Calvario y Tabor Resena

September 19, 2017 | Autor: Jorge Montes Mèndez | Categoría: History, 19th Century Mexican History, Mexican Literature, Vicente Riva Palacio y la historiografía
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Descripción

Introducción

En esta obra de corte militar, nos es presentada la vida de México durante la ocupación francesa a mediados del siglo XIX.
A continuación se exponen algunos de los puntos más importantes de la obra y un pequeño análisis a lo que el autor relata. Hice un esfuerzo por sintetizar lo más posible la obra, pero rescatando los momentos que son claves en el desenlace de la misma.











Calvario y Tabor es una obra que explica a lo largo de siete libros y 343 páginas, las vidas de un grupo de personas que están vinculadas entre sí por interesantes lazos que se irán descubriendo conforme se avanza en la trama del libro a la vez que se conoce el contexto del México ocupado por el Imperio de Maximiliano de Habsburgo. En este libro se teje un drama en medio de la guerra, lo que permite conocer tanto la situación de la batalla como las costumbres y la vida cotidiana de la época.
Vicente Riva Palacio sitúa su novela en el año de 1965, aquí es donde se nos van revelando los personajes que formarán parte del relato. Por una parte tenemos a Alejandra, una joven y atractiva dama de tez morena y carácter agradable que se está enterando de que don Plácido, su padre, no es su padre biológico, sino la persona que se ha hecho cargo de ella a lo largo de su vida como una responsabilidad autoimpuesta resultado de una broma que le jugó a Juan, su verdadero progenitor, y por la cual éste no se ha vuelto a ver en Acapulco. Mientras esto ocurre se narran también los planes del sujeto que pasará a ocupar el papel de villano en la historia, se trata de don Celso Valdespino, personaje que tiene por propósito raptar a Alejandra porque se encuentra obsesionado con la belleza de la joven costeña e idea una artimaña para hacerse con ella, lo que da pie a un momento de acción en el que Alejandra es separada del lado de su padre adoptivo en el camino rumbo a Morelia, por una banda de matones a los que corre un grupo del pueblo a dar persecución e intentar rescatar a la muchacha ordenados por el sacerdote de Acapulco. Después de tiroteos y varios días de caza, la banda de bandidos, acorralada, decide abandonar a su suerte en medio del bosque a Alejandra, quien es recogida y auxiliada por una familia de acróbatas que se trasladaba rumbo a México. Alejandra al creer muerto a manos de los bandoleros a don Plácido, considera inútil regresar a su pueblo, por lo que acompaña a sus nuevos parientes en una travesía que se verá interrumpida gracias al encuentro, en mitad del camino, con el ejército francés que despoja de sus mulas al pobre grupo de acróbatas y además recluta a la fuerza a Diego y Rito, los hombres de la familia. Las mujeres de éstos, y Alejandra se ven forzadas a seguirle el paso a la fuerza imperial para no separarse de sus familiares.
Paralela a la situación de Alejandra, nos es narrada la historia de dos amigos que están en el frente de batalla haciendo la guerra contra los militares franceses: Eduardo Murillo y Jorge Mondragón. Riva Palacio pinta un ejército mexicano en clara desventaja numérica, desprovisto de armas, de munición, de comunicación, de un lugar donde recuperar las fuerzas, de agua e inclusive de alimentos, pero a medida que avanzamos en la lectura y hasta el final de las páginas, éste ejército no deja de demostrar que le sobra patriotismo, valentía, coraje e inteligencia para saber equilibrar las carencias que tiene respecto al rival contra el que lucha. Aquí tenemos la oportunidad de recalcar que tanto Eduardo como Jorge son personas letradas y que bien podrían dedicarse a otra cosa gracias a la educación recibida en el extranjero, pero que deciden combatir guiados por el afán de liberar a México de su opresor. La milicia defensora de la republica transita por diversos escenarios que nos son ampliamente descritos, como es el caso de Zitácuaro, en donde el autor brinda una descripción que ahonda en detalles como: la comida, los paisajes con su flora y fauna, las costumbres, la vestimenta y las formas de hablar. Es evidente que Riva Palacio conocía, popularmente dicho, como la palma de su mano, los lugares de los que nos da noticia, no se ahorra palabras para exaltar el agobiante calor de la tierra caliente michoacana, el soleado atardecer y la brisa de la costa del pacífico, el bullicio y la urbanidad en la ciudad de México.
Al ir recorriendo las páginas somos llevados a conocer el pasado de algunos personajes de la novela, se nos cuenta de cómo Matilde se casa con Felipe Mondragón, un comerciante adinerado que va a pedir la mano de la joven sin haber tenido por lo menos una conversación con ella antes de esto, nos enteramos de que Felipe se gana su cariño y al poco tiempo están contrayendo nupcias, para después tener un hijo y una hija. Luego es posible apreciar el peso del juicio de la sociedad hacia actos considerados como inmorales en aquél entonces. Sucede que Matilde, al abandonar muy chica de edad su casa, deja solos a sus padres y llega a vivir con ellos el ya mencionado villano don Celso logra seducir a doña Estefanía, la madre de Matilde, a tal grado llegan sus encuentros que doña Estefanía queda embarazada. Advirtiendo esto pide ayuda a su hija y ambas se van durante un tiempo a vivir a un rancho perteneciente a Mondragón para no llamar la