Costa Jou Ramon Formacion Moral de la Juventud

November 22, 2017 | Autor: Ramon Costa Ayube | Categoría: N/A
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Descripción

Ramón Costa Jou Formación Moral de la Juventud Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y Ciencia, Secretaría de Divulgación, Comité Ejecutivo Nacional La Habana, Cuba, 1966 I INTRODUCCIÓN. El profesor Ramón Cosía Jou es uno de esos cuadros revolucionarios que la tragedia del pueblo español aventó por el mundo. Cuando el transitorio desenlace de aquella lucha, con un saldo de muerte y destrucción condujo al exilio a lo mejor del pueblo hermano de España, Costa Jou, muy joven todavía, vino a las tierras americanas. Vivió un tiempo en Santo Domingo y después en Cuba. Se estableció más tarde en Méjico, donde siempre ha tenido acogida los exilados —Recuérdese a Heredia, a Martí, a Mella y a Fidel—. Formó el hogar con su compañera de origen libanés. Le nacieron los hijos. Ganó el respeto y el cariño de los mejicanos por su saber y su dedicación a la escuela y al socialismo. El pueblo de Cuba, conducido por Fidel, rompió la coyunda imperialista. De todas partes del mundo acució la ayuda fraterna del internacionalismo proletario. Ramón Costa Jou, formó parte de ese flujo de solidaridad. Se trasladó con todo y familia. Desde entonces es un soldado más de nuestra Revolución. El profesor Ramón Costa Jou es actualmente dirigente sindical universitario. Profesor invitado de Tiempo Completo que enseña Teoría de la Educación en el Instituto Pedagógico "Enrique José Varona". Su labor no se limita al ejercicio de la Docencia en la Universidad de La Habana, sino que su trabajo voluntario se extiende a las Escuelas de Instrucción Revolucionaria del P.C.C.1 y al Centro Nacional de Investigaciones Científicas. Costa Jou es un activista de nuestro Sindicato. Su total dedicación al trabajo en el frente de educación es un ejemplo de cuánto puede hacer quien se da a la causa del pueblo sin limitaciones. La Comisión que tiene a su cargo el trabajo sobre la Juventud en el C.E.N. del SNTEC2 encomendó al compañero Costa la elaboración de un material que sirviera de guía y de orientación teórico-práctica a toda nuestra membresía. El presente material es el resultado de esa encomienda. La Comisión ha estudiado exhaustivamente su contenido y ha llegado a la conclusión de su gran utilidad. {3} Quien estudie a fondo y amplitud las directivas que contiene —y esperamos que sean todos nuestros compañeros— se percatarán de lo que afirmamos. Con este documento; con el folleto sobre Politecnización y otros materiales impresos, y con las diferentes Conferencias y Seminarios organizados por el SNTEC en sus diversas instancias, hemos intentado cumplir parte de nuestro deber como organización sindical de una revolución socialista. Nos queda mucho por hacer en el futuro grande y luminoso de nuestra patria. El crecimiento impetuoso del trabajo comunista en la educación, va destacando a miles de cuadros jóvenes formados al calor de la Revolución. Ellos constituyen nuestra realidad y nuestra esperanza. Para ellos y para todos nosotros se ha elaborado este material. La Comisión agradece al compañero Ramón Costa Jou el esfuerzo que ha hecho y pone a disposición de los trabajadores de la enseñanza y de los estudiantes este folleto sencillo y claro sobre la "Formación Moral de la Juventud". GASPAR GARCÍA GALLÓ Por el Comité Ejecutivo Nacional del SNTEC. {4} II - Formación Moral de la Juventud Presentación: Hace unos días, una alumna de nuestra clase de Teoría de la Educación, en la Escuela de Psicología de la Universidad, al hacer la intervención inicial como moderadora, en un debate sobre "Los Fundamentos de la Pedagogía", se expresaba más o menos en los siguientes términos: La vida es bella, maravillosa, apasionante. Y nuestra vida, la de nuestra generación, lo es en grado extremo. La sociedad nos ha encargado prepararnos para una misión muy delicada: educar. Parece que educar es sencillo; sin embargo, es una tarea de gran responsabilidad. Educa el hogar, no siempre con métodos adecuados; educa el ambiente, educa la misma vida, todo educa, pero a veces deformando las conciencias. Nuestra misión es la de formar las conciencias, moldearlas, para lograr que las nuevas generaciones que crecen se incorporen a la vida, al trabajo y a la producción, de acuerdo con los intereses de la sociedad, para crear abundancia de bienes a fin de que todos podamos vivir bien, para que todos seamos felices. . .

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PCC Partido Comunista de Cuba Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y Ciencia, Cuba

No es sólo el contenido que expresan estas palabras lo que queremos hacer destacar para exponer algunas ideas sobre el problema de la formación moral de la juventud. Tuvo una gran significación la forma en que fueron expresadas, el énfasis puesto en ellas, la expresión de optimismo, de confianza, de seguridad y fe en el presente y en el futuro, la firmeza con que esta alumna se manifestaba sobre el valor de la educación, sobre la necesidad de tener sólidas convicciones morales y claras perspectivas en relación con el desarrollo de la nueva sociedad, en relación con el nuevo tipo de hombre que la Revolución va creando. Este es el fundamento de nuestro trabajo. La educación moral comunista se propone, en primer lugar, desarrollar la confianza del hombre en sí mismo, albergar convicciones firmes en nuestra conciencia; significa todo un proceso de formación '•>, de trabajo, de asimilación de conocimientos, de estudio crítico y autocrítico sobre todos y cada uno de los problemas que se presentan ante nosotros; supone, por encima de todo, una plena confianza en la sociedad, en los ideales, en los hombres y mujeres que la forman. Significa, como dijo Fidel, tener confianza en el hombre; creer en el hombre (2). {5} i segundo lugar, la educación mista tiene la más alta valo-n cuando los principios, las ias morales, todo el contenido i ética comunista se pone de /e en la conducta, o sea, cuan-e materializa en la actividad :ica de los hombres. Esto •e decir que las normas y iptos morales, así como lo que tituye la ideología, han peído en la esencia del ser hurí, constituyen el elemento ac-de su psicología y se manifies-en todas las esferas de la práctica de los hombres, en el trabajo, en la casa, en la calle, en las demás relaciones sociales. Consideramos que estas dos direcciones que forman una sola unidad dialéctica, la ideología y la práctica —es decir, lo que nutre la conciencia y lo que constituye el ser, la psicología, la voluntad y determina la acción—, son las que debemos tener en cuenta para señalar los puntos fundamentales que nos lleven a ampliar nuestras perspectivas y que sirvan de estímulo para enfocar debidamente uno de los problemas capitales de la hora presente, la formación moral de la juventud. Ramón Costa Jou {6} III - Necesidad de Formar el Hombre Comunista El socialismo tiene que construirse necesariamente con la aportación y el trabajo de los hombres y mujeres que vivieron bajo el capitalismo, con los que fueron educados en el sistema, el ambiente y toda la superestructura burguesa. La transformación de la sociedad se realiza en el marco de serias dificultades en la economía, en la organización general de las tareas políticas y administrativas, y, sobre todo, contra las supervivencias de la psicología individualista, egoísta, acomodaticia y a veces irresponsable engendrada por la propiedad privada. Los mismos cuadros de la Revolución se van formando en el desarrollo de la lucha, en la actividad práctica revolucionaria, en un proceso constante y simultáneo de educación y reeducación, confrontando la teoría con la práctica, la ideología con las necesidades concretas. Está claro que la instauración del poder político de la clase trabajadora, la destrucción —en lo esencial— de la propiedad privada sobre los medios de producción, la eliminación de la explotación de! hombre por el hombre y el surgimiento, sobre esta base, de las nuevas relaciones de producción socialista, todo ello crea- las mejores condiciones, las condiciones objetivas, para la transformación de la conciencia en los hombres, para su educación de acuerdo con los intereses y los fines de la nueva sociedad. Pero éste es un proceso largo. Los cambios en la conciencia —como lo demuestra la vida— son lentos. No ocurren con la misma rapidez con que se producen los cambios en la economía, en la producción, cuyas transformaciones se realizan por medio de decisiones y medidas administrativas, bajo el impulso de la fuerza y el poder de la Revolución. Pero no hay fuerza alguna, ni ningún poder que pueda penetrar de una manera compulsiva en la conciencia de los hombres; ésta se modifica, por un lado, en presencia de condiciones objetivas, las circunstancias a las que se refiere Marx (3), pero, por otro lado, y partiendo de aquéllas, se hace necesario obligatoriamente un proceso más o menos largo, en algunos casos es muy largo, en el que intervienen con su influencia decisiva los factores subjetivos, es decir, la educación. La necesidad de educar al hombre para el comunismo ha sido expresada muy bien, con toda claridad, por el Primer Ministro Fidel Castro, en diferentes ocasiones. Comunismo es igual a bases objetivas materiales más educación. La abundancia sola, por {7} sí misma, no formaría un ser humano mejor. La abundancia equitativamente repartida entre todos, más educación, es lo que hace a un ser humano superior. (Discurso de Fidel en la Universidad de Moscú. Tomado del libro Fidel en la URSS, ed. por la Comisión de Orientación Revolucionaria del PURSC, junio de 1963, pág. 195) (4). Es sobre esta base, teniendo en cuenta la realidad que vivimos, que el Ministerio de Educación, para asegurar el éxito en las grandes tareas que la sociedad ha puesto en manos de los educadores, sitúa como premisa indispensable la formación ideológica de la juventud, la educación moral de las nuevas generaciones y, para ello, la intensificación de la tarea de superación política e ideológica de los educadores. El compañero Llanusa, en su intervención de clausura de la Segunda Asamblea Nacional de Organismos Populares de Educación, el día 28 de agosto pasado, hizo referencia a los "estímulos morales" que deben servir para "fortalecer la ideología de nuestro pueblo". "De ahí que nosotros tengamos que fortalecer nuestra ideología, motivando todas nuestras tareas en los estímulos morales, que son muchos los que ofrece nuestra Revolución." (5)

