“El Municipium Sexi Firmum y el agua. El acueducto y la producción de salazones” (Sánchez, Pérez, Orfila, Bestué). Lagostera, Cañizar, Pons (eds.) Aqvam perdvcendam cvravit. Captación, uso y administración del agua en las ciudades de la Bética y el occidente romano 2010, 197-215 Cádiz

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Descripción

Portada: Cartel del Congreso AQVAM PERDVCENDAM CVRAVIT. Diseño del logo: Virginia Alejandro García, Francisco de B. Zuleta Alejandro.

EDITA Seminario Agustín de Horozco de Estudios Económicos de Historia Antigua y Medieval. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Cádiz. [email protected] PRIMERA EDICIÓN © De los textos: sus autores. © De las fotografías, mapas e ilustraciones: sus autores o instituciones propietarias, excepto cuando estén bajo una Licencia de documentación libre de GNU o Creative Commons. EDITORES Lázaro Gabriel Lagóstena Barrios. José Luis Cañizar Palacios. Lluís Pons Pujol. SECRETARIA TÉCNICA María del Mar Castro García. COLABORADORES Adolfo Moreno Márquez. María Nazaret Valero Foncubierta. Guillermo Fernández Pozo. DISEÑO, MAQUETACIÓN Y RETOQUE FOTOGRÁFICO Francisco de B. Zuleta Alejandro. Ángel David Bastos Zarandieta. José Ángel Mena Martín. I.S.B.N. 978.84.693.6373.7 Depósito legal: Imprime: Imprenta La Isla Tirada de ejemplares: 300 Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra, sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

Grupo de Investigación del III PAI-HUM-240 - Patrimonio Histórico de Andalucía en la Antigüedad. Seminario Agustín de Horozco de Estudios Económicos de Historia Antigua y Medieval http://agustindehorozco.uca.es/ Esta edición ha sido financiada en el marco del Proyecto de Excelencia Captación, usos y administración del agua en los municipios de la Bética romana (P06-HUM-02409) de la Consejería de Innovación, Ciencia y Tecnología de la Junta de Andalucía. Comité Científico: Dr. D. José María Blázquez Martínez, Catedrático Emérito de Historia Antigua. Real Academia de la Historia. Dr. D. Francisco Javier Lomas Salmonte, Catedrático de Historia Antigua, Universidad de Cádiz. Dr. D. Philippe Leveau, Catedrático Emérito de Arqueología, Université de Provence. Centre Camille Jullian. Dr. D. Cristóbal González Román, Catedrático de Historia Antigua, Universidad de Granada. Dr. D. Francisco Beltrán Lloris, Catedrático de Historia Antigua, Universidad de Zaragoza.

Edición: Lázaro Gabriel Lagóstena Barrios, José Luis Cañizar Palacios, Lluís Pons Pujol. Área de Historia Antigua. Universidad de Cádiz. Patrocina: Gobierno de España. Ministerio de Ciencia e Innovación. Junta de Andalucía. Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. Junta de Andalucía. Consejería de Medio Ambiente. Agencia Andaluza del Agua. Universidad de Cádiz. Vicerrectorado de Investigación. Grupo de Investigación PAI-HUM-240 - Patrimonio Histórico de Andalucía en la Antigüedad. Proyecto de Excelencia: P06-HUM-02409- Captación, usos y administración del agua en los municipios de la Bética romana. Cádiz 2010.

PONENCIAS Les aqueducs romains , le territoire et la « gouvernance » de l’eau.

1

PHILIPPE LEVEAU

El agua y las relaciones intercomunitarias en la Tarraconense.

21

FRANCISCO BELTRÁN LLORIS

El agua en las ciudades de la Bética: organización y funciones.

41

CRISTÓBAL GONZÁLEZ ROMÁN

Polisemia e polimorfismo della cura aquarum tra repubblica e impero.

67

ANNA DOMIZIA BIANCO

Estudiar el agua en la Antigüedad: una metodología para su investigación en el marco de la Bética romana.

83

LÁZARO G. LAGÓSTENA BARRIOS

Los acueductos romanos en Hispania.

95

JOSÉ MARÍA BLÁZQUEZ MARTÍNEZ

COMUNICACIONES Las conducciones romanas de Mérida. Nuevos datos para su conocimiento.

129

MERCEDES GÓMEZ DE SEGURA IRIARTE, PEDRO DÁMASO SÁNCHEZ, NURIA SÁNCHEZ CAPOTE, ISAAC SASTRE DE DIEGO

El abastecimiento de agua a la Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino.

147

CARME MIRÓ I ALAIX

La continuidad de los sistemas hidráulicos. Nuevos testimonios en Córdoba.

165

ANTONIO MORENO ROSA, GUADALUPE PIZARRO BERENGENA

Nuevas aportaciones al estudio hidráulico del acueducto romano de Tempul.

183

JENNY PÉREZ MARRERO, ISABEL BESTUÉ CARDIEL

El Municipium Sexi Firmum Iulium producción de salazones.

y el agua. El acueducto y la

197

ELENA SÁNCHEZ LÓPEZ, JENNY PÉREZ MARRERO, MARGARITA ORFILA PONS, ISABEL BESTUÉ CARDIEL

Identificación de un nuevo acueducto en Baetica: estudio preliminar de recientes hallazgos en la Sierra de Líjar. ANGEL DAVID BASTOS ZARANDIETA

217

A captação e o uso da água em Bracara Augusta.

225

RUI MORAIS

Valeria: el foro como ninfeo, el ninfeo como templo, ¿qué es qué?

245

ANGEL FUENTES DOMÍNGUEZ, MÓNICA MONTORO CASTILLO

Sierra Aznar ¿castellum aquae o caput aquae?

261

ESPERANZA MATA ALMONTE, FRANCISCO DE BORJA ZULETA ALEJANDRO, LÁZARO GABRIEL LAGÓSTENA BARRIOS, LUIS COBOS RODRÍGUEZ

Arqueología experimental en las termas romanas de San Juan de Maliaño (Camargo, Cantabria- España).

271

MARÍA LUISA RAMOS SÁINZ, RAQUEL VIGIL DE LA VILLA, MARÍA LACAL RUIZ, MARÍA JOSÉ ALCEGA MARTÍNEZ

Public Baths in the Roman and Islamic Medieval World: some Reflections on Hygienic and Moral Issues.

287

IEVA REKLAITYTE

Captación y traídas de aguas en la ciudad hispano-romana de Consabura (Consuegra. Toledo).

297

FRANCISCO GILES PACHECO

Estudio arqueológico de la presa romana de Consuegra (Toledo).

313

SANTIAGO RODRÍGUEZ UNTORIA

La presa romana de Muel: novedades de hidráulica romana en el Valle del Ebro.

333

PAULA URIBE AGUDO, Mª ÁNGELES MAGALLÓN BOTAYA, JAVIER FANLO LORAS, MANUEL MARTÍNEZ BEA, RAFAEL DOMINGO MARTÍNEZ, IEIVA REKLAITYTE, FERNANDO PÉREZ LAMBÁN

Captación y almacenamiento del agua en el oppidum iberorromano de Zahara de la Sierra (Cádiz).

347

LUIS COBOS RODRÍGUEZ, LUIS IGLESIAS GARCÍA

Control y uso del agua en las villas de la Bética.

365

ALEJANDRO FORNELL MUÑOZ

Sobre los sistemas de regadío en época romana. El caso del territorio de Tarragona y Almería.

383

ALBERTO PRIETO ARCINIEGA, ISAÍAS ARRAYÁS MORALES, Mª JUANA LÓPEZ MEDINA

Drenaje de espacios agropecuarios romanos: concepción e identificación.

397

DANIEL MARTÍN-ARROYO SÁNCHEZ

Infraestructuras hidráulicas en el territorio de una colonia romana de la Bética: el caso de Astigi, Colonia Avgvsta Firma (Écija, Sevilla, España). PEDRO SÁEZ DE LA VEGA

FERNÁNDEZ, SALVADOR ORDÓÑEZ AGULLA, SERGIO GARCÍA-DILS

409

Presencia y significado de las aguas saladas y salmueras en la Antigüedad.

439

NURIA MORÈRE MOLINERO

El agua en la escritura pública del poder: panegíricos, legislación imperial y leyes municipales.

449

JOSÉ LUIS CAÑIZAR PALACIOS

Leggi prediali e regolamenti cittadini: realizzazione e gestione degli acquedotti africani.

461

MASSIMO CASAGRANDE

Notas sobre ius aquarum en la Bética.

473

CARLOS SANCHO DE LA CALLE

Les aménagements fluviaux dans le delta du Rhin: représentations anciennes de l’organisation romaine des eaux deltaïques.

