Algunos elementos relevantes en los textos de la Grecia Antigua para el estudio de la opinión pública

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Descripción

A. LUCAS , M. L. VI NUESA , J . A . RUIZ · (eds .)

VII

C O N G R E SO E S PA Ñ O L DE SOCI OLOG IA

Federación Española de Sociología

"Convergencias y Divergencias en la Sociedad Global"

Madrid, AISO, 2002

NUEVAS ORGANI ZACI ONES: TENDENCI AS , EXPERI ENCIAS , CULTURA 1

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Y COMUNICACI ON

CAPÍTULO 16

ALGUNOS ELEMENTOS RELEVANTES EN LOS TEXTOS DE LA GRECIA ANTIGUA PARA EL ESTUDIO DE LA OPINIÓN PÚBLICA. José A. Ruiz San Román Universidad Complutense de Madrid

Introducción

Pretendo mostrar que existen evidencias históricas suficientes que nos permiten afirmar la presencia de instituciones políticas en las que aparece con claridad la existencia e importancia de la opinión pública en la antigua Grecia. Estas evidencias no desmienten necesariamente la hipótesis sostenida mayoritariamente de que el desarrollo teórico de los conceptos relacionados con la opinión pública tiene su origen en investigaciones sociales más o menos recientes. Creo que no es difícil estar de acuerdo en que una cosa es la existencia del fenómeno de la opinión pública y otra su conceptualización teórica. El fenómeno existe desde tiempos remotos. La investigación teórica es reciente. En estas líneas examinamos unos pocos textos antiguos en los que encontramos pruebas de la existencia del fenómeno opinión pública en escritos antiguos clásicos de la cultura occidental. Al tiempo planteamos algunos de los argumentos contrarios a la aceptación acrítica de una mítica democracia clásica griega.

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Participación política mediante asamblea política y opinión publica en los escritos homéricos (S. IX-VIII A.C). En los escritos de Homero hay muchas descripciones detalladas de la toma de decisiones políticas mediante procedimientos participativos; la más extensa y reveladora es la que aparece en el libro II de la Iliada. Como resultado de un sueño, Agamenón ordena que "los heraldos de voz poderosa convoquen al ágora a los melenudos aqueos... pero se celebró antes un consejo de ancianos magnánimos" . El consejo permanece sentado, con excepción del que habla; Agamenón propone un plan para probar a las tropas sugiriendo la retirada de Troya; los otros ancianos deben oponerse a esto en la asamblea. Néstor habla a favor, y los consejeros se encaminan a la asamblea que está controlada por nueve heraldos. Después de que el pueblo hubo tomado asiento, Agamenón cogió su sképtron, bastón simbólico de su mando, y se dirigió a la asamblea hablando de pie. Su propuesta es tan popular que se inicia una carrera masiva hacia las naves y parece que la asamblea se desata en un caos. Pero Odiseo coge el sképtron , como vara de autoridad y con él intercepta la huida, utilizando la persuasión con los nobles y dando órdenes a la tropa. Cuando la asamblea regresa y se vuelve a sentar, hay un hombre recalcitrante entre el pueblo, Tersites, de buena gana descrito como el agitador típico : "el más feo de los hombres que llegaron a Troya, zambo y cojo de un pie, con sus hombros contraídos contra el pecho cóncavo, su cabeza deforme y coronada por un mechón de pelos ralos". Tersites insulta a Agamenón, hasta que Odiseo lo .amenaza y lo golpea con el sképtron; de inmediato la gente comenta que eso es lo mejor que ha hecho Odiseo en su vida. Atenea, vestida de heraldo, exige silencio y Odiseo y Néstor alternativamente persuaden al ejército de que debe permanecer allí y luchar; Agamenón cede en forma evidente y despide a los aqueos para preparar la batalla. A partir de este y de otros relatos queda claro lo esencial de las características de las reuniones de las asambleas griegas que Homero conoce. Los asuntos eran discutidos, normalmente, en el consejo de ancianos ·en primer lugar y después presentados a la asamblea del pueblo : en ambas ocasiones la presentación del tema era seguida de un debate en el que era posible el desacuerdo . Aunque se suponía que sólo los ancianos hablaban. El papel de la asamblea era tanto oír la decisión del consejo, como ratificarla.

