Comentario sobre la Acción Humana

October 17, 2017 | Autor: Antonio Vegas | Categoría: Sociología, Escuela Austríaca de Economía, Mises
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Alumno: Antonio Vegas García Grado: Grado en Economía DNI: 25349656-E

COMENTARIO DE LA ACCIÓN HUMANA – ANTONIO VEGAS GARCÍA La Acción Humana (Ludwig Von Mises)

COMENTARIO DE LA ACCIÓN HUMANA – ANTONIO VEGAS GARCÍA

Índice Contenido Concepto de sociología ................................................................................................................. 1 El individualismo metodológico .................................................................................................... 2 Problemas epistemológicos .......................................................................................................... 2 La superestructura y la infraestructura......................................................................................... 3 La Acción Humana y sus categorías .............................................................................................. 4 El concepto de economía .............................................................................................................. 5 El dinero ........................................................................................................................................ 5 El socialismo y el intervencionismo............................................................................................... 6

Concepto de sociología Para Mises, la sociología no tiene una existencia real que trasciende a los individuos que la forman, sino que la sociedad se va formando a través de la acción de todos y cada uno de los individuos, cuyas acciones individuales se coordinan entre sí, a través de un sistema de incentivos, entre los que destaca el sistema de precios. Puede que el conjunto de todos los individuos inciten a un individuo aislado concreto a realizar determinadas actividades, pero en última instancia es el individuo el que elige, mediante su acción individual, realizar la actividad o no, y cuya decisión, a su vez, influirá y repercutirá en la sociedad en forma de un incentivo adicional. Lo único que ocurre, como ya hemos señalado, es que nuestras decisiones serán penalizadas o loadas, en función de lo que el resto de los individuos que componen la sociedad ya hayan decidido. Esto provoca la coordinación entre los seres humanos, ya que –digámoslo así– el dejarse llevar por la sociedad tiene más ventajas para el individuo, porque es más útil para la sociedad en su conjunto. Por eso, él sentenciará en una de sus páginas de la Acción Humana que “la sociedad no tiene más base que la propia acción individual”. Desde esta cosmogonía, Mises dirá que el malestar es simplemente un incentivo para actuar e, incluso yendo más allá, afirma que si no hay malestar, el hombre no actuará; y que sin acción, la razón del hombre perderá su razón de ser, por lo que Mises concluirá: la razón existe para eliminar el malestar. En definitiva, para Mises ser libre no significa ser independiente: uno puede finalmente hacer (dentro de unos límites) lo que quiera, sólo que la sociedad penalizará o incentivará determinadas acciones. Así Mises dirá en su tratado: “El hombre no es libre en el sentido metafísico del término”. Y más adelante: “La libertad solo cobra sentido en la esfera de las interrelaciones humanas”. De ahí que para Mises sean un error intelectual las ideas colectivistas, de tratar a la sociedad o a un conjunto de individuos como un ente propio, que toma existencia por sí mismo. Para Mises, igual que un conglomerado de individuos no puede beber agua, tampoco puede pensar, así como tan poco puede tener conciencia propia. Lo que sí puede existir es coincidencia de 1

COMENTARIO DE LA ACCIÓN HUMANA – ANTONIO VEGAS GARCÍA pensamientos individuales entre los individuos que forman el grupo. Por esta razón fundamental Mises atacará fuertemente todas las ideas colectivistas: el fascismo, el socialismo, el comunismo, el marxismo, etc. Asimismo, Mises criticará duramente el polilogismo, doctrina que defiende diferentes lógicas o formas de razonar en función de unas características personales determinadas (raza, credo, clase social, sector, etc.). Según él, no existe más que una forma única de razonar, ya que no cabe concebir otra distinta. Así lo expresó en una de sus frases: “Ninguno de los descubrimientos aportados por la etnología y la historia contradicen la afirmación de que la estructura lógica de la mente es común a todos los hombres de todas las razas, edades y países”. No obstante su defensa de, Mises no defenderá el anarquismo, pues él pensará que para defender la libertad individual es necesario cierto grado de coacción institucional, para que nadie pueda ejercer la coacción arbitraria sobre otro.

