El nacionalismo vasco en perspectiva de género. La creación de la Madre Heroica como símbolo de la patria.

July 17, 2017 | Autor: Naia Torrealdai | Categoría: Gender Studies, Género, Nacionalismo, Nacionalismo Vasco
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Descripción

El nacionalismo vasco en perspectiva de género La creación de la Madre Heroica como símbolo de la patria.

22/05/2015 Nacionalismo Vasco en perspectiva comparada Naia Torrealdai Mandaluniz Máster en Historia Contemporánea

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Contenido Introducción.

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Las relaciones de género en el estudio del nacionalismo.

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Las mujeres en la construcción de la nación vasca.

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Bibliografía

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Introducción. En la cuestión de estudiar la creación de la identidad nacionalista parto de la idea de que la nación como concepto moderno, surgió en la época contemporánea. Según la concepción de Ernest Gellner1, es el nacionalismo el que crea las naciones. Asimismo, utilizamos el concepto de “la comunidad imaginada” para entender la nación como unas identidades y pertenencias. “Entre las investigadoras feministas que han abordado la relación entre la nación y el género, la mayoría de ellas ha adoptado la misma idea de nación, la difundida por B. Anderson12: la nación entendida como comunidad imaginada”2.

A partir de los años 60-70 es cuando el estudio del nacionalismo ha tomado verdadera estructura en líneas de estudio como los de Gellner, Weber o Gramsci; hay que tener en cuenta la estigma que tuvo el concepto del nacionalismo después de la II Guerra Mundial, no siendo hasta la introducción de los nuevos nacionalismos en el contexto de países del tercer mundo cuando volvió a emerger el interés. Pretendo en este trabajo analizar la relación entre el movimiento nacionalista en una perspectiva de género; esto es, analizar la imagen, esto es, la construcción corporal y los arquetipos de la mujer en el contexto de la creación de la identidad nacionalista vasca. Vamos a analizar cómo se ha abordado esta cuestión, qué discursos se han utilizado para legitimar el papel de las mujeres en el nacionalismo y la dinámica de las mujeres en el nacionalismo vasco con el estudio de un caso concreto, la organización femenina Emakume Abertzale Batza.

Las relaciones de género en el estudio del nacionalismo. Hay que entender el género como parte del conjunto de factores que intervienen en la constitución del Estado, y sin él no puede alcanzarse un conocimiento completo de la realidad política. Debemos destacar el olvido de los estudiosos del nacionalismo por las cuestiones de género. Aunque hay nombres como Chatterjee que atiende al tema de las mujeres en el nacionalismo, que también ha sido abordado por el feminismo. En este primer punto pretendemos repasar la producción historiográfica de nacionalismo y género a partir del artículo de Mercedes Ugalde: “Notas para una historiografía sobre nación y diferencia sexual”3.

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Anderson, B. Comunidades imaginadas. México D.F., Fondo de Cultura económica, 2006. Amurrio Velez, M. “Las mujeres en el proceso generizado de construcción de la nación vasca”, en Cuadernos de Historia Contemporánea, vol. 28, 2006, pág. 124 3 Ugalde, M. “Notas para una historiografía sobre nación y diferencia sexual” en Arenal: Revista de historia de mujeres. Vol. 3, nº 2, 1996. Pág. 217-256 2

