El descubrimiento y las actuaciones arqueológicas en Santa Eulalia de Bóveda (Lugo) : Estudio historiografico y documental de los avatares de un Bien de Interés Cultural

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Descripción

Enrique Jorge MONTENEGRO RÚA

EL DESCUBRIMIENTO Y LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN SANTA EULALIA DE BÓVEDA (LUGO) Estudio historiográfico y documental de los avatares de un Bien de Interés Cultural

Prólogo de Carmen Fernández Ochoa y Felipe Arias Vilas

©Enrique J. Montenegro Rúa ©De esta edición: Concello de Lugo

Edita: CONCELLO

DE

LUGO

Concellería de Cultura e Turismo

Imprime: Gráficas ATV ISBN: 84-930760-7-4 Depósito Legal: C-1353-2005

A Teresa, compañera de viaje

PRESENTACIÓN

Desde su descubrimiento en 1926, el singular monumento de Santa Eulalia de Bóveda ha despertado en Galicia un gran interés entre los estudiosos, y se ha convertido, siquiera sea en ámbitos minoritarios, en uno de los "lugares mágicos" de Galicia. Sin embargo, tal vez fuera de nuestras fronteras no sea suficientemente conocido, ni siquiera en los medios científicos, a pesar de la extraordinaria importancia que le confiere el hecho de no conocérsele paralelos en la Europa occidental, y muy pocos en el resto del territorio del antiguo imperio romano. En parecida situación, mutatis mutandis, se hallaba hace unos años nuestra muralla romana, única en el mundo, ahora más conocida por haber sido declarada en el año 2000 como Patrimonio de la Humanidad. Pero todos somos, o deberíamos ser, conscientes de que esta declaración, con toda su enorme trascendencia, no es suficiente, y que es necesario un importante esfuerzo para que su conocimiento se extienda y profundice, tanto a nivel popular como en los medios científicos. En este camino, el Ayuntamiento de Lugo ha publicado recientemente un importante libro de alta divulgación científica sobre la muralla, que sin duda será recibido como un hito por las universidades y otras instancias culturales de todo el mundo. Es cierto que el monumento de Santa Eulalia de Bóveda no alcanza la majestad de la muralla lucense; pero en su maravillosa pequeñez encierra una gran belleza y una gran importancia para el estudio de la civilización romana. Por ello nuestro Ayuntamiento se congratula de ofrecer a los estudiosos de todo el mundo este libro de Enrique J. Montenegro, en el que encontrarán sin duda una información valiosísima que no es necesario justificar ni analizar en estas líneas. Pero sí quiero mencionar todavía una cosa, aunque pueda parecer muy utilitaria, pues al fin y al cabo no sólo de ciencia vivimos. El hecho de que éste sea un libro científico y no divulgativo no quiere decir, ni mucho menos, que no sea útil también para otro firme propósito de esta Concejalía, que es el de convertir a Lugo en un importante destino de turismo cultural. Sabemos que este trabajo, editado como es natural en una tirada corta, será leído tan sólo por unos centenares de estudiosos. Pero sabemos asimismo que el hecho de que estos estudiosos posean un mayor conocimiento de Santa Eulalia de Bóveda tendrá un efecto multiplicador, y con éstas y otras iniciativas probablemente en los próximos años veremos aumentar notablemente las visitas, especialmente si la Administración titular del monumento se decide a profundizar en los esfuerzos para acondicionar y promover un patrimonio quizá no suficientemente valorado hasta ahora.

Concepción Burgo López Concelleira de Cultura e Turismo Excmo. Concello de Lugo

PRÓLOGO Carmen Fernández Ochoa

Felipe Arias Vila

Catedrática de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid

Director del Museo del Castro de Viladonga (Lugo)

Tenemos que reconocer que, aunque sea a modo de prólogo, hablar del monumento de Santa Eulalia de Bóveda es siempre atractivo, a la vez que peligroso y, en todo caso, "agradecido". Atractivo por razones obvias: se trata de un enclave arqueológico (también artístico y, desde luego, histórico) de una enorme singularidad, unida a un insoslayable carácter monumental y, sobre todo, todavía cargado de "enigmas", pues quizás es este el término aplicado a Bóveda que más fortuna tuvo en la bibliografía y hasta en la opinio communis, a raíz de los trabajos y los escritos que sobre este conjunto se han venido haciendo en estos ochenta años desde su descubrimiento "oficial". Pero precisamente por lo antedicho, hablar de Bóveda sigue siendo "peligroso", pues estamos ante un monumento-yacimiento lleno de dificultades interpretativas, marcadas en buena medida precisamente por toda la serie de intervenciones –no siempre atinadas aunque esto sea fácil decirlo a posteriori–, es decir, ante un conjunto donde aparecen por doquier datos no siempre fidedignos ni contrastables por la ciencia arqueológica, cuando no contradictorios. Adelantemos ya que, en este sentido, el presente trabajo de Enrique Montenegro Rúa ayudará, y mucho, a entender y clarificar no pocos problemas o "peligros" interpretativos o de conocimiento de este monumento lucense. Y en fin, cuando se habla de Bóveda, hay que constatar que es un yacimiento y un conjunto patrimonial irrepetible muy "agradecido", porque ha admitido casi todo tipo de tesis, hipótesis, interpretaciones, comentarios, sugerencias y recreaciones posibles, precisamente por aquellos problemas de conocimiento y análisis que, aún hoy, dejan abiertas mil y una posibilidades, incluso para el visitante más indolente.

Pese a los intentos de Manuel Chamoso, Alberto Balil o Rosa Gimeno, entre otros, por rastrear datos e informaciones contrastadas y por lo tanto útiles en la documentación relativa al descubrimiento y a los sucesivos y numerosos avatares sufridos por Bóveda, se echaba mucho en falta el trabajo que ahora prologamos, es decir una investigación seria y demorada que es, por un lado, una "arqueología de la arqueología" de tan singular y complicado conjunto; por otro, un apunte o una muestra más de la hoy tan en boga "arqueología de la arquitectura", e incluso, en este caso y en ultimo lugar pero no por ello menos importante, una "arqueología de la restauración". Pues en Santa Eulalia de Bóveda nos encontramos con múltiples problemas derivados de los azares de su descubrimiento pero, curiosamente, muchos más provienen de toda la serie de intervenciones poco justificadas, cuando no erráticas y, sobre todo, poco o nada documentadas antes, durante y después de su ejecución. Una de los aspectos que más llama la atención de la aportación de Montenegro es la constatación de que sabemos más, porque está más documentado e incluso publicado, de los primeros años de vida de Bóveda como enclave patrimonial que de buena parte de las actuaciones de las últimas décadas, para vergüenza de las administraciones competentes y de sus responsables, para dificultad de los investigadores pasados, presentes y futuros, y a la postre, para desgracia de toda la sociedad como propietaria y usuaria última que es de este conjunto patrimonial. Faltaba, pues, una revisión a fondo de la historiografía y de las intervenciones arquitectónicas, arqueológicas o de cualquier otro tipo sufridas por el monumento de Bóveda, es decir, una revisión rigurosa y realizada con método científico por alguien que no estuviese mediatizado por consideraciones apriorísticas, tanto desde el punto de vista científico e interpretativo como en lo que se refiere a la intervención y/o la gestión patrimonial. El trabajo de Enrique Montenegro era, por todo ello, muy necesario e incluso urgente, ya que se ha volcado en una labor paciente y, muchas veces, ingrata cuando no penosa y desmoralizante por la poca colaboración de algunas personas o entidades, a las que sin embargo el autor ha terminado por sacar algún tipo de información. De la lectura de las páginas que siguen se pueden deducir claramente las dificultades que Montenegro ha tenido en el rastreo y recogida de la documentación, tanto científica como administrativa y tanto escrita como gráfica, dificultades que muchas veces el autor ha solventado a base de paciencia y tesón. En esta labor de documentación y sistematización de datos se ha ayudado de su buen manejo de la cámara digital y de su pericia en el conocimiento informático, otra de sus grandes sabidurías y aportaciones a la arqueología y al patrimonio cultural (algo que sabemos bien en el Museo

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del Castro de Viladonga al que el autor está tan unido a través de su Asociación de Amigos, que le debe una ingente labor de estudio, difusión y divulgación). De entrada y por primera vez, es posible conocer todo (o en cualquier caso todo lo que es posible saber ahora) sobre lo relacionado con el descubrimiento de Bóveda y las subsiguientes obras de desescombro y primera adecuación del monumento (incluso ya para su visita) en los tiempos de López Martí, y esta aportación es fundamental porque puede aclarar y explicar intervenciones posteriores como, por ejemplo, las de Chamoso Lamas, durante mucho tiempo discutidas cuando no denostadas, y que ahora deben ser reinterpretadas y, en cierto modo, "rehabilitadas" para la memoria científica. Tal es el caso de la tan debatida piscina interior y sus canales asociados, que ahora sabemos no fue una invención chamosiana, aunque ello pueda ofrecer más problemas para la interpretación cabal y global, sincrónica y también diacrónica, del conjunto, o bien la cuestión de la pequeña hornacina situada bajo el hueco del ábside (que aparece y desaparece según qué planos y hasta en la realidad actual), o incluso lo relacionado con la situación original de los restos fragmentados de pinturas o de otros hallazgos sueltos dentro y fuera de este monumento del valle del Mera. Pero además y por supuesto, Montenegro presta también una atención especial a todas las intervenciones patrimoniales que han dejado al monumento en el estado actual, con los problemas no sólo científicos e interpretativos que plantean, sino también por las consecuencias que tuvieron y tienen en el estado de conservación del conjunto, cuyos problemas aún permanecen abiertos en muchos aspectos, casi diríamos que en varios frentes. Así, el autor analiza y hasta desmenuza, también por primera vez, los criterios, circunstancias y resultados de las obras de "reconstrucción" a cargo de los arquitectos Menéndez-Pidal y Pons-Sorolla, que fueron decisivas en la configuración general del monumento, así como la posterior actuación de González Trigo en los años setenta del siglo XX, dirigida, fundamental aunque no únicamente, al saneamiento y a la protección superior del sitio, o bien, y por último, las últimas intervenciones, aún inconclusas, de Manuel Gallego y César Portela, desde luego no menos importantes y decisivas que todas las anteriores. De igual modo, y como fruto del protocolo científico que exige un trabajo de esta naturaleza, Montenegro trata las últimas (casi se podría decir más atinadamente, las primeras) investigaciones propiamente arqueológicas, es decir sistemáticas, en el monumento y en su interesante contorno, desde los análisis, inéditos como tantas otras actuaciones y estudios sobre Bóveda, de Alberto Balil hasta las catas y excavaciones en área realizadas por Rosa Gimeno, tanto en el interior del monumento como en sus zonas cercanas o en el vecino Castro de Corvazal, cuya relación con aquél sigue siendo tan atractiva como difícil de probar y, desde luego, de explicar o interpretar.

Así pues, con este trabajo de Enrique Montenegro quedan sentadas las bases para acometer el estudio "definitivo" (aunque siempre es complicado y muy arriesgado emplear este término en el ámbito científico) del monumento de Bóveda, ahora ya exclusivamente desde el punto de vista arqueológico e histórico, una vez que se ha podido depurar, tamizar y aclarar la tremenda hojarasca, o mejor diríamos bosque impenetrable, que suponían las sucesivas intervenciones y los continuos avatares sufridos por este yacimiento-monumento. La contrastación de los datos disponibles permitirá ahora al autor encarar, pues, un estudio completo del sitio, su disposición original y su evolución, su carácter, función o funciones, y su significado en la arqueología galaica, aún a sabiendas de que las opiniones científicas seguirán sin ser coincidentes pues esa es una de las grandezas, y de las miserias, de la ciencia arqueológica. Seguiremos teniendo un conjunto "agradecido" porque admitirá hipótesis muy diferentes, pero a partir de ahora contaremos con datos e informaciones contrastadas y contrastables que evitarán, o al menos dejarán en evidencia, ciertas explicaciones más o menos originales, ocurrentes, atrabiliarias o claramente esotéricas e imaginarias, pues dichos datos o la ausencia de ellos ya no podrán ser esgrimidos sin criterio a conveniencia de cada cual. El presente estudio historiográfico de Bóveda, con sus cinco densos capítulos y con su impagable aparato gráfico –completo, interesantísimo y bien secuenciado–, quedará ya en los anales científicos de la arqueología gallega, aunque como el propio autor reconoce, aún quedan muchas cosas por hacer. En todo caso, él ya se ha ganado el agradecimiento de todos los que, de un modo u otro y ciertamente somos muchos, siempre quisimos saber algo más de este monumento lucense de la antigua Sancta Eulalie Alta in Mera

Lugo – Madrid, primavera 2005.

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INTRODUCCIÓN Motivación del estudio El descubrimiento del monumento semisoterrado de Santa Eulalia de Bóveda generó grandes expectativas dada la singularidad de la construcción y la espectacularidad y originalidad de sus elementos ornamentales. La relativa sensación de impotencia que embargó el ánimo de los primeros investigadores al comprobar que los espectaculares hallazgos, más que aportar nuevas claves, añadían cada vez más interrogantes en su interpretación, sólo se pudo evitar con soluciones que podrían denominarse como de compromiso. Su carácter enigmático se ha justificado, en buena parte, como consecuencia de las lagunas generadas por las inadecuadas intervenciones que ha ido sobrellevando el monumento, especialmente en los años que siguieron a su descubrimiento1. En este trabajo de investigación se pretende ahondar en los trabajos arqueológicos y de restauración que se han realizado en el monumento desde 1926, año en el que transcendió su existencia. Se hará mayor hincapié en el estudio en detalle de lo que ocurrió en los años veinte, intentando extraer el mayor número de datos de lo publicado en relación con el seguimiento de las excavaciones, e incorporando las observaciones e interpretaciones recogidas no sólo por los investigadores que participaron en estos trabajos sino también por aquellos que, de un modo u otro, estuvieron en contacto con el monumento en este período de tiempo. A lo largo de los años que han transcurrido desde su descubrimiento, son numerosas las actuaciones realizadas en el edificio y muy escasos los resultados publicados, por lo que no deja de ser paradójico que los distintos artículos sobre las excavaciones que pusieron al descubierto Santa Eulalia de Bóveda aportan más datos que el resto de los distintos trabajos —arqueológicos, de conservación y restauración— publicados hasta la fecha. Algunos de los informes y proyectos de obra se han perdido para siempre o permanecen en

manos privadas. Otros se encuentran en diversos archivos, formando parte de fondos pendientes de inventariado y catalogación o simplemente a la espera de ser localizados y consultados. No son pocos los que se encontraban en esta última situación; y hablo en pasado porque comprenden un importante grupo de las fuentes documentales utilizadas en este trabajo de investigación. Llama la atención la ausencia de referencias a esta documentación en la abundante bibliografía, aportada por numerosos investigadores, sobre Santa Eulalia de Bóveda; cierto es que nunca se ha realizado un estudio completo del monumento. Pero es cuando menos asombroso, por no decir espeluznante, que no se hubieran tenido en cuenta a la hora de realizar las distintas obras de excavación, conservación y restauración. Desconozco los motivos de esta omisión, sobre todo si en su momento se encontraban en disposición de ser consultados, pero independientemente de cuales hayan sido estas razones, los gestores de este patrimonio debían de haberse preocupado en aglutinar toda la documentación sobre el mismo y exigir que se tuvieran en cuenta estos datos a la hora de dar el visto bueno a la realización de las respectivas obras. Con independencia de los daños irreparables que pudieron ocasionar en el monumento estas omisiones, la falta de difusión y las dificultades de acceso a esta información han contribuido a proyectar más incertidumbre sobre determinados aspectos de la investigación arqueológica de este tesoro histórico-artístico. Y en este sentido también me refiero a importantes fuentes bibliográficas que, inexplicablemente, no han sido tenidas en cuenta, así como la correspondencia privada e institucional de los distintos protagonistas que pudieran aportar pequeños detalles de gran importancia clarificadora. Algo semejante sucede con distinto material gráfico, posiblemente traspapelado en ninguna parte. Esto último no es el caso, por ejemplo, del archivo de Manuel Chamoso Lamas, que incluye un importante fondo fotográfico del

1 Se ha insistido mucho en las imprecisiones de estos primeros trabajos, pero esta apreciación se contradice con el máximo rigor que intentaron aplicar en los trabajos arqueológicos, el respeto y objetividad con el que contemplaron las distintas interpretaciones sobre su origen y funcionalidad y la entusiasta labor en la difusión del seguimiento de las labores de desescombro y en la divulgación de tan extraordinario monumento. ¿La información que nos legaron es insuficiente o es que en Santa Eulalia de Bóveda se localizan distintos aspectos artísticos y culturales representantes de grandes lagunas que aun existen sobre el conocimiento del arte, su simbolismo y las creencias de la sociedad en el mundo antiguo? ¿Se puede considerar la historia de la investigación de Santa Eulalia de Bóveda como la historia de una frustración?

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patrimonio artístico gallego pero que aún se encuentra en proceso de catalogación. Es muy probable que el acceso al mismo aporte datos significativos que permitan completar alguna de las lagunas de la investigación de Chamoso en Santa Eulalia de Bóveda. Justificación metodológica El objetivo básico de este trabajo de investigación está orientado a identificar las sucesivas transformaciones que pudieran haberse efectuado en Santa Eulalia de Bóveda. Para ello será necesario obtener toda la información posible que permita recuperar, para la Historia de la arqueología gallega en general y para la investigación de este Bien de Interés Cultural en particular, las distintas actuaciones que han ido acometiéndose desde los años veinte del pasado siglo, tanto arqueológicas como de restauración y conservación. La metodología utilizada consiste, fundamentalmente, en localizar todo tipo de fuentes documentales que permitan rescatar datos precisos y necesarios sobre varios aspectos de la investigación, como puede ser la aportación de información inédita, y su contraste con las fuentes bibliográficas. Es primordial para este estudio el rescate, entre los distintos Archivos de la Administración, de proyectos y/o informes de excavación, conservación y restauración que aún permanezcan inéditos y la relectura de los ya publicados, especialmente los relativos a los primeros trabajos realizados en los años veinte, para acometer una exhaustiva revisión que permita reinterpretar, en la medida de lo posible, las excavaciones que pusieron al descubierto los distintos elementos arqueológicos. Esta revisión tiene que apoyarse en otro tipo de documentación complementaria, especialmente con correspondencia administrativa y personal, noticias en prensa de la época, etc., generada como consecuencia del seguimiento de los distintos trabajos. La escasa información que ha trascendido sobre los distintos trabajos realizados en el monumento se contrapone, en gran medida, con la abundante bibliografía que han generado diversos estudios interpretativos, su inclusión

en distintos corpora arqueológicos y artísticos así como en numerosas publicaciones de difusión y divulgación de Santa Eulalia de Bóveda.2 Esta ausencia de datos determina la labor base de este trabajo de investigación: obtener información; para lo cual se ha accedido a las siguientes fuentes3:

CONSULTA DE ARCHIVOS PÚBLICOS Y PRIVADOS • Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares) • Archivo Diocesano de Lugo • Archivo Central del IPHE (Madrid) • Archivo del Servicio de Arqueología del ICRBC (Santiago). • Archivo del Servicio de Arquitectura del ICRBC (Santiago). • Arquivo Xeral da Xunta de Galicia (Santiago) • Arxiu Mas (Barcelona) • Fototeca del Instituto Arqueológico Alemán (Madrid) • Fototeca de Monumentos y Arqueología del IPHE (Madrid) • Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) * • Real Academia Gallega (A Coruña) * • Real Academia Gallega de Bellas Artes Nuestra Señora del Rosario (A Coruña) • Real Academia de la Historia (Madrid) • Museo das Peregrinacións (Santiago) * • Museo do Pobo Galego (Santiago) *

CONSULTA DE ARCHIVOS PERSONALES • Felipe Arias Vilas

ESTUDIO DE MATERIALES • Museo Diocesano de Lugo • Museo Provincial de Lugo • Museo Municipal “Quiñones de León” (Vigo) • Museo Arqueológico Nacional (Madrid) *

ENTREVISTAS CON ALGUNOS DE LOS PROTAGONISTAS

• Nicandro Ares Vázquez • Felipe Arias Vilas • Blanca Besteiro García

2 Este trabajo es la base de uno de los pilares sobre la que se asentará la Tesis Doctoral sobre Santa Eulalia de Bóveda que ha de contar, necesariamente, con un estudio pormenorizado de las distintas interpretaciones sobre su origen y funcionalidad. 3 Incluidas múltiples visitas de estudio a Santa Eulalia de Bóveda y su entorno. (*) No he podido constatar la existencia de cualquier tipo de material original en relación con Santa Eulalia de Bóveda. Entre estos, llama la atención la ausencia de información en la Real Academia Gallega, lugar desde donde se realizó una importante labor de difusión de los trabajos arqueológicos realizados tras el descubrimiento del monumento.

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Finalmente, quiero indicar que, dada la peculiaridad de este estudio, se ha procurado contar con el material gráfico publicado de cada uno de los trabajos comentados, a pesar de que queda mermada la calidad de algunas fotografías por carecer del original. Si no se referencia autoría alguna se entenderá que forma parte de las ilustraciones aportadas por cada uno de los autores estudiados. En este caso se redirige esta referencia a lo explicitado en sus respectivos trabajos.

• José María Cabrera Garrido • Rubén Carricova Morandeira • Jaime Delgado Gómez • José Manuel Gallego Jorreto • Rosa Gimeno García-Lomas • Antonio González Trigo • José López Fernández • Ángel Rodríguez Pérez • Teresa Valle Fernández • Carmen del Valle Galbán

AGRADECIMIENTOS En primer lugar he de agradecer a Carmen Fernández Ochoa su aceptación para dirigir la Tesis Doctoral sobre Santa Eulalia de Bóveda que actualmente estoy desarrollando. Este libro no es más que un estudio previo y necesario con el que afrontar, con suficientes garantías, la investigación de un yacimiento arqueológico no exento de dificultades interpretativas. Sus observaciones, objeciones y consejos me han facilitado la adecuada orientación para la obtención de unos primeros resultados que consideramos oportuno dar a conocer en este momento.

Igualmente quiero agradecer el apoyo decidido a este proyecto editorial por parte de Jesús Pérez Regueiro, de la Galería Sargadelos de Lugo.

Igual confianza obtuve al contar con la inestimable colaboración de Felipe Arias Vilas que, desde el mismo momento en el que llegué a atisbar la posibilidad de abordar un estudio sobre Santa Eulalia de Bóveda, puso a mi disposición la documentación que poseía y sus conocimientos sobre este conjunto histórico-artístico y arqueológico lucense. Agradecerle también sus enseñanzas en el ámbito del patrimonio arqueológico de Galicia.

A los responsables de las distintas actuaciones en el monumento que he tenido la oportunidad de contactar, por su amabilidad al dedicarme una parte de su tiempo y su total disposición en aportar datos y documentación con la que coadyuvar a este estudio: Antonio González Trigo, José Manuel Gallego Jorreto, César Portela Fernández-Jardón, Rosa Gimeno García-Lomas, José María Cabrera Garrido y Carmen del Valle Galbán. En todos he constatado una fascinación por el estudio del monumento y el buen recuerdo que les aportó esta experiencia. De este común denominador también participan Teresa Valle Fernández y Blanca Besteiro García (restauradoras de la pintura mural) y José López Fernández (de la empresa de obras y restauraciones RESCONSA) a quienes también quisiera agradecer que hayan compartido conmigo las vicisitudes y conclusiones de su experiencia profesional en Santa Eulalia de Bóveda.

Ambos, además de revisar demoradamente el texto, han tenido la gentileza de prologar este libro. Esta aportación, realizada por personas con excelente trayectoria profesional y calidad humana, en las que siempre se manifiesta una actitud cabal ante los diferentes retos científicos que asumen, supone para mí un maravilloso galardón. Ha sido fundamental el apoyo del Concello de Lugo, al cual agradezco el interés por publicar este estudio, y muy especialmente, a su Concelleira de Cultura e Turismo, Mª Concepción Burgo López que muestra una especial sensibilidad por todo lo referente al patrimonio histórico y artístico de Lugo, del que el monumento de Santa Eulalia de Bóveda es una parte fundamental.

A Federico Garrido Villa, Subdirector Xeral do Instituto de Conservación e Restauración de Bens Culturais, por la autorización de acceso a los proyectos e informes de las últimas actuaciones en Santa Eulalia de Bóveda y por las facilidades ofrecidas para la obtención de documentación diversa, agradecimiento que quiero hacer extensible y expreso a los responsables del Servicio de Arquitectura.

A los sacerdotes Nicandro Ares Vázquez y Jaime Delgado Gómez con los que he mantenido agradables y relevantes conversaciones sobre la experiencia personal de sus respectivas investigaciones en Santa Eulalia de Bóveda. Con Nicandro Ares, además, he tenido el placer de compartir

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varias jornadas de estudio en el monumento y su entorno. A Rubén Carricova Morandeira y Ángel Rodríguez Pérez, vecinos de Bóveda, por sus informaciones sobre el desarrollo de los trabajos realizados al ejecutar diversos proyectos de obras. A “Checha” Montenegro Rúa por afrontar satisfactoriamente el reto de traducir la bibliografía en alemán. A Raúl Merinero Palomares por su aportación en el estudio de las particularidades geológicas presentes en el yacimiento.

No quisiera dejar sin mencionar la ayuda y el apoyo incondicional de César Llana Rodríguez ni la atenta aportación desde Asturias del bibliófilo José Luis Pérez de Castro. A Teresa, por su constante apoyo, por la ayuda en la revisión del texto y en la tediosa digitalización de numerosos documentos y, sobre todo, por las palabras y los gestos de aliento y por su comprensión.

Capítulo primero LOS PRIMEROS PROTAGONISTAS (1926-1949)

LOS PRIMEROS PROTAGONISTAS (1929-1949)

ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS TRAS SU DESCUBRIMIENTO

En septiembre de 1926, la Real Academia Gallega se hace eco de la reciente divulgación de un importante hallazgo arqueológico en el entorno de la ciudad de Lugo. Incluye en su boletín una breve noticia titulada El Arte cristiano en Galicia: un notabilísimo descubrimiento. En ella se narran las circunstancias del descubrimiento por parte del párroco del lugar. Había alcanzado los restos arquitectónicos tras cavar un angosto hoyo hasta una profundidad de tres metros. Facilitó su acceso mediante la colocación de peldaños de piedra, lo que le permitió la extracción de diversos materiales, de los que sólo existe constancia de un fuste de mármol y de varios ladrillos, que abandonó en el atrio4 de la iglesia. El autor de la noticia ofrece las primeras impresiones de su examen tras un viaje de estudio arqueológico a la provincia lucense realizado por los académicos Ángel del Castillo López y Fernando Martínez Morás: Consérvanse muros de regular aparejo granítico y parte de una nave abovedada, cuyas paredes y cielo están totalmente cubiertas de pinturas, en buen estado, y representativas de árboles, plantas y flores, frutas y aves diversas, a base de colores simples. Otros motivos de decoración, frisos y cenefas, acusan asimismo la manera visigótica o que perdura en los monumentos de esa época. Una curiosa ventana cuadrangular, surmontada por una abertura en triángulo, se abre al extremo de la nave, que debió de estar dividida del resto del monumento por una arcada cuyos arranques pueden verse claramente.

Se anuncia asimismo que la Comisión provincial de Monumentos de Lugo tiene intención de desenterrar totalmente el monumento. Será dos meses más tarde, el 10 de noviembre, cuando se da detallada y completa noticia en

el artículo de Luis López Martí Castillo5, Descubrimiento de una bóveda subterránea. Hallazgo importante, publicado en Vida Gallega6 (Foto 1). En un pequeño prólogo el editor agradece a López Martí, primero que tuvo noticias de la existencia del subterráneo y lo exploró, su deferencia al realizar el artículo sobre tan relevante descubrimiento. …ya muy visitado, que por cartas que tuvimos ocasión de leer, anunciábase la noticia de la posible visita de un sabio profesor de la Universidad de Viena, primera autoridad en lo que se refiere a templos cristianos primitivos7.

Foto 1: Portadas de números de Vida Gallega en los que se informa del descubrimiento de Santa Eulalia de Bóveda. BP, foto del autor.

López Martí describe el entorno inmediato del yacimiento, sitúa éste debajo del atrio de la actual iglesia parroquial e identifica un arranque de bóveda sobre un muro de granito y gruesas losetas cerámicas sobre el lado oeste del mismo8. De este muro son dos ladrillos que encuentra en la sacristía de iglesia. … miden 24 centímetros de ancho por 26 de largo y 6 de grueso, y tienen en los extremos unas a manera de gra-

4 …junto a las ruinas de un muro y arranque de bóveda, enhiestos todavía sobre el nivel del suelo y merecedores de cuidadoso examen. Desde un primer momento llamó la atención este muro, que podría formar parte de una segunda planta o de otra edificación realizada posteriormente. 5 Compaginaba sus aficiones en la arqueología, historia y en el Arte con las de apoderado de Tabacalera en Lugo, ciudad donde vivió y murió. Miembro de la Comisión Provincial de Monumentos, participó en la creación del Museo Provincial de Lugo del que fue su primer director. Fue correspondiente de la Real Academia Gallega y de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. 6 Revista gráfica nacida en enero de 1909. Se redactaba en Vigo y se distribuía a Galicia y América. Fue fundada por Jaime Solá que la convirtió en Sociedad Anónima en 1911 animado por el éxito con la que fue acogida y reflejado en el aumento de la publicidad que le permitiría editar 70.000 ejemplares en 1930. En los años veinte su periodicidad era aproximadamente de diez días. En sus páginas, colaboran los escritores y artistas más influyentes del panorama cultural gallego y constituyen un magnífico reflejo de la sociedad gallega del momento. Además, sus ilustraciones y fotografías, de gran calidad, incrementaban el valor documental de los distintos contenidos, como es el caso de Santa Eulalia de Bóveda, donde se publicaron las primeras fotografías de su descubrimiento. 7 Se produce aquí un pequeño equívoco o exageración por parte del redactor en relación a la entidad académica de la futura visita. Helmut Schlunk, que a la postre fue el que visitó el monumento, estudió, efectivamente, en 1925/26 en la Universidad de Viena, pero en el verano de 1926 se encontraba en la Universidad de Berlín donde fue alumno de Adolph Goldschmidt, catedrático de Historia del Arte Medieval especializado en ornamentos de época visigoda. Interesado en los monumentos españoles de los siglos IV al X, Goldschmidt pidió una bolsa de viaje para su estudio pero le propuso a Helmut Schlunk que lo realizase en su nombre (Hauschild, Schubart 1983, p. 295; Fernández-Puertas 1983/84, p. 358). En relación a la idea del origen cristiano del monumento no deja de ser significativo que un especialista como fue Helmut Schlunk nunca lo atribuyese a esa época, como más adelante comentaré. 8 Creo que se produce una errata en la ubicación de este muro y que realmente se refiere al existente en el lado norte del atrio (vid nota 4); a pesar de que la referencia oeste lo situaría paralelo a la fachada principal del actual templo cristiano, circunstancia esta que permitiría identificar su orientación fácilmente. Si no fuera un error estaríamos ante la descripción de un importante muro desgraciadamente desaparecido.

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EL DESCUBRIMIENTO Y LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN SANTA EULALIA DE BÓVEDA (LUGO)

pas u oquedades, sin duda para unir entre si estas piezas y hacer más resistentes su trabazón9.

Los atribuye a la cultura romana pero apunta a una posible persistencia en época visigótica. La descripción de la localización de las ruinas permite identificar el lugar preciso donde se produjo el descubrimiento, lugar de ubicación confusa en la historiografía de Santa Eulalia de Bóveda. Se accedía por una oquedad, tapada por una losa de granito, situada en el exterior y próxima a la sacristía del templo parroquial. Unos rústicos escalones permitían el acceso a una reducida estancia abovedada, de aproximadamente tres metros cuadrados, que precedía a un vano de acceso, situado a ras de suelo, y que correspondería a la ventana sur de la fachada (Foto 2)10. Además, aporta datos interesantes sobre el interior del monumento en el que sólo estaba accesible la nave lateral sur y que supongo también rellena de escombros hasta el nivel de la ventana. El acceso a la nave central no era posible dada la existencia de un muro que la tapiaba completamente. …sin duda como soporte del atrio que sobre el descansa.

Finalmente López Martí apunta la necesidad de realizar excavaciones para averiguar la funcionalidad del edificio, en la que contará con la dirección técnica del arquitecto García Puig:

Foto 3: Notabilísimos dibujos milenarios hallados en Santa Eulalia de Bóveda (Lugo) á los cuales se refiere el luminoso artículo que firma el Sr. Martí en este número. Fias. Ricardo García.

…que pongan al descubierto lo que puede estar oculto en el terreno, y haciendo desaparecer el muro de mampostería que cierra uno de los lados del segundo recinto completar este, que debe de continuar al otro lado de dicha pared.

El retraso en la publicación de este artículo, fechado en julio de 1926, le privó de ostentar el mérito de ser la primera referencia bibliográfica sobre Santa Eulalia de Bóveda.

Foto 2: Entrada á la galería milenaria descubierta recientemente.

En esta área, de 0,96 x 6,50 metros, es donde describe las pinturas que han hecho famosa a Santa Eulalia de Bóveda (Foto 3)11 al igual que las de la primera y aún más reducida estancia, situadas en el arranque de bóveda sur del actual pórtico.

En diciembre de 1926, en el Boletín de la Real Academia Gallega aparece el primero de los dos artículos firmados por F., que corresponden a Fernando Martínez Morás12, Los hallazgos de Bóveda en el que da cuenta de la información aportada por López Martí sobre los trabajos de desescombro del interior del monumento. El material retirado hasta ese momento les permite comprobar que están ante un edificio de tres naves, divididas por dos arcadas de medio punto sostenidas por columnas de mármol, cubiertas en su totalidad por una bóveda semicircular completamente decorada con pin-

9 Describe un tipo de ladrillo romano denominado “de entalle” (Dibujo 2). 10 Respeto los pies de foto originales publicados en Vida Gallega. 11 La reducida altura del interior y la falta de luz justifican la mala calidad de las primeras fotos publicadas de las pinturas. Se aprecia en el reflejo de la luz artificial de la segunda foto, junto con el obligado enfoque lateral determinado por la incómoda posición del fotógrafo. 12 Catedrático de Geografía Económica de la Escuela Superior de Comercio de A Coruña, investigador, periodista y escritor. Además de a la Real Academia Gallega perteneció a diversas instituciones de Galicia, especialmente las relacionadas con la vida cultural y científica de A Coruña, su ciudad natal; tal es el caso de la Comisión provincial de Monumentos y la Real Academia Provincial de Bellas Artes. La historiografía sobre Santa Eulalia de Bóveda no se decanta claramente sobre la autoría de estos artículos por no constar ningún dato adicional en el número del boletín correspondiente, sin embargo, puede verificarse este dato en los índices del tomo XVI del BRAG.

