Adelante siempre. Arquitecto: Victor Beltrí y Roqueta (Tortosa, 1862 - Cartagena, 1935)

May 31, 2017 | Autor: G. Cegarra Beltri | Categoría: Modernist Architecture (Architectural Modernism), Modernism, Modernismo, Gandia, Cartagena, Tortosa
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Descripción

Reservados los derechos para todos los países de lengua española. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 270 del Código Penal vigente, podrán ser castigados con penas de multa y privación de libertad quienes reprodujeren o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica fijada en cualquier tipo de soporte sin la preceptiva autorización. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea éste electrónico, químico, mecánico, electroóptico, grabación, fotocopia o cualquier otro, sin la previa autorización escrita por parte de los Editores. Los textos, así como la documentación, fotografías, dibujos, etc. han sido facilitados por el autor.

Editan:

Autor:

Guillermo Cegarra Beltrí

Con la colaboración de:

Santiago Morales Martínez

Prólogo:

Fco. Javier Pérez Rojas

Colabora:

Diseño y maquetación: Murcia Multimedia, S.L. ISBN: xxx Depósito Legal: MU-xxx-2004 Printed in Spain - Impreso en España

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Agradecimientos Quisiera desde aquí dar las gracias a todos los que me

interés; a mi hermana Lola Cegarra Beltrí por ayudarme

han ayudado a que pudiera realizar este libro. En primer

con las fotos; a mi prima Mercedes Beltrí Fernández que

lugar quiero pedirle perdón a mi mujer Elvira Sánchez

fue una de las primeras personas de la familia que se

Espinosa, por todas los miles de horas que la he dejado

interesó por su obra y me facilitó una copia de su tesina

sola para dedicarlas al libro. A pesar de ello me alentó a

en la que recogió una buena parte de los datos que he

seguir, además de ayudarme a corregir este libro. A mis

incluido en el Capítulo: “El Hombre”, fruto de una en-

hijos Guillermo y Víctor Cegarra Sánchez por el tiempo

trevista realizada en su día a Matilde, una de las hijas del

que les he robado, y por la paciencia que han tenido con

arquitecto; a mis primas Isabel y Ana Beltrí Izquierdo por

el tema del bisabuelo durante estos años y, sobre todo,

su ayuda a la hora de conseguirme información del ar-

por no haberme puesto nunca mala cara; a Santiago

chivo de Tortosa y bibliografía, prestarme varias fotogra-

Morales Martínez, coautor del capítulo “El arquitecto” y

fías, así como proporcionarme datos familiares y genea-

descubridor de una buena parte de las obras y autor de

lógicos; a mi tía Mª Dolores Beltrí Carreño por prestarme

muchas de las fotografías que figuran en este trabajo, y

todo su archivo, proporcionarme información fundamen-

sin cuya ayuda hubiera tardado muchos más años en

tal para la realización de este trabajo, y por haber defen-

acabar este trabajo; a los Colegios Oficiales de Apareja-

dido siempre la figura y obra de su abuelo; a su marido

dores y Arquitectos Técnicos y de Arquitectos de la Re-

José María Rodríguez de Vera por su valiosa información

gión de Murcia, que desde el primer momento se intere-

sobre su actividad en Lorca; a mis tíos Guillermo y Víctor

saron por mi trabajo y han hecho posible, con el soporte

Beltrí Carreño, y a mi tía segunda Carmen Calderón, viu-

de estas instituciones, que finalmente pueda ser publica-

da de Víctor Bernal Beltrí, por sus recuerdos; a Francisco

do; a Francisco Javier Pérez-Rojas por compartir conmi-

Ródenas, Archivero de La Unión, que me facilito una copia

go sus recuerdos y trabajos, así como acceder a escribir

de sus trabajos sobre la actividad de mi bisabuelo en esa

el Prólogo de este libro; a mi padre Rafael Cegarra Gó-

ciudad y me puso en contacto con Santiago Morales; a

mez que me ha acompañado múltiples veces en mis in-

Jesús Alonso, Archivero de Gandía, por facilitar mi tra-

vestigaciones, que revisó y corrigió esta obra y que siem-

bajo y proporcionarme una copia de los planos más inte-

pre me animó a continuar, a pesar de no ser familiar di-

resantes existentes en su archivo; a Albert Curto, Archi-

recto del arquitecto; a mi madre Trinidad Beltrí Carreño

vero de Tortosa, por animarme a escribir y publicar mi

por conseguirme fotos, papeles y recuerdos de su me-

artículo, germen de este libro, en su revista; a Manuel

moria; a mi hermana Magda Cegarra Beltrí y a Martín

Muñoz, archivero de Lorca por ayudarme en mis investi-

Lillo por proporcionarme desinteresadamente varios li-

gaciones sobre la actividad de Beltrí en dicha ciudad; al

bros descatalogados, así como informaciones de sumo

personal de los archivos municipales de Lorca, La Unión,

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Tortosa, Murcia, Novelda, Fortuna, Almería y Gandía, de

Luis Alcaraz de “Alcaraz Comic Librería”, por facilitarme

la Biblioteca “San Isidoro” de la CAM, de la Biblioteca de

su magnífica colección de postales antiguas de Cartage-

la Escuela de Arquitectura de Barcelona, de la Casa-Mu-

na, con las que he podido ilustrar este libro; al Excmo.

seo Modernista de Novelda y a Victoria Durá, conserva-

Ayuntamiento de Lorca y a todo su personal que me fa-

dora de la Academia Catalana de Bellas Artes de Sant

cilitó el acceso al Huerto Ruano para poder fotografiarlo;

Jordi, por su gran amabilidad y las enormes facilidades

a Antonio Gimeno del “Fondo Cultural Joaquín Espín”

que siempre me proporcionaron en mis investigaciones;

de la CAM por facilitarme fotografías antiguas del Huer-

a la hermana Consolación y a la directora del Colegio,

to Ruano de la colección José Rodrigo Navarro; a Manoli

por poner siempre buena cara las múltiples veces que he

Laiz y a toda la Asociación de Mujeres “Amanecer” del

visitado la Casa Zapata; a Lluis Salamó de Tortosa por su

Barrio de Peral, por facilitarme el libro descatalogado que

ayuda para que pudiera encontrar información, y por fa-

editaron sobre este barrio, así como la fotografía de la

cilitarme varias fotos; a Rogelio Mouzo de La Unión por

inauguración del monumento; al Col-legi de Arquitectes

facilitarme documentos y planos de su archivo particu-

de Catalunya por facilitarme una copia de Plano de Tor-

lar; a Dora Nicolás por sus interesantes consejos e infor-

tosa y al Centre Excursionista de Catalunya, por permitir

maciones; a Carles Llupià Morales, por la interesantísima

su publicación; a Fernando Soler por sus informaciones,

información que me ha ido proporcionando sobre múlti-

fotos y dibujos inéditos sobre Torre Catá; a José Monerri

ples aspectos desconocidos relacionados con la familia

por su defensa infatigable del patrimonio de Cartagena

Beltrí y la ciudad de Tortosa; al Sr. Ros y a Antonio, maes-

y por cederme una fotografía del derribado Hotel de los

tro del Llano del Beal, por ayudarnos a encontrar las obras

Barreros; a la Asociación para la Defensa del Patrimonio

del arquitecto en esta localidad; a José Ramón Moreno,

de Cartagena (ADEPA), por los numerosos y desinteresa-

subdirector de SCH de Cartagena, y al propio Banco, por

dos esfuerzos realizados para preservar la obra del arqui-

permitirnos visitar y fotografiar el interior de la Casa

tecto; a todas esas personas anónimas de la ciudad de

Maestre; a Antonio Moreno por su amabilidad al dejar-

Cartagena, sus barrios y pedanías, que al vernos deam-

nos fotografiar el Patronato del Sagrado Corazón; a Ja-

bular por sus calles con papeles en la mano, se ofrecie-

vier Alcantud, tataranieto de Celestino Martínez, por fa-

ron tan amablemente a ayudarnos... Seguro que me dejo

cilitarnos valiosas informaciones sobre su familia y el Gran

alguno. A todos muchas gracias.