3 A partir de los 80 empieza un tratamiento serio de cuestiones de nacionalismo y género desde las distintas Ciencias Sociales. En 1984, Nira Yuval Davis organiza en Londres el encuentro “Women and national reproduction”, así como en 1987 D. Kandiyoti organiza un seminario en Richmon College. En 1990, “Women and identity politics”, promovido por el Instituto mundial para la investigación del desarrollo económico de la Universidad de las Naciones Unidas. Organizado por Moghadam, aporta al conocimiento de las sociedades musulmanas contemporáneas en el proceso de cambio revolucionario como caso particular de identidad nacional y de género. Las historiadoras aparecen a partir de los años 90 con diferentes encuentros en los que reflexionar sobre nacionalismo y género. El primero se produce en 1992 con “Gender, nationalism and national identities” organizado por la revista Gender and history. Encuentro de 24 participantes, supone un trabajo heterogéneo. Un año después se celebra el “European Forum of Left Feminist”, 8ª conferencia sobre “Nationalism, racism and gender in Europe”. Constituye un estudio comparativo entre viejo y nuevo nacionalismo y sus articulaciones con género y raza. En cuanto a la producción historiográfica, contamos con complicaciones de artículos como las llevadas a cabo sobre Canadá por parte de Hamilton y Barret o las del asentamiento colonial realizadas por Stasiulis y Yuval Davis. Importantes son los monográficos como el de Feminist Review en 1993 “Nationalisms and national identities” También un número especial de Women’s studies international fórum, “Gender, ethinicity and nationalism”. La historia, pese a estar presente de forma minoritaria, ha desempeñado un rol central derivado de la incorporación del análisis del cambio histórico a las distintas disciplinas sociales. La historia de las mujeres y del género, en los últimos años, después de una primera fase de acumulación de información y predominio de estudios monográficos ha empezado a abordar síntesis y visiones de conjunto de amplio recorrido en el tiempo y en el espacio. El retraso en el desarrollo de los estudios históricos sobre diferencia sexual y nación ha hecho que su incorporación a estas obras esté siendo hasta ahora parcial y desigual. El nacionalismo ha tendido a acaparar y subordinar tras sus objetivos cualquier otro proceso y cualquier otra movilización. Las aportaciones hechas siempre han sido desde un carácter interdisciplinar, con hincapié en el trabajo teórico y la participación de investigadores varones, que neutralizan la determinación de género que hace aparecer los estudios que tienen en cuenta la diferencia sexual como centro de interés exclusivo de investigadoras. Investigaciones sobre Tercer Mundo y los estudios sobre racismo y sexualidad han cumplido un papel muy importante en el desarrollo de este conocimiento, al haber puesto en cuestión la validez de los modelos pretendidamente universales de construcción nacional, de feminismo y de comportamiento sexual procedentes de occidente. Destacados son los estudios de Chatterjee sobre el Tercer Mundo o de Jayawardena que critica la asunción de un único modelo de feminismo en el Tercer Mundo.

4 En cuanto a los debates que se han generado entre nación y relaciones de género, Sylvia Walby ha cuestionado los presupuestos de Yuval Davis de que hombres y mujeres están igualmente implicados en los proyectos nacionalistas. Uno de esos indicios es la actitud de las mujeres hacia el militarismo, que en la mayor parte de los casos rechazan. Además, frecuentemente el éxito de la lucha nacionalista tiene como beneficiarios directos a los hombres (más bien algunos), una vez conseguida la independencia nacional pasan de subordinados a legisladores, mientras que la función de las mujeres no cambia sustancialmente4. Lo que caracteriza el desarrollo de los estudios sobre la diferencia sexual y nación es precisamente la apertura a ese proceso hacia la totalidad y el propósito de conocer la articulación de las diversas dinámicas de género, clase, casta, raza, etnia o nación. Aunque en ocasiones el énfasis se ponga en algunas de ellas, es la interrelación lo que se va imponiendo como recurso metodológico. En el Estado Español, es partir de los años 70 cuando proliferan los estudios académicos sobre la historia de los nacionalismos periféricos. Pronto se descubre la presencia de mujeres organizadas en el ámbito político catalán y vasco, con los primeros estudios de Elorza en 1977. A medida que la teoría feminista se ha ido elaborando de una forma más compleja, el énfasis se ha ido desplazando desde la subordinación a consideraciones más positivas sobre la actividad de las mujeres en el marco nacionalista. En la década de 1980 podemos encontrar los estudios de Aretxaga (desde una perspectiva antropológica) así como una aproximación histórica hecha por Ugalde, utilizando el género como categoría de análisis en el marco del estudio del nacionalismo. Es en los 90 cuando se potencia definitivamente el estudio de la nación y el género con Congresos como el de Santiago de Compostela de 1994 o la Celebración del centenario del nacionalismo vasco en 1995. La tendencia interdisciplinar ha sido determinante en la orientación de los estudios sobre diferencia sexual y nacionalismo, que se han visto así enriquecidos con la aplicación de la perspectiva histórica y el énfasis sobre la interrelación de factores tan diversos como la raza, la etnia, el género, la sexualidad, la clase y la construcción del Estado. En España ha tenido un escaso desarrollo, pero se empiezan a tratar debates internacionales. Tenemos que recordar que las mujeres no son un grupo homogéneo, están divididas por clase, etnia o ciclo vital, por lo que adoptan estrategias diferentes. Por tanto no podemos hablar de las mujeres como un todo, por cuanto se adscriben a otros fenómenos colectivos.

