El idioma español y sus variedades

July 9, 2017 | Autor: M.a. Saona Vallejos | Categoría: Spanish Literature, Spanish, Spanish Literature (Peninsular), Spanish Linguistics, Spanish as a Foreign Language, Spanish language varieties, Teaching Spanish as a Foreign Language, Lingüística, Foreign Language Education (Spanish), Español, Linguistica aplicada, Literatura Hispanoamericana, Linguistica, Linguística, Variedades Del Español, Español Lengua Extranjera, Literatura española e hispanoamericana, Literatura Española Peninsular, Variedades diafásicas, Léxico español siglo XX, Zamora Vicente, Variación Lingüística, Spanish Linguistics, Spanish Dialectology, Language Variation, Lexicografía española e hispanoamericana, Methodology of Teaching Spanish as a Foreign Language in Jamaica, Spanish als a Foreign Language, Variedades de la lengua española, Foreign languages: Spanish, Linguistics applied to the teaching of Spanish as a foreign language, Spanish language varieties, Teaching Spanish as a Foreign Language, Lingüística, Foreign Language Education (Spanish), Español, Linguistica aplicada, Literatura Hispanoamericana, Linguistica, Linguística, Variedades Del Español, Español Lengua Extranjera, Literatura española e hispanoamericana, Literatura Española Peninsular, Variedades diafásicas, Léxico español siglo XX, Zamora Vicente, Variación Lingüística, Spanish Linguistics, Spanish Dialectology, Language Variation, Lexicografía española e hispanoamericana, Methodology of Teaching Spanish as a Foreign Language in Jamaica, Spanish als a Foreign Language, Variedades de la lengua española, Foreign languages: Spanish, Linguistics applied to the teaching of Spanish as a foreign language
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Descripción

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TRABAJO DE LA ASIGNATURA: EL ESPAÑOL Y SUS VARIEDADES

Nombre y apellidos: Miguel Ángel SAONA VALLEJOS Login: ESFPMLAEELE1365480 Edición máster: 2013 – 2014 Fecha: 28/05/2014

Contenido: TRABAJO DE LA ASIGNATURA: EL ESPAÑOL Y SUS VARIEDADES ............. 1 Introducción: ............................................................................................................... 2 1. Análisis de un texto español: ―RIÑA DE GATOS: MADRID 1936‖. Fragmento ................................................................................................................... 2 A. La obra: ......................................................................................................... 2 B. Personajes que intervienen en este fragmento: ..................................... 2 C. Análisis de rasgos en el texto .................................................................... 3 Doña Justa: ............................................................................................................. 3 Anthony Whitelands............................................................................................... 4 Higinio Zamora ....................................................................................................... 5 2. Análisis de un texto hispanoamericano: ―EL HÉROE DISCRETO‖. Fragmento ................................................................................................................... 5 A. La obra: ......................................................................................................... 5 B. Personajes que intervienen en este fragmento: ..................................... 5 C. Análisis de rasgos en el texto .................................................................... 6 Doña Adelaida ........................................................................................................ 6 Felícito Yanaqué .................................................................................................... 7 CONCLUSIONES ...................................................................................................... 8 BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................ 10

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Introducción: El trabajo de esta asignatura consiste en analizar dos textos -uno español y uno hispanoamericano- en los que aparezca representada la variación diatópica y diastrática que existe en el español actual. Con este propósito, hemos transcrito dos fragmentos: primero, encuadraremos la obra y los personajes presentes en ella -quién habla a quién, cuál es su relación, cuáles son sus características sociales y regionales-, y posteriormente realizaremos un análisis de los rasgos que aparecen en el texto y que nos permiten defender dicha caracterización.

1. Análisis de un texto español: “RIÑA DE GATOS: MADRID 1936”1. Fragmento A.

La obra:

Esta novela es presentada en su contraportada con esta sinopsis: ―Un inglés llamado Anthony Whitelands llega a bordo de un tren al Madrid convulso de la primavera de 1936. Deberá autenticar un cuadro desconocido, perteneciente a un amigo de José Antonio Primo de Rivera, cuyo valor económico puede resultar determinante para favorecer un cambio político crucial en la historia de España. Turbulentos amores con mujeres de distintas clases sociales distraen al crítico de arte sin darle tiempo a calibrar cómo se van multiplicando sus perseguidores: policías, diplomáticos, políticos y espías, en una atmósfera de conspiración y de algarada”.

