Categorización y Agentividad de la Protesta Social en la Prensa Española

July 27, 2017 | Autor: César Rojo | Categoría: Protest, Critical Discourse Analysis, Protest Movements
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Descripción

Categorización y Agentividad de la Protesta Social en la Prensa Española1

CÉSAR COLORADO UNIVERSITAT POMPEU FABRA

Resumen: En este artículo, con base en el Análisis del Discurso y el Estudio de los Medios de Comunicación Masiva, analizamos una noticia del periódico español La Vanguardia, relativo a la Huelga General en el Estado Español ocurrida el 29 de septiembre de 2010. Describimos que las estrategias discursivas principales son la agentividad y la categorización, con las que se construye una imagen negativa de la protesta social del día de la Huelga General. Se explica, asimismo, que dicha representación social negativa obedece a un paradigma mediático de la protesta social utilizado de modo recurrente en los medios de comunicación. Palabras clave: agentividad, categorización, noticia, protesta social

Abstract: in this paper, according to Discourse Analysis and Mass Media Research, we analyze an item of news from the Spanish newspaper La Vanguadia, relative to a labour strike in Spain, occurred at September 29th of 2010. We describe that the main discursive strategies are agency and categorization, which construct a negative image of social protest of the labour strike. It is explains, as well, that such a negative social representation obey to a social protest media paradigm, used frequently in the media. Key words: agency, categorization, news, social protest.

1. INTRODUCCIÓN El propósito de esta comunicación es presentar una breve muestra de análisis sobre la cobertura periodística de la protesta social, que forma parte de una investigación más amplia (de tesis doctoral) sobre la representación de los movimientos sociales y las 1

Colorado, C (2012). Categorización y Agentividad de la Protesta Social en la Prensa Española. En A. Mosquera, P. Amorós, et al, (eds), Interlinguística XXII (Vol, 1, pp. 255 – 268), Luso Española: Salamaca

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protesta política en los medios de comunicación. El trabajo es de carácter interdisciplinario, mezcla el Estudio de los Medios de Comunicación y el Análisis del Discurso, y se circunscribe al análisis de una noticia, extraída del periódico La Vanguardia, sobre la Huelga General en el Estado Español, que ocurrió el 29 de septiembre de 2010. La noticia expresa un imagen negativa de la protesta social el día de la Huelga, y se focaliza en un grupo de actores sociales que explícitamente denomina “grupos antisistema” y “guerrillas urbanas”. El análisis consiste en mostrar, por un lado, que el la noticia se configura en dos estrategias discursivas relevantes, la categorización y la agentividad, es decir, cómo se nombra a los actores sociales y qué acciones se le atribuyen como participantes agentes; por otro lado, se explica que el modo en que se emplea tales estrategias discursivas obedece no sólo a un esquema ideológico particular del escritor de la noticia, sino que se fundamenta en un sistema ideológico más amplio de representación negativa de la protesta social, que los analistas han identificado como el paradigma mediático de la protesta social. 2. ANTECEDENTES El estudio de la cobertura periodística de la protesta social puede registrarse en la década de los setenta con algunas investigaciones amplias y detalladas, como la que realizaron James D. Halloran, Graham Murdock y Philip Ross (1970) sobre la cobertura en prensa y televisión de una multitudinaria manifestación contra la guerra en Vietnam, el 27 de octubre de 1968 en Londres. En 1976, Glasgow University Media Group publicó Bad News, un libro que examina la cobertura televisiva de las huelgas y los conflictos laborales en Inglaterra (en 1980 y 1982 publicaron respectivamente dos libros más sobre el mismo tema). Otro estudio detallado fue la investigación de Todd Gitlin (1980) sobre la cobertura en televisión y prensa de La Nueva Izquierda en Estados Unidos, movimiento social, en su mayor parte estudiantil, que abogó por los derechos civiles, la paz y la democracia. Durante los ochenta, y en adelante, proliferaron diversos artículos académicos y capítulos de libros. Algunos más influyentes que otros, por ejemplo, en 1984, Joseph Chan y Chin-Chuan Lee publicaron el capítulo titulado “Journalistic 'Paradigms' on Civil Protests: A Case Study in Hong Kong” (Chan y Lee, 1984). Algunos investigadores (MacLeod y Detember, 1999; Barker, 2008) consideran que Chan y Lee son los primeros en referirse propiamente a un paradigma mediático de la protesta social; de hecho, varios autores, en inglés, usan la frase “protest paradigm” a

