Aforismos sobre el Paseo Lineal Puerta de Tierra

NO SON LOS COCOS, ES LA PALVA™ Aforismos sobre el Paseo Lineal Puerta de Tierra Javier A. Román-Nieves Law never made men a whit more just; and, by means of their respect for it, even the well-disposed are daily made the agents of injustice. Henry David Thoreau Desobediencia Civil Primo Levi lo decía admirablemente: «esto no significa que los verdugos y las víctimas sean los mismos. No conseguirán que creamos eso». Gilles Deleuze El Abecedario de [...] I . Entorno, comunidad y destrucción

1 Entre el ruido de la televisión y la luz eterna de nuestros tablets y celulares, todas y todos, desde el más pobre hasta el más rico, tenemos vistas, momentos o lugares con los que nos relacionamos camino desde y hacia nuestros hogares. 2 La vista a un campo, un monte cercano que nunca pisamos, un edificio nuevo o una vieja estructura que nos llama la atención sin saber porqué, un cafetín, la sombra de un árbol, el sonido de sus ramas frente a un mural, o un paisaje cualquiera visto desde la ventana del carro, la sala o el cuarto. Nuestras relaciones con estas instancias conforman buena parte de los recuerdos, son telón de fondo para nuestra vida. 3 Estas relaciones pueden ser brevísimas, como una mirada de segundos cada mañana, o larguísimas, como las visitas vitalicias de par de horas a nuestros lugares favoritos cada semana. La calidad de nuestras vidas depende en gran medida de cómo nos desempeñemos en esas relaciones. Este desempeño va desde el amor más profundo al entorno físico, hasta el desarraigo más solitario de lo que nos rodea. Trastocar estas instancias de la manera que sea, es meterse con el tejido de la vida misma.

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4 La comunidad se crea cuando compartimos con otras personas las relaciones que tenemos con los espacios de nuestra cotidianidad. De este compartir y de los ritmos, rituales y espacios comunes al mismo es que surgen las identidades de nuestras comunidades, que son fluidas y cambiantes según la frecuencia y la calidad de este compartir vivencial. Esto—al menos en el ámbito de lo físico—determina a su vez la fuerza o debilidad de las comunidades, que estén “organizadas” o “separadas”. 5 Claro, siempre hay personas que guardan poca o ninguna relación con su entorno y por ende tienen poco o nada que compartir con su comunidad. Tradicionalmente, los medios de comunicación masivos han fomentado esta aislación y sus correspondientes delirios solipsistas. Por todo ello no todo el mundo está interesado en vivir en comunidad, ni en mantener contacto alguno con esta. 6 La comunidad depende de su entorno en tanto y cuanto sus miembros compartan cara a cara sobre sus vivencias del mismo. Por ello, conversar en persona sobre el entorno y la vida en este es fundamental para la creación, recreación y subsistencia de la comunidad. Si el entorno es destruido en parte o en su totalidad, la comunidad también se destruye en parte o en su totalidad.

II. Tecnócratas, alienación y desconfianza

7 La comunidad no puede existir sin las interacciones sociales que se dan en la plaza, el cafetín, la barra, el restaurante, el centro cultural o en cualesquiera de los espacios comunes que constituyen su entorno. Estas interacciones son el aliento de la comunidad, conforman una especie de urbanismo light, de los cuerpos y no del cemento heavy. Este cae fuera del dominio del urbanismo duro del tecnócrata y depende de prácticas, gozos y deseos que están totalmente fuera del control de planificadores, arquitectos, ingenieros et-al. 8 Los tecnócratas no entienden este palpitar en los espacios porque las propias herramientas de su trabajo los separan de estas interacciones del entorno físico. No logran entender por qué los espacios que crean no son usados, ni por qué la única vida que existe en ellos quedó en las “representaciones artísticas” con que vendieron sus proyectos a burócratas igual de

