El glíglico: la invención del lenguaje de Cortázar

Share Embed


Descripción

Mora 13





Catherine Kerbrat – Orecchioni. La enunciación de la subjetividad en el lenguaje. Argentina: Edicial, 1980. 17

Pedro Cerrillo. La literatura infantil en el siglo XXI. España: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2000. 104
Lewis Carroll. Through the looking glass, and what Alice found there . United States: McMillan, 1966. 21-24
Merrian Webster Dictionary http://www.merriam-webster.com/dictionary/jabberwocky
Lewis Carroll. A través del Espejo. Argentina: Ediciones del Sur, 2004. Web. 5 de noviembre, 2014. .
Monika Kapuscinska. Aventura de una traducción: El Glíglico Cortazario "a la polaca" y la musicalidad del lenguaje literario. Revista Re Vue, Diciembre 2011. 46
Julio Cortázar. Rayuela. México: Punto de Lectura, 2006. 43
Cortázar. 43
Julio Cortázar. Rayuela. México: Punto de Lectura, 2006. 488
Kapuscinska. 45
Kapuscinska. 44
Cortázar. 575
Kapuscinska. 45
Cortázar. 517
Kapuscinska. 46
Ella Fitzgerald. One note Samba. YouTube. Septiembre 2012. Web. 5 de noviembre, 2014. .
Pilar Peyrats. Jazzuela: El Jazz en Rayuela. Barcelona: Corre la Voz S.I, 2014.
Paul Berliner. Thinking in Jazz: The Infinite Art of Improvisation. United States: University of Chicago Press, 1994. 181

Guillermo Anad. Lunfardo, letra y lingüística. Revista Tinta Roja, 2013. Web. 5 de noviembre, 2014.
< http://www.tintaroja-tango.com.ar/2013/03/lunfardo-letra-mano-a-mano/ >.
Alejandro Gamero. Los tangos de Cortázar. La Piedra De Sísifo, 2005. Web. 5 de noviembre, 2014.
< http://www.lapiedradesisifo.com/2005/05/03/los-tangos-de-cort%C3%A1zar/>
Pilar Mora
Profesor. David Martínez
Maestría en Estudios Literarios y Musicales
¿Por qué escribo esto? No tengo ideas claras, ni siquiera tengo ideas. Hay jirones, impulsos, bloques, y todo busca una forma, entonces entra en juego el ritmo y yo escribo dentro de ese ritmo, escribo por él, movido por él y no por eso que llaman el pensamiento y que hace la prosa, literaria u otra (Julio Cortázar. Rayuela, 1963)¿Por qué escribo esto? No tengo ideas claras, ni siquiera tengo ideas. Hay jirones, impulsos, bloques, y todo busca una forma, entonces entra en juego el ritmo y yo escribo dentro de ese ritmo, escribo por él, movido por él y no por eso que llaman el pensamiento y que hace la prosa, literaria u otra (Julio Cortázar. Rayuela, 1963)28 de febrero del 2014
¿Por qué escribo esto? No tengo ideas claras, ni siquiera tengo ideas. Hay jirones, impulsos, bloques, y todo busca una forma, entonces entra en juego el ritmo y yo escribo dentro de ese ritmo, escribo por él, movido por él y no por eso que llaman el pensamiento y que hace la prosa, literaria u otra
(Julio Cortázar. Rayuela, 1963)

¿Por qué escribo esto? No tengo ideas claras, ni siquiera tengo ideas. Hay jirones, impulsos, bloques, y todo busca una forma, entonces entra en juego el ritmo y yo escribo dentro de ese ritmo, escribo por él, movido por él y no por eso que llaman el pensamiento y que hace la prosa, literaria u otra
(Julio Cortázar. Rayuela, 1963)