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partir del capítulo de Chan y Lee. Otra investigación citada frecuentemente es la de Pamela Shoemaker (1982), quien analizó cómo los medios influyen en el modo que percibimos a los grupos políticos diferentes al status quo: entre más deviant un grupo político con respecto al sistema dominante, explicó Shoemaker, tendrá con más probabilidad una cobertura periodística negativa, que lo ridiculiza o lo deslegitima. Otro trabajo importante, más contemporáneo, es el de Douglas M. MacLeod, quien, solo, o en colaboración con otros autores, ha sistematizado varias investigaciones sobre “the protest paradigm” y ha analizado la cobertura mediática de diversas protestas sociales en Estados Unidos (MacLeod y Detember, 1999; MacLeod, 2007). Actualmente, hay una considerable producción de análisis sobre la cobertura periodística de la protesta social; la mayoría proceden del ámbito académico anglosajón. Los trabajos se han centrado principalmente en la prensa y la televisión, pero se ha ampliado el estudio a diversos tipos de protesta social: obreros, feministas, movimientos indígenas, estudiantiles, campesinos, ecologistas, anticapitalistas, sindicalistas, anarquistas, etc. Las investigaciones sobre el cobertura mediática de la protesta social provienen fundamentalmente de los estudios de los medios de comunicación, de tal modo que la teoría y la metodología se basan, por ejemplo, en el análisis de contenido informativo, en el estudio de los frames mediáticos, en el análisis de las prácticas y los valores periodísticos, en cómo los factores políticos, económicos e ideológicos influyen en las producción de las noticias, y en los efectos del tipo de información sobre la protesta social en los receptores/consumidores de los medios. En este sentido, son carentes los estudios que se hayan centrado específicamente en las estructuras del discurso mediático; por ejemplo, las estructuras textuales de las noticias. Desde el ámbito del Análisis del Discurso, en 1988 Teun van Dijk publicó un libro sobre análisis de las noticias, en el que introdujo un capítulo titulado “Squatter in the press” (1988a: 255294). El trabajo, raramente citado entre los investigadores del paradigma mediático de la protesta social, tiene la cualidad de fijarse en las estructuras del discurso de las noticias para observar cómo se escribe, en este caso, del movimiento ocupa en Holanda. La investigación se centra en la cobertura periodística del desalojo de unas casas ocupadas, y las protestas que ocurrieron consecuentemente, en Ámsterdam entre 1980 y 1982. El análisis describe la estructura temática de las noticias, su organización jerárquica a lo largo de la cobertura periodística, examina los titulares, las entradillas, las categorías narrativas y su orden dentro de la noticia, los significados locales y sus repercusiones semánticas y retóricas (uso de argumentos, análisis de la perspectiva, la coherencia 3

local), análisis estilístico (tipo de léxico) y formas retóricas (exageración, contraste, empleo de cifras, y metáforas). Desde un punto de vista interdisciplinario, consideramos que un aporte importante para el estudio del paradigma mediático de la protesta social son las investigaciones desde el Análisis del Discurso, en particular, el análisis de las estructuras textuales de la noticia (estudiadas en particular por van Dijk, 1988b). En este artículo combinamos el trabajo sobre la cobertura mediática de la protesta social y el Análisis del Discurso, y nos ocupamos sólo de algunos aspectos analíticos. 3. EL PARADIGMA MEDIÁTICO DE LA PROTESTA SOCIAL Los investigadores de habla inglesa que estudian la cobertura mediática de la protesta social, como se mencionó antes, suelen usar el término “protest paradigm” para referirse a un conjunto de prácticas y valores periodísticos, que de manera recurrente emplean los periodistas para informar sobre una protesta social. En este artículo usamos la frase paradigma mediático de la protesta social para referirnos a lo mismo. A continuación, presentamos algunas características principales de este paradigma, y algunos factores sociales que explican su existencia, de acuerdo con los investigadores que lo han estudiado. El paradigma mediático de la protesta social consiste en los siguientes elementos (Chan y Lee, 1984; MacLeod y Detember, 1999; Stamou, 2001, Barker, 2008): (a)Énfasis en el suceso más que en las causas y antecedentes de la protesta (b)Énfasis en la confrontación (con las autoridades, sobre todo con la policía) (c)Énfasis en las acciones y aspectos negativos de la protesta (d)Mitigación de las acciones y aspectos negativos de las autoridades oficiales En la cobertura mediática de la protesta social, los investigadores han observado que (a) las noticias se centran en el suceso de la protesta, sobre todo si es espectacular (por ejemplo, el tamaño, entre más grande una protesta más se cubre), pero hay poca o nada de información sobre las causas, antecedentes y objetivos políticos de la protesta; (b) las noticias se focalizan en la confrontación, sobre todo violenta, entre los manifestantes con las autoridades, en particular con la policía; (c) las noticias suelen ser más detalladas en la descripción de las acciones violentas y aspectos diferentes (“deviant”) de los manifestantes; sin embargo, (d) a menudo se describe en menor medida las acciones violentas o aspectos negativos de las autoridades oficiales, por ejemplo, el

