Albizuri & Nadal 1993. Análisis faunístico del yacimiento de Punta Farisa (Fraga, Huesca).Estudios de la Antiguedad 6/7:31-37.

September 30, 2017 | Autor: Silvia Albizuri | Categoría: Zooarchaeology, Early Bronze Age (Archaeology), Protohistoric Iberian Peninsula
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Descripción

ANALISIS FAUNISTICO DEL YACIMIENTO DE PUNTA FARISA (FRAGA, HUESCA) Silvia Albizuri1 Jordi Nadal 2 1. Introducción: El yacimiento de Punta Farisa del s. XV BC ha proporcionado un total de 1284 restos óseos. Gran parte del material muestra características de un conjunto de deshechos de alimentación (41,58% quemados/82,31% fracturados/0,54% cut-marks), aunque también existen evidencias de intrusión del taxón Oryctolagus cuniculus. En general los datos aportados por el grupo de la tanatomasa (asociación muerta) nos conducen al planteamiento de hipótesis sobre el comportamiento económico de los pobladores del yacimiento, pero las características específicas de la estructura de habitación obligan a otros planteamientos de tipo funcional. La aparición de numerosos coprolitos calcinados de ovicaprínos en el interior de la pequeña habitación (estrato IV), hicieron pensar en el hecho de hallarnos ante una estructura dedicada al resguardo del rebaño. De todas formas, el computo de restos óseos y la corta duración cronológica del yacimiento plantean otra posibilidad que explicaría la doble funcionalidad de la estructura: la de hábitat de un grupo reducido y aprisco para el rebaño.

2. Análisis de los restos óseos: El total de restos analizados3 quedan agrupados en dos grandes conjuntos: -restos determinados (anatómica y taxonómicamente): 399 (31,07%) -restos indeterminados4 (determinados anatómicamente): 885 (68,92%) La muestra faunística no es demasiado numerosa, pero adquiere importancia si tenemos en cuenta que trabajamos con el total del material osteológico recuperado. Como podemos observar en el cuadro 1, el número de restos (NR) por estratos refleja la intensidad de ocupación del yacimiento: NR

%

determinados

%

indeterminados

%

estrato I

385

29,98

132

33,08 253

28,58

estrato II

63

4,9

16

4,01

47

5,31

estrato III

29

2,25

16

4,01

13

1,46

estrato IV

807

62,85

235

58,89 572

64,63

Cuadro 1 1 Miembro del S.E.R.P. Departamento de Prehistoria, Hº Antigua y Arqueología. Universidad de Barcelona. 2 Miembro del S.E.R.P. Departamento de Prehistoria, Hº Antigua y Arqueología. Universidad de Barcelona. Becario de FI. Generalitat de Catalunya. Departamento de Prehistoria, Hº Antigua y Arqueología. Universidad de Barcelona. 3 En el análisis de los restos óseos se han utilizado diferentes atlas de anatomía comparada y colecciones de referencia. 4 Son denominados así los restos muy alterados o fracturados que no permiten la identificación de especie sino tan sólo la de zona anatómica.

Los dos momentos de ocupación representan el 62,85% (estrato IV o primera fase de ocupación), y el 29,98% (estrato I o segunda fase). Los períodos caracterizados por el derrumbe de la visera y sedimentación natural (estrato III y II) no superan el 8% del conjunto global de la tanatomasa, y como veremos más adelante, parte de este porcentaje corresponde a huesos de Oryctolagus cuniculus clasificados como intrusivos. Las especies determinadas pueden relacionarse con dos tipos de actividad económica: ganadería y caza. especies domésticas: Ovicaprinos indeterminados ........ 136 (34,08%) Ovis aries (oveja) ........ 9 (2,25%) Capra hircus (cabra) ....... 4 (1%) TOTAL ovicaprinos ........ 149 (37,34%) Bos taurus (vaca/toro/buey) ........ 21 (5,26%) Sus domesticus (cerdo) ........ 6 (1,50%) Canis familiaris (perro) ........ 1 (0,25%)