Hotel, así como la fotografía de su tatarabuelo; a Juan Manuel Díaz Burgos y al resto del personal del CEHIFORM por su colaboración, sin la cual este libro no hubiera po-

Tres Cantos, 1 de noviembre de 2004

dido ilustrarse con fotos de la colección Casaú; a José

GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ

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Prólogo Víctor Beltrí Roqueta es un nombre imprescindible a la

trucciones más emblemáticas levantadas con el inicio del

hora de trazar la historia de la arquitectura de Cartagena

siglo XX en la ciudad.

de principios del siglo XX, siendo uno de los más destacados introductores del modernismo en toda la Región

Con la Casa Cervantes Beltrí busca orientarse hacia el mo-

de Murcia. Titulado en Barcelona en 1887, un año antes

dernismo, pero el peso del eclecticismo era todavía consi-

de la celebración de la célebre Exposición Universal de

derable. El modernismo en Cartagena forma parte de los

1888, en la que participaron algunos de sus maestros.

que se denominan las escuelas tardías, pero en realidad

Antes de su llegada a Cartagena Beltri había proyectado

toda España, si se exceptúa el caso de unos pocos arqui-

en su Tortosa natal diversos edificios de cierta ambición

tectos de Barcelona, tiene una arquitectura modernista

en la órbita estilística del eclecticismo, pero muy pocos

que corresponde más bien a la segunda fase; cuando el

de ellos llegaron a realizarse. Lo mismo cabe decir de su

estilo es ya en realidad un moderno asumido, que es ade-

paso por Gandía, donde fue arquitecto municipal entre

más cuando se internacionaliza y populariza. El caso de

1890 y 1893, donde fundó las clases gratuitas de dibujo

Beltri, formado en la Escuela de Barcelona, es interesante

para obreros. Sin embargo, al poco de establecerse en

para constatar los canales de introducción del estilo, ya

Cartagena recibió el encargo de proyectar y construir la

que cuando tiene la oportunidad de realizar su primera

vivienda que el minero Serafín Cervantes pensaba levan-

gran obra se inclina antes por un eclecticismo sancionado

tar en la calle Mayor, levantada entre 1897 y 1900. Un

académicamente, que por el nuevo estilo. Así pues, su

edificio situado en el corazón de Cartagena, en la vía

ejemplo nos es válido para romper algunos de los tópicos

que conectaba las dos entradas de la ciudad desde mar y

que difundieron las publicaciones de los años sesenta y

tierra. Con un generoso presupuesto pudo por fin plan-

setenta, sobre el modernismo, que lo veían como una

tear una obra en la que dejar patente su arte. Del interior

expresión exclusivamente vinculada a la Escuela de Barce-

de esta casa nada ha llegado en la actualidad tras la re-

lona y cultivado por arquitectos allí titulados. Es cierto que

modelación interior que sufrió para su adaptación co-

fueron varios los arquitectos catalanes que hicieron ger-

mercial. Solamente por algunas fotos de la revista Arqui-

minar la semilla de la nueva arquitectura en otros puntos

tectura y Construcción se conocen los interiores de los

de la geografía española, pero cuando se analiza el ejem-

bajos comerciales. La fachada de la Casa Cervantes está

plo de Beltrí se constata que estos arquitectos no salen de

presidida por una estricta axialidad y jerarquización que

la Escuela construyendo en el nuevo estilo, sino que el

la mantiene más en las vías del eclecticismo que en las

paso definitivo se produce cuando ya llevan un tiempo

del modernismo, el cual se asoma al edificio por algunos

trabajando fuera, y en gran medida por requerimiento de

trabajos de los hierros y decoraciones. Pero la edificación

una clientela que está asumiendo también el nuevo esti-

resultaba espectacular en el contexto urbano, siendo un

lo. Quiero decir con esto que el paso de Beltrí hacia la

preludio de la que iba a ser la nueva arquitectura de la

arquitectura modernista se produce en Cartagena, no con

burguesía minera del 1900. Se trataba de una de las cons-

esta casa sino con otras obras posteriores. De todas ma-

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neras Beltrí no era un arquitecto titulado en 1900, sino

construcción, se trata de una obra cronológicamente

años antes y su impresión arquitectónica más impactante

avanzada dentro del modernismo español.

debían ser las obras de la Exposición Universal de 1888. No obstante siempre es fácil distinguir la formación cata-

Pero por estos años la estética modernista, como expre-

lana de Beltrí a través de sus obras, así como la madrileña

sión del espíritu de la época, tenía ya más de una mani-

de Tomás Rico, por citar al otro arquitecto importante en

festación en la ciudad como bien puede ser el campo de

estos años en Cartagena.

la fiesta o del mobiliario. Otras obras como el Casino de Cartagena, por citar otro edificio significativo de la pri-

En la Casa Cervantes hay ecos de Viollet-le-Duc, espe-

mera fase, participan de un similar carácter híbrido y el

cialmente en la solución de la cornisa, pero son más for-

eco de Vilaseca se deja sentir de nuevo. La remodelación

males que estructurales. No obstante, se puede afirmar

del Casino presenta detalles de un gran refinamiento,

que se trata de una gran edificación, que de estar ubica-

los cuales reflejan unas claras inquietudes estéticas, un

da en un lugar de mayor perspectivas, como un chaflán

espíritu esteticista.

de los ensanches de Barcelona, Valencia, o de la misma Cartagena, se apreciaría más su monumentalidad. Al re-

Otra cuestión importante es la del gaudinismo del que a

cibir el tortosino este encargo se convirtió en el sustituto

veces se ha hablado con respecto a Beltrí. No encuentro

de Carlos Mancha, que había sido el arquitecto, de la

nada de gaudiniano en esta primera fase. Ya apunté en

anterior generación, que dio forma a la vivienda de la

mi estudio sobre Cartagena que sus referentes de la ar-

oligarquía minera. Barcelona como capital industrial, era

quitectura catalana, en los cuales se inspira para algunas

el espejo en el que la burguesía minera de Cartagena

de sus construcciones de la primera época, son Vilaseca

quería mirarse, viniendo Beltrí a cubrir esta demanda.

y Doménech i Estapá, es decir el ala ecléctica del fin de

La siguiente obra destacable fue la residencia para el

siglo catalán. Pero es importante señalar como Beltrí asu-

minero Camilo Aguirre, conocida como Palacio Aguirre.

me en Cartagena la imagen del profesional moderno e

Ahora se trata de un palacete unifamiliar donde se pue-

independiente que compite en un mercado laboral.

de certificar cambios o evoluciones entre los varios proyectos que realiza y la obra definitiva finalizada en 1901,

El segundo paso en la evolución de Beltrí se produce en

la cual resulta más compacta y articulada, más moder-

1906, cuando se encarga de la dirección de la Casa Maes-

nista en su integración de las artes aplicadas, aunque

tre, que había proyectado para este minero terratenien-

todavía con un tinte ecléctico. En este edifico trabajaron

te el arquitecto ilicitano Marcelino Coquillat. El gaudinis-

además una serie de casas artísticas, como las de los

mo más suavizado de la casa Calvet entraba entonces en

Amaré Hermanos, que reforzaron la calidad de los dise-

la ciudad. A través de la dirección de esta casa Beltri asu-

ños del conjunto, a lo que hay que sumar las pinturas de

me de una manera indirecta ciertos repertorios gaudi-

Cecilio Pla o los vidrios grabados al ácido en los que flo-

nianos. Por estas fechas el modernismo alcanzaba su ple-

rece la vegetación Art Nouveau. Viendo el interior de

nitud, llegando ahora incluso a otras ciudades y capita-

algunas de las estancias de esta casa se aprecia como en

les españolas que habían permanecido más rezagadas,

unos espacios se inclina por un neorrococó modernista,

pero por esta fechas ya había también quien comenzaba

mientras en otros se detectan unos ecos más victorianos

a moverse hacia una orientación más clasicista. Son los

o renaixença. En cualquier caso, y por las fechas de su

años también en los que numerosos arquitectos se sin-

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tieron seducidos por la aportación de los grandes maes-

ciar la interpretación libre de las formas decorativas que

tros de la Escuela Vienesa. En Murcia tanto Pedro Cer-

había incorporado de la Casa Maestre. Pero ahora era

dán como Víctor Beltrí, dejan ver este influjo en algunas

un amplio patio neonazarita el que daba gran vistosidad

de sus obras. La Casa del Niño (1918) y la Casa Llagoste-

al interior, existiendo en la actualidad un proyecto de

ra (1916) son dos válidos ejemplos de la nueva orienta-

derribo de todo este interior.