El glíglico: la invención del lenguaje de Cortázar
El modelo de la comunicación propuesto por Jackobson establece que hay seis factores en el proceso, cuatro de los cuales se dan entre el emisor y el receptor. Estos son: contexto, mensaje, contacto y código. Para Jackobson la importancia de los elementos que rodean al mensaje era fundamental para que el proceso tuviera lugar. Esto quiere decir que no es suficiente que el emisor envíe un mensaje si éste no será recibido y decodificado correctamente. Pero ¿qué pasa cuando el mensaje va codificado de forma tal que no se tiene la certeza que el receptor podrá descifrarlo? En tal caso ¿se considera una comunicación exitosa?
Julio Cortázar, en su novela Rayuela y más específicamente en el capítulo 68, describe una escena utilizando palabras inexistentes en el idioma español y seguramente en ningún otro. A continuación se hablará un poco de la relación que hay entre la invención de palabras y transmisión de un mensaje que se dan en el nonsense británico y el glíglico cortazariano así como de dos conceptos que posiblemente estuvieron en la mente del escritor al momento de crear el glíglico: el scat y el lunfardo.
El nonsense y el glíglico
Durante el siglo XIX surgió el pequeño movimiento británico denominado nonsense, sobre todo en la literatura infantil y fue atribuido a Edward Lear. Este movimiento tenía como característica el empleo de palabras inventadas que normalmente tenían como objeto la eufonía rítmica pero sin sentido, de aquí surge el término nonsense. Los poemas nonsense y los limericks (rimas humorísticas) buscaban entretener y divertir a los niños de la época.
El nonsense británico nos lleva casi al ámbito surrealista, desprovisto de cualquier intención pedagógica o moralizadora, resaltando la belleza del lenguaje y la rima […] Tanto el nonsense británico como el romanticismo en Alemania significan el comienzo de una literatura infantil con verdaderos valores artísticos y estéticos, rompiendo con los principios morales y facilitando al niño que se entregue a la fantasía.
Posterior a Lear, el escritor Lewis Carroll siguió la línea del nonsense mezclada con una buena dosis de surrealismo. Uno de sus más destacados trabajos al respecto es el poema titulado Jabberwocky el cual fue incluido en su obra Alicia detrás del espejo publicada en 1872.
Jabberwocky
'Twas brillig, and the slithy toves
Did gyre and gimble in the wabe;
All mimsy were the borogoves,
And the mome raths outgrabe.
"Beware the Jabberwock, my son!
The jaws that bite, the claws that catch!
Beware the Jubjub bird, and shun
The frumious Bandersnatch!"
La mayoría de las palabras de este poema son inventadas por Carroll, sin embargo pueden ser interpretadas a través del contexto de la historia narrada. Fue tan popular este poema que la palabra jabberwocky ha pasado al vocabulario de la lengua inglesa como sinónimo de jerga sin sentido. La traducción al español a cargo de Jaime Ojeda en 1973 titulada Galimatazo es una de las más conocidas y cabe resaltar que la palabra galimatías es utilizada para referirse a algo complicado y sin sentido, mucho antes de la traducción al español e incluso de la edición de la obra de Carroll.
Galimatazo
Brillaba, brumeando negro, el sol;
agiliscosos giroscaban los limazones
banerrando por las váparas lejanas;
mimosos se fruncían los borogobios
mientras el momio rantas murgiflaba.
¡Cuídate del Galimatazo, hijo mío!
¡Guárdate de los dientes que trituran
Y de las zarpas que desgarran!
¡Cuídate del pájaro Jubo-Jubo y
que no te agarre el frumioso Zamarrajo!

