Discurso Generador de Psicopatía Social.

June 30, 2017 | Autor: J. Albornoz Barri... | Categoría: Sociology of Violence, Violence, War Studies, Discursive Social Psychology, Discursive Psychology, Violence (Anthropology), Political Violence and Terrorism, Violence Prevention, History of Political Violence, Political Violence, Violence Against Women, Religion and Violence/Nonviolence, War and violence, Religion and Violence, Análisis del Discurso, Análise do Discurso, Semiótica, Análise do Discurso, Retórica, Discursive semiotic, Análise do discurso; linguística aplicada, Análisis De Discurso, Análisis Crítico Del Discurso, Judicial impacts on social change: A study on Anti-hooligans cases of Taiwan's Constitutional Court, Psicopatology, Discurso, PSICOPATIAS, Psicopolítica, Teoría de la Argumentación, Sociology of Violence and Crime, Discursive Construction of National Identity, Critical Discursive Psychology, Discursive Construction of Public Problems, Psicologia Del Discurso, Violence (Anthropology), Political Violence and Terrorism, Violence Prevention, History of Political Violence, Political Violence, Violence Against Women, Religion and Violence/Nonviolence, War and violence, Religion and Violence, Análisis del Discurso, Análise do Discurso, Semiótica, Análise do Discurso, Retórica, Discursive semiotic, Análise do discurso; linguística aplicada, Análisis De Discurso, Análisis Crítico Del Discurso, Judicial impacts on social change: A study on Anti-hooligans cases of Taiwan's Constitutional Court, Psicopatology, Discurso, PSICOPATIAS, Psicopolítica, Teoría de la Argumentación, Sociology of Violence and Crime, Discursive Construction of National Identity, Critical Discursive Psychology, Discursive Construction of Public Problems, Psicologia Del Discurso
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Descripción

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Discurso generador de psicopatía social.
Ponencia a presentar en evento TEDxUsma. Ciudad de Panamá, Panamá, 22 de mayo de 2015.

Jorge Albornoz Barrientos.


"Hay alguien en la esquina, vendiendo dulces, regalando esquirlas…
Presentándote enemigos en las portadas de los libros."


Capítulo I: La Persona.

Probablemente, si les pregunto si matarían a una persona, me mirarán con extrañeza. Si les pregunto si matarían a quien está sentado a su lado, probablemente me mirarían con espanto.
Ahora, dicho espanto podría ir variando si en vez de decirlo así, les preguntara: Matarían a quién está a su lado por defenderse?, O por defender a sus hijos, padres, hermanos, mejores amigos?
Matarían a quién está ahora a su lado por defender a la patria?...
Relacionado con lo mismo pero probablemente menos chocante sería: ¿Mataría usted a una araña?
Aquí la respuesta parece más simple, y probablemente la mayoría de las personas presentes me diría que sí, y que incluso ha matado arañas y que lo seguiría haciendo.
Ahora bien, dentro de quienes sí matarían a una araña pero no a un humano, o al menos en una situación de normalidad, no lo harían, ¿por qué a una araña sí?
Si pensamos un segundo en la diferencia, probablemente muchos me dirían que la araña no es persona, lo que parece válido en cuanto a que es socialmente aceptado que las personas "normales" no matan a otras personas, pero sí a otros animales. Precisamente los derechos humanos surgen de la premisa de que todos los individuos de la especie humana tienen la misma dignidad, y que de dicha dignidad surgen los derechos humanos.
Sin perjuicio de ello, no siempre fue así, no siempre tuvieron dignidad todos los individuos de la especie humana, ya que en algunos contextos y lapsos históricos, las personas de raza negra no tenían dignidad, y eran tratados como objetos, como bienes, y bienes incluso inmuebles, porque tenían relación con la producción de un predio. O los indígenas en América, que en algunos casos eran mirados por el "conquistador" como alguna especie extraña de animales controlables y adoctrinables. O incluso, un caso más reciente relativo al holocausto judío, en el cual el discurso impuesto con la doctrina nazi, proponía al pueblo judío como a una especie con una dignidad reducida, tratándolos como animales e incluso plagas. Tal vez, y sólo tal vez, podríamos agregar como ejemplo la discusión en torno al feto, y si éste es persona o no…
¿Será relevante discutir si el feto es persona o no? Ó, ¿Habrá sido relevante cómo se miraba a los judíos, esclavos o indígenas, en cuanto a si eran o no personas?, ¿El hecho de que sean considerados como personas, implica algo para mí?