485

MELISSA SIMARD MORIN

El uso del agua en la cultura visual romana.

499

IRENE MAÑAS ROMERO

Captación y uso del agua en contextos funerarios y rituales. Estructuras hidráulicas en la necrópolis de Cádiz (siglos III a.C. - I d.C.).

511

ANA MARÍA NIVEAU DE VILLEDARY Y MARIÑAS, VERÓNICA GÓMEZ FERNÁNDEZ

Los acueductos de Mauretania Tingitana. Estado de la cuestión.

533

LLUÍS PONS PUJOL, LÁZARO G. LAGÓSTENA BARRIOS

La gestión integral del agua en la provincia Hispania Ulterior Baetica.

543

MARÍA DEL MAR CASTRO GARCÍA

RELACIÓN DE CONGRESISTAS

553

EL MUNICIPIUM SEXI FIRMUM IULIUM Y EL AGUA. EL ACUEDUCTO Y LA PRODUCCIÓN DE SALAZONES. ELENA SÁNCHEZ LÓPEZ. Universidad de Granada. JENNY PÉREZ MARRERO. Universidad de Sevilla. MARGARITA ORFILA PONS. Universidad de Granada. ISABEL BESTUÉ CARDIEL. Universidad de Granada. I. INTRODUCCIÓN. En el último año se ha llevado a cabo una revisión del trazado del acueducto construido en época romana para abastecer la ciudad de Almuñécar. Para ello, se tomaron como punto de partida los trabajos publicados por Fernández Casado1 y por Molina Fajardo2, así como el inédito firmado por Tovar y Camero3, que unido a una nueva campaña de prospección y a la incorporación de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo sobre su trazado en los últimos años, han servido para mejorar el conocimiento que se tenía del discurrir del acueducto. El resultado final es la identificación de 48 puntos, que incluyen los ya publicados y los recientemente localizados, ubicados en coordenadas exactas, y que han sido divididos en cinco tramos. La conjunción de los datos ya conocidos, principalmente los referentes al sifón, y los obtenidos en la nueva campaña de reconocimiento, nos han permitido, en un segundo

C. FERNÁNDEZ CASADO, La conducción romana de aguas de Almuñécar, AEspA 22, 1949, pp. 313-333. F. MOLINA FAJARDO, J. JUNQUERA GARCÍA, E. PÉREZ PITA, J. GÓMEZ TORRES, Arquitectura romana, Almuñécar. Arqueología e Historia I, 1981, pp. 237-277; F. MOLINA FAJARDO, Almuñécar Romana, 2000. 3 A. TOVAR SABIO, T. CAMERO UCLES, Conducción romana de Sexi. Inédito. 1 2

Actas del Congreso Internacional AQVAM PERDVCENDAM CVRAVIT. Captación, uso y administración del agua en las ciudades de la Bética y el Occidente romano, Universidad de Cádiz, 9 al 11 de noviembre de 2009. Cádiz 2010, 197-215.

ELENA SÁNCHEZ LÓPEZ, JENNY PÉREZ MARRERO, MARGARITA ORFILA PONS, ISABEL BESTUÉ CARDIEL.

momento, realizar los cálculos destinados a proporcionar las primeras estimaciones acerca de la capacidad hidráulica del acueducto. Por último, el conocimiento del aporte de agua, nos ha llevado a plantearnos la finalidad que esta pudo tener en la ciudad y su vida cotidiana, pero sobre todo, en el caso que nos ocupa, en las actividades industriales ligadas al aprovechamiento y transformación de los recursos marinos.

Fig. 1 - Trazado del acueducto de Almuñécar.

II.-EL TRAZADO DEL ACUEDUCTO. Primer Tramo, la captación.

Según los principales estudios realizados sobre el acueducto4, la captación de agua se localizaría en la zona de Las Angosturas, bajo el curso de río Verde (término municipal de Jete). El agua provenía del acuífero aluvial del río y era captada a través de una galería de infiltración, conocida actualmente como Galería de las Angosturas. Las características de la galería son conocidas al menos desde 1875, año de realización de un plano firmado por José María de Sancha en el que quedaba reflejado su trazado en planta en forma de T, con una conducción principal y dos laterales destinadas a recoger las aguas de sendos barrancos; fue realizada en obra seca de lajas de piedra y cantos de río para garantizar la infiltración por su parte superior y con un revestimiento interno únicamente en la parte inferior del specus. De unos 500 m de longitud, según la C. FERNÁNDEZ CASADO, La conducción romana...; F. MOLINA FAJARDO, J. JUNQUERA GARCÍA, E. PÉREZ PITA, J. GÓMEZ TORRES, Arquitectura romana...; F. MOLINA FAJARDO, Almuñécar Romana. 4

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EL MUNICIPIUM SEXI FIRMUM IULIUM Y EL AGUA. EL ACUEDUCTO Y LA PRODUCCIÓN DE SALAZONES.

descripción de los operarios que accedieron a la misma para su limpieza en la década de los 80, se trata de un canal abovedado de aproximadamente 1,10 m de alto y 0,50 m de ancho5, en el que se abren registros circulares cada 80 ó 100 m, como se aprecia también en el plano. Sin embargo, durante las obras del encauzamiento de río Verde, llevadas a cabo en 1992 fue localizada, aguas arriba del pueblo de Jete, una galería con una tipología y un sistema constructivo similar a los restos de specus identificados a lo largo del recorrido conocido del acueducto; circunstancia que llevó a autores locales a proponer el inicio de la conducción destinada a la captación de aguas para Almuñécar en las cercanías de Otívar6, aguas arriba del sitio hasta ahora establecido como origen de la misma, probablemente se encontraría en un lugar denominado el Peñón Rodado; retomando la idea ya planteada en la primera mitad del siglo XX por autores como Gómez-Moreno7 y Fontana Tarrats8, a los que sin embargo Fernández Casado no cita en 1949. El estado actual de la investigación no nos permite conocer la relación exacta entre este primer tramo de la conducción, del cual contamos también con descripciones orales hechas por vecinos del municipio de Jete, y los identificados aguas abajo. Actualmente nos encontramos a la espera de la autorización por parte del organismo oficial de la cuenca para acceder a la galería, e intentar establecer todas sus características.

Fig. 2 - Restos en las cercanías de Otívar. F. MOLINA FAJARDO, Almuñécar Romana, esp. p. 88. J. D. YÁÑEZ JERÓNIMO, P. GONZÁLEZ ALMENDROS, A. BUSTOS PRETEL, Nuestra Señora la Virgen del Agua. “Jete”, 1994. 7 M. GÓMEZ-M ORENO, Monumentos arquitectónicos de la Provincia de Granada, Misceláneas. Historia. Arte. Arqueología. Primera serie: la Antigüedad, Madrid 1949, pp. 347-390, esp. p. 378. 8 J. M. FONTANA TARRATS, Una nota de historia económica. Los salazones y salsas de Almuñécar, Anales de Economía VI, nº 24, 1946, pp. 363-378, esp. p. 366. 5 6

CAPTACIÓN, USO Y ADMINISTRACIÓN DEL AGUA EN LAS CIUDADES DE LA BÉTICA Y EL OCCIDENTE ROMANO.

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ELENA SÁNCHEZ LÓPEZ, JENNY PÉREZ MARRERO, MARGARITA ORFILA PONS, ISABEL BESTUÉ CARDIEL.

Segundo Tramo. El inicio del segundo tramo se ha establecido a la altura del monumento a la Virgen del Agua, punto en el que aparece el último registro de la galería de infiltración. A partir de aquí el agua pasa a discurrir por una conducción presumiblemente moderna que desemboca en la zona conocida como Fuente de los Granados en la Acequia del Rey, por la que el agua discurre en un canal abierto, y que suponemos reutiliza, al menos en parte, el trazado del acueducto de época romana. Tercer Tramo. Aguas abajo en el valle del río Verde el canal de factura romana aparece, a lo largo de unos 200 m, en las cercanías de la finca de “Los Fonollá”, coincidiendo con el inicio de un sector excavado en la roca9, con cubierta abovedada de lajas de piedra, que presenta 0,35 m de ancho en la base y 0,60 m de altura. Tras unos 30 metros de túnel, emerge un canal abovedado realizado en opus incertum de lajas de pizarra trabadas con mortero, sistema constructivo que se mantendrá a lo largo del recorrido. Hasta su nueva desaparición, el canal muestra 0,40 m de anchura en la base y entre 0,80 y 1 m de altura hasta el intradós de la bóveda, que tiene un espesor de 0,40 m. El trabajo realizado por Tovar y Camero cita la existencia en esta zona de spiramina circulares cada cien metros10, de los que no quedan restos visibles; por el contrario, los usuarios actuales regantes de esta área de la vega, han agujereado la bóveda del canal en varios puntos para tener acceso al mismo, y son estas roturas las que actúan como registros de la conducción reutilizada como acequia.

