Aproximación a la cultura política democrática de los dirigentes jóvenes del Frente Amplio en Lima Metropolitana para el año 2014

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Descripción

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Título de la ponencia: “Aproximación a la cultura política democrática de los dirigentes jóvenes del Frente Amplio en Lima Metropolitana para el año 2014”

Nombres y Apellidos: Kevin Joselino Martinez Bustamante

Nota biográfica del autor: Kevin Joselino Martinez Bustamante es miembro del Grupo de Estudios de Gobernabilidad y Democracia (GEGD), y es estudiante de pregrado de la carrera de Ciencia Política en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).

Área temática: Partidos Políticos

Palabras claves: Partidos Políticos – Cultura política democrática – Participación Política – Izquierda – Opinión – Jóvenes

Correo electrónico: [email protected]

Trabajo preparado para su presentación en el II Congreso Nacional de Estudios Electorales, organizado por la Escuela de Estudios Electorales y de Gobernabilidad, Lima, 27 al 29 de noviembre de 2014

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Resumen En la presente exposición se hace una aproximación a la cultura política democrática de los dirigentes de las organizaciones que conformar el Frente Amplio de Juventudes de Lima Metropolitana para lo que va del año 2014, siempre desde la opinión. Después de haber establecido los elementos de una cultura política democrática y haber comparado las opiniones, se ha identificado la existencia de una desconfianza en el régimen democrático peruano por parte de los agentes en mención, no obstante que consideran como importante la participación activa de los ciudadanos en los asuntos públicos de su sociedad.

Introducción La presente exposición se justifica por cuatro razones. En primer término, de la teoría política y social se puede afirmar que son varias las condiciones para consolidar un régimen político democrático y una de ellas es la existencia de una cultura política democrática en la comunidad que lo sostiene o, en otras palabras, una democracia puede buscar su consolidación en tanto los actores políticos que interactúan en ella mantienen orientaciones u actitudes a favor de aquella, confiando en sus instituciones, afirmando sus valores y comportándose según las reglas del juego fijadas en el régimen (O' Donnell, 1994), sin que ello signifique mantenerse acríticos a los posibles problemas que pongan al filo la supervivencia de aquel. En segundo término, en tiempos donde las democracias y sus instituciones políticas de los países de la Región Andina buscan su consolidación, y la población joven de los mismos se presentan como protagonistas de sus cambios demográficos, los estudios sobre politología de la juventud no podrían ser tomados como de poca importancia. En tercer término, los estudios sobre cultura política se dirigen a entender las relaciones existentes de las opiniones que tienen los ciudadanos sobre el sistema político en el que se encuentran, de ahí que los estudios sobre cultura política democrática sean de importancia para la academia de las ciencias sociales, las instituciones políticas de los distintos Estados democráticos y algunas organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales que tienden a fomentar el desarrollo de la democracia como mejor régimen político o forma de gobierno existente. En cuarto y último término, y a pesar que para algunos sectores sociales menos favorecidos en términos económicos la democracia podría ser un asunto de segundo plano (Torres, 2010; Tanaka, 2007; Borón, 1999; Sosnowski & Patiño, 1999, p. 18), existe una convicción extendida entre los cientistas sociales sobre la importancia de la cultura política democrática para el desarrollo de los regímenes democráticos (Nholen, 2010, p. 338). Por estas razones, y manteniendo estas convicciones, el estudio de la cultura política democrática tiene importancia para entender el desarrollo de los regímenes políticos democrático y sus instituciones, lo que implica estudiar las relaciones existentes de la cultura política democrática de los integrantes de las organizaciones políticas o partidos políticos que pretenden ocupar algunos cargos de representación por medio de elecciones populares ―y es lo que se pretende hacer en este estudio. En el Perú de hoy se puede observar a actores colectivos de carácter político ubicados a lo largo de su espectro político que tienen entre sus principios partidarios la defensa y la profundización de ciertas instituciones de la democracia. Para muestra un botón. En el mismo país, el Frente Amplio es un conglomerado de organizaciones políticas y sociales ubicadas a la izquierda del espectro político peruano, las mismas que