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armamento, las detenciones y los golpes de los policías. En este último punto, cabe señalar que cuando se buscan declaraciones sobre la protesta, o los enfrentamientos que hubo en ella, se cita con mayor recurrencia a las elites (los gobernantes o la policía), pero poco se cita a los manifestantes. Las causas que han originado este paradigma mediático de la protesta social se debe a varios factores sociales, políticos, económicos e ideológicos que han influido, en general, en la producción de los medios masivos de comunicación, y en particular, en la cobertura mediática de la protesta social. Desde las investigaciones de Halloran y compañía (1970), Glasgow University Media Group (1976, 1980, 1982) y Gitlin (1980), hasta hoy día (MacLeod y Detember, 1999, Barker, 2008) se señala que el sistema capitalista ha constituido un modelo de producción en el que, sobre todo desde mediados del siglo XX, los medios de comunicación son concebidos como empresas de mercado; es decir, su dinámica está ligada a la venta, a la publicidad, al consumo y a la moda. Esto ha generado que, por ejemplo, las noticias sean creadas más como espectáculo o drama, ya que esto tiene más impacto en el consumo; es decir, el valor periodístico predominante para hacer una noticia es el entretenimiento dramático. Pero también, la dinámica de la moda, ha dado pie a que las noticias se concentren en lo inmediato, en lo que ocurre, pero sin darle un seguimiento atento y explicativo. En términos del contenido informativo, los análisis de frames, por ejemplo, indican que las noticias, al focalizarse en lo inmediato, describen sólo sucesos y sus participantes, pero dejan en segundo plano las causas, los antecedentes, el contexto del por qué ocurren los acontecimientos. De esta manera, se comprenden las razones de por qué en la cobertura mediática de la protesta social, los periodistas se centran en el suceso más que en las causas de la protesta, y en la confrontación violenta, entendida como valor periodístico de entretenimiento dramático. Otra característica importante que han observado los analistas, es que los medios de comunicación masiva, como empresa, están ligados no sólo a las elites económicas sino también a las elites políticas. Esta relación se advierte, entre otros, por dos aspectos, primero, los discursos de los políticos, declaraciones y agendas políticas, son ampliamente cubiertos por los medios; y segundo, el modo en que un medio define (narra, describe, explica) una situación sociopolítica coincide con el modo en que lo hacen las elites políticas, es decir, con su ideología. Al respecto, Murdock explicaba lo siguiente (1973), que continúa teniendo vigencia actualmente. En el pensamiento político dominante, derivado del sistema capitalista, los problemas sociales y políticos (las elecciones políticas, las reformas, le petición de servicios 5

sociales, etc.) deben resolverse en el marco de la legalidad, del Estado de Derecho; lo que se haga fuera de esto es ilegal, es non grato, es diferente; es mal visto, marginalizado o eliminado por parte de las elites políticas, como de hecho ocurre con las protestas sociales. Hoy día, se habla de la criminalización de la protesta social por parte del Estado (Romo, 2008), esto es, ante una protesta social de bajo perfil (denuncia pública, marcha, mitin), el gobierno tiende a ignorar sus demandas y acciones, la deslegitima como interlocutor político válido; frente al desdén del Estado, la protesta social puede tornarse más radical para ser tomada en cuenta, pero cuando esto ocurre, el Estado acude a la Ley, y la aplica, a través de la policía y otros “causes legales” (acusarlos, por ejemplo, de obstrucción a las vías de comunicación o asociación delictuosa), además de deslegitimarla públicamente como un grupo minoritario, criminal o violador de la ley (ibíd). Esta actitud de las elites políticas, su manera de definir y resolver los problemas sociopolíticos, es reproducida por los medios masivos de comunicación; en el caso particular de la protesta social se explica por el hecho de que en la cobertura mediática de ésta, se enfatizan las acciones y aspectos negativos de los manifestantes, por lo que se contribuye a deslegitimar la protesta como interlocutor político; no obstante, las elites políticas se ven privilegiadas, ya que en la cobertura sobre una protesta, son las más citadas, a diferencia de los manifestantes, pero se mitigan las acciones y aspectos negativos de las autoridades políticas oficiales En suma, el paradigma mediático de la protesta social es un esquema ideológico de producción informativa, recurrente en los medios masivos de comunicación; identificado al menos desde las investigaciones realizadas en la década de los setenta, pero que continúa vigente como lo muestran diversas investigaciones (Arpan, 2006; MacLeod, 2007; Barker, 2008), y como veremos más adelante con una pequeña muestra de texto periodístico. El empleo del paradigma mediático de la protesta social funge más bien como instrumento del poder que como una práctica democratizadora, puesto que, por un lado, configura una representación negativa de la protesta social, pero por el otro, tiende a privilegiar y reproducir la ideología del poder político y económico dominante, en detrimento de la protesta social; una práctica política que debería impulsarse en el marco de una sociedad democrática (De Sousa, 2001). 4. UNA APROXIMACIÓN DESDE EL ANÁLISIS DEL DISCURSO DE LAS NOTICIAS