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tecnócratas que ellos (y con los que podrían intercambiar de silla, de administración en administración). Por lo mismo se sorprenden del éxito social que a veces tienen espacios que imaginan como improvisados o maltrechos. 9 De inmediato no hay nada que hacer para remediar la distancia, la ignorancia y la insensibilidad del tecnócrata. Las instituciones que los forman y agrupan están en bancarrota moral con la sociedad a la que están llamados a servir, en tanto y cuanto no han reconocido cómo el cementerio de monumentos, plazas y edificios vacíos que construyeron han jugado un rol en nuestra quiebra económica (y en la ruleta rusa de las agencias calificadoras de riesgo). 10 Sorprende en este sentido que las juntas de gobierno, consejos asesores y/o presidencias de las universidades de Puerto Rico no hayan por lo menos revisado los presupuestos de sus escuelas de arquitectura. Cada año reciben un nuevo rebaño y cada año gradúan su carne molida de cañón a una profesión estructurada como un esquema piramidal. Se han conformado con organizar ciclos de conferencias sobre la diversificación de la arquitectura. Vergüenza hoy y vergüenza mañana para estos vendedores de sueños. Este sigue siendo su negocio principal. 11 Hay que admirar al profesional que, consciente de la debacle, trata de ganarse la vida honradamente. Igualmente hay que deplorar al profesional que, enajenado del desastre y habiendo asegurado su guiso, insiste en defender el progreso sin límites desde los suplementos de construcción de los periódicos. Lo único sagrado para este tecnócrata es engordar su cuenta bancaria o mantener su trabajo seguro, como único sabe hacerlo. Por eso no se pregunta, como sugiere la arquitecta Olga Badillo Vallés, ¿hasta dónde debemos llegar? Ya no hay nada que discutir con él. Es al mismo tiempo constructor y violador de tumbas. 12 Como no contabiliza el oxígeno que producen las plantas, no entiende los servicios más básicos del bosque o la pradera marina. Como no vive en la comunidad que impacta, no entiende lo que es la sombra de un árbol en el camino del vecino. Para el tecnócrata es solo un punto en un plano—con suerte tiene nombre, número y diámetro, si hubo un buen agrimensor de por medio—un árbol es para él otro ítem en la tabla de servicios a cotizar, completamente desvinculado del paisaje y del entorno de otros. 13 La alienación del tecnócrata es intrínsecamente peligrosa para todas las comunidades, ricas y pobres, homogéneas y heterogéneas, humanas y no humanas. Aunque no por eso hay que sospechar del ermitaño o del forastero, nuestra historia realza muchos males venidos de

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ambos, y que fueron mediados por tecnócratas e inversionistas. De ahí la desconfianza eterna de las comunidades en los falsos profetas del progreso. 14 Si el tecnócrata no concibe la relación de otros humanos con su entorno, es imposible que le pidamos que trate de imaginar la relación de otras especies con su medioambiente. Su quehacer transcurre en paradigmas obsoletos de tiempos cuando se copiaban planos en máquinas sepia, las calculadoras eran mecánicas y los límites del desarrollo coincidían con el horizonte tras el vidrio de su oficina. Para el tecnócrata, la naturaleza era, y sigue siendo, no muy distinta a la tierra de los dragones en los mapas medievales: un pedazo de papel que aguanta cualquier fantasía.

III. Vecinos y gobiernos en la Isleta

15 Los vecinos del Viejo San Juan y de Puerta de Tierra conocemos muy bien los efectos de esa distancia desde donde opera el tecnócrata. Conocemos también el largo tiempo que pasa entre los proyectos del tecnócrata y su realización, así como los atropellos, abusos y negligencias que comete el estado entre una cosa y otra. Los vecinos de La Perla han sido históricamente quizá los testigos más perjudicados por estas intentonas. 16 La ineptitud y alevosía de los tecnócratas, en ambas funciones de desarrollistas y de administradores, se dan respectivamente en los ámbitos del proyectismo y la administración de la ciudad. En ambos, sus gestiones se han caracterizado por el más burdo desconocimiento de la realidad física y del funcionamiento de los sistemas que están llamados a diseñar o a administrar. El transporte público es un ejemplo infalible de esto. 17 Esa larga tradición de urbanistas que no conocen los ritmos de las calles que intentan rediseñar y de funcionarios a cargo de servicios públicos que nunca utilizan, ha venido acompañada por la tendencia a ningunear e ignorar a la ciudadanía que, al final, debería ser beneficiaria de sus servicios. Esta incomunicación se completa con la vaga o inexistente gestión de informar a la ciudadanía, la cual, en tiempos recientes, ha rayado en el extremo de la desinformación. 18 La expedición de permisos por el Municipio de San Juan para filmaciones, maratones, tríalos y todo tipo de evento especial y embelequero va usualmente en detrimento del