especies salvajes: Cervus elaphus (ciervo común) ........ 2 (0,50%) Alectoris rufa (perdiz común) ........ 2 (0,50%) Oryctolagus cuniculus (conejo) ........ 215 (53,88%) Aves indeterminadas ........ 3 (0,75%) Los porcentajes que arrojan los diferentes taxones han sido realizados sobre el total de determinados. El grupo más numeroso es el de los conejos, aunque cuando contrastemos estos datos con el cálculo de número mínimo de individuos (NMI)5 y con la edad6 de los restos, observaremos como los ovicaprinos son más importantes en relación a alimentación y a la ganadería. El predominio de ovicaprinos en el conjunto de domésticos es un hecho bastante expandido en diferentes épocas y zonas peninsulares. Por poner un ejemplo geográficamente próximo, citaremos el yacimiento del Bronce Final Carretelá (Aitona, Lérida)7, donde las especies estudiadas son básicamente las mismas y sus frecuencias de representación muy similares. En Carretelá el taxón más numeroso es el de los conejos (63,20%) pero también hemos de contar con el problema de la intrusión de esta especie, seguido de los 5 Realizado a través de la contrastación de diferentes factores: Nº de zonas anatómicas repetidas, discriminación parasagital, y edad. 6 En el cálculo de la edad de los restos hemos utilizado las tablas propuestas en SILVER, I. A. (1980) La determinación de la edad de los animales domésticos. en Ciencia en Arqueología. Ed. F.C.E. Madrid. pp. 289-309. Estas tablas se basan en la edad de fusión epifisal y erupción dental, pero hasta ahora son inexistentes para el taxón Oryctolagus cuniculus. Por esta razón en los conejos tan sólo diferenciamos entre individuos infantiles o no fusionados, e individuos adultos o totalmente fusionados. 7 ALBIZURI, S. COLOMER, S. (1985) Análisis de los restos faunísticos del yacimiento de Carretelá (Aitona, Lérida). Inédito.

ovicaprinos (26,17%), bovino (6,36%), cerdo (1,17%), ciervo (1,88%) y ave indeterminada (1,17%). La actividad cinegética debió estar centrada en la captura de Oryctolagus cuniculus, aunque la cantidad elevada de estos animales que hoy en día pueblan la zona, incrementa sin duda su número. Este hecho lo hemos podido comprobar mediante la aparición de restos enteros de individuos infantiles (no fusionados), incluso de esqueletos completos, que pudieron haber muerto por causas naturales en el interior de las madrigueras, muy frecuentes en el terreno. Por otro lado hemos documentado la presencia de individuos adultos o fusionados que presentan signos evidentes de manipulación antrópica como son señales de fuego y fracturación intencionada. A éstos hacemos referencia cuando hablamos de actividad cinegética. Por ello no se han contabilizado los huesos enteros pertenecientes a individuos infantiles en el momento de establecer el cómputo de NMI. Si eliminamos pues, los restos infantiles del total de NR, los datos variaran considerablemente: el total de Oryctolagus cuniculus es de 215 restos pero tan sólo un 35,58% (142 restos) pertenece a individuos adultos. Hasta ahora nos hemos estado refiriendo a observaciones generales, aunque la lectura de los siguientes cuadros y gráficos permiten ser más específicos. ESTRATO IV

ESTRATO III

ESTRATO II

ESTRATO I

NR

NMI

NR

NMI

NR

NMI

NR

NMI

ovicaprinos

81

7

5

1

3

2

60

5

Bos taurus

12

1

5

1

Sus domesticus

6

1

cánido sp.