ción. La paternidad de Beltri en la Casa Llagostera que fue una atribución que hice, ya que no se conservaba

Beltrí fue un profesional respetado y admirado, que con-

ningún documento al respecto, pero que ha sido gene-

tó con el apoyo de una favorable clientela. Su obra, al

ralmente aceptada como obra del arquitecto tortosino,

igual que otros muchos arquitectos europeos de su nivel

es en mi opinión una de las más brillantes creaciones de

introdujo un sello de modernidad y de voluntad artística,

la arquitectura murciana de principios del XX, la cual

con unas realizaciones que animaban el entorno urba-

puede insertarse sin problemas en una exigente antolo-

no. La obra de Beltrí se proyectó también en los años

gía de la arquitectura del período en España. Aunque el

veinte y treinta, pero ya sin la intensidad e interés de la

talento del arquitecto radica aquí en la manera como ha

primera época, su arquitectura regionalista es mucha más

orquestado la introducción de las artes industriales con

mimética, y aunque hay una depuración en las obras de

las cerámicas del valenciano Gaspar Polo. Asimismo fi-

los treinta, ya difícilmente hablaría de racionalismo. Si la

naliza por estos años el Gran Hotel que iniciara el arqui-

Cartagena de principios de siglo estimuló la creatividad

tecto Tomás Rico, aunque se trata de un edificio más

del joven arquitecto, diría ahora que el ambiente de la

mimético, ya que en realidad todo el cuerpo alto copia

ciudad o la propia situación personal, lo llevan hacia un

con fidelidad la obra del arquitecto Cattaneo para el Hotel

estancamiento, aunque el arquitecto realiza admirables

Corso de Milán (1905). El hecho viene a subrayar la im-

esfuerzos de ponerse al día.

portancia de las revistas de arquitectura y de los repertorios de láminas, para la difusión de la arquitectura mo-

Hace ya bastantes años andaba documentando obras de

dernista. Beltrí copia detalles, al igual que lo hacían la

Beltrí y siguiendo su huella en Cartagena y la región, con

mayor parte de los arquitectos de su tiempo cuando se

el fin de recopilar mayor información y noticias acerca de

abandona la senda de los grandes maestros, tal y como

este arquitecto, para incorporar un capítulo a él dedica-

se sigue haciendo en la actualidad. Al documentarse so-

do en una investigación más general sobre Cartagena

bre la tipología del hotel y buscar en lo más moderno

entre 1874 y 1936. Aunque en trabajos posteriores he

encontró resuelta la finalización del hotel cartagenero

incluido las obras de Beltrí en otros contextos más am-

en el edificio de Milán. El modernismo floral alcanzaba

plios, mis investigaciones se han orientado hacia otros

así su máxima expresión en la ciudad.

autores y aspectos del arte español del periodo. Sin embargo, todo lo de Cartagena tiene el recuerdo de una

La Casa Zapata de 1909 era a su vez la más elaborada

época juvenil, en la que dediqué bastantes años y es-

proyección de la nueva arquitectura en el ensanche, pro-

fuerzo a ampliar los conocimientos que se tenían sobre

poniendo ahora como modelo la vivienda ajardinada.

la Cartagena del fin de siglo. Ahora los autores de esta

Difusos matices gaudinistas, ecos vieneses y evocaciones

monografía me piden que se la prologue, y lo hago con

neonazaritas, como la del espléndido patio interior, indi-

agrado ya que los encuentro movidos por un mismo in-

can todavía una concepción ecléctica. Un año antes ha-

terés. La primera vez que hablé con Guillermo Cegarra

bía realizado Beltrí la Casa Dorda, donde se dejaba apre-

Beltrí, me indicó que fue la lectura de mi trabajo la que le

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despertó la curiosidad sobre su ilustre antepasado, e ini-

libro; poco será lo que en adelante se pueda añadir al

cio una paciente labor de búsqueda, casi detectivesca

conocimiento de la obra de Beltrí que tenga un significa-

diría, de nuevos datos y hechos, con los cuales dejara

do especial. Es indudable que los autores de esta mono-

satisfecha la deuda familiar. El resultado es la publica-

grafía han dado pruebas de una gran constancia y pa-

ción que ahora tiene el lector en su mano. Creo que la

ciencia en su búsqueda.

parte más novedosa del trabajo corresponde a la primera parte, en la cual se profundiza en los antecedentes

Hace ya casi veinte años que publiqué el libro de Carta-

familiares y el ambiente que lo rodeó en sus primeros

gena, entonces tenía la esperanza de que el trabajo tu-

años como estudiante y profesional, hasta llegar a Car-

viera una utilidad para la preservación del patrimonio

tagena, donde Beltrí se integró plenamente. Creo que

local, es por ello que incluí una lista de “otras obras”,

los pasos seguidos han dado buenos frutos. La parte del

que había elaborado recorriendo atento las calles de

catálogo, aunque no incorpora obras de un nivel similar

Cartagena. Algo, que luego, no sin decepción, he visto

a las ya documentadas, que son las que en realidad lo

que no han sido de la utilidad que esperaba, siendo nu-

han situado en el nivel de reconocimiento en el que se

merosas las edificaciones que han desaparecido de Beltrí

encuentra, si proporciona nuevos datos sobre otros pro-

y otros arquitectos, obras en definitiva que definía un

yectos e intervenciones fuera de Cartagena mal conoci-

marco muy especial de Cartagena. Un edificio como el

dos. En cierta medida el catálogo hace de adenda a nues-

Club de Regatas, que fue portada de mi libro, y al cual se

tro trabajo sobre Beltrí dentro del libro “Cartagena 1874-

dedica ahora un análisis que en parte documenta la hi-

1936”, ya que recoge casi todas las valoraciones y análi-

pótesis que propuse sobre su autor, ha sido derribado. Y

sis del conjunto de las obras que allí se citaban, incluso

ahora mismo peligra la conservación de la Casa Dorda,

documentos como el “Programa de Modelado y Vacia-

pues según tengo noticias, hay un proyecto que conlleva

do para una Escuela de Artes y Oficios en Gandía”. Pero

el completo derribo del patio neonazarita. Hace unos

en cualquier caso, creo que los autores han realizado un

meses estuve en Cartagena y me sorprendió los bárba-

inventario muy completo de la labor que el arquitecto

ros e innumerables derribos que siguen causando mella

desplegó durante sus años de actividad profesional, re-

en el caso histórico, y no hablo del ensanche, por allí

copilando datos acerca de todo tipo de obras, que aun-

apenas queda ya nada de lo que fue en otro tiempo.

que en algunos casos sean de escasa relevancia, nos dan

Lamentables han sido en estos veinte años los criterios

de todas maneras la medida de cual era la dimensión de

de preservación de las distintas corporaciones, ciegos para

la labor desplegada por el arquitecto. Felicito a los auto-

ver y valorar lo que tienen, al igual que está sucediendo

res por haber sabido localizar una nueva documentación

en otras muchas ciudades de la región como Lorca. Es-

a la cual no tuve acceso en otro tiempo por el lamenta-

pero y deseo que este libro sirva para despertar el escaso

ble estado de catalogación en el que se encontraba el

interés municipal por el patrimonio, fuera de las obras

Archivo Municipal de Cartagena, a pesar de que realicé

espectaculares de autor en las que su vanidad se siente

un peinado de todos los legajos que era posible consul-

proyectada y sean capaces de ver que la pieza menuda

tar sobre licencia de obras en aquel momento. Toda in-

forma parte del mosaico.

vestigación está orientada a ampliar el conocimiento que tenemos de algo y por supuesto a abrir nuevas vías, pero

Valencia, octubre de 2004

una investigación nunca queda cerrada y siempre habrá

FCO. JAVIER PÉREZ ROJAS

cabos que atar, como bien lo deja patente el presente

Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Valencia

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Introducción Víctor Beltrí es uno de esos personajes con el que se

