Alquerías, cigarrales y palacios. La Quinta de Mirabel

June 7, 2017 | Autor: J. Morin de Pablos | Categoría: Archaeology, Roman History, Architecture, Medieval History, Landscape Archaeology, Early Medieval Archaeology, Al-Andalus, Modern Architecture, Al Andalus (Islamic History), Archaeology of Roman Hispania, Archeologia, Modern archaeology, Al-Andalus archaeology, Arqueología De La Arquitectura, Arqueologia Medieval, Hispania, Archeologie, Arqueología del Paisaje, Archéologie, Renacimiento, vias romanas; calzadas; caminos; via; Hispania; ingenieria romana; puente romano; presas romanas; acueductos romanos; acueducto romano; roman roads; roman bridges; roman engineering; roman dams; viae; pontes; aque; saeptum; portus; urbes; traianus, Hispania romana, Toledo, Arqueología Medieval y Moderna, Gaspar de Quiroga, Roman Archaeology, Cigarrales, Archeology, Quinta De Mirabel, Early Medieval Archaeology, Al-Andalus, Modern Architecture, Al Andalus (Islamic History), Archaeology of Roman Hispania, Archeologia, Modern archaeology, Al-Andalus archaeology, Arqueología De La Arquitectura, Arqueologia Medieval, Hispania, Archeologie, Arqueología del Paisaje, Archéologie, Renacimiento, vias romanas; calzadas; caminos; via; Hispania; ingenieria romana; puente romano; presas romanas; acueductos romanos; acueducto romano; roman roads; roman bridges; roman engineering; roman dams; viae; pontes; aque; saeptum; portus; urbes; traianus, Hispania romana, Toledo, Arqueología Medieval y Moderna, Gaspar de Quiroga, Roman Archaeology, Cigarrales, Archeology, Quinta De Mirabel
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Descripción

SERIE EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS TOLEDO

Alquerías, cigarrales y palacios La Quinta de Mirabel

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“Alquerías, cigarrales y palacios: la Quinta de Mirabel” %DS#IENTĥlCOS*ORGE-ORĥNDE0ABLOS*ESŊS#ARROBLES3ANTOS

TÍTULO DEL PROYECTO

DIRECCIÓN CIENTÍFICA

ESTUDIO DEL PAISAJE CULTURAL

Jesús Carrobles Santos

EN EL TÉRMINO MUNICIPAL DE TOLEDO.

Cloe Cavero de Carondelet

LOS CIGARRALES

Jorge Morín de Pablos

Quinta de Mirabel ESTUDIO DEL MEDIO FÍSICO LOCALIZACIÓN

Geología, geomorfología e hidrología: Fernando Tapias

T.M. Toledo

Medio Natural: Manuel Casas

ENTIDADES PROMOTORAS

PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA

REAL FUNDACIÓN DE TOLEDO CONSORCIO DE TOLEDO

Arqueólogos: Mario López Recio, Laura Benito, Rocío Víctores, Jose Manuel Illán, Jose Manuel Curado y Gonzalo Calle

COORDINACIÓN DEL PROYECTO

Estudio de Materiales: Ernesto Agustí, Laura Benito y Jose Manuel Curado

Paloma Acuña (Real Fundación Toledo) Soledad Sánchez-Chiquito (Consorcio de Toledo)

LECTURA VERTICAL DE PARAMENTOS Pablo Guerra

CONSULTORÍA ARQUEOLÓGICA Departamento de Arqueología, Paleontología y Recursos Culturales

ESTUDIO DE MATERIALES CONSTRUCTIVOS Pablo Guerra

AUDITORES DE ENERGÍA y MEDIO AMBIENTE, S.A. Calle Felipe Campos, 3

TOPOGRAFÍA

28002 MADRID

Carlos Sobrino

INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA

CARTOGRAFÍA Y 3D

Revisión de Carta Arqueológica y Expedientes.

Francisco José López Fraile

Prospección arqueológica y toma de muestras polínicas, antracológicas y carpológicas

GIS

Lectura vertical de paramentos

Luis Rodríguez Avello DOCUMENTACIÓN Irene Criado DIRECCIÓN EDITORIAL DEL VOLÚMEN Esperanza de Coig O´Donnell DIRECCIÓN EDITORIAL DE LA SERIE Esperanza de Coig O´Donnell y Jorge Morín de Pablos

© DE LA PRESENTE EDICIÓN, LOS AUTORES EDITA: AUDEMA S.A. ISBN: 978-84-16450-14-5 Depósito Legal: M-6120-2016 Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluido fotocopias, grabación o por cualquier sistema de almacenamiento de información sin el previo permiso escrito de los autores.

índice Introducción *ESÚS CARROBLES, CLOE CAVERO Y *ORGE MORÍN ........................................................................................................................................................ 9 I

Estudio del medio físico FERNANDO T!0)!39MANUEL CASAS ................................................................................................................................................................................ 13 II

Fuentes documentales para el estudio del territorio: suertes y traídas IRENE CRIADO ...................................................................................................................................................................................................................... 17 III

0ROSPECCIķNARQUEOLķGICA *ESÚS CARROBLES, FRANCISCO *OSÉ Lâ0%: *ORGE MORÍN Y SAGRARIO R/$2Ñ'5%: 35 IV

V

Resultados de la prospección arqueológica de la Quinta de Mirabel

*ESÚS CARROBLES, FRANCISCO *OSÉ Lâ0%: *ORGE MORÍN Y SAGRARIO R/$2Ñ'5%:39 La génesis de un paisaje medieval I: los espacios irrigados andalusíes *ESÚS CARROBLES, *ORGE MORÍN Y SAGRARIO R/$2Ñ'5%: ........................................................................................................................................ 89 VI

La génesis de un paisaje medieval II: los espacios ganaderos bajomedievales *ESÚS CARROBLES, *ORGE MORÍN Y SAGRARIO R/$2Ñ'5%: .................................................................................................................................... 115 VII

Cigarral del Cardenal Quiroga CLOE CAVERO .................................................................................................................................................................................................................. 135 VIII

3ISTEMASDEINFORMACIķNGEOGRĆlCAUNRECURSODEMODELIZACIķNUNTERRITORIO LUIS R/$2Ñ'5%:9*ORGE MORÍN ................................................................................................................................................................................. 147 IX

Lectura de paramentos y analítica de los materiales constructivos 0ABLO GUERRA Y *ORGE MORÍN ................................................................................................................................................................................. 151 X

Fotogrametría de las bóvedas de la Quinta de Quinta de Mirabel: palacio y estufa FRANCISCO *OSÉ Lâ0%:9*ORGE MORÍN ..................................................................................................................................................................... 195 XI

XII

Bibliografía ...................................................................................................................................................................................................... 201

I

Introducción

*ESÚS CARROBLES, CLOE CAVERO Y *ORGE MORÍN

Figura 1. Vista panorámica de la Quinta de Mirabel.

/DDFWXDO4XLQWDGH0LUDEHOXQD¿QFDVXEXUEDQDXELFDGDHQODGHKHVDGHOD3R]XHODWLHQHVXRULJHQHQHO4XLQLHQWRVpSRFDHQ ODTXHORVWROHGDQRVYLHURQHQOD]RQDVXGRHVWHGH7ROHGRHOOXJDULGHDOSDUDHGL¿FDUSHTXHxDVFDVDVGHUHFUHRFRQKXHUWRVORV cigarrales. La primera noticia concreta se remonta a 1573, año en que el clérigo Juan López de León vende su casa de campo por mil ducados a su sobrina Inés Ortiz de León y a su marido Hernán Suárez Franco. Éste gastaría más de dos mil ducados en mejorar la heredad, añadiéndole un jardín y plantando árboles y viñas1. En 1576, Hurtado de Toledo citará “la casa, huerta y poço de Fernand Suarez Franco, que labro Juan Lopez de Leon”2 como uno de los principales cigarrales de Toledo. En una fecha indeterminada, pero comprendida entre 1577 y 1588, el recién nombrado arzobispo de Toledo, el cardenal Gaspar de Quiroga, compró a Hernán Suárez el cigarral, pagando por él seis mil ducados3(QODGLFKD¿QFDFX\DH[WHQVLyQGHEtDHVWDUHQ torno a las 18 hectáreas4, el cardenal decidió levantar un palacio al estilo de las villas italianas, que había conocido de primera mano durante los casi diez años en que estuvo destinado en el país alpino, gastando en ello alrededor de noventa mil ducados5. Quiroga PDQGyFRQVWUXLUXQDLPSRQHQWHHGL¿FDFLyQGHODGULOORGHGRVSLVRVFRQXQDloggia en la parte inferior, dando a los jardines, y una capilla en el piano nobileUHPDWDGDVXF~SXODSRUXQFLPERUULRRFWRJRQDOHQHOH[WHULRU$GHPiVGHOHGL¿FLRSULQFLSDO\XQDHVWXID ambos decorados con pinturas murales, el entonces conocido como cigarral de Altamira6 comprendía cuatro casas accesorias, cinco

1 AHPT, Protocolo 1608, f. 518-535v (cit. en MARTZ, Linda, A network of converso families in early modern Toledo: assimilating a minority, Michigan, 2003, p. 279-80) 2 HURTADO DE TOLEDO, Luis “Memorial de algunas cosas notables que tiene la Imperial Ciudad de Toledo”, 1576, en VIÑAS MEY, Carmelo, y PAZ, Ramón, 5HODFLRQHVKLVWyULFRJHRJUi¿FRHVWDGtVWLFDVGHORVSXHEORVGH(VSDxD, Madrid 1949, pp. 505-506. 3 AHPT, Protocolo 1608, f. 518-535v (cit. en MARTZ 2003, p. 279-80) 4 Más concretamente, “39 aranzadas y 3 cuartas y 39 estadales de tierra”; ARCV, REGISTRO DE EJECUTORÍAS, CAJAS 2341,8 y 2346,18. 5 AMT, Archivo Secreto, Cajón 4, legajo 2, nº 88. ROMÁN DE LA HIGUERA, Jerónimo, +LVWRULDGHOD,PSHULDO&LXGDGGH7ROHGR, 1604 ca., p. 99; y +LVWRULD(FOHVLiVWLFDGHOD&LXGDGGH7ROHGR, Tomo IX, 1604 ca., 247v. 6 AMT, Archivo Secreto, Asiento 1072, Alacena 2ª, Legajo 4º, nº6.

10

Figura 1. Vista aérea de la Quinta de Mirabel.

jardines con fuentes y estanques, viñas, un bosque dedicado a la caza, un palomar, colmenas y una gran bodega7. No se conserva documentación relativa a su construcción, únicamente la noticia de que en verano de 1588 se da licencia para que a “la casa de campo del Cardenal de Toledo (...) que se labra en el término de esta Ciudad y alinda con la Legua” llegue una nueva conducción de agua8PLVPRDxRHQTXHPDQGDWUDHUGH1iSROHVFXDWURPHVDVGHSyU¿GR\FXDWURiUEROHVSDUDVXFLJDUUDO9 Tras la muerte del cardenal en 1594, sus bienes pasaron a ser controlados por la Corona, personada en los corregidores de Toledo10, y sus testamentarios dieron principio a su hoy perdido inventario de bienes y efectos11. La importancia de la fortuna del prelado provocó que muchas facciones del poder creyesen ser las justas representantes de la única heredera de Quiroga, “nuestra ánima”. Tras varios meses de pleitos sobre la correcta validación del testamento, el 3 de junio de 159512 el papa Clemente VII decidió que la fortuna fuese repartida en tres partes: la primera a la Iglesia, la segunda al rey Felipe II, y la tercera a los testamentarios, quienes debían llevar a cabo las últimas voluntades del cardenal13. El cigarral toledano pasó entonces a ser propiedad de la Iglesia, aunque pocos meses después, a principios de 1596, lo adquiriría Felipe II14 por diez mil ducados15. Durante los años en que el cigarral estuvo en manos de la Corona perdió su funcionalidad, pasando de ser una villa de retiro a ser únicamente un terreno de explotación agraria cuyas rentas, dedicados a mantener otras propiedades reales tales como el Ingenio de Juanelo16, no eran demasiado elevadas. A partir de 161217, el rey comienza a pedir informes a la Junta de Obras y Bosques sobre el valor del cigarral, ya que su mantenimiento supone un alto coste, hasta que en 1613, “ se desaconseja la venta del lugar, pues, valiendo realmente 80.000 ducados y habiendo pagado el rey 10.000 no se hallara hoy en Toledo quien de por ella çinco mil ducados

7 AGP, SECCIÓN ADMINISTRATIVA, Toledo, Legajo 1298, Expediente 5. 8 AMT, Archivo Secreto, Asiento 1072, Alacena 2ª, Legajo 4º, nº6. 9 AHN, Inquisición, libro 361, fols. 572r-v, 578r (recogido en PIZARRO, Henar, 8QJUDQSDWUyQHQODFRUWHGH)HOLSH,,'RQ*DVSDUGH4XLURJD, Madrid 2004). 10 AMT, Archivo Secreto: Cajón 1, legajo 8, nº 34 11 AHN, CONSEJOS, legajo 5310, Pieza I (recogido en PIZARRO 2004) 12 AHN, CLERO, legajo 589, folios sueltos (recogido en PIZARRO 2004) 13 BCSCV, Libro de Colegiales nº 16, fol. 158v (recogido en PIZARRO 2004) 14 AGP, SECCIÓN ADMINISTRATIVA, Toledo, Legajo 1298, Expediente 5. 15 ROMÁN DE LA HIGUERA, Jerónimo, +LVWRULD(FOHVLiVWLFDGHOD&LXGDGGH7ROHGR Tomo IX, 1604, 247v. ARCV, REGISTRO DE EJECUTORÍAS, CAJAS 2341,8 y 2346,18. 16 AGP, Libro de Registro 23, f. 96 (recogido en MORÁN, José Miguel, y CHECA, Fernando, Las Casas del Rey, Madrid, 1986, pp. 129-130). 17 AGS, CSR, Legajo 305, Documento 234. AGP, Libro de Registro 23, ff. 118v-119.

Introducción

arriva, que de solos los despojos quando se quisiese deshazer la casa se sacaría mucho más”18, y se le aconseja anejarla al Alcázar. Entre 1613 y junio de 1615, el clérigo toledano Damián García compra el cigarral por siete mil quinientos ducados, con la intención de demolerlo y de vender sus materiales, una situación ante la que los vecinos, el ayuntamiento y la Iglesia de Toledo se rebelan, impidiéndole llevarlo a cabo. De hecho, Francisco Monsalve, canónigo de la Iglesia toledana llega a ofrecerse a recomprar la propiedad a Damián García por la misma cantidad, con tal de preservar el bien público19. Poco tiempo después, antes del mes de noviembre de 1616, el cigarral fue adquirido por ocho mil quinientos ducados por el segundo marqués de Malpica, Francisco de Ribera Barroso20, título nobiliario en manos del cual permanecería hasta principios del siglo pasado, momento en el pasó a los Duques de Bailén. Durante el siglo XVII, los marqueses de Malpica frecuentaron el cigarral, en el que actualmente vemos los escudos de armas de los Barroso y Ribera, pintados sobre los del cardenal Quiroga, en las pinturas murales del palacio y la estufa, y lo ampliaron notablemenWHDOFDQ]DQGRHQXQDVXSHU¿FLHDSUR[LPDGDGH 150 hectáreas21.

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LA QUINTA

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Figura 3. B.I.C. Quinta de Mirabel

Sin embargo, a partir de ese momento los Malpica, residentes en Madrid, arrendarían el cigarral a diferentes personalidades, ya fuesen los terrenos22GHOD¿QFDRHOFRPSOHMRFLJDUUDOHURDOFRPSOHWRFRPRKLFLHURQORVFDUGHQDOHVDU]RELVSRV)UDQFLVFRGH/Rrenzana23, que depositaría en él una importante parte de su biblioteca24, y Luis María de Borbón25. Actualmente, la Quinta de Mirabel, nombre tomado del marquesado de Mirabel que los Malpica ostentaron hasta principios del siglo XX, ha recuperado parte de su función original, como lugar de retiro de sus actuales propietarios, los Duques de Bailén. En marzo de 2010 fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento, por su valor artístico e histórico.

18 AGS, CSR, Legajo 302-1, fol. 200, y leg. 302-2 (recogido en MORÁN y CHECA 1986, pp. 129-130). 19 AMT, Archivo Secreto, Cajón 4, legajo 2, nº 88. En ARCV, REGISTRO DE EJECUTORÍAS, CAJAS 2341,8, se cifra la cantidad en 7.000 ducados. 20 ARCV, REGISTRO DE EJECUTORÍAS, CAJAS 2341,8 21 Más concretamente,”trescientas treinta fanegas”, AHPT, H-690, ff. 1463v-1464. 22 AHN, NOBLEZA, OSUNA, caja 515, doc. 23. 23 VVAA, 'LFFLRQDULR*HRJUi¿FR8QLYHUVDOGHGLFDGRDOD5HLQDQXHVWUD6HxRUDBarcelona 1831, p. 925. 24 GUTIÉRREZ, Manuel, “Historia de los fondos antiguos”, en (O$OFi]DUGH7ROHGR3DODFLR\%LEOLRWHFD8QSUR\HFWRFXOWXUDOSDUDHOVLJOR;;,Toledo, 1998, p. 92. REVISAR 25 AHPT, H-1213, f. 165v (MOROLLÓN, Pilar, “Los cigarrales de Toledo en el Catastro del Marqués de la Ensenada”, Catastro, Agosto 2008, p. 165).

II

Estudio del medio físico

FERNANDO T!0)!39MANUEL CASAS Auditores de Energía y Medio Ambiente S.A.

