Clemente Ramos, Julián: “La evolución del medio natural en Extremadura (1142-1525)”, El medio natural en la España medieval (Actas del I Congreso sobre ecohistoria e historia medieval), Cáceres, 2001, págs. 15-56

September 4, 2017 | Autor: J. Clemente Ramos | Categoría: História Ambiental-Eco-História / Environmental History, Paisaje, Economia Rural, Lobo
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"La evolución del medio natural en

Extremadura (c. 1142-c. 1525)" Julián Clemente Ramos Uni~idad de

Extmnadum

El medio natural en la España medieval Actas del 1 Congreso sobre ecohistoria

e historia medieval

Julián Clemente Ramos (Ed.)

LA EVOLUCIÓN DEL MEDIO NATURAL EN ExTREMADURA

(C. 1142-c. 1525)* Jutián Clemente Ramos Universidad de Extremadura

Durante la Edad Media se producen profundas transformaciones en el medio natural. La actuación humana, por encima de los cambios climáticos, se presenta como la causa fundamental. Por un lado, el mayor dominio del medio por el hombre produce una creciente agrarización del paisaje ruraL aspecto que va a tener un fuerte incidencia sobre las asociaciones vegetales y la fauna salvaje. Por otro, incluso cuando la ganadería o la explotación forestal se han mantenido como actividades importantes y no se ha llegado a producir una transformación tan radical, la actuación sobre el entorno natural ha sido igualmente fuerte. Las especies y asociaciones vegetales se han visto favorecidas o perjudicadas por la actuación humana. Por todo lo anterior, el termino medio natural no debe ser entendido en contraposición a medio humano, pues el primero está mediatizado y condicionado por el hombre. Los parajes vírgenes son escasos y desde luego a finales de la Edad Media prácticamente inexistentes. La Edad Media aparece como una fase de profundas transformaciones y, sobre todo en su fase final. presenta una problemática ecológica que condiciona fuertemente la actividad económica.

1. EL BosQUE y LA VEGETACIÓN NATIJRAL l . De la abundancia a la escasez Entre la ocupación cristiana y las primeras décadas del siglo XVI se produce en Extremadura, al igual que en otras regiones peninsulares, una profunda transformación en las relaciones con el bosque. Se va a pasar de su omnipresen-

• Trabajo realizado dentro del proyecto ' Ocupación y explotación del espado rural en Extremadura desde la f poca romana hasta la actualidad" (IPR I98014). financiado por la Coru¡ejeria de Educación. Ciencia y Tecnolog(a de la ¡unta de Extremadura y el Fondo Social Europeo.

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cia a una escasez relativa que va a condicionar las formas de aprovechamiento y explotación. Esta evolución se sujeta rígidamente a la evolución de la coyuntura agraria y demográfica. Es hacia mediados del siglo XV cuando se detecta este cambio debido al extraordinario incremento de la población. Precisamente, esta nueva problemática explica que a partir de entonces la información empiece a ser más detallada y los deslinde más precisos. Para entender el punto de partida debemos considerar la situación específica de Extremadura. Los cristianos comienzan su conquista efectiva en 1142 y la finalizan un siglo después, tras la plena descomposición del poder almohade. Durante este periodo, muchas comarcas aparecen poco o nada pobladas, como sucede con la Tierra de Plasencia. Sólo el valle del Guadiana, alrededor de Badajoz, Mérida y algún otro centro, presentaba un grado de ocupación importante y una agricultura desarrollada. Esto ha debido permitir la recuperación de la vegetación natural, aunque espacio desocupado no puede asociarse siempre a espacio inexplotado. Muchas comarcas extremeñas durante un siglo o más han estado poco ocupadas y el hombre ha ejercido una escasa presión sobre el medio. Este contexto explica que el paisaje dominante se presente mayoritariamente ocupado por el bosque (montis), es decir, por la vegetación natural ' , pues se incluye en este término tanto la vegetación arbórea y arbustiva como el matorral de degradación (cf. mapa 1). Las únicas zonas que presentan un espacio diferente y en donde el bosque y la vegetación natural ocupan un papel subordinado en la actividad económica son aquéllas que han disfrutado de una intensa ocupación musulmana. En primer lugar, Caria, único islote intensamente humanizado al norte del Tajo a mediados del siglo XII y posiblemente durante bastante tiempo. Al sur de este río, sólo denotan una prioritaria dedicación agraria Alcántara y los espacios próximos a Badajoz. Sin duda, esta comarca es la que conoció una más intensa ocupación yeso se manifiesta en las fórmulas notariales usadas para definir el paisaje colindante a la ciudad o a otras poblaciones cercanas (Ugüela, Campomayor) o explotaciones próximas (Albalade, Valdesolaz). No podemos hablar en estos casos de peligroso retroceso del monte, que sigue estando presente, sino simplemente de una actividad prioritariamente agraria. Incluso podemos pensar que, l Una siluación similar presema la EXlremadura Histórica a finales del siglo XI, cuando se inicia su repoblación: V. Clémcnt. ' Fromib'c. rcconquclc el mUlalion des paysages végelaux enlre Duero el sysl~me cenlral du Xle au milieu du X~ si~cle· . Melanges de la Casa de Vclázquez. XXIX (1993), n° l. p. 93.