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funcionamiento saludable de la ciudad, la cual debe en última instancia servir a sus constituyentes, es decir, a las personas que viven y trabajan en ella. El vente tú de permisos parecería privilegiar con una frecuencia alarmante el uso de visitantes y extranjeros sobre el de los residentes y comerciantes. 19 Añadiendo sal a una herida de décadas, con la expedición de permisos a mansalva se han promulgado distintos niveles de experimentación con los flujos de vehículos y peatones e igualmente con el funcionamiento de la isleta en general. Desde modulaciones simples a corto plazo, como el uso de drones y vallas en lugares estratégicos, hasta modulaciones complejas a largo plazo, como el cierre de calles con vallas de cemento o cambios azarosos (y peligrosos) en la dirección del tránsito. 20 Cuando estas medidas salen del mapa del tecnócrata y son implementadas en el entorno físico, se traducen en caos vial, malhumores, tiempo perdido y en una ciudad que al borde de la total disfuncionalidad. El colmo de la alienación del tecnócrata es la total incomunicación con una ciudadanía que no necesariamente se entera de las cosas por el noticiero de la mañana. Peor aún, la coincidencia de múltiples eventos especiales en un mismo día, unido a esta continua experimentación con el control vial a dan la apariencia de que el los administradores de la ciudad están en contra de sus ciudadanos y visitantes. El gobierno te odia, sentencia al respecto la artista Beatriz Santiago Muñoz con el poco humor que nos queda, mientras Juan López Bauzá narra la frustración del conductor también es residente. 21 Calles cerradas sorpresivamente, vehículos privados removidos sin previo aviso, operativos policiales masivos, cuarteles móviles estacionados permanentemente o el tráfico paralizado del domingo son parte del desorden que emana de la mala comunicación. El resultado de esta solo puede ser uno: la mala leche. Esta forma top-down de proyectar y administrar la ciudad encuentra la peor predisposición de la ciudadanía. El poder recurre igualmente a la única forma de gobernanza que puede hacer viable su voluntad en tal contexto: la de los topos.

IV. Gobernanza de los topos y la Doctrina Santini

22 La gobernanza de los topos no es otra cosa que ese esquema de gobernabilidad a puerta cerrada que pretende imponer todo tipo de gestión súbitamente, en fast-track, solo después que la misma ha sido trabajada prácticamente en su totalidad y fuera del radar del escrutinio público; poco a poco, debajo de la tierra, como los topos. Los proyectos impulsados a través Javier A. Román-Nieves

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de esta gobernanza llegan al dominio público ya completados, son aprobados en silencio y sin vistas públicas (siempre que esto sea legal) y son implementados con la mayor velocidad y silencio posible. 23 La gobernanza de los topos no solamente aplica al urbanismo top-down, sino también a todo proyecto de gobierno implementado a través de esta forma. Una emboscada emblemática de la misma fue la administración del ex gobernador Luis Fortuño Burset, la cual llegó con toda una plancha de proyectos de ley escritos en bufetes privados previo a asumir el poder (vox populi). Él y su gente llegaron sencillamente a implementar un plan, no a improvisar. 24 Porque nuestra forma de hacer espacio en la isleta y nuestra actual democracia sufren de las faltas antes descritas (alienación del tecnócrata-administrador, incomunicación, mala leche, etcétera), la gobernanza de los topos es percibida por propulsores de proyectos como el método ideal para implementar política pública. Es el ethos de la Riviera del Caribe y de la Walkable City que hoy, irónicamente, parece hacerse realidad bajo el partido de la falsa oposición, en la Ciudad Patria de Yulingrado. No hay por qué sorprendernos de esto. La avaricia del capitalista lo hace daltónico. 25 A la gobernanza de los topos se suma el gran aporte de la Doctrina Santini, a saber: la capacidad de dorar la píldora de cualquier gasto público—por absurdo que sea—con una buena causa. Tanto en eventos especiales de un día para allegados, como el Concours d’Elegance San Juan, como en proyectos de envergadura como el Delfiniario de San Juan, la administración de Santini sentó la pauta inigualable de su propia doctrina impulsando el gasto público más frívolo mientras necesidades básicas eran ignoradas. 26 Nos atañe en el caso en cuestión que, por formidable que fuera, e independientemente de cada instancia donde se aplicó efectivamente o no, la Doctrina Santini contenía en sí misma las semillas de su posible fracaso. Esto, porque el gasto público frívolo no puede ser mantenido a largo plazo y porque algunos gastos públicos exigen una inversión verdaderamente significativa que a menudo no es contemplada en las representaciones artísticas y videos con que pretenden ser vendidas a nuestras comunidades. Además, ambos defectos están asechados constantemente por el inexplicable y temido volcarse de la opinión pública. 27 El Paseo Lineal Puerta de Tierra operó bajo los parámetros de la gobernanza de los topos y la Doctrina Santini, porque por un lado, se presentó por primera vez a las comunidades como un proyecto ya prácticamente pensado, diseñado y aprobado en su totalidad, y por el

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otro lado, todavía se presenta mediáticamente tras la máscara de una buena causa. Nadie podría oponerse a un proyecto que ofrezca mayor seguridad a peatones y ciclistas.

