El exilio del heroe medieval en el Otro mundo

El exilio del héroe en el roman medieval de Busca Eva Tresánchez-Ribes UCM-SELGYC 1 El exilio del héroe en el roman medieval de Busca: El Otro mundo como espacio ajeno. Eva Tresánchez-Ribes En el roman medieval francés de los siglos XII y XIII cuyo motivo es la búsqueda de una persona o de un objeto existen cinco etapas. La primera etapa de la estructura es la situación inicial, que es donde se describe el entorno estable del héroe; la segunda etapa es la del suceso inesperado, que es donde aparece la falta, el desorden y el desequilibrio mediante el rapto o la desaparición de una dama o de un objeto; la tercera etapa es la búsqueda, el viaje que emprende el héroe para encontrarlos; la cuarta es el encuentro del héroe con el objeto buscado y la quinta refleja el resultado de este encuentro, que es el restablecimiento del orden y de la armonía en la corte. La etapa más relevante y más extensa de esta estructura es la de la búsqueda. En ella aparece el exilio del héroe: la evolución de su identidad, la acogida y el rechazo que recibe de los elementos y los personajes del Otro mundo mediante una serie de aventuras y pruebas que deberá superar y que le conducirán al objetivo final que es el encuentro del objeto o de la persona. Algunos ejemplos de espacios del exilio del héroe en el Otro mundo los encontramos en El héroe medieval del roman de Busca es un exiliado, condición sine qua non para emprender la aventura de la búsqueda puesto que vive dentro y fuera de la sociedad en la que le correspondería vivir. Para poder reparar la falta de un suceso injusto que ha dejado a todo el reino sumido en un desequilibrio absoluto debe estar fuera de la corte y ser capaz de moverse por cualquier ambiente desconocido sea o no hostil. Una vez encuentre lo que busca también encontrará su hogar y su amada pero hasta entonces será un exiliado, un expatriado y tendrá que atravesar todo tipo de fronteras, dentro y fuera de sí mismo, si quiere hallar el objeto que restablecerá el equilibro y que lo conducirá hasta su patria. Este héroe buscador está profundamente marcado por la necesidad existencial de traspasar fronteras como la fuente, el puente, las encrucijadas, para poder viajar, transgredir y conocerse a sí mismo. Por consiguiente, ante todo, es un héroe de frontera y de exilio. Para encontrar el objeto buscado debe viajar y errar en el Otro mundo y en esa tierra situada en el Más allá encontrará países desconocidos y vivirá una serie de acontecimientos y encuentros maravillosos. Por consiguiente, en la etapa de búsqueda el héroe emprende un viaje repleto de aventuras en busca del objeto perdido o de la persona desaparecida. Se convierte en un exiliado hasta que encuentra el objeto buscado y se reubica en el espacio que le corresponde, es decir, en el lugar al que realmente siente que pertenece. Este periplo da el elemento de crisis que desencadena la narración y aleja temporalmente el héroe de la corte donde su individualidad se pone a prueba antes de que pueda reintegrarse a su comunidad. La relación que mantiene el héroe buscador consigo mismo, se refleja en la relación que tiene con el espacio de la búsqueda, del exilio. De modo que en su relación con el mundo