¿Qué mejor caldo de cultivo podía encontrar Beltrí para

cumple el famoso tópico de que “nadie es profeta en su

poder desarrollar todo su genio? Su origen catalán, él

tierra”. A pesar de ser uno de los tortosinos más ilustres

haber sido discípulo y compañero de los mejores arqui-

de su tiempo, apenas queda nada de su obra y su me-

tectos modernistas del momento, su juventud y sus enor-

moria en esta ciudad. De hecho en Tortosa ejerció como

mes ganas de trabajar, representaban un magnífico aval

arquitecto sólo durante dos años y medio. Avatares polí-

para esta burguesía, que quería estar a la última. De esta

ticos, unidos a la falta de ambiente y el conservadurismo

forma, por fin, pudo Víctor desarrollar toda su creativi-

de sus vecinos, le obligaron a abandonar su tierra natal

dad para acabar dejándonos los mejores edificios de la

para dirigirse a la localidad valenciana de Gandía.

ciudad de Cartagena: la “Casa Cervantes”, el “Palacio Aguirre”, la “Casa Maestre”, la “Casa Zapata”, la “Casa

Tampoco allí tendría suerte. Demasiado avanzado para

Dorda”, la “Casa Llagostera”, la “Casa del Niño”, el

el entonces ambiente provinciano de esta ciudad, vuelve

“Gran Hotel” y un sin fin de otras obras que son desde

a cambiar de nuevo de residencia en busca de mejor for-

entonces su mejor legado.

tuna. Tras un breve paso por la ciudad de Murcia, se instala en la entonces floreciente Cartagena, donde el re-

Siempre en vanguardia, supo evolucionar con los tiem-

surgir de la minería en la cercana sierra de La Unión ha-

pos pasando desde un inicial eclecticismo, a un final ra-

bía propiciado la aparición de una nueva y acaudalada

cionalista, tras haber cultivado con gran acierto el mo-

burguesía.

dernismo, el secesionismo vienés y el casticismo.

Estos nuevos ricos estaban ansiosos de poder demostrar

A pesar de todo Víctor Beltrí no es un personaje muy

al mundo su fortuna. Incluso dice la leyenda, probable-

conocido. Por un lado desarrolló casi toda su obra muy

mente falsa, que los más acaudalados propietarios de

lejos de la cosmopolita Barcelona, donde los trabajos de

Cartagena: Cervantes, Aguirre, Dorda, Maestre, Zapata,

sus amigos y compañeros alcanzaban gran resonancia.

Martínez.., se habían apostado un “arroz con conejo” a

Por otro, diferentes avatares históricos, algunos desas-

ver quien era capaz de construirse la mejor casa de la

tres naturales y, sobre todo, la enorme especulación de

ciudad. El Modernismo había pasado de ser una excen-

los años sesenta y setenta, borraron su imagen de la

tricidad a estar considerado como la última moda. Los

memoria de la gente y acabaron con buena parte de sus

ricos mineros miraban con envidia las ilustraciones de las

obras. Sirva este modesto trabajo para intentar reparar

revistas que mostraban los nuevos edificios levantados

en parte, este injusto olvido.

en París y Barcelona.

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Juan Martínez Blaya COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

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Antecedentes Desde el principio de su actividad en Cartagena, Víctor Beltrí despertó el interés de los medios especializados. Así la revista editada en Barcelona “Arquitectura y Construcción”, en su número 101 de 3 de mayo de 1901, hacía una reseña elogiosa de la “Casa Cervantes”, incluyendo diversas fotografías tanto de su fachada como del “Café España” que se ubicaba en la planta baja.

1940 en el nº 10 de la Hoja Parroquial de Tortosa, dentro de la serie “Historia de Tortosa abreviada, fechas memorables”, que en su día realizó este historiador y que aún no hemos sido capaces de localizar. En el libro de A. Oliver “Medio siglo de artistas murcianos (1900-1950). Escultores, Pintores, Músicos y Arquitectos” publicado en 1952, aparece una breve reseña de su activi-

En 1902, en la “Guía de Cartagena” editada por los hermanos Estrada, se describían con minuciosidad y admiración algunas de las obras del arquitecto, tales como la “Casa Cervantes” o las reformas del Casino y la Catedral de Sª Mª la Vieja.. En el libro de Verges Paul “Espurnes de la llar” editado en 1912 en Tortosa, su ciudad natal, aparecieron publicadas diversas referencias tanto del arquitecto como de su familia. Aunque nunca fue profeta en su tierra, en 1915 la revista cultural tortosina “La Zuda” en su número 32, le dedicó la portada y un artículo muy elogioso, que por su interés reproducimos de forma integra en los Apéndices Documentales.

dad profesional. Lo mismo sucede en el “Diccionario Biográfico de Artistas de Cataluña” de Rafols, publicado en 1953 en Barcelona, donde figuran de forma sucinta tanto de él, como su padre José Mª y su hermano Ignacio. Francisco Javier Pérez Rojas, actual Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Valencia, ya se fijó en su obra en “Casinos de la Región de Murcia (1850-1920)” y en la “Historia de la Región de Murcia. Arquitectura y Urbanismo”. Tomo VIII, publicados en Murcia en 1980. Pero es en su magnífico libro “Cartagena 1874-1936 (Transformación urbana y arquitectura)” publicado en 1986, que recogía su tesis doctoral y al que tantas veces nos referiremos, en donde la figura y obra de Beltrí cobran un protagonismo especial. Este libro ha sido un elemento clave a la hora de guiarnos en nuestras investiga-

El mismo año la revista “Cyrano” de Cartagena, también parece que se ocupó de la obra del arquitecto. Sabemos de su existencia por el mencionado artículo aparecido en “La Zuda”, aunque todavía no hemos sido capaces de localizarlo, ya que existen muy pocos ejemplares de dicha revista.

ciones. En él el autor, además de su biografía, describe un buen número de edificios, en buena parte atribuidos, y que incluimos en el catálogo completo de obras del arquitecto. En la “Gran Enciclopedia de la Región de Murcia” editada en 1992, en el epígrafe “Beltri Roqueta, Víctor”, se

Existe una referencia en la “Historia de Tortosa” (Pág. 976 Tomo IX) de Enrique Bayerri, en la que se menciona la existencia dentro del “Legado Bayerri” de una reseña dedicada al arquitecto, aparecida el 15 de septiembre de

hace una amplia referencia a la vida y obra del arquitecto en términos muy elogiosos. Así mismo aparece en el dedicado al “Arte” y aparecen referencias específicas sobre varias de sus obras.

15

La historiadora Dora Nicolás Gómez, en su libro publicado en Murcia en 1993 “Arquitectura y arquitectos del siglo XIX en Murcia”, refleja brevemente la actividad de Beltrí en esta ciudad. Una de las bisnietas del arquitecto, Mercedes Beltrí Fernández, hizo una tesina para obtener la licenciatura en Historia, titulada: “Víctor Beltrí y Roqueta. El arquitecto de la calle Mayor”. Basada fundamentalmente en la obra de Pérez Rojas, incluye como novedad aspectos humanos desconocidos, fruto de sus investigaciones entre la familia, que incluyeron una entrevista Matilde Beltrí Villaseca, la única hija del arquitecto que por entonces todavía estaba viva. En 1994 la Fundación Cultural “Emma Egea” editó un pequeño libro con imágenes de algunos de su edificios para conmemorar la celebración del año de Víctor Beltrí. Con motivo de dicho evento Francisco Javier Ródenas Rozas, Archivero Municipal de La Unión, realizó un trabajo titulado “Víctor Beltrí en La Unión (1897-1917)”, que el Ayuntamiento de esta localidad decidió finalmente no publicar, y en que quedaba reflejada una buena parte de su trabajo en esta ciudad. Algunos aspectos de su actividad en Gandía han sido reflejados en el capítulo ”Los Arquitectos” del libro de A. Vázquez “Miscelania: Josep Camarena.” publicado en dicha ciudad valenciana, en 1997. Ese mismo año figuró con un capítulo propio, que en la zona de Murcia sólo comparte con Pedro Cerdán, en el conocido libro de Angel Urrutia “Arquitectura Española Siglo XX”, publicado en Madrid. En 1998 se rindió un homenaje conjunto a los arquitectos que trabajaron en Cartagena a principio del Siglo XX, dentro de la exposición celebrada por el Ayuntamiento de esta ciudad titulada “Del modernismo al eclecticismo”, en la que el arquitecto ocupaba, por derecho propio, un lugar destacado.