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mantienen ciertas convicciones programáticas comunes como la profundización de la democratización del régimen actualmente existente, pero sus integrantes, entre militantes y simpatizantes, tienen distintas orientaciones de cultura política. En específico, los dirigentes de los espacios juveniles de cada organización que conforman el Frente Amplio de Juventudes de Lima Metropolitana expresan distintas actitudes frente a los elementos de la cultura política democrática, y aquí se ha hecho su aproximación en lo que va del año 2014. Para hacer lo propio los pasos han sido los siguientes: En primer lugar, después de esta introducción, se ha definido cultura política y se ha establecido su relación con la opinión. En segundo lugar, se ha definido cultura política democrática y se ha establecido sus elementos o indicadores, que esta vez son cinco, los mismos que sirvieron para la aproximación al estado de la cultura política democrática de los agentes en estudio. En tercer lugar, se ha analizado e interpretado las opiniones de aquellos por medio de cuadros comparativos de doble entrada. Por último, se llegan a las conclusiones, siendo la principal que la cultura política democrática de los dirigentes del Frente Amplio de Juventudes de Lima Metropolitana se caracteriza por considerar a la participación política activa como un elemento necesario para toda democracia. ¿Qué es cultura política? De ser cierto que “el concepto de cultura política representa la traslación del concepto de cultura más general al campo específico de la política” (Uriarte, 2010, p. 203), se debería definir cultura y política de forma separada como conceptos distintos y autónomos en su desarrollo, y luego juntarlos en uno solo, pero con el espacio disponible en este momento este tipo de estrategia definitoria parece imposible. A grandes rasgos, se observa que son varias las definiciones de cultura política y, a su vez, un conjunto de autores podrían estar coincidiendo en que es la parte más o menos subjetiva que predomina y prevalece en los ciudadanos de una sociedad (o en parte de ella) en relación directa con los asuntos políticos más o menos cercanos a los mismos en un tiempo y en un espacio estructurales delimitados (Cazorla, 2008, p. 56; Almond, 1999, p. 203; Nholen, 2010, p. 337; Aragón, 2010; ONPE, 2014; Uriarte, 2010), donde aquella parte subjetiva estaría conformada por una serie de componentes afectivos, cognitivos y valorativos que orientarían políticamente a los ciudadanos de una sociedad o que son parte de ella (Harto de Vera, 2005; Uriarte, 2010). Cabe mencionar que estas orientaciones u actitudes políticas, como expresiones de los componentes subjetivos mencionados, influirían en el comportamiento que tienen los ciudadanos hacia lo político (Aragón, 2010; Nholen, 2010; ONPE, 2014; Camacho, 2010; Uriarte, 2010). En el libro La Cultura Cívica de Almond y Verba (1963) se sostiene que la cultura política tiene tres tipos de compones psico-culturales u orientaciones de los tipos afectivos, cognitivos y evaluativos (Uriarte, 2010, p. 204): primero, los elementos del componente afectivo serían principalmente las emociones, los sentimientos (como el apego, el rechazo o el compromiso) y las pasiones que tienen los ciudadanos hacia las distintas expresiones de los asuntos políticos de su sociedad; segundo, los elementos del componente cognitivo serían las creencias, las convicciones y los conocimientos “que los individuos tienen acerca del sistema político en el que viven” (Harto de Vera, 2005, p. 146); y tercero, el posible único elemento del componente evaluativo estaría conformado por los juicos de valor de los ciudadanos hacia lo político (Harto de Vera, 2005, p. 146; Uriarte, 2010, p. 204; Almond & Verba, 2001, p. 180). Escapa a este trabajo una descripción detallada de los elementos de los distintos componentes psico-culturales que conformarían la cultura política de una sociedad y que influyen en los comportamientos políticos de sus ciuda-