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Por otra parte, la asamblea debía ser reunida para adoptar decisiones importantes, y la validez y el poder de la opinión pública, por tanto, no eran desconocidos. El démos es el que otorga géras a los nobles (Odisea VII, 150 "las prerrogativas que les ha concedido el pueblo"); en el relato en el que Odiseo se presenta como de origen cretense, el démos es quien lo obliga a navegar hacia Troya (Odisea XIV, 239 "No había modo de negarse, nos lo impedían las duras habladurías del pueblo"); y aun cuando Telémaco esperaba en vano convocar al pueblo de Ítaca en contra de sus pares aristócratas, los pretendientes, al menos logran forzarlo a justificar su posición en una asamblea pública (Odisea, II Aparece en este capítulo la descripción de una asamblea pública). Había un lugar específico destinado a la asamblea, incluso en el campamento aqueo ante Troya, "donde se hacían las asambleas y se administraba la justicia (thémis) y donde se erigían los altares de los dioses" (!liada XI, 807); los rituales y procedimientos esenciales para la celebración ordenada de las reuniones masivas estaban bien establecidos, y muestran unas similitudes notables con los rituales complejísimos que se celebraban en la únicas asambleas poseriores cuyos funcionamientos son conocidos en detalle: las de la Atenas democrática. La continuidad y el desarrollo están presentes en el crecimiento de la maquinaria de gobierno desde las primitivas asambleas de guerreros de los poemas homéricos hasta la ciudad-estado clásica. En la descripción de los Cíclopes se dice (edición y traducción de José Luis CALVO 1992 5ª edición) "...llegamos a la tierra de los Cíclopes, los soberbios, los sin ley; los que obedientes a los inmortales, no plantan con sus manos frutos, ni labran la tierra, sino que todo les nace sin sembrar y sin arar: trigo y cebada y viñas que producen vino de gordos racimos; la lluvia de Zeus se los hace crecer, no tienen ni ágoras donde se emiten consejo ni leyes; habitan las cumbres de eleva4as montañas en profundas cuevas y cada uno es legislador de sus hijos y esposas, y no se preocupan unos de otros" (Odisea IX, 107-115) MURRAY (1980 p.63) traduce "no tienen asambleas deliberativas ni leyes sino que moran en los montes elevados, en cavernas hondas, y cada una aplica sus criterios a sus hijos y mujeres y no hace caso de los demás"

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Queda suficientemente claro, a la luz de los textos citados, que la presencia de asambleas participativas y la incidencia de la opinión pública en las decisiones colectivas no era algo desconocido para los griegos tiempo antes de la aparición de la democracia clásica ateniense.

Participación política mediante asamblea política y opinión publica en las fuentes históricas de la Grecia clásica.

HANSEN (1991) aborda principalmente las instituciones atenienses del siglo IV a.C. (desde la segunda restauración de la democracia en el 403-402 a.C. hasta su colapso definitivo en el 322 a.C). En realidad, indica que las fuentes para ese periodo son mucho más abundantes y detalladas que para el siglo V, y resalta que no sabemos realmente mucho sobre como funcionaba la democracia ateniense en la era de Pericles. Las historias institucionales que se centran en el siglo V (apoyándose en que fue entonces cuando Atenas alcanzó su apogeo en cuanto a poderío y brillantez artística), así como las que tratan del periodo desde la reforma de Efialtes (462 a.C.) hasta la desaparición definitiva de la democracia (322 a.C.) como una entidad única están, por tanto, obligados, a extrapolar los datos que en realidad están relacionados con el siglo IV. Por su elección de ese periodo, Hansen evita esa extrapolación, que considera injustificada (pp.19-23) . Eso no le impide, no obstante, referirse ciertas características de las instituciones del siglo V. El reconocido investigador en teoría de la democracia,, Robert DARL (1993:30) escoge dos citas del discurso fúnebre de Pericles que merecen ser reproducidas íntegramente en la medida que reflejan muy a las claras el sentido que se da en la teoría griega clásica a la participación política: "Por otra parte, nos preocupamos a la vez de los asuntos privados y de los públicos, y gentes de diferentes oficios conocen suficientemente la cosa pública ; pues somos los únicos que consideramos no hombre pacifico sino inútil, al que nada participa en ella. Y además, o nos formamos un juicio propio o al menos estudiamos con exactitud los negocios públicos, no considerando las palabras daño para la acción sino mayor daño el no