Ugalde, Ugalde, M. “Notas para una historiografía sobre nación y diferencia sexual” en Arenal: Revista de historia de mujeres. Vol. 3, nº 2, 1996. Pág. 234 4

5 El nacionalismo ha utilizado discursos y metáforas en clave de género como nos señalan Begoña Aretxaga para el caso irlandés5 y Partha Chatterjee para la colonización en la India6. En el caso irlandés, se caracteriza desde Londres a Irlanda como una amante ofendida ante Irlanda del Norte o como una prostituta. Chatterjee, por su parte, establece cómo las mujeres indias se convirtieron en las depositarias de la cultura india durante la colonización. Esta cultura fue presentada como más alta que la británica, lo que supuso una afirmación del carácter nacional indio. Las estudiosas de la nación y el género Nira Yuval-Davis y Floya Anthias han analizado en diversos artículos, y especialmente en su libro Woman-Nation-State7, los discursos que el nacionalismo ha desarrollado acerca del papel de las mujeres en la construcción y reproducción nacional. Han elaborado una serie de cinco puntos en los que contemplan dichos discursos respecto de la mujer. La primera seria la que concibe a la mujer como reproductora biológica de la unión étnica; esto es, las mujeres deben aportar nuevos miembros a la nación. La segunda sería la concepción de las mujeres como limitadoras del grupo étnico; marcan los límites honrosos de la etnia (por ejemplo, la imposibilidad de emparejarse con otras etnias). En tercer lugar, se encargan de la reproducción ideológica de la colectividad para así trasmitir la cultura; socializando a los niños que asumen la herencia de los símbolos étnicos. La cuarta aceptación sería la representación de la mujer ligada a la nación misma, construyendo exaltaciones de la nación como la “Madre Patria” (la sexualidad de la mujer aparece como papel central en la dialéctica de género). Por último el rol de la mujer en los asuntos nacionales, económicos, políticos y militares en rol de apoyo a los hombres; se genera una distinción de género en cuanto a la actuación respecto de la nación.

Las mujeres en la construcción de la nación vasca. En el Estado Español el fenómeno feminista fue tardío, algo aún más acentuado en País Vasco, por su carácter conservador y el gran peso de la Iglesia Católica, contraria al cambio de rol por parte de la mujer. La industrialización fue tardía, aunque mucho antes que en otras zonas de España, sin embargo la especialización en los sectores minero y siderúrgico no favoreció la incorporación de la mujer al empleo. Las mujeres nacionalistas vascas aparecen públicamente a partir de 1906, principalmente a través de la prensa. Aparecen de forma tímida e insegura en la prensa Aretxaga, B. “¿Tiene sexo la nación? Nación y género en la retórica política sobre Irlanda” enArenal. Revista de historia de mujeres. Vol. 3, nº 2, 1996. Pág. 199-216 6 Chatterjee, P. “Colonialismo, nacionalismo y mujeres colonizadas: el debate en la India” enArenal. Revista de historia de mujeres. Vol. 3, nº2, 1996. Pág. 177-198 7 Anthias, F. y Yuval-Davis, N. Woman-Nation-State. London, McMillan, 1989. Pág. 6-12 citado en Smith, A.D. y Hutchinson, J. Nationalism, Oxford, Oxford University Press, 1994. Pág. 312-316 YuvalDavis, N. “Nación y nacionalismo” en Cheris Kramarae y Dale Spender (ed.) Enciclopedia internacional de las mujeres. Madrid, Síntesis, 2006. 5