Ahora bien, considerando la formación moral de las nuevas generaciones como una necesidad imperiosa de la etapa actual y tal vez como la parte más importante del proceso educativo y formativo, ¿qué camino es el que debemos seguir, qué métodos debemos emplear para lograr los más exigentes resultados? El mismo compañero Llanusa, Ministro de Educación, nos ofrece una certera guía en el discurso al que nos estamos refiriendo. Para formar el hombre de la moral comunista, primero hay que organizar el trabajo en la escuela y después organizar el trabajo extraescolar. Hay que lograr la educación integral como una realidad; hay que estimular el espíritu creador y la inventiva de nuestros estudiantes. Hay que llevarlos, como se ha estado llevando durante todo el año, al trabajo productivo. Hay que respertar el interés de nuestra juventud en el porqué de las cosas; despertar en los jóvenes el amor por la investigación y la rebeldía ante las respuestas que no aclaran. Y continúa: Trabajar sobre lo concreto, distinguir en cada tarea lo esencial de la misma, ir al tronco mismo del árbol y no andar por las ramas, beber todos de las experiencias de Fidel. En el análisis de estos conceptos podemos encontrar sugestivas fuentes de nuevas ideas y de actividades para llevar a cabo nuestra labor. {8} {Foto de pioneros} La organización de la Unión de Pioneros de Cuba contribuye a la formación del hombre de la moral comunista. {9} Se destaca aquí, en primer lugar, la tarea de organizar bien el trabajo de nuestros alumnos, lo mismo en la escuela que fuera de ella, en el aula y en las actividades extraescolares. En efecto, para alcanzar el éxito en cualquier tarea siempre hay que tener en cuenta tres cuestiones capitales. La primera de ellas, los principios, es decir, el fundamento, la base, el motivo esencial de la misma, lo que podríamos considerar la razón que promueve el punto de partida, por una parte, y la finalidad que se persigue, por otra. Los principios constituyen la razón de ser de cualquier institución, el Partido de la clase obrera, el Estado socialista, las organizaciones juveniles y de los adultos, la escuela; los principios informan la existencia de cualquier tipo de creación humana y ia misma vida del hombre en sociedad. De acuerdo con los principios se elaboran los planes y las tareas. En nuestra función docente se expresan en lo que constituye el fin de la educación comunista: la formación integral del hombre. Más adelante nos referiremos al contenido de esta expresión. La organización constituye la segunda cuestión a tener en cuenta para el éxito de cualquier actividad. Es decir, la disposición de los elementos necesarios que hagan posible la realización de los principios, los hombres, los medios, los instrumentos, las cosas necesarias para la labor. La organización acompaña directamente todo sistema de planificación. De ahí que organizar eficientemente el trabajo en la escuela significa, en primer lugar, crear las condiciones materiales, pedagógicas y administrativas más favorables para todos los miembros de la colectividad escolar y disponer su correcta utilización; en segundo lugar, situar los cuadros de trabajadores de la escuela de manera tal que cada uno en su lugar rinda el mayor provecho; en tercer lugar, seguir un ritmo constante de superación teórica y práctica, cuyos resultados deben analizarse críticamente, lo mismo en relación con la actividad del personal docente y administrativo que en la que se refiere al aprovechamiento de los alumnos. El compañero ministro señala dos direcciones que competen por igual a los educadores: organización del trabajo en la escuela, en las horas de actividad escolar en el aula, bajo la responsabilidad directa del maestro o del profesor, y organización de las tareas extra-escolares, es decir, las que el alumno realiza fuera de las horas de clase, en la casa, en las parcelas escolares, en los talleres, en los círculos de interés, como también las de trabajo productivo y de utilidad social. Con este cuadro se completa la labor de educación, ya que ésta hay que verla como un proceso único, de instrucción y enseñanza, de formación de hábitos correctos de conducta, de desarrollo. de capacidades y tendencias, que pueden producirse en el aula y fuera de ella, en la escuela, en la casa y en todos los lugares por los que discurre la {10} vida infantil y la del estudiante en cualquier nivel. Esto quiere decir que también el educador debe estar en condiciones de ejercer su influencia orientadora en las organizaciones de los estudiantes, los pioneros y la Unión de Estudiantes Secundarios, la FEU, y a los mismos equipos de trabajo que surgen bajo el impulso y las necesidades de la colectividad, siempre de acuerdo con el Partido y la UJC. Hay una tercera cuestión capital que consideramos necesario tener en cuenta siempre que emprendemos una tarea importante: los métodos de trabajo, la metodología. Entendemos por método la manera de realizar una tarea, el camino a seguir para llegar a la meta; en nuestra función docente, el modo con que utilizamos los distintos elementos para transmitir conocimientos, para formar el hombre. El método de trabajo es tan importante que casi podríamos decir que depende de él llegar a la meta, o de ellos, ya que son muchos los caminos que se pueden seguir y los procedimientos que se pueden emplear para lograr determinados objetivos.

Debemos preocuparnos por establecer métodos eficientes de dirección, métodos adecuados de trabajo, los mejores métodos en las relaciones humanas. Debemos estar atentos por encontrar el mejor camino para aprovechar al máximo todos los factores que intervienen en la labor. He ahí una cuestión esencial. Muchas veces hemos visto fracasos en una actividad perfectamente planificada, bien organizada, que responde a necesidades vivas y a los propósitos más elevados, precisamente por la aplicación de métodos incorrectos. En nuestra vida diaria vemos cómo se retrasan tareas, se suspenden actividades, se frena el desarrollo por falta de una coordinación efectiva e inteligente entre los diversos elementos y por graves deficiencias en el camino a seguir. Por ello insistimos en considerar adecuadamente estas tres cuestiones capitales: los principios, la organización y la metodología. Ahora bien, en relación con esto último, con los métodos, hay un aspecto muy importante que debemos exponer. Todas nuestras actividades se realizan entre personas. Con los niños en la primaria, con adolescentes y jóvenes en la secundaria y en los centros de enseñanza superiores. Todas las realizamos hombres y mujeres, trabajadores de la enseñanza, en funciones de dirección y de colaboración combinadas, simultáneamente, en todos los casos. Creemos que por esta razón, al hablar de los métodos, conviene fijar nuestro pensamiento en las relaciones humanas, las relaciones entre personas. Al considerar este extremo nos parece que la idea central que debemos tener en cuenta es precisamente la misma que señala el objetivo de esta exposición, es decir, los factores que integran la educación moral, la cuestión de los principios que nos mueven a {11} actuar, que determinan nuestra conducta. De ninguna manera podríamos defender como principio el colectivismo y la ayuda mutua, el espíritu de camaradería, la sencillez y la modestia, la necesidad de una auténtica colaboración en las tareas, si, por nuestra parte, •en nuestras relaciones humanas, actuáramos con egoísmo, de una manera individualista y subjeti-vista, e impusiéramos nuestros criterios en forma compulsiva, en actitudes de "ordeno y mando"; si de la excelente fórmula organizativa "centralismo democrático", cuya eficacia ha sido comprobada por la experiencia de la clase trabajadora en la lucha contra el poder del capital y en la construcción del socialismo, tomáramos solamente el sustantivo, centralismo, subestimando, menospreciando y a veces ignorando el adjetivo. democrático, dejando en el olvido que nuestra sociedad tiene como fin precisamente el desarrollo de la más amplia democracia en todas las esferas de las actividades humanas, la realización de la más genuina libertad entre los hombres. He ahí la importancia que tiene asegurar nuestra propia superación en relación con la vigencia de los principios morales comunistas para estar en condiciones de orientar debidamente nuestra juventud. {12} {Foto de niños} Educación Integral El Socialismo crea condiciones para que lodos los hombres y mujeres, todos los niños y niñas puedan seguir un ritmo de crecimiento y de desarrollo que comprenda la totalidad de su existencia, de su ser. {13} El desarrollo integral del hombre ha sido la aspiración suprema a la que han hecho referencia los pensadores, los filósofos y los pedagogos destacados de todos los tiempos. Los sistemas educativos y de enseñanza de las sociedades anteriores casi todos han pretendido ofrecer orientaciones para el desarrollo armónico del individuo, el perfeccionamiento físico y espiritual, el desenvolvimiento pleno de la personalidad humana. Cabe señalar en este sentido que la sociedad ha dado algunas personalidades ejemplares, desarrolladas en múltiples aspectos, y las ha dado sobre todo la sociedad burguesa porque así lo hacía posible el progreso de las fuerzas productivas. Mas no se trata ahora de lograr que puedan cultivarse a plenitud solamente determinadas personas, como antes ocurría y sigue sucediendo todavía hoy en las sociedades divididas en clases antagónicas, que sólo brindan posibilidades de este orden a los que pertenecen a la clase social privilegiada. De lo que se trata es de asegurar la educación integral para todos los ciudadanos que vienen a la vida. El socialismo crea condiciones para que TODOS los hombres y mujeres, TODOS los niños y niñas puedan seguir un ritmo de crecimiento y de desarrollo que comprenda la totalidad de su existencia, de su ser. La supresión de la explotación del hombre por el hombre, la eliminación de la apropiación capitalista privada, que coloca a todos los trabajadores en un plano de igualdad económica hace posible que la sociedad organice las instituciones y disponga los medios para facilitar ese desarrollo universal a todos los ciudadanos. Al poner a todos los individuos en condiciones de igualdad con respecto a la propiedad colectiva y social, la Revolución socialista está vitalmente interesada en que florezcan los talentos, las capacidades creadoras, las facultades individuales de cada uno de todos los ciudadanos. Lo exige el progreso científico y técnico del siglo XX; lo demanda la necesidad de preparar el hombre del siglo XXI. La sociedad reclama hombres de ciencia, excelentes técnicos, trabajadores altamente calificados, buenos administradores, pla-nificadores, organizadores, hombres de trabajo que sepan hacer el mejor uso de la experiencia histórica de la humanidad y producir los bienes que el hombre necesita, que TODOS los hombres y mujeres necesitan para su vida. Las capacidades individuales de cada persona en nuestro régimen social redundan en beneficio de la sociedad en su conjunto; con su esfuerzo y dedicación los hombres y mujeres multiplican la riqueza colectiva, el patrimonio social. De esta manera, los intereses personales y sociales coinciden; surge la ley de la unidad de intereses entre el individuo y la sociedad. Ahora bien, ¿qué quiere decir desarrollo integral, desarrollo armónico del hombre?

