EL APRENDIZAJE COLABORATIVO UNA BASE PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO

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Descripción

EL APRENDIZAJE COLABORATIVO: UNA BASE PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO “Creemos que las condiciones están dadas como nunca para el cambio social y que la educación será su órgano maestro. Una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire otro modo de pensar y nos incite a descubrir quienes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma. Que aproveche al máximo nuestra creatividad inagotable y conciba una ética-y tal vez una estéticapara nuestro afán desaforado y legítimo de superación personal. “ Gabriel García Márquez

¿El aprendizaje colaborativo cambió la construcción del conocimiento? Anteriormente, se pensaba que un individuo tras investigar un tema social, económico, científico, etc. particular, tendría la verdad absoluta y la convicción que su aporte al conocimiento dentro de un determinado contexto, no podría ser refutado sino por un par que compartiera el mismo interés y las mismas capacidades intelectuales. Sin embargo, al pasar el tiempo esta situación ha cambiado sustancialmente dado que las nuevas dinámicas académicas, se sustentan en la contribución del pensamiento y saber de varios sujetos reunidos por implementar prácticas que viabilicen un aprendizaje basado en el trabajo colaborativo. Así pues, el aprendizaje colaborativo se define como un proceso que enfatiza un grupo o los esfuerzos cooperativos entre profesores y estudiantes. Dicho proceso destaca la participación activa, mediación y reciprocidad tanto de los estudiantes como de los profesores. “El conocimiento es visto como un constructo social y por tanto el proceso educativo es facilitado por la interacción, la evaluación y la cooperación entre iguales”. (Hiltz y Turoff, 1993). El trabajo colaborativo no solo propone el cambio del aprendizaje desde una perspectiva socio-cultural del ser humano, sino además la posibilidad de hacer interacciones con personas de diferentes ramas del saber y otros contextos geográficos, idiomas y culturas, posibilitando no solo la construcción de resultados integrales y globales de problemas, sino también el reconocimiento de diversos lenguajes que involucran a los actores del proceso educativo.

Sin embargo, hay que reflexionar sobre cómo se aproxima el individuo al saber y consigue alcanzar conocimiento significativamente, de qué forma la tecnología propicia la cooperación en favor del proceso de aprendizaje y se modula para acceder a una interacción, que fomenta el desarrollo de competencias y talentos colaborativos. Ahora bien, con el trabajo colaborativo, quizás sustentado en una forma constructivista moderada, dejamos atrás el autoritarismo académico para dar paso a la participación activa de los estudiantes en temas de análisis continuo y apoyar un proceso de jerarquía horizontal. Tendencia del saber La dinámica actual para la apropiación del conocimiento está concebida con bases colaborativas las cuales derivan en la retroalimentación desde diferentes áreas del saber, que con una u otra vía optimizan los procesos educativos en todo nivel y orden. Así mismo, posibilitan la generación de múltiples ideas que den soluciones a problemas planteados, gracias a las habilidades de los integrantes de un determinado grupo de trabajo, y en el cual suscita de forma tácita y expresa el liderazgo colectivo, para abordar un tema particular que se visualizará desde diferentes ángulos y enfoques específicos. Precisamente es en donde el concepto “liderazgo compartido” consolida la generación de conocimiento con sustratos colaborativos y de corresponsabilidad entre los integrantes del equipo académico, quienes se convierten en seres polifuncionales para que se construya conocimiento significativamente y sea apropiado por todos quienes hacen parte del proceso, el cual es además apoyado por herramientas digitales como el ciberespacio, brindando un favorable complemento para lograr que las ideas fluyan y se sustenten con sincronía o sin ella pese a las distancias existentes. Tecnología y trabajo colaborativo Teniendo en cuenta los avances tecnológicos, se ha venido enmarcando una tendencia al uso de la virtualidad en el ámbito educativo, dando lugar a nuevos ambientes y puentes educativos que propician el aprendizaje colaborativo y el uso de herramientas que permitan