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danos. En resumidas cuentas, se puede entender por cultura política como las “orientaciones específicamente políticas, posturas relativas al sistema político y sus diferentes elementos, así como actitudes relacionadas con la función de uno mismo dentro de dicho sistema” (Almond & Verba, 2001, p. 179). La opinión como código de expresión coyuntural de la cultura política Aproximarse a la cultura política de algún determinado actor colectivo de carácter principalmente político no es una tarea fácil de hacer, y la responsabilidad recae sobre el estudioso. ¿Cómo observar la cultura política de una comunidad política específica en un tiempo estructural determinado? ¿Cómo observar, analizar e interpretar la cultura política de forma más próxima a lo real? ¿Acaso es a través de la opinión? Si la respuesta a esta última pregunta fuese positiva, ellos, los componentes y los elementos de la cultura política, pueden encontrar un código de expresión en la actividad de la opinión, en su sentido platónico, ya sea o de forma escrita o de forma oral. En palabras de Giovanni Sartori:

Cabe destacar que es correcto decir «opinión». Opinión es doxa, no es episteme, no es saber y ciencia; es simplemente un «parecer», una opinión subjetiva para la cual no se requiere una prueba. Las matemáticas, por ejemplo, no son una opinión. Y si lo analizamos a la inversa, una opinión no es una verdad matemática. Del mismo modo, las opiniones son convicciones frágiles y variables. (1997, pp. 69-70)

No obstante lo mencionado, y dejando a un lado otras expresiones del comportamiento político, el conocimiento de las actitudes u orientaciones políticas solamente desde la opinión de los ciudadanos es una tarea compleja de realizar al menos por tres razones: primero, son estados principalmente internos a la persona que no pueden ser obligadas a ser compartidas; segundo, cuando son compartidos de forma expresa no siempre serán vistos de la misma manera por “observadores” distintos (llámese estudiosos o actores políticos de cualquier alcance), esto es, la carga de subjetividad del investigador a la hora de observar tiene un peso inevitable; y tercero, en colación con la razón anterior, la coyuntura podría estar afectando la estabilidad de las opiniones de los sujetos que expresan sus orientaciones políticas. De esta manera, todos estos posibles inconvenientes mencionados hacen dificultoso el tratamiento de la opinión para proceder al estudio de la cultura política de una comunidad política, siempre que se da solo desde el discurso político y dejando de lado expresiones más practicas del comportamiento. Sin embargo, hay que reconocer que el tratamiento de la opinión es en la práctica técnica y académica un punto central en los estudios sobre las relaciones existentes entre la cultura política y los regímenes políticos. De ahí que en los estudios de opinión se “analizan la aprobación presidencial; las actitudes con respecto a la participación y la democracia, y la confianza interpersonal y en las instituciones públicas…” (Camacho, 2010, p. 326). Esto último demuestra que toda opinión tiene la capacidad de identificar a las distintas estructuras del sistema político (Almond, 1999). Dicho sea de paso, la opinión puede ser definida como una forma fotografiada de la cultura política, en el sentido de que, por un lado, la opinión individual o colectiva son la expresión de la cultura política que está influenciada por la coyuntura, mientras que, por el otro, la cultura política (propiamente vista) corresponde a una caracterización más estructural de la sociedad y, por tanto, más estable en el tiempo (Uriarte, 2010, p. 204).