El año 2002 publiqué en el nº 6 de la revista “Recerca”, editada por el Arxiu Històric Comarcal de les Terres de l’Ebre de Tortosa, el artículo “Víctor Beltrí Roqueta (Tortosa 1862 – Cartagena 1935): Arquitecto”, preludio de este libro. También ha sido uno de los principales protagonistas de las jornadas sobre el modernismo y la arquitectura de Cartagena de los siglos XIX y XX, que se han celebrado en esta ciudad durante el mes de octubre de 2004. Concretamente Santiago Morales Martínez (colaborador de este libro) impartió una conferencia sobre su obra, en la que dio a conocer, por primera vez, alguna de sus obras descubiertas por nosotros. Para finalizar, figura con carácter destacado dentro de Internet, en diferentes páginas Web dedicadas al Festival del Cante de las Minas, a Tortosa, a Cartagena, a La Unión, a Lorca, a la Región de Murcia y al Modernismo, aunque normalmente aportan informaciones ya publicadas con anterioridad. A la hora de abordar este trabajo nos hemos encontrado con que el grafismo de la época es diferente al de hoy en día. De hecho, a pesar de ser catalán, haber pasado su infancia y juventud entre Tortosa y Barcelona, y desarrollar su primera etapa profesional entre la primera ciudad y la valenciana Gandía, no se encuentra ningún documento, ni referencia en periódicos o revistas en catalán o valenciano. Hemos optado, por tanto, por respetar en la medida de lo posible los nombres de los lugares y de los diferentes personajes de estas zonas, tal como aparecen en los originales, es decir, en castellano. También cuando reproducimos documentos, hemos procurado respetar la ortografía de la época, diferente de la actual.

16

Indice Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

12

Antecedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

14

Capítulo I - Los Beltrí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

18

Capítulo II - Infancia y primera juventud en Tortosa (1862-1880) . . . . . . . . .

22

Capítulo III - Estudiante en Barcelona (1880-1886) . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

28

Capítulo IV - Los primeros años de profesión. Tortosa (1887-1890) . . . . . . .

42

Capítulo V - Los años de Gandía (1890-1893) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

52

Capítulo VI - Arquitecto de Hacienda en Murcia (1893-1895) . . . . . . . . . . .

58

Capítulo VII - Al fin en Cartagena. La etapa modernista (1895-1917) . . . . .

62

Capítulo VIII - La madurez (1918-1935) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

76

Capítulo IX - Víctor Beltrí, el hombre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

84

Capítulo X - Víctor Beltrí, el arquitecto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

94

Edificios destinados a Viviendas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

112

Casinos y Edificios Recreativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

226

Mercados, Lonjas y Mataderos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

244

Colegios, Institutos y otros Centros de Enseñanza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

270

17

Iglesias y Edificios Religiosos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

290

Industrias y Almacenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

306

Otros Edificios y Obras Singulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

312

Edificios de tipo Social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

322

Cocheras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

330

Urbanizaciones y Trabajos de tipo Urbanístico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

334

Proyectos para Parques y Jardines . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

346

Panteones y Obras de tipo Funerario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

354

Obras dudosas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

364

Obras erróneamente atribuidas a Víctor Beltrí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

368

Epílogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

370

Apéndices Documentales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

374

Catálogo de Proyectos y Trabajos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

392

Catálogo de Proyectos y Trabajos Dudosos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

421

Bibliografía y Fuentes Documentales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

426

CAPÍTULO I

Los Beltrí

“La creación continúa incesantemente por mediación de los hombres, el hombre no crea: descubre y parte de ese descubrimiento. Los que buscan las leyes de la naturaleza para formar nuevas obras, colaboran con el creador.”

ANTONIO GAUDÍ

20

El apellido Beltrí o Beltri (el tema del acento es un as-

Aunque no está muy claro, parece que el origen del ape-

pecto que no está del todo claro) es muy poco frecuen-

llido hay que buscarlo en Italia. El hecho de que el apelli-

te. De hecho apenas unos cientos de personas se apelli-

do Veltri (probablemente se transformara la “B” en “V”

dan así en España, y casi todas son originarias de la co-

en España, aunque también hemos encontrado una rama

marca del Baix Ebre de Tarragona, y más concretamente

italiana más reducida en la que el apellido es con “B”)

de las localidades de Amposta y Tortosa. La familia del

sea muy frecuente en dicho país, especialmente en la

arquitecto procede, al menos desde final del siglo XVII,

región de Nápoles, nos hace sospechar que este fuera su

de esta última ciudad, siendo el primer antecesor directo

primitivo origen. Sobre cuando y cómo se establecieron

conocido Salvador Beltrí, de profesión “soguero”, que

en Tortosa barajamos diferentes hipótesis, ninguna de

1

debió de nacer alrededor de 1675 .

2

ellas aún confirmadas documentalmente.

Panorámica de la ciudad de Tortosa. En primer término, las torres del antiguo seminario y, al fondo, la Catedral y el Castillo de la Zuda. EXTRAÍDA DEL LIBRO «IMATGES I RECORDS. TORTOSA». VIENA COLUMNA. BARCELONA 1997. COLECCIÓN JOSÉP CURTO SUBIRATS

1 2

Libros de matrimonios de la Catedral de Tortosa. De hecho en el “Diccionario de Artistas Catalanes” de Rafols, las entradas tanto de Víctor, como de su padre José María y de su hermano Ignacio, son por el apellido Veltri con “V”.

21

En 1148 el Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, ayudado por caballeros templarios y genoveses, conquista la ciudad de Tortosa a los árabes. A partir de ese momento la ciudad se convierte en un importante centro comercial, siendo el río Ebro, que en aquellos tiempos era navegable hasta Zaragoza, su principal eje de transporte. Esto motiva que un numeroso grupo de comerciantes de sedas y telas de origen genovés se establezcan en ella. Es posible que entre ellos se encontrara algún Beltrí, ya que la principal profesión de la familia del arquitecto fue el negocio de las telas, y más concreta3

mente la sastrería . Otra posibilidad es que el primer ancestro del arquitecto que se instaló en España fuera alguno de los miembros del ejercito castellano de Felipe IV. En él había soldados napolitanos que formaban parte de los Tercios de la “Unión de Armas”. Esta englobaba a 16.000 soldados del Reino de Nápoles alistados para luchar contra los franceses. Felipe IV ocupó Tarragona en 1640, al comienzo

Nave central de la Catedral de Tortosa. FOTOTIPIA THOMAS, BARCELONA COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

de la “Guerra de los Segadores” contra los catalanes. Con posterioridad, y una vez terminada ésta en 1652, unidos castellanos y catalanes prosiguieron la guerra con-

la presencia en Tortosa de un tal “Massiá Beltri, esparden-

tra las tropas francesas. Posiblemente al finalizar la con-

yer” a mediados de 1678 . En definitiva, todo parece apun-

tienda, alguno de estos soldados apellidado Beltrí deci-

tar a un origen italiano, pero bastante antiguo.

4

diera quedarse a vivir en Tortosa. Todos los antecesores directos del futuro arquitecto, desde Otras fuentes sugieren que algún Beltrí de origen italiano

el anteriormente mencionado Salvador Beltrí, nacieron,

formara parte del séquito que acompañaba a Isabel de

se casaron y fallecieron en Tortosa, siendo bautizados y

Farnesio para su boda con Felipe V en 1714. Esta hipóte-

celebrados sus respectivos matrimonios en la Catedral

sis parece menos probable, puesto que hay constancia de

de esta ciudad.

3 4

En los mismos libros de matrimonios se puede constatar dicha profesión en al menos cuatro antepasados del arquitecto. R. Vergés “Espurnes de la llar”. Volumen V, Pág. 41. Tortosa, 1912.

C A P Í T U L O II

Infancia y primera juventud en Tortosa (1862-1880)

24

El padre del futuro arquitecto fue el escultor José María

forma habitual. Tuvo numerosos discípulos, entre los que

Beltrí Belilla (1829-1898). Este formaba parte de un nu-

destacaron José Reverter y Gasulla , Juan Bautista Gu-

meroso grupo de artistas que desarrollaron su labor ar-

rrera y Tomás Cardona y Abelló (1856-1901) .