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en general, el bosque seguiría conservando una importancia considerable1 • Las donaciones reales posteriores a la conquista cristiana nos permiten pensar que este perfil paisajístico y socioeconómico se daría, igualmente, en otros espacios próximos al Guadiana, tales como Mérida o Medellín J • También podría aparecer en algunos centros de cierta importancia como Plasencia". En cualquier caso, los espacios que presentaban un paisaje claramente humanizado y una dedicación prioritariamente agraria constituían una mínima parte del territorio extremeño. En general, el paisaje estaba dominado por la vegetación natural' . El termino montes designaría tanto a la vegetación climácica como a diversas formas de degradación 6 • Este paisaje sería dominante en toda la cuenca del Tajo y en el este y sur de la provincia de Badajoz. Se presentan dos tipos distintos. En el primero, montes, pastos y prados son los únicos espacios identificados, lo que parece indicar que hay una ocupación muy escasa; en el segundo, los componentes agrarios se mencionan en un segundo lugar, lo que nos indica un espacio mas transformado con una economía agropecuaria. Las transfonnaciones habidas hasta el siglo XV son limitadas. Desde el siglo XII al XIV, el elemento geográfico es más decisivo que el cronológico para defmir las características de los diversos paisajes. En realidad, dentro de los dos tipos de paisajes señalados, el segundo (predominio del paisaje natural junto a cierto desarrollo de los espacios agrarios) se presenta más frecuentemente en el siglo XIll, vinculado sin duda a la ocupación musulmana (Hornachos, Montemolín, Reina, Castillo de Muro), que en el siglo XIV (aldea de Nogales). Tampoco podriamos hablar de una regresión, que sin duda debió darse inmediatamente después de la repoblación cristiana debido al descenso demográfico. El proceso de ocupación y desarrollo económico, sin embargo, aunque lento es constante entre 1142 y 13501.

l En 1255 el conijo de Albalade se menciona "con todas sus tierras, pasturas, barcajes, pesqueras, siesegas de molinos o de auñas" y el resio de Valdesolaz "con ribcnts, pasturas. sicscgas, pe:squera.~, fontes, montes" (1. Solano de Figueroa y Altamirano, Historia eclesiástica de la ciudad y obispado de B3dajoz. Badajoz. 8 vols., 1929-1935, vol. lI I. p. 25). En 1257. Alfonso X dona a la catedral de Badajoz UgUela y Campomayor. "oon montes. con fuentes. con aguas. oon pastos" (J. Solano de Figueroa, lbrd., HI. pp. 64·5). 1 J. Clemente Ramos. "La E~tremadura musulmana (1142- 1248) Organización defensiva y sociedad". MM, 24 (1994), p. 697 . • J. Clemente Ramos y J. L. de la Montaña Conchi~a. "La E~tremadura cristiana (1142-1230). Ocupación del espacio y transfonnaciones socioeconómicas", HID, 21 (1994). p. 110. l Opinión que también comparte J. L. de la Monta~a Conchiña. La Exuemlldura cristillna (1l42·1350). Poblamiento. poder y sociedad, tesis doctoral inMita. Cáceres, 1998, p. 212. " Esta realidad aparece con claridad en Jaraicejo: D. Sánchez Loro. HistQrias placentinas inéditas, Cáceres, 3 vols .. 1982·5. vol. 11. pp. 41·3,49·51 Y 153-4. T J. Clemente Ramos y J. L. de la Montaña Conchiña. "La Ewemadura cristiana (1142-1230)". pp. 93·103; J. L. de la Montaña Conchiña. in f):trt>mMum cristiana (1142·1350), pp. 34·138.

