Documentos del Archivo Municipal de Ceuta, Ceuta 1988

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ACTAS DEL CONGRESO INTERNACIONAL «EL ESTRECHO DE GIBRALTAR» EDICI i\J POR

EDUARDO RIPOLL PERELLÓ CAT::DRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL _ ::DU ClON A DIS-

MADRID 1988

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ACTAS DEL

CONGRESO INTERNACIONAL

«EL ESTRECHO DE GIBRALTAR»

CEUTA, 1987

TOMO II HISTORIA DE LA EDAD MEDIA ..

©UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACiÓN A DISTANCIA - Madrid. 1988 Ministerio de Educación y Ciencia

Reservados lodos los derechos y

prohibida su reproducción total o parcial

Primera edición. mayo 1988 Depósito Legal: M-19018-1988 I.s.S.N: 84-362-2293-3 (Obra Completa) I.S.S.N: 84-362-2295-4 (Tomo 11) Impreso por:

GRÁFICAS SARCENILLA

GarCÍ-Nuño. 21 - 28029 MADRID

M.a del Rocío VALRIBERAS ACEVEDO

JOSÉ LUIS G6MEZ BARCEL6

DOCUMENTOS DEL ARCHIVO

MUNICIPAL DE CEUTA

No tratarnos, con este pequeño trabajo, de realizar un estudio exhaustivo del mate­ rial documen:tal del Archivo Municipal de Ceuta, ya que no es el lugar adecuado. Simple­ mente, querernos contribuir a este 1 Congreso Internacional del Estrecho con unas pe­ queñas notas sobre la documentación del archivo de nuestro Ayuntamiento con el fin de que los investigadores presentes conozcan su existencia y, al menos a grosso modo, sus posibilidades. Esperando pues, que a través de esta comunicación se conozca un poco mejor este material que pueda así incorporarse corno un elemento positivo que haga prosperar la investigación sobre nuestra ciudad y su entorno. Poco se conoce del funcionamiento del Archivo de la Cámara en siglos anteriores al XVIII. Sólo tenernos noticias de la existencia del mismo a través de notas indirectas en documentos y Reales Órdenes dirigidas por la Corte a la ciudad. Por ejemplo, D.a Maria­ na de Austria indica en algunas de sus Órdenes "que se copie en los libros de la Cámara de la Ciudad". Incluso en 1738 se manda copiar por D. Francisco Antonio de Luengas en un sólo libro "donde se hallan copiadas y traducidas las que están en idioma portugués en castellano las órdenes zedulas privilegios y cartas de los Sres. Reyes de España y Portugal pertenecientes a la ciudad de Ceuta de los libros que tiene su Archivo".