Capitulo II: Agresividad y Violencia.

La doctrina está más o menos de acuerdo en que la agresividad se compone de un conjunto de reacciones encaminadas a la supervivencia, propia o de la especie, ya que permiten alejar el peligro, y que constituye una tendencia a dañar a otro. Es una conducta innata que se despliega automáticamente ante determinados estímulos y que, asimismo, cesa ante la presencia de inhibidores muy específicos. Es biología pura.
La violencia es agresividad, sí, pero agresividad alterada, principalmente, por la acción de factores socioculturales que le quitan el carácter automático y la vuelven una conducta intencional y dañina. A diferencia de la violencia, la agresividad es intrínseca al ser humano.
En el ejemplo que planteábamos con anterioridad, en principio la pregunta relativa al hecho de si matarían o no a la persona que está a su lado, parecía absurda, pero al exponer ciertos estímulos que activan la agresividad, como la representación de un eventual daño a uno mismo, o a algún individuo de un grupo que se considere cercano, como un ser querido, ya no lo era tanto. La clave, entonces, ante una agresividad que es condición natural, parece estar en los estímulos que la activen o la inhiban.
Podemos ver ejemplos de estos estímulos en las siguientes imágenes:

En la primera lámina, podemos ver como dos lobos están próximos a enfrentarse, y nos percatamos de ello por los signos que presentan. La posición de los lobos es de alerta, pudiendo reaccionar rápidamente ante un eventual ataque, o pudiendo rápidamente atacar primero. El ceño fruncido, fijando la mirada y disminuyendo el área delicada de los ojos ante un eventual ataque, los pelos de los lomos erizados para verse más grandes e imponentes, y exhibiendo sus colmillos que son también sus armas.

Distinto es el caso de la imagen siguiente:

En ésta, el lobo que resulta vencedor en la pelea, se acerca y olfatea los genitales del lobo perdedor. Por su parte, éste se recuesta sobre sus lomos y permite que se aproxime a su vientre y sus genitales, que constituyen unas de sus partes más débiles.
Vemos claramente entonces, la diferencia entre estímulos que activan la agresividad, y otros que inhiben la agresividad…
Precisamente, generan tal reacción los estímulos que transmite el lobo vencido, que en un estado de naturaleza harían que el vencedor se retirara del combate.
También en el caso del ser humano operan dichos estímulos. Por ejemplo, si observamos a distancia una discusión entre una pareja, podremos saber si están discutiendo de manera acalorada por su postura, aún cuando no escuchemos una palabra de lo que dicen. También el ser humano se inclina, empuña las manos, que se convierten en armas contundentes, frunce el ceño, etc. Asimismo, el ser humano también es proclive a cesar su agresividad en casos en que los estímulos se asimilan como inhibidores de la agresividad, tal como el caso de que en esa misma discusión, uno de los amantes pidiera perdón, comenzara a llorar desconsoladamente, etc. El mismo efecto, surte ver a un niño llorando de tristeza o de dolor, por ejemplo.
Imaginemos un ejemplo similar al de los lobos pero en el ser humano. Dos hombres enfrentándose en un combate, donde sus armas ya no son sus colmillos sino que puñales, y que en medio de la pelea, uno de ellos caiga de espaldas… ¿Cuál sería la reacción del hombre que sigue en pie? Parece razonable pensar que dependiendo de qué tan violento sea, aprovecharía la oportunidad de dar al vencido el golpe de gracia.
La diferencia, radica en que el lobo actúa permanentemente según los estímulos que activan o inhiben la agresividad, mientras que para el hombre estos estímulos podrían ser irrelevantes.
Aquí es donde toma relevancia el concepto de psicopatía.
Para importantes profesionales, autores y profesores en el ámbito de la psicología y la psiquiatría, los psicópatas son presuntuosos, arrogantes, insensibles, dominantes y manipuladores, también son incapaces de establecer fuertes vínculos emocionales con los demás y carecen de sentido de culpa y remordimientos. Además, carecen de empatía, lo que significa que son incapaces de ponerse en el lugar del otro, lo que parece particularmente problemático, ya que ésta constituye uno de los principales inhibidores de la violencia y la conducta antisocial. Los psicópatas son, por tanto, insensibles al dolor o malestar ajenos, persiguen fines egoístas sin importarles el daño que inflige a otras personas o los problemas que sus actos pueden ocasionarle a largo plazo. El psicópata, parece ser el violento por excelencia.
Lo que permite que los psicópatas puedan pasar por alto los estímulos inhibidores de la agresividad, y actuar entonces de manera violenta, varía en sus causas. En algunos casos, algunos autores lo han relacionado con un daño cerebral que genera una menor actividad en la corteza pre frontal del cerebro, que es precisamente la zona del cerebro encargada de asimilar estos estímulos. Es decir, en esos casos se trataría de personas incapaces de ponerse en el lugar del otro, que sufren de una agresividad extremadamente exacerbada, producto de la imposibilidad de procesar a los estímulos que la inhiben.
Sin embargo, existen otros que aún pudiendo recibir y procesar esos estímulos, son de todas formas violentos.
Hablamos de personas que son capaces de matar y dañar a sangre fría, aún sin sufrir de daño fisiológico alguno, personas fisiológicamente "normales" y "sanas".
Cap. III: El "enemigo".
¿Recuerdan el caso de agredir a otro por protegerme? ¿O del caso en que me veo obligado a proteger a mis seres cercanos? En esa hipótesis, aún existiendo dos personas, a las que en una situación habitual no agrediría, escojo el bienestar de una a costa de causar un daño e incluso la muerte a otra. Es decir, siento la tendencia natural de proteger primero a mi grupo más cercano.
Familia, grupo de amigos… ¿Patria? Otra vez la patria. Pues precisamente, ésta representa a un grupo, abstracto, en el cual la inmensa mayoría de sus integrantes para mí son desconocidos, pero por alguna razón estoy dispuesto a protegerlos, aún si eso implica dañar a otros.
De los grandes genocidios de los que tengo memoria, en todos funciona una estructura similar a la mencionada con anterioridad, en donde mis iguales no son los miembros de un grupo directamente relacionado a mí, como mi familia o amigos cercanos, sino que de un grupo abstracto, del cual me siento parte.
Ejs: Esclavos, Conquista de américa, Judíos.
En todos estos casos, existía la conciencia de que había un gran grupo dominante, y otro dominado. En todos los casos, además, se trataba de mantener sometido y débil al vencido, ante la posibilidad de que se transformara en una amenaza para mi propio grupo.
Cap. IV: El discurso y generación de psicopatía social.
Decíamos antes que la agresividad, normal, se generaba como producto de un sistema de protección de la especie, de supervivencia.
En función de la supervivencia, es que dentro del individuo se generan cambios que lo llevan a alejarse del peligro, como en el caso en que me alejo de algún animal peligroso, incluso de algún pequeño insecto, en caso de considerarlo mortífero.