Aquí viene al caso recordar las partes componentes de la educación {14} comunista, o sea, los grandes objetivos de la educación. Su aplicación sistemática y simultánea es lo que debe dar por resultado el nuevo hombre del socialismo y del comunismo, el hombre íntegramente desarrollado. Educación física, que asegure el crecimiento biológico normal de la persona humana, que garantice la salud del cuerpo. Debe considerarse ya desde la cuna, en el hogar, con medidas adecuadas, para continuar luego en la escuela y fuera de ella, a través de los instrumentos que la Revolución ha creado para que alcance a todos los niños, los adolescentes y jóvenes del país. Comprende todo un conjunto de elementos integrantes, entre los cuales están la buena alimentación, la higiene, la gimnasia y los deportes. Adquisición de conocimientos, estudio y asimilación de las bases de las ciencias, los fundamentos de las distintas ramas del saber, que se ofrecen a todos los ciudadanos, hombres y mujeres, en los períodos de escolaridad que comprende la enseñanza primaria y la secundaria básica, que son los que hasta este momento se incluyen en el plan de enseñanza general. A la vez, la educación intelectual se preocupa de la formación de la concepción científica del mundo en la conciencia de los estudiantes, así como del desarrollo de capacidades que lleven al joven hacia la investigación por propia cuenta, hacia la formación de hábitos de trabajo autodidacta que estimulen la iniciativa creadora. El progreso actual reclama cada día más y mejores conocimientos científicos y, sobre todo, más personas que se dediquen a la ciencia y la técnica. Pero todo el mundo necesita un grado elevado de cultura general como parte importante de su desarrollo. Simultáneamente con este proceso de educación intelectual hay que considerar la vinculación de la enseñanza con la producción, lo que llamamos instrucción politécnica, o politecnización de la enseñanza, que como Marx lo hace observar (6) surge como necesidad de la gran producción moderna, en la que los trabajadores deben conocer los procesos fundamentales, deben tener habilidades que les hagan factible el manejo de instrumentos, de máquinas, asegurando un rápido aprendizaje en cualquier actividad productiva. Este aspecto es muy importante. Podríamos decir que la politecnización de la enseñanza, tal como la define el Gobierno Revolucionario, en la Resolución (392/64) por la cual se establece en Cuba (7) constituye la esencia misma de la educación en el socialismo, ya que parte del principio de la unidad entre la teoría y la práctica, de la nueva actitud ante la vida y ante el trabajo, de los principios que informan la moral del hombre en la nueva sociedad, todo lo cual contribuye a lograr el pleno desarrollo de la persona. El paso del socialismo al comunismo significa la supresión de las diferencias existentes entre la concepción del trabajo manual y el intelectual, entre el campo y la ciudad, de tal manera que la misma persona sepa vincular armónicamente las necesidades intelectuales y manuales, {15} {Foto de ballet} La Educación Física que asegure el crecimiento biológico normal de la persona humana. {16} en cualquier lugar en que se encuentre, por el dominio que ha alcanzado en los conocimientos teóricos y prácticos en el proceso de su formación y, precisamente, por su formación politécnica, que le permitirá estar en condiciones de comprender distintos aspectos importantes del trabajo e, inclusive, cambiar fácilmente de profesión de acuerdo con las necesidades sociales. Este será el hombre del futuro, armónicamente desarrollado. Otro de los grandes objetivos es la educación moral, vinculada a todo el sistema de enseñanza y aprendizaje. No se trata sólo de poner al alumno en conocimiento de los principios, normas y reglas de conducta que deberá seguir en las relaciones entre los hombres, sino, lo que es efectivamente decisivo, para que la formación del nuevo hombre responda a las necesidades sociales, que desde los primeros momentos de su vida de relación, en la casa, en la calle y en la escuela, su conducta vaya condicionándose en perfecto acuerdo con tales principios y normas. Esto es lo importante. Por ello tiene una especial significación la educación en la familia y la que se recibe por influencia de los factores sociales extraescolares. Finalmente, se señala también como un objetivo fundamental de la educación comunista, la educación estética, que comprende la apreciación de la belleza en todas sus manifestaciones y la formación del gusto artístico, el desarrollo de capacidades artísticas en los educandos, así como también la educación de los sentimientos, todo lo cual se halla entrelazado con la formación moral y la educación física. Tales objetivos en conjunto deben dar por resultado el desarrollo integral del ser humano, la formación de hombres y mujeres de amplia cultura, sanos de cuerpo y espíritu, capaces de vivir una vida pletórica e interesante, capaces de tomar decisiones por sí mismos, poniendo sus gustos personales, sus intereses y capacidades en coordinación con los intereses sociales. Queremos hacer resaltar de nuevo que tales objetivos hay que tenerlos en cuenta de manera simultánea, en todo el proceso escolar, en la escuela primaria y en la secundaria, como también en la enseñanza profesional, ya que si bien en este último caso lo fundamental es la transmisión de conocimientos que hagan del hombre un científico en una rama determinada de la ciencia, un técnico o un trabajador especializado, no se excluye por ello el carácter universal de su formación, que continúa en todos los aspectos posibles de su tarea y así se manifiesta en sus relaciones humanas. Un hombre desarrollado de esta manera, cualquiera que sea la ocupación productiva a la que se dedique, dará los resultados más elevados y, por otra parte, su vida personal estará llena de estímulos capaces de hacerlo sentir plenamente libre y feliz. Hemos mencionado cinco grandes objetivos o partes integrantes de la educación comunista como {17} condiciones del desarrollo integral, multifacético o universal de los hombres. Sin embargo, comentando esta cuestión con el compañero García Galló, sugería él que a estos elementos habría que añadir la educación política e ideológica.