9

10

tística en Tortosa en la segunda mitad del siglo XIX. Su estudio estaba situado en el nº 13 de la calle Taules Ve-

Además de ser un gran escultor, José María fue un buen

lles. Posteriormente, concretamente en septiembre de

dibujante. Amante de la docencia, ejerció como profe-

1887, lo trasladó al entresuelo del nº 14 de la calle de la

sor particular de dibujo. También dio clases en el colegio

Rosa. En el taller se trabajaba, sobre todo, en la realiza-

que tenía su mujer en la calle de la Rosa y llegó a abrir en

5

ción de esculturas en madera de tipo religioso .

1893, junto con su hijo Ignacio, una academia para en11

señar esta disciplina a las señoritas de la ciudad . Entre los escultores de la ciudad se encontraba Ramón Cerveto (1828-1906), que por aquellos días era famoso

Se casó con la maestra tortosina Carmen Roqueta Es-

en toda España por sus crucifijos y “dolorosas” para ser

tampres (1829-1887). Fruto de este matrimonio tuvie-

expuestos bajo vitrina. José María trabajó con este artis-

ron cinco hijos: Víctor, el mayor, Julián Vicente (1864-¿)

ta realizando conjuntamente algunos de los pasos de la

que fue sacerdote, José María (1866-1888), que siguien-

famosa Procesión del Domingo de Ramos de esta ciu-

do la tradición familiar fue sastre, Mª Cinta Dolors (1871-

dad. Concretamente hacía 1859 tallaron “El Sant Sopar”,

¿), de la que se ignora si ejerció alguna profesión remu-

“L’Oració a l’Hort”, “Sentencia de Pilat” y “Els Assots”,

nerada e Ignacio (1872-1901) , el pequeño, dibujante y

considerados como obras de la mejor escuela imaginera

escultor que trabajó en el estudio de su padre hasta su

6

catalana . Todos ellos fueron destruidos durante la Gue-

12

temprano fallecimiento.

rra Civil de 1936. También participó con él, y con otro escultor llamado Asencio, en la realización de las escul7

La familia del futuro arquitecto era cristiana y tradiciona-

turas, hoy desaparecidas , que adornaban las capillas del

lista, de ideología carlista (algo corriente en esa época

Calvario que “aunque no son de gran valor material, tie-

en la ciudad natal del General Cabrera), humilde y con

8

nen mucha propiedad” . No sabemos si estos trabajos

pocos recursos económicos. De hecho en un artículo

fueron una colaboración esporádica, o si lo hacían de

publicado en 1915 en la revista local “La Zuda”, en el

5 6

R. Vergés “Espurnes de la llar”. Volumen VI, Pág. 581. Tortosa, 1912. “La Santa Cena”, “La Oración en el Huerto”, “Sentencia de Pilatos” y “Los Azotes”. Joan Moreira “Del folklore tortosí”. Págs. 546-550. Tortosa, 1934.

7 8 9 10 11 12

R. Vergés “Espurnes de la llar”. Volumen III, Pág. 105. Tortosa, 1912. R. O’Callaghan “La Catedral de Tortosa”. Pág. 247-250. Tortosa, 1890. Según algunos autores su apellido era Rebarter. O. Rodríguez “Album Biográfico Dertosense”, Pág.138. Tortosa, 1892. R. Vergés “Espurnes de la llar”. Volumen VI, Págs. 495 y 581. Tortosa, 1912. Todas estas fechas proceden de los Libros de Bautismo, Matrimonios y Defunciones existentes en la Catedral de Tortosa.

25

que se rendía homenaje a su paisano, la definían como: 13

“una familia asaz

modesta”. 14

Víctor José Beltrí y Roqueta

nació en Tortosa, el 15 de

15

abril de 1862 , en la casa donde vivían sus padres que estaba ubicada en la calle Bonaires, muy cerca de la Catedral. Fue bautizado en dicho templo al día siguiente de nacer, siendo los padrinos su abuelo materno José María 16

Roqueta (1800?-1879) y María Beltrí .

Sabemos que estuvo dotado para los estudios desde su más temprana edad, probablemente alentado por sus padres, destacando por sus grandes cualidades artísticas y su facilidad y aplicación en el dibujo.

Víctor fue uno de los 66 alumnos del curso inaugural 17

(1877/1878) del Colegio San Luis Gonzaga de Tortosa . Este centro era de tipo confesional y estaba muy clericalizado. Ello tendría una indudable influencia en la religiosidad del futuro arquitecto. Dada la cercanía del Colegio a la casa de sus padres, cursaría sus estudios durante ese curso y el siguiente como alumno externo, pagando úni18

camente los derechos de matrícula .

Patio renacentista de los Reales Colegios donde hoy en día está ubicado el Arxiu Històric de les Terres del Ebre y que en su día albergó el Colegio San Luis Gonzaga, donde estudió el futuro arquitecto. ISABEL Y ANA MARÍA BELTRÍ IZQUIERDO COLECCIÓN BELTRÍ IZQUIERDO

José María tuvo una influencia decisiva en los primeros años del futuro arquitecto y, muy especialmente, en la

13 14 15

Asaz: Bastante, harto, muy, mucho. Roquetas según algunos autores, aunque realmente era Roqueta como demuestran múltiples documentos oficiales y privados. La mayoría de los autores citan como año de nacimiento 1865, pero es erróneo como demuestra su Libro de bautismo (Pág. 391 del Tomo de 1862), en la catedral de Tortosa.

16 17 18

No está del todo claro el parentesco, pero probablemente sería su tía paterna. R. Vergés “Espurnes de la llar”. Tomo VI. Págs. 656 y 659. Tortosa, 1912. Los alumnos internos pagaban 10 duros al mes y los mediopensionistas 7. R. Miraval “L’ Institut de Batxillerat de Tortosa”. Tortosa 1982.

26

forja de su temperamento artístico y en el desarrollo de su amor por la escultura, la talla, el modelado y el dibujo. Víctor dedicaba muchas horas a dibujar y a ir al taller con su padre donde, a la vez que le ayudaba, charlaba con los artesanos y aprendía el oficio.

En junio de 1879 termina con brillantez sus estudios de segunda enseñanza, realizando en el Instituto de Tarragona los exámenes de grado correspondientes. La situación económica de la familia no debía de ser muy desahogada, pues según consta en su certificado académico “no se le ha pedido (sic) el título por no haber satisfe19

cho los derechos correspondientes” . A partir de ese momento, comienza a trabajar en el taller de su padre.

Víctor formaba parte de un grupo de apasionados jóvenes artistas que se reunían habitualmente para compartir sus experiencias e inquietudes. Este grupo lo integra20

ban, entre otros , los aprendices de escultor: Víctor Cerveto Riba (1861-1936), hijo de Ramón Cerveto, Antonio Riba y García (1859-1936), Domingo Agustín Querol y 21

Subirats (1860-1909) , Joaquín Anglés y Cañé (18591911) y los ya mencionados discípulos de José Mª Beltrí,

Vista de la calle de la Rosa, importante arteria de gran actividad social donde estaba el taller de escultura del padre del futuro arquitecto.

José Reverter y Gasulla y Tomás Cardona y Abelló, así

EXTRAÍDA DEL LIBRO «IMATGES I RECORDS. TORTOSA». VIENA COLUMNA. BARCELONA 1997.

como los aspirantes a pintores: José María Marqués y

COLECCIÓN JOSÉP CURTO SUBIRATS

García (1862-1936), Federic Illa, Francesc de Asís Lleyxá Ribera (1868-1923) y el propio Víctor Beltrí. Era frecuente verlos al alba, junto con cazadores y payeses, haciendo cola ante las puertas de la muralla esperando a su apertura por parte del oficial Clavero, para poder ir al

19 20

Expediente de V. Beltrí. Escuela de Arquitectura de Barcelona. También pudieron formar parte de este grupo Juan Ferré y Vallés, Germán Griñó y Ripoll y José Tomás y Albalat Informe de la Conservadora del Museo de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, Dª Victoria Durá.

21

Con el que pudo estar emparentado, pues tenemos constancia de la existencia de unos hermanos Querol Beltrí que también eran escultores (comunicación personal de Enric Querol).

27

campo a observar la naturaleza, y captar las primeras

bién estudios en la Escuela Superior entre 1880 y 1883.