Formación del relieve El Cigarral de la Quinta Mirabel se encuentra en la vertiente meridional del río Tajo a su paso por Toledo, situándose aproximadaPHQWHDNPKDFLDHO6XURHVWHGHOOODPDGR7RUQRGH7ROHGR2URJUi¿FDPHQWHOD¿QFDVHORFDOL]DHQXQDODGHUDFRQFLHUWDSHQGLHQWH hacia el NE partiendo de las zonas más elevadas situadas al SO al pie del vértice geodésico de Pozuela (684m), limitando con el Cerro de los Palos (662m) e incluyendo otro cerro de unos 643 m de altura y situado a unos 500m al Este del anterior. La zona SUy[LPDDOHGL¿FLRUHVLGHQFLDOVHHQFXHQWUDDOJRUHWRFDGDHQVXWRSRJUDItDGHELGRDODFRQVWUXFFLyQGHGLVWLQWDVHVWUXFWXUDVKLGUiXlicas y a otras actividades agropecuarias. El cigarral se encuentra atravesado por tres arroyos de muy acentuada estacionalidad y que solo llevan agua cuando ha habido una SUHFLSLWDFLyQUHFLHQWHGRQGHODHVFRUUHQWtDVXSHU¿FLDOVHFRQFHQWUDHQHVWDVYDJXDGDVTXHDUUDVWUDQDUHQDSURFHGHQWHGHODGHVPDQtelación de la alterita producida por la meteorización de la roca migmatítica, también aparecen restos de cantos subangulosos de diverso tamaño y de composición migmatítica, además de algunos cantos redondeados de cuarcita procedente del continuo transporte de los cantos subangulosos de cuarcita de la Raña que han ido desmantelándose a partir de la incisión de la red de drenaje cuaternaria. Estos regueros en ocasiones suelen ir encajados en la roca del sustrato como puede ser el caso del arroyo más meridional. La composición del sustrato rocoso en donde se encuentra el Cigarral de la Quinta Mirabel se constituye básicamente de migPDWLWDVVRQURFDVGHFRPSRVLFLyQSDUHFLGDDORVJUDQLWRV FXDU]R±IHOGHVSDWR±PLFDVPLQHUDOHVPD¿FRV SHURFRQXQRULJHQ PHWDPyU¿FRGHDOWRJUDGR6HWUDWDGHURFDVPHWDVHGLPHQWDULDVIXQGDPHQWDOPHQWHPLJPDWLWDVSROtWLFDVRVHPLSHOtWLFDVHQIDFLHV de granulitas. Estos materiales presentan una estructura bandeada estromática formada por la concentración lineal de los minerales claros o félsicos (leucosomas) y los oscuros (mesososmas). Los mesosomas tienen textura granoblástica y están compuestos de cordierita, granate y sillimanita, con contenidos menores de biotita, espinela, ilmenita y cuarzo (Barbero y Villaseca, 2004). Estas rocas migmatíticas pertenecen al Complejo Anatéctico de Toledo que constituye la parte NE de las rocas hercínicas de Los Montes de Toledo.

Figura 1. Vista desde la Raña de La Pozuela del cerro sin nombre de 643 m que culmina con una forma de pitón rocoso con bolos migmatíticos. Desde su alto y toda la ladera izquierda del cerro pertenecen al Cigarral de la Quinta Mirabel.

14

)LJXUD9LVWDGHXQDGHODVODGHUDVGHOD¿QFDGRQGH )LJXUD9LVWDGHXQRVERORVPLJPDWtWLFRVTXHDÀRUDQ Figura 4. Detalle de un fragmento de roca migmatítica se pueden ver entre los árboles un variado número de en la ladera de un cerro-domo. en la que aparecen cristales de granate (en color marrón bolos y berrocales migmatíticos. rojizo).

Geomorfológicamente es muy frecuente encontrar las formas típicas de los paisajes graníticos o en este caso migmatíticos, del tipo berrocales, tors o bolos, como es el caso del cerro sin nombre citado anteriormente y de 643 m de altitud donde existe un pitón rocoso con bolos. Además se ha podido documentar en lo alto de algún pequeño promontorio la ubicación de algún cigarral antiguo DSURYHFKDQGRODGLVSRVLFLyQGHORVERORVPLJPDWtWLFRVDÀRUDQWHV7DPELpQVRQEDVWDQWHDEXQGDQWHVORVGHSyVLWRVGHDUHQL]DFLyQ correspondientes a la alteración-meteorización de la roca del sustrato, generando mantos de alteración de cierto espesor que pueden sufrir removilización o concentrarse en zonas algo deprimidas dando lugar a navas.

)LJXUD'HWDOOHGHO0DSD*HRPRUIROyJLFRGH7ROHGR  6RQVHFD  HVFDOD ,*1\8&0 GH+HUUHUR0DWtDV0  GRQGHVHKDXELFDGROD¿QFD GHO&LJDUUDOGHOD4XLQWD0LUDEHO\ODUHGKLGURJUi¿FDGHOD]RQD(QFRORUURVDSiOLGRDSDUHFHQODIRUPDFLyQGHDOWHULWDVRPDQWRGHDOWHUDFLyQJHQHUDGRDSDUWLUGHODV PLJPDWLWDV\HOFRORUURVDPiVIXHUWHFRUUHVSRQGHD]RQDVGHDÀRUDPLHQWRVPDVLYRVFRQGLVWLQWRWLSRGHIRUPDV ERORVEHUURFDOHVSHGUL]DVGRPRVHWF (QHOiUHDGH HVWXGLRVXHOHQDSDUHFHUDÀRUDPLHQWRVPDVLYRVGHURFDPLJPDWtWLFD

Estudio del medio físico

Vegetación de la Quinta de Mirabel

Figura 6. Topografía general de la Quinta y cultivos de olivo

Figura 7. Encinar

En la Quinta de Mirabel se diferencia claramente una zona de FXOWLYRTXHRFXSDDSUR[LPDGDPHQWHXQWHUFLRGHVXVXSHU¿FLH situada en la parte oeste. Actualmente en esta área encontramos un olivar en el que aparecen de manera salpicada ejemplares de enebro de la miera (-XQLSHUXV R[\FHGUXV) y encina (4XHUFXV LOH[) de una edad cercana a la de los propios olivos. También aparecen de manera puntual arbustos, con un porte notable, de retama (Retama sphaerocarpa) y cornicabra (3LVWDFLD WHUHELQWKXV). En el interior del olivar, como corresponde a una zona de DVSHFWRDGHKHVDGRHOFRUWHMRÀRUtVWLFRHVSREUH6yORVHGHVDrrollan algunas herbáceas de las familias Compositae, Poaceae y Boraginaceae. Destaca por su tamaño, al oeste del olivar, la presencia de un pino piñonero (3LQXVSLQHD). El olivar se ve dividido en dos partes desiguales por una conducción de agua que lo atraviesa en dirección norte-sur y produce un efecto de barranco o ribera. En esta zona se desarrolla una vegetación típicamente ripícola, formando una estrecha galería que llega a volverse impenetrable. Aquí encontramos sauces (6DOL[ sp.) y álamos (3RSXOXV sp.), más abundantes hacia el sur, así como almeces (&HOWLVDXVWUDOLV), encinas e incluso higueras ()LFXVFDULFD), más comunes hacia el norte. El sotobosque está compuesto principalmente por zarzamora (5XEXVXOPLIROLXV), taray (7DPDUL[ sp.) y junco (-XQFXV sp.). En el límite sur del olivar, SHUR \D HQ XQD ¿QFD DG\DFHQWH GHVWDFDQ LPSRQHQWHV DOJXQRV ejemplares de eucalipto ((XFDO\SWXV sp.). La parte sur del olivar linda con un sendero principal que lo limita meridianamente. Al otro lado del sendero encontramos una zona de transición dominada por enebros. Aparece también un DÀRUDPLHQWR JUDQtWLFR GH JUDQGHV GLPHQVLRQHV TXH QRV GLULJH a una zona de vegetación más abierta, situada en la parte más DOWDGHOD¿QFD\SRUORWDQWRPiVH[SXHVWDDOYLHQWR(OWLSRGH vegetación que tiene lugar aquí es fundamentalmente herbácea. Hay que contar con una acción antrópica previa de aclareo, pero FRQVHJXULGDGWLHQHLQÀXHQFLDODRULHQWDFLyQVXUGHODVODGHUDV Las macollas de 6WLSDVSSUHGRPLQDQHQHVWD]RQDGHOD¿QFD en la que encontramos también un pequeño estanque rodeado de sauces y almendros.

Figura 8. Enebro

Figura 9. Vista aérea del territorio del Cigarral

16

La parte este de la Quinta de Mirabel es la que se encuentra menos alterada por la mano del hombre. A ella se accede fácilmente siguiendo el sendero principal que atraviesa la quinta en dirección este-oeste. A ambos lados del sendero encontramos el tipo de vegetación más parecido a la vegetación potencial u original de la zona. Los enebros dominan ampliamente el paisaje. Las encinas son comunes, pero claramente menos abundantes. Entre los enebros crecen cornicabras, espinos negros (5KDPQXVO\FLRLGHV), y torviscos ('DSKQHJQLGLXP), que podemos considerar autóctonos. La parte más cercana al sendero es la más antropizada, como demuestra la presencia de ejemplares de almendro y de 5KXVW\SKLQD, una anacardiácea nativa de Norteamérica, que han debido ser introducidos recientemente.

Cabe destacar el efecto que producen las diferentes orientaciones de las laderas en esta parte de la quinta que no tiene más aporte hídrico que el recibido por precipitación. Profundizando a ambos lados del sendero principal se halla la vegetación más espesa como consecuencia de la orientación norte de esta ladera (ladera de umbría). En contraste, encontramos bandas de vegetación claramente más abierta como consecuencia de su ubicación en suelos sobre laderas orientadas al sur (ladera de solana). Hay que tener en cuenta la fuerte insolación que sufren estas laderas en Toledo durante el periodo estival. (QODSDUWHVLWXDGDPiVDOQRUWHGHOD¿QFDVHKDGHVDUUROODGRXQDYHJHWDFLyQSDUWLFXODUTXHHVHOUHVXOWDGRGHODPH]FODGHHOHmentos vegetales de diferente procedencia. Así, aparece una zona de juncos en torno a dos suaves barrancos. Esta vegetación que podríamos considerar ribereña ha sido potenciada con un estanque rodeado por aneas (Typha sp.). También hay presencia de adelfa (1HULXPROHDQGHU) y almez. Resulta curioso que en estos pequeños barrancos, las especies que ejercen la función de elementos de ribera son olivos y encinas. 3RU~OWLPRHQORVDOUHGHGRUHVGHODHGL¿FDFLyQVHHQFXHQWUDHYLGHQWHPHQWHODYHJHWDFLyQPiVFODUDPHQWHDVRFLDGDDODDFFLyQ humana. Podemos destacar la presencia de lentisco (Pistacia lentiscus), árbol del amor (&HUFLVVLOLTXDVWUXP), almendro (3UXQXV GXOFLV), majuelo (&UDWDHJXVPRQRJ\QD), acacia de tres espinas (Acacia triacanthos) y almez (&HOWLVDXVWUDOLV).

III

Fuentes documentales para el estudio del territorio: suertes y traídas

IRENE CRIADO

La Quinta de Mirabel cuenta con una documentación histórica muy abundante que podemos dividir en tras grandes bloques. El primer bloque de documentación recoge la génesis de cigarral del Arzobispo Gaspar de Quiroga. Podemos rastrear desde su fundación KDVWDVXSRVWHULRUHYROXFLyQ\FRPSUDSRUODFDVDGH0DOSLFD(VWHEORTXHKHPRVSUHIHULGRLQFOXLUORGHQWURGHOHVWXGLRHVSHFt¿FR GHOSDODFLRUHQDFHQWLVWD/RVRWURVGRVEORTXHVGHGRFXPHQWDFLyQUHFRJHQGRVDFRQWHFLPLHQWRVPX\VLJQL¿FDWLYRVSDUDHQWHQGHU la evolución de este espacio en el siglo XIX: la conversión en suertes de la dehesa de la Pozuela y la construcción de un abastecimiento de aguas a la ciudad de Toledo. En el primer caso se analizan la conversión de la dehesa de la Pozuela en minifundios. Este intento de reconversión de un espacio ganadero en un espacio agrícola será un rotundo fracaso ya que la casa de Malpica se irá apropiando de estos espacios, de forma directa o a través de intermediarios, para constituir un gran espacio ganadero a los pies de la ciudad de Toledo. El tercer bloque documental se ocupa de la construcción de la traída de aguas a la ciudad de Toledo en el siglo XIX. Un proyecto también fracasado dad la imposibilidad de convertir los antiguos sistemas de captación andalusíes (qanat) en VLVWHPDVUHQWDEOHVSDUDHODEDVWHFLPLHQWRDXQDFLXGDGPRGHUQD(QHVWHVHQWLGRHVWDGRFXPHQWDFLyQUHVXOWDVXPDPHQWHVLJQL¿FDtiva para entender el mecanismo de funcionamiento de estos sistemas antiguos, que nada tienen que ver cn abastecimientos de agua potable a ciudades de cierto tamaño. Así, la lectura como una conducción de origen romano, como se ha querido ver recientemente, cae por su propio peso con el fracaso de una infraestructura de este tipo en el siglo XIX.

18

Usos del suelo en la dehesa de Pozuela en el siglo XIX: la división en suertes Pozuela es un extenso paraje toledano al sur del río Tajo y al norte de los términos de Argés y Cobisa y delimitado al oeste por la carretera de Piedrabuena y al este por la Sisla. Hay tres momentos de importancia en su historia. Uno es cuando en 1549 queda incluida como tierra de pastos en la Legua de la ciudad de Toledo; otro, en 1588 cuando se concedió permiso al Cardenal Quiroga para canalizar el agua de la Fuente del Cardenal hasta su cigarral y, por último, a mediados del siglo XIX, cuando, por un lado, se recupera esta fuente para el abastecimiento de la ciudad y, por otro, se divide en suertes la dehesa para ser arrendada como tierras de labor. Estos hitos cronológicos han creado un paisaje especialmente característico que supone un modelo representativo del paisaje deteriorado o en gran medida perdido por el brutal avance urbanístico en el arco meridional del Casco de Toledo.

Antecedentes Existen pocas referencias importantes sobre los usos del suelo en Pozuela anteriores al siglo XVIII, más allá de la mención a un documento de 1194 que trata sobre una viña1, o unas casas y molino que pertenecía a la capilla de San Blas de la catedral de Toledo, en otro a principios del siglo XV2.

Figura 1. Noticia de la detención. AMT. Fondo Histórico. “Denunciaciones”. Caja núm. 920. Expediente iniciado por denuncia de Manuel Esteban Garoz, guarda jurado de la Legua, contra Manuel Cano, criado de Leandro Otaola, abastecedor de carne, por meter ganado en el coto carnicero de la Pozuela, dedicado a pasto de los carneros del abasto de la Ciudad y él ya no lo es. 1788-01-09 / 1788-05-03. Folios 12 y 13.

En 1788 el escribano del Ayuntamiento, José Sánchez de Huete, realizó una copia de las relaciones de títulos de propiedad que poseía la Ciudad3 desde siglos atrás, entre las que se contaban varias tierras localizadas en Pozuela. La primera referencia es sobre una heredad al pago de Pozuela que un tal Alonso Sobrino y su mujer vendieron en 1518 a Pedro de Biezma, con casa, corral y trascorral, que lindaba con otras heredades. Con estos datos es imposible su localización, puesto que tampoco se conserva la escritura de venta a la Ciudad, que debió de ser posterior a esa fecha. En 1531 los herederos de Gabriel Serrano vendieron a la ciudad una heredad de 43 aranzadas en Pozuela la Mayor, con casa, tierras que incluían arboleda, viñas, tierra calma, al menos 17 olivos, encinas, almendros y rosales. Las casas estaban ya caídas, pero tenían pozo, corrales y trascorrales y una huerta. Se sabe que esta heredad ya existía en 1490, por otras escrituras de venta que se citan. Poco después, en 1533 el Ayuntamiento adquirió un conjunto de cerca de 50 fanegas de tierra formada por pequeños terrenos con nombre propio en Pozuela: la Serrezuela, la Oliva Gorda, la Gafaira – en medio de los ejidos de Toledo – y los Valles, entre otras. Resulta curioso uno de los topónimos relacionados con Pozuela en esta fecha y que se recoge en la escritura de venta de una tierra de 4 fanegas en “Morterón de Pozuela”. Según otra cita de la misma relación y que trata de una serie de cesiones o permutas entre la Catedral y la Ciudad, se diferenciaría entre los Morterones y Pago de Morterón, cercanos a San Bernardo, y Pozuela Mayor y 0HQRU6LQHPEDUJRVHPHQFLRQDHVSHFt¿FDPHQWH0RUWHUyQGH3R]XHOD\VHGLFHTXHHVWiHQOD9HQWDGHO3LRMRTXHVHHQFRQWUDED HQHOFDPLQRGH$UJpV7HQHPRVSRUWDQWRXQWRSyQLPRTXHRELHQVHUH¿HUHDXQiPELWRPiVDPSOLRGHODFWXDOFHUFDQRDODUUR\R de Morterón, o bien un nombre con referencia a varios lugares distintos. Este en concreto, pertenecía a Sebastián de Horozco, cura en San Torcuato. $VLPLVPROD&DWHGUDOFHGLyDOD&LXGDGXQDWLHUUDHQHO&HUURGHODV0RUDWHUDVHQ3R]XHODVLQHVSHFL¿FDUVLHVOD0HQRU\OD0D\RU Podemos diferenciar una de otra gracias a la escritura de una tierra localizada en la Menor cuyos linderos iban desde la senda del Barco hasta otras heredades en las Pedrosillas, cerca del límite con Argés y del camino que decían “retamero”.

1 TORROJA MENÉNDEZ, Carmen. &DWiORJRGHO$UFKLYRGHO0RQDVWHULRGH6DQ&OHPHQWHGH7ROHGR 2 TORROJA MENÉNDEZ, Carmen. &DWiORJRGH2EUD\)iEULFDGHOD&DWHGUDOGH7ROHGR 3 AMT. Archivo Secreto. Ala. 2ª, leg.6º, nº9 (1.105). Relación de títulos de las posesiones de la Legua de Toledo y otros instrumentos tocantes a HOOD\VXVFRWRVGHVGHHODxR\DPRMRQDPLHQWRVKHFKRVGHVGHHO$PRMRQDPLHQWRGHORV0RQWHVGH7ROHGRFRQWpUPLQRVTXHFRQ¿QDQ con otros señores.

