Conservación de la Memoria: La Consolidación Arquitectónica en Calakmul

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Conservación de la Memoria: La Consolidación Arquitectónica en Calakmul Omar Rodríguez Campero Proyecto A. Calakmul

Introducción La conservación de la memoria de las sociedades que nos antecedieron, implica generar y aplicar las mejores técnicas y procesos para que los vestigios arqueológicos se mantengan presentes para las generaciones futuras. Por lo cual, la consolidación arquitectónica se torna un tema actual y en constante desarrollo en el quehacer arqueológico. Sobre este tema se han generado una serie de artículos y ponencias que lo han abordado desde un enfoque historiográfico (Schavelzon 1990), como una revisión tanto del concepto y su finalidad tomando con el ejemplo sitios específicos como Yaxchilán, Chiapas (Juárez Cosió 2009), como la evaluación y análisis de sus materiales constructivos (Santizo de Polanco 2008), proponiendo criterios (Larios 2003); así como el análisis arquitectónico de edificios y sus elementos constitutivos (Muñoz Cosme y Vidal 2004, Muñoz Cosme et al. 2009, Perello Rosso et al 2009) por mencionar algunos. A esta discusión nos agregamos con la perspectiva de los trabajos realizados en Calakmul (Carrasco et al. 1994 - 2012). Desde sus inicios en el año de 1993, las investigaciones arqueológicas por parte del Proyecto Calakmul bajo la dirección del Arqlgo. Ramón Carrasco se planteó la necesidad de desarrollar un programa a mediano y largo plazo, donde se integraron los trabajos arqueológicos de conservación y restauración arquitectónica, prestando igual atención a la preservación del entorno ecológico. Como resultado de esta postura, los retos en materia de conservación arquitectónica tales como la definición de criterios de intervención, materiales empleados; procesos y calendarización de mantenimiento, así como capacitación 1

de personal técnico; se ajustaron a la realidad técnica y presupuestal que impera actualmente. Con esto nos referimos a tener presente la capacidad de financiación de los programas de mantenimiento por parte de las instituciones responsables, la efectividad de las técnicas arqueológicas de conservación, la resistencia y calidad de los materiales a mediano y largo plazo. En fin a reflexionar sobre las variables que definirán la permanencia del patrimonio cultural bajo nuestro estudio. Factores de Deterioro Las problemáticas de conservación a que nos enfrentamos durante el proceso de investigación arqueológica son por lo común multifactoriales, aunque destacan dos que son imposibles de soslayar: el clima y nuestra presencia. Calakmul comparte con los sitios arqueológicos ubicados en las Tierras Bajas un clima cálido subhúmedo, con precipitaciones en promedio que alcanzan los 1000 y 1300 mm. Aunado a la incidencia de huracanes entre los meses de Agosto a Octubre. Esto ocasiona una humedad relativa que oscila entre el 70% al 85% en promedio y una temperatura que fluctúa entre los 25º a 35º C. Por lo que la presencia de agua, tanto por su acción mecánica como por su acción química se ostenta como el principal factor de deterioro de los edificios y monumentos ubicados en la región del trópico. Ya que la humedad que proviene de las lluvias abundantes, incide desde el suelo por capilaridad y por los microorganismos que la mantienen constante. Por otra parte, el agua es también un vehículo para las sales solubles provocando así movimientos internos y creando a causa de los cambios ambientales la migración de las mismas en la superficie. Estas condiciones aunadas a los efectos de la erosión pluvial y eólica se agravan por factores técnicos como la falta de recubrimientos en las plataformas basales de los edificios o la mala elección de los materiales para consolidar. 2