atención, allá, doña Estefanía trae al mundo por segunda vez a una niña, que es regalada a una familia de rancheros al poco tiempo de nacer. Viendo la situación de su madre, Matilde decide ayudarla pidiéndole a su esposo trabajo y asilo en su casa para don Celso. Es sumamente interesante el modo en que Riva Palacio da muestras de sus habilidades para la literatura manejando el drama en la historia, que, en varias ocasiones da giros no previstos logrando con eso sorprender y enganchar al lector. En su nuevo trabajo Valdespino se desempeña muy bien y se gana la confianza de Felipe Mondragón quien al salir de viaje deja a don Celso como encargado de velar por el bienestar de su familia. Esta confianza pronto se ve traicionada ya que el villano de la historia irrumpe en la habitación de Matilde confesándole el amor que siente por ella y pidiéndole que deje a su marido por él, al ver la reacción repulsiva de la mujer Valdespino opta por chantajearla con una brillante artimaña para obtener una respuesta positiva de ella que da resultado, el desenlace de esto es muy trágico para Matilde, porque queda en cinta y cuando el embarazo está ya muy avanzado su esposo le escribe anunciándole su regreso, ella se ve forzada a fingirse enferma y a escapar después con sus hijos a una casa de don Celso, estando ahí tiene que entregar a sus dos sucesores para no volverlos a ver y pare a un bebé que muere al poco tiempo. Mondragón no entiende el motivo por el que su familia lo abandonó, emprende una búsqueda y al verla estéril, se retira de los negocios, nunca ve en don Celso nada sospechoso así que continúan su amistad durante un largo tiempo.
Al irse desenvolviendo la historia se va contando acerca de las batallas que libran entre sí los dos ejércitos, el imperialista y el republicano. Se puede leer que la hueste republicana va ganando algo de terreno gracias a los líderes que no ceden a ser corrompidos por los franceses, a la disposición de la gente del pueblo a luchar por su patria y al conocimiento del terreno que aunado a la organización militar logra asestar duros golpes a los franceses y belgas.
Más adelante se cuenta que don Celso encuentra el modo de hacer pasar a una joven huérfana por la hija de don Juan, y logra engañarlo. Don Juan de Caralmuro, al creer haber encontrado a su hija alejada de él desde tan chica, cuenta que huye por culpa de la broma de la que fue víctima, relata por qué va a parar a la ciudad de México y una vez ahí de dónde obtiene su riqueza. De un modo espléndido Vicente Riva Palacio va entregando al lector la historia de los personajes, haciéndolos pasar por aventuras que logran emocionar demasiado y al ir cerrándose la historia se va tornando de un caos a un orden. En el momento oportuno nos enteramos de que don Celso está enamorado de Inés, una joven extremadamente bella que se gana la vida siendo actriz de comedias en un austero teatro, la chica logra atraer tanto la atención de don Celso que pronto se le ve más obsesionado que de lo que estuvo con Alejandra o con Matilde. Al principio no es revelado todo el pasado de Inés, pero después se puede descubrir que es la hija que nació de la aventura entre don Celso y doña Estefanía, lo que nos propone un interesante ambiente. Inés está enamorada de Pablo, un joven que ostenta una buena posición social, Inés se siente afligida de no poder formar parte de la vida de Pablo como su esposa porque no sería bien visto que ella, al provenir de un estrato más bajo de la sociedad, se emparentara con su joven amado, además de que la familia de éste no aprobaría la unión. Hay otro planteamiento parecido, en el que don Celso influye en Caralmuro y en Mondragón para casar a este último con la hija que estuvo tanto tiempo ausente. Existen otros romances en la historia, que por razones muy bien explicadas por el autor no pueden concretarse y entregarse a la felicidad, como el de Alejandra y Jorge o el de Eduardo Murillo y la supuesta hija de don Juan de Caralmuro.
Los protagonistas de la novela a menudo se tienen que enfrentar ante obstáculos que parecen no tener solución y que a la vez, impiden o arruinan su felicidad. Acercándonos al final de la narración, son revelados de forma soberbia muchos de los misterios que envolvían a los personajes, haciendo que el lector corra las páginas entre sus dedos ávidamente. Si bien muchos hechos estaban ya revelados y se podían deducir, también estaban faltantes de una explicación lógica y cuando esta es proporcionada todo encaja en su lugar y el cuadro va tomando una forma en la que se pueden comprender del todo los acontecimientos. La compleja red que fue tejida al inicio de la novela entre todos los personajes y sus relaciones entre si llega a un final en el que la justicia prevalece y da a cada quien lo que le corresponde según su comportamiento.
El ejército republicano cobra fuerza y logra reducir la presencia belga y francesa a la ciudad de México, donde mantienen un sitio esperando su rendición y en el que solo hace falta paciencia para obtener el anhelado resultado. Riva Palacio hace de la rendición imperialista la etapa cumbre de su obra, en la que todos los caminos por los que nos fue conduciendo a través de las vidas de los personajes llegan a su fin y donde el orden republicano es restaurado gracias al fervor patriótico y a las demás virtudes con las que contaron los defensores de la república para no flaquear ante el dominio del enemigo invasor.




















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