Fuentes documentales para el estudio del territorio

A la mitad de este camino se encontraba la Venta del Piojo, junto a la que se habla de otro pedazo de tierra de 11 fanegas y medio estadal, lindante con dicho camino y un olivar. Entre 1583 y 1550 se anotan otros títulos de la misma forma que los anteriores, entre los que destacamos una tierra llamada “El Especiero”, en Pozuela la Mayor, y otra de 4 fanegas conocida como “La Raiga”. Con fecha de 1549 se recoge el título de la escritura de venta que hace el famoso Arias Gómez de Silva a Toledo, acerca de una heredad en Pozuela la Mayor, de 153 yugadas, 13 fanegas y 9 celemines, en los que había olivas, almendros, encinas, fuentes y abrevaderos. Sus límites eran Pozuela la Menor, la Venta del Piojo en el camino de Argés y al Sur los términos de dicho pueblo y Cobisa. Todo este espacio vendría a convertirse en el coto más extenso de la Legua, al que habría que sumar las tierras citadas anteriormente. A partir de ese año, Pozuela también recibirá el nombre más genérico de Coto de San Martín, por formar parte de él, y se verá incrementado con tierras cercanas al camino de Cobisa en 1551 y otras en 1577 que lindaban con una “dehesa de la Ciudad”, probablemente la que se conocerá como Legua Grande. Se incluye, a su vez, entre estos títulos, la licencia que el Ayuntamiento otorgó al Cardenal Quiroga para que pudiera encañar agua desde Pozuela hasta su heredad, llamada “Altamira”. Aparte de títulos de propiedad, este extenso documento cita algunas denunciaciones ya fechadas en el siglo XVII sobre que algunos particulares cerrasen caminos o rozasen leña o retama sin permiso o llevasen su ganado a pastar a tierras de la ciudad. A este respecto, en 1788 se produjo un incidente al sorprender a varias reses vacunas de un vecino pastando en Pozuela, que era coto carnicero de la Legua. Junto a los testimonios recogidos en este documento aparece un escrito aclarando los límites de este coto, que quedaría incluido a su vez en toda la parte de la Legua al otro lado al sur del Tajo: desde las Pontezuelas hasta el camino que de la ciudad iba a la ermita de la Guía, y desde el arroyo cercano a las tapias de Santa Ana, hasta el camino antiguo de Burguillos, en primavera y verano. En otoño e invierno se llevarían los caneros a la Legua Grande, entre Torremocha, el arroyo de la Rosa y el camino de Nambroca4. Además de para pastos, ciertas tierras del coto de Pozuela se arrendaban como labrantías5. Entre 1795 y 1797 quedaron calmas 44 ½ fanegas de tierra que después se sacaron en arriendo hasta 1815. En los años de la Guerra de la Independencia se mantuvieron los arriendos, aunque con varios cambios de titularidad en las escrituras, y siempre recayendo en vecinos de Argés. En 1822, otra tierra de 31 fanegas se alquiló para el disfrute de un habitante de Cobisa por tiempo de cuatro años. En 1830 tenemos noticia de otro arriendo a Benito del Álamo, de Argés y en 18446 se subastaron los pastos de Pozuela más cercanos a Cobisa y los de detrás de la Quinta, recayendo igualmente en vecinos de dichas localidades. El hecho de que los arrendadores procedieran de pueblos cercanos como Argés y Cobisa, podría indicar que tales tierras labrantías se encontraban al sur de la dehesa, pues no han aparecido referencias a su emplazamiento. Suponemos que el arriendo de tierra labrantía en Pozuela sería constante, a pesar de las lagunas en las fuentes documentales. Tal vez los años de malas cosechas provocaban el impago del censo y por consiguiente el cese del contrato y la sucesión de arrendatarios. Por otra parte, el rendimiento, al menos económico, que el Ayuntamiento podía obtener de este espacio se incrementaba al complementar el uso del coto carnicero de Pozuela con el aprovechamiento agrícola.

Las suertes de Pozuela Con arreglo a la legislación vigente entonces sobre acensuación y reducción acultivos de los terrenos de propios el Ayuntamiento de Toledo se propuso dividir la dehesa de Pozuela en suertes de mayor o menor extensión según la calidad del terreno para posteriorPHQWHVXEDVWDUODVDFHQVRHQ¿WpXWLFR6HDXWRUL]yHOGHHQHURGHSRUFRQVLGHUDUVHEHQH¿FLRVRSDUDODVUHQWDVGHSURSLRV Formada una comisión municipal, más dos peritos (un agrimensor y un ganadero), los dueños de los terrenos colindantes y los alcaldes de los pueblos limítrofes, se procedió a inspeccionar el terreno:

4 AMT. Fondo Histórico. “Denunciaciones”. Caja núm. 920. Expediente iniciado por denuncia de Manuel Esteban Garoz, guarda jurado de la Legua, contra Manuel Cano, criado de Leandro Otaola, abastecedor de carne, por meter ganado en el coto carnicero de la Pozuela, dedicado a pasto de los carneros del abasto de la Ciudad y él ya no lo es. 1788-01-09 / 1788-05-03. Folios 12 y 13. 5 AMT. Fondo Histórico. “Legua y Capilla de Reyes. Siglo XVIII”. Sign. 1362 6 AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal. 1814-1863”. Caja núm. 12. Expediente para la subasta en arrendamiento por un DxRORVSDVWRVGHODGHKHVDWLWXODGDGH3R]XHOD\WLHUUDFRQWLJXRVGHOPLVPRQRPEUH\ODVGHGHWUiVGHOD4XLQWDTXHFXPSOLUiHQ¿QGH6HSWLHPbre de 1845.

20

Figura 2. Croquis de la dehesa, aproximadamente 1846. AMT. Colección de Mapas, Planos y Dibujos, núm. 116 [Carpeta núm. 2]

Fuentes documentales para el estudio del territorio

“(…) el señor D. Jerónimo del Hierro Rojas y Robles, vizconde de Palazuelos y Alcalde Constitucional de esta capital en cumplimiento a lo acordado por su Señoría y Ayuntamiento de ella con aprobación del Sr. Jefe Político para amojonar y deslindar los términos de la Legua de esta capital, salió de la misma a hacer el de la dehesa titulada de Pozuela acompañado de los Sres. D. Pedro de Roa, D. Antonio Hernández Delgado, regidores, D. José Cea, que lo es síndico y de mí, el infrascripto escribano, con asistencia de D. Alfonso Crespo, maestro agrimensor y Feliciano Villarrubia, ganadero, peritos nombrados al efecto , y vía recta se dirigieron por el camino de Argés, el Cerro de los Palos y sitio titulado las Veredillas, en donde se halla la Venta de Juan Antonio Arenas (...). En su virtud se dio principio a inspeccionar la linde de la dehesa con la de Loeches, continuándola hasta el olivar titulado de Chacón, y desde éste atravesando el camino de Argés a la veredilla que sube a las Caleras, la cual linda con tierras labrantías de D. Lorenzo Basarán y prosiguiendo la mencionada subida se situó la comisión en las Caleras de Manuel García, vecino del lugar de Argés que comprende como diez fanegas de tierra (...). Continuándose la linde se halló uno de los tres cotos de piedra que dividen el término de Pozuela con tierras inmediatas a dichas Caleras caído y fuera de la línea que debía guardar con los dos de los lados que se hallaban bien colocados, razón por la que se ha ido sin duda intrusando el colono de dichas tierras que se hallan sembradas de trigo, con las que corre D. Manuel Alonso, vecino de esta ciudad. Continuando la linde se renovaron varios cotos a presencia de Juan Hernández, vecino de Argés, representante de la Señora Marquesa de Canillas, varios vecinos de dicho pueblo y otros con el secretario de el de Cobisa, no encontrándose en el resto GHODOLQGHGHGLFKR3R]XHOD\KDVWDVXFRQFOXVLyQGL¿FXOWDGDOJXQDSRUVHUOLQGHURVQRWRULRVFRQORTXHVHGLRSRU terminado este acto (...).”7 9LVWRHOWHUUHQRVHOHYDQWyXQSODQRWRSRJUi¿FRFX\DSULPHUDUHIHUHQFLDODHQFRQWUDPRVHOGHMXQLR$FWXDOPHQWHH[LVWHXQFURquis de la dehesa8 que, aunque sin fecha exacta, creemos que es el que se levantó al dividirla en 1846. El deslinde y amojonamiento tuvo lugar el 30 de marzo de 1847 y tal vez los hitos sean hoy localizables siguiendo estas instrucciones: “(…) estando en el sitio del ángulo recto que forma la raya de dicha dehesa con la de Loeches y tapias del cigarral titulado de San Antonio, desde la pared que mira a norte, siguiendo la línea a mediodía, a los tres estadales hallamos un coto movible; desde éste al segundo hay trece estadales; del segundo al tercero, seis estadales; del tercero al cuarto, ocho y medio, del cuarto al quinto, que es de piedra, siete y medio; del quinto al sexto, también de piedra, veinticinco estadales; del sexto al séptimo, ocho y medio; del séptimo al octavo que forma ángulo obtuso entrando a la dehesa de Loeches, diez y siete estadales y medio; del octavo al noveno, de piedra, veinte y ocho y cuatro desde este que forma ángulo agudo saliente hasta las tapias de la huerta de Loeches, treinta y dos estadales. Siguiendo la línea de tapias de dicha huerta hasta tocar a la que tiene hecha en su término D. Francisco Velazquez, ningún coto; desde éstas a el primero de piedra, mirando a levante, hay treinta y dos estadales y forma un ángulo agudo, quedando el camino libre para la fuente de Loeches. Desde este coto de piedra, formando un ángulo recto al segundo de la línea de Poniente hay veinticinco estadales, y de éste al tercero cuarenta y dos y tres cuartas partes de otro. Formando un ángulo obtuso a la Dehesa de Loeches y al inmediato que es el sexto, cuarenta y tres. De éste siguiendo la línea a el séptimo, cuarenta. De éste al último que divide la dehesa con las tierras del Sr. Basarán hasta el camino real y línea de poniente a levante, sesenta estadales. De éste al que sigue, que forma ángulo con las citadas tierras del Sr. Basarán 3º. Siguiendo desde este último la línea de mediodía hasta tocar al cerro de las Caleras se encuentra el cercado del Sr. Basarán y tierras de labor del mismo dividiendo el cercado y las tierras el camino de Argés y la vereda para las Caleras que forman una mangada mirando al mediodía y suerte primera de las Caleras resultando del primer mojón de la vereda hasta el último que forma ángulo con la mangada, ciento veinte desde el primer mojón al cercado con inclusión del camino de Argés, veintidós estadales. Siguiendo la mangada a derecha y primera suerte de las Caleras mirando a poniente linda con dichas tierras del Sr. Basarán hasta el ángulo del tomillar que forma cabecera dicha suerte cuya cabecera tiene treinta y siete estadales de línea formando ángulo recto a los mojones de piedra que se hallan en la tierra que labra D. Manuel Alonso, resultando cuarenta y ocho estadales hasta el primero que se encuentra tumbado y roto, de éste al segundo de la misma línea hay sesenta. Apareciendo intrusado dicho Sr. Alonso en trescientos estadales9. De este ángulo que forma la segunda suerte de las Caleras y camino que divide la dehesa y tierra del término de Argés que va de las Caleras a Cobisa, treinta y dos estadales. Siguiendo este camino hasta tocar con el expresado término de Cobisa y camino de las Caleras hay otro coto a seiscientos setenta y dos estadales. Siguiendo la vereda 7 AMT. Fondo Histórico. “Pozuela. Año 1800. División en suertes”. Caja núm. 2534. 8 AMT. Colección de Mapas, Planos y Dibujos, núm. 116 [Carpeta núm. 2] 9 Con fecha del 27 de abril de 1847 se manda colocar bien los hitos en el sitio en que estaban.

22

a la izquierda hasta el vallado que divide las tierras del término de Cobisa hay otro coto a los ciento treinta y siete estadales dividiendo las tierras de dicho Cobisa un cimiento de piedra. Desde dicho último coto al cerco de Aniceto Díaz, vecino de Cobisa, con quien linda por levante hay cincuenta y cinco estadales. Siguiendo el mismo lindero de levante en lo alto del camino que de la Sisla va a Cobisa se encuentra arrendado a dicho cercado un coto de piedra y tumbado en medio del camino. Siguiendo dicho camino hacia la Sisla se encuentra otro distante de aquel ciento veinte estadales y de éste siguiendo la línea a los dos mil nueve hay otro coto. De éste al ángulo que forma la raya de la Sisla existe otro a los cincuenta y un estadales. Advirtiendo que el camino es de la Dehesa de Pozuela, dividiéndole con tierras de ésta un cimiento en toda su línea: desde este ángulo agudo al obtuso entrante hay treinta y un estadales. Siguiendo la línea de la división de la Sisla con Pozuela, hay los cotos siguientes: Primero, en el ángulo obtuso. Segundo, a los ochenta y cinco estadales. Tercero, a los cincuenta y ocho. Cuarto, a los ciento treinta y ocho. Quinto, que forma ángulo obtuso saliendo a los veinte y uno. Desde éste formando ángulo agudo a los setenta estadales hay otro que forma ángulo obtuso entrante. Y de esto a ciento cincuenta hay otro que forma ángulo recto con las tapias del cigarral dicho a los sesenta estadales de ellas y siguiendo la misma línea del N. hasta el arroyo linda con dichas tapias y otras del cigarral de Don Manuel Gijón (o Hijón), que antes fue de Aguilera, y siguiendo la misma línea del N. desde el arroyo hasta tocar al descanso para las merinas linda con las tapias de los cigarrales titulados de la Quinta y Carneros, guardando en todo el pavimento de la Dehesa los caminos siguientes: Primero, camino Real de Toledo a Polán, de éste otro camino a Argés, de éste vereda a las Caleras, otro desde las Pontezuelas a las Caleras, otro desde las mismas Pontezuelas a Cobisa, otro que se ha señalado a las cabeceras que miran a la fuente del Cardenal para servidumbre del segundo y tercer sorteo, otro que sube todo el arroyo y pasa por dicha fuente y sube hasta las caleras, otro que divide los dos últimos sorteos para servidumbre de estos y todos ellos tienen comunicación con el arroyo para el uso del aguadero y pastos comunes y otro que queda señalado en el sitio más cómodo desde el arroyo a las tierras que han de servir de descanso de ganados inmediato a las tapias de los cigarrales citados Quinta y Carneros, quedando de común aprovechamiento los pastos del arroyo y las dos fuentes tituladas del Cardenal y de la Peña.”10 En total, toda la dehesa comprendía 1.447 fanegas y 6 celemines, resultando 76 suertes en 1.230 fanegas y 6 celemines. Otras 177 fanegas se reservaron para el descanso y paso de merinas. Quedaron 22 fanegas para pastos comunales de los arroyos y fuentes, pues no se olvidaba que en Pozuela existía una fuente pública, ODGHO&DUGHQDOUD]yQSRUODFXDOGHEtDPDUFDUVHHOHVSDFLRGHWHUUHQRTXHGHEtDTXHGDUOLEUHVLQ¿MDUVXHUWHVHQORVPDQDQWLDOHV Asimismo, el Ayuntamiento se reservaba el derecho a realizar las obras necesarias para su mantenimiento si fuera preciso, incluso en las suertes ocupadas. Dado que había que dejar libre y expedita una comunicación o camino desde los cigarrales de San Antonio, Lorenzo Jiménez y otros cercanos al Cerro de los Palos, hacia el arroyo de Pozuela, entre las suertes proyectadas y el cigarral de la Quinta se liberaron 18 fanegas de la suerte 39. Señalado y medido, quedó lo bastante ancho para el paso de dos carros. Por su parte, las caleras al sur de la dehesa de Pozuela no debían ser acensuadas, sino arrendadas, ya que a la ciudad no le convenía GHVSUHQGHUVHGHHOODV(O%ROHWtQ2¿FLDOGHOD3URYLQFLDSXEOLFDEDHQVXQ~PHURGHOGHPD\RGHSRUDFXHUGRGHO$\XQWDPLHQWRHODQXQFLRGHODFHOHEUDFLyQGHXQDVXEDVWDSDUDODGDFLyQDFHQVRHQ¿WpXWLFRGHODVVXHUWHVGH3R]XHOD(QWUHODVFRQGLciones exigidas destacamos que una misma persona no podía interesarse por más de dos suertes, teniendo preferencia los vecinos GH7ROHGR\ODVHVFULWXUDVVHUHQRYDUtDQFDGDDxRVVLQSHUMXLFLRGHTXHHQHVHWLHPSRSXGLHVHWUDVSDVDUHDRWURHQ¿WHXWDFRPR de hecho sucedió a los pocos años. Importante es que se limitaba el tipo de cultivo que podía practicarse: olivas, vides, frutales o moreras, pudiendo tratarse de la primera regulación de cultivos en la historia de Pozuela. Lo fuese o no, lo cierto es que fue la primera iniciativa moderna para la preservación de ciertas características de ese entorno. De esta forma desaparecía casi por completo el uso que esta tierra había tenido desde 1549 como pasto para transformarse plenamente en tierras de labor y plantío de arbolado. El Ayuntamiento dejaba de tener el dominio útil y los vecinos y ganaderos perdían el derecho que hasta la enajenación conservaban de poder llevar allí a pastar en común sus ganados11. Como ya dijimos, existían unas caleras que habían de adjudicarse de forma independiente a las otras tierras.12 La número 24 tenía 10 AMT. Fondo Histórico. “Pozuela. Año 1800. División en suertes”. Caja núm. 2534. 11 AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal. 1814-1863”. Caja núm. 12. 7UDtGDGHDJXDVD7ROHGRGHVGHODIXHQWHGHO&DUGHQDOFolio 73. 12 AMT. Fondo Histórico. “Pozuela. Año 1800. División en suertes”. Caja núm. 2534. ([SHGLHQWHGHVXEDVWDSDUDHODUUHQGDPLHQWRGHODVGRV VXHUWHVGH3R]XHODGRQGHVHKDOODQFRORFDGDVODV&DOHUDV

Fuentes documentales para el estudio del territorio

una cabida de 9 fanegas y 6 celemines de primera clase y un horno para elaborar cal. La 25 ocupaba 18 fanegas y 3 celemines de tierra de primera clase y también tenía horno. Recayeron, respectivamente, en Manuel García, cuyos antepasados venían elaborando cal en el mismo lugar, y Deogracias Martín y José Hernández, todos de Argés, que ya las habían solicitado en 1846. Celebrado el remate, sólo se habían interesado en 26 suertes, quedando aún 48 disponibles, por lo que hubo que convocar otra subasta en la que sólo se adjudicaron 21 más. Se siguieron celebrando subastas hasta rematar todas las suertes. La siguiente tabla13 contiene el resultado de los remates de las primeras subastas, en agosto de 1847, con el número de la suerte y su interesado, así como la cantidad de dinero que debían pagar al Ayuntamiento. Meses después cambiarán algunos acensuados, pero manteniendo las mismas condiciones.

Suerte

Extensión

Nombre del rematador

Reales

Canon

1

8 fs., 2 cs.

Juan Antonio Arenas

3.000

45

2

11 fs., 7 cs.

´´

4.175

62,21

3

11 fs., 7 cs.

(Por traspaso) Marqués de Malpica

4.176

62,21

4

´´

´´

´´

´´

5

´´

Vicente Gutiérrez

4.175

´´

6

´´

´´

´´

´´

7

´´

Francisco Velazquez

4.275

64,4

8

´´

´´

´´

´´

9

´´

Pedro Velazquez

´´

´´

10

´´

Casildo Catalán

4.276

64.4

11

´´

´

4.275

´

12

´´

Valentín Pla y Puig

´´

´´

13

´´

´´

´´

´´

14

´´

Pascual Míguez

´´

´´

15

´´

´´

´´

´´

16

´´

Mateo Puig

´´

´´

17

´´

Anselmo Anguiano

´´

´´

18

´´

´´

´´

´´

19

´´

Mateo Puig

´´

´´

20

´´

Juan de Usategui

´´

´´

21

´´

´´

´´

´´

22

10 fs., 11 cs.

Fernando Tumbón

4.330

64,32

23

30 fs., 9 cs.

Lorenzo Basarán

9.225

138,12

26

19 fs., 3 cs.

