Autonomía y reflexión sobre opinión pública en redes sociales: Una intervención pedagógica en el aula.

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AUTONOMÍA Y REFLEXIÓN SOBRE OPINIÓN PÚBLICA EN REDES SOCIALES: UNA INTERVENCIÓN PEDAGÓGICA EN EL AULA Dos de los objetivos que persigue una asignatura de filosofía en los estudios de pregrado de las carreras de ciencias de la salud y ciencias básicas y biológicas, son el despliegue del pensamiento crítico y el desarrollo del pensamiento creativo. Estas dos competencias se ligan de una forma continua, entendiendo que el juicio crítico y la valoración de la autoridad en una justa medida, son las condiciones que permiten el uso eficiente de un pensamiento creativo. Esto es, la conciencia de la necesidad de un soporte sobre el cual crear, junto con una evaluación de la calidad de dicho soporte, son condiciones imprescindibles a asegurar antes de, siquiera, tomar la decisión de empezar a intervenir de modo creativo en lo que interesa. De este modo, al lado de la actitud crítica se coloca a su alma gemela, la autoridad, porque no es posible una crítica sin el conocimiento amplio y riguroso de lo que se critica. Es natural suponer que estos dos objetivos, junto con sus competencias correspondientes, se articulan con muchos contenidos a lo largo de la asignatura, lo que convierte a los objetivos y a las competencias en estructuras trasversales a la asignatura, con la esperanza de que lo sigan siendo durante la formación profesional de los alumnos y, si es posible, durante el resto de la vida de esas personas. El énfasis puesto en el contenido teórico resulta siendo importante, pero no es el objetivo formar filósofos, por lo que la tradición filosófica se convierte en un recurso o un medio para lograr lo deseado. Esta decisión permite que haya un grado de flexibilidad en la selección de los temas de esa tradición, no asumiendo una conducta rigurosa en cuanto a la cobertura de un periodo o de una escuela de pensamiento sino, seleccionando autores o temas de acuerdo a los objetivos programados, pero también a las necesidades teóricas que se evidencien necesarias para alcanzar dichos objetivos. Así, la filosofía, entendida como actividad crítica, requiere de la imagen que represente en el origen de su historia, la forma de la autoridad. Esta es la que proyecta la estructura racional del mito, comprendido como discurso explicativo fundado en una autoridad incontrovertible, y ligado a una dimensión práctica que le permite vincularse con la vida cotidiana. La clave se encuentra en evidenciar la sutil y compleja relación entre el pensamiento crítico y la autoridad, a la vez que se desmitifica este último concepto, mostrando su naturaleza racional y su actitud intransigente, como dos aspectos indisolubles de la misma naturaleza que se hallan presentes en él pero que no se confunden una con la otra. La presentación de este contenido teórico solo se completa en la elaboración de un producto que se socializa ante los demás: un mito creado grupalmente y teatralizado de acuerdo a un libreto propuesto por los mismos estudiantes. Nos hemos detenido en este aspecto de la dinámica de la asignatura en cuestión para mostrar el modo como los objetivos de una disciplina tornan plásticos y flexibles los contenidos teóricos de la misma, por lo general pensados y considerados como rígidos. Pero también para incidir en la necesidad del producto como rendición de cuentas de lo aprendido. Consideramos que es muy importante indicar que el producto debe tener la virtud de sorprender al docente en tanto supone un uso eficiente de las competencias contempladas en su formación. Un buen producto es aquel en el que se reconoce la matriz propuesta y nada más. No es sinónimo de un buen producto el que reproduce al modelo, porque se limita al acto de copiar y pegar, y no se observa en él ni el pensamiento crítico ni el creativo. Hay que tomar en cuenta, además, que quien representa a la autoridad dentro de los espacios de aprendizaje es el docente y, por lo tanto, es a él a quien se debe de criticar tanto a nivel teórico como práctico. Lo que se exige, entonces, de un docente que enseñe o transfiera este tipo de competencias es un conocimiento riguroso de la materia que va a transmitir, pero también una amplitud de criterio que le permita integrar contenidos muy diversos (desde experiencias personales o ajenas hasta cuerpos de conocimiento procedentes de otras disciplinas, pasando por el uso de técnicas e instrumentos virtuales). Otro aspecto que debe quedar suficientemente cubierto por el docente es el que implica el ejercicio de su autoridad. 1

Si se va a tener por objetivo el desarrollo del pensamiento crítico y creativo, el docente debe evidenciar la posesión de estos en un grado óptimo. No es posible transferir a otro lo que no se posee. Lo que no es lo mismo que afirmar que solo se puede aprender a través de un maestro. La experiencia demuestra que, en muchos casos, los profesores pueden ser elementos disuasores más que persuasores del fomento de un tipo de relación saludable de los estudiantes con el saber y el aprendizaje. Asimismo, hay que considerar que muchas veces la necesidad y el ejercicio pueden ser buenas aliadas del aprendizaje. No obstante, siendo el pensamiento crítico y el creativo elementos vitales en la formación del individuo, y estando poco desarrollados por la reducida o nula articulación de las asignaturas, a nivel metodológico antes que a nivel de contenido, se estima necesario que el docente que se preocupa