Según Fernández Casado, en la visita que realizó a Almuñécar en 1937 observó, en el Barranco de Antequera, la existencia de un “murete”, que tal vez debamos interpretar como una subtructio destinada a salvar esta pequeña vaguada. Sin embargo, este resto ya había desaparecido en 1941 cuando el ingeniero realizó su siguiente visita, según describe él mismo, debido al arrastre de tierras provocado por las intensas lluvias del año anterior11. En la actualidad este muro tampoco es visible, y es en la barriada de Torrecuevas donde localizamos el siguiente resto de specus, descubierto gracias a una excavación arqueológica llevada a cabo por el arqueólogo Antonio Burgos en junio de 2008; un tramo de 75 m de canal abovedado de 1 m de altura interna y entre 0,36 y 0,40 m de anchura en la base, ubicado a 56 m.s.n.m. Esta excavación, interesante por permitirnos la localización de un nuevo tramo del acueducto, resultó enormemente importante para el conocimiento del sistema constructivo empleado12; y es que en este tramo se ha podido documentar la forma en la que se construyó la conducción, pues a ambos lados aparecieron evidencias de la previa excavación de una fosa dentro de la cual se llevaría a cabo la obra; fosa cuyos límites se encontraban a una distancia de entre 10 y 20 cm de la pared externa del canal. A esto se ha de añadir la aparición de posibles evidencias del empleo de cajones en la construcción de las bóvedas, como podría indicar la aparición de lo que parecen ser huellas dejadas por el punto de unión de dos de ellos.

Este punto debe ser el que aparece descrito por Fernández Casado como un “contrafuerte de conglomerados que la conducción salvaría en túnel”. C. FERNÁNDEZ CASADO, La conducción romana…, esp. p. 318. 10 A. TOVAR SABIO, T. CAMERO UCLES, Conducción romana, esp. p. 55. 11 C. FERNÁNDEZ CASADO, La conducción romana… esp. p. 317. 12 Hemos de agradecer, a este respecto, las informaciones proporcionadas por el arqueólogo Antonio Burgos y su equipo. 9

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EL MUNICIPIUM SEXI FIRMUM IULIUM Y EL AGUA. EL ACUEDUCTO Y LA PRODUCCIÓN DE SALAZONES.

Aguas abajo del tramo antes descrito, el canal cruza bajo la Carretera del Suspiro del Moro justo antes del denominado Acueducto de Torrecuevas, donde aparece sobreelevado gracias a la construcción de una arcuatio de 130 m de longitud con 16 arcos de 4,9 m de luz y 2 menores, de 2,8 m, que flanquean a uno normal13. Actualmente la cubierta del canal en este punto es plana, fruto de una dudosa restauración, aunque en origen debió ser abovedada, como sucede en los siguientes tramos sobre arcuationes conservados. Tras cruzar de nuevo la carretera, el canal discurre soterrado a través de tierras de cultivo y bajo edificaciones de reciente construcción hasta reaparecer elevado sobre un pequeño arco. La factura del mismo, así como la del canal que sustenta, nos lleva a pensar que en este punto nos encontramos ante una reconstrucción del antiguo specus, aunque muy posiblemente respetando el trazado del mismo. Aproximadamente en este mismo punto, Molina Fajardo cita la existencia de un “arco roto”; posiblemente se trate de este mismo que actualmente hallamos reconstruido. Según los mapas del trazado del acueducto, publicados por Fernández Casado y Molina Fajardo, calculamos que a unos 80 ó 100 metros de este último resto citado, debió existir una pequeña arcuatio de tres arcos, de la que en la actualidad no quedan restos visibles. El canal reaparece, sin embargo, a unos 200 m, en terrenos propiedad de Juan Salado Guerrero, elevado sobre una arcuatio de cuatro arcos realizada, como en el primer caso, en opus incertum de lajas de pizarra. En la actualidad esta construcción se encuentra bastante deteriorada debido al corrimiento de tierras sufrido por la terraza de cultivo a la que sirve de apoyo, y por esta razón toda la parte inferior se encuentra oculta tras un muro de cemento. Fernández Casado sí pudo observarlo en su totalidad y nos proporciona sus dimensiones: dos arcos de 4,90 m de luz, flanqueados por otros de 2,8 m14. En este punto, el canal muestra una altura de 0,90 m hasta el intradós de la bóveda y 0,40 m de anchura en la base. A 60 m del final de esta construcción aparece la primera spiramen localizada, con 0,80 m de diámetro interno y una profundidad hasta el fondo del canal de 4 m. Éste constituye el último punto donde se identifican restos del acueducto antes de realizarse el cambio de cuenca, y es que a partir de este momento cuando la canalización pasa a discurrir por entero bajo edificaciones modernas. Cuarto Tramo. El canal del acueducto vuelve a aparecer aproximadamente a 500 m en línea recta, aunque ya en la cuenca del río Seco; cambio de vega para el cual los ingenieros romanos debieron recurrir al empleo de un túnel. Todos los estudios previos sobre el acueducto lo sitúan aproximadamente en la misma zona, coincidiendo con el estrechamiento de la formación montañosa que separa los cauces de ambos ríos; aunque su localización exacta difiere en todos ellos. Fernández Casado nos da además el dato de su longitud, unos 350 m15; y Tovar y Camero nos describen el canal, de roca sin revestir de 1,70 m de altura y 0,70 de ancho16.

F. MOLINA FAJARDO, Almuñécar Romana, esp. p. 93. C. FERNÁNDEZ CASADO, La conducción romana… esp. p. 321. 15 IDEM, p. 318. 16 A. TOVAR SABIO, T. CAMERO UCLES, Conducción romana, esp. p. 60. 13 14

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ELENA SÁNCHEZ LÓPEZ, JENNY PÉREZ MARRERO, MARGARITA ORFILA PONS, ISABEL BESTUÉ CARDIEL.

El primer punto localizado en la cuenca de río Seco17 corresponde a una apertura moderna en la bóveda del canal que sirve como registro de mantenimiento para la Comunidad de Regantes18. La conducción presenta en este punto 0,45 m de ancho en su base.

Fig. 3 - Interior del canal.

A unos 200 m aparece un nuevo tramo de canal abovedado, de 0,90 m de altura y 0,45 m de anchura en la base, que desemboca en un registro cuadrangular de 0,70 m de lado que funcionó como desarenador, como indica la presencia en el fondo del mismo de un receptáculo de 0,25 m de profundidad19. A tan sólo 100 m aparece la primera spiramina circular localizada en la cuenca de Río Seco; con 0,75 m de diámetro interior y 2,80 m de profundidad hasta la base del canal. A partir de este punto, la canalización aparece visible, generalmente como apoyo para la formación de terrazas de cultivo, hasta el denominado por Fernández Casado Acueducto III, ubicado en la finca del Cercado de la Santa Cruz. A lo largo de los 1300 m de recorrido restante bordeando la vertiente oriental del valle de río Seco, la conducción se encuentra en su camino con tres vaguadas de importancia superadas por sus correspondientes arcuationes20, acompañadas en todos los casos por En el plano de localización de restos que Fernández Casado publicó en 1949, ubica un “murete” en este primer sector de Río Seco. Por su parte, Tovar y Camero, sitúan al menos un arco, pues el segundo al que hacen referencia puede ser el mismo que localiza Casado a unos 250 m. desde nuestro primer punto, que en la actualidad no ha sido localizado pero que debió estar en las inmediaciones del primer desarenador. 18 En una visita efectuada la primavera pasada, dicha apertura había sido tapiada. 19 Tanto a la entrada como a la salida del desarenador, el canal presenta cubierta plana mediante lajas de piedra. 20 El Acueducto I, según la nomenclatura establecida por Fernández Casado (1949), de 43 m. de longitud, está formado por un solo piso de cuatro arcos de luz normal y dos de luz reducida; el Acueducto II, cuenta con nueve arcos mayores y enmarcados por dos menores, completados por tres arcos secundarios bajo los centrales; por su parte, el Acueducto III, la 17

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EL MUNICIPIUM SEXI FIRMUM IULIUM Y EL AGUA. EL ACUEDUCTO Y LA PRODUCCIÓN DE SALAZONES.

desarenadores de planta cuadrangular. En el specus, de entre 30 y 50 m de ancho y entre 90 y 1,10 m hasta el intradós de la bóveda, se abren un total de seis registros circulares, distantes entre 60 y 100 m.

Fig. 4 - Registro circular.

