El espacio urbano rafaelino y el graffiti

July 8, 2017 | Autor: Constanza Abeillé | Categoría: Cultural Semiotics, Semiotics Of Culture, Urban Graffiti
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Descripción

El espacio urbano rafaelino y el graffiti: construyendo una identidad colectiva a partir del discurso. Cátedra de Semiótica I de la Lic. en Comunicación Social Universidad Católica de Santiago del Estero Unidad Académica Rafaela

Introducción El graffiti (plural de “graffito” que en italiano significa garabato o inscripción) es considerado hoy en día una forma de comunicación ya incorporada al paisaje urbano. Junto a los mensajes de carteles publicitarios y las vidrieras de los negocios representan voces sociales que se expresan en un espacio público y nos permiten reflexionar sobre la sociedad y el mundo en que vivimos (Gándara, 2002: 11). Decimos, entonces, que el graffiti es una manifestación cultural y una forma de expresión cuyo análisis puede ser abordado desde una perspectiva semiótica. El graffiti, como práctica discursiva, se caracteriza por estar en una superficie que no está destinada a ser soporte de escritura. Armando Silva sostiene que éste es “un tipo de escritura cualificado por la acción (situada) del lado de la prohibición social” (1987: 19). De allí su carácter transgresor: se hace presente en lugares no legitimados para tal fin. A partir de la selección de un corpus de graffitis de la ciudad de Rafaela, seleccionado, clasificado y ordenado por los alumnos de la cátedra de Semiótica I de la carrera de Comunicación Social de la UCSE, se presenta el siguiente análisis sobre las huellas discursivas de la identidad colectiva local en el espacio urbano. Para ello, hemos trabajado con un corpus teórico de referencia sobre teoría de la enunciación aplicada al objeto. 1.

El graffiti como género discursivo Partiendo de la definición de género discursivo propuesta por Mijail Bajtín,

podemos decir que el graffiti constituye un dispositivo de comunicación sociohistóricamente construido que refleja una práctica social más o menos ritualizada. Si bien cada enunciado es individual, “cada esfera del uso de la lengua elabora sus tipos relativamente estables de enunciados” (1995: 248) y cada uno de estos tipos puede ser 1

analizado a partir de su contenido temático, el estilo verbal utilizado y su composición o estructura. El contenido temático del graffiti es bastante amplio pero podemos decir que su análisis debe contemplar, al mismo tiempo, el lenguaje verbal y el lenguaje icónico utilizado. Temáticamente, se relaciona con expresiones políticas, sociales, artísticas o identitarias. De hecho, los dos ejes recurrentes de expresión en el discurso graffitero argentino son el fútbol y el rock, vinculados a identidades barriales, bandas o hinchadas de un club. Esta huella territorial se manifiesta como una práctica marginal, anónima, pero decididamente posicionada.

1 Eloy Gaytán y Conscripto Zubriggen (06/2015)

En cuanto al estilo verbal, el graffiti utiliza la síntesis, “va al grano” y explota la significación utilizando recursos lingüísticos y no lingüísticos que potencian su riqueza expresiva con la finalidad de “decir más con menos” (Gándara, 2002: 39). Al evaluar los ejemplos de la ciudad, hemos notado que predominan las formas breves, aforísticas, apotegmáticas y la economía de recursos constituye su principal rasgo formal. Todo contribuye a la significación: los dibujos, los colores, los mensajes. Esto se debe a que su lectura es siempre “pasajera”, “en tránsito”. En el cuento “Graffiti”, Cortázar describe muy bien este tipo de lectura: “la calle en su momento más solitario, acercarse con indiferencia y nunca mirar los graffiti de frente sino desde la otra acera o en diagonal, fingiendo interés por la vidriera de al lado, 2