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Algunos ejemplos puntuales muestran como en algunos casos si se dio una importante transformación paisajística que no podemos generalizar. Trujillo adquiere Cabañas del Castillo en 1273 "con montes, con fuentes, con rios, con pastos, con entradas e con salidas e con todas sus pertenen9ias ... salvo ende el padronadgo de las eglesias"', Sólo montes y pastos aparecen individualizados. En 1369, se concede a Garda Alvarez de Toledo con los correspondientes derechos jurisdiccionales y con "casas e heredades e posesiones e molinos e pesqueras e arboles e dehesas e yerbas e prados e pastos"; mas adelante alude a "montes e terminas poblados o por poblar e prados e pastos e dehesas e aguas corrientes e no corrientes e estantes"9. Sin duda, la aldea de Cabañas ha sufrido una importante transformación que ha supuesto el receso del bosque y la individualización de los espacios agrarios. Almaraz, enclavada en el Campo de Arañuelo, comarca de buenas posibilidades agrarias pero que ha permanecido poco poblada hasta las décadas finales del siglo XV, nos ofrece otro ejemplo aunque menos consistente. En 13 17 aparece como casa y se presenta con "casas, tierras, viñas, e otras fageras, pobados, p09ilgas, dehesas, ejidos, montes, aguas, navas, huertos y huertas, valles e pedreras, caleras e sotos, e con heredades de pan e de pasto, e con todos los pechos e derechos"'o. El predominio agrario parece claro, pero posiblemente tenemos que hablar mas de una gran propiedad que de una aldea. En todo caso, se ha constituido un paisaje agrario consoüdado. Esto dos ejemplos nos han mostrado casos puntuales de una intensa transformación paisajística y socioeconómica. Sin duda, muestran una tendencia que se manifestaría en toda la región. Sin embargo, una repoblación débil ha permitido que permanezcan en gran medida las características originarias. Salvo comarcas muy concretas, especialmente la cuenca media del Guadiana, el desarrollo de la repoblación no ha producido en Extremadura una transformación radical del paisaje. La vegetación natural seguira predominando en tres cuartas partes de la región hasta el siglo XV. Esta situación ha engendrado unos comportamientos respecto al bosque permisivos y poco limitativos. La fuentes normativas muestran un escaso interés en el bosque, que aparece en contadas rúbricas. Si bien se mencionan algunas limi-

1 M' A. Sánchez Rubio. Documentación medie,·al. Archivo Municipal de Trujillo (1256·/5/6), 3 vols .. Cáceres. 1992·5, vol. 1. doc. 3. 9 M' A. Sánchez Rubio. Ibíd. , 1. doc. 41. 10 RAH. colección Salazar. L·IO, fols. 141·14l

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taciones para cortar encinas o alcornoques, en Cáceres puede cortarse libremente madera cuando se destina a la construcción de casas o arados ll , En Plasencia la penas por el corte de encinas u otros árboles que protege el concejo (cuatro maravedís) son muy inferiores a las existentes para los árboles frutales (treinta maravedís por cortar un arbol "que levare fructo" y diez por una rama; diez maravedís por descortezar nogal u otro arbol; cinco maravedís por rama de arbol "que levare fructo"; por un arbol sin fruto, sólo cinco maravedís)'l, Una situación similar aparece reflejada con una gran claridad en un documento cauriense de 1553, en el que se hace referencia a un "tienpo ynmemoríal" en que no era necesaria licencia alguna "para cortar en los montes baldios las maderas que an menester para las hazer", debido a que "los montes estaban tan abundosos que IJegavan casi a los muros de la ~ibdad y muy enteros" (no debemos olvidar que esta ciudad presentaba en estos siglos uno de los paisajes agrarios mas consolidados)ll. Un documento sin fecha que precisa la "costunbre inmemorial" que se guardava en los aprovechamientos comunes entre Cabañas del Castillo y Trujillo también nos muestra el contraste entre los usos más antiguos y los que se impondrán en el siglo XV: la leña seca o verde y la obtención de madera para arados se realizaba "en todo tienpo no cortando arvol por pie"; del mismo modo se podía obtener madera para casas "syn li~en­ ~ia de la ~ ibdad"; la saca de colambre fuera de la ciudad de Trujillo debía estar permitida; por otro lado, ciertas penas elevadas parecen igualmente recientes " , Estos hábitos permisivos también se reflejan de modo implícito con mucho mas detalles en el conflicto que opone al concejo de Plasencia con las villas de señorío de su tierra a mediados del siglo XV ", El control sobre la obtención y venta de madera era hasta entonces escaso y, junto a pinos y castaños, se explotaban también las quercíneas,

11 ' Todo omme que taiare enzina o alcornoque o rama o lUcros, pectct V morabetinos .. , si non fuere pora

casas o pora aradros' (P. Lumbreras Valiente. ws fueros municipales de Cáceres. Su derecho p,íblico. Cáceres. 1974 -en adelante F. Cáceres-, p. X, níb. 1): eo Caria la situación deberla ser muy similar. pues la prote
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