B.

Personajes que intervienen en este fragmento:

En este fragmento intervienen tres personajes: (1) Anthony Whitelands: protagonista de la novela. Un inglés que, sin comerlo ni beberlo, se ve envuelto en los prolegómenos de la Guerra Civil Española. Es especialista en arte, en concreto en pintura española. Un hombre perteneciente a una clase social media inglesa, culto y educado; que, aunque extranjero, podría decirse que habla el idioma español a la perfección. (2) Doña Justa: personaje terciario. Una madrileña mayor, de un nivel sociocultural bajo, que sobrevive vendiendo licor en su piso y ―cuidando‖ a la Toñina, una chica –madre soltera, a la que prostituye. (3) Higinio Zamora: personaje secundario. Un madrileño ―rojo‖, que forma parte de un estrato socio-cultural bajo, y con un gran corazón, que se desvive buscando el bienestar de los demás; casi al final de la novela se descubre que ―trabaja‖ en secreto para la Embajada Británica. Se trata de un diálogo a tres voces que, aunque Higinio apenas interviene verbalmente, se desarrolla en casa de Doña Justa. Anthony ha estado ya un par de veces antes en su casa, e Higinio es amigo de la familia.

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MENDOZA, E. (2010). “Riña de gatos”. Madrid, Ed. Planeta. E-book. (Capítulo 12. Posiciones 1339-1364).

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Subieron hasta el segundo piso y tocaron el timbre. Transcurrido un rato se oyó susurro de pasos y abrió la puerta la mujerona en bata de felpa, babuchas y mitones. Al ver al inglés, se puso en jarras y exclamó con voz ronca: (J) —Pero, bueno, ¿no hay otro sitio adonde ir en tó Madrid? ¡Estas no son horas, leñe! Y si no tié pa’ comer, vuélvase a su tierra. O a Gibrartá, que pa’ eso nos lo birlaron. Anthony hizo una reverencia y se golpeó la frente contra la jamba de la puerta. (A) —Usted me malinterpreta, doña Justa —masculló recordando el nombre con que Higinio Zamora se había referido a ella poco antes—. Ya no soy pobre como la otra noche ni vengo a mendigar la sopa boba. Encontré la cartera y el dinero intactos, gracias a la probidad de este buen amigo que viene conmigo en calidad de invitado. Sólo entonces reparó la Justa en la presencia de Higinio Zamora y sus facciones se suavizaron. (J) —Haber empezao por ahí. Los amigos del Higinio siempre tienen sitio en esta casa. Pero pasar, no sus quedéis en el rellano o sus dará un pasmo. Está la noche que ni te cuento. Bien que nosotras, con el brasero, nos apañamos. ………………. (J) —Ahora iré a despertar a la niña —anunció. (A) —Oh, no, si duerme no la moleste —murmuró Anthony con voz desfallecida—. Por mí no..., yo no venía a... Intervino Higinio a favor de su amigo: (H) —Déjalo, Justa. Sólo venimos a hacer tiempo: en la calle había tiros otra vez. (J) — ¡Maldecía política! — gruñó la mujerona ocupando de nuevo su puesto en la camilla y dirigiéndose al inglés—. Antes venían por aquí los estudiantes. Armaban mucho alboroto y traían poco parné, pero algo era. Ahora, en cambio, prefieren ir a pegar y a que les peguen, si no es algo peor. En resumidas cuentas, que entre el frío y lo revuelto que anda tó, aquí no se apersona un cristiano. El país se viene abajo, mal rayo parta a don Niceto y a Ortega y Gasset.

C.

