Descubriendo a Tilly. Sobre la accion colectiva; intereses, organización y movilización

July 3, 2017 | Autor: Alex Moral | Categoría: Collective Action, Acción Colectiva, Movimientos sociales, Charles Tilly, PSICOSOCIOLOGIA
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Descripción

Alejandro Morales Bello Psicosociología Política y de las relaciones internacionales Master Psicología Social UCM 2014/2015

Charles Tilly Sobre la acción colectiva. Intereses, organización y movilización. Acción colectiva es toda acción conjunta en persecución de bienes comunes. A partir de esta definición Charles Tilly va a desarrollar su corpus teórico y analítico acerca de los procesos de acción colectiva en los que se ven implicadas las poblaciones y grupos. Para llegar a esta definición, el autor llevó a cabo un estudio de la tradición sociológica apoyándose en textos de Durkheim, Weber, Mill y Marx entre otros. Por otro lado también analizó las metodologías imperantes hasta la fecha que perseguían acotar y entender que lleva a los individuos a actuar conjuntamente durante determinados periodos de tiempo. El autor va a distinguir entre intereses, organización, movilización, oportunidad, poder y represión (Tilly, 1978) como los pilares sobre los que se desarrolla cualquier tipo de acción colectiva.Pero antes de exponer las ideas, métodos e ideología de Tilly es necesario un repaso histórico que ayude a enmarcar su pensamiento en su época. Charles Tilly pertenece a la tradición sociológica americana, concretamente a la escuela de Chicago. Tradición más pendiente del análisis de la estrategia, en contraposición con la escuela europea, más centrada en la identidad. No es el objetivo de este trabajo realizar una comparación entre ambas escuelas, y por ello no se va a realizar ninguna aportación más sobre la escuela europea más allá de la que se ha señalado anteriormente. Dentro de la escuela norteamericana, el pensamiento de Tilly interpreta la acción colectiva desde el modelo de movilización de recursos. Esta corriente surge como una alternativa a la tradición de la escuela de Chicago abanderada por el funcionalismo (donde se ve la acción colectiva como un desequilibrio en el orden social) y el modelo de la elección racional (basado en la espiración de la obtención de bienes privados por encima de sentimientos de privación u objetivos comunes), guardando con este último algunos puntos en común representativos del interaccionismo americano. Ante estas perspectivas teóricas Tilly presenta una alternativa que supere las limitaciones explicativas de las teorías de la privación relativa y la elección racional. El autor no pretende, como hacían estas teorías, conocer qué motivos llevan a los individuos a actuar colectivamente, o si estos motivos son o no racionales. Lo que pretende es medir la eficacia de la acción colectiva a partir de los recursos que son empleados para conseguir tales fines. Esta corriente también es producto de la situación imperante en los años 60 y 70 de expansión y apropiación de los recursos del mundo por parte ya no solo de las principales potencias, sino de todos los países participes del sistema, así como de la aparición de los nuevos movimientos sociales. Frente a la idea

