El Canto General: una lectura interesada

En esta poesía, la pareja mítica de valores opuestos, muerte vs. vida, está
transformada o rota. O modificada. Si la explotación del hombre americano
continúa, no hay aún una 'vida' opuesta a la muerte presente que se alude
en este poema (pequeña muerte). La asunción del sufrimiento del hombre
americano es la solución para rescatar o salvar el sufrimiento de una vida
aislada; de una conciencia, de una individualidad. El sentido de la carente
y degradada vida individual se encuentra en la carencia y degradación, en
el sufrimiento de la 'especie' del hombre americano.

El reino de la abundancia no es aún posible. El reino del sufrimiento de la
hermandad de los hombres es la única opción.

Este mes de agosto se celebra el aniversario 52 de Canto General. Esta
obra de Neruda es más vigente que nunca en su revelación creativa e
histórica del hombre americano. Y la referencia a 'americano' es
intencional. Aquí se ha evitado el mencionar el concepto de 'género humano'
universal. En realidad, Neruda en "Canto General" se preocupa del hombre
americano. Esa es su intención explícita. Lo que lo diferencia de otras
posiciones humanistas es que usualmente un humanismo tiene por objeto la
preocupación por el género humano en su totalidad, en general, en forma
explícita o implícita. Pero a su vez alguien podría afirmar que toda
preocupación por un sector humano en particular lleva el juicio implícito
de la preocupación por todo el género humano. No se niega el humanismo de
Neruda, sino que se dice que sostiene un tipo especial de humanismo. Este
humanismo está basado en la redención de la clase de los sufrientes, en el
caso de Neruda el hombre americano. En la teoría marxista a su vez, el
humanismo se centra en la clase que asume la explotación y el sufrimiento
de la humanidad; el proletariado. En Neruda, este proletariado toma la
dimensión del hombre americano, lo que se puede extrapolar a la 'otra
humanidad' en su conjunto, la que se multiplica y habita en lo que aquí en
el norte, se denomina El Sur, y que es la vasta periferá, cada vez más
separada en nivel de vida y oportunidades a la metrópoli a que se opone y
que la explota.

Al comenzar con la primera parte de Canto General, y dentro de esta sección
primera, 'Amor América', podemos advertir que se muestra un estado de cosas
edénico, paradisíaco, antes de la llegado de los conquistadores:

"antes de la peluca y la casaca".

Este estado de cosas paradisíaco es caracterizado por la comunión entre
hombre y naturaleza:

"El hombre tierra fue, vasija, párpado/del barro trémulo, forma de la
arcilla/fue cántaro caribe, piedra chibcha.... Las claves se perdieron, o
se inundaron de silencio o sangre... cayó una gota roja en la espesura/y se
apagó una lámpara de tierra".

La introducción del europeo "....la peluca y la casaca", causa la muerte y
degradación del hombre edénico. En esta formulación mítica del origen y
crisis del hombre americano nos encontramos, en otro nivel, de otra forma,
el mismo particular humanismo de Neruda.

Se ha señalado que uno de los aspectos más relevantes de la poesía de
Neruda es su valorización del mundo material. La presencia de la materia
como un 'correlato objetivo' en un nivel muy intenso, implica una elección
en el trabajo del poeta: una valorización de la materia como categoría
expresiva y artística, que muy posiblemente es el correlato de una
valorización de la materia a nivel de concepción de mundo. Es posible que
siguiendo la actitud del poeta hacia este mundo material podíamos captar en
un cierto nivel el cambio de concepción que lo lleva de una etapa de su
poesía a otra, de la surreal/existencialista de las Residencias a la del
canto General.

Intentaremos ilustrar esta valorización de la materia a través de algunos
textos.
las connotaciones de la materia en "Galope muerto", poema que abre la
Primera Residencia aparecen llenas de sentido:

"Como cenizas, como mares poblándose/ en la sumergida lentitud, en lo
informe"... "en el mismo molino de las formas demasiado lejos"...
"existiendo com las puntadas secas en las costuras del árbol" "mezclando
todos los limbos sus colas"... "de lo lleno, obscuros de pesadas gotas".