El individualismo metodológico Mises en su análisis utiliza el llamado principio del “individualismo metodológico”, que consiste en estudiar los fenómenos sociales partiendo del individuo, la unidad indivisible de los fenómenos sociales, para comprender los fenómenos más complejos de la sociedad. Al igual que Descartes utilizaba la “duda metódica” para hallar la verdad máxima, Mises aquí utiliza el “individualismo metodológico” para llegar a comprender los fenómenos complejísimos de cooperación social que se producen en el mundo. Mises no defiende que el ser humano debe ser “individualista” y buscarse la vida por sí solo, sin ayuda de nadie más. En forma alguna. Lo que él hace es poner de manifiesto que todos los fenómenos sociales se pueden explicar a través de las actuaciones individuales de todos y cada uno de los individuos que forman esa sociedad. Por ejemplo, podemos decir que para estudiar un matrimonio, deberíamos primeramente estudiar las causas que llevaron a un cónyuge a contraerlo, y luego las causas que llevaron al otro cónyuge. En este sentido, para Mises, la actuación social es un caso especial de la acción individual. Posteriormente, Mises afirmará que los individuos, en sus acciones individuales, terminarán generando lazos de relación y cooperación con otros individuos, pues esto les resultará altamente beneficioso, tanto a unos como a otros.

Problemas epistemológicos Mises hablará de dos tipos de ciencias bien diferenciadas: las ciencias que hacen referencia al ser humano y las ciencias de los fenómenos naturales, como la física o la química. Para él, las ciencias de los fenómenos naturales se dedican a estudiar fenómenos que guardan relaciones constantes entre sí, relativamente sencillas, donde además influyen pocas variables; por este motivo será relativamente sencillo predecir en un laboratorio el resultado de un determinado experimento, y averiguar con relativa facilidad las causas entre los fenómenos. Sin embargo, las ciencias humanas son para Mises mucho más complejas, pues incluyen un mayor número de variables muy complejas, y donde las relaciones causales entre un fenómeno social y otro no son constantes, pues la libertad de la que goza el ser humano provoca la inconstancia del comportamiento de la acción humana. Por ejemplo, la Luna no

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COMENTARIO DE LA ACCIÓN HUMANA – ANTONIO VEGAS GARCÍA puede decidir no girar en torno a la Tierra, mientras que el ser humano sí puede decidir comportarse de una determinada forma o no. Max Weber en este sentido guarda cierto paralelismo con Mises, pues para Weber también las ciencias humanas (que él llamó “ciencias ideográficas”) son bastante más complejas que las ciencias naturales, por ello sería necesario dotarlas de un instrumento más para realizar su labor: la razón comprensora, que se encargará de estudiar la “multicausalidad” de los fenómenos sociales. Mises, partiendo de esta visión de la epistemología, dividirá, a su vez, las ciencias humanas en dos: la historia y la praxeología. La praxeología para Mises es una ciencia que trata de explicar la acción del hombre, cuyas leyes estarían determinadas a priori, por lo que su conocimiento sería formal, equiparable al de las matemáticas o la lógica. Tales leyes se cumplirían siempre bajo el supuesto de ceteris paribus o igualdad de circunstancias. Dentro de la praxeología, la ciencia que más destaca sería la economía. Por ejemplo, la ley de la oferta y la demanda, a igualdad de circunstancias, se cumplirá siempre. La historia para Mises guarda relación con la idea de las ciencias ideográficas de Weber, pues para Mises la historia necesitaría de una cierta “comprensión” en el sentido de conocer las leyes praxeológicas que gobiernan el comportamiento del ser humano, para poder interpretar de manera correcta los acontecimientos históricos.