1

Oryctolagus cuniculus

129

66

2

Alectoris rufa

2

1

Cervus elaphus

2

1

ave indeterminada

2

-

1

-

1 7

7

1

13

1

Cuadro 2 En los datos proporcionados por el cuadro 2 se observa una desproporción de restos ligada a los dos momentos de ocupación (estrato IV y I), pero pensamos que puede ser debido a la superficialidad del estrato I que incidirá negativamente en la conservación de los huesos. Una segunda causa podría haber sido una ocupación menos prolongada del yacimiento en esta fase, hecho que en parte quedaría demostrado en la disminución de restos de bovino, ovicaprino y conejo durante el estrato I. En general el grupo de ovicaprínos es el más importante del rebaño doméstico, siendo su grado de representación bastante similar entre los dos estratos. El NR de bovino parece ser superior al de los suidos, aunque el NMI indica que ambas especies debieron tener un papel similar y secundario respecto al ovino y caprino en la economía doméstica. El único animal que no puede ser incluido en el grupo de domésticos consumidos es el perro, ya que el resto aparecido no permite llegar a otras conclusiones. De todas formas su presencia podría estar relacionada con las

tooth-marks observadas en un resto óseo. De igual forma no pueden establecerse hipótesis sobre la presencia de aves indeterminadas que podrían responder a intrusión así como a una actividad cinegética. No ocurre lo mismo en el caso de Alectoris rufa donde las señales de fuego y fracturación hacen pensar en la captura del animal o manipulación antrópica. La explotación de especies salvajes debió ser en ambos momentos mucho menos importante que la ganadería, sobre todo si nos fijamos en el NMI arrojado por los conejos adultos y en el aporte cárnico que supone. En los gráficos que presentamos a continuación puede observarse como los porcentajes de NMI frente a los de NR de restos determinados permiten lectura más objetiva del conjunto de la tanatomasa.

ciervo perdiz conejo

%NR

cánido sp. %NMI

cerdo Bovino ovicaprino 0

10

20

30

40

50

60

Gráfico A (estrato IV)

conejo

%NR Bovino %NMI

ovicaprino

0

10

20

30

Gráfico B (estrato I)

40

50

En ambos gráficos se observa la necesidad de comparar el NR y NMI debido a que generalmente las especies más representadas son las que menor cantidad de individuos proporcionan, mientras que las menos representadas pueden aparecer sobrevaloradas. El factor más destacable es la desproporción ya comentada entre el NR y NMI de Oryctolagus cuniculus, hecho que en parte se produce al no tener en cuenta los considerados intrusivos en el momento de efectuar el NMI. 3. Aprovechamiento de los animales: Ya comentábamos en el inicio del trabajo que existen señales inequívocas del aprovechamiento de los animales para la alimentación. En realidad los restos óseos animales nos permiten aproximar con más certeza el número de animales consumidos o muertos, que la cantidad de cabezas que componían el rebaño vivo o la caza. En este caso pensamos que el NMI arrojado por los dos momentos de ocupación (21 individuos estrato IV/12 individuos estrato I), refleja un consumo relativamente importante; indicativo de la presencia de un grupo reducido que compartió su lugar de hábitat con los animales. El alto grado de fracturación es en parte muestra de una actividad antrópica con el fin de aprovechar al máximo la biomasa, médula ósea, masa cerebral, piel e incluso el hueso para la realización de industria (dibujo 1). Un ejemplo de ello también viene dado por la aparición de cut-marks (dibujo 2), o marcas producidas por instrumental cortante, como consecuencia de la desarticulación de partes óseas y la descarnación. Tan sólo existe un caso en el que la aparición de tooth-marks (dibujo 3) demuestra la intervención de otros agentes, muy probablemente carnívoros, en la destrucción de la tanatomasa. Por otro lado, las partes óseas asociadas a los diferentes taxones y al grupo de indeterminados indican un aprovechamiento máximo del esqueleto. Para poder expresar gráficamente esta representación, hemos agrupado en tres conjuntos las zonas esqueléticas: a)- zonas que proporcionan mayor aporte cárnico (pelvis, vértebras, húmero, fémur, escápula) b)- zonas de aporte cárnico medio (cabeza, costillas, cúbito, radio, tibia, peroné, patella) c)- zonas de aporte cárnico mínimo (metacarpo, metatarso, falanges, carpo, tarso)