V. El paseo, la terraza y la puerta

28 Se ha señalado correctamente que nuestras comunidades no se oponen a los componentes de vialidad y seguridad que traería el Paseo Lineal Puerta de Tierra. Las mayores dudas y objeciones están dirigidas tanto a la intervención sobre el paisaje existente a causa de la construcción de uno de sus componentes principales, la ya infame Terraza al Mar, y a la llamada Nueva Puerta de Santiago, su otro componente emblemático objeto del logo representativo del mismo. 29 De entrada, la implementación del proyecto según la gobernanza de los topos creó una atmósfera antagónica con las comunidades que, pudiendo ser beneficiadas pasaron a ser afectadas, porque así funciona esta forma de hacer espacio. En los tiempos de la híperconectividad, el urbanismo top-down no podría contar nunca con el apoyo de la comunidad, no importa cuántos artículos a favor de proyectos similares pueda publicar el último periódico del territorio. Aunque la ley le ampare, la comunicación está en su contra. La mala leche resultante y sus consecuencias en este proyecto ya fueron sentenciadas en un comentario preciso y conciso del maestro de arquitectos y también sanjuanero Juan Marqués Mera. 30 Además de la vialidad propia del proyecto (de donde saca su nombre) y del discurso de progreso y renovación urbana típico de cualquier proyecto de este tipo, existen dos zapatas conceptuales propias del Paseo Lineal Puerta de Tierra: la defensa de los mal llamados “valores de la familia tradicional” por un lado, y una caprichosa nostalgia hispanófila por el otro. La primera ha sido el motor de chantaje para la costosísima intervención en el sector de Bajamar. El segundo es la más vaga justificación en tiempos recientes para malgastar acero en obra pública. 31 Los mal llamados “valores de la familia tradicional” formaron parte de un empuje inicial del proyecto, realizado desde uno de los periódicos del Grupo Ferré Rangel y que fue oportunamente denunciado por el Director del Programa del Estuario de la Bahía de San Juan, Javier Laureano. Remover un punto de prostitución y venta de drogas para sustituirlo por un punto de venta de comida para “devolver” la vista al mar segura para la familia, parece sacado del manual de la contenciosa doctrina broken windows, tan promulgada por la Javier A. Román-Nieves

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administración del exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani (ahora invitado de honor de la fauna política local). Podemos visualizar el concepto nítidamente reducido a un logotipo creado y repetido a través del diseño esquemático del proyecto que muestra la familia “tradicional” heteronormativa, mamá, papá, una niña y un perro bajo un árbol (ver págs. 2, 4 y 6 del diseño esquemático, fechado 18.10.2013). 32 La Terraza al Mar se presenta como la alternativa segura, familiar y aséptica del proyecto a la condición existente de “crimen, homosexualidad y prostitución” del lugar. Los tecnócratas deben tener claro que no existe garantía alguna de que este nuevo complejo de restaurantes y baños públicos—con su pretendido uso diurno y nocturno—mantenga lejos de las familias los encuentros para sexo casual entre homosexuales que tanto parecen repudiar, pues los baños en lugares “familiares’ como Plaza Las Américas también han sido históricamente escenario del cruising. 33 Más allá de la subjetividad de la doctrina broken windows, lo certero es que la Terraza al Mar involucra al nivel de la calle, un pergolado y dos volúmenes con accesos verticales al nivel de restaurante que sin duda alguna bloquearán parcialmente la vista al mar y que sin duda alguna nadie quería que existieran allí, mucho menos al costo de $4,285,282.83 y de la repudiada tala de árboles. Con tanto espacio vacío, subutilizado y con mejores vistas en la zona, habría que preguntarle a los tecnócratas que impulsan el proyecto cómo esperan que se llenen estos nuevos espacios por los que todos pagaremos. 34 La Plaza de la Puerta de Santiago, por otra parte, se levanta en el diseño esquemático sobre un concepto lleno del más frívolo revisionismo histórico. La propuesta es de construir una representación minimalista de la demolida Puerta de Santiago, en acero cortén y articulando un espacio público a su alrededor. Es una aberración que asume que los puertorriqueños actuales apreciarán más este símbolo del dominio español que los que la derribaron hace más de un siglo. Este objeto de la más enajenada verborrea académica (ver descripción conceptual en plan esquemático, página 54) viene acompañado de un espacio comercial doble que sirven de relleno al interior del volumen metálico de la puerta. 35 A un costo de $1,068,018.67, la sacra presunción de la nueva Puerta de Santiago se contradice por la propia programación comercial que la rellena. Este concesionario se une al largo legado de espacios comerciales vacíos de las monumentales estaciones del Tren Urbano diseñadas por la firma del mismo arquitecto. Esta coexistencia de la más sagrada simbología—con todo e inscripción en latín—con la más banal utilidad—con todo y caja registradora—es propia de la mente del tecnócrata. Como nada es sagrado para este, lo preciado y lo vulgar coexisten como un crucifijo colgando sobre el toilet del baño.