La superestructura y la infraestructura De las teorías de Marx se desprende la idea de que es la evolución de los acontecimientos económicos (lo que se vino a denominar infraestructura) la que ve engendrando el sistema de pensamiento de la sociedad (que se denominó superestructura). Si la economía comienza a empeorar, la consecuencia será que el pensamiento de los individuos cambiará y se adaptará a esa nueva realidad económica; y viceversa. Esto encajaría en su teoría sobre el polilogismo entre las diferentes clases sociales: como cada clase social presenta una realidad económica diferente, lo razonable es que cada clase social presente unas ideas diferentes, como consecuencia de ello. Según la visión que presenta Mises en el tratado que nos ocupa, la realidad sería justo la contraria: “son las ideas las que hacen la historia, no la historia la que engendra las ideas”. Para Mises la consecuencia de los cambios en la historia y en la economía serían las ideas que poseen los individuos que componen la sociedad. Por ejemplo, la llamada revolución industrial no fue más que consecuencia de la precedente revolución ideológica que los economistas produjeron. Para Mises, la acción sin pensamiento, al igual que la práctica sin teoría, resultan inconcebibles. El pensar, el razonar y el teorizar es siempre previo a cualquier acción humana. Al contrario que los animales que muchos de ellos obran mediante reacciones involuntarias, el ser humano obra mediante voluntad, lo cual requiere cierto grado de pensamiento y razonamiento previo. Por esta razón, Mises dirá que el pensamiento, determina la acción, lo cual, a su vez, determina la estructura de la sociedad y su economía. En otras palabras, para Mises, las ideas de una sociedad (superestructura, en términos marxistas) determinarían la economía de la misma (infraestructura, según Marx). En este sentido, para que se produzca una revolución económica, política o social, previamente debe haberse producido una revolución ideológica. 3

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La Acción Humana y sus categorías Como se desprende de la obra de Mises, la praxeología tiene un axioma: la acción humana. A partir del mismo, se derivarán otros conceptos y leyes del comportamiento humano, generales y formales, inscritas en la estructura del ser humano. En primer lugar, tendríamos el principio de que todo individuo quiere suprimir el malestar, y actúa precisamente para ello. El hambriento busca algo que echarse a la boca. El aburrido busca algo con lo que entretenerse. El ávido de conocimiento busca algo con lo que aprender. No obstante, una vez suprimido el malestar, volverá a aparecer otro, que nos llevará a realizar otra acción diferente. Según Mises, el malestar nunca desaparecerá porque está inscrito en la forma del ser humano. Primero se saciarán las necesidades más urgentes (comer, beber, vestirse, etc.), para poco a poco ir escalando en la pirámide de las necesidades, en un proceso ad infinitum. Cuanto antes se satisfagan las necesidades más básicas, antes se estarán satisfaciendo las necesidades más complejas y tardías. Tal idea está estrechamente relacionada con las teorías de Abraham Maslow y su archiconocida “pirámide de las necesidades”: En segundo lugar, la acción humana cuenta con otra segunda categoría: la preferencia temporal. Esto nos dice que un individuo prefiere suprimir su malestar lo más rápido posible, cuanto antes. O dicho de otra forma: se prefiere conseguir el fin perseguido más pronto a conseguirlo más tarde. El hambriento prefiere llevarse algo a la boca ahora, antes que comer dentro de dos días. De esta categoría praxeológica, se derivará el fenómeno del interés, que no es más que el reflejo en el mercado de la preferencia temporal del ser humano. El tiempo tiene un coste, esperar tiene un valor; por tanto, el tiempo de espera debe ser retribuido o compensado de alguna forma. En tercer lugar, el ser humano al actuar no posee toda la información que existe realmente en el mundo, esto hace que el hombre viva siempre en una continua incertidumbre inerradicable. No sabe el hambriento si pegando en la siguiente puerta a pedir comida, el que abra se la dará. Por tanto, nuestra acción siempre será especulativa. De ahí se deriva otro concepto que Mises acuñó como el cálculo económico, que no es más que valorar qué beneficios esperados tendrá una acción u otra. El hambriento sabe que tiene más posibilidad de recibir comida en un lugar caritativo que en uno normal, por lo tanto en su cálculo económico la acción de acudir al lugar caritativo tendrá más valor que las demás. En cuarto lugar, tenemos la ley de la utilidad marginal decreciente. Esto quiere decir que cuántas más unidades tengamos de algo, menos valor otorgará el individuo a una unidad adicional más. Es decir, el valor de un bien económico decrece a medida que aumenta el número de unidades. Cuando un individuo ya ha satisfecho una necesidad concreta utilizando un bien económico, ya no necesitará más de éste, y su acción se centrará en buscar otro bien económico diferente que le satisfaga otra necesidad más elevada. En quinto lugar, la acción humana siempre tendrá como efecto la producción de la escasez, en el sentido de que las necesidades son infinitas, y los mecanismos que existen para satisfacerlas siempre resultarán insuficientes. En este sentido, al actuar los bienes económicos siempre resultarán escasos. Así cuanto más demandado sea un bien económico y más reducida sea su oferta, más escaso resultará tal bien, y más valor tendrá el mismo para la sociedad.

