidad en la representación en muchas de las festividades religiosas cristianas de Mesoamérica, encuentra su origen en el sincretismo religioso que llevó a cabo el catolicismo proveniente de Europa a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII. La religión cristiana tiene por tradición el color púrpura como símbolo de poder y autoridad. Sus obispos y prelados visten con el color púrpura, así como sus ministros actuales. A su vez, esto tiene su origen en el legado de época romana, donde bajo control imperial, el violeta era el color del poder. El violeta era el color del emperador Diocleciano quien monopolizó el teñido del púrpura controlando el comercio que llegaba desde las rutas caravaneras de oriente hasta Bizancio (Heller 2004). Así pues el

~ 21 ~

púrpura o violeta, ha pasado desde su origen en el poder romano, heredado por las instituciones católicas, hasta llegar a festividades religiosas en centro y sudamericanas. En otro sentido encontramos casos donde el color tiene un significado propio de la cultura a la que pertenece sin sufrir influencias ni contaminación de otras. Esta visión sincrónica, es la que se encuentra en numerosos casos de uso del color en tribus, como los Ndembu estudiados por Victor Turner (1966) donde se describe la triada blanconegro-rojo relacionada con experiencias orgánicas humanas. El blanco se relaciona con los fluidos del cuerpo que dan la vida, como la leche o el semen, por lo que se convierte en un color de fertilidad, pureza y vida. El rojo de la sangre simboliza la muerte y el peligro así como en otros casos simboliza la vida al relacionarse con los niños al nacer. Por último, el negro se relaciona con excrementos tanto humanos como animales y en otros casos es interpretada con la muerte y la guerra. Esta triada ha sido ampliamente documentada en numerosos estudios etnográficos realizados sobre grupos indígenas africanos, sudamericanos, grupos indios de Norteamérica o aborígenes australianos (Sagona 1996). Con esto se entiende que en el mundo, con una gran cantidad de culturas que coexisten y muchas más que quedaron atrás, el significado que se le puede dar a un número limitado de colores (blanco, negro, gris, rojo, azul amarillo, verde, naranja, violeta, marrón, rosa) es ilimitado, donde algunas veces coincide y otras no. 

El blanco es el color de la pureza y la higiene en occidente, donde los doctores o las esposas van de blanco. También es el color de la creación para los cristianos o para la religión hinduista, donde el mundo nace de un mar de leche. Blanco es el color de las deidades; Zeus se presenta a Europa como un toro blanco, Leda como un cisne, el espíritu santo como una paloma blanca, los ángeles son blancos con alas blancas. En la India las vacas blancas son encarnaciones de la luz, en China la garza blanca y el ibis son aves sagradas que simbolizan la inmortalidad. También es un color que simboliza a la mujer. Numerosos nombres de mujer están relacionados con el blanco, ya sea en flores, imágenes o adjetivos (Alba, Blanca, Nieves, Azucena, Camila, Margarita…). Por otro lado el blanco en oriente está relacionado con la muerte y los difuntos.

~ 22 ~



El negro es la ausencia de color, en occidente es el color de la noche y el que invierte cualquier significado positivo del resto de colores. Es el color relacionado con el odio y la maldad así como con la mala suerte y las desgracias, también es el color del luto y del respeto a los muertos. En África es el color de lo bello y el color que simboliza al pueblo tras los cambios culturales acaecidos a mitad de siglo XX. En diseño y moda es el color de la elegancia y neutralidad. El negro combina con cualquier color y cualquier otro color combinado con el negro adquiere otro significado. El rojo del amor combinado con el negro es el color del odio, el amarillo de la alegría combinado con el negro representa la negatividad, el egoísmo y la culpa, el violeta y el negro se combinan para trasmitir misterio y magia.



El azul es el color de la armonía, la tranquilidad, el sosiego y la relajación. Se relaciona con la amplitud del cielo y del mar en contraposición al verde que simboliza lo terrenal. Así mismo es el color del frío, más que el blanco, ya que este representa la luz.



El rojo es el color de del fuego y de la sangre, es el color del amor y del odio así como de todas las pasiones. El rojo simboliza tanto la vida como la muerte a través de la sangre de los sacrificios como la sangre que cubre a los niños al nacer. También ha sido el color del poder y de muchos imperios. El color de la lucha tanto tribal como de la clase trabajadora.



El amarillo es el color del sol, la alegría y la diversión. El amarillo es un color cálido que aporta optimismo y felicidad. Este color por tradición se encuentra emparentado con el blanco de la luminosidad, que se relaciona así mismo con la iluminación mental y espiritual.

A nivel antropológico merecen mención y atención los resultados publicados por Berlyn y Key acerca de la interpretación que se hace de los colores en un estudio realizado a través de los términos utilizados en distintos grupos culturales. En esta publicación de 1969, ―Basic Color Terms‖, Berlin y Key plantean una hipótesis acerca del uso de los colores dentro de las lenguas y sus culturas.

Esta

hipótesis explica la existencia de once términos básicos cuyo orden es invariable y cuya distribución está correlacionada con la complejidad social de los grupos de estudio. El trabajo de Berlin y Key recoge el estudio sobre 98 grupos lingüísticos diferentes a los que se les pregunta utilizando la Carta de Colores Münsell como referencia. ~ 23 ~

El núcleo de su paradigma se puede resumir en seis puntos: 1. Cada lengua tiene un largo número de definiciones para los colores pero el número de colores básicos es limitado. Los términos de los colores básicos tienen cuatro características: son morfológicamente simples, no están incluidos en otros términos de color, son extensamente aplicables y fácilmente reconocibles. 2. La categorización del color no es al azar; el foco del término básico del color es similar. 3. Estos términos son el total del inventario de las 11 categorías de colores básicos, de los cuales se dibujan 11 o menos términos de colores básicos en lenguas indeterminadas. Estos 11 colores son el blanco, negro, rojo, verde, amarillo, azul, marrón, rosa, morado, naranja y gris. Los resultados obtenidos les indicó que no todas las lenguas usan todos los rangos de colores básicos, desde sociedades simples con el uso de pocos colores hasta las sociedades industriales complejas que procesan los 11 colores básicos. 4. Si una lengua codifica menos de 11 términos de colores básicos, hay límites estrictos en las categorías del cual puede codificar. En la mayoría de las 98 muestras de grupos lingüísticos, Berlin y Key encontraron un grupo regular de combinaciones de colores básicos: si no eran usados más de tres colores básicos, éstos debían de ser el blanco, negro y rojo. No fueron encontrados ejemplos de lenguas con el uso de pocos colores básicos donde no se combinaran estos tres, como por ejemplo blanco, gris y rosa. Estos tipos de combinaciones sólo se han recogido en sociedades complejas. 5. El ordenamiento cronológico del color es interpretado como la secuencia de seis o siete estados evolutivos de las sociedades. El ordenamiento particular de los grupos de color lo elaboran a partir de la combinación del blanco y el negro (estadio I), al que se le añade el rojo (estadio II), el verde y/o amarillo (estadio III-IV), el azul (estadio V), marrón (estadio VI), el morado + rosa + naranja + gris (estadio VII). 6. La secuencia de la elaboración del léxico de los colores es una evolución interpretada como un incremento tecnológico y cultural adquirido. El modelo de paradigma que surge a través de este estudio, ha sido puesto en entredicho por autores como Saunders (1995), quién encuentra una muestra de estudio ~ 24 ~

muy condicionada culturalmente y poco diversificada lingüísticamente. Por otro lado, ha sido adoptado en infinidad de trabajos y se ha convertido en la base de estudio para cualquier trabajo relacionado con el color en las sociedades humanas. Los resultados de los términos básicos de los colores y los colores básicos encontrados en cada cultura, ha sido interpretado por Roch (1971) como prueba de una base neurofisiológica de la percepción de los colores. Sobre esto se ha tomado la tríada del blanco, negro y rojo, como base más elemental de utilización del color por el ser humano, lo que en muchos casos ha sido asociado a sociedades primitivas y estadios primitivos de la evolución de las sociedades humana.

2.

ESTADO DE LA CUESTIÓN

La mayor parte de los pocos estudios que trabajan el color en arqueología prehistórica están centrados en los descubrimientos de representaciones figurativas (arte rupestre) o como elemento asociado a lugares sagrados relacionados con enterramientos o áreas de rituales. Haciendo un breve repaso en orden cronológico, se puede encontrar un primer caso de comportamiento simbólico y uso del color asociado a un ritual sagrado. El bifaz encontrado en la sima de los huesos, ―excalibur‖, si como apuntan Carbonell y Mosquera (E. Carbonell, M. Mosquera 2006) se trata de un de artefacto votivo en un contexto mortuorio, es el ejemplo más antiguo del uso simbólico del color. La sima de los huesos, situada dentro del complejo kárstico de la sierra de Atapuerca, representa uno de los temas más polémicos hasta la fecha. Se trata de un depósito en el fondo de una sima que alberga a un número alto de restos de Homo heidelberguensis (28 individuos), datados entre 400,000 y 600,000 años BP (J.L. Bischoff, D.D. Shamp, A. Aramburu, J.L. Arsuaga, E. Carbonell, J.M. Bermúdez de Castro, 2003). Esta acumulación de restos alberga individuos de distinta edades, desde un niño de 4-5 años, pasando por preadolescentes de 10-15 años, preadultos de 18-20 años, adultos de 21-30 años, hasta individuos viejos de más de 30 años. Este grupo reúne tanto a hombres como a mujeres que han sido arrojados o, han caído acompañados de otros animales como zorros, grandes félidos, un lobo, mustélidos y osos. Junto a estos restos óseos se ha hallado una herramienta lítica en cuarcita. Se trata de un bifaz de cuarcita roja y con un veteado marrón elaborado a través de percutor blando en dos fases de reducción ~ 25 ~

inicial. Una primera fase de configuración del volumen total con levantamientos invasores en toda su superficie y, una segunda fase de configuración de los bordes, dando una forma convexa en la zona distal y rectilínea en su perímetro medio-proximal. Microscópicamente se ha detectado bordes y filos con abrasión atribuidos a la acción agentes naturales, experimentalmente relacionados con sedimentos arenosos, por lo que no se puede llegar a saber si fue utilizado en labores

de

descarne.

(E.

Carbonell,

M.

Mosquera, A. Ollé, X.P. Rodríguez, R. Sala, J.M. Vergès, J.L. Arsuaga, J.M. Bermúdez de Castro 2003) Dada la multitudinaria acumulación de restos humanos con un rango muy amplio de edad, localizados en el fondo de una trampa natural y acompañados de una herramienta insignia para estas sociedades de calidad excepcional, una de las

interpretaciones

es

tratar

a

este

emplazamiento como un lugar sagrado de Ilustración 2. “Excalibur”, bifaz encontrado en la sima de los huesos asociado a los restos de Homo heidelberguensis.

prácticas mortuorias. Y si esto es considerado como tal, la herramienta que les acompaña puede tratarse de un exvoto funerario realizado

sobre un materia prima de color rojo (E. Carbonell, M. Mosquera 2006). Hay que reseñar que esta interpretación, no es compartida por parte de la comunidad científica, ya que tanto el hecho de la acumulación de restos humanos en la sima como la asociación al bifaz, ha sido interpretada desde posturas indeterministas como una pura casualidad de acontecimientos fortuitos. En el caso del Homo neaderthalensis se tiene constancia del uso de pigmentos que han sido interpretados como elementos estéticos y decorativos. En Cueva de los Aviones, Murcia, España, con dataciones

en torno a los 50,000 años B.P., se ha

descubierto en el nivel II tres conchas pertenecientes a la familia Acanthocardia tuberculata y Glycymeris insubrica, que se encuentran perforadas y recubiertas con pigmentos rojo y amarillo. Otra concha encontrada en el mismo nivel pero esta vez perteneciente a la familia Spondylus también contiene en su interior residuos de color ~ 26 ~

rojo oscuro resultado de una mezcla de hematita y pirita pulverizada (Zilhão, J. et al. 2010). En el nivel I-k de Cueva Antón, Murcia, España, con dataciones de 37,400 cal años B.P., destaca la concha de la familia Pecten que se encuentra perforada y pintada en su cara externa con un color anaranjado como resultado de la mezcla de Goethita y Hematita. Estos cuatro casos han sido interpretados como residuos de pigmentos que se encuentran dentro de conchas-recipiente y que en su momento fueron utilizados como colorantes con fines estéticos y decorativos dentro de un comportamiento simbólico (Zilhão, J. et al. 2010). Un caso publicado recientemente es el descubrimiento del fósil marino de la familia Aspa Marginata en Grotta Fumane, Italia, descubierto en el nivel A9 con dataciones de 47,600 y 45,000 cal años B.P. Se trata de un fósil de concha marina perteneciente a sedimentos Miocenos-Pliocenos que se encuentran a unos 100Km del yacimiento y que a través del análisis microscópico de dispersión de rayos-X y tipo Raman, han dado como resultado la presencia de hematite pura sobre su superficie. A pesar de haber niveles superiores Auriñacienses con presencia de ocre, parece que éste no ha traspasado los estratos hasta llegar al nivel musteriense, con lo cual parece que estos restos son propios de grupos Neandertales. Aunque han barajado cuatro hipótesis para dar explicación a este descubrimiento; una herramienta, un recipiente de pigmento, un elemento trasportado a mano o un adorno personal, éste último ha sido el que ha concluido la interpretación al ser tratado como un elemento decorativo recubierto de ocre y que probablemente estuviese perforado para ser colgado y lucido (Peresani, M., Vanhaeren, M., Quaggiotto, E., Queffelec, A., & d‘Errico, F. 2013). Estas evidencias son los primeros casos de uso intencional del color antes de la llegada del hombre anatómicamente moderno, a quién se le atribuye la difusión del comportamiento simbólico. Las evidencias más antiguas de este hecho son los restos de uso de pigmentos rojos en los yacimientos de Blombos Cave y Pinnacle Point, Sudáfrica. En estas dos cuevas, con ocupaciones humanas pertenecientes a Homo sapiens con dataciones anteriores a los 160,000 años BP, se han recuperado numerosas piezas de hematite. En concreto, en Pinnacle Point, se han descubierto 57 piezas de hematite con indicios de uso intencionado para la extracción del agente colorante (Marean et al. 2007). En este caso ~ 27 ~

Marean no atribuye un uso exclusivo del óxido férrico como colorante, ya que evidencias arqueológicas y etnográficas muestran el uso del ocre como compuesto en adhesivos y pegamentos utilizados para el enmangue, pero sí subraya que la selección de hematites ha tenido una doble función, simbólica/estética y funcional (Marean et al. 2007). Otro ejemplo de utilización de colores con usos simbólicos es el caso de la cueva de Qafzé, en Israel, donde hay un mínimo de 84 piezas de ocre a lo largo de una larga secuencia de niveles. Muchas de estas piezas presentan marcas de haber sido frotadas y utilizadas sobre otros elementos, como las industrias que contienen ocre en gran parte de la superficie. Los niveles con restos de pigmentos colorantes asociados a prácticas simbólicas de humanos anatómicamente modernos, están situados entre los 100,000 y 90,000 años BP, correspondientes a los niveles XXIV-XVII. Concretamente el nivel XVII, en torno a los 92,000 ±500 años BP (Erella Hovers, Shimon Ilani, Ofer Bar‐Yosef, Bernard Vandermeersch 2003) contiene un alto número de enterramientos (8 individuos) asociados a un elevado número de restos de ocre. El ocre encontrado en estos niveles de la cueva procede de formaciones de óxido de hierro con goetita y hematite localizadas entre 2.5 y 8 km de distancia. Su selección ha sido cuidadosa de entre las variedades encontradas en el afloramiento, recolectando aquellas piezas más brillantes y con mayor cantidad de ocre. Así mismo, la cantidad de material introducido es muy alto, aunque ocurrido a lo largo de un periodo de tiempo muy amplio. El nivel XVII, caracterizado por enterramientos, tiene una secuencia de unos 1000 años de acumulación de ocres. Esto lo convierte en un lugar sagrado y reutilizado de forma continua a lo largo del tiempo (Erella Hovers, Shimon Ilani, Ofer Bar‐Yosef, Bernard Vandermeersch 2003). Más recientemente tenemos la doble inhumación descubierta en Sunghir, Rusia, y datado en 28,000 cal BP (McBurney 1975) de dos jóvenes asociados, junto con otros elementos, a fémures humanos pintados con ocre rojo. O el triple enterramiento descubierto en Dolni Vestonice, Republica Checa, datado en 28,000-26,000 BP, de dos hombres y una mujer acompañados de elementos decorativos como dientes de lobo y zorro, metal y conchas, donde las cabezas de los dos hombres están cubiertos con ocre rojo y así como la ingle de la mujer (Klima 1987).

~ 28 ~

Ya en el mesolítico es una práctica mucho más extendida el uso del ocre para enterramientos, como por ejemplo el descubierto en Vlasac, Serbia, con ocre rojo puesto cubriendo la cabeza del hombre y las ingles de la mujer (Handsman 1991), el caso de Skateholm I y II, Suecia (Larsson 1989), o Teviec and Hoedic, en la Bretaña francesa (Kirk 1991). En estos casos, el ocre rojo, pigmento asociado, ha sido relacionado con el rojo de la sangre y con la muerte. Otro de los usos dados a los pigmentos colorantes han sido las múltiples representaciones artísticas realizadas sobre paredes de cuevas y abrigos. Este es el caso de las representaciones más antiguas encontradas en Australia realizadas por los primeros pobladores que colonizaron el continente, (Nauwalabila I y Malakunanja II), datadas aproximadamente hacia el 50,000 BP, (Flood 1996) y asociado a piezas de ocre halladas en los niveles correspondientes a esas fechas. Así como el enterramiento de Lake Mungo 3, datado en 60,000 años BP y con restos de ocre sobre los huesos. Estos restos suponen las primeras evidencias australianas de utilización del color en rituales funerarios y artísticos. En el continente europeo también existen evidencias muy antiguas del uso del color para la realización de representaciones abstractas con un fuerte carácter simbólico, aunque sus estudios se hayan centrado más en los tipos de preparación de pigmentos y en la simbología de las figuras. Este es el caso de gran parte de las cuevas del arco franco-cantábrico. Por ejemplo, las pinturas rupestres realizadas durante el paleolítico superior europeo en cuevas como Cosquer, datada en 27,110±350 años BP, o Chauvet, datada en 30,340 años a 32,410 años BP (Clottes 1998) así como todas las del arco cantábrico (Altamira, el Castillo, el Pendo, etc.), realizadas con pigmentos rojos, negros y amarillos, forman por tradición uno de los vestigios mejor conservados y de mayor calidad de representaciones abstractas del mundo prehistórico elaborado a través de pigmentos.

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Ilustración 3. Escena de leones cazando bisontes. Cueva de Chauvet.

Ya en el neolítico hay numerosos casos del uso simbólico de materias primas por su color.

El caso de las hachas pulimentadas de Inglaterra es muy curioso. Estos

materiales, con más de 20,000 piezas pertenecientes al neolítico y mesolítico inglés (6,000-4,000 años BP), están elaboradas sobre una amplia variedad de materias primas (rocas ígneas como gabro, dolerita, pórfido, basalto, andesita o riolita; rocas sedimentarias como calizas, limonitas o sílex y, metamórficas como porcelanita, esquistos y otros). Se ha especulado sobre el valor que adquiría el hacha pulimentada al estar realizada sobre una materia prima que representaba el paisaje y área de su lugar de origen. Este factor, en momentos en los que existía un intercambio de materiales entre distintos grupos, suponía dotar al artefacto de un valor simbólico y territorial de su procedencia. El misticismo y espiritualidad que hay en las áreas fuente de captación de materias primas es algo bien documentado en distintos grupos. Por ejemplo, Taçon observa un comportamiento ritual en el lugar donde los aborígenes australianos van a abastecerse de las materias primas con las que realizan los grabados (Taçon 1991). Así mismo, Stout documenta comportamientos rituales y sagrados en el momento en el que grupos indonesios de Papua Nueva Guinea, los Langda, van a recoger la materia prima con la que elaborarán sus herramientas. Esta actividad, recoge Stout, está reservada para los varones de la tribu y sólo aquellos que poseen el poder, son los encargados de seleccionar los bloques de materia prima que llevarán hasta el campamento. Todo esto además está acompañado de un ritual que dura un par de días y donde las condiciones ~ 30 ~

ambientales juegan un papel importante. La interrelación de las condiciones comportamentales del encargado de seleccionar la materia prima (sabiduría, experiencia, poder, espiritualidad), con las condiciones ambientales, hacen de la recolección un ritual sagrado de gran valor para el grupo (Shout 2002). Volviendo a las hachas pulimentadas neolíticas, se han podido elaborar grupos por tipos de materias primas, donde por ejemplo el grupo VI pertenece a las hachas hechas en toba volcánica de tonos verdes bandeados de áreas fuente localizadas en la Cumbria, Great Langdale y Scafell. La superficie de estas herramientas muestran una coloración verde muy característica y distintiva del resto de hachas. Éstas se relacionan con zonas interiores de la isla, propias de los valles glaciares en los que se abastecen de materias primas, comportándose el lugar como área de abastecimiento en unos casos o como taller donde se lleva a cabo la manufactura de la herramienta (Fell y davids 1988). Otro grupo realizado es el tipo A de dolerita procedente del noroeste de Francia, de la Bretaña francesa concretamente, también visualmente muy distintiva. Este tipo de hachas presentan una morfologías mucho más alargadas y una talla de tipo de base oblicua, que se distingue de aquellas elaboradas sobre materiales de Inglaterra, mucho más rectilíneas. En este caso, el motivo que hace del color un elemento distintivo en estas hachas, es el hecho de que la materia prima es de una calidad inferior al resto de las encontradas en estas cronologías (Le Roux 1979, 1998). Otro ejemplo es el caso de los pulimentados en jadeíta procedentes por intercambio de zonas lejanas a su descubrimiento (Pétrquin et al. 1998). El caso más señalado es el jade procedente de las canteras en los Alpes italianos. Se trata de materiales que son trasportados en bruto o pueden viajar e intercambiarse ya configurados hasta recorrer distancias de cientos y miles de quilómetros. Para Jones y Bradley, el color, entendido como metáfora del área fuente, adquiere un valor adicional dentro del conjunto de factores que determinan la selección de dicha materia prima (Jones and Bradley 1999), ya que conecta la herramienta con la tierra y su lugar de origen, en ocasiones paisajes espectaculares que sirven de recuerdo espiritual al grupo o al individuo. En otros casos las herramientas que son intercambiadas aumentan su significado por la genealogía que arrastra tras de sí, incluyendo historias de su origen.