por transferir estas habilidades, no solo las tenga, sino que, sobretodo, las use, y mejor aún, si lo hace ante sus alumnos y con ellos. Un contenido de la asignatura que se presta para este fin es el que corresponde a la parte final del curso, y como tal, pertenece a la revisión del pensamiento contemporáneo, y en particular, a lo que podría denominarse teoría social o filosofía política. En esta parte del curso se propone el uso de un concepto amplio de la palabra “política”, según el cual se hace referencia a aquellas actividades que pertenecen a la esfera pública. Lo que este tipo de actividades tienen de singular y característico es que se realizan en espacios abiertos, en los que las mismas quedan expuestas a la mirada de los demás y, por tanto, también a su juicio. Estas realizaciones responden al nombre de políticas porque se ejecutan en el espacio público por excelencia, la ciudad (que, en griego, recibía el nombre de pólis). Lo singular de este tipo de actividad es que se las define por oposición a las que son propias de la esfera privada, que se realizan en espacios cerrados, que garantizan la invisibilidad de los agentes y sus actividades. Si el espacio público por defecto es la ciudad, el espacio privado más común es la casa (“oikos”, en griego), de donde resulta que las actividades económicas, en su origen, se realizaban en recintos cerrados. Lo que revela la existencia de estas esferas, y la naturaleza opuesta de sus locaciones, es un juicio de valor acerca de lo que en ellos se está realizando. Efectivamente, existe una relación de correspondencia entre el tipo de actividades que se realiza en los espacios privados y el hecho que dichos espacios sean cerrados e invisibilicen a quienes los realizan, por un lado, y el hecho que las actividades que se realizan en espacios públicos se hagan posibles en lugares abiertos, en los que se puede observar a sus agentes y emitir juicios sobre lo que hacen y sobre ellos mismos. La variable que falta describir en cada uno de estos casos tiene que ver con la caracterización de los dos tipos de actividad. En los espacios privados, o mejor, en lugares cerrados, se ejecutan acciones conducentes a la satisfacción de necesidades básicas. En la esfera pública, es decir, en lugares abiertos, se realizan acciones que revelan nuestra racionalidad bajo las formas de la crítica, de la creatividad, del ejercicio de la libertad y, por encima de todo, como expresión de una individualidad. Las dos esferas de acción, así, evidencian una dualidad en nuestra naturaleza humana, al mostrarnos la cerca que contiene nuestra animalidad, pero también al permitirnos acceso a los espacios abiertos que impulsan nuestra racionalidad. Es desde esta perspectiva que se puede empezar a reconocer por qué es que es importante la preservación y defensa de la privacidad, pero también se puede apreciar y comprender cuán vital es la creación y fortalecimiento de los espacios públicos, y más aún, su buen uso y la necesaria promoción de los mismos. Una invasión de los primeros, puede implicar tanto un repliegue como una reducción de éstos, pero también un progresivo copamiento de los segundos por actividades que no corresponde realizar en esos espacios. Una disolución de la demarcación entre estos dos terrenos conduce a una pérdida de espacio para la expresión de la conducta racional, y con ello, a una pérdida efectiva de humanidad. Resulta paradójico que se defienda con vehemencia el derecho a la intimidad y casi no merezca esfuerzo la lucha por la preservación de los espacios públicos. Una forma de explicar esta diferencia de trato a estas dos esferas tiene que ver con el pudor que acompaña a la realización de este primer tipo de actividad, pero también es evidente que se proteje lo que se sabe más vulnerable y en riesgo. 2

El ambito de la privacidad interesa a los demás en una relación directamente proporcional al esfuerzo que hace cada persona por preservar el suyo de la mirada de los otros. A cada persona le preocupa mantener su vida privada alejada del juicio de los demás tanto como observar y emitir juicios acerca de la vida íntima de otros. De esta manera, la privacidad se encuentra en un constante riesgo y se encuentra en ella misma, por ello, una forma singular de realizar su fin, al convertirse en un medio eficiente para satisfacer sus necesidades básicas. La promoción de la vida privada empieza a considerarse una oportunidad y ya no solo un tabú. Cuando la vida privada toma conciencia de su valor como producto, podemos estar seguros que el principal impacto de este hecho no se va a sentir en la esfera correspondiente, sino en la opuesta, es decir, en la pública. Esto ocurre porque al hacerse visible la vida privada, lo tiene que hacer en un espacio público, pervirtiendo a este debido a que, si bien no deja de ser la manifestación de un ser racional, ésta expresa la conducta de un animal, de un ser que se encuentra atado por sus necesidades. El espacio público, entonces, sigue funcionando, pero su objetivo y su sentido se transforman porque, en la espera del aporte de seres humanos, contempla impotente como su espacio se va llenando de “hombres bestia”. Esta singular calificación nos remite a la reflexión del filósofo italiano Giovanni Sartori, quien hace un balance del impacto que sufre la autonomía de la opinión pública, como consecuencia de la influencia editorial de los medios de comunicación. Esta influencia editorial hace alusión a la línea ideológica que se transparenta en la selección de información y en la