6 nacionalista como Bizkaia. Podemos destacar a primeras escritoras destacadas como Tene Múgica, Mirentxu, o Raquel de Alde. La oposición de los varones a la entrada en lo público de las mujeres las relega al terreno asistencial. Así toma cuerpo el proyecto de Ropero Vasco, con el doble objetivo de contribuir al nacionalismo vasco colectivamente y fomentar los valores jelkides. “Los significados que las categorías hombre y mujer adoptaron en el nacionalismo vasco fueron variando desde sus inicios, a finales del siglo XIX, hasta el comienzo de la guerra civil”8. Mientras en la década de los 10’s y 20’s, se produce en otras partes del mundo la incorporación de las mujeres a la vida pública, en Euskadi no hay un movimiento feminista organizado. La Iglesia capitaliza el movimiento femenino con Acción Católica de la Mujer, a la vez que contiene el feminismo impregnándolo de ideología católica. Milagros Amurrio en su artículo “Las mujeres en el proceso generizado de construcción de la nación vasca”9 reflexiona acerca del papel de las mujeres en el proceso que constituye la construcción de la nación y el nacionalismo vasco. El interés de la autora se dirige a los objetivos del nacionalismo vasco y a la situación que para conseguirlos se ha vivido. Los objetivos son: unidad, autenticidad y autogobierno de la nación vasca, tanto a nivel territorial, como moral y social. La idea de nación estructura unas relaciones de género asimétrica, vamos a analizar cómo se relacionan la nación y el género en dos momentos históricos del pasado siglo en Euskadi. El primer momento se sitúa en la década de los 20’s y 30’s, tras el desarrollo del primer nacionalismo político vasco. Este fue fundado por Sabino Arana con fundamentos en la raza, lengua, ley vieja y de carácter conservador sobre la base de la moral cristiana católica. En cuanto a las mujeres, comparte el discurso ambivalente difundido por el catolicismo. Este se basaba en la naturaleza, que definía la función social de las mujeres, “seres débiles necesitados de protección”10, debían vivir bajo la protección del padre o el marido, para no interiorizar las costumbres extranjeras. El discurso ponía el acento en la maternidad (positivamente, según el propio discurso), que aseguraba la reproducción de la especie y la primera socialización de las niñas y los niños. La casa solar seria el núcleo de la patria asociada a la tradición y la domesticidad, constituyendo una identificación naturalizada entre la mujer/madre y la nación; la figura femenina paso a representar los valores reales de la patria. Esto se puede percibir claramente en la obra de Arteta, que “sometió a sus mujeres a un prolongado proceso de idealización, hasta convertirlas en iconos de la nación vasca”11. Aresti, N., “De heroínas viriles a madres de la patria. Las mujeres y el nacionalismo vasco (18931937)”, en Historia y Política, 31, 2014, pág. 283 9 Amurrio, M. “Las mujeres en el proceso generizado de construcción de la nación vasca” en Cuadernos de Historia Contemporánea. 2006, vol. 28. Pág. 119-134 10 Amurrio Velez, M, “Las mujeres en el proceso generizado de construcción de la nación vasca”, en Cuadernos de Historia Contemporánea, vol. 28, 2006, pág. 126 11 Aresti, N. Llona, M. “Símbolos para una época. Género, clase y nación en la obra de Aurelio Arteta”, en Ondare, 23, 2004. Pág. 491 8

7 “Asimismo, se le responsabilizaba del cuidado de los más débiles (aún más débiles que ella) como enfermos, pobres o ancianos. Para ello fundamentan sus argumentos en la madre María (Andra Mari)[…]”12, convirtiendo a la mujer vasca en símbolo cultural a través de la maternidad, símbolo de linaje y de la casa. La madre se convierte así en el símbolo de la patria, la Madre Patria. Al estar el nacionalismo vasco, en parte, fundamentado en la raza, la maternidad cobra mucha importancia, al ser las portadoras de la colectividad, con lo que se regulan sus matrimonios. “La mujer se debía a esta doble visión, católica y nacionalista, en sus funciones definitorias de su naturaleza y género”13. El primer nacionalismo fue difundido fundamentalmente por el PNV, fundado por Arana. Este partido tiene en la nacionalización de la sociedad una de sus prioridades, aspira a ser un “partido-comunidad”, como lo define José Luis de la Granja14. Las mujeres también son de interés para el movimiento nacionalista, como demuestra la creación de Emakume Abertzale Batza en 1922. A las emakumes se les asigna la difusión del nacionalismo, educación, beneficencia y servicios afectivos, ámbitos alejados de la acción masculina, esto es, fuera del ámbito público; “Así, a partir de 1922 con la creación de EAB este sería el modelo a seguir, un proyecto de apoyo total a los hombres con la aceptación sin discusión de las relaciones entre géneros”15. Otro de los organismos clave será Eusko Ikastola Batza, que surge en 1932 a iniciativa de la reconstituida EAB y de Euzko Gaztedi (Juventudes del PNV). Las mujeres, la mayoría emakumes, tuvieron una labor muy importante en estas ikastolas, llevando la educación nacionalista a los niños. En palabras de Nerea Aresti, “la incorporación de las mujeres se realizó, como comunidad dentro de la comunidad, como sexo femenino”16 En esta primera fase, se produce un salto cualitativo de las mujeres vascas. No desaparece el carácter de portadoras de la comunidad, pero también pasar a ser transmisoras de cultura. Sin embargo, son marginadas del cuerpo político. Su participación se da en un nacionalismo sin Estado, en que las mujeres no ponen en cuestión la estructura de género asimétrica de este nacionalismo, imbuido de valores religiosos y tradicionales. “La mujer nacionalista se tenía que situar al lado del hombre y de sus proyectos políticos, complementando los puntos donde la actuación masculina no llegara. De esta manera, la mujer estaba preparada para ciertas políticas más acordes con su naturaleza que no la política directa”17. “El componente emocional del nacionalismo parecía encontrar en el alma femenina, pensada como sentimiento frente a la razón, una aliada Amurrio Velez, M, “Las mujeres en el proceso generizado de construcción de la nación vasca”, en Cuadernos de Historia Contemporánea, vol. 28, 2006, pág. 126 13 Gonzàlez i Vilalta, A. “Mujer y nacionalismo conservador (1931-1936). Análisis comparado de dos casos: Las emakumes del PNV y la secció femenina de la Lliga Regionalista”, en Historia Contemporánea, 31, 2005, pág. 628 14 De la Granja, J.L. El nacionalismo vasco: un siglo de historia. Madrid, Tecnos, 1995. 15 Gonzàlez i Vilalta, A. “Mujer y nacionalismo conservador (1931-1936). Análisis comparado de dos casos: Las emakumes del PNV y la secció femenina de la Lliga Regionalista”, en Historia Contemporánea, 31, 2005, pág. 626 16 Aresti, N. pág. 296 17 Gonzàlez i Vilalta, A. Mujer y nacionalismo conservador (1931-1936). Análisis comparado de dos casos: Las emakumes del PNV y la secció femenina de la Lliga Regionalista, Historia Contemporánea, 31, 2005, pág. 633 12

