El mito de la sociedad civil civica, democratica y pluralista: el caso venezolano

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El mito de la sociedad civil cívica, democrática y pluralista: el caso venezolano Author(s): María Pilar García-Guadilla Source: Iberoamericana (2001-), Nueva época, Año 4, No. 13 (Marzo de 2004), pp. 185-190 Published by: Iberoamericana Editorial Vervuert Stable URL: http://www.jstor.org/stable/41675403 Accessed: 01-04-2015 17:10 UTC

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Forodedebate sido el que pronosticaronsus partidarios, cuando buscaban manipular la opinión pública en favordel referendo,ni lo dicho por algunos analistas: que una derrotade Uribe en las urnassupondríala crisisde su proyecto,de la gobernabilidad.No hay tal quiebre, pero sí algunas fracturas,sobre todo en las relaciones con el Congreso. Por eso, sin haberse cumplidos quince meses desde que inauguró su administración, puede decirse que para Uribe se terminó el primertiempo del partido y que inicia el segundo tiempo. En el primero, concentró sus apuestas en el referendo, con una actitudcerrada a la concertación política, y perdió. Perdió el referendo. Perdió las elecciones municipalesy departamentales. Y como consecuencia inmediata,perdiópartede su margende maniobra en el Congreso. Esto le llevó a perder también dos de sus más caros proyectos legislativos: el que podía dar paso a su propia reelección y el de una reformaa la Constituciónque daba nuevas facultades al Ejecutivo. En el momentode escribiresta nota el gobierno logró hacer aprobar el Estatuto instrumentoesencial de la Antiterrorista, de política seguridad, en su penúltimo debate, y deberá hacer lo mismo con su propuestade reformatributaria,que definiráquiénes cargaránel mayorpeso de los costos de la guerra internay de la crisis fiscal. Los reveses sufridospor el equipo de gobiernoharíanpensar que el presidente replantearía-para este segundo tiempo- su política de alianzas y se abriríaa la concertación. Esta previsión tampoco se ha cumplido. Uribe se dispone a jugar solo su segundo tiempo: los cambios en el gabinete, que se mantiene integrado por "hombres del presidente",así lo demuestran.Pero además, como decía algún articulista hace poco, el primermandatario cuentacon un "consejo de viceministros", para ilustrarjocosamente que es él en per-

sona quien maneja las diferentescarteras. Se preguntauno por qué cree el presidente que esa línea de conducta le va a funcionar ahora. Pero tambiéncabe preguntarse qué ocurrirási vuelve a perder.Porque lo ciertoes que el unanimismono le brindará un tercertiempo. de la RepúAntonio NavarroWolff essenador navablicade Colombia. Correoelectrónico: com. rrowolj¡f@andinet.

María Pilar García-Guadilla civil

El mito de la sociedad cívica,

democrática

y pluralista:

el caso

venezolano

Al concepto de sociedad civil en América Latina se le adosan las siguientes características:i) Antiautoritariao democrática.Esta afirmaciónse fundamentano solo en el rechazo de la sociedad civil a los regímenesmilitaresy autoritariosprevalecientes en América Latina durantelas décadas de los sesenta, setentay ochenta del siglo pasado sino también en la búsqueda de formas"mas participativas" de democracia que contrastacon la emergencia reciente de comportamientosantidemocráticosy excluyentes.ii) Anticlasista. Se asume que la sociedad civil es portadora de interesescolectivos que permeanpor igual a todas las clases sociales en su con el Estado. Esta caracenfrentamiento terísticano solo desconoce la fuerza disgregadora del mercado que además de crear desigualdades sociales acentúa la exclusión sino que tambiéndesconoce que en sociedades con elevados niveles de desigualdad y pobreza, como lo es la lati-