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LOS PRIMEROS PROTAGONISTAS (1929-1949)

turas semejantes a las ya descritas. En el testero, entre jarrones de flores, apareció un arco. …indudablemente el triunfal, que comunicaría al ábside aun no desescombrado.

Dada su orientación al naciente y la aparición de un trozo de mármol que tiene grabado el característico símbolo del pez, les permite identificarlo como templo cristiano de época romana. Comparte opinión con López Martí, dando crédito a la posibilidad de que, debido al reducido espacio del templo, quedó éste como cripta de una nueva iglesia, construida encima, a la que pertenecerían los arranques de bóveda conservados en la superficie.

...la traza es de una basílica latina, en su planta, con un atrio en la entrada del edificio. Éste tiene tres naves, más ancha la central que las laterales, conservándose en el fondo de la primera íntegro un arco triunfal, que por ahora se desconoce si comunica con un ábside, y en el lado opuesto existe una puerta con arco de medio punto, teniendo a ambos lados dos huecos o luces que dan frente a las naves menores. Las naves estaban divididas entre sí por arcadas semicirculares, que descansaban sobre columnas de mármol, cuyos fustes son disminuidos, estando cubiertas las tres naves a la vez por una sola bóveda. Los muros están construidos de granito hasta algo más de sus comienzos,14 siguiendo luego con hiladas de ladrillo y hormigones. Estos últimos elementos, combinados, son también los que se emplearon como materiales en la bóveda y en las arcadas que separaban las naves. Los medios puntos del arco triunfal y el de la puerta de entrada, son de ladrillos colocados en forma radiada (Foto 4).

Ya en noviembre de 1926 López Martí había escrito otro artículo para Vida Gallega, Arqueología gallega. Algo más sobre el templo primitivo de Santa María de Bóveda. Se publica el diez de enero de 1927 y, como sucede con el primero, aporta información de primera mano sobre la evolución de los trabajos arqueológicos; complementa, y completa con nuevos datos, la ofrecida por Martínez Morás. Decidieron no derribar el muro que bloqueaba el paso al resto del interior de la construcción sin antes realizar un sondeo. Optaron por acometerlo justamente encima, desde el centro del atrio de la iglesia. …encontrándonos con que estaba hundida y sus restos llenaban por completo un espacio que era preciso desescombrar para poner al descubierto la planta y alzados que habían de darnos los elementos de juicio que se buscaban.13

Las tareas de desescombro ofrecieron como resultado la aparición de varios elementos arquitectónicos: trozos de arcadas, fustes de columna de mármol y relieves, también en mármol. Asimismo notifica la ausencia, por ahora, de capiteles que le ayuden a datar el monumento. Las obras se paralizan a causa de las lluvias pero, a pesar no haber alcanzado el pavimento, lo desenterrado le permite realizar una descripción aproximada del edificio:

Foto 4: Entrada de la Iglesia donde se descubren flores y árboles.

Las pinturas del interior que dejan al descubierto prácticamente abarcan la totalidad de las que actualmente se conservan; entre los escombros encuentran restos de las pinturas que cubrían el centro de la bóveda. Muestra su extrañeza por la escasa aparición de molduras, muy comunes en templos cristianos. Su construcción soterrada, la falta de evidencias cristianas arquitectónicas, junto con a la aparición de un relieve en mármol de un pez (Foto 5), como símbolo de Jesucristo utilizado por los primeros cristianos le permite atribuirla a una iglesia.

13 Se ha comentado la posibilidad de que fue en este momento cuando en realidad se produjo el derrumbe de la bóveda. La decisión tomada de sondear encima mismo de las ruinas no fue muy acertada pero no encontré evidencias que confirmen esta posibilidad. Al contrario, el estudio pormenorizado de la evolución de las distintas fases de desescombro apuntan a que ya estaba hundida. 14 La descripción de los muros desde su cimentación apunta a que el nivel de desescombro es mayor del aparentemente indicado. Sin embargo podría tratarse del exterior del muro norte (García y Teijeiro 1933, 26).

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EL DESCUBRIMIENTO Y LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN SANTA EULALIA DE BÓVEDA (LUGO)

…curiosísimo ejemplar de la época de transición del arte pagano al cristiano.

Asimismo, López Martí da a conocer unos documentos facilitados por José Penado, cura de la parroquia de Santa Eulalia de Bóveda, en los que se narran diversas vicisitudes para conseguir espacio destinado a enterramientos dentro de la iglesia en 1751. …se terraplenó echando tierra en la iglesia de encima (...) que como la otra iglesia que está debajo es de bóveda, no se podía enterrar sin terraplenar.

En 1755 se suspendieron los enterramientos debido a problemas de estabilidad en el edificio. …hubo que asegurar las columnas de la iglesia que está debajo donde hoy se celebra.

Foto 6: Instantánea del nivel de escombros en el que se puede ver un fuste de columna y bajo el arco un posible fragmento de la zona central de la bóveda.

Tras el arco del fondo se puede ver una escalera de caracol (Foto 6). Aparecen nuevos relieves; dos de mármol, representando pámpanos y palmetas son atribuidos a un posible altar, y matiza que observa trazos de un segundo pez adosado en el fragmento de mármol ya citado (Foto 5). Pero lo realmente excepcional son dos relieves descubiertos en el machón norte del novedoso vestíbulo (Foto 7).15

Foto 5: El pez geroglífico del Salvador.

Dadas las referencias a la iglesia de encima y de debajo se replantea su reutilización como cripta. Sin embargo, no duda en atribuir la ruina de las dos iglesias al colapso de la bóveda inferior, lo que justificaría la construcción, a finales del siglo XVIII, de la que hoy se conserva adosada al muro sur. En febrero de 1927, Martínez Morás amplia su artículo anterior en Los hallazgos de Bóveda. Nuevos descubrimientos. Cuenta con las últimas novedades ofrecidas por Vázquez Seijas, corresponsal de la Real Academia Gallega en Lugo, que visita el monumento, y las publicadas en Vida Gallega, por López Martí. Disponen de las dimensiones aproximadas del monumento, 10’40 x 5’80 metros. En el exterior, la excavación de la fachada deja ver una entrada porticada con una columnata de granito y una segunda ventana que flanquea al vano de acceso.

Foto 7: Detalles de los relieves del muro exterior del atrio.

Son cinco figuras de danzarinas sobre una impostilla, y debajo otra figura de hombre, nimbada, y que parece dirigir o guiar la danza. (...) En todo caso hay que suponer que el artista ha querido representar en el atrio del templo la transición de los placeres mundanos a la bienaventuranza que la basílica y su culto brindaban a los creyentes. Y siempre tendremos un ejemplar único, interesantísimo, de este género de representaciones en nuestro país. Ni antecedente ni consiguiente le conocemos.

López Martí escribe su primer artículo en el Boletín de la Real Academia Gallega en mayo de 1927, Los descubrimientos de Santa Eulalia de Bóveda. Alude a la importancia y expectación que ocasiona los trabajos arqueológicos que se están realizando. Poco se avanzó, debido a que estuvieron suspendidos durante los meses de

15 No les fue posible obtener una imagen completa de los mismos dado que los escombros imposibilitaban una mayor distancia de enfoque.

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LOS PRIMEROS PROTAGONISTAS (1929-1949)

invierno pero ya puede ofrecer más información sobre el vestíbulo porticado dado que se pudo delimitar su área total (Foto 8). Se trata de un recinto de forma rectangular, que ocupa una superficie de 1,30 metros de fondo por 5,80 de ancho. Construídas sus paredes de granito, lo cubría una bóveda formada de ladrillos de buen tamaño, de la que sólo se conserva los arranques que descansan sobre pilastras de sillares de mediano aparejo, que son los que cierran los extremos laterales del atrio.

Por último anuncia el próximo final de las obras de desescombro y, curiosamente, muestra su ansiedad por atribuir un carácter cristiano al monumento.17 …y nuestros trabajos los daremos por bien empleados si podemos llevar a la realidad un ejemplar del templo cristiano, de los que, por ahora, sólo existen en la literatura.

Cinco meses más tarde, Ángel del Castillo toma el relevo en la difusión de los hallazgos en el Boletín de la Real Academia Gallega. Publica dos artículos con el mismo título, Los descubrimientos de Santa Eulalia de Bóveda, en números consecutivos correspondientes a los meses de octubre y noviembre de 1927. En ellos abarca prácticamente los mismos temas, pero en el segundo es más preciso en la descripción de determinados elementos puesto que aporta el primer croquis, desde luego provisional,18 publicado del monumento (Plano 1); su autor es el mismo Ángel del Castillo.19

Foto 8: Sillería del muro del vestíbulo. En la parte superior arranque de bóveda.

En él aparecieron dos nuevos relieves. Uno de una ave de perfil, localizado próximo a la parte alta de la puerta principal, lo identifica como una posible avestruz, ave exótica de todas formas por lo que lo atribuye a artistas procedente de Nápoles o Roma y también de Asia o África. Por primera vez se hace mención a posibles paralelos de las representaciones que se encuentran en Santa Eulalia de Bóveda: de la casa de los mártires Juan y Pablo, en Roma, apunta los pavos reales y pájaros de sus pinturas murales; identifica las mujeres orantes con las manos en alto de las catacumbas de Domitila con los relieves de los grupos de mujeres presentes en el pórtico. El segundo de los relieves descubiertos se encuentra en el interior del machón izquierdo16 y lo interpreta como la representación, de influencia claramente pagana, de dos lisiados; uno muestra, desnudo, una pierna y el otro su brazo deforme.

Plano 1: Primer plano publicado de Santa Eulalia de Bóveda. Autor Ángel del Castillo.

Sólo quedaba por desescombrar parte del muro de la cabecera y la nave lateral sur, primera en descubrirse (López Martí, 1926), en la que no se podía actuar debido a problemas en la consolidación del edificio, problemas que era necesario afrontar para proceder con éxito al derribo del muro que la delimitaba. Materiales dignos de mención tenemos un molino de mano, trozos de canales, un canecillo

16 A diferencia de Martínez Morás que lo hace desde el exterior, la referencia de izquierda/derecha de López Martí es desde el interior del monumento. Existen casos en los que esta parca descripción no nos permite tener la certeza del lugar referenciado. 17 A pesar de que la iconografía hallada no apoya esta tesis siempre pueden surgir nuevos argumentos a los que aferrarse. Los neófitos de la nueva doctrina no comprendieron el dogma cristiano sino a través de sus antiguas creencias, llevando esta influencia a las manifestaciones externas de sus ideas. 18 Sin modificaciones lo volverá a publicar, junto a la misma errata al pie de ilustración, cinco años más tarde (Castillo, 1932). También servirá de base de planos realizados por otros autores (Chamoso, 1952) y, cómo no, en este mismo trabajo. 19 Es de suponer que lo realizó mediante anotaciones ajenas ya que se observa un significativo error en la ubicación de los relieves de los machones; los ubica a ambos lados del vano de entrada (a a).

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EL DESCUBRIMIENTO Y LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN SANTA EULALIA DE BÓVEDA (LUGO)

prerrománico (Dibujo 1), un ansiado capitel de orden corintio degenerado20 asociado a los fustes localizados meses atrás, un sinnúmero de ladrillos diversos (Dibujo 2) y losetas de mármol con un grosor uniforme de 2’5 centímetros que apunta a una clara función de revestimiento.

…cuyo número fácilmente se determina por la directriz de la curva de los arranques y la repetición de los motivos de las pinturas de la bóveda, que indudablemente coincidían con los arcos (Foto 10).

Tampoco será semicircular, sigue matizando, la bóveda. …sino un tanto rebajada, como para disminuir la altura, y de cuyo empuje vertical ayudaban a sostener los arcos de las naves.

Dibujo 1: Canecillo localizado entre los escombros.

Dibujo 2: Ladrillo romano.

Pero se ha de destacar el descubrimiento de los relieves que aparecieron al liberar el machón sur del pórtico. En el interior se distingue otro de una ave, posada sobre un pedestal o copa de un árbol. En el exterior otros idénticos y simétricamente situados a los localizados con anterioridad en el machón norte.

Foto 10: Arranque de la bóveda y de la arcada norte. Foto 9: Arco del vano de entrada (vista desde el interior).

Desde el punto de vista arquitectónico, puntualiza que la directriz del arco sobre la puerta de entrada es de franca herradura y no semicircular (Foto 9); igual característica, aunque menos acusada, denota tanto en el arco sobre el muro de la cabecera como en los arcos de las dos arcadas.

La fachada principal era la única que no se encontraba soterrada dado que el edificio estaba encastrado sobre un pronunciado terraplén. De sus vanos aporta detalles como que la puerta cerraría hacia adentro (al igual que la situada en la cabecera) y que la ventana norte presenta roturas que pueden indicar su modificación posterior ante la necesidad de ampliarla (Foto 10). Pero

20 La alusión al estilo del capitel como “corintio degenerado” será muy utilizado a lo largo de la bibliografía de Santa Eulalia de Bóveda. Parece ser que este término fue acuñado por Vicente Lampérez que califica como de estilo clásico degenerado a un tipo de capitel visigodo de San Pedro de la Nave (Lampérez 1908, 187-188). No son tal –ni clásicas ni degeneradas—; son las formas tradicionales de decoración de las gentes teutónicas que en los productos de otras razas bárbaras se descubren sólo en las joyas por no conservarse edificios de ellas, ya por no haber edificado como los visigodos, ya por haber sido de madera sus primeros edificios (Pijoán 1942, 374-377). De todas formas, los capiteles de Santa Eulalia de Bóveda no tienen nada que ver con los aquí descritos.

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esta fachada se completaba con un pórtico cuya morfología le permitirá normalizar el edificio. …un pórtico P, cuyo coronamiento ha desaparecido por entero, quedando no obstante en su sitio, perfectamente exentas y colocadas (cosa rara), las dos columnas sobre basamentos de dados, de diferentes alturas y tamaños, superpuestos, entre las pilastras de los muros laterales, o antas, que fijan el tipo de estos monumentos ‘in antis’, al que indudablemente, y cualquiera que haya sido su carácter, pertenece este edificio.21

En origen podría disponer de una segunda planta22 a la que se accedería, por ejemplo, mediante una escalera situada tras la puerta del fondo. Ángel del Castillo supo ver las relaciones reflejadas entre las dos estancias.23 …edificio no ajeno al subterráneo, pues tiene las mismas proporciones, su muro se apoya con el de abajo y como una prolongación suya, el arranque de la bóveda que este muro conserva ofrece la misma o parecida contextura de ladrillos y el trasdós de la bóveda inferior coincide con la altura a que el pavimento superior arrancaba del muro mencionado.

Además de los datos sobre la evolución de las excavaciones también se incluyen en estos artículos otra información de interés, como la de la visita oficial de Manuel Gómez-Moreno, miembro de la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades y responsable de las excavaciones que delegó en López Martí. Gómez-Moreno también gestionó el encargo al pintor Elías Segura, mediante Real Orden del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, de la reproducción en cartones de las pinturas conservadas en el edificio.24 En octubre de 1927 se había remitido a la Junta Superior de Excavaciones una Memoria de las obras llevadas a cabo en Santa Eulalia de Bóveda. Lamentablemente su desaparición se constata en un escrito de López Martí (11 de junio de 1943), contestando a la Comisaría General de Excavaciones la imposibilidad de reenviarla.25 Es de suponer que esta Memoria estaba destinada a conseguir nuevos fondos para proseguir las excavaciones, que hasta la fecha habían sido financiados por la Comisión de

Monumentos de Lugo. Curiosamente, Ángel del Castillo, en el primero de sus artículos del BRAG, da cuenta de la concesión por parte de la Junta de Excavaciones de 3.000 pesetas para este menester. Sin embargo, la Comisión de Monumentos de Lugo informa por primera vez del descubrimiento en Santa Eulalia de Bóveda, en escrito dirigido al Presidente de la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades, el 9 de agosto de 1927. Éste, a su vez, eleva la denuncia al Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes (31 de octubre de 1927), al que propone que se efectúen excavaciones para el total descubrimiento de los restos arquitectónicos y pictóricos y se designe delegado-director a López Martí asignándole 4.000 pesetas para cubrir con todos los gastos. Finalmente, estas propuestas se aprueban por Real Orden del 26 de noviembre de 1927 (Gaceta de Madrid 29/11/27).26 La Real Academia Gallega se congratula de esta subvención otorgada por el Ministerio. En el apartado Noticias del boletín de enero de 1928, agradece a Gómez Moreno las gestiones realizadas en Madrid y felicita a la Comisión de Monumentos de Lugo, especialmente a López Martí, por la evolución y buenos resultados de las excavaciones. Cuatro meses más tarde, ya finalizado el total desescombro del monumento, López Martí publica, en mayo de 1928, otro artículo en el Boletín de la Real Academia Gallega, Las excavaciones de la iglesia de Santa Eulalia de Bóveda, título en el que se vislumbra su interpretación sobre la naturaleza del mismo. Ya se ha puesto al descubierto todo el pavimento. En él también se refleja la diferencia de la estructura interna del monumento pues la solera de la nave central esta formada por losetas de mármol frente a las de granito que se observan en las laterales. López Martí atribuye esta diferencia en el pavimento a unas obras realizadas en el siglo XVII, en las que se rebajó algunos centímetros el suelo, eliminando las placas de mármol, para dar salida al agua acumulada en el interior del edificio que amenazaba con destruir la cimentación. El cálculo de las dimensiones de las arcadas,27 mediante los arranques conservados en los muros y con fragmentos de arcos localizados

21 En este fragmento del artículo hay que destacar la precisa descripción del descubrimiento de las dos columnas del pórtico, su ubicación no es consecuencia de una interpretación de sus descubridores ya que han sido localizadas in situ. 22 Apreciación aún no clarificada. La denominada iglesia de encima, y de la que sólo se conservaría el muro norte, podría ser el resultado tanto de la adaptación de la planta superior del edificio original como de la reconstrucción tras su completa ruina. 23 Sin embargo, no le llama la atención que ni la tipología de los materiales ni la técnica constructiva difieran una de otra. 24 Estos dibujos los realizó a finales del verano de 1927 y, desde esta fecha, no ha habido más noticias de los mismos. 25 La solicitud se realiza como consecuencia de las labores de seguimiento del daño ocasionado al patrimonio artístico en la reciente guerra. Asimismo, por parte del Museo Provincial de Lugo se informa, en enero de 1940, que no se han producido excavaciones arqueológicas a partir de 1935 y que con anterioridad sólo se realizaron en Santa Eulalia de Bóveda (AGA, 26/273). 26 El seguimiento burocrático se puede ver en AGA, 31/1035. 27 Ofrecieron los siguientes resultados: 95 centímetros de diámetro de los arcos, 7’50 de peralte y 35’5 del ancho del intradós.

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entre los escombros, permitió conocer la ubicación de las columnas que las sustentaban. Tras liberar los escombros que obstaculizaban el paso por la puerta del fondo, se obtuvo completo acceso a la escalera que comunicaba con el área superior. Por lo irregular de sus peldaños, y en general de toda su factura, la cataloga de aditamento posterior al primitivo edificio y justifica su eliminación (Foto 11). Uno de los peldaños correspondía a un fragmento de estela funeraria que en un primer momento no pudieron identificar como tal (Foto 12). Entre estos escombros también se localizó otro canecillo, con la cabeza de una mujer, claramente vinculado a la edificación superior.

Foto 13: Fragmento de decoración pictórica del centro de la bóveda.

fueron realizados con el mayor rigor posible. Ya lo adelantaba López Martí al principio de este artículo: …tratándose, como se trata, de una restauración madurada e inteligente, colocando la piedra caída en el lugar que antes ocupó, el ladrillo movido y la imposta rota, en su primitivo estado, consolidando los muros y procurando convenientes saneamientos, logrando por remate, la conservación de esta curiosísima reliquia, ejemplar único de templos cristianos primitivos, al estudio y admiración de las generaciones venideras.28 Foto 11: Escaleras de acceso eliminadas.

Una muestra de las innumerables visitas realizadas en Santa Eulalia de Bóveda, movidas por la expectación que creó el seguimiento de los trabajos arqueológicos, la encontramos en la biblioteca de la Real Academia de la Historia. Documento epistolar29 dirigido al director de la Academia, Jacobo Stuart Fitz-James Falcó, Duque de Berwick y de Alba, en el que Manuel Martínez de Caso-López, canónigo chantre de Lugo, ofrece noticias sobre el monumento.

Foto 12: Fragmento de estela funeraria reutilizado como peldaño de la escalera.

Entre los escombros de niveles inferiores de las naves se encontraron trozos de la parte central de la bóveda, con representaciones pictóricas de estrellas y círculos encuadrados en anchas orlas de diversos tonos, cuya combinación, en el conjunto, da la idea de un artesonado simulado, a los que identifica paralelos en mosaicos orientales (Foto 13). Tras finalizar las excavaciones sólo restan los trabajos de restauración que presuponemos

[…] Nuestras investigaciones en el soterrado templo de Santa Eulalia de Bóveda, no obstante otras dos visitas que allá he hecho, bien acompañado, siguen con la interrogación de que si fué pagano, ó cristiano, y lo mismo su época. Y a propósito, me encargan mis compañeros de esta Jn Prov. De Monumentos que no se moleste, por ahora, V. E. en recomendar el ramal de carretera, hasta que tengamos gobernador propietario y yo vuelva a escribirle, y también le envían atento saludo…

Incluye una serie de fotografías de los relieves del exterior del atrio, de una inscripción alto medieval30 (González 2000, 147-148: figs. 13 y 14) y un retrato con los colegas que le acompañaron a Bóveda (Foto 14).

28 El apoyo de la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades fue decisivo no sólo por la aportación económica. La dirección técnica de Gómez-Moreno y la colaboración del arquitecto Maquieira revalorizaron los resultados de los trabajos de restauración. 29 BRAH, CALU/9/7960/21. 30 Antiquísima y muy interesante inscripción, en la Catedral de Lugo, titulada Acróstico de Odiar[io], Obispo que fue de Lugo, siglo VIII, y repoblador de su provincia.

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otras, bajan la cabeza, y en otras, miran para el lado contrario; ven es esto –algunos eruditos—un símbolo claro de la Eucaristía, en los que se alimentan de la sangre de Jesucristo, en los que dudan y en los que huyen.

Un hecho del que no había referencia, y que esta noticia aporta, es la participación de Cayetano de Mergelina Luna en el grupo de trabajo junto a Gómez-Moreno y López Martí.

Foto 14: Visita a Santa Eulalia de Bóveda. De izquierda a derecha: Manuel Martínez de Caso-López, Luis López Martí y Ramón Vázquez de Parga, Conde de Pallares.31 BRAH, CALU/9/7960/21(2).

A pesar de que contradice lo escrito más de una vez, en septiembre de 1928 (la carta está fechada el día dieciséis) López Martí no tiene certeza del carácter del monumento. Las obras del ramal de la carretera finalizarían en 1931 evitando la obligada carreriña de can32 a todo aquel que desease visitar Santa Eulalia de Bóveda. Esta carretera provincial fué construida al terminar las excavaciones, con el fin de facilitar la visita a aquel lugar, evitando las molestias de un recorrido de tres kilómetros a pie; trayecto que durante los trabajos realizados en Bóveda nos hemos visto obligados a andar por monte común y caminos de herradura. (López Martí 1934, 6)

Cercana en fecha y en contenido de esta carta, es una noticia publicada el 15 de setiembre de 1928 en La Gaceta del Norte, Bilbao. Está firmada con el pseudónimo Eletarka el día 12 en Lugo. Su título, ¿Una Iglesia Primitiva?, refleja también la incertidumbre que sobre la naturaleza del monumento existe y resalta la escasez de postulados claros por parte de los numerosos especialistas que la visitan. Recoge una opinión sobre el origen cristiano del monumento basado en una curiosa interpretación del simbolismo de sus pinturas: …hay varios motivos distintos, siempre a base de dos aves a los lados de un racimo; en unas comen las uvas; en

Actualmente trabaja el señor Gómez Moreno en su estudio, adelantando es uno de los tres más interesantes ejemplares que existen en España –Altamira, Mérida y Santa Eulalia—en tanto que el profesor de arqueología Margelina trata de hacer una reconstrucción completa para la que ha trabajado varias semanas sobre el terreno; completa esta labor el señor Martí, rebuscando en archivos datos y actas que den luz a este interesante hallazgo.

Es de suponer que su presencia en Santa Eulalia de Bóveda se deba aprovechando su estancia en Galicia como consecuencia de las excavaciones arqueológicas que ese mismo año realiza en el castro de Santa Tegra (A Guarda, Pontevedra). La noticia también anuncia la próxima visita del duque de Alba al monumento y del inicio de las obras de la necesaria carretera de acceso. Pero lo más importante en relación al estudio del monumento es aportado por una mención explícita del estado de su pavimento que pudiera justificar la ausencia de intervenciones arqueológicas en el mismo: El día en que el velo transparente de las aguas que cubren el pavimento desaparezca y puedan hacerse más importantes trabajos, tal vez aparezca una tumba o una inscripción que aclare el misterio.33

En junio de 1928, la Dirección General de Bellas Artes tramita la concesión de 3.000 pesetas para obras en Santa Eulalia de Bóveda, como fruto de la petición que la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades había realizado en el mes de marzo. …la Junta atenta a los interesantes que han sido para la arqueología los descubrimientos realizados en 1927 en las excavaciones que costea el Estado y esperando que tanto en las que son continuación como en las que han de comenzar ahora se obtendrán indudables frutos en beneficio de la cultura,…34

31 No logro vislumbrar el lugar preciso en donde se efectuó la instantánea. La inclinación del terreno sobre el cual están posando advierte que podrían encontrarse en el ribazo en el que se construyó el monumento. 32 García y Teijeiro 1933, 23. 33 Descripción de la relación habitual entre el edificio y el nivel freático del terreno. Esta evidencia revelará una importante característica arquitectónica del monumento (vid. infra). 34 AGA, 31/1036.

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Hay que esperar más de un año, septiembre de 1929, para que el Boletín de la Real Academia Gallega vuelva a publicar otro artículo sobre Santa Eulalia de Bóveda. Su autor, Manuel Vázquez Seijas, describe el estado del monumento tras efectuarse las obras de conservación que López Martí avanzaba en su anterior artículo. Para protegerlo de las inclemencias del tiempo se construyó una plataforma de cemento armado con dos grandes lucernas de cristal que aportaban luz al interior, asimismo se procedió al tapiado del vano del fondo. En el interior, colocaron las columnas de mármol, que sostendrían las arcadas, donde presumiblemente estaban ubicadas (Foto 15 a). También, aunque de forma provisional,35 incluyen bajo el arco del fondo otra pieza localizada en los escombros, identificada inicialmente como una pequeña columna (Foto 15 b).

Plano 2: Evolución cronológica del inicio de excavación de las distintas áreas identificadas.

Foto 15: Columna soporte de arcada (15 a) y pieza granítica (15 b).

La secuencia de un amplio patio y un muro exterior de cierre, construido sobre el de contención, aísla y protege el monumento. Una pequeña escalinata facilita el acceso desde el camino, más elevado, que atraviesa el lugar. Hasta aquí todo lo relativo a lo publicado sobre las excavaciones realizadas en Santa Eulalia de Bóveda que dieron como resultado el hallazgo de un excepcional monumento. Los trabajos arqueológicos se iniciaron en la tercera decena de septiembre de 1926. En el Plano 2 se indican las distintas áreas que fueron aco-

metiéndose sucesivamente. Su delimitación es aproximada36 e intentan ser un reflejo de lo descrito en las distintas publicaciones. El desescombro de cada una de ellas se fue intercalando con las demás, distinguiéndose tres niveles. En la Tabla 1 se distribuyen los materiales y los diferentes elementos ornamentales localizados en los distintos niveles de cada área. Llama la atención la distribución en niveles altos de los distintos fustes. Para restituir las columnas en la planta inferior se basaron en el cálculo de los arcos de las arcadas y en la longitud de las columnas (Foto 16)37. Su ubicación en los escombros demuestra que son de la planta superior o llevados allí tras la reforma que implicó el tapiado de la nave sur. Esta última opción tendría más peso si hubiesen aparecido fustes en niveles bajos de la nave norte; además falta uno de ellos.

35 Si quieres que algo perdure, hazlo provisional. Aún sigue ahí; afortunadamente… 36 Además de lo referente a sus dimensiones reales, en el caso del área b se podrían distinguir dos subáreas, acometiéndose en primer lugar la mitad occidental. 37 El fuste de una de ellas corresponde al identificado en la Foto 6. El otro, muy desgastado, se localizó en el área a, primer nivel.

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debido a la presión de la edificación superior. ¿Dónde están los materiales de la planta o edificio superior? ¿Por qué de entre la multiplicidad de restos arquitectónicos sólo se le atribuyen los canecillos? Por otro lado, es obvio que si tras el derrumbe se pudieron realizar obras de reforma, los escombros no colmatarían las naves. Es de suponer que sólo hubiese cedido parte del centro de la bóveda; pero esto no es exactamente lo que dice la documentación del siglo XVIII. De todas formas, independientemente de cuál fuera la secuencia de las intervenciones previas, el colapso definitivo de las estructuras ocasionó que se colmatase el recinto inferior con muchos de los materiales de la construcción superior.

Tabla 1: Estratigrafía de los distintos elementos localizados desde junio de 1926 hasta abril de 1928.

Finalizados los trabajos arqueológicos en Santa Eulalia de Bóveda, López Martí repite experiencia en un proyecto editorial vigués: Lugo y su provincia (Libro de Oro), editado y dirigido en 1929 por José Cao Moure. Esta colaboración le permite participar activamente en la difusión y divulgación de tan importante descubrimiento. En su artículo, Una reliquia del pasado lucense. Santa Eulalia de Bóveda, relaciona el edificio con el entorno histórico/geográfico de Lucus Augusti. Describe la variedad de los elementos arquitectónicos que lo componen y las distintas facetas decorativas que complementan su ornamentación. El párrafo final ejemplifica la singularidad y categoría del monumento:

Las formas clásicas del edificio; la ornamentación de mármoles recogidos en la excavación, de múltiples adornos en decadente amalgama; las simbólicas pinturas murales, de racimos de uvas y diversidad de aves, en medio de extraña composición decorativa, a las que se adjudican el tercer lugar entre las más antiFoto 16: Columnas de mármol tras su restitución. Foto del autor. guas de España; los indescifrables relieves del granito mostrando influencias del arte Todo apunta a que esta última reforma se pagano, mezclados con algún enciso de expresiones crisrealizó tras el derrumbe de una bóveda38 ya que tianas de los primeros siglos, todo ello, hace de este monumento un ejemplar interesantísimo, quizás único, tan fragmentos de ella aparecieron en los niveles único como nuestras murallas, mereciendo de las persobajos de la nave sur, tras el tapiado. Uno de nas verdaderamente iniciadas que lo visitaron, que le estos fragmentos posiblemente sea el que ilusprestaran toda la atención, contribuyendo a la vez para tra la Foto 13 . que la acción oficial facilitase medios y apoyo al fin de Nuevos interrogantes surgen ante estas eviponer al descubierto esta reliquia del pasado, que viene a dencias, ya que desde un principio se apunta a engrosar el Tesoro artístico nacional. que el colapso de la bóveda del monumento fue 38 Permítaseme plantear la duda, poco probable, de a qué bóveda pueda referirse la fuente documental: la de la iglesia de arriba o la de abajo. De todas formas ya en los primeros niveles identificaron fragmentos de la parte central de la bóveda; lo que no sabemos es si habría restos in situ, hoy perdidos, que les permitiese identificarlos con los de la bóveda inferior.

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DECLARACIÓN DE MONUMENTO ARTÍSTICO NACIONAL Lo que López Martí interpretaba como de facto en enero de 1929, tuvo solución jurídica en 1931. El gobierno provisional de la naciente segunda República, presidido por Niceto Alcalá-Zamora, acuerda una serie de medidas urgentes para salvaguardar el patrimonio histórico-artístico español. A propuesta del Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Marcelino Domingo, se aprueba el 3 de junio de 1931 (Gaceta de Madrid del 4 junio) el Decreto en el que se declaran más de 750 Monumentos histórico-artísticos de todo el Estado que se incorporan al Tesoro Artístico Nacional, entre ellos Santa Eulalia de Bóveda. La base jurídica se asentaba sobre el Decreto Ley de 9 de agosto de 1926 sobre el Tesoro Artístico Nacional, en la que se alude la necesidad de una mayor intervención y eficaz control de la Administración en la conservación del patrimonio cultural del Estado. Cabe reseñar las medidas que declaraban de utilidad pública cualquier labor de conservación de los monumentos integrantes, así como la prohibición de exportación de bienes39, al afirmar que se encuentran adscritos al suelo de la nación (Morales 1996, 44-45). La declaración de Monumento Artístico Nacional se realiza de conformidad a informes remitidos por la Junta Superior de Excavaciones y por la Junta del Patronato para la defensa de la riqueza monumental histórica y artística de España. La Junta fue creada en el mismo Decreto Ley de 9 de agosto y en la Real orden de 19 de noviembre de 1926, quedando formada por un Pleno y un Comité ejecutivo permanente. Por Real Decreto/1.138 del 25 de junio de 1928 (Gaceta de Madrid del 26 de junio) se aprueban las atribuciones del Comité ejecutivo entre las que destacan las de protección, conservación y acrecentamiento40 del Tesoro Artístico Nacional.

