Características naturalistas del personaje de doña Ana Ozores: entorno, personalidad y experiencias.

Características naturalistas del personaje de doña Ana Ozores:
Entorno, personalidad y experiencias.
La obra de la que va a tratar el siguiente ensayo corresponde a una novela escrita por Leopoldo Alas "Clarín", titulada La Regenta. Clarín fue catedrático de derecho en la ciudad de Oviedo. En literatura, fue más conocido por ser crítico literario, aunque también hizo de narrador, como en la obra a analizar en cuestión. La Regenta está considerada como la obra culmen de Clarín. Fue publicada en dos tomos, en 1884 y 1885, respectivamente.
El objetivo de este ensayo es definir los aspectos del naturalismo que encontramos en uno de los personajes de la novela, Ana Ozores. Para hablar del naturalismo tenemos que hablar también del realismo. Estos dos movimientos están muy relacionados ya que ambos términos surgieron como conceptos artísticos y posteriormente se aplicaron al terreno literario.
El realismo se basa en la representación exacta de la realidad a través de una observación minuciosa e impersonal. En la novela realista, todos sus elementos (estructura, personajes, lenguaje, etc.) son verosímiles, por lo que se considera a la novela realista como 'espejo de la sociedad'. Al ser verosímiles, se observa una mezcla de historia y ficción, simultaneidad en el tiempo y coetaneidad. Esta verosimilitud se consigue mediante la observación de la realidad y la mímesis o copia de ésta. Además de observar, el autor realista también debe dominar la descripción. El hecho de que haya una descripción mimética de los personajes basada en la observación, implica que el autor sea un narrador omnisciente (en el caso de La Regenta, Clarín) que conoce perfectamente a estos personajes. Por tanto, el propio autor se inmiscuye en su obra, adoptando una posición crítica que a veces puede llevar a que los personajes se conviertan en estereotipos, afectando a la calidad estética. Podemos destacar también que el realismo busca la naturalidad en la expresión y huye de los convencionalismos.
El naturalismo literario surgió, al igual que el realismo, de un término artístico. El máximo representante de esta corriente es el francés Émile Zola. Su intención era acercar la literatura a las ciencias naturales, que por esa época estaban empezando a conseguir un gran prestigio social, ganando terreno a las Humanidades, que eran las que habían tenido la supremacía hasta entonces. Los autores naturalistas siguieron a las novedosas ciencias naturales y adoptaron el empleo de rigurosos métodos científicos (observación, experimentación…) A diferencia del realismo, el naturalismo concibe la obra narrativa como una forma viva de estudio literario y de encuesta social. También hay una concepción determinista del ser humano y la vida. Por un lado, determinismo genético (los personajes son sujetos sometidos a las leyes fisiológicas de la herencia, que condicionan sus desarrollos). A ello se superpone otro determinismo, el que nace de la raza, el medio físico y el momento. Además, adoptan la idea darwinista de la lucha por la supervivencia, que nace de la competencia de los individuos entre sí y dentro de la especie, como móvil de conducta de las personas y la sociedad. Otra característica de las novelas naturalistas es el componente sexual, pero no una sexualidad agradable, sino más bien patológica y grotesca. El naturalismo llegó a España en 1880-1882. Podemos destacar algunos autores españoles como Blasco Ibáñez, Pardo Bazán (Los Pazos de Ulloa), Galdós (La Desheredada), o Clarín (artículos Del Naturalismo, publicados en la revista La Diana).

Con todo lo explicado hasta ahora, podemos pasar a definir el personaje de Ana Ozores, la protagonista de la novela. Está casada con Víctor Quintanar, antiguo regente de Vetusta, ciudad donde se desarrolla la novela. Don Víctor es mucho mayor que su mujer y no puede satisfacerla sexualmente porque en el capítulo III se explica que padece andropausia (menopausia masculina).

Una característica del naturalismo la encontramos en el determinismo que ejerce el entorno donde vive Ana Ozores. Vetusta es el nombre que le da Clarín a Oviedo, ciudad en la que vivió. Nos encontramos en una capital de provincia del norte de España, en la época de la Restauración. Vetusta representa la aparente tranquilidad que predominaba en España en esa época. En cuanto a la sociedad que rodea a Ana Ozores, Clarín la retrata como un mundo en el que lo que más importa es el poder y el sexo, una sociedad descorazonada. Los tres personajes que más se relacionan con ella son su marido (que en realidad ve a Ana como si fuese su hija), el Magistral (que está enamorado de ella) y Álvaro Mesía (que se obsesiona con ella porque la ve inalcanzable). Por tanto, vemos en su entorno más cercano otra característica del naturalismo: el componente sexual patológico y grotesco que mencionamos antes.

En cuanto a su personalidad, Ana Ozores es una mujer con fuertes creencias religiosas, y acabamos de decir que su confesor, el Magistral, está enamorado de ella. Encontramos otro rasgo propio de los personajes naturalistas: la carencia de principios morales. Esto lo podemos ver cuando Ana mantiene relaciones extramatrimoniales con Álvaro Mesía, ya que su marido no la satisface sexualmente.
El personaje de Ana Ozores, además de por el entorno, también está marcado por sus experiencias. La madre de Ana, una modista italiana, falleció en el parto, y su padre, Don Carlos, poco después, cuando ella aún era una niña. Debido a esto, Ana fue criada por sus tías, que la educaron de forma represiva respecto al amor, seguramente porque ellas no tuvieron éxito en sus relaciones amorosas y lo que querían era que Ana se casase con un noble. Esta convivencia con sus tías marcó al personaje de Ana Ozores, al igual que otras experiencias como la muerte de su padre, ser descubierta con un amigo en una barca o el adulterio con Álvaro Mesía. Además, podemos ver que se trata de un personaje naturalista porque está determinada por su herencia genética. Las tías de Ana describían a su madre como una don nadie que no era digna del linaje de los Ozores, por lo que Ana está condenada al fracaso. También vemos el determinismo genético en el hecho de que el padre de Ana era un hombre de letras y a ella le encante la lectura.
En conclusión, podemos decir que el personaje de Ana Ozores está marcado por el entorno social y sus experiencias, pero también cabe destacar la importancia de la herencia genética como característica naturalista de este personaje.
BIBLIOGRAFÍA
-L. Alas: La Regenta, ed. Cátedra.
-Notas de clase.
-Notas del profesor.










Ignacio González Almodóvar
Grado en Estudios Ingleses, grupo 5




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