financiación de este tipo de instituciones, más que a una opinión particular acerca de un tema de cualquier índole. El balance en cuestión resulta deficitario, lo que queda expresado en esa atribución tan peyorativa. Lo que representa la reducción de la esfera pública, y su distorsión, se ve complementado por la irrupción en la escena de modelos democráticos que entienden conceptos tales como libertad, ciudadanía y derechos, como algo inherente a la persona humana, generando un problema de difícil solución por la complejidad de la misma. Lo que resulta de esta conjunción, es un ciudadano con autoridad para delegar a otro un poder que exige de ambos competencia cognitiva, entendiendo por esto, la capacidad que les permita enfrentarse con éxito a la resolución de problemas. Se exige del nuevo ciudadano tanto discernimiento como experticia, discernimiento para saber elegir a la persona a la que se le va a delegar el poder, y experticia para saber qué hacer ante los problemas que se tendrán que resolver por encargo de otros. La mayor preocupación está relacionada con la evidente frustración que, como resultado del ejercicio de los derechos adquiridos, se irá haciendo cada vez más evidente y más desgastante. La ruptura de la situación original produce un enorme desencuentro entre lo que los ciudadanos necesitan para superar ese estado de frustración, y lo que se les va a proporcionar o van a poder encontrar o usar. El retroceso de la esfera pública, o el reciclaje que de esta se hace para resolver fines privados, genera un efecto negativo tanto a nivel individual como colectivo. Uno de los asuntos más difíciles en el momento de desarrollar de modo expositivo estos temas es vincular los conceptos correspondientes con ejemplos apropiados para su comprensión. Donde se puede encontrar más problemas es en el hallazgo de referentes actuales de lo que corresponde a actividades públicas, y su correlato, los espacios especialmente diseñados para este tipo de realizaciones. La irrupción de las necesidades privadas en el ámbito público ha provocado no solo que estos dos tipos de actividad se confundan por superponerse en el que, muchas veces, es un mismo espacio, sino que se invierta la valoración de las actividades en cuestión, juzgándose como pérdida de tiempo o conducta irresponsable la que se dedica a la realización de los actos más propiamente humanos. Esta inversión y esta confusión colaboran bien poco en el momento de buscar evidencias del concepto de actividad pública en la realidad. Desde esta perspectiva, la estrategia pedagógica reclama una labor más activa del estudiante. Una labor que reúne por primera vez a un nivel crítico y reflexivo a los medios de comunicación con sus usuarios al convertir a los primeros en un recurso de aprendizaje de los segundos. El estudiante, a un nivel individual y colectivo, accede a un espacio público virtual, los medios, y juzga sus virtudes y defectos, pero a la vez observa a quienes se hacen visibles y descubre que algunos de estos lo logran gracias a estar en otros espacios públicos más o menos deficitarios e imperfectos. 3

El contacto con la realidad, dentro o fuera del aula de clases, permite un doble aprendizaje. Por un lado, descubre la multiplicidad de los recursos educativos, incidiendo en un fomento de las conductas autodidactas y autónomas y, por otro lado, permite la comprensión del contenido actualmente requerido. El lenguaje en el que se realiza la transferencia de información al estudiante es de un tipo, mientras que el lenguaje en el que los estudiantes devuelveran esa información, como una forma de reporte de lo aprendido, es otro. Por lo general, el desarrollo de la sesión de clase por parte del docente se hace expositivamente, esto es, supone la presentación discursiva y argumentativa del contenido teórico. Se trata de fomentar el diálogo conducente al esclarecimiento de los conceptos, más que a la discusión de los mismos, lo que no se excluye por principio. Lo que se privilegia es la oralidad como medio para la comunicación, y la analogía como instrumento de soporte y auxilio de la comprensión. La actitud de los estudiantes en esta instancia del proceso de aprendizaje es receptiva pues están vinculándose a una autoridad en su momento inicial de despliegue. Este momento es esencial, y no es lo más prudente reemplazarlo por metodologías activas que fomentan la intervención permanente y exclusiva del estudiante en su proceso de aprendizaje. La tan ansiada y esperada intervención de los estudiantes se producirá más temprano que tarde, pero en el momento que sea el oportuno, cuando aquel tenga material con el cual construir. Completado el proceso de transferencia de la información se empieza con el recojo de la misma de un modo tal que sea significativo para el estudiante. Se juzga que un aprendizaje ha sido significativamente asimilado cuando la persona lo ha integrado a su estructura de pensamiento y de acción. Es esta la razón por la que se requiere que el estudiante presente un producto en este momento. El fin es doble, medir la comprensión alcanzada y crear un vínculo con el contenido aprendido que lo vuelva significativo. Los dos objetivos se logran de modo más eficiente cuando parte importante del producto requerido exige la autonomía del estudiante en su ejecución, pero también se pide al mismo que varie del lenguaje al momento de comunicar su resultado. Este cambio de lenguaje supone la necesidad de comunicar el contenido aprendido a través de un soporte de referencia diferente. No se consigue mucho