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enterarse previamente mediante la palabra antes de poner en obra lo que es preciso" (Pericles, n.40). "Tenemos un régimen de gobierno que no envidia las leyes de otras ciudades, sino que más somos ejemplo que imitadores de los demás. Su nombre es democracia por no depender el gobierno de pocos, sino de un número mayor; de acuerdo con nuestras leyes, cada cual está en situación de igualdad de derechos en las disensiones privadas, mientras que según el renombre que cada uno, a juicio de la estimación pública, tiene en algún respecto, honrado en la cosa pública; y no tanto por la clase social a que pertenece con por su mérito , ni tampoco, en el caso de pobreza, si uno puede hacer cualquier beneficio a la cuidad se le impide por la oscuridad de su fama. ( ...) Y al tiempo que no nos estorbamos en las relaciones privadas, no infringimos la ley en los asuntos públicos, más que nada por un temor respetuoso, ya que obedecemos a los que en cada ocasión desempeñan las magistraturas y a las leyes de entre ellas, sobre todo a las que están legisladas en beneficio de los que sufren la injusticia, y a las que por su calidad de leyes no escritas, traen una vergü.enza manifiesta al que las incumple." (Pericles, n.37)

"Es razonable llegar a la conclusión, como muchos lo han hecho, de que en Atenas

(y muy probablemente

también

en otras numerosas

ciudades-Estados

democráticas) el sistema de gobierno y la vida política eran muy superiores, al menos si se los contempla desde la perspectiva democrática, que los innumerábles regímenes no democráticos en que la mayor parte de los pueblos han vivido a lo largo de la historia registrada (...) Pero no debemos permitir que esos impresionantes logros nos cieguen respecto de sus limitaciones. Sin mucha duda, había entonces la brecha habitual entre la vida política real o ideal que, invariablemente, las flaquezas humanas provocan. ¿Y cómo era esa realidad? La respuesta ¡hay!, es que en gran medida lo ignoramos y probablemente nunca lo sepamos. Apenas hay retazos de datos" (DAHL 1993:31)

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En las misma línea cita DAHL a FINLEY que sostiene que "los griegos y los romanos inventaron la política, y, como todo el mundo sabe, también inventaron la historia política -o más bien la historia a secas, como historia de la guerra y de la política­ ; pero lo que todo el mundo sabe es impreciso: los historiadores de la antigüedad escribieron la historia de las medidas políticas, que no es lo mismo que la política; escribieron fundamentalmente sobre política exterior, ocupándose de )a mecánica de adopción de las políticas (si se exceptúan los discursos en el Senado o la Asamblea) sólo en los momentos de conflicto agudo que desembocaban en una guerra civil". (FINLEY, 1983:54) Por DAHL (1993:31) no duda en sostener que "si bien la participación ciudadana en la administración pública era (al menos en Atenas) excepcionalmente intensa, sea cual fuere el patrón de medida, es imposible determinar el nivel general del interés político de los ciudadanos o el grado en que variaba dicha participación entre los diferentes estados de la población. Hay motivos para suponer que sólo una minoría bastante reducida asistía a las reuniones de la Asamblea. En qué medida era representativa del demos en su totalidad, es imposible saberlo". DAHL (1993:413) aporta citas de FINLEY (1983 p.240 Y p.408) y de IONES A.H.M. (1969: 109) que prueban la escasez de datos. Aunque DAHL (1993:31-32), además, dice que lo que le parece importante "no son meramente las flaquezas humanas expuestas en la vida política, sino más bien sus limitaciones inherentes" que resume en tres puntos: - "En la práctica el demos de "los muchos" excluía... a muchos" ya que "a una gran parte de la población adulta se le negaba la ciudadanía plena, o sea, el derecho a participar en la vida política ya sea asistiendo a las reuniones de la asamblea soberana o actuando en la función pública (...) lo cierto era que no sólo las mujeres eran excluidas (como continuaron siéndolo, desde luego, en todas las democracias hasta el siglo XX) sino también los "metecos" (extranjeros residentes en Grecia desde largo tiempo atrás) y los esclavos". - "La democracia no existía entre los griegos: existía (y a juicio de los propios griegos, sólo podía existir) entre los miembros de una misma polis. Esta convicción era tan