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En la totalidad de las hachas no se ha documentado ninguna en color rojo, apareciendo solamente sobre pulidores (areniscas) y alejándose de los planteamientos de Berlin y Key donde establecen el negro, blanco y rojo como la triada de colores primitivos presente en cualquier grupo que tengan uso de otros colores. El rojo que ha aparecido, se ha documentado sólo para la elaboración de pendientes en jaspe, asociados a elementos de adorno personal e individual.

Ilustración 4. Pendiente en jaspe procedente de la excavación de Eagle’s Nest, Inglaterra.

Todas las hachas recuperadas están hechas sobre materiales de color verde, azul, gris, marrón y blanco. El verde es muy característico, tanto por la variedad de materiales sobre los que se elabora; basaltos, porcelanita, toba volcánica y sílex, como

por

la

cantidad

de

restos

encontrados. Estos se relacionan con los valles glaciares donde se encuentra la formación de estas materias primas. Por otro lado, se encuentran aquellas hachas pulimentadas azules, la mayoría en jade, considerados de alta calidad y relacionados con el azul del mar y con zonas más cercanas a la costa. El caso de los pórfidos grises y feldespatos blancos se han relacionado con la Ilustración 5. Hachas pulimentadas en porcelanita verde procedente de Suffolk, Inglaterra.

simbología espiritual y del más allá, elemento que dentro de la cultura

irlandesa e inglesa se puede rastrear desde el neolítico hasta tiempos recientes. Las hachas pulimentadas blancas se elaboran sobre pórfido, feldespato, jade o sílex. En la simbología neolítica irlandesa el color blanco ha estado relacionado con el más allá, las ideas de luminosidad, visibilidad y brillantez en la cognición y percepción humana. Representan las ideas puras asociadas al cosmos, cielo y deidades. Estos tipos de materias primas cobran una importancia relevante al encontrarse en lugares sagrados repartidos por toda Inglaterra, tales como lugares de enterramiento o de conexión con el cosmos con presencia de ofrendas de guijarros blancos en cuarzo o de estructuras de ~ 32 ~

monolitos blancos alineados (Cooney 1998, 2002, Jones 1999, Burl 2000, Bradley 1995)

Ilustración 6. Hacha pulimentada en jadeíta procedente de Histon, Inglaterra.

En el mundo del más allá todo objeto está envuelto de una simbología y significado especial ya que acompaña al muerto en su viaje a lo desconocido. Muchas de las herramientas que fueron depositadas junto a los enterramientos no fueron utilizadas, ofreciéndose a modo de ofrenda. Otro ejemplo del uso de materiales preciados que se asocian a lugares sagrados se puede encontrar en el neolítico medio catalán (4,300—3,400 años cal BP), conocido tradicionalmente como la "cultura de los sepulcros de fosa". El yacimiento de Bòbila Madurell, datado en 4800±110 años cal BP (Gibasa, Clemente y Vila 1997), aparecen una serie de enterramientos asociados a materiales líticos y cerámicos. Los materiales elaborados en sílex melado son de un tipo de materia prima de excelente calidad, de un color caramelo y una textura muy delicada procedentes muy probablemente del sur de Francia, concretamente de la formación de Cretácico Inferior de la alta Provenza (Vaquer 1990). En el enterramiento se hallan tanto herramientas elaboradas y usadas; ~ 33 ~

fragmentos geométricos y láminas retocadas, como soportes laminares sin indicios de haber sido utilizados (Terradas y Gibasa 2002). Esto presenta un contexto funerario con materiales asociados que pertenecen a distintas fases de la secuencia operativa de uso de las herramientas, algunas pertenecientes a fases finales y otras, como las láminas, a fases intermedias de la talla. En este sentido el ajuar puede tener significados diversos, con un carácter subsistencial, técnico y simbólico (Terradas y Gibasa 2002).

Ilustración 7. Núcleos laminares de sílex melado procedentes del yacimiento de Bòbila Madurell.

Un último caso mucho más claro del uso del color en contextos rituales son los cuchillos bifaciales en la ocupación Cahokia de la cultura Mississipiense, Illinois, EEUU. Esta cultura, desarrollada a orillas del rio Cahokia a lo largo de 600 años, (6001200 D.C.), estuvo ligada a la caza y recolección y al cultivo de algunos productos como el maíz procedente de México. Se trata de una cultura fuertemente jerarquizada desarrollada en urbes caracterizadas por la construcción de grandes montículos piramidales que articula la vida de sus habitantes y de la urbe y que recuerdan a las construcciones mesoamericanas. En este contexto se han encontrado multitud de cuchillos en sílex con restos de pigmentos sobre su superficie, asociados a contextos ceremoniales como enterramientos o lugares sagrados en las viviendas en los que se hallaron. Concretamente el resultado obtenido a través de un microscopio electrónico de transmisión (TEM), presenta un dibujo de pigmentos que divide diagonalmente la

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pieza en dos mitades, una roja y otra verde. El pigmento rojo está elaborado con hematite y el verde está elaborado con cobre. En el caso del cobre se trata de una materia prima de origen lejano y que ha sido machacada y pulverizada para su uso, no así como el ocre, material documentado en áreas cercanas. El carácter simbólico que adquieren estos colores se ha asociado a los enteramientos y complejos ceremoniales. (Vermilion MR, Krekeler MPS, Keeley LH 2003).

Ilustración 8. Dos cuchillos de talla bifacial con presencia de pigmentos verdes y rojos procedentes del yacimiento de Lloyd, cultura Cahokia.

En la mayor parte de ejemplos presentados, parece que el uso del color ha tenido un significado importante en todas

aquellas actividades relacionadas con el mundo

espiritual, funerario o transcendental. Los enterramientos, las representaciones pictóricas o las herramientas y objetos que acompañan en los rituales sagrados, están fuertemente condicionados por el color sobre el que se elabora, generalmente rojo. Estos motivos llegan hasta nosotros ya que están elaborados sobre soportes que han podido conservarse, como objetos en piedra, metal o sobre paredes de cueva y abrigos. Pero ~ 35 ~

muy probablemente la mayor parte de las coloraciones utilizadas por estas sociedades, como la aplicada sobre cuero, herramientas en madera o hueso, no hayan podido conservarse hasta nuestros días, perdiendo la mayor parte de la realidad social, cultural y conceptual que tenían estos grupos humanos.

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3. PLANTEAMIENTO CONCEPTUAL

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"Un modelo teórico nunca puede pretender explicar toda la realidad; pero al menos nos sirve para establecer el grado de desconocimiento que tenemos de ella. " MAC ARTHUR Y WILSON

La interpretación del registro arqueológico es la fase más compleja de la investigación prehistórica, ya que se combina el conocimiento acumulado y la imaginación del investigador, no entendida como un ejercicio de fantasía gratuito, si no como un esfuerzo por volcar el conocimiento empírico sobre un registro material al que hay que darle vida. Para que esta interpretación mantenga una coherencia, en nuestro caso se le concede la base de un corpus analítico-descriptivo que guiará en todo momento el camino de la investigación. Por lo que es necesario que este corpus, es decir, la metodología de análisis, esté ajustada a la problemática concreta. En el caso de estudio de los colores sobre lo soportes líticos, he recogido el planteamiento de la cadena operativa de Leroi-Gourhan como eje de trabajo. Este planteamiento sugiere que el objetivo fundamental de la interpretación es llevar a cabo una reconstrucción en función de una coherencia tecnológica global que sustenta el encadenamiento de los materiales, gestos y ―saber hacer‖, en la realización de cualquier acción tecnológica (pasada y presente). Por lo que la interpretación debe ser un remontaje retrospectivo de los eslabones que conectan cada operación y acción técnica pasada, ahora aislada en un contexto arqueológico. Por tanto la cadena operativa presenta de modo muy estructural una secuencia ordenada y continua, no siempre iguales, de procesos mentales, secuenciales y gestuales, que desembocan en la formación de un contexto arqueológico determinado. La intención metodológica es adaptar un análisis secuencial paralelo a los procesos idealizados en la cadena operativa y ajustado a cada uno de los pasos propios del proceso. Esto quiere decir que se divide la cadena operativa en momentos concretos donde la intencionalidad guía la labor que se lleva a cabo. Y en este caso los colores son la intencionalidad propia de cada momento.

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3.1. Modelo de Momentos de la Cadena Operativa

Se ha partido del esquema conceptual de Leroi-Gourhan, clásico y determinante en el desarrollo de la escuela francófona de estudios prehistóricos, para tomar el modelo conceptual adaptado en Estados Unidos por Shiffer (1972). Este modelo procesualista presenta la idea en la que un artefacto lítico pertenece a un proceso mucho más largo que ha sido dividido en subsistemas: captura o abastecimiento de materias primas, producción de las herramientas, mantenimiento de las mismas y abandono (Collins 1974, Shiffer 1976, Binford 1977, Binford 1979 y Tixier et al. 1980). Cada uno de estos subsistemas es distinguido del resto por una serie de propiedades que los caracteriza en sí mismos, lo que no encierra que se puedan dar rasgos que se repitan en varios momentos. Esto se observa muy bien en el esquema propuesto por Shiffer (1972), para el modelo de flujos de consumo:

Ilustración 9. Modelo de flujo para ver el ciclo de vida de los elementos de consumo. (Shiffer 1972)

Según este modelo se definiría en primer lugar el abastecimiento de materias primas (procurement), que debe servir para determinar el tipo de materia prima que es usado en el yacimiento así como el criterio que ha sido seguido para seleccionarla, trasportarla e ~ 39 ~

introducirla; teniendo en cuenta cuestiones como la distancia entre el área fuente y el yacimiento, la dificultad de trayecto o la accesibilidad a la misma. En segundo lugar se tratarían las secuencias de reducción (preparation). Este momento describe todos los métodos de reducción asociados a la cultura de los diferentes grupos y teniendo presente el rol de esos métodos dentro de los sistemas de talla de cada grupo. En tercer lugar se distingue el ―consumo‖ o uso de las herramientas fabricadas (consumption). Esto es una vez que la herramienta ha sido configurada, se da inicio a su uso dentro de la actividad para la que ha sido concebida. En grupos o actividades poco especializadas, se encontrarán herramientas de fondo (en nuestro caso pueden ser lascas o láminas sin retocar) y en grupos o actividades muy especializadas se encontrarán herramientas muy características (en nuestro caso: raspadores, denticulados, raederas, perforadores, etc.). Estas herramientas pertenecen al último eslabón o paso dentro del contexto sistémico antes de ser desechadas, lo que no quita que puedan de nuevo ser introducidas en el estado de uso llevando a cabo una labor de mantenimiento o reciclaje (recycling y lateral cycling). Esto se puede observar en casos donde se encuentran estigmas de su primera configuración y estigmas del reciclaje. En casos más cercanos se puede identificar por objetos que se encuentran en contextos que no son los suyos (la clásica percha de alambre que hace el papel de antena en un Opel Kadett). Por último está el momento de desecho donde todos aquellos elementos que han formado parte de la cadena operativa, exceptuando el sujeto en sí, son desechados (discard) generando un basurero (refuse). En este momento es cuando se empieza a formar el registro arqueológico.

3.2. Adaptación del modelo de Momentos

En este caso voy a adaptar este modelo de momentos a mi problemática concreta. En primer lugar incorporo un momento y, en segundo lugar, adapto nuevos elementos subsistémicos enfocados en la selección preferencial de la materia prima en función del color. El proceso de estudio se va a articular a través de una serie de preguntas que corresponden a los pasos de la cadena operativa. ~ 40 ~

El momento previo a la selección es un criterio, en mi caso, indispensable a la hora de abastecerse de materias primas. Se trata del factor limitante dentro de un territorio que condicionará la selección de las mismas. Es decir, sólo se podrá elegir entre aquello disponible y, aquello que no lo esté y se encuentre, es un elemento adicional a tener en cuenta. De ahí que los materiales alóctonos supongan una puesta en valor y una interpretación de; o una alta movilidad de los grupos o una red de intercambio entre grupos. El primer momento es en el que se da el abastecimiento de materias primas con una primera selección potencial de los elementos preferidos por el sujeto. Si en este caso se diese una selección preferencial de la materia prima en función del color, teniendo en cuenta otros factores como la calidad, el formato o la abundancia, se podría identificar distinguiendo entre la oferta presente de colores en el área fuente y las características cromáticas de la materia prima presente en el yacimiento. Para poder responder a los dos primeros momentos, se plantea las siguientes preguntas: 1. ¿Qué características ofrece el área fuente de abastecimiento? ¿Hay una recolección preferencial o se coge todo? El segundo momento está caracterizado por el inicio del proceso de reducción de la materia prima, donde se lleva a cabo unas estrategias de talla propias del grupo cultural. En este segundo momento se pueden dar dos selecciones potenciales del color; una primera donde se seleccionan aquellos núcleos que van destinados a una talla preferencial, en este caso laminar o microlaminar, y una segunda donde se seleccionan aquellos soportes que se destinan al retoque. Para responder a las dos selecciones potenciales del color dentro del segundo momento, se plantea la segunda y tercera pregunta: 2. ¿Una vez en el yacimiento hay un trato diferencial de alguna variedad de sílex durante la fase de explotación? 3. ¿En la fase de configuración de útiles se establece alguna relación entre alguna variedad de sílex y algún morfotipo?

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El tercer y último momento está caracterizado por el mantenimiento de las herramientas ya configuradas y que pueden tener un mayor o menor uso dentro del mismo grupo de morfotipos.

Para responder a este momento se plantea la cuarta

pregunta: 4.

¿Se puede observar un trato diferencial dentro de un grupo de

morfotipos que presentan una selección preferencial del color?

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4. METODOLOGÍA

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4.1. Análisis tecnológico de los materiales arqueológicos.

En primer lugar se lleva a cabo una descripción y análisis de los materiales arqueológicos seleccionados para el estudio, divididos en dos fases: una primera secuencia de reducción de los nódulos introducidos al yacimiento y, una segunda de configuración a través del retoque de los soportes seleccionados para la fabricación de las herramientas. Para el análisis de los materiales (núcleos y retocados) se ha recurrido a la combinación de varios sistemas analíticos. Por un lado, para las cuestiones puramente tecnológicas, se ha usado el SLA (Carbonell 1983), que pese a tener un mayor uso en tecnocomplejos más antiguos, su carácter analítico estructural le confiere una flexibilidad y adaptabilidad a otro tipo de complejos tecnológicos. Para cuestiones más tipológicas se ha usado las clasificaciones de Fortea (1973), ya que éste autor crea un cuerpo descriptivo de las industrias microlaminares y geométricas levantinas donde incorpora el yacimiento de el Filador como uno de sus ejemplos. Pero en conjunto y para darle uniformidad al análisis se ha recurrido a las Tipología Analítica de Laplace (1972) A todas las piezas configuradas (tanto retocados como no retocados) se les ha tomado las medidas en milímetros (largo-ancho-espesor) y se les ha tomado el peso en gramos (Báscula: Gram precision, serie GM, GM-1100, 1100g+0.1g). Todos los materiales arqueológicos han sido documentados fotográficamente con una cámara fotográfica Nikon D300S, con un objetivo AF-S Micro nikkor 40mm (1:2.8G).

4.1.1.

Análisis de la secuencia de reducción

BASES NEGATIVAS DE EXPLOTACIÓN (BNE): Para el SLA la base negativa de explotación (BNE), es el resultado de la interacción entre un agente activo (percutor) y un soporte pasivo (nódulo). El agente activo aplica una energía de descarga sobre el soporte pasivo que sufre un desprendimiento (BP), lo que generalmente se conoce como ―lasca‖.

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Dentro de un proceso de talla el soporte puede ser objeto de dos productos; uno donde el soporte está destinado a ser configurado (BNC) y del que se desprenden restos de talla; y un segundo donde el soporte está destinado a ser explotado (BN1GE) con el objetivo de obtener unos soportes (BP) predeterminados y con unas morfologías aptas para ser usadas o para continuar con su elaboración (BN2GE).

TIPO DE SOPORTE: Ajustándonos al conjunto que se presenta en las industrias del Filador, se han distinguido tres tipos de soporte. Bloque: Se trata de soportes que presentan unas morfologías propias de cantos y nódulos en bruto donde es imposible reconocer sus morfologías. BN1GE: Es la primera fase de explotación que sufre un bloque. BN2GE: Se trata de bases positivas extraídas de una BN1GE y que a su vez son empleadas como soportes para la producción lascas y láminas predeterminadas.

Ilustración 10. Génesis de las categorías estructurales (Carbonell et al. 1995)

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CORTICALIDAD: La corticalidad se ha medido en base a un valor porcentual que va del 0% al 100% dependiendo de la superficie cubierta por el córtex.

FACIALIDAD: Define la cantidad de caras talladas que se pueden aislar en la BNE. Unifacial: Una sola cara tallada. Unifacial: Dos caras talladas. Trifacial: Tres caras talladas. Multifacial: Las que presentan cuatro ó más caras talladas.

Ilustración 11. Facialidad de las caras talladas.

JERARQUÍA: Esta variable describe el orden con el que se explota un núcleo. De este modo se podrá observar si existe un rango distintivo entre dos o más caras dependiendo de la estrategia de explotación. Por lo que, si se observa que la intervención sobre una cara tiene la finalidad de elaborar una plataforma de percusión para dejar una segunda cara perpendicular que funcionará como plataforma de explotación, se entenderá que existe una jerarquía facial de la primera en favor de la segunda. De modo inverso, cuando las caras estén explotadas de modo indiscriminado y sin observar ningún orden entre las mismas, se dirá que la relación entre las caras será no jerarquizada. CARACTER DE LAS CARAS: Dependiendo del carácter de cada cara se pueden distinguir dos tipos; una destinada a servir de plataforma de percusión (preparación) y una segunda destinada a plataforma de explotación (explotación). Se pueden dar caras que funcionan indistintamente como preparación/explotación.

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DISPOSICIÓN DE LOS LEVANTAMIENTOS: Dependiendo de la relación que guardan los levantamientos de una misma cara, se han descrito cinco tipos:

Ilustración 12. Disposición de los levantamientos sobre una cara de talla.

ÚLTIMAS EXTRACCIONES: Se analizan las características de las últimas extracciones completas que pueden observarse y medirse en longitud y anchura. Así mismo se toma nota a qué tipo de explotación ha sido objeto el núcleo antes de ser abandonado, distinguiendo entre laminar, microlaminar y lasca.

MOTIVO DE ABANDONO: En este caso se señalan los posibles motivos de abandono cuando estos son reconocibles. Tamaño reducido del núcleo: cuando la materia ha sido explotada y agotada al máximo. Fisuras: cuando el núcleo presenta fisuras internas que han afectado y dificultado los procesos de explotación. Accidentes de talla: cuando en el frente de explotación se observa una superposición de reflejados que impide continuar con la explotación.

4.1.2.