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Cultura política democrática y sus elementos Son varios los tipos de cultura política y la democrática es uno de ellos. Es posible encontrar toda una gama de tipos de cultura política intermedias a la democrática y a la autoritaria. Haciendo esta advertencia, y obviando las definiciones de las posibles culturas políticas no democráticas, la cultura política democrática puede ser entendida como el conjunto de elementos más o menos subjetivos que predominan y prevalecen en los ciudadanos que van a defender el régimen político democrático como el mejor posible y, en específico, los valores, las prácticas y las instituciones que garantizan el desarrollo de aquel. En pocas palabras, una cultura política democrática puede ser definida como las orientaciones y prácticas que sostienen los miembros de una comunidad política a favor de la democracia y a sus instituciones en un tiempo estructural determinado. Hasta aquí se ha dicho que es cultura política, cuál es su relación con la opinión y que es cultura política democrática. Es momento de mencionar cuáles serían los elementos o indicadores de una cultura política más próxima a ser considerada como del tipo democrática, que pueden estar representados en valores, practicas e instituciones que caracterizan no solo a una forma de vida democrática, sino también un régimen democrático; los mismos que pueden ser también identificados como valores democráticos, prácticas democráticas e instituciones democráticas. Así, los elementos no necesariamente exhaustivos de la cultura política democrática serían: a) la confianza en el régimen político democrático; b) la lucha en contra de las prácticas públicas que promueven la desconfianza del régimen político; c) la tolerancia entre los miembros del sistema político; d) interés y participación en la toma de decisiones públicas vinculantes en las distintas instituciones políticas y espacios existentes en el régimen político democrático; y, por último y no por eso menos importante, e) la capacidad de la elite política para formar compromisos y lograr consensos a favor del desarrollo del régimen político democrático (Nholen, 2010, pp. 340-342; Uriarte, 2010; Sosnowski & Patiño, 1999, p. 18) (ver Gráfico 1). El primer elemento de la cultura política democrática, es decir, la confianza a ojos abiertos en el régimen político, implica la confianza de los ciudadanos en las instituciones políticas de gobierno, como el Ejecutivo y el Legislativo, la confianza en los dirigentes de elección popular, en los funcionarios, en los demás miembros del sistema político (como los partidos políticos), en las normas, procedimientos o reglas del juego democrático y en las políticas públicas o los productos del sistema político (Almond, 1999, p. 215). El segundo elemento, o las prácticas políticas que promueven la confianza en el sistema político, incluyen las opiniones de los ciudadanos sobre los actos de corrupción que provienen de las autoridades políticas (Sample & Zovatto, 2005), los mismos que podrían tener como consecuencias el hartazgo de los ciudadanos con la política y la aparición de actores anti-sistémicos, como los grupos terroristas. Otro componente de este segundo elemento de la cultura política democrática es la insatisfacción del ciudadano hacia el no cumplimiento de las propuestas de gobierno o la «falta de respuesta al mandato popular» (Stokes, 1998, p. 19).

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Confianza en el regimen político

Lucha en contra de practicas antidemocraticas

Cultura política democratica

Tolerancia

Cultura política no democratica

Participación activa en los asuntos publicos

Cultura política

Capacidad de consenso

Gráfico 1. Elementos de la cultura política democrática Fuente y Elaboración propia

La tolerancia, como tercer elemento de la cultura política democrática, es una condición necesaria de los fundamentos del pluralismo de la democracia, valor que sede el derecho a las equivocaciones y la admisión de las discrepancias entre los miembros del sistema político en los distintos espacios e instituciones políticas que mantienen un régimen político democrático (Sartori, 1996; Sosnowski & Patiño, 1999, p. 12; PNUD/OEA, 2010, p. 30), como los debates públicos y la participación en las protestas políticas a favor o en contra de una determinada política de gobierno. El cuarto elemento de la cultura política sería el hecho de que los ciudadanos formen parte de la toma de decisiones públicas vinculantes, no solo en procesos electorales, sino también en mecanismos de democracia directa, a nivel local, regional y nacional, como en el caso de los presupuestos participativos. Espacios e instituciones de menor alcance también pueden ser incluidos, tal es el caso de los municipios escolares y asambleas de juntas vecinales residenciales o comunales. Dicho sea de paso, algunos teóricos sociales “han insistido en que las democracias se mantienen gracias a la participación activa de los ciudadanos en los asuntos públicos, a un elevado nivel de información sobre estos mismos asuntos..." (Almond & Verba, 2001, p. 177). Finalmente, el quinto elemento de la cultura política democrática hace referencia a estar a favor de que las elites políticas de los distintos espacios sociales puedan lograr compromisos y consensos en torno a determinadas políticas con el fin de fortalecer la gobernabilidad dentro de alguna comunidad política y que la oposición a los gobernantes de turno no se practique de manera a priori, sino bajo acciones deliberativas, donde las razones (de oposición a la políticas del gobierno de turno) tienen argumentos fundamentados sea en el pragmatismo sea en la ideología. Aunque se podría considerar otros elementos —que en el mejor de los casos pueden ser también otros miembros constituyentes de la cultura política democrática—, como la exigencia de la transparencia en tanto principio de la administración pública, como estar de acuerdo con el principio de igualdad política, social y económica, y como promover la justicia social, política y económica, se sostiene que la existencia de los cinco elementos enumerados en este trabajo repercuten en la legitimidad o no del régi-