Sus domesticus

Oryctolagus c. 44,34%

18,32% 33,33%

33,33%

3 7,3 4 % 33,33%

A B Bos taurus

ovicaprinos

C

19,92% 28,56%

20,91%

3 3,3 7 %

59,17% 38,08%

En general las partes esqueléticas están representadas de forma similar exceptuando las del grupo c en los ovicaprinos y conejos. Este hecho podría deberse a que en el momento de despellejar el animal, el conjunto formado por manos y pies debió quedar unido a la piel sin intervenir de la misma forma que otras zonas en el proceso de aprovechamiento para la alimentación. La aparición de restos de cabeza tronco y extremidades en la cabaña, indica un descuartizamiento y utilización del todo el esqueleto en el mismo lugar, sin poder distinguir áreas diferenciadas de trabajo. Dentro de este apartado hemos incluido el estudio de las edades ya que éstas permiten definir patrones de sacrificio y aprovechamiento de los animales. o vi ca pri n os 5 9,6 0 %

6 0,0 0 % 5 0,0 0 % 4 0,0 0 % 3 0,0 0 % 2 0,0 0 %

1 9,2 0 % 1 2,2 0 %

8 ,70 %

1 0,0 0 % 0 ,00 % -1 2m

+12 -2 4m

+24 m

+36 m

El porcentaje más elevado de sacrificio de ovicaprinos se produce entre los 12 y 24 meses, edad en la que estos animales alcanzan su peso óptimo; momento en el cual podían haber aportado una cría al rebaño así como leche y lana8 . Hemos de suponer que los animales que superaron esta edad cumplieron funciones similares, aunque destinados principalmente a la explotación de los productos ya citados. Por último debemos destacar que los agrupados en el grupo de menos de 12 meses debieron ser sacrificados exclusivamente para la obtención de carne. b ovi n os 5 0,0 0 % 4 5,0 0 % 4 0,0 0 % 3 5,0 0 % 3 0,0 0 % 2 5,0 0 % 2 0,0 0 % 1 5,0 0 % 1 0,0 0 % 5 ,00 % 0 ,00 %

4 6,1 0 %

4 6,1 0 %

7 ,60 %

+12 m

+30 m

-4 8m

En el grupo de los bovinos las edades siempre son superiores a los 12 meses, pudiendo en algunos casos no superar los cuatro años. Estas características nos conducen a pensar que los animales estuvieron orientados hacia la explotación de productos secundarios, sacrificándose en un momento óptimo para la obtención del mayor volumen cárnico. De todos modos cabe destacar el hecho de que desconocemos si el grupo que superó los 12 y 30 meses fue sacrificado antes de llegar a los cuatro años, o bien si sobrepasó esta edad. En el primer caso deberíamos entender que este grupo era fundamentalmente criado para la obtención de carne, mientras que en el segundo el papel principal sería el aprovechamiento de la leche y su fuerza de trabajo. Dentro de los cerdos domésticos sólo podemos citar la presencia de un individuo menos de dos años. También hemos aproximado la edad de muerte del ciervo aparecido en el estrato IV como adulto. En general hay de tener presente que la información proporcionada por las edades será más exacta cuantos más restos puedan ser analizados en este sentido, y por tanto las hipótesis presentadas deben considerarse orientativas.

8 HOMEDES, J. (1981) Ganado lanar y cabrío. Ganado de cerda. Ed Sintes. Barcelona

4. Estudio osteométrico de las especies: Los escasos datos obtenidos de la medición 9 de los restos óseos no permiten establecer conclusiones, aunque de la comparación con el yacimiento de Carretelá puede adelantarse que las especies de Punta Farisa están dentro de los tamaños habituales en la Edad del Bronce de esta área.