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El concepto de economía La economía, según Mises, “es la más joven de todas las ciencias”1 pues su estudio no remonta al mundo antiguo, como si remontan otras ciencias, como las matemáticas por los pitagóricos, la medicina, la química o la física. La economía, para Mises es una parte de la praxeología, una ciencia más general, que, como vimos, trataba de estudiar la acción humana, que es múltiple. Por tanto, la economía se encargará de estudiar la acción económica del hombre. ¿Qué quiere decir que la economía sea una ciencia? Ni más ni menos que, aplicando la definición aristotélica de conocimiento2 científico a la economía, que trata de descubrir las causas de los fenómenos de la economía. Como toda ciencia, la economía debe ser ecuánime y objetiva, que sea inmune a los juicios de valor, sometida a frío juicio de la razón. Así Mises afirmará: “El pensamiento económico debe estructurarse de tal suerte que resulte inmune a la crítica del antirracionalismo, el historicismo, el panfisicismo, el comportamentismo y demás variedades del polilogismo”3. Así, la ciencia económica deberá ir minando el prestigio de los viejos dogmas económicos, y traer luz a la sociedad, mostrando la verdadera causa de los fenómenos. De igual forma, la ciencia económica no trata sobre lo fines u objetivos que persigue la sociedad o el individuo; la ciencia económica parte de los fines dados de los individuos, para estudiar cuál es la mejor forma de conseguirlos. Por eso, concluirá Ludwig que la economía “nunca dirá a la humanidad qué debe desear, pero sí procurará ilustrarla acerca de cómo debe comportarse si quiere alcanzar determinados fines”4. Por otra parte, Mises afirmará que la economía está estrechamente ligada a la psicología, pero que se diferencian totalmente una de otra. Mientras que la psicología trata de los fenómenos que acontecen en la psique para explicar las causas que llevan a una persona a realizar determinadas actuaciones, la economía estudia la acción económica como tal, y no los fenómenos internos que hayan podido causarla.

El dinero En el tratado que estamos estudiando, se observa el dinero como uno de los fenómenos más complejos del sistema económico, pues son muchísimas las causa las que influyen en el mismo, y muchos los seres humanos lo que lo utilizan. Tanto es así, que Mises en su teoría del ciclo económico explica que el origen de las crisis económicas, y de los vaivenes de la riqueza y la pobreza, tienen su origen en causas monetarias. Mises está altamente influido de la teoría de dinero de Carl Menger, pues no fue hasta la lectura en las navidades de 1903 de los Principios de economía del susodicho autor, cuando Mises empezó a interesarse por la economía, según confesó. De ahí que al hablar de lo que Mises pensaba sobre el dinero sea prácticamente tratar la teoría del dinero de Carl Menger. Esta teoría plantea que el dinero tiene su origen en un surgimiento evolutivo espontáneo en la sociedad, a partir de las acciones individuales y voluntarias de la gente. Antes de que surgiese el dinero, los productos debían intercambiarse mediante el trueque, pero esto planteaba 1