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men político democrático; mas su demostración corresponde a un trabajo más extenso y detallado distinto al presente. El caso de los dirigentes del Frente Amplio de Juventudes de Lima Metropolitana Por definición, la cultura política democrática no está en el aire, sino que se encuentra sostenida en y por actores políticos concretos de variado alcance de alguna comunidad política específica en un tiempo-espacio estructural específico y delimitado. Esta vez se expondrá sobre el caso de los dirigentes del Frente Amplio de Juventudes Lima Metropolitana hasta dónde va el presente año. En el Perú, el Frente Amplio es, entre otras cosas, una aglutinación y un proyecto de querer conglomerar a organizaciones políticas ubicadas a la izquierda del espectro político peruano. Presenta varias características, donde las principales podrían ser su cuestionamiento al modelo neoliberal de desarrollo llevado a cabo en el Perú desde la vigencia de la Constitución Política del 93 y sus pretensiones de lograr cargos de representación política por medio de las próximas elecciones populares que se llevaran a cabo el país en todos los niveles de gobierno. Las organizaciones políticas que inicialmente impulsaron el proyecto del Frente Amplio fueron el Partido Socialista Peruano, el Partido Comunista Peruano, el Partido Descentralista Fuerza Social, el colectivo Ciudadanos por el Cambio, el Movimiento de Afirmación Social, y Tierra y Libertad. Cabe mencionar que estas seis organizaciones mencionadas pasaron a integrar el Comité Impulsor o Comité Promotor Nacional del Frente Amplio, el mismo que, desde julio del 2013, se encargaría de promover la formación de representaciones en las distintas regiones del Perú y del proceso de convocatoria para que personas individuales y colectivos sociales y/o políticos, siempre de izquierda, se unan al proyecto. La distribución del Frente Amplio puede ser identificada utilizando al menos dos criterios. Primero, según el criterio territorial se puede decir que el Frente Amplio esta subdivido en espacios nacionales, regionales, provinciales y distritales, donde cada uno de ellos contaría con su respectivo comité (territorial) y, de ser el caso, local de campaña —al respecto, es válido decir que las situaciones del Frente Amplio también se pueden distinguir según su estado en cada sector territorial, por ejemplo, aunque existan variables en común, la realidad del Frente Amplio de “Lima Provincias” no es la misma que la del Frente Amplio de Lima Metropolitana—; segundo, según el criterio funcional de campaña o de sector social de incidencia el Frente Amplio podría presentar 5 sectores más o menos definidos, algunos más activos que otros: a) el sector laboral, b) el sector LGTB, c) el sector mujeres, d) el sector ambiental, y e) el sector joven (ver Gráfico 2)1. Al combinar un comité territorial provincial y el sector joven se puede hallar al Frente Amplio de Juventudes de Lima Metropolitana. Entre los colectivos (mayoritariamente juveniles) que se unen a los integrantes jóvenes de las distintas organizaciones políticas que hacen el Comité Promotor Nacional, no necesariamente en este orden de mención, se tiene a La Junta, a Integración Estudiantil, al Movimiento Voz Socialista, al Foro Juvenil de Izquierda, a Pueblo Unido, al Movimiento por el Poder Popular y otros, de tal manera que el Frente Amplio de Juventudes de Lima Metropolitana estaría compuesto como lo muestra el Gráfico 3. Es así que el presente ensayo se restringe a analizar e interpretar, se insiste, el estado actual de la cultura política democrática de los jóvenes dirigentes del Frente Amplio de Lima Metropolitana, nada más y nada menos.