Feliciano Alcubilla

5.775

86,21

27

18 fs., 3cs.

Inocente Pintado

5.650

84,25

28

´´

´´

´´

´´

29

´´

Buenaventura Cejalvo

´´

´´

24 25

30

´´

´´

5.666

84,33

31

´´

Ignacio Garrido

5.650

84,25

32

´´

´´

´´

´´

33

´´

Mariano Portillo

´´

´´

34

´´

Antonio Gil de Albornoz

´´

´´

35

18 fs., 3cs.

´´

5.600

84

36

18 fs

Feliciano Alcubilla

´´

´´

13 Ídem.

24

37

´´

(Por traspaso) Antonio Hernández

´´

´´

38

´´

´´

´´

´´

39

14fs.

´´

3.600

54

40

18

Claudio Ortega

5.600

84

41

´´

Sixto Ramón Parro

´´

´´

42

´´

Martín Mayoral

´´

´´

43

´´

´´

7.200

108

44

20 fs.

Ramón Gómez

8.047

120,24

45

17

´´

7.729

115,31

46

14 fs., 3 cs.

Antonio de los Santos

6.500

97,17

47

´´

´´

´´

´´

48

19

Tomás Jiménez

10.020

150,10

49

3 fs.,6 cs.

5X¿QR&ULVWREDO&DUSHWD@3HU¿OWRSRJUi¿FRGHOSUR\HFWRGHFRQGXFFLyQGHDJXDGHVGHOD3R]XHODKDVWDHO3XHQWH de San Martín realizado por Santiago Martín Ruiz y Wenceslao Gaviña.

Imprescindible era el beneplácito de los Señores Marqueses de Malpica, propietarios entonces del Cigarral que fue de Quiroga, a quienes no sólo se les pediría permiso para encañar el agua por sus tierras, sino que colaboraran económicamente con el Ayuntamiento dando una buena suma como anticipo para iniciar las obras. Y así fue. A cambio, ellos se reservaban para sí 2 reales fontaneros, de los 10 que suministraba la fuente. Llegado a un acuerdo, la colaboración entre los Marqueses y la Ciudad sería estrecha y constante. Santiago Martín y Ruiz y Wenceslao Gaviña fueron, respectivamente, los arquitectos designados por cada una de las partes para llevar a cabo la obra y velar por sus intereses. Los sondeos dieron comienzo el 8 de agosto de 1853 y en septiembre los arquitectos emitieron un primer informe. Su objetivo primordial había sido el averiguar si era posible aumentar el caudal de la Fuente del Cardenal con el de otros manantiales próximos, para lo cual dispusieron varios pozos de ensayo en las arroyadas y que vertían en la fuente con resultados bastante positivos, a pesar de la época de sequía que se vivía. En total fueron seis las exploraciones o pozos que realizaron inicialmente21.

POZO

UBICACIÓN

CAUDAL

TERRENO



Arriba de la Fuente de la Peña. El más alto y distante a la Fuente del Cardenal

3 reales fontaneros

Masa cuarzosa en descomposición



Pozos de la Fuente de la Peña (3)

1 ½ real fontanero



A 600 pies del anterior

4 reales fontaneros

Masa compacta rocosa granítica



Frente a la nueva arca de surtido de la Fuente del Cardenal

8 reales fontaneros

Igual que las anteriores



En el Valle, por la parte superior a la nueva arca

3 reales fontaneros

Terreno granítico

TOTAL

21 Ídem, folio 46.

19 ½ reales fontaneros

Fuentes documentales para el estudio del territorio

Al caudal de estos pozos había que sumarle el de la propia Fuente del Cardenal, la cual arrojaba 7 y ¾ reales fontaneros, a pesar de la baja que había sufrido en los últimos tiempos. En total contarían con 27 y ¼ reales fontaneros, cantidad que los DUTXLWHFWRV FRQVLGHUDEDQ VX¿FLHQWH \ MXVWL¿FDED ORV FRVWRVRV trabajos a los que iban a enfrentarse durante muchos meses. Unidos los aforos de todos los pozos al de la Fuente del Cardenal, el agua debía pasar obligatoriamente por la Quinta de Malpica, según lo convenido, pero también hacia Toledo22, por lo que propusieron que el agua viajara de forma independiente hacia uno y otro lado.23 Con fecha del 9 de noviembre los arquitectos añaden al informe antecedente detalles sobre las actuaciones en Pozuela: desde la profundida de las zanjas hasta los materiales de tuberías y los de su recubrimiento.24 Cabe resaltar la propuesta de una pequeña intervención dentro GHOD¿QFDGHOD4XLQWDSDUDVDOYDUHODUUR\RGHORV0RUDOHV mediante un arco acueducto del que se levantó un plano.25

Figura 6. Peritaciones. AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal. 1814-1863”. Caja núm 12. Documentos referentes a Pozuela. Cesiones de terreno. 1853-1863. Convenio celebrado por el Ilustrísimo Ayuntamiento de Toledo y don Pedro Laso de la Vega o su representante en ella, don Víctor Martín y García, abogado de los Tribunales Nacionales Folio 5.

-XQWR D XQR GH ORV WUHV SHU¿OHV VH GLVWLQJXH D PD\RU HVFDOD el dibujo del puente acueducto sobre el arroyo, que se sitaría en la cota más baja del terreno, y del que no sabemos si se PDQWLHQHRVLVHOOHJyDHGL¿FDU/DGHVFULSFLyQKHFKDSRUORV arquitectos habla de que sus muros debían ser de mampostería de piedras sacadas de las inmediaciones, unidas con mortero de cal y arena, con dos verdugadas de ladrillo intercaladas y con una planta de tres pies de espesor, así como dos pies en su DO]DGR(ODUFRVHOHYDQWDUtDGHODGULOORGH³¿JXUDDERWDUHODGD siendo de dos pies de dovela”26. Por último, la solera sobre la que iría la cañería sería de ladrillo, al igual que las cítaras y cobijas, mientras que el arropado había de ser también de mampostería. Ante el elevado coste al que ascendía la obra, a principios del siguiente año, 1854, el Ayuntamiento de Toledo decidió suspender la obra, por tanto los marqueses solicitaron se les reembolsase el dinero que adelantaron y aprovecharon para estipular sus derechos sobre la Fuente del Cardenal. 22 En este primer proyecto se marcó el Puente de San Martín como ¿QDOGHOWUD\HFWRGHODWXEHUtDGH3R]XHODLQVWDODQGRDOOtXQDIXHQWH de la que se surtirían los vecinos. 23 Ídem, folio 47. 24Ídem, folio 53 v.: “En dichas minas, zanjas, pozos y dirección será preciso en varios puntos hacer los revestimientos ya de piedra, ya de ladrillo, por último entubarlos en cañería de barro a la dirección de la arqueta del trayecto, próxima a la Fuente del Cardenal. Después dejar para esta un real de agua tiene que marchar todo el caudal en tubos de plomo enterrados en una zanja abierta a cuatro y medio de profundidad, término medio, salvando tal cual peralte del terreno por algún minado, \KDFLHQGRVROHUDGHODGULOORGRQGHODÀRMHGDGGHOWHUUHQRORH[LMDFRQ cañería de esta materia seguirá hasta salir de la posesión de la Quinta del Excmo. Sr. Marqués de Malpica en la que hay que dejar la cuarta parte de las aguas que arrastre, siguiendo luego de hierro colado o bien de la misma de plomo metida en su zanja (la mayor parte abierta en peña).” 25 AMT. Colección de mapas, planos y dibujos. Plano 103. [Carpeta @ 3HU¿O WRSRJUi¿FR GHO SUR\HFWR GH FRQGXFFLyQ GH DJXD GHVGH OD Pozuela hasta el Puente de San Martín realizado por Santiago Martín Ruiz y Wenceslao Gaviña. 26 AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal. 1814-1863”. Caja núm 12. 7UDtGDGHDJXDVD7ROHGRGHVGHOD)XHQWH GHO&DUGHQDO)ROLR

Figura 7. Repartición de papeletas de limosna entre los habitantes de los cigarrales de la zona del Puente de San Martín. 19 de Marzo de 1863.

30

El 15 de diciembre de 1861 el Ayuntamiento recibía la noticia de que por Real Orden de 4 de diciembre se aprobaba el proyecto de abastecimiento de aguas de la Fuente del Cardenal.27 Luis de la Escosura será el ingeniero que plantee un proyecto serio y, de hecho, lo vea materializarse. Su propuesta comprendía una extensa cañería que partiría de la Fuente del Cardenal, en Pozuela, hasta el mismo centro de Toledo: unos depósitos de agua en la plaza de San Román. De ahí el agua iría a varias fuente de la Ciudad, como la de San Vicente o San Bernardino y más adelante sería posible la concesión de aguas a casas particulares. Cabe destacar que ninguna de esas concesiones, que se harán a partir de 1871, se destinarán a cigarrales.28 La Memoria descriptiva del Proyecto de Conducción de aguas a Toledo29 se abre con un interesante estudio previo sobre la fuente y su entorno que, como ya se comprobó en 1853 al abrir los pozos, resultaba ser en su mayor parte terreno granítico. Sobre las aguas de la dehesa de Pozuela, explica Escosura, “en vez de formar corriente o venas como en otros terrenos, siguen subterráneamente las rasantes del terreno inferior de granito, y se encuentran depositadas en las cavidades o depresiones que existían en el barranco primitivo antes de que las rellenara en parte el terreno actual, que recoge y contiene las aguas llovedizas y las que desciende de las próximas vertientes. Aunque hemos dicho que el granito sirve de fondo al manantial y que es impermeable, conviene advertir que la parte superior de dicha roca se encuentra descompuesta y ha dado paso o circulación al agua hasta cierta profundidad; por eso las minas o galerías de comunicación entre pozos, tendrán que abrirse parte en granito y parte en el terreno superior.”30 También analizó la composición del agua de la Fuente del Cardenal, que como ya se sabía, era más que apta para el consumo, más que la del río Tajo, tanto para la higiene como para la alimentación. Los resultados que extrajo del análisis de esta agua fueron que un litro de agua de la fuente del Cardenal contenía: Carbonato de cal

0,116 gramos

Carbonato de magnesia

0, 104 gramos

Sulfato de cal

0, 131 gramos

Cloruro de sodio (sal común)

0,041 gramos

Sílice

0,002 gramos

Total

0,394 gramos

(QORTXHDFDQWLGDGHVVHUH¿HUHHODIRURTXHSUDFWLFyHQGDEDFRPRUHVXOWDGRUHDOHVIRQWDQHURVRORTXHHVORPLVPR OLWURVFDGDKRUDV(QYXHOWDDUHDOL]DUODSUXHEDREWXYROLWURVFDQWLGDGTXHYHtDPiVTXHVX¿FLHQWHSDUD cubrir las necesidades de los habitantes. Sin embargo, el mínimo de volumen de líquido que contabilizó en el arca de recibimiento del Cardenal resultaba de 24 reales fontaneros o 77.880 litros en 24 horas, pudiendo llegar a alcanzar el doble en temporada de lluvias.31 Aunque existió, no se conserva ningún plano del trazado de la cañería, por lo que si queremos recrearlo habremos de seguir los datos que Escosura aporta en la Memoria del proyecto y la documentación existente sobre los terrenos expropiados para la introducción de ODWXEHUtD/DV~QLFDVSUXHEDVJUi¿FDVDODVTXHSRGHPRVUHFXUULUVRQHO0DSD7RSRJUi¿FR1DFLRQDOGH\WDPELpQHQHOGH en los que un continuo de pequeñas líneas representa dos cañerías que de Pozuela llegan a la Quinta y al Puente de San Martín. El agua del arroyo de Pozuela o del Toro, como escribe el ingeniero, se recogía en un arca desde la que partía una alineación de la tubería de 1.640 metros, hasta la entrada del Cigarral de los Carneros, a 1.681 metros del punto de origen, todo salpicado de barrancos. Desde allí, otra arca y ya una única tubería, dividida en 11 tramos o alineaciones, que pasaba por dicho cigarral, por el del don Jesús Rodríguez, el canónigo, a 2.240 metros el origen, y salía de allí cruzando el camino de los Caleros. Dejándolo a la izquierda, tenía que salvar con un sifón el barranco más profundo y más ancho de todos (105 metros de anchura y 25 metros de profundidad). Después atravesaba dos viñedos hasta el camino que de la venta de Caravantes iba a los Molinos de la Vieja, y de ahí por la fuente de la Zarza, ya junto al camino de Toledo a Polán, para ir frente a la Venta del Alma hasta el Puente de San Martín, a 3.247 metros del origen. Como hemos visto, el trazado de la cañería se adentraba por algunos cigarrales en las Pontezuelas. Era necesario contar con la aprobación de sus dueños para que éstos cedieran sus terrenos a cambio de una indemnización, pues no sólo se trataba de acatar 27 Ídem. 14 de octubre de 1916. 28 AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal. 1871-1894”. Caja núm. 14. 1871. 29 AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal. 1814-1863”. Caja núm 12. Expediente sobre el cumplimiento de las condiciones y formalización del contrato o subasta del suministro de la tubería de hierro y rompimiento de la zanja para conducir las aguas de le dehesa de Pozuela. 1861-1863. 30 Ídem. Pág. 8. 31 Ídem. Pág. 11.

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una servidumbre con el paso de la tubería sino de perder parte de los cultivos de olivas, viñas o frutales. /DVSHULWDFLRQHVVHOOHYDURQDFDERD¿QDOHVGH\HOSULmer acuerdo entre el Ayuntamiento y un propietario, don Pedro /DVRGHOD9HJDVH¿UPyHOGHIHEUHURGH32 En los días siguientes lo harían don Manuel Jesús Rodríguez de Miguel, don Manuel Villarrubia y don Pedro de Roa. Propiedad

Longitud cedida

Cig. de Pedro Laso de la Vega

224 metros

Cig. de Manuel Jesús Rodríguez

82,5 metros

Cig. de Manuel Villarrubia

584 metros

Cig. de los Carneros, de Pedro de Roa

476 metros

El 14 de marzo de 1863, a las 12 horas, el agua llegó a los depósitos de San Román, pero la obra fue inaugurada el 19 con grandes festejos.

Figura 8.Informes sobre las obras ejecutadas cada semana entre diciembre de 1863 y diciembre de 1864. AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal. 1863-1870”. Caja núm. 13. Conducción de las aguas de la Fuente del Cardenal a Toledo.

Con este motivo el Ayuntamiento mandó repartir papeletas de limosna entre los habitantes de los cigarrales de la zona del Puente de San Martín.

Reparaciones y otras obras: Acabadas las obras no quedaron ahí las intervenciones sobre la cañería de Pozuela: un sinfín de reparaciones se fueron sucediendo. El mantenimiento era necesario pero a un elevado coste, quizá por eso no era tan minucioso como debería haber sido. En noviembre de 1868 una comisión encargada de supervisar los arreglos comunicaba al alcalde la imperiosa necesidad de practicar una limpieza general en las galerías de Pozuela debido al légamo y los desprendimientos de tierra que se introducían en ellas y en ocho pozos.33 De la misma forma, en 1871 el ingeniero de aguas, José López Vargas, informaba que “la zanja que recogía las aguas de las fuentes de la Peña y los Caleros – que se unieron a las del Cardenal -se encuentra cegada en diferentes zonas de su longitud, impidiendo el paso de las aguas”. La solución era limpiarlas y protegerlas zanjas en toda su longitud con una bóveda de piedra de mortero de FDOTXHLPSLGLHUDODV¿OWUDFLRQHVGHDJXD34 Dado que las atarjeas discurrían paralelas al arroyo de Pozuela, con cada crecida de éste, aquellas se veían afectadas, como informaba el arquitecto municipal en 1879, Juan García Ramírez.35 La última obra de importancia que sufrió la tubería fue en 1895 a causa de la construcción que un vecino, Vidal Anaya López, quería hacer en un terreno próximo al Puente de San Martín, en el camino de la Virgen de la Cabeza36. El terreno en cuestión le había VLGRFHGLGRDFHQVRHQ¿WpXWLFRSRUHO$\XQWDPLHQWRSRUFRQVLGHUDUORLPSURGXFWLYR(OSUREOHPDYLQRDOTXHUHUFRQVWUXLUHQpOXQD venta. En esta época ya habían desaparecido los planos del trazado de la cañería y nadie sabía que ésta pasaba por allí, por eso al hacer la cimentación sorprendió encontrar 20 metros de conducción. Es más, se creía que seguía el mismo trazado que la carretera de Piedrabuena, pues al construirse ésta, la tubería se dejó ver en varios tramos. Por todo, y aprovechando la escasez de agua de entonces, se decidió desviar el curso de la cañería emplazándola en la mencionada carretera.37 32 AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal. 1814-1863”. Caja núm 12. 'RFXPHQWRVUHIHUHQWHVD3R]XHOD&HVLRQHVGHWHUUHQR Convenio celebrado por el Ilustrísimo Ayuntamiento de Toledo y don Pedro Laso de la Vega o su representante en ella, don Víctor Martín y García, abogado de los Tribunales Nacionales Folio 5. 33 AMT. Fondo Histórico. “Agua, fuentes. 1574-1894”. Caja núm. 18. Fuentes 1710-1893. Reparación de los costados en las fuentes públicas del viaje de aguas de Pozuela, 1868. 34 AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal.1871-1894.” Caja núm. 14. 1871. 35 Ídem. 1879-1880. 36 AMT. Patrimonio. Escrituras. Escritura nº57. Sign. 9842 [Procede del Fondo Histórico, caja 4171]. El terreno tenía la forma de un cuadrado de catorce metros de ancho por cincuenta de longitud (700 metros cuadrados) y se hallaba situada a la salida del Puente de San Martín, siendo sus linderos “por Norte y Sur de terrenos también de Propios, por saliente o Este con antiguo camino vecinal y por Oeste o Poniente con la carretera del Estado de esta ciudad a Piedrabuena”. 37 AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal.1871-1894.” Caja núm. 14.18 'HVYLDFLyQGHODWXEHUtDGH3R]XHODSRUODVREUDV GH9LGDO$QD\D\/ySH]

32

Figura 9.AMT. Colección de mapas, planos y dibujos. Plano 223. Nivelación y proyecto del nuevo viaje de agua de Pozuela hasta la fuente de la Peña, 1864.