Aproximadamente a 60 m del desarenador localizado aguas abajo del Acueducto III, Antonio Burgos21 excavó en el año 2005 un tramo de 3 m de canalización, perteneciente a los 70 m de canal subterráneo que cita Molina Fajardo22 entre el final de dicha arcuatio y el depósito municipal cuya construcción provocó su destrucción unos metros más adelante. Según la descripción de Burgos, en este punto el specus presenta forma troncocónica, con 0,26 cm de anchura en la base y 0,54 en la parte superior23, estando las paredes recubiertas con una capa de opus signinum de 4 cm de espesor.

obra más imponente de las construidas en el valle del río Seco por los romanos, con 72 m. de longitud, está formado por dos cuerpos independientes de arcadas; el superior consta de nueve arcos de 4,90 m. de luz, flanqueados por dos de 2,80 m., el inferior consiste en un basamento con tres huecos rematados por arcos de luz menor que coinciden con los tres arcos centrales. F. MOLINA FAJARDO, Almuñécar Romana, pp.93-97. 21 A. BURGOS JUÁREZ, Memoria de la intervención arqueológica de urgencia realizada en el acueducto situado en el Cercado de la Santa Cruz de Almuñécar (Granada), Delegación de Cultura de Granada. Inédito. Agradecemos enormemente a Antonio Burgos que nos facilitase la memoria de la excavación llevada a cabo en este solar. 22 F. MOLINA FAJARDO, Almuñécar Romana, esp. p. 97. 23 En este punto la cubierta abovedada ha desaparecido, posiblemente debido al aterrazamiento de la zona para cultivo.

CAPTACIÓN, USO Y ADMINISTRACIÓN DEL AGUA EN LAS CIUDADES DE LA BÉTICA Y EL OCCIDENTE ROMANO.

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ELENA SÁNCHEZ LÓPEZ, JENNY PÉREZ MARRERO, MARGARITA ORFILA PONS, ISABEL BESTUÉ CARDIEL.

A unos 50 m del tramo excavado en 2005 aparece un registro circular de 0,80 m de diámetro interno y 2,60 m de profundidad, del que parte un ramal en dirección Oeste; a aproximadamente 70 m hacia el SE se encuentra el último spiramen, de 2,70 m de profundidad. Quinto Tramo. A poca distancia de este último punto debió localizarse el depósito de entrada del sifón que permitía elevar el agua hasta la ciudad, situada en el Cerro de San Miguel. De este sistema el único elemento visible en la actualidad lo constituyen los diecisiete arcos excavados en la zona de La Carrera, construidos como parte del venter24 y destinados a sostener el canal que contenía la canalización cerámica a presión. Restos de esta tubería de piezas de cerámica fueron hallados por Molina Fajardo, quien nos proporciona datos de sus dimensiones: 0,34 m de largo, con 0,20 m de diámetro exterior y 0,16 de diámetro interior, dentro de un canal, que en el tramo mejor conservado medía 1,60 m de alto y 0,70 m de ancho25. III.- APROXIMACIÓN A LA CAPACIDAD HIDRÁULICA DE LA CONDUCCIÓN. A partir de los datos suministrados por la nueva campaña de reconocimiento de los restos arqueológicos de la antigua conducción se realizó una primera estimación de la capacidad de aportación de agua del sistema de abastecimiento. El estudio se dividió en tres partes que corresponden a análisis parciales de los principales elementos del acueducto: la fuente de captación, los tramos de canalización y por último el sifón terminal. Los resultados de la evaluación fueron publicados en un artículo precedente26 en donde se concluyó que el sifón terminal fue la estructura que condicionó la aportación de agua que llegaba a la ciudad a través del acueducto. El estudio hidráulico del sifón terminal es una investigación abierta pues quedan muchas cuestiones que resolver. El primer problema a solventar a la hora de realizar una estimación del caudal es la determinación de su punto final, sitio donde debió estar ubicado el castellum divisorium. Existen al respecto tres hipótesis sobre su posible ubicación: la primera, de Fernández Casado, quien en 1949 propone que el depósito terminal del sifón sería la estructura conocida como la Cueva de los Siete Palacios27; la segunda hecha en el 2000 por el arqueólogo Federico Molina Fajardo quien plantea su localización en las inmediaciones de la actual plaza Eras del Castillo28 y que corresponde a la zona más alta de la ciudad; la última propuesta fue realizada en el 2004 por Ignacio González Tascón quien proponía que el sistema depósito-columnaria estaría ubicado en el punto donde actualmente se encuentra la torre de la iglesia de la Encarnación29.

M. JOYANES PÉREZ, Prospección arqueológica con sondeos estratigráficos en el tramo IV del acueducto romano de Almuñecar (Granada), AAA’86, II, 1987, pp. 232-235; F. MOLINA FAJARDO, Almuñécar Romana, esp. p. 103. 25 F. MOLINA FAJARDO, Almuñécar Romana, esp. p. 102. 26 E. SÁNCHEZ LÓPEZ; J. PÉREZ MARRERO; M. ORFILA PONS; I. BESTUÉ CARDIEL, Nuevas consideraciones sobre el acueducto romano de Almuñecar, Actas del Sexto Congreso Nacional de Historia de la Construcción, 2009, pp. 1297-1306. 27 C. FERNÁNDEZ CASADO, La conducción romana… esp. pp. 325-329. 28 F. MOLINA FAJARDO, Almuñécar Romana. 29 I. GONZÁLEZ, I. VELÁZQUEZ, Ingeniería romana en España, Madrid 2005, esp. p. 136. 24

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EL MUNICIPIUM SEXI FIRMUM IULIUM Y EL AGUA. EL ACUEDUCTO Y LA PRODUCCIÓN DE SALAZONES.

Fig. 5 - Perfil con las tres propuestas de ubicación del sifón

Para cada una de las hipótesis antes mencionadas se han efectuado unas primeras estimaciones de la capacidad hidráulica de la conducción para dos valores de rugosidad de Manning, partiendo de la premisa de que se contó con una única tubería. Se ha asumido que el flujo operaba en régimen de tuberías a presión que se caracteriza por una operación estable al cual le son aplicables las ecuaciones de continuidad y movimiento. Se ha hecho un balance energético entre dos secciones diferentes de la conducción: la entrada desde el depósito de cabecera y la de salida en el terminal, teniendo en cuenta las pérdidas por fricción internas y las localizadas. Los resultados se pueden ver en la siguiente tabla, en donde, se reflejan para cada hipótesis el rango de valores de caudal que pudo transportar el sifón dependiendo del coeficiente de rugosidad adoptado para la tubería y que debió estar entre 800 y 3600 m³/día.

HIPÓTESIS LONGITUD (M)

1 2 3

1100 1200 900

n = 0,010

n = 0,020

PÉRDIDA DE CARGA (M)

GRADIENTE HIDRÁULICO (M/KM)

CAUDAL (M3/DÍA)

CAUDAL (M3/DÍA)

20 8 30

18,18 6,67 33,33

2726,77 1651,79 3688,21

1368,23 828,58 1852,10

El segundo problema al que se enfrenta el estudio hidráulico del sifón es la existencia y ubicación de una columnaria. Se tiene referencia de este dispositivo gracias a descripciones realizadas por varios geógrafos hispano musulmanes, quienes señalan que se trataba de una torre muy alta por la cual caía el agua desde su parte superior30. Estudios más recientes la han asociado con un dispositivo de rotura de presión que estaría ubicado junto al depósito terminal31. El presente estudio ha evaluado la necesidad de contar con un elemento de rotura de presión de este tipo para cada una de las hipótesis antes planteadas desde el punto de vista hidráulico. La primera conclusión a la que hemos llegado es que de las tres hipótesis, la primera y la tercera son las que justificarían la construcción de una torre tipo columnaria como elemento de reducción de presión estática en el punto de llegada, ya que la segunda hipótesis no debió presentar problemas asociados a exceso de presión. La segunda conclusión es que, si la columnaria y el depósito terminal se ubicaban en los sitios establecidos en la primera y la tercera hipótesis se generaría un desabastecimiento de la

Descripciones hechas por Al Udri - M. BENCHERIFA, Almuñécar en la época islámica, en F. MOLINA FAJARDO, Almuñécar. Arqueología e Historia III, 1986, pp. 203-270- Al Edrisi -AL EDRISI, Descripción de África y España, edición de R. Dozy y M. J. de Golge, 1886- Al Himyari -E. LEVI PROVENÇAL, La Peninsule Iberique au moyen-âge d’apres le Kitab ar Rawd al Mictar, 1938- e Ibn Al Jatib -SIMONET, Descripción del reino de Granada, 1860. 31 I. GONZÁLEZ, I. VELÁZQUEZ, Ingeniería romana…, esp. p. 136. 30