Análisis de rasgos en el texto

A continuación, analizaremos la manera de hablar de cada uno de estos personajes:

Doña Justa: Como persona de un estrato socio-cultural bajo que es (variedad diastrática), sin caer mayormente en lo vulgar, el lenguaje que utiliza (sociolecto) es claro y directo, sin florituras ni alambicamientos, y el tono que emplea es absolutamente desenfadado; y más aún si se trata de una situación informal, coloquial y en su casa (proxémica). Aunque su interlocutor esté por encima de ella en la jerarquía social, eso no es óbice para que su mensaje cumpla, con suma eficiencia, con el principio de cooperación2 de Grice: dice lo justo, es sincera, relevante y clara. En cuanto a la variedad diatópica, estamos en el centro de la península española, por lo que su modo de hablar (dialecto) se corresponde con el estándar de una mujer de su edad y de su nivel socio-cultural en esta zona de España (en este fragmento no se ve reflejado, pero en otros se le oye haciendo uso del laísmo/leísmo). Este diálogo se da en un ámbito cotidiano, en un contexto social nada formal ni acartonado (variedad diafásica). Su léxico está lleno de interjecciones coloquiales e incluso eufemísticas: (¡pero, bueno…! Leñe) e imprecaciones (mal rayo parta a…), también de intensificadores fraseológicos (Está la noche que ni te cuento). En general, en el plano fónico, se hace patente una relajación y pérdida de las consonantes oclusivas sonoras intervocálicas3 (*tó, en lugar de todo; *empezao, por empezado); y estoy convencido de que aunque el autor no lo haya querido reflejar en la transcripción del diálogo, ella pronunciaría *Madrí, en lugar de Madrid, o *Gassé, en vez de Gasset, o *Usté en lugar de usted, omitiendo las consonantes finales en las palabras, como sí lo hace con *Gibrartá por Gibraltar, donde además de confundir la ―r‖ con la ―l‖ intermedia, omite la ―r‖ final del nombre; o cuando apocopa para y dice 2 3

http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/principiocooperacion.htm PRADO et al (2005). p.106.

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*pa’, en vez de para o *tié en lugar de tiene; sin embargo, sí hace un uso correcto de los marcadores del discurso: Pero, bueno… (operador de formulación); Ahora iré a… (consecutivo); En resumidas cuentas (reformulador recapitulativo). En cuanto a lo morfosintáctico, un rasgo de su bajo nivel de instrucción (código restringido), o de la pertenencia a una clase social baja, sería el uso de artículos con nombres propios: (los amigos *del Higinio); o del posesivo ―sus” en lugar del reflexivo ―os‖ (no *sus quedéis en el rellano o *sus dará un pasmo); o la utilización del imperfecto (¡*Maldecía política!) en lugar del participio (maldita); así como el uso de ciertos vulgarismos (parné, en lugar de dinero). Considero importante resaltar su esfuerzo por ―refinarse‖, en el plano léxico-semántico, cayendo en cierta afección al usar algunos cultismos como “apersonarse” en lugar de venir o aparecerse; quiero atribuir esto a la variable social género, no estoy seguro si un hombre de su condición social hubiera hecho lo mismo. De lo que sí estoy convencido es que, por una parte su temperamento español, y por otra su femineidad quedan completamente reflejados a lo largo de todo el diálogo; en este último caso, al respetar los turnos de habla, por ejemplo. Y aunque aquí no esté suficientemente descrito, mientras leía la novela, podía verla clarísimamente con todo el lenguaje gestual que utiliza para comunicarse.

Anthony Whitelands Su manera de expresarse corresponde plenamente a la de alguien de una clase sociocultural media-alta (variante diastrática); y aunque en ningún momento se diga a lo largo de la novela, se asume que hablará español con un acento peninsular estandarizado (variante diatópica); y como colofón, su variante diafásica: incluso cuando se comunica en su ámbito cotidiano, es sumamente formal en todo momento. En teoría, podría valerse de su mayor jerarquía social con su interlocutora, pero por el contrario, su voz es contrita (timbre algo agudo, volumen bajo, fenómenos de vacilación): está ante una persona mayor que merece su respeto; y como buen inglés, hace constante uso de la cortesía negativa4: empieza haciendo una reverencia (comunicación no verbal, cinésica) que para cualquier español tal vez estaría completamente fuera de lugar, pero que según sus parámetros es lo correcto y lo que se espera socialmente de él. En este caso, me atrevería a hablar de un error/desconocimiento de pragmalingüística por su parte. En cuanto a la cronémica es Doña Justa quien lleva la voz cantante en el diálogo. Él se queda con la palabra en la boca en más de una oportunidad, empieza mascullando sus frases, o utilizando una voz desfallecida, o sin terminar siquiera sus frases, en lugar de expresarse abiertamente. Algunos rasgos que encontramos en este diálogo en particular de cortesía negativa son: uso del imperfecto como desactualizador (yo no veía a…), o expresiones añadidas (¡Oh, no…!); y aunque en este fragmento no aparezcan, el inglés hace un uso permanente de reparaciones, otras expresiones añadidas, modalizadores y minimizadores (lo siento, perdón; por favor, si no es molestia, se lo ruego; me parece que, creo que; simplemente le querría preguntar si…, respectivamente).