Nuevas exploraciones: Desde el principio de las obras de aprovechamiento del agua de la Fuente del Cardenal se tenía la certeza de que llegaría un moPHQWRHQTXHVHUtDLQVX¿FLHQWHSDUDHODEDVWHFLPLHQWRGHODFLXGDGDXQTXHVHUHGXMHUDDOFRQVXPRGRPpVWLFR$QWHVGHSUDFWLFDU las primeras intervenciones, en 1853, el arquitecto provincial de Toledo, Santiago Martín Ruiz, advertía de la cautela con que habría que gastar tan elevada cantidad de dinero en una obra de esta envergadura, pues se dependía del caudal de un manantial que, aunque en ese momento era abundante, podía no serlo un día.38 (IHFWLYDPHQWHODIXHQWHGHO&DUGHQDOQRHUDVX¿FLHQWHSHUR³SRURWUDSDUWHGHFtD(VFRVXUDHQVX0HPRULDGHVFULSWLYDGHO3UR\HFWRGH&RQGXFFLyQGHDJXDVD7ROHGR - en las inmediaciones de Toledo no hay otros manantiales que estén a la elevación conveniente, ni arroyos que sean perennes, ni es fácil hallar en abundancia los primeros en el granito, que ni es muy permeable ni puede, como tras rocas, servir de receptáculo al agua. (...)”39 Había que ir cada vez más lejos para aumentar las aguas de un manantial que no ofrecía las garantías mínimas de suministro. La dirección era el sur. En la dehesa de Pozuela había abundantes manantiales “elevados a una altura que permite utilizarlos ventajosamente, dotando a la cañería de hierro colado de más caudal que el que puede conducir su diámetro, si las exploraciones se hacen FRQODH[WHQVLyQ\VX¿FLHQFLDQHFHVDULDVDFXGLHQGRDOSXQWRHOHYDGRTXHHVRULJHQGHODUUR\RGHOD5RVD « DODSUR[LPLGDGGHOD Sierra de Layos si fuere indispensable y aun más a las márgenes del arroyo Guajaraz, sin perjuicio de los demás puntos que resulten indicados por las exploraciones.”40 Pero no hizo falta ir tan lejos.

38 AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. 1814-1863”. Caja núm. 12. 7UDtGDGHDJXDVD7ROHGRGHVGHOD)XHQWHGHO&DUGHQDO1853. Carta del Arquitecto Provincial, folios 11, 12 y 13. 39 Ídem. Expediente sobre el cumplimiento de las condiciones y formalización del contrato o subasta del suministro de la tubería de hierro y rompimiento de la zanja para conducir las aguas de le dehesa de Pozuela. 1861-1863. 40 Ídem. 3R]XHOD. Núm. 9,Carta al Arquitecto Municipal, 22 de septiembre de 1863.

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No hubo que esperar mucho tras la inauguración de la obra en marzo de 1863: las primeras voces de alarma se daban el 26 de junio y el 3 de julio se decidía en sesión del Ayuntamiento que tras un reconocimiento del arquitecto municipal se procediera urgentemente a sumar al agua de Pozuela la del cercano manantial de la Fuente de la Peña. Sus aguas, no obstante, no eran muy abundantes, más bien “cortas”, según Luis Antonio Fénech, arquitecto municipal. Urgentemente o no, lo cierto es que hasta diciembre no se empezó a buscar el agua, pero llegaron las lluvias y en enero de 1864 se suspendieron hasta abril, habiendo perforado 13 pozos.41 Durante este parón, el gobernador provincial había escrito al alcalde de Toledo comunicándole el estado lamentable y chapucero con que se realizaron los primitivos trabajos de recogida de aguas de la Fuente del Cardenal y ofreciendo alguna idea de cómo y dónde proseguir la búsqueda: “(…) en atención a la suma escasez de agua que se experimenta y que de los operarios se puede obtener a mayor efecto, es conveniente que inmediatamente se proceda por el Ayuntamiento a concluir de abrir la galería que ha de comunicar el pozo número diez antiguo con el número primero de los nuevos, profundizando su suelo un metro más próximamente del nivel que hoy tiene. Hacer esto mismo con el pozo número primero y el segundo y establecer para en adelante trabajos bien ordenados bajo la dirección de SHUVRQDTXHSRVHDFRQRFLPLHQWRVGHODVOH\HVTXHULJHQODVFRUULHQWHVGHDJXDVVXEWHUUiQHDVD¿QGHTXHHQHODUFDGHUHFLELPLHQWR reformando sus dimensiones cual corresponde, se reúnan los manantiales que indudablemente existen en las cuencas del Valle de las Peñas y del Camino de Cobisa, los del Valle de la Muerte y el trozo que media entre dicha arca de recibimiento y la antigua situada a la entrada del citado Valle de la Muerte.”42 De esta segunda fase de exploraciones de agua en Pozuela se conservan, en forma de tablas, los informes sobre las obras ejecutadas cada semana entre diciembre de 1863 y diciembre de 1864.435HÀHMDQORVJDVWRVHQMRUQDOHVPDWHULDOHV\WUDQVSRUWHVSHURQXHVWUR interés se centra en los trabajos ejecutados: número de pozos y su profundidad y número de minas y su longitud. Asimismo, del apartado de observaciones podemos entresacar datos relevantes sobre la formación de terreno o sobre la cantidad de agua que mana de los pozos o del estado de las obras: en septiembre del 64 llegaron a las Fuentes de la Peña y de los Caleros.44 En marzo del año siguiente se prosiguió la búsqueda hacia el término de Burguillos, en los parajes conocidos como el Alimán y la Meca,45D¿QGHHYLWDUWHQHUTXHUHFXUULUDODJXDGHO7DMR46, cuya elevación se estaba estudiando, ya que no era otra que “la mezclada con la de las alcantarillas de Madrid”.47 En 1870 el ingeniero José López Vargas ponía en marcha su Casa Elevadora para subir el agua del río a la ciudad, aunque su calidad seguía sin ser la mejor. Funcionando este nuevo ingenio, en la primavera de 1877 aumentó tanto el caudal de la Fuente del Cardenal que se ideó unirlas a las del Tajo para mejorar su potabilidad.48 El problema de la escasez de agua se mantendría inevitablemtente por más que se buscaran nuevos manantiales o se abrieran nuevos pozos, como los que se perforaron en 1886 en terreno particular.49 Incluso un vecino de Cobisa, Julián Muro, ofreció a la ciudad en 1891 el agua de unos pozos propios que ni en verano se secaban.50

41 AMT. Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal.1863-1870. Caja núm. 13. &RQGXFFLyQGHODVDJXDVGHOD)XHQWHGHO&DUGHQDOD7ROHGR. Relación del número de jornales invertidos y gastos hechos en esta obra en la 3ª jornada de trabajo, 13 de diciembre de 1863. 42 AMT. Fondo Histórico. Dehesas. Caja núm. 1.045. ([SHGLHQWHSDUDHPSUHQGHUHQJUDQGHHVFDODORVWUDEDMRVGHQXHYDVLOXPLQDFLRQHVGHDJXD HQODGHKHVDGH3R]XHOD 43 AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal. 1863-1870”. Caja núm. 13. &RQGXFFLyQGHODVDJXDVGHOD)XHQWHGHO&DUGHQDO D7ROHGR 44 AMT. Colección de mapas, planos y dibujos. Plano 223. Nivelación y proyecto del nuevo viaje de agua de Pozuela hasta la fuente de la Peña, 1864. 45 AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal. 1863-1870”. Caja núm. 13. 1865. 46 AMT. Fondo Histórico. “Agua, fuentes. 1574-1894”. Caja núm. 18. Fuentes 1710-1893. $EDVWHFLPLHQWRGHVGH3R]XHODDOD3OD]DGH6DQ9LFHQWH \6DQ%HUQDUGLQR. Borrador de la carta de la Comisión de Abastecimiento de aguas del Ayuntamiento de Toledo al Gobernador Provincial, 13 de febrero de1865. 47 AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal.1871-1894”. Caja núm. 14. 0HPRULDVREUHXQQXHYRPRGRGHDEDVWHFHUGHDJXD potable a Toledo, por el ingeniero D. Antonio Montenegro, 1891 48 Ídem. 1877. 49 Ídem. ([SHGLHQWHGHVXEDVWDGHODVREUDVGHLQFRUSRUDFLyQGHDJXDVDOYLDMHGHO&DUGHQDOCarta de Celedonio Gómez al alcalde de Toledo. 22de mayo de 1886. 50 AMT. Fondo Histórico. “Agua. 1686-1886”. Caja núm. 11. 2IUHFLPLHQWRGHDJXDVSRWDEOHVHQWHUUHQRSURSLHGDGGH'RQ-XOLiQ0XUR

34

El agua de Pozuela: La ubicación poco ventajosa de Toledo como núcleo urbano y la poco recomendable agua del Tajo obligó siempre a sus habitantes a buscar tan preciado líquido fuera de allí. No podemos, por tanto, culpar a estos toledanos que vieron en Pozuela la panacea del problema del agua, aun a sabiendas de la incertidumbre que conllevaba, y es que la historia de la traída de agua de Pozuela fue como una montaña rusa. En la siguiente tabla se han recogido los datos sobre distintos aforos practicados en la Fuente del Cardenal. Fecha

Caudal 1

Antes de 1853

4 reales

2

22 / 05 / 1853

Entre 10 y 12 reales fontaneros

06 / 09 / 18533

22 ¼ reales fontaneros

18 / 09 / 18534

27 reales y 3 cuartillos fontaneros

5

06 / 1859

11 reales

29 / 06 / 18636

31 reales y un cuartillo fontaneros

7

09 / 1863

10 reales (en la primera arqueta)

16 / 03 / 1864 8

25 / 08 /1871

10 reales 3 reales

1

AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal. 1814-1863”. Caja núm. 12. Traída de aguas a Toledo desde la fuente del Cardenal, 1853 2 Caudal abundante, en palabras del Arquitecto Provincial 3 Ídem. Informe de los arquitectos. Caudal de la Fuente del Cardenal sumado a la de otros pozos 4 Ídem. Dictamen de la comisión de reconocimiento de Pozuela 5 AMT. Fondo Histórico.“Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal. 1814-1863”. Caja núm. 12 Expediente sobre el cumplimiento de las condiciones y formalización del contrato o subasta del suministro de la tubería de hierro y rompimiento de la zanja para conducir las aguas de le dehesa de Pozuela. 1861-1863 6 AMT. Fondo Histórico. “Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal. 1814-1863”. Caja núm. 12 7 AMT. Fondo Histórico.“Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal.1863-1870”. Caja núm. 13. Conducción de las aguas de la Fuente del Cardenal a Toledo. 8 AMT. Fondo Histórico. Agua. Pozuela. Fuente del Cardenal.1871-1894. Caja núm. 14

/DVFRQVWDQWHVÀXFWXDFLRQHVHVWDFLRQDOHVHQHODJXDGHODGHKHVDGH3R]XHODREOLJDURQQRVyORDH[SULPLUDOPi[LPRHVWDIXHQWH sino a incrementar su caudal con la suma de otras, con gran gasto económico, mayor del que se podía afrontar, y desgaste humano, al realizarse las obras en un terreno de difícil acceso y de costosa labor y al enfrentarse a las inclemencias del tiempo. El viaje del agua de Pozuela a Toledo estaba abocado al fracaso, era sólo cuestión de tiempo – mejor dicho, del tiempo - que llegara HO¿QGHHVWHSUR\HFWR(QVHHQFRQWUyRWUDYtDSDUDPLWLJDUODVHGGH7ROHGRODHOHYDFLyQGHDJXDVGHVXUtRTXHIXQFLRQy hasta 1945, olvidados ya los esfuerzos, los disgustos y las alegrías canalizadas desde Pozuela.

IV

0ROSPECCIķN arqueológica

*ESÚS CARROBLES, FRANCISCO*OSÉ Lâ0%: *ORGE MORÍN Y SAGRARIO R/$2Ñ'5%:

Metodología Los criterios metodológicos adoptados para la realización de los trabajos respondieron a dos condicionamientos básicos: a. b.

El territorio: Las características del paisaje y las formas de ocupación humana del espacio y usos del suelo, impone una tipología de aproximación prospectiva adaptada a cada una de sus diferentes formas. Área de estudio: el espacio en el que se desarrolló la intervención arqueológica y que quedó limitado al ámbito del Cigarral de la Quinta de Mirabel.

Las particularidades del desarrollo metodológico del proyecto serán expuestas en cada uno de los siguientes apartados (Trabajo de JDELQHWHGHFDPSR\0HPRULD GHDFXHUGRFRQHOFDUiFWHUHVSHFt¿FRGHFDGDQLYHOGHDQiOLVLV Trabajo de gabinete: ‡ Recopilación de antecedentes ‡ 9DFLDGRELEOLRJUi¿FRFDUWRJUi¿FR ‡ Consulta de la Carta Arqueológica de Castilla-La Mancha (Término Municipal de Toledo) ‡ Análisis de la fotografía aérea Objetivos: ‡ Valoración preliminar ‡ Inventario preliminar Trabajo de campo: ‡ Encuesta ‡ Prospección intensiva de la zona de Los Cigarrales ‡ &RPSLODFLyQGH¿FKDV ‡ 'RFXPHQWDFLyQJUi¿FD\IRWRJUi¿FD Objetivos: ‡ Inventario ‡ Toma de datos y muestras para la reconstrucción paleoambiental de la zona de Los Cigarrales y del término municipal de Toledo a lo largo del tiempo Memoria Técnica: ‡ Presentación del Inventario ‡ Documentación generada (planimetrías, fotografías, etc.) ‡ Interpretación de la evolución del paisaje cultural en el término municipal de Toledo. Figura 1. Terreno a prospectar

36

Prospección intensiva La prospección arqueológica tradicional ha constado de tres fases: FASE 1: Proyecto de actuación arqueológica FASE 2: Trabajo de campo FASE 3: Elaboración de un informe con los resultados 6HOOHYyDFDERXQDSURVSHFFLyQDUTXHROyJLFDGHVXSHU¿FLHGHFREHUWXUDWRWDOGHOiUHDREMHWRGHHVWXGLR/DSURVSHFFLyQVHUHDOL]y por un equipo de seis arqueólogos, en bandas de 5 a 10 metros. /DORFDOL]DFLyQGHORV\DFLPLHQWRVVHKDUHDOL]DGRPHGLDQWHVXXELFDFLyQFDUWRJUi¿FDVREUHSODQRVDHVFDOD\ (QFXDQWRDOPDWHULDODUTXHROyJLFRH[LVWHQWHHQVXSHU¿FLHVREUHORVSRVLEOHV\DFLPLHQWRVVHUHDOL]yODUHFRJLGDGHXQDPXHVWUD selectiva para poder realizar una aproximación cronocultural, procediéndose a su lavado, siglado, inventariado y documentación correspondiente. Los yacimientos y elementos detectados se han referenciado en plano de la siguiente forma: ‡ 8QSROtJRQRGH¿QLGRSRUDOPHQRVVHLVSXQWRVSHULIpULFRV\XQRFHQWUDOFRQFRRUGHQDGDV870WRPDGDVFRQ*36TXHDEDUque el área del yacimiento. En su caso, con determinación de alta, media o baja concentración de materiales arqueológicos en VXSHU¿FLH ‡ /DLQFOXVLyQGHOSROtJRQRGH¿QLGRVREUHFDUWRJUDItDGLJLWDO \FRQHVSHFL¿FDFLyQGHOSROtJRQR\SDUFHOD \OD ORFDOL]DFLyQGHOVLWLRVREUHPDSDWRSRJUi¿FR \  $VtPLVPRVHSURFHGHUiDHODERUDUXQD¿FKDGHUHJLVWURGHFDGD\DFLPLHQWRUHVWRDLVODGRRHOHPHQWRSDWULPRQLDOORFDOL]DGRV Sistema de recuperación de datos-documentación Fichas 6HHPSOHDURQ¿FKDVGHUHJLVWURLQGLYLGXDOL]DGRSDUDFDGDKDOOD]JRDUTXHROyJLFR(VWD¿FKDQRUPDOL]DGD\DGDSWDGDDWRGRWLSRGH HOHPHQWRVGLJQRVGHLQGLYLGXDOL]DFLyQSHUPLWHGH¿QLUGHVFULELU\FDUDFWHUL]DUWRGDVODVHVWUXFWXUDVLGHQWL¿FDGDVHQORTXHDODV VHGLPHQWDULDV\FRQVWUXLGDVVHUH¿HUH Dibujo (QFXDQWRDODGRFXPHQWDFLyQSODQLPpWULFDSURSLDPHQWHGLFKDVHKDQUHDOL]DGRSODQRVWRSRJUi¿FRVJHQHUDOHVGHORVUHVXOWDGRVGH la intervención, en el cual se integran los dibujos individuales de detalles y otros parciales. Los planos de ubicación de los hallazgos arqueológicos se han realizado a escala 1:5.000 y 1:25.000. /RVGDWRVH[WUDtGRVGHODVPHGLFLRQHVWRSRJUi¿FDVWRPDGRVHQ el terreno y procesados en gabinete por el equipo de topografía se han confeccionado en formato CAD. De este modo se obtiene una planimetría compuesta georeferenciada con las estructuras y SULQFLSDOHVGHSyVLWRVLGHQWL¿FDGRVHQODVSURVSHFFLRQHVDUTXHRlógicas. Fotografía Se han realizado fotografías de todos los elementos arqueológicos de la intervención, y asimismo también se tomaron numerosas fotografías de detalle de los elementos más representativos. La documentación se realizó en formato digital y papel color, \ VH KD UHDOL]DGR XQ UHSRUWDMH IRWRJUi¿FR JHQHUDO GHO SURFHVR de la intervención arqueológica. También se ha elaborado un reportaje de calidad de aquellos objetos y material arqueológico más representativo. Para dichas tareas se han utilizado varias FiPDUDVIRWRJUi¿FDVWDQWRGLJLWDOHVFRPRUHÀH[SDUDSDSHO )LJXUD\3URVSHFFLyQ\IRWRJUD¿DGR

Prospección arqueológica

La actual 4XLQWDGH0LUDEHOen las que se han desarrollado los trabajos de prospección tiene su origen en el siglo XVI, en un PRPHQWRHQHOTXHODVHOLWHVWROHGDQDVYLHURQHQHOiUHDFLJDUUDOHUDXQHVSDFLRLGHDOSDUDHGL¿FDUSHTXHxDVFDVDVGHUHFUHRFRQ huertos/jardines: los cigarrales. Las primeras noticias se remontan a 1573, año en el que clérigo Juan López de León vende su casa a su sobrina Inés Ortiz de León y su esposo Hernán Suárez Franco. Entre 1577 y 1588, el arzobispo de Toledo Gaspar de Quiroga OHYDQWyXQSDODFLRDOHVWLORGHODVYLOODVLWDOLDQDVDGHPiVOD¿QFDFRQWDEDFRQXQDH[WHQVLyQGHXQDVKHFWiUHDV$VXPXHUWHHO cigarral pasó a ser propiedad de la iglesia, aunque en 1596 lo adquirió Felipe II. En los años que estuvo en manos de la Corona se convirtió en un espacio productivo, perdiendo su carácter áulico. Entre 1613 y junio de 1615, el sacerdote toledano Damián García compra el cigarral con la intención de expoliar sus materiales. Esta situación provocó gran malestar en los ciudadanos de Toledo, su Ayuntamiento y la Iglesia, lo que provocó que en noviembre de 1616, el cigarral fuese adquirido por Francisco de Ribera y Barroso, segundo marqués de Malpica. Los Malpica fueron acrecentando la propiedad hasta los inicios del siglo XX que llegó a XQDH[WHQVLyQGHKDV(QHVWHVHQWLGROD¿QFDGHO&LJDUUDOGHO&DUGHQDO4XLURJDTXHFRQWDEDFRQXQDVKHFWiUHDVYLHQHD coincidir con una zona existente en la actualidad al noroeste del área prospectada en la que se desarrolla una zona de producción agrícola.