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zona más alta de la ciudad, donde probablemente estaban ubicados los edificios más importantes de la misma. La columnaria entendida como un sistema de reducción de presión ha sido un elemento conocido y estudiado en ciudades romanas como Pompeya, en donde su empleo permitió la reducción de la presión estática de 18 m a 6 m, lo cual garantizaba una presión suficiente para la distribución urbana sin que hubiese roturas en tuberías y llaves del suministro doméstico32. Estos dispositivos contaban con un depósito en su parte superior lo que permitía el almacenamiento del agua a la cota necesaria para su posterior reparto urbano, depósito elevado que al parecer no estaba presente en el caso de Almuñécar. Las conclusiones antes descritas y la posible inexistencia del tanque elevado nos han llevado a plantear una nueva hipótesis, en la que proponemos que el depósito terminal estaba ubicado en la parte alta de la ciudad y que la columnaria sea entendida como un dispositivo de expulsión de aire intermedio, ubicado en el sitio donde actualmente encuentra la torre de la Encarnación, que permitió resolver el punto más crítico de la conducción. Este punto sería el vértice más alto de la curva vertical convexa en donde se acumularían bolsas de aire que acabarían por romper la tubería. En esta situación, estaríamos hablando de que el sistema pudo transportar un caudal similar al calculado para la segunda hipótesis de unos 800 a 1600 m³/día dependiendo de la rugosidad empleada en el cálculo33. Estos valores de caudal pudieron ser fácilmente suministrados por la galería de las Angosturas que, en condiciones de servicio de época romana pudo suministrar caudales entre 200 a 400 l/s, equivalente a unos 17280 a 34560 m³/día34. Por último señalar que la canalización aguas arriba del sifón estaban en capacidad de transportar este caudal de agua de 800 a 1600 m³/día y que operaría con una altura de lámina de agua de entre 0,07 m a 0,20 m como puede verse en el gráfico anexo. IV. EL AGUA EN LA CIUDAD. La construcción de acueductos como el de Almuñécar se vincula al gran interés de la civilización romana por garantizar el abastecimiento de agua a sus ciudades, debido en gran medida a que su modo de vida exigía un suministro de este preciado líquido continuo y estable a lo largo de todo el año, que garantizase el funcionamiento de algunos de los edificios imprescindibles en toda ciudad romana. El primer elemento del entramado urbano que debía ser abastecido por estos acueductos eran las fuentes públicas (Vitrubio 8.6), de las que la mayor parte de la población obtenía el líquido necesario para su consumo y para el desarrollo A. TREVOR HODGE, Roman Aqueducts & Water Supply, esp. pp. 302-303. No existen estudios de rozamiento específicos para este tipo de conducciones que nos permitan determinar el valor de rugosidad de Manning exacto a emplear. En el presente trabajo se han adoptado por trabajar con dos valores extremos de rugosidad, definiendo un rango de caudales con los que pudo trabajar la conducción. Los valores más bajos del coeficiente de rugosidad de Manning estarían asociados a las condiciones originales de servicio en donde se aportaría un caudal mayor. 34 Según datos suministrados por el organismo oficial del la cuenca, Confederación Hidrográfica del Sur. 32 33

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de las distintas actividades domésticas. El resto del agua que llegaba a la ciudad estaría destinada, según las fuentes, al abastecimiento, por un lado, de las grandes domus y, por otro, al de las termas, uno de los elementos que, según Malissard35, con mayor efectividad sirvieron para trasmitir la cultura y el modo de vida de Roma.

Fig. 6 - Estimación de la capacidad de transporte del canal aguas debajo de la arcuatio de Torrecuevas.

Las excavaciones llevadas a cabo en Almuñécar no han sacado a la luz aun ni fuentes ni evidencias de estructuras domésticas conectadas con el sistema de distribución urbana de agua, pero sí se conoce la existencia de un conjunto termal cuya construcción, fechada en la segunda mitad del s.I36, es posterior a la del acueducto, pues algunas de sus estructuras se adaptan a la existencia del venter del sifón. El conjunto parece estar formado por el momento por cuatro habitaciones interpretadas como vivienda o dependencias37, además de un total de quince estructuras correspondientes los circuitos caliente y frío de las termas, entre las cuales se han identificado al menos seis piscinas38, con un volumen total de agua de como mínimo 115,5 m³. Sin embargo, los trabajos llevados a cabo entre los años 1999 y 2001 no proporcionaron datos a cerca del sistema de abastecimiento hídrico del conjunto termal; a pesar de ello, aunque no exista una relación clara entre éste y el acueducto no puede en ningún caso negarse la posibilidad de que el agua necesaria para su funcionamiento y para la renovación del contenido de las piscinas39 proviniese de la propia conducción, ya sea desde un A. MALISSARD, Les romains et l'eau. Fontaines, salle de bains, thermes, égouts, aqueducs, Paris, 1994, esp. p. 133. A. BURGOS JUÁREZ, D. PUERTA TORRALBO, C. PÉREZ BARBAS, Intervención Arqueológica realizada en el Acueducto Romano de "La Carrera", Almuñécar. (Granada), Anuario Arqueológico de Andalucía 2001, III.1, 2004, pp. 428-434, esp. p. 434. 37 A. BURGOS JUÁREZ, D. PUERTA TORRALBO, C. PÉREZ BARBAS, Intervención Arqueológica…, esp. p. 429. 38 Las estructuras identificadas como piscinas son las denominadas como B, D, E, G, O y P, a las que existe la posibilidad de que hubiera que añadir otras como la C. A. BURGOS JUÁREZ, D. PUERTA TORRALBO, C. PÉREZ BARBAS, Intervención Arqueológica… 39 Estudios llevados a cabo en termas localizadas en territorio francés, concluyen la inexistencia de un patrón en relación a la frecuencia con la que el agua era cambiada. En algunos casos parece que el régimen pluviométrico, unido a la capacidad de 35 36

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punto anterior a la entrada del agua en el sistema a presión que constituye el sifón inverso, ya sea desde uno posterior a la llegada del agua al Cerro de San Miguel. Entre los grandes consumidores de agua en las ciudades romanas se encontraban las industrias, como ejemplo baste citar las tintorerías y, sobre todo en nuestro caso de estudio, las factorías de salazones, elemento importantísimo en la economía de la Hispania romana, y actividad a la que la antigua ciudad de Sexi debía su fama internacional40. A pesar de ello, sin embargo, nuestro nivel de conocimiento sobre la industria salazonera del Municipium Sexi Firmum Iulium resulta bastante escaso41. La primera excavación llevada a cabo que sacó a la luz los restos de una factoría de salazones en Almuñécar fue la dirigida por Manuel Sotomayor Muro en 1970 a los pies de la ladera occidental del cerro sobre el que se asentó la ciudad42; los sondeos realizados en este momento serían ampliados en 197243; siendo retomados los trabajos a partir de 1982 por el Centro Cultural Sexitano, bajo la dirección de Federico Molina Fajardo44. Sin embargo, parece ser que el área dedicada a las salazones en Almuñécar en época romana, excedía la superficie actualmente identificada como El Majuelo, pues autores como Ruiz Fernández45 afirman de hecho que se extiende al menos hasta el área delimitada por la Puerta de Vélez y la Antigua Ermita de la Calle Nueva, y las calles Vélez, Santa Isabel, Martínez Rodas y Callejón del Silencio. Aseveración que vendría confirmada por el hallazgo de piletas de salazón en un solar enmarcado por las calles Europa, Vélez y Puerta de Vélez46; así como por las ocho piletas identificadas en la c/Morería en 199547. A lo que habría que añadir la posibilidad de que las actividades salazoneras se extendiesen también a lo largo de la otra vertiente de la ciudad, aquella ubicada en la ensenada de Río Verde, donde existen datos sobre del hallazgo de piletas al realizar diversas obras48.