un aprendizaje flexible, donde se exponen ideas las cuales son comentadas y enriquecidas por pequeñas comunidades que persiguen un objetivo en común: construcción de conocimiento para modificar y propiciar en paralelo, el cambio de actuar y de pensamiento. Y lo más importante, es que no solamente se piensa en solidificar un tema en particular que tenga influencia relevante en otro, también se abren las posibilidades para reformular conceptos con el uso de TIC. ¿La tecnología potencializa la cooperación? Ciertamente, la incorporación de las TIC facilita el trabajo colaborativo que "implica un cambio en la cultura organizacional, y el paso de control de información a la gestión del conocimiento" (Chan & Sánchez, 2013, P. 40), facilitando el intercambio de información, "discusión de ideas de forma cooperativa, donde los participantes son responsables de la consecución de un trabajo como un todo" (López Sevilla, 2000, P. 195). Por ello, es recurrente enfatizar que los cambios culturales y organizaciones en lo que se relaciona con el trabajo colaborativo, apoyado, alimentado y retroalimentado por la virtualidad estriba en la aplicabilidad de una pedagogía colaborativa digital con el fin de corroborar y sustentar el conocimiento construido. Interacción colaborativa La integralidad de los diferentes conceptos se amplía o en su defecto se diversifica a través de la interacción colaborativa, dado que la intervención y abordaje de los temas se asume desde diferentes aristas semánticas, en donde la competitividad es desplazada por los criterios de cooperación dando tránsito a nuevas, sustentadas, trabajadas y concebidas ideas en equipo. Ahora bien, con esta dinámica laboral y académica, los diferentes niveles de información obtenidos, planteados y jerarquizados, tendrán mayor detalle a la hora de retroalimentar dicha información, con un riguroso control y seguimiento, que entre otras, tiene que considerar recursos de todo orden, como por ejemplo, los tecnológicos, metodológicos y sobre todo los humanos para que se formen grupos o equipos de trabajo y así se garantice el aprendizaje propuesto a nivel grupal e individual.

Competencias y talentos colaborativos En esta misma línea, el trabajo colaborativo, es "modelo de aprendizaje interactivo, que invita a los estudiantes a construir juntos, para lo cual demanda conjugar esfuerzos, talentos y competencias mediante una serie de transacciones que les permitan lograr las metas establecidas concienzudamente" (Pérez, 2007, P. 268). En este sentido, cualquier organización administrativa, deberá pensar en la edificación de ideas pedagógicas que se entretejen y confluyen en la incentivación y aplicación del trabajo colaborativo en los respectivos frentes de acción, enmarcados en una redacción explicativa para el cumplimiento de los diferentes objetivos propuestos, incluyendo los aspectos sociales y cognitivos que concuerden con la enseñanza/aprendizaje establecido con la metodología aplicada. Jerarquía horizontal Es importante destacar que en el trabajo colaborativo, "la noción de autoridad se diferencia claramente de una interacción jerarquizada, por cuanto no se impone la visión de un miembro del grupo por el sólo hecho de tener autoridad, sino que el gran desafío es argumentar puntos de vistas, justificar e intentar convencer a los pares. (Pérez, 2007, P. 269). Así pues, está claro que las ideas radicales y unilaterales no conducen a ningún lado. Por ello, es requirente que los conceptos de autoridad quedan engavetados para dar paso a los argumentos de los diferentes pares. En este sentido, siempre se ha dicho que dos mentes piensan más que una suponiendo que un amplio grupo que apliquen el trabajo colaborativo, se convertirá en una fábrica de ideas que serán registradas y tenidas en cuenta para la optimización de nuevos conocimientos. Por consiguiente, la conjunción de TIC y trabajo colaborativo conlleva a la inclusión de los Recursos Educativos Abiertos, referidos en la UNESCO (2002) como la provisión abierta de recursos educacionales mediados por las tecnologías de la información y las comunicaciones para consultas, uso y adaptación por una comunidad de usuarios con propósitos no comerciales.