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BROWN, P. y LEVINSON, S. (1987). p.60.

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Higinio Zamora En este fragmento, en particular, este personaje apenas si tiene una línea en el diálogo. Sin embargo, de acuerdo con el desarrollo de su figura a lo largo de la novela, podemos concluir que se le pueden aplicar –salvando, obviamente, la diferencia de género entre uno y otro personaje, todas las características señaladas para Doña Justa. Es precisamente en esa corta intervención que podríamos señalar dicho contraste de género: este hombre es parco, directo y claro; al igual que ella, hace un uso eficiente del principio de cooperación. Interviene, por la cercanía y confianza que le tiene, simplemente para darle una orden a la mujer, y para aclarar el motivo de su visita.

2. Análisis de un texto hispanoamericano: “EL HÉROE DISCRETO”5. Fragmento A.

La obra:

Ésta es parte de la sinopsis de esta novela: “El héroe discreto narra la historia paralela de dos personajes: el ordenado y entrañable Felícito Yanaqué, un pequeño empresario de Piura, que es extorsionado; y de Ismael Carrera, un exitoso hombre de negocios, dueño de una aseguradora en Lima, quien urde una sorpresiva venganza contra sus dos hijos holgazanes que quisieron verlo muerto”. He escogido un fragmento de esta obra no solo porque Vargas Llosa me parece un gran escritor, sino porque la trama se desarrolla entre Lima y Piura, la región de donde soy originario; y a lo largo de toda la novela los personajes –al comunicarse, usan, con absoluta naturalidad, los localismos típicos de la zona.

B.

Personajes que intervienen en este fragmento:

En este fragmento intervienen dos personajes: (1) Felícito Yanaqué: Protagonista de la novela. Un hombre ―recto‖ que se ha hecho a sí mismo, propietario de una empresa de transporte interurbano de pasajeros. De origen muy humilde, y de bajo nivel de instrucción, pero que con trabajo constante, y gracias al consejo de Doña Adelaida ha logrado enriquecerse y dirigir su próspera empresa. (2) Doña Adelaida: Personaje secundario. Una ―santera‖, una mujer que puede ver el futuro y, que hacía 25 años le había salvado la vida al protagonista, al advertirle de un grave accidente que le iba a ocurrir. El siguiente diálogo se desarrolla en casa de Doña Adelaida:

— — —

5

Adelaida tocó la carta y la olió, aspirando profundamente como si se tratara de un perfume. Luego se la llevó a la boca y a Felícito le pareció que hasta chupaba una puntita del papel. Léemela, Felícito —dijo, devolviéndosela—. Ya veo que no es una cartita de amor, che guá. Escuchó muy seria mientras el transportista se la leía. Cuando éste terminó, hizo un puchero burlón y abrió los brazos: ¿Qué quieres que yo te diga, papacito? Dime si esto va en serio, Adelaida. Si tengo que preocuparme o no. O si es una simple pasada que me hacen, por ejemplo. Aclárame eso, por favor.

VARGAS LLOSA, M. (2013) “El héroe discreto”. Madrid, Alfaguara. pp.19-20.

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C.

La santera soltó una carcajada que removió todo su cuerpo fortachón escondido bajo la amplia túnica color barro. Yo no soy Dios para saber esas cosas —exclamó, subiendo y bajando los hombros y revoloteando las manos. ¿No te dice nada la inspiración, Adelaida? En veinticinco años que te conozco nunca me has dado un mal consejo. Todos me han servido. No sé qué hubiera sido mi vida sin ti, comadrita. ¿No podrías darme alguno ahora? No, papito, ninguno —repuso Adelaida, simulando que se entristecía—. No me viene ninguna inspiración. Lo siento, Felícito. Bueno, qué se le va a hacer —asintió el transportista, llevándose la mano a la cartera—. Cuando no hay, no hay. Para qué me vas a dar plata si no te he podido aconsejar —protestó Adelaida. Pero acabó por meterse al bolsillo el billete de veinte soles que Felícito insistió en que aceptara. ¿Me puedo sentar aquí un rato, en la sombra? Me he agotado con tanto trajín, Adelaida. Siéntate y descansa, papito. Te voy a traer un vaso de agua bien fresquita, recién sacada de la piedra de destilar. Acomódate, nomás.