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co a travésde movilizaciones a favorde la Reformadel Estado. Durante los ochenta y partede los noventa,las movilizaciones de las organizacionessociales ciudadanas, cooperativas y populares entreotras centraronsus demandas en la "profundización de la democracia" y, en particular,en la descentralización política del Estado. Este requisito previo para participar se obtuvo en partecon el sancionamientode la descentralización política en 1989. A finesde los noventa,estas organizaciones demandaronformasmas participativasen el control de la gestión del Estado para enfrentarlos clientelismos y la corrupción. La elección de Hugo Chávez a la Presidencia de la República en 1998 y el apoyo recibido a su propuestade redactar una nueva constituciónmediante un prodieroncomo resultado ceso constituyente, la ConstituciónBolivariana de 1999 cuyo eje fundamentales "la democracia participativa y protagónica". En dicha constituciónse incluyeronla mayorparte de las demandas de las organizaciones sociales indígenas,ciudadanas, de mujeres, ambientales y de derechos humanosentreotras.No sólo fueroninstitucionalizados nuevos derechos y una vez incluidos, éstos fueranreconocidos como la base de la interrelaciónsociedad-Estado, sino que se incorporaronal textoconstitucionalmúltiplesmecanismos de partiLa sociedad civil venezolana: clase media entre la democracia cipación directa y de control ciudadano tales como los referenda,las asambleas y las antidemocráticas y prácticas la rendición de cuentas de los cargos La grave crisis económica de los públicos. Duranteel bienio 2000-2002, la defenochenta que experimentaron los países latinoamericanoshizo manifiestala insu- sa de los derechos sancionados en la ficiencia de la democracia representativa Constituciónde diciembrede 1999 movilizó a amplios sectores de la población para lidiar con los problemas de la deside la clatodo venezolana de sobre étnica, independientemente género y gualdad se social de pertenencia. La mayor parte socioeconómica. En Venezuela, la crisis de los conflictostuvo que ver con la interllevó a muchos de los actores excluidos la inclusión a y pretacióndivergentede los derechosconspreviamente presionarpor del sistema la democratización políti- titucionales bajo el marco de la nueva por

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Forodedebate constitución.A lo largo de estos conflictos la sociedad se dividió movilizándose una parte,mayormentelos pobres o "el pueblo" como lo denominó el presidente Hugo Chávez, en respaldo de la interpretación y las propuestasdel gobiernoy otra parte,la clase media y alta o "la sociedad civil" como se auto-denominó, en apoyo de la interpretación y las propuestasde las sociales organizaciones y de los partidos de la políticos oposición. Quienes rechazan al presidente Chávez han utilizado tanto estrategiasdemocráticascomo el ReferéndumRevocatorio al presidente Hugo Chávez del 28 de noviembre al 1 de diciembre de 2003 como medios no tan democráticos. La deficienciaexistenteen la culturapolítica democráticay sobre todo la elevada polarización política y social existentes han llevado a que tantola sociedad civil de la oposición como los sectores populares adeptos al gobierno hayan utilizado prácticas antidemocráticasde carácterdefensivo para defenderlos derechos constitucionales. Un ejemplo de ello por partede las clases media y alta es la defensade la propiedad privada a través de planes "cuasimilitares"de contingencia,así como también la defensa del derecho a la tierrapor parte de sectores populares a través de invasiones.Esta segunda cara de las organizaciones sociales, sean de la sociedad civil de clase media o del pueblo, está basada en el miedo al "otro", a quien se considera como el enemigo y cuyas prácticas para defendersus derechos constitucionales se definencomo "no democráticas". En el caso de la clase media y alta, el "otro" es negado y excluido no sólo del espacio físico y social que ocupa, sino también del término de sociedad civil, mientrasque para la clase pobre,el otroes el "oligarca" a quien se excluye de los términos "pueblo y soberano". Es preciso destacar que la Constitución venezolana

de 1999 se refieremuy escasamente a la sociedad "civil"; utiliza preferentemente los términos"sociedad", "sociedad organizada", "comunidades", "organizaciones sociales" y sobre todo "soberano", quien representaal sujeto por excelencia de la democracia participativa y protagónica como referentedel colectivo social. Según las encuestas de opinión pública realizadas en los dos últimos años, el imaginario social de las clases media y alta venezolana representaal pobre como "un criminaly un delincuente"e identifica a sus organizacionescomo violentas.Dentro de la elevada polarización social y política existenteen Venezuela, el término "sociedad civil" tiende a excluir a las organizaciones comunitarias o populares de la población de escasos recursos económicos que se han alineado a favor de Chávez. La percepción de la oposición acerca de estos sectores es "que están organizados alrededor de los denominados Círculos Bolivarianos, que son violentosy que están armados". Sin embargo, esta percepciónse sustentaen estereotipos y en un imaginario social que desconoce la pluralidad y/oheterogeneidad de tales organizaciones ya que el único rasgo común entrela multiplicidadde organizaciones que existen a nivel popular es su procedencia o base popular. En general los adeptos al oficialismo prefierenautodenominarse "Pueblo, Soberano, grupo comunitario,organizaciónpopular,comité e incluso, círculo bolivariano" y perciben a la clase media y alta también como "delincuente,corruptay explotadora". En sus propias palabras o estereotipos,la clase media y alta son los "escuálidos", los "oligarcas", a pesar que la sociedad civil de la oposición es sumamenteheterogénea y quizá el único puntode consenso a falta de un proyecto de sociedad compartido sea el "salir de Chávez" y la defensa de sus interesesde clase.