Ejemplo: En este momento, luego de preguntar en el público: ¿Quién tiene miedo a las arañas?, escogeré a unos de los que declaren temerles y les pasaré un frasco pequeño y de color, de manera que no pueda observarse su contenido. Luego de advertirle que en el interior hay una araña, venenosa, le pediré que por favor abra el frasco, ya que es una araña entrenada y que, si lo abre muy lentamente, no correrá ningún peligro.
Muy probablemente, por más hermético que sea cerrado el frasco, al sólo oír que dentro hay una araña venenosa, el integrante del público no sea capaz de abrirlo, por miedo.
Una vez recuperado el frasco, lo abriré rápida y descuidadamente, mostrando al público que en su interior no hay absolutamente nada.
¡Nada!
Ningún tipo de peligro o necesidad de alerta, y sin perjuicio de ello, la persona del público que sostuvo el frasco (eventualmente ni siquiera sea capaz de sostenerlo), habrá sentido una serie de impulsos a alejarse de éste, que prácticamente lo obligaron a alejarse de lo que parecía ser peligro.
Así funciona el lenguaje, el discurso. Que ante un mismo hecho, genera para nosotros una realidad distinta. Que puede generar una serie de sensaciones por la sola representación de un peligro que es inexistente.
En los genocidios antes mencionados, y en todos aquellos que yo conozco, siempre existe un grupo que ha legitimado la generación de daño ante otro grupo. Generalmente sosteniendo que los integrantes de ese grupo son distintos a ellos por algún motivo. Sea por intereses económicos, por la generación de ideologías que representan la justificación o la necesidad de hacerlo, etc., se genera además la idea de que ese grupo de "otros", representa para mi un eventual peligro.
Ejs: Esclavos, Indígenas, Nazis.
En todos estos ejemplos, se representa un grupo de personas, que a pesar de ser personas, me son representados como distintos a mí y a mis iguales.
Discurso similar, es aquel con que las fuerzas armadas de todo el mundo buscan adoctrinar a sus tropas, pues, precisamente, se busca que ante un eventual enfrentamiento, el soldado entrenado no dude en atacar a su oponente, y para eso, el discurso adoctrinador debe generar la capacidad de sobreponerse a los estímulos inhibidores de la agresividad.
Ejs. De Cánticos militares:
Caso Chileno: Al enemigo mataré, a sus mujeres violaré, y a sus hijos comeré.
Cántico de boinas verdes colombianos, que son los encargados de combatir a la guerrilla. Conjunto invencible de amor y crueldad.
Este discurso, lo que hace es generar una idea de que el otro es distinto a mi, y que constituye un peligro, una idea de riesgo, una realidad aparente, que funciona como un estímulo que activa nuestra agresividad, que la modifica en cuanto a su funcionamiento natural, activándola ante un peligro inexistente.
A este discurso, que ha acompañado a lo largo de la historia de la humanidad a la inmensa mayoría de los genocidios (si es que no a todos), es que yo llamo discurso generador de psicopatía social. Un discurso que presenta al igual como a un otro, que incluso lo des personifica, y al despersonificar a otro igual a mí, entonces también me despersonifica, porque genera en mi la imposibilidad de reconocer a mis iguales y por tanto me hace desconocerme. Con eso, al cosificar a las personas con la etiqueta de ser "otros", y "otros" que eventualmente sean peligrosos, altera mi propia percepción de la realidad, y con eso mi agresividad, transformándola en violencia. Creo que así, se ha llegado a des personificar a las personas, generando con ello las consecuencias nefastas de las que hemos hablado.
Preguntas clave:
Se dan aún estos casos?
Ej: Hinchas de "la U" y "del Colo".
Así se conoce a los dos equipos que generalmente disputan el primer lugar en los campeonatos de futbol chileno y quienes más torneos han ganado, siendo que en Chile, el futbol es el deporte más popular.
A pesar de su desarrollo institucional, me atrevería a decir que estos equipos son más conocidos incluso por sus barras que por sus logros deportivos, ya que entre éstas es habitual que se generen riñas que incluso acaban con la vida de personas, por el sólo hecho de representar instituciones distintas.
Si preguntamos a esos hinchas qué hacen el fin de semana y cómo viven sus vidas, muy probablemente sus respuestas sean similares, en el sentido que tanto de uno como de otro equipo, invierten recursos en acompañar a "sus equipos", visten sus colores, y alientan con pasión y energía en el estado al momento de los partidos. Asimismo, en muchos casos, actúan de igual manera a la salida del estadio: Buscan riñas con otros, en algunos casos se agreden, e incluso se matan.
La duda es por qué. Por qué si se parecen tanto, más entre ellos que ellos conmigo, actúan de esa manera. Sostengo que son víctimas de su propio discurso. Éste, creo que puede resumirse en este fragmento de un conocido cántico de la barra "del colo", en alusión al "chuncho", como se conoce al hincha de "la u", a saber:
"Lo más importante en la vida es reventar 'al chuncho' a puras puñaladas. Ríe cuando 'el chuncho' esté sangrando. Ríe porque 'el chuncho' va a morir."