yéndote en seguida”. La mirada lectora suele ser la de alguien que no se detiene, sino que continúa desplazándose por el espacio público. En el graffiti se produce un distanciamiento entre producción y recepción que se ve potenciado por el ocultamiento de quien produce el mensaje y el carácter más o menos aleatorio de quien lo recibe. Se trata de una comunicación en diferido que, aunque no presente las posibilidades de inmediatez que ofrece, por ejemplo, la interacción oral, no implica que no pueda derivar en una situación dialógica. Por el contrario, y volviendo al cuento de Cortázar, un graffiti en una pared puede ser el origen de una semiosis ilimitada: Cuando el otro apareció al lado del tuyo casi tuviste miedo, de golpe el peligro se volvía doble, alguien se animaba como vos a divertirse al borde de la cárcel o algo peor, y ese alguien como si fuera poco era una mujer. Vos mismo no podías probártelo, había algo diferente y mejor que las pruebas más rotundas: un trazo, una predilección por las tizas cálidas, un aura. Sin embargo, el hecho de que no haya conexión social entre quien lee y quien escribe y que el enunciatario no se encuentre presente o al menos claramente definido en el acto de comunicación, no significa que no deje huellas o indicios de un estilo personal. Por el contrario, el anonimato puede favorecer la configuración de un sujeto de la enunciación colectivo (Garí, 1995: 90). Para Armando Silva, en el graffiti se pone de manifiesto una escritura diseñada colectivamente, una voz supraindividual, una multiplicidad de voces superpuestas en el espacio urbano que deja ver segmentos del imaginario social. Dicho de otro modo, este carácter polifónico del graffiti da cuenta de las construcciones discursivas y la subjetividad de la sociedad en que vivimos. Por último, la estructura del graffiti puede analizarse teniendo en cuenta su forma más desplegada, el encabezamiento, el cuerpo del mensaje y la firma. CECI: SOS TODO PARA MI. DIEGO No obstante, en muchos casos no están presentes todos estos componentes. Pueden aparecer los dos primeros sin la firma, solo el cuerpo del mensaje o incluso solo la firma. Si alguno de los elementos falta, el lector puede “completar” en su mente la matriz discursiva (Gándara: 40). 3

9 CAPO EL GÜEMES MANDA FERRO KPO El análisis de Regina Blume (1985) es quizás el primero en abordar el graffiti desde la perspectiva del análisis del discurso. La autora propone un tipo de categorización basada en las motivaciones que subyacen a la producción de cada estilo de graffiti y lo simplifica en dos grupos definidos: •

Estilo conversacional: abarca aquellos graffiti que se dirigen a un lector en particular y buscan obtener algún tipo de respuesta. El lugar habitual donde se los encuentra son los baños o los bancos de un aula.



Estilo declarativo: la persona que escribe no espera una respuesta. Se dirige a cualquiera, expone un punto de vista o realiza un comentario.

Por su parte, Lelia Gándara propone ampliar los criterios de clasificación para abarcar la mayor cantidad posible de enunciados: •

De acuerdo al soporte material o al sitio elegido (paredones, puentes, exteriores de viviendas, puertas, trenes, colectivos, soportes naturales, etc.)



De acuerdo al estilo o a la temática relacionada (afectivos, humorísticos, poéticos, territoriales, políticos, gremiales, filosóficos, etc.)



De acuerdo a los sistemas de signos utilizados (solo mensajes verbales, solo icónicos, mensaje verbal + elementos icónicos)



Siguiendo un criterio geográfico o histórico (en qué ciudad, pueblo o espacio rural o urbano está y en de qué época data)



De acuerdo a los medios utilizados (dáctilo-pintura, pincel, brocha, marcadores, aerosol, esgrafiado, plantillas, tiza)



Según la intencionalidad (la intención comunicativa que tiene, si condenar, protestar, marcar territorio, expresar identidad, hacer propaganda política, expresar sentimientos, etc.)



Según el tipo de texto (poético/ expresivo, exhortativo, argumentativo, informativo-explicativo, etc.)

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El graffiti selecciona en la imagen visual los segmentos de mayor carga expresiva porque lo que busca, ante todo, es visibilidad o capturar la mirada. Por este motivo, el color es también un elemento fundamental porque refuerza el sentido de la frase o la idea representada. En resumen, podemos decir que la naturaleza dual del graffiti, vinculada a la escritura y al mismo tiempo a la pintura, constituye la clave de su riqueza expresiva. En el proceso de codificación, su mensaje se caracteriza por ser conciso y rápido de reproducir por lo que se encuentra despojado de elementos innecesarios y de ideas adicionales: va al grano, es unívoco y directo. En contrapartida, su decodificación es de naturaleza compleja, puede desencadenar un proceso interpretativo y conversacional infinito porque su receptor es plural. 2.