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La razón de la falta de material de este primitivo archivo hasta aproximadamente la segunda mitad del siglo XVIII, viene dada, por una parte por laausencia de Casa Consis­ torial, y por otra, y quizás más importante, por la coexistencia, sin limitaciones concretas entre el supuesto poder municipal y el militar. Todo ello hace reducir ambos archivos a uno sólo, que sufrirá los avatares comunes de los archivos militares de la Plaza. A partir de la construcción de un edificio dedicado a Casa Consistorial, en el lugar que hoy ocupa el actual, a mediados del siglo XVIII, la documentación se mantiene reuni­ da con mucha mayor facilidad aunque no sea el archivo una de las dependencias a la que se le preste una mayor atención. Hasta 1812 no aparece separado el cargo de Comandante General de la Plaza y el cargo de Alcalde, sin embargo, el Alcalde D. Joaquín Colás era también un coronel del ejercito. No obstante es un paso importante para la separación definitiva del Cabildo y del mando militar de una Plaza, a pesar de que los vaivenes propios de la política de Fernando VJJ vuelvan a reunir ambos poderes y se va gestando la separación definitiva que se produce con la muerte del monarca. Un nuevo paso hacia la conservación de la documentación se produce con los ayun­ tamientos de los años 80, de clara influencia masónica, con la creación de nuevas depen­ dencias y el nombramiento de D. Adolfo Orozco Mérida como archivero, confirmado en el cargo el 12 de junio de 1891, aunque venía ejerciendo dichas funciones con anteriori­ dad, y a quién sucederá en 1895 D. Luis Pérez del Camino y Más. La falta de un edificio en buenas condiciones durante todo el fjnal del siglo, que se traduce en la elaboración de proyectos para un nuevo palacio municipal, hace que sea el archivo una de las dependencias que más sufra la carencia de unas instalaciones adecua­ das, lo que muestra perfectamente D. Rafael Gilbert en sus memorias al recordar su visita al mismo, con el entonces archivero D. Cayetano González Novellez y Molla, que había sido designado para este cargo el 15 de septiembre de 1904: "Al final de una habitación llena de annarios y de viejos sillones que desaparecen bajo pilas de cajas, hay una ruin mesa. Una vela pegada al hule con su propio jugo ilumina una barba mefistofé­ lica y unos lentes con cerquillo de oro que brillan como los cristales de un faro. Es el bibliotecario que se recrea con mi asombro ... Miré a mi alrededor. Sustituyendo a la pata rota de un estante vi un mohoso libraco atravesado por una esquirla de madera". A pesar de no ser nombrado oficialmente para el cargo de archivero, sabemos que en 1907 estuvo trabajando en la clasificación de los documentos y especialmente interesa­ do en el Archivo de la Santa y Real Casa de la Misericordia D. Antonio Ramos y Espinosa de los Monteros, así consta en algunos recibos encontrados entre sus papeles e incluso entremezclados con los de la Casa; como antes lo estuviera D. Juan Mena y Corrales, autor de algunas publicaciones jurídicas de la época. Siguiendo un poco con la historia de los archiveros, ocupó la plaza D. Gabriel Bení­ tez Moreno el 21 de marzo de 1931, sin que tengamos noticias de su trabajo. Al falleci­ miento del Sr. Benítez la vacante fue ocupada por D. Pedro del Corral Ruiz, también

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archivo histórico (especialmente la documentación audiovisual; creación de hemeroteca con los fondos del archivo; recuperación mediante copias de la documentación referente a nuestra ciudad dispersa tanto en colecciones particulares como en archivos públicos (hacemos desde aquí una llamada a la colaboración). Una vez realizada esta pequeña historia-reciente del Archivo Municipal, que hemos creído necesaria para su mejor conocimiento, pasaremos a la descripción de algunas secciones que consideramos pueden interesar a los distintos investigadores que han acudi­ do a este congreso. Comenzaremos por la descripción de las series que constituyen la memoria propia del Ayuntamiento como institución, finalizando con un adelanto de los trabajos realiza­ dos en la clasificación y ordenación del Archivo de la Santa y Real Casa de la Misericor­ dia, aún sin finalizar. Como indicamos anteriormente D. Pedro del Corral dividió la documentación del Archivo Administrativo en seis apartados, que parten de la mitad del siglo XIX, aunque no adquieren continuidad hasta los años 30 de este siglo. La primera sección es la formada por las instancias y expedientes personales ordena­ das de forma onomástica-alfabética. Bajo este genérico título quedan clasificados una cantidad ingente de expedientes muy variados en su temática, y por lo tanto, de difícil descripción; con el agravante de que, con el paso del tiempo, la facilidad del manejo de dicha ordenación hizo crecer desmesuradamente el fichero de forma que la documenta­ ción es fácil de localizar pero para su utilización es necesario conocer el nombre o los nombres que encabezaban los expedientes; así, por ejemplo, se encuentran clasificados los expedientes de apertura de establecinlientos, tan importantes para el conocimiento del urbanismo y de la vida profesional de la ciudad, conservados aproximadamente desde los años 30. Dentro de esta sección se encuentran clasificados los expedientes relativos a la solicitud de licencias al Ayuntamiento para la construción de inmuebles, incluyendo en muchos casos los planos exigidos para su aprobación. Así mismo encontramos tam­ bién abundantes expedientes de multas por fraude, solicitud de ayudas al Alcalde, expe­ dientes del personal funcionario, etc. La segunda sección esta compuesta por los expedientes generales. Bajo esta denomi­ nación genérica se encuentran organizados otro grupo importante de expedientes sobre los cuales se ha practicado una subclasificación por materias, noventa y seis en total y cuatro de varios, ordenados despues alfabéticamente. Destacaremos algunas series: Abastos reúne un conjunto de documentos de especial interés por su antiguedad, ya que bajo este epígrafe se han reunido cargámenes de los tesoreros, libramientos, cartas de pago, facturas de fletes, comenzando dicha documentación en 1768. La serie de Actos Oficiales y Religiosos cuentan con algunos documentos interesantes como por ejemplo "el expediente de relación de gastos ocasionados con las funciones religiosas de Na sa de Africa y San Roque 1768".