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La descripción de la distribución del Frente Amplio esta hecho a partir de entrevistas inéditas.

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DISTRIBUCIÓN DEL FRENTE AMPLIO

Según sector de incidencia

Según territorio

C. Nacional

C. Regionales

C. Provinciales

C. Distritales

Laboral

LGTB

Mujeres

Joven

Ambiental

Gráfico 2. Distribución del Frente Amplio Fuente y Elaboración propia

FRENTE AMPLIO DE JUVENTUDES DE LIMA METROPOLITANA

Organizaciones Políticas del

Gráfico 3. Frente Amplio de Juventudes de Lima Metropolitana Fuente y Elaboración propia

Otros

Pueblo Unido

Movimiento por el Poder Popular

La Junta

Partido Descentralista Fuerza Social

Ciudadanos por el Cambio

Partido Comunista Peruano

Movimiento de Afirmación Social

Partido Socialista Peruano

Tierra y Libertad

Integración Estudiantil

Organizaciones adherentes

Comité Promotor Nacional

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Ahora, entrando en materia empírica, se analizaran los datos obtenidos por medio de algunos cuadros comparativos, los mismos que recogen expresiones significativas —que han sido respuestas a un cuestionario de entrevistas semi-estructuradas a profundidad— de los dirigentes de las organizaciones políticas seleccionadas para analizar e interpretar una aproximación de la cultura política democrática en los agentes en observación. Según el Cuadro 1, correspondiente al primer componente del primer elemento de la cultura política democrática, la actitud predominante que tienen los dirigentes de las organizaciones políticas seleccionadas, al menos en su discurso, es de desconfianza hacia la democracia actualmente existente en el Perú por varios motivos, pero el que se presenta como indiscutible es que el régimen democrático peruano solo responde a unos pocos y a los grupos de poder económico, esto es, sería una oligarquía y una plutocracia, a la vez. Respecto al segundo componente del mismo elemento, el Ejecutivo, además de no poseer autonomía de maniobra y no estar al servicio de la población, estaría presionado por poderes económicos organizados como la Confiep. En cuanto a las políticas de inclusión social mayormente se opina que son paliativos a los verdaderos problemas de fondo, dependen del crecimiento económico y mantienen una lógica clientelar-electoral. Por otro lado, el Congreso de la Republica no representaría a la mayoría de la población peruana y no respondería a los intereses nacionales. Por último, los partidos políticos son débiles y no tienen cuadros. En relación al primer componente del segundo elemento de la cultura política democrática hay una opinión mayoritaria que afirma que las prácticas de corrupción en las autoridades políticas (y, en general, en toda la administración pública) es el primer factor generador de desconfianza en la ciudadanía hacia el régimen democrático. De otro lado, respecto al segundo componente de este mismo elemento de la cultura política democrática, se afirma que el no cumplimiento de las propuestas de gobierno hechas en campaña electoral también tiene el mismo efecto. Ambos necesitan de movilización social para ser mitigados (véase Cuadro 2). El tercer elemento de la cultura política democrática es hacer de la tolerancia un valor y una práctica constante entre los miembros de la comunidad política. Los líderes dirigentes de las organizaciones que conforman el Frente Amplio de Juventudes de Lima Metropolitana tienen dos opiniones predominantes al respecto (véase Cuadro 3). La primera de ellas puede estar afirmando que la tolerancia es un medio de los políticos para debatir el modelo de desarrollo del Estado peruano y el logro del avance de lo colectivo. La segunda opinión predominante resalta una orientación que restringe la tolerancia, en el sentido de que este valor y esta práctica estarían limitados a las injusticias sociales y a las discrepancias, lo que implica una reacción moderada. Seguidamente, el Cuadro 4 podría estar revelando que la participación política activa es un elemento indiscutible en la cultura política democrática en el discurso de los dirigentes de las organizaciones que conforman el Frente Amplio de Juventudes de Lima Metropolitana. En la ciudadanía habría una potencialidad de autogobierno, el poder político recaería sobre cada ciudadano o debería estar institucionalizado “desde abajo”, la participación ciudadana descentralizada generaría confianza en el régimen democrático peruano y podría institucionalizarse a través de consultas populares. Todo esto sería posible si la ciudadanía tomaría conciencia de los problemas sociales. Al fin y al cabo, y lo que parece significativo, en la opinión es estos agentes, la participación política podría significar lo equivalente a la democracia o seria su esencia.