Las connotaciones negativas son lo suficientemente claras. Por el
cotnrario, en el ya citado Canto General, en su primera parte, en tono
respecto a lo material-natural cambia: "Fueron los ríos, ríos
arteriales"... "El trueno sin nombre todavía, las pampas planetarias", allí
podemos ver que la materia toma signo inverso positivo. En esta parte (Amor
América), el elemento que es mostrado como negativo es el cultural europeo,
cuya objetividad material sirve para denotar metonímicamente a los
conquistadores.

El hombre originario es valorizado positivamente como forma de existencia
por su contacto/unidad con la naturaleza: "El hombre tierra fue, vasija,
párpado/del barro trémulo, forma de la arcilla" (La lámpara en al tierra;
Amor América). Los elementos culturales, de manufactura humana, como los
mencionados en la línea anterior, están también valorizados por su relación
con la naturaleza. El mejor ejemplo de esta unidad primordial se encuentra
entre los versos séptimo a décimo del mismo fragmento. La situación
mostrada en este momento es la de un mito original paradisíaco. Naturaleza,
hombre y cultura se encuentran en unidad armónica. Desde el momento en que
el hablante lírico se ha convertido en contemporáneo y testigo de ese mundo
primordial, y sin embargo la situación comunicativa que es el poema se
desarrolla en un presente, la circusnstancia paradisíaca primordial al ser
'dicha' se ha convertido en un illo tempore, si aceptamos la
conceptualización de Mircea Eliade:

"Yo estoy aquí para contar la historia" "Yo, incánsico del legamo/toqué la
piedra y dije". La palabra nombra y destruye: "tierra mía, sin nombre, sin
América".

La llegada de la 'civilización' implica la destrucción del paraíso. Pero
existe otro lenguaje previo que aparece como opuesto al nominativo que
ejercita el poeta: "El idioma del agua", "Las iniciales de la tierra", "Las
claves". La posibilidad del poeta de nombrar y decir surge paradójicamente
de su propia pertenencia a ese mundo primigenio, a esa pre-palabra. La
distorción que esta configuración mítica sufre con respecto a un mundo
mítico concebido en términos tradicionales es que, aún siendo mítico en
términos edénicos, guarda en sí mismo su propio desarrollo, es decir la
historia que constituye el desarrollo de este mito, su dimesnión temporal,
que implica a la vez sufrimiento.


No se trata aquí de una caída dedse un estado perfecto a uno imperfecto,
sino del desarrollo tan cruel como necesario de un germen. Aunque no
completamente separado de una concepción mítica básica, de la que hemos
esbozado la estructura, una concepción materialistica de un desarrollo
histórico se manifiesta ya en esta primera parte. Hay un elemento negativo
ínsito en este mundo edénico, como puede verse en el primer canto, parte
Minerales:


"Cómo podías, Colombia oral/saber que tus piedras descalzas/ocultaban una
tormenta/de oro iracundo/cómo, patria/de la esperalda, ibas a ver,/que la
alhaja de muerte y mar,/el fulgor en su escalofrío,/escalaría las
gargantas/de los dinastas invasores?". O bien: "El cobre establece sus
crímenes/en las tinieblas insepultas". Podemos notar la asunción que hace
este hablante del mundo germinal, "Yo duermo entonces con el sueño/de una
semilla, de una larva", que es bueno en su inocencia, pero que guarda los
gérmenes de un desarrollo dualista y necesario, que acepta elementos
positivos y negativos y que recuerda la 'idea' hegeliana. Dentro de la
concepción nerudiana de la realidad, que acepta un dualismo ínsito en el
seno de las cosas, y cree en la necesidad de una evolución en términos
dialécticos, es decir que comporta elementos negativos y positivos, es
difícil encontrar una concepción axiológica maniquea o absolutista. Si el
mundo edénico mostrado al comienzo es ambiguo, guarda valores
contrapuestos, el arribo de los conquistadores y la historia americana
tendrá también un doble valor. Ellos no aportan sólo el mal al mundo. Puede
que sean instrumentos de un desarrollo. El alivio de todo sufrimiento sólo
puede llegar con la supresión de las contradicciones principales. Por el
momento, la conciencia de permanecer a una hermandad humana es la única
posibilidad de autosupervivencia y rescate.