Durante las últimas dos décadas, el creciente interés de los gobiernos estatal como federal, así como de la sociedad en su conjunto por los sitios con patrimonio arqueológico ha generado un aumento en el volumen de visita a través de circuitos turísticos, festivales públicos y/o privados entre otros. Resumiendo lo anterior los factores de deterioro se pueden dividir en dos grandes grupos: Naturales: que incluyen todos los deterioros derivados por los factores climatológicos y sus reacciones o consecuencias físicas y químicas. Culturales: En este grupo se incluyen todos los condicionantes derivados de la actividad humana, ya sea desde el uso actual del monumento (turismo) el tipo de materiales empleados en las intervenciones, hasta las limitaciones técnicas de los investigadores. Problemáticas de Conservación De manera general los deterioros que presentan los monumentos arqueológicos se derivan de la combinación de los factores naturales y culturales, los cuales se manifiestan principalmente en las categorías que a continuación presentaremos, solamente queremos dejar claro que las mismas pueden ser el origen o la agravación de otra, pero por razones de descripción las separaremos: Pérdida de Aglutinante en Paramentos Los morteros empleados en la consolidación de monumentos presentan en un mediano plazo la perdida de sus propiedades adherentes, principalmente por la acción de los elementos (aire y agua), a lo que se debe aunar la presencia de sulfatos y el crecimiento de microorganismos (hongos y líquenes) que inciden en la vida útil del material. Como resultado de esta mezcla “muerta” se derivan deterioros como la presencia de fisuras, grietas y/o fracturas, que dependiendo de su ubicación; ya sea en basamentos, muros de carga, cresterías o muros auxiliares establecen su complejidad. 3

Además tenemos la erosión eólica, la cual afecta en términos generales las áreas donde se forman corrientes de aire. En el caso específico de los edificios la mayoría de ellos al carecer de sus bóvedas (como regularmente sucede) aunado a la ubicación de sus accesos se crean corrientes que afectan principalmente la parte baja de los paramentos donde los sillares son degradados perdiendo su solidez, propiciando la fractura del muro. Desprendimiento de Sillares El desprendimiento de sillares en diferentes áreas de las estructuras, es de manera inevitable uno de los problemas más frecuentes que encontramos, esto debido en primer lugar a la circulación de los visitantes sobre los edificios, lo que dependiendo de su intensidad, produce desprendimientos de sillares en las escaleras de los edificios. En otros casos, la circulación desordenada de los visitantes aceleran los procesos de deterioro como puede ser el desprendimiento de sillares en muros y fachadas por escalar los basamentos o edificios y en el peor de los casos, por actos vandálicos. Fracturas en los cuerpos del basamento o en los muros de los edificios: Esta problemática se origina principalmente por la erosión pluvial, por no colocar un recubrimiento de piedra o sello en las plataformas basales de los edificios, denominado en la región como “Bakpek” el cual funciona creando una barrera física que impide la absorción directa de la lluvia en los núcleos constructivos evitando el reblandecimiento de los rellenos constructivos o su erosión. Otro factor que propicia el desarrollo de estas fracturas, se debe a deficiencias en el proceso de consolidación de los edificios, ya sea por desconocimiento por parte del personal de una correcta técnica de consolidación o por no solucionar de una manera apropiada los desplomes, desfases o 4

hundimientos de los paramentos que provocaran a corto o mediano plazo la aparición de estas problemáticas. Criterios de Consolidación Para establecer sus criterios de intervención, el proyecto arqueológico Calakmul considero desde el principio el papel estratégico que desempeña el Patrimonio Cultural en el desarrollo de la sociedad. Esto implica que la arqueología no puede soslayar su función social, plasmada en las líneas centrales de acción del Instituto Nacional de Antropología e Historia que implican: investigar, conservar y difundir los bienes patrimoniales tangibles e intangibles. A partir de lo anterior, los criterios deben de procurar que tanto los procesos como los materiales empleados nos permitan retener el significado cultural de los objetos. El primer criterio implica la conservación la vegetación primaria del entorno, siempre y cuando no afecte la estabilidad de las estructuras arqueológicas, esto debido a que el sitio se encuentra inmerso en una de las dos zonas núcleo de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, por lo que se busca un equilibrio entre estos dos aspectos: Natural y Cultural. El segundo criterio que se maneja es la reintegración volumétrica, en el cual a partir de la información recabada a partir del proceso de liberación - exploración de las estructuras, así como de la valoración de las características de los restos arqueológicos, permite al investigador investigar al monumento de una manera integral, es decir como una unidad arquitectónica funcional. Siendo el dato arqueológico el elemento que marca los límites de la intervención. El concepto de reintegración volumétrica consiste en reintegrar o elevar los elementos arquitectónicos (muros, bóvedas o basamentos) hasta una altura que permite su integración espacial y visual con el entorno general. Esto sustentado a partir de la información generada en la exploración y liberación del elemento. La diferenciación entre el dato original y la reintegración se consigue a partir de