Análisis de los retocados

Los productos que son elegidos tras el proceso de reducción para dar inicio al retoque deben contener una serie de características que los distingue del resto, para lo que se lleva a cabo un análisis cualitativo de los rasgos principales. Para poder inferir la situación que esa lasca ocupaba en el proceso de talla ~ 47 ~

diferenciamos tres tipos de lascas: primaria (toda una cara con córtex), secundaria (una porción de la cara dorsal con córtex) y terciaria (sin córtex). Esta clasificación es pertinente sobretodo en los sistemas de talla laminares o con tendencia longitudinal, como es el caso del sitio estudiado, ya que puede indicar la posición relativa de esa lasca dentro de las cadenas operativas.

En todos los retocados se ha tomado el color utilizando el código Munsell para rocas (The Geological Society of America, 1991).

Así mismo en todos se han tomado las medidas en mm del largo, ancho y espesor y se ha tomado el peso en gramos (Báscula: Gram precision, serie GM, GM-1100, 1100g+0.1g).

La catalogación de las piezas se ha llevado a cabo a través de la tipología de Laplace (1972). Los retocados se distribuyen en Raspadores, Denticulados, Truncaduras, Lascas retocadas y Raederas.

4.1.2.1. Raspadores

Dentro de los materiales retocados del nivel 8-9 microlaminar de Filador, los raspadores son el tipo más numeroso y mejor representado (37 piezas), por lo que el estudio que se llevará a cabo, describirá un abanico más amplio de atributos que los estudiados sobre el resto de retocados. Para esto se ha seguido un modelo de análisis empleado para el estudio de los raspadores del yacimiento de Molí del Salt, Vimbodí (Hinojosa 2011). Los raspadores como conjunto de herramientas sobre lasca o lámina, se caracterizan por poseer una o más extremidades con un retoque continuo directo que define un frente de raspador más o menos redondeado (Fortea 1973). Estas herramientas han sido asociadas desde un inicio al trabajo de las pieles, aunque no sean las únicas herramientas destinadas a esa utilidad. Para la clasificación de los raspadores se ha utilizado la tipología de Laplace (1972). Laplace divide los raspadores en tres grupos: los planos frontales (G1), los planos en hocico (G2) y los carenados (G3). ~ 48 ~

En el grupo de los planos distinguió los frontales simples, G11; los que tienen retoque lateral, G12; y los que tienen retoque de forma circular, G13. En el grupo de los planos en hocico distinguió: el G21, de hocico ojival y el G22, de hocico despejado. En el grupo de los carenados (G3) reconoció las variantes de los mencionados arriba: frontal, frontal con retoque lateral, frontal circular, de hocico ojival y de hocico despejado.

CARA TALONAR: La cara talonar puede darnos información acerca de las estrategias de talla, el tamaño inicial de la lasca, antes de su reducción por retoque o el aprovechamiento de la forma de la lasca. Se han registrado raspadores con presencia y ausencia de talones, lo que queda documentado ya que la utilización del talón como frente de raspador puede ser motivo de selección de la lasca. Para los tipos de talón utilizaremos la tipología de Laplace (1972): 1 liso; 2 puntiforme; 3 diedro; 4 facetado plano; 5 facetado convexo; 6 con córtex o superficie natural.

DESCRIPCIÓN DE LA CARA VENTRAL: La cara ventral puede darnos indicios de cuál fue el tipo de percusión empleada para extraer la lasca así como la dirección respecto al talón y cara dorsal. Se toma en cuenta la pronunciación del bulbo; de los que se marcan tres grados: 1 (nulo o casi imperceptible); 2 (moderado o difuso); y 3 (marcado o fuerte).

TIPO DE SOPORTE:

Para el tipo de soporte sobre el que está configurado el raspador, se lleva a cabo una descripción con la que se pueda inferir el proceso de talla que ha generado el mismo. De cada uno de ellos se mide el índice de alargamiento para determinar si los raspadores pertenecen a soportes con una tendencia general longitudinal (propios de una talla laminar) o si por el contrario son productos de levantamientos no longitudinales a raíz de núcleos que no tienen formas laminares. El índice de alargamiento se realiza obteniendo la ratio longitud/anchura, lo que da unos resultados con los que se puede observar si se trata de lascas o de láminas. Por ~ 49 ~

definición, la lámina es el doble de larga que de ancha mientras que la lasca será siempre más ancha que larga (Laplace 1972). Para ello Laplace (1972) formalizó seis módulos de alargamiento donde recogía la manera en la que se distribuía el alargamiento de los soportes: a) 1/2; b) 2/2 ; c) 3/2; d) 5/2; e) 8/2; y f) 13/2. Dibujados quedan del siguiente modo:

Ilustración 13. Módulos de alargamiento según Laplace.

DESCRIPCIÓN DE LA CARA DORSAL:

Para reconocer esta tendencia es necesario intuir los levantamientos previos a través de la descripción de las nervaduras y negativos de la cara dorsal. La descripción de la cara dorsal se hace a través de dos elementos; el dibujo de las nervaduras y la dirección de los negativos reconocidos a través de las ondulaciones.

Dirección de los negativos: A. unidireccional proximal distal, B. unidireccional lateral, C. bidireccional proximal distal, D. Bidireccional proximal-distal E. bidireccional proximal-distal y lateral, F. multidireccional y G. longitudinales. (Hinojosa 2011)

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Ilustración 14. Dirección de los negativos en la cara dorsal del soporte.

CARACTERÍSTICAS DEL FRENTE DEL RASPADOR:

Para describir el frente del raspador se deben tomar una serie de parámetros que pongan en evidencia y resalte el ejercicio que se ha llevado en la elaboración de los frentes activos y que generalmente se toman como los bordes potenciales de los raspadores. Se considera que esta parte es la que más trabajo ha sufrido de todo el borde del raspador; los que han sido objeto de un mayor cuidado en su elaboración, los que han sufrido un mayor desgaste en su uso y los que han sufrido un mayor reavivado, dando como resultado la reducción longitudinal del tamaño inicial del soporte sobre el que se elaboró. Esto provoca que el índice de alargamiento de un raspador abandonado sea muy distinto al de su momento de inicio del retoque. Para aislar cada una de estas secuencias de trabajo, se analiza: Ángulo del retoque: El ángulo del retoque se tomará respecto de la cara ventral. Se han tomado cuatro tipos: 25-45º Plano (1), 46-60º Simple (2), 61-74º Semiabrupto (3), >75 Abrupto (4) Cantidad de generaciones de retoque: Se han tomado tres generaciones del retoque (Hinojosa 2011)

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Ilustración 15. Generaciones del frente de raspador.

Cuidado en el retoque: Se distinguen cuatro grados de retoque. Un primer tipo que resaltaría por su ritmicidad y ordenamiento con un grado de simplicidad (A) y un segundo grado de complejidad y superposición (B) y, un segundo tipo desordenado y caótico, con un grado de simplicidad (C) y un grado excedido (D). (Hinojosa 2011)

Ilustración 16. Cuidado en el retoque del frente del raspador.

Grado de redondez y simetría del frente: Se ha valorado el grado de redondez que posee el frente del raspador y si este a su vez presenta un eje de simetría o de asimetría, llegando dibujos con tendencias desviadas hacia uno de los dos lados. Así se ha elaborado una tabla con 6 tipos: (A) poco redondeado, (B) redondeado y (C) alargado; que a su vez cada uno de estos puede ser (1) centrado o con desviación hacia la izquierda (2) o derecha (3). Generalmente aquellos frentes de raspadores que han sufrido una desviación del retoque con tendencia hacia alguno de los dos lados, han llegado a embotamientos del retoque con ángulos muy abruptos. ~ 52 ~

Ilustración 17. Grado de redondez y simetría en el frente del raspador.

4.1.2.2. Denticulados

Dentro de los retocados el segundo grupo encontrado son los denticulados con un número muy bajo de piezas (9 piezas). Este se trata de un útil sobre lasca o lámina con una serie abundante de retoques en uno o más de sus bordes formando un filo dentado no siempre regular. El tipo de retoque, caracterizado por tratarse de levantamientos generalmente más profundos y marcados que los retoques de los raspadores o raederas, por ejemplo, configuran un frente aserrado. Siguiendo a Laplace (1972), éste los clasifica en tres clases: denticulados planos con retoque marginal (D1); denticulados planos con retoque profundo (D2); y denticulados carenados (D3). Dentro de los denticulados planos con retoque profundo (D2), entrarían los en escotadura (D21), en espina (D22), raedera denticulada (D23), punta denticulada (D24) y raspador denticulado (D25). Así pues se ha limitado el estudio de los denticulados a una mera clasificación tipológica, toma de medidas y peso y asignación a un grupo de materias primas

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4.1.2.3. Truncaduras

Tras los denticulados se halla un reducido número de truncaduras sobre lámina (13 piezas). Por definición (Fortea 1973: 91) se trata de ―un conjunto industrial de láminas o laminitas, en ocasionas lascas, caracterizadas por la posesión de una línea normal, oblicua, cóncava o convexa obtenida por retoques continuos continuos, regulares, casi siempre abruptos, formando dos ángulos más o menos netos con los bordes de la lámina o de la laminita‖. Tomando la tipología de Laplace (1972), se distinguen tres clases: truncaduras con retoque marginal (T1); truncaduras con retoque profundo (T2) y truncaduras con ápice triédrico (Tx). De estos y al igual que en los denticulados se ha tomado nota de las medidas, peso y una asignación a un grupo de materia prima.

4.1.2.4. Lascas

Dentro del grupo de retocados y sin contar con los raspadores, las lascas son el tipo más umeroso (14 piezas). Se trata de lascas con un retoque de parte o la totalidad del borde. Siguiendo la tipología de Laplace (1972), se dividen en tres clases: lascas con retoque marginal (A1) y lascas con retoque profundo (A2). Como en el caso de los mencionados anteriormente, se ha tomado las medidas, el peso y una asignación al un grupo de materia prima.

4.1.2.5. Raederas

Por último queda un grupo de cinco piezas de raederas. Bordes (1961) define esta herramienta como ―lascas o láminas que presentan en uno (raedera simple) o más (raedera compuesta) de sus bordes retoques continuos, regulares, que determinan un filo semicortante, convexo o cóncavo, sin muesca ni denticulación voluntaria.‖ Según la tipología de Laplace (1972), se distinguen tres clases: raederas con retoque marginal (R1), raederas planas con retoque profundo (R2) y raederas carenoides (R3). Dentro de la R2, se subdivide en raedera lateral (R21), raedera transversal (R22) y raedera laterotransversal (R23). ~ 54 ~

Al igual que en los casos anteriores se ha tomado la tipometría, el peso y la asignación a un grupo de materias primas.

4.2. Análisis geológico de los materiales arqueológicos.

En segundo lugar se lleva a cabo un análisis macroscópico de carácter geológico de los materiales arqueológicos (Pozo 2003, Mangado 2004, Tarriño 2001, Arche 1989). Para un mejor análisis de los materiales, cada pieza ha sido observada a través de un miscroscopio digital portátil USB de 200X (DigiMicro 2.0 Scale, dnt®) De todos ellos se ha tomado las medidas (largo, ancho y espesor) así como se ha tomado su peso en gramos con una báscula Gram precision, serie GM, GM-1100, 1100g+0.1g Los elementos analizados de cada muestra son los siguientes:

PÁTINA: Las marcas que dejan las alteraciones postdeposicionales en la superficie de la materia nos puede hablar de su lugar origen así como de procesos posteriores. Estas marcas se pueden detectar en la parte más superficial como en la propia matriz.

CÓRTEX: La corteza exterior nos ofrece información de la formación primaria a la que pertenece y por tanto, al tipo de roca encajante y dinámicas sufridas por ésta, así como si ha sufrido procesos posteriores de trasporte en medio fluvial o por efecto gravitacional hasta un depósito secundario. Para esto se ha tenido en cuenta las siguientes características: color, índice de rodamiento y tipología cortical. El color ha sido determinado a partir del empleo de la Tabla Munsell para rocas (The Geological Society of America, 1991). El índice de rodamiento se ha descrito en base a cinco estados: 0; muy anguloso, 1; anguloso, 2; subanguloso, 4; subredondeado y 5; redondeado.

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Ilustración 18. Categorías de redondez según Pettijohn y cols., 1973.

Mientras que para la naturaleza del córtex se han empleado las categorías calcárea y evaporítica.

COLOR: Este parámetro aporta información del medio en el que se formó el sílex, si son oxidantes o reductores, así como su contenido mineral. Las diferentes tonalidades que se pueden encontrar en un mismo afloramiento y en una misma muestra, dificultan la descripción, por lo que se ha tomado de manera generalizada el color preponderante en la misma teniendo en cuenta cuatro modelos: Lisa u Homogénea: Se trata de aquella donde el color aparece de manera uniforme sobre la muestra y corresponde a muestras con un solo color. Moteado: En este caso se trata de definir una superficie en la que junto al color base, se aprecia la presencia importante de otras partículas de medida generalmente más pequeña diseminadas aleatoriamente. Estas partículas suelen pertenecer generalmente a elementos de naturaleza mineral, como por ejemplo, los óxidos férricos que circulan en disolución sobre la superficie de la formación de los nódulos. Bandeado: Corresponde a dibujos lineales en orden rítmico de distintos colores o del mismo color con distinta tonalidad. Generalmente se relacionan con ágatas que han sufrido fases de crecimiento con mayor y menor aporte de sílice u otros elementos. Nuboso: Se trata de superficies donde existe un cambio gradual y difuso de un color a otro o de un tono a otro. Estas fases de coloración se suelen encontrar en tipos de sílex con una estructura sedimentaria tipo figuras de compactación. En todas las muestras el color ha sido definido utilizando el código Munsell para rocas (The Geological Society of America, 1991).

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TRANSPARENCIA: Este parámetro también nos acerca al medio de sedimentario en el que se formó la muestra, asociándose el color opaco a ambientes reductores y a composición biogenética mayoritaria y, el traslúcido, a ambientes genéticos someros de formación.

TEXTURA: En relación con el tamaño de grano que compone la muestra, se clasifica en muy fino, medio fino o grueso, correspondiéndose con micro-criptocristalino (muy fino), criptocristalino (medio fino) y cristalino (grueso).

ESTRUCTURA SEDIMENTARIA: El modo en la que se disponen y estructuran las fases y elementos de las rocas pueden dar información de los ambientes y procesos de formación en los que se originaron las mismas. Aunque es difícil de observar en la mayoría de los casos, aquí hemos recogido una serie de clasificaciones: Laminaciones: seriación estratificada y ordenada de capas rítmicas que se superponen unas a otras. Figura de compactación: conjunto homogéneo y masivo con variaciones difusas de color. Cristales de yeso: Se presentan cristales de yeso en formas tabulares rellenando oquedades de la matriz. Pseudomorfos de yeso: Se presentan cristales de yeso en formas romboidales o lenticulares. Responde a formaciones en ambientes evaporíticos marinos, donde los primeros elementos en precipitar tras los carbonatos, son los sulfuros de calcio, en su forma hidratada el yeso, que es estable cerca de la superficie terrestre. Anillos de liesengang: Se reconocen una serie de laminaciones superpuestas en orden rítmico y en forma concéntrica que responde a un aumento y disminución del aporte de silíceo en su momento de formación.

FRACTURA: Dependiendo de la textura de la muestra, esta ofrece una mejor o peor aptitud para la talla. Tres grupos se han establecido en función del tipo de fractura, laminar-esquistosa, concoidea o concoidea irregular.

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Fractura concoidea-irregular: es propia de materiales de grano grueso y superficies rugosas, como los cuarzos, areniscas o calizas, donde las fracturas no son limpias y no permiten observar las ondas propias de la producción del cono herziano . Laminar-esquistosa: este tipo de fractura ocurre en materiales con superficies planas y capas paralelas, como la pizarra o el esquisto Fractura concoidea: propia de las rocas silíceas, se identifica por las ondas perpendiculares al punto de impacto, característico de las rocas cristalinas.

FISURAS Y/O DIACLASAS: Ambas categorías pueden darse en una misma muestra, indicadoras de flexiones y presiones de la roca caja, informan también sobre la evolución del depósito genético original. Las fisuras se definen como fracturas simples de poco desarrollo, que evolucionan desde la zona externa de la roca y que tienen un origen muy diverso, en la mayoria de los casos por exposición meteórica, mientras que las diaclasas, son fracturas de fuerte desarrollo que fracturan parte o la totalidad de la roca y que tienen su origen en presiones sufridas por el depósito sedimentario, ya sean de origen tectónico o no, pero sin desplazamiento del mismo. La presencia o ausencia de estos criterios en la materia prima, será factor fundamental para la definición de la aptitud para la talla, dado que en la mayoría de los casos marcarán el plano de fractura, obviando la voluntad del tallador.

IMPUREZAS/INCLUSIONES: En esta categoría se describen una serie de elementos que aparecen dentro de la matriz. Geodas: recrecimiento cristalino interno de SiO2. Rellenos de cristales: acumulación interna desorganizada de masas de cristales de SIO2 Óxidos: relleno de partículas de óxido férrico que o bien se encuentran de forma homogénea repartida en toda la matriz, o bien se incorporan en la parte cortical como resultado de una corriente superficial de aguas cargadas de hierro en ambientes oxidantes.

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ELEMENTOS ALOQUÍMICOS: Se describen las inclusiones de elementos aloquímicos que se hayan dado en los momentos previos y durante la formación de las rocas carbonatadas. Ooides: Partículas subesféricas o esféricas de diámetro inferior a 2mm compuestas por micrita o esparita y dispuestas en capas concéntricas en torno a un núcleo. Este núcleo puede ser de un clasto terrígenos u otro elemento aloquímico cualquiera. Peloides: Partículas subesféricas o elipsoidales compuestas de micrita y que toman tonos oscuros en casos de contener materia orgánica (pellets). En muchos casos son restos fecales de organismos sedimentívoros de la cuenca de sedimentación. Bioclastos: Restos de partes duras de organismos recristalizados. Intraclastos: Agregados de carbonatos retrabajados formados en la misma cuenca de sedimentación. GRUPOS DE MATERIAS PRIMAS: Para poder clasificar todos los materiales analizados con unos mismos criterios homogéneos, se ha creado una tabla de referencia donde se separa cada muestra dentro de su grupo. Los grupos son artificiales y responden a los resultados que se obtienen del análisis del conjunto. En una columna vertical se reparten las muestras dentro de grupos por su naturaleza y, en una fila horizontal se subdivide cada muestra dentro de un grupo por su color.

BLANCO

GRIS

NEGRO

ROJO

GMP1 GMP2 GMP3 GMP4 GMP5 GMP6 GMP6 GMP7 GMP8 Tabla 1. Ejemplo de tabla de distribución de materias primas.

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AMARILLO

MARRÓN

4.3. Muestreo de materiales geológicos

Para la identificación del área fuente de los materiales arqueológicos, se plantea la metodología de un muestreo. En este caso se ha tomado una ficha de trabajo que contiene los criterios principales recogidos en el protocolo de la Red Temática Estudio de la Disponibilidad de Rocas Síliceas para la Producción de Instrumental Lítico en la Prehistoria, (Terradas et al. 2006). Está compuesta por seis bloques principales:

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Ilustración 19. protocolo de la Red Temática Estudio de la Disponibilidad de Rocas Síliceas para la Producción de Instrumental Lítico en la Prehistoria, (Terradas et al. 2006).

Los datos de georeferenciación han sido tomados a través de un GPS modelo GARMIN MAP Serie 62. ~ 61 ~

5. PRESENTACIÓN DE DATOS

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5.1. Presentación del yacimiento

El yacimiento del Abrigo del Filador se sitúa en término municipal de Margalef de Montsant, en la comarca tarraconense del Priorat. Sus coordenadas UTM (ED50) son x: 311987,4, y: 5472820,7. El abrigo se levanta 15 metros por encima del actual rio Montsant, y a 340 m s.n.m. El área se localizada en el extremo septentrional de la sierra del Montsant, formación de conglomerados terciarios pertenecientes a la cordillera prelitoral. Delante del yacimiento discurre el río Montsant, que nace en las montañas de Prades 900 m s.n.m., atraviesa la formación de Ulldemolins, cargándose de rocas silíceas que deposita a lo largo de su recorrido. Éste avanza encajado por la formación de conglomerados del Montsant, hasta confluir con el Siurana a Lloà, que a su vez desembocarán en las aguas del Ebro en Gracia.