Figura 1. Finca del Cigarral del Cardenal Quiroga

38

El espacio objeto de prospección intensiva se encuentra cercado por un muro perimetral de mampostería y alzado de tapial. Este SHUtPHWURQRVPXHVWUDHOHVWDGRGHOD¿QFDHQHOPRPHQWRTXHVHUHDOL]yHO&DWDVWURGHO0DUTXpVGHOD(QVHQDGD\DTXHHOSHUtPHtro dibujado coincide con la cerca. En la ciudad de Toledo la averiguación se llevó a cabo entre junio de 1751 y octubre de 1753, y los datos recabados, así como los de la provincia, se encuentran hoy conservados su Archivo Histórico Provincial, recogidos en GRFHYRO~PHQHV&RQSRVWHULRULGDGVHDPSOLyOD]RQDGHSURVSHFFLyQDOD¿QFDGH3R]XHODFRQORTXHHOiUHDSURVSHFWDGDGHXQD forma intensiva ha sido 110 has.

Figura 2. Quinta de Mirabel entre junio de 1751 y octubre de 1753 según el Catastro de Ensenada.

El análisis del territorio se ha realizado abordando su realidad física y, por otro, todos los aspectos que tienen que ver con la actividad humana. Este estudio a nivel “micro” espacial nos permite ofrecer una visión novedosa de la evolución sufrida en el territorio desde la Prehistoria hasta la Edad Contemporánea. En este espacio objeto de estudio se ha podido documentar una importante red de caminos y diferentes estructuras productivas –casas de campo/cigarrales, campos, infraestructuras hidráulicas, canteras, HVWUXFWXUDVGHIHQVLYDVHWF7RGRVHVWRVUHVWRVVHFRQYLHUWHQHQKXHOODVGH¿QLGRUDVGHOPRGRTXHXQDVRFLHGDGHQWLHQGHHOHVSDFLR lo utiliza y, por tanto, le de forma. Su estudio debe realizarse, en nuestra opinión de forma conjunta y es necesario plantearlo en UHODFLyQFRQHOUHVWRGHORVHOHPHQWRVTXHWRGDYtDHVWiQSUHVHQWHVHQHOHVSHFLRFRQHO¿QGHRUGHQDUORVHLQWHUSUHWDUVX³OyJLFD´ común de funcionamiento.

Figura 3. Finca de la Pozuela en el siglo XX.

V

Resultados de la prospección arqueológica de la Quinta de Mirabel

*ESÚS CARROBLES, FRANCISCO*OSÉ Lâ0%: *ORGE MORÍN Y SAGRARIO R/$2Ñ'5%:

Construcciones Estructuras hidráulicas Estructuras guerra civil

40

Construcciones

Resultados de la prospección arqueológica

Quinta de Mirabel Por una parte se conserva la Galería de paseo, situada en la planta inferior y abierta a un jardín. Desde ella se podía, antiguamente, observar la ciudad, oculta ahora por la vegetación del jardín. Construida en ladrillo, la galería está realizada por una serie de tramos compuestos por arcos de medio punto que están sostenidos, a un lado, por grandes pilares de planta cuadrada y al otro, SRUHOPXURLQWHUQRGHOHGL¿FLR/DJDOHUtDVHFXEUHFRQEyYHGDV de arista. En el muro interno, aparecen una serie de nichos semicirculares, uno en cada tramo de la galería. Por otra parte, sobre la galería, en el piso principal de la construcción, se conserva la capilla del cigarral. Exteriormente, es un cubo realizado en ladrillo visto que se remata por un cimborrio octogonal. En el interior, los cuatro muros lisos de la mitad inferior, sostienen cuatro arcos torales sobre los cuales aparecen cuatro pechinas, decoradas con escudos pintados, que conducen a una cúpula lisa y ciega de media naranja decorada con pinturas al fresco que están realizadas alrededor de 1590, por el pintor toledano Blas de Prado. La decoración de la cúpula se organiza en tres círculos concéntricos. En el más exterior aparece la representación de la venida del Espíritu Santo. El segundo círculo está dividido en 16 compartimentos, que van alternando su tamaño; apareciendo en ORVPiVHVWUHFKRV¿JXUDVIHPHQLQDVFRQHOHPHQWRVVLPEyOLFRV como palmas, mientras que en los de mayor anchura se desarrollan diversas escenas de la vida de Moisés y de Salomón.

I

II

598.70

I

En el último círculo aparece un coro de ángeles rodeados de luz celestial. Entre las principales características de estas pinturas GHEHGHVWDFDUVHSRUXQODGRODFRPSRVLFLyQGHODHVFHQDSULQFLSDOHQODTXHXWLOL]DGLYHUVDV¿JXUDVSDUDXQLUORVGLVWLQWRVJUXSRV que aparecen. Por otro lado, se debe señalar la utilización de una gran variedad de escorzos y la monumentalidad y rotundidad de XQDV¿JXUDVTXHPXHVWUDQDGHPiVJUDQVHUHQLGDGHQVXVJHVWRV\H[SUHVLRQHV/DRWUDHGL¿FDFLyQTXHVHPDQWLHQHGHODYLOODGHO cardenal es una construcción de carácter secundario formada por varias salas denominada Cuarto de verano. En este espacio destaca especialmente la decoración de los techos abovedados de la sala central, donde aparecen unos frescos con una iconografía de moWLYRVFOiVLFRVGHJUDQLQWHUpVFRPR¿JXUDVPLWROyJLFDVQLxRVGDQ]DQWHVWULWRQHVHV¿QJHVGLYHUVRVWLSRVGHDQLPDOHVPRQVWUXRVRV y otros elementos como guirnaldas y candeleros. En las esquinas aparece una decoración de templetes de los que parten estructuras TXHYDQDVHUYLUFRPRVRSRUWHDRWUDV¿JXUDV

42

Resultados de la prospección arqueológica

I

II

598.70

I

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Palomar (GL¿FLRGHSODQWDFLUFXODUFRQXQHVSDFLRFHQWUDODELHUWR5HDOLzado en adobe revocado. Se sitúa al oeste del palacio del cardenal Quiroga.

Resultados de la prospección arqueológica

Cigarral 4 En esta zona se detectaron tanto restos constructivos (muros, escombros), como materiales cerámicos. Corresponderían a un antiguo cigarral en ruinas. Se ubica en una elevación con dominio visual de la ciudad de Toledo al norte, situado al HVWHGHO3DODFLRHQHOH[WUHPRVHSWHQWULRQDOGHOD¿QFD

Figura 1. Vista hacia Toledo desde el Cigarral 4

Figura 2. Detalle estructuras Cigarral 4.

Cerámica. Fragmento de borde ligeramente exvasado, labio redondeado. Realizada a torno. Cocción oxidanWHSDVWDFRORURFUHRVFXUR'HVJUDVDQWHV¿QRVGHPLFD \FXDU]R6XSHU¿FLHH[WHULRUFRQHQJREHRFUHVXSHU¿ cie interior con vedrío estannífero. La cerámica se enFXHQWUDTXHPDGDSRUORTXHWDQWRODVXSHU¿FLHLQWHULRU como exterior presentan tonos grisáceos, lo mismo sucede con la pasta. Cerámica vidriada de mesa. Forma: posible cuenco. Cronología moderno-contemporánea.

Cerámica. Fragmento de elemento constructivo: teja.

Cerámica. Fragmento de borde exvasado, labio redondeado remarcado al interior; arranque de galbo. Realizada a torno. Cocción oxidante, pasta de color rojiza. DesgrasanWHV¿QRVGHPLFD\¿QRVPHGLRVGHFXDU]R6XSHU¿FLHVFRQ vedrío plumbífero melado. Cerámica vidriada de mesa. Forma plato. Cronología moderno-contemporánea.

Cerámica. Fragmento de galbo y arranque de base. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta de color marrón URML]D'HVJUDVDQWHV¿QRVGHPLFD\FXDU]R6XSHU¿FLHV con vedrío estannífero. Cerámica vidriada de mesa. Forma plato. Cronología moderno-contemporánea.

Cerámica a torno. Fragmento de base de plato-fuente, pie indicado y arranque de galbo. Cocción oxidante. Pasta GHFRORUURML]R'HVJUDVDQWHV¿QRVGHFXDU]R6XSHU¿FLHV con vedrío plumbífero melado. Interior con decoración bajo cubierta en marrón, motivo vegetal. Cerámica vidriada de mesa. Cronología moderno-contemporánea.

Cerámica. Fragmento de galbo. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta anaranjada. Desgrasantes ¿QRVPHGLRVGHFXDU]R6XSHU¿FLHVFRQYHGUtRSOXP bífero melado. Cerámica vidriada de mesa. Forma indeterminada. Cronología moderno-contemporánea.

46

Cigarral 5 En una pequeña elevación del terreno situado en la zona FHQWUDOGHOD¿QFDVHGHWHFWDURQWDQWRUHVWRVFRQVWUXFWLYRV (muros de planta circular, escombros), como materiales cerámicos. Corresponderían a un antiguo cigarral en ruinas.

Figura 3. Vista hacia Toledo desde el Cigarral 5.

Figura 4. Detalle de los materiales constructivos del Cigarral 5.

Figura 5. Detalle del muro del Cigarral 5.

Cerámica. Fragmento de borde envasado, labio redondeado. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta color RFUHDQDUDQMDGR'HVJUDVDQWHV¿QRVGHPLFD\FXDU]R 6XSHU¿FLHVFRQHQJREHRFUH&HUiPLFDFRP~QGHPHVD Forma cerrada; posiblemente botella o jarro. Cronología moderno-contemporánea.

Figura 6. Muro de planta circular del Cigarral 5.

Cerámica. Fragmento de galbo. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta de color ocre. Desgrasantes LQDSUHFLDEOHV 6XSHU¿FLHV FRQ YHGUtR HVWDQQtIHUR 6X SHU¿FLHH[WHULRUH[IROLDGD&HUiPLFDYLGULDGDGHPHVD Forma indeterminada; posiblemente plato. Cronología moderno-contemporánea.

Cerámica. Fragmento de galbo. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta de color ocre. Desgrasantes inapreFLDEOHV 6XSHU¿FLHV FRQ YHGUtR HVWDQQtIHUR &HUiPLFD vidriada de mesa. Forma indeterminada; posiblemente plato. Cronología moderno-contemporánea.

Resultados de la prospección arqueológica

Cigarral 6 (QHVWDHOHYDFLyQVLWXDGDHQOD]RQDFHQWUDOGHOD¿QFDVH detectaron tanto restos constructivos (muros, escombros), así como gran cantidad de materiales cerámicos. Corresponderían a un antiguo cigarral en ruinas.

Figura 7. Vista hacia el oeste del Cigarral 6.

Figura 8. Vista de Toledo desde el Cigarral 6.

Cerámica. Fragmento con forma. Borde ligeramente envasado, labio redondeado regruesado al interior; galbo recto, fondo plano. Realizado a torno. Cocción oxidante, pasta de color rojizo. Desgrasantes mediosJUXHVRVPX\JUXHVRVGHFDO\FXDU]R6XSHU¿FLHVFRQ vedrío plumbífero melado, totalmente al interior y parFLDO HQ VXSHU¿FLH H[WHULRU VXSHU¿FLH H[WHULRU FRQ HQ gobe rojo oscuro. Cerámica vidriada de cocina. Forma abierta, cazuela. Cronología moderna.

Cerámica. Fragmento de borde exvasado, labio recto redondeado al exterior. Realizado a torno. Cocción oxiGDQWHSDVWDGHFRORUURML]R'HVJUDVDQWHV¿QRVPHGLRV GHFDO\FXDU]R6XSHU¿FLHVFRQYHGUtRSOXPEtIHURPH ODGR RVFXUR 'HFRUDFLyQ HQ VXSHU¿FLH LQWHULRU \ ]RQD del labio; en manganeso, motivo indeterminado. Dos fragmentos. Cerámica vidriada de mesa. Forma abierta, posiblemente fuente. Concreciones de tipo vegetal.

Cerámica. Fragmento de borde exvasado, labio recto redondeado al exterior. Realizado a torno. Cocción oxiGDQWHSDVWDGHFRORUURML]R'HVJUDVDQWHV¿QRVPHGLRV GHFDO\FXDU]R6XSHU¿FLHVFRQYHGUtRSOXPEtIHURPH ODGRRVFXUR'HFRUDFLyQHQVXSHU¿FLHLQWHULRU\]RQDGHO labio; en manganeso, motivo indeterminado. Cerámica vidriada de mesa. Forma abierta, posiblemente fuente.

48

Cerámica. Fragmento de borde exvasado, labio recto redondeado al exterior. Realizado a torno. Cocción R[LGDQWHSDVWDGHFRORURFUH'HVJUDVDQWHV¿QRVPH GLRVGHFDO\FXDU]R6XSHU¿FLHVFRQYHGUtRSOXPEtIH ro melado claro. Decoración en la zona del labio; en manganeso, motivo indeterminado. Cerámica vidriada de mesa. Forma abierta, posiblemente fuente. Concreciones de tipo vegetal.

Cerámica. Fragmento de borde exvasado, labio recto fragmentado al exterior. Realizado a torno. Cocción oxidante, pasta de color anaranjada. Desgrasantes ¿QRVPHGLRV GH FDO \ FXDU]R 6XSHU¿FLHV FRQ YHGUtR plumbífero melado claro. Cerámica vidriada de mesa. Forma abierta, posiblemente fuente. Concreciones de tipo vegetal.

Cerámica. Fragmento de borde exvasado, labio recto redondeado al exterior. Realizado a torno. Cocción R[LGDQWHSDVWDGHFRORURFUH'HVJUDVDQWHV¿QRVPH GLRVGHFDO\FXDU]R6XSHU¿FLHVFRQYHGUtRSOXPEtIH ro melado claro. Decoración en la zona del labio; en manganeso, motivo indeterminado. Cerámica vidriada de mesa. Forma abierta, posiblemente fuente. Concreciones de tipo vegetal.

Cerámica. Fragmento de base plana y arranque de galbo. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta color DQDUDQMDGR'HVJUDVDQWHV¿QRVPHGLRVGHFDO\FXDU ]R6XSHU¿FLHLQWHULRUFRQYHGUtRSOXPEtIHURPHODGR 6XSHU¿FLH H[WHULRU FRQ HQJREH GH FRORU RFUH &HUi mica vidriada de mesa. Forma cerrada, posiblemente jarro. Cronología moderna.

Cerámica. Fragmento de base plana y arranque de galbo. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta color URViFHR RVFXUR 'HVJUDVDQWHV ¿QRVPHGLRV GH FDO \ FXDU]R6XSHU¿FLHH[WHULRUFRQHQJREHGHFRORURFUH Cerámica común. Forma cerrada. Abundantes concreciones de tipo vegetal. Cronología moderna.

Cerámica. Fragmento de base plana y arranque de galbo. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta color RFUH 'HVJUDVDQWHV ¿QRVPHGLRV GH FDO \ FXDU]R 6X SHU¿FLHVFRQYHGUtRHVWDQQtIHUR&HUiPLFDYLGULDGDGH mesa. Forma indeterminada. Cronología moderna.

Cerámica. Fragmento de galbo y arranque de base. Realizado a torno. Cocción oxidante, pasta de color RFUH 'HVJUDVDQWHV ¿QRV GH FDO \ FXDU]R 6XSHU¿FLHV con vedrío plumbífero melado. Presenta perforación en la parte inferior. Cerámica vidriada. Forma indeterminada. Cronología moderna.

Cerámica. Fragmento de galbo y arranque de base con umbo. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta de FRORUURML]R'HVJUDVDQWHV¿QRVGHPLFD\FDO6XSHU ¿FLHVFRQYHGUtRSOXPEtIHURYHUGHRVFXUR&HUiPLFD vidriada de mesa. Forma indeterminada. Cronología moderna.

Cerámica. Fragmento de galbo y arranque de base plana. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta de color URML]R'HVJUDVDQWHV¿QRVGHPLFD\FDO6XSHU¿FLHLQ WHULRU FRQ YHGUtR SOXPEtIHUR YHUGH RVFXUR VXSHU¿FLH exterior con engobe ocre. Cerámica vidriada de mesa. Forma indeterminada. Cronología moderna.

Resultados de la prospección arqueológica

Cerámica. Fragmento de galbo, arranque de base. Realizado a torno. Cocción oxidante, pasta de color ocre. 'HVJUDVDQWHV LQDSUHFLDEOHV 6XSHU¿FLHV FRQ YHGUtR estannífero. Cerámica vidriada de mesa. Forma plato. Concreciones de tipo vegetal. Cronología modernocontemporánea.

Cerámica. Fragmento de borde ligeramente exvasado, labio redondeado. Realizado a torno. Cocción oxidanWH3DVWDGHFRORUURML]R'HVJUDVDQWHV¿QRVGHFDO\ FXDU]R6XSHU¿FLHVFRQYHGUtRHVWDQQtIHUR6XSHU¿FLH interior con decoración bajo cubierta en azul cobalto motivo geométrico. Cerámica vidriada de mesa. Forma plato. Concreciones de tipo vegetal. Cronología moderna.

Cerámica. Fragmento de galbo con arranque de asa. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta de color RFUH 'HVJUDVDQWHV ¿QRV GH FDO \ FXDU]R 6XSHU¿FLHV FRQYHGUtRHVWDQQtIHUR6XSHU¿FLHH[WHULRUFRQGHFRUDción bajo cubierta en azul cobalto de motivo geométrico. Cerámica vidriada de mesa. Forma jarro. Concreciones de tipo vegetal. Cronología moderna.

Cerámica. Fragmento de galbo. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta de color ocre oscuro. DesJUDVDQWHV¿QRVGHFDO\FXDU]R6XSHU¿FLHVFRQYHGUtR HVWDQQtIHUR 6XSHU¿FLH H[WHULRU FRQ GHFRUDFLyQ EDMR cubierta en azul cobalto de motivo geométrico y vegetal. Cerámica vidriada de mesa. Forma indeterminada. Concreciones de tipo vegetal. Cronología moderna.