de que la acción colectiva es fruto de un desequilibrio social imperante de la visión funcionalista, Tilly da por hecho que este conflicto es la forma natural de ser de la sociedad y por tanto, lo que va a determinar que un colectivo se movilice va a ser su capacidad de organizar grupos de conflicto. Para Tilly las organizaciones se agrupan en base a los recursos disponibles, en función de intereses compartidos. Pero Tilly no es el único que desarrolla un teoría en torno al modelo de movilización de recursos. Keese y Morris ponen más énfasis en las relaciones socioespaciales. Para ellos, la sociedad industrial es la productora e una serie de comunidades consolidadas que dan lugar a grupos con capacidad de actuar colectivamente (huelgas, elecciones, sabotajes…). (Jiménez, 2011) Dentro de esta corriente y desde un plano más cognitivo, Eyerman y Jamison se distinguen de las otras dos corrientes en la presunción de la acción colectiva como momentos en los que se dan procesos de aprendizaje social de identidades e ideas. La aportación de la teoría de movilización de recursos hace a la escuela norteamericana es la de la idea de que el conflicto como algo intrínseco y cotidiano de la vida social y no algo nocivo. Que la acción colectiva no es espontánea si no fruto de asociaciones previas y principalmente la vinculación entre acción colectiva y organización (Jiménez, 2011). Esta última puede señalarse también como su punto flaco ya que deja fuera todas aquellas que no entran dentro de la definición de organización. Esto lleva a olvidar que la acción colectiva es algo más que las organizaciones que la llevan a cabo obviando factores como la tendencia histórica, los desarrollos culturales, la ideología… Tomando pues como referencia el análisis de movilización de recursos de Tilly las siguientes páginas van a ir dirigidas a desgranar los conceptos fundamentales de la misma. Concretamente los conceptos de Intereses, Organización, y Movilización, así como los métodos usados para sus medición. Poder, represión y oportunidad no se incluyen en este análisis aunque sería interesante trabajar con estos conceptos en próximos documentos para tener una concepción global de la teoría. En primer lugar, una vez que se tiene acotada la población a analizar lo que interesa saber es porque ellos y no otros son quienes llevan a cabo determinado tipo de acciones. Esta delimitación se va a conseguir entre otras cosas asumiendo que los intereses de los grupos son variables y por tanto analizar y descubrir los mismos dará bastante información acerca del grupo en acción. Por intereses se entienden las ventajas y los inconvenientes perceptibles de la interacción con los demás (Tilly, 1978). Según Tilly se conocen dos acercamientos para aprehender los intereses de un grupo. El primero, con base en el pensamiento de J.S. Mill defiende que los intereses pueden ser inferidos por medio de las acciones del grupo. Una segunda vía, de tradición marxista, defiende que estos pueden ser inferidos a través de un análisis de las conexiones entre lo que se quiere conseguir y la posición social de quien los busca.

Para dar respuesta a la pregunta de por qué una población determinada es la que actúa y no otra, con el peligro de que los intereses del grupo pueden entroncar con los individuales y dar lugar a contradicciones Tilly (1978) tras reflexionar sobre lo escrito por Durkheim y Weber responde: -

Los intereses a largo plazo se pueden predecir atendiendo a las relaciones de producción. Cada individuo articula los intereses del grupo subjetivamente para llevar a cabo los comportamientos exigidos a corto plazo.

El siguiente componente de la acción colectiva según el modelo de la movilización de recursos de Tilly es la organización. La organización de un grupo es esencial en la teoría de Tilly. Sin ella, el autor no concibe la acción colectiva. Para que una población actúe es necesario que se agrupe con base a una organización determinada. Lo que va a dotar de organización a un grupo va a ser, por un lado lo que White definió como Categoría (entendida como el conjunto de individuos que reconocen su variabilidad común y que son así reconocidas por los otros) fruto de dos conceptos adyacentes: Network (relaciones entre sus individuos) y Catness (el conjunto de las personas que conforman la red y la categoría) (Tilly, 1978). Un segundo componente de la organización de la población es la inclusividad (Tilly 1978). Este concepto alude al poder de absorción que la colectividad tiene sobre la vida de cada uno de sus individuos (se mide en relación a tres componentes que son el tiempo invertido, la energía y las interacción sociales). Para acotar la organización de una población se ha generado un sistema de análisis jerárquico donde se siguen los siguientes niveles. -

Identificación de todos los estatus empleados Distinción de interés, categorías y demás Producción de una lista con todas las combinaciones Eliminación de las combinaciones carentes de sentido Selección de aquellas con posibilidad de establecer interacciones.

Gamson (1980) llevo este sistema de análisis para el estudio de los “Cahallenging Groups” de la primera mitad del siglo XX. Tilly (1978) observa que este sistema necesitaba de la actuación conjunta de los grupos a analizar y que se dejaba fuera aquellos que potencialmente podrían haber actuado. Ante esto, propone no ser tan imparcial a la hora de general la lista y desarrollarla a partir de alguna dimensión escogida. Buscar cualquier evidencia de la formación de un grupo y de su movilización. A través de estas innovaciones Tilly pretende encontrar aquellas variables que construyen y organizan grupos susceptibles de actuar colectivamente (en procesos como huelgas, elecciones…). El tercer elemento que analiza Tilly es la movilización en sí. El autor entiende el concepto como el proceso por el cual un grupo pasa de ser una colección pasiva de individuos a una colección de participantes activos en la vida pública (Tilly 1978).

