El maestro ignorante: Un meta-aprendizaje

Universidad de Valparaíso
Pedagogía en filosofía
Cátedra Sociedad, Política y Educación










La verdadera educación: Un meta-aprendizaje













"Los profesores nos volvieron locos 
a preguntas que no venían al caso 
cómo se suman números complejos 
hay o no hay arañas en la luna 
cómo murió la familia del zar 
¿es posible cantar con la boca cerrada? 
quién le pintó bigotes a la Gioconda 
cómo se llaman los habitantes de Jerusalén 
hay o no hay oxígeno en el aire
cuántos son los apóstoles de Cristo 
cuál es el significado de la palabra consueta 
cuáles fueron las palabras que dijo Cristo en la cruz
quién es el autor de Madame Bovary 
dónde escribió Cervantes el Quijote 
cómo mató David al gigante Goliat
etimología de la palabra filosofía 
cuál es la capital de Venezuela 
cuándo llegaron los españoles a Chile […]

[…] Nadie dirá que nuestros maestros 
eran unas enciclopedias rodantes
exactamente todo lo contrario: 
unos modestos profesores primarios 
o secundarios no recuerdo muy bien 
-eso sí que de bastón y levita 
como que estamos a comienzos de siglo-
no tenían para qué molestarse 
en molestamos de esa manera 
salvo por razones inconfesables:


a qué tanta manía pedagógica 
¡tanta crueldad en el vacío más negro! […]

[…] La verdad de las cosas
es que nosotros nos sentábamos en la diferencia 


quién iba a molestarse con esas preguntas 
en el mejor de los casos apenas nos hacían temblar 
únicamente un malo de la cabeza 
la verdadera verdad de las cosas
es que nosotros éramos gente de acción
a nuestros ojos el mundo se reducía
al tamaño de una pelota de fútbol
y patearla era nuestro delirio
nuestra razón de ser adolescentes
hubo campeonatos que se prolongaron hasta la noche
todavía me veo persiguiendo
la pelota invisible en la oscuridad […]
[…] ese era nuestro mundo
las preguntas de nuestros profesores
pasaban gloriosamente por nuestras orejas
como agua por espalda de pato
sin perturbar la calma del universo 
ustedes están más colgados que una ampolleta 
van a tener que irse para la casa 
y volver con sus apoderados
a conversar con el Rector del Establecimiento.

Y mientras tanto la Primera Guerra Mundial
Y mientras tanto la Segunda Guerra Mundial
La adolescencia al fondo del patio
La juventud debajo de la mesa
La madurez que no se conoció
La vejez
............ con sus alas de insecto."


Nicanor Parra, de Hojas de parra (Santiago, Ganímedes, 1985)


Comenzando esta reflexión sobre "El maestro ignorante" de Jacques Rancière es importante destacar que es una obra basada sobre un periodo post revolución francesa. Este hecho, no menor, nos destaca que una revolución social y política no está absenta de una revolución en la educación.
Dentro de los puntos principales a discernir se encuentra: "Enseñar lo que se ignora". En un ejemplo práctico tenemos la misma educación, justicia, ética, leyes. Se puede repetir mucho que son, su origen etimológico y practico, pero la compresión de que son per se, se desconoce. Desde este punto de vista no enseñamos lo que se ignora, enseñamos lo que creemos saber y muchas veces defender. Por tanto no se enseña, se replica la ignorancia, difiriendo de enseñar desde lo que se ignora, pues no se genera un conocimiento. Esto porque no se trabaja, no se genera un contenido nuevo o una nueva reflexión sobre ciertos temas
Enseñar desde lo que se ignora, aunque lo parezca, no es una contradicción sino una verdadera enseñanza. Hablamos de crear un aprendizaje, un algo que se mantenga en el tiempo y en el sujeto a quien decimos educar. ¿Cómo, entonces, encontrar un método que no sea arbitrario o que este sujeto a un modelo nacional y político para educar? Esto sólo se responde mediante la generación de educación, la educación no es un método establecido o un modelo según una institución, la educación es el autodescubrimiento del mundo que nos rodea y sus fenómenos, de su historia y de su pueblo.
El miedo a lo que no sabemos se oculta con la idea de poseer un conocimiento, es decir de que se posee una verdad indiscutible e inmutable, lo que hace el docente actualmente es la labor de transmitir esta verdad, de sacar de la ignorancia a un sujeto. De esta idea, muchas veces implícita, es lo que genera un exagerado ego presente en algunos docentes, quienes creen ser salvadores de la una sociedad, de una generación. Hablamos de que las generaciones que vienen son el futuro, pero sin embargo seguimos transmitiéndoles el pasado, de esto no es el problema, el problema es que les transmitimos un pasado como una realidad actual, como esta