Al igual que Carroll, Julio Cortázar inventa un lenguaje al que llamó glíglico para escribir el capítulo 68 de Rayuela. El glíglico es un lenguaje que tiene como uno de sus objetivos el resaltar los aspectos estéticos y sonoros del idioma. Carroll busca divertir retomando conceptos surrealistas, mientras que Cortázar le deja el trabajo de la interpretación al lector. La primera mención al glíglico en la novela de Cortázar aparece en el capítulo 4 en un diálogo entre Horacio y La Maga. Él le dice a ella que si comienzan a hablarle en glíglico "al almacenero y a la portera, se va a armar un lío espantoso" Con esto se da a entender que el glíglico es comprendido sólo por Horacio y La Maga. De acuerdo con la teoría de Jackobson, el mensaje es codificado y decodificado únicamente por ellos dos, nadie fuera de este dúo entendería el lenguaje. Tenemos entonces la confirmación de que el glíglico si era entendido por Horacio, por lo que el proceso de la comunicación se da solamente al nivel de los dos protagonistas de este capítulo. En este lenguaje creado por la Maga y solo entendido por Horacio se expresa su compleja relación amorosa y el estilo juguetón de Cortázar.
Capítulo 68
Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían balpamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.
Al igual que el nonsense, el glíglico utiliza muchas palabras inexistentes en el vocabulario del idioma español. A través del uso de algunas palabras que son similares a otras y por el uso de verbos se puede inferir lo que el autor está tratando de decir. No pocos autores coinciden en que el autor se está refiriendo a una relación sexual ya que las connotaciones son más o menos claras para la descripción de un amor físico
El glíglico es sencillo y efímero. Es un lenguaje de las emociones, del amor y de la música. Es un lenguaje que quiere decir todo lo que no puede ser articulado ni explicado por medio de las palabras. Podemos constatar que es una alternativa para el lenguaje ordinario en el cual la gente no sabe comunicarse. El glíglico parece ser una gran metáfora musical que en la escena amorosa llega al punto culminante, vulgar en su suavidad.
A diferencia de Carroll y autores del nonsense, el glíglico tiene por objetivo expresar lo inexpresable pero real. Por otro lado, hay una importante participación del lector para la interpretación del capítulo 68. Para Cortázar este tipo de interacción entre el autor y el lector deja fuera al lector-hembra que resulta inservible para la nueva novela que se plantee. El autor busca a un lector que busque "destruir" la forma tradicional de la novela. Como diría el personaje de Morelli "¿Para qué sirve un escritor si no para destruir la literatura? Y nosotros, que no queremos ser lectores-hembra ¿para qué servimos sino para ayudar en lo posible a esa destrucción?" Tal parece que el mismo Cortázar nos da la respuesta al porqué el glíglico solo podrá ser un lenguaje que comunique un mensaje mientras ambos participantes del proceso actúen de forma activa. Es aquí en donde entra la importancia de varios capítulos en los que se menciona al personaje de Morelli. Cuando uno se enfrenta al glíglico, inevitablemente caemos en el juego que plantea Cortázar: "Al ser incapaces de entenderlas (las palabras) entramos en el juego que nos propone el autor, empezamos a ser co-creadores de la acción reflejando en ella todas nuestras pasiones y fantasías". De este modo el lector se convierte en cómplice del escritor, se transforma en un "camarada de camino".
Cortázar cuenta con la inteligencia de sus lectores. El único fin del glíglico es resaltar los aspectos estéticos y valores fonéticos de la lengua. No obstante, tal como lo conceptualiza Cortázar en la novela, el glíglico está destinado sólo a los amantes, es una barrera que los separa del mundo encerrándolos deliberadamente en el reino del amor y las emociones. Por otro lado, el glíglico lo podemos tratar como una burla de la incomunicación que sufrimos por utilizar el lenguaje tradicional. El acto de entender no está basado en las palabras y construcciones fijas: se basa en algo más fundamental, en el sentimiento y en la emoción, en la música y en la espontaneidad, en la creatividad y en la falta de orden impuesto.

El scat y el lunfardo
Existen otros conceptos relacionados a las palabras inventadas y que son de especial interés al analizar el glíglico. El primero es el scat singing el cual es una forma de improvisación vocal que utiliza palabras sin sentido y es propio del jazz. Cabe mencionar que Rayuela siempre ha estado ligada a este género musical y hay análisis comparativos que lo destacan, tales como el libro escrito por Pilar Peyrats. En el presente escrito la intención es solamente puntualizar la relación que pudiera existir entre la improvisación de palabras vocalizadas en el jazz, género muy querido por Cortázar, y la invención de palabras sin sentido del glíglico. Algunos músicos de jazz "cantan" los sonidos que pretenden reproducir posteriormente en el instrumento. Se podría decir que es una especie de "borrador sonoro" que les sirve antes de la reproducción final. En el caso de Cortázar, podría decirse que el glíglico es su "borrador sonoro" de cómo quería que se escuchara la descripción amorosa del capítulo 68. Cortázar quiso dejarlo en "borrador" dejándole al lector la parte de la decodificación del mensaje.
New Orleans trumpeter Mutt Carey elaborates "When I´m improvising, I´m singing in my mind. I sing what I feel and then try to reproduce it on the horn" In his own case, Fred Hersch is not really sure which comes first, the singing or the playing. He teaches his students that "any jazz player should be able to scat sing his solo" Many artists practice conceiving patterns through singing before transferring them to instruments. It is said that Clifford Brown devoted as much time to singing as to instrument practice. Moreover, Louis Armstrong and many other outstanding soloists developed the skill to double as vocalists. Not only they could render unique interpretations of song texts, but they could expertly alternate instrumental and scat improvisations. Others, like bassist Slam Steward, sing or hum simultaneously with their instrumental solos, creating special timbral effects and reinforcing their conceptualization.

