Consideraciones acerca de la pintura veneciana del siglo XVI: Tiziano-Veronés.

La pintura veneciana en el siglo XVI: Tiziano y Veronés:

Adolfo García Martínez. Prof. Diego Suárez Quevedo. Arte del siglo XVI. Universidad Complutense Madrid.

I.

Venecia: Nociones acerca de su situación a principios del siglo XVI: El perfecto y más propicio campo de cultivo para la eclosión pictórica que estaba por venir.

II.

Tiziano: Obras sugeridas. Obras elegidas. Sensualismo y humanización.

III.

Paolo Veronese. Vinculación con la ciudad Veneciana y obras elegidas: Colorido lineal.

IV.

Conclusión.

En el presente trabajo, trataremos de abordar diferentes cuestiones que atañen a dos de los maestros por excelencia del fenómeno pictórico veneciano de principios de siglo XVI: Tiziano Vecellio y Paolo Veronese. Analizaremos, pondremos en relación y evaluaremos diversos conceptos de sus labor artística de forma que podamos sacar conclusiones que nos aporten alguna novedad, o que corroboren lo ya escrito. 1. Venecia: Nociones acerca de su situación a principios del siglo XVI: El perfecto y más propicio campo de cultivo para la eclosión pictórica que estaba por venir. A la hora de aproximarnos a este periodo, aún hoy día, podemos encontrar diversas dificultades que nos impiden con exactitud, en cierta manera, proponer y presentar un desarrollo paulatino y conciso en lo que se refiere a algunas obras de dichos autores, o a catalogar con precisión alguna etapa concreta de los artistas. Por ejemplo, en el caso de Tiziano, son muchas las especulaciones que existen en cuanto a su fecha de nacimiento, como podemos atestiguar a través de diversos escritos, tratados o cartas de la época, donde la fechas no coinciden en muchos casos. Esto nos crea un problema, que a simple vista puede parecer una simpleza, ya que de no saber con exactitud dichas cronologías, difícilmente se pueden catalogar o historiar, tanto obras de juventud del artista, como etapas o transiciones que éste pudo alcanzar en vida. 1 Conforme uno se aproxima al periodo, que podríamos denominar, de ‘’eclosión pictórica’’ que acaeció en Venecia a principios de siglo XVI, son muchos los factores a tener en cuenta para comprender las claves que propiciaron este fenomenal suceso. Por un lado, debemos considerar el hecho de que Venecia, durante el siglo XV, había ido absorbiendo las influencias artísticas y los moti quattrocentistas que provenían de la Italia central. 2 De dichas influencias Venecia se nutrió en gran manera, aunque a pesar de ello, siempre manteniendo un estilo y una identidad propia y singular. Los sistemas intelectuales del arte centroitaliano fueron incorporados en gran medida a la manera de hacer veneciana, pero sin imponer nunca su presencia, revestidos, por los pintores

1

Para más información, consultar la obra de Miguel Morán Turina ‘’Tiziano’’, páginas 6, 7, 8,9, donde se detallan la problemática y las diversas fechas que se han propuesto para el nacimiento y la etapa inicial del artista. 2 Con el término de ‘’moti quattrocentista’’ me refiero al conjunto de movimientos culturales y características artísticas del periodo anterior a la pintura veneciana de siglo XVI, que proliferaron en el centro de Italia especialmente.