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En el estudio aplicado del paradigma mediático de la protesta social, en general, se suele emplear el análisis de contenido, así como el análisis de frames, para examinar el corpus de estudio (noticias de televisión y periódicos, los medios más investigados hasta ahora); el estudio se integra invariablemente con una explicación del contexto social y político de la protesta; pero hay otras investigaciones que se han centrado en los efectos del paradigma mediático de la protesta social en los lectores o audiencia, y también en cómo afecta a los miembros que participan en una protesta social (Shoemaker 1982; MacLeod y Detember, 1999; Arpan, 2006). Sin embargo, como se mencionó antes, son carentes los análisis de corpus que se fijen sistemáticamente en las estructuras del discurso de las noticias, a excepción del artículo van Dijk (1988a). En general, en nuestra investigación sobre la cobertura periodística de la protesta social nos interesa trabajar sobre esta carencia, es decir, introducir el análisis de las estructuras textuales de la noticia (van Dijk, 1988b) en el estudio del paradigma mediático de la protesta social. Una motivación para hacer esto es que dicho paradigma puede constituirse en las diferentes estructuras textuales de una noticia: semántica, sintáctica, pragmática, estilística, retórica y narrativa, a nivel local y global del texto. En este artículo nos centramos en la estructura semántica, no obstante, ya que en el discurso todo está tejido, para el análisis acudimos a otras estructuras como la sintáctica o la narrativa. 5. CATEGORIZACIÓN Y AGENTIVIDAD Para una explicación detallada de las estructuras discursivas de la noticia, remitimos al lector al trabajo de van Dijk (1988b). Para aprovechar espacio en este artículo, durante el análisis de la noticia que hemos elegido, explicaremos algunos aspectos teóricos de las estructuras textuales que estamos analizando. Por ahora, es necesario exponer algunas características acerca de la categorización y la agentividad, y cómo las empleamos en relación con el paradigma mediático de la protesta social. En primer lugar, la categorización y la agentividad son dos procesos semánticos importantes en la representación social. Con el término “categorización” nos referimos al modo en que una comunidad lingüística categoriza el mundo a través de la estructura léxica, según sus intereses sociales. La categorización por medio de la estructura léxica clasifica y distingue la estructura de la sociedad, es decir, diferencia a través de rasgos opositivos (Fowler, 1991:82-84); en este sentido, conceptualiza identidades, estereotipos, y tipos de relaciones entre actores sociales (van Leeuwen, 2002: 322). La categorización léxica

