Apuntes sobre la exposición fotográfica Sergio Quijada Jara, memoria de una pasión

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Descripción

Apuntes sobre la exposición fotográfica Sergio Quijada Jara, memoria de una pasión

Fotografías (de arriba-abajo): Archivo Sergio Quijada Jara. Propiedad de Eloísa Quijada. 1.Excursión en las ruinas de Lurigancho junto a Julio C. Tello. 1936. 2. Dialogando con el burilador de mates Mariano Inés Flores. 1948. 3. Rodeado por pastores de Sachacoto durante la celebración del Santiago en Huancavelica. Década del 50, siglo XX. 4. Presentación artística de un grupo de Huaylarsh. Década del 50, siglo XX. 5. Jurado de un concurso folclórico junto a un Avelino en San Jerónimo de Tunán. Década del 60, siglo XX. 6. Sergio Quijada Jara y la kantuta, flor nacional del Perú. Década del 60, siglo XX.

Por Sirley Ríos Acuña Sergio Quijada Jara (1914 - 1990), nació el 5 de octubre en Magdalena, anexo del distrito de Acostambo, provincia de Tayacaja, Huancavelica. Siguió estudios de primaria y parte de la secundaria en Huancayo, concluyó en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe en Lima. Estudió Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y participó en los Juegos Florales Universitarios de 1940 con el trabajo titulado Estampas Huancavelicanas, ganó una mención honrosa. Incursionó muy joven en la literatura con poemas y novelas pero no llegó a desarrollarse en ese campo. Su principal dedicación fueron los temas del folclor andino. Reconocido como uno de los intelectuales más representativos del siglo XX. Su ámbito fue la sierra central del Perú, asumió la defensa y revaloración de la cultura popular andina a través del registro escrito, fotográfico y sonoro de las diferentes manifestaciones del patrimonio cultural material e inmaterial. Fue un incansable viajero y cronista de su época. Este ilustre abogado, asentado en la ciudad de Huancayo, dedicó su vida a investigar los diversos aspectos artísticos y culturales rurales y citadinos, principalmente de Junín y Huancavelica, las zonas donde transcurrieron sus vivencias. Su aporte está en sus recopilaciones con informaciones de los protagonistas. Plasmó sus reflexiones teóricas en un momento en que no se valoraba la cultura popular andina. Esto lo hace merecedor de innumerables reconocimientos. La producción intelectual de Sergio Quijada se dio a conocer en libros, folletos y artículos periodísticos publicados en el Perú y el extranjero. La mayor parte de sus escritos estaban dedicados a las manifestaciones culturales consignadas dentro del folclor, disciplina acogida por los defensores del indigenismo y el nacionalismo. Sergio Quijada contribuyó con el desarrollo de la teoría del folclor peruano. SERGIO QUIJADA JARA, memoria de una pasión es una exposición-homenaje que reúne fotografías seleccionadas de su archivo personal y que hoy, gracias al entusiasmo de varios amantes de la cultura popular tradicional, presentamos en formato ampliado. Resulta importante revelar aspectos claves de su vida y obra a través de este corpus de imágenes fotográficas captadas desde la óptica de sus contemporáneos, colegas,

reporteros de los medios de comunicación local y amigos fotógrafos como el reconocido Teófilo Hinostroza, además de las fotos de su autoría, obtenidas in situ con el afán de registrarlo todo para capturar el instante y mantenerlo en el tiempo. La exposición se presenta en bloques temáticos vinculados al entorno familiar y estudiantil, a sus actividades de abogado, deportista y locutor. Destaca la etapa de su defensa y valoración de la kantuta, su interés por el registro del Santiago y las danzas locales, su participación como jurado en concursos de música y danza, su relación con personalidades importantes de la cultura y el arte peruano. El recorrido visual se inicia con el retrato de Sergio Quijada, cuando ya se nota su madurez intelectual. Resalta la imagen materna de doña Balbina Jara, el panorama de la provincia de Tayacaja (Huancavelica), la casa familiar y en primer plano, casi humanizado, el añorado árbol de molle, testigo de las vivencias infantiles. Su paso por el colegio en Huancayo fue registrado, en 1933, en una foto grupal con los compañeros del 4to. de secundaria, posando en las ruinas de Wariwillka (Junín), y hacia 1936 cuando ya es estudiante universitario de San Marcos se hace retratar en las ruinas de Lurigancho (Lima) junto a Julio C. Tello. Instaló su estudio de abogado en Huancayo en la década del 40 y al mismo tiempo desplegó su pasión por el estudio de la cultura popular andina. También se dedicó al deporte del fútbol, tenis y tiro. En agosto de 1954 la prensa local de Huancayo elogió su participación en dobles con el tenista Jorge Kajatt, quienes resultaron ganadores en la categoría B. En la segunda mitad de la década del 40 se inició su interés por la kantuta, pero fue a fines de la década del 50 y durante el 60 del siglo XX que manifestó una pasión profunda por la revaloración de la flor nacional. Su discurso sobre la defensa de la kantuta no se quedó en el plano teórico, sino que lo llevó a la práctica. Dan cuenta de ello las imágenes en las que aparece plantando kantutas en los colegios, en los jardines y parques del Valle del Mantaro. Asimismo, en la década del 50 promovió diversos eventos entre los que destacan los

concursos de la Reina Nativa con la intención de valorar la belleza de las mujeres campesinas. Se hizo socio del Instituto Ramón Castilla, cuya labor fue destacar a este personaje que decretó la abolición de la esclavitud. En 1968, Sergio Quijada fue encargado de dar un discurso junto al monumento del mariscal. Su permanente actividad en el campo cultural lo llevó a vincularse con Efraín Morote Best, Benigno Ballón Farfán, José María Arguedas, el escultor puneño Luis Ccosi Salas, el pintor Enrique Camino Brent, Rosa Elvira Figueroa y otras personalidades. Constantemente era invitado como jurado a concursos de música y danza de la zona del Valle del Mantaro. Incluso registró en fotos las diversas danzas y celebraciones locales: el huaylarsh, la huaconada de Mito, la chonguinada, los avelinos, el Santiago, los carnavales, entre otras. Pero su interés por las expresiones de patrimonio inmaterial no fue lo único que lo motivó, se encargó también de dar a conocer la labor de excelsos artistas populares como el maestro Mariano Inés Flores, burilador de mates de Huancavelica, a quien entrevistó en 1948, en su pueblo de origen, el anexo de San Mateo del distrito de Churcampa, provincia de Tayacaja. La foto nos revela a un artista anciano junto a sus calabazas en proceso de decorado y al mismo tiempo la pobreza material en que estaban inmersos los campesinos de la zona. Las fotografías que se exhiben forman parte del contexto de revaloración de los archivos fotográficos que se ha iniciado en los últimos años en el Perú. En ese sentido, estas fotografías se consideran registros visuales de una época porque transmiten un determinado pensamiento de la sociedad y del individuo que fotografió. (*) Publicado el 2008 en: http://espaciomuseal.blogspot.com.es/2008/10/sergio-quijada-lara.html

Fuente: http://arteyantropologia2010.blogspot.com.es/2012/05/apuntes-sobre-la-exposicionfotografica.html

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