Página 1 de la Acción Humana El conocimiento científico es “cognicio rerum per causa”, es decir, el conocimiento de las causas que acontecen en los fenómenos. 3 Página 7 de la Acción Humana 4 Página 11 de la Acción Humana 2

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COMENTARIO DE LA ACCIÓN HUMANA – ANTONIO VEGAS GARCÍA muchísimos impedimentos. Si yo quiero un libro de Mises, necesito primeramente encontrar a alguien que tenga uno, y luego que yo pueda darle algo a cambio que el necesite. Pero yo no conozco sus necesidades. Entonces, con el trueque (o el intercambio directo) el comercio es harto difícil. Entonces, las personas, para hacer frente a tal incertidumbre, recurren a los productos o bienes económicos más líquidos, es decir, aquellos que es más probable que la gente quiera: por ejemplo, comida, trigo, sal, harina, ganado, etc. De esta forma, habrá más posibilidades de consumar un intercambio con una persona a la que no conozco de nada. Posteriormente, aumenta la demanda del bien más líquido, a consecuencia de la demanda adicional para realizar intercambio. Y, a su vez, este aumento adicional de la demanda, hace que el bien económico se vuelva cada vez más líquido (o más usado por la gente) y su demanda volverá a aumentar. Y así consecutivamente se producirá un proceso evolutivo, hasta que el final el bien económico se convierta en el bien de intercambio por antonomasia, más llamado como dinero. Como dirá Mises: “Cuando un medio de intercambio se hace de uso común, se transforma en dinero”5. Así los intercambios no se realizarán directamente, sino mediante el intercambio indirecto. De esta forma el dinero es concebido por Mises como un instrumento de cooperación social, que permite hacer frente a la gran incertidumbre que tiene el hombre al intercambiar sus productos sin conocer las necesidades reales de los demás. Por eso, para Mises, si todos conociésemos a ciencia cierta lo que ocurre en el mundo, el dinero no sería necesario, pues se trata de un instrumento dinámico.

El socialismo y el intervencionismo Con todo, Mises criticará tanto el socialismo como el intervencionismo en la economía. Para Mises el socialismo consiste en un sistema totalitario donde el mercado no existe, y los individuos no puede desarrollar su vida con autonomía; donde hay un gobierno opresor y planificador que lo regula y dirige todo. En tal sistema, no tiene cabida el sistema de precios. Para Mises, el cálculo económico en el socialismo sería imposible, pues los costes y beneficios de nuestras acciones vienen determinados en gran proporción por las acciones de los demás, y es imposible conocerlas sin un sistema de precios, y sin el dinero, que a su vez permite la formación de los precios. En tal caso, la sociedad en un sistema socialista se dedicará a producir al margen de los deseos y necesidades de la población. En cambio, el intervencionismo consistiría en un sistema donde predominase el mercado, aunque con la intervención e injerencia del poder público sobre el mercado, ya sea mediante regulación u otras formas de intervención. Mises distingue claramente entre un sistema de economía de mercado y un sistema de planificación central o socialista, y afirma que no hay término medio, igual que no existe el círculo cuadrado. Así, establece que el intervencionismo sería igualmente un sistema de economía de mercado fundamentalmente. Mises parece estar a favor de un sistema de economía de mercado libre, pero con la existencia de un gobierno, y se opone fuertemente al anarquismo, al afirmar que en toda sociedad es 5

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COMENTARIO DE LA ACCIÓN HUMANA – ANTONIO VEGAS GARCÍA necesario cierto nivel de coacción, pues “Siempre existirá el problema de los niños, los viejos y los dementes, y personas que actúan de un modo antisocial. Mientras esto exista, habrán de adoptarse medidas oportunas para que la sociedad no sea puesta constantemente en peligro. Una sociedad anarquista estaría a merced de cualquier asaltante”6.

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