si el lenguaje de rendimiento de cuenta de los aprendizajes es el mismo que se ha utilizado para la transferencia de la misma, porque estaremos pidiendo a los estudiantes que se queden en un nivel básico de comprensión, poco útil para su diversificación. Es muy probable que la retención de la información en estos casos no exceda los límites de tiempo propios de lo que se juzga de uso provisional. En el caso del contenido teórico mencionado, se pide a grupos de alumnos que hagan una composición con imágenes alusivas a uno de los temas propuestos y desarrollados que previamente hayan elegido. El trabajo en cuestión, un colage, no solo debe contener imágenes que representen o ejemplifiquen cada uno de los conceptos elegidos, sino que se les pide que el mismo tenga una forma que represente el concepto principal, de tal modo que se vean forzados a idear una analogía que permita identificar al concepto y exija una posterior explicación. El trabajo se completa al incidir en el hecho que la composición en cuestión debe revelar un juicio acerca del contenido elegido, a un nivel conceptual y no meramente de apreciación u opinión. Una alternativa a este trabajo que favorece y promueve el uso de tecnología con una finalidad pedagógica, es la de elaborar un documento audiovisual, un video, en el que los archivos de imagen reemplazan a las fotografías e imágenes recortadas de revistas y periódicos, y en el que la forma de la composición se convierte en la edición de la presentación de imágenes y en el soporte de audio que acompaña y completa la idea a comunicar. Este contacto con la tecnología se hace más eficiente en los estudiantes debido a su mayor familiaridad con los recursos que la red virtual proporciona. En este caso, el audiovisual en formato de video se convierte en un soporte didáctico más versatil porque ofrece una amplia variedad de texturas en el mensaje a transmitir, permitiendo un mayor ejecitamiento en el uso de esta variedad en quienes hacen el trabajo, a la vez que hacen posible un grado más alto de exigencia en la lectura de lo comunicado en quienes lo reciben y lo deben juzgar. De igual forma, la proyección de un audiovisual de un promedio de siete minutos resulta más persuasivo que una explicación de una obra plástica que resulta difícil observar en su detalle, y tiene una dinámica más conceptual que visual-auditiva. Lo que tiene a favor el segundo formato es que el 4

producto queda expuesto para su observación, apreciación y valoración más allá del tiempo de su presentación, lo que resulta difícil de lograr en el primer caso. La evaluación de este tipo de trabajos permite asegurar las condiciones mínimas requeridas para la asignación de una nueva tarea en la que se pueda fusionar la creatividad con la criticidad, a un nivel que trascienda la mera negatividad. Efectivamente, la presentación del producto en cuestión ayuda a identificar el grado de comprensión del contenido teórico. Tanto la selección de las imágenes, la ubicación de las mismas en el trabajo, el énfasis revelado por la forma elegida o por el soporte de audio seleccionado, tanto como la misma explicación de todos estos aspectos por parte de los estudiantes, permite tener una idea amplia del resultado del proceso de aprendizaje. Una vez reconocido el éxito suficiente en el proceso en cuestión, se puede pasar a algo de mayor envergadura e importancia. Hasta este momento se ha trabajado de un modo indirecto con recursos que los estudiantes reconocen, aunque su ligazón con ellos no revela que le asignen una importancia mayor. A partir de este instante, se incursiona en un terreno en el que el docente no es el ejemplo más importante y representativo de usuario, a diferencia de los estudiantes, que sí lo son. Las redes sociales se han convertidos en modelos de prueba del modo en que operan los espacios públicos en la actualidad. El tránsito del concepto a la realidad se propone, en un primer término, como una experiencia de convivencia pacífica entre ambas, al identificar en la realidad aquello que se ha enseñado. El objetivo se logra cuando el estudiante demuestra que ha comprendido, y esto se evidencia en la exposición del tema valiéndose de un lenguaje distinto al que utilizó para recibir el cúmulo de conocimientos. La propuesta de un influencia nociva de los medios de comunicación en la formación de una opinión pública autónoma se hace más importante si es que se la aprecia sobre el fondo de un proceso de apertura democrático como el que se viene evidenciando en los últimos años. La conciencia del poder con el que el ciudadano cuenta en regímenes democráticos, se ve complementada por el juicio negativo que el ejercicio de dicha actividad despierta en la ciudadanía. La democracia representativa, en la que los ciudadanos delegan su poder para intervenir en la resolución de los problemas comunes a algunos de ellos, encuentra su límite en el preciso instante en que se afirma y se reconoce la ineficacia de los elegidos para hacerse cargo de las responsabilidades que se les han delegado. Este descontento se traduce en una exigencia, por parte del ciudadano, a quienes convirtió en sus representantes, porque le devuelvan la cuota de poder que le prestaron o, al menos, una parte de ella. La presunción de los ciudadanos es que podrán hacerse cargo de los problemas propios, quienes los reconocen como suyos. Lo que no se hace consciente hasta mucho después, cuando se ha realizado un balance de los resultados de esta participación ciudadana en la reoslución de los problemas, es que lo