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La serie de Arbitrios es igualmente interesante para el estudio de la economía de la ciudad, comenzando en 1841. Para el estudio de la población son llamativas la sección de Padrones que tiene su inicio en 1856, Quintas en 1842, Censos Electorales en 1870 y Censos de Población en 1850; los cuales se completan con los libros de Registro Civil que van de 1840 a 1870. En la serie de Instituciones Públicas como su complementaria, de Instrucción Prima­ ria, pueden seguirse aspectos importantes de la educación en la ciudad, abarcando cen­ tros públicos y privados, educación de jóvenes y adultos ... Atractivos a nivel del conocimiento del desarrollo urbanístico de la urbe son los expedientes incluidos en las relativas a Obras, Plazas y Jardines, que se completan con los expedientes mencionados anteriormente de Licencias Urbanísticas, siendo de gran valor. Actualmente esperamos complementar estas series con la ordenación de un con­ junto muy amplio de planos sueltos aún por clasificar. La sección de libros de Actas Capitulares es la que conserva la documentación más consultada por los investigadores. La primera serie que encontramos es la de los Libros de la Junta de Abastos. Como es notorio, Ceuta no contaba con un capítulo semejante al de las demás ciudades sino una serie de Juntas presididas por el gobernador de la Plaza, la más de ellas, una de las cuales era ésta. La serie cuenta con un primer libro que comienza el 7 de abril de 1713 hasta el 14 de agosto de 1734 el cual se halla en bastante mal estado de conservación. La serie se interrumpe, comprendiendo concretamente el gobierno del Marqués de Santa Cruz de Marcenado, y encontrando continuidad desde la sesión de 27 de marzo de 1767 sin salto alguno hasta 24 de diciembre de 1804, lo que se extiende a través de doce volúmenes. Es muy difícil realizar un extracto del contenido de dichos libros ya que es extremadamente variado, abarcando más temas que lo que el término "abastos" nos indica. La serie de Libros Capitulares da principio el 9 de julio de 1790, sin embargo no podemos decir que fuera éste el primer libro de actas del Cabildo ya que nada se indica en el mismo. En ellos se engloban todos los libros de actas del Capítulo, a pesar de las distintas denominaciones que reciba la Corporación al paso de los años. Por ejemplo se encuentran entre ellos los Libros de la Junta Municipal creada bajo la Dictadura de D. Miguel Primo de Rivera. Faltan de ellos los comprendidos entre las sesiones de n-XII­ 1860 al 10-VIlI-1863; 8-1I-1865 al 1-1-1867; 21-XII-1872 a 18-lv-1877 y 9-IlI-1878 a 1-VII­ 1883. A partir del 6 de abril de 1924 se crea un nuevo órgano de gobierno fonnado por un número restringido de Concejales que actúan apoyando al Alcalde en sus decisiones, es la llamada Comisión Permanente o Comisión de Gobierno, deslindándose así los li­ bros en dos series, excepto un período comprendido entre 1931 y 1940 en que se reúnen en un solo libro. Completan esta serie cuatro libros que recogen las sesiones celebradas por la Junta Municipal de Asociaciones desde 1887 hasta 1924. 667