ESTUDIOS INTERPRETATIVOS Si existe alguna particularidad que caracterice el contenido bibliográfico sobre Santa Eulalia de Bóveda, en los años siguientes a la finalización de los trabajos de excavación y restauración, es la aparición de varios estudios realizados por investigadores que han tenido un contacto directo con el monumento en los primeros años de su descubrimiento. Aportan diversas interpretaciones sobre su origen y funcionalidad con las que intentan solventar los múltiples interrogantes generados por esta enigmática edificación. Ángel del Castillo López La catalogación de Santa Eulalia de Bóveda como Monumento Artístico Nacional fue el acicate que ocasionó su inclusión en importantes compendios artísticos. Sin embargo, es fácil deducir que no fue esta la razón que motivó efectuar la primera de estas referencias a Ángel del Castillo. Tenía argumentos propios suficientes para incluir Santa Eulalia de Bóveda en el apartado La Arquitectura en Galicia, de la obra Geografía General del Reino de Galicia dirigida por F. Carreras y Candi y publicada en 1932. Realiza una buena síntesis del monumento y, por primera vez, aporta una opinión personal sobre su origen y funcionalidad. ...parece indudable que fue levantado a las Ninfas de las aguas saludables que allí brotan, y, desde luego, toda su estructura arquitectónica es romana, posiblemente del siglo IV.

Justifica también el origen del manantial41 como consecuencia de su ubicación bajo una acusada pendiente del terreno. La salubridad de las aguas estaría corroborada por el reciente descubrimiento de un ara con una inscripción que comienza por PRO / SA [lute]...42 Miguel García y Teijeiro En 1933 aparece la primera monografía sobre el monumento, Un vistazo al subter-tem-

39 Decreto del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes de 22 de mayo de 1931. Dado que en él se reconoce el derecho al disfrute, por parte del pueblo español, del Patrimonio Artístico Nacional y la obligación del Gobierno de la República a defenderlo. Este Decreto se complementa con otro del día 27 (Gaceta de Madrid del 28 de mayo) en el que se establecen medidas para evitar la destrucción de obras de arte por ignorancia o abandono, para lo que se dispone, entre otras medidas, su traslado a los museos provinciales o a algunos de los nacionales si fuera preciso. …respetando el innegable derecho de cada localidad a conservar aquellas joyas del Tesoro Artístico que la historia le legó, permitan, sin embargo, retirarlas con carácter temporal y con toda clase de garantías para sus dueños o guardianes, cuando, de no hacerlo, pueda derivarse un peligro para su conservación. 40 Mediante expropiación o adquisición con fondos de los Presupuestos del Estado. 41 A pesar de que aún no se había descubierto la denominada piscina, en determinadas ocasiones el aumento de lluvias provocaba emanaciones de agua. 42 La mayoría de las referencias epigráficas que incluyen este voto de agradecimiento están dedicadas a las ninfas, de las que existen numerosos ejemplos en el noroeste peninsular.

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plo de Santa Eulalia de Bóveda sito en tierras de Mera de Lugo. Esta obra se había presentado a un certamen literario, dedicado a la memoria de Manuel Murguía, pero no fue acreedora de premio alguno. García y Teijeiro, asume con buen humor este hecho y decide publicarla dado el interés que suscita el tema. Narra sus vivencias en torno a los meses en los que se llevaron a cabo las excavaciones en Santa Eulalia de Bóveda. Sin mencionarlo explícitamente, todo apunta a que obtuvo las primeras noticias del descubrimiento en la revista Vida Gallega del mes de noviembre de 1926. Su amistad con López Martí y García Puig le posibilitó un acercamiento al monumento y a información de primera mano por lo que sus observaciones pueden aportar datos de interés en el estudio de la evolución de los trabajos arqueológicos. López Martí desaconsejó la visita mientras la Comisión de Monumentos no permitiese el acceso al público. Se tuvo que conformar con ver algunas fotografías y fragmentos de enlucido con pintura al fresco. Sus comentarios confirman la dificultad con la que se encontraron para obtener las primeras fotografías, como ya se intuía en lo escrito por López Martí en Vida Gallega. ...difíciles de conseguir momentáneamente copias satisfactorias por lo obscuro del lugar y de los obstáculos de materiales aglomerados allí. Un fragmento de enlucido pintorreado pude, igualmente, examinar, en el que se notaba debajo de una tenue capa de caliza un preparado finísimo de cierta materia negruzca digna de someterse a prueba por si pudiera acusar cera, resina, etc. De momento no deduje si el procedimiento usado en el “tintaje” fue al incaustum, al fresco seco o al fresco vero o simplemente al fresco; lo cierto es que los colores aparecían vivos sin desvanecimiento, que ni la cal, la humedad, ni el tiempo pudieron descomponer. (pp. 9-10)

Por fin, el seis de agosto de 1927 realiza una corta visita a Santa Eulalia de Bóveda. La descripción del lugar y la reseña de la fecha permiten referenciar cronológicamente algún dato ofrecido con anterioridad en el Boletín de la Real Academia Gallega. Ningún signo había al exterior que denunciase a la fábrica, pasando desapercibida a la curiosidad de las gentes, contribuyendo más a velarla una fuerte tapia de sostén de tierras paralela a la vía pública antepuesta al templo y erguida sin conmover ni adulterar a éste.. (p. 25)

Describe el muro de contención antes de ser desplazado para ampliar el patio de acceso. En su cimentación apareció el fragmento de ara con la inscripción PRO / SA [lute]... Asimismo, la impresión que le ofreció su primer vistazo al monumento se puede observar en una foto publicada el mes de mayo anterior (López Martí 1927b) (Foto 17).

Foto 17: Boquete abierto en la bóveda de la construcción y muro lateral de la cámara alta del templo.

Un gran hoyo, boquerón o cavidad, aparecía practicado en el terreno y punto donde se sepultaba la bóveda del viejo edificio, cimbra o bóveda hundida aunque no es su totalidad por lo menos en una gran parte, embargando a la mitad del aleatón y a sus dos anexas cámaras laterales de espalda y frente una aglomeración de escombros formados por cascote y tierra. Por consiguiente, sólo una parte del local se hallaba libre y franca al visitante, pues el restante ámbito permanecía oculto, cegado e impracticable por los desechos del derribo o hundimiento, en espera de alijo. Bastó y sobró el lado Norte despejado para darme muy exacta cuenta del carácter y el modelo de la fábrica, pudiendo clasificarla, sin ser juicio aventurado, de templo Próstilo: pórtico o peristilo a su ingreso; seco, cella o naos a continuación; y, seguidamente, opisthodomo. (p. 26)

Sólo se encontraba excavado el machón norte del atrio, lo que no es seguro es que haga referencia al muro norte del edificio (vid. nota 14). Confirma la existencia del muro interior que impedía ver desde arriba las pinturas de la nave sur. En un visible lienzo longitudinal de la mermada bóveda correspondiente al punto Norte, expuesto a plena luz a consecuencia del amplio boquete abierto en la periferia producido por el derrumbamiento, que creo reciente, luce un

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atavío figurativo ornitolesco a colores detallándose en él varios especies en acomodo asimétrico... (p. 27)

No duda en atribuir un carácter pagano al monumento. Así ya lo había manifestado en la editorial del periódico Las Riveras del Eo del 28 de mayo de 1927. Era opinión tan meritoria como audaz, habida cuenta que representaba una antítesis de la opinión mayoritaria. Según García y Teijeiro, ni el simbolismo de las pinturas en las que la variedad de aves apuntan a un convencionalismo pagano ni los distintos relieves hacen referencia a iconografía cristiana. ...ni que los relieves que lucen en el muro del atrio aludan a figuras danzarinas; ni el hombre nimbado al director de la danza; ni nada a eso de lisiados que muestran sus lacras; ni que el símbolo del pez haya sido privativo del cristianismo, por traer raíces de épocas muchísimo más antiguas.43 (p. 17)

Esta exposición de desencuentro la realiza con ánimo constructivo, con el reconocimiento a la labor realizada y a la honradez con la que han afrontado el estudio de los restos arqueológicos. …estimaciones respetables por emanar de investigadores provistos de suficiencia reconocida para el caso, hallaremos rumbo, luz, mas no por esto tales colaborantes pretenden imponer su criterio a nadie, pues alto senFoto 18: Portada de la obra en la que se recogen los trabajos arquetido tienen sus actos, ni exigen un caso de fé a gente ológicos de los años veinte. alguna por humilde que sea su mentalidad; ellos hicieron labor, labor de armazón meritoria, prepararon y conocimiento de lo que fué, el valor, y lo que ha representareunieron los materiales dispersos para que con pleno intedo el aludido rincón obscuro. Pero no; su mutismo fue absorés de todos sin distinción sean ordenados en la forma que luto, y allá, en las esferas de las Pampas madrileñas, puede se desee y se deduzca lo conveniente de los principios expliser que se sepa algo de este encantado reservado… para concativos que se aporten tomados del “texto cripta” y de la tados y determinados señores. (García y Teijeiro 1933, 33) masa de los hechos históricos. (pp. 15-16)

Luis López Martí Castillo En 1934, la Junta del Museo Provincial de Lugo inicia una serie de publicaciones divulgativas con una monografía sobre Santa Eulalia de Bóveda (Foto 18). Su autor, Luis López Martí, da completa información de los trabajos arqueológicos realizados en los años veinte. La base de esta obra es la recopilación de toda la información ya publicada, dirigida a dar respuesta a la necesidad de información que la sociedad tenía del reciente y enigmático descubrimiento. Se esperaba que los visitantes, que con carácter oficial examinaron el recinto en Bóveda, diesen al público sus informes por vía de vulgarización concretando el exacto

La mayor parte de los datos de interés en relación a la evolución de los trabajos de excavación ya se han comentado. Sin embargo, aporta determinados matices que es importante tener en cuenta. El más significativo está en relación al hallazgo del ara con la inscripción PRO/SA [lute]... Creemos poder interpretar el Pro sa... por pro salute, y en este caso sería ésta una inscripción votiva, ignorando a que deidad pudo estar dedicada. Conocemos varias inscripciones paganas –algunas existentes en Galicia—en las cuales se halla la fórmula pro salute, aunque a la cabeza de todas ellas figura el nombre de dioses o ninfas de las aguas a quienes se hacía el voto.44 (p. 28)

43 Al relieve denominado de los lisiados le atribuye connotaciones báquicas por su aparente actitud grotesca. Las figuras de las danzantes son para él oferentes y la figura nimbada la relaciona con un emperador. Curiosamente esta última interpretación ha sido retomada en un reciente estudio. 44 Argumento tenido en cuenta, sin duda, por Ángel del Castillo para identificar Santa Eulalia de Bóveda con un ninfeo (Castillo 1932, 850-851)

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Sin embargo, no está clara su atribución al monumento. Se localizó en la cimentación del muro de contención, tras acondicionarlo en las obras de restauración y conservación con las que finalizaron las intervenciones arqueológicas. ...nos hace suponer que fue traída de otro lugar con los demás materiales que se utilizaron para levantar dicha pared; y nos afirmamos más en este supuesto por no haber podido encontrar los restos de este cipo, pese a los trabajos con todo interés se llevaron a cabo a tal objeto. (p. 38)

Su primera inspección a Santa Eulalia de Bóveda la realizó el 20 de junio de 1926, dato que confirma la inmediatez con la que escribió el artículo para Vida Gallega. No tan precisa es la referencia a la visita de Gómez-Moreno, tres de agosto; aparentemente la sitúa en 1926 pero creo que se refiere al año siguiente, como puede confirmar el artículo de Ángel del Castillo del Boletín de la Real Academia Gallega.45 Gómez-Moreno, representante de la Junta Superior de Excavaciones, marcó las directrices y apoyo técnico de las tareas de desescombro. López Martí vuelve a hacer hincapié en el buen hacer de las actuaciones arqueológicas: Se procuró que los restos arqueológicos aparezcan con toda verdad, sin nada que estorbe su contemplación o signifique ingerencias de sistemas preconcebidos sobre la apreciación técnica. Todo lo cual se llevó a cabo según los planos del Arquitecto Sr. Maquieira, de acuerdo con el Delegado director de las excavaciones, y previa aprobación de la Junta Central. (p. 8)

No quisiera resultar reiterativo, por lo que incluyo, de forma esquemática, nuevas apreciaciones observadas en elementos arquitectónicos y ornamentales: • La solera granítica de las naves laterales se encuentra sobre un lecho de hormigón de treinta centímetros de espesor.46 • Los arcos de las arcadas estaban formados por losetas cerámicas y mortero. • Los arcos de entrada y triunfal no tienen suficiente peralte para ser de factura visigoda. • Interpreta ahora como pie de altar lo que antes atribuyó como pequeño fuste de columna (vid. Foto 15b). • Las pinturas se fijan en una delgada capa de

estuco que se asienta sobre un enlucido muy rico en cales de un espesor que ronda los tres y los siete centímetros y medio. A pesar de que conoce la opinión de Sánchez Cantón, Vicedirector del Museo del Prado, en relación a la similitud de las pinturas de Santa Eulalia de Bóveda con las pompeyanas, López Martí recurre a similar argumentación para la pintura que la utilizada para atribuir a los relieves, de clara raigambre pagana, factura cristiana (vid. nota 17). Estos frescos y la presencia en otros de una flora exótica no son de extrañar en este templo, aun suponiéndole cristiano, pues sabido es que los que se dedicaban a decorar los primeros templos de la nueva doctrina eran gentes que procedían de Nápoles y Roma y aun hay quien supone que también de Asia, Africa y otras partes. Estos pintores y decoradores, con una cultura naturalmente pagana, desarrollaban su arte sin comprender el dogma cristiano sino a través de sus antiguas creencias… (p. 38)

Ante lo expuesto ahora y en anteriores artículos, no resultan extrañas sus conclusiones: Por lo que queda dicho, creemos, pues, que nos encontramos ante un templo cristiano primitivo, construido acaso en época de alguna persecución religiosa, pues todo parece indicarlo así: su poca amplitud, pues es de suponer que no serían muy numerosos los primeros creyentes; oculta, por estar soterrada; enigmática en sus decoraciones y sus símbolos, sólo descifrables para los iniciados; y su parecido, realmente notable, a las criptas de la primera época del Cristianismo. (p. 39)

Helmut Schlunk Helmut Schlunk visitó por primera vez España en 1928 siendo aún estudiante, tras cederle Adolph Goldschmidt una bolsa de viaje para investigar los monumento españoles de la Alta Edad Media, especialmente las pinturas asturianas de los siglos IX y X (vid. nota 7). En su paso por Lugo, contactó con diversos especialistas en arte medieval de Galicia, entablando amistad con Ángel del Castillo y Vázquez Seijas entre otros. Este estudio fue la base de su Tesis Doctoral leída en 1930 en la Universidad de Berlín. Ese mismo año, obtenido el grado de doctor, regresó a España, esta vez con una bolsa de la Academia Prusiana de Ciencias de Berlín, prolongando su estancia hasta 1932. Es en este período de tiempo cuando realiza el estudio científico sobre Santa Eulalia de

45 Lo mismo ocurre cuando López Martí asegura que el pintor Elías Segura realiza la reproducción de las pinturas en septiembre. En el BRAG de noviembre, pero de 1927, Ángel del Castillo nos comunica que Elías Segura acaba de finalizar el encargo. Existe un dato que facilitaría decantarse por una u otra versión, tal es la fecha en la que se autorizaría esta labor. Ángel del Castillo apunta la posibilidad de que fuera gestionada mediante Real Orden del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes pero, tras consultar la Gaceta de Madrid desde junio de 1926 hasta noviembre de 1927, no he localizado nada al respecto. Aunque dado el volumen de ejemplares repasados no descarto que me hubiera despistado en alguno de ellos... 46 Resulta evidente su función como aislante hídrico.

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Corrobora la condición soterrada del edificio excepto su fachada que podría sobrepasar el nivel del terreno, caracterizado éste por una acusada pendiente que presenta mayor altura al fondo del monumento (Plano 7).48 Esta disposición del edificio estaría confirmada por la característica de la fachada, más extensa y gruesa, que haría de muro de contención del terreno, función ésta apoyada por la existencia de dos

Foto 19: Visita de H. Schlunk, 1930-32 (DAI, NEG.SCH.1510). ¿Autorretrato?

Bóveda (Foto 19)47. Hasta la fecha de hoy, no han sido pocos los estudios con los que se ha intentado aportar luz al origen y significado de este monumento arqueológico, pero ninguno será tan completo y cabal, ni superará en rigor científico, como el realizado por Helmut Schlunk. El resultado de su trabajo, Santa Eulalia de Bóveda, fue publicado en Berlín, en 1935, incluido en un libro homenaje a Adolph Goldschmidt, en el que Schlunk selecciona este monumento, entre todos los estudiados en España, con el que brindar gratitud y reconocimiento a la labor de su maestro (Schlunk 1935). Hay que tener en cuenta la condición de altomedievalista de Schlunk a la hora de justificar su interés por Santa Eulalia de Bóveda. Además de la espectacularidad y singularidad del hallazgo arqueológico, del que le sorprende su escasa difusión, sus características pueden brindar significativas explicaciones sobre la arquitectura romana en España y su influencia en la historia de la pintura y arquitectura en los comienzos de la Edad Media. En el artículo logra plasmar una pormenorizada imagen del conjunto artístico. No escatima en detalles a la hora de describir los distintos elementos arquitectónicos, los relieves, los motivos, composición y colores del programa pictórico…, todo ello con metódica precisión. Cuenta con la valiosa colaboración del arquitecto Herald Hanson que realiza una serie de planos (páginas 37-38) que reflejan, fielmente, el estado del monumento a los pocos años de su descubrimiento, y una magnífica reproducción a color de las pinturas, con el motivo de casetones, de uno de los fragmentos derrumbados del centro de la bóveda (Dibujo 3), junto a dos fotos en blanco y negro coloreadas que constituyen un documento único de la época (Foto 20).

Dibujo 3: Motivos de la parte central de la bóveda dibujados por Hanson al inicio de los años treinta.

contrafuertes; el arranque de uno de ellos aún era visible en el extremo norte de la fachada (Plano 4 y Plano 5). En relación a la funcionalidad y estructura del monumento en origen, nos aclara el por qué algunos investigadores se decantan por la de un ninfeo. Esta opción se había manifestado en varios artículos pero en ninguno se explicitaba cuales eran las características arquitectónicas que pudieran justificar esta interpretación.

Foto 20: Otra forma de documentar el color presente en las pinturas de Santa Eulalia de Bóveda a inicios de los años treinta.

47 En el Instituto Arqueológico Alemán de Madrid se encuentran actualmente catalogadas 53 fotografías de esta visita. Representan un documento excepcional del estado del monumento tras finalizar los primeros trabajos de excavación y restauración. 48 …en el mismo frente hay dos ventanas v v, que, por el emplazamiento de este edificio en el ribazo, sólo podía tener en la fachada, única abierta al exterior;… (Castillo 1927b, 166).

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Schlunk despeja esta duda informándonos de un descubrimiento que no se había publicado hasta ese momento: la existencia de una canalización de agua bajo el pavimento.49 Lo identifica con una instalación de desagüe para el agua que se acumulaba en el fondo de la sala, puesto que la estructura arquitectónica no muestra analogías con un ninfeo, si bien la iconografía de algunos relieves pudiera apuntar a esta relación. Por el contrario, encuentra una serie de paralelos que podrían identificarlo como un monumento sepulcral. Existen dos grupos de estos monumentos, en el sur de Rusia50 y en Siria51, que tienen en común con Santa Eulalia de Bóveda su construcción subterránea con acceso mediante escaleras, la división en pórtico de entrada y recinto principal y la existencia de nichos y ábsides en su interior. Los ejemplos sirios tienen la particularidad de estar excavados en roca, pero presentan similitudes en la fachada con dos columnas coronadas con sillares que sobresalen del nivel del terreno. En los rusos, por su parte, disponen de una bóveda de cañón que cubre totalmente su interior. Entiende Santa Eulalia de Bóveda, por lo tanto, como una derivación de estos dos tipos de monumentos funerarios, opinión refrendada en los relieves de las danzarinas con velo, símbolo abundante en la antigua iconografía funeraria. Sin embargo, la división en tres naves del interior y la ausencia de tumbas o sarcófagos no le permite ser concluyente en este aspecto.

Foto 21: Detalle de una basa del pórtico, actualmente retirada de lugar. Foto Schlunk, 1930-32 (DAI, NEG.SCH.1446).

Tras la lectura de paramentos, Helmut Schlunk distingue tres fases constructivas en la evolución histórica de Santa Eulalia de Bóveda, que explicarían algunas de las dificultades interpretativas que ofrecen las características arquitectónicas actuales. El centro de la fachada está derrumbada y la disposición de las columnas del pórtico, pese a localizarse in situ, difieren de la original (Foto 21). En el interior, tanto las pinturas como las arcadas se asientan sobre parte del arco del ábside –se supone revestido inicialmente en mármol–. También se extraña por la ausencia de pilastras sustentando el arranque de las arcadas, dada su frecuencia en el arte romano (Plano 5). La superposición de elementos arquitectónicos los aprecia con seguridad en la bóveda del atrio, dado que se asienta sobre una reparación posterior del muro de la fachada. La erección de Santa Eulalia de Bóveda, por lo tanto, estaría destinada a un monumento funerario de época romana. Posteriormente se adecuaría a las necesidades del culto cristiano dividiendo el espacio en tres naves tras un derrumbamiento que afectaría a todo su eje longitudinal. Data esta fase en el siglo IX dado que atribuye la obra pictórica de la bóveda central a la misma escuela que realizó las pinturas de la iglesia ovetense de San Julián de los Prados52. En una última fase se transformaría en cripta de una nueva iglesia, edificada encima entre los siglos X y XI. Por necesidades constructivas o por derrumbe se colmató la fachada, modificándose el acceso al interior del monumento mediante las escaleras que daban al ábside. Estas transformaciones le hacen ser muy cauto a la hora de atribuir a cada una de ellas determinados elementos arquitectónicos: columnas de mármol, fragmentos con elementos decorativos, etc. Pero no duda de que las peculiaridades arquitectónicas se deben a una clara influencia oriental, puesta de manifiesto tanto en los paralelos helenísticos de Siria y Rusia como en la utilización del arco de herradura, herencia de Siria y Asia Menor, y que los visigodos tomarán directamente de los antecedentes romanos. ... So betätigen sich die Beobachtungen, die gerade im römischen Spanien Beziehungen zum Orient erkennen wollen. [...] Gerade die hier in Boveda vertretene Form des hellenistischen Bogenportals ist es ja, die für die spätere Westgotenarchitektur charakterisrisch wird und die direkt

49 Sólo se referencia anteriormente, y entre otros materiales localizados entre los escombros, trozos de canales de agua (Castillo, 1927a, 140). 50 Fechados aproximadas entre el siglo II ane y el siglo I. 51 Siglos II al V. 52 Ya en 1935 constata paralelos pictóricos entre Santa Eulalia de Bóveda y el prerrománico asturiano. Este hecho no fue tenido en cuenta por los distintos investigadores que trataron el tema ya que lo atribuyen a una obra posterior (Schlunk y Berenguer 1957); lo mismo ocurre, obviamente, con la reproducción en color del casetonado realizado por Berenguer. La diferencia interpretativa de Schlunk, entre estas dos fechas, estriba en la relación cronológica de los dos monumentos: siglo IX y misma escuela (1935), frente al reconocimiento de Bóveda como obra tardo romana de la que Santullano representaría un verdadero Renacimiento del siglo IX (1957).

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aus den römishen Vorstufen des Landes übernommen wurde.

Iconográficamente, en las pinturas también observa esta atribución a un estilo oriental dada la distribución de los distintos motivos dentro de esquemas romboidales. La calidad científica del trabajo de Schlunk también se puede constatar en las múltiples reseñas de sus interpretaciones realizadas por posteriores investigadores. Estas referencias, pocas veces explicitadas, convierte al artículo publicado en 1935 en fuente matriz de gran parte de la bibliografía sobre Santa Eulalia de Bóveda. Por mi parte, he querido rescatar sólo los datos más reseñables de este artículo que faciliten la lectura y la situación del monumento tras los primeros trabajos arqueológicos. Manuel Vázquez Seijas En septiembre de 1934, la revista Galicia en Madrid (órgano de lar galego) incluye un artículo divulgativo suyo, Las ruinas de Santa Eulalia de Bóveda. Pero su aportación más significativa la realiza en, Lugo bajo el Imperio Romano, segunda de las monografías del Museo Provincial de Lugo, en la que su Junta decidió publicar la conferencia que Vázquez Seijas expuso el 6 de junio de 1938, con la que participó en una serie de coloquios en la conmemoración del bimilenario del nacimiento de Octavio Augusto. En una de las fotografías que ilustran las notas sobre Santa Eulalia de Bóveda se observa una clara ruptura del pavimento que delimita su área central, pero no hace ninguna observación al respecto (Foto 22). En cuanto a su carácter romano se inclina por la tesis de templo dedicado a las ninfas aportada por Ángel de Castillo. La habitual descripción de las distintas particularidades que presenta el monumento es complementada, por primera vez, con los resultados de una prospección arqueológica realizada en las proximidades del mismo. Localiza material de época romana y una serie de piedras de granito que presentan oquedades y marcas de posible origen ritual; indicio céltico relacionado con el castro de Santa Eulalia (Corvazal). Asimismo, el estudio toponímico identifica el entorno como una zona posiblemente muy poblada antiguamente, relacionada con los burgos lucenses, dada la proximidad al lugar de San Vicente del Burgo. En la misma parroquia del yacimiento localiza dos topónimos que le posibilitan identificarlo con el mundo romano de oriente, reflexión que simpatizaría con paralelos arquitectónicos y decorativos ya observados. 53 Desafortunadamente, este proyecto no llegó a realizase.

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Foto 22: Interior del monumento con detalle de fractura en el pavimento.

No he llegado a determinar de donde pudiera, etimológicamente, proceder la palabra “Edremo”, ni igualmente “Abretonia”. Abretena, del latín Abrettena, es una comarca de la Misia (Asia Menor) junto a las fronteras de la Bitinia, que según Suidas, se llamó así por la ninfa Abrevia o Abrecia. Estuvo consagrada a Júpiter, de donde éste recibió el sobrenombre de Abretino.

Manuel Gómez-Moreno Martínez A pesar de supervisar las obras de desescombro como representante de la Junta Superior de Excavaciones, hubo que esperar veinte años para conocer su parecer sobre Santa Eulalia de Bóveda. Cierto es que hay que contar con el paréntesis obligado que ocasionó la contienda civil y su período de posguerra. En 1949 publica Misceláneas: Historia – Arte – Arqueología. Primera Serie. La Antigüedad, es una recopilación de artículos, algunos corregidos y ampliados e incluye otros inéditos, como es el caso de Santa Eulalia de Bóveda. En el sumario, califica al monumento de arquitectura romana exótica y parece ser que fue escrito con anterioridad al publicado por Schlunk en 1935 (Palol 1967, 115 nota 28). Mi deseo ahora es dar una escueta noticia, ya que pude seguir las vicisitudes del descubrimiento y anotar las características del edificio, facilitando así la redacción de una monografía definitiva.53

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Gómez-Moreno sitúa en 1917 el año en el que el párroco del lugar, excavando sigilosamente, descubre el monumento. Manifiesta su asombro por la calidad y buen estado de conservación que presentaban las pinturas cuando tuvo ocasión de ver en la primera visita que realizó en 1926. Pero se lamenta de la tardanza en su protección, dado que las lluvias, además de generar verdines en su superficie provocaron la caía de algún trozo de enlucido (Foto 23)54. … sufrieron aún más al limpiarlas y aparecen hoy degradadas, secas y sin los toques de temple que sobre su técnica al fresco, las perfeccionaban.

nas, un arco mayor sobrepasaría al óculo o ventana de altura incierta. La composición de la fachada le permite identificar el monumento con paralelos orientales de época romana. Asimismo, el grosor de los pilares del vestíbulo apuntan a que puedan soportar un segundo cuerpo, como observa en la solución del templo etrusco de Clitunno, Spoletto. Bajo el arco de entrada señala una posible rotura de un dintel en la que encajaría una puerta de madera. Este arco, según Gómez Moreno, tendría un carácter funcional, de descarga, y estaría recubierto en mármol. Como paralelos de arcos de descarga sobre dinteles señala al Palacio de Diocleciano en Spalato, baptisterio de Nisibis o el teatro romano de Orange. En relación a los relieves de la fachada sólo referencia paralelos (sin referencia explícita) a los que presentan una figura humana, bajo arquitrabe, con una guirnalda sobre su cabeza (Dibujo 4): en un sarcófago parto y en piezas de platería sasánida.

Foto 23: Instantánea de las pinturas en los meses iniciales a su descubrimiento. El motivo de la derecha se perdió.

Un minucioso estudio de la fachada le permite plantear una hipótesis de cuál sería su estado original (Plano 3). Señala los dinteles rotos sobre los machones del pórtico, que supone apoyados sobre las columnas, y sobre el derecho un salmer, que no llega a la mitad del grosor del machón, ligeramente prolongado en herradura. Entre las colum-

Dibujo 4: Relieves localizados en el vestíbulo y en la fachada.

…y en cuanto a su significación resultan demasiado inconexas para sobre ellas asentemos algo: fiestas, caprichos, lisiados…

En el interior, el estudio del pavimento ofrece claras evidencias. Por un lado, las losas de granito se prolongan bajo los muros y, por otro, presenta una discontinuidad en el centro del mismo. Aunque ya se observa en determinadas fotografías publicadas en el Boletín de la Real Academia Gallega, no habían hecho especial referencia al respecto. Es evidente que esta observación pondrá sobre aviso a Chamoso Lamas.

Plano 3: Alzado hipotético de la fachada.

Faltan ellas en un rectángulo central, de 3’50 x 2’60 m., ahondado como alberca, sin muretes laterales y cuyo fondo no pude reconocer; aparece relleno con piedras, de

54 Instantánea de mejor calidad que la publicada por López Martí en Vida Gallega (vid. Foto 4). Ambas tuvieron que realizarse muy próximas en el tiempo. La ubicación del enlucido, desprotegido ante las inclemencias del tiempo, era la menos adecuada para evitar su deterioro y caída. Se comprueba que el motivo era igual al que actualmente se conserva al otro lado de la puerta (cfr. Foto 62).

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EL DESCUBRIMIENTO Y LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN SANTA EULALIA DE BÓVEDA (LUGO)

Bajo dicha solería, y especialmente hacia el ángulo derecho de la cabecera, brota un manantial tan copioso, que el ingenio de los labriegos hace del edificio aljibe para subvenir a sus riegos, dando salida al agua por delante del pórtico, cerrado previamente con tablas, y fui testigo de ello en mi última visita, cuando iba almacenada casi un tercio de metro. Téngase en cuenta ello, como dato explicativo para historiar el edificio, si a esta fuente se le atribuían virtudes medicinales.56

carácter romano presentan tanto el fragmento de estela, según ostentan muchas piedras sepulcrales del NO. peninsular con carácter indígena, como el fragmento de ara dedicada a las ninfas. Por último destacar que las observaciones que Gómez Moreno hace sobre los muros57 de la construcción superior son más precisas que las realizadas por Ángel del Castillo. Al igual que éste identifica su ubicación superpuesta a los muros de la construcción inferior, pero matiza la diferencia de aparejo, con ladrillo de entalle (Dibujo 2) en la superior; tipo corriente en ciertas obras romanas. Además, creo acertada sus dudas respecto a la contemporaneidad de la fábrica de ambos cuerpos constructivos.

Los elementos arquitectónicos y decorativos presentes en Santa Eulalia de Bóveda le sugieren una cronología de finales del siglo III, en un ambiente de orientalismo seguro. Igual

Estos materiales, si no fueron aprovechados, acreditarían la antigüedad del edificio superior, no garantizada bastante, dada su diferencia de estructura respecto del inferior…

cualquier modo, y encima quedan algunas losas de mármol, a las que se aludirá luego.55 (Plano 8 y Plano 9)

Lo que a continuación relata evidencia el estado de abandono que sufrió el monumento ya declarado Monumento Artístico Nacional:

55 Ubica las losetas de mármol como cubrición de las de granito, puesto que no se observan marcas del asiento de las columnas que soportarían las arcadas. 56 Existe una extraña marca de desgaste en el umbral de la puerta de acceso que pudiera justificarse como resultado de la acción de la tranca de madera. 57 Al muro norte incluye los dos transversales (Plano 9) que se pueden distinguir mejor en los planos publicados por Schlunk. Actualmente están muy degradados. Me pegunto si el muro oeste hubiera tenido una mayor prolongación y coincidiera con el identificado ¿erróneamente? por López Martí (vid. nota 8) ¿Fue necesario su desmonte parcial para aplicar la placa protectora horizontal de hormigón?

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LOS PRIMEROS PROTAGONISTAS (1929-1949)

Plano 4: Planta de Santa Eulalia de Bóveda, Herald Hanson (Schlunk 1935)

Plano 5: Sección longitudinal de Santa Eulalia de Bóveda, Herald Hanson (Schlunk 1935).

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Plano 6: Sección transversal de Santa Eulali de Bóveda, Herald Hanson (Schlunk 1935).

Plano 7: Alzado de Santa Eulalia de Bóveda, Herald Hanson (Schlunk 1935).

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LOS PRIMEROS PROTAGONISTAS (1929-1949)

Plano 8: Planta de Santa Eulalia de Bóveda con la ubicación de la alberca (Gómez-Moreno 1949).

Plano 9: Sección longitudinal de Santa Eulalia de Bóveda (Gómez-Moreno 1949). Alzado en la que se delimita la profundidad de la alberca y en la que se representan las columnas tangentes a los muros, según uso general antes de lo románico.