venecianos, de experiencia sensual. 3 Introduciéndonos en el contexto de la época, Venecia durante los primeros años del siglo XVI, continuaba siendo la ciudad más rica, poderosa y más poblada de Italia. Todo ello contribuyó al hecho de que las artes materiales florecieran de forma voluptuosa, si se me permite la licencia, prácticamente por pura inercia. Nos situamos por tanto, en un periodo crucial para la historia del arte, en el que paralelamente se comienza a abrir una generación entusiasta y juvenil de pintores para los que, la luz, el color, la sensualidad, la luz, y el naturalismo lo serán todo; claramente diferenciada de la tradición quattrocentista, dejada atrás en el tiempo, y la cual será superada de forma sobresaliente por los pintores venecianos que trataremos a continuación. Los protagonistas de este periodo, no dejan de asombrar a cualquiera que se acerque mínimamente a estudiar su obra. Se trata de figuras artísticas que, a pesar de que en muchos casos la crítica les haya considerado diferentes o enfrentados entre sí, podemos afirmar de forma fidedigna que persiguieron infatigablemente una renovación artística basada en la búsqueda eficaz e incondicional de la comunicación emotiva hacia el espectador. La relación más veraz que unirá a los maestros venecianos, en mi opinión, radica en el trato novedoso y pionero hacia conceptos pictóricos que aún no habían sido explorados en absoluto. Como hemos dicho, la emotividad será una de las premisas principales en su pincelada, conseguida ésta a través del colorido natural y la impactante luminosidad. El color se hace más profundo en un aire que está saturado de humedad y vibra por la luz que refleja el mar, la cual es también responsable complejas interacciones cromáticas. El aire posee una textura aparente que se transmite a las superficies que se encuentran en él, y esta atmósfera realiza la epidermis sensual de las sustancias. Los cambios de luz y color según la hora del día se manifiestan también, en el mar, más variados y extremos de lo habitual, y lo mismo sucede con los cambios producidos por las estaciones del años.4

3

4

FREEDBERG, Sydney J.: Pintura en Italia, 1500-1600. Madrid, Cátedra, 1978. Pág. 123.

FREEDBERG, Sydney J: Pintura en Italia, 1500-1600. Madrid, Cátedra, 1978. Págs. 123,124.

La pintura por tanto, se convierte en un medio comunicativo que afecta al campo de la emoción, conmoviendo al espectador y transmitiéndole toda una gama de sensaciones y sentimientos, pudiendo otorgarle, sin lugar a dudas, la condición de ser un lenguaje donde la cuestión expresiva es esencial. Como confirman algunos críticos y autores, en la pintura veneciana lo visto precede a lo pensado, y es precisamente esto lo que enfrentará la pintura veneciana al manierismo toscano y romano, para el que la forma artística hace visible una idea abstracta. Para los maestros venecianos, por el contrario, la inmediatez de la emoción visual no disminuye la altura de los conteneos y de los significados: su pintura está muy lejos de ser, como a veces se ha dicho, brillante pero superficial decoración. Es verdad que no parte de una idea abstracta para traducirla a la imagen, pero eso significa solamente que la emoción visual, es decir, la experiencia concreta de lo real, precede y suscita cualquier actividad intelectiva o moral. No se niega el pensamiento, sino que se afirma la prioridad de la experiencia; no se ve a partir de una idea preconcebida, sino que se reflexiona sobre lo que se ve. Esto explica por qué, a pesar de su oposición de principio, todos los pintores venecianos del Cinquecento miran con interés el dibujo del Manierismo toscano, romano o Emiliano, pero lo consideran sólo como un modo de fijar y profundizar la emoción colorista.5 2. Tiziano: Obras sugeridas. Obras elegidas. Sensualismo y humanización. Ríos de tinta se han escrito sobre la obra pictórica de Tiziano. De él se afirma reiteradamente que fue un hombre afortunado, un tipo con suerte que estuvo en el momento y en el lugar adecuado. Se admira y se glorifica el carácter afable y amigable que poseyó en vida, su saber estar, su intelectualidad o el buen trato que recibió normalmente por parte de las clases dirigentes y las diferentes monarquías europeas. De un modo u otro, considero que, Tiziano Vecello se convierte en uno de estos pioneros maestros en llevar a cabo dicha revolución pictórica basada en la emotividad de su pintura. Rompiendo con los estereotipos Quattrocentistas, estáticos, rígidos y pertenecientes a una época que se estaba superando con creces; Tiziano llevará a cabo su ``proceso``6 artístico de una forma sobresaliente Iniciando su labor de aprendizaje en el taller de Zuccato, de forma prematura el artista se traslada al taller de los Bellini, ya 5

CARLO ARGAN. GIULIO: Renacimiento y Barroco. II. De Miguel Ángel a Tiépolo. Traducción de J.A. Calatrava Escobar. Madrid. Ediciones Akal. S.A. 1997. Pág. 159. 6 Proceso o ciclo artístico que considero predilecto. El pintor comienza su andadura pictórica y gradualmente va evolucionando y cambiando de maestros, superando a todos y cada uno de ellos, configurando así un ciclo ‘’ de manual’’.