El proceso de educación política e ideológica hay que verlo en el conjunto de actividades escolares, en todos los eslabones, en todas las materias y niveles. De hecho forma parte de la instrucción y de la educación moral, ya que en nuestra conducta nos guiamos por las orientaciones políticas de nuestro gobierno revolucionario y por los principios ideológicos del Partido de la clase obrera. Ahora bien, teniendo en cuenta la etapa actual de nuestro desarrollo, el hecho de que la mayoría o la casi totalidad de los que participamos en la actividad docente hemos estado bajo la influencia del régimen social anterior, de la sociedad burguesa, uno de cuyos objetivos era precisamente combatir la política y la ideología de la clase obrera, entendemos que es correcto considerar transitoriamente como parte integrante de la educación, como un elemento especial, la educación política e ideológica, es decir, la tarea específica de superación sistemática en orden a la adquisición de conocimientos sobre los principios que informan la lucha de la clase obrera y la construcción del socialismo, asimilar la ideología del marxismo-leninismo, pertrecharse de su contenido, penetrar en las ideas políticas y las proyecciones ideológicas de la sociedad que estamos construyendo, conocer los planes del gobierno e identificarse completamente con todo ello (8). {18} V - Estimular el Espíritu Creador y la Inventiva de Nuestros Estudiantes El factor más importante para estimular el espíritu creador y la capacidad inventiva está determinado por la actividad práctica de la escuela, por la organización del trabajo y los meto-dos que use. {19} ¿Qué es lo que determina el espíritu creador? ¿Qué elementos son los que favorecen la inventiva? Algunas veces, en reuniones y conferencias convocadas para estudiar problemas de la educación y la enseñanza, se ha planteado la discusión sobre cuál es el objetivo más deseable de la escuela entre dos: transmitir conocimientos en cantidad —suma de conocimientos— o desarrollar capacidades cognoscitivas, o sea despertar el afán por el descubrimiento, por la creación, por la inventiva —formación de hábitos de trabajo—. Entendemos que son los dos aspectos los que deben favorecerse por igual y simultáneamente, y en eso radica la calidad de la enseñanza. El espíritu creador, la capacidad de investigación, la inventiva, el afán de conocer hechos y fenómenos, de penetrar en los secretos de lo desconocido, todo esto surge con naturalidad en la misma vida de la escuela cuando existen posibilidades para ello, medios con qué trabajar, capacidad organizativa, sentido de la disciplina y un ambiente de libertad, concebida ésta como expresión de las necesidades vivas de la tarea escolar y de la confianza que cada uno de los educandos tiene con el maestro, con el profesor. Sin embargo, el factor más importante para estimular el espíritu creador y la capacidad investigativa está determinado por la actividad práctica de la escuela, por la organización del trabajo y los métodos que se aplican. Pongamos a los escolares ante tareas concretas de las que tienen que responder, hagamos que ellos comprendan la significación que tiene observar un proceso —supongamos, la germinación de una semilla, el desarrollo de una planta—; procuremos que estén atentos a sus particularidades y, sobre todo, que se den cuenta de cómo el trabajo del hombre determina que de una semilla —la del ejemplo anterior— se produzcan muchas, cientos de ellas al final del proceso, cómo el trabajo crea bienes, y veremos entonces el interés que esta observación despierta en los educandos, cómo se manifiesta en ellos el afán por el descubrimiento, por la creación. Si esto lo llevamos a cabo paralelamente a una actitud de estudio, que nos conduzca a asimilar conocimientos, a analizar las actividades en todos sus detalles, a ver los fenómenos en sus relaciones mutuas, a estudiar los métodos y los resultados obtenidos —estudio crítico—, entonces, el interés por hacer las cosas mejor, por eliminar obstáculos y deficiencias nos habrá de llevar, sin duda alguna, a resultados insospechados. Precisamente el ambiente general que se forma en la construcción del socialismo, la penetración constante de las ideas de superación, de progreso continuado, de desarrollo ascendente en todos los órdenes, que se respira en el conjunto de la sociedad, penetra también en la conciencia de los educandos y hace la tarea mucho más {20} fácil. He ahí un aspecto importante que favorece la educación moral. Conjuntamente con este propósito se halla estrechamente vinculada la orientación dada en el sentido de crear en los educandos el afán por indagar las causas que determinan los fenómenos' "el porqué de las cosas, la actitud de rebeldía ante las respuestas que no aclaran". Todo ello quiere decir formar la conciencia del educando de tal manera que se desarrolle en él una actitud científica, la capacidad de pensar críticamente, de analizar los hechos, sus causas y sus resultados, de saber descubrir qué es lo positivo, lo que se manifiesta en un sentido ascendente, y lo que es negativo, lo que entorpece el desarrollo progresivo. Estrechamente vinculado a ello hay que despertar y robustecer el afán noble y humano de poner su saber al servicio de la colectividad, para contribuir a la obtención de bienes materiales y espirituales que embellezcan la vida, que hagan felices a los hombres. Para todo esto, como dice el Ministro, "Trabajar sobre lo concreto, distinguir en cada tarea lo esencial de la misma, ir al tronco mismo del árbol y no andar por las ramas, beber todos de las experiencias de Fidel." {21} VI - Situación Privilegiada para desarrollar la nueva conciencia social

En la misma Asamblea Nacional de Organismos Populares de la Educación a la que hemos hecho referencia con citas de la intervención del Ministro se produjo también un importante discurso del compañero Armando Hart (agosto 28, de 1965), como miembro de la Dirección Nacional del Partido. "El problema de la orientación moral de la juventud —dijo— viene preocupando desde hace tiempo a la dirección de la Revolución y es bueno que se plantee aquí." (9) Con tal motivo ofrece una serie de orientaciones. Destaca, como cuestión previa, "la situación privilegiada que tenemos para desarrollar la nueva conciencia social". ¿Por qué existe esta situación especial de privilegio? Por dos razones: una de ellas, "por la combatividad y la conciencia revolucionaria de nuestra juventud"; la otra, "por la alta conciencia que tiene el Gobierno Revolucionario sobre esta cuestión". Estos dos aspectos constituyen para nosotros, maestros y profesores una "razón suficiente" para tomar esta tarea con el mayor interés, con el mayor entusiasmo. En nuestra condición de maestros, de educadores, no podemos desear condiciones más adecuadas. Esta realidad objetiva, es decir, «sta situación que nos viene dada por las condiciones políticas y sociales del ambiente en que vivimos, creado por la Revolución, exige de nosotros agudizar nuestra capacidad de educadores, nuestra condición de maestros proletarios, para aprovecharla en la justa medida que reclaman los intereses de la juventud, los intereses de la sociedad en su conjunto, y, por otra parte, para responder adecuadamente a las preocupaciones de la Dirección de la Revolución. ¿Cómo debemos aprovechar adecuadamente estas circunstancias favorables? El doctor Armando Hart señaló la diferencia substancial que existe entre la concepción de la moral en la sociedad capitalista, la moral basada en la religión, en la creencia en Dios todopoderoso, en la esperanza del cielo, como premio a las virtudes, o el temor al infierno, como castigo a las maldades, en contraposición a la moral proletaria, que se impone por la razón, por el convencimiento, porque tiene el apoyo de las masas; que se funda en el desarrollo de la ciencia y la técnica, en el trabajo, y responde a los intereses de la clase obrera. La moral burguesa toma como base ideas fantásticas o ideas absolutas, desligadas de la realidad. Así, bajo la inspiración del sacerdote norteamericano, Frank Buchman, ya fallecido, surgió hace algún tiempo un pretendido movimiento bautizado con el pomposo nombre de Rearme Moral, que se propone transformar el mundo del mal en un mundo de prosperidad para todos siguiendo el camino señalado por cuatro virtudes: desinterés, {22} amor, honradez y pureza absolutos. Que todo el mundo siga estas cuatro virtudes —dicen los integrantes de ese movimiento— y los hombres serán felices. Los ricos serán desinteresados, buenos y puros, y los pobres, por amor, conquistarán mejores posiciones. Durante tres días o cuatro al año, los millonarios norteamericanos del movimiento y algunos magnates de "sangre azul", de la vieja aristocracia trasnochada, se reúnen en el balneario de Caux, en Suiza, donde tales potentados limpian las botas a los pobres, abrazan a los obreros desconocidos, friegan los cacharros de cocina y les sirven la comida a los desheredados. Pero esta comedia dura sólo este tiempo: tres o cuatro días nada más. Luego, el elenco de artistas dirigentes del Rearme Moral vuelven a sus mansiones, a sus negocios, a su vida diaria de lujos y comodidades, y los obreros regresan a las fábricas y talleres, los mendigos a pedir limosna y los desheredados todos a soñar en el mundo de la bondad, de prosperidad, de amor y de pureza que vivieron en esos breves días, mientras la realidad los mantiene esclavos del hambre y la miseria (10). La burguesía, al proyectar una vida ultraterrena con la imagen de un mundo feliz, trata de desviar con ello la preocupación de las masas por este mundo, por el único que existe; trata de alejarlas del camino de la lucha y de la Revolución. Otro tanto pretende hacer con la escenificación de ideas absolutas. Pero el desarrollo de la ciencia y la técnica, el progreso de la sociedad humana y las necesidades cada día mayores de una vida mejor para todos los hombres, en este mundo real en que vivimos, ponen al desnudo todas las lucubraciones fantásticas de la Religión y las egoístas preocupaciones de la burguesía. Con ello plantean la crisis de la moral burguesa, la confusión espiritual de las clases dirigentes de la sociedad capitalista y de sus ideólogos, que tratan, por encima de todo, de dejar las cosas como están, de mantener los privilegios para la minoría de los poseedores de las fuentes de producción y de riqueza. Los principios morales creados históricamente por las masas en sus relaciones humanas, muchos de ellos desnaturalizados y desvirtuados por la burguesía que a su vez ha impuesto su propia moral de clase, son ahora revalorizados con las experiencias de la lucha revolucionaria de los trabajadores contra el poder del capital y en la construcción del socialismo, precisamente para realizar a plenitud las transformaciones profundas que hagan de nuestro mundo, de nuestra única vida —la vida que empieza con el nacimiento y culmina con la muerte—, la plena posibilidad de que todos los hombres y mujeres sean felices, que todos puedan crearse y recrearse continuamente en la plena satisfacción de las necesidades materiales y espirituales. Por eso es que nosotros, en Cuba, tenemos las condiciones objetivas más favorables para esta gran tarea. Nuestro sentido de responsabilidad nos obliga a poner en marcha —bajo la orientación del partido— los instrumentos necesarios para aprovechar al máximo tales posibilidades, contribuyendo con nuestro esfuerzo educativo a la tarea de formar el hombre nuevo, constructor del socialismo y del comunismo. {23} VII - La Nueva Moral ha de ser Fruto de la Actividad Productiva La experiencia histórica acumulada por la sociedad en materia de educación señala cómo la moral surge de la actividad práctica de los hombres. De ahí la necesidad de organizar la actividad productiva y social de los hombres, ya que el contenido de la nueva moral debe materializarse en los hechos, en la conducta, en la actividad laboral, que es donde se expresa la capacidad, el saber y la calidad de los hombres. {24}{25} {fotos de obreros}