OSTEOMETRIA OVIS ARIES N°

MEDIA

INT. VARIACION

FALANGE 1° ANCHO PROXIMAL ANCHO DISTAL

1 1

10,0 9,0

FALANGE 2° LONGITUD MAXIMA PERIFERICA ANCHO PROXIMAL ANCHO MIN. DIAFISIS ANCHO DISTAL

1 1 1 1

18,0 16,0 10,0 11,0

ANCHO DISTAL

1

24,0

METACARPO ANCHO DISTAL

1

22,5

TIBIA

9 La toma de medidas se ha realizado mediante la utilización: - DRIECH, A. (1976) A guide to the measurement of animal bones from archaeological sites. Peabody Museum. Bulletin Nº1. Harvard University. - DE MIGUEL, F. y MORALES, A. (1981) Catálogo para la unificación de las medidas del esqueleto postcraneal de mamíferos en España. Primeras Jornadas de Metodología en la Investigación Prehistóricas. Soria. pp.299-305.

OSTEOMETRIA CAPRA HIRCUS N° FALANGE 1° LONGITUD MAXIMA ANCHO PROXIMAL ANCHO MIN. DIAFISIS ANCHO DISTAL

MEDIA

1 1 1 1

INT. VARIACION 31,0 16,0 10,0 11,0

OSTEOMETRIA ORYCTOLAGUS CUNICULUS N°

MEDIA

INT.VARIACION

HUMERO LONGITUD MAXIMA ANCHO PROXIMAL ANCHO MINIMO DIAFISIS ANCHO DISTAL

1 1 3 5

4,3 4,0-5,0 8,3 8,0-9,0

PELVIS LONGITUD ACETABULAR EN BORDE

6

7,2 6,5-8,0

FEMUR LONGITUD MAXIMA ANCHO PROXIMAL ANCHO MINIMO DIAFISIS ANCHO DISTAL

1 1 1 3

15,0 13,0-17,0

ESCAPULA LONGITUD MINIMA DEL CUELLO

3

5,5 5,0-6,0

TIBIA ANCHO PROXIMAL ANCHO MINIMO DIAFISIS ANCHO DISTAL

3 3 5

14,3 14,0-15,0 5,3 4,0-6,0 10,0 9,0-11,0

CALCANEO LONGITUD MAXIMA ANCHO MAXIMO

5 6

22,2 21,0-23,0 8,3 8,0-9,0

61,0 8,0

79,0 15,0 6,0

OSTEOMETRIA BOS TAURUS N° FALANGE 1° LONGITUD MAXIMA PERIFERICA ANCHO PROXIMAL ANCHO MIN. DIAFISIS ANCHO DISTAL

2 2 1 2

FALANGE 2° LONGITUD MAXIMA PERIFERICA ANCHO PROXIMAL ANCHO MIN. DIAFISIS ANCHO DISTAL

1 1 1 1

MEDIA

INT. VARIACION

51,5 50,0-53,0 25,0 23,0-27,0 23,0 24,0 23,0-25,0

34,0 31,0 26,0 25,5

OSTEOMETRIA SUS DOMESTICUS N° ULNA GROSOR SOBRE PROCESO ANACONEO ANCHO ARTICULAR LONGITUD OLECRANEON

MEDIA

INT. VARIACION

1

21,5

1 1

16,0 15,5

OSTEOMETRIA CERVUS ELAPHUS N° FALANGE 1° LONGITUD MAXIMA PERIFERICA ANCHO PROXIMAL ANCHO MINIMO DIAFISIS ANCHO DISTAL

1 1 1 1

MEDIA

INT. VARIACION 49,0 19,0 15,0 17,5

5. Estudio de los restos quemados La aparición de restos óseos quemados es frecuente en yacimientos arqueológicos y normalmente son considerados el producto de diferentes formas de cocina o preparación del alimento. Pero el alto porcentaje de quemados arrojado por Punta Farisa (41,58%) no puede considerarse dentro de las frecuencias habituales. A modo de ejemplo útil para contrastar este hecho, citamos dos yacimientos que por cronología y situación geográfica son cercanos al estudiado: en Carretelá (Aitona, Lérida) los restos quemados suponen un 10,01% del total, y en Carsac (Languedoc, Francia)10 un 5%. La particularidad de Punta Farisa motivó este apartado en el que realizamos un estudio más extenso de lo habitual con tal de poder establecer algunas hipótesis sobre las causas del fenómeno. Para ello partimos de una experiencia previa sobre las alteraciones del tejido óseo frente a focos de calor11, separando los restos por estratos y coloración. NR quemados estrato IV estrato III estrato II estrato I TOTAL