Ilustración 20. Mapa de la localización del Abric del Filador

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La sierra del Montsant está formada por capas de conglomerados Oligocenos que se alternan con capas de arenas, arcillas y yesos. La diferencia de dureza entre éstas es la que ha dado origen a los abrigos por la acción erosiva del agua del río, formando barrigas de conglomerados que actúan de visera para dichos abrigos. Durante el cuaternario la acción del agua ha formado terrazas sobre los que se han encontrado yacimientos como l‘Hort de la Boquera, L‘hort del Marquet o el Planot (Fullola J.M y García-Argüelles P.1980, 1982-83) A lo largo del cauce del rio Montsant se han documentado diversos abrigos que presentan suelos de ocupación con materiales arqueológicos. El abrigo del Filador, que se sitúa delante del municipio de Margalef de Montsant, tiene un centenar de metros de largo con arenas margoarcillosas que forman la pared de fondo del abrigo. El sedimento que contiene materiales arqueológicos está situado en el extremo occidental (Vilaseca 1936). Como consecuencia de la infatigable labor de búsqueda de yacimientos paleolíticos por toda la comarca del Priorat, Salvador Vilaseca halló entre los años veinte y treinta del siglo pasado las primeras herramientas en sílex del abrigo del Filador. En el año 1932, presenta en el Centro de Lectura de Reus, los primeros materiales arqueológicos de la prehistoria del Montsant, pertenecientes a los yacimientos del Abric dels Colls y del Abric del Filador y, en la navidad de 1935, publica el primer libro que recoge los resultados de sus labores arqueológicas por la comarca del Priorat, ―La industria del sílex a Catalunya. Les estacions tallers del Priorat i extensions”, donde ya distingue tres niveles dentro de la secuencia estratigráfica del Filador. El estallido de la guerra civil española pocos meses después, dificultó la divulgación de estos estudios, pero en Mayo de 1941, ya finalizada la guerra con tan desagradable desenlace, el Doctor Vilaseca fue elegido Comisario Provincial de Excavaciones, lo que le permitirá continuar su labor arqueológica. Esto da la oportunidad de llevar a cabo la primera intervención con una serie de campañas de excavación entre los años 1948, 1952, 1953, 1959 y 1963. En estas campañas, de corta duración, Vilaseca excavó en la parte más occidental del abrigo, en el sector NW, centrándose en la zona más alejada de la pared donde la acción de torrentes de agua es menor y donde parecía haber un orden horizontal de los sedimientos (Fullola y Cebrià 1996). Tras estas campañas, donde se recogieron todos los materiales arqueológicos que se encontraban, tanto materiales en ~ 64 ~

sílex como en huesos, quedó un testigo de un par de metros, que fueron retomados años después cuando el equipo de la Universidad de Barcelona, dirigido por el Dorctor J.M Fullola, retomó las excavaciones (Fullola y Cebrià 1996). En cuanto a la estratigrafía, Vilaseca distinguió seis niveles de ocupación bien distinguidos por la sedimentología. De base a techo, el nivel VI contenía industrias microlaminares sin elementos geométricos. Del nivel V al II la secuencia presentaba materiales geométricos además de la presencia de microburiles, elementos de dorso rebajado, raederas y raspadores. El nivel II se presenta como el nivel más rico con presencia de raederas, raspadores, gran cantidad de muescas y denticulados. En este nivel ya no se mencionan los geométricos. Por último, el nivel I, nivel superficial, estaba descrito como un nivel reciente formado por materiales de uso actual por parte de habitantes del municipio (García-Argüelles, P., Nadal i Lorenzo, J., Fullola i Pericot, J.M. 2005). De acuerdo con los resultados de las tipologías presentes en el yacimiento, Vilaseca interpretó según las corrientes de la época que el abrigo habría sido ocupado por grupos Epipaleolítico en procesos de Azilinización. Tras los trabajos de Salvador Vilaseca, los materiales del yacimiento que formaban parte de la colección Vilaseca, fueron revisados por otros investigadores. El primero de ellos fue F. Jordà, que también distinguió unos niveles intermedios epipaleolíticos y mesolíticos y un momento anterior, el nivel 6, que él atribuyó a lo que en aquel momento se conocía como Epigravetiense (Fullola y Cebrià 1996). A mediados de los años sesenta, G.Laplace tiene acceso a los materiales, que los estudia siguiendo los criterios propios de los tecnocomplejos franceses, atribuyendo todos los niveles a uno solo y describiéndolos como sauveterrienses y tardenoisienses de su Epigravetiense final (García-Argüelles, P., Nadal i Lorenzo, J., Fullola i Pericot, J.M. 2005). A continuación la muestra de Vilaseca es revisada de nuevo por el Doctor Javier Fortea quien distribuye e individualiza en dos grandes tecnocomplejos del Epipaleolítico: el nivel 6 pertenecía al complejo más antiguo con industria microlaminar de connotaciones azilienses, y el conjunto 5-2 eran facies particulares del complejo geométrico, que no tenían trapecios y que en los momentos finales presentaba un componente de grandes piezas. Para Fortea la particularidad de este yacimiento residía en la amplia secuencia geométrica de triángulos y segmentos

y en la sucesión

microlaminar a geométrico, ausente en el resto de yacimientos de la vertiente mediterránea peninsular (Fortea 1973). ~ 65 ~

A partir de este momento el yacimiento estuvo quince años sin excavarse, cuando en el año 1979, el equipo de la Universisdad de Barcelona, dirigido por el prehistoriador J.M. Fullola i Pericot, retomaron las labores de excavación sobre los 30 m² de niveles que no habían sido excavados por Vilaseca. En primer lugar se hizo una labor de revisión de la secuencia estratigráfica propuesta por el doctor Vilaseca en el año 1953, que dividía el yacimiento en seis niveles. Tras este trabajo, el sedimento fue dividido en nueve niveles incluyendo un aporte torrencial o nivel T. De este modo, la nueva estratigrafía presentaba las siguientes características:

Nivel 1: Con una potencia de unos 15 cm, estaba compuesto por tierra removida con materiales modernos. De hecho, únicamente quedaban restos del mismo en la zona noroeste. Nivel 2: Con una potencia de 25 cm y localizado en la zona noroeste, ocupaba 11 m². El conjunto, gris ceniciento, presentaba características de una fuerte combustión y, en consecuencia, una fuerte alteración en su composición. Corresponde al primer nivel arqueológico. Nivel 3: Muy delgado, con unos 15 cm de potencia, se localizaba en el sector N-W del abrigo ocupando tan sólo 8 m². Este nivel era una de las novedades respecto a la estratigrafía anterior. Nivel T: Este era un aporte torrencial que se superponía al nivel 4 y abarcaba toda la superficie del yacimiento. Tenía su origen en un aporte torrencial situado al lado del abrigo y su potencia disminuía desde un metro, en el sector S-E hasta desaparecer Además

en el

lado

incorporaba

opuesto. materiales

pertenecientes al nivel 4 entre su matriz de cantos y gravas.

Ilustración 21. Estratigrafía comparada; a la Izquierda la realizada por S. Vilaseca y, a la derecha la realizada por el equipo de la UB. (García-Argüelles, P., Nadal i Lorenzo, J., Fullola i Pericot, J.M. 2005)

~ 66 ~

Nivel 4: Un nivel de unos 25 cm de potencia y de 20 m² que ya aparecía en toda la extensión

del

yacimiento,

presentaba

intercalaciones

del

aporte

torrencial,

principalmente en el sector S-E. Tenía una potencia. Niveles 5-6: Con una potencia de entre 10 y 20 cm y con una extensión de 8 m², se situaba en el sector NW. Se trata de dos niveles separados desde un punto de vista sedimentológico, pero imposible de diferencias desde un punto de vista arqueógico. Nivel 7: Es uno de los niveles más espesos con 41 cm de potencia y 27 m². En la zona SE se unía directamente con el nivel 4 y, dado que tenían la misma composición, era muy difícil diferenciarlos.

Niveles 8-9: Tenían las mismas características que los niveles 5-6 y una potencia de 76 cm, aunque tan sólo 28 corresponden al nivel arqueológico, el resto estaba formado por arenas de inundación. A finales de los años 80 se realizó un estudio sedimentológico y se identifican dos nuevos niveles, 10 y 11, estériles desde el punto de vista arqueológico y que llegaban hasta la terraza subyacente del río Montsant, la T1 (GarcíaArgüelles, P., Nadal i Lorenzo, J., Fullola i Pericot, J.M. 2005). A partir de aquí se llevó a cabo la excavación de los niveles estratigráficos hasta el año 1997, que fue la última campaña de excavación. De aquí se recuperaron un alto número de materiales arqueológicos, la mayoría en sílex, que fueron estudiados por la doctora Pilar García-Argüelles, siguiendo el análisis tipológico de Laplace. Los resultados de este análisis muestran que la evolución cultural del yacimiento coincide con la clasificación de los niveles sedimentológicos, por lo que ha utilizado la terminología de ésta para diferenciar los niveles cronoculturales del conjunto tecnológico. La presentación de los niveles se ofrece de base a techo.

Nivel 8-9: Este nivel corresponde a la primera utilización del abrigo donde el tipo de industria y las dataciones lo adscriben a un epipaleolítico microlaminar, donde la industria lítica es el elemento más característico de esta fase, puesto que prácticamente no existe otro tipo de restos como carbones, fauna, etc. La extensión del mismo cubría 26 m². Este nivel presenta una talla exclusivamente laminar donde las piezas se obtienen por percusión directa y con un percutor duro. Presentan una distribución del material que corresponde con un predominio del retoque abrupto frente al retoque simple y un pequeño porcentaje de buriles. Los elementos de dorso son las piezas más

~ 67 ~

abundantes (láminas y puntas). Las piezas de fondo común están representadas por raspadores, raederas, denticulados, buriles, truncaduras y lascas retocadas (GarcíaArgüelles, P., Nadal i Lorenzo, J., Fullola i Pericot, J.M. 2005). En este mismo nivel se han documentado la conservación de dos áreas de combustión reconocidas por la rubefactación del sedimento pero sin delimitación externa. Este nivel también presenta un canto de caliza que contienen ocre en su superficie. También se identificaron dos zonas de talla, las dos en el sector NW de abrigo, que permitió realizar algún remontaje. A pesar de la poca cantidad de materia orgánica recuperada, se pudieron realizar dataciones absolutas en el Laboratorio de la Universidad de Oxford. La primera muestra, OxA-8659 dio una datación convencional BP de 10880±60 que calibrada da una máxima probabilidad a 2 sigmas de 1118010864 cal BC (87,1%), probabilidades extremas 11180-12653. La segunda fecha es OxA-8660: 11000±55 BP y calibrada, con una máxima probabilidad a 2 sigmas, da 11219-10914 cal BC (96,3%), probabilidades extremas 11219-12666 (García-Argüelles, P., Nadal i Lorenzo, J., Fullola i Pericot, J.M. 2005).

Nivel 7: Este nivel, junto con el 4 y el 3, forman el grueso del paquete del Epipaleolítico geométrico mediterráneo. Este nivel se extiende por toda la superficie del yacimiento donde se excavaron 27 m². El tipo de retoque predominante es el abrupto seguido del retoque simple, con una representación de buriles y piezas sobreelevadas y algún elemento plano. El componente geométrico es muy importante, donde dominan los triángulos con segmentos de círculo. Aparecen microburiles elaborados a través de restos de talla especializada para obtener elementos geométricos. Aunque se trata de un nivel de geométricos, los elementos de dorso son muy numerosos. Entre el utillaje de fondo común destacan los raspadores, los buriles y las truncaduras. Los denticulados han descendido y seguirán disminuyendo hasta el nivel 2 (García-Argüelles, P., Nadal i Lorenzo, J., Fullola i Pericot, J.M. 2005). Este nivel contiene dos elementos destacables, el conjunto formado por cuatro pulidores de arenisca. Tres de los ejemplares están muy fragmentados, por lo que es difícil precisar sus medidas completas, pero el cuarto está prácticamente entero. Del mismo nivel provienen cuatro cantos rodados con restos de ocre en su superficie, todos aparecidos en el mismo cuadro. Uno de ellos tiene una franja que rodea todo el perímetro de la pieza; con posterioridad se utilizó como percutor puesto que presenta

~ 68 ~

huellas de piqueteado en sus dos extremos. Los otros tres ejemplares, más pequeños están totalmente recubiertos de ocre. En este nivel además se identificó una estructura polifuncional distribuida en 7 m². En primer lugar existe una zona de talla bien definida, cuyas evidencias se plasman en numerosos remontajes, entre los que cabe destacar un sílex marrón (Munsell Soil color Chart 10YR 5). Algunas de estas piezas conservan restos de ocre, principalmente en los talones y en la plataforma de percusión y las zonas laterales y anterior del núcleo. Se han realizado dos dataciones, la primera sobre carbón, UBAR-257, dio una cronología de 9830±160 BP. Su calibración dendrocronológica nos sitúa en un valor de máxima probabilidad a 2 sigmas: 9735 - 8843 cal BC (81‘1%), con probabilidades extremas de 9735 – 8600. La segunda de las muestras, también de carbón, se realizó en Portugal y fue la primera que se hizo en el yacimiento, a mediados de los ochenta, la ICEN-495. Su resultado fue 9130 ± 230 BP. La calibración da un valor, con la máxima probabilidad a 2 sigmas de 8667 - 7595 cal BC (92‘6%), con unas probabilidades extremas: 8918 7595 (García-Argüelles, P., Nadal i Lorenzo, J., Fullola i Pericot, J.M. 2005). Nivel 5-6: Este nivel tenía una extensión bastante reducida, 10 m² y se localizaba en el sector NW del abrigo con una potencia que oscila entre los 10 y los 30 cm. El tipo de retoque predominante sigue siendo el abrupto seguido del simple, y una escasa representación de buriles. Entre los geométricos existe un predominio de los segmentos sobre los triángulos. Son numerosos los microburiles y los elementos de dorso. Entre el utillaje de fondo destacan los raspadores, mientras que los denticulados se muestran más escasos. La fecha que hay para el nivel 5-6 se obtuvo en el Laboratorio de la Universidad de Tucson a partir del análisis por AMS. Es la muestra AA-13412, obtenida sobre carbón y que dio una edad convencional de 9988±97 BP. Su calibración da un valor, con una máxima y única probabilidad a 2 sigmas, de 9958 - 9042 cal BC (95‘4%) (García-Argüelles, P., Nadal i Lorenzo, J., Fullola i Pericot, J.M. 2005).

Nivel 4: Este nivel tiene una potencia media de unos 25 cm y tiene la misma composición sedimentológica que el nivel 7, de tal manera que en el sector sureste, donde no existe el nivel 5-6, éstos se unen y, su delimitación se hizo a partir de las cotas del inicio del mismo en el sector noroeste. Como es habitual en los demás niveles, predomina el retoque abrupto seguido del simple. En lo que se refiere a los tipos

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primarios, hay una mayoría de microburiles. Los geométricos recuperados, tanto segmentos como triángulos, tienen poca representatividad. Las piezas de fondo común también tienen una representatividad apreciable. Destacan los buriles, los raspadores, las truncaduras y los denticulados, estos últimos en menor número. En este nivel también se encuentran materiales con restos de ocre, algunos interpretados como restos de su fabricación y uso, pero existe una lasca, de unos 3 cm de longitud que tiene una serie de líneas, muy difuminadas, realizadas con un pincel. Una de las novedades que presenta este nivel es la presencia de industria ósea. Se trata de un único ejemplar, un punzón realizado sobre un metatarso de pequeño bóvido y de sección ovalada. También es destacable la presencia de tres plaquetas de pizarra, recortadas intencionalmente para evitar su exfoliación; presentan grabados muy finos, en cuyo interior se observan restos de ocre. Las dataciones del nivel 4 son las siguientes: la primera fue realizada en el laboratorio de C14 de la Universidad de Barcelona, UBAR- 284, hecha sobre carbón. Dio una fecha convencional de 9460±190 BP, que calibrada ofrece los siguientes resultados: para la máxima probabilidad a 2 sigmas: 9015 - 8128 cal BC (94‘5%), con unas probabilidades extremas de 9015 – 8102. La segunda muestra fue procesada, mediante el sistema AMS, en el laboratorio de la Universidad de Arizona en Tucson, AA-8647, T461; se realizó sobre un fragmento de hueso y dio una datación de 10020±80 BP. Su calibración es con una máxima y única probabilidad a 2 sigmas: 9949 - 9052 cal BC (95‘4%) (García-Argüelles, P., Nadal i Lorenzo, J., Fullola i Pericot, J.M. 2005).

Nivel 3: Este nivel es una de las novedades estratigráficas importantes respecto a la que fue identificada por S. Vilaseca. Se trata de un nivel que únicamente se distingue en el sector NW y sólo se pudo excavar 8 m², con una potencia de 15 cm. En este nivel se encuentra la transición desde las subyacentes industrias con geométricos hacia los elementos que caracterizarán en nivel 2. Aunque el retoque abrupto sigue siendo el que predomina, se observa un aumento del retoque simple, un cambio morfológico en la tipología de los geométricos y una fuerte bajada del grupo de los microburiles. Dentro del grupo de los abruptos, los geométricos tienen mayor representación y los elementos de dorso siguen siendo numerosos. Los ~ 70 ~

raspadores tienen una cantidad similar a niveles inferiores y los denticulados tienen el porcentaje más alto de todos los niveles. De este nivel no se han obtenido dataciones absolutas.

Nivel 2: Finalmente está el nivel 2, que se localiza en la mitad NW del yacimiento, entre los metros 6 y 10. En total se excavaron 11 m² y 25 cm de potencia, aunque seguramente el paquete se vio afectado por los agentes erosivos y por el efecto antrópico, puesto que se encontraba sin protección superior cuando se retomaron las excavaciones. El sedimento era de color gris, producto de una combustión. En este momento se ha producido la inflexión de los tipos de retoque, con un predominio del retoque simple sobre el abrupto. En este nivel se observa una producción de lascas de gran tamaño con una forma predeterminada, similar a la descrita para el método de talla Levallois (García-Argüelles, P., Nadal i Lorenzo, J., Fullola i Pericot, J.M. 2005). La talla se hace por percusión directa con un percutor duro. Las industrias, muestran un predominio de los denticulados, principalmente muescas y espinas, seguido de las raederas y los raspadores. Hay un alto número de buriles. Se ha recuperado una cuenta de collar, de 6 mm de diámetro con perforación central y algunos ejemplares de malacofauna marina perforada, cuya función sería la de servir de elemento de ornamento. Para el nivel 2 se han realizado dos dataciones: la primera fue realizada mediante el sistema AMS, en el laboratorio de la Universidad de Arizona en Tucson, AA-13411; se realizó sobre un carbón y dio una datación de 8150±90 BP. Su calibración, para la máxima probabilidad a 2 sigmas, es de 7424 - 6992 cal BC (83‘9%), con unas probabilidades extremas de 7131 – 7047. La segunda muestra se obtuvo sobre un carbón y fue analizado en Oxford, también por AMS: OxA-8658 = 8515±50 BP. Su calibración es 7601- 7518 (94‘5%).

5.2. Materiales arqueológicos. Presentación del conjunto tecnológico.

A continuación se presentan los materiales líticos del nivel 8-9 del Abric del Filador, analizados y para los que se ha propuesto un cambio de la atribución tipológica de algunos de los elementos.

~ 71 ~

Los materiales se distribuyen en dos grandes grupos; los núcleos de explotación (BN1GE) y los elementos retocados (BN2GC). En total se han analizado 130 piezas, que se han repartido en 52 núcleos, 37 raspadores, 14 lascas retocadas, 13 truncaduras, 9 denticulados y 5 raederas. Como único impedimento a la hora de identificar y describir los colores de los materiales, se ha visto que muchos de ellos han sufrido alteraciones postdeposicionales al aparecer pátinas superficiales (Ilustración 22).

Ilustración 22. Ejemplo del grado de patinado de los núcleos.

De manera generalizada este patinado no afecta a la totalidad de la pieza, si no que recubre parte de la misma o, en caso de extenderse por toda la superficie, mantiene grados en los que se puede identificar la superficie original. Esto se debe a cuestiones tafonómicas postdeposicionales del yacimiento como la exposición subaérea continua y prolongada de parte de la superficie de los materiales.

~ 72 ~

5.2.1.

Bases Negativas de Explotación

Tras finalizar las sucesivas campañas de excavación, se han recuperado un total de 52 núcleos de explotación. Dentro de este grupo, el volumen de los núcleos abarca un rango muy amplio, desde grandes bloques hasta pequeños núcleos (Gráfico 1).

2500 2000 1500 1000 500 0 0

10

20

30

40

50

60

Gráfico 1. Volumen de los núcleos obtenido a través de M×D. (La densidad del sílex es de 2.65 gr/cm³)

La mayoría de los núcleos conservan parte o buena parte del córtex en el momento de su abandono. La porción que se encuentra es muy repartida; desde núcleos con un máximo de un 90% de corticalidad hasta núcleos con un 0% de corticalidad, pasando por todos los estadios intermedios.

Córtex 90% 70% 60% 55% 50% 40% 30% 25% 20% 10% 5% 0%

total 1 3 1 1 7 8 5 5 9 3 2 7

Tabla 2. Grado de corticalidad de los núcleos.

~ 73 ~

Las corticales muestran un grado de redondeamiento propio de haber sufrido un trasporte fluvial y ser depositado en depósitos secundarios. Presentan un promedio de un 2,43 sobre 4 de desgaste (tabla 3)

promedio desv. Est.

redondeamiento 2,4 0,59

Tabla 3. Grado de redondeamiento de las corticales de los núcleos.