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es una parte integral en la reproducción de la ideología, en particular, en la discriminación de identidades y funciones sociales (Fowler, 1991: 84). Con el término “agentividad” nos referimos al rol semántico de agente que se le atribuye a un actor social a través del discurso; es decir, que es la fuente y el control de la acción representada por un verbo, o predicado. El modo en que es desarrollado el tratamiento del actor social como agente a lo largo del discurso, genera una determinada representación social de su capacidad de acción en un acontecimiento social (Martín Rojo, 2007: 578). La agentividad, al igual que la categorización, es un proceso semántico significativo en la reproducción de ideología, en particular, la tipificación de ciertos grupos sociales como responsables de determinadas acciones sociales. En el caso particular del paradigma mediático de la protesta social, la categorización y la agentividad recaen fundamentalmente en (c) Énfasis en las acciones y aspectos negativos de la protesta, y en (d) Mitigación de las acciones y aspectos negativos de las autoridades oficiales. Con el proceso de agentividad, se activa la estrategia de atribuir el rol de agente a los actores sociales de una protesta para enfatizar sus acciones negativas; sin embargo, el uso de la agentividad, cuando corresponde a las autoridades oficiales, es discreto puesto que la estrategia es mitigar las acciones negativas de éstas. Con el proceso de categorización, se activa la estrategia de seleccionar el léxico que enfatice las acciones negativas de los actores sociales de una protesta; pero también para elegir el léxico que mitigue los aspectos negativos de las autoridades oficiales. En la práctica, el o la periodista puede ser consciente de emplear lo que teóricamente llamamos agentividad y categorización, es decir, su intención es realmente construir una imagen negativa de la protesta social; pero también puede ser inconsciente, e incluso sujeta a la norma no escrita de la prácticas periodísticas, esto es, “si no escribo según el estilo de este medio, mi noticia no es bienvenida”, y esto ocurre generalmente en los medios masivos de comunicación (Murdock, 1973; Barker, 2008). En la noticia que analizamos adelante, nos centramos principalmente en la estrategia (c) del paradigma mediático de la protesta social, pero también comentamos un poco cómo intervienen las otras estrategias, (a), (b) y (d), ya que todo en un discurso está tejido. 6. LOS VIOLENTOS NO PARAN El 30 de septiembre de 2010, en el periódico La Vanguardia, en la portada de la sección Vivir, que trata temas de Catalunya, la noticia que encabeza dicha sección se

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titula: (1) “Los violentos no paran”. La nota está acompañada de una amplia fotografía ubicada en el centro de la portada, y tiene un pie de foto que dice: (2) “Asalto en Paseo de Gracia: Los antisistema asaltaron una tienda de ropa vaquera en el centro de Barcelona a plena luz del día”. La imagen muestra a jóvenes frente al escaparate de una tienda de ropa, con el cristal roto y con pantalones en la mano, que, inferimos, los están sacando del escaparate. La imagen no sólo sirve como muestra, sino sobre todo como argumento ilustrativo de lo que dice el pie de foto y lo que describe y relata la noticia más adelante. Esta noticia, como muchas otras que aparecieron en La Vanguardia, y en otros periódicos como El País y El Mundo, por ejemplo, forma parte, en general, de la cobertura periodística sobre la Huelga General que se realizó un día antes, el 29 de septiembre de 2010. Para el análisis de una noticia y de toda la cobertura es necesario contar con la mayor información posible del contexto, micro y macro, social, político, ideológico e histórico, en este caso de la Huelga General. Para este breve análisis nos limitamos a señalar algunos datos, a saber, que la huelga fue convocada por los sindicatos de trabajadores de todo el Estado Español para protestar contra la reforma laboral, propuesta por el gobierno español.2 En cada región autónoma, en cada ciudad capital o centro urbano importante, la jornada de huelga tuvo sus características específicas, aunque también con varios rasgos comunes; uno de ellos es que la Huelga no se limitó a los sindicatos sino que hubo una amplia participación de la sociedad civil, es decir, diversos movimientos sociales, colectivos, organizaciones políticas, y varios sectores sociales participaron en la huelga, muchos incluso desligándose de los sindicatos mayoritarios que convocaron a huelga. En este sentido es significativa una consigna que varios colectivos sociales de Barcelona desplegaron en la antigua sede del Banco Español de Crédito (ubicado frente a la Plaza Catalunya): “La Banca nos asfixia. La Patronal nos explota. Los Políticos nos mienten. CCOO y UGT nos venden: a la mierda”. Es decir, a diferencia de la convocatoria de los sindicatos que estaba dirigida a la reforma laboral, varios sectores de la sociedad civil salieron a la huelga por un descontento social y político mucho más amplio y estructural: el sistema económico, político y además sindical (en particular de los sindicatos mayoritarios, señalados en la

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Hay muchos sitios en Internet con información de la Huelga, sólo como ejemplo, esta es la página del sindicato de Comisiones Obreras (CCOO): http://www.ccoo.es/huelga29s/