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Capítulo segundo DILUCIDANDO EL ORIGEN (1945-1960)

DILUCIDANDO EL ORIGEN (1945-1960)

TRABAJOS ARQUEOLÓGICOS DE MANUEL CHAMOSO LAMAS En plena guerra civil, el gobierno del bando nacional aprueba el decreto que crea el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional58 dependiente de la Jefatura Nacional de Bellas Artes. Hereda las atribuciones de la Juntas del Tesoro Artístico, dividiéndose en nueve zonas dependientes de una Comisaría central: 1ª occidental, 2ª cantábrica, 3º primera central, 4ª segunda central, 5ª Levante, 6ª Andalucía baja, 7ª Andalucía alta y dos más de localización eventual. A estas zonas estaban asignados agentes militarizados dependientes de la Comisaría central, en conexión con el comisario de zona. A su vez, designa como órganos consultivos a las academias y a diversos estamentos59 que con existencia legal antes del Movimiento, tuvieren funciones relacionadas con la defensa y conservación del Patrimonio Artístico Nacional. En 1945 Manuel Chamoso Lamas, recientemente nombrado Comisario de la 1ª Zona60, realiza una visita a Santa Eulalia de Bóveda dada la importancia y el interés que suscita el monumento. El estado en el que se encontraba aconsejaba una intervención urgente puesto que las labores agrícolas efectuadas en los terrenos lindantes habían afectado a varias estructuras, sobre todo al muro superior que amenazaba desaparecer por encontrarse destruida su cimentación; se propone la consolidación y aislamiento de las estructuras afectadas. También era necesario actuar en las pinturas, requiriéndose la intervención de un técnico restaurador de pintura

mural que las fije y evite así una mayor pérdida de las mismas por efecto del alto grado de humedad existente en el lugar. Además, al limitarse los trabajos de los años veinte a actuar sólo sobre el monumento, sugiere la realización de diversas catas en las proximidades y en el castro cercano de Corvazal dada la gran cantidad de materiales de época romana localizados en breves prospecciones. Es más que probable que una excavación en las proximidades y a lo largo de la explanada en que se halla el Monumento, arrojará mediante la clasificación de los objetos y elementos que se descubran, los datos suficientes para fijar su origen.61

El 29 de septiembre incluye estas observaciones en un informe dirigido al Comisario General del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional al que solicita 10.000 pesetas para proceder con la urgencia necesaria a las citadas reparaciones.62 Chamoso Lamas no publicó nada de sus actuaciones en Santa Eulalia de Bóveda hasta que consideró finalizada su labor de investigación. En 1952 publica los resultados en Cuadernos de Estudios Gallegos con un artículo de título revelador: Sobre el origen del monumento soterrado de Santa Eulalia de Bóveda (Lugo). Su contenido refleja el informe remitido en enero de 1952 al Comisario General del SDPAN,63 revisado e ilustrado con dibujos y ocho láminas de fotografías. Por desgracia poco o nada informa de los trabajos urgentes de consolidación de diversas estructuras que sitúa, creo que por error, a principios de 1947.64 En su última actuación hay sufi-

58 Decreto del 22 de abril de 1938 (BOE 23/4/38) 59 ...crear el órgano adecuado para asegurar a la vez que el eficaz funcionamiento de los servicios de recuperación artística, a su defensa y reparación, cuando fuera indispensable, así como a una ulterior inspección de enseñanza artística y demás fines... 60 En 1940 había sido nombrado comisario de la 3ª Zona del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, tras participar en la organización del mismo bajo la dirección de Eugenio d’Ors, Pedro Muguruza y el marqués de Lozoya. Trabajo reflejado en las órdenes ministeriales del 9 y 12 de agosto de 1938 (BOE 18/8/38) en la que se dicta la normativa que regulará la actuación de los Comisarios de Zona. 61 Se comprueba en este fragmento del informe cuál era el objetivo de su investigación. Su inquietud era coincidente con la de la mayoría que nos acercamos a él. No nos conformamos en disfrutar con la belleza de sus pinturas y con la excepcionalidad de sus relieves y estructura arquitectónica; cincuenta años más tarde aún nos planteamos la misma pregunta ¿qué motivó su creación? No deja de ser anecdótico que Chamoso encontrara respuesta a su interpretación en el interior del monumento; interpretación que coincide, error mecanográfico incluido, con la de la mayoría en su época: Las dudas que aun persisten hoy no han permitido fijar opinión sobre el destino de tan interesante construcción, pues las más autorizadas, sin ponerse de acuerdo, la señalaban como templo visigótico, otras como templo pagano, otras como posible templo romano aprovechado para iglesia priscilianista, y los más como nonfeo. 62 AGA, Sección Cultura, leg. 51/11281. Es un breve informe en el que incluye un plano del monumento partiendo del realizado por Ángel de Castillo y recortes de fotografías de las publicaciones López Martí y Vázquez Seijas. Forma parte de un pequeño dossier que incluye su elevación al Director General de Bellas Artes (2/10/1945) y al Ministro de Educación Nacional (4/10/1945). Se aprobó el día 15, efectuándose la salida contable el 22 de octubre de 1945 63 AXXG, leg. 72.802. 64 …una serie de pequeños trabajos de reparación y limpieza... La importancia de esta actuación se ve reflejada en el contenido del informe y en la rápida respuesta del Ministerio que contestó afirmativamente a la petición de Chamoso en dos semanas (vid. nota 62); además hay que tener en cuenta que el importe solicitado era el máximo contemplado para estos casos, según apartado 8 de la Orden ministerial del 12 de agosto de 1938: El Ministerio podrá acordar, previa propuesta de la Comisaría General, la concesión de cantidades hasta el límite máximo de 10.000 pesetas para obras urgentes en los monumentos histórico-artísticos, amenazados de ruina, sin formación de proyecto, con solo una sucinta memoria y algún documento gráfico presentados por la Comisaría de Zona. Con independencia de esta rápida tramitación de problemas urgentes, toda obra de defensa de monumentos histórico-artísticos será objeto de proyecto debidamente redactado por el Arquitecto que para cada caso proponga la Comisaría de Zona respectiva… Todo esto permite suponer que lo más razonable sería situar el comienzo de los trabajos en los inicios de 1946.

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cientes e importantes novedades como para dedicarle mucha atención a estos trabajos previos. Lo mismo ocurre con las prospecciones en la comarca, dado que poco aporta a lo ya comentado por Vázquez Seijas en 1939 (vid. supra). …El material recogido no ofrece problema alguno sobre su clasificación. La enorme cantidad de “tégulas” y gruesos ladrillos, pero sobre todo la abundancia de trozos cerámicos característicos como son los de “terra sigillata”, fijan concretamente la época de ocupación romana y predominio total de su cultura.

Puestos sobre aviso por el párroco del lugar de que, al contrario de lo que habían interpretado en los informes de las primeras excavaciones, el pavimento no había sido reconocido a fondo65, deciden levantar las losas de mármol de la nave central (Plano 10). Bajo las mismas descubre un estanque de agua cuadrangular que no duda en calificar de piscina. La Foto 25 y la Foto 26 ilustran su descubrimiento, no exento éste de nuevas sorpresas puesto que pronto comprueban que el nivel del agua no varía, tanto si intentaban disminuirlo como aumentarlo.

No indica la fecha de comienzo de los trabajos arqueológicos. Los inician con una cata en la parte posterior del edificio con la intención de obtener información que pudiera explicar la relación entre la edificación superior y la inferior. Encuentran abundantes materiales romanos y restos de cerámica indígena pero de época galaico-romana. Todo ello entre dos metros de tierra revuelta de la anterior excavación. Destaca una pieza metálica circular, de difícil identificación, cuya descripción concuerda con una fotografía que se encuentra en al archivo fotográfico del Instituto Arqueológico Alemán, pieza proveniente de Santa Eulalia de Bóveda y hoy depositada en el Museo Provincial de Lugo (Foto 24). Fue hallado también un pequeño disco de cobre, de unos 4 cms. de diámetro, con cuatro perforaciones y el borde curvado, presentando la superficie exterior decorada con espirales en relieve que rematan en trifolios y lucen un fuerte baño de oro.

Foto 25: Vista del interior de Santa Eulalia de Bóveda. Inicio del levantamiento del pavimento de mármol.

Lamentablemente no siguieron los trabajos en esta zona, ni tampoco los anunciados del vecino castro de Corvazal. La improvisación de su actuación, sólo explicable por falta de tiempo o de presupuesto, contrasta con el acierto que supuso el giro de 180 grados en el proyecto de investigación.

Foto 26: Detalle del levantamiento de las losas de mármol.

Foto 24: Disco de cobre, MPL. Foto D. Noack (DAI, O-739).

Las losas, fuertemente compactadas, lo cubrían por encima del nivel de agua, cristalina, gracias a que estaban apoyadas sobre conglomerados de diversos tipos de materiales que afloraban en puntos estratégicos (Foto 27). La forma con la que procedieron al ocultar la piscina demuestra que sus autores eran conscientes de que el nivel de agua no variaba, ya que esta intervención le permitía seguir realizando una función de distribución de las distin-

65 Es muy probable que hubieran desistido de levantar todo el pavimento, probablemente debido a una rotura del aislante que permitió el paso de agua (Eletarka 1928; López Martí 1928; Castillo 1932; López Martí 1934; Gómez Moreno 1949).

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tas acometidas de agua, evitando así que su eliminación ocasionase graves desperfectos en la cimentación del edificio.

Entre diversos materiales expuestos en diferentes áreas del monumento, identifican dos piezas de granito como pertenecientes a la cubrición interior de la piscina. La labra en uno de sus lados y sus medidas las adecuaban para esta función (Foto 28). Encajaban con precisión puesto que la altura coincidía con los 0’7067 metros de profundidad a la que se encontraba el fondo formado por losas de granito perfectamente niveladas. Afortunadamente, el hecho de haber respetado y conservado durante la excavación del año 1926 cuantos elementos surgieron en ella, ha venido en nuestra ayuda para afianzar la seguridad del hallazgo de la piscina.68

Foto 27: Detalle del asentamiento de las losas. A la izquierda se aprecia una afloración de uno de los puntos sobre las que se apoyaban.

El pavimento de granito la rodeaba y bajo una de sus losas apareció una canalización de desagüe de 0’60 metros de ancho y 0’80 de profundidad.66 Consiguieron seguir su trazado hasta que desembocó en un hoyo de un prado situado aproximadamente a cien metros del monumento, llegando a alcanzar una profundidad de 1’60 metros. En el inicio de este desagüe principal se encontraba uno de los sistemas que permitía mantener constante el nivel de agua. …No puede ser este más sencillo, pues se reduce a una simple pieza de granito, asentada a escuadra en el fondo y al ancho de la alcantarilla, que corta la corriente de salida de aguas a la altura que se fijó para el nivel de éstas en la piscina, procedimiento con el cual se asegura una cantidad mínima de agua en su interior.

El agua entraba filtrada por tres capas de granulado decreciente, de arena finísima la última, a lo largo de los laterales de la piscina, de forma que era muy difícil percibir el movimiento del agua. No localizaron el lugar de la acometida del agua pero descartan que su nacimiento tenga lugar en alguna parte del monumento y sugieren que el depósito que regularía la entrada se encuentra bajo la sacristía de la iglesia parroquial, dado que perciben una mayor entrada de agua por el lateral sur que por el norte.

Foto 28: Dos piezas del borde interior de la piscina entre otros materiales.

Este descubrimiento supondrá un aglutinante que da significado al fragmento descontextualizado de un ara romana con la inscripción PRO / SA [lute] (vid. supra) y a la interpretación del relieve en el que dos personajes se mostrarían sus lacras; confirmado esto último con una analítica del agua que ofrece como resultado indicaciones hidroterápicas para combatir el reumatismo deformante.69 ...un edificio público dedicado a las ninfas al objeto buscar su protección, según era frecuente en la época romana, para el aprovechamiento de aguas especialmente mineralizadas con fines terapéuticos. [...] supervivencias del intenso y viejo culto que al nacimiento de las aguas rendían las gentes de la Galicia prerromana.

Esta interpretación posibilitaría también la explicación de la incorporación de diversos elementos, identificados como anacrónicos, que

66 …gran losa de granito que formaba con otra el ángulo izquierdo inferior, o sea el izquierdo próximo a la entrada, una atarjea que pasando bajo el muro de la fachada principal cruzaba bajo las losas del pavimento del nartex y proseguía, ya muy profunda, a lo largo del patio. 67 Ni la piscina llega a esa altura actualmente ni las piezas de granito tienen esa medida. El dato puede deberse a un error, pero cierto es que en todos los planos que se realizarán posteriormente, en el proyecto de restauración, reflejan esa cota. 68 Una muestra más de elogio hacia los responsables de los primeros trabajos. 69 No deja de llamar la atención el aparente escepticismo de Chamoso ante unos resultados que se adaptan perfectamente a su interpretación: ...Esperamos que nuevos resultados y detenidos análisis de las aguas especialmente recogidas para ello permitan fijar y concretar estos primeros resultados.

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irían integrándose en el devenir de la historia. Tal es el caso de su adaptación al culto cristiano que supondría una profunda modificación de su estructura.70 En esta época sitúa la clausura de la piscina, la división en tres naves y el desarrollo de su ornamentación pictórica.71 Ante esta sucesión de coincidencias interpretativas, Chamoso Lamas avanzaba en las primeras páginas de este artículo su disposición de ofrecer al mundo científico una respuesta a diversas incógnitas que seguían persistiendo en Santa Eulalia de Bóveda. ...Hoy, en la seguridad de poder presentar datos precisos y concluyentes sobre su origen, redactamos estas notas con la esperanza de que ellas sirvan para decidir la restauración definitiva que el valor arqueológico y artístico del monumento está reclamando desde hace años.

TRABAJOS

DE CONSERVACIÓN Y RESTAU-

LUIS MENÉNDEZ PIDAL PONS SOROLLA

RACIÓN DE

JOAQUÍN

Y

La relevancia de las conclusiones ofrecidas por Manuel Chamoso Lamas no fue acompañada de estudios más pormenorizados que pudiesen ofrecer una mayor argumentación a la funcionalidad original propuesta de Santa Eulalia de Bóveda. Considero que hubiera sido necesario retomar el proyecto de investigación inicial, pero la importancia del descubrimiento y la urgente necesidad de una intervención de conservación primó en la razonable decisión de dar por conclusa la etapa de excavaciones e iniciar trabajos de conservación y restauración del monumento. Dada la situación en qué quedó el monumento después de los trabajos de exploración y también la necesidad de reparar la placa de hormigón que lo cubre, la Comisaría de Zona del Patrimonio Artístico Nacional decidió proponer a la Superioridad la restauración total del monumento soterrado, reconstruyendo la piscina a base de los elementos de juicio descubiertos. Actualmente se espera la decisión de los organismos rectores para proceder a ello en caso favorable o volver a clausurar la zona descubierta en caso contrario.

Este párrafo, con el que finaliza el artículo, presupone un punto y aparte, pero lamentablemente se transformará en un punto y final de la investigación de Chamoso Lamas en Santa Eulalia de Bóveda. Cierto es que bajo su tutela se restauró el monumento tras una serie de trabajos realizados a lo largo de la década de los años cincuenta, bien acometidas técnicamente pero optando por unos criterios de restauración que a la larga resultarían nefastos. Es de suponer que nada nuevo aportaron desde el punto de vista arqueológico, sus resultados no se publicaron y las conclusiones permanecerían en la mente de sus autores.

Plano 10: Primer plano en el que se dibuja en detalle su pavimento. El dibujo no es perfecto, pero refleja bastante bien la forma y la distribución de las losas en ese momento. Con una x señalo las losas de granito que encuadran un área dispuesta en relación con la piscina.

Desarrollo de las obras Las trabajos de conservación y restauración fueron encomendadas a los arquitectos de Zona del SDPAN Luis Menéndez Pidal y Francisco Pons Sorolla. El seguimiento de los mismos se puede realizar gracias a que se conservan los distintos proyectos de obra en el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares.72 Todos presentan el mismo contenido en la primera parte de la memoria, la inician con un estado de la cuestión basada en el informe de Chamoso

70 ...la Iglesia fue transigiendo poco a poco y mediante un hábil proceso de consagración de los lugares aún paganizados por supersticiosas prácticas y costumbres, puso aquellos bajo la advocación de la Virgen o de un Santo determinado, sustituyendo así por éstos las antiguas divinidades de los gentiles. Este proceso que se siguió en varios puntos de la Europa cristiana tuvo notable incremento en el noroeste peninsular... 71 Al igual que Schlunk, Chamoso no atribuye a las pinturas factura romana; más aún cuando observa que las arcadas no se integran en el muro sino que están adosadas a él mediante mortero.

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Lamas, de donde la mayoría de los párrafos que la componen son trascripción íntegra. El primer proyecto se presenta el 20 de abril de 1953 y consiste en unas obras de conservación que eviten los problemas de humedad surgidos como consecuencia del deterioro de la cubierta realizada a finales de los años 20. El mucho tiempo transcurrido desde la realización de estas obras y la falta de una cubrición apropiada sobre la losa de hormigón han hecho que las diferencias de temperatura agrieten la losa y las aguas de lluvia filtrándose por las grietas y disolviendo las sales solubles del mortero produzcan perjuicios a las pinturas conservadas.

Posponen la restauración de la piscina dada la mayor prioridad que asignan a la reforma de la cubierta, pero destinan una pequeña partida del presupuesto para afrontar la búsqueda, pendiente en los anteriores trabajos, de las acometidas de agua. Tarea esta necesaria para acometer posteriormente la restauración de la piscina. En el pliego de condiciones describen el proceso a seguir en la reparación de la cubierta, en la que se hace necesario cambiar el sistema de montaje de los lucernarios, respetando su ubicación (Foto 29).

Este proyecto de obra es ilustrado con dos planos que reflejan el estado del monumento antes de proceder a su restauración. Constan de una planta general del mismo (Plano 11) y de una sección transversal del interior (Plano 12).73 Es muy probable que tuvieran la intención de realizar las obras en el verano de 1953, dada la necesidad de evitar, lo más posible, el tiempo lluvioso, pero una torpe e inoportuna interpretación burocrática (por parte de la Administración) no permitió la resolución del expediente

Foto 29: Interior del monumento en el que se aprecia la cubierta con uno de los lucernarios antes de los trabajos de conservación. (KSADO, c. 1936).

Se realizará con todo esmero para garantizar la ausencia de filtraciones sobre las pinturas. Se comenzará por extender capa impermeabilizante asfáltica sobre la losa de hormigón que hoy sirve de cubierta; se desmontarán los lucernarios y se replanteará la disposición de tabiquillos de ladrillo y marcos de lucernarios, como base de un doble tablero de rasilla con mortero de cemento 1:4 y doble pendiente lateral del 5%. Colocados los lucernarios en su nueva posición y garantizando su unión al solado mediante juntas de plomo se ejecutará el solado de baldosín cerámico de 13/13 cms. sobre mortero de cemento con pequeña proporción de cal para lograr elasticidad y evitar posible agrietamiento de juntas. La recogida de aguas se hará por canalizaciones laterales de ladrillo y mortero de cemento, ya fuera del área de la cubierta de hormigón, de acuerdo con las vertientes naturales del terreno circundante.

Los trabajos arqueológicos permanecen supeditados al seguimiento que realizará Chamoso Lamas dado el carácter de investigación de los mismos.

hasta finalizada la época estival. Se desconoce cuándo pudieron ejecutar las obras pero es factible pensar en su aplazamiento al verano siguiente. La única certeza al respecto es que hasta 1956 no pudieron afrontar la continuación de las mismas. El 17 de marzo de 1956 presentan el proyecto de obra de restauración y reimplantación, en su lugar de origen, de los fragmentos de pintura procedentes de la parte central de la bóveda. …ya que las antiguas filtraciones de agua han deteriorado mucho las pinturas y de mantenerse donde están llegarían a desaparecer.

No hay ninguna noticia de la posible localización de las conducciones de abastecimiento de la piscina, sí de que van a de afrontar su restauración y para lo cual consideran imprescindible retirar los grandes bloques de la bóveda

72 AGA, sección Cultura, leg. 26/298 para los correspondientes a los proyectos presentados en 1953 y 1956; AGA, sección Cultura, leg. 26/0307 para el presentado en 1957. En AGA, sección Cultura, leg. 51/11281 se encuentran la documentación administrativa generada en sus respectivos expedientes. 73. La disposición del enlosado es el mismo que el reflejado en el plano de Chamoso (Plano 10), a pesar que la mayoría de las losas de mármol que cubrían la piscina se habían destruido. Asimismo, se puede comprobar que, inicialmente, la restauración de la piscina contemplaba cubrir todos los lados pero, finalmente, los laterales no se verían afectados.

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que están sobre la misma ya que les impiden trabajar (Foto 30). Lo que resulta desproporcionado es que para facilitar el traslado hubieran optado por demolerlos. El criterio de restauración basado sólo en la restitución de los fragmentos con pintura ofrece unos resultados espectaculares pero pone en peligro las pinturas y destruye los fragmentos de bóveda original sobre los que se asentaban, agravada esta última acción porque no documentaron la fábrica ni la composición de los mismos. De esta forma pretendemos conseguir, no solo hacer posible la futura restauración de la piscina sino valorar el volumen interior del Monumento y salvar importantes fragmentos de pinturas. La parte de bóveda que se reconstruye se ejecutará en fábrica de ladrillo macizo con mortero 1:3 de cemento y se terminará en revoco de cemento con terminado de superficie especialmente preparado e impermeabilizado para recibir las pinturas trasladadas. El arranque de pinturas comprende la extracción propiamente dicha, su traslado a lienzo y restauración y su nueva colocación, previo estudio de disposición y lugar en la bóveda reconstruida. Partida complementaria será la limpieza de paramentos y la restauración de parte alta del muro de fondo sobre la entrada a antigua escalera.

Foto 30: Lugar donde se encontraban los dos bloques de la parte central de la bóveda. Detalle foto Mas, 1931 (AM, C67592). Las filtraciones de agua en la cubierta afectaron a las pinturas que contenían en su lado superior (cfr. Foto 43).

Esta vez los plazos administrativos se cumplieron con normalidad y a mediados de mayo estaban en disposición de acometer las obras. El desarrollo de las mismas se encuentra en el pliego de condiciones. En relación a la restauración de la parte central de la bóveda indican lo siguiente (Plano 13):

Será labor previa la construcción de la cimbra de curvatura exactamente ajustada a la de la bóveda y con disposición tal que permita su fácil movilidad ya que deberá trabajarse bajo la cubierta protectora de hormigón hoy existente que quedará formando cuerpo con la nueva fábrica. El ladrillo se asentará en mortero de cemento de dosificación 1:3. También se mantendrán los lucernarios, terminando las embocaduras de corte con la bóveda según detalles que facilitará la Dirección Facultativa.

Sobre esta bóveda se trasladarán las pinturas después de que hayan sido restauradas y arrancadas de los bloques conservados hasta ese momento. Se realizará por técnico especializado después de los estudios necesarios para determinar con toda exactitud la composición, estado de conservación y sistema más conveniente de arranque. Se instalarán los medios necesarios de secado y se procederá a la preparación de superficies de las pinturas haciendo desaparecer las formaciones y cristalizaciones calizas producidas por la filtración de agua y las formaciones vegetales de liquen y musgo que cubren parte de los bloques existentes sobre el pavimento. Una vez arrancados los fragmentos se “positivarán” sobre lienzo y por combinación de sus dibujos en relación con los conservados en la bóveda se precisarán su nueva colocación en la zona reconstruida. No se completará dibujo alguno, delimitando claramente las partes anteriores a las nuevas.

La última de estas actuaciones, de las que hasta la fecha haya constancia documental, consiste en una serie de trabajos que permitan la conservación de las pinturas de la bóveda del vestíbulo y los relieves de la fachada y, al fin, la restauración de la piscina. El proyecto de obras, presentado en junio de 1957 fue aprobado el 16 de octubre. En el momento de redactar la memoria aún se encuentran en la fase de fijación de las pinturas a la parte central, ya reconstruida, de la bóveda del interior de monumento. Para facilitar la conservación de las pinturas, dado el grado de humedad del local, se construirá una chimenea de ventilación que permita su aireación permanente (Plano 14). En el exterior también procederán a reconstruir la bóveda74 de atrio que quedará protegida, junto con los relieves, por una cubierta en visera de hormigón75 (Plano 15). Tras estas obras ya estarán en disposición de afrontar la restauración de la piscina para lo

74 Será labor previa la construcción de cimbra de curvatura exactamente ajustada a la de la bóveda. Después de adosada a las partes de ésta que se conservan, se forrará en la parte que ha de recibir las partes nuevas, con tabla de 3 cm. de espesor a fin de que el ladrillo pueda después ser revestido con mortero bastardo fratasado y quede una pequeña diferencia de plano en las superficies, de 1 cm., entre las partes nueva y vieja. El ladrillo será macizo, del llamado “recodo”, de fabricación manual asentándose en mortero de cemento 1:3. En la parte de muro que se reconstruye, la fábrica de ladrillo quedará remetida 10 cm. respecto de la sillería original del monumento, en las dos caras del muro. 75 Se ejecutará previo corte de la parte de [la] antigua cubierta sobre el vestíbulo, estableciéndose la unión, con junta de dilatación perfectamente impermeabilizada, sobre el muro que separa éste de la cámara interior del Monumento. El encofrado de la parte exterior y de visera será de madera cepillada y muy cuidado para quedar el hormigón visto con pintura al silicato. Por la Dirección Facultativa se suministrarán todos los detalles necesarios de disposición y armaduras.

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cual será necesario un corte provisional de las conducciones de acometida de agua para proceder a su desecado.76 Sin mencionarlo explícitamente, y lamentablemente sin entrar en detalles, el texto dejar entrever que han localizado la entrada de agua (condicio sine qua non podrá enfrentarse con éxito la restauración de la piscina). ...y estudiando de manera completa el dispositivo y trazado de conducciones para lo que será preciso efectuar nuevas cotas y excavaciones en terrenos bastante distanciados y bajo el pavimento de la Iglesia actual, contigua al Monumento, por donde pasa la conducción principal.

Afrontan la restauración de la piscina con la seguridad que les ofrece el rigor científico aplicado en el trabajo aportado previamente por Chamoso Lamas y apoyado por las evidencias materiales descubiertas lo que garantiza el respeto arqueológico de su intervención77, y por supuesto, con el convencimiento y la intención de aplicarlo en la restauración de todo el monumento (Plano 16). Dada la importancia del Monumento y su carácter esencialmente arqueológico se tendrá especial cuidado en no alterar vestigio alguno que pueda servir a los estudiosos para la mejor comprensión de sus fases de evolución y destino. Por ello se conservará la superposición de elementos de fecha distinta y en la reconstitución de las partes imprescindibles de muros y bóvedas se dejarán claramente diferenciadas y delimitadas incluso acusando diferencias de plano y terminado de material.

Algunas observaciones sobre los resultados No se dispone de información que complemente los proyectos de obra, ni en cuanto a la comprobación de su ejecución ni en relación a los resultados de los distintos trabajos arqueológicos que les posibilitaron realizar la restauración de la piscina. Actualmente sólo disponemos del estado actual del monumento propiamente dicho, con la dificultad añadida que representa reinterpretarlo dado que posteriormente se realizaron dos importantes actuaciones, una en los años setenta y otra a principios de los noventa. En ambos casos, a los trabajos de conservación y restauración le precedieron excavaciones arqueológicas. Se puede constatar que, en su restauración, la piscina se acortó en su frente este, a pesar de que tanto en el plano de Chamoso como en los de los arquitectos se refleja el tamaño original. Quizá algún día aparezca algún informe entre la abundante documentación pendiente

de revisar. Este pudiera ser el caso del importante archivo gráfico de Manuel Chamoso Lamas que actualmente se encuentra en proceso de catalogación en la Real Academia Gallega de Bellas Artes de Nuestra Señora del Rosario (A Coruña). A la espera de poder acceder a sus fondos, contamos con un pequeño número de fotografías que formaron parte de la exposiciónhomenaje realizada en 1995, “Lugo no obxetivo de Chamoso Lamas”. Son tres del año 1963, cercanas a la finalización de las obras, con distintas perspectivas del interior de Santa Eulalia de Bóveda. Entre ellas destaca la que muestra los dos fragmentos de pinturas al fresco, sobre lienzos, fijados a la bóveda reconstruida (Foto 31).

Foto 31: Zona central de la bóveda reconstruida con los fragmentos de pinturas fijados en ella. Foto Chamoso Lamas, 1963 (López et alli 1995).

No sé si debido a paradojas del destino o a negligencias varias, el caso es que se desprendieron del techo y fueron a caer precisamente en la piscina. Desconozco cuándo sucedió este lamentable hecho, pero no acaba aquí la serie de desatinos que comenzaron al optar Chamoso Lamas por un criterio de restauración francamente desafortunado. En vez de proceder a consolidar con urgencia los fragmentos e intentar rescatar lo máximo posible, se limitaron a guardarlos doblados en un pequeña caja que depositaron en el Museo Provincial de Lugo. Así los encuentra en 1975 Felipe Arias Vilas cuando se incorpora como director en el Museo Provincial de Lugo. Localiza la caja abandonada en el suelo con los fragmentos “rescatados” totalmente deshechos.

76 Sobre el área de la piscina aun permanecen un par de obstáculos. Para evitarlos actúan sin cortapisas, demoliendo a puntero los bloques de los que fueron arrancadas las pinturas... 77 …se restaurará la sillería de fondo y paredes laterales molduradas de la piscina utilizando piedra de igual tipo y labra que las partes conservadas y despiezo de tamaños semejantes. El asiento será con mortero de cemento 1:3 y respetará los viejos dispositivos de entrada y salida de aguas y artificios de conservación de nivel.

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EL DESCUBRIMIENTO Y LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN SANTA EULALIA DE BÓVEDA (LUGO)

Tras averiguar que provenían de Santa Eulalia de Bóveda los extendió como pudo para fotografiarlos (Foto 32).

Foto 32: Restos de las pinturas sobre lienzo localizados en el Museo Provincial de Lugo. Foto Felipe Arias, 1975.

Afortunadamente, en el Instituto de Conservación e Restauración de Bens Culturais (Santiago, Xunta de Galicia) se ha depositado copia de una parte importante del archivo fotográfico de Chamoso Lamas, lo que permite incluir dos fotos más a este trabajo de investigación. No tienen fecha, pero posiblemente fueron realizadas tras finalizar la restauración de la piscina. A diferencia de las que ilustran la exposición (López et alii 1995), la piscina se muestra prácticamente completa y como motivo único, una con orientación E-O (Foto 33), la otra O-E (Foto 34).

Foto 33: Piscina vista desde la entrada con la reconstrucción del revestimiento moldurado del lado oeste de. La pieza central es una moldura original (Cfr. Foto 28). Foto Chamoso Lamas, s/f.

Asimismo, considero que en esta etapa de actuaciones queda por aclarar una significativa cuestión. La descripción que hace Chamoso del sistema de desagüe no concuerda con los vestigios que se conservan actualmente. Lo sitúa a la izquierda de la puerta de acceso, en una secuencia descriptiva que va del interior al exterior del monumento (vid. nota 66). Lo sencillo sería suponer un típico error de referencia, pero tampoco coinciden la medición y tipología de la canalización: una atarjea de 80 centímetros de alto por 60 de ancho en lugar del sistema de canaletas con tapa. Además, el sistema que regula el nivel del agua lo sitúa bajo el muro de la fachada principal en lugar de la arqueta que existe en el patio. Por otro lado, la ubicación y medidas atribuidas por Chamoso podrían coincidir con lo que se atisba, como posible desagüe, en el dibujo de Gómez-Moreno (Plano 8). Si se suma a todo ello que precisamente la piscina se acortó en este lugar, es factible plantear una duda razonable en relación con la calidad de la restauración del sistema de desagüe (vid. nota 77). Hay constancia documental78 de otra posible actuación de consolidación de los muros79 del cuerpo alto. La petición forma parte de una relación de obras urgentes previstas en las cuatro provincias gallegas que Chamoso remite, el 4 de diciembre de 1959, al Comisario General del Patrimonio Artístico Nacional para que las incluya en el plan de obras de 1960; en atención a los informes que obran en la Comisaría de la 1ª Zona.80

Foto 34: Piscina vista desde el fondo. Se comprueba que la restauración de las molduras de los bordes sólo afectó a los lados oeste y este. Foto Chamoso Lamas, s/f.

78 AXXG, leg. 72.515. 79. Se puede comprobar, por lo dicho hasta ahora, que es una constante la referencia a las obras de consolidación de los paramentos que permanecen de la edificación superior. Aunque más que ante una reseña recurrente parece que estemos ante un recurrido recurso que justifique, en parte, las distintas actuaciones en Santa Eulalia de Bóveda. Hay un reciente ejemplo en una noticia, publicada por el diario El Progreso de Lugo el 22 de febrero de 2004, con el siguiente titular: El deterioro amenaza el monumento de Santalla de Bóveda, protegido por un toldo. Como se puede suponer, lo único que está protegido por un toldo es el muro superior. La amenaza del deterioro se cierne sobre el monumento de Santalla de Bóveda, donde un toldo, ya ajado, es desde hace años la única solución a los riesgos que representan el agua y la humedad para las importantes pinturas. En este caso es utilizado como recurso periodístico pero el objetivo es el mismo, intentar abordar inicialmente el proyecto “de mínimos” elaborado para el monumento y que consistía en la realización de trabajos de escasa cuantía, unos 30.000 euros, dirigidos a proteger de la humedad el monumento. Esperemos que esta vez se ofrezca la solución adecuada a tan afamado muro. 80 No se localizaron estos informes ni se conoce quién y cómo llevaría a cabo las obras.

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Plano 11: Planta del monumento con la disposición hipotética de las losas de mármol que cubrían la piscina. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración.

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Plano 12: Sección transversal del interior del monumento. En la piscina se reflejan erróneamente los bordes laterales. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración.

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Plano 13: Secciones transversales del vestíbulo e interior del monumento con detalle de la reconstrucción de la bóveda. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración.

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Plano 14: Disposición del tuvo de aireación y ubicación de las pinturas restituidas en la parte reconstruida de la bóveda central. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración.

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Plano 15: Alzado del monumento con la visera que protegerá a los relieves de la lluvia. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración.

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Plano 16: Planta con la piscina reconstruida. El recubrimiento interior no abarcó todo el perímetro para facilitar la entrada de agua. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración.