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En ambos casos, estos imaginarios sociales se encuentranreforzados por la elevada polarización política frenteal gobierno del presidente Chávez y sirven de justificación a las acciones de violencia, exclusión espacial y social del "otro" y de la otra "sociedad civil", adquiriendo una racionalidad propia que nada tiene que ver con las categorías éticas que sustentanlos individuos,la familiay el grupo social.

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era defendersede las "hordas chavistas o Círculos Bolivarianos" afectos al gobierno, quiénes ese día supuestamentevulneraríanlos "sagrados recintosde la familia y el hogar puesto que invadiríanlas urbanizaciones de la clase media por métodos violentos". Algunos de los militaresretiradosque intentaronliderar la oposición a Chávez sembraronfuertesrumoresque retumbaron en los espacios privados u hogares de la oposición a la invasión que supuestamentelos Círculos Bolivarianos chavistas realizarían a las residencias de la clase ¿Desdemocratización de la sociedad civil?: Planes de guerra y las alianzas media. La hora cero sería el día 23 de enecívico-militares ro de 2003, fecha en que se conmemorael inicio de la democracia o la caída del dicUn aspecto a destacar dentrodel pro- tadorMarcos Pérez Jiménezen 1958. Los ceso de segregación espacial y polarizadiagnósticos o partes de guerrapresentación social causado por las diferencias dos por algunos de estos militares de la la es transformación de las políticas orga- oposición indicaban que ese día habría nizaciones de vecinos que durante los una terribleviolencia de parte de los Círlucharon de culos Bolivarianos y que la única forma ochenta por la profundización la de contrarrestarla sería con tácticas de la democracia vía la descentralizacióny guerra.Como parte de esta estrategia,un participaciónen asuntos locales en comunidades seudo-militarizadas de defensa e grupo de militares disidentes vinculados laboralmentecon empresasde seguridady incluso armadas para "protegerse del otro",el enemigo,y de este modo supues- algunos de los cuales están acusados de haber participado en el golpe de Estado tamente,defenderla propiedady los espacios privados del hogar o residenciafami- del 11 de abril de 2002, se alió con los de las asociaciones de veciliar,el edificio o condominio y la urbani- representantes nos de clase media y diseñaronplanes dé zación en que se habita. El vacío dejado por la faltade actores sociales autónomos contingencia a ser aplicados en las residencias particulares,edificacionesy urbay por el desprestigio de los partidos o nizaciones de clase media. Estos planes de actorespolíticostradicionalesllevó a estas organizacionessociales a dirigirla mirada guerra, los cuales eran muy semejantes entre sí, incluían el uso de las armas de salvadora hacia el actor militar, lo que estimuló alianzas cívico-militares de fuego de ser necesario, pues es preciso destacar que no sólo los círculos bolivacarácterno democrático. Un ejemplo de estos comportamientos rianos parecen haberse armado, sino que tambiénlo ha hecho la clase media. En las antidemocráticos fueron los "Planes de 23 o de defensa del palabras estereotipadas de uno de los Contingencia" planes entrevistadosde la oposición, la diferende enero de 2003 que fueron llevados a cabo a travésde asociaciones estratégicas cia es "que la clase media se ha armado entrelos militaresdisidentesy las asociapara defenderlos sagrados derechos a la ciones cívicas y de vecinos. Su objetivo propiedad,familiay libertadmientrasque

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Forodedebate los chavistas lo hacen para atacar dichos derechos". La versión desde los adeptos a Chávez es que ellos "no están armados". Los planes de guerra elaborados, más adecuados para fortificacionessitiadas al mejor estilo de la Edad Media que para modernasedificaciones urbanas, incluían, además del uso de armas, el cerramiento con candados internosde las rejas y puertas de los edificios, el derramamientode barrilesde aceite y de agua caliente sobre el agresor,la construcciónde barricadasy la elaboración de bombas molotov entre otrascosas; implicaba, además, la vigilancia nocturna y por turnos de los propios residentespues en la mayoría de los casos no se confiaba en los vigilantes privados quienes normalmentecustodian la entrada de las edificaciones y que pertenecena la clase pobre. Al igual que con los comerciantes informales,el vigilante era considerado en muchos casos como el otro; no como un igual debido a su condición de clase. La expectativa de la clase media que normalmentecontrataa los vigilantes privadospara custodiarsus residenciasera que en caso de ocurrirtal invasión, en el mejor de los casos, estos vigilantessaldrían corriendoen lugar de permanecerpara defender las propiedades de otros. En algunos casos, incluso, se les asociaba con el enemigo por ser pobres. Los planes de contingencia contemplaban varios niveles: la edificación o el condominio,la urbanización y el sector o conjunto de urbanizaciones. Por lo general incluían un plan de comunicación y alertasde diferentetipo a travésde radios, pitos,sirenas,teléfonoscelulares,ruidose incluso sistema o canal de televisión,uno de aprovisionamientode víveres y materiales médicos, de emergencias médicas, de seguridad e incluso de recreación en caso de asedio; se estaba preparado con provisiones y dotación de servicios alternos de agua y luz alternos para unas seis