almacenaje de la cisterna de la que dependían los baños, permitía la renovación diaria del agua durante buena parte del año. En otras ocasiones parece que la periodicidad debía reducirse hasta tan sólo dos veces al mes. A. BOUET, Les thermes romains: de gros consommateures d’eau? Quelques exemples de Narbonnaise et des provinces voisines, Les aqueducs de la Gaule romaine et des régions voisines, Caesarodunum XXXI, 1997, pp. 133-160. 40 Sus salazones fueron elogiadas en el siglo III a.n.e. por Dífilo de Sínope, recogido por Ateneo de Náucratis, que compara la salazón sexitana con la de Aminclas, considerada por el autor como la mejor de todas (Aten. Deipn. 3.121a). La producción de Sexs aparece citada también por Estrabón, así como por Plinio el viejo (HN 32.146) y por Marcial que, en uno de sus epigramas, utiliza el étnico Saxetanus para referirse a una especie de pescado empleado para las salazones (Mart. epigr 78). M. PASTOR MUÑOZ, Fuentes antiguas sobre Almuñécar (Sexi Firmum Iulium), Almuñécar. Arqueología e Historia, 1983, pp. 205-235; ID., Fuentes antiguas sobre Almuñécar, Almuñécar Romana, 2000, pp. 13-29. 41 Muestra de ello es la inexistencia de una planimetría del sector excavado hasta el momento. 42 Se practicaron un total de nueve catas de 2x2m que dieron como resultado la identificación de una factoría de salazones, fechándose en esos momentos el inicio de su funcionamiento en el cambio de Era. M. SOTOMAYOR MURO, Nueva factoría de salazones de Pescado en Almuñécar (Granada), Noticiario Arqueológico Hispánico XV, 1971, pp. 148-178, esp. p. 178. 43 Esta campaña de excavaciones nunca ha sido publicada, sin embargo, agradecemos enormemente a D. Manuel Sotomayor habernos permitido el acceso a la memoria de dicha excavación. 44 F. MOLINA FAJARDO, S. JIMÉNEZ CONTRERAS, La factoría de salazones El Majuelo, Almuñécar. Arqueología e Historia, 1983, pp. 279-290. En un principio retrasa el momento fundacional de la factoría a la segunda mitad del siglo I a.n.e. Aunque pronto aparecerían las primeras evidencias a cerca de la posible existencia de una fase púnica, fechada al menos a partir del s. IV, a través platos púnicos de borde vuelto y pocillo central, platos de cerámica gris, así como fragmentos de cerámicas griegas, F. MOLINA FAJARDO, C. HUERTAS JIMÉNEZ, J. L. LÓPEZ CASTRO, Hallazgos púnicos en El Majuelo, Almuñécar. Arqueología e Historia II, 1984, pp. 275-289, esp. pp. 284-286; F. MOLINA FAJARDO, S. JIMÉNEZ CONTRERAS, Estado actual de las excavaciones en la factoría de salazones El Majuelo, Almuñécar. Arqueología e Historia II, 1984, pp. 185-204. 45 A. RUIZ FERNÁNDEZ, Urbanismo Antiguo de Almuñécar, 1990, Tesis Doctoral Inédita. 46 Agradecemos la información sobre este hallazgo facilitada por el arqueólogo Antonio Burgos, director de la excavación. 47 F. MOLINA FAJARDO, Almuñécar Romana, esp. p. 181. 48 A. RUIZ FERNÁNDEZ, Urbanismo Antiguo…

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Fig. 7 - Parque El Majuelo y ubicación de los cortes excavados en 1972.

A diferencia de lo que sucedía en el caso del abastecimiento de agua al conjunto termal localizado en la zona de La Carrera, sí que conocemos parte del sistema que sirvió a la industria salazonera sexitana, al menos en el sector del actual Parque de El Majuelo, para garantizar el suministro del agua necesaria para llevar a cabo actividades tales como la limpieza de las instalaciones y el limpiado49 de las piezas capturadas50. Concretamente se conoce la existencia de dos cisternas51, con una capacidad de almacenaje de como mínimo 7 metros cúbicos52, aporte que sería completado por el acueducto que abastecía la ciudad, como parece indicar la presencia en el extremo noreste de la factoría de un posible ramal del mismo53.

A este tipo de tareas debieron estar vinculados elementos como los cuatro desagües que según sus excavadores debieron verter agua al exterior de la factoría -F. MOLINA FAJARDO, S. JIMÉNEZ CONTRERAS, Estado actual…, esp. p. 193- en El Majuelo; o una habitación descubierta en Santa Pola en 1998 -J. MÁRQUEZ VILLORA, J. MOLINA VIDAL, M. J. SÁNCHEZ FERNÁNDEZ, La factoría de salazones del Portus Ilicitanus (Santa Pola, Alicante). Nuevos descubrimientos y estado de la cuestión, XXV Congreso Nacional de Arqueología, 1999, 360-364, esp. 362-, que se ha interpretado como una sala de limpieza de pescado, con un desagüe en cuyo extremo (Ambiente 8) se hallaba un estrato rico en restos orgánicos. 50 Aunque no se puede descartar la posibilidad de que al menos un primer paso del proceso de limpieza de las capturas fuese desarrollado en la misma playa empleando agua de mar, pues Manilius (Astronomica 5.656-81) describe cómo los pescadores iniciaban el procesado de sus capturas de atún en la orilla. R. I. CURTIS, Garum and Salsamenta. Production and commerce in materia medica, 1991, esp. p. 9. 51 F. MOLINA FAJARDO, S. JIMÉNEZ CONTRERAS, Estado actual…, esp. p. 199. 52 Dato sin embargo provisional, pues no fueron excavadas en su totalidad y de su profundidad tan solo sabemos que era al menos de 1 m. 53 F. MOLINA FAJARDO, S. JIMÉNEZ CONTRERAS, Estado actual…, esp. p. 202. 49

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Fig. 8 - Posible extensión de las factorías de salazones sexitanas.

Fig. 9 - Llegada del ramal del acueducto a la factoría de El Majuelo.

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V. AGUAS Y SALAZONES. La necesidad de grandes cantidades de agua dulce en el desarrollo de las actividades de la industria de las salazones en la antigüedad romana es una idea muy repetida en los estudios que abordan el tema de estas producciones54. Este aprovisionamiento se hizo a través de diferentes sistemas55, ya sea mediante el recurso de pozos que se alimentaban desde el nivel freático, de cisternas, o de acueductos; en algunas ocasiones parece que solamente contaron con el recurso de uno de estos sistemas, como puede ser el caso de Troia56, donde se recurrió a un pozo acondicionado al exterior en forma de cisterna; aunque en la mayoría de las ocasiones emplearon una combinación de distintos elementos, como sucede en la factoría del Teatro Andalucía en Cádiz57.

Sin embargo, a pesar de la reiterada insistencia en la necesidad de una ingente cantidad de agua en las factorías salazoneras, y de nuestro conocimiento sobre los diferentes sistemas de aprovisionamiento con los que contaron estas instalaciones en época romana, no existen estimaciones a cerca de cuál era la caudal real de agua que precisaban para el desarrollo de sus actividades. En consecuencia, ignoramos totalmente la cuantía de los recursos hídricos que necesitaría la industria conservera de una ciudad como Sexi y en qué medida ésta dependía del suministro del acueducto. Por esta razón, proponemos aquí una metodología susceptible de proporcionarnos una mayor información sobre el tema, y que una vez obtenidos los datos necesarios, nos pueda llevar a plantear una primera hipótesis de la cantidad de agua que pudo requerir la industria romana de salazones de Almuñécar para su funcionamiento. La metodología propuesta para realizar este primer acercamiento consiste, en primer lugar, en ubicar un listado de factorías romanas de las que existan referencias a cerca de su sistema de abastecimiento de agua58, además de conocer la superficie que ocupan y su capacidad productiva. Descartando aquellas abastecidas mediante un acueducto o en las que el sistema de abastecimiento se centrara en el empleo de pozos para aprovechar el nivel freático, debido a la dificultad de establecer la cantidad real de agua que suministraban; y optando en contrapartida por seleccionar factorías cuyo suministro proviniese principalmente de cisternas que se suplieran, al menos presumiblemente, de agua de la lluvia. A continuación se debería proceder a analizar la existencia o no de una relación entre la capacidad de almacenamiento de agua de cada una de las factorías, con la superficie de las mismas, así como con su capacidad productiva. Estableciéndose de ese modo una franja dentro de la cual enmarcar las necesidades hídricas de una factoría de salazones en función de esos dos factores. A este respecto: A. TRAKADAS, The Archaeological Evidence for Fish Pocessing in the Western Mediterranean, Ancient fishing and fish processing in the Black Sea Region, 2005, pp. 47-82, esp. p. 96; D. BERNAL CASASOLA, Aqua et Cetariae en Roma. Evidencias arqueológicas del suministro hídrico a las factorías salazoneras de la Bética, VI Simposio del Agua en Andalucía, 2005, pp. 1415-1432, esp. p. 1423; G. CHIC GARCÍA, La proyección económica de la Bética en el Imperio Romano (Época Altoimperial), Actas del II Congreso de Historia de Andalucía, Córdoba 1991, 1994, pp. 173-199, esp. p. 186; F. MOLINA FAJARDO, S. JIMÉNEZ CONTRERAS, Estado actual…, esp. p. 199. 55 Para un interesante análisis sobre el sistema de abastecimiento de agua en diferentes factorías de salazones del sur hispano y del norte del continente africano, consultar la contribución de Bernal Casasola al VI Simposio del Agua en Andalucía . 56 R. ETIENNE, Y. MAKAROUN, F. MAYET, Un grand complexe industriel à Troia (Portugal), 1994. 57 L. COBOS RODRÍGUEZ, A. MUÑOZ VICENTE, L. PERDIGONES MORENO, Intervención arqueológica en el solar del antiguo Teatro Andalucía de Cádiz: la factoría de salazones y la representación gráfica del faro de Gades, Boletín del Museo de Cádiz VII, 1996, pp. 115-131. 58 Además del ya citado artículo de Bernal Casasola - Aqua et Cetariae en Roma…- resulta interesante también la publicación de los resultados de la Tesis Doctoral de Lagóstena Barrios - L. LAGÓSTENA BARRIOS, La producción de salsas y conservas de pescado en la Hispania Romana (II a.C.-.VI d.C.), 2001- que realiza un recorrido por las principales factorías conocidas en la Península Ibérica, recogiendo incluso datos referidos a las estructuras relacionadas con su abastecimiento de agua. 54