Análisis de rasgos en el texto

A continuación, analizaremos el modo de hablar de cada uno de estos personajes. Como rasgo común a ambos, podemos decir que será evidente el seseo6, al igual que en toda Hispanoamérica; y en este fragmento no se da el uso de términos de origen quechua o aymara; pues si bien es cierto que algunos se usan en todo el Perú, aquellos son más comunes en el sur del país, y esta escena se desarrolla en el norte.

Doña Adelaida Se trata de una mujer analfabeta (variedad diastrática) del norte del Perú (variedad diatópica), sin ninguna instrucción (código restringido), se sabe que es ―mayor‖ pero su edad es un misterio, y que sobrevive con lo que le dan sus escasos clientes de la santería. No se le conoce otro oficio ni beneficio. Al igual que en el personaje femenino antes analizado, su lenguaje es claro y directo, haciendo gala de una excelente aplicación del principio de cooperación. Podríamos hablar de una variedad diafásica informal (registro), en un ámbito cotidiano. Y pese a que está en desventaja en la jerarquía social, Don Felícito está por encima de ella socialmente hablando, es él quien necesita su consejo y acude a visitarla, y los 25 años de amistad que tienen le dan libertad para tutearlo (deixis social7) y mostrarse con absoluta naturalidad frente a él. Es ella quien lleva la batuta en la conversación. No hace uso de una cortesía negativa (en ningún momento añade expresiones como ―por favor‖), por el contrario sus expresiones son llanas (léemela, siéntate, ¿para qué me vas a dar plata?). Sí respeta el turno de la palabra en el diálogo, no por el hecho de ser mujer o por una cuestión de jerarquía social; eso suele ser bastante más común en Latinoamérica que en España. Y lo más importante, pese a ser una persona sin instrucción, su lenguaje carece de incorrecciones gramaticales; pero sí está lleno de localismos. Así, tenemos:  ¡Che, guá! Es una expresión única de Piura y Tumbes (costa norte del Perú, frontera con Ecuador), no de todo el país, que denota remoloneo, sorpresa o admiración.  Abuso de diminutivos, no solo para sustantivos, sino también para adjetivos (cartita, papacito, papito, fresquita). En este fragmento no se da el uso de

6

Como dice HILDEBRANDT (2006: p.7), “ningún hispanoamericano tiene que hacer hoy el esfuerzo de pronunciar la consonante interdental para ser tenido como culto en la península”. 7 Deixis: http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/deixis.htm

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diminutivos con adverbios, pero también resulta muy común en toda hispanoamerica. Énfasis con el uso del pronombre personal ―yo‖ (¿Qué quieres que yo te diga?; ―Yo no soy Dios‖). Uso de regionalismos latinoamericanos, como es de esperar: plata, en vez de dinero; piedra de destilar (o piedra, a secas, en lugar de alcarraza8, término que se usa en otras latitudes de habla hispana). Abundante uso de códigos no verbales: gesticulación, hace pucheros, se carcajea, simula entristecerse (muy propio de esta zona del Perú, para mostrar empatía con tu interlocutor). Esto sí es más común en las mujeres que en los hombres, por tanto podríamos hablar de la presencia de la variable social género. Uso de nomás, como modificador verbal, para dar mayor énfasis a la expresión exhortativa9 (Acomódate, nomás). Aleza10 le atribuye un simple valor fático a este uso, pero prefiero quedarme con el del DPD.