La importancia acordada en el poema a la autoconciencia podría explicar lo
que a mi me parece una falta de lógica en el desarrollo del poema si lo
consideramos en términos narrativos.


Alturas de Macchu Picchu es la parte del poema en que el hablante lírico
asume la hermandad humana. Esta parte parece malpuesta, entre "La lámpara
en la tierra", canto del mundo precomombino al que ya nos hemos referido, y
"Los conquistadores", narración de la conquista. Pero el mundo edénico ha
revelado ser más bien una especie de mundo germinal, también un mundo pre-
lingüístico. La historia de Latinoamérica comienza realmente con el
descubrimiento y la conquista. Para narrar la historia, el poeta debe a su
vez estar consciente, tiene para ello que penetrar profundamente la
estructura profunda de la humanidad, que es la permanente realidad del
desarrollo y su calidad doble, y su propio lugar en medio de la hermandad
humana, históricamente situada y particularizada como latinoamericana, y
hermandad en la explotación y el sufrimiento. Luego viene la tercera parte,
"Los libertadores" y luego partes que siguen un orden narrativo que culmina
en una sección autobiográfica- si así se puede llamar. Esta estructura
muestra dos ordenamientos simultáneos. El primero que se adapta a la
historia real de Latinoamérica en su periodificación. De hecho podemos
distinguir período precolombiano, conquista y luego colonia y neo-colonia,
pues Latinoamérica no ha salido de esa etapa. Por eso, los libertadores van
desde los líderes indígenas a los líderes socialistas contemporáneos (El
segundo libro de Canto General nos da el marco y la inserción del propio
poeta en esa historia). El segundo elemento de orden es el cronológico,
desde los tiempos de la conquista hasta la clandestinidad contemporánea del
poeta. Este elemento es más bien la sucesión de episodios dentro de los
grandes períodos, sobre todo en el caso de la parte 'Los Libertadores',
que constituyen los momentos estructurales de la historia latinoamericana.
Lo que unifica dichos episodios es la lucha de los diversos personajes
contra las fuerzas del mal, representadasd por las diversas reacciones y el
imperialismo. La lucha es valorizada como un elemento positivo, concreción
o símil, próximo a la noción de praxis, que en la teoría marxista indica la
posibilidad del hombre de modificar con su acción la historia. Esto es
máximamente evidente en la parte de Los Libertadores. Allí se establece,
mediante esta doble ordenación, una unidad dialéctica. El marco histórico
general está dado por el gran período ya señalado. La práctica está dada
por el heroísmo y fogosidad de cada héroe dentro de los episodios: La
praxis puede modificar la historia dentro de ciertos límites. Pero a la vez
se muestra una tensión entre ambos elementos. La historia tiene estadios
condicionados, determinados por la vigencia de un modo de producción
determinado. La historia puede ser modificada por la praxis. Surge entonces
una doble valorización, que podría ser paradojica, que se me ocurre es
típica del marxismo. Se valoriza el desarrollo histórico que es necesario e
inevitable y a la vez se valoriza la praxis humana, que se supone puede
cambiar la historia, o modificarla.


Podemos ver la gran emotividad que el poeta pone en cada uno de los
episodios de Los Libertadores, que testimonian su valorización de la lucha,
que es posibilidad de cambiar la realidad, y el reconocimiento final de que
el proceso histórico tiene sus propias leyes, que es lento y acumulativo,
como se advierte en las tres estrofas del fin del canto citado. Esta
actitud es clara en la parte V del poema:

"Por eso te hablaré de esos dolores que quisiera apartar", "no para
detenernos como en una estación al partir", "ni tampoco para golpear con la
frente la tierra"... "Sino para caminar conociendo, para tocar la
rectitud", "Con decisiones infinitamente cargadas de sentido", "para que la
severidad sea una condición de la alegría, para que así seamos
invencibles".


Aquí aparece el reconocimiento de una lucha larga y minuciosa, aún no
cumplida, y se valoriza también el papel del conocimiento, el Canto General
como una literatura didáctica de nuevo tipo destinada a despertar la
conciencia de las masas americanas, que se integran a una lucha secular, y
que se hermanan con sus hermanos en la aceptación de una hermandad en el
dolor, pero que el curso de la historia y la acción humana terminarán por
abolir, en indefinible medida.