La experiencia histórica acumulada por la sociedad en materia de educación señala como la moral surge de la actividad práctica de los hombres. De ahí la necesidad de organizar la actividad productiva y social de los jóvenes, ya que el contenido de la nueva moral debe materializarse en los hechos, en la conducta, en la actividad laboral, que es donde se expresa la capacidad, el saber y la calidad de los hombres. Ahí es donde hemos de concentrar la atención en tres direcciones principales, lo mismo en la enseñanza primaria que en los niveles superiores. La primera dirección es el trabajo de estudio. La primera obligación revolucionaria de un estudiante es estudiar y estudiar bien. Que el alumno sienta la necesidad de asimilar conocimientos como la primera preocupación de sus obligaciones diarias. Organizar bien, en cada caso concreto, el estudio individual, personal, con determinadas horas diarias y en lugar adecuado, ya sea en su casa o en los locales escolares. Enseñarle a estudiar por sí solo. Ponerlo en condiciones adecuadas, señalando las normas concretas para una correcta asimilación de los conocimientos y su correspondiente fijación en la memoria, con la clara concepción de que estudiar es un trabajo responsable, es decir, una tarea planificada que tiene determinados objetivos y que se propone fines productivos concretos. Con el trabajo de estudio se producen cambios cuantitativos y cualitativos; el estudiante va pasando al conocimiento de las cosas {26} acumulando datos y experiencias, enriqueciendo sus representaciones. Organizar adecuadamente la confrontación colectiva del estudio, los equipos, que deberán desarrollar el espíritu de ayuda mutua, la confianza, la sinceridad, el estímulo colectivo necesario para el desarrollo del joven. Esta es una tarea muy importante, pero debe organizarse bien para que rinda los frutos necesarios. De ninguna manera puede substituir el estudio individual, sino completarlo, perfeccionarlo, estimularlo, para que el alumno sienta el valor del colectivo y adquiera los hábitos correspondientes '">. Nos referimos, en segundo lugar, a la organización de la actividad productiva y social de los jóvenes. A este respecto se señala que "el tiempo ocioso es precisamente el caldo de cultivo para cualquier actividad antisocial e inmoral". Pues bien, aquí es donde cabe pensar, entre otras cosas ligadas a esto, en la actividad de la que García Galló se hizo eco en un reciente artículo publicado en Granma (lunes 25 de octubre), la formación de una conciencia agropecuaria. La atención a las necesidades del desarrollo agropecuario obliga a la juventud a tomar parte en tareas sociales productivas en esta rama de la producción. Sobre este aspecto podemos citar el ejemplo de la Delegación Ejemplar al Festival de la Juventud, que dedicó unos días a la repoblación forestal en un sector de Oriente, cumpliendo la meta antes del tiempo señalado. Cabe señalar también los esfuerzos que se hacen, domingo a domingo, en trabajo voluntario al campo, realizando determinadas labores agrícolas, alumnos y profesores de algunas escuelas; sin embargo, esto es todavía insuficiente. Hace falta generalizar el esfuerzo. El conocimiento de nuestras posibilidades en este terreno y, sobre todo, la necesidad de asegurar el cumplimiento de los grandes planes en perspectiva que el Gobierno se ha trazado —diez millones de toneladas de azúcar en 1970, además del desarrollo intensivo de la ganadería— (12> constituyen estímulos apasionantes, de "gran contenido heroico y patriótico", como reclama Armando Hart, para promover el interés de los jóvenes en esa dirección, en el tiempo disponible, ya sea diariamente en muchos lugares en que esto es posible, o durante los fines de semana, así como especialmente en las vacaciones. Al mismo tiempo hay que considerar, además, otras actividades productivas, de carácter técnico y científico, que surgen como resultado del desarrollo de las fuerzas productivas y de la aplicación de la enseñanza politécnica en nuestras instituciones escolares. Está claro que una actividad de esta naturaleza debe organizarse en colaboración con los organismos del Partido, de la Juventud y los de masas ligados a la escuela, en cada lugar determinado. La tercera dirección que creemos necesario destacar es la organización de actividades recreativas y deportivas de la juventud. No nos extenderemos en este aspecto. Sólo lo mencionamos para dejar constancia de la importancia y significación que tiene. El INDER está llevando a cabo una gran labor, en la que los maestros colaboran, y la Juventud Comunista se esfuerza en lograr la participación masiva de todos los jóvenes. Existen todavía algunos casos de ejemplos negativos entre la juventud, herencia dolorosa del pasado, que son fácil presa de desviaciones inmorales, perversas inclusive —casos de afeminamiento en hombres, de homosexualismo y ligereza sexual en varones y hembras—, que sólo con una severa y rigurosa organización de la vida personal, con una responsable actividad de trabajo y estudio se pueden contrarrestar. Y sobre todo, con la acción educativa -de la colectividad. {27} La atención a las necesidades del desarrollo agropecuario obliga a la juventud a tomar parte en tareas sociales productivas de esta rama de la producción. VIII - La Tarea Esencial de la Joven Generación El 21 de octubre pasado, en el discurso de clausura de los actos celebrados con motivo del V Aniversario de la integración del Movimiento Juvenil Cubano, Fidel Castro dijo: ¿Y quiénes vivirán en el comunismo? Nuestros jóvenes, nuestros niños, las nuevas generaciones, que crecerán y se formarán con una conciencia social nueva. Y por eso a ustedes, compañeros de la Juventud, la generación que hizo el socialismo a ustedes entregará la antorcha para que la lleven adelante, hacia el comunismo. Y esa será la tarea esencial, la extraordinaria tarea histórica de nuestra nueva

generación. Llevar la antorcha hacia adelante, hacia el comunismo. He ahí el contenido esencial que la educación debe tener en cuenta en la actual etapa histórica. La realización de este objetivo supone esfuerzos extraordinarios. Pero es el compromiso que los educadores tenemos en el momento en que vivimos, ante nuestra sociedad, y debemos cumplirlo. No nos extenderemos en mencionar las distintas ocasiones en que el Primer Ministro ha hecho referencia a esta tarea esencia!, lo que refleja la preocupación constante del Gobierno Revolucionario. Baste señalar, como dato reciente, la parte que se refiere 'a ello en el final de su discurso del 7 de noviembre pasado, con motivo del 48 Aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre, en Holguín, al inaugurar el Hospital "Lenin" de aquella ciudad. El sociaüsmo y el comunismo aspiran a que cada hombre, cada ser humano, tenga lo que necesita. Y con el trabajo del hombre, con la productividad de nuestro trabajo, con la técnica, la sociedad humana pueda producir lo suficiente para satisfacer todas las necesidades del ser humano. Y no habrá sociedad más libre, no habrá sociedad superior, no habrá sociedad más justa, no habrá sociedad más humana, no habrá sociedad más feliz. Ese es el camino que la Revolución traza, ese es el objetivo que la Revolución busca, y lo busca con tesón, con fe, con esfuerzo, con trabajo, con sacrificio, sin demagogia, sin falsas promesas. Los maestros y profesores, trabajadores de la enseñanza, que tenemos una parte de la responsabilidad en la educación de la juventud, en su formación moral, debemos tomar buena nota de estas orientaciones, a la vez que nosotros mismos debemos desplegar nuestras fuerzas y poner en acción las posibilidades que tenemos para cumplir nuestra parte en esta gran tarea "con tesón, con fe, con esfuerzo, con trabajo, con sacri{30} El contacto permanente con el Ejército Revolucionario, que es un ejército de nuevo tipo, popular, defensor de los intereses de los trabajadores pertrechado de las ideas revolucionarias, contribuirá a fortalecer los más altos principios del espíritu colectivo, la disciplina consciente, el amor a la Patria, la lucha por los intereses de la clase obrera. {Foto FAR} {31} En la etapa actual del desarrollo de la sociedad no podemos considerar problema alguno al margen de la situación concreta que nuestro país vive, acosado por el imperialismo y, agredido por los imperialistas yanquis, máxime si tenemos en cuenta que este poderoso enemigo se halla tan cerca de nuestra Patria, a 90 millas de nuestras costas y con la base naval de Caimanera en nuestro propio territorio, ilegalmente ocupada por ellos. De ahí que como parte importantísima de la preocupación de nuestra juventud debe ser la defensa de la Patria, su vinculación estrecha con los miembros de nuestro Ejército Revolucionario y la misma preparación combativa de los jóvenes. Recientemente se han promovido todo un conjunto de actividades para establecer contactos con los miembros de las FAR en cada localidad; hemos visto cómo los alumnos de nuestras escuelas visitan a los soldados y cómo éstos van a las escuelas, creando lazos de amistad y de comprensión, partiendo del principio que señala a nuestro Ejército como brazo armado del pueblo, como instrumento vigilante que defiende la Revolución y está siempre alerta para responder los ataques enemigos. Entendemos que es necesario que nuestros jóvenes comprendan con claridad la necesidad de participar en su preparación combativa, para la defensa de la Patria, y no solamente esto, sino que, además, el contacto con el Ejército Revolucionario, que es un ejército de nuevo tipo, popular, defensor de los intereses de los trabajadores, pertrechado de las ideas revolucionarias y del internacionalismo proletario, contribuirá a fortalecer los más altos principios morales que venimos señalando, como son el espíritu colectivo, la disciplina consciente, el amor a la patria, la lucha por los intereses de la clase obrera, etc. Por ello presentamos este aspecto como uno de los que deber, tomarse en cuenta, con la mayor fuerza posible, para inculcar en los educandos sentimientos de admiración, de amistad y de camaradería hacia nuestras fuerzas armadas. Insistimos e insistiremos en la necesidad de establecer los lazos más estrechos, organizando visitas, entrevistas mutuas, encuentros, asistiendo a éstos, etc. {31} IX - La Superación Ideológica de los Maestros Esta preocupación por parte de los maestros ha de llevarnos a nuestra propia superación continuada. Esta debe ser una tarea permanente que ha de encontrar su fundamento en el estudio y asimilación de las experiencias que la clase obrera ha acumulado en el curso de sus luchas y, sobre todo, en nuestra propia experiencia revolucionaria peculiar. El doctor García Galló, Secretario General del SNTEC, ha reflejado esta necesidad en tres valiosos artículos, publicados recientemente en El Mundo bajo el título general "¿Cómo podemos ser mejores maestros?" (14> Nuestro dirigente señala la necesidad de "pertrecharnos en el arsenal de nuestra filosofía". 'Aprender la economía política marxista, .. . conocer la estrategia y la táctica del socialismo". Y formula un plan general que abarca desde la concepción marxista-leninista del mundo hasta un programa sintético de superación moral, reclamando, al mismo tiempo, el estudio de los clásicos del marxismo, Marx, Engels, Lenin, así como documentos tan importantes como La Historia me Absolverá, la Primera y Segunda Declaración de La Habana y los discursos de Fidel y demás dirigentes de la Revolución. Es decir. García Galló se preocupa de que nuestra formación tenga una profunda base en los principios universales de la lucha del movimiento obrero, en sus clásicos, y se nutra en nuestras experiencias propias, que son parte importante del conjunto universal de la lucha de los trabajadores.