El tipo de talla que se encuentra en los núcleos, responde generalmente a una explotación y aprovechamiento de varias de las caras. Las BNE bifaciales, trifaciales y multifaciales (de más de tres caras) agrupan casi el 90% de los núcleos. En todas ellas se observa una jerarquización de las diferentes caras. En el caso de las multifaciales se han documentado dos caras opuestas de preparación y dos caras opuestas de explotación. Las unifaciales son aprovechadas desde una de las caras naturales que por su morfología permite hacer de plataforma de percusión. Unifacial Bifacial Trifacial Multifacial Indeterminado total

3 13 20 12 4

6% 25% 38% 23% 8%

52

100%

Tabla 4. Facialidad de los núcleos.

Dentro del proceso de talla se puede diferenciar dos grupos. Un pequeño grupo de bases naturales (BN1GE) que apenas sufren un proceso de preparado y acondicionado para la extracción de lascas de gran formato y, un segundo grupo más numeroso de medianos y pequeños núcleos (BN2GE) que son acondicionados para la explotación de lascas, láminas y microláminas. BN, BN1GE BP, BN2GE FN Total

10 40 2 52

19% 77% 4% 100%

Tabla 5. Distribución de las BNE.

~ 74 ~

BN1GE: Se trata de núcleos de mayor tamaño con una talla preferentemente no jerarquizada donde se da una explotación mayoritaria de grandes lascas (gráfico 3). Aquellos núcleos jerarquizados, presentan ángulos abruptos cuando se da el caso de la explotación de soportes laminares. El tipo de explotación llevado a cabo se ha reconocido a través de las medidas de los últimos levantamientos (tabla 6 y gráfico 2), que permite observar cómo fue explotado el núcleo en última instancia antes de ser abandonado. Índice de alargamiento promedio a promedio b promedio c promedio d

0,7 1,1 1,575 2,3

área en mm² 2566 1980 1689 892,5

Tabla 6. Índice de alargamiento y área de los últimos levantamientos de las BN1GE

5 4 3 2 1 0 -

a

b

c

d

Gráfico 2. Módulos de alargamiento de los últimos levantamientos de las BN1GE.

6 5 4 3 2 1 0 laminar jerarquizado

laminar

lasca

microlaminar

no jerarquizado

Gráfico 3. Tipo de explotación realizada sobre las BN1GE.

BN2GE: Los núcleos de segunda generación son generalmente productos desprendidos de grandes bloques (lascas) a los que se les prepara y acomodada para llevar a cabo una explotación preferencial, ya sea laminar, lascar o microlaminar. Esto queda justificado con el promedio del área de los últimos levantamientos de las BN1GE y el promedio del área de los BN2GE (tabla 7). En su mayoría mantienen una parte reducida de la cara cortical, llevando la talla únicamente hacia aquellas áreas que presentan las características apropiadas para la explotación. Estas son bordes con ángulos semiabruptos o abruptos, una o varias caras de explotación con un recorrido ligeramente convexo y una plataforma de percusión limpia y lisa donde poder controlar y asegurar el golpe. ~ 75 ~

últimos levantamientos BN1GE

BN2GE

promedio

área en mm² 1458

desviación est.

858,7611717

área en mm² promedio 2470,11765 desviación est. 1478,42705

Tabla 7. Área de los últimos levantamientos de las BN1GE y de las BN2GE.

En su mayoría estos núcleos presentan una talla ordenada con al menos una cara de explotación jerarquizada sobre una cara lisa con un levantamiento anterior que prepara la plataforma de percusión (Tabla 8). jerarquizado no jerarquizado FN TOTAL

33 5 2 40

84% 13% 3% 100

Tabla 8. Jerarquización de las BN2GE.

De estos levantamientos de preparación se desprenden lascas con forma de plaquetas que quedan bien marcados en el negativo de la superficie (Ilustr. 23; 1) o, en otros casos, pequeñas lascas que dejan la superposición de pequeños reflejados sobre la plataforma (Ilustr. 23; 2).

Ilustración 23. Ejemplo de dos BN2GE.

~ 76 ~

El tipo de explotación para la obtención de soportes microlaminares y laminares es preferentemente longitudinal, con una disposición de los levantamientos unipolarlongitudinal en primer lugar y bipolar-opuesto en segundo lugar (tabla 9).

JERARQUIZADO BIPOLAR OPUESTO laminar lasca/lámina microlaminar BIPOLAR ORTOGONAL microlaminar UNIPOLAR LONGITUDINAL laminar lasca microlaminar refrejado TOTAL

10 31% 1 1 8 1 3% 1 21 66% 4 1 15 1 32 100%

NO JERARQUIZADO BIPOLAR OPUESTO microlaminar MULTIPOLAR ORTOGONAL lasca/lámina UNIPOLAR LONGITUDINAL lasca

1 20% 1 1 20% 1 3 60% 1

microlaminar Total general

2 5 100%

Tabla 9. Disposición de los últimos levantamientos de las BN2GE.

Las medidas de los últimos levantamientos muestra un promedio del área mucho más reducido que en los BN1GE y un índice de alargamiento de los productos mucho mayor (tabla 10)

20 15 10 5 0 -

b

c

d

e

Gráfico 4. Módulos de alargamiento de los últimos levantamientos de las BN2GE.

promedio b promedio c promedio d promedio e

Índice de alargamiento 0,981666667 1,73875 2,721176471 4,283333333

área en mm² 246,1166667 387,9 316,7235294 153,8333333

Tabla 10. Índices de alargamiento y áreas de los últimos levantamientos de las BN2GE.

El estado de explotación en el que se encuentran los núcleos en el momento de su abandono es generalmente en fases intermedias, sin haber llegado a agotar el núcleo y con posibilidades de continuar su explotación (Tabla 11). Pero esto queda supeditado a la existencia de reiterados accidentes de talla como superposición de pequeños reflejados que, de querer continuar con la explotación, supondría una limpieza y ~ 77 ~

preparación de todo el volumen o, el levantamiento de una lasca muy espesa con el objetivo de liberar el frente de explotación. inicial

8

15%

intermedio

35

68%

final

8

15%

1

2%

52

100%

indeterminado Total

Tabla 11. Estado de explotación de las BN2GE.

Hay una serie de núcleos y lascas

recuperados en estado de explotación que

permiten reconstruir la cadena operativa de talla dividida en tres partes (Ilustración 24); una explotación de grandes bloques (1) para la obtención de lascas (2) que se convierten en soporte para la explotación de láminas y microláminas. En estas lascas de explotación se observa la preparación de una plataforma de percusión así como la preparación de un frente de explotación con el levantamiento de la primera lámina de cresta (3).

Ilustración 24. Ejemplo de la cadena operativa de talla (BN1GE) 1, (BN2GE) 2, (BP –lámina de cresta-) 3.

~ 78 ~

5.2.2.

Bases Negativas de configuración (Retocados).

Hay un total de 180 elementos retocados, distribuidos en 37 raspadores, 14 lascas retocadas, 13 truncaduras, 9 denticulados, 5 raederas y 102 elementos de dorso que no han podido ser estudiados por motivos ajenos al trabajo (23 puntas de dorso y 79 laminas de dorso). El porcentaje de materiales que han sufrido alteraciones postdeposicionales por patinado es muy bajo, lo que permite identificar el tipo de materia prima y el color de la misma.

patinados

17

21%

no patinados

61

79%

78

100%

total

Tabla 12. Estado de conservación de los soportes retocados.

RASPADORES: Los raspadores representan el grupo más numeroso de soportes retocados dentro del conjunto. Se trata de 37 raspadores que, siguiendo la tipología de Laplace (1972), se reparten del siguiente modo: veintidós son raspadores frontales simples (G11), otros once son raspadores frontales con retoque lateral (G12) y cuatro son raspadores en hocico ojival (G21). Tipo

de

soporte:

Los

raspadores

están

realizados

sobre

soportes

que

tipométricamente presentan unas dimensiones medias de unos 644 mm² en general con un alto porcentaje sobre lasca con tendencia laminar (módulo c y d).

promedio mediana desviación estándar

área en mm² 644,027027 627 380,386 243

Tabla 13. Área de los raspadores.

módulo de nº porcent alargamiento raspadores aje a 1 3% b 4 11% c 26 72% d 5 14% Total 36 100%

~ 79 ~

Tabla 14. Módulos de alargamiento de los raspadores.

Cara talonar: Presenta un reparto más o menos equitativo entre los raspadores que mantienen el talón y aquellos que lo perdieron por diversos motivos (gráfico 5). Dieciséis raspadores se presentan sin talón, se los cuales; nueve se debieron por flexión, es decir, por un gesto brusco que partió el soporte en su eje longitudinal en dos partes. Esto es debido a su uso como herramienta enmangada o que, fue reducido su longitud intencionalmente para su mejor manejo. Otros cuatro de estos soportes que no preservan el talón se debe a que éste fue destino de preparación de un frente útil para el uso. Los otros tres raspadores no mantienen talón por motivos no intencionales como estigmas o fisuras que reflejan estallidos térmicos. Dentro de aquellos que sí mantienen el talón, prevalece el tipo de talón liso (trece). Un grupo de seis raspadores presentan un talón puntiforme y dos raspadores presentan un talón facetado convexo. 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0 B

G

R

facetado convexo

N

liso

R

puntiforme

Gráfico 5. Tipo de talones que presentan los raspadores.

Cara dorsal: En primer lugar se observa un mayor número de soportes terciarios, es decir, sin córtex, seguido de soportes con algún porcentaje de córtex en su dorso (secuandarios). Solo existe un raspador con el dorso completamente cortical (primario). En segundo lugar se muestra una predominancia de veinticuatro soportes con levantamientos

anteriores

unidireccionales

bidireccionales

próximo-distal

y

lateral,

multidireccional.

~ 80 ~

próximo-distal, uno

frente

unidireccional

lateral

a

cuatro y

otro

18 17 16 15 14 13 12 11 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0 -

Bid p-d Bid p-d-l

primaria

Uni l

Uni p-d

secuandaria

-

Bid p-d-l Multi

Uni p-d

terciaria

Gráfico 6. Cara dorsal de los raspadores

Cara ventral: Existe un mayor número de soportes con percusión dura sobre aquellos de percusión blanda. El grupo perteneciente al tipo de bulbo ―nulo‖, se trata de soportes que no han conservado el talón y es imposible reconocer el bulbo. marcado o fuerte moderado o difuso nulo

17 7 13

Tabla 15. Pronunciamiento de los bulbos de los raspadores.

Ángulos del retoque: ofrece una mayoría de raspadores con retoque semiabrupto y simple. plano simple semiabrupto abrupto

2 11 14 3

Tabla 16. Ángulos del retoque del frente de los rapadores.

Número de generaciones y cuidado en el retoque: Presenta una distribución equilibrada entre los distintos tipos de características (gráfico 7). Por un lado los raspadores de primera generación (18) presentan una mayoría de retoque simple ordenado, los de segunda generación (14) presentan una mayoría de retoque simple desordenado y los de tercera generación (5) son todos excedidos.

~ 81 ~

15 14 13 12 11 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0 simp. ord.

simp.des.

simp. ord.

simp.des.

1 GENER.

exc.

dep.

2 GENER.

exc. 3 GENER.

Gráfico 7. Número de generaciones del retoque en el frente del raspador.

Simetría y redondez: Los raspadores presentan una predominancia de frentes redondeados y simétricos (B1). A1 A3 B1 B2 B3 C1 C2

4 2 18 5 2 5 1

Tabla 17. Simetría y redondez del frente de los raspadores.

DENTICULADOS: Con un total de 9 piezas, es el grupo en el que sus elementos presentan las mayores tipometrías, tanto en área como en el índice de carenado. El índice de alargamiento las sitúa dentro del formato de lacas (tabla 17). Siguiendo la distribución de Laplace, está constituido por un denticulado plano con retoque marginal y escotadura (D11), un denticulado plano con retoque profundo y espina (D12), tres denticulados planos con retoque profundo y escotadura (D21), dos denticulados planos con retoque profundo y espina (D22) y dos raederas denticuladas (D23).

área en mm² índice de alargamiento índice de carenado

promedio 1506,77778 1,51654426 2,4914488

Tabla 18. Área, índice de alargamiento e índice de carenado de los denticulados.

~ 82 ~

RAEDERAS: Con un total de 5 piezas, es el grupo menor representado del conjunto. Según Laplace, quedarían repartidas en: dos raederas planas con retoque marginal (R11) y tres raederas planas laterales con retoque profundo (R219). Las tipometrías reflejan el índice de alargamiento más alto de todos los grupos del conjunto siendo elementos laminares de área similar a los denticulados (se trata de los elementos retocados más grandes). promedio área mm² índice de alargamiento índice de carenado

1431,2 2,2535 2,931666

Tabla 19. Área, índice de alargamiento e índice de carenado de las raederas.

TRUNCADURAS: Se trata de 13 truncaduras repartidas en: seis truncaduras con retoque marginal (T19), dos truncaduras con retoque marginal oblicuo (T12), una truncadura con retoque profundo normal (T21), tres truncaduras con retoque profundo y oblicuo (T22), y una truncadura con retoque profundo angulada (T23). Su tipometría refleja industrias de tamaño muy reducido, poco carenadas y con una morfología tipo lascas.

área en mm² índice de alargamiento índice de carenado

promedio 580,84 1,761 4,82

Tabla 20. Área, índice de alargamiento e índice de carenado de las truncaduras.

LASCAS RETOCADAS: Este grupo está compuesto por catorce elementos retocados distribuidos en: ocho lascas simples de retoque marginal (A1) y seis lascas con retoque profundo (A2). La tipometría indica una lascas retocadas de tamaño reducido, con un índice de alargamiento tipo lasca y muy poco carenadas (tabla 20)

área en mm² índice de alargamiento índice de carenaddo

promedio 285,35 1,4323 5,2976

Tabla 21. Área, índice de alargamiento e índice de carenado de las lascas retocadas.

~ 83 ~

5.3. Materiales arqueológicos. Caracterización geológica: análisis macroscópico.

Para conocer el origen de las materias primas que entran al yacimiento se ha llevado a cabo un análisis macroscópico de las piezas arqueológicas. Este está compuesto por 130 piezas configuradas (52 núcleos, 37 raspadores, 14 lascas retocadas, 13 truncaduras, 9 denticulados y 5 raederas) y 7051 elementos no retocados, todos ellos pertenecientes al nivel 8-9 del abrigo del Filador. Sobre este análisis se han creado 8 grupos de materias primas distintas. Estos ocho grupos engloban en su totalidad a rocas silíceas. Dentro de los grupos silíceos predominan aquellos de formación evaporítica en ambientes tipo sabhka, caracterizados por contener relictos de yesos y anhidrita en su interior así como presencia de óxidos de hierro por circulación superficial en ambientes oxidantes. El resto de materiales silíceos, con una muy baja representación dentro del conjunto, se trata de materiales de origen calcáreo, como es el caso de las ágatas (GMP7) (posiblemente del Munchelkalk inferior que forma gran parte de la cordillera prelitoral, M. Soto 2010) y otras dos variedades de sílex descritas pero que ha sido imposible identificar su área de formación primaria (GMP7 y GMP8). Los colores de los materiales silíceos son; blancos (Very Light Gray nº 8 y Light Gray nº 7), grises (Medium Dark Gray nº 4, Medium Gray nº 5, Medium Light Gray nº 6 y Light Brownish Gray 5YR 6/1) negros (Dark Gray nº 3, Medium Dark Gray nº 4) y rojos (Pale Red 5R 6/2, Pale Red 10R 6/2, Moderate Red 5R 4/6, Grayish Red 10R 4/2, Grayish Pink 5R 8/2, Moderate Pink 5R 7/4 y Moderate Reddish Brown 10R 4/6). GMP1: Grupo silíceo que reúne a una serie de materiales caracterizados por tener un córtex tipo evaporítico con coloraciones blanco-amarillentas por exposición en depósitos secundarios. La matriz es traslúcida de aspecto mate, de fractura concoidea con presencia de fisuras y con aisladas inclusiones de cristales o geodas. La textura es medio-fina tipo criptocristalina, con ausencia total de elementos aloquímicos. La estructura es generalmente de figuras de compactación con ausencia de ritmicidad sedimentaria, dado por procesos de silificación de yesos primarios. Pero también la asociación de relictos de anhidrita Chicken-Ware indica una diagénesis silícea a partir de profundidades muy diversas dentro de una misma sabhka.

~ 84 ~

Los colores de este tipo de materia prima se presentan de forma lisa u homogénea y abarcan los blancos (Very Light Gray nº 8 y Light Gray nº 7) y grises (Medium Dark Gray nº 4, Medium Gray nº 5, Medium Gight Gray nº 6 y Light Brownish Gray 5YR 6/1) y rojos (Grayish Pink 5R 8/2 , Moderate Pink 5R 7/4). Los casos en los que se observan tonalidades rojizas, generalmente cercanos a la corticalidad del propio nódulo, se interpreta como casos de corrientes superficiales que trasportan elementos férricos en ambientes oxidantes. “(…) la zona de contacte entre el córtex i la massa silícia sovint és el lloc on es localitzen concentracions de minerals, ques es relacionen amb antigues circulacions intersticials de fluids. Així doncs, en aquesta zona, la presència de colors compresos entre la gamma dels grocs, els bruns, els vermells i els morats solen ser indicatius de l’antiga presencia de fluids carregats de ferro, que circularen en un medi sedimentari en condicions oxidants‖ (Mangado, 2004: 32)

Ilustración 25. Ejemplo GMP1

~ 85 ~

GMP2: Grupo silíceo que reúne materiales caracterizados por poseer un córtex tipo evaporítico de coloración blanco-amarillentas por exposición en depósitos secundarios. De matriz traslúcida, aspecto mate, fractura concoidea y textura medio-fina tipo criptocristalina, posee una matriz con presencia de algún elemento aloquímico ( < 10 % de ooides y diatomeas), tipo Mudstone. (Dunham, 1962) Estos materiales están asociados a formaciones en zonas de inundación periódica donde se intercalan charcas de gran extensión lateral con zonas de inundaciones periódicas. La formación de charcas con Mudstones nodulosos, laminaciones paralelas y escasa estructura tractiva, muestra ambientes de poca energía. (Colombo y Escarré, 1994) En el caso de Mudstones de tonalidades oscuras se pueden asociar a elementos orgánicos en lagos de inundación permanente. Se interpretan como lagos someros que no llegan a desecarse del todo con oscilaciones en el tamaño de la lámina de agua. Alrededor de estos lagos, la presencia de agua propicia la formación de paleosuelos. (Collombo y Escarré, 1998) Los colores varían del grupo de los blancos (Very Light Gray nº 8 y Light Gray nº 7) grises (Medium Dark Gray nº 4, Medium Gray nº 5, Medium Light Gray nº 6 y Light Brownish Gray 5YR 6/1)

Ilustración 26. Ejemplo GMP2.

~ 86 ~

GMP3: Este grupo silíceo reúne una variedad de materiales escasos en el registro arqueológico. Están caracterizados por poseer de igual modo un córtex evaporítico con coloraciones blanco-amarillentas por exposición en depósitos secundarios. De matriz opaca y aspecto brillante, fractura concoidea y textura muy fina tipo microcriptocristalina, entra dentro de los sílex de tipo jaspoides. Estos materiales sufren un alto enriquecimiento en óxidos por acción de corrientes o flujos hidrotermales que los carga con elementos férricos dándoles generalmente coloraciones rojizas y amarillentas. El color predominante es el rojo (Pale Red 10R 6/2, Grayish Red 5R 4/2 y Moderate Reddish Brown 10R 4/6) y el amarillo ( Dark yellow orange 10YR 6/6 y Moderate Yellowish Brown 10YR 5/4).

Ilustración 27. Ejemplo GMP3

GMP4: Este grupo silíceo reúne un tipo de materiales que se caracteriza por poseer un córtex evaporítico con coloraciones blanco-amarillentas por exposición en depósitos secundarios. De matriz traslúcida, aspecto mate, fractura concoidea, textura medio-fina ~ 87 ~

tipo criptocristalina, en su matriz se presentan cristales de yeso en formas romboidales o lenticulares. Estos elementos responden a formaciones en ambientes evaporíticos continentales, donde los primeros elementos en precipitar tras los carbonatos, son los sulfuros de calcio, en su forma hidratada el yeso, que es estable cerca de la superficie terrestre o en zonas cercanas a los bordes de la cuenca de sedimentación. Los colores presentes en este grupo son los grises (Medium Dark Gray nº 4, Medium Gray nº 5, Medium Light Gray nº 6) y los rojos (Pale Red 5R 6/2, Pale Red 10R 6/2, Moderate Red 5R 4/6 Moderate Pink 5R 7/4

Ilustración 28. Ejemplo GMP4

GMP5: Este grupo silíceo reúne a materiales caracterizados por poseer un córtex evaporítico con coloraciones blanco-amarillentas por exposición en depósitos

~ 88 ~

secundarios. De matriz traslúcida, aspecto mate, fractura concoidea, textura medio-fina tipo criptocristalina, en su matriz se observa un relleno de partículas de óxido férrico que o bien se encuentran de forma homogénea repartida en toda la matriz, o bien se incorporan en la parte cortical como resultado de una corriente superficial de aguas cargadas de hierro en ambientes oxidantes, localizadas localmente en bordes de Sabhka.