Tiene una relativa aprobación. Los Ministros no tienen autonomía.

Tienen muy poco abarque.

Los congresistas no son profesionales en su trabajo.

Tiene un poder débil sin capacidad de maniobra para llevar a cabo su programa de gobierno. Es dependiente de los poderes facticos. Son frágiles. Dependen de la economía nacional del momento. No resuelve los problemas de fondo. Desplaza a la gente del campo. Esta alejado de las políticas nacionales o del interés común. Responde a intereses económicos.

Están en crisis.

Quien gobierna son poderes facticos-económicos. Instrumental e Inestable.

Obedece a una lógica clientelista. Dependiente del tema extractivo.

Ha perdido la capacidad de debate.

Casi no existen. Lejanos a los espacios sociales. Es causa de la ausencia de debate publico.

Ejecutivo

Políticas de inclusión social

Congreso de la Republica

Partidos Políticos

Su pluralismo es condición para el funcionamiento de la democracia.

Si tiene confianza en la democracia.

Modelo representativo en crisis. Sustentado en el respeto de los derechos e económicos.

Fuerza Social

Régimen político

Patria Roja Democracia débil y condicionada al poder adquisitivo. Legal pero no legítimo. Debería ir acompañado de procesos económicos.

Tierra y Libertad

Débiles y tradicionales. Son una red de beneficios privados y de padrinaje.

Tiene desprestigio. No cumple sus funciones de representación y de control.

Son programas para mantener su caudal electoral. Son paliativos a las grandes desigualdades sociales (que no son correctamente visualizadas). Destruye "las formas naturales" de organización social. Reproduce la lógica del clientelaje y corrupción.

Es débil y es la continuidad de los tres últimos gobiernos. El MEF predomina sobre los demás ministerios e incluso sobre la Presidencia. La CONFIEP tiene un peso significativo.

Democracia restringida. Sería una oligarquía.

Integración Estudiantil

(No presenta datos)

Salvo excepciones, los congresistas tienen una baja aprobación. No son fuertes. No hay trayectoria política en sus militantes.

No tiene representación de fuerzas progresistas.

Son paliativos.

Es conservador. No está al servicio de la población. Es presionado por poderes económicos (CONFIEP).

Democracia injusta e incompleta. No hay igualdad de condiciones para ejercer derechos. Sería una oligarquía.

Pueblo Unido

Son paliativos. Favorece a la sociedad de mercado y consumo.

Es un gobierno que no puede cumplir sus promesas.

Es una plutocracia. Se concentra en los grupos de poder económico.

La Junta

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Cuadro 1. Confianza en el régimen y sus instituciones. Fuente y Elaboración propia.

11 Cuadro 2. Lucha en contra de las prácticas antidemocráticas Tierra y Libertad

Patria Roja

Es lo primero que genera desconfianza.

La corrupción, como tema transversal a la administración pública, es el principal factor de desconfianza. Es necesaria la fiscalización.

Incumplimiento El giro político de las post-electoral propuestas de genera campaña descontento. electoral

En lo que va del gobierno ha generado desconfianza por este motivo.

Prácticas de corrupción en las autoridades políticas

Fuerza Social

Integración Estudiantil

Impide el desarrollo social y político.

Su mitigación pasa por una participación activa de la ciudadanía en los asuntos públicos. Es un mal endémico del país.