Felícito Yanaqué Don Felícito, si bien proviene de un origen muy humilde y es cholo (un indio con usos occidentales, según el DRAE), sí tiene estudios secundarios (código elaborado) y para ello tuvo que emigrar del campo a la ciudad; pero no pudo ir a la universidad. Y como camionero que era, tuvo oportunidad de viajar a distintos puntos del Perú y ampliar así su horizonte cultural. Es piurano, por tanto su variante diatópica es la correspondiente a esta zona geográfica del Perú. Su variante diastrática no es excesivamente culta, pero tampoco roza en absoluto lo vulgar; podríamos decir que es estándar para el medio en el que vive. Y, según el contexto en el que se desenvuelva, la variante diafásica de la que hará uso podrá ser formal o coloquial. En este fragmento es evidentemente coloquial. Algunas características que podríamos apuntar sobre su sociolecto, a partir de este fragmento son:  Uso de localismos, como corresponde a cualquier persona que habita en un área geográfica determinada: pasada11, trajín, comadrita (aunque, con seguridad, Doña Adelaida no es la madrina de bautizo de ninguno de sus hijos, en el norte del Perú se usa este vocativo para establecer un trato más cercano con tu interlocutora); así como de expresiones coloquiales muy comunes en la zona (qué se le va a hacer; cuando no hay, no hay –en este caso como intensificador léxico semántico a través de la repetición; y en ambos casos para expresar resignación).  En cuanto a la interacción social, me gustaría fijarme en el microcontexto social. No olvidemos que ―contexto‖ es también el bagaje de conocimientos compartidos entre los interlocutores12. La relación establecida entre ambos les permite determinada complicidad, además del uso de determinados vocablos

8

http://es.wikipedia.org/wiki/Alcarraza Diccionario Panhispánico de Dudas: No más. En: http://lema.rae.es/dpd/?key=nom%C3%A1s ALEZA, M. y ENGUITA, J.M. (2010). p.189. 11 RAE: Pasada: [Acepción 17]. f. coloq. Mal comportamiento de una persona con otra. Una mala pasada. En Perú se usa más bien como “broma de mal gusto”. 12 LOMA, OSORO, TUSÓN, p.35. En el mismo sentido, REYES, p.19. 9

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(inspiración, por ejemplo) que en otro contexto carecerían del significado previamente acordado.  Como corresponde a su clase social, y un poco también porque es él quien necesita la ayuda, él sí utiliza la cortesía negativa, a través de expresiones añadidas (por favor); así como diminutivos cariñosos (comadrita); o los ―desarmadores‖ (En veinticinco años que te conozco nunca me has dado un mal consejo); o el uso del condicional para pedir un favor (¿No podrías darme [un consejo] ahora?) además de insistir en que la santera recibiera el dinero que él le daba como muestra de agradecimiento.  Salvo “bueno” como operador de formulación, no hay un uso excesivo de marcadores del discurso y conectores en este párrafo; seguro que el lenguaje gestual y el propio contexto se encargan de cubrir este aparente vacío.  En general, el uso de diminutivos entre los hombres está bastante más extendido en Latinoamérica que en España (variable social género). Así, opino que sería muy probable que Felícito más bien habría usado “ratito” en lugar de rato, cuando le pide permiso a Adelaida para sentarse.

CONCLUSIONES Del estudio de los distintos materiales y debates de esta asignatura, me gustaría apuntar las siguientes conclusiones. 1. La característica fundamental del idioma español es su ―unidad dentro de la diversidad‖; en este sentido, como indica su propio lema, la RAE ―limpia, fija y da esplendor‖, estableciendo así lo que debe ser tenido como “estándar‖ en los 21 países donde el español es lengua oficial, y es ésta la norma que debería enseñarse. Sin embargo, habiendo dicho esto, me gustaría puntualizar que, idealmente, el profesor debería adaptarse a los requerimientos específicos del alumno; así, por ejemplo, si un ejecutivo alemán necesita aprender español porque va a ir a trabajar a Venezuela, lo ideal sería conseguir un profesor venezolano para que dicho alumno, desde el principio, aprenda el estándar de ese país: la fonética, léxico y cultura de los hablantes cultos de dicho país. 2. En una clase de E/LE sería imposible detenerse a analizar las distintas normas ―cultas‖ de todo el espectro de la lengua panhispánica; en cualquier caso, me restringiría al aspecto diatópico. Es decir, dependiendo del área geográfica del idioma que nos interese, intentaría enseñar dicha norma. Al respecto, el DPD indica: “el Diccionario panhispánico de dudas evita conscientemente, en la mayoría de los casos, el uso de los calificativos correcto o incorrecto, que tienden a ser interpretados de forma categórica. Son más las veces en que se emplean expresiones matizadas, como Se desaconseja por desusado...; No es normal hoy y debe evitarse...; No es propio del habla culta...; Esta es la forma mayoritaria y preferible, aunque 13 también se usa..., etc.”