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36 Quizá entre la terraza y la puerta se cuaja un sueño mojado europopular en la ocasión de la posible visita de los reyes de España para el VII Congreso de la Lengua: traer a Felipe y a Letizia a mirar la lontananza desde un frente marítimo a usanza de Catalunya o Euskadi y que les recuerde sin querer que su monarquía sigue siendo la cosa más retrógrada de la península ibérica y de toda Hispanoamérica. 37 Abona también a la mala leche el hecho de que no es únicamente un paseo lineal con dos adefesios injustificables. En su esquemático, el Paseo Lineal Puerta de Tierra define quince “acercamientos por zona”, que no son otra cosa que quince obras independientes y de considerable complejidad. Estas incluyen cruces e intersecciones, semáforos, rotulación, pantallas digitales, paseos peatonales, paseos de bicicletas, terrazas, escalinatas, paradas de transportación pública, repavimentaciones, estacionamientos, paisajismo, áreas verdes y ordenación de terrenos (que no es otra cosa que una manera bonita de llamarle a los movimientos de tierra). Habría que empezar llamando las cosas como son: quince proyectos cubriendo un área que va desde el Antiguo Casino de Puerto Rico en el borde del Viejo San Juan, hasta la intersección de las avenidas Muñoz Rivera y Ponce de León justo después del Puente Los Hermanos. 38 En su etapa esquemática, el presupuesto estimado de este proyecto es de unos 29.5 millones de dólares, mientras que el presupuesto total para los demás malecones a ser remodelados por esta administración (Arroyo, Boquerón, Cataño, La Parguera, Patillas, Salinas y Santa Isabel), según anunciado, suma unos 26.5 millones. Evidentemente, se le ha dado demasiada responsabilidad y presupuesto a una firma y un arquitecto con poca o ninguna experiencia en el diseño urbano, lo que no estaría mal si se tratase de una empresa o un diseñador joven, con el futuro por delante y con nuevas ideas, conceptos y formas de trabajar con las comunidades. Este no es el caso.

VI. No son los cocos, es la Palva

39 Habiendo perdido los árboles de uva playera ante las sierras, los reclamos más ruidosos de los sanjuaneros se concentraron en el inminente corte de las palmas de coco. Como la destrucción de las palmas es simbólicamente compatible con el ideario del Partido Popular Democrático (tumbando palmas, tumbando cocos, etcétera), el slogan de protesta se concentró en los cocos y no en la palma: “déjame los cocos quietos”. 40 Javier A. Román-Nieves

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El vínculo simbólico de los cocos con los senos femeninos no resulta demasiado efectivo en una sociedad de misoginia rampante y machismo por la libre. Además, es presa fácil del reduccionismo mediático que caracteriza buena parte de nuestra prensa, en especial aquella propia de los medios masivos de comunicación. En todo caso, nuestro problema urgente no son los cocos, es la Palva. 41 La Palva es un concepto esbozado por el historiador Miguel Cruz Díaz. Sirve, entre otras cosas, para delinear el problema de fondo de la ideología predominante en Puerto Rico, la cual insiste exitosamente en imponernos una falsa oposición entre dos partidos principales que al final—como saben todos—tienen como único propósito el tráfico de influencias en las funciones de administrar fondos federales. La Palva es el velo que mantiene la realpolitik oculta del ciudadano, que reduce todo conflicto de poder a falsas oposiciones político partidistas y que simplifica las complejidades de la aristocracia local y de sus influencias e intereses económicos bajo el hacer y deshacer del partido de turno. 42 Aunque los ejemplos a través de nuestra historia política son incrementales hasta nuestros días, la más cruda instancia donde la Palva revela lo fútil de nuestro simulacro democrático es en la continuidad de las medidas de austeridad económica impuestas tanto por el Partido Nuevo Progresista bajo el ex gobernador Luis Fortuño Burset, como por el Partido Popular Democrático bajo el gobernador Alejandro García Padilla. 43 La Palva crea las condiciones para la esperanza en el cambio de cada cuatro años. Esta es a su vez uno de los motores fundamentales de la falacia del progreso infinito basado en cemento (el cual nos metió en este embrollo en primer lugar). La Palva es también una aplanadora de las profundidades detrás de las inversiones multimillonarias de fondos federales que se canalizan y se administran desde nuestro gobierno. Con estas migajas la Palva alimenta una aristocracia criolla que no ha aprendido a vivir de otra cosa que no sea esa falsa idea de progreso. Para esta clase vulgar y puerca, las cosas son blancas o negras, el territorio es un botín sin fondo a ser administrado desde las puertas giratorias del gobierno en turno. Nosotros, los espectadores de este juego de tenis donde se deciden nuestras vidas. 44 Al aplanar también lo político y reducirlo al enfrentamiento burdo entre las fuerzas del progreso y las fuerzas de la conservación, la Palva también invisibiliza conflictos y faltas estructurales que de otra manera serían evidentes. Como lo es el hecho que un arquitecto de una firma que no es conocida por el diseño de espacios públicos (plazas, parques, paseos, etcétera) termine seleccionado por la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura para diseñar un espacio público emblemático, que marca la entrada a nuestra capital y que ya de por sí es usado cada día por miles y miles de puertorriqueños (un coleccionista de carros deportivos diseñando carriles de bicicleta). Javier A. Román-Nieves