Una vez realizado este pequeño repaso a la documentación que en la clasificación de 1950 se denomina administrativo y que como hemos podido observar puede ya formar parte, algunas de sus series al menos, del futuro archivo histórico, pasaremos a enumerar otros documentos que ya en dicha clasificación se consideraban incluidos dentro del archivo histórico, El antiguo archivo del Cabildo debía contar con una importante serie formada por los libros de copias de Reales Órdenes, De ellos sólo cuatro se han conservado llegando hasta nosotros, Es el primero, un volumen que abarca copias desde 1629 a 1693 aproxi­ madamente, A pesar de encontrarse desordenado cronológicamente, su consulta se faci­ lita por un índice. Entre sus copias encontramos el relato del Voto ofrecido por los Cabildos Municipales y Catedral a Santa María de Africa en 1651. En 1738 se reescriben todas las cédulas, órdenes y privilegios reales otorgados a la Ciudad. Muchas de ellas son traducidas al portugués, en el libro que citamos al comienzo' del trabajo. Dos libros más, desde 1799 a 1803, son copias de Reales Órdenes más un último libro de órdenes y disposiciones de Veeduría a particulares de 1700 a 1708 com­ pletan la serie. Pueden citarse también un libro de "acuerdo y eleczión de empleos de ciudad dados por su Majestad que Dios guarde 1738"; y el libro "Libro de Caxa en donde estan sentadas todas las que debengan sueldos y salarios en virtud del decreto de Cortes Reales y acuerdos del Ayuntamiento 1813-1822." Recientemente ha sido depositado en el archivo por D. Carlos Posac Mon el libro que recoge los datos tomados por el visitador Jorge Seco enviado por Felipe II en 1583 -aunque el libro consigna como fecha 1586- a conocer el estado de la Plaza, especialmen­ te reúne todos los nombres de las personas que cobraban sueldos del estado. No hace falta en estas líneas indicar la importancia de dicho libro para el conocimiento de la Ceuta portugesa. Por último y no por ello menos valioso, pasamos a describir, como indicamos en la introducción, la documentación perteneciente a la Santa y Real Casa de la Misericordia. También señalar que esta documentación está en proceso de reclasificación, sin embargo, no queremos dejar pasar esta ocasión sin que los investigadores presentes conozcan su existencia, pues lo consideramos de un capital interés. La Santa y Real Casa de la Misericordia se funda en Lisboa en 1498, bajo la protec­ ción de la Reina Leonor, siendo matriz de otras instituciones de igual denominación que aparecerían en otros puntos del reino luso en décadas posteriores. La fecha de fundación de la institución ceutí según los autores, aunque nosotros abogamos por el año 1521 tal y como confirma el Libro Indice General o "Año 1821 -y ndice de los documentos que se encuentran en el Archivo de la Real Casa de Miseri­ cordia según arreglo hecho en el dho. año". En el legajo 43, la primera carpeta contenía "un documento que acredita fue fundada esta Real Casa de Misericordia vajo la prote­ 668