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consigna)3. Hasta aquí un poco de contexto para el análisis de la noticia que hemos elegido. La semántica del discurso se compone de significados globales y locales. Un significado global, o macroestructura semántica, es el tema de un texto (e. g. párrafo, capítulo, libro, conversación, conferencia, etc.), lo explica como un todo, pero dicho tema se deriva de los significados locales del texto; es decir, la coherencia de un texto se construye de abajo hacia arriba, y viceversa; la organización microsemántica genera un tema, y un significado global es la macroestrucura para organizar los significados locales (van Dijk, 1988b: 30). Teóricamente, la descripción semántica formal de un texto explicaría el tema que se deriva de sus significados locales, y viceversa. En el discurso de una noticia, los encabezados (titulares, supratitulares, subtitulares y entradillas o leads) fungen como el tema que representa la noticia. Un análisis formal semántico serviría para comparar si el encabezado representa la macroestructura semántica de la noticia, o sólo un aspecto estructural de ésta. En la noticia de La Vanguardia, el encabezado en general resume el significado global del texto (no tenemos espacio aquí para los detalles analíticos, exponemos sólo lo más relevante); no obstante, el encabezado se divide entre titular y dos entradillas. Y el titular, como siempre de mayor tamaño, enfatiza sólo un tema: Titular: (1) Los violentos no paran Entradillas: (3) Los graves incidentes protagonizados por grupos antisistema provocan el caos en el centro de Barcelona. (4) La huelga general dificulta pero no consigue detener la vida normal en la mayoría de las ciudades catalanas.

En la estructura discursiva de la noticia, la organización del contenido semántico es jerárquico, se construye principalmente en términos de relevancia (van Dijk, 1988b: 41). En este caso, en el encabezado (compuesto por titular y dos entradillas) hay dos temas relevantes, en términos abstractos, la violencia y la huelga. Sin embargo, de los dos, el más relevante aún es la violencia, ya que aparece en el titular (1) y en una entradilla (3); el tema de la huelga se resume sólo en (4). A nivel de estructura semántica de la violencia, (1) y (3) tienen un mismo referente: “Los violentos” y “grupos antisistema” se refieren a un mismo participante colectivo, a quien se le atribuye el rol de agente, el

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Un sitio web con información sobre esta consigna es, entre otros, este: http://movimentdel25.org/

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cual, en (1), no para, y en (3) protagoniza incidentes y provoca caos. En el pie de foto (2), el participante colectivo, “los antisistema”, es el mismo que en (1) y (3), y también cumple el rol de agente, a quien se le atribuye la acción de asaltar una tienda (lo refiere además la imagen), y con ello introduce de la misma manera el tema de la violencia. De esta manera, entonces, por un lado, en el encabezado, con el pie de foto (y la foto), el tema de la violencia es más importante que el de la huelga, y por el otro, se está definiendo al participante colectivo al que se refiere, en (1), (2) y (3) se le atribuye el papel de agente, y una serie de acciones negativas: en (1) se presupone que el participante colectivo, siempre hace violencia, en (2) asalta tiendas, y en (3) provoca caos. En términos de representación social es violento, asaltante y caótico. En cuanto al tema de la huelga, en (4), “La huelga” es la persona semántica central, la cual, cumple el papel de agente y se le atribuye el origen de una acción no-lograda, a saber, “dificulta pero no consigue detener”. El hecho de atribuirle el rol de agente, pero sobre todo, de ser la fuente de una acción obstaculizadora, que hace difícil, define a la “La huelga”, primero, como un problema, y segundo, el uso de la conjunción adversativa “pero”, más el predicado “no consigue detener”, presupone que la intención de “La huelga” era dificultar la vida normal. Es decir, el tema de la huelga es definido y representado socialmente como un agente negativo, problemático. Con base en el análisis semántico anterior, los temas de la violencia y la huelga en el encabezado (más el pie de foto -y la foto-, en el caso de la violencia) se pueden representar con las siguientes proposiciones (estructuralmente, la descripción semántica se representa con proposiciones, formada por argumentos y predicados (van Dijk, 1988b). a) Los grupos antisistema son violentos, caóticos y asaltantes. b) La huelga provoca problemas Estas proposiciones se derivan no sólo de (1), (2), (3) y (4), sino también de los significados locales de cuerpo del texto, en este caso por 9 párrafos que componen el cuerpo de la noticia. En general, en estos párrafos encontramos que la proposición a), el participante colectivo Los grupos antisistema, en todos los casos en que aparece, cumple la función de agente, y las acciones que se le atribuyen son variantes de su violencia, caos y asalto. Por ejemplo: (5) Los incidentes de la tarde en la capital catalana, a merced de una suerte de guerrilla urbana, emborronaron el día.