(No presenta datos)

Se presenta inconforme al incumplimiento de los programas de gobierno. El no oír la voz de las mayorías.

La Junta

Pueblo Unido

No es el mayor problema del La corrupción es país, pero es un aceptada por la factor población, si es cultural. Es la que siempre hay madre de obras todas las visibles. violaciones de las reglas.

No cumplir lo dicho en campaña genera desconfianza.

Requiere movilización social.

Fuente y Elaboración propia

Cuadro 3. Tercer elemento de la cultura política democrática Tierra y Libertad

Patria Roja

Fuerza Social

Es útil para

La tolerancia debatir el entre los modelo de miembros del desarrollo del comunidad Estado peruano.

Es útil para el avance de lo colectivo.

La tolerancia es una virtud de los políticos.

Integración Estudiantil

La Junta

Pueblo Unido

La tolerancia No hay tolees una acción La tolerancia rancia con la limitada y es limitada a la discrepancia y reciproca, en injusticia la mentira. tanto no se social. Lo Hace de la puede ser intolerable democracia indiferente implica una una institución ante la injustirespuesta. incompleta. cia.

Fuente y Elaboración propia

12 Cuadro 4. Cuarto elemento de la cultura política democrática Tierra y Libertad

Interés y participación en la toma de decisiones públicas vinculantes en las distintas instituciones políticas y espacios existentes en el régimen político democrático

Patria Roja

Fuerza Social

El poder que recae sobre Existe la poLa participacada ciudatencialidad. ción ciudadana dano debe ser Apuesta por descentralizada concientizado. mecanismo de genera conPoder popular participación fianza a favor o desde abajo. como la Conde la democraHacer del sulta Previa. cia. poder el futuro.

Integración Estudiantil

La Junta

Pueblo Unido

Participación activa y directa del pueblo en el autogobierno. A favor La democracia de las consultas es gente populares que organizada. La incluyan los sindigente debe catos y movimientomar contos sociales. La ciencia de los información y la problemas transparencia de existentes. los asuntos públicos es una condición de la democracia.

Ahí radica la esencia de la democracia.

Fuente y Elaboración propia

Cuadro 5. Quinto elemento de la cultura política democrática Tierra y Libertad

Patria Roja

Fuerza Social

Integración Estudiantil

La Junta

El consenso es uno de los pilares de la La capacidad Los consenso democracia. Es de la elite son importanútil en la subsis- Los consensos política para tes para avanLos acuerdos tencia de los son parte de la formar comzar en el Es importante son necesarios grupos sociales. táctica y la promisos y desarrollo del para elegir a para el bienesTodos los conestrategia lograr consenpaís, a través funcionarios tar y la supersensos deben política. No sos a favor del de vías alterpúblicos. vivencia de la ser legítimos siempre dan desarrollo del nativas al comunidad. para la amplia resultado régimen polítimodelo de ciudadanía. Dada positivo. co democrátidesarrollo la diversidad, en co neoliberal. algunos puntos nunca será posible.

Fuente y Elaboración propia

Pueblo Unido

Es necesario para ejercer voluntades. Abre posibilidades de enriquecimiento político organizacional.

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Finalmente, en relación al quinto elemento de la cultura política democrática presente en los agentes del discurso en análisis (véase Cuadro 5), podría afirmarse que la orientación predominante en ellos es que los consensos no solo sería útil para la sobrevivencia de los grupos y comunidades políticas sino también para lograr la aplicación de nuevas propuestas de desarrollo nacional.

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Conclusiones Para lo que va del año 2014, la cultura política democrática de los dirigentes del Frente Amplio de Juventudes de Lima Metropolitana se caracteriza por considerar a la participación política activa como un elemento necesario para toda democracia. Tiene a la corrupción en las autoridades políticas formales y al no cumplimiento de las propuestas de gobierno como comportamientos que generan desconfianza en el régimen político democrático peruano y presenta una marcada desconfianza en el mismo, principalmente porque beneficiaria principalmente a quienes tienen poderes económicos significativos (y que son pocos).

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