Es en este punto donde entra en juego la teoría de movilización de recursos ya que Tilly asume que un grupo se movilizará si consigue un control aceptable sobre los recursos a emplear. Se refiere a la adquisición de control colectivo sobre los recursos. Es importante enfatizar la idea de control y uso por encima de la de posesión defendida por Etzioni. Tilly (1978) pone en relación los valores de mercado de los recursos en uso con la probabilidad de repartirlos cuando se exija. Esta función va a determinar el grado de movilización de un grupo. A partir de los recursos y su uso Tilly (1978) desarrolla otros conceptos como son los de lealtad y eficiencia con los que no me voy a extender en este documento. Solo decir que estos términos dan lugar a una clasificación interesante sobre los grupos en acción. Tilly desarrolla tres categorías que se distinguen en la prioridad que dan a la lealtad, la tendencia a la salida del grupo y la tendencia a expresar el desacuerdo con el grupo: -

Profesionales: los que acumulan recursos por los que no se compite en el grupo Racionalistas: adaptan su programa a los intereses del grupo Moralistas: Construyen un grupo inclusivo que actúa en beneficio propio.

Lo que es necesario conocer llegados a este punto es que la movilización de un grupo se compone de los siguientes elementos: -

La acumulación de recursos El aumento de la demanda común de estos recursos o La reducción de la competición dentro del grupo o Impulso de la acción compartida o Cambiar la satisfacción por participación

Una vez conocida la relación entre recursos y movilización Tilly (1978) es capaz de distinguir entre tres tipos de movilización en función del input presente para su ocurrencia. Por un lado aparece la movilización defensiva: esta es aquella que se lleva a cabo como reacción a una amenaza externa (el actual sistema capitalista así como los conflictos agrorurales son un ejemplo de este tipo de movilización). En segundo lugar está la movilización ofensiva: aquí el grupo actúa en pro de sus intereses según las oportunidades presentes Por ultimo esta la movilización preparatoria: esta, más que un proceso inmediato es un proceso de anticipación donde los recursos son movilizados con base a unas perspectivas de oportunidades futuras. Según el control que se tenga sobre los recursos (grupos más ricos o pobres) se elegirán unas formas de movilización u otras. Normalmente las primeras son las más presentes entre las poblaciones más desposeídas mientras que los más ricos se mueven entre la ofensiva y la preparatoria. Una vez que un grupo consigue llegar al nivel de movilización, el siguiente escalón que le queda por subir es el de pasar a la acción colectiva. La acción colectiva

de un grupo, entendida como ya se ha expuesto más arriba como la acción conjunta en persecución de bienes comunes será función de: -

La medida de sus intereses compartidos La intensidad de su organización Su capacidad de movilización (Tilly, 1978).

Tradicionalmente se han diferenciado las corrientes Weberianas, Marxistas y Durkheimnianas entre otras por el peso que se da a cada una de las variables anteriores. Tilly (1978) desarrolla una clasificación basada en el diagrama creado por los autores herederos del pensamiento de Mill en el que se ponen en relación los recursos invertidos y los bienes obtenidos. A este modelo Tilly añade la limitación de la capacidad de movilización de un grupo y las oportunidades que propicien la obtención de beneficios. Estas dos nuevas condiciones variaran en tanto en cuanto varíe el poder del grupo y la represión a la que se ve sometido. Según donde se coloque un grupo en el diagrama resultante pertenecerá a una de las siguientes categorías: -

Fanáticos: realizan altas y arriesgadas inversiones para conseguir sus beneficios Tacaños: conceden un alto valor a los recursos poseídos y no se arriesgan a invertirlos para conseguir beneficios (actúan defensivamente). Corrientes: Invierten sin superar sus límites para no tener ninguna perdida. Oportunistas: buscan optimizar sus beneficios sin importar las inversiones.

De esta clasificación se desprende entre otra cosas que los fanáticos son más propensos a la movilización. Que los oportunistas trabajan más eficientemente y que cualquier sistema político recompensa a estos últimos por delante de los otros tres grupos. Después de este análisis conceptual lo siguiente que hay que conocer es que metodología se sigue para descubrir por qué y cuáles son los grupos que actúan de forma colectiva. Para medir la acción colectiva se han seguido distintos métodos a lo largo de la historia contemporánea (series temporales, análisis de casos…). Todos ellos se puede definir en la clasificación siguiente: -

Indicadores cuantitativos de la acción colectiva Indicadores de descripciones cualitativas (análisis de casos).