Por otro lado está el lunfardo, el cual es una jerga utilizada principalmente en los barrios bajos de Argentina. Ésta jerga fue utilizada por los presos para comunicarse sin que los guardias se enteraran de lo que estaban diciendo por lo que se le conoció como "El dialecto de los ladrones" gracias al título que le dio el periódico La Prensa en un artículo publicado el 6 de julio de l878. Posteriormente el lunfardo fue incluido en la letra de muchas de las canciones de tango. A modo de ejemplo se cita la letra de la canción Mano a mano escrita por Celedonio Flores:
Rechiflao en mi tristeza, te evoco y veo que has sido
en mi pobre vida paria sólo una buena mujer,
tu presencia de bacana puso calor en mi nido,
fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido
como no quisiste a nadie, como no podrás querer.
Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta,
gambeteabas la pobreza en la casa de pensión.
Hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta,
los morlacos del otario los jugás a la marchanta
como juega el gato maula con el mísero ratón.
Es conocido que Cortázar además del jazz disfrutaba del tango, al punto que también escribió un par de canciones para un disco titulado Trottoirs de Buenos Aires y editado en la década de los 80´s. Los títulos de las canciones escritas por el son Veredas de Buenos Aires y La Cruz del Sur que aunque no contienen palabras en lunfardo es un indicador de que posiblemente Cortázar conoció esta jerga.
Conclusión
El proceso creativo que llevó a Cortázar a inventar el glíglico nunca se podrá saber ya que es algo que solo le concierne al escritor. Lo que es posible es analizar algunas posibles vertientes que hayan sido influencia para Cortázar. Mucho antes del boom latinoamericano, el nonsense británico liderado por Carroll ya utilizaba palabras inventadas en sus textos y cuyo objetivo era entretener al público lector, dándole palabras que no tienen un significado y que su intención queda más en una lectura jocosa que no exige que el lector trate de descifrar. En el caso de Cortázar, el glíglico va más allá y no se conforma con el lector-hembra, sino que busca una respuesta en la otra parte, es decir, el lector. El glíglico a diferencia del nonsense si exige que el público trate de contextualizar las palabras para que la lectura adquiera un significado. De este modo el lector se vuelve cómplice del escritor porque juntos están creando el texto.
Por otro lado, se sabe que una de las pasiones de Cortázar era la música. Toda la novela de Rayuela está permeada por la estructura jazzista y en especial el capítulo 68 halla una especial relación con la improvisación vocal conocida como scat, que al igual que el glíglico utiliza palabras sin sentido pero que dentro del concepto artístico encuentra su lugar y su razón de ser. Así mismo se puede apuntar a la influencia de la jerga rioplatense conocida como lunfardo dentro del tango argentino. El lunfardo al igual que el glíglico, son un lenguaje que solo es conocido por el emisor y receptor. Todo aquel fuera de este sistema será incapaz de comprender el mensaje. El secreto está sólo entre dos.
Obras consultadas
Anad, Guillermo. Lunfardo, letra y lingüística. Revista Tinta Roja, 2013. Web. 5 de noviembre, 2014.
< http://www.tintaroja-tango.com.ar/2013/03/lunfardo-letra-mano-a-mano/ >.
Berliner, Paul. Thinking in Jazz: The Infinite Art of Improvisation. United States: University of Chicago Press, 1994.
Carroll, Lewis. A través del Espejo. Argentina: Ediciones del Sur, 2004. Web. 5 de noviembre, 2014.
.
---. Through the looking glass, and what Alice found there. United States: McMillan, 1966.
Cerrillo, Pedro. La literatura infantil en el siglo XXI . España: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2000
Cortázar, Julio. Rayuela. México: Punto de Lectura, 2006.
Fitzgerald, Ella. One note Samba. YouTube. Septiembre 2012. Web. 5 de noviembre, 2014. .
Gamero, Alejandro. Los tangos de Cortázar. La Piedra De Sísifo, 2005. Web. 5 de noviembre, 2014.
< http://www.lapiedradesisifo.com/2005/05/03/los-tangos-de-cort%C3%A1zar/>
"Jabberwocky". Merrian Webster Dictionary. Web. 05 de noviembre, 2014.
< http://www.merriam-webster.com/dictionary/jabberwocky>
Kapuscinska, Monika. Aventura de un traducción: El Glíglico Cortazario "a la polaca" y la musicalidad del lenguaje literario. Revista Re Vue, Diciembre 2011
Kerbrat – Orecchioni, Catherine. La enunciación de la subjetividad en el lenguaje. Argentina: Edicial, 1980

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.