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Una de las factorías susceptible de permitir este tipo de aproximación es la de Cotta (Marruecos), descrita por Ponsich y Tarradell en 1965 y de nuevo por Ponsich en 198859. La superficie total de esta factoría, constituida por un gran edificio de forma rectangular, se ha estimado en unos 2250 m² aproximadamente, teniendo en cuenta que como destacan algunos autores, sus planos y escalas resultan imprecisos e insuficientes60. La zona central, de unos 480 m², fue ocupada por la sala de piletas, el impluvium, la cisterna, así como dependencias para la preparación del producto y su almacenaje, es decir, el área dedicada específicamente a la producción61. Su capacidad de producción62 se encontraría entre los 260 y 290 m³; teniendo la cisterna un volumen de almacenaje de agua de unos 86 m³63. También en la Mauretania Tingitana se encuentra la ciudad de Lixus64, en cuya parte baja se identificó un gran complejo industrial formado por lo que parecen ser 10 factorías, que ocupan una superficie total de unos 3400 m2, siendo su capacidad productiva mínima de 1000 m3. No conocemos el sistema de abastecimiento de agua de todas y cada una de ellas, pues tan sólo en dos existen estructuras de almacenamiento. Se trata concretamente de los conjuntos 6 y 10; siendo el primero una gran edificación de 384 m2, con dos cisternas comunicadas entre sí65 y con una capacidad de almacenaje de al menos 35 metros cúbicos66 . El conjunto 10, por su parte, dividido en tres áreas diferentes y con solamente cuatro piletas para la producción de salazones67, cuenta con tres cisternas, una con una capacidad de 83 metros cúbicos68 y al menos dos de unos 79 metros cúbicos69. En total nos encontramos ante un volumen de almacenaje de agua de, como mínimo, 280 m³. que atribuiremos al conjunto de la zona industrial conservera de la ciudad, pues el hecho de que el conjunto 10, a pesar de su escasa capacidad de producción, cuente con cisternas capaces de almacenar unos 140 m3 de agua ha llevado a pensar que las diferentes factorías lixitanas debieron estar interrelacionadas, al menos en lo referente a sus depósitos de almacenamiento de agua70. En la Península Ibérica, podemos recurrir al Complejo Industrial IV de Baelo Claudia71, una factoría de 140 m² de superficie, y unos 40 m³ de capacidad productiva72, que contó con la única cisterna presente en las factorías belonenses, de unos 15 m³ de capacidad73. O a la factoría bajoimperial de La Picola (Santa Pola, Alicante), en la que muy posiblemente queden

M. PONSICH, Aceite de oliva y salazones de pescado. Factores geo-económicos de Bética y Tingitania, 1988. A. HESNARD, Le sel des plages (Cotta et Tahadart, Maroc), MEFRA 110-1, 1998, pp. 167-192, esp. p. 168 ; A. CHEDDAD, Pêche et industries annexes en Péninsule Tingitane, L’Africa romana XVII, 2008, pp. 387-404, esp. p. 396. 61 M. PONSICH, Aceite de oliva… esp. pp. 150-159. 62 Bulgalhão estima la capacidad productiva de la factoría de Cotta en 258m3. J. BULGALHÂO, A industria romana de transformação e conserva de peixe em Olisipo. Núcleo Arqueológico da Rua dos Correeiros, Trabalhos de Arqueologia 15, 2001, esp. p. 81. 63 M. PONSICH, Aceite de oliva… esp. p. 153, Figura 82; 155, Figura 84, corte A.B. 64 La factoría de Lixus fue también publicada por Ponsich y Tarradell en 1965 y de nuevo por Ponsich en 1988, estando sujeta la planimetría publicada a los mismos problemas que la de Cotta. 65 M. PONSICH, Aceite de oliva… esp. pp. 112-121. 66 M. PONSICH, Aceite de oliva… esp. p. 120, Figura 56. 67 M. PONSICH, Aceite de oliva… esp. pp. 129-133. 68 M. PONSICH, Aceite de oliva… esp. p. 131. 69 M. PONSICH, Aceite de oliva… esp. p. 134, Figura 67. 70 D. BERNAL CASASOLA, Aqua et Cetariae en Roma…, esp. p. 1421. 71 D. BERNAL CASASOLA, A. ARÉVALO GONZÁLEZ, L. AGUILERA RODRÍGUEZ, L. LORENZO MARTÍNEZ, J. J. DÍAZ RODRÍGUEZ, J.A. EXPÓSITO ÁLVAREZ, La topografía del barrio industrial: “Baelo Claudia”, paradigma de la industria conservera urbana hispanorromana, A. ARÉVALO GONZÁLEZ, D. BERNAL CASASOLA, Las cetariae de Baelo Claudia: avance de las investigaciones arqueológicas en el barrio meridional (2000-2004), 2007, pp. 91-224, esp. pp. 117-130. 72 D. BERNAL CASASOLA, A. ARÉVALO GONZÁLEZ, Baelo Claudia y sus industrias haliéuticas. Síntesis de las últimas actuaciones arqueológicas (2000-2004), J. NAPOLI, Ressources et activités maritimes des peuples de l'Antiquité, 2008, pp. 9-30, esp. 10. 73 P. SILLIËRES, Baelo Claudia. Una ciudad romana de la Bética, 1997, esp. p. 181. 59 60

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aún por desenterrar algunas áreas, incluidas algunas ocupadas por piletas74, pero a la que se atribuye una superficie de unos 1400 metros cuadrados75 con una capacidad productiva mínima de 58 metros cúbicos76, y que tuvo un depósito de agua con un volumen que varía según los autores entre 15377 y 178 metros cúbicos 78. El análisis de los datos nos proporciona una franja dentro de la cual se puede enmarcar la cantidad de agua que las factorías de salazones estaban en condiciones de acumular en función de sus dimensiones y de su capacidad productiva, datos expuestos en la tabla anexa. FACTORÍA