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45 Quizá el tema invisibilizado más importante, es el anonimato de propietarios y especuladores que se benefician siempre de estas iniciativas. Estos están siempre al tanto de este tipo de proyecto urbano, porque implica plusvalías importantes para sectores enteros de la ciudad que muchas veces incluyen propiedades bajo su titularidad o bajo su mirilla para la compra y venta. En el caso del Paseo Lineal Puerta de Tierra, la identidad de estos stakeholders sigue siendo un misterio. Es necesario conocer de quiénes se trata, porque son actores importantes en las decisiones gubernamentales.

VII. Desarrollismo de la macana y conservacionismo Tito Kayak

46 Cada cierta cantidad de meses vemos en el adelanto de las noticias de las cinco el mismo titular con las mismas imágenes, pero en un lugar distinto: vecinos en piquete o acampando, acordonados, con letreros frágiles, forcejeando con policías sosos, con gafas y cara de qué hago aquí. Llegamos a esto una y otra vez. 47 A veces, si la noticia tiene suficiente cobertura y dura varios días, pueden llegar personas solidarias pero externas que pocas veces añaden a la causa de la comunidad. En vez de ayudar, su presencia—una vez televisada—resulta en todo lo contrario: aplana e iguala el motivo de la protesta a tantas otras causas perdidas; se borran los grises y las particularidades genuinas de cada lucha. Así el espectáculo mediático invisibiliza la injusticia. Por ello, el encierro y la desinformación de los medios masivos son, a tales efectos, las mejores armas del urbanismo top-down. Como valor anadido, facilitan la tolerancia ciudadana al endeudamiento público. 48 El conservacionismo Tito Kayak nace en los medios de comunicación masivos. Su ícono es el activista amarrado a un árbol, bloqueando el tráfico o trepado en el lugar más alto que haya en el lugar de la noticia. Todas son acciones directas y necesarias, pero están ya consumidas por los medios locales, quienes las usan para sellar el divorcio entre desarrollistas y ambientalistas (categorías vacías que no dan cuenta de las complejas relaciones detrás de cada conflicto por el uso del terreno). Los directores de noticias en los canales de televisión y los editores del Grupo Ferré Rangel simplifican cualquier lucha a esa falsa oposición entre conservación y progreso. Además, reducen la pluralidad de cualquier comunidad a la singularidad del protagonista o líder (lo que a su vez facilita la desarticulación de la resistencia comunitaria). No podríamos esperar otra cosa de los herederos del cemento. El

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espectador ninguneado asiente a ser alimentado con esta carroña y se queda esperando otro escape heroico de Tito Kayak. 49 El desarrollismo de la macana y su hermano, el conservacionismo Tito Kayak, son hijos del urbanismo top-down. Ambos son también consecuencia lógica de la gobernanza de los topos, pues ningún pueblo al ser consultado consentiría el despilfarro de fondos públicos en otra cosa que no fueran las necesidades más apremiantes de sus comunidades. La excepción que confirma continuamente esta regla, es la de un pueblo mal informado y ajeno a su entorno. El desarrollismo de macana tiene la obvia función de pasarle el rolo a los ciudadanos informados. El conservacionismo Tito Kayak ha sido presentado como la única respuesta ante este, un callejón sin salida. 50 Del desarrollismo de la macana solamente pueden cosecharse protestas, campamentos y enfrentamientos con la policía, puesta al servicio de la gobernanza de los topos en vez de al servicio de la ciudadanía. Pero todo esto es empacado y distribuido por los medios de comunicación en la forma del conservacionismo Tito Kayak. El único producto que puede confeccionarse con ambos ingredientes es el resentimiento continuo salpicado de una eterna sospecha y lo que es peor aún, el consentimiento al endeudamiento público, aún cuando este compromete el futuro de nuestros hijos y el de los hijos de nuestros hijos. 51 De esta manera es que poco a poco, un caso a la vez, el urbanismo top-down y los medios de comunicación han manufacturado la enajenación de nuestra sociedad en conjunto: ese sentido generalizado de que las cosas no están en nuestras manos y que nunca lo han estado. En realidad los responsables siempre han estado aquí, frente a nosotros, el problema es nuestra aversión a la confrontación. 52 Si por un lado la gobernanza de los topos condena nuestra democracia a la decadencia progresiva, por el otro, el desarrollismo de la macana fuerza una falsa oposición entre conservación y desarrollo a través de los medios. Además, convierte preocupaciones serias en triviales y disfraza cada injusticia con progreso.