3. Sin lugar a dudas, el estudiante de ELE tiene que conocer el estándar, pero también los usos sociales a los que está expuesto (si está en inmersión); y como profesor deberé exponer el estado de la cuestión que se trata: es decir, al igual que en muchas lenguas, el español tiene formas normativas, y tiene formas dialectales, que no son ni correctas, ni incorrectas, sino más o menos apropiadas para diferentes contextos de comunicación. 13

RAE: http://www.rae.es/diccionario-panhispanico-de-dudas/que-es

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4. Es indudable que la norma del profesor se convierte en el modelo a seguir por sus alumnos, y es inevitable para el docente el reflejar su origen geolectal, sociolectal, y cronolectal cada vez que habla en clase; resultaría absolutamente artificial y forzado intentar hacerlo de otra manera. 5. Afortunadamente, los manuales E/LE cada vez incluyen más cierto léxico y

estructuras usadas en Hispanoamérica; sin embargo, no siempre se ajustan a la verdad de esas ―realidades‖ que mencionan. Como peruano que soy, muchas veces me sorprende ver que en determinados manuales puntualizan ―en Perú se dice así‖, y me consta que eso no es así. Grande14 concluye: “Realizados desde la perspectiva de España, [los manuales] han incorporado de un modo creciente información sobre el estado de la lengua en América. En alguno se ha llegado a adjuntar una versión para un área específica de ese continente. El objetivo final en cualquier caso es permitir que el alumno entre en contacto y pueda desenvolverse mejor en la realidad cotidiana del idioma.”

6. Más que un problema, la variación en la clase de E/LE la veo como una riqueza, un reto, una oportunidad de aprender más y ampliar horizontes; y de esa manera se la enseño a mis alumnos. De acuerdo, soy peruano, pero enseño en Madrid, España; por tanto, enseño la ―variante peninsular‖ del idioma español: el léxico y estructuras gramaticales que utilizo en mis clases son las correspondientes a la península; y sí, seseo, con mucho orgullo, sin que eso haya sido nunca un problema en mis clases, por el contrario, ha sido una muestra de la abundancia de nuestro idioma.

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GRANDE ALIJA, F.J. (2001). p.400.

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BIBLIOGRAFÍA

ALEZA, M. y ENGUITA, J.M. (2010) coordinadores. ―La lengua española en América: normas y usos actuales‖. Valencia, Universitat de València. 654 p. BROWN, P. y LEVINSON, S. (1987). ―Politeness: Some universals in language use‖. Cambridge, Cambridge University Press. pp. 55-84. GRANDE ALIJA, F.J. (2001). ―La diversidad del español a través de los manuales de E/LE. ¿Qué lengua enseñan?‖ En: “¿Qué español enseñar? Norma y variación lingüísticas en la enseñanza del español a extranjeros”. Actas del XI Congreso Internacional de ASELE, Universidad de Zaragoza, 2000. pp.393-402. HILDEBRANDT, Marta. (2006). ―El habla culta (o lo que debiera serlo)‖. 2ª ed. Lima, Quebecor World Perú. 482 p. LOMAS, C., OSORO, A., TUSÓN, A. (1992). ―Ciencias de lenguaje, competencia comunicativa y enseñanza de la lengua‖. En: ―Signos: Teoría y práctica de la educación‖. Año 3. No.7. Oct-Dic. pp.27-53. MARTÍN PERIS, E (2007) director. Diccionario de términos clave de ELE.

En:

http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/principiocooperacion.htm

MENDOZA, E. (2010). ―Riña de gatos‖. Madrid, Ed. Planeta. E-book. PRADO, E. et al. (2005). ―El español y sus variedades‖. Separata del MLAEELE. Barcelona, Funiber. 174 p. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. (2005) Voz ―No más‖ En:―Diccionario Panhispánico de Dudas‖. Ed. Santillana, p. 454. REYES, G. ―El abecé de la pragmática‖. En: ―Cuadernos de lengua española‖. No.23. Madrid, Arco Libros, 1995. 72p. VARGAS LLOSA, M. (2013). ―El héroe discreto‖. Madrid, Alfaguara. 392p.

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