LITRO DE AGUA / M² SUPERFICIE

79

LITRO DE AGUA/M³ 80 PRODUCCIÓN SALAZÓN

Cotta

179

330-296

Lixus

82

280

Baelo Claudia

107

375

109-127

2637-3068

La Picola

En general, la relación entre la superficie de las factorías y la cantidad de agua almacenable se encuentra en torno a unos 80 a 130 litros por metro cuadrado, cifra aplicable tanto a Lixus, como a Baelo y La Picola. El único ejemplo que parece situarse fuera de esta franja es Cotta (cuya cisterna llega a doblar la capacidad de almacenaje de la otra factoría mauritana); la explicación a esta discrepancia podría hallarse en la estructura denominada por Ponsich “sala de fogones”81, que Hesnard82 interpreta, no como una instalación destinada a acelerar el proceso de elaboración del garum, sino a la producción de sal ignífuga83, procedimiento para el que era necesaria una gran cantidad de agua dulce. La presencia de esta estructura y la ausencia de otras fuentes de agua en las cercanías de Cotta podrían ser la explicación a la necesidad de construir una cisterna con una capacidad superior a la necesaria para la sola fabricación de las salazones. Con respecto a la relación entre capacidad de almacenaje de agua y capacidad productiva de la factoría, ésta se encuentra en torno a los 300 litros por cada metro cúbico de P. SILLIËRES, III. Le quartier des conserveries de l’agglomération romaine, A. BADIE, E. GAILLEDRAT, P. MORET, P. ROILLARD, M. J. SÁNCHEZ, P. SILLIÉRES, Le site antique de La Picola à Santa Pola (Alicante, Espagne), 2000, pp. 267-274, esp. p. 272. 75 J. MOLINA VIDAL, La cetariae de Picola y la evolución del Portus Ilicitanus (Santa Pola, Alicante), J. MOLINA VIDAL, M.J. SÁNCHEZ FERNÁNDEZ (eds.), III Congreso Internacional de Estudios Históricos. El Mediterráneo: la cultura del mar y la sal, Elche, 2005, pp. 95-112, esp. p. 101. 76 J. MÁRQUEZ VILLORA, J. MOLINA VIDAL, M.J. SÁNCHEZ FERNÁNDEZ, La factoría de salazones… esp. 361-362; M.J. SÁNCHEZ, E. BLASCO, A. GUARDIOLA, Descubrimiento de una factoría de pescado en Santa Pola (Alicante), Saguntum 22, 1989, 413-438, esp. 416. 77 J. MÁRQUEZ VILLORA, J. MOLINA VIDAL, M. J. SÁNCHEZ FERNÁNDEZ, La factoría de salazones… esp. p. 363. 78 P. SILLIÉRES, III. Le quartier des conserveries… esp. p. 271. 79 Los valores reflejados en la tabla son el resultado de dividir la capacidad de las cisternas en litros entre el área ocupada por la factoría en m². 80 Al igual que en el caso anterior, los valores reflejados en la tabla son el resultado de dividir la capacidad de las cisternas en litros entre la capacidad productiva de la factoría en m³. 81 M. PONSICH, Aceite de oliva… esp. p. 152. 82 A. HESNARD, Le sel des plages… 83 En el Atlántico, principalmente, las mareas al retirarse dejan atrás grandes cantidades de sal que la propia arena se encarga de filtrar, dejando en la superficie el cloruro sódico (y dejando filtrarse hacia el fondo las sales perjudiciales al consumo humano). El procedimiento consiste en recoger esas arenas superficiales para después bañarlas con agua dulce para obtener un agua salada que será concentrada por evaporación, utilizando para ello esas “calderas”. 74

CAPTACIÓN, USO Y ADMINISTRACIÓN DEL AGUA EN LAS CIUDADES DE LA BÉTICA Y EL OCCIDENTE ROMANO.

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ELENA SÁNCHEZ LÓPEZ, JENNY PÉREZ MARRERO, MARGARITA ORFILA PONS, ISABEL BESTUÉ CARDIEL.

producción. A este respecto debemos destacar la disparidad que presenta la factoría de La Picola, vinculada muy posiblemente al hecho de que queden aún áreas por excavar en las que pudieron existir más piletas para la elaboración de salazones. Sin embargo, son varios los problemas que se plantean. Uno principal lo constituye la parquedad de los datos publicados, pues en muchas ocasiones no se especifican las capacidades de las cisternas, la superficie de las factorías, o la capacidad productiva de las mismas. No existe, en la mayoría de los casos, una relación pormenorizada del tamaño de las piletas, destacando la ausencia de la referencia de la profundidad de las mismas, problemas que se ven en muchas ocasiones acentuados en el caso de excavaciones antiguas. A ésto deben añadirse los escasos conocimientos acerca de la estructura real de las factorías, en cuanto a los elementos asociados a la captación y posterior almacenamiento del agua. Otro problema que se plantea es el desconocimiento del régimen pluviométrico de la región en cuestión en las condiciones originales de operación; estos datos serían fundamentales a la hora de determinar la cantidad real de agua con la que podía contar la factoría proveniente de las lluvias a lo largo del año. De las factorías estudiadas en la presente investigación, la de Cotta es posiblemente la única que no se enfrenta a los problemas antes descritos, ya que se conocen casi todos sus datos. Por un lado se tienen datos de su extensión, de donde se puede deducir que la superficie ocupada por la cubierta encargada de verter en el impluvium central era de unos 260 metros cuadrados84 aproximadamente. Por otro lado conocen las precipitaciones en la zona en los años 20 del siglo pasado; concretamente unos 760 litros/m2 anuales85. Realizando unos cálculos básicos a partir de los datos anteriores podemos decir, como una primera aproximación, que el total del agua potencialmente almacenable era de unos 197600 litros por año (197 m3)86. Por tanto, las precipitaciones anuales en la región en la que se ubica Cotta eran suficientes a principios del siglo XX para llenar por completo su gran cisterna de 86 m3 dos veces al año; frente a esta situación surgen un par de interrogantes: ¿la capacidad de la cisterna de la factoría de Cotta fue establecida en función de las necesidades de agua de la factoría? y ¿sabían los romanos que con el régimen pluviométrico de la época la cisterna podía llenarse dos veces al año? Si fuesen así, estaríamos hablando de que la instalación necesitaba al menos 360 litros de agua por m² de superficie construida. Si esta circunstancia la extrapolásemos al resto de las factorías, supondría que existe la posibilidad de que la franja en la que se insertan las capacidades de almacenaje de sus depósitos de agua deba ser ampliada hasta duplicar las cifras. Dando como resultado la necesidad de entre 160 y 260 litros por cada metro cuadrado de superficie de la factoría por año; y entre 300 y 600 litros por cada metro cúbico de producción por año87.

M. PONSICH, Aceite de oliva… esp. p. 153, Figura 82; 155, Figura 84, corte A.B. A. JURY, G. DEDEBANT, Étude sur le Régime des pluies au Maroc et carte provisoire de la répartition des pluies (Mémoires de la Société des Sciences Naturelles du Maroc), 1924. 86 El régimen de lluvias de la región en la década de los años 20 era: Enero: 100 l/m2; Febrero: 80 l/m2; Marzo: 100 l/m2; Abril: 80 l/m2; Mayo: 40 l/m2; Junio: 20 l/m2; Julio: 0 l/m2; Agosto: 0 l/m2; Septiembre: 20 l/m2; Octubre: 80 l/m2; Noviembre: 120 l/m2; Diciembre: 120 l/m2 (JURY y DEDEBANT 1924). 87 Estas cifras deben ser tomadas como una primera aproximación, y deben ser revisadas a medida que avance el conocimiento sobre el proceso productivo de las factorías romanas en general. Se debe prestar especial atención al estudio del tiempo que permanecen en servicio cada año, pues estos datos pueden variar de forma significativa los resultados. Por otra parte, se deben realizar comparaciones con gastos de agua de fábricas de salazones actuales que utilicen métodos tradicionales para intentar establecer un orden de magnitud. 84 85

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AQVAM PERDVCENDAM CVRAVIT

EL MUNICIPIUM SEXI FIRMUM IULIUM Y EL AGUA. EL ACUEDUCTO Y LA PRODUCCIÓN DE SALAZONES.

La siguiente parte de la metodología plantea la aplicación de los rangos antes establecidos para la determinación de la cantidad de agua requerida por la factoría de Sexi en función del área ocupada por la misma, una vez que se cuente con datos más precisos de su extensión real o de su capacidad productiva88. CONCLUSIONES. Gracias a que la intensiva agricultura de regadío de la rica vega sexitana insertó el acueducto de Almuñécar dentro del sistema de riego, se han conservado muchos de sus elementos extraurbanos (sobre todo en los tramos tercero y cuarto), convirtiéndolo en el mejor conservado de Andalucía; circunstancia que nos ha permitido llevar a cabo algunos cálculos hidráulicos. El caudal de agua transportado por este acueducto romano dependió de la capacidad de transporte de su sifón terminal. Una estructura que, a su vez, plantea muchos interrogantes por resolver, entre ellos la ubicación de su castellum divisorium y la existencia de un dispositivo tipo columnaria. Para la hipótesis asumida en el presente trabajo, que localiza el depósito terminal en la parte alta de la ciudad y a la columnaria la asocia con un dispositivo de expulsión de aire intermedio, el sifón estaría en capacidad de transportar entre unos 800 a 1600 m³/día de agua para una única tubería. Se ha planteado una metodología para intentar establecer el caudal de agua requerido por las factorías romanas para sus actividades, en especial la de Sexi. En ella, se parte del estudio de las instalaciones de almacenamiento de agua existentes dentro de la factoría tratando de establecer una relación entre éstas y la extensión o la capacidad productiva de las mismas. Los rangos de valores obtenidos deben ser considerados como una primera aproximación que deben ser revisados a medida que avancen los estudios al respecto.

Algunos estudios sitúan la capacidad productiva de la zona actualmente visible de El Majuelo en 500 m3, planteando un total de 1000 m³ para toda el área excavada, unos 5000 m². R. ÉTIENNE, F. MAYET, Salaison et sauces de poisson hispaniques, 2002, esp. p. 100. Aunque no podemos olvidar la posibilidad de que las actividades salazoneras se extendiesen también a lo largo de la otra vertiente de la ciudad, aquella ubicada en la ensenada de Río Verde, lo que incrementaría la extensión total. 88

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