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profunda que fatalmente debilitó todas las tentativas de umr a vanas ciudades en entidades mayores". - "No reconocían la existencia de una pretensión universal de igualdad y libertad". - Como consecuencia "la democracia griega quedó intrinsecamente reducida a sistemas políticos pequeños". (DAHL 1993:32) Eso sí, con las ventajas que la pequeña escala supone para la participación real. No comparten todos los autores este planteamiento. Así MANIN (1998:24) sostiene que "la Atenas del siglo IV tenía unos 30.000 ciudadanos que habían alcanzado la mayoría de edad (o sea, que habían cumplido los veinte). Es probable que en el siglo V la cifra fuese de 60.000 (véase HANSEN, The Athenian Democracy, p. 55, 93, 232, 313). Por supuesto en la cifra no se incluían mujeres, niños, metecos (extranjeros con ciertos ¡;

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privilegios civiles) ni esclavos. En la actualidad se da una tendencia a exagerar la

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pequeñez de Atenas. Por supuesto que la ciudad no era grande, comparada con los estados

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modernos, pero tampoco era un pueblo". Pero el mismo autor añade otro elemento que limita nuestra capacidad de hacer extrapolaciones aventuradas. Además los sistemas para determinar los miembros que formaban las distintas instituciones representativas en algunas ocasiones contrastan con

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nuestra visión de un procedimiento participativo. Por ejemplo, en determinadas ocasiones se utilizaba como forma ordinaria para determinar un cargo el sorteo. "Los atenienses, a quienes en general no se les consideraba ingenuos en cuestiones políticas, debían de ser conscientes de que el sorteo designaba a gente indiscriminadamente, y, aún así, continuaron empleando el sistema durante otros doscientos años (...) Además . de creer a Jenofonte, el propio Sócrates ridiculizaba el nombramiento de magistrados por sorteo basándose en que nadie elige por ese método a los pilotos de barco, los arquitectos o los flautistas (Jenofonte, Memorabilia, I, 2, 9.)" (MANIN, 1998:21) Un importante sector de historiadores no dudan en ser muy críticos con planteamientos que traten de idealizar la democracia griega clásica. "El gran historiador alemán Jacob Burckhardt ya dijo en su día que ninguna persona pacífica y prudente habría deseado vivir en dicho periodo [en el de Pericles], expresando así la necesidad de un aséptico distanciamiento histórico" GOMEZ ESPELOSIN , F.J. (1998:8)

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La extensión del uso de asambleas participativas para la toma de decisiones coleétivas no se reduce a Atenas. En Esparta, por ejemplo, ciudad-estado rival y contraste por excelencia, aparecen como instituciones básicas la Gerousía o consejo de ancianos y la "asamblea popular o Apella que a pesar de tener uria reducida capacidad ejecutiva, poseía la decisión final en cuestiones importantes " GOMEZ ESPELOSIN, F.J. (1998: 81). La existencia de asambleas participativas con teórica referencia a las opiniones del pueblo en sociedades tan dispares como Atenas y Esparta, prueba la extensión de la idea de la bondad de la participación para el buen gobierno, pero poco nos dice sobre si de hecho esa participación fue o no real.

Bibliografia

DAHL, Robert A. 1993 2ª edición (v.o. 1989): La democracia y sus críticos. Barcelona: Paidos. FINLEY M.I. (1983): Politics in the Ancient World. Cambridge: Cambridge University Press. GOMEZ ESPELOSIN, F.J. (1998): Introducción a la Grecia clásica . Madrid, Alianza. HANSEN, M.H. (1991): The Athenian Democracy in The Age of Demosthenes, Oxford, Basil Blackwell. Se trata de una versión condensada y traducida al inglés de la obra de Hansen mucho más voluminosa publicada originariamente en danés (Det AthensKe DemoKrati i 4 arh.f Kr. 6 vals. Copenhagen, 1977-81)

JONES A.H.M. ( 1969); Athenian Democracy. Oxford: Basil Blackwell. MANIN, Bemard. (1998): Los principios del gobierno representativo.Madrid. Alianza. MURRAY, Oswyn, 1980. (2º edición española 1983) "Grecia Arcaica" dentro de la colección En Historia del mundo antiguo Taurus. Ediciones Tauros. Madrid.

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