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En términos de conexión referencial, “guerrilla urbana” se refiere al mismo participante colectivo, Los grupos antisistema, el cual cumple el rol de agente que provocó incidentes. Inferimos y señalamos que provocó incidentes, ya que, en términos cognoscitivos, sabemos que “los incidentes” son ejecutados por alguien; no obstante, en (5), “Los incidentes” aparecen como sujetos sometidos por (“a merced de”) una guerrilla urbana; es decir, de un modo indirecto (retórico: personificación de “los incidentes”) se define la agentividad de la guerrilla urbana. De esto, se desprende que el componente cognoscitivo es importante para el análisis semántico de las noticias (van Dijk, 1988b:62). Otros dos ejemplos: (6)…grupos de antisistema ajenos a los sindicatos promotores del paro saltaron a la calle en el centro. Empezaron entonces una serie de enfrentamientos con la policía…. (7) La acción de estos grupos, que asaltaron tiendas y quemaron mobiliario urbano,…

En estas muestras, el referente es el mismo participante colectivo, quien cumple la función de agente que, en (6) salta a la calle y se enfrenta a la policía, en (7), asalta tiendas y quema mobiliario. En suma, en (5), (6) y (7), al agente “grupos antisistema” se le atribuyen acciones que especifican su carácter violento, caótico y asaltante. En cuanto a la proposición b) La huelga provoca problemas, encontramos que en el cuerpo de la noticia La huelga también continúa asumiendo el rol de agente y se le asignan acciones que especifican y ejemplifican, en este caso, su agentividad como fuente de problemas, de dificultar la vida normal. Ejemplos: (8) El llamamiento de los sindicatos no logró paralizar la vida en la mayoría de las ciudades catalanas pero dificultó todas las actividades.

En esta muestra, (primer línea del primer párrafo de la noticia) la huelga (referida como “El llamamiento”) ya está atribuida a los sindicatos. En (4), como lectores, por el contexto social y cognoscitivo, lo inferíamos, pero no estaba expresado en el texto, en su lugar se empleaba un nombre general y abstracto: huelga. Como agente, las acciones que se le atribuyen son: no logró paralizar la vida, dificultó todas las actividades, es decir, son acciones que especifican la problematización que provoca la huelga, y que con el predicado “no logró paralizar” la definen como una agente con la intención de

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dificultar la vida. Las siguientes muestras funcionan en el cuerpo de la noticia para ejemplificar justamente los problemas de la huelga: (9) En el aeropuerto hubo numerosas cancelaciones. (10) Los autobuses y el metro registró un número de pasajeros inusualmente bajo. (11) Por la mañana los piquetes trataron de forzar algunos cierres, pero lo cierto es que la mayoría de los grandes centros comerciales estaban abiertos…

Por medio de (9) y (10) se ejemplifica, pero también se especifica que uno de los problemas que provocó la huelga fue en el transporte. Por otro lado, con (11) se vuelve a la constatación de que la huelga intentó paralizar algo pero no pudo; en este caso se refiere a la realización de piquetes, un tipo de protesta que consiste en el cierre de espacios de trabajo en el contexto de una huelga laboral. En suma, el proceso de agentividad de Los grupos antisistema y La huelga construyen una representación social negativa en términos de violencia, caos, asalto y problemas. Ahora bien, esta imagen negativa es enfatizada también con la categorización léxica, en particular con Los grupos antisistema. En (1), el titular, la estructura más visible de una noticia, la frase nominal elegida “Los violentos” introduce y subraya el carácter violento de Los grupos antisistema, el participante colectivoagente al que dicha frase nominal se refiere, y que es protagonista a lo largo de la noticia. Otra frase nominal significativa es el uso de “guerrilla urbanas”; con el empleo de esta categorización, y con base en el contexto cognoscitivo, Los grupos antisistema son definidos, dentro de su violencia, como “guerrilleros”, y este significado está asociado con la guerra, con el enfrentamiento, con el crimen, con el terrorismo. Esta asociación la inferimos por contexto histórico y político, desde las elites políticas las “guerrillas” han sido definidas en los términos antes mencionados, y son consideradas “ilegales” e “ilegítimas”, según el poder. Todo este significado cognoscitivo es activado con el empleo de “guerrillas urbanas”, y enfatiza la negatividad que se le atribuye a Los grupos antisistema. En resumen, con el análisis anterior observamos que la agentividad y la categorización son procesos discursivos, semántico cognoscitivos, que entran en juego para, fundamentalmente, c) enfatizar las acciones y aspectos negativos de la protesta. Sin embargo, es notable en la noticia que no se habla en los mismos términos de las autoridades oficiales, por lo contrario, mitigan sus acciones y aspectos negativos -