verdad indiscutible e inmutable. Así no sólo contradecimos en la práctica el dicho de que las generaciones que vienen son el futuro sino que las remitimos a replicar y continuar los viejos modelos y aun así sin tener ningún aprendizaje. Entonces hablamos de que sólo transmitimos y no generamos.
A través de esta idea es como llegamos a otro punto fundamental que se extrae en el desarrollo de "El maestro ignorante": La negación de la realidad. Esto es el mantenerse trabajando los mismos contenidos, con el mismo curriculum y con una pauta evaluativa que se encuentra establecida sin ninguna variación hace años. Es decir el mantener los métodos de enseñanza sin adaptarse a las nuevas generaciones, que involucran personas y pensamientos distintos, es negar que el mundo y la sociedad que vivimos se transforma, y por tanto también debemos transformarnos como educadores. Pero ¿Somos realmente educadores? Si vemos como el modelo se ha perpetuado, es dudoso decir que estamos educando. Sin embargo, si existes profesores que educan, es decir que logran que los alumnos generen un conocimiento por sí mismos.
Entonces estamos generando una conexión con otro punto fundamental del texto, la crítica a la "ciencia de la educación", si bien como toda ciencia es una en movimiento sus métodos no parecen, al menos a nivel nacional, ser efectivos o generar cambios y avances como cualquier otra ciencia. La educación, el aprendizaje, se da a diario y sin necesariamente un maestro ¿Entonces fallan los científicos, es decir, los maestros? ¿Son necesarios los maestros? ¿Para qué si estamos proponiendo el aprendizaje propio de parte de los alumnos?
La necesidad del maestro es la necesidad de un impulso; de un guía y no de un sancionador. El maestro es un puente, por eso es importante las condiciones este, puesto que quien lo cruza tiene por objetivo llegar al saber, desde este punto, el maestro no es el saber, sino un camino, un soporte para llegar a él. Evidentemente si alguien cruza de un extremo a otro con un puente en malas condiciones, o en su defecto roto; no llegará o llegará sin haber dado pasos necesarios o habiendo dado pasos equivocados. Desde este punto el maestro tampoco un camino, sino un guía.

En otras palabras el maestro despierta la inteligencia, no la genera sino que contribuye a su desarrollo pero este no es la base, es el medio. Por eso a su vez es importante el contexto donde se desenvuelve un maestro, al igual que las condiciones de su vida, entre mejores sean mejores resultado se obtienen, y no resultados numéricos o de producción, sino que resultados a nivel de personas y de capacidades para desenvolverse en su medio y el mundo que los rodea, la capacidad de discernir y de brindar un cambio. El maestro es aquel guía que da la opción de equivocarse sin ser castigado, es aquel que no obliga sino que muestra alternativas y permite crear nuevas – siguiendo con la analogía permite crear otros caminos, otros puentes y no hace que los estudiantes sean una tabla más en su camino a lo que él considera "la verdad" –
¿Será que lo que se intenta evitar, es producir este cambio? El sesgo de la educación actual nos dice que hay que explicar, y como se mencionará en el libro de Ranciere, el explicar indica que hay que mostrarle a otro lo que no conoce, es decir, es mostrarle el por qué es un ignorante, pero en sí no es sacarlo de tal "ignorancia" sino darle más razones para serlo. Hoy vemos que existen instituciones de "excelencia educativa" pero sin embargo la situación fuera de esas puertas sigue siendo la misma, no se ha visto ninguna novedad. Pareciera que tales instituciones sólo reproducen y a la vez destruyen; destruyen la personalidad, la imaginación y la creatividad, hay que decirlo: la culpa no es sólo de la televisión.
Y no sólo la crítica está a "la excelencia académica". Vemos que por otra parte el estigma cae sobre los colegios y liceos, y en este punto parece ser que la denotación entre liceo y colegio ya indica una gran brecha, aquellos que son técnicos y aquellos que son científico-humanista. Por un lado generamos mano de obra, que si bien es necesario nutrir, se nutre con ideas vagas de lo que tienen que hacer, y así se fundamentan carreras y posgrados: en una mejor mano de obra, algo meramente materialista, se materializa al estudiante y lo que este puede hacer. Y por otra parte lo científico-humanista parece ser mero paso por lo que otros hicieron, y entre más detalle se sepa sobre aquello, entre más se atesoren las fechas, mejores alumnos.