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APÉNDICE AL CAPÍTULO SEGUNDO He incluido en este capítulo un apéndice como ejemplo que patentice la continua aportación de nuevos datos generados por la propia evolución de la investigación del monumento de Santa Eulalia de Bóveda y cómo, esta nueva información, afecta al discurso deductivo, único método científico disponible; en muchos casos, ante la falta de evidencias tangibles. Recientemente, he tenido la oportunidad de acceder a las fotografías realizadas por Chamoso en la campaña que descubrió la piscina. De ellas forman parte una serie de instantáneas (Foto 39 a Foto 46) que documentan fehacientemente la existencia de uno de los más importantes hallazgos realizados tras el descubrimiento del propio monumento.81 Creo necesario incluirlas en el anexo documental ya no sólo por lo que suponen como material gráfico de uno de los hitos más significativos en la evolución interpretativa de Santa Eulalia de Bóveda sino como evidencias que enriquecen a las publicadas en 1952. Y por si éstas no fueran lo suficientemente aclaratorias para quienes pretenden atribuir a Chamoso la invención de la piscina. En esta serie de fotografías no se encuentra una de las incluidas por Chamoso en su artículo. Se trata de la identificada aquí como Foto 25 en la que, presumiblemente, se quería reflejar el instante en el que el propio Chamoso inicia el levantamiento de las losas de mármol que cubrían la piscina. Pero se puede comprobar que esta fotografía no es coetánea a las restantes de la serie, dada la ausencia de algunos elementos arquitectónicos que se encontraban expuestos en el pavimento en ese momento (cfr. Foto 25 y p.e. Foto 45). Mi sorpresa fue mayúscula cuando compruebo que en realidad forma parte de un reportaje fotográfico sobre Santa Eulalia de Bóveda realizado ¡en 1931!, perteneciente al Arxiu Mas (Institut Amatller d’Art Hispànic, Barcelona)82. En otra de las 47 fotografías que componen esta serie catalana también se aprecia la delimitación de la piscina, esta vez por el lado oeste (Foto 35). No es de extrañar el desconcierto de Chamoso cuando conoce, por medio del párroco, que el pavimento no había sido estudiado completamente. Lo que ahora me pregunto es por qué no trascendió con anterioridad esta nueva característica del monumento. ¿Por qué Gómez-Moreno, que llega delimitarlo y lo identifica como alberca –es decir, depósito de agua–,

Foto 35: En esta instantánea se comprueba que el límite oeste de la piscina coincide con el actual. Detalle foto Mas, 1931 (AM, C67591).

no repara en más detalles? ¿Desde cuándo se conocía su existencia? ¿Era un elemento que distorsiona más la interpretación del monumento, cómodamente ignorable bajo la alfombra de mármol?

Foto 36: Abajo a la derecha se muestra una nueva losa de granito rescatada entre los materiales rescatados en anteriores intervenciones. Foto RABBAANSR, s/f.

Volviendo a la serie de la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora del Rosario, otra sus fotografías ofrece novedades en relación con la restauración de la piscina (Foto 36). Entre las piezas graníticas susceptibles de pertenecer al cubrimiento lateral se encuentra otra con una moldura no idéntica y que finalmente también se optó por incluir en la restauración, esta vez en su lado este. Las piezas fabricadas para completar el recubrimiento de las dos caras miden 55 centímetros de ancho y se diferencian perfectamente de las localizadas entre los escombros. Una de las de nueva factura se fragmentó para adaptarla al espacio que restaba por cubrir en la esquina

81 Se obtuvieron estas fotografías gracias a Felipe Senén López que las localizó y a la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora del Rosario (A Coruña) que tuvo la gentileza de facilitarme copia de las mismas. 82 Una vez percatado de este detalle, pude comprobar que la misma ruptura del pavimento también se observa en fotografías de la misma época realizadas por Helmut Schlunk.

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sureste y, además, tuvieron la necesidad de perforarla en la parte superior para evitar que el agua desbordase por ese sitio (Foto 37). Se puede observar en varias fotografías un error de nivelación del agua de la piscina tras su

Foto 37: Cubrimiento cara este de la piscina. A la derecha, losa de granito con perforación. Encima, se distingue un ligero hundimiento del pavimento. (Detalle Foto 51)

restauración (Foto 34)83, evidenciado en el lado este. Error que supongo motivado por disponer el pavimento en ese lugar paralelo a la inclinación de las canaletas de desagüe.

Una última novedad, la aporta el vecino de Bóveda, Rubén Carricova Morandeira. Nicandro Ares me puso en contacto con él puesto que había trabajado tanto en las obras de Chamoso Lamas como en las de González Trigo. Mientras comentábamos distintos aspectos sobre las anteriores actuaciones en el monumento, nos advirtió de una gran losa similar a las piezas utilizadas en la restauración de la piscina (Foto 38). Estaba tan a la vista que pasaba desapercibida. Sus medidas aproximadas son 92 x 55 x 19 cm. El parecido con una de las publicadas por Chamoso se manifiesta en la fractura de la esquina superior izquierda, moldura superior, abultamiento inferior y altura, pero prácticamente duplica el resto de dimensiones, tanto la anchura como la profundidad (cfr. Foto 28)84. Por las medidas que presenta, está claro que formaría parte de la ornamentación de algún elemento arquitectónico de mayores proporciones que de aquel al que estuvieran destinadas las piezas identificadas hasta ahora. A riesgo de ser una opinión precipitada, puedo suponer que, si la ubicación original de las piezas pequeñas hubiera estado realmente en la piscina, la mayor podría formar parte del zócalo del interior del monumento.

Foto 38: Situada junto a las escaleras de acceso al templo parroquial, se encuentra una piedra con evidentes semejanzas a las utilizadas en la restauración de la piscina. Foto del autor.

83 Aparentemente, este error en la nivelación del agua no se observa antes de restaurarla (Foto 27). 84 A pesar de no poder medir la altura de la pieza que cubre uno de los lados de la piscina, porque el enlosado de la misma nos lo impide, sí podemos obtenerla de la otra pieza granítica que se encuentra expuesta en la caseta del vigilante (53 cm., aproximadamente).

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DILUCIDANDO EL ORIGEN (1945-1960)

Foto 39: Esquina SE (I). Foto RABBAANSR, s/f.

Foto 40: Esquina SE (III). Foto RABBAANSR, s/f.

Foto 43: Esquina SO. Foto RABBAANSR, s/f.

Foto 44: Esquina SE (II). Foto RABBAANSR, s/f.

Foto 41: Lado E. Foto RABBAANSR, s/f.

Foto 45: Esquina SE (IV). Foto RABBAANSR, s/f.

Foto 42: Lado N. Foto RABBAANSR, s/f.

Foto 46: Esquina NE. Foto RABBAANSR, s/f.

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Capítulo tercero BUSCANDO SOLUCIONES PARA UNA CONSERVACIÓN EFICAZ (1974-1983)

BUSCANDO SOLUCIONES PARA UNA CONSERVACIÓN EFICAZ (1974-1983)

INDAGACIONES DE ALBERTO BALIL ILLANA El 15 de julio de 1974 se iniciaron los trabajos de estudio y excavación dirigidos por Alberto Balil Illana, catedrático del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Valladolid, previa autorización de la Dirección General de Bellas Artes dependiente del Ministerio de Educación y Ciencia.85 No existe constancia alguna que hubiera entregado la memoria científica de los resultados86 ni se ha localizado el proyecto de excavación previo. Sólo se cuenta con una misiva de Alberto Balil dirigida al Comisario General de Excavaciones Arqueológicas, dos días antes del comienzo de las obras, indicando que estos trabajos irán acompañados de otros de limpieza y consolidación de las pinturas murales. Para completar la escasa información que obtuve de esta campaña cuento con el testimonio de Felipe Arias Vilas, que presenció estos trabajos para acompañar a su estimado profesor de la Universidad de Santiago de Compostela, y ya colega, Alberto Balil. Según Felipe Arias, Balil tiene la intención, en primer lugar, de proseguir lo que en su día, en teoría, dejó a medias Chamoso Lamas. Realiza dos catas, una delante del edificio y otra en la parte de atrás. En ésta llega a profundizar más de lo excavado por Chamoso, hasta que localiza un grueso muro, dirección Oeste-Este. No tiene completa certeza de la naturaleza del mismo pero sugiere que podría formar parte de la base de una canalización. Entre el material revuelto de ambas catas, originario de los escombros de campañas anteriores, encuentran numerosos fragmentos de enlucido con pinturas que Felipe Arias deposita en el Museo Provincial de Lugo. Simultáneamente a estos trabajos arqueológicos realizó un estudio del impacto que podría ejercer sobre las pinturas el hecho de que hubiera un volumen de agua en el interior del monumento permanentemente. Para ello dispuso de una tarima de madera móvil, a modo de gran cajón relleno de arena, que tapaba toda la superficie de la piscina (Foto 47). Se desconoce tanto el resultado de este

experimento como las conclusiones a las que pudo haber llegado.87 Felipe Arias considera que no puede hablarse de resultados definitivos y que, de todas for-

Foto 47: Instantánea realizado durante las excavaciones de Alberto Balil. En el interior del monumento se puede ver la tarima con arena que dispuso tapando la piscina. Foto GEG, 1974.

Foto 48: Limpieza superficial para comprobar el estado de las pinturas (Acuña et alli 1976).

85 AGA, sección Cultura, leg. 273. Primera y única actuación arqueológica que realizó Balil en Santa Eulalia de Bóveda. En el mismo legajo, junto a otro tipo de correspondencia administrativa, se encuentran las renovaciones del permiso de excavación para los años 1975 al 1978, pero razones personales, por un lado, y la falta de subvención para acometerlas, por otro, impidieron a Balil finalizar los trabajos de investigación en el monumento. A partir de 1976 estaba previsto que se incorporara, como co-directora de las excavaciones, Rita Mondelo Pardo, profesora de la Universidad de Valladolid. 86 En marzo de 1977, responde a una reclamación de los correspondientes informes de excavación en lo siguientes términos: Por razones personales tampoco me ha sido posible reemprender este año los trabajos en Santa Eulalia de Bóveda (Lugo). Da la impresión que está condicionando la realización y entrega de estos informes a la obtención de unos resultados que le permitan concluir satisfactoriamente sus indagaciones. 87 También se desconoce la fecha de finalización de esta campaña. La última referencia documental de la misma la encontramos en un escrito dirigido, el 19 de octubre de 1974, a la Dirección General de Bellas Artes en el que Balil recomienda que no se planifiquen los actos previstos en Santa Eulalia de Bóveda con motivo de la celebración, en 1975, del bimilenario de la fundación de Lucus Augusti (AGA, sección Cultura, leg. 51/11224) Dadas las características de este monumento y los trabajos que se efectúan en el mismo y continuarán en el próximo año, estimo inadecuado el lugar para actos multitudinarios e improcedente su realización en toda circunstancia y aún más en las condiciones actuales.

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mas, no pudieron completarse debido a la imposibilidad de continuar las campañas a lo largo de los años setenta. En relación a los trabajos de limpieza y consolidación de las pinturas murales apunta que fueron realizados por Carmen del Valle Galbán. Sólo hubo una pequeña intervención en el arranque de bóveda de la nave sur y se constató, tras eliminar la capa de verdín, que las pinturas estaban en buen estado (Foto 48). De todas formas no continuaron con la limpieza hasta que finalizasen las obras y se garantizase su posterior conservación.

SOLUCIONES

DE CONSERVACIÓN Y TRABAJOS DE RESTAURACIÓN DE ANTONIO GONZÁLEZ TRIGO

Los escasos datos con los que cuento de los trabajos de Balil se compensan con información existente, en el Archivo General de la Administración y en el Instituto del Patrimonio Histórico Español, del proyecto de las obras de saneamiento y restauración realizadas por Antonio González Trigo en la segunda mitad de los años setenta. En especial, dada la simultaneidad de fechas, con la Memoria presentada en marzo de 197488 en la que describe el deterioro del monumento causado por la permanente acción de la humedad originada, fundamentalmente, como consecuencia de las siguientes manifestaciones: • FILTRACIÓN Se detecta en la base de los muros, dado el aumento, estacional, del nivel freático que se conserva por encima incluso de la piscina; y en varios puntos de la cubierta, sobre todo en los situados bajo el muro del área superior. La no cubrición de éste y su composición y espesor provoca el almacenamiento de abundante cantidad de agua de lluvia que gradualmente termina por afectar a las pinturas de la bóveda inferior.

Foto 49: Fachada de la planta superior tras su restauración. Foto Felipe Arias.

Foto 50: Cierre posterior de la cubierta superior. Foto Felipe Arias.

• CAPILARIDAD La filtración previa del agua en la base de los muros, como consecuencia del aumento del nivel freático, ocasiona este efecto que permite al agua ascender por los paramentos. La capilaridad aumenta cuando el nivel freático sobrepasa la cota del pavimento interior. • CONDENSACIÓN El foco de la misma es, principalmente, el vapor del agua proveniente de la piscina, que se agrava por la falta de una correcta ventilación del interior del monumento debida, por un lado, al levantamiento de la bóveda interior en la restauración de los años cincuenta y, por otro, a la mala ubicación de los lucernarios de la misma. Además del interior del edificio y a las pinturas, esta condensación puede afectar a los relieves del exterior, facilitando el ennegrecimiento y la corrosión de la piedra.

88 AGA, sección Cultura, leg. 0078. 89 No especifica en qué momento ni qué medios ha utilizado para llegar a aportar esta conclusión. Independientemente de la necesidad de llegar a esclarecer cuestiones metodológicas y formales, sería interesante comprobar si estas acometidas eran originales o fueron consecuencia de los trabajos del equipo de Chamoso Lamas. 90 En este primer plano (y con mayor definición en el Plano 18) además, se documenta el estado de la piscina tras la restauración realizada en los años cincuenta. Se comprueba la reducción de sus dimensiones por el frente este y la sustitución de la losa, con una gran muesca en ángulo recto, que delimitaba el ángulo SE de un área del pavimento en relación al espacio de la piscina (Plano 10). Por el contrario, la losa que delimita la esquina NE se mantuvo en su lugar pero, lamentablemente, también ha sido sustituida en las actuaciones de los años 90.

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BUSCANDO SOLUCIONES PARA UNA CONSERVACIÓN EFICAZ (1974-1983)

Como complemento a los datos observados en el estudio del estado de conservación, González Trigo nos revela que ha localizado las acometidas que surten de agua a la piscina89. …la existencia de al menos de cinco puntos de captación de aguas, en lugar de un solo manantial como se creyó en algún tiempo. Tampoco ha podido comprobarse la existencia de aljibe oculto y la propia naturaleza del terreno hace presumir que fuese innecesario. (Plano 17)90

Se puede apreciar que las anteriores obras de conservación no obtuvieron los resultados deseables al no contemplar las posibles transformaciones que con el tiempo iban a afectar al terreno donde se asienta el edificio. Es por esto por lo que, tras constatar el origen de los males que afectan al deterioro del monumento, considera imprescindible rebajar el nivel freático de toda la superficie del mismo (Plano 18 y Plano 19). …La solución técnica adoptada consiste en la realización de un drenaje perimetral con profundidad suficiente para que el nivel de las aguas no pueda alcanzar, en ningún caso, la base del edificio. Dado el carácter soterrado del Monumento, se ha elegido como solución óptima, la creación de una cámara bufa perimetral que permita la vigilancia y conservación de dicho canal de drenaje al propio tiempo que sirve de elemento regulador de la temperatura y evitar las filtraciones que puedan producirse directamente del terreno a través de los muros. Dicha cámara bufa está coronada por elementos resistentes que sirvan de contrarresto e impidan la alteración de la estabilidad del Monumento por empujes laterales.

Este nuevo sistema de saneamiento necesita una mayor capacidad de desagüe. Dirige toda el agua hacia la arqueta de distribución existente bajo el patio que antecede al pórtico, pero de aquella partirá un canal mayor, y a una cota más baja, al que embutirá el antiguo canal en todo el recorrido del mismo, con lo que se protege y respeta el antiguo sistema de desagüe (Plano 23). Para evitar los efectos de la lluvia propone la construcción de una cubierta sin juntas y ligera, para que evite cargas innecesarias, que englobe al muro de la edificación superior y al propio monumento. Esta nueva configuración le permite liberar los huecos de los lucernarios para mejorar la ventilación y reducir la alta condensación del espacio interior (Plano 20-Plano 22). La eliminación de la humedad resultará gradual, con o que se podrá vigilar su evolución y evitar una alteración

brusca del equilibrio que pueda afectar a las pinturas directamente o provocar el desprendimiento del soporte de las mismas.91

También prevé la protección de los relieves y sanear el atrio del monumento para evitar que el agua de lluvia se acumule en él, restaurándolo de acuerdo con la forma primitiva.92 Como respuesta a esta propuesta, los servicios técnicos de la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural comunican, el 5 de diciembre de 1974, su decisión de devolver el proyecto de restauración mientras no contemple una protección de los restos de bóvedas con materiales y tratamientos más tradicionales, para que no se pierda el aspecto y ambiente rural de las construcciones anejas.93 González Trigo presenta una solución alternativa pero su adecuación al proyecto, según los requerimientos solicitados por Patrimonio, ocasiona un retraso en las obras debido al riesgo que puede suponer para la integridad de las pinturas. Una petición de última hora por parte de la Inspección Técnica de Monumentos, en la que pide que el tipo de cubierta sea la misma que la de la iglesia parroquial, desemboca en una serie de tramitaciones urgentes que permitan la finalización de las obras antes del 28 de julio de 1976, fecha prevista para la visita que realizarán a Lugo los Reyes de España94 (Foto 49 y Foto 50). A partir de julio de 1979 se retoman las obras debido a una serie de defectos detectados en relación a la correcta estanqueidad del monumento. Estas imperfecciones de obra que generan nuevos problemas de humedad, afectan seriamente a las pinturas. Para atajar estos problemas, González Trigo presenta en marzo de 1979 otro proyecto de saneamiento y restauración de Santa Eulalia de Bóveda;95 dirigido, principalmente, a la limpieza y consolidación de las pinturas (Foto 51, Foto 52 y Foto 53). Complementariamente es necesario realizar una serie de obras encaminadas a lograr la completa desaparición de la humedad: - Bajante de aguas de la iglesia parroquial. - Cierre del ventanal posterior del piso superior. - Canal de recogida de aguas. - Ventilación de la cámara bufa. La recepción definitiva de estas obras se realizó el 25 de febrero de 1983.

91 Este control de vigilancia no se pudo realizar, lo que evitó solventar los efectos contrarios a los previstos que finalmente se produjeron (vid. infra). 92 Desconozco cual sería la forma primitiva del mismo ni quién pudiera haberla transformado. Es posible que se refiera al conjunto vestíbulo-patio puesto que contempla sanear y enlosar el patio de acceso al monumento (Plano 18) 93 Dada la trascendencia de los resultados de estas obras sobre un monumento de la relevancia de Santa Eulalia de Bóveda, el Consejo Asesor de la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional solicita el 24 de septiembre de 1974 un informe valorativo al Arquitecto Jefe del Servicio de Monumentos. IPHE, Monumentos y Arqueología, C-249. 94 Los trámites administrativos constan en el AGA, sección Cultura, leg. 51/11324. 95 IPHE, Monumentos y Arqueología, C-617.

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EL DESCUBRIMIENTO Y LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN SANTA EULALIA DE BÓVEDA (LUGO)

Foto 51: Interior del monumento. Foto José Latova, 1982. Fototeca del Archivo de Monumentos y Arqueología. IPHE, Ministerio de Cultura.

Foto 52: Pinturas nave Norte tras su restauración. Foto José Latova, 1982. Fototeca del Archivo de Monumentos y Arqueología. IPHE, Ministerio de Cultura.

Foto 53: Cabecera interior del monumento tras su restauración. Foto José Latova, 1982. Fototeca del Archivo de Monumentos y Arqueología. IPHE, Ministerio de Cultura.

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BUSCANDO SOLUCIONES PARA UNA CONSERVACIÓN EFICAZ (1974-1983)

Plano 17: Plantas de la situación del monumento antes de la restauración. Autor Antonio González Trigo, marzo de 1974. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración.

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EL DESCUBRIMIENTO Y LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN SANTA EULALIA DE BÓVEDA (LUGO)

Plano 18: Plantas de la situación prevista del monumento tras la restauración. Autor Antonio González Trigo, marzo de 1974. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración.

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BUSCANDO SOLUCIONES PARA UNA CONSERVACIÓN EFICAZ (1974-1983)

Plano 19: Cámara perimetral aislante. Autor Antonio González Trigo, marzo de 1974. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración.

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EL DESCUBRIMIENTO Y LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN SANTA EULALIA DE BÓVEDA (LUGO)

Plano 20: Alzado antes y después de la realización de la cubierta en la planta superior. Autor Antonio González Trigo, marzo de 1974. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración.

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BUSCANDO SOLUCIONES PARA UNA CONSERVACIÓN EFICAZ (1974-1983)

Plano 21: Sección transversal antes y después de la realización de la cubierta en la planta superior. Autor Antonio González Trigo, marzo de 1974. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración.

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EL DESCUBRIMIENTO Y LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN SANTA EULALIA DE BÓVEDA (LUGO)

Plano 22: Sección longitudinal antes y tras la realización de la cubierta en la planta superior. Autor Antonio González Trigo, marzo de 1974. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración.

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BUSCANDO SOLUCIONES PARA UNA CONSERVACIÓN EFICAZ (1974-1983)

Plano 23: Emplazamiento de la canalización de desagüe en el entorno de Santa Eulalia de Bóveda. Autor Antonio González Trigo, marzo de 1974. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración.

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Capítulo cuarto BUSCANDO EL MONUMENTO ORIGINAL (1983-1993)

BUSCANDO EL MONUMENTO ORIGINAL (1983-1993)

EL CAMBIO DE ADMINISTRACIÓN Una nueva situación legal Mediante la Ley Orgánica 1/1981, de 6 de abril (BOE 28/04/1981), se aprueba el Estatuto de Autonomía de Galicia. En su artículo 27 se asigna a la Comunidad Autónoma gallega la competencia exclusiva, entre otras materias, del patrimonio histórico, artístico, arquitectónico, arqueológico, de interés para Galicia, quedando como competencia exclusiva del Estado español la defensa del patrimonio cultural artístico y monumental español contra la exportación y la expoliación; según lo establecido en los artículos 148 y 149 de la Constitución Española de 1978. En relación al régimen jurídico, el artículo 38 del Estatuto de Autonomía contempla la aplicación supletoria del Derecho del Estado mientras se dé el caso de la falta de Derecho propio de Galicia, y que éste será aplicable en su territorio con preferencia a cualquier otro, en materias de competencia exclusiva. Dado este marco jurídico, Santa Eulalia de Bóveda queda afectada por la Ley 10/1985, de 25 de junio (BOE 29/06/1985), del Patrimonio Histórico Español96. Esta Ley consagra una nueva definición de Patrimonio Histórico y amplía notablemente su extensión. En ella quedan comprendidos los bienes muebles e inmuebles que los constituyen, el Patrimonio Arqueológico y el Etnográfico, los Museos, Archivos y Bibliotecas de titularidad estatal, así como el Patrimonio Documental y Bibliográfico. Queda derogado, por lo tanto, un importante grupo de legislación que abarca desde 1911 a 1978 ya que se veían afectadas por este nuevo concepto de Patrimonio Histórico, entre ellas la Ley de 13 de mayo de 1933 sobre la defensa, conservación y acrecentamiento del Patrimonio Histórico Artístico que estuvo vigente durante más de cincuenta años97, y a la que la nueva ley rinde especial tributo en su preámbulo. De acuerdo a la Disposición adicional de la Ley 10/1985, Santa Eulalia de Bóveda pasa a la nueva categoría de Bien de Interés Cultural.98

Un proyecto científico interdisciplinar En 1983, la Dirección Xeral do Patrimonio Histórico e Monumental, dependiente de la Consellería de Cultura e Xuventude de la Xunta de Galicia, está en disposición de promover un estudio que aglutine a diversos especialistas, para afrontar con ciertas garantías de éxito, los problemas de conservación de Santa Eulalia de Bóveda. Las obras realizadas por Antonio González Trigo habían sido muy criticadas, tanto por la construcción de la cámara bufa y la consiguiente eliminación del agua de la piscina como por la recreación de la planta superior que no se ajustaba a la realidad histórica del monumento. Se inicia una primera fase99 de toma de datos en la que una serie de reuniones y estudios previos permitirán encauzar la evolución de posteriores trabajos. Las condiciones microclimáticas del monumento. En los primeros meses de 1984 la entonces denominada Subdirección Xeral do Patrimonio Artístico e Monumental organiza una visita al monumento con diversos especialistas para examinar el estado de las pinturas murales. En esta reunión realizada in situ se aceptó la hipótesis aportada por Francisco Guitián Ojea, catedrático de edafología de la Universidad de Santiago de Compostela, encargándole que realizase las comprobaciones oportunas para su verificación. En esta hipótesis se apuntaba la posibilidad que la conformación arquitectónica resultante, tras las obras realizadas por González Trigo, hubiese modificado severa e inadecuadamente el microclima del monumento, lo que habría afectado negativamente al estado de conservación de las pinturas. Guitián dispuso un termohigrografo registrador en cada una de las plantas durante un año100, manteniéndose abiertas y cerradas en semanas alternas los huecos que comunicaban las plantas entre sí.

96 Completada por el Real Decreto 111/1986, de 10 de enero, (BOE 28/01/1986) que desarrolló parcialmente. Este Real Decreto será modificado por los 582/1989, de 19 de mayo (BOE 21/05/1989) y 64/1994, de 21 de enero (BOE 23/03/1994). 97 …Se trataba de una norma de signo progresista y muy innovadora, en la que se recogían conceptos y criterios vanguardistas, emanados de documentos internacionales, como la “Carta de Atenas” de 1931. […] Resulta enormemente curioso que una ley tan innovadora en muchos aspectos como fue esta de 1933, tuviese vigencia durante los años en el que el país estuvo sometido a un régimen político radicalmente diferente del que la había creado. Ello fue posible, entre otras cosas, porque la propia administración nunca puso especial celo en su cumplimiento. (Morales 1996, 48-49) 98 En 1995, con la promulgación de la Ley 8/1995, de 30 de octubre, del Patrimonio Cultural de Galicia (DOG 08/11/1995 y BOE 01/12/1995) se crea una ley de patrimonio histórico propio de la Comunidad Autónoma, con diversas mejoras y de aplicación preferente, en la que se mantiene la categoría de Bien de Interés Cultural (Ben de Interese Cultural). Dado que Santa Eulalia de Bóveda fue declarada monumento histórico-artístico con anterioridad a la promulgación de las leyes 16/1985 y 8/1995, siguiendo lo estipulado por el artículo 11 de esta última ley, se precedió a declarar la delimitación del contorno de protección de Santa Eulalia de Bóveda mediante el Decreto 108/1997, del 17 de abril (DOG 09/05/1997). 99 Toda la documentación de esta fase se encuentra en el archivo del SARQT 87/016. 100 Las mediciones se realizaron entre el 6/6/84 y el 6/6/85, ambos inclusive.

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El objetivo fundamental era comprobar la influencia de las aberturas de comunicación entre plantas en las variaciones de temperatura y humedad del ambiente de las pinturas y, como consecuencia, de los ciclos de humectacióndesecación, a que están sometidas.

Teniendo en cuenta la condición soterrada de la planta inferior, la diferencia de los grados de temperatura y humedad, en un mismo periodo de tiempo, tiene que ser menor que la de la planta superior. La secuencia de las mediciones también confirma que al comunicar las dos estancias, esta diferencia de grados, entre los valores mínimos y máximos, aumenta considerablemente en ambos lugares. Los resultados obtenidos permiten a Guitián aportar las siguientes conclusiones101: La existencia de los huecos que comunican las plantas son perjudiciales para las pinturas, porque hacen variar muy intensamente la humedad del monumento y producen un efecto de chimenea que obliga a la entrada de aire del exterior, con grados de humedad muy diferentes según las estaciones. En las condiciones actuales, y como consecuencia de lo anterior, las pinturas están sujetas a lo largo del año a numerosos ciclos de humectación / desecación, más intensos en las estaciones de verano e invierno. Por todo ello, consideramos que la conservación de las pinturas exige un mantenimiento de la temperatura y humedad a niveles lo más constantes posibles, y de un orden aproximado al que tenía el monumento antes de ser abierto, condiciones óptimas para su conservación, y que, obviamente, si fueran desfavorables no permitirían que el monumento llegara hasta nosotros.

Propuesta de actuación arquitectónica En 1985, los arquitectos José Manuel Gallego Jorreto y César Portela FernándezJardón reciben el encargo de una actuación arquitectónica que contemple una adecuada restauración del monumento de Santa Eulalia de Bóveda. La base de su propuesta es la eliminación, hasta donde sea posible y mientras no perjudique el estado de conservación, de todos los añadidos arquitectónicos realizados en cada una de las sucesivas restauraciones, especialmente las efectuadas por González Trigo. Asimismo se contempla eliminar la humedad que afecta a

todo el edificio y un tratamiento de fijación de las pinturas murales. También consideran de interés acometer prospecciones y excavaciones arqueológicas tendentes a aclarar definitivamente la funcionalidad original del monumento y la magnitud y funcionalidad del entorno. Para llevar a cabo la propuesta de actuación consideran necesario recabar una serie de informes que contemplen las investigaciones y recomendaciones de un grupo de científicos y técnicos restauradores, así como su colaboración en este importante proyecto.102 Por su parte han partido de una nueva toma de datos (Foto 54) con la elaboración de una serie de planos que reflejan el estado real del monumento tras las obras efectuadas por González Trigo, ofreciendo además una dimensión territorial abarcando el núcleo habitado y el espacio geográfico que lo acoge (Páginas 79-82)103. Todo ello dirigido, además de para facilitar una adecuada restauración, a recuperar la originalidad constructiva que contribuya a respetar su certeza histórica.

Foto 54: Una de las fotografías aportadas por Gallego y Portela que forma parte de una serie de documentación gráfica con la que se registra del estado del monumento antes de acometer su restauración (SARQT, 1990/04).

101 El informe fue entregado en septiembre de 1985. 102 Se designarán los siguientes especialistas: Carmen del Valle Galbán, pinturas murales; Felipe Arias Vilas, seguimiento arqueológico, Francisco Guitián Ojea, diagnóstico de la piedra y condiciones ambientales existentes; José María Cabrera Garrido, restauración piedra. Asimismo se incluirá a un geólogo que investigue la red de abastecimiento del agua que llega al monumento. 103 Sólo incluyo los que contemplan el monumento y el conjunto iglesia-atrio-monumento.

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Plano 24: Santa Eulalia de Bóveda. Conjunto iglesia, monumento y atrio. José Manuel Gallego – César Portela, 1986. ICRBC, Xunta de Galicia.

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Plano 25: Planta con detalle del enlosado del pavimento. José Manuel Gallego – César Portela, 1986. ICRBC, Xunta de Galicia.

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BUSCANDO EL MONUMENTO ORIGINAL (1983-1993)

Plano 26: Alzado con la recreación de la planta superior. José Manuel Gallego – César Portela, 1986. ICRBC, Xunta de Galicia.

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Plano 27: Sección transversal. José Manuel Gallego – César Portela, 1986. ICRBC, Xunta de Galicia.

Plano 28: Sección longitudinal. José Manuel Gallego – César Portela, 1986. ICRBC, Xunta de Galicia.

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BUSCANDO EL MONUMENTO ORIGINAL (1983-1993)

PROYECTO DE ACTUACIÓN ARQUEOLÓGICA DE FELIPE ARIAS VILAS Presenta un proyecto científico orientado a obtener información que permita conocer mejor el monumento en sí y su relación cronológica y cultural con el entorno próximo. Asimismo, se pretende que los resultados ofrezcan directrices suficientes que garanticen una restauración arquitectónica respetuosa con la historicidad de este conjunto arqueológico. En este completo informe está incluida una detallada revisión crítica de la numerosa bibliografía existente sobre Santa Eulalia de Bóveda y la historia de su descubrimiento y de las posteriores actuaciones arqueológicas.104 ...para completa-los datos e informacións que permitan actuar de forma definida e non aleatoria, sobre zonas, lugares ou aspectos do monumento, sabendo se están alterados ou se están ou non suficientemente documentados.

En el proyecto arqueológico se distinguen, por lo tanto, dos niveles de actuación: las prospecciones en la comarca y las excavaciones en el monumento. Prospección sistemática del entorno En una primera fase propone confirmar y ampliar los datos existentes, tanto en el Inventario Arqueológico de la provincia de Lugo como en el Servicio de Arqueoloxía de la administración autónoma (dado que en este han confluido datos de otras Administraciones), sobre el entorno de Santa Eulalia de Bóveda (municipio de Lugo y los limítrofes de Friol y Guntín). Para esta misma tarea sugiere tomar como base las fotografías aéreas del vuelo americano de los años cincuenta, efectuadas con anterioridad a la realización de una importante concentración parcelaria. También considera de interés completarlo con nuevas fotografías, incluyendo algunas con luz infrarroja y a vuelo rasante, en un área circundante al monumento de mil metros de radio aproximadamente. Pero esta parte del proyecto no llegó a hacerse, según información personal de Felipe Arias. La segunda fase contemplaría la comprobación in situ, sin remoción de tierras, de los datos obtenidos, la realización de alguna cata

y/o sondeo en las fincas próximas a los castros de Corvazal o Cabanas y un estudio exhaustivo que posibilite una excavación parcial del Castro de Corvazal. Tarea esta última de interés por ser el castro más próximo a Santa Eulalia de Bóveda (500 metros aprox.) y en el que hacía poco tiempo que se había descubierto una fuente que pudiera tener relación con el monumento. Excavaciones arqueológicas en el monumento Afronta la excavación en Santa Eulalia de Bóveda como un reto, dadas las obras y remociones de tierra de las diversas excavaciones realizadas, de las que apenas se dispone de datos. Su objetivo consistía en conseguir la mayor información posible sobre el carácter y la extensión del conjunto arqueológico. Era necesario, por lo tanto, actuar en las escasas zonas en las que se pudiera obtener una estratigrafía original, más fácil de localizar en el entorno cercano, e incidir en el interior del edificio para, al menos, proceder al registro de datos no documentados en anteriores intervenciones. En el (Plano 29)105 refleja las áreas dónde acometer los trabajos arqueológicos. Lo considera un plan de “mínimos”, puesto que será necesario adaptar o ampliar las áreas teniendo en cuenta la propia evolución de las distintas intervenciones. A continuación detallo someramente los motivos con los que justifica esta planificación: Área 1- Delimitada dentro de la actual iglesia parroquial y adosada al monumento, es posible identificar una estratigrafía que documente la construcción de ambos edificios.106 Área 2- Sondeo de interés por su ubicación y por las capas de relleno que pudieran sellar niveles arqueológicos poco alterados. Área 3- Dirigida a realizar un sondeo estratigráfico. Se reservaría para el control de los trabajos de restauración si en éstos desmontan el muro de cierre del ábside. Área 4- Área abierta en las últimas obras que es necesario documentar. Área 5- Sondeos de búsqueda de posibles estructuras de canalización de agua en

104 El estudio bibliográfico y el de la evolución histórica del monumento desde su descubrimiento, comprenden la revisión más completa y fidedigna de lo publicado hasta esa fecha. En relación a la evolución histórica, incluye referencias de lo publicado por la Real Academia Gallega y por Chamoso Lamas; de las restauraciones promovidas por este último sólo reseña la lamentable anécdota de la reposición de los restos de pintura del centro de la bóveda. Finalmente, aporta las primeras pero escuetas noticias sobre los trabajos de Balil y González Trigo, así como el fallido intento realizado en 1983 de restablecer el curso del agua en la piscina. 105 No incluye otras áreas de interés de difícil acceso para una actuación arqueológica como son el cementerio, zonas de paso, viviendas, etc. Son áreas que se deben prospectar mediante entrevistas con propietarios, el folklore del lugar, etc. 106 Tiene noticias de que han intervenido en la iglesia parroquial con anterioridad pero no se publicaron los resultados. González Trigo sondeó en esta zona para comprobar si existía, como presuponía Chamoso, el manantial o suministro de agua que mantuviese constante el nivel de agua. En una entrevista que mantuve recientemente con él, me informó que no encontraron ningún resto. Lamentablemente no hubo control arqueológico.