Los colores predominantes son los rojos (Pale Red 5R 6/2, Pale Red 10R 6/2, Moderate Red 5R 4/6, Grayish Red 10R 4/2, Grayish Pink 5R 8/2, Moderate Pink 5R 7/4 y Moderate Reddish Brown 10R 4/69)

Ilustración 29. Ejemplo GMP5

~ 89 ~

GMP6: Grupo silíceo que agrupa a materiales arqueológicos ausentes de córtex, ya que solo se han recuperado lasca aisladas. De matriz opaca y aspecto mate, fractura concoidea y textura medio-fina tipo criptocristalina, posee una matriz con presencia de elementos aloquímicos ( >10 % de ooides y diatomeas), tipo Wackstone (Dunham, 1962). El color predominante es el gris (Medium Dark Gray nº 4 y Medium Gray nº 5)

Ilustración 30. Ejemplo GMP6

GMP7: Este grupo silíceo reúne a materiales caracterizados por un córtex calcáreo de coloración blanquecina, de matriz opaca, aspecto mate, fractura concoidea, textura medio-fina a muy fina tipo criptocristalino, presenta una estructura de sedimentación conocida como Anillos de Liesengang, propia de las ágatas, que se reconocen por una serie de laminaciones superpuestas en orden rítmico y en forma concéntrica que responde a un aumento y disminución del aporte de silíceo en su momento de formación. Los colores predominantes son los grises (Medium Light Gray nº 6 y Light Brownish Gray 5YR 6/1).

~ 90 ~

Ilustración 31. Ejemplo GMP7

GMP8: Grupo silíceo de materiales ausentes de córtex por haberse recuperado lascas aisladas. De matriz opaca, aspecto mate, fractura concoidea, textura medio-fina tipo criptocristalina, presenta en su matriz partículas de materia orgánica repartida de manera homogénea por toda la superficie. El color predominante es el gris (Medium Light Gray nº 6).

Ilustración 32. Ejemplo GMP8

~ 91 ~

6. RESULTADOS

~ 92 ~

6.1. ¿Qué características ofrece el área fuente de abastecimiento? ¿Hay una recolección preferencial o se coge todo?

En primer lugar hay que localizar y delimitar cuál es el área fuente de captación de las materias primas presentes en el registro. En segundo lugar ver cuáles son las características presentes en éste si queremos llegar a ver cuáles fueron los criterios que se tuvieron en cuenta (si se tuvieron) a la hora de recolectar los materiales. Para ello se toman los resultados del análisis geológico de las materias primas del yacimiento. De este análisis se crearon ocho grupos que engloban la totalidad de las rocas silíceas. Dentro de los grupos predominan aquellos caracterizados por contener relictos de yesos y anhidrita en su interior así como presencia de óxidos de hierro por circulación superficial en ambientes oxidantes (GMP1, GMP2, GMP3, GMP4 y GMP5). El resto de materiales silíceos, con una muy baja representación dentro del conjunto, se trata de materiales posiblemente de origen calcáreo, como es el caso de las ágatas (GMP7) (del Munchelkalk inferior que forma gran parte de la cordillera prelitoral, M. Soto 2010) y otras dos variedades de sílex gris opaco, con presencia de elementos aloquímicos tipo Wakstone en uno y, con presencia de materia orgánica tipo criptocritalino en otro (GMP6 y GMP8 respectivamente). Los cinco primeros grupos de materia prima pertenecen a formaciones de orígen evaporítico continental que se dan en ambientes lacustres cargados con agua salada, donde se produce la precipitación de halita, yesos y anhidrita. Este modelo de sedimentación evaporítica corresponde con formaciones tipo Sabhka o Playa-lake, donde se dan unas condiciones equilibradas entre tectónica, climatología y geología que permiten el desarrollo de unos paisajes de llanuras lutíticas con encharcamientos y flujos de agua de baja energía que trasporta elementos de poca entidad como lutitas o arenas (Kendall & Harwood, 1996). En sus fases de evaporación en momentos áridos, estas lagunas salinas cargadas con Na, K, Ca, Mg, Cl, SO4 y HCO3-CO3 , precipitan la acumulación de carbonatos, yesos y su forma deshidratada, las anhidritas, en el fondo de la cuenca, dando como resultado la acumulación de horizontes subacuáticos anaeróbicos o semi-anaeróbicos, con poca carga tractiva y con desarrollo de algunos organismos vegetales y bacterianos (Kendall & Harwood, 1996). Estas características se corresponden con la formación del complejo Ulldemolins. El complejo Ulldemolins, de edad Bartoniese (Eoceno) y justificado como complejo por ~ 93 ~

frecuentes cambios laterales y constituido por lutitas, areniscas, yesos y carbonatados, está formado por dos miembros; Mb Pigrossos y Mb Albarca. El Mb Pigrossos es el que constituye la formación origen de los materiales silíceos con un modelo de Sabhka, Llanura lutítica con charcas y canales de inundación periódica y esporádica y lagos someros permanentes. (Colombo & Escarré, 1994). Concretamente bajo la descripción de Colombo & Escarré dice: “el subambiente de centro de Sabhka, está caracterizado por un cambio gradual de lutitas por yesos a niveles nodulares masivos de yeso alabastrino, generado por bombeo evaporítico (Eugster y Hardie, 1975) de aguas muy enriquecidas en sulfatos. Se aprecian horizontes localmente ricos en diversos tipos de maclas de yesos (rosas del desierto). Pueden presentar gipsarenitas, reflejando la llegada de escorrentía a la Sabhka,y pseudomorfos alabastrinos de yeso selenítico generados por evaporación de la lámina de agua. En algunos tramos de yesos laminados aparecen nódulos de sílex (chert) localmente importantes.” (Colombo & Escarré, 1994).

Ilustración 33. Modelo conceptual de los subambientes de la formación Ulldemolins (Colobo & Escarré 1994).

Así mismo se toma el índice de rodamiento de las caras corticales de los materiales arqueológicos para poder determinar si se trata de materiales recogidos en zonas próximas a su área de formación o si por el contrario, sufre algún tipo de desgaste a ~ 94 ~

causa de un trasporte fluvial. En este caso, si recordamos la presentación de los materiales del yacimiento, el índice de redondeamiento ofrecía unos datos cercanos al 2,5 sobre 4 (concretamente 2,43), propio de materiales que han sufrido un trasporte fluvial de media distancia, ya que 0 representa materiales angulosos y 4 materiales esféricos.

FORMACIÓN ULLDEMOLINS

Ilustración 34. Cada uno de los tres puntos del muestreo

~ 95 ~

Guiado por estos datos se realiza el muestreo a lo largo del Río Montsant (Ilustración 34). Este rio, que pasa por delante yacimiento del Filador, trasporta materiales silíceos recogidos a su paso por el complejo primario Ulldemolins (14 Km aprox. de distancia remontando el cauce del propio rio desde el yacimiento hasta Ulldemolins) que va depositando a lo largo de su recorrido. Así mismo también trasporta otros materiales procedentes

de otras

formaciones

sedimentarias

(calizas

y conglomerados),

metamórficas (corneanas y pizarras) e ígneas (sienitas) que forman la cordillera prelitoral. Muestreo: Las áreas seleccionadas para la recogida del material de muestreo se ajustan a acumulaciones laterales en la orilla convexa por deposición en forma de media luna denominadas barras laterales (Pozo 2004). En todos los casos se documentan materiales heterométricos, que van de arenas a bloques decimétricos, lo que indica un canal de alta energía encajado en un cauce entre conglomerados Oligocenos. En cada muestreo se ha optado por llevar a cabo una recogida indiscriminada de todo el material silíceo presente. Muestreo nº 1: Localizado cerca del pueblo de La Bisbal de Falset, las coordenadas UTM (ED50) son x: 308443.1, y: 4571677.7, con una altura s.n.m. de 308 m. La accesibilidad es fácil, con desvío lateral por pista desde la carretera T-713. Se trata de un depósito secundario de acumulación lateral de material trasportado por la corriente fluvial. La superficie de muestreo delimitada ha sido de 270 m² sobre una planta triangular. El depósito contiene una cantidad abundante de materiales, todos ellos rodados y semirodados con presencia de calizas, corneanas, pizarras, conglomerados, sílex y sílex jaspoides. El tamaño medio de los cantos y bloques es de 40x20 cm aprox. Se recogieron un total de 83797.2 gramos (unos 84 Kg) de materiales silíceos.

~ 96 ~

Ilustración 35. Barra lateral del primer muestreo.

Muestreo nº 2: Localizado entre el pueblo de La Bisbal de Falset y Margalef de Montsant, las coordenadas UTM (ED50) son x: 311105.5, y: 4573231, con una altura s.n.m. de 347 m. La accesibilidad es fácil pudiendo llegar en coche desde un desvío lateral de la carretera T-713. De nuevo se trata de un depósito secundario de acumulación lateral de materiales trasportados via fluvial. En este caso la superficie delimitada ha sido de 241.85 m² con una planta trapezoidal. El depósito contiene una cantidad abundante de materiales, desde arenas hasta cantos, todos ellos rodados y semirodados de dimensiones inferiores al anterior y que llegan hasta los 20x10 cm. En este se documentaron la presencia de calizas, corneanas, pizarras, sienitas aisladas, conglomerados y sílex así como sílex jaspoide. Se recogieron 46151.5 gramos (unos 46 Kg) de rocas silíceas.

~ 97 ~

Ilustración 36. Barra lateral del segundo muestreo.

Muestreo nº 3: Localizado entre Margalef de Montsant y el pantano del Siurana, las coordenadas UTM (ED50) son x: 312510.2, y: 4573444.4, a una altura s.n.m.de 379 m. La accesibilidad es fácil pudiendo llegar en coche a través de una pista lateral que se toma desde la carretera T-713. Se trata de un depósito secundario de acumulación lateral de materiales trasportados por el rio Montsant, con una superficie delimitada de 270 m² de planta triangula. El depósito contiene una cantidad abundante de materiales rodados y semirodados, desde arenas hasta bloques decimétricos de 60x30 cm. Se documentaron materiales calizos, conglomeráticos, corneanas, pizarras, sienitas aisladas y rocas silíceas y jaspoides. Se recogieron 55482.6 gramos (unos 55.5 kg) de rocas silíceas. En el análisis de los materiales recogidos en el muestreo han sido identificados cinco tipos de rocas silíceas, que coinciden con los tipos de materia prima documentada en el conjunto arqueológico: GMP1, GMP2, GMP3, GMP4 y GMP5. Por el contrario no se ha identificado ningún nódulo correspondiente a GMP6, GMP7 y GMP8.

~ 98 ~

Ilustración 37. Barra lateral del tercer muestreo.

6.1.1.

Resultados del muestreo. Características del área fuente.

Los resultados obtenidos en el procesado de datos del muestreo ofrecen el elenco de variedad y cantidad de materias primas así como la oferta de colores presente en el cauce del río Montsant a su paso por el yacimiento del Filador. Muestreo nº 1 En el muestreo nº 1, se ha recogido un total de 83.797,2 gramos de material silíceo, del cual se observa una predominancia del GMP1, con 53.812 gramos, seguido del GMP5 en segundo lugar con 26.859 gramos y muy por detrás el GMP2 con 3812 gramos, el GMP3 2.531 y por último el GMP4 con 594 gramos. GMP1 50000,7 60%

GMP2 3812 4%

GMP3 2531,2 3%

GMP4 594 1%

GMP5 26859,3 32%

Tabla 22. Resultado de las materias primas presentes en el primer muestreo.

~ 99 ~

La distribución por colores se reparte en 16437,2 gramos de color blanco, 44489,5 de color gris, 785,7 de color negro, 20744,7 de color rojo, 1340,1 de color amarillo y 0 gramos de color marrón. BLANCO 16437,2 20%

GRIS 44489,5 53%

NEGRO 785,7 1%

ROJO AMARILLO MARRÓN 20744,7 1340,1 0 25% 1% 0%

Tabla 23. Distribución de los colores en el primer muestreo.

Muestreo nº 2 En el muestreo nº 2 se ha recogido un total de 46151,5 gramos de sílex, del cual se observa un reparto muy igualado entre GMP1 con 20095,7 gramos y el GMP5 con 20752,3 gramos. Muy por detrás está el GMP2 con 3600 gramos, el GMP4 con 609.1 gramos y el GMP3 con 81,8.2 GMP1 20095,7 45%

GMP2 3600 8%

GMP3 81,8 0%

GMP4 609,4 1%

GMP5 20752,3 46%

Tabla 24. Resultado de las materias primas en el segundo muestreo.

En la distribución por colores se observa un reparto de 11201 gramos de blanco, 16165,4 gramos de gris, 0 gramos de negro, 16393,8 gramos de amarillo y 0 gramos de marrón. BLANCO 11201 25%

GRIS 16165,4 36%

NEGRO 0 0%

ROJO AMARILLO MARRÓN 16393,8 1379 0 36% 3% 0%

Tabla 25. Distribución de los colores en el segundo muestreo.

Muestreo nº 3 En el último muestreo se han recogido un total de 55482,6 gramos de sílex, donde predomina el GMP5 con 37219,8 gramos, seguido muy por detrás del GMP1 con 11756,6 gramos, el GMP3 con 5845,1 gramos y el GMP2 con 660,8 gramos. GMP1 11756,6 21%

GMP2 660,8 1%

GMP3 5845,1 11%

GMP4 0 0%

GMP5 37219,8 67%

Tabla 26. Resultado de las materias presentes en el tercer muestreo.

En la distribución de los colores se reparte en 7796,5 gramos de blanco, 30294,1 gramos de gris, 243 gramos de negro, 17149 gramos de rojo y completamente ausente el amarillo y marrón. ~ 100 ~

BLANCO 7796,5 14%

GRIS 30294,1 55%

NEGRO 243 0%

ROJO AMARILLO MARRÓN 17149 0 0 31% 0% 0%

Tabla 27. Distribución de los colores en el tercer muestreo.

En resumen y sumando los resultados de los tres muestreos se observa una predominancia del GMP1 y GMP5, seguido muy por detrás del GMP3 y GMP4. (Gráfico 8) 90000 80000 70000 60000 50000 40000 30000 20000 10000 0 GMP1

GMP2

GMP3

GMP4

GMP5

Gráfico 8. Distribución de las materias presentes en la suma de los tres muestreos

En cuanto a la distribución por colores que se han obtenido de los muestreos, es el color gris el que presenta mayor abundancia, seguido del color rojo, blanco y muy por detrás el amarillo y negro. (Gráfico 9) 140000 120000 100000 80000 60000 40000 20000 0 blanco

gris

negro

rojo

amarillo

marrón

Gráfico 9. Distribución de los colores en la suma de los tres muestreos.

Ilustración 38. A continuación se incorpora la variedad de colores documentados en el muestreo (Muestrario 1) : ~ 101 ~

V

A

L

U

E

Blancos

Grises

Gama de grises

Munsell:

Very light gray nº 8

Light bluish gray 5B 7/1

Light gray nº 8

Med. Dark gray nº 4

Amarillo

Dark yellowish orange 10YR 6/6

Moderate yellowish brown 10YR 5/4

Ligh Brown 5YR 5/6 & Dark yelow orange 10YR 6/6

C H R O

Rojo

M A

Grayish pink 5R 8/2 & Moderate pink 5R 7/4

Moderate red 5R 5/4

Moderate orange pink 10R 7/4 Pale reddish brown 10R 5/4

Grayish red 5R 4/4

Moderate grayish red 5R 4/4

Marrón

Moderate Brown 5YR 4/4

~ 102 ~

Moderate red 5R 5/4 & Grayish 5R 4/2

Dushky red 5R 3/4

6.1.2. Resultados de los materiales del yacimiento. Características de las materias primas del nivel 8-9 de Filador

En total se han recuperado 27365,41 gramos de materiales arqueológicos del nivel 89 del abric del Filador. De éstos, 13472,74 gramos pertenece al GMP1, representando la mitad de la materia prima del conjunto, seguido de GMP2 con 3435,9 gramos y GMP5 con 3060,24 gramos representando el segundo y tercer tipo de materia prima presente. Muy por detrás encontramos el GMP4 con 1390,52 gramos y el GMP3 con 530.9 gramos. Los grupos GMP6, GMP7 y GMP8 constituyen un número muy bajo de cantidad aportada al yacimiento. Es relevante los 5229,01 gramos de materiales patinados y que quedan al margen del estudio. (Tabla 28) GMP1

GMP2

GMP3

GMP4

GMP5

GMP6

GMP7

GMP8

13472,74

3435,9

530,9

1390,52

3060,24

94,1

63,2

88,8

5229,01

13%

2%

5%

11%

0%

0%

0%

19%

49%

Tabla 28. Tipos de materia prima presentes en el nivel 8-9.

La distribución de los colores presentes en el conjunto del nivel 8-9 es de 4068,74 gramos de sílex blanco, 12723,6 de sílex gris, 4970,74 de sílex rojo, 103,42 de sílex amarillo y 32,42 gramos de sílex marrón. (Tabla 29) BLANCO

GRIS

NEGRO

ROJO

4068,74

12723,6

237,6

4970,74

15%

47%

1%

18%

AMARILLO

MARRÓN

PATINADOS

103,3

32,42

5229,01

0%

0%

19%

Tabla 29. Distribución de los colores en el nivel 8-9.

Los resultados de las materias primas del yacimiento muestran que: en primer lugar existe un grado de rodamiento casi idéntico entre las corticales de los materiales arqueológicos y los materiales muestreados en el cauce del rio Montsant (gráfico 11). En segundo lugar se encuentran las cinco variedades de materias primas documentadas en el muestreo y además se identifican tres nuevos tipos de materias primas posiblemente alóctonas (Gráfico 10). Por último, la distribución de los tipos de colores presentes es muy similar a la distribución vista en el

muestreo (Gráfico 12),

exceptuando los distintos tipos de materia prima, que en los tres casos comparten el mismo color: gris.

~ 103 ~

PATINADOS

4 3,5 3

2,5 2 1,5 1 0,5 0 muestreo 1

muestreo 2

muestreo 3

nivel 8-9

Gráfico 11. Grado de rodamiento de los nódulos del muestreo y de los núcleos del nivel 8-9.

60% 50% 40% 30% 20%

muestreo

10%

nivel 8-9

0%

Gráfico 12. Histograma del porcentaje de materias primas presentes en el muestreo y en el nivel 8-9.

100%

90% 80% 70%

MUESTREO

60% 40%

YAC. GMP 1,2,3,4,5

30%

YAC. GMP 6,7,8

50%

20% 10% 0% BLANCO

GRIS

NEGRO

ROJO

AMARILLO MARRÓN

Gráfico 10. Histograma de la representación de los colores en el muestreo y en los materiales del nivel 8-9.