que se requiere para este tipo de labores es algo más que una buena dosis de información y de buena voluntad. La democracia directa o participativa solo se hace viable ahí donde los ciudadanos resultan ser competentes cognitivamente, es decir que tienen la experiencia que se consigue con la práctica de la resolución de problemas. Es este el instante en que se hace evidente el mal funcionamiento que han estado teniendo los espacios públicos, ya que no se entiende el grado de inexperiencia en el que se encuentran los ciudadanos, en un contexto de promoción de la actividad pública. Lo que se evidencia en esta circunstancia puede explicarse o porque los espacios públicos no son tantos como deberían de ser, o porque dichos espacios, en número suficiente, no son tan públicos como lo declaran. En el primer caso, se trata de una conducta deficitaria de la sociedad civil, pero sobretodo del estado que la representa, por no multiplicar los espacios de encuentro entre los ciudadanos y, por tanto, estar comprometido con el descuido en su formación. En el segundo caso, el mal uso de los espacios públicos es también, en última instancia, responsabilidad de un estado que no promueve un uso adecuado de estos espacios entre los ciudadanos, pero que tampoco monitorea ni supervisa el comportamiento en estos espacios, ni realiza correcciones en el caso de hallar deficiencias en su funcionamiento. El modo en el que operan los medios de comunicación aparece como un buen ejemplo de lo que se viene afirmando. Un periódico o un canal de televisión son espacios públicos de vital importancia para una comunidad humana. El problema es que cada vez resulta más evidente que la función por la cual 5

fueron creador se está perdiendo o distorsionando. La tendencia que se manifiesta en su oferta de información evidencia que se privilegia el juicio de quien, en teoría, consume dicho producto, generando un efecto singular: el auto sabotaje de su mercado. Efectivamente, lo que parece estar ocurriendo es que mientras la oferta de los medios crece en suministrar escándalos y crónica roja a una audiencia que reclama siempre uan dosis mayor de ella, el grupo de personas que se halla fuera del espectro de interés del medio se va distanciando más de él, mientras el primer grupo descubre que los medios tienden a poner límite a aquello que, para ellos, carece de tal. La ecuación parece conducir a un solo resultado: el abandono progresivo de los medios de comunicación tradicional como fuentes de información y su reemplazo por medios virtuales. En este instante se descubre el alcance real del impacto causado por el uso deficitario de los medios de comunicación, ya que el manejo de información pública, en los casos más saludables, es acrítico e irreflexivo; mientras que en el peor de los casos, no existe. Al mismo tiempo, el ejercicio de la actividad racional se ve afectado por esta situación, produciéndose un letargo de la misma, cuando no un atrofiamiento de las facultades correspondientes. Es por este panorama que la calificación de “hombre bestia” se ajusta a la realidad, porque el peor escenario no es en el que nos encontramos con un horizonte sin espacios públicos sino con uno plagado de ellos pero que ya no se sabe ni para qué sirven y menos cómo usarlos. Se pierde por completo la perspectiva de lo que en ellos debe quedar contenido al convertirse en vehículos para la exposición de la vida privada y la intimidad de las personas, convirtiendo lo que era causa de pudor y vergüenza en sinónimo de algo valioso. Entonces, se invierte por completo la escala valorativa, al convertir en estimable y digno de ser visto lo que evidencia ser una conducta animal mientras que se oculta y se juzga despreciable, el conjunto de conducta alternas, aquellas que revelan a una racionalidad en su fuente. Dado esto, resulta necesario entender que la recuperación de los espacios públicos requiere de la recuperación de conductas racionales en los ciudadanos. Esto significa que es necesario que las personas recuerden y se ejerciten en lo que es pensar por sus propios medios, antes de pedirles que estén en condiciones de resolver problemas propios y ajenos. Se trata, entonces, de provocar ese tipo de uso, y lo que es más importante, generar un flujo que involucre a terceros. Desde una posición como esta se aprecia el valor de una red social como espacio público, porque se reconoce en ella la capacidad de provocar un efecto cascada con una sola intervención bien planteada y en un momento oportuno. Es la ocasión para alcanzar el objetivo originalmente propuesto. La tarea, en este caso, implica el aprovechamiento de una de las actividades más cotidianas de la actualidad: el uso de la red social creada por el facebook. En uno de los casos se trata de proponer un uso relativamente nuevo de esta red social. En el otro, se trata de orientar a una finalidad diferente un uso frecuente del mismo. Todo ello tomando como escenario del drama, lo que se ha estado desarrollando temáticamente en la asignatura con anterioridad. Por tanto, se trata de partir de una situación real y actual con el fin de aprovecharla, para conducir luego a una experiencia que nos acerque a la situación ideal. Se parte de la caracterización de los espacios públicos como aquellos lugares en los que se forman y se reúnen los “hombres bestia” descritos por Giovanni Sartori. El objetivo es convertir dichos espacios en esferas en las que se actúe racionalmente, en lugares donde se pueda reconocer la presencia de individuos por detrás de cada intervención. Los