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dirección al monumento para localizar una posible acometida de agua proveniente del vecino castro de Corvazal. Área 6- A pesar de ser zonas muy removidas las considera de interés para verificar el nivel natural del terreno. Área 7- Adecuada para el estudio de la cimentación del edificio y de la canalización, posiblemente original, de suministro de agua. Área 8- Puede ser clave para explicar la funcionalidad del edificio. Área 9- Comprobar la composición del solado y su estratigrafía hasta el nivel natural. Área 10- A pesar de estar muy removidos en necesario comprobar los niveles de la piscina. Área 11- Comprobar si existe alguna particularidad que la diferencie del área 9. Incluye un punto adicional en el que contempla catas de 4x4 m. en muralla, corona y en torno a la fuente del castro de Corvazal. ...a uns 500 m. ó N.O. de Bóveda, dado a súa presunta relación co monumento, ben polas semellanzas formais das

súas arquetas de auga, polo vencello a ésta de ámbolos dous recintos, ou polo mesmo feito de estar rexistrado no folklore arqueolóxico da comarca.107

Por último, realiza un avance del control arqueológico de las obras de restauración que se realizarán con posterioridad, si éstas afectan a partes estructurales, decorativas o al subsuelo del monumento. En este seguimiento se efectuarán catas, sondeos y cortes estratigráficos previamente planificados u ocasionales, pudiéndose aplazar para este momento alguna de las intervenciones planteadas (área 3 y área 6). También hace indicación expresa que se ha de contemplar un registro documental (fotografías, dibujos, anotaciones, etc.) de los descubrimientos específicos que se pongan de manifiesto en las obras de restauración o rehabilitación propiamente dichas. En todas las actuaciones contempladas en este proyecto se realizará el inventario y estudio de los distintos materiales arqueológicos, haciéndolo extensible a los que se conservaban expuestos en el monumento hasta ese momento y a los depositados en los museos de Lugo.

Plano 29: Esquema de las distintas intervenciones sobre la planimetría realizada por Portela y Jorreto en 1986.

107 …Al castro le llaman “modorra” y es verdad que existe la creencia de un camino subterráneo que lo unía con el monumento de Bóveda. (Ares 1967/68, p. 189)

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EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS DE ROSA GIMENO GARCÍA-LOMAS Rosa Gimeno fue la responsable de ejecutar las distintas excavaciones arqueológicas que el proyecto interdisciplinar demandaba. Estas consistieron, por un lado, en una serie de intervenciones que permitieran un mayor conocimiento del monumento y de su entorno. Por otro lado, como se verá más adelante, se realizan una serie de sondeos arqueológicos que permitan dar respuesta a los distintos interrogantes que surjan en el seguimiento de las distintas tareas de restauración, así como otras intervenciones que permitan contrastar, a posteriori, datos aportados en esta actuación integral de Santa Eulalia de Bóveda. Los trabajos arqueológicos previos, con los que afrontar con ciertas garantías las distintas actuaciones de restauración, se realizaron en agosto de 1989 siguiendo, en su conjunto aunque no en detalle, los preceptos marcados en el proyecto de Felipe Arias. Excavación del monumento y su entorno La principal particularidad que se observa en los resultados de la excavación es la ausencia de materiales in situ, con predominio de niveles de revuelto, que presentan una evidente disparidad cronológica, como consecuencia de las numerosas remociones de tierra realizadas a lo largo de los más de cincuenta años que habían transcurrido desde su descubrimiento. Otra importante característica común es el tipo del suelo natural sobre el que se asienta el monumento y todo su entorno, compuesto por una potente capa de arena resultado de la descomposición del granito. La semejanza de niveles estratigráficos identificados entre áreas sondeadas le permite agrupar los resultados en distintas zonas. Zona I – Interior edificio Comprende las áreas 9 ,10 y 11 (vid. Plano 36). Su estratigrafía es muy uniforme y consta de las siguientes capas: 1) enlosado, 2) suelo108 –ausente en la piscina–, 3) cimentación de muros y estructuras de canalización romanas y 4) suelo natural de arena. La canalización que atraviesa el tramo de la piscina tiene ausencia de tapa y sección semicircular, se compone de dos tramos: uno diagonal dirección E-O y otro quebradizo N-S (cfr. Plano 18). En los sondeos del pavimento donde se loca-

lizaron conducciones109, éstas estaban cubiertas con tapa de piedra –asomaban también ligeramente en el borde de la piscina– (Foto 55). Este sistema de canales se asienta directamente sobre arena, siendo ésta la base sobre la que descansa todo el monumento, con una potencia comprobada de 1 a 1’8 metros y evidente ausencia de materiales.

Foto 55: Canaleta con tapa bajo pavimento de granito. Foto Archivo Felipe Arias.

El perfil que presenta la cimentación de los muros sondeados es el mismo y se compone de ladrillos machacados, piedras y escorias, todo de mediano tamaño (Foto 56). En el área 9 identificaron restos de suelo bajo el enlosado compuesto por ladrillo machacado y mortero. Zona II – Exterior, entrada edificio Comprende las áreas 7 y 8 en las que el enlosado prácticamente descansa directamente sobre el suelo natural presentando una potencia de 0’5 metros de arena. Es una zona muy afectada por anteriores actuaciones, con claras evidencias tanto en el revoco de cemento en la canalización romana (E-O) presente al sur del sondeo 8110, como el desagüe realizado en los años 70 que canaliza el agua de la cámara bufa, al norte del sondeo 7 (cfr. Plano 18) Zona III – Exterior, parte alta del monumento Comprende las áreas 2 y 3, de similar estratigrafía: 1) manta vegetal, 2) revuelto de tierra oscura, 3) relleno claro más compacto y 4) suelo natural de arena. En la capa 2 se localiza diverso material (fragmentos pintura mural, clavos, ladrillo romano, piedras de mediano tamaño, plásticos…), desescombro de anteriores excavaciones.

108 Identifica un suelo romano bajo la solera granítica pero no constata las características, sobre todo su espesor, que describió López Martí en su monografía. …un lecho de hormigón, que mide de espesor treinta centímetros (López Martí 1934, 12-13). 109 Localiza tramos en el sondeo 11 y en el 9 NW. En el sondeo 9 SE no llega a localizarlo, pero en el lado norte detecta materiales revueltos como consecuencia de intervenciones contemporáneas. 110 En este momento no llegaron a localizar la canalización NE que une los pilastrones del atrio.

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En el sondeo 2 certificaron 3 metros de potencia de arena pero en el sondeo 3 no llegaron al suelo natural, dado que en la capa de relleno localizaron un esqueleto humano de cronología reciente, por lo que procedieron a paralizar la excavación en este sector, más próximo al cementerio actual de lo que presuponían.

en cuenta la naturaleza del suelo y el elevado nivel freático de la zona. Sin embargo, la apreciación que ofrece de la estructura hidráulica, aparentemente, no es muy acertada: Estructura de canalización de agua de grosera ejecución. En el mundo romano las canalizaciones en lugares de vivienda son la mayor de las veces cuidadas, si van a la vista. Éstas, como así lo han revelado los sondeos, son todas iguales, y todas irían cubiertas. Esto presupone que en su origen no existiría la famosa piscina, abierta posiblemente en época posterior cuando el edificio ejerce funciones religiosas cristianas. Más que canalizaciones, sería mejor hablar de desagües, con el fin de que no deteriorada el monumento. El problema de Santa Eulalia hoy, es que al mediar hormigón alrededor de todo el edificio, el agua no corre sino que está estancada como así lo pudimos comprobar al efectuar los sondeos, que se inundaron de manera alarmante en el espacio de menos de veinticuatro horas. La humedad por lo tanto que tiene el edificio es alarmante con el deterioro galopante de las pinturas. Los sabios constructores romanos no canalizaron el agua, sino que montaron éstas para que el agua, si subía por la capa freática desaguara y no llegara ni a los cimientos.

Desde mi punto de vista, adolece de precipitación en el juicio sobre su funcionalidad por las siguientes razones:

Foto 56: Tramo de canaletas. Al fondo cimentación muros. Foto Archivo Felipe Arias.

Zona IV – Alrededores del edificio Comprende el área 5. Entre el manto vegetal y el suelo natural identifica dos niveles de relleno con abundante material de desescombro, también procedente de anteriores intervenciones. El nivel de suelo natural se encuentra a unos cuatro metros por encima que el presente en la zona del monumento. Comentario a los trabajos arqueológicos Sitúa al monumento en una pequeña hondonada, protegida por el sur y en mayor medida por el oeste, que el paso del tiempo colmató con sedimentos.111 En relación a la escasa cimentación presente bajo los muros, la considera adecuada teniendo

• No dispone de datos suficientes en los sondeos para ofrecer esa opinión. • Aparenta un sinsentido el hecho de recoger agua de determinados puntos bajo la cimentación de los muros y llevarla hasta el interior del edificio para eliminarla desde un solo punto. ¿No sería más adecuado expulsarla desde el mismo lugar que se capta? En el caso de que, por cualquier razón, se optase por una única canalización de salida lo más razonable sería reconducir el agua perimetralmente. • Considero poco probable que el proyecto constructivo inicial no contemplase la creación de la piscina, puesto que readaptar toda la superficie del terreno sobre la que descansa el edificio, en una reforma posterior, acarrearía complicaciones técnicas evidentemente supeditadas a un esfuerzo económico poco rentable. No obstante, la falta de suficientes evidencias arqueológicas en uno y otro sentido aconseja afrontar la cuestión con cautela. Por otro lado, tampoco es correcto atribuir a la cámara perimetral realizada por González Trigo la causa del alto nivel freático presente en el monumento. La función de esta cámara bufa es precisamente conseguir todo lo contrario, bajar el nivel de agua que habitualmente

111 Considero que la potencia del suelo natural documentado en torno al monumento y su estructura arquitectónica reflejan más atinadamente la ubicación de éste encastrado en un ribazo que situado sobre una hondonada.

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sobrepasaba el pavimento112. La prueba de esto es que Rosa Gimeno tuvo que profundizar bajo las losas del pavimento para que apareciera agua. Teniendo en cuenta los resultados de estas excavaciones, la función que actualmente realiza la cámara bufa sustituye a una solución más elegante ofrecida por los constructores romanos. El suelo que estaba bajo el enlosado impedía sobrepasar el nivel de agua excepto en el lugar que carecía de él, la denominada piscina, eliminando el sobrante mediante un sencillo mecanismo explicado por Chamoso Lamas (vid. supra). El sistema de canalizaciones aportaría más agua a la piscina, ya sea por la toma aún no localizada ya sea por el sistema de recolección desde la cimentación de los muros (que no disponían del suelo aislante), para contribuir a mantener estable el volumen de agua cuando el nivel freático disminuía. El aislamiento de los paramentos del edificio estaría reforzado disponiendo éstos sobre el enlosado. Este equilibrio se rompería desde el momento en el que se produjo una rotura del suelo aislante.113

El entorno y el Castro de Corvazal En las proximidades del monumento, se limitaron a prospectar una zona de unos 200 metros en dirección al Castro de Corvazal. Identificaron teja moderna, tégula y ladrillo característico de la bóveda del monumento. Interpreta la localización de estos restos como resultado de la dispersión del material arqueológico proveniente del desescombro generados en las múltiples actuaciones realizadas en Santa Eulalia de Bóveda. En el Castro de Corvazal se efectuaron una serie de catas de 4x4 en el interior de la corona del castro y en la muralla.114 Llama la atención que sólo apareciera un muro de habitación en el interior, próximo a la muralla115, sobre todo teniendo en cuenta el escaso tamaño del recinto. El material localizado sitúa cronológicamente la ocupación del castro en torno al siglo I; entre ellos destaca un molde de fundición y una torta de oro116. En relación al manantial, que se encuentra casi en medio de la corona interior y en el que brota el agua dentro de una arqueta similar a la localizada en Bóveda, está rodeado de dos niveles de enlosado en los que no se constató canalización alguna (Foto 57).

Foto 57: Estado actual del manantial del Castro de Corvazal. Foto del autor.

112 Este problema se manifestó desde el momento en el que se llegó al pavimento tras el desescombro del interior en los años veinte (vid. supra) 113 A pesar de que está documentado en el siglo XVI (según López Martí 1928, 323-324) no es de extrañar que se produjeran más roturas en las múltiples intervenciones que afectaron al pavimento desde su descubrimiento. 114 Delimitaron diez de estas cuadrículas pero no excavaron todas para respetar la arboleda existente. 115 …un muro con dirección este-oeste y un pie de poste. Se trataría de alguna edificación de difícil reconstrucción, con un pequeño espacio entre ésta y la muralla. 116 Para un estudio sobre la misma vid. Pérez Outeiriño 1992.

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LA

RESTAURACIÓN DE LOS ELEMENTOS

PÉTREOS

DEL

MONUMENTO

DE

JOSÉ

MARÍA CABRERA GARRIDO El estudio del equipo de Guitián proporciona las características de la piedra del monumento y sus mecanismos de deterioro. Esta tarea previa facilitará la adecuación de los tratamientos de limpieza y consolidación que Cabrera incluye en el informe de restauración presentado el 20 de noviembre de 1989. Estado de la piedra En una inspección general detectan que un importante porcentaje de material pétreo presenta un preocupante estado de conservación. …han perdido hoy (por ennegrecimiento, crecimiento de algas y plantas, acumulación de polvo y erosión superficial) su imagen y la visión misma de alguno de los relieves más significativos.

El estado superficial del pavimento es muy irregular debido a que existen zonas muy afectadas por la humedad como consecuencia de los efectos de la condensación y capilaridad que también afectan al zócalo. Asimismo detecta muchas losas de nueva factura y se aprecian zonas de descamación del granito posiblemente debidas a la acción del fuego. En los paramentos del interior, el estado de la piedra en los niveles inferiores parece bueno a pesar de estar cubierto por un manto de algas. No es este el caso de los niveles superiores, en los que se observan procesos de meteorización en los bordes de algunos sillares y en el material de unión, aunque en muchos casos éste pertenece a reposiciones recientes. Más grave es la alta erosión parcial de algunos relieves.

reparaciones mal ejecutadas que deberán eliminarse. El nuevo montaje, además, precisará ubicarlo sobre una base más sana. Criterios de restauración Una de las primeras conclusiones que extrae tras el estudio del estado general del monumento es que para que la restauración resulte eficaz tiene que ir acompañada de otras tareas de saneamiento integral del edificio, que actúen sobre el alto grado de humedad existente debido a la condensación, que afecta a la superficie de la piedra, filtraciones, capilaridad, etc. En el método de restauración a seguir se describe en detalle el proceso técnico y el tratamiento químico específico a aplicar en cada uno de los males identificados en la piedra. La intervención no incluye ningún factor de desestabilización y se utilizarán productos reversibles. La consolidación también se garantiza por la protección que ofrece el buen estado de la pátina existente, lo que facilita, además, que no se aplique ningún tratamiento de protección superficial a las zonas bien conservadas. Resultados Informe preliminar El 26 de agosto de 1991 presenta un informe preliminar, como complemento a los estudios de Guitián, en el que ofrecen los resultados de mediciones dirigidas a determinar en qué grado la condensación afecta a la humedad detectada en los paramentos. No se pudo realizar un estudio exhaustivo por lo que se optó por seleccionar dos días significativos que sinteticen el comportamiento anual: un día frío y lluvioso (26/04/1991) y otro seco y templado (23/08/1991). Las mediciones afectaron al exterior e interior del monumento, al vestíbulo y a la cámara bufa, en los que se midieron los siguientes parámetros: temperatura del aire, temperatura de la pared, humedad relativa del aire y grado de condensación. Los resultados apuntan a una clara procedencia del vapor de agua en la humedad de los muros, aunque la principal vía de acceso se produciría por la infiltración del agua existente en el terreno, acentuada dada la característica soterrada del edificio. El granito en los paramentos y el zuncho de hormigón en el trasdós, al disminuir la evaporación favorecen la elevación del agua en la masa finamente porosa del mortero de cal en el interior de los muros.

Foto 58: Estado de la piedra del vestíbulo antes de restaurarla.

Las columnas del interior, formadas por piedras más blandas, presentan una fuerte erosión y

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Los trabajos de restauración Durante el primer semestre de 1992, la empresa CPASL, bajo la dirección de Jaime Bonete realiza los trabajos de restauración de los elementos pétreos.

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• Tras una paulatina limpieza de las algas en el interior del monumento, observan que entre ellas y el paramento se encuentra un recubrimiento negro a modo de mortero fino o de pintura de un espesor considerable. • Eliminan eficazmente las eflorescencias salinas procedentes del hormigón utilizado en la cámara bufa, pero la permanencia de las filtraciones de agua auguran un estricto mantenimiento de esta limpieza en el futuro. • Desmontaje, reparación y posterior unión adecuada de los distintos fragmentos que componen las columnas marmóreas del interior. Cuando procedían a limpiar el recubrimiento negro detectado bajo la capa de algas observaron que al aplicarle una disolución de alcohol en agua, el producto se disolvía117 (Foto 59). El resultado de un microanálisis elemental ofreció una presencia mayoritaria de manganeso y significativa de fósforo. En algunos muros detectan carbón de huesos lo que le permiten identificar el recubrimiento negro como una especie de mortero construido con arena de granito, negro de carbón de huesos y manganesa, todo lo cual coincide en líneas generales con las fórmulas tomadas de los recetarios del siglo XIX para lugares húmedos. Dada la importancia del hallazgo y presuponiendo que se trataba de un recubrimiento original de protección contra la humedad se dispuso su no eliminación. Para un mejor estudio, acordaron realizar un sondeo que encargaron a Rosa Gimeno (vid. infra).

PROYECTO PARA LA RESTAURACIÓN DE LAS PINTURAS MURALES DE CARMEN DEL VALLE GALBÁN Estudio integral En un primer acercamiento al programa pictórico de Santa Eulalia de Bóveda ya marca las pautas que caracterizarán los criterios de su actuación. Las pinturas murales no serán objeto de una visión aislada, como objetos dignos de estudio, sino como unidades constituyentes de un conjunto arquitectónico y artístico que necesita ser analizado integralmente. A la marcada diferencia de estilos de las pinturas existentes en Santa Eulalia de Bóveda, naturalista el del interior frente al geométrico del exterior, encuentra de inferior calidad esta última que presenta, a su vez, semejanzas con los escasos y degradados restos de pinturas localizados en el muro superior. (Foto 60) ...será necesario un estudio detallado, apoyado en análisis químicos, para determinar científicamente la posibilidad de una efectiva relación…

Foto 60: Pinturas de la bóveda del vestíbulo (izq.) y resto de pinturas en el muro superior (dcha.). Fotos del autor.

Foto 59: Zona inferior adosaba a la jamba norte de la entrada. Se aprecia, por los chorretones, que se disuelve la capa negra (cfr. Foto 58).

A pesar de que, aparentemente, el recubrimiento negro se manifestaba en menor medida, por lo menos en la fachada veinte años antes (cfr. Foto 47 y Foto 58), pospongo mi opinión al respecto tras comentar esa actuación arqueológica.

En el interior del monumento considera necesario el análisis de los paramentos, soporte y pigmentos de las distintas estructuras arquitectónicas con pintura mural: arranques de bóveda, arranques de arcadas y fragmentos de la bóveda central derrumbada. También considera de interés realizar un estudio comparativo de los fragmentos decorados de mármol localizados con los que actualmente se encuentran en el fondo de la piscina y con el listón de mármol que recorre la base de las pinturas laterales. Si esta serie de estudios permiten poner en relación algunos de los más importantes aspectos arquitectónicos, nos pueden acercar a la hipótesis que nos permita una reconstrucción imaginaria más coherente del monumento, así como proporcionarnos datos de su evolución histórica.

117 Propiedad que podría atribuir al compuesto un carácter resinoso.

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Criterios de restauración El informe también incluye una breve descripción de las últimas restauraciones arquitectónicas de Chamoso y González Trigo, dado que pudieran haber intensificado el mal estado de conservación de las pinturas. Comparte el criterio de eliminación de elementos agregados tanto para que permita la lectura del monumento en su historicidad como para facilitar el estudio técnico de los elementos constructivos que lo componen; tal es el caso del soporte de las pinturas: el muro. Esto significa que cualquier reconstrucción queda descartada y que la limpieza y la reintegración de lagunas respetará la pátina del tiempo y la no interferencia o deformación de los vestigios del Monumento original.

Teniendo en cuenta el mal estado de las pinturas, en las que es palpable un serio riesgo de desprendimiento de varios fragmentos, existe la necesidad primera y urgente de una consolidación de su soporte al muro que evite pérdidas irreparables. A continuación, prever un revestimiento provisional de protección antes de acometer otras intervenciones –como la eliminación de falsos agregados arquitectónicos– en las que será necesaria una evaluación permanente y sistemática que evite desprendimientos del original por vibraciones. Paralelamente se intervendrá sobre el exceso de humedad que contribuye al deterioro del monumento en su conjunto (Foto 61). Si la evolución del proyecto arquitectónico lo permite, la última fase de los trabajos de restauración de las pinturas se llevará a cabo tras la eliminación de todos los agregados. Se realizarán las siguientes tareas: 1- Limpieza superficial seguida de tratamiento a fondo de las lagunas. 2- Limpieza minuciosa de la superficie pictóri-

Foto 61: Primera fase de la restauración pictórica. (SARQT, 1990/04).

ca, reintegración de lagunas por estucado y de la superficie pictórica por retoque. Finalmente se ha de lograr una temperatura y humedad interior que genere un microclima favorable a una óptima conservación de la pintura. Resultados Como en el caso de los elementos pétreos, no describo los procedimientos técnicos ejecutados en la restauración de las pinturas murales, no es el objetivo de este trabajo. Sólo indicar que se adaptaron al proyecto presentado en 1989118 y que respetaron los criterios de restauración marcados. Por el contrario, es de interés, por lo que aporta en el conocimiento y la historia del monumento, una serie de datos y conclusiones obtenidas tras meses de minucioso estudio de las pinturas murales.

Foto 62: Área del paramento este donde se puede apreciar dos mechinales donde apoyaron el andamiaje. Foto del autor.

Técnica de ejecución y elementos constructivos • Se identificaron mechinales que progresaron siguiendo la curvatura de la bóveda (Foto 62). • Ausencia de uniones de mortero que identifiquen jornadas de trabajo, tanto verticales como horizontales (fue necesario un trabajo ágil y en equipo). • La superficie del soporte no es muy uniforme, apreciándose la trayectoria de las distintas paletadas con luz rasante, así como las improntas de algunas de las herramientas utilizadas. • Se distingue dos estratos diferenciados en el mortero de cal y arena del soporte: arricio, muy grueso (1’5 cm.), e intonaco de 0’5 – 1 cm. de espesor. • La delimitación de los espacios compositivos se detectan mediante luz rasante (líneas gra-

118 El 4 de noviembre de 1992, Carmen del Valle presenta un presupuesto complementario dado que, tras la eliminar la bóveda reconstruida en los años cincuenta, se observaron tanto en los arranques de bóveda como en los muros perimetrales internos, una serie de daños ocultos que era necesario reparar y consolidar.

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vadas, cordadas, marcas de compás,...) y también mediante trazos de colores (líneas diagonales y el boceto de algunas figuras). • La paleta cromática de pigmentos minerales aplicados por superposición de aguadas y rara vez en empaste. Analítica Los análisis de los morteros y de las micromuestras de los pigmentos y capas pictóricas fueron realizados por José María Cabrera y por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de Madrid. Morteros de cal y arena (proporciones) • Mortero de fondo (1:2) • Arricio (1:1) • Intonaco (3:1) Pigmentos identificados • AZUL: “Azul egipcio”, pasta vítrea. • VERDE: “Tierra verde”. • ROJO: “Bermellón de mercurio”, cinabrio. • NEGRO: “Carbón de huesos”. • BLANCO: “Blanco de San Juan”, carbonato cálcico. • OCRE: “Ocre rojo”, tierra natural. Cabe destacar que tanto las técnicas como los pigmentos utilizados, sobre todo en el color azul, apuntan a una factura romana. Por otro lado, en la superficie pictórica se detecta restos de caseína y ausencia de cera. La presencia de caseína que ya había sido deducida en los trabajos de restauración, lo que estaría relacionada con anteriores intervenciones de protección y fijación de las pinturas.119 En algunas zonas cubriendo policromía y confundiéndose con el estrato de sales, existe una capa superficial similar a un encalado. Se elimina mecánicamente desprendiéndose en lascas de la superficie. Podría tener relación con la posible lechada de caseína usada en intervenciones anteriores para proteger las pinturas; la observación con luz rasante destaca amplias zonas de ligero brillo que podrían relacionarse con dicha capada protección, o tal vez de una resina sintética en solución (nitrocelulósica o acrílica, ya que es sensible a la prueba de disolventes orgánicos). Mediante el estudio realizado bajo la lámpara de luz U.V. se observa una fluorescencia característica, y se demostró su naturaleza orgánica por el olor desprendido en una prueba de combustión.

ELIMINACIÓN DE AÑADIDOS: RESTAURACIÓN DE JOSÉ MANUEL GALLEGO JORRETO Y CÉSAR PORTELA FERNÁNDEZ-JARDÓN Tras su encargo a finales de 1985, presentan el informe de restauración arquitectónica en julio de 1990. El espacio de tiempo transcurrido se justifica dada la dependencia de la finalización los estudios previos, que cristalizaron en una serie de informes120, a los que hay que unir las directrices dadas por técnicos de la entonces Consellería de Cultura e Xuventude de la Xunta de Galicia. Un proyecto de estas características supone su carácter pluridisciplinar y que las actuaciones que se realicen no sean irreversibles. No sólo como norma para no caer en problemas anteriores, sino como artefacto arquitectónico de regulación variable, en lo posible, en atención a la luz, el agua y la ventilación.

A la hora de afrontar la restauración del monumento se encuentran con un problema difícil de cuantificar y de precisar con exactitud: el mal estado de las pinturas y la piedra del monumento, en el que, afortunadamente, no se observa un rápido progreso del deterioro. Como ya se ha visto, el informe de Guitián Ojea de 1984 atribuía el origen de las malas condiciones ambientales que afectaron a la conservación de las pinturas a errores en el diseño de la anterior restauración arquitectónica, que originarían bruscos cambios climáticos en el interior del edificio. También, presumiblemente y según los propios arquitectos, el microclima ideal se habría deteriorado al reducirse el grado de humedad tras la eliminación del agua de la piscina. Actuación [eliminación del agua de la piscina] que en la actualidad ha venido a confirmar que no ha eliminado los problemas de humedad, incluso se especula si ha provocado otros. Pero la realidad es que al margen de su dudosa eficacia ha empobrecido el significado del edificio y lo que es peor seguramente de forma irreversible.

En relación al segundo estudio encargado a Guitián Ojea, en el que se solicitaba la identificación de las posibles causas del mal estado de la piedra, sólo disponen de un informe verbal detallado, del que recogen sus impresiones en este proyecto de actuación arquitectónica:121 La cubierta superior actúa por calentamiento de auténtico “secador”, produciéndose variaciones de temperatura

119 Es muy probable que haya sido utilizada en la intervención solicitada por Chamoso en 1945, antes o durante la restauración de los años cincuenta, ya que la caseína un era producto muy utilizado en esa época en la consolidación de pinturas murales. 120 Informes ya comentados: Levantamiento planimétrico y propuesta de trabajo de los arquitectos y los informes de Arias, Cabrera, Valle y Gimeno. 121 Las observaciones del equipo de Guitián, en relación a los pormenores de su naturaleza, composición y estructura, así como los mecanismos de deterioro, están recogidos en el informe de Cabrera (vid. supra).

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muy importantes entre la parte superior y la inferior, provocando tiro de aire que deseca y provoca capilaridades que a su vez aportan sales de los hormigones utilizados.122

La falta de información fiable de las obras ejecutadas anteriormente y cómo éstas pudieron afectar a la conservación del edificio, les hace afrontar la restauración con cautela para intentar definir estos problemas en el transcurso de la obra. Inicialmente proponen tres aspectos fundamentales a tratar: 1- Conservación y restauración de pintura y piedra. 2- Eliminación de añadidos arquitectónicos. 3- Creación de un clima adecuado a la conservación del edificio. Planificación de las obras Proyectan una ejecución de obra de acuerdo a lo propuesto en los informes presentados por cada uno de los técnicos de las distintas especialidades que comprenden esta actuación interdisciplinar, en gran medida, tomando como base lo definido por Carmen del Valle. Esquemáticamente se pueden distinguir las siguientes etapas: Actuaciones previas Consisten en la consolidación y limpieza de pinturas y piedras y en crear, posteriormente, un sistema de protección de los elementos sensibles a las vibraciones que causarán las obras para garantizar la continuidad y eficiencia de las mismas. Demoliciones Se realizarán en dos etapas. En la primera eliminarán la bóveda y elementos verticales de la planta superior. La segunda contempla la eliminación de la placa horizontal de cubrición y de la estructura con la que se reconstruyó la bóveda de la planta inferior. En ambas etapas dispondrán elementos provisionales de cubierta. Recuperación del nivel de agua de la piscina Será necesario el levantamiento del enlosado de la planta baja para localizar el sistema de canalización y acometer diversas intervenciones en la estructura perimetral, realizada en los años setenta, que permita el abastecimiento controlado de agua. Cámara posterior123 Dotar a los huecos existentes de cierres regulables y practicables desde el interior de la cáma-

ra a objeto de crear unas condiciones climáticas, mediante el control de la humedad del aire y de la ventilación, que garanticen, en lo posible, la óptima conservación del monumento. Nueva cubierta Se creará una nueva losa de hormigón impermeabilizada que se ajustará, si las investigaciones permiten definirlas, a las condiciones arquitectónicas específicas del monumento, al objeto de recuperar en lo posible la forma original de la parte superior: una ruina que emerge del atrio. Otras actuaciones Tras obtener las condiciones que permitan afrontar los procesos finales contemplados en los proyectos de restauración pictórico y pétreo, se contemplan una serie de obras puntuales, e igualmente necesarias, para poner fin al proyecto integral de restauración de Santa Eulalia de Bóveda; destaco las siguientes: • Restauración de la ventana derecha de la fachada, igualándola a la otra existente. • Sustitución escalera de acceso. • Cubrición del patio de acceso con malla de acero inoxidable que impida el paso de aves y con la posibilidad de entoldar para regular la entrada de luz solar directa. • Restauración del pavimento del patio y estudio de canales de agua y arquetas. • Lucernarios regulables en luminosidad y ventilación. Proyecto complementario En noviembre de 1992, Gallego y Portela presentan una memoria justificativa que incorpora un plan de necesidades adicionales. El proyecto original ya preveía que la evolución de los trabajos iría definiendo nuevas tareas dado que sólo se había presupuestado las fundamentales. Es necesario realizar una serie de estudios científicos que comprendan aspectos geofísicos y topográficos del monumento y entorno y otro que se centre en la patología de la estructura de la bóveda. Además contempla una serie de acabados y ayudas puntuales e incluye las partidas necesarias para acometer la última fase de la restauración de las pinturas murales una vez desmontada la bóveda reconstruida en los años cincuenta.

Estado de la bóveda Para afrontar con garantías las demoliciones proyectadas encargan a la empresa Aroca y

122 El diagnóstico sobre el estado de la piedra de Guitián, está claramente basado en el estudio que realizó en 1984 para identificar las causas del mal estado de conservación de las pinturas murales (vid. supra) 123 Espacio entre el gran vano del ábside rectangular y el muro posterior de cierre del recinto.

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Asociados el estudio del estado de la bóveda original. La anomalía más grave que se observa es una acusada deformación en el arranque sur de la bóveda, causada por la presión de la iglesia construida en el siglo XVIII (Plano 24) y que afecta además a la cimentación, manifestándose en el hundimiento de las losas de granito del pavimento situadas bajo el muro. A esto último consideran que también pudo contribuir la remoción de tierras previa a la instalación de la cámara bufa perimetral.124 A pesar de todo, no encuentran riesgo alguno en las obras proyectadas dada la estabilidad estructural del monumento; sólo recomiendan que la demolición se efectúe mediante cortes con discos de diamantes para minimizar las vibraciones. Asimismo ofrecen diversas soluciones que eviten futuras deformaciones características de la afluencia del mortero de cal, presente en la fábrica de la bóveda.

Foto 63: La planta superior tras la demolición de la reconstrucción de Antonio González Trigo y de la placa de hormigón horizontal (SARQT, 1990/04).

CONTROLES ARQUEOLÓGICOS DE ROSA GIMENO GARCÍA-LOMAS De la restauración arquitectónica Se llevó a cabo durante el mes de julio de 1991. El objetivo inicial estaba dirigido básicamente a realizar un exhaustivo estudio del sistema de canalización dado que se iba a proceder al acondicionamiento de todo el pavimento. Zona de acceso al monumento La estratigrafía difiere poco de lo ya indicado en esta zona exterior en la campaña de 1989. Las áreas intervenidas comprenden la mitad sur del patio y áreas del vestíbulo. Se localiza el sistema de canalización romano y, adosado, el realizado por González Trigo, junto con la arqueta de regulación (Foto 64). En la entrada del vestíbulo descubren el canal N-S y su unión con el E-O de evacuación de agua. Identifica suelo de opus hidraulicum sólo sobre el espacio que cubre los tramos de canalización romano, con muestras de destrucción del mismo debido a las obras de los años 70.