que Zuccato pudo considerar sus dotes pictóricas debían ser dirigidas por otro artistas de mayor talento y relevancia. En un primer momento iniciará sus trabajos con Gentile Bellini, pero rápidamente Tiziano dirigirá su aprendizaje hacia su hermano, Giovanni Bellini, a quien realmente consideraremos como una clara influencia en el pintor, y en mi opinión, uno de los pasos de mayor relevancia en el tránsito artístico de Tiziano Vecello. A pesar de que la obra belliniana se caracterice por un estilo, un tanto, estático, duro y seco, con una clara inquietud en cuanto a la representación fidedigna y literal de lo visible-real, Bellini puede ser considerado sin lugar a dudas como un artista capaz de renovar en sentido moderno la tradición veneciana. Tiziano vivifica la realidad derivada de Bellini con su propia vitalidad magnificando la presencia sensual, comunicándole movimiento, extrayendo vibraciones de la luz y el aire e inventando signos gráficos de una sensibilidad desconocida para comunicar ese nuevo mundo. 7Por tanto, podemos considerar a Bellini como uno de los pasos que contribuyeron a que Tiziano, evolucionara de gran manera introduciendo una nueva textura pictórica basada en una relación armoniosa entre luz, forma y color. Las obras elegidas para esta reflexión, La bacanal de los Andrios, El rapto de Europa y Venus con el Organista, corresponden al cultivo de la pintura mitológica llevada a cabo por el autor. Debemos ponerlas en íntegra relación con Alfonso D’Este, duque de Ferrara. Se abre así un periodo, en el que los encargos serán muy numerosos por parte del duque, y donde el maestro Tiziano plasme todo su potencial de lleno en diversos pasajes mitológicos provenientes de la mitología clásica, como los arriba citados. Sabemos que el duque de Ferrara encargó diversas obras a Tiziano para decorar la Cámara de Alabastro de su castillo en Ferrara. Concretamente, escogió el tema de las bacanales, ocho en concreto, realizadas por los más importantes pintores italianos de su momento: Bellini, Rafael y Fra Bartolomeo, entre ellos. 8 En la Bacanal de los Andrios, obra de los años 1523-1526, Tiziano nos representa una bacanal en la isla de los Ándros basándose en las fuentes clásicas de Filóstrato y Cátulo a través de una compleja composición de figura, La obra a primera vista, nos sugiere una sensación de ligereza en cuanto al movimiento de gran calibre, articulado éste de una forma magistral en la mayoría de los personajes, así como en sus partes corpóreas, sus gestos, intenciones y escorzos. Los personales que componen la 7 8

FREEDBERG, Sydney J: Pintura en Italia, 1500-1600. Madrid, Cátedra, 1978. Pág. 137. M.T.MIGUEL. Tiziano. El arte y sus creadores. Cuadernos Historia 16. Pág. 46.

obra podemos observarlos con actitudes agitadas, bailando o bebiendo vino con una gran vivacidad de movimiento conferida por el artista, pudiendo poner en relación el orden figurativo de la obra con los conceptos que otorga Miguel Ángel a este mismo orden. En la bacanal, Tiziano no se limita a evocar un mundo desaparecido, ilustrándolo con todo el sentido de una realidad cálida y viva; la vibración que se opera en nuestra visión se transmite a los personajes y somos conscientes de sus presencias y entendemos su sentido a través de la coloración de una luz fulgurante.9 Otro apunte importante que no podemos pasar por alto, es que dicha obra la debemos poner en clara relación con el Festín de los dioses realizado por Bellini (1514). Las diferencias saltan a la vista con el primer contacto visual en ambas obras. El estatismo de la obra de Bellini es claramente superado por la articulación del movimiento de Tiziano, al igual que el trato humano, sobresaliente de igual manera. El trato humano, las corporeidades y los volúmenes nos hacen una idea del naturalismo con el que el autor configuró su obra, ofreciendo un nivel de sensualismo electrizante inmerso en una armoniosa atmósfera, todo ello logrado a través del trato de los volúmenes y la majestuosidad de su colorida pincelada.