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xion de la de Lisboa, en 16 de marzo de 1521 reducida a conseder S.M. el Rey de Portugl. a esta esta Sta. y Rl. Casa de Misericordia 20.000 ms. en cada año." La documentación que se conserva en el Archivo Histórico Municipal comienza en 1558 siendo la primera Mesa que se escribe en su Libro de Elecciones de 1559. Según deducimos de los libros de Hermandad, esta funcionaba ya como Cofradía de Nobles y Oficiales y radicaban en la ermita de San Bias, cuya escritura de 1558 se conserva, y al cual se agregó un refugio de pobres posteriormente. Sobre este tema, en el legajo 45, primera carpeta -siempre según el Indice de 1821- se guardaba una "Real Orden de 5 de Julio de 1559 espedida por la Corte de Lisboa por la qual se manda se facilite a esta Rl. Casa de Misericordia una contigua a la hermita de Sn. Bias para refugio de Pobres". Más tarde, la Real Casa fue reuniendo nuevos servicios. El primer Libro de Hospi­ talidades de la Misericordia se titula: "Hospital de la Real Casa de la Misericordia. En este libro se sientan los Presos pobres a quien esta Santa Casa asistía y socorría con sus limosnas, desde el año de 1617 hasta libertarlos de sus prisiones, con arreglo a su Santo Compromiso". Al que siguen otros dos volúmenes que terminan en 1694 en que es destruido bajo las primeras consecuencias del Gran Cerco de Muley Ismail. Otras series de libros nos dan noticia de otras funciones desempeñadas por la Her­ mandad, como el "Libro de Dotes de doncellas hijas de la Santa y Real Casa de la Misericordia desde el año 1581-1700"; o los cuatro "Libros de Niños Expositos" que corresponden a los años 1678 a finales del siglo XVIII. Conviene señalar que las Dotes de doncellas se reforzaron al hacerse cargo del Claustro de Doncellas fundado por Da Juana Arráes de Mendoza y desaparecido durante el Cerco, siendo su iglesia la capilla del Socorro o de la Visitación de Santa Isabel y el edificio anexo el que luego ocupara la Real Casa que se ha mantenido convertido en Asilo, bajo un patronato dirigido por el Municipio desde 1892 hasta no hace muchas décadas.

98, bajo la protec­ denominación que

Un pequeño legajo con la documentación que formaba el desaparecido "Libro 2° de los Ajusticiados" informa de la misión de los Hermanos de la Paz que consolaban física y espiritualmente a los condenados a muerte en sus últimos momentos antes de ser ejecutados. Según el índice citado sabemos que comenzaba en 1775, mientras que el primero lo hacía en 1730, rebasando la primera fecha y el cual está publicado en un anexo a los Apuntes para la Historia de Ceuta escritos por Manuel Criado y Manuel L. Ortega, impresos en Madrid y sobre el que ha presentado una comunicación D. Antonio Garrido Aranda.

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Conocemos otras funciones locales de la Hermandad como por ejemplo el manteni­ miento de un pequeño cementerio que la mayor parte de Jos enterramientos debían corresponder a soldados y presos, lo que vemos en los libros de berbas testamentarias y testamentos sueltos; la función hipotecaria, crediticia y de préstamos mediante censos, juros e hipotecas cuya misión corrobora la documentación económica; y la posible parro­ quia que apuntan los índices de los libros de Bautismos 2° al 5° que corresponden a los

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años 1642 a 1740 y otros de Matrimonios, índices también correspondientes a los libros 1° al 3° comprendiendo los años 1620 a 1713. Cinco graves crisis sufrirá la Real Casa en su historia: la primera al decidir Ceuta continuar bajo el cetro hispano quedando la mayor parte de sus recursos en Portugal y que solucionó el rey acudiendo en su socorro y asignándole rentas fijas; segunda en 1694 con el Cerco de Muley Ismail en que se destruyeron iglesia, hospital y demás dependen­ cias bajo el fuego enemigo; la tercera crisis es de una decisiva repercusión económica para los servicios y buena marcha de la Hermandad y viene por la reducción del tipo de interés al fin de la primera década del siglo XVIII del 7% al 5% y a comienzos de la tercera al 3%, lo que les obligó incluso a alquilar parte del edificio. En el primer cuarto del siglo XIX y fechas posteriores, la Hermandad ve desaparecer su patrimonio en virtud de las normas desamortizadoras. La última se produce al coinci­ dir en la Revolución de 1868 los componentes de la Mesa con los principales personajes liberales del movimiento en la localidad. A partir de ese año no se anotan nuevas Mesas en el libro de Elecciones, aunque su agonía se iría prorrogando algún tiempo, a la vista de la reclamación de los censos del año anterior por el Tesorero de la Real Casa impues­ tos en las Casas Consistoriales y que aparece al follo 200, tomo 27 de Actas Municipales en su sesión de 23 de marzo de 1886. El Ayuntamiento de Ceuta, al declinar la Real Hermandad solicitó a la Junt\l Provin­ cial de Beneficencia se le permitiera hacerse cargo del edificio para dar albergue a un asilo y horfanato, lo que se logró inaugurándose en 25 de julio de 1892 gracias a los desvelos del vicepresidente de la misma, los que se le agradecieron dándole su nombre a la calle de la Misericordia, en donde estaba ubicado; fue este benefactor D. Emilio Sánchez Navarro. Pasó entonces el archivo de la Real Casa al palacio municipal, siendo su primera clasificación y ordenación realizada por el filósofo, escritor y africanista D. Antonio Ramos y Espinosa de los Monteros, que mantuvieron los archiveros municipales sucesivos, aunque sin afectar a la parte que como "Varios" y por falta de tiempo dejó sin organizar Ramos. En este mismo año hemos comenzado con su catalogación, la cual ha incidido ya sobre los libros, documentación económica y escrituras. Para que cuantos tengan interés en este tema puedan hacerse idea del material conservado en esta institución en el Archi­ vo Histórico Municipal vamos a detallar algunos de los fondos más interesantes. LIBROS de de de de de de