Foto 64: Área sur del patio con la doble canalización de desagüe y arqueta de regulación (SARQT, 1990/04).

124 Considero que si este hundimiento del pavimento fuera consecuencia de la remoción de tierras, es más probable atribuirlo a la actuación de la restauración de la piscina realizada por los arquitectos Menéndez Pidal y Pons Sorolla. El lugar donde más acusadamente se observa esta cesión del terreno es, precisamente, bajo la losa con muesca en ángulo recto, no original, colocada en los años cincuenta (vid. nota 90). Hay que tener en cuenta que sobre esta losa descansa parte del paramento sur del monumento. En esta área, además, es posible que realizaran un sondeo para localizar el mecanismo de captación de agua de la piscina y que Chamoso deducía que pudiera encontrarse bajo la actual iglesia parroquial (vid. supra).

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Un dato interesante es la constatación de que la cimentación de los machones coincide con la existente en los muros del recinto principal. Este dato corroboraría la simultaneidad de ambas obras. Interior del monumento No se realizó ningún sondeo. Se limitaron a levantar distintas losas que le permitieran realizar un seguimiento del sistema de canalización. Su estudio le permite comprobar que este sistema se articula en canaletas de tramos más o menos regulares que presentan las siguientes características: • Su sección es casi plana, aspecto éste que se define mejor en las zonas de unión. • El ancho del surco es de 10 centímetros. • Sus tapas, rectangulares, no presentan acabado en su cara interior. • Nacen bajo los muros. Obra hidráulica del exterior del edificio Rosa Gimeno redescubre la prolongación del sistema de desagüe que continúa hasta unos cincuenta metros, en línea recta, al SE del monumento. En él, González Trigo había dispuesto paralelamente otro cauce de mayor capacidad, que sustituiría al anterior romano, destinado a recolectar el agua captada por la cámara bufa. A diferencia de González Trigo, Rosa Gimeno describe una particularidad del primer tramo de este sistema de desagüe. Trascurre bajo la carretera hasta la altura de un cobertizo que se encuentra frente el monumento:

En primer lugar afirma la función del sistema de canalización es de drenaje del edificio donde la mal llamada piscina, sería una especie de arqueta de regulación de las diferentes entradas de agua.125 A continuación afirma que el agua recogida era destinada a consumo ya que, en caso contrario, no tendría sentido el canalizar esa agua durante casi 40 metros. Creo que es una mala interpretación de los resultados, como consecuencia de no haber efectuado una adecuada labor previa de documentación sobre las distintas actuaciones realizadas en Santa Eulalia de Bóveda. Esto se refleja, claramente, en el último punto de sus conclusiones: La diferencia de altura, del suelo de losas de la galería y las canaletas, unos 40 centímetros, nos puede hacer suponer una recogida diferenciada de agua, la del exterior, de lluvia y la del interior del edificio. De ser así en ningún caso se mezclarían, a tenor de la obra hidráulica de conducción de agua.

…hace su recorrido a través de una galería con paredes de piedra toscamente trabajada y con cubrición plana, de 2 metros de altura y una anchura interior de 1 metro aproximadamente…

Por referencias del personal que también había trabajado en la obra de los años 70 se informa sobre significativos aspectos de las obras de remodelación. Éstas consistieron en: Romper el suelo de la galería, compuesto de losas para darle más profundidad con el fin de solucionar el problema de las humedades de Santa Eulalia. Ensanchar el tramo que ocupa la carretera, hacia el monumento. Como en las obras del 70, accedimos por el mismo sitio, es decir, abriendo en el interior de un alpendre, enfrente del monumento.

Comentario a las conclusiones Las conclusiones aportadas en esta actuación, que pretenden confirmar lo dicho en 1989, son un poco contradictorias.

Foto 65: Galería bajo la carretera de acceso a Santa Eulalia de Bóveda. A la izquierda, se aprecia el recrecimiento del muro original que protegía las canaletas. A la derecha, a un nivel inferior, la canalización adosada creada por González Trigo. Foto José López Fernández (RESCONSA).

De la restauración de elementos pétreos Un año más tarde, en julio de 1992, realiza un pequeño sondeo para comprobar el origen de la capa negra que afectaba a la piedra, tanto en el interior y exterior del monumento como bajo las losas de granito del pavimento. Esta capa negra había sido detectada en la limpieza previa a la restauración de la piedra.

125 Acepta ya la posibilidad de que esta arqueta perteneciera al edificio original, a pesar de no indicar qué es lo que le hace cambiar de parecer, ya que la intervención en sí no ha aportado pruebas al respecto.

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Su posterior análisis dio como resultado que se trataba de manganesa. Se detectó la misma materia acompañada de gran humedad en el muro norte del patio, en su mitad derecha (Foto 54), precisamente donde fue ampliado el muro en la restauración del monumento realizada a finales de los años veinte. Esta circunstancia ocasionó que se practicase un sondeo arqueológico en una pequeña área en el exterior del muro (Plano 36). En su ejecución profundizaron hasta alcanzar la cimentación sobre cemento, permitiéndoles comprobar que esta película negra se manifestaba en piedras en contacto con la capa freática y que la filtración de agua, con materia orgánica, afectaba incluso a la cara interna del muro (Foto 66). Los resultados de esta pequeña actuación arqueológica posibilitan a Rosa Gimeno ofrecer una conclusión distinta a la aportada en el informe de José Mª Cabrera: Por lo tanto pensamos que la tonalidad negra en las piedras del edificio romano de Santa Eulalia de Bóveda es producto de siglos de estar colmatado de tierra y de la humedad característica de esta situación.

Comentario a las conclusiones Estas dos interpretaciones sobre el origen del compuesto negro son claramente contrapuestas: natural una y antrópica la otra.

Foto 66: Manchas en la piedra del paramento interior norte del patio. Foto Archivo Felipe Arias.

Los vecinos de Santa Eulalia comentan que en las viviendas del entorno se presenta el mismo problema, sobre todo en las piedras que están en contacto directo y permanente con la humedad del terreno. En este caso, su presencia es probable que se deba a la oxidación de minerales del granito, en concreto la mica. Es un proceso natural en el que se genera pirolusita (Mn02), conocida como manganesa negra, y que puede verse acelerado en presencia de aguas ácidas.

Conviene especificar, además, que este proceso no afectaría solamente a la piedra, sino también al propio montero utilizado en el monumento, ya que es obvio suponer que en su elaboración se utilizó la arena presente en el suelo residual del lugar, resultado de la descomposición del granito. Probablemente esta sea la causa de la presencia de un preparado finísimo de cierta materia negruzca en un fragmento de enlucido con pinturas que mostraron a García y Teijeiro antes de visitar Santa Eulalia de Bóveda (García y Teijeiro 1933, 9-10; vid. supra). La hipótesis de Rosa Gimeno tiene el valor añadido de contar con referencias de actuaciones anteriores en el monumento que desvinculan el compuesto negro de la construcción original (Vázquez Seijas 1929, 30; López Martí 1934, 37). Es obvio que en este caso se encuentra ante las mismas circunstancias constatadas en el resto de las viviendas. La hipótesis de José María Cabrera cuenta con la evidencia de la existencia de restos óseos detectados, también en otras zonas del monumento, que le permiten vincularlo al denominado mortero de huesos que tiene la propiedad de fraguar bajo el agua (Hiscox; Hopkins 1934, 32). Pero la presencia de restos óseos puede estar vinculada a restos de materia orgánica relacionados con las actividades agrícolas y ganaderas del propio lugar. Y, en mayor medida, a la presencia de enterramientos, no sólo del actual cementerio, sino de los vinculados con anteriores templos cristianos. Hay que tener en cuenta que la pirolusita también puede generarse por medio de bacterias presentes en la materia orgánica, que oxidan las micas y forman pirolusita como material de deshecho. Habría que insistir en el estudio de este compuesto negro dada la trascendencia que para la investigación de Santa Eulalia de Bóveda pueda suponer el origen antrópico del mismo; y con más razón por si hubiera sido aplicado en la fase de construcción del monumento. Un estudio que contemple las dos hipótesis –incluso no excluyendo ninguna de ellas– y que contraste la analítica físico-química de muestras tomadas bajo el pavimento y paramentos del monumento, en la ampliación del muro norte del patio realizada a finales de los años veinte y en diversas viviendas del entorno. Lo que parece ya indudable es descartar, definitivamente, la teoría de que esta tonalidad negra presente en varias zonas del monumento era consecuencia de la acción del fuego, y que vinculaba el edificio romano a un complejo termal. Teoría que se basa en una hipotética creencia que menciona un horno existente precisamente donde Rosa Gimeno realizó el sondeo. Por otro lado, esta referencia al folklore del lugar es desmentida por Nicandro Ares Vázquez y por otros vecinos de la parroquia.

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PROSPECCIÓN GEOFÍSICA La empresa TAGSA, a solicitud de RESCONSA como adjudicataria de las obras de restauración, realizó entre los meses de agosto y noviembre de 1991 una prospección geofísica en el monumento de Santa Eulalia de Bóveda y sus alrededores. Este era un proyecto que ya se contemplaba en la primera fase de estudio, destinado a la localización del origen de las acometidas del agua que llega al monumento (vid. nota 102) y que, a la vez, complementa la prospección arqueológica contemplada en el proyecto de Felipe Arias. Desconozco el motivo del retraso de su ejecución, pero fue una lástima que no se realizara antes de las excavaciones arqueológicas, lo que hubiese permitido realizar las comprobaciones necesarias que los resultados de esta prospección geológica demandan. Objetivos y metodología Se centraron básicamente en lo siguientes objetivos: • Identificar anomalías geofísicas susceptibles de atribuir a restos arqueológicos. • Conocer la situación del monumento respecto a la red de drenaje subterránea. Para alcanzar estos objetivos utilizaron los siguientes métodos de prospección: Prospección geológica Les permite localizar anomalías geofísicas. Éstas pueden ser positivas o negativas, ambas relativas a la presencia de cuerpos más o menos densos respectivamente, y susceptibles de identificar, por ejemplo, con un muro enterrado las primeras y con una zanja o área rellena las segundas. Los métodos que utilizan para detectar estas anomalías fueron los siguientes: • Sondeo eléctrico vertical: 4 sondeos a una profundidad aproximada de 25 metros. • Calicatas eléctricas: 495 mediciones repartidas en 28 perfiles a una profundidad entre 1 y 1’5 metros. • Georadar: 883 mediciones repartidas en 16 perfiles a una profundidad de 11 metros. Prospección hidrogeológica En relación a la hidrogeología del entorno, la medición de los niveles piezométricos126 existentes, tanto en el monumento como en la mayoría de los pozos de los alrededores (seleccionaron 4), les permite estudiar tanto la direc-

ción como el sentido de circulación del agua subterránea. Resultados Como se comentó en antes, el sustrato del entorno del monumento está formado por granito descompuesto. Mediante los sondeos eléctricos verticales pretendían localizar la profundidad a la que se encuentra el granito no alterado de la zona pero el resultado de las mediciones no son fiables. ...presentaban valores erráticos [...] influenciados por variaciones laterales de la litología, por la existencia de cuerpos o estructuras no naturales o por la presencia de corrientes parásitas.

Las prospecciones mediante calicatas eléctricas y georadar si detectaron anomalías en el terreno que, junto con los diferentes perfiles de medición, se pueden ver en el Plano 37 y en el Plano 38 respectivamente. Hacen hincapié en observar el alcance de cada uno de los equipos medidores. Este es el caso, por ejemplo, del área donde se encuentra el cementerio, en la que el hecho de que el georadar no localice anomalías significativas implica que la estructura en forma de L, identificada mediante calicatas eléctricas, se encontraría a poca profundidad. Por otro lado, destacar que los métodos de prospección utilizados no permitieron localizar conducciones de suministro de agua al monumento. Dada la información obtenida, es obvia su referencia a la necesidad de comprobar los resultados de estas prospecciones mediante la realización de una serie de excavaciones arqueológicas destinadas a identificar e interpretar las anomalías detectadas. El resultado de la prospección hidrogeológica elaborada lo reflejan en un plano de isopiezas (Plano 30). Su visión es parcial pues el muestreo se limitó a un solo cuadrante. En él se observa que el nivel freático disminuye según se aleja del monumento. Esta progresión en el nivel no encaja con la medición realizada en el propio monumento, más baja de lo esperado (504’72 m.). Es evidente que existe un ligero error de nivelación, ya que si estos valores fueran correctos el monumento estaría inundado cosa que no ocurre ya que se encuentra por encima del nivel freático. No obstante este error, pueden tomarse estos valores como aceptables reales a efecto de este estudio.

Describen, sin saberlo, el estado del monumento antes de la actuación de González Trigo

126 Niveles de los acuíferos o los niveles de los pozos de suministro así como de los caudales de los mismos.

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en la que consiguió bajar el nivel freático, nivel evidenciado en las mediciones. El desconocimiento de cómo estaba dispuesto en monumento, originalmente, en relación a los niveles de

agua de su entorno próximo le hacen suponer el abastecimiento de la piscina sólo mediante la aportación diferencial del agua que lo circunda (Plano 31).

Plano 30: Isopiezas del entorno al monumento en el cuadrante NE.

Plano 31: Esquema del sistema de alimentación de la piscina propuesto por TAGSA.

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Plano 32: Alzado tras la demolición de la planta superior. José Manuel Gallego – César Portela, 1990. ICRBC, Xunta de Galicia.

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Plano 33: Vista desde el atrio junto a la fachada de la iglesia de Santa Eulalia. José Manuel Gallego – César Portela, 1990. ICRBC, Xunta de Galicia.

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Plano 34: Sección longitudinal. José Manuel Gallego – César Portela, 1990. ICRBC, Xunta de Galicia.

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Plano 35: Planta con detalle del enlosado del pavimento indicando las áreas restauradas. José Manuel Gallego – César Portela, 1990. ICRBC, Xunta de Galicia.

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Plano 36: Plano de el que se localizan las áreas de actuación en la campaña de 1989 y que fue utilizado por Rosa Gimeno para incluir en el proyecto de intervención del control arqueológico de 1992. SARQT 87/016 ICRBC, Xunta de Galicia.

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Plano 37: Prospección geofísica por calicatas eléctricas y SEV. TAGSA. ICRBC, Xunta de Galicia.

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Plano 38: Prospección geofísica por georadar. TAGSA. ICRBC, Xunta de Galicia.

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Capítulo quinto CONCLUSIONES

CONCLUSIONES

No es muy común que un estudio historiográfico aporte, por sí mismo, información con la suficiente entidad para afectar a la investigación arqueológica de un monumento artístico nacional con más de setenta y cinco años de historia. Ahora bien, tampoco es muy común que haya que esperar más de cincuenta años para dar a conocer el desarrollo de las actuaciones que han afectado a su estructura y a la modificación de distintos niveles arqueológicos; y más cuando se define a este monumento de enigmático. Se ha procurado que la revisión historiográfica de las distintas actuaciones tenga en cuenta todo el material documental y bibliográfico posible, sin ningún prejuicio en relación con la fuente de los mismos. Da la sensación de que, ya desde los primeros años de la historia del descubrimiento de Santa Eulalia de Bóveda, los distintos investigadores mostraron su preferencia por lo publicado en el Boletín de la Real Academia Gallega sobre la evolución de los trabajos de desescombro del monumento. Sólo Martínez Morás y el propio López Martín mencionan explícitamente, por ejemplo, los artículos de Vida Gallega127 a pesar de formar parte de la bibliografía aportada en la monografía escrita por el responsable de las excavaciones.128 Hago mención a estos olvidos historiográficos ya que su lectura me ha facilitado no sólo la interpretación de la evolución de las excavaciones, sino la elaboración de una secuencia estratigráfica tras la revisión de lo publicado en los años veinte, no definitiva, pero que aporta datos que ponen en duda alguna de las evidencias interpretativas sobre la ubicación original de distintos materiales, como son las columnas de mármol o los fragmentos pictóricos caídos de la zona central de la bóveda. En este último caso, el estudio del estado de la bóveda realizado en los años noventa detecta significativas deformaciones en su arranque sur como consecuencia de la presión ejercida por la iglesia parroquial. Esta circunstancia permite plantear una nueva hipótesis en relación al

colapso de la bóveda. Se produciría en el siglo XVIII pero como consecuencia de la construcción de la iglesia, no antes. Posiblemente un derrumbe parcial, que intentaron solventar levantando el muro que tapiaba completamente la nave sur. Mas no pudieron evitar males mayores puesto que finalmente el resto de la bóveda también cedería, provocando que el interior se colmatase con lo escombros. No son pocas las nuevas aportaciones bibliográficas y documentales que incluye esta investigación, pero aún queda mucho más por obtener. En relación a estos primeros trabajos, sería interesante localizar alguna de las memorias entregadas a la Junta Superior de Excavaciones, o la correspondencia entre los distintos protagonistas, con preferencia a la establecida entre la Comisión de Monumentos de Lugo y la Real Academia Gallega y, como no, poder llegar a estudiar la reproducción de las pinturas que realizó Elías Segura a los pocos meses de su descubrimiento. Desde 1935 existe un buen estudio sobre el monumento pero, lamentablemente, su publicación en alemán, y en una obra de divulgación muy restringida, privó al artículo de Schlunk de la repercusión historiográfica que su calidad merecía, con la consiguiente merma en los posteriores trabajos de investigación sobre Santa Eulalia de Bóveda. A pesar de que en los años cincuenta circuló, entre un reducido grupo de investigadores, una versión en español traducida por Celestino Fernández de la Vega, este conocimiento no se vería reflejado en la bibliografía posterior, poco más que referencias a los paralelos de monumentos funerarios; escuetas menciones que se repetirán una y otra vez. No es el momento, en este trabajo, de poner en tela de juicio las diferentes interpretaciones de los distintos investigadores que se acercaron, de un modo u otro, a Santa Eulalia de Bóveda129, pero conviene realizar algunas reflexiones en relación a lo manifestado en las conclusiones de Manuel Chamoso Lamas.

127 Miguel García y Teijeiro referencia indirectamente, el primero de ellos (García y Teijeiro 1933, 7): Supe que en noviembre de 1926, en un periódico vigués, se había lanzado voz de alarma por el Director del Museo diocesano histórico-arqueológico lucense, don Luis L. Marti, acerca del descubrimiento de un pequeño templo soterrado en la circunscripción de Santa Eulalia de Bóveda… 128 También incluye el artículo de Eletarka publicado en la Gaceta del Norte. 129 Comento someramente las distintas hipótesis interpretativas de algunos de los autores más significativos. De los mencionados en los primeros capítulos sólo incido en Helmut Schlunk por rectificar su tesis inicial tras los descubrimientos de Chamoso, en cambio, Fernández de la Vega irá más allá tratando de identificar el monumento con la tumba de Prisciliano. Como templo romano de culto a las aguas es reconocido por Acuña Castroviejo, Arias Vilas, Abad Casal y Ares Vázquez. La tesis de este último se basa en el estudio de los relieves –que los relaciona con manifestaciones de las propiedades curativas de las aguas– y en la interpretación de los restos epigráficos fragmentarios localizados en los años cincuenta (vid. reinterpretación funeraria en Arias, Le Roux y Tranoy 1979; también Mariner Bigorra 1960 y la propia rectificación del autor, Ares 1984). Núñez Rodríguez observa en la base constructiva características arquitectónicas relacionadas con ritos de la cultura castreña. La coincidencia con las dos principales teorías –ninfeo o santuario de culto a las aguas salutíferas, o bien mausoleo– se manifiesta tanto por su relación con un espacio ritual de iniciación, donde la inmersión en agua sería un componente activo, como por su carácter funerario vinculado a un crematorio. García Iglesias lo atribuye a un templo paleocristiano y Rodríguez Colmenero lo relaciona con la llegada de cultos de religiones orientales, concretamente con un iseum o con un serapeum, tras vincular el monumento con una fuente cultual descubierta en la ciudad de Lugo. Para Delgado Gómez es un suntuoso mausoleo romano, vinculando, por primera vez en Santa Eulalia de Bóveda, el agua como elemento imprescindible tanto para los ritos funerarios como para un adecuado saneamiento del edificio. En las pinturas murales, que han dado fama al monumento, cabe diferenciar dos planteamientos principales que relacionaría su génesis con ritos de cultos cristianos o paganos, generalmente defendidos atendiendo a la especialidad de cada investigador. Este escenario se sintetiza en los últimos artículos que estudian en detalle su iconografía, en los que Singul Lorenzo defiende su origen cristiano (segunda mitad del siglo VI) y Guardia Pons las atribuye a época tardo-romana (siglo IV), siendo reinterpretadas a partir del siglo VIII cuando el edificio se adecuaría, sin significativas reformas, como templo cristiano. (Vid. Referencias Bibliográficas).

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Por un lado no hay motivos para dudar de la existencia de la denominada piscina130. En su artículo, Chamoso describe minuciosamente su descubrimiento y esta información es corroborada en los proyectos de obra de su restauración, y fotografías anteriores a su intervención nos revelan que el término que mejor se adapta a esta cuestión es el de redescubridor. Por otro lado, y a mi entender, la única prueba de la existencia de la piscina, o depósito de agua, no es argumento válido para atribuir el origen del monumento a un ninfeo. En su investigación, Chamoso ha dejado pendiente un estudio arqueológico pormenorizado que justifique su interpretación y, por el contrario, deja en herencia diferentes lagunas en cuanto a los descubrimientos, y sus respectivas destrucciones de niveles arqueológicos, efectuados mientras se realizaba la restauración del monumento. En relación a las restauraciones arquitectónicas, menos polémicas por desconocidas, fueron las realizadas tras su descubrimiento. Sus autores hacen hincapié al respeto con el que afrontaron la restitución de los distintos elementos arquitectónicos. No ha sido este el caso de las efectuadas por Menéndez Pidal y Pons Sorolla en las que primó la reconstrucción sobre la restauración, con resultados espectaculares tanto para la recreación visual como para el nefasto destino de importantes vestigios arquitectónicos y decorativos. Criterios de saneamiento y conservación fueron los que prevalecieron en el proyecto de obras de Antonio González Trigo. El análisis previo ofrece un diagnóstico lamentable en el que la humedad que afecta al monumento cobra especial protagonismo. Muy criticada ha sido la decisión de la creación del muro perimetral de hormigón con la que fue revestida la cimentación del edificio, sobre todo por los efectos nocivos sobre los paramentos del monumento que producen los materiales empleados y por el alto grado de irreversibilidad que presenta su estructura. Pero fue una solución acorde a los criterios de su época, necesaria para rebajar el nivel freático causante, en buena parte, de las malas condiciones de conservación que amenazaban la integridad del monumento. Lo que no es aceptable es la falta de seguimiento arqueológico en una obra de esa envergadura en la que lo habitual es que destruya importantes vestigios.131

No se explica que por parte de la Inspección Técnica de Monumentos sólo hayan hecho observaciones al proyecto de obra teniendo en cuenta la estética de los resultados en relación al entorno arquitectónico del lugar y no hubieran exigido este control arqueológico. Para mayor desgracia, la solución modificada de las obras de la planta superior supone una reconstrucción del monumento basada en una visión arquitectónica muy peculiar que condiciona la interpretación histórica del edificio. En este sentido, la solución inicial de González Trigo era más respetuosa con los restos arqueológicos132. Es igualmente grave no contar con los resultados de una serie de trabajos arqueológicos que afectaron considerablemente a distintas áreas de Santa Eulalia de Bóveda, aún en el caso menos desfavorable de no haber localizado nada interesante, ni digno de mención; me refiero, por ejemplo, a la falta del informe de las excavaciones realizadas por Alberto Balil Illana. Mención aparte merecen las actuaciones realizadas en los años ochenta y noventa. Es indudable que era necesario afrontar los problemas acumulados en Santa Eulalia de Bóveda desde un punto de vista interdisciplinar. Son muchos los factores a tener en cuenta en una restauración de elementos tan dispares como la pintura mural, los materiales constructivos o las soluciones arquitectónicas heredadas, más aún cuando las condiciones ambientales no son las adecuadas para su óptima conservación. El mayor handicap al que se enfrentaban era el desconocimiento existente en todo lo relacionado con las actuaciones anteriores pero, aparentemente, tras darle la importancia que se merece no las han tenido suficientemente en cuenta, a pesar de las observaciones al respecto ofrecidas por Felipe Arias en 1989. De todas estas actuacións non sempre quedou suficiente constancia documental, escrita e gráfica, e é curioso ver que sabemos máis das primeiras intervencións (incluso publicadas), que das últimas. Aparte das informacións de carácter arqueológico, importantes para o proxecto de que se trata, tamén sería de moito interés, por non dicir fundamental, rastrear e recuperar tódolos datos e elementos fornecidos polo monumento nas sucesivas intervencións que sufríu, recabando proxectos, memorias e informes (a priori e a posteriori) daquelas.

130 Recientes estudios sobre la evolución arquitectónica de Santa Eulalia de Bóveda pretenden atribuir a Chamoso Lamas la invención de la piscina (Vidal 2003 y Vidal 2004), hipótesis que se ha revelado como desafortunada. 131 Parece ser que en este aspecto no hay que lamentar grandes daños. Según González Trigo no apareció ningún tipo de materiales. Circunstancia también corroborada por personal que retiró la tierra para implantar el hormigón: en su perímetro sólo había suelo natural formado por arena del granito descompuesto sin remover, incluso en el lado sur, bajo la actual iglesia. La única excepción la ofrecía el área tras la cabecera en la que los niveles originales ya habían sido removidos en sucesivas campañas de excavación y, anteriormente, al instalar la escalera que comunicaban con la planta o edificación superior. La presencia de suelo natural en el perímetro del monumento confirma nuevamente que el monumento fue construido encastrado en un ribazo. 132 El sistema de cubierta inicial que González Trigo había previsto para proteger tanto el muro del atrio como la planta inferior de las inclemencias del tiempo, fue modificado drásticamente siguiendo las directrices ofrecidas por la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural. El sistema de aireación se tuvo que adaptar a estos nuevos criterios (Plano 39).

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CONCLUSIONES

Estos nuevos trabajos se abordaron, finalmente, sin tener en cuenta las actuaciones de los años cincuenta y con escasas referencias de lo efectuado en los años setenta. Las consecuencias de esta falta de información, desde mi punto de vista, ya se manifiestan en los primeros años de esta nueva etapa investigadora, puesto que la mayoría de los problemas de conservación que atribuyen a una inadecuada restauración de González Trigo ya habían sido detectados por éste en su proyecto de saneamiento y restauración de 1974. Cierto es que el sistema de aireación que diseñó entre las dos plantas para eliminar humedades ocasionó bruscos cambios en las condiciones microclimáticas presentes en el monumento. Estas anomalías detectadas había que corregirlas pero me pregunto que si en tan corto espacio de tiempo pudieran haber afectado en alto grado al interior del monumento, especialmente a sus pinturas. A este respecto Carmen del Valle indica en su informe de restauración lo siguiente: En cuanto a la pintura mural del Monumento, constatamos que su estado de deterioro es muy avanzado, aún cuando se haya mantenido la película de color después de la limpieza de algas del año 82 realizada por la que suscribe este informe.

He podido comprobar en una reciente entrevista que mantuve con Carmen del Valle el hecho de que las pinturas no fueron consolidadas en los años setenta, ni había evidencias de que lo hubieran sido con anterioridad, a excepción de la fijación con caseína, posiblemente realizada en los años cincuenta. También confirma que el estado general del soporte de las pinturas, a finales de los años ochenta, no había variado significativamente desde su última actuación. …la sujeción de la pintura en su soporte es precaria, pudiendo desprenderse de manera abrupta produciendo pérdidas irremediables…

Se patentizan errores interpretativos en las memorias de las excavaciones arqueológicas como consecuencia de no disponer datos sobre campañas anteriores, en especial la de los años setenta. A pesar de que González Trigo facilitó planos de su actuación133 todo apunta a que no fue información suficiente si no estaban acompañados de los informes correspondientes. En uno de los dossieres de las restauraciones existentes en el Servicio de Arquitectura134 sólo he

podido comprobar la existencia del plano identificado en este trabajo como Plano 18, según consulta efectuada en el verano de 2004. El proyecto interdisciplinar llevado a cabo entre los años ochenta y noventa quiso suplir las carencias detectadas en actuaciones anteriores pero, lamentablemente, se constatan deficiencias graves en la documentación depositada en la Dirección Xeral do Patrimonio Artístico e Documental que impiden tanto un seguimiento adecuado de las distintas actuaciones como la obtención de unos resultados imprescindibles para la propia investigación de Santa Eulalia de Bóveda. De todas estas disciplinas sólo hay constancia de memorias de los trabajos arqueológicos, en las que falta mucha documentación gráfica aportada por Rosa Gimeno. …se realizó un trabajo de certificación exhaustiva, es decir abundante documentación fotográfica y gráfica, con el fin de paliar este vacío de otras actuaciones arqueológicas.135

Finalizados todos los trabajos proyectados, se manifiesta una ausencia de coordinación científica que aglutinase e interpretase los resultados aportados por las distintas disciplinas participantes en esta, a priori, interesante actuación. Es así cuando el espíritu de compromiso para con una adecuada aportación científica entra en conflicto con una inapropiada gestión de la documentación patrimonial, a la que hay que añadir la ausencia de publicaciones. Después de tantos recursos materiales e intelectuales invertidos, sólo pudieron tener su reflejo en una breve memoria del control arqueológico realizado en la restauración arquitectónica de Gallego y Portela (Gimeno, 1995). Tal como fue publicada es muy difícil de interpretar dado que no está acompañada de la numerosa documentación gráfica que generó esta actuación. Se omitieron las referencias a 3 planos, 46 diapositivas, 4 figuras y 6 láminas de fotografías. Para colmo de males, el único plano que incluye refleja los sondeos practicados en otra campaña, la de 1989. Otro motivo de desconcierto se encuentra en que esta memoria, de julio 1991, se publicó en un escueto volumen en el que, en teoría, incluye todas las campañas de 1989. Pero en este volumen no faltó una breve presentación por parte del Director Xeral do Patrimonio Histórico e Documental, Ángel Sicart Giménez, que pone de manifiesto, en el caso de Santa Eulalia de Bóveda, al que puedo referirme con más conocimiento de causa, lo estereotipadas

133 Entrevista publicada en El Progreso el 2 de julio de 1990. 134 SARQT, 1990/04. 135 A pesar de no poder acceder a toda esta documentación he podido comprobar la cantidad y calidad de la misma. Desgraciadamente en el Servicio de Arqueoloxía no me facilitaron copia de alguna de ellas con las que ilustrar este trabajo, por lo que he tenido que recurrir a documentación perteneciente a terceras personas a las que, desde estas líneas, agradezco su amabilidad y sensibilidad. No puede mantenerse excusas que imposibiliten su publicación, junto a las correspondientes memorias, por parte de la Xunta de Galicia. La falta de difusión imposibilita tanto la divulgación como la investigación de, en este caso, un Bien de Interés Cultural.

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y vacías de contenido que pueden llegar a ser las palabras de un responsable de la Administración, más aún si desde 1995 hasta la fecha de hoy no se ha sido capaz de llevar a buen término: A divulgación das actuacións arqueolóxicas é unha tarefa que deben asumir con decisión as administracións que teñen ó seu cargo as responsabilidades en materia de patrimonio cultural, para informar á sociedade dos avances do coñecemento do pasado e como recoñecemento do labor dos especialistas tanto no traballo de campo como nos laboratorios ou desde a propia administración.

Todo esto demuestra que, actualmente, la investigación en torno a Santa Eulalia de Bóveda adolece de similares problemas que los que se querían evitar en esta última gran actuación; y no sólo de carencias en la documentación y en la publicación. Existe una manifiesta falta de protección, tanto en los relieves de la fachada como en el muro de la edificación superior. A ambos se les retiró en su día la cubierta que los aislaba de las inclemencias atmosféricas. Desde 1993 llevan esperando una solución a este problema que sólo han sabido solventar mediante una medida inadecuada y provisional que, lamentablemente, pone en duda los criterios estéticos con los que afrontaron las críticas a pasadas restauraciones (Foto 67). Cierto es que, una vez producida la recepción provisional de las obras, Gallego y Portela emiten un informe en mayo de 1993 con una serie de actuaciones urgentes a realizar en el que se hacen referencia a esta situación, que no puede ni debe durar, dado que el estado de conservación del muro obliga a una inaplazable obra de consolidación. Teniendo en cuenta el tiempo transcurrido sin que haya variado esta lamentable estampa, si trasladamos a este nuevo contexto las palabras recogidas en el proyecto de restauración

Foto 67: El muro superior bajo un toldo. Verano de 2004, foto del autor.

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arquitectónica resultan tan paradójicamente graves como alarmantemente cómicas. …al objeto de recuperar en lo posible la forma original de la parte superior: una ruina que emerge del atrio.

Este estado de abandono también se manifiesta en la falta de estudio de un grupo de materiales pétreos acumulados en el camino, junto a la caseta del guarda. Recientemente me he percatado que entre ellos se encuentra, boca abajo, la basa de una de las columnas del pórtico (Foto 68, cfr. Foto 21 ), supuestamente desaparecida y que sería conveniente restablecer a su lugar de origen, así como recuperar la disposición original de las columnas.

Foto 68: A la izquierda, bajo otros materiales, se encuentra, invertida, la basa original de una de las columnas del vestíbulo porticado. Foto del autor.

Planteada esta áspera, necesaria y espero que constructiva crítica no quiero finalizar estas conclusiones sin hacer referencia a la relevancia de la información que puede ofrecer los planos aportados en este estudio que reflejan, con mayor o menor acierto, la evolución del estado del monumento desde su descubrimiento.

Foto 69: Patio antes de la última remodelación. Las losas de granito abarcaban en 1966, por lo menos, el frente del vestíbulo. Ya se constata la falta de la basa en la columna de la derecha y la disposición no original de varios tambores. Foto R. Friedrich, 1966 (DAI, O-04)

CONCLUSIONES

Foto 70: En otra de las fotografías se pueden apreciar nítidamente las losas del fondo de la piscina cuando ésta contenía agua, así como el hueco dejado en la bóveda reconstruida por Chamoso Lamas tras la caída de uno de los lienzos de pintura. Foto D. Noack, 1966 (DAI, A-712).