22

luces de la mañana . En septiembre de 1880 Víctor decide también buscar Las inquietudes artísticas dentro de este grupo debían

horizontes más amplios para sus inquietudes artísticas y,

de ser muy grandes. Sin duda no eran ajenos al movi-

siguiendo los pasos de sus amigos, abandona Tortosa y

miento que por aquellos días se estaba forjando en la

se traslada a Barcelona. Allí se instala en el nº 72 de la

cercana Barcelona. Era evidente que la antigua y cons-

calle Lauria , muy cerca de la Parroquia de la Asunción.

25

treñida Tortosa se les quedaba pequeña. Así en 1877 José María Marqués se marcha a la ciudad condal para

En 1881 les sigue Víctor Cerveto. Sabemos que también

matricularse en la Escuela Superior de Bellas Artes. Al

les acompañaron Fransec de Asís Lleyxá y Tomás Cardo-

año siguiente le sigue el que con el tiempo sería el más

na, aunque es difícil precisar con exactitud en que fecha

23

conocido de los artistas de este grupo: Agustín Querol .

lo hicieron, ya que ninguno de los dos aparecen matricu-

Este, al llegar se instala en casa del propio Marqués y

lados en los libros de las Escuelas de Bellas Artes. No

comienza a trabajar como aprendiz en el taller de Do-

obstante parece que éste último también llegó a estu-

mingo Talarn (1838–1891). No se matricula en la Escue-

diar en alguna ellas.

26

la Superior hasta el curso 80/81. Es decir todos los miembros del grupo, a excepción de En 1879 siguieron el mismo camino Antonio Riba (que

Federic Illa del que no hemos encontrado ningún tipo de

más tarde trabajaría con Gaudí), Joaquín Anglés, y José

información, acabaron trasladándose a Barcelona, don-

Reverter para matricularse en la Escuela de Enseñanzas

de con toda probabilidad seguirían manteniendo su amis-

24

de Aplicación de Bellas Artes . Este último cursaría tam-

22 23

tad.

Revista “La Zuda” nº 145. Pág. 183. Tortosa, 1925. Con los años tendría una dilatada y exitosa carrera profesional tanto en España como en América. A su muerte, su amigo Víctor Cerveto se haría cargo de su estudio de Madrid.

24 25 26

Estudios de grado medio equivalentes a la actual Escuela de Artes y Oficios. Expediente de V. Beltrí. Escuela de Arquitectura. Libros de matrícula de “Enseñanzas Superiores de Pintura, Escultura y Grabado (1880/1881-1884/1885)” y “Enseñanzas de Aplicación (1877/18781895/1896)”, según informe de la Conservadora del Museo de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, Dª Victoria Durá. Bayerri “Historia de Tortosa. Volumen VIII” Pág. 963.

C A P Í T U L O IIII

Estudiante en Barcelona (1880-1886)

30

En aquellos años la población de Barcelona rondaba los

estudios. Empieza a hacerlo como delineante en el estu-

250.000 habitantes, que se concentraban con una den-

dio del arquitecto Augusto Font y Carreras (1845-1924),

sidad que doblaba la del Londres de Dickens. La ciudad

que por entonces era catedrático de la recién creada Es-

vieja era húmeda, estrecha y oscura. Según palabras de

cuela de Arquitectura . Este tenía una academia prepa-

Joan Castellar-Gassol “ver el sol desde una ventana era

ratoria, que abrió nada más regresar de Madrid . Es

un lujo”. Y aunque cada vez va llegando más gente a la

posible que Beltrí fuera uno de sus más aventajados alum-

urbe, ésta apenas ha empezado todavía a expandirse.

nos y eso facilitara su contratación. Esta actividad era

27

28

muy común entre los estudiantes de arquitectura, y muLa alimentación era escasa y pobre, sobre todo en las

chos de ellos trabajaron para otros arquitectos. Así, y entre

casas y las pensiones de la gente de pocos recursos eco-

otros, Antonio Gaudí y Cornet (1852-1926) lo hizo para

nómicos que, por otra parte, era la inmensa mayoría. La

los arquitectos Francisco de Paula del Villar Lozano (1828-

verdura y el pan era la comida de todos los días, adere-

1903) y Leandro Serrallach Mas, y para el maestro de

zada por un vino que se agriaba con suma facilidad. El

obras José Fontseré y Mestre (1829-1897); José María

bacalao y el arenque, al contrario, ya eran más difíciles

Jujol y Gibert (1879-1949) para los arquitectos Antonio

de ver. La carne, en forma de las extremidades del cerdo

María Gallisá Seque (1861-1903) y José Font y Gumá

o la ternera, sólo hacía acto de presencia, con suerte, los

(1859-1922) y Francisco Berenguer y Mestres (1866-1914)

sábados.

lo hizo para los propios Gaudí y Font y Carreras.

La falta de higiene y la ignorancia generalizada contri-

Por los impresos de matrícula parece deducirse que du-

buían a la extensión de las epidemias. De hecho era fre-

rante el curso 81-82 se aloja en casa de un familiar lla-

cuente ver a las mujeres haciendo la colada en los char-

mado José Beltrí (ignoramos el grado de parentesco), que

cos de una plaza, o en los descampados. Así el cólera de

vivía en la calle Bailén nº 51, en las proximidades del

1865 había causado casi 3.800 muertes. La epidemia de

Mercado de la Concepción. En el curso 82-83 se traslada

fiebre amarilla de 1870 se había cobrado otras 1.600

al nº 239 de la cercana calle Consejo de Ciento. En sep-

víctimas.

tiembre de 1883 se instala en la calle Ludovico Pío nº 3, junto a la Iglesia de Sant Pere de les Puelles. Entre 1884

Una vez instalado en la ciudad, y dada su precaria condi-

y 1886 vive en una casa recién construida en el nº 9 de la

ción económica, el joven Víctor, que apenas tiene diecio-

calle Elisabets, haciendo esquina con la calle Notariado,

cho años, tiene que trabajar para poder costearse los

y situada frente a la Casa de Misericordia . Todas esta-

27 28 29

F. J. Pérez Rojas “Cartagena 1874-1936. Transformación urbana y arquitectura” Pág.416. Murcia, 1986. B. Bassegoda “Elogio del arquitecto D. Augusto Font y Carreras (1845-1924)” Pág. 9. Barcelona, 1925. Expediente de V. Beltrí. Escuela de Arquitectura.

29

31

Augusto Font y Carreras (18451924), profesor de la Escuela en cuyo estudio de proyectos Beltrí alcanzó la categoría de jefe de delineantes. ASOCIACIÓN DE ARQUITECTOS DE CATALUÑA

Durante los cursos 80-81 y 81-82 se matricula a la vez en la Escuela de Arquitectura, en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y en la Escuela Oficial de Bellas Artes y enseñanzas de Pintura, Escultura y Grabado. En el curso 82-83 sólo se matricula en Arquitectura. De todas formas no está muy claro el motivo de esta decisión. Podría deberse a que inicialmente tuvo la intención de dedicarse a la pintura, especialidad por la que sentía gran preferencia y predisposición, o tal vez fue una cuidadosa y planificada formación académica.

ban situadas en sitios tranquilos y muy cerca de alguna iglesia, seguramente para permitirle acudir a rezar con

La vida del joven estudiante en Barcelona no debía de

comodidad.

ser fácil. Por un lado tenía que acudir a las diferentes Escuelas, que no se encontraban precisamente cerca de

Estos cambios de residencia tan frecuentes, eran al pare-

las casas donde estaba alojado. Además debía compagi-

cer muy habituales entre los estudiantes que dejaban la

nar las clases de las diversas carreras, muchas veces con

ciudad para regresar a su población natal durante el ve-

horarios inhumanos, el estudio de las asignaturas y la

rano. Aunque se podría deducir por las informaciones

realización de los diversos trabajos que se le encargaban

que figuran en los correspondientes impresos de matrí-

en las distintas Escuelas, con su actividad como delineante

cula, que durante los cursos 80-81, 83-84 y 85-86 sus

en el estudio de Font. Y por supuesto, la precaria situa-

padres vivían con él, no parece estar nada claro. De he-

ción económica familiar no le permitía hacer ningún gasto

cho sabemos que su madre Carmen Roqueta, junto con

extraordinario. Probablemente las reuniones con sus

la señorita Concepción Trulls, abrió a principios de 1883

amigos del grupo de Tortosa, debían de ocuparle el poco

un colegio particular en Tortosa, concretamente en el piso

tiempo libre del que disponía.

principal del número 13 de la calle de la Rosa, bajo la advocación del Sagrado Corazón de Jesús, al que tan

La Escuela de Bellas Artes estaba ubicada en la calle Con-

devoto sería siempre Víctor. En dicho centro se enseña-

solat del Mar, muy cerca del puerto, concretamente en

ban todo tipo de labores, colaborando como profesor

la Casa Llotja, en el lugar donde hoy tiene su sede la Real

30

de dibujo su marido, José Mª Beltrí . Por tanto no era

Academia Catalana de Bellas Artes de Sant Jordi. Allí re-

posible que estuvieran viviendo en Barcelona durante ese

cibió las enseñanzas de José de Manjarrés que impartía

curso, tal como figura en dichos impresos.