Lámina 1. Tiziano, Bacanal de los Andrios. 9

FREEDBERG, Sydney J: Pintura en Italia, 1500-1600. Madrid, Cátedra, 1978. Pág.158.

Las otras dos obras elegidas como complemento a este concepto de la sensualidad y la humanización que Tiziano otorga a sus obras son El rapto de Europa y Venus con el organista. En ambas podemos contemplar la lucidez del maestro al presentarnos en primerísimo plano a los protagonistas de las dos historias. En El rapto de Europa, la joven, aparece representada con un naturalismo digno de elogios, donde los detalles, el trato anatómico, los volúmenes y la acción lo son todo. La pincelada tizianesca aborda de forma eficaz todas estas cuestiones, ofreciéndonos un deleite sensorial al contemplar detenidamente la humanidad de la acción, la humanidad de la protagonista, así como de su actitud y el dramatismo narrado en el mito clásico. El acontecimiento se hace actual, pero sin efectos teatrales ni de realismo vulgar, sino como si se tratase de acontecimientos propios de seres olímpicos. Su carnalidad parece un dato irrebatible, no ya visualmente, sino palpable y, al mismo tiempo parece como si la misma carne estuviese imbuida de una vitalidad también propia de una raza superior. El pincel consigue con luz y color un efecto semejante al de las estatuas de Fidias, de textura viva y palpitante bañada por el entorno atmosférico. E incluso el entorno atmosférico se nos aparece como una existencia igualmente viva, texturada, cálida, al igual que el paisaje sobre el que se extiende.10 Dadas estas condiciones, no sería muy desafortunado el relacionar la emotividad dramática, intensa e impactante que Tiziano consigue en muchas de sus obras, incluida El rapto de Europa, con el concepto miguelangelesco de la terribilitá. En lo que se refiere a la obra Venus con el organista, al igual que en la obra anterior, la belleza femenina se hace palpable de igual modo en un primer plano que capta la atención plena del espectador, siendo éste tema algo muy recurrente en la trayectoria de Tiziano, quien dedicará numerosas obras a la búsqueda inagotable de dicha belleza. De nuevo el naturalismo proporcionado a la diosa Venus llama fuertemente la atención, reafirmando de nuevo la humanidad con la que se nos presenta a la protagonista, así como la sensualidad conseguida en ella.

10

FREEDBERG, Sydney J: Pintura en Italia, 1500-1600. Madrid, Cátedra, 1978. Pág.511.

Lámina 2. Tiziano, El rapto de Europa.

Lámina 3. Tiziano, Venus con el organista.

3. Paolo Veronese. Vinculación con la ciudad Veneciana y obras elegidas: Colorido lineal. Junto a Tiziano, otro de los artistas que llaman igualmente la atención en lo que se refiere a la innovación pictórica del periodo veneciano será Paolo Veronese (15281588) , quien vincularemos de forma férrea a la república veneciana y sus diversas actuaciones, llevadas una gran parte de ellas a la pintura por el autor. Venecia, ciudad que podemos considerar como única en cuanto a que el ideal y el fervor religioso se identifican claramente con el ideal civil, plasmará a través de la pintura de Tintoretto y Veronés, muchos de los conceptos de dichos ideales. Por todo ello, Veronés será el intérprete de la apertura intelectual y del modo de vida civil que hacen de la sociedad veneciana, en una época de conformismo moralista y de involución neofeudal, la sociedad más libre y culturalmente avanzada. El sentimiento del deber y el de la libertad tienen una fuente común, el ideal humanista de la dignidad humana, y, puesto que éste es sentido, en el arte de la época, únicamente por los maestros venecianos, se explica así cómo su obra custodia y transmite al siglo siguiente la gran herencia de la cultura humanista.11 A la región veneta y a la cada vez mayor importancia que asume en el contexto político y económico de la república está ligada toda una gran parte de su obra, como por ejemplo, la decoración de diversas villas Palladienses. Además de su interés constante sobre los asuntos que acechaban a la república veneciana, Veronés se interesa por la naturaleza, pero entendida ésta como un campo habitado y cultivado, como un paisaje digno de una representación certera, otorgando por tanto mucha importancia a la ambientación de sus obras, y configurando así una atmósfera muy gratificante hacia el espectador. De otro modo, podemos diferenciar a Veronés con Tiziano en algunos detalles y conceptos, como por ejemplo, en el tratamiento del color. El color de Tiziano, intenso, fusionado tonalmente, se contrapone a la percepción de la pincelada de Veronés, quien optará por un colorido tímbrico, gradual y suave, caracterizado por las tonalidades frías y claras; sus composiciones se forman a través de tintas yuxtapuestas y complementado por importancia de la línea, interesándose así por la perfección del dibujo.