semanas. A nivel del condominio y la urbanización, los planes contemplabanel cerramientoa travésde "levantarel puente" u obstruirel acceso a la edificacióny/o urbanización con barricadas de hierro o atravesando camionetas o carros como obstáculos. También existían planes para el cerramiento interno de las puertas de los edificios y de acceso a las escaleras incluyendola inmovilizacióndel ascensor en los pisos superiores, para atacar al invasor a través del derramamiento de agua o aceite caliente y, en caso que todo fallara,el plan contemplabaque las mujeres, ancianos y niños se retiraríana espacios resguardados durante el tiempo que durarael asedio y los hombresutilizarían las armas. A lo largo del año 2002, cuando se dieron las movilizaciones masivas de la oposición en contradel gobierno del presidenteHugo Chávez, la sociedad civil de clase media utilizó las siguientes estrategias para "salir de Chávez": se asoció con el sector militar opositor a Chávez para elaborarsus planes de defensa,renuncióa su autonomía como actor social al incorporarsea las decisiones que tomaranorganizaciones lideradas por instanciascorporativistas o por los partidos políticos, se organizó en milicias para defender sus interesesparticularesy de clase y,avaló la violencia como estrategiapara la defensa de tales intereses,todo ello en nombredel derecho a "la desobediencia civil" que sanciona la Constitución Nacional en el artículo350 y,sobre todo, en nombrede la democracia que decían defender. Algunas consideraciones finales: pobreza, sociedad civil y democracia La creencia que la sociedad civil venezolana, uno de los actores fundamentales de la democracia, tenía una gran madurez

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y culturaciudadana invisibilizó los procesos de polarización socio-económica y político-ideológica que se venían gestando desde los sesenta. En contra de los supuestos teóricos sobre la sociedad civil, en Venezuela ésta se circunscribea un grupoo sectorsocioeconómico lo que significaque no es pluralista. Por otro lado, la sociedad civil de clase media mantiene cierta autonomía con respecto al Estado debido sus divergencias substantivascon el proyectobolivariano. Sin embargo, la defensa de sus privilegiosy de valores individualistas,ha llevado a una partede esta sociedad civil a pretenderocupar el espacio político que corresponde a los partidos políticos y a aliarse con el sectormilitary con las organizaciones corporativistasempresariales medianteestrategiasno siempredemocráticas. Los elevados niveles de pobreza y las profundas desigualdades dentro de un escenario de alta polarización social y política que se expresa también de forma espacial, han contribuidoa la emergencia de un imaginario social acerca del "otro" altamente excluyente. Ello, junto con el discursopolarizado del presidenteChávez y sobre todo, la carencia de una cultura cívica y política han estimulado prácticas y alianzas no democráticasdentrode organizaciones ciudadanas de clase media. Este comportamientolleva a cuestionarla existencia de una cultura ciudadana y de un movimientosocial urbano en Venezuela tal como se planteó durante los años ochenta y noventa. Lleva también a interrogarseacerca de si es posible la existencia de un movimientociudadano autóno-

mo o de una sociedad civil,única, pluralista y democráticaque traspase las barreras de clase social en ausencia de una cultura cívica y en presencia de grandesdesigualdades sociales y de una alta polarización política. Sin embargo, estas prácticas son más una consecuencia que la causa de la polarización y confrontaciónentrelos distintos sectores de la sociedad civil. Si la sociedad civil no es democrática es porque el imaginariodemocráticose ha trastocado y si está dividida es porque no existeun proyectode sociedad incluyente. Estas prácticas,así como tambiénla falta de proyectosincluyentesrepresentanuna rupturacon el comportamientodel pasado ya que fueronprecisamenteestas organizaciones quienes desde los setentaal 2000 lideraronel proyectoa favorde la democratizaciónde la democracia,del pluralismo y de la autonomíade los poderes civiles y militaresen el que participóla sociedad civil como un todo. Los esfuerzos deben concentrarseen la reconceptualizaciónde lo político y en la construcciónde ciudadanía, entendida como una práctica conflictivay de poder que refleja la lucha por la definición colectiva de los problemas y sus soluciones y que reconozca la diversidad. Esta construccióndebe ser hecha desde la práctica y a travésde medios democráticos. María Pilar García-Guadillaes socióloga e investitular urbana Profesora ypolitologa. de Planificación tigadoradelDepartamento enCienciasPolíticas Urbana , y de Postgrado Simón Universidad Caracas,VenezueBolívar, : [email protected]. la. Correoelectrónico

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