Al mismo tiempo señala que la superación moral no hay que verla solamente como una cuestión teórica, sino que debemos "hacer hincapié en los problemas de la conducta". Se trata, por tanto, de una actitud concreta en la vida real, en la práctica social, en la actividad escolar y en nuestras relaciones mutuas. Creemos que debemos consignar aquí los postulados a los que García Galló se refiere para que nuestra conducta sea más elevada. 1. Sentido de lo colectivo. Desarraigo de toda manifestación de individualismo estrecho. Dar de sí cuánto se puede para el bien común. 2. Preocupación y cuidado por la propiedad social. Las escuelas, los libros, los materiales de nuestras aulas; las fábricas, la tierra, las instalaciones de los centros de producción; los parques, los jardines, los teatros y cines, etc., son bienes del pueblo. Son nuestros. Debemos velar por ellos. Conservarlos, Embellecerlos. {32} 3. Sentido de amor por el trabajo, que crea los bienes, Nuestra sociedad no sólo excluye el parasitismo, sino que honra y glorifica el trabajo que es la fuerza que nos libera de la ciega necesidad de la miseria. 4. Internacionalismo proletario, que es el sentimiento de solidaridad con los trabajadores del mundo; que no excluye, sino que se conjuga con el amor a esta patria nuestra de bellas tradiciones libertarias. 5. Honestidad y sinceridad en nuestros actos, que supone también el combate al oportunismo y a toda manifestación de aprovechamiento, de "talladera" de "pinas", de fraccionalismo y tantas otras formas deleznables de conducta que todavía se expresan como un rezago del pasado bochornoso, Empleo del método crítico y autocrítico socialista. 6. Atención preferente a la emulación socialista, no sólo por el hecho de lo que ella representa, como motor de la producción en nuestro sistema social, sino porque es una forma efectiva de transformar nuestras concepciones morales. 7. Lucha contra toda manifestación de vicios y de lacras sociales morales. Contra el alcoholismo, el juego de azar y la prostitución, la inversión sexual y las drogas, que corrompen y debilitan a los pueblos. 8. Lucha consecuente por eliminar las supersticiones de todo tipo. Las supersticiones del temor ante lo desconocido y de la ignorancia. Los explotadores y sus agentes aprovechan estas debilidades de nuestra formación para introducir la división en el pueblo, para desviar a las masas de la lucha por mejores condiciones de vida. 9. Vigilancia permanente sobre los enemigos de nuestro pueblo. No bajar la guardia. No dar pie a que fructifique la cizaña del divisionismo entre nosotros. Presentar siempre un sólido frente unido, orientados por la alta dirección de la Revolución y en estrecho contacto con las instancias de nuestro medio. Como se apreciará fácilmente, seguir estos postulados significa tener firmes convicciones, estar compenetrados con la ideología y la moral comunistas, poseer una conciencia elevada, amplios conocimientos y firme voluntad. Nuestra juventud y todo nuestro pueblo han dado pruebas en muchas ocasiones de tener una gran combatividad y un alto sentido revolucionario. No hay más que recordar la Campaña de Alfabetización, en 1961, que movilizó a tantas decenas de miles de jóvenes, de jovencitas y personas ya maduras, por llanos y montañas, bajo el impulso del deber patriótico, que fue ampliamente cumplido. Cabe señalar también la tarea heroica de los contingentes de jóvenes maestros de la Brigada Frank País, que penetraron en las lomas más intrincadas, hasta donde hubiera niños para enseñar, y allí se forjaron como maestros, como educadores, como revolucionarios conscientes, porque aprendieron en la misma vida las grandes experiencias que forman {33} recias voluntades. Debemos hacer mención de la firmeza demostrada por el pueblo cubano ante la Crisis del Caribe, en octubre de 1962, cuando los cañones del imperialismo, sus armas más terribles, apuntaban nuestras costas con el intento de doblegar la moral combativa de la Revolución. Y son cientos de miles los ejemplos que se suceden día a día, que reflejan la fe inquebrantable de los mejores exponentes de nuestro pueblo, de nuestros trabajadores, y entre ellos, de los profesionales de la enseñanza, en la causa más sublime, la causa del socialismo y del comunismo. De ahí que nuestra responsabilidad como educadores sea mayor, porque es bien sabido que en cuestiones de educación moral, el método mejor para influir en la conciencia del educando es el ejemplo vivo del maestro, su conducta, su actividad diaria, su abnegación y entusiasmo, su dedicación al servicio de la clase trabajadora y del pueblo, su confianza plena en el porvenir magnífico de la patria. "Estudiar más para servir mejor a la Patria Socialista". {34} X ORGANIZACIÓN Toda tarea importante requiere, como ya antes lo hemos señalado, una organización adecuada. En este caso concreto, la organización debe empezar por distribuir bien el tiempo diario de nuestras ocupaciones personales, porque, en primer lugar, el director principal de la labor de superación debe ser cada uno de nosotros mismos. Y el trabajo fundamental ha de ser el que cada uno realice individualmente: trabajo de estudio, de observación y de crítica. Es decir, estudio en los libros, estudio en la vida —los hechos y fenómenos de la realidad, lo mismo en el orden general, en el mundo, en el país, que en el lugar correcto en que nos encontramos trabajando— y análisis crítico y autocrítico de tales hechos. De ahí surge la necesidad de dedicar unas horas al día, por ejemplo, dos horas, a esta tarea individual. Será ya un esfuerzo saludable de educación moral, de autoeducación, cumplir rigurosamente este requisito.