11

CARLO ARGAN. GIULIO: Renacimiento y Barroco. II. De Miguel Ángel a Tiépolo. Traducción de J.A. Calatrava Escobar. Madrid. Ediciones Akal. S.A. 1997. Pág.202.

Veronés cultivó obras referidas a la república veneciana, al igual que dedicó mucha importancia a la pintura religiosa. En la obra Cristo entre los doctores, podemos comprobar el trato que Veronés concede, además del color, la línea y las demás características señaladas, el artista concede una gran importancia a la arquitectura que articula la atmósfera de la composición. Veronés prefiere la perspectiva desde abajo y utiliza el recurso del escorzo a menudo para desplegar y dilatar las figuras sobre la superficie. La perspectiva desde abajo elimina los planos intermedios, proyecta directamente las imágenes de los primeros planos sobre el fondo y pone a todos los colores en relación con la luminosidad del entorno. Veronés recurre a la aproximación de colores que se influyen de forma recíproca sumando sus dotes luminosas.

Lámina 4. Veronés, Cristo entre los doctores.

En lo que concierne a la pintura ligada a la imagen de la república veneciana, Veronés confirió a este tema la total magnificencia de sus dotes pictóricas. En un excelente trabajo perspectívico volumétrico y colorista, el autor nos presenta la ciudad de Venecia como una matrona, coronada por la victoria y rodeada de figuras femeninas, algunas ricamente ataviadas y otras más ligeras de ropa. Para Veronés, en el centro está la naturaleza como lugar ideal de la vida, y, más allá, la historia es visión fantástica. La historia (y cuando se alude a historia, se alude a la ciudad de Venecia), es fasto, gloria mundana y alegoría. El Veronés no nos habla de historia, o, si habla de ella, es sólo para

probar sus composiciones de comparsas con brillantes armaduras, o con trajes majestuosos y extravagantes. 12

Lámina 5. Veronés, apoteosis de Venecia.

4. Conclusión. A modo de conclusión, la presente reflexión ha pretendido ofrecer, a grandes rasgos, las características y las particularidades de los dos maestros venecianos, Tiziano y Veronés. Dichas características enunciadas, han sido corroboradas con las obras elegidas, puestas en escena, y analizadas; de modo que nos pueden servir de gran ayuda a la hora de comprender el conjunto de componentes que configuran sus obras pictóricas. Por un lado, destacar la magistral manera de representar la sensualidad, la

12

CARLO ARGAN. GIULIO: Renacimiento y Barroco. II. De Miguel Ángel a Tiépolo. Traducción de J.A. Calatrava Escobar. Madrid. Ediciones Akal. S.A. 1997. Pág.203.

belleza, las alegorías, el colorido, la vivacidad y la humanidad por parte de Tiziano; por otro, resaltar la especial contribución de Veronés a este periodo a través de determinados conceptos pictóricos muy apropiados para dicho periodo.

5. Bibliografia.



CARLO ARGAN. GIULIO: Renacimiento y Barroco. II. De Miguel Ángel a Tiépolo. Traducción de J.A. Calatrava Escobar. Madrid. Ediciones Akal. S.A. 1997.



FREEDBERG, Sydney J: Pintura en Italia, 1500-1600. Madrid, Cátedra, 1978.



M.T. MIGUEL. Tiziano. El arte y sus creadores. Cuadernos Historia



C.CAGLI. La obra pictórica completa de Tiziano. Biografía y estudios críticos de Francesco Valcanover. Clásicos del arte. Noguer. S.A. Barcelona 1974.