VIII. Lo que nos jugamos con psicópatas megalómanos

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El estilo de vida predominante, promulgado tradicionalmente por los medios masivos, minimiza nuestra interacción con nuestro entorno físico y con los demás, lo que produce comunidades cada vez más débiles y fragmentadas (ventanas al encierro iluminadas por el resplandor de los televisores). Aunque la culpa de este estado de las cosas se le ha echado a través de los años a la arquitectura y al espacio, lo cierto es que los mismos problemas existen también en las ciudades más densamente pobladas del mundo. Parecería que nuestra relación con el entorno y con otros seres humanos es más una decisión personal no sobre dónde vivimos, sino sobre cómo y a qué le dedicamos el tiempo. Es una situación altamente problemática. 54 A su vez, el ejercicio del poder a través del tecnócrata dentro y fuera del gobierno se presenta hoy más distante que nunca, y abiertamente más impune e indiferente a los intereses de los ciudadanos (gobernantes que rompen promesas, gobiernos no nos representan). Ante la distancia del tecnócrata y la inmediatez de sus acciones, la acción directa sigue siendo más necesaria que nunca. Sin embargo, hay que entender que esta se pone en escena en un teatro donde el guión ya está escrito por el poder. Además, no todos tenemos los medios para enfrentar las consecuencias de la acción directa, cualquiera que sea su gravedad. 55 Los continuos experimentos con la vialidad y el acceso a la Isleta de San Juan son el chantaje ante el cual muchos residentes y comerciantes ceden poco a poco, hasta mudarse o llevarse su negocio a otra parte. En su función como instrumento de la especulación de stakeholders invisibles, los tecnócratas están ahorcando la vida del Viejo San Juan y Puerta de Tierra. El resultado final, diseñado por los maleteros de Giuliani en el BGF y AFI, es otro Times Square Disneyficado para el disfrute exclusivo de turistas e inversionistas extranjeros, un paraíso privado de exenciones contributivas al son de batucadas importadas y comparsas de pleneros mercenarios en zancos. La pesadilla de siempre se va haciendo realidad poco a poco. 56 Nuestro aparato de estado ha venido a personificar un patriarca perverso que lo mismo es benefactor un día y abusador el otro, un amante que ama con la boca mientras azota con la mano (“todos a ajustarse el cinturón” o me quito el mío y les doy con el). El infantilismo generalizado y fomentado por décadas parecería reforzar la necesidad de que el gobierno ejecute como los topos pero se represente como el macharrán más guapo (a falta de experiencias colectivas que nos obliguen a madurar). Quizá esta sea una instancia para ello. Quizá, como siempre, no pase nada. 57 Lo que está en juego con el Paseo Lineal Puerta de Tierra y con todos los planes de desarrollo para la Isleta de San Juan, es la modificación de nuestro entorno más allá de lo reconocible (y con ello, la destrucción de nuestras comunidades). En otras palabras, nos Javier A. Román-Nieves

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enfrentamos efectivamente a la pérdida total del carácter residencial de la Isleta de San Juan, no en un sentido abstracto ni pintoresco, sino en uno muy literal y concreto: en el asfixiamiento paulatino de la vida misma y de las funciones cotidianas que hacen posible vivir aquí. Desde los más pobres hasta los más ricos, los residentes y los comerciantes de Viejo San Juan y Puerta de Tierra han resistido por años atrincherados en sus rutinas. Pero el traqueteo con Puerta de Tierra es una afrenta a los medios de acceso y abasto a toda la Isleta, una verdadero riesgo a la seguridad y subsistencia de nuestras comunidades. 58 En todo caso y pase lo que pase, al ampliar la mirada nos damos cuenta de que nuestra sociedad, como la estadounidense y la occidental en general, está profundamente dividida entre los que lo tienen todo y los que se pelean por migajas. Si bien podemos soñar con llevarnos bien un día entre los que tenemos menos—que también somos los más—el 1% que lo tiene todo no ha dado indicio, ni aquí ni en ninguna parte, de que dejará de querer más y más a costa de nosotros. Estamos ante verdaderos psicópatas megalómanos para quienes no existen las palabras suficiente, demasiado ni basta. La cosa no pinta bien y mientras más claro lo tengamos, más rápido llegaremos a las acciones que podrían sacarnos de esta precariedad. Estamos ante un problema que no es exclusivo de nuestra Isleta, sino que está extendido por el mundo entero. La Palva es el mosquitero que nos mantiene cómodamente aislados de esta realidad. 59 Es evidente que han usurpado el poder del estado para usarlo contra nosotros, los ciudadanos. El desarrollismo de la macana ha acumulado un legado de violencia demasiado grande como para evitar que nos planteemos la necesidad de terminar con ese monopolio. Cada cual tiene su rol y cumple su función desde donde le sea posible. Por lo mismo no hay que juzgar ni condenar a quienes, frente a sus propias circunstancias y maneras de ver las cosas, deciden utilizar métodos ajenos a nuestros medios o valores personales. Ante tanta desfachatez e injusticia, quizá hace falta revivir la humillación pública para quienes se sienten por encima del resto de la humanidad.