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diferentes técnicas, como el remetimiento del muro y su reintegración con aspecto de núcleo constructivo o con el uso del rajueleado. Otro criterio consiste en el empleo de los materiales constructivos originales. Esto implica la recuperación de sillares y demás elementos arquitectónicos como tapas de bóveda o cornisas durante la exploración de los edificios, para emplearlas en los trabajos de consolidación; con lo que se mantiene la apariencia de muros y bóvedas con los materiales originales. En lo que se refiere a los materiales empleados, hemos observado que el mortero después de un periodo de entre 3 a 10 años (dependiendo de su ubicación) termina su vida útil. Las proporciones empleadas en su elaboración son básicamente (2:1:0.5 o 2:1:0.25) es decir dos partes de sascab, una de cal hidratada y 0.5 o 0.25 de cemento más agua. Estas proporciones son las estándar para la consolidación de edificios, pero existen otras dependiendo la finalidad de la intervención, por ejemplo en trabajos de elaboración de cubiertas externas o de cimentación se emplea polvo de piedra en lugar de sascab para la producción del concreto. En otros casos se emplea cemento blanco o cementos especializados bajos en sulfatos para el montaje de estelas o de contextos que requieran un mayor cuidado. De este rubro solo nos queda aclarar que todo el material empleado por el área de restauración a diferencia del de consolidación arquitectónica, emplea cal producida de manera artesanal conocida como “Cal Viva”, sascab lavado y agua destilada, siguiendo los protocolos establecidos por medio de sus investigaciones. (Carrasco y Cordeiro 2008) Reflexión sobre las tendencias actuales En la literatura especializada es común encontrar que las intervenciones tendrán como fin “estabilizar” a los elementos arquitectónicos, sin reconstruirlos o devolver la forma original que el tiempo borro. Esta postura si bien es acorde a las cartas y tratados internacionales es de origen falsa. Porque falsa, pues porque 6

toda intervención arqueológica o de restauración modifica en mayor o menor grado el objeto de estudio. Aceptar este hecho nos permite dar el primer paso para lograr nuestro objetivo final: conservar la memoria de las sociedades pasadas. Con esto en mente profundizaremos en varios puntos que se han expuesto, por ejemplo, en los últimos años se han implementado una serie recomendaciones para la consolidación de los edificios arqueológicos como el uso de morteros a partir de métodos tradicionales, es decir, sustituyendo la cal hidratada por cal viva o de horno; así como la prohibición total del uso del cemento. Estas recomendaciones si bien se ajustan a lo deseable presentan varios inconvenientes, por ejemplo, el uso de la cal viva implica la combustión de cantidades importantes de ciertos tipos de arboles, así como de la selección cuidadosa de las piedras calizas. Aquí el problema radica en una cuestión práctica, la consolidación de basamentos o edificios implica el consumo de grandes cantidades de mortero, lo que repercutiría en un enorme deterioro ambiental. Por otra parte el uso del cemento presenta como todos los materiales elementos a favor como en contra. En contra podemos afirmar que el exceso de la proporción de cemento en los morteros genera un bloque rígido con un endurecimiento diferencial con los núcleos constructivos y con otras áreas del elemento arquitectónico, lo que genera una tensión que se reflejara en fracturas y futuros desprendimientos. Por otra parte esta la formación de sales, en este punto debemos hacer una aclaración, si bien el cemento produce sulfatos durante su proceso de fraguado, este no es eterno ni constante, llega un punto que el material se torna inerte. El problema radica en la poca comprensión del proceso de formación de sales en los contextos arqueológicos; por lo regular todos los elementos constitutivos de los monumentos arqueológicos están insertos en una matriz de tierra con sales, esto producto del suelo de la península de Yucatán; es decir 7