Un ejemplo lo tenemos en la documentación, tanto en los planos de los años cincuenta como los de los setenta, de un pequeño nicho localizado, a nivel del suelo, debajo del gran vano que se encuentra en el ábside rectangular. En los planos publicados por Schlunk y Gómez-Moreno no consta este nicho. Pero se aprecia una mayor elevación en el nivel del pavimento del patio y su comunicación con el vestíbulo mediante dos estrechos escalones. Las columnas se encuentran sobre uno de ellos que actualmente permanece exento. Ninguna de las dos particularidades comentadas se conserva en la actualidad. La observación del estado del paramento donde se señala el nicho no denota restos de reparaciones ni la disposición de los sillares hace pensar que alguna vez estuviese ahí. Tampoco lo recuerda personal que trabajó en el monumento en fechas que debía encontrarse ahí. En el caso de la diferencia de altura del pavimento del patio en el plano de

Pons Sorolla (Plano 14) no figuran los escalones, pero es posible que se deba a la falta de detalle en ese punto, dado que sí aparece en una fotografía realizada tras la restauración de la bóveda del vestíbulo (Foto 69)136. Según González Trigo, cuando visitó Santa Eulalia de Bóveda para acometer su proyecto arquitectónico, el estado del patio, al igual que todo monumento, era lamentable; se encontraba sin el pavimento y lleno de escombros. Tras su limpieza se localizó la arqueta de desagüe137, hecho contrastado por vecinos del lugar que participaron en las obras de saneamiento y restauración. Hasta la fecha, no he podido localizar documentación que explique lo ocurrido en el patio entre 1966 y 1974; además, desconozco si anteriormente llegó a estar completamente enlosado. Es muy probable que se hubieran destruido reveladores vestigios en este período de tiempo, sobre todo algunos que pudieran dilucidar la duda planteada en relación al sistema de desagüe descrito en el artículo de Chamoso. Como ya comenté, espero que una pronta catalogación del archivo fotográfico de Chamoso Lamas, que se encuentra en la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora del Rosario en A Coruña, pueda seguir aportando valiosa información sobre este y otros aspectos aún pendientes de esclarecer de Santa Eulalia de Bóveda.

Foto 71: En esta fotografía se aprecia claramente el desnivel del pavimento no original con el que se recortó el área de la piscina tras su restauración. Se constata también que esta anomalía no se produjo en ninguna de las actuaciones posteriores. Foto R. Friedrich, 1966 (DAI, N-997).

136 Concretamente, esta instantánea forma parte de la abundante documentación gráfica obtenida por el equipo del Instituto Arqueológico Alemán que acompañó a Helmut Schlunk en un viaje científico por la provincia de Lugo en 1966. Al igual que en los años treinta, su trabajo supone una valiosa aportación para la revisión y estudio de las actuaciones arqueológicas en Santa Eulalia de Bóveda. 137 Otro detalle a considerar es el cambio de la ubicación de la piedra con rebaje central (cfr. Foto 64 y Plano 17).

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Plano 39: Sobre el plano original de González Trigo, desde la Comisaría Central se realizó un boceto de la definitiva versión constructiva. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración (sección Cultura, leg. 0078).

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REFERENCIAS E ÍNDICES

REFERENCIAS E ÍNDICES

ABREVIATURAS AGA AM AXXG BP BOE BRAG BRAH CMHAPL DXPAM DXPHD DAI GEG ICRBC IPHE JMPL JSEA MPL RABANSR SA SARQT SDPAN

Archivo General de la Administración, Alcalá de Henares. Arxiu Mas (Institut Amatller d’Art Hispànic), Barcelona. Arquivo Xeral da Xunta de Galicia, Santiago de Compostela. Biblioteca Penzol, Vigo. Boletín Oficial del Estado. Boletín de la Real Academia Gallega. Biblioteca de la Real Academia de la Historia, Madrid. Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de la Provincia de Lugo. Dirección Xeral do Patrimonio Artístico e Monumental, Santiago de Compostela. Dirección Xeral do Patrimonio Histórico e Documental, Santiago de Compostela. Deutsches Archäologisches Institut de Madrid. Gran Enciclopedia Gallega. Instituto de Conservación e Restauración de Bens Culturais, DXPHD. Instituto del Patrimonio Histórico Español, Madrid. Junta del Museo Provincial de Lugo. Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades. Museo Provincial de Lugo. Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora del Rosario, A Coruña. Servicio de Arqueoloxía, ICRBC. Servicio de Arquitectura, ICRBC Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional.

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Cultura, 26/273 - Fecha: 1940, 19 de enero. Autor: Presidente JMPL. Destinatario: Comisario General de Excavaciones Arqueológicas. Contenido: En respuesta a un telegrama se informa la ausencia de excavaciones arqueológicas desde 1935 y que con anterioridad sólo se realizaron en Santa Eulalia de Bóveda. - Fecha: 1943, 11 de julio. Autor: López Martí Castillo, Luis. Destinatario: Martínez Santaolalla, Julio (Comisario General de Excavaciones Arqueológicas). Contenido: Imposibilidad de reenviar la Memoria de las excavaciones en Santa Eulalia de Bóveda, remitida en octubre de 1927 a la JSEA. Biblioteca de la Real Academia de la Historia (Madrid) CALU/9/7960/21 - Fecha: 1928, 16 de septiembre. Autor: Martínez de Caso-López, Manuel. Destinatario: Stuart Fitz-James Falcó, Jacobo (Duque de Berwick y de Alba). Contenido: Carta en la que se informa de la visita a Santa Eulalia de Bóveda (incluye tres fotografías). CAPÍTULO SEGUNDO Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares) Cultura, 51/11281. - Fecha: 1945, 29 de septiembre. Autor: Chamoso Lamas, Manuel (Comisario de la 1ª Zona). Destinatario: Comisario General SDPAN. Contenido: Informe-memoria en el que se solicita presupuesto para afrontar trabajos urgentes de consolidación y estudio en Santa Eulalia de Bóveda. Cultura, 26/298 - Fecha: 1953, abril. Autores: Menéndez Pidal, Luis; Pons Sorolla, Francisco (Arquitectos 1ª Zona). Destinatario: Comisario General SDPAN. Contenido: Proyecto de obras de conservación del monumento nacional de Santa Eulalia de Bóveda (Lugo). - Fecha: 1956, marzo. Autores: Menéndez Pidal, Luis; Pons Sorolla, Francisco (Arquitectos 1ª Zona). Destinatario: Comisario General SDPAN. Contenido: Proyecto de obras de restauración y arranque de pinturas en el monumento nacional de Santa Eulalia de Bóveda (Lugo). Cultura, 26/0307 - Fecha: 1957, junio. Autores: Menéndez Pidal, Luis; Pons Sorolla, Francisco (Arquitectos 1ª Zona). Destinatario: Comisario General SDPAN. Contenido: Proyecto de obras de restauración en el monumento nacional de Santa Eulalia de Bóveda (Lugo). Cultura, 51/11281 - Fecha: 1953. Contenido: Expediente de obras en Santa Eulalia de Bóveda (Lugo) del Ministerio de Educación Nacional. - Fecha: 1956. Contenido: Expediente sobre obras en la iglesia de Santa Eulalia de Bóveda (Lugo) del Ministerio de Educación Nacional. - Fecha: 1957. Contenido: Expediente sobre obras en Santa Eulalia de Bóveda (Lugo) del Ministerio de Educación Nacional. Arquivo Xeral da Xunta de Galicia (Santiago de Compostela) 72.802 - Fecha: 1952, 10 de enero. Autor: Chamoso Lamas, Manuel (Comisario de la 1ª Zona). Destinatario: Comisario General SDPAN. Contenido: Informe-memoria “Sobre el origen del monumento soterrado de Santa Eulalia de Bóveda (Lugo)” 72.515 - Fecha: 1959, 4 de diciembre. Autor: Chamoso Lamas, Manuel (Comisario de la 1ª Zona). Destinatario: Comisario General SDPAN. Contenido: Relación de obras urgentes que en atención a los informes que obran en la Comisaría de la 1ª Zona del Patrimonio Artístico deben ser incluidas en el Plan de Obras correspondiente al año próximo de 1960.

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REFERENCIAS E ÍNDICES

CAPÍTULO TERCERO Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares) Cultura, 273 - Fechas: 1973/12/19-1978/03/11. Contenido: Tramitaciones administrativas en relación a los trabajos arqueológicos realizados por Alberto Balil Illana. Cultura, 51/11224. - Fecha: 1974, 19 de octubre. Autor: Alberto Balil Illana. Destinatario: Director General de Bellas Artes. Contenido: Recomendación de la no celebración de actos culturales previstos en el monumento de Santa Eulalia de Bóveda. Cultura, 0078 - Fecha: 1974, marzo. Autor: Antonio González Trigo. Destinatario: Comisaría General de Patrimonio Artístico Nacional. Contenido: Proyecto de saneamiento y restauración del monumento nacional de Santa Eulalia de Bóveda (Lugo). Cultura, 51/11324 - Fechas: 1974/11/27-1979/03/22. Contenido: Tramitaciones técnico-administrativas en relación a las obras realizadas por Antonio González Trigo. Archivo Central del Instituto del Patrimonio Histórico Español (Madrid) Monumentos y Arqueología, C-249 - Fecha: 1974, noviembre. Autor: Antonio González Trigo. Destinatario: Comisaría General de Patrimonio Artístico Nacional. Contenido: Documentación complementaria del “Proyecto de saneamiento y restauración del monumento nacional de Santa Eulalia de Bóveda” (Solución alternativa propuesta por los servicios técnicos de la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural). Monumentos y Arqueología, C-617 - Fecha: 1979, marzo. Autor: Antonio González Trigo. Destinatario: Comisaría General de Patrimonio Artístico Nacional. Contenido: Proyecto de saneamiento y restauración del monumento nacional de Santa Eulalia de Bóveda. CAPÍTULO CUARTO Arquivo do Servicio de Arqueoloxía ICRBC (Santiago de Compostela) 02_L_010 - Fecha: 1989, febrero. Autor: Arias Vilas, Felipe. Destinatario: DXPHD. Contenido: Proyecto de intervención arqueológica de Santa Eulalia de Bóveda. (*) - Fecha: 1989. Autor: Gimeno García-Lomas, Rosa. Destinatario: DXPHD. Contenido: Trabajos arqueológicos en Santa Eulalia de Bóveda y en el Castro de Corvazal. - Fecha: 1991, noviembre. Autor: Gimeno García-Lomas, Rosa. Destinatario: DXPHD. Contenido: Actuación arqueológica en el edificio romano de Santa Eulalia de Bóveda (control de la restauración arquitectónica). - Fecha: 1992, 31 de julio. Autor: Gimeno García-Lomas, Rosa. Destinatario: DXPHD. Contenido: Informe memoria de un sondeo arqueológico en Santa Eulalia de Bóveda (control de la restauración de elementos pétreos). - Fecha: 1991, noviembre. Autor: TAGSA. Destinatarios: RESCONSA - DXPHD. Contenido: Memoria de la prospección geofísica de Santa Eulalia de Bóveda. (*) Arquivo do Servicio de Arquitectura ICRBC (Santiago de Compostela) 1987/016 - Fecha: 1985, 20 de septiembre. Autor: Francisco Guitián Ojea. Destinatario: DXPAM. Contenido: Informe sobre las condiciones microclimáticas a que están sometidas las pinturas de Santa Eulalia de Bóveda. - Fecha: 1985. Autores: Gallego Jorreto, José Manuel; Portela Fernández-Jardón, César. Destinatario: DXPAM. Contenido: Informe descriptivo y propuestas de actuación tendentes a

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EL DESCUBRIMIENTO Y LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN SANTA EULALIA DE BÓVEDA (LUGO)

conservar los valores arquitectónicos, escultóricos y pictóricos existentes, y recuperar los ocultos o desvirtuados en Santa Eulalia de Bóveda y su entorno. 1990/004 - Fecha: 1989, 20 de noviembre. Autor: Cabrera Garrido, José María. Destinatario: DXPHD. Contenido: Informe relativo al estado de la piedra y a las actuaciones necesarias para su conservación. - Fecha: 1989, 27 de noviembre. Autor: Valle Galbán, Carmen del. Destinatario: DXPHD. Contenido: Informe sobre la restauración de pinturas murales en Santa Eulalia de Bóveda, Lugo (proyecto de restauración). - Fecha: 1990, julio. Autor: Gallego Jorreto, José Manuel; Portela Fernández-Jardón, César. Destinatario: DXPHD. Contenido: Proyecto de restauración en Santa Eulalia de Bóveda. - Fecha: 1992, noviembre. Autores: Gallego Jorreto, José Manuel; Portela Fernández-Jardón, César. Destinatario: DXPHD. Contenido: Proyecto complementario de la restauración de Santa Eulalia de Bóveda. - Fecha: s/f. Autor: Aroca y Asociados. Destinatarios: Gallego Jorreto, José Manuel; Portela Fernández-Jardón, César - DXPHD. Contenido: Informe sobre el estado de la bóveda de Santa Eulalia de Bóveda. (*) - Fecha: 1991, 26 de agosto. Autor: Cabrera Garrido, José María. Destinatario: DXPHD. Contenido: Informe preliminar sobre algunas exploraciones realizadas: a) humedad de condensación; b) examen de las pinturas en reflectografía de infrarrojos y fluorescencia ultravioleta. (*) - Fecha: 1992, 28 de junio. Autor: Cabrera Garrido, José María. Destinatario: DXPHD. Contenido: Restauración de elementos pétreos e informes sobre algunos aspectos tecnológicos de los recubrimientos pictóricos y para el aislamiento de humedades. (*) - Fecha: 1992, 31 de julio. Autor: Gimeno García-Lomas, Rosa. Destinatario: DXPHD. Contenido: Proyecto de intervención arqueológica en Santa Eulalia de Bóveda (control de la restauración de elementos pétreos). - Fecha: 1992, 4 de noviembre. Autor: Valle Galbán, Carmen del. Destinatario: DXPHD. Contenido: Operaciones realizadas en la restauración de las pinturas murales de Santa Eulalia de Bóveda. (*) - Fecha: 1992, 4 de noviembre. Autor: Valle Galbán, Carmen del. Destinatario: DXPHD. Contenido: Continuidad de los trabajos de restauración después del desmonte de la bóveda (presupuesto complementario). (*) - Fecha: s/f. Autor: Valle Galbán, Carmen del. Destinatario: DXPHD. Contenido: Informe de restauración de las pinturas murales de Santa Eulalia de Bóveda, Lugo (junio – noviembre de 1992). CAPÍTULO QUINTO Arquivo do Servicio de Arquitectura ICRBC (Santiago de Compostela) 1990/004 - Fecha: 1993, 5 de mayo. Autor: Gallego Jorreto, José Manuel; Portela Fernández-Jardón, César. Destinatario: DXPHD. Contenido: Informe sobre la situación actual y actuaciones urgentes a realizar en Santa Eulalia de Bóveda. (*) Ubicación teórica del documento. No pude verificar la existencia del mismo en ninguno de los archivos consultados, ya sea por extravío o por razones de indisponibilidad temporal que ignoro. Ha sido facilitado por el propio autor o por alguno de los destinatarios.138

138 En alguno de ellos me consta que recientemente se ha remitido copia al ICRBC.

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REFERENCIAS E ÍNDICES

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REFERENCIAS E ÍNDICES

ÍNDICE DE FOTOGRAFÍAS - Foto 1: Portadas de números de Vida Gallega en los que se informa del descubrimiento de Santa Eulalia de Bóveda. BP, foto del autor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .17 - Foto 2: Entrada á la galería milenaria descubierta recientemente. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .18 - Foto 3: Notabilísimos dibujos milenarios hallados en Santa Eulalia de Bóveda (Lugo) á los cuales se refiere el luminoso artículo que firma el Sr. Martí en este número. Fias. Ricardo García. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .18 - Foto 4: Entrada de la Iglesia donde se descubren flores y árboles. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19 - Foto 5: El pez geroglífico del Salvador. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .20 - Foto 6: Instantánea del nivel de escombros en el que se puede ver un fuste de columna y bajo el arco un posible fragmento de la zona central de la bóveda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .20 - Foto 7: Detalles de los relieves del muro exterior del atrio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .20 - Foto 8: Sillería del muro del vestíbulo. En la parte superior arranque de bóveda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21 - Foto 9: Arco del vano de entrada (vista desde el interior). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22 - Foto 10: Arranque de la bóveda y de la arcada norte. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22 - Foto 11: Escaleras de acceso eliminadas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .24 - Foto 12: Fragmento de estela funeraria reutilizado como peldaño de la escalera. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .24 - Foto 13: Fragmento de decoración pictórica del centro de la bóveda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .24 - Foto 14: Visita a Santa Eulalia de Bóveda. De izquierda a derecha: Manuel Martínez de Caso-López, - Luis López Martí y Ramón Vázquez de Parga, Conde de Pallares. BRAH, CALU/9/7960/21(2). . . . . . . . . . . . . . . . . . .25 - Foto 15: Columna soporte de arcada (a) y pieza granítica (b). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .26 - Foto 16: Columnas de mármol tras su restitución. Foto del autor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .27 - Foto 17: Boquete abierto en la bóveda de la construcción y muro lateral de la cámara alta del templo. . . . . . . . . . . . . .29 - Foto 18: Portada de la obra en la que se recogen los trabajos arqueológicos de los años veinte. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30 - Foto 19: Visita de H. Schlunk, 1930-32 (DAI, NEG.SCH.1510). ¿Autorretrato? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .32 - Foto 20: Otra forma de documentar el color presente en las pinturas de Santa Eulalia de Bóveda a inicios de los años treinta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .32 - Foto 21: Detalle de una basa del pórtico, actualmente retirada de lugar. Foto Schlunk, 1930-32 (DAI, NEG.SCH.1446). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .33 - Foto 22: Interior del monumento con detalle de fractura en el pavimento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .34 - Foto 23: Instantánea de las pinturas en los meses iniciales a su descubrimiento. El motivo de la derecha se perdió. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35 - Foto 24: Disco de cobre, MPL. Foto D. Noack (DAI, O-739). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .44 - Foto 25: Vista del interior de Santa Eulalia de Bóveda. Inicio del levantamiento del pavimento de mármol. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .44 - Foto 26: Detalle del levantamiento de las losas de mármol. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .44 - Foto 27: Detalle del asentamiento de las losas. A la izquierda se aprecia una afloración de uno de los puntos sobre las que se apoyaban. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .45 - Foto 28: Dos piezas del borde interior de la piscina entre otros materiales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .45 - Foto 29: Interior del monumento en el que se aprecia la cubierta con uno de los lucernarios antes de los trabajos de conservación. (KSADO, c. 1936). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47 - Foto 30: Lugar donde se encontraban los dos bloques de la parte central de la bóveda. Detalle foto Mas, 1931 (AM, C-67592). Las filtraciones de agua en la cubierta afectaron a las pinturas que contenía en su lado superior (cfr. Foto 43). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .48 - Foto 31: Zona central de la bóveda reconstruida con los fragmentos de pinturas fijados en ella. Foto - Chamoso Lamas, 1963 (López et alli 1995). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50 - Foto 32: Restos de las pinturas sobre lienzo localizados en el Museo Provincial de Lugo. Foto Felipe Arias, 1975. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50 - Foto 33: Piscina vista desde la entrada con la reconstrucción del revestimiento moldurado del lado Oeste de. La pieza central es una moldura original (Cfr. Foto 28). Foto Chamoso Lamas, s/f. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50 - Foto 34: Piscina vista desde el fondo. Se comprueba que la restauración de las molduras de los bordes sólo afectó a los lados Oeste y Este. Foto Chamoso Lamas, s/f. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50 - Foto 35: En esta instantánea se comprueba que el límite oeste de la piscina coincide con el actual. Detalle foto Mas, 1931 (AM, C-67591). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57 - Foto 36: Abajo a la derecha se muestra una nueva losa de granito rescatada entre los materiales rescatados en anteriores intervenciones. Foto RABBAANSR, s/f. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57 - Foto 37: Cubrimiento cara este de la piscina. A la derecha, losa de granito con perforación.

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EL DESCUBRIMIENTO Y LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN SANTA EULALIA DE BÓVEDA (LUGO)

Encima, se distingue un ligero hundimiento del pavimento. (Detalle Foto 51). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .58 - Foto 38: Situada junto a las escaleras de acceso al templo parroquial, se encuentra una piedra con evidentes semejanzas a las utilizadas en la restauración de la piscina. Foto del autor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59 - Foto 39: Esquina SE (I). Foto RABBAANSR, s/f. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59 - Foto 40: Esquina SE (III). Foto RABBAANSR, s/f. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59 - Foto 41: Lado E. Foto RABBAANSR, s/f. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59 - Foto 42: Lado N. Foto RABBAANSR, s/f. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59 - Foto 43: Esquina SO. Foto RABBAANSR, s/f. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59 - Foto 44: Esquina SE (II). Foto RABBAANSR, s/f. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59 - Foto 45: Esquina SE (IV). Foto RABBAANSR, s/f. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59 - Foto 46: Esquina NE. Foto RABBAANSR, s/f. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59 - Foto 47: Instantánea realizado durante las excavaciones de Alberto Balil. En el interior del monumento se puede ver la tarima con arena que dispuso tapando la piscina. Foto GEG, 1974. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63 - Foto 48: Limpieza superficial para comprobar el estado de las pinturas (Acuña et alli 1976). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63 - Foto 49: Fachada de la planta superior tras su restauración. Foto Felipe Arias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .64 - Foto 50: Cierre posterior de la cubierta superior. Foto Felipe Arias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .64 - Foto 51: Interior del monumento. Foto José Latova, 1982. Fototeca del Archivo de Monumentos y - Arqueología. IPHE, Ministerio de Cultura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .66 - Foto 52: Pinturas nave Norte tras su restauración. Foto José Latova, 1982. Fototeca del Archivo de - Monumentos y Arqueología. IPHE, Ministerio de Cultura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .66 - Foto 53: Cabecera interior del monumento tras su restauración. Foto José Latova, 1982. Fototeca del Archivo de Monumentos y Arqueología. IPHE, Ministerio de Cultura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .66 - Foto 54: Una de las fotografías aportadas por Gallego y Portela que forma parte de una serie de documentación gráfica con la que se registra del estado del monumento antes de acometer su restauración (SARQT, 1990/04). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .78 - Foto 55: Canaleta con tapa bajo pavimento de granito. Foto Archivo Felipe Arias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .85 - Foto 56: Tramo de canaletas. Al fondo cimentación muros. Foto Archivo Felipe Arias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .86 - Foto 57: Estado actual del manantial del Castro de Corvazal. Foto del autor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .87 - Foto 58: Estado de la piedra del vestíbulo antes de restaurarla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88 - Foto 59: Zona inferior adosaba a la jamba norte de la entrada. Se aprecia, por los chorretones, que se disuelve la capa negra (cfr. Foto 58). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .89 - Foto 60: Pinturas de la bóveda del vestíbulo (izq.) y resto de pinturas en el muro superior (dcha.). - Fotos del autor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .89 - Foto 61: Primera fase de la restauración pictórica. (SARQT, 1990/04). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .90 - Foto 62: Área de paramento este donde se puede apreciar dos mechinales donde apoyaron el andamiaje. - Foto del autor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .90 - Foto 63: La planta superior tras la demolición de la reconstrucción de Antonio González Trigo y de la placa de hormigón horizontal (SARQT, 1990/04). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .93 - Foto 64: Área sur del patio con la doble canalización de desagüe y arqueta de regulación (SARQT, 1990/04). . . . . . . .93 - Foto 65: Galería bajo la carretera de acceso a Santa Eulalia de Bóveda. A la izquierda, se aprecia el recrecimiento del muro original que protegía las canaletas. A la derecha, a un nivel inferior, la canalización adosada creada por González Trigo. Foto José López Fernández (RESCONSA). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .94 -Foto 66: Manchas en la piedra del paramento interior norte del patio. Foto Archivo Felipe Arias. . . . . . . . . . . . . . . . . . .95 - Foto 67: El muro superior bajo un toldo. Verano de 2004, foto del autor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .110 - Foto 68: A la izquierda, bajo otros materiales, se encuentra, invertida, la basa original de una de las columnas del vestíbulo porticado. Foto del autor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .110 - Foto 69: Patio antes de la última remodelación. Las losas de granito abarcaban en 1966, por lo menos, el frente del vestíbulo. Ya se constata la falta de la basa en la columna de la derecha y la disposición no original de varios tambores. Foto R. Friedrich, 1966 (DAI, O-04). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .111 - Foto 70: En otra de las fotografías se pueden apreciar nítidamente las losas del fondo de la piscina cuando ésta contenía agua, así como el hueco dejado en la bóveda reconstruida por Chamoso Lamas tras la caída de uno de los lienzos de pintura. Foto D. Noack, 1966 (DAI, A-712). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .111 - Foto 71: En esta fotografía se aprecia claramente el desnivel del pavimento no original con el que se recortó el área de la piscina tras su restauración. Se constata también que esta anomalía no se produjo en ninguna de las actuaciones posteriores. Foto R. Friedrich, 1966 (DAI, N-997). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .111

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REFERENCIAS E ÍNDICES

ÍNDICE DE DIBUJOS - Dibujo 1: Canecillo localizado entre los escombros. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22 - Dibujo 2: Ladrillo romano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22 - Dibujo 3: Motivos de la parte central de la bóveda dibujados por Hanson al inicio de los años treinta. . . . . . . . . . . . . . .32 - Dibujo 4: Relieves localizados en el vestíbulo y en la fachada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35

ÍNDICE DE PLANOS - Plano 1: Primer plano publicado de Santa Eulalia de Bóveda. Autor Ángel del Castillo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21 - Plano 2: Evolución cronológica del inicio de excavación de las distintas áreas identificadas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .26 - Plano 3: Alzado hipotético de la fachada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35 - Plano 4: Planta de Santa Eulalia de Bóveda, Herald Hanson (Schlunk 1935) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .37 - Plano 5: Sección longitudinal de Santa Eulalia de Bóveda, Herald Hanson (Schlunk 1935). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .37 - Plano 6: Sección transversal de Santa Eulalia de Bóveda, Herald Hanson (Schlunk 1935). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38 - Plano 7: Alzado de Santa Eulalia de Bóveda, Herald Hanson (Schlunk 1935). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38 - Plano 8: Planta de Santa Eulalia de Bóveda con la ubicación de la alberca (Gómez-Moreno 1949). . . . . . . . . . . . . . . . . . . .39 - Plano 9: Sección longitudinal de Santa Eulalia de Bóveda (Gómez-Moreno 1949). Alzado en la que se delimita la profundidad de la alberca y en la que se representan las columnas tangentes a los muros, según uso general antes de lo románico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .39 - Plano 10: Primer plano en el que se dibuja en detalle su pavimento. El dibujo no es perfecto, pero refleja bastante bien la forma y la distribución de las losas en ese momento. Con una x señalo las losas de granito que encuadran un área dispuesta en relación con la piscina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .46 - Plano 11: Planta del monumento con la disposición hipotética de las losas de mármol que cubrían la piscina. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .51 - Plano 12: Sección transversal del interior del monumento. En la piscina se reflejan erróneamente los bordes laterales. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52 - Plano 13: Secciones transversales del vestíbulo e interior del monumento con detalle de la reconstrucción de la bóveda. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .53 - Plano 14: Disposición del tuvo de aireación y ubicación de las pinturas restituidas en la parte reconstruida de la bóveda central. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración. . . . . . . . . . . . . . . . . . .54 - Plano 15: Alzado del monumento con la visera que protegerá a los relieves de la lluvia. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55 - Plano 16: Planta con la piscina reconstruida. El recubrimiento interior no abarcó todo el perímetro para facilitar la entrada de agua. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .56 - Plano 17: Plantas de la situación del monumento antes de la restauración. Autor Antonio González - Trigo, marzo de 1974. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .67 - Plano 18: Plantas de la situación prevista del monumento tras la restauración. Autor Antonio González Trigo, marzo de 1974. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .68 - Plano 19: Cámara perimetral aislante. Autor Antonio González Trigo, marzo de 1974. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .69 - Plano 20: Alzado antes y después de la realización de la cubierta en la planta superior. Autor Antonio González Trigo, marzo de 1974. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración. . . . . . . . . . . . . .70 - Plano 21: Sección transversal antes y después de la realización de la cubierta en la planta superior. Autor Antonio González Trigo, marzo de 1974. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración. . . . . . . . . . . . . .71 - Plano 22: Sección longitudinal antes y tras la realización de la cubierta en la planta superior. Autor Antonio González Trigo, marzo de 1974. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración. . . . . . . . . . . . . .72 - Plano 23: Emplazamiento de la canalización de desagüe en el entorno de Santa Eulalia de Bóveda. Autor Antonio González Trigo, marzo de 1974. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración. . . . . . . . . . . . . .73 - Plano 24: Santa Eulalia de Bóveda. Conjunto iglesia, monumento y atrio. José Manuel Gallego – César Portela, 1986. ICRBC, Xunta de Galicia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .79 - Plano 25: Planta con detalle del enlosado del pavimento. José Manuel Gallego – César Portela, 1986. ICRBC, Xunta de Galicia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .80 - Plano 26: Alzado con la recreación de la planta superior. José Manuel Gallego – César Portela, 1986. ICRBC, Xunta de Galicia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .81 - Plano 27: Sección transversal. José Manuel Gallego – César Portela, 1986. ICRBC, Xunta de Galicia. . . . . . . . . . . . . . . . . .82 Plano 28: Sección longitudinal. José Manuel Gallego – César Portela, 1986. ICRBC, Xunta de Galicia. . . . . . . . . . . . . . . . .82

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EL DESCUBRIMIENTO Y LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN SANTA EULALIA DE BÓVEDA (LUGO)

- Plano 29: Esquema de las distintas intervenciones sobre la planimetría realizada por Portela y Jorreto en 1986. . . . . . .84 - Plano 30: Isopiezas del entorno al monumento en el cuadrante NE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .97 - Plano 31: Esquema del sistema de alimentación de la piscina propuesto por TAGSA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .97 - Plano 32: Alzado tras la demolición de la planta superior. José Manuel Gallego – César Portela, 1990. ICRBC, Xunta de Galicia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .98 - Plano 33: Vista desde el atrio junto a la fachada de la iglesia de Santa Eulalia. José Manuel Gallego – César Portela, 1990. ICRBC, Xunta de Galicia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .98 - Plano 34: Sección longitudinal. José Manuel Gallego – César Portela, 1990. ICRBC, Xunta de Galicia. . . . . . . . . . . . . . . .100 - Plano 35: Planta con detalle del enlosado del pavimento indicando las áreas restauradas. José Manuel Gallego – César Portela, 1990. ICRBC, Xunta de Galicia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .101 - Plano 36: Plano de el que se localizan las áreas de actuación en la campaña de 1989 y que fue utilizado por Rosa Gimeno para incluir en el proyecto de intervención del control arqueológico de 1992. SARQT 87/016 ICRBC, Xunta de Galicia.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .102 - Plano 37: Prospección geofísica por calicatas eléctricas y SEV. TAGSA. ICRBC, Xunta de Galicia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .103 - Plano 38: Prospección geofísica por georadar. TAGSA. ICRBC, Xunta de Galicia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .104 - Plano 39: Sobre el plano original de González Trigo, desde la Comisaría Central se realizó un boceto de la definitiva versión constructiva. Ministerio de Cultura, Archivo General de la Administración (sección Cultura, leg. 0078). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .112

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ÍNDICE GENERAL

Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .5 Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9 Motivación del estudio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9 Justificación metodológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10 Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13 CAPÍTULO PRIMERO Los primeros protagonistas (1926-1949) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .15 - Actuaciones arqueológicas tras su descubrimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .17 - Declaración de Monumento Artístico Nacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .28 - Estudios interpretativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .28 Ángel del Castillo López . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .28 Miguel García y Teijeiro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .28 Luis López Martí Castillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30 Helmut Schlunk . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .32 Manuel Vázquez Seijas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .34 Manuel Gómez-Moreno Martínez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .34 CAPÍTULO SEGUNDO Dilucidando el origen (1945-1960) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .41 - Trabajos arqueológicos de Manuel Chamoso Lamas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .43 - Trabajos de conservación y restauración de Luis Menéndez Pidal y Joaquín Pons Sorolla . . . . .46 Desarrollo de las obras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .46 Algunas observaciones sobre los resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49 - Apéndice al Capítulo Segundo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57 CAPÍTULO TERCERO Buscando soluciones para una conservación eficaz (1974-1983) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .61 - Indagaciones de Alberto Balil Illana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63 - Soluciones de conservación y trabajos de restauración de Antonio González Trigo . . . . . . . . . . .63 CAPÍTULO CUARTO Buscando el monumento original (1983-1993) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .76 - El cambio de Administración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77 Una nueva situación legal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77 Un proyecto científico interdisciplinar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77 - Proyecto de actuación arqueológica de Felipe Arias Vilas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .83 Prospección sistemática del entorno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .83 Excavaciones arqueológicas en el monumento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .83 - Excavaciones arqueológicas de Rosa Gimeno García-Lomas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .85 Excavación del monumento y su entorno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .85 El entorno y el Castro de Corvazal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .87

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EL DESCUBRIMIENTO Y LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN SANTA EULALIA DE BÓVEDA (LUGO)

- La restauración de los elementos pétreos del monumento de José María Cabrera Garrido . . . .88 Estado de la piedra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88 Criterios de restauración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88 Resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88 - Proyecto para la restauración de las pinturas murales de Carmen del Valle Galbán . . . . . . . . . .89 Estudio integral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .89 Criterios de restauración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .89 Resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .90 - Eliminación de añadidos: restauración de José Manuel Gallego Jorreto y César Portela Fernández-Jardón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .91 Planificación de las obras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .92 Proyecto complementario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .92 Estado de la bóveda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .93 - Controles arqueológicos de Rosa Gimeno García-Lomas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .93 De la restauración arquitectónica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .93 De la restauración de elementos pétreos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .95 - Prospección geofísica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .96 Objetivos y metodología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .96 Resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .96 CAPÍTULO QUINTO Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .105 REFERENCIAS E ÍNDICES - Abreviaturas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .115 - Referencias documentales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .115 - Referencias bibliográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .119 - Índice de fotografías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .121 - Índice de dibujos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .123 - Índice de planos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .123

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