espacios públicos están hechos para promocionar y hacer posible la conducta racional tanto a nivel discursivo como a nivel de la acción. Como decían los griegos de la antigüedad, al ser humano se lo reconoce porque es capaz de mantener un discurso racional, pero también porque es capaz de actuar de un modo coherente. La racionalidad se manifiesta, entonces, bajo las formas de la palabra y de la acción. No de una palabra o de una sola realización, sino de un discurso y de una forma de vida. Solo dos condiciones se exigen, que tanto una como la otra sean individuales y, por lo tanto, que se evidencie su pertenencia a alguien. Asimismo, se exige que sean viables, es decir, que revelen una consistencia y una coherencia interna que las hagan realizables. Bajo esta caracterización se reconoce un nuevo atributo de los espacios públicos: contienen una amplia diversidad de formas de vida y admiten un espectro variado de pareceres y convicciones. Una muestra representativa de esta 6

diversidad queda contenida en la lista de contactos de un usuario de una red social, pero los matices que incluye, tienden a invisibilizarse al no ser muchas las oportunidades para que se hagan presentes. La labor que se propone, tiene en ésta, una de sus finalidades: se trata de hacer visible lo que ya está ahí, pero que no encuentra ocasión para revelarse. El encargo es bastante simple. Consiste en que un par de alumnos por cada grupo realicé una declaración en su muro de Facebook, acerca de un tema relevante. La intención es provocar una reacción entre los contactos, ya sea a través de una aprobación de lo que se ha enunciado, o de un comentario favorable o desfavorable del mismo. Naturalmente, el tema objeto de la declaración tanto como la forma en que se haga y su contenido, son esenciales para asegurar una respuesta. No obstante, no se trata solo de provocar una reacción sino de mantenerla en el tiempo. Esto supone que el dueño de la cuenta, tanto como sus compañeros de grupo de trabajo, deben monitorear el ensayo y generar un espacio de diálogo y de intercambio de opinión. Se aprovecha el contexto y lo que los medios de comunicación se preocupan por convertir en noticia. El espectro de temas que elegir no excluye ninguno de los que pueden garantizar ya sea impacto mediático o trascendencia pública. No es muy importante la naturaleza de la noticia como lo que se puede provocar al construir una oportunidad de diálogo e intercambio de información o apreciaciones acerca de ella. La única indicación que se le proporciona a los grupos de alumnos es que seleccionen dos tipos de noticia: una, que sea de trascendencia mediática y que, por lo tanto, tenga garantizada la participación de los contactos de las listas; la otra, que sea importante desde una dimensión pública, es decir, que suponga el proceso de resolución de un problema de interés común y que, por ello, pueda presumirse de poco impacto e interés para los mismos grupos de contactos. Asimismo, se indica la necesidad de que la declaración a realizar sea breve pero a la vez polémica, que esté fundada en los hechos pero que no se vea limitada a ellos, y que sea una afirmación que se distancie de las que circulan en los medios, o una apreciación poco frecuente y mal valorada y representada en la opinión pública. La selección del tipo de noticia, y de la naturaleza de la mism, queda en manos de los estudiantes, tanto como lo que se va a afirmar y el modo como se lo va a hacer. La diferencia entre los tipos de pregunta se propone para que se pueda observar la conducta de los mismos usuarios frente a estos dos tipos de estimulación a su reflexión y a su pensamiento. Si las conclusiones de Sartori son válidas, eso se graficara nítidamente en la forma en que se interactúa con cada uno de los ensayos propuestos. Lo que debería suceder es que la respuesta al primer caso se tendría que destacar de una forma positiva a la del segundo, pues no es solo que las personas demuestran un mayor interés a ese tipo de tema sino que esto es así, porque, en muchos casos, los medios privilegian la difusión de esa clase de noticias. La verdad es que no es esta la dimensión en la que el trabajo debería de sorprender, ya que la posibilidad de anticipar resultados que se revelan como evidentes no es mayor virtud. Lo que sí resulta más que significativo es el modo en que las personas despliegan sus recursos de tipo argumentativo y la forma en que la mayoría de estos recoge y repite lo que proviene de los medios. El panorama que se va revelando es el de la existencia de una necesidad de comunicación entre pares que no se resuelve ya en los espacios públicos reales, ya sea porque estos han ido siendo copados por una conversación banal que tiende a reducirse al reporte de la vida personal, cuando no se ve afectada por la otra forma en que aparece ese copamiento desde la esfera privada, la reducción del tiempo libre, producto de la urgencia de ocupar gran parte del mismo en la búsqueda por satisfacer las necesidades básicas. El modo en que el grupo de contactos se articula alrededor de una propuesta de diálogo que los convoca, parece ser una buena señal o un buen indicio, todavía no una prueba suficiente, de que existe una cierta expectativa en relación a la apertura y puesta a disposición de espacios dirigidos a esos fines. Es solo un signo porque los resultados que se producen, a pesar de reunir varias decenas de intervenciones, no pueden ser concluyentes, debido a no ser muy sensato inferir de la conducta de un grupo aleatorio una regla que explique la universalidad de los casos. No obstante, es un buen indicio, ya que lo que parece caracterizar a la opinión pública es un interés por emitir un juicio o una apreciación acerca de lo que está sucediendo en su comunidad. Esta 7