existe una importante cantidad de sales provenientes de rellenos de muros, bóvedas o basamentos. Es decir, la presencia de sales es inherente con o sin uso de cemento, pero si se emplea en exceso por supuesto que la situación se agrava. A favor tenemos que decir que agregar proporciones bajas de cemento a los morteros nos permite aumentar su resistencia a los efectos de la intemperie, lo que se traduce en espaciar los periodos de mantenimiento de un corto a un mediano plazo. Lo cual en una realidad donde los presupuestos para este tipo de acciones no son abundantes, permite ampliar los periodos de conservación del patrimonio. Cualquier trabajo de consolidación está sujeto a un constante proceso de mantenimiento, el periodo de tiempo entre ellos es la diferencia entre el uso o no de cemento o de las premisas que debemos considerar. Estas acciones persiguen como fin la restitución y fortalecimiento estructural de los edificios prescindiendo de la reconstrucción como recurso en la conservación de los monumentos arqueológicos. Lo que favorece la percepción de los volúmenes permitiendo una lectura sin alterar o introducir elementos ajenos que modifiquen sus significados. En un trabajo reciente Erick Ponciano (2011) propone: “Si no es posible reintegrar la función social original, entonces, cuando hablamos de devolver eficiencia a un vestigio arquitectónico, solamente nos queda la posibilidad de devolverle su estabilidad estructural” (Ponciano 2011: 464) Sobre lo anterior solo queremos comentar que la función social original de los monumentos es imposible recuperarla a priori, debido a que no somos ni de lejos semejantes a la sociedad que la genero, pero debemos ser conscientes que estos monumentos tienen una función social actual que es necesaria preservar y para ello se requiere de un esfuerzo mayor a la mera estabilización estructural. Como mencionamos líneas arriba nuestros objetivos son: investigar, conservar y difundir el patrimonio prehispánico, lo que hace que su función actual sea didáctica e histórica, evidencia de la manera que la sociedad maya se 8

interrelaciono con su entorno y entre sus propios miembros, por lo cual debemos de generar soluciones que permitan preservar los monumentos así como poder difundirlos para el publico general. Con esto nos referimos al uso de cubiertas estructurales, ideadas por el Arqlgo. Ramón Carrasco que nos permiten proteger los contextos arqueológicos e integrarlos al espacio construido al mismo tiempo. Ejemplo de estas cubiertas las tenemos en la Subestructura II c y Sub I - 4 en Calakmul o en la Estructura I de Balamku, que nos permiten admirar estos vestigios manteniéndolos en condiciones similares a las de su matriz de enterramiento. Una de las ventajas derivadas de esta metodología consiste en que se comprende su secuencia constructiva. Ya que se combinan programas de sondeos estratigráficos, que permiten identificar las diferentes fases arquitectónicas, además de permitirnos acceder e identificar una serie de datos como niveles de piso, arranques de bóveda o su altura original, así como contextos asociados como ofrendas, decoraciones modeladas o pintadas así como tumbas. Lo que nos permite generar nuevas líneas de investigación, así como desarrollar técnicas de conservación apropiadas. Para finalizar con esta política de conservación e investigación del Proyecto Arqueológico Calakmul, aunado a la importancia histórica del sitio, fueron factores que han hecho a la Antigua Ciudad Maya de Calakmul merecedora de la inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

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Santizo de Polanco, Miriam O. 2008 ARQUITECTURA PREHISPÁNICA, EDIFICIO 1B-6 Y SU SISTEMA CONSTRUCTIVO, QUIRIGUA, LOS AMATES, IZABAL. Tesis de Maestría Facultad de Arquitectura Universidad de San Carlos, Guatemala. Schavelzon, Daniel 1990 LA CONSERVACION DEL PATRIMONIO CULTURAL EN AMERICA LATINA. Restauración de Edificios Prehispánicos en Mesoamérica: 1750 - 1980. Universidad de Buenos Aires, Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo; Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo”. Buenos Aires, Argentina.

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