La base de una educación real es la igualdad y la base de una educación igualitaria es en primer lugar en la igualdad entre educador y educando. Pero esto implica cambios que a algunos les genera un ataque y taquicardia: El bajar al maestro de un punto tan elevado. El trabajo de maestro se ve sumamente difuso hoy en día; por un lado se sabe que es una profesión sumamente importante, pero sus condiciones no van de acuerdo con esto y lo que estos ganan menos. Cuando decimos bajar al maestro de un punto tan elevado no se habla de restarle importancia o verlo en menos, sino de que aplicar esta igualdad no sólo con los alumnos sino con la sociedad y el resto de empleos que existen. No se trata de darle privilegios, sino dignidad, tampoco es convertirlo en un empleo cualquiera, porque respecto a esto no existen empleos cualquiera. Sin embargo, manteniéndonos en el tema docente, lo que en primer lugar se debe lograr es tener por base la igualdad, de forma que así se genere igualdad, se genere diversidad y así poder llegar a brindar este entendimiento y comprensión de quienes somos, de una identidad, de una sociedad y de la misma educación.
Y un punto central de la educación debe ser el eliminar el concepto de sujeto y por tanto al sujeto. Se debe liberar al estudiante en el sentido de que él pueda construir una identidad y un sentido que darse a sí mismo y al mundo que lo rodea, se debe ayudar a generar un ser y no un sujeto.
Luego de dicho todo esto, recordemos que comenzamos destacando el hecho de que ideas así fueron desprendidas luego de una revolución. ¿Será necesaria una revolución en chile? A nivel de profesores ya ha comenzado, las movilizaciones cada vez más frecuentes expresan cada vez más el descontento, y la necesidad de defender la profesión. Sin embargo se ha destacar que la importancia es a su vez tambien llevar a cabo una revolución a nivel del propio contenido que se enseña, de profesores y de alumnos. Para esto, se considera importante las condiciones de los anteriormente señalados, y es por eso que en unión con este cambio en la misma educación que se entrega, lo importante para superarnos y llevar una verdadera


educación es el lograr un meta-aprendizaje, es lograr llevarnos más allá de lo que realmente vivimos, más allá de una fecha o un personaje, de una formula o un poeta, todo eso puede ser un gran apoyo y parte de este puente, pero el verdadero objetivo es superarlos y ante esto superar la devoción o admiración que se pueda tener por uno u otro. No se debe tratar de formar al próximo Popper, Neruda, Bach, Einstein o Alberto Hurtado, debemos llegar a algo más; algo más grande, algo mejor, algo propio y único, he ahí educación y he ahí seres y no sujetos, pues no están sujetos a tales pensamientos, si bien pueden servir como dijimos de apoyo o parte del camino, se puede generar más, Si tales personajes llegaron a ser destacables en la historia fue porque estos fueron únicos en lo que hicieron ¿Cómo esperamos lograr algo único siendo siempre lo que dijo otro?.
Finalmente, es por todo esto, que la educación debe ser un meta-aprendizaje. Más allá de nosotros, más allá del docente, más allá del alumno, por eso el meta-aprendizaje es en sí una revolución. La revolución no es guerra o armas, no son peleas o eternas discusiones; la revolución, para nuestros tiempos, es empezar a pensar distinto, empezar a pensar por uno mismo.






"Educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela".
Albert Einstein.


Angel Cabrera Molina 05/12/2014