Cerámica. Fragmento de galbo. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta de color ocre oscuro. DesgraVDQWHV ¿QRV GH FDO \ FXDU]R 6XSHU¿FLHV FRQ YHGUtR HVWDQQtIHUR 6XSHU¿FLH H[WHULRU FRQ GHFRUDFLyQ EDMR cubierta en azul cobalto de motivo geométrico y vegetal. Cerámica vidriada de mesa. Forma indeterminada. Concreciones de tipo vegetal. Cronología moderna.

Cerámica. Fragmento de galbo. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta de color ocre. Desgrasantes ¿QRVGHFDO\FXDU]R6XSHU¿FLHVFRQYHGUtRHVWDQQtIHUR6XSHU¿FLHH[WHULRUFRQGHFRUDFLyQEDMRFXELHUWDHQ azul cobalto de motivo geométrico y vegetal. Cerámica vidriada de mesa. Forma indeterminada. Concreciones de tipo vegetal. Cronología moderna.

Cerámica. Fragmento de asa. Realizado a mano. Cocción oxidante. Pasta de color anaranjado. DesgraVDQWHV ¿QRV GH FDO \ FXDU]R 6XSHU¿FLHV FRQ YHGUtR plumbífero melado. Cerámica vidriada de mesa. Concreciones de tipo vegetal. Forma cerrada, indeterminada. Cronología moderno-contemporánea.

Cerámica. Fragmento de galbo. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta de color rojiza. Desgrasantes ¿QRVGHFDO\FXDU]R6XSHU¿FLHH[WHULRUFRQHQJREH FRORURFUHVXSHU¿FLHLQWHULRUFRQYHGUtRHVWDQQtIHUR y decoración bajo cubierta en azul cobalto de motivo geométrico. Cerámica vidriada de mesa. Forma indeterminada, probablemente plato o cuenco. Concreciones de tipo vegetal. Cronología moderna.

Cerámica. Fragmento de galbo. Realizado a torno. Cocción oxidante. Pasta de color ocre. Desgrasantes ¿QRV GH FXDU]R 6XSHU¿FLHV FRQ YHGUtR SOXPEtIHUR PHODGR RVFXUR FDVL PDUUyQ 6XSHU¿FLH LQWHULRU con decoración bajo cubierta en manganeso, motivo geométrico. Cerámica vidriada de mesa. Forma indeterminada. Concreciones de tipo vegetal. Cronología moderna.

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Cigarral 7 Elevación ocupada por un monumento contemporáneo, que presenta en su entorno restos de cerámica de cronología moderna (ss. XVI-XVIII). No se observan restos de la HGL¿FDFLyQ

Figura 8. Vista del Cigarral 7 con el Cerro de los Palos al fondo.

Figura 9. Vista a Toledo desde el Cigarral 7.

Cigarral 8 Pequeña elevación en la ladera norte del Cerro de los Palos donde se observan restos de mampostería, ladrillo y cerámica de época moderna (ss. XVI-XVIII). No se observan HVWUXFWXUDV GH¿QLGDV /D HOHYDFLyQ VH HQFXHQWUD URGHDGD por la conducción 4, descrita en el apartado anterior.

Figura 10. Vista del Cigarral 8.

Resultados de la prospección arqueológica

Cigarral 9 Construcción situada al oeste del palacio del cardenal QuiURJD/DHGL¿FDFLyQHVGHpSRFDPRGHUQDFRQWHPSRUiQHD Se conservan algunos muros en pie, conformando varias estancias, alcanzando hasta 2 metros de altura. Los muros están construidos con tapial, mampostería y ladrillo. En el entorno se observa abundante cerámica.

Figura 11. Estructuras murarias en pie del Cigarral 9.

Figura 12. Cigarral 9 y Conducción 5 con vistas de Toledo al fondo.

(QODSURVSHFFLyQHIHFWXDGDVHKDQLGHQWL¿FDGRKDVWDQXHYHFDVDVGHODERUFLJDUUDOHVGHQWURGHOSHUtPHWURKLVWyULFRGHOD4XLQWDGH Mirabel. La cronología de estos espacios productivos arranca en algún caso en época andalusí, aunque la mayoría de ellos va ligado a los ss. XVI y XVIII. Debe descartarse una cronología posterior, ya que a partir de 1753 estarían dentro de la propiedad de los Malpica como recoge el Catastro del Marqués de la Ensenada. Por otro lado, hay que señalar que la mayoría de estos espacios producWLYRVVHGLVSRQHQHQOD]RQDQRURHVWHGHOD¿QFDKDVWDXQQ~PHURGHVHLVLQFOX\HQGRHOSDODFLRGH4XLURJD(QWRGRVVHVXPDQGRV factores básicos la existencia de tierras de cultivo, asociadas a estructuras hidráulicas, y las vistas a la ciudad de Toledo. Finalmente, VHxDODUODFRPSOHMLGDGGHGH¿QLUODIXQFLRQDOLGDG\ODFURQRORJtDGHHVWHWLSRGHHVWUXFWLUDVVLH[WUDSRODPRVORVGDWRVREWHQLGRVHQ ODH[FDYDFLyQGHOFLJDUUDOGHO&LJDUUDOGH0HQRUHV(VWHHVSDFLRHQORVWUDEDMRVGHSURVSHFFLyQIXHLGHQWL¿FDGRFRPRXQFLJDUUDO de los siglos XVI al XVIII, aunque se encontraron algunos materiales que podían adscribirse a la prehistoria reciente. Sin embargo, ODH[FDYFLyQHQH[WHQVLyQGHOFLJDUUDOQRVKDSURSRUFLRQDGRXQDVHFXHQFLDHVWUDWLJUi¿FDPXFKRPiVFRPSOHMD6XRULJHQHVXQD HVWUXFWXUDGHIHQVLYDGHFURQRORJtDPHGLHYDOOLJDGDDXQDQRULD(VWHHVSDFLRHVPRGL¿FDGRHQOD(GDG0HGLDFRQYLUWLpQGRVHXQ espacio de habitación y perdiendo seguramente sus funciones defensivas. En el siglo XVI a sus funciones productivas se le ligan las del ocio propias de la sociedad renacentista toledana. Así, se lleva a cabo una reforma completa del espacio habitacional, que es nuevamente transformado en el siglo XVII. Ahora con proporciones claramente monumentales. Este espacio parece ser arrasado en los comienzos de siglo XIX ligado al episodio de la Guerra de la Independencia española. El último momento de ocupación de este espacio volvería ligado a las funciones defensivas como en sus orígenes medievales pero ahora como un observatorio artillero en el frente sur del Tajo en la contienda española que va de 1936 al 39.

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Zonas de producción agrícola Estos dos elementos tienen una clara cronología contemporánea y corresponden a los primeros años del siglo XX, cuando la Quinta de Mirabel se ha convertido en un espacio productivo agrícola. 1. Venta Construcción de época contemporánea formada por varias habitaciones que conservan parte de sus muros en pie. La YHQWDVHORFDOL]DMXQWRDODWDSLDGHOD¿QFD\DXQDSXHUWDGH acceso a la misma. Los materiales constructivos empleados podrían datar de época moderna, aunque los restos observados muestran reparaciones de época contemporánea. La venta está emplazada en el camino a Argés junto a uno de los descansaderos de ganado.

Figura 13. Restos en pie de la venta

2. Era Era empedrada de planta circular situada al noreste del palacio, junto al camino de que discurre desde la entrada de OD¿QFDKDVWDHOSDODFLR

Figura 14. Vista de la Era con la Quinta Mirabel al fondo. De arriba a abajo: casa del cigarralero 1937, casa del cigarralero actualidad; era 1937, era en la actualidad.

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Resultados de la prospección arqueológica

Canteras Las zonas de extracción de piedra granítica deberían relacionarse con la construcción del palacio del Cardenal Gaspar de Quiroga, que contaba con una ornamentación realizada en dicho material, aunque tampoco puede descartarse que están ligadas a las diferentes amplicaiones que realizan los Marqueses de Malpica al hacerse cargo de la propiedad en 1616.

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1. Extracción de piedra 1 Área semiexcavada en el terreno, con aspecto similar a las estructuras asociadas a la Guerra Civil, aunque dadas sus mayores dimensiones podría tratarse de una zona de extracción de piedra.

Figura 15. Vista general de la Extracción de Piedra 1.

2. Extracción de piedra 2 Área semiexcavada en el terreno, con aspecto similar a las estructuras asociadas a la Guerra Civil, aunque dadas sus mayores dimensiones podría tratarse de una zona de extracción de piedra.

Figura 16. Vista general de la Extracción de Piedra 2.

Columna Se conserva una columna de granito de sección circular en las inmediaciones de la zona de trincheras de la Guerra Civil, al noroeste del Cigarral 5, posiblemente procedente de dicho lugar. Se conservan fragmentos de la basa en el interior de una de las estructuras relacionadas con la Guerra Civil.

Figura 17. Columna.

2

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Cerramientos Cerca histórica de la Quinta de Mirabel 6HFRQVHUYDODFHUFDSHULPHWUDOGHOD¿QFD0LUDEHOSUiFWLcamente en todo su recorrido. La base de la construcción está realizada en mampostería, mientras que el alzado, que no se conserva, habría estado realizado en tapial tal y como se observa en otras tapias de la zona como por ejemplo la del Cigarral de Menores.Este cerramiento se realizó entre 1616 y 1753, después de la compra de la propiedad de Quiroga por los Marqueses de Malpica.

2

1

1. Cerca 1 Se ha documentado la hilada inferior de una cerca de seSDUDFLyQHQWUHGRV¿QFDVTXHSHUWHQHFHQHQODDFWXDOLGDGD los terrenos de la Quinta Mirabel. Es posible que el alzado estuviese realizado en tapial, elemento documentado en otras cercas del entorno, lo que explicaría el grado de arrasamiento que presenta la estructura. Esta cerca se localiza en las cercanías del depósito 2, de cronología moderna.

Figura 18. Restos de la Cerca 1, al fondo el Cerro de los Palos.

Resultados de la prospección arqueológica

Cerca 2 Tres tramos de muro construido con mampuesto. PosiblePHQWHVHDQORVUHVWRVGHODWDSLDTXHGHOLPLWDUDOD¿QFDGHO denominado Cigarral 9. La altura máxima conservada es de aproximadamente 50 cm.

Figura 19. Alzado conservado de la Cerca 2.

Se han podido documentar tres cercas en el espacio prospectado. La primera cerca no ofrece ninguna duda y se HIHFWXy D ¿QDOHV GHO VLJOR ;9,, R SULQFLSLRV GHO ;9,,, cuando los terrenos que ocupaba el Cigarral del Cardenal 4XLURJDIXHURQDGTXLULGRVSRUODFDVDGH0DOSLFD/D¿QFD originaria fue acrecentada por los nuevos propietarios y su perímetro aparece recogido en el Catastro del Marqués de la Ensenada. En la ciudad de Toledo la averiguación se llevó a cabo entre junio de 1751 y octubre de 1753, así que la VXSHU¿FLHUHFRJLGDHQHO&DWDVWURFRUUHVSRQGHFRQODFHUFD documentada en la prospección. Más problemática es la Cerca número 1, que podría corresponderse con el Cigarral número 6. Este cigarral presenta un material cerámico de los ss. XVII/XVIII y podría ser una de las propiedades que los Malpica anexionan a la Quinta de Mirabel con posterioridad a la compra en el año 1616. Mucho más clara es la cerca número 2, que cierra el perímetro del Cigarral 9. Éste último no muestra un material cerámico claro. Podría tratarse de una propiedad que fuera englobada por Quiroga o después por los Malpica.

Propiedad delimitada por la cerca número 2.

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Estructuras Hidráulicas El área cigarralera ocupa un amplio sector del espacio montañoso de naturaleza granítica ubicado al sur del Tajo, frente a la ciudad de Toledo. En este espacio, en el que se inserta la 4XLQWDGH0LUDEHO, se documenta una importante res de caminos e infraestructuras hidráulicas, que deben ser considerados los grandes articuladores del territorio1. En la zona que nos ocupa se conocen los restos de GRVJUDQGHVLQIUDHVWUXFWXUDVKLGUiXOLFDVPX\GLIHUHQWHVHQWUHVt(OPiVFRQRFLGRHOWUDPR¿QDOGHOSULQFLSDOVLVWHPDKLGUiXOLFRGH abastecimiento de aguas a la ciudad de Toledo, de época romana, que discurre por el actual campo de maniobras de la Academia de Infantería. Menos conocido, reciente publicado, un sistema hidráulico en la zona de Pozuela, cercano a Mirabel, del que se tienen datos desde el siglo XVI, aunque sus restos más visibles están asociados a la construcción del primer suministro de aguas con el que se dotó la ciudad de Toledo en el siglo XIX. Este último es el que nos interesa, aunque se ha publicado con una adscripción cronológica al mundo romano totalmente discutible. Se tenía constancia de su existencia en la documentación del siglo XVI, que describe la creación de un sistema hidráulico para el suministro de agua al complejo de fuentes y jardines creados en la 4XLQWDGH0LUDEHO por el Cardenal Quiroga. A él se sumaron otras obras relacionadas con diferentes proyectos para crear y acrecentar el suministro de agua para las fuentes públicas de Toledo a mediados del XIX que se han superpuesto a las anteriores y han dado lugar a un sistema complejo de difícil lectura. La4XLQWDGH0LUDEHOHs el cigarral más amplio y destacado de los que se conservan en Toledo desde su construcción por el cardeQDO4XLURJDHQORVDxRV¿QDOHVGHOVLJOR;9,3RUOD¿QFDGLVFXUUHQGLIHUHQWHVDUUR\RVRFDVLRQDOHVHQWUHORVTXHGHVWDFDXQQXHYR FXUVRTXHGHVHPERFDHQHOWUDPR¿QDOGHODUUR\RGHOD3R]XHODTXHHQHVD]RQDFRQFUHWDUHFLEHHOQRPEUHGHDUUR\RGHOD&DEH]D (QpOHQFRQWUDPRVQXHYRVUHVWRVUHODFLRQDGRVFRQHODSURYHFKDPLHQWRGHODVDJXDVVXSHU¿FLDOHV\VXEiOYHDVTXHGLVFXUUHQSRUHO subsuelo. En la zona más alta, en las inmediaciones del cerro de los Palos, se localiza un interesante conjunto de estructuras aún más visuales que las captaciones de La Pozuela. Se trata de una galería-mina de gran entidad, un depósito y una nueva galería, que puede VHJXLUVHHQVXSHU¿FLHSRUORVSR]RVGHUHJLVWURTXHWRGDYtDVHFRQVHUYDQ)UHQWHDORVEURFDOHVPiVRPHQRVVHQFLOORVGHOD]RQD alta de Pozuela, éstos de Mirabel se caracterizan por contar con una cubrición prismática de gran volumen realizada íntegramente en ladrillo, que adquiere un importante protagonismo en el entorno. Todos y cada uno de ellos están en relación con pequeños bancales que forman campos de cultivo, repitiendo un modelo que hemos reconocido en Pozuela 3-Casas de Miján. Junto a ellos VHUHFRQRFHQGLIHUHQWHViUHDVUHVLGHQFLDOHVGHSHTXHxRWDPDxRTXHDSRUWDQPDWHULDOHVGDWDGRVHQWUHHO¿QDOGHOD(GDG0HGLD\ la Moderna, aunque en uno de los casos contamos con una cronología clara andalusí, en torno al siglo XI por la existencia de una cerámica de cuerda seca total. A escasa distancia de estas estructuras, aguas abajo en el mismo cauce, nos encontramos con los restos de una nueva obra de FDSWDFLyQ6XDVSHFWRH[WHULRUQRVSHUPLWHD¿UPDUODH[LVWHQFLDGHRWUDJDOHUtDH[FDYDGDVREUHHOOHFKRGHODUUR\RTXHUHSLWHHO modelo de las construcciones descritas hasta ahora en otras zonas del mismo valle de la Pozuela. El tramo en el que los restos son más visibles muestra, sin embargo, unas características algo diferentes a las descritas hasta este momento en el resto de los casos conocidos, al estar tallado en la roca y haber necesitado la realización de la excavación en área de un amplio sector del pequeño YDOOHHQHOTXHVHHQFDMDODREUDFRQHO¿QGHDXPHQWDUVXFDSDFLGDGGHFDSWDFLyQ(QHVWD]DQMDSRUODTXHGLVFXUUHHODUUR\R encontramos los restos de la bóveda de la galería que se cubrió con piedras de pequeño y mediano tamaño. A ambos lados se GRFXPHQWDQODVFDUDFWHUtVWLFDV]DQMDVOLQHDOHVTXHHQHVWHFDVRWLHQHQPHQRVGHVDUUROORSHURFXHQWDQFRQODVX¿FLHQWHHQWLGDG FRPRSDUDIDYRUHFHUHO¿OWUDGRGHODVDJXDVFRUULHQWHVVLJXLHQGRHOPRGHORTXHKHPRVGHVFULWRHQHOUHVWRGHFDVRVFRQRFLGRV(VWD nueva galería puede seguirse a lo largo de unos 70 m y es posible que sus dimensiones fueran algo mayores, especialmente en la zona alta en la que se superponen algunos de los restos más recientes a los que hemos hecho referencia en primer lugar. (ORULJHQGHHVWHWLSRGHLQIUDHVWUXFWXUDVKLGUiXOLFDVOLJDGDVDORVFDPSRV\DDVHQWDPLHQWRVUXUDOHVQRVSHUPLWHQD¿UPDUTXHSHUvivencia de un modelo territorial y productivo característico del mundo andalusí en el área Cigarralera y en la 4XLQWDGH0LUDEHO Los sucesos bélicos ligados a los avances de almorávides y almohades implicaron un cambio en los sistemas productivos, ya que las nuevas elites urbanas van a apostar por la ganadería extensiva. Sin embargo, en el área cigarralera estos campos cerrados convivieron a lo largo de la Edad Media con las grandes extensiones abiertas y permitió que en los comienzos del siglo XVI todavía H[LVWLHUDQXQWLSRGH¿QFDVTXHSRUVXFDSDFLGDGSURGXFWLYDXELFDFLyQ\FHUFDQtDDODSREODFLyQSHUPLWtDQXQGREOHXVROLJDGR 1 De este tema nos hemos ocupado en extenso en: J. Carrobles, R. Barroso, J. Morín y S. Rodríguez, “Sistemas hidráulicos y espacios irrigados en los alrededores de Toledo. Continuidades y rupturas entre la Antigüedad y la Edad Media, en ,EHULD+DOELQVHO HS 

Resultados de la prospección arqueológica

ala explotación agrícola pero, también, al ocio y disfrute del paisaje por parte de sus propietarios. La existencia de este tipo de propiedades en el territorio que ocupa la 4XLQWD GH 0LUDEHO aparece registrado en las fuentes escritas. Así, el Cardenal Quiroga construye su gran propiedad con la compra de estos minifundios. Por otro lado, ala arqueología constata también este fenómeno, ya que se han podido documentar al menos nueve construcciones de este tipo dentro del territorio de la 4XLQWDGH0LUDEHO. Finalmente, señalar que la pervivencia de esos espacios irrigados con los canales de captación fueron decisivos para el Cardenal Quiroga a la hora de decidir el emplazamiento de su Cigarral/Palacio, ya que éste contaba con numerosas fuentes y jardines para los que resultaba vital el agua en un territorio donde ésta no abunda.