Ejemplos de análisis: el graffiti rafaelino En un recorrido por la ciudad de Rafaela, pudimos apreciar las distintas

estrategias utilizadas a la hora de realizar un graffiti que dan cuenta de sus características genéricas. Hemos dividido el corpus de acuerdo a su contenido temático, agrupando por un lado, los que refieren al fútbol y al rock y, por otro, los amorosos, sentimentales y filosóficos. Fútbol y Rock Ejemplo 1: En este graffiti, se ve la relación entre la pasión por el futbol y la música, vinculando elementos de orden nacional con lo local: el amor por un grupo de música nacional como son “Los Piojos”, con un club de trascendencia local como lo es “9 de Julio de Rafaela”.

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2 Cervantes y Bernardo de Irigoyen (06/2015)

En este graffiti el autor utiliza una parte de la canción “Y que más”: Y que más por este amor Como un borracho necesita un bar Como un preso libertad te necesito Como un mendigo un poco de pan Como un ciego imaginar te necesito

La canción pareciera referirse a una persona amada, pero en este caso el autor del graffiti lo vincula por su pasión futbolera y el club de futbol del que es seguidor. También se utiliza la imagen de un piojo (logo del grupo de rock) pero con la camiseta roja y blanca del club local. Ejemplo 2: En este muro podemos ver de nuevo la combinación entre el fútbol y la música. Se pueden apreciar los distintos logos de grupos musicales como La Renga y Viejas Locas, pero pintados con los colores del club. El autor utilizó, además, una frase de una de las canciones de La Renga (“Hola a todos yo soy el León”), pero haciendo referencia al Club 9 de Julio de Rafaela, ya que a este club de futbol lo apodan “El León”.

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Colón al 800 (06/2015)

Ejemplo 3: El mensaje de este graffiti hace referencia a una canción de la banda de rock nacional Viejas Locas: Siempre juntos en el show nunca los voy a olvidar hermanos de sangre son lo mejor que hay son rock and roll, son rock and roll.

Hace unos años en la escuela quería progresar pero progresar era comer, dormir y trabajar. Que sistema de mierda y como te puede cambiar algunos quieren todo el oro yo solo quiero vagar con vos. 7

(“Hermanos de sangre”)

4 Lorenzatti y Ayacucho (06/2015)

Fuera de contexto podríamos entender el contenido del mensaje como una expresión sentimental, de amor o amistad, pero al referirnos a la fuente podemos decir que se trata de un graffiti identitario relacionado con el rock como estilo de vida. No se explicita un enunciador. El soporte material elegido es un portón de chapa escrito con aerosol azul. Haciendo un análisis del contenido del mensaje podríamos definir el mismo como una metáfora ontológica (Lakoff y Johnson, 1995) ya que se vincula con un acontecimiento determinado y a ciertas emociones. Amorosos, sentimentales y filosóficos Podríamos agrupar un tipo específico de grafitti dentro de la categoría amorosos/ sentimentales y definir ciertos rasgos discursivos que comparten con otros graffitis temáticos como los de denuncia o los filosóficos. Los tres destacan por la importancia que atribuyen al componente lingüístico por sobre el componente pictórico y presentan una grafía legible y clara. A excepción de las frases filosóficas a las que le atribuimos un grado cero de autoría, en el resto se puede

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ver una huella del enunciador y una orientación hacia un destinatario definido, que podrá leer o inferir el significado de la frase. Son pocos los casos de graffitis escritos en lengua extranjera y suelen estar en inglés que, en todo caso, reduce pero no tanto el marco de comprensión de los posibles destinatarios. Algunos ejemplos: FOREVER ALONE (solo para siempre) NOBODY SAID IT WAS EASY (nadie dijo que fuera fácil) Este último ejemplo corresponde a un fragmento de la canción “The Scientist”, de Coldplay. En su contexto, se trata de una relación amorosa interrumpida que es difícil de sobrellevar. Fuera de él, se puede referir a la situación económica u a otra dificultad totalmente distinta a la de su fuente) Ejmplo 1:

5 Lisandro de la Torre y Pellegrini (06/2015)

Realizado en una pared de una fábrica abandonada; la fecha otorga fijación en el tiempo a la atracción sentimental y la demarcación de propiedad del territorio. Derrida opina que la firma representa la particularidad de ser al mismo tiempo única y repetible ya que es una huella identitaria y también una marcación territorial que se puede multiplicar ene le espacio. También se destaca el uso de apodos para designar al amante o amado:

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TOTITO, NUNCA TE ALEJES DE MÍ. TE AMO Ejemplo 2:

6 Perú y Pellegrini (06/2015)

Las frases filosóficas intentan captar la atención de la gente y ayudarla a reflexionar sobre el tema que proponen, en las paredes o muros de la ciudad de Rafaela. Si bien en este caso, sabemos que fue realizado por A.P.R, las frases sin firma buscan generar una instancia enunciativa colectiva. Es como un lienzo para el pueblo. Con respecto a la ortografía no se observan estrategias importantes, sí distintos tipos de trazos finos. Gran parte de las frases ocupan un lugar significativo en el espacio y están escritos con aerosol negro. Ejemplo 3: Se trata de un graffiti de denuncia. El significado de esta frase literalmente es “la policía es narco”. Por los términos utilizados, no parece que quiera transmitir eso, pero lo hace. Denuncia una acción mal vista por los graffiteros.

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7 Iturraspe y Eloy Gaytán (06/2015)

Ejemplo 4:

8 Colón y Luis Fanti (06/2015)

Este graffiti pertenece a una serie de pintadas de Acción Poética Rafaelina. Desde nuestro punto de vista, el mensaje lingüístico refleja una expresión de amor. Pueden observarse las marcas del enunciador en la firma, junto con la fecha de su realización. Se puede observar el uso de pintura negra, brochas y pinceles.

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Conclusiones La práctica del graffiti es una práctica de escritura que involucra formas de expresión identitaria, de territorialidad y de denuncia. Las huellas del sujeto se leen a través del discurso urbano permitiendo construir una identidad colectiva. El graffiti es auto-representación pero también encarna la voz de diversos grupos barriales, futbolísticos, musicales, poéticos, etc. que constituyen formas de organización ciudadana. El graffiti marca simbólicamente el espacio urbano construyendo un territorio discursivo sin dueño. Lelia Gándara dice: Al adueñarse de la ciudad, el graffitero le imprime color, formas, voces, inscribe provocaciones, insultos, demandas, ironías, frases ingenuas, protestas, lugares comunes, mensajes de amor, amenazas, filosofía barata o pensamientos profundos, poesía. La ciudad es suya: paredones de fábricas o talleres abandonados, cortinas metálicas detrás de las que hay quién sabe qué, fachadas de casas particulares, estaciones de trenes, paredones de plazas, paredes de escuelas, de iglesias, de edificios públicos, baños de bares, etc., se convierten en espacios tomados por quien allí toma la palabra (2002: 118) La intencionalidad del graffiti tiene que ver con la voluntad de diferenciarse de lo socialmente establecido pero, al mismo tiempo, invita al destinatario anónimo y colectivo a identificarse con su voz. Como todo hecho del discurso, el graffiti es también acción y toda acción comunicativa modifica el mundo (121). Por eso nos ha interesado, en este breve análisis del graffiti rafaelino, identificar los segmentos del imaginario social y de las configuraciones sociales de la ciudad. Referencias bibliográficas Bajtín, Mijaíl: Estética de la comunicación verbal. México, Siglo XXI, 1995, 5º ed. Baudrillard, J.: “Kool Killer: Los graffitis de New York”, en Revista de Sociología, Nº 2, Universidad Autónoma de Barcelona, 1983. Blume, Regina: “Graffiti”, en Discourse and Literature, ed. Teun A. Van Dijk, Nº 3, año 1985, pp. 137-148. Amsterdam/Philadelphia: John Benjamins Publishing Company. Gándara, Lelia: Graffiti. Buenos Aires, Eudeba, 2002, 1º edición. 12

Garí, Joan: La conversación mural. Ensayo para una lectura del graffiti. Madrid, Fundesco, 1995. Silva, Armando: Imaginarios urbanos. Bogotá, Tercer Mundo Editores, 2000, 4º edición. ______________ Graffiti. Una ciudad imaginada. Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1988. ______________ Punto de vista ciudadano. Focalización visual y puesta en escena del graffiti. Bogotá, Publicaciones del Instituto Caro y Cuervo, Series Minor XXIX, 1987.

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