disposición a sentar una posición y a compartirla, se ve orientada hacia temas que, no solo se privilegian en los medios de comunicación, sino que se articulan con el placer mórbido que provoca la invasión de la privacidad. Lo que se encuentra es, entonces, el despliegue de una conducta de apertura al diálogo y a la exposición de opiniones e ideas propias, pero que se muestra más que deficitario cuando se trata de proponer argumentos o hipótesis viables. La comunidad aparece caracterizada por la charlatanería más que por una actitud dialogante. Si se entiende el diálogo como la presencia de más de una posición acerca de un tema, pero también como la capacidad para formular hipótesis y argumentos viables, tanto porque son realizables como porque sean sostenibles en el tiempo, es muy probable que tengamos que afirmar que las ocasiones de diálogo son muy pocas. El trabajo se sirve de la red social porque esta es un lugar de encuentro entre las personas, que prescinde de las limitaciones de espacio y de tiempo y que, por tanto, está en condiciones de aprovechar la disposición a esa especie de diálogo imperfecto que parece caracterizarnos. Lo que se hace en ella es provocar el despliegue de esa disposición hacia el otro extremo, es decir, hacia el de la formulación de hipótesis y su consiguiente demostración argumentativa. En esta instancia no importa mucho el tema porque cualquiera puede convertirse en una oportunidad para lograr lo que se desea. Es más, el mejor insumo para este fin puede ser el que se halla más alejado de él, pues ese tipo de noticia ya ha roto la resistencia que provoca cualquier tipo de información. En tanto que los objetivos de la asignatura no varían y el contenido teórico se aprecia articulado con aquellos, las estrategias e instrumentos de aprendizaje se multiplican. Lo que más conviene es aprovechar las condiciones inherentes de toda actividad humana, esto es, el hecho que puedan volverse maleables en las manos de quien desee servirse de ellas. En la mayoría de los casos se trata de reutilizar lo que ya existe, o de orientar o dirigir las prácticas comunes a nuevos fines. Lo esencial está en la actitud con la que se enfrentan este tipo de situaciones. El aprendizaje más importante para el estudiante no está en los nuevos contenidos teóricos a los que tendrá acceso, ni en la nueva conciencia acerca del modo en que opera la realidad, natural o social, en determinadas circunstancias, sino en la virtud que caracteriza a las herramientas naturales de que disponemos, y en particular, a nuestra razón. Es desde ella que todo lo demás se vuelve plástico y, por tanto, responde a nuestras necesidades. Como se afirmó anteriormente, el espacio en el que esta facultad se desenvuelve de modo más eficaz es aquel en el que es posible observar a los demás, a la vez que los otros nos ven y nos juzgan. Es en este tipo de esfera que el ser humano ejerce su libertad, demostrando ser tal. Pero, como lo dijimos en su momento, la situación actual nos coloca ante espacios públicos que solo lo son de nombre, porque si bien siguen siendo lugares abiertos en los que las personas y sus conductas quedan expuestas, estas últimas pertenecen más al terreno de la privacidad que al del interés público. Los estudiantes observan como sus intervenciones en la red social provocan una respuesta que se diversifica por el tipo de tema, por la forma de la declaración o por la magnitud del impacto generado. Los estudiantes hacen un uso político de la red, provocando que algunos de sus contactos también lo hagan, y desplegando con ello una ola reactiva que, como toda ola, se irá reduciendo progresivamente mientras no se produzca otra intervención similiar. El monitoreo de esta actividad se realiza a través de su difusión en un blog especialmente creado para ese fin y para multiplicar su efecto. En este caso, las características formales de los blogs obligan a los estudiantes a un nuevo despliegue de recursos técnicos y de decisiones relacionadas con el suministro de información. Efectivamente, el blog incide en el mismo contenido que el propuesto para las intervenciones en la red social de Facebook, pero ahora se busca integrar los nuevos datos conseguidos a través de sus declaraciones en dicha red. Cuando hablamos por primera vez de esta intervención indicamos que la misma incluía dos tipos de actividad. La primera, ya reseñada, nos hablaba de una declaración a realizar en el muro del usuario que contenía una apreciación o un juicio acerca del contenido de noticias de diferente índole. El propósito es crear una ocasión de uso político de un espacio público. El segundo tipo de actividad propuesta es la realización de una encuesta en línea bajo el mismo formato que el anterior, es decir, 8