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estrategia (d). No hay ninguna línea que hable, por ejemplo, de las cargas policiales, de los golpes y las detenciones que realizaron los elementos policiales. Y cuando se cita a una autoridad, es para enfatizar la negatividad de Los grupos antisistema, por ejemplo, se cita al alcalde de Barcelona quien condenó los acontecimientos (párrafo tercero). Por otra parte, la superestructura de una noticia organiza el contenido semántico de ésta, a través de un conjunto de categorías narrativas: Situación (episodios principales/consecuencias), Antecedentes (circunstancias previas/contesto histórico), Reacciones Verbales (testimonios/evaluación) (van Dijk, 1988: 57). La noticia puede centrarse en alguna de estas categorías y tendrá efectos de representación semántica, y cognoscitivos. En este caso, el relato de la noticia se centra en la Situación, sobre todo en algunos episodios relativos a la violencia de Los grupos antisistema y los problemas que generó la huelga, principalmente en el transporte. Sin embargo, la categoría de los Antecedentes no está registrada, no se explica el origen de la Huelga General, los objetivos de los sindicatos, el contenido de la reforma laboral, tampoco se comenta el contexto político de la huelga, a saber, que varios sectores sociales salieron a las calles para protestar más allá de la Huelga General, protestaron por el sistema económico, político y sindical como fuente de problemas sociales que no puede resolver, sino que los reproduce (ver, e. g. link de nota 2). De esta menara, observamos que la noticia usa la estrategia (a) Énfasis en el suceso más que en las causas y antecedentes de la protesta. Pero también emplea (b) Énfasis en la confrontación; en el párrafo dos se menciona que Los grupos antisistema saltaron a la calle y enfrentaron a la policía, y en el párrafo 4 se describe que hubo 40 detenidos de “estos grupos violentos”, dice textualmente. 7. CONCLUSIONES En primer lugar, hemos analizado una noticia del periódico La Vanguardia, sobre la Huelga General en el Estado Español, publicada el 30 de septiembre de 2010. Con base en el análisis de la agentividad y la categorización hemos observado el uso relevante de una estrategia del llamado paradigma mediático de la protesta social, a saber, énfasis en las acciones y aspectos negativos de la protesta. No obstante, se advirtió que también se emplean otras estrategias de dicho paradigma, esto es, mitigación de las acciones y aspectos negativos de las autoridades oficiales, énfasis en el suceso más que en las causas, antecedentes y objetivos políticos de la protesta, y focalización en la confrontación. Es decir, la nota que analizamos es un texto que ideológicamente

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construye una representación social negativa de la protesta social, en particular se focaliza en Los grupos antisistema, participante colectivo, al que se le atribuye el rol de agente y fuente de acciones negativas, tales como la violencia, el caos y los asaltos. El otro participante semántico en quien se centra la nota es en la huelga, originada por lo sindicatos, a la cual se le asigna también el papel de agente y origen de acciones problemáticas. En términos de categorización se enfatiza la violencia de Los grupos antisistema nombrándolos como “Los violentos” y “guerrilla urbana”. La noticia en cuestión, podría ser vista, o interpretada, como una nota aislada, que sólo se fija en lo negativo, o que al fin y al cabo es reproducida en un periódico conservador, característica de La Vanguardia; sin embargo, aquí consideramos, que dicha noticia debe ser observada con perspectiva, en este sentido, su carácter de representación negativa no es único o aislado, sino que en realidad reproduce un esquema recurrente en los medios masivos de comunicación, en este caso, el paradigma mediático de la protesta social. Es decir, la ideología particular de la noticia se fundamenta en una ideología estructural, en la que se suele construir una imagen negativa de la protesta social. Y esta característica periodística, en vez de reconocer a la protesta social como práctica política necesaria en un proceso democrático, la criminaliza, la marginaliza, la excluye, la demoniza. En segundo lugar, con este breve análisis hemos observado la utilidad de las herramientas del Análisis del Discurso, en particular el análisis de las estructuras textuales de las noticias, para el estudio del paradigma mediático de la protesta social. Finalmente, sólo cabe señalar que un análisis de corpus amplio de noticias, y comparando diferentes periódicos, sobre la cobertura periodística de La Huelga General del 29 de septiembre de 2010, ayudaría a comprobar o verificar hasta qué grado, en la prensa española, se reproduce el paradigma mediático de la protesta. Un estudio de este tipo es necesario ya que la protesta social actualmente es criminalizada no sólo desde la política dominante, sino también desde los medios de comunicación, y, consideramos, la protesta social es un espacio democratizador, que debe ser tomado en cuenta, escuchado y analizado, antes que criminalizarlo o demonizarlo.

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