Cito este cántico, porque a juicio de un pensador relativamente crítico, puede entenderse como resumen de un discurso, el cual cumple las características de generador de psicopatía social. Sin ir más lejos, más que un cántico de apoyo a un equipo, parece tener características de un cántico militar como los que antes vimos.

Creo que luego del desarrollo expuesto, sólo queda preguntarse: ¿Soy yo un psicópata social? Cuando hablamos de "ricos y pobres", de "liberales y conservadores" en política, etc.: ¿Estoy haciendo referencia al producto de un discurso generador de psicopatía social?
O más importante aún, cabe preguntarse: ¿Cuento con las herramientas intelectuales para detectar un discurso generador de psicopatía social, comprenderlo y mediante eso no adoctrinarme con él?
Para finalizar, cabe preguntarse: Si soy un psicópata social, lo soy porque quiero serlo… o porque alguien más, quiso que lo fuera?
Que queden al menos las dudas planteadas.
¡Muchas gracias!










http://tedxusma.com/
Profesor titular en cátedras de pensamiento crítico, UNAB-Chile, y Profesor de debate, pensamiento crítico y argumentación en colegios públicos en el mismo país. Licenciado en Ciencias Jurídicas.
Sexual Democracia, disco "Buscando Chilenos", Canción del Pacífico Violenta, Santiago de Chile, 1991.
El presente documento, está estructurado como guión de una ponencia, y por tanto no sigue la estructura básica de un documento de divulgación científica.
Tal como lo declara la declaración universal de los DDHH:
"Artículo 1: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros."

Me hace más cercano?
Sistema conductual congénito de hombres y animales al servicio de la supervivencia y dominio (K. Lorenz)
Con respecto al término agresión, el Diccionario psicológico de Laplanche y Pontalis (1981), define el término agresividad como "la tendencia o conjunto de tendencias que se actualizan en conductas reales o fantasmáticas dirigidas a dañar al otro, a destruirlo, a contrariarlo, a humillarlo, etc.
Qué es la violencia, José Sanmartín Esplugués, p. 1.
"En gran medida gracias a los estudios del profesor R. Hare, sabemos que los psicópatas, en el plano interpersonal, son presuntuosos, arrogantes, insensibles, dominantes y manipuladores. Sabemos también que, en la manifestación de sus afectos, son irritables, incapaces de establecer fuertes vínculos emocionales con los demás y carentes de empatía, sentido de culpa y remordimientos." Sanmartín y Raine, Violencia y psicopatía, p. 4.
"El trastorno de personalidad que padecen los psicópatas se traduce en la aparición de problemas en tres vertientes a la vez: en sus relaciones con los demás, en su afectividad y en su conducta. En el primer ámbito los psicópatas tienden a manipular y engañar a los demás. En su vertiente afectiva, adolecen de empatía: son incapaces de ponerse en el lugar del otro. Finalmente, su comportamiento es antisocial." Raine y Sanmartín, cit., p.8
Sanmartín y Raine, cit., p. 24.
"Los psicópatas, reaccionan sólo a los castigos inmediatos que les afectan a ellos mismos; son, por tanto, insensibles al dolor o malestar ajenos, persiguen fines egoístas sin importarles el daño que inflige a otras personas o los problemas que sus actos pueden ocasionarle a largo plazo." Sanmartín y Raine, cit., 108.
Vid, Cap. 2. Raine. Psicopatía, violencia y neuroimagen, Sanmartín y Raine, cit.
Preguntar por palestinos.
Comunistas, Sionistas, etc.. Completar.
Agregar caso de des personificación de víctimas de la guerrilla colombiana y cita a psicópata como de otra especie.
Retumba la tierra, un grito de guerra, me agita un extraño impulso violento, conjunto invencible de amor y crueldad, cuando veo sangre no se lo que siento, delicia, placer, amor o piedad, por eso le pido a dios en el cielo, que nunca me falte el maldito guerrillero, cuando tenga ganas de matar.

Sanmartín y persona.
"Lo más importante en la vida es reventar 'al chuncho' a puras puñaladas. Ríe cuando 'el chuncho' esté sangrando. Ríe porque 'el chuncho' va a morir."



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