sobre noticias de naturaleza diferente con opciones de respuesta. Esta encuesta se ha pensado que sirva para medir niveles de autonomía en las intervenciones de los contactos. En su formato más completo, esta actividad está precedida por dos dinámicas que se deben ocupar de cubrir todo el espectro de posibilidades de información acerca de una noticia. Así, una lluvia de hipótesis aparece como una dinámica previa, ya que permite contemplar alternativas viables de orientación del desarrollo de la noticia al manejar varias opciones de explicación de su contenido y de las interacciones entre los personajes de la historia descrita. Esta primera dinámica tiene la virtud de hacer reconocible una variable con la que los medios pueden contar: el falseamiento de la información con la finalidad de hacer vendible una noticia. No es necesario insistir en lo valioso que puede resultar un proceso de desmitificación de la información proporcionada por los medios, ahí donde un creciente descrédito de los mismos parece adueñarse de la escena. No obstante, una cosa es asumir una posición crítica hacia los medios y otra muy distinta, incursionar en el fértil terreno de la ficción noticiosa, que para mayor novedad se podría ubicar en el terreno de las actividades políticas. Es una situación paradójica el hecho que nuestra puerilidad como consumidores de la dieta que nos ofrecen los medios de comunicación solo genere una actitud pasiva de espera y consumo, y no de elaboración de nuestros propios alimentos. Aquí también el carácter deficitario de la oferta se puede convertir en una oportunidad si se le invierte la polaridad. Esto es, si se torna aprovechable y útil lo que es un defecto solo, si los que ejercen influencia sobre otros lo hacen. La dinámica en cuestión no es más que un juego en el que los estudiantes se comportan como narradores de historias sobre un mismo tema, pero con la singularidad que el contenido del mismo es considerado socialmente como hecho histórico o real. La creación literaria no tiene porque circunscribirse al terreno de la ficción, mientras uno de sus miembros puede permanecer en el de la realidad. Formular hipótesis y construir argumentos para justificarlos puede ser una actividad apreciable si es que se construye lúdicamente, con dosis equivalentes de imaginación y realidad. Además, una forma de conectar a los adolescentes y jóvenes con la cotideanediad local, nacional o mundial puede ser la ocasión de jugar con ellas. La otra actividad que precede a la de la encuesta es la del recojo de información de los medios acerca de la noticia elegida. En este caso se trata de hacer un registro del contenido de las noticias precisando fuente y fecha, con la finalidad de tener una base de datos acerca de lo que los medios han informado, el modo como lo han hecho, la prioridad que se le ha asignado a la noticia y las opiniones que se han propuesto en los medios, y todo esto en una línea de tiempo. Estas dos actividades que preceden a la elaboración y posterior aplicación de la encuesta, sirven tanto para proporcionar la información necesaria para la composición de las preguntas y las alternativas de respuesta de las mismas, la primera; como para comprobar el grado de autonomía del ciudadano en el momento de proponer una explicación, identificar el problema a resolver o sugerir una alternativa de solución al mismo, en las preguntas de opinión, con opción de respuesta abierta. La encuesta así, se articula a la temática de la asignatura más que al contenido de la noticia, pero sin descuidarlo, transformándose en un instrumento diseñado por los estudiantes bajo una matriz proporcionada por el docente, y que debe permitir medir el grado de ajuste a la realidad que tiene el planteamiento teórico. Lo más idóneo es que la encuesta se realice por intermedio de entrevistas personales, respetando diversos criterios para la selección de muestras de población. Los resultados, una vez tabulados, pueden arrojar la trascendencia de una pregunta, la más representativa, que se expondría, con sus propias alternativas de respuesta, a las valoraciones de los contactos virtuales como una especie de grupo control para los resultados de la primera encuesta. El interés por desplegar en los estudiantes el pensamiento crítico y por desarrollar el creativo, conduce a la selección de un tema y de una propuesta teórica desde la tradición filosófica, produciendo un doble encuentro con la figura de la autoridad (la del docente y la de lo que se transfiere). Se propone a los estudiantes un grupo amplio y diverso de actividades para producir un aprendizaje significativo, desde la representación visual del contenido aprendido bajo las formas del colage y de un audiovisual, hasta su exposición y explicación de los mismos, alcanzando el primer nivel de desarrollo del pensamiento creativo. 9

Posteriormente, se promueve la articulación del contenido teórico con la realidad, anclandolo de la información difundida por los medios de comunicación, que se aprovecha para generar dos tipos de producto del aprendizaje: una encuesta, y un primer nivel de intervención en la red social, con la finalidad de familiarizar a los estudiantes con el aspecto menos evidente del pensamiento crítico, su capacidad de demarcación o para el reconocimiento de límites. Los dos trabajos, al llevar la teoría a la realidad van a provocar un impacto en ella, que se va a manifestar bajo formas distintas de resistencia. Finalmente, los estudiantes hacen un último trabajo que consiste en llevar su propio producto a un espacio público con la finalidad de generar un efecto reflejo de conductas políticas. Esto se logra a través del uso del blog, o del segundo nivel de intervención en las redes sociales por medio de la pregunta de la encuesta de control pero, sobretodo, con la declaración en el muro del contacto. La conducta política planeada y promovida se revela, al final, vinculada con los objetivos que se proyectaron desde un inicio, en su doble caracterización: como creativa y crítica. FIN

José R. Saravia Estrada

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