En suma, en consonancia, concordancia y coherencia, esta unión entre tecnología y modelo colaborativo, representa la dominación del segundo sobre el primero, lo que se traduce que las TIC por sí solas no generan un modelo ni activan alguna dinámica pedagógica, por lo cual, el ensamble de los dos conceptos abre las puertas a los recursos educativos abiertos para generar cambios culturales a la hora de abordar y aprehender el conocimiento en sus diferentes manifestaciones. Conclusiones y discusión Finalmente, se concluye que el alumno como individuo se alimenta del proceso y del resultado construido a través del aprendizaje colaborativo en el que se encuentra inserto, obteniendo de esta forma resultados de mayor calidad y mayor aprendizaje, en comparación con el desarrollado por un alumno trabajando individualmente. Entonces, la construcción del conocimiento en grupo colaborativo, permite hacer más heterogéneo el aprendizaje, sin que esto signifique necesariamente perjudicar el aprendizaje de los alumnos más adelantados en el proceso, pero sí beneficiando a los estudiantes con un desempeño inferior. Conjuntamente, el aprendizaje colaborativo, desde pequeñas mediaciones como la realizada por Bohigas (2009) hasta el diseño del programa completo de una asignatura como el de Coll et al. (2006) señalan la efectividad del uso de estos ambientes en términos de la intervención y estimulación de los alumnos, el desarrollo de competencias, principalmente aquellas relacionadas con el trabajo en equipo, y el aprendizaje logrado, en comparación con metodologías tradicionales. No obstante, la demostración de su uso, resalta la importancia de tener presente los requisitos y factores que influyen en el éxito al utilizar esta metodología, diseñando las actividades a realizar de forma previa, junto con la manera de evaluar, lo que debe ser explicado a los alumnos, para que comprendan el propósito y el mecanismo de la metodología. Además, la disposición de utilizar el aprendizaje colaborativo debe estar sujeto a factores como el contenido, la capacidad o disponibilidad del docente para actuar como

intermediario de la adquisición de conocimiento, la habilidad del alumnado para trabajar en equipo, entre otros factores. Evaluar adecuadamente los elementos mencionados permitiría definir si es esta la metodología de aprendizaje más idónea para dar cumplimiento a los objetivos de la asignatura, o resulta más adecuado seleccionar otra alternativa siempre con el compromiso ético por parte del docente, respecto a la búsqueda de las mejores estrategias que faciliten el aprendizaje de sus alumnos.

REFERENCIAS Bohigas, X. (2009). La discusión entre compañeros mejora el aprendizaje de los estudiantes universitarios. Revista de Formación e Innovación Educativa Universitaria, 2 (1), 1-8. Disponible en: http://webs.uvigo.es/refiedu/Refiedu/Vol2_1/arti_2_1_1.pdf

Chan Nuñez, M. E., & Sánchez Arias, V. G. (2013). Investigación e innovación en sistemas y ambientes educativo (Primera edición ed.). Guadalajara, México: UDGVIRTUAL.

Coll, C., Mauri, T., Onrubia, J. (2006). Análisis y resolución de casos-problema mediante el aprendizaje colaborativo. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento., 3 (2), 29-41. Disponible en: http://www.uoc.edu/rusc/3/2/dt/esp/coll_mauri_onrubia.html Documento de los Sabios (1994). Colombia al filo de la oportunidad .Misión, ciencia, educación y desarrollo. Hiltz, S. y Turoff, M. (1993). Video Plus Virtual Classroom for Distance Education: Experience with Graduate Courses, Invited Paper for Conference on Distance Education in DoD, National Defense University. López Sevilla, J. C. (2000). Telemática, enseñanza y ambientes virtuales colaborativos. Propuestas (14), 191 -199. Pérez, M. (2007). El trabajo colaborativo en el aula universitaria. Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal , 13 (23), 263 -268. Disponible en http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=76102314 UNESCO. (2002). Aprendizaje Abierto y a Distancia: consideraciones sobre tendencias, políticas y estrategias. Montevideo, Uruguay: Trilce.

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