En segundo lugar, a través de las organizaciones en que estamos encuadrados y bajo la dirección del Partido, hemos de formar parte de un sistema colectivo de superación. Ya sea por medio de la organización escolar, del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza o de los organismos del Ministerio, o en perfecta coordinación con estos elementos, debemos participar en sesiones especiales de discusión colectiva, responsable, planificada, que cumpla un programa. Esto es absolutamente necesario. En estas sesiones, que deben seguir un ritmo estable, por ejemplo, de una vez cada semana, además de la discusión regular de los temas estudiados individualmente de acuerdo con el programa deben plantearse informaciones e intercambiar opiniones sobre los problemas de la política general del Gobierno Revolucionario, los discursos y comparecencias de Fidel Castro, los planes de la producción, de la educación, de la cultura, la ciencia y la técnica que se impulsan, así como las orientaciones que ofrecen el Ministerio de Educación y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza. Estas tareas deben ser evaluadas. {35} XI LOS MÉTODOS Este es un aspecto capital para asegurar el éxito. Los métodos de trabajo constituyen tal vez el primer problema importante para nuestra propia educación moral, para la formación de la personalidad comunista, para adaptar nuestro sistema individual y colectivo de trabajo al estilo comunista. Lo primero que hay que tener en cuenta en relación con los métodos es el espíritu colectivo, el sentido de colaboración, la ayuda fraternal. De ahí surge la necesidad de actuar, en todos los casos, en un ambiente de plena confianza, de armonía, de amistad. Insistimos, de amistad plena y sin reservas. "Actitud humana y respeto reciproco entre los individuos: el hombre es amigo, camarada y hermano de sus semejantes", se proclama en el punto sexto del Código moral de las constructores del comunismo (5). Claro, la amistad tiene un criterio de valoración de cuyos límites no nos debemos salir: es la entrañable y apasionada vinculación a los principios revolucionarios, a los principios de la clase obrera, al marxismo-leninismo, a la obra de la Revolución Aspiramos a una sociedad en la que este principio moral tenga la más completa realización. Pues bien, ya nosotros, desde ahora, debemos y podemos actuar con este contenido. Por otra parte, hace falta atender también otra cuestión muy significativa en relación con los métodos: se trata del ritmo de trabajo. Un organismo funciona cada vez mejor en la medida en que realmente actúa, en la medida en que efectivamente trabaja; en cuanto sabe interesar en la tarea a la mayor cantidad de hombres y mujeres que forman parte del mismo. Esta incorporación masiva debe ser promovida y estimulada por todos, bajo la convicción de que es justa y necesaria. Si actuamos con desgano, de una manera formal; si se hacen reuniones de colectivos de estudio sólo por cumplir un requisito o bajo un ordenamiento compulsivo, como una obligación molesta, viene entonces el desinterés general y cuesta mucho llevar adelante las tareas. Por ello es muy importante asegurar un ritmo continuado de movilización, de realización de actividades interesantes, de colectivos bien preparados, en un ambiente de responsabilidad por parte de todos sus miembros, puntualidad en las reuniones, amplia participación activa de los componentes, discusión crítica y autocrítica llevada a cabo con el fin creador, estimulante, en fin, mantener siempre una actitud de superación que permita el máximo florecimiento de los talentos, las capacidades y las iniciativas de todos, puestos al servicio de la gran tarea histórica que la sociedad nos confía. Debe consignarse como método especial de trabajo, la emulación socialista, que forma parte de cualquier tipo de actividad. En lo que se refiere a nuestra función de enseñanza debe organizarse considerando los aspectos mencionados en relación con la calidad del trabajo, el espíritu de colaboración y ayuda mutua, la superación individual y colectiva, y, en fin, con todas las particularidades que estimulan el más amplio desarrollo. Lo primero que hay que tener en cuenta en relación con los métodos, es el espíritu colectivo de trabajo al estilo comunista. {37} XII BIBLIOGRAFIA La Revolución pone en nuestras manos múltiples y valiosos instrumentos, libros de alta calidad y publicaciones a nuestro alcance en cualquier lugar del país. Es saludable el esfuerzo de la Editora Política, de la Enciclopedia Popular, de la Editora del Consejo Nacional de Universidades, que ofrecen una gran variedad y cantidad de textos para satisfacer las demandas de superación de nuestro pueblo. Los distintos organismos del Ministerio de Educación, por su parte, nos brindan todo cuanto necesitamos para penetrar en el conocimiento científico de cualquier rama. Podemos ir creando nuestra biblioteca personal, bien nutrida, tarea que debe formar parte de la organización de nuestro trabajo. Citaremos algunos títulos necesarios para esta labor de educación moral. Un manual precioso, V. G. Afanasiev, Fundamentos de los conocimientos filosóficos, Editora política, La Habana, 1963, $2.50. En sus 474 páginas ofrece lo esencial para conocer bien, con claridad plena, lo que es la filosofía marxista, el materialismo dialéctico y el materialismo histórico; conocimientos que deben constituir el punto de partida para toda tarea de superación ideológica. Puede tomarse como excelente. P. Nikitin, dos libros: uno, el Manual de economía política, ya

muy conocido, y otro ¿Qué es el comunismo?, Ed. Pol., 212 págs. un peso, que expone muy sencillamente el contenido de lo que será "el futuro luminoso de toda la humanidad", con firmes razones, que son producto de la investigación científica, para afirmar nuestras convicciones en bases sólidas. La serie de foletos de L. F. Ilichov, tomados del libro Bases del conocimiento político, uno de los cuales La educación comunista de los trabajadores expone con razones evidentes por qué el Partido concede tanta importancia a la educación comunista, qué cualidades hay que cultivar en los hombres y cómo se debe llevar a cabo esta educación, de una manera sistemática. Otra serie de folletos, de Kelle y Kovalzon, que constituyen los capítulos del libro Formas de la conciencia social, se han publicado con los títulos de esos capítulos: La ideología política, La moral La religión. El arte, etc. Hay otros muchos títulos, de fácil adquisición, como S. Utkin, Principios de la moral comunista. La moral comunista y la existencia. Crítica de los sistemas éticos burgueses contemporáneos, etc.; R. M. Samsonov, Formación y fortalecimiento del colectivismo y superación de las supervivencias del individualismo; de A. A. Gla-zachev, El trabajo socialista, medio {38} fundamental de formación del hombre nuevo; de I, T. Levikin, El papel de las condiciones objetivas y de los factores subjetivos en la educación de los trabajadores, etc. Todos esos libros y otros muchos que nos ofrecen los medios de divulgación que tenemos, así como otros más especializados, como Alcira Legazpi de Arizmendi, Pedagogía y marxismo que ya ha aparecido impreso en Cuba; los Problemas teóricos sobre educación, libro editado por las EIR, recopilando trabajos de diversos autores, constituyen un precioso arsenal que nos permite emprender bien esta tarea impostergable. A todo esto, repetimos, debemos añadir nuestras propias realizaciones, las experiencias de la Revolución, la información que nos viene a través del periódico Granma, órgano del C. C. del Partido, la revista Cuba socialista y demás instrumentos que no deben faltar en la biblioteca de un maestro, de un educador. Una mención especial debemos hacer a la revista Escuela y Revolución en Cuba, órgano del MIN ED y del SNTEC, cuyos cuatro primeros números son prometedores de una eficiente tarea de divulgación que ha de contribuir en una parte importante a la superación individual y colectiva de los trabajadores de la enseñanza. {39} XIII La Grandeza de un Comunista En la noche del día 3 de octubre de 1965, cuando en el antiguo periódico Hoy se hizo la despedida del que fue su último director Blas Roca, el comandante Fidel Castro, al hacer el resumen del acto pronunció hermosas palabras en relación con el compañero Blas Roca, algunos de cuyos párrafos son los siguientes: Yo quiero poner de relieve un sentimiento que es de todos y mío personalmente: mi admiración personal hacia el compañero Blas, admiración que es producto de estos últimos años en que hemos estado tan juntos. Es mi deber destacar aquí toda la grandeza que he podido apreciar en el compañero Blas, des tacar aquí toda su modestia, toda la humildad que he podido apreciar en el compañero Blas; que cuando nace ya Blas era ese espíritu con que siempre ha puesto por delante todas las cosas de la Revolución y del Partido. Y eso lo digo en mi condición de Secretario General de nuestro Partido, cargo que ocupó Blas durante muchos años. Y ha habido aquí una cosa de relación humana, del hombre comunista, y que, determinado por una serie de circunstancias que nos dieron a cada uno de nosotros un papel en esta lucha, que dieron lugar a que el hombre nuevo viniera a sustituir al hombre que ya era comunista desde cuando aquel que lo iba a sustituir no había nacido, que ya era un consecuente defensor de las ideas marxistas, de las ideas socialistas. Y nunca le hemos visto la menor sombra de egoísmo ante el hecho de que un hombre joven viniera a ocupar su lugar. Blas es de origen proletario, yo no lo soy, pero no puedo sentir responsabilidad; nadie puede determinar a qué clase va a pertenecer cuando viene al mundo. Para mí es un motivo de satisfacción y orgullo haber superado todas esas circunstancias, no haber sido un reaccionario, un hombre de ideas retrógradas. Ese es otro ejemplo de grandeza de Blas, el hombre que no tuvo el prejuicio, que nal tuvo a menos ni siquiera que no fuera de origen proletario el que viniera a ocupar el cargo de Secretario General del Partido de los proletarios. Nadie mejor que yo puede dar fe de esa actitud. Tengo el deber de expresar el sentimiento ante ustedes y ante el pueblo de que el compañero Blas se ha ganado el derecho a vivir muchos años, a ser admirado, a ser querido por todos nosotros; se ha ganado este derecho, ese único premio que no son los cargos ni los honores, Y quiero recordar una de las frases de Martí que más me han impresionado: "Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz". La mayor satisfacción de Blas es ver la realización de sus ideales honestos, la realización de las cosas por las cuales luchó; ver cómo marcha el pueblo por el camino del socialismo y del comunismo. XIV Solidaridad El año 1966 ha comenzado en nuestra patria con el acontecimiento de mayor importancia que se ha producido en la historia revolucionaria de los pueblos del mundo: la Primera Conferencia de Solidaridad de los Pueblos de1 Asia, África y América Latina, que tuvo lugar en La Habana durante los días comprendidos entre el 3 y el 15 de enero. Fidel hizo resaltar esta característica en el discurso de clausura, el día 15. Dijo:

Nunca había tenido lugar una reunión de tal amplitud y de tal magnitud, en que las representaciones revolucionarias de ochenta y dos pueblos se reunieran para discutir problemas de interés común. Nunca ha habido una reunión tan amplia, porque aquí han estado representados los pueblos de tres continentes, los movimientos revolucionarios de los pueblos de tres continentes, que tienen una común posición antiimperialista, que representan la lucha de los pueblos desde distintas ideas o posiciones filosóficas, o desde distintas creencias religiosas, representativas en muchas ocasiones de distintas ideologías, :>ero que tienen algo de común: o más común que une hoy a los pueblos de estos tres continentes y de todo el mundo, que es la lucha contra el imperialismo. ¿Qué relación tiene este hecho con el problema de la formación moral de la juventud, con nuestra tarea de maestros, de profesores, de educadores? Desde luego, esta gran Conferencia Tricontinental, lo mismo por su carácter representativo que por su significación ideológica, como por los acuerdos y resoluciones que se tomaron, tiene una gran importancia para todos los educadores revolucionarios. El último apartado del Código moral de los constructores del Comunismo, documento al que antes hemos hecho referencia, dice: "...solidaridad fraternal con los trabajadores de todos los países, con todos los pueblos." Y en los postulados que García Galló señala, como ya lo hemos visto, para orientar y dirigir la educación moral de los nuevas generaciones, se menciona el "internacionalismo proletario, que es el sentimiento de solidaridad con todos los trabajadores del mundo," destacando que este principio constituye uno de los fundamentos de nuestra moral, la moral comunista. La lucha de los pueblos por una vida mejor, por la eliminación de las contradicciones antagónicas entre los hombres es indivisible. Carlos Marx y Federico Engels, con la consigna "¡Proletarios de {41}todos los países, unios!", con la que terminan el Manifiesto Comunista y el Manifiesto inaugural de la Primera Internacional, señalaron con ella la necesidad de la unidad estrecha de todos los trabajadores, de los proletarios, que hoy se hace extensiva a todos los pueblos y a todas las fuerzas progresistas, antimperialistas, por ser la mejor manera de hacer frente a la actividad agresora de las fuerzas más reaccionarias que ha conocido la sociedad humana, el imperialismo norteamericano y sus agencias. El imperialismo, el colonialismo, que son de hecho la misma cosa, con actitudes parecidas, constituye el enemigo capital de los pueblos en la hora presente, el que se opone a su desarrollo, a su libertad e independencia y mantiene al mundo bajo la amenaza y el peligro constante de destrucción, como lo evidencia con claridad meridiana sus agresiones en Viet-Nam, en la República Dominicana, el Congo (L), el bloqueo a Cuba y su intervención abierta en todos los países en que puede situar sus tentáculos. Esta reunión tiene un significado de primer orden. Los informes que se produjeron, lo mismo el del Secretario General como los de las delegaciones, las discusiones que tuvieron lugar y, de un modo especial, la Declaración General al final de la misma, constituyen preciosos elementos que deben servir para orientar nuestra conducta y nuestras actividades en relación con este problema. De ahí su valor como instrumento de educación moral, como formador de la conciencia de las nuevas generaciones en la solidaridad humana, en la ayuda mutua y fraterna. Merece destacarse el brillante discurso que con tal motivo pronunció Fidel Castro, como resumen de la Conferencia, en el que expresa los sentimientos, las ideas, las opiniones y los propósitos del pueblo cubano; que con sus orientaciones certeras señala el camino correcto a seguir, a la vez que deduce las más brillantes perspectivas para los hombres, para todos los pueblos, a condición de que tales señalamientos se lleven a la práctica en nuestra labor diaria. En Cuba, el año actual ha sido declarado por el pueblo "Año de la Solidaridad". Esto quiere decir que en nuestras labores debe ocupar este aspecto un puesto singular. Hemos señalado la importancia que tiene para nosotros el hecho de que se haya celebrado la Conferencia Tricontinental en La Habana. Esto nos debe hacer pensar que uno de los aspectos que más atraen a la lucha de los pueblos contra el imperialismo es precisamente el ejemplo que dan los países del campo socialista, tanto en que se refiere a su propio desarrollo interno, socialista, y la formación del nuevo hombre, comunista, como por la ayuda que estos países brindan a todos aquellos que luchan con las armas en la mano y con los medios que pueden, así como a los que se liberan y tratan de construir una vida mejor. {42} Cuba ha pasado a ser un país socialista, abanderado por el ejemplo. Las miradas de nuestros hermanos del Continente y las de los pueblos de África y Asia se dirigen hacia nosotros, con admiración y, al mismo tiempo, en busca del mejor estímulo. Esto entraña una gran responsabilidad. Una Organización Latinoamericana de Solidaridad en la lucha antiimperialista ha quedado organizada. Su primera gran conferencia está señalada para el año próximo. Y para el siguiente, 1968, la Segunda Tricontinental. Estas fechas señalan metas que deben servir para nosotros para cumplir los más altos deberes y para alcanzar las más brillantes realizaciones en esta gran tarea de la formación moral de la juventud. "A los pueblos que luchan por su liberación nuestro apoyo incondicional". {43} XV NOTAS

(1) Empleamos la palabra formación en el sentido más amplio, que comprende el desarrollo integral y armónico de la personalidad. (2) "Ser comunista es creer en el hombre". Ver el discurso de Fidel en Santa Clara, el 21 de octubre de 1964, en que expuso ampliamente esta idea. (3) "... las circunstancias se hacen cambiar precisamente por los hombres y ... el propio educador necesita ser educado", dice Marx en la tercera de las Tesis sobre Feuer-bach. (4) También esta idea fue presentada con amplitud por Fidel Castro en el discurso que pronunció en el teatro Chaplin, el día 13 de julio de 1965, con motivo de la graduación de un grupo de Estomatólogos. "Educación y técnica —dijo— son elementos esenciales y, tal vez, los dos más esenciales en la creación de una sociedad comunista. La técnica para crear la abundancia. La educación para crear y formar conciencias. Sin la abundancia, no puede haber comunismo; sin técnica, no puede haber abundancia. Sin conciencia, puede haber abundancia, pero no comunismo." (5) El Mundo, martes 31 de agosto de 1965. (6) "Del sistema [abril, que podemos seguir en detalle leyendo a Roberto Owen, brota el germen de la educación del porvenir, en la que se combinará para todos los chicos a partir de cierta edad el trabajo productivo con la enseñanza y la gimnasia, no sólo como método para intensificar la producción social, sino también como el único método que permite producir hombres plenamente desarrollados." Carlos Marx, El Capital, t. I, Editorial Nacional de Cuba, 1962, página 434. (7) Resolución sobre la politecnización de la enseñanza, reproducida en el folleto editado por el Comité Nacional del SNTEC, La politecnización, oct. 1964, pág. 8 (8) En la Universidad de La Habana, por la Resolución Rectoral número 33/65, se ha establecido obligatoriamente para todo el profesorado la participación en cursos y seminarios de superación política a ideológica. (9) Armando Hart, "Intervención especial sobre cuestiones ideológicas", en la Segunda Asamblea Nacional de Organismos Populares de la Educación, agosto 28 de 1965. Versión mecanografiada del MINED. (10) Eduardo Rosental. El hombre y el humanismo, folleto, Editorial de la Agencia de Prensa Nóvosti. (11) Fórum organizado por la UES, en 1963, Cómo aprender más y mejor. Los estudiantes del Instituto Pedagógico "Enrique José Varona" se han preocupado con mucho interés de este problema. A principios del curso actual, 1965-66, tuvieron una serie de encuentros en los que participaron los alumnos más destacados, para intercambiar opiniones en relación con los métodos más eficaces para el estudio. En todos los casos se destacó la importancia decisiva del estudio individual y la necesidad de organizar adecuadamente la confrontación colectiva en los diversos equipos. (12) Antero Regalado, "Los pequeños agricultores y el plan azucarero para 1970", en Cuba Socialista, núm. 48, agosto de 1965. En este articulo se razona sobre la necesidad de mecanizar y tecnificar la producción azucarera para alcanzar las metas señaladas, tarea que debe ser objeto de preocupación por parte de los maestros y profesores, a fin de que el país esté en condiciones de formar los técnicos y científicos que reclama el desarrollo agrícola. (13) Recomendamos con mucho interés el estudio del libro de P. Nikitin, ¿Qué es el comunismo?, Ed. Pol., 1964, de 212 págs. También el de V. Plat-kovski. Hacia la autogestión social comunista. Ed. en Lenguas Extranjeras, Moscú, 144 págs.

(14) Gaspar Jorge García Galló. "¿Por qué debemos ser mejores maestros?", tres artículos publicados en el diario El Mundo, los días 30 de octubre. 2 de noviembre y 3 de noviembre de 1965. (15) El "Código moral de los constructores del comunismo" forma parte del programa del PCUS, aprobado en el XXII Congreso. Ver el libro Problemas teóricos sobre Pedagogía. página 213. Formación Moral de la Juventud SUMARIO I. II. III. IV. V. VI. VII. VIII. IX. X. XI. XII. XIII. XIV. XV.

Introducción. Formación Moral de la Juventud (presentación). Necesidad de formar el hombre comunista. Educación Integral. Estimular el espíritu creador y la inventiva de nuestros estudiantes. Situación privilegiada para desarrollar la nueva conciencia social. La nueva MORAL ha de ser producto de la actividad productiva. La tarea esencial de la joven generación. La Superación Ideológica de los maestros. Organización. Los métodos. Bibliografía. La grandeza de un comunista. Solidaridad. Notas.

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