Hermandad 2° al 6° y 8° (1623-1742 Y1747... )

Acuerdos de Hermandad 1° al 4° (serie completa, 1581. .. )

Elecciones. Sólo el 4° que recogía los tres anteriores. (1559-1868)

Cuentas de Tesoreros. 1° al 4°, serie completa (1750 ... )

Expósitos. 1° al 3°. Serie completa (1678... )

Limosnas qe. tiene la Casa de Tensas y Asucar; único (1581)

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de Hospitalidades. 10 al 30. Serie completa (1647-1694)

de Memorias de Misas y propiedades o propios. 10 a13. Serie completa (1596... )

de Inventariosá único (1711-1768)

de Berbas de testamentos. 10 y 20. Serie completa (1634... el segundo traducción del

primero)

de los Sensos qe. tiene sobre si, y pensions. de Misas de la Casa; único (1819)

de Dotes de doncellas hijas de la Santa y Real Casa de la Misericordia desde el año 1581

a 1700.

La documentación económica de la Real Casa de la Misericordia la constituyen tres clases de libros denominados en época lusa de Recepta, Despessa y Recenso y que en castellano denominarán a los dos primeros, posterionnente, de Cargo y Data, mante­ niendo el último su nominación primitiva. Esta documentación aparece casi sin vacíos desde su comienzo y es de un valor muy apreciable, no sólo por el volumen económico y reparto de caudales de la Hermandad sino por la relación con los sucesos que ocurren en la plaza. Los libros de Despessa comienzan en 1634 y finalizan en 1823, los de Recepta van de 1656 a 1823 y los de Recenso de 1678 a 1803. Estos últimos llevaron desde 1678 a 1721 una serie curiosas anotaciones para la Mesa que sucediera a la presente y que llamabon "advertencias" . Otra serie vital para el conocimiento del desarrollo urbanístico de la población du­ rante los siglos XVII YXVIII la coristituyen las Escrituras que comienzan en 1558 hasta mediados del siglo XIX. La de Testamentos tiene principio en 1573 hasta igual fecha que la de Escrituras. Luego, la documentación estrictamente de Hermandad la constituyen una serie de expedientes clasificados por orden alfabético en relación con los apellidos. Se divide en dos grupos: las "Solicitudes de ingreso como Hermanos Nobles y Oficiales de esta Santa y Real Casa comprensivos de los siguientes apellidos ... " y "Santa y Real Casa de la Misericordia.- Informaciones de Hidalguía y Limpieza de Sangre de la fami­ lia ... " El primero se subdivide en tantos expedientes como letras tiene el abecedario y en ellas aparecen por orden alfabético las peticiones de los miembros de cada familia. El segundo lo forman un buen número de expedientes, uno por apellido, en los cuales se suceden por orden cronológico las informaciones y sucesiones en la Hermandad. Antes de pasar a reseñar algunos documentos o grupos de ellos que se han hallado hasta ahora en el amplísimo grupo de "Varios" del que hablábamos al comienzo de esta síntesis del archivo de la Real Casa de la Misericordia, no queremos dejar en el olvido una sección que tuvo en principio el archivo y aún hoy conservamos en parte, la Obra Pía Peñalosa. Era esta una fundación con bienes y libros propios, separados del resto de las fundaciones y capellanías de la Casa y cuya documentación está ordenada cronológi­ camente de 1691 a 1850 con correspondencia y solicitudes de ayuda a Prelados, Goberna­ dores, Militares y descendientes de altos cargos de la ciudad. 671