Figura 20. Estructuras hidráulicas en el area de la Pozuela. Figura 21. Estructuras hidráulicas en la Quinta de Mirabel.

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Resultados de la prospección arqueológica

Conducción 1 Restos de una conducción de aguas que discurre de oeste a HVWHGHVGHHOSDODFLRSHUGLpQGRVHHQHOOtPLWHGHOD¿QFD En un punto de su recorrido se ha documentado un pequeño refuerzo de mampuestos por su lado norte, mientras que por el sur, al ir bordeando varias lomas, va recortado en el terreno. También se han observado fragmentos de tubería de cerámica vidriada al interior. El punto más al oeste de la conducción se sitúa junto al Palacio del Cardenal Quiroga mientras que el extremo este VHSLHUGHHQHOOtPLWHGHOD¿QFD7HQLHQGRHQFXHQWDODVFR tas del terreno parece que la conducción discurriría hacia la zona del arroyo de la Pozuela - arroyo de la Cabeza y no a la inversa, como podría parecer, para abastecer a la casa.

Figura 22. Trazado de la Conducción 1.

Figura 23. Detalle de la zanja de la Conducción 1.

Figura 26. Recorte de la piedra en Conducción 1.

Figura 24. Refuerzo de mampuesto en la Conducción 1.

Figura 25. Fragmentos de tubería de la Conducción 1.

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Aljibe 1 Existe un aljibe de agua al sur del palacio, de época reciente, de planta rectangular y estructura abovedada de hormigón.

Figura 27. Situación del aljibe 1 en las inmediaciones del Palacio.

Aljibe 2 Depósito de agua de planta rectangular de época reciente, de muros de sillería de granito.

Figura 29. Aljibe 2.

Figura 28. Detalle del Aljibe 1.

Resultados de la prospección arqueológica

Depósito 1 Se conserva un depósito de agua de planta circular de época reciente, situado al sur del aljibe 1. El aljibe 1, 2 y el depósito 1 son estructuras de almacenaje de agua para abastecimiento del Palacio y sus jardines. Son estructuras de diversa cronología por lo que se han ido complementando unas a otras a lo largo del tiempo. Cada uno de los tres presenta a su vez distintas técnicas constructivas variando desde la mampostería hasta el cemento.

Figura 29. Depósito 1.

Conducción 2 &RQGXFFLyQVXSHU¿FLDOTXHGLVFXUUHHQGLUHFFLyQQRUHVWH suroeste.

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Depósito 2 Depósito realizado en ladrillo macizo y mampostería, de forma cuadrada al exterior y circular al interior. En su lado oeste presenta unos escalones de acceso realizados en granito. Es posible que se trate de un depósito de carga relacionado con la conducción de agua de época moderna de La Pozuela. En su esquina suroeste se observa un fragmento de tubería de cerámica vidriada.

Figura 30. Vista general del Depósito 2.

Figura 31. Detalle de tubería de cerámica vidriada en Depósito 2.

Depósito 3 Se conserva un depósito de agua de planta circular de époFDUHFLHQWHVLWXDGRHQHOOtPLWHVXURHVWHGHOD¿QFD(VGH igual tipología y cronología que el depósito 1.

Figura 32. Vista general del Depósito 3 con el Cerro de la Pozuela al fondo.

Resultados de la prospección arqueológica

Presa, depósito, arquetas y bancales

Complejo hidráulico compuesto por: Pozo 1: construcción de ladrillo y mampostería con bóveda de ladrillo que aloja en su interior un pozo de sección cuadrangular.

Figura 33. Detalle del interior del Pozo 1.

Embalse

Figura 36. Embalse.

Figura 34. Detalle del arranque de la bóveda del Pozo 1.

Figura 35. Vista exterior del Pozo 1.

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Arquetas 1 a 6 Se trata de 6 arquetas alineadas con una orientación suroeste-noroeste. Su estructura es rectangular y están fabricadas en ladrillo macizo con una abertura en el centro de la bóveda. Al interior presentan pates cuadrados de ladrillo en la pared.

Figura 37. Arqueta 1.

Figura 38. Detalle del interior de la Arqueta 1.

Figura 39. Arqueta 2.

Figura 40. Arqueta 3.

Figura 41. Arqueta 4.

Figura 42. Figura 40. Arqueta 4.

Resultados de la prospección arqueológica

Figura 43. Arqueta 6 y Presa.

Presa Estructura rectangular de unos 4 metros de longitud construida con mampostería.

Figura 44. Presa en primer término y Arqueta 6.

Figura 45. Arroyo con Arquetas.

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Conducción 3 Se trata de una zanja sin ningún tipo de revestimiento para conducción de agua de época moderna-contemporánea que GLVFXUUHGHVGHHORHVWHKDFLDODSDUWHFHQWUDOGHOD¿QFD6H conserva la tapa cuadrangular con hendidura circular en la parte central de un registro de granito. Esta canalización abastecería de agua a una zona abancalada para huertas.

Figura 46. Vista hacia el oeste de la conducción de agua 3.

Figura 47. Tapa de registro.

Resultados de la prospección arqueológica

Conducción 4 &RQGXFFLyQVXSHU¿FLDOFRQVWUXLGDFRQPDPSXHVWRVHQVXV paredes y en la base. El tramo observado tiene un trazado semicircular rodeando una pequeña elevación en el terreno. 7DQWRHOLQLFLRFRPRHO¿QDOGHHVWDFRQGXFFLyQVHSLHUGHQ HQORVOtPLWHVGHOD¿QFD5RGHDODHOHYDFLyQVREUHODTXH ubica el Cigarral 8 por lo que podrían estar relacionados.

Figura 48. Vista de la Conducción 4.

Pozo 2 y alberca Conjunto hidráulico formado por un pozo construido en ladrillo macizo que ha sufrido varias remodelaciones, junto a este se observa una caseta también construida en ladrillo y techumbre de madera en avanzado estado de abandono y deterioro. A dos metros al este se observa una alberca cuadrada o balsa construida en ladrillo. Se encuentran a corta distancia de la casa del Cigarralero, también abandonada, por lo que podrían estar relacionados.

Figura 49. Vista detalle del Pozo 2.

Figura 50. Vista general de la Alberca.

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Arqueta 7 y conducción 5 Posible arqueta realizada con mampuestos, que se encuentra colmatada. Parece estar en conexión con una conducción de ladrillo y piedra que discurre en dirección suroeste-noreste. Discurre al norte del Cigarral 9, por lo que podrían estar relacionados.

Figura 51. Detalle de la Arqueta 7.

Figura 52. Vista de la Conducción 5.

Pila de granito Pila realizada sobre un bloque de granito, de forma cuadrangular y bordes redondeados. Presenta un pequeño agujero de desagüe en el fondo, descentrado hacia uno de los lados, y un rebaje en la parte superior de uno de los laterales. Se encuentra depositada en las cercanías del palomar situado al oeste del palacio del cardenal Quiroga.

Figura 53. Pila de granito.

Resultados de la prospección arqueológica

Estructuras de la Guerra Civil

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Los acontecimientos históricos Toledo en la Guerra Civil. La sublevación militar La proclamación de la República el 14 de abril de 1931 fue DFRJLGD FRQ JUDQ HQWXVLDVPR SRU XQD SDUWH VLJQL¿FDWLYD GH la población y especialmente por los medios intelectuales. El cambio de régimen se había producido sin apenas incidentes de importancia, y el abandono del trono de Alfonso XIII y la SRVWHULRUSDUWLGDKDFLDHOH[LOLRKDEtDQVLGRWRGRORSDFt¿FRV que pudiera desearse. Pronto, sin embargo, al entusiasmo inicial siguió un periodo de incertidumbre que mermaría los apoyos al nuevo régimen, incluso de aquellos prohombres como Ortega y Gasset, Gregorio Marañón o Pérez de Ayala, que habían sido considerados padres espirituales de la República. La entonces considerada “bolchevización” del PSOE tras el apartamiento de Julián Besteiro de la dirección del partido y el hundimiento del Partido Radical –que, a pesar de su nombre, Figura 9. Declaración de guerra, 21 de julio de 1936. Fot. Rodriguez. había moderado mucho su discurso inicial en un sentido de derecha moderada– radicalizaron el ya de por sí enrarecido clima político español, polarizando la escena política entre los movimientos más o menos revolucionarios de izquierda (el PSOE y los anarquistas), los que añoraban restaurar el régimen monárquico de uno u otro signo (Renovación Española de Calvo Sotelo y los carlistas) y los que defendían posturas puramente dictatoriales relacionadas con la fundación de un estado parafascista (Falange Española). En un clima abiertamente guerracivilista se desarrollaron los comicios de febrero de 1936 que llevaron al poder a la coalición de izquierdas denominada Frente Popular. La reanudación del curso parlamentario se inició en un clima marcado por el enfrentamiento que muy poco tiempo después dejó de ser sólo político. En julio de ese mismo año se sucedieron los acontecimientos que culminaron con los asesinatos del teniente de la Guardia de Asalto José del Castillo por parte de un grupo de carlistas y de José Calvo Sotelo por una patrulla perteneciente al cuerpo armado al que pertenecía la primera de las víctimas. Su muerte sería el detonante de la sublevación militar que comenzó el 18 de julio de ese mismo año. Sin embargo, lo que en principio nació como un golpe de estado para acabar con el gobierno del Frente Popular se prolongaría por espacio de tres años como una cruenta guerra civil. En esos mismos días de mediados de julio de 1936, la mayoría de los cadetes que cursaban en la Academia de Infantería toledana VHKDOODEDIXHUDGHODFLXGDGSRUKDEHU¿QDOL]DGRHOSHULRGRGHFODVHV6XGLUHFWRUHOFRURQHO$EHLOKpVHHQFRQWUDEDHQ0DGULG donde poco después sería detenido y fusilado junto con su hermano, también militar, tras negarse a ponerse a las órdenes del gobierno del Frente Popular. De este modo, el coronel Moscardó quedó como único jefe militar en la plaza. Sus primeras órdenes se dirigieron a permitir la concentración en Toledo de la escasa guarnición de la ciudad, así como de los efectivos de la Guardia Civil que estaban repartidos por la provincia, pues, aparte de sede de la Academia militar, Toledo era además cabeza del II Tercio de la Guardia Civil. Esta circunscripción incluía las comandancias de Toledo y Cuenca. La primera de ellas, a la que afectó la orden de Moscardó, se encontraba bajo el mando del teniente coronel Pedro Romero Basart y tenía a sus órdenes cuatro compañías: la 1ª y 4ª, con cabecera en la misma Toledo, la 2ª con sede en Ocaña y la 3ª en Talavera de la Reina. El traslado de los guardias se hizo de forma discreta, tal como disponía la orden del coronel. Siguiendo las órdenes de la comandancia, los guardias y sus familias –que se unieron al convoy para evitar posibles represalias– sortearon aquellas poblaciones que eran consideradas peligrosas. (QWRWDO0RVFDUGySXGRUHXQLUFHUFDGHKRPEUHVHQWUHFDGHWHV\RWURVR¿FLDOHVVXER¿FLDOHV\SHUVRQDOGHWURSDSUHVHQWHV en la plaza (cerca del medio millar), fuerzas de la Guardia Civil (700 hombres aproximadamente) y Asalto (unos 25 hombres), a los que hay que añadir un centenar de voluntarios civiles reclutados entre las fuerzas de derecha y la Falange. En cuanto al armamento, estas tropas disponían de un buen arsenal de fusiles, mosquetones y ametralladoras, siendo sin embargo muy escasas las SLH]DVGHDUWLOOHUtD\VREUHWRGRODPXQLFLyQXQRGHORVSULQFLSDOHVSUREOHPDVFRQORVTXHKDEUtDGHOXFKDU\TXH¿QDOPHQWH pudo solucionar gracias a que pudo hacerse con el control de la Fábrica de Armas.

Resultados de la prospección arqueológica

(QHIHFWRFRQHOHVWDOOLGRGHODJXHUUDFLYLOHOGHMXOLRGHVHSXVRGHPDQL¿HVWRODLPSRUWDQFLDTXHSRVHtDODIDFWRUtD militar. Ya desde el primer momento, cuando aún reinaba la confusión en torno al alzamiento militar en Melilla, se inició una dura pugna entre las autoridades gubernamentales de Madrid y la comandancia militar de Toledo por el control de la fábrica y de las armas y municiones allí almacenadas. Durante el día 19 de julio, el coronel Moscardó trató de contemporizar con las autoridades civiles hasta que se aclarase la situación creada en el protectorado tras la sublevación militar, negándose en cualquier caso a entregar el control de la factoría al gobierno a pesar de las reclamaciones en este sentido hechas primero desde el ministerio de la Guerra y luego a través del diputado socialista José Prats y el teniente coronel de Artillería Juan Hernández Saravia. Estas mismas instrucciones habían sido transmitidas también al jefe de la Fábrica de Armas, coronel Soto, quien se mostró de acuerdo con el envío de la munición a Madrid, lo que dejaba al descubierto las intenciones de Moscardó de unirse a la sublevación. De hecho, pocas horas después, el día 21 de julio, se procedió a la proclamación del estado de guerra en Toledo. Entre tanto, la sublevación en Madrid había sido sofocada después de la toma del Cuartel de la Montaña y la rendición del general Fanjul. Esto permitió al gobierno enviar hacia Toledo una columna bajo el mando del general José Riquelme –general con amplia experiencia en la campaña de África– para obligar a realizar la entrega de las municiones y asegurar el control de la Fábrica de Armas. Mientras, en Toledo, Moscardó había establecido ya un doble dispositivo defensivo centrado en un doble objetivo estratégico: el control de la ciudad y sus accesos. El primer dispositivo, desplegado entre el Hospital de Tavera, el convento de los Carmelitas y la Fábrica de Armas, tenía por objeto controlar las comunicaciones de ésta con Madrid, desde donde se esperaba la llegada de la columna Riquelme. Un segundo destacamento, dispuesto sobre el Ayuntamiento, Banco de España, catedral y accesos de los SXHQWHVGH$OFiQWDUD\6DQ0DUWtQWHQtDFRPR¿QDVHJXUDUHOLQWHULRUGHODFLXGDGGH7ROHGR\ODVFRPXQLFDFLRQHVFRQRWURVSXQWRV de la provincia. En la tarde del día 21 de julio llegaba a la ciudad la columna Riquelme, precedida por un bombardeo aéreo que afectó a la zona alta de la población. El primer ataque fue retenido a la altura del Hospital de Tavera, lo que dio tiempo a un grupo de militares sublevados a las órdenes del comandante Méndez para cargar en camiones la munición de la Fábrica de Armas y su traslado al Alcázar, ante la inoperancia del coronel Soto y los soldados y trabajadores que continuaban leales al gobierno del Frente Popular. Ni siquiera la llegada de una avanzadilla de la columna Riquelme frustró la operación de carga de municiones, aunque sí aseguraría el control gubernamental de las instalaciones del centro. Gracias a esta operación, el comandante Méndez y sus hombres se hicieron con un volumen ingente de municiones –cifrado en torno a los 500.000 u 800.000 cartuchos, según las diversas fuentes– que a la postre IXHGHFLVLYRSDUDORV¿QHVGHORVVXEOHYDGRV A partir de ese momento, debido a la imposibilidad de emprender una defensa de la plaza por la inferioridad numérica y material que había supuesto la llegada de la columna Riquelme, el coronel Moscardó ordenó el repliegue escalonado de todos sus efectivos KDFLDHO$OFi]DU\ODVGHSHQGHQFLDV\HGL¿FLRVDOHGDxRV *RELHUQR0LOLWDUSLFDGHURFRPHGRUFRQYHQWRGH&DSXFKLQRV+RVSLWDO de Santiago, etc.), donde se hicieron fuertes durante los 70 días de asedio, bombardeos aéreos, intentos de incendio y voladura del conjunto. La marcha sobre el Tajo Durante el mes de julio las tropas del ejército de África, bajo las órdenes del general Franco, fueron desplazadas a la península a WUDYpVGHXQFRQYR\PDUtWLPRTXHVHDSURYHFKyGHODLQH¿FDFLDGHODDUPDGDJXEHUQDPHQWDOFX\DR¿FLDOLGDGKDEtDVLGRGLH]PDGD por la marinería. Gracias al paso del Estrecho, la situación de los sublevados en Andalucía, hasta entonces bastante precaria y limitada en la práctica a las capitales de Sevilla, Córdoba y Granada, pudo estabilizarse. Con ella se garantizó el control de Andalucía occidental y se hizo posible el inicio de la marcha hacia la capital de España por Extremadura y el corredor del Tajo. La dirección de las operaciones fue encargada al teniente coronel Juan Yagüe, quien dividió sus tropas en dos columnas: la primera, formada por la IV Bandera del Tercio, II Tabor de Regulares de Tetuán, una compañía de Ingenieros y los correspondientes servicios de Sanidad e Intendencia, así como otras unidades auxiliares, quedaron a las órdenes del teniente coronel Asensio; la segunda, compuesta por la V Bandera de la Legión, el II Tabor de Regulares de Ceuta y otras unidades auxiliares, quedaron a las órdenes del comandante Castejón. Con este ejército, Yagüe procedió a iniciar su avance hacia el norte, ocupando Zafra, Los Santos de Maimona, Mérida y a mediados de agosto, después de una encarnizada defensa, la capital de la provincia, Badajoz. La toma de esta ciudad extremeña supuso un duro golpe para las fuerzas gubernamentales y un éxito decisivo para los sublevados, al conseguir comunicar las zonas norte y sur de la península, con todo lo que ello implicaba a la hora de permitir a los rebeldes el traslado de hombres y municiones de una a otra zona, hasta entonces aisladas.

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La Columna Riquelme, 1.500 hombres, se divide cuando llega al cementerio de Toledo, dirigiéndose una fracción de ella a la Fábrica de Armas y otra al Hospital de Talavera.

FÁBRICA DE ARMAS

El 21 de julio, debido al avance de Riquelme, trasladan la munición hacia el Alcázar pero una gran parte se pierde al caer una bomba sobre un a bomba sobre un camión

Perímetro inicial que mantuvieron los defensores del Alcázar.

Batallones republicanos bombardearon varias veces el Alcázar y sus dependencias.

Hasta ese momento el avance de los sublevados se había producido con inusitada rapidez. Sin embargo, desde entonces, fue necesario avanzar siguiendo el curso del Tajo en el que esperaban las tropas del general Riquelme. Antes de proceder a remontar el citado YDOOH
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