Destaca el análisis de Snyder sobre la huelga (Tilly, 1978). Este autor usó como unidad de medida de la movilización la proporción de miembros de la unión de trabajadores. Las variables que uso para acotar la acción colectiva de estos grupos (huelgas principalmente) fueron: -

Medidas de actividad: nº de huelgas, duración, participantes… Fuentes de información: descriptivos, estadísticos…

Esto le permitió categorizar la acción colectiva en tres clústeres: -

Acciones directamente relacionadas con el trabajo

-

Acciones económicamente relacionadas con el trabajo Acciones políticas

Su conclusión fue que la unión entre los miembros del grupo fomenta la acción colectiva la cual hace que el grupo sea más propenso a la huelga. A esto Tilly añade que la relación entre acción colectiva y huelga no es unidireccional si no recíproca. Charles Tilly (1978) se centra en el análisis de la violencia colectiva que considera inherente a cualquier proceso de acción colectiva y que por otra parte es más propensa a ser reportada por su impacto social. Su interés es señalar y diferenciar aquellos grupos que infligen algún tipo de coerción violenta sobre otros. Para este fin se apoya en periódicos, archivos históricos, trabajos… El método que sigue, renovando los empleados por autores como Snyder, Sugimoto, Volkman o Tylor, es elegir un grupo o población y ver si han estado implicados en algún tipo de episodio de violencia colectiva. Esta va a ser su unidad de medida. Si han estado implicados dos grupos ambos forman parte del mismo proceso de violencia. Para abarcar toda la información de una acción colectiva llevada a cabo por el grupo en cuestión en un determinado periodo de tiempo Tilly se inventa un diagrama tridimensional que ponen en relación la duración del episodio, la frecuencia con la que ocurre y el tamaño del episodio (implicados). De este modo se permite la medición y distinción de los grupos y su acción colectiva apareciendo grupos cuyos actos son más frecuentes pero de menor duración o grupos con una duración más grande pero que solo se dan una vez, etc. A modo de crítica se podría decir que Tilly se olvida de la ideología y los valores en su análisis sobre la acción colectiva. El excesivo protagonismo otorgado en su análisis a la organización y los recursos ha hecho que se subestime la influencia de los valores a la hora de promover una movilización conjunta de individuos. Como ya se ha dicho en páginas anteriores es posible y de hecho se ve a menudo, que grupos con una estructura centralizada y recursos reducidos suplen dichos hándicaps cultivando una fuerte carga ideológica en sus componentes. En este sentido, tampoco parce imprescindible el concepto de división del trabajo como potenciador y facilitador de la acción colectiva eficaz. Esto se ve en los grupos nacionalistas que en cierto modo viven en la clandestinidad donde se experimenta una alta centralización, pero los niveles de compromiso de sus miembros son altísimos (Iglesias, 2008). Otra limitación que encuentra el enfoque de Charles Tilly sería su reducida aplicación histórica. Es obvio que se presenta como una herramienta funcional para dar explicación a los movimientos sociales de su época y décadas posteriores, sin embargo pero el excesivo papel que le otorga a las clases medias en la organización de los recursos puede dejar fuera a colectividades de nuestro tiempo como son las ONGs, movimientos ciudadanos horizontales, la acción colectiva en la red…

Referencias: Gamson, W. A. (1980). Understanding the careers of challenging groups: a commentary on Goldstone. American Journal of Sociology, 1043-1060. Iglesias, T. P. (2008) Multitud y acción colectiva postnacional: un estudio comparado de los desobedientes: de Italia a Madrid. Universidad Complutense de Madrid. Jiménez, S. C. (2011). Acción colectiva y movimientos sociales. Nuevos enfoques teóricos y metodológicos. Universidad Autónoma de Chapingo. Tilly, C. (1978). Interests, Organization and Mobilization. En From mobilization to collective action. (pp.52-97). USA: McGraw-Hill.

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