“Teoría estética e Historia de las Bellas Artes”, de Luis

30

R. Vergés “Espurnes de la llar”. Volumen VI, Pág. 495. Tortosa, 1934.

32

Rigalt (1814–1894), gran paisajista y experto en la técnica de la acuarela, que impartía la asignatura de “Paisa31

je” y de Claudio Lorenzale (1816–1889) , cultivador del retrato y la pintura religiosa, que impartía “Dibujo del Antiguo” y “Dibujo del Natural”, y que además era el Director de la citada Escuela. Estos dos últimos practicaban el llamado nazarenismo catalán, caracterizado por su admiración del quatrocento italiano y la exaltación de la historia catalana. En esa misma Escuela habían sido profesores de algunos de los mejores pintores de la época tales como Antonio Caba (1838–1874) o Mariano Fortuny (1838–1907).

Vista de la sala de modelos de la Escuela de Arquitectura. BRANGULI. EXTRAÍDA DEL LIBRO «EXPOSICIO COMMEMORATIVA DEL CENTENARI DE L’ESCOLA D’ARQUITECTURA DE BARCELONA 1875-76 / 1975-76».

La metodología y el sistema de enseñanza de la citada

ESCUELA DE ARQUITECTURA DE BARCELONA

Escuela aún no están bien estudiados, y se desconoce cual era su funcionamiento. Según parece nadie se matriculaba de todas las asignaturas, sino que escogía algu-

la calificación de Sobresaliente en los exámenes ordina-

nas sueltas, seguramente a la conveniencia de cada uno.

rios de fin de curso. Durante esos años coinciden en la

Probablemente no se puede hablar de que se estudiara

Escuela Superior los miembros del grupo de amigos de

una “carrera” tal como lo entendemos hoy en día, sino

Tortosa: Agustín Querol, José Reverter y el propio Beltrí.

que se realizaban estudios sueltos dentro del campo de 32

las Bellas Artes . En este contexto parece que a Beltrí le

En la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

interesaban especialmente las enseñanzas de Lorenzale

cursó las asignaturas de: “Geometría analítica”, “Geo-

pues, a pesar del duro horario (de 7 a 9 de la noche

metría descriptiva” y “Mecánica racional”, que con pos-

hasta fin de abril y de 6 a 8 de la mañana el resto del

terioridad le serían convalidadas en Arquitectura, igno-

curso) repitió los dos cursos las mismas asignaturas que

rándose quienes fueron sus profesores.

éste impartía, incluso habiendo obtenido el primer año “las menciones honoríficas de 1ª, 2ª y 3ª” en “Dibujo del

La Escuela de Arquitectura de Barcelona fue un triunfo

Antiguo”. Víctor debía estar especialmente dotado para

de la política de potenciación de la Universidad y de las

la pintura, pues según consta en su expediente, obtuvo

enseñanzas superiores en Cataluña. Sería la Diputación

31

Libro de matrícula de “Enseñanzas Superiores de Pintura, Escultura y Grabado (1880-1881/1884-1885), según informe de la Conservadora del Museo de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, Dª Victoria Durá.

32

Comunicación personal de la Conservadora de Museo Dª Victoria Durá.

33

Provincial la que posibilitaría económicamente la crea-

nola como protesta contra el neoclasicismo. Su actua-

ción en 1869 de esta nueva Escuela, coincidiendo con la

ción en las primeras intervenciones públicas importantes

desaparición de la antigua de Maestros de Obra.

en el Ensanche (Universidad, Seminario...), la dirección técnica de los trabajos de la Exposición de 1888, sus ac-

La idea original era la de crear un centro docente reduci-

tuaciones en el Barrio de Salamanca de Madrid o la im-

do, que su primer director Elías Rogent y Amat (1821-

portante restauración del Monasterio de Ripoll cimentan

1897), uno de los catedráticos procedentes de la Escuela

su prestigio basado en una arquitectura sobriamente his-

de Maestros de Obra, situaría en el tercer piso del edifi-

toricista, sólidamente estructurada sin concesiones a la

cio de la Universidad, en el ala de poniente.

fantasía. Junto con Villar es el arquitecto más aplicado y preciso, donde el oficio es el componente principal de su

Los profesores son inicialmente ocho. Tres catedráticos

aportación.

procedentes de la citada Escuela de Maestros de Obra: el citado Rogent, Francisco de Paula del Villar y Lozano y

Leandro Serrallach Mas es el arquitecto municipal de

Juan Torras Guardiola (1827-1910), todos arquitectos ya

Barcelona, que va a realizar entre otras obras algunas

maduros y con una línea profesional consolidada. A ellos

tan importantes como el diseño de las Rondas, el desa-

se les unen tres catedráticos más: Leandro Serrallach Mas,

rrollo del saneamiento de la ciudad y el encauzamiento

el ya mencionado Augusto Font y Carreras y Antonio

de las ramblas.

Rovira y Rabassa (1845-1919), que juntamente con dos profesores interinos: Luis Domenech y Montaner (1849-

Juan Torras Guardiola, al que se conocía popularmente

1923) y José Vilaseca y Casanovas (1848-1910) forman

como “L'Eiffel català”, representaba la aportación más

el primer cuadro docente de la citada Escuela. Todos ellos

tecnológica con una componente fuertemente autodi-

son arquitectos que han estudiado en la Escuela de Ar-

dacta. Industrial del hierro y gran conocedor de las nove-

quitectura de Madrid.

dades y descubrimientos en este campo, tenía una visión actual pero pragmática. En este sentido la componente

Rogent era la figura profesionalmente más prestigiosa,

técnica que aporta a la enseñanza es rica por su propia

siendo considerado como el más preeminente represen-

experiencia y, por consiguiente, poco académica.

tante de la arquitectura ochocentista en Cataluña. Compañero de los catalanes de la generación republicana (Prim, Cerdá, Figuerola, Pí i Margall.) era el prototipo de una manera de entender el trabajo de arquitecto desde una formación técnica e histórica como base de la actividad proyectiva. Respetuoso con el sentido regional de la Arquitectura, llegó a quemar públicamente siendo todavía alumno en la Escuela de Madrid, un ejemplar del Vig-

Lluis Domenech i Montaner (1849-1923), profesor de Beltrí en la Escuela.

34

José Vilaseca y Casanovas (1848-1910), el profesor que más influencia tuvo en el arquitecto.

resultaran molestas... Apenas ponía la mano sobre los dibujos de los alumnos, para no fomentar la pereza de pensar o para no malograr alguna idea que, si no era

ASOCIACIÓN DE ARQUITECTOS DE CATALUÑA

expresada adecuada o correctamente, revelaba contener el germen de algún elemento de belleza”. Así limitábase a hacer observaciones, algunas veces en tono humorístico, para atenuar, en lo posible, el rigor de la observación. “Enseñábanos a no mortificar en vano el cereCon Antonio Rovira y Rabassa, que también llega a ser

bro para trazar proyectos, “para salir del paso”, como

arquitecto municipal, la enseñanza técnica se hace rigu-

suele decirse, sino que las ideas debían tener por base la

rosa, conceptualmente al día y a la altura de la que por

lógica, a las que luego había que revestir con formas

aquellos días se impartía en el resto de Europa. Sus cla-

adecuadas y resistentes en lo menester” .

33

ses sobre superficies alabeadas y el estudio de la perspectiva eran de las que más éxito tenían entre los alum-

Con la incorporación de los dos más jóvenes, Luis Dome-

nos. Algunos de sus libros, de obligado estudio, eran “El

nech y Montaner y José Vilaseca y Casanovas, que a

hierro, sus cortes y enlaces” y “