IX. Futuro

60 Sepan los y las más jóvenes, que quienes salvaron a la banca con el dinero del gobierno al inicio de la crisis nos han robado el futuro. Por esto nuestro camino y el de nuestras hijas e hijos ya ha sido saboteado. Esa idea aún manoseada del progreso con que fuimos criados por más de medio siglo y sus métricas (carros, cemento y otras ventas), van en realidad en contra de nuestro propio crecimiento como individuos, comunidad y sociedad.

Javier A. Román-Nieves

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No son los cocos, es la Palva™ Aforismos sobre el Paseo Lineal Puerta de Tierra

61 El tecnócrata es meramente el bufón de esta idea, una herramienta para las familias y apellidos que impulsan sus proyectos y/o que pagan su nómina. Hay que seguir la ruta del dinero para encontrar a los responsables o dejar que se despeñen por su propia avaricia. En lo primero está la esperanza de recuperar la justicia que también nos robaron. En lo segundo nos jugamos nuestro propio porvenir. 62 Mientras el DDEC anuncia con bombas y platillos nuevos récords en la cantidad de visitantes de cruceros, nadie se pregunta sobre la calidad de las experiencias que viven nuestros visitantes. Cuando estos días récord coinciden no solo con orgías de permisos expedidos, sino con las horas pico de nuestro día a día, se hace latente que la Isleta coquetea con la total disfuncionalidad. 63 Es obvio que el Viejo San Juan está siendo usado más allá de su capacidad, lo que apoyaría la presión de desarrollo sobre Puerta de Tierra. Pero esto no debe hacerse al costo de la vida misma de las comunidades que, al final, son las que hacen única la experiencia de lugar. Nuestras islas tienen tanto que ofrecer que no es difícil imaginar que cualquier crucero pueda darle vuelta solamente a Puerto Rico. Ponce, Ceiba, Vieques, no faltan las opciones para diversificar esta actividad económica en beneficio de otros municipios. Por ello la obsesión con el performance mediático de que todos los barcos lleguen a un solo puerto es absurda y ridícula, otra instancia más de la Palva. 64 Desafortunadamente, este aparato de estado cooptado seguirá ejerciendo el poder sobre cada uno de nosotros hasta nuevo aviso, por lo que interactuar con el mismo, sobre todo en la ciudad, se hace inevitable. El cómo hacer que los funcionarios electos que lo ocupan respondan a nosotros como constituyentes y no a sus padrinos de campaña o a Wall Street es un problema propio de todas las llamadas democracias del mundo. No estamos solos ante los retos que enfrentan nuestras comunidades. El escenario es global, al igual que nuestros problemas. 65 Qué hacer con los psicópatas del progreso y cómo mitigar los efectos adversos de los tecnócratas son solo algunas de las preguntas que tendremos que contestar, cada uno, desde donde estemos y con los medios que tengamos disponibles. 66 Ante todo, tenemos el derecho de vivir en paz. Habrá que hacerlo respetar.

Javier A. Román-Nieves

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### El autor fue editor de ENTORNO, la revista oficial del Colegio de Arquitectos y Arquitectos Paisajistas de Puerto Rico y posee una Maestría en Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico. Ha sido profesor de diseño básico e historia del diseño en Centro Diseño Cine y Televisión (México D.F.), la Universidad Politécnica de Puerto Rico (San Juan) y la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico (San Juan). Abandonó el proceso de licenciatura y colegiación de su profesión por considerarlo anacrónico e injusto, similar a un esquema piramidal. Sus textos han sido publicados en Diálogo, CRUCE y Visión Doble, entre otros.

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