~ 104 ~

Ilustración 39. Muestrario de los colores presentes en el conjunto del nivel 8-9 (Muestrario 2):

V

A

L

U

E

Blancos

Grises

Gama de grises

C

Munsell:

Very light gray nº 8 Light bluish gray 5B 7/1

Light gray nº 6

Med. Dark gray nº 4 Dark gray nº 3

H R O

Amarillo

M A

Moderate yellowish brown 10YR 5/4

Rojo

Light red 5R 6/6

Moderate reddish Brown 10 4/6

Moderate red 5R 5/4

Pale red 5R 6/2

Marrón Moderate Brown 5YR 4/4

~ 105 ~

Grayish red 5R 4/2

Los resultados del índice de rodamiento así como los resultados de los tipos de sílex recuperados en el nivel 8-9 de Filador indican que el área fuente de abastecimiento de la mayor parte de las materias primas fue el cauce del río Montsant, corroborando otros trabajos llevados a cabo para yacimientos cercanos al Abric del Filador, como la Bauma de l‘Auferí, l‘Abric dels Colls (Adserias, M. et alii 1996) o sobre las terrazas del río Montsant (Doce 1989), donde se interpreta que las materias primas fueron captadas en un ―laboreo superficial‖ (Mangado 2002) en áreas fuente secundarias cercanas y accesibles desde el propio yacimiento. Esto es directamente el cauce y las propias terrazas del río Montsant, que drena la formación de Ulldemolins, caracterizada por la abundancia de sílex y, las trasporta depositándolas a lo largo de su trayecto. Este trayecto pasa por delante de los yacimientos creando grandes depósitos de materiales silíceos que se convierten en la fuente de aprovisionamiento principal de los recursos abióticos. ¿Cómo y cuál es la oferta de materiales en el área fuente de captura? En primer lugar se trata de depósitos cercanos y de fácil acceso que ofrecen una alta cantidad de materiales en superficie (230 gr/m²) con tipometrías diversas, desde pequeños cantos hasta grandes bloques. Así mismo, la calidad de este tipo de roca silícea es buena y apta para la talla, lo que supone dos de los factores más importantes para el abastecimiento y la selección de materia prima en grupos cazadoresrecolectores: abundancia y calidad (Andrefsky 1994). Los colores presentes ofrecen una variedad bastante amplia (blancos, grises, negros, rojos, amarillos y marrones) pero con un grado de concentración y abundancia desigual. Estos colores no se relacionan con una diferencia en la calidad de la materia prima, ya que la coloración es generada por partículas que se encuentran dentro del mismo ambiente de formación. Por ejemplo, como ya vimos, el color rojo que se presenta en los sílex es la consecuencia de la incorporación de partículas de óxido férrico que se encuentran en circulación bajo ambientes oxidantes en zonas más próximas a los bordes de Sakhba. En cambio, los blancos contienen un alto porcentaje de anhidrita (estado deshidratado del yeso) que se localizan en zonas intermedias entre borde y centro del lago evaporítico o, el color gris y negro es por la formación de rocas silíceas en centros de lagos permanentes con la presencia de elementos orgánicos como trazas de raíces atribuidas a vegetación subacuática que retrabaja el sedimento (Mangado 2004, ~ 106 ~

Colombo & Escarré 1994). Este factor es importante, ya que la selección de la materia prima en base a su calidad queda desligada de la asociación del color a la misma. Se puede resumir que el área fuente localizada para los GMP1, GMP2, GMP3, GMP4 y GMP5, es un área próxima al yacimiento, con una abundancia de materiales silíceos de buena calidad y con una variedad de colores amplia que no se relaciona con la calidad de las mismas. La proporción de colores es irregular, siendo el tipo de materia prima de color gris la más abundante, seguida de los sílex rojos, blancos y, muy por detrás, aquellos negros, amarillos y marrones esporádicos. ¿Qué materiales se seleccionan para trasportar al yacimiento? El abastecimiento de materias primas es la labor que da inicio a la cadena operativa, teniendo múltiples variables que condicionan cada caso. A través de la mayoría de estudios que han trabajado este aspecto específico, se han establecido los factores que condicionan la tarea del abastecimiento. Los primeros planteamientos que presentaron estos aspectos de la cadena operativa fueron los trabajos de Binford (1980) que indagaban la relación que se establecía entre los modelos de abastecimiento de materias primas y los útiles que presentaban mayor cuidado en su elaboración. Elson (1992) y Ataman (1992) describen distintas técnicas de abastecimiento de las materias primas: encontradas por casualidad, la recolección superficial, la extracción en afloramientos concretos o materiales recuperados que fueron dejados en caché

durante

abastecimientos anteriores. Todos estos casos comparten que se llevan a cabo de un modo directo de contacto entre el interesado y el ambiente en el que se recoge la materia prima, pero existen otros casos de abastecimiento indirecto en lo que los materiales pueden llegar a unas manos habiendo pasado antes por in intercambio intergrupal. Una vez superados estos primeros planteamientos se continuó ahondando en los factores directos y funcionales que afectan a al abastecimiento. Branthingam (2003) por ejemplo lleva a cabo estudios que tiene en cuenta factores puramente físicos como la distancia entre el afloramiento y el yacimiento, la abundancia de la materia prima o la calidad de la misma, como elementos que condicionan y determinan la elección y la movilidad de los individuos interesados en recolectar estos materiales. En este sentido se analizan los factores que condicionan un ya conocido axioma que se ha tenido en cuenta para el estudio en otros campos de la prehistoria, la optimización del forrajeo. Este principio tiene en cuenta que por encima de otros factores, pocas veces se va a ~ 107 ~

invertir más energía de la que se puede recuperar tras la actividad realizada. (caza, recolección, comercio, etc..) Tenemos localizado el área fuente de abastecimiento situado muy cerca del propio yacimiento, por lo que no supone un gasto físico ni temporal desplazarse hasta el mismo. Si además contamos con una fácil accesibilidad, una gran abundancia de materiales y un nivel de calidad bueno o muy bueno del tipo de sílex, los factores limitantes o condicionantes para poder comparar la presencia de unos materiales u otros en el yacimiento quedan superados. Esto nos ofrece la posibilidad de valorar otros criterios de selección de las materias primas. En el yacimiento se han recuperado una cantidad de materias primas que en el 99% pertenecen a las variedades encontradas en el área fuente próxima y, volcando la atención en la gráfica comparativa entre la variedad y proporción de sílex presente en el área de abastecimiento y el presente en el nivel 8-9 de Filador, observamos que la proporción es prácticamente similar, tanto en la variedad de materia prima (gráfico 12) como en los colores de las mismas (gráfico 10). Podemos asumir que no existe una selección preferencial por ningún tipo de materia prima ni por ningún color concreto en el momento de llevar a cabo el ―laboreo superficial‖ en el área fuente. Aquellos tres grupos de materia prima (GMP6, GMP7 y GMP8), que no han sido identificados en el muestreo, forman parte de un mínimo de dos áreas de formación distintas. No se ha llevado a cabo una labor de identificación de su área de formación, por lo que no podemos decir cómo llegaron al yacimiento.

6.2. ¿Una vez en el yacimiento hay un trato diferencial de alguna variedad de sílex durante la fase de explotación?

Tras introducir los nódulos de sílex en el yacimiento, empieza la fase de explotación. Esta fase tiene por objetivo preparar los núcleos, de los que se extraerán soportes estandarizados sobre los que elaborar las herramientas. El alto número de núcleos hallados en el nivel 8-9 (N=52) permite obtener una información técnica aproximada a las estrategias de talla llevadas a cabo durante la fase de explotación. Así mismo el análisis de los diferentes estadios de explotación en que ~ 108 ~

fueron abandonados lo núcleos, nos posibilita observar si existe un trato diferencial en el grado de aprovechamiento en función de las propiedades mecánicas o del cromatismo de las distintas variedades de roca explotados. En la distribución de los núcleos se han creado dos grupos; por un lado las BN1GE, caracterizados por tratarse de bases naturales de mayor tamaño que son intervenidas indiferentemente desde planos naturales, aprovechando ángulos simples y fisuras propias del núcleo, con la intención de extraer lascas que se convertirán en soporte de explotación. Estas BN1GE, representan la primera fase de explotación de las bases naturales que son introducidas en la ocupación. Su número, en comparación con las BN2GE, es muy bajo (N=10), pero la información que aporta muestra que la cadena de talla está compuesta por dos fases de configuración de núcleos de explotación. Esto indica que hay una adecuación del tamaño del núcleo a los productos que de éste se obtienen. En segundo lugar están las BN2GE, con una mayor cantidad de núcleos (N=37) que se presentan en distintos estados de fase de explotación (inicial, intermedia y final) con una mayoría en estados intermedios, con caras jerarquizadas y con una producción preferentemente microlaminar. La distribución de los núcleos en función del tipo de materia prima, muestra en primer lugar que: las BN1GE recuperadas en el conjunto arqueológico se han elaborado sobre GMP1 en color gris y rojo fundamentalmente. Por morfotipos, de aquellos núcleos destinados a obtener lascas de gran formato, existe una predominancia del color gris en GMP1, y GMP5 en rojo. De aquellos destinados a la obtención de soportes laminares, hay dos núcleos grises y uno rojo. Por último, dentro de este reducido grupo de BNE, hay un único núcleo rojo con levantamientos microlaminares y una base natural blanca.

~ 109 ~

5 4

3 2 1 0 1G

2R

1G

laminar

laminar

5R lasca

jerarquizado

1R

1B

microlaminarno explotado

no jerarquizado

Gráfico 13. Distribución de las BN1GE en función del tipo de explotación y del GMP.

Dentro del grupo de las BN2GE, mucho más surtido y con una mayor distribución entre grupos de materia prima, existe una predominancia del GMP1 (N=23) en color gris y en color blanco, le siguen los núcleos del GMP5 (N=8) en color rojo principalmente y uno en gris, los núcleos en GMP4 (N=2), uno en gris y otro en rojo y, un GMP7 en gris. En este caso se observa que hay una mayor explotación de los tipos de sílex más abundantes en el área fuente de aprovisionamiento. Si la distribución la hiciésemos por morfotipos y colores, el grupo de los microlaminares estaría dominado por los colores grises, seguido de rojos y blancos en igual proporción. Los laminares mantendrían una distribución regular entre grises, rojos y blancos y las lascas estarían sólo en gris. 13 12 11 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0 1B

1G laminar

5R

1G

5G

1B

1G

lasca

2G

4G

4R

5R

microlaminar

Gráfico 14. Distribución de las BN2GE en función del tipo de explotación y del GMP.

~ 110 ~

7G

1G reflejado

Con el estudio de los núcleos de explotación, se puede explorar la fase intermedia de la cadena operativa, que se encuentra entre la captura y trasporte de la materia prima al yacimiento y, la selección de soportes para ser utilizados como herramientas. El análisis de esta fase contiene una fuerte carga interpretativa por la ausencia de gran parte de los materiales que formaron el proceso, por lo que se lleva una labor integradora con el resto de elementos que forman el conjunto arqueológico. El punto de partida es el estado final de los núcleos en el momento en el que fueron abandonados, que refleja las últimas estrategias de explotación llevadas a cabo. Sobre este estado del estudio hay que tener en cuenta qué grado de representatividad tiene la parte sobre el todo, es decir, las últimas fases sobre la totalidad del proceso. En ocasiones las estrategias de las últimas fases de explotación no corresponden con los momentos anteriores, ya que hay una explotación de productos adaptada a la morfología que va adquiriendo el núcleo. En otros casos existe una estrategia de explotación continua desde el principio hasta el final. En este caso, al observar una adecuación del volumen del núcleo al producto que se desprende, se toman los últimos levantamientos como reflejo del tipo de explotación al que fue sometido. La apariencia ordenada de estos últimos levantamientos puede llevarnos a pensar que la talla fue exitosa en toda su explotación, lo cual no tiene por qué ser así. Puede haber toda una serie de productos defectuosos desechados previos a la última serie y que, una vez obtenidos aquellos deseados, se seleccionen abandonando el núcleo en un estado ordenado. Lo cual indicaría que la última serie de productos explotados guarda alguna relación con los productos utilizados. En nuestro caso las BN2GE son núcleos de explotación muy especializados, destinados a la producción estandarizada de microláminas. Y acorde con el hilo argumental presentado, es posible que los últimos levantamientos de las BN2GE refleje gran parte de los productos microlaminares utilizados, sin poder llegar a saber cuáles eran objeto de retoque para puntas y cuáles para láminas de dorso. En este sentido, la explotación de los núcleos microlaminares ofrece una mayoría de productos tallados sobre color gris en primer lugar, seguido por detrás del color rojo y del color blanco. Estos resultados no pueden reflejar el criterio que se tuvo en cuenta para la selección de los soportes que se destinaban a puntas o a láminas (ya que no se han estudiado estos materiales), pero indica una mayoría de soportes grises. Este resultado debe de ser puesto en relación tanto con los resultados de las BN1GE y con los resultados de los materiales que se ofrecen en el área fuente. ~ 111 ~

Éstos muestran que en primer lugar la oferta de materiales que se da en el rio, contiene una proporción escalonada del reparto por colores. De igual modo, se mantiene en los materiales que son seleccionados para trasportarlos al yacimiento y, de igual modo se mantiene en las BN1GE y en las BN2GE. En todos los casos, el color gris es el más abundante, seguido del rojo y del blanco (gráfica 5 y 6). En conclusión, no existe una selección preferencial del color a la hora de llevar a cabo la talla de las BN1GE ni de las BN2GE.

100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0%

100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% B

G

R

B

Gráfico 15. BN1GE

G

R Gráfico 16. BN2GE

6.3. ¿En la fase de configuración de útiles se establece alguna relación entre alguna variedad de sílex y algún morfotipo?

En este caso, para el estudio de los soportes retocados contamos con una porción sesgada de la muestra ya que no se ha podido acceder a buena parte del material más representativo del conjunto (puntas y láminas de dorso) por motivos ajenos al trabajo. Este condicionante limita los resultados que pueden ser obtenidos del análisis realizado, ya que este tipo de material forma parte de los morfotipos más representativos de estos conjuntos culturales. Al margen de este apunte, se intenta trabajar con los materiales presentes e intentar integrar todos los elementos presentes en el lugar que les corresponde. Dentro del conjunto se han diferenciado cinco grupos de morfotipos que corresponden con raspadores (N=37), raederas (N=4), denticulados (N=8), truncaduras ~ 112 ~

(N=12) y lascas retocadas (N=8). De los 37 raspadores, siete quedan fuera de este estudio por encontrarse completamente patinados y no poder identificar el tipo de materia prima ni el color. El resto se encuentran todos en buen estado. Las materias primas empleadas para la confección de estos soportes (gráfica 7) están repartidas en una mayoría de GMP1, seguido de los GMP5, GMP4 y GMP2. La mayoría de GMP1 se encuentran asociados a la mayor abundancia a lo largo de todo el proceso. Excepcionalmente se ha identificado una herramienta sobre ágata (GMP7) y dentro de los raspadores dos soportes sobre jaspe (GMP3). Por lo que respecta a los colores sobre los que se configuran las herramientas, se ha observado que existe un desproporcionado número raspadores elaborados sobre soportes de color rojo, sin que esté ligado con el tipo de materia prima, ya que se observa colores rojos sobre GMP1, GMP2, GMP3, GMP4 y GMP5. EL resto de morfotipos no tiene asociado ningún color preferencial.

8 7

6 5 4 3 2 1 0 1B 2R 5R 7G 1B 1G 2G 4G 5R 1B 1G 1N 1R 2G 2R 3N 3R 4G 4R 5R 1G 1N 4G 5G 1B 1G 4G 5R A

D

G

R

T

Gráfico 17. A: Lasca retocada, D: Denticulado, G: Raspador, R: Raedera y T: Truncadura.

En este caso, todos los morfotipos pertenecen a grupos de herramientas de uso cotidiano, entendido éste como el trabajo y preparación de materiales blandos como la madera o el cuero. A su vez son trabajos de ámbitos domésticos, es decir, en los campamentos donde se llevan a cabo estas actividades. ~ 113 ~

A la hora de elaborar estas herramientas no se observa una selección cuidadosa de la materia prima, ya que en muchos casos son herramientas desechables o muy frecuentes en el conjunto. Así mismo, para el trabajo de materiales maleables y poco resistentes, el sílex, de modo generalizado, supone una materia muy buena independientemente de la calidad registrada dentro de sus variedades. En este caso concreto, la calidad registrada de la materia prima empleada es muy similar entre las variedades estudiadas, por lo que su selección está íntimamente relacionada con la abundancia del material hallado en el área fuente. En el caso de los raspadores la selección de los soportes empleados tiene una mayor distribución e incluye materiales que en otras fases, se encuentran menos representados, como el caso de GMP4. Como conclusión, se puede decir que en comparación, los raspadores presentan una mayor selección intencional del tipo de materia prima (en este caso se observa una preferencia por el color rojo) que no se ha encontrado en ningún otro morfotipo de uso doméstico. Un condicionante fundamental de partida es que el volumen de materiales es muy escaso, y sólo en aquellos que presentan un número mayor de piezas, los raspadores, se ha podido ver una selección preferencial.

6.4. ¿Se puede observar un trato diferencial dentro del grupo de raspadores?

El caso de los raspadores merece un análisis pormenorizado, en primer lugar por la mayor cantidad de elementos y, en segundo lugar, por el caso singular que supone encontrar una desproporción tan marcada de soportes que comparten un mismo color. El análisis de este grupo de herramientas se ha llevado a cabo desde dos perspectivas; la primera analizando la diversidad de las materias primas y, en segundo lugar los atributos propios del mantenimiento de las herramientas con el objetivo de poder observar si existe un cuidado mayor que en el restos de morfotipos. Los resultados de la variabilidad de la materia prima sobre la que se han elaborado los raspadores ya se adelanta en el apartado anterior (gráfico 17), remarcando que existe una diversidad de materiales, sin ser este atributo un factor determinante para la ~ 114 ~

confección de estas herramientas. Si bien es cierto que el GMP1 recoge la mayor cantidad de soportes, de nuevo podemos justificar este hecho con la mayor representatividad de esta variedad a lo largo de toda la cadena operativa, con la diferencia que en este caso apenas se puede identificar el color gris, cosa que ha sido la tendencia general en momentos anteriores. Por otro lado la abundancia de GMP4 se equipara a GMP5, este último de nuevo muy común en estadios anteriores. Dos artefactos han sido elaborados sobre jaspes (GMP3). Con esto podemos ver que los materiales sobre los que se han fabricado los raspadores son exactamente iguales que los del resto de herramientas, pero encontrando a su vez un nuevo tipo de material (jaspe) y compartiendo un criterio trasversal no reconocido en otros grupos, el color rojo como elemento predominante. En segundo lugar, se ha llevado a cabo una serie de análisis pormenorizados de atributos que responden a actividades de mantenimiento de los soportes con el fin de alargar su vida útil de uso, así como atributos que indiquen un cierto trabajo cuidadoso a la hora de llevar a cabo este mantenimiento. Estos atributos analizados se relacionan con el tipo de retoque que ha sufrido el frente del raspador, intentando aproximarnos tanto a las generaciones que existen en su frente activo y que puedan señalar un mayor o menor reavivado, el orden que presenta el retoque del frente o, el cuidado en la simetría y la regularidad de la curva que se dibuja en su elaboración. Ante todo y antes de presentar los resultados, hemos de advertir que la mayoría de rojos en los resultados no deben confundir su interpretación, ya que si de partida tenemos una desproporción, esta se repetirá en todas las gráficas. Lo que hay que saber interpretar son los resultados de atributos entre los raspadores del mismo color (rojos) y la comparación con otros de distinto color. En primer lugar, la gráfica que presenta las generaciones del frente del raspador (gráfica 18), muestra un resultado equilibrado entre los propios raspadores rojos, que no se aglutinan en ninguna de las tres variables, así como el resto de colores, que presentan un reparto equitativo, por lo que este atributo no presenta un elemento de trato distintivo entre los raspadores. Parecen acumularse más raspadores con un retoque de primera generación y que decae el número a medida que pasan a segunda generación y más ~ 115 ~

acentuado en la tercera generación. Esto podría reflejar un escaso interés por mantener los raspadores, lo que está acorde con una abundancia de la materia prima.

10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0 B

G 1 GENER.

R

B

G

N

R

2 GENER.

N

R

3 GENER.

Gráfico 18. Distribución de las generaciones del frente de raspador y el color.

Hay que reseñar que este atributo, que intenta reconocer una mayor reutilización y un mayor uso de los raspadores a más generaciones presentes, no refleja del todo el número de veces que un raspador ha sido reutilizado. Para esto, habría que ver la masa perdida en el soporte infiriendo por cálculos geométricos el total del área inicial y restando la masa restante. Y aun así, surgen muchas dudas ya que el retoque puede ser muy distinto, en ocasiones comiéndose mucha masa de un solo gesto y otras comiéndose poca masa en mucho gestos de reavivado. En segundo lugar, el resultado del orden que presenta el retoque del frente, intenta aproximarnos al cuidado tenido en el reavivado. En tal caso, el retoque puede haber sido elaborado con mayor precisión en el gesto, dejando marcados unos negativos ordenados. De lo contrario podría observarse un retoque caótico y desordenado interpretado como resultado de un gesto desinteresado hacia una herramienta que no merece mayor atención que la propia de su funcionalidad. En la gráfica (gráfica 19), algo similar a la anterior, se observa un reparto muy similar entre el retoque ―simple ordenado‖ y el ―simple desordenado‖, que presentan frentes de raspador con poca acumulación de retoques y con un ordenamiento sencillo. ~ 116 ~

Además estos dos atributos recogen a la mayor parte de los raspadores, habiendo muy pocos dentro del tipo ―excedidos‖ y ―deputados‖. En los dos primeros casos, un gesto ―simple‖ se encuentra muy relacionado con los raspadores de primera generación, donde se pone poco interés en reavivar el frente del raspador con intención de mantener vivo su filo y poder así reutilizar la misma herramienta. En este caso, la interpretación del análisis, se toma como herramientas de ―usar y tirar‖ que no han tenido una vida larga. Y como se ha sugerido en el apartado anterior, los elementos de ―usar y tirar‖ están relacionados con una abundancia de la materia prima que permite fabricar nuevas herramientas sin preocuparse de mantener aquellas ya fabricadas.

8 7 6 5 4 3 2 1 0 B

G simp. ord.