8 natural”18 y “este vínculo emotivo favoreció el que la labor militante de las mujeres nacionalistas fuera catalogada como labor social, fuera de los límites de lo político, lo que a su vez minó su legitimidad como verdaderas activistas del partido”19. La heroína de los años treinta fue convertida en una esposa amante y madre fecunda que luchaba por sus hijos, que cuidaba y curaba las heridas de los representantes del futuro de la raza.

Aresti, N. “De heroínas viriles a madres de la patria. Las mujeres y el nacionalismo vasco (1893-1937)” en Historia y Política 31. pág. 297 19 Llona, M. 2002, Entre señorita y garçonne. Historia oral de las mujeres bilbainas de clase media. 1919-1939, págs.. 183 y 190 18

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Bibliografía Amurrio, M. «Las mujeres en el proceso generizado de construcción de la nación vasca.» Cuadernos de Historia Contemporanea vol. 18, 2006: 119-134. Amurrio, M. «“Las mujeres en el proceso generizado de construcción de la nación vasca”.» Cuadernos de Historia Contemporánea vol. 28, 2006: 119-134. Anderson, B. . Comunidades imaginadas. México D.F: Fondo de Cultura económica, 2006. Anthias, F. y Yuval-Davis, N. . «Woman-Nation-State.» London: McMillan, 1989. Aresti, N., y Llona M. «Simbolos para una época. Género, clase y nación en la obra de Aurelio Arteta.» Ondare 23, 2004: 485-500. Aresti, N.. «De heroínas viriles a madres de la patria. Las mujeres y el nacionalismo vasco (1893-1937) .» Historia y Política 31, enero-junio 2014: 281-308. Chatterjee, P. «Colonialismo, nacionalismo y mujeres colonizadas: el debate en la India.» Arena, Revista de historia de mujeres. Vol. 3, nº2, 1996: 177-198. De la Granja, J.L. El nacionalismo vasco: un siglo de historia. Madrid: Tecnos, 1995. Hall, J., ed. Estado y nación. Madrid: Cambridge University Press, 2000. Hobsbawm, E. . Naciones y nacionalismos desde 1789. Barcelona: Crítica, 1997. Llona, M.. «Polixene Trabudua, Historia de vida de una dirigente del nacionalismo vasco en la Vizcaya de los años treinta. .» Historia Contemporánea nº 21, 2000: 459-484. Llona, M. Entre señorita y garçonne. Historias de las mujeres bilbainas de clase media (1919-1939), Málaga: Atenea, 2002. Ugalde, M. « “Notas para una historiografía sobre nación y diferencia sexual” .» Arenal: Revista de historia de mujeres. Vol 3. nº 2, 1996: 217-256. Ugalde, M. . Las mujeres vascas en la vida pública. Gestación y desarrollo de Emakume Abertzale Batza: 1906-1936. . Madrid: Universidad Complutense, 1991. Villalta, Gonzalez i, y Arnau. «Mujer y nacionalismo conservador (1931-1936). Análisis comparado de dos casos: Las emakumes del PNV y la secció femenina de La Lliga Regionalista.» Historia Contemporánea 31, 2005 : 623-647. Yuval-Davis, N. «“Nación y nacionalismo”.» En Enciclopedia internacional de las mujeres, editado por Cheris Kramarae y Dale Spender. Madrid: Síntesis, 2006.

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