De los grupos de material que se nos muestran ya más completos, en una primera clasificación destacarnos el de hoja de misas que comienza a mediados del siglo XVII; autos matrimoniales de 1590 a 1717 y provisiones de trigo de 1.684 a 1.719. Entre los informes y memoriales son particularmente curiosos los que refieren a la herencia del que fuera Gobernador de Ceuta y Virrey de la India D. Antonio de Noroña; dos confir­ maciones de concesiones de propiedades realizadas por el Corregidor Antonio Felices Doreta, que lo era de Gibraltar, al tornar posesión de la Plaza en nombre de Felipe Ir; y la visita del Obispo D. Antonio Solano. Las carpetas ya citadas de misas, testamentos y últimas disposiciones de los Ajusti­ ciados son también muy significativas y muestran el espiritu reinante en la concepción de la justicia y penas a aplicar en y por ella durante siglos pasados. No querernos finalizar sin destacar las diversas traslaciones de nombramientos y memoriales presentados para la designación de Archiveros de la Hermandad, así corno los informes presentados por ellos mismos durante todo el siglo XVIII y la preocupación por la habilitación de locales adecuados para el archivo que se hace patente en documen­ tos corno la "Orden de 12 de Disce. de 1.755 contraida a que el Colegio de las doncellas no tenga efecto en redificasion y que el caudal del tenido en la tesorería para esta obra, se aplique a la ejecución del edificio repartiendo su ambito en comodas bibiendas y una pieza competente que sirva de Archivo a los cavalleros". El equipo que formarnos el servicio municipal es realista ante los problemas que dia a día se nos plantean. Un archivo municipal, y más el de Ceuta en donde el Ayuntamien­ to es la institución más dilatada y con mayor repercusión para todos sus habitantes, tiene que atender otra serie de labores, no siempre puramente archivísticas, y cuando lo son, la mayor parte de las veces se hallan relacionadas con el archivo administrativo. El Archivo Historico Municipal de Ceuta ha de salir del actual administrativo. Para ello nos quedan muchas fichas que revisar y muchos legajos que manejar. En ocasiones en nues­ tros ratos libres, pero que tienen recompensa en el propio descubrimiento y en el fomen­ to de la investigación y servicio al estudioso. Entre las lineas que nos hemos trazado y comenzado a seguir se encuentran las de reproducción y reunión de series documentales, grupos o documentos sueltos que se hallan en otros archivos para complementar el material que se conserva en la ciudad; publicación de algunos originales que se hallaban inéditos entre nuestros fondos; poten­ ciación del archivo fotográfico adquiriendo nuevas colecciones tanto de originales corno de reproducciones ... En próximas fechas verán la luz los primeros Cuadernos del Archi­ vo Municipal de Ceuta en los que daremos al lector información de lo que hallarnos nosotros y lo que nos es informado y entregado por los colaboradores del mismo. Sirva nuestra comunicación al menos para dar a conocer la voluntad del grupo de personas que formarnos el personal del archivo, biblioteca y museos municipales de Ceu­ ta de informar y servir a todos los investigadores que lo deseen sobre cualquier particular referente a esta hermosa ciudad.

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