R

B

G

N

simp.des.

R

G

N exc.

R

R dep.

Gráfico 19. Distribución del cuidado en el retoque sobre el frente del raspador y el color.

Por último, la última gráfica muestra una acumulación de raspadores que presentan un frente de raspador centrado y simétrico (gráfica 10, B1), donde habiendo una mayoría de rojos, como es natural, también hay blancos y uno gris. Por un lado las letras, que presenta el grado de regularidad de la curva, muestra una mayoría de raspadores con un frente redondeado, ―B‖ en todos los colores presentes (N=20). Y por otro lado los números, que muestran la lateralidad, presentan una mayoría de frentes centrados, ―1‖ también en todos los colores proporcionalmente repartidos (N=23).

~ 117 ~

11 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0 B

R

A1

B

G

B1

R

N

R

B2

G

R

G

B3

N

C1

R

R

C2

Gráfico 20. Distribución de la simetría y redondez del frente del raspador y el color.

Esto, al contrario que los resultados de los atributos vistos anteriormente, muestra una intención de regularidad y cuidado a la hora de elaborar el frente del raspador. Un atributo que no excluye a los anteriores, si no que sumados, parece reflejar una serie de herramientas que reciben un mayor cuidado a la hora de su elaboración (selección preferencial de un tipo de soporte en base a su color y un cuidado a la hora de fabricar su frente) pero con una vida corta y de fácil desecho, condicionado por la abundancia de la materia prima necesaria para fabricarlos.

~ 118 ~

7. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

~ 119 ~

7.1.

Interpretación de los resultados

Este estudio de los materiales líticos del conjunto lítico del nivel 8-9 de L‘abric del Filador, pretende aportar unos resultados poco visibles en los estudios hasta ahora desarrollados. Como hemos visto, el estudio de los colores en las culturas paleolíticas ha sido algo exclusivo de los trabajos relacionados con el arte rupestre o con el uso de pigmentos en contextos ceremoniales. La posibilidad de encontrar algún rastro que se acerque al uso, significado y simbología que tenían los colores para los grupos de cazadores-recolectores, ha sido el motor de este trabajo, cosa que de algún modo se ha logrado. En mi labor, he tomado la industria lítica como soporte, herramienta y entidad sobre la que se proyecta el color y adquiere un significado que, aunque presente, es difícil de poder llegar a entender y más aún de poder responder. El estudio, estructurado siguiendo el planteamiento de la cadena operativa, lleva un análisis paralelo a cada uno de los momentos en los que se lleva a cabo una modificación en el proceso de confección de las herramientas líticas. Al intentar rastrear paso a paso esta sucesión de momentos aislados, pretendemos acercarnos lo más posible a los elementos que lo caracteriza, dejando al margen aquellos factores que no interesan. Los momentos han sido abordados a través de una serie de preguntas: 1

¿Qué características ofrece el área fuente de abastecimiento? ¿Hay una recolección preferencial o se coge todo?

2

¿Una vez en el yacimiento hay un trato diferencial de alguna variedad de sílex durante la fase de explotación?

3

¿En la fase de configuración de útiles se establece alguna relación entre alguna variedad de sílex y algún morfotipo?

4

¿Se puede observar un trato diferencial dentro del grupo de raspadores?

~ 120 ~

Desde el eje del planteamiento de estudio, se ha podido observar si hubo un tratamiento diferencial de los materiales trabajados en función de su color y en qué momento sucedió.

7.2.

Recapitulación de los resultados

Retomando resumidamente los resultados obtenidos para cada uno de los momentos, se puede decir que en primer lugar no existe una selección diferencial de los materiales en el área fuente de abastecimiento. Los resultados de la proporción de las materias primas y su color representados en el área fuente y los introducidos en el yacimiento son muy similares, por no decir que prácticamente idénticos (Gráfico 21 y 22.). 140000

14000

120000

12000

100000

10000

80000

8000

60000

6000 4000

40000

2000

20000

0

0 blanco

gris

negro

rojo amarillo marrón

Gráfico 21. Representación de los colores en el área fuente de abastecimiento. Valores en gramos.

Gráfico 22. Distribución del color de los materiales introducidos en el yacimiento. Valores en gramos.

En segundo lugar se ha observado que en la explotación de las bases naturales introducidas en el yacimiento no parece existir una talla preferencial en función del color. Los núcleos de explotación, diferenciados en dos tipos correspondientes a dos fases; una primera explotación de BN1GE con el objetivo de obtener lascas de gran formato y, una segunda fase de explotación de esas lascas de gran formato, BN2GE, con el objetivo de obtener soportes tipo lasca, láminas y microláminas, para la fabricación de herramientas (BN2GC), presentan una proporción del reparto por color casi idéntica

~ 121 ~

entre sí, que coincide con la proporción vista en el área fuente de abastecimiento y en la introducción de materiales al yacimiento (gráfico 23 y 24). Esto sugiere que la talla se lleva a cabo indiferentemente del tipo y color de la materia prima, o lo que es lo mismo, el color no ha sido un elemento a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo la talla de los núcleos, ya sea de lascas, laminar o microlaminar.

100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0%

100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% B

G

R

B

Gráfico 23. Distribución de los colores en las BN1GE.

G

R

Gráfico 24. Distribución de los colores en las BN2GE.

En tercer lugar se ha observado que en la distribución de los morfotipos en función del tipo de materia prima, existe una preferencia por el color rojo a la hora de seleccionar los soportes para la fabricación de raspadores, cosa que no se ha documentado para ningún resto de otros morfotipos, aunque su escasa representatividad condiciona que sea imposible detectar selecciones preferenciales dentro de los grupos de morfotipos. 22 20 18 16 14 12 10 8 6 4 2 0

B

G A

R

B

G D

R

B

G

N G

~ 122 ~

R

G

N R

B

G T

R

Gráfico 25. Distribución de morfotipos por colores.

Dentro de los raspadores, la selección del color es independiente del tipo de materia prima, como ya se ha observado en los resultados (gráfico 17). Así mismo se ha interpretado a través de tres atributos analizados en el retoque de los raspadores: generaciones de retoque, cuidado en el retoque y simetría y redondez del frente que; estas herramientas cotidianas y de uso común, no presentan indicios de un mantenimiento excesivo ni de haber sido reutilizadas con frecuencia pero si, de haber tenido un cuidado mínimo a la hora de elaborar el frente, habiendo una amplia mayoría de raspadores rojos que presentan un frente simétrico y redondeado (gráfico 20). En este sentido no solamente se establece una relación entre el color que es seleccionado para la elaboración de los raspadores, si no que existe una ―manera‖ estandarizada de configuración del frente del raspador sobre una amplia mayoría de soportes rojos (B1, gráfico 20). Sobre estos resultados hay que plantearse por un lado qué propiedades puede llegar a tener el color rojo sobre estas sociedades cazadoras-recolectoras del epipaleolítico mediterráneo y, qué propiedades pueden albergar los raspadores para que se lleve una selección preferencial del color rojo en su caso y no visto en otros morfotipos.

7.3.

Los raspadores rojos

La selección de soportes rojos para la fabricación de raspadores presenta una doble interpretación, pudiéndose tratar por un lado de una selección inconsciente e intuitiva dirigida por la atracción del color rojo y de las virtudes estéticas que este despierta o, por otro lado una selección intencional dirigida por la cultura. En el primero de los casos es la selección intuitiva e inconsciente la que guía la atracción hacia un color u otro, producto de una respuesta neurofisiológica del cerebro. Esta respuesta neurofisiológica crea una sugestión hacia el color rojo mucho más fuerte que hacia otros colores. Este caso bien puede darse como consecuencia del efecto que provoca el rojo en el ser humano; estado de tensión y alerta así como una concentración de los sentidos (Elliot, A. J., Maier, M. A., Moller, A. C., Friedman, R., & Meinhardt, J. 2007, Smeesters and Liu 2011) o bien como consecuencia de experiencias personales del individuo hacia ese color. Sobre esto se ha visto que hay casos de confluencia de ~ 123 ~

motivos, donde pueden sumarse motivaciones influenciadas por la satisfacción individual, pero que además contienen una fuerte carga de persuasión exterior despertada por motivos neurofisiológicos. En este caso se interpretaría la selección del rojo como un acto intuitivo y puramente impulsivo del individuo a la hora de elegir un soporte sobre el que fabricar los raspadores. En el segundo de los casos es la cultura la que condiciona la selección de un color dependiendo del valor y significado que tenga dentro del grupo. Esto se ha podido constatar con la selección de pigmentos rojos destinados a contextos ceremoniales de tipo funerario o ritual de paso y sacrificios, donde el valor que contiene el pigmento se relaciona con la actividad a la que se destina, completamente simbólica. Esta interpretación quedaría excluida dentro del conjunto del nivel 8-9 de Filador por dos motivos: primero por no tratarse de artefactos relacionados a contextos ceremoniales o rituales, a no ser que el trabajo de las pieles fuese considerado como tal y segundo, por no encontrarse contextos funerarios en los que el rojo sea utilizado como elemento votivo o de decoración mortuoria. Dentro de los motivos culturales, puede interpretarse el uso de un pigmento no solo por el carácter simbólico que posee, sino por las propiedades químicas con las que es utilizado. De nuevo el ejemplo de la hematite está documentado como elemento que se usa para el trabajo de curtir las pieles, concretamente en las fases de pseudocurtido donde se deshidrata y desbacteriza la superficie y, en los procesos finales donde se aplican grasas y colorantes con el objetivo de impermeabilizar, flexibilizar y colorear (Calvo, M., ª Fullola, J. M., Mangado, X., & Petit, M. A. 2011). Por ejemplo, en la cueva del Parco, yacimiento ubicado en la vertiente meridional del Dom de San Mamet (macizo pre-pirenaico del Montsec), donde se ha realizado un análisis funcional de materiales magdalenienses del nivel II, con unas dataciones de 12,460 ± 60 años BP., se ha documentado el uso del ocre para trabajos de pieles que aparecen exclusivamente sobre raspadores (Calvo Trias, M. 1997).

~ 124 ~

Ilustración 40. Frente de raspador con restos de ocre.

En el nivel 8-9 del Filador aparece un canto en caliza con gran parte de su superficie recubierta de ocre, así como lascas con ocre en su talón y algún raspador con restos de ocre en el frente útil (Ilustración 40 y 41). En este sentido, se puede interpretar la selección de soportes de color rojo para la fabricación de raspadores como una costumbre cultural que relaciona de modo abstracto la herramienta con el tipo de trabajo. Así pues se relacionaría el uso de un componente básico en la cadena de procesado de las pieles, el ocre, que contiene propiedades funcionales y estéticas, con la fabricación de herramientas que comparten el carácter estético, su color rojo, en la naturaleza de la materia prima.

~ 125 ~

.

Ilustración 41. Lasca con talón recubierto de ocre.

~ 126 ~

8. ÍNDICE DE CONTENIDOS

~ 127 ~

8.1. Índice de Gráficos.

Gráfico 1. Volumen de los núcleos obtenido a través de M×D. (La densidad del sílex es de 2.65 gr/cm³) ................................................................................................................................... 73 Gráfico 2. Módulos de alargamiento de los últimos levantamientos de las BN1GE. ................. 75 Gráfico 3. Tipo de explotación realizada sobre las BN1GE. ....................................................... 75 Gráfico 4. Módulos de alargamiento de los últimos levantamientos de las BN2GE.................. 77 Gráfico 6. Cara dorsal de los raspadores. ................................................................................. 81 Gráfico 5. Tipo de talones que presentan los raspadores. ........................................................ 80 Gráfico 7. Número de generaciones del retoque en el frente del raspador. ............................. 82 Gráfico 8. Distribución de las materias presentes en la suma de los tres muestreo ................ 101 Gráfico 9. Distribución de los colores en la suma de los tres muestreos................................. 101 Gráfico 10. Histograma de la representación de los colores en el muestreo y en los materiales del nivel 8-9. ......................................................................................................................... 104 Gráfico 11. Grado de rodamiento de los nódulos del muestreo y de los núcleos del nivel 8-9. ............................................................................................................................................. 104 Gráfico 12. Histograma del porcentaje de materias primas presentes en el muestreo y en el nivel 8-9. ............................................................................................................................... 104 Gráfico 13. Distribución de las BN1GE en función del tipo de explotación y del GMP. ............ 110 Gráfico 14. Distribución de las BN2GE en función del tipo de explotación y del GMP. ............ 110 Gráfico 15. BN1GE ................................................................................................................ 112 Gráfico 16. BN2GE ................................................................................................................ 112 Gráfico 17. A: Lasca retocada, D: Denticulado, G: Raspador, R: Raedera y T: Truncadura. ...... 113 Gráfico 18. Distribución de las generaciones del frente de raspador y el color. ...................... 116 Gráfico 19. Distribución del cuidado en el retoque sobre el frente del raspador y el color. .... 117 Gráfico 20. Distribución de la simetría y redondez del frente del raspador y el color. ............ 118 Gráfico 21. Distribución del color de los materiales introducidos en el yacimiento. Valores en gramos.................................................................................................................................. 121 Gráfico 22. Representación de los colores en el área fuente de abastecimiento. Valores en gramos.................................................................................................................................. 121 Gráfico 25. Distribución de morfotipos por colores ............................................................... 122 Gráfico 23. Distribución de los colores en las BN1GE. ............................................................ 122 Gráfico 24. Distribución de los colores en las BN2GE. ............................................................ 122

~ 128 ~

8.2.

Índice de Ilustraciones.

Ilustración 1. Círculo cromático. .............................................................................................. 19 Ilustración 2. “Excalibur”, bifaz encontrado en la sima de los huesos asociado a los restos de Homo heidelberguensis. .......................................................................................................... 26 Ilustración 3. Escena de leones cazando bisontes. Cueva de Chauvet. ..................................... 30 Ilustración 4. Pendiente en jaspe procedente de la excavación de Eagle’s Nest, Inglaterra. ..... 32 Ilustración 5. Hachas pulimentadas en porcelanita verde procedente de Suffolk, Inglaterra. ... 32 Ilustración 6. Hacha pulimentada en jadeíta procedente de Histon, Inglaterra. ...................... 33 Ilustración 7. Núcleos laminares de sílex melado procedentes del yacimiento de Bòbila Madurell. ................................................................................................................................ 34 Ilustración 8. Dos cuchillos de talla bifacial con presencia de pigmentos verdes y rojos procedentes del yacimiento de Lloyd, cultura Cahokia. ........................................................... 35 Ilustración 9. Modelo de flujo para ver el ciclo de vida de los elementos de consumo. (Shiffer 1972) ...................................................................................................................................... 39 Ilustración 10. Génesis de las categorías estructurales (Carbonell et al. 1995) .................... 45 Ilustración 11. Facialidad de las caras talladas. ........................................................................ 46 Ilustración 12. Disposición de los levantamientos sobre una cara de talla................................ 47 Ilustración 13. Módulos de alargamiento según Laplace. ......................................................... 50 Ilustración 14. Dirección de los negativos en la cara dorsal del soporte. .................................. 51 Ilustración 15. Generaciones del frente de raspador. .............................................................. 52 Ilustración 16. Cuidado en el retoque del frente del raspador. ................................................ 52 Ilustración 17. Grado de redondez y simetría en el frente del raspador. .................................. 53 Ilustración 18. Categorías de redondez según Pettijohn y cols., 1973. ..................................... 56 Ilustración 19. protocolo de la Red Temática Estudio de la Disponibilidad de Rocas Síliceas para la Producción de Instrumental Lítico en la Prehistoria, (Terradas et al. 2006). .......................... 61 Ilustración 20. Mapa de la localización del Abric del Filador .................................................... 63 Ilustración 21. Estratigrafía comparada; a la Izquierda la realizada por S. Vilaseca y, a la derecha la realizada por el equipo de la UB. (García-Argüelles, P., Nadal i Lorenzo, J., Fullola i Pericot, J.M. 2005) ............................................................................................................................... 66 Ilustración 22. Ejemplo del grado de patinado de los núcleos. ................................................. 72 Ilustración 23. Ejemplo de dos BN2GE. .................................................................................... 76 Ilustración 24. Ejemplo de la cadena operativa de talla (BN1GE) 1, (BN2GE) 2, (BP –lámina de cresta-) 3................................................................................................................................. 78 ~ 129 ~

Ilustración 25. Ejemplo GMP1 ................................................................................................. 85 Ilustración 26. Ejemplo GMP2. ................................................................................................ 86 Ilustración 27. Ejemplo GMP3 ................................................................................................. 87 Ilustración 28. Ejemplo GMP4 ................................................................................................. 88 Ilustración 29. Ejemplo GMP5 ................................................................................................. 89 Ilustración 30. Ejemplo GMP6 ................................................................................................. 90 Ilustración 31. Ejemplo GMP7 ................................................................................................. 91 Ilustración 32. Ejemplo GMP8 ................................................................................................. 91 Ilustración 33. Modelo conceptual de los subambientes de la formación Ulldemolins (Colobo & Escarré 1994). ......................................................................................................................... 94 Ilustración 34. Cada uno de los tres puntos del muestreo........................................................ 95 Ilustración 35. Barra lateral del primer muestreo. ................................................................... 97 Ilustración 36. Barra lateral del segundo muestreo. ................................................................ 98 Ilustración 37. Barra lateral del tercer muestreo. .................................................................... 99 Ilustración 38. A continuación se incorpora la variedad de colores documentados en el muestreo (Muestrario 1) : ..................................................................................................................... 101 Ilustración 39. Muestrario de los colores presentes en el conjunto del nivel 8-9 (Muestrario 2): ............................................................................................................................................. 105 Ilustración 40. Frente de raspador con restos de ocre. .......................................................... 125 Ilustración 41. Lasca con talón recubierto de ocre. ................................................................ 126 Ilustración 42. Ejemplo de raspadores rojos .......................................................................... 143 Ilustración 43. Ejemplo de raspadores negros. ...................................................................... 143 Ilustración 44. Ejemplo de raspador blanco. .......................................................................... 144 Ilustración 45. Ejemplo de raspadores grises. ........................................................................ 144

8.3.

Índice de Tablas.

Tabla 1. Ejemplo de tabla de distribución de materias primas. ................................................ 59 Tabla 2. Grado de corticalidad de los núcleos. ......................................................................... 73 Tabla 3. Grado de redondeamiento de las corticales de los núcleos. ....................................... 74 Tabla 4. Facialidad de los núcleos. ........................................................................................... 74 Tabla 5. Distribución de las BNE. ............................................................................................. 74 Tabla 6. Índice de alargamiento y área de los últimos levantamientos de las BN1GE ............... 75 Tabla 7. Área de los últimos levantamientos de las BN1GE y de las BN2GE. ............................. 76 ~ 130 ~

Tabla 8. Jerarquización de las BN2GE. ..................................................................................... 76 Tabla 9. Disposición de los últimos levantamientos de las BN2GE............................................ 77 Tabla 10. Índices de alargamiento y áreas de los últimos levantamientos de las BN2GE. ......... 77 Tabla 11. Estado de explotación de las BN2GE. ....................................................................... 78 Tabla 12. Estado de conservación de los soportes retocados. .................................................. 79 Tabla 13. Área de los raspadores. ............................................................................................ 79 Tabla 14. Módulos de alargamiento de los raspadores. ........................................................... 79 Tabla 15. Pronunciamiento de los bulbos de los raspadores. ................................................... 81 Tabla 16. Ángulos del retoque del frente de los rapadores. ..................................................... 81 Tabla 17. Simetría y redondez del frente de los raspadores. .................................................... 82 Tabla 18. Área, índice de alargamiento e índice de carenado de los denticulados. ................... 82 Tabla 19. Área, índice de alargamiento e índice de carenado de las raederas. ......................... 83 Tabla 20. Área, índice de alargamiento e índice de carenado de las truncaduras. .................... 83 Tabla 21. Área, índice de alargamiento e índice de carenado de las lascas retocadas. ............. 83 Tabla 22. Resultado de las materias primas presentes en el primer muestreo. ........................ 99 Tabla 23. Distribución de los colores en el primer muestreo. ................................................. 100 Tabla 24. Resultado de las materias primas en el segundo muestreo..................................... 100 Tabla 25. Distribución de los colores en el segundo muestreo. .............................................. 100 Tabla 26. Resultado de las materias presentes en el tercer muestreo. ................................... 100 Tabla 27. Distribución de los colores en el tercer muestreo. .................................................. 101 Tabla 28. Tipos de materia prima presentes en el nivel 8-9. .................................................. 103 Tabla 29. Distribución de los colores en el nivel 8-9. .............................................................. 103

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10. ANEXOS

~ 142 ~

Ilustración 42. Ejemplo de raspadores rojos

Ilustración 43. Ejemplo de raspadores negros.

~ 143 ~

Ilustración 44. Ejemplo de raspador blanco.

Ilustración 45. Ejemplo de raspadores grises.

~ 144 ~

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