364 7 19 144 534

% QD % Negros % Grises % blancos 46,7 23 26 4,1 42,85 42,8 14,2 68,4 10,5 21 70,8 10,4 7,6 11,1 53,9 19,4 20,5 5,9

Cuadro 3

10 GUILAINE,J. et alii (1986) Carsac. Une agglomération protohistorique en Languedoc. Centre d' Anthropologie des sociétés Rurales. Toulouse. 11 ALBIZURI,S. COLOMER,S. BUISAN,C. Experimentación sobre la exposición del tejido óseo a focos de calor. En Estudios de la Antigüedad Nº6. Ed. Bellaterra. Barcelona.

En el grupo denominado QD han sido agrupados los restos que presentaban su superficie quemada de forma desigual; alteración típica del tejido óseo cuando es expuesto al fuego y conserva masa cárnica. El conjunto de grises engloba diferentes tonos del color12 con la finalidad de hacer más fácil la lectura del gráfico. La abundancia de huesos que presentan coloración totalmente negra, gris y blanca no puede interpretarse de la misma forma que los QD o relacionados con prácticas de cocina, ya que implican una exposición prolongada que provoca la perdida total o parcial de materia orgánica. Por este motivo creemos que es más lógico relacionarlos con un abandono a posteriori en las brasas del hogar, o bien con un pequeño incendio que explicaría la inexistencia de una estructura de hogar, así como la dispersión de pequeñas capas cenicientas y material quemado en el interior de la cabaña. 6. Conclusiones: A lo largo del trabajo queda patente la importancia del rebaño doméstico frente a los animales cazados, y dentro del primer grupo, el predominio de los ovicaprinos. Las evidencias faunísticas, juntamente con la información aportada por otros análisis (paleobotánicos y de material), obligan a pensar que la cabaña de Punta Farisa estuvo habitada por un pequeño grupo, tal vez familia, de pastoresagricultores dedicados básicamente a la ganadería de ovicaprinos y al cultivo de diferentes especies vegetales. La explotación del medio debió ser también importante en la economía doméstica. Así lo demuestran los restos de conejo y de otras especies salvajes como el ciervo y la perdiz. El cerdo y ganado bovino supusieron un aporte complementario en la dieta y , en el caso de los segundos, una fuente de fuerza de trabajo útil en las labores del campo. En líneas generales, pensamos que los pobladores de Punta Farisa habían desarrollado una economía mixta que permitiese la supervivencia del grupo. Aproximar el número de cabezas que componían el rebaño vivo de ovicaprinos es dificil, auque si tenemos en cuenta las dimensiones de la cabaña y la aparición de coprolitos en su interior, no parece que pudiese ser demasiado numeroso. El porcentaje de edades de sacrificio más elevado establecido para los ovicaprinos (entre 12 y 24 meses), hace suponer que el rebaño real debió estar compuesto principalmente por individuos adultos y sus crías que asegurarían la reproducción y el abastecimiento de lana y leche.

12 Según la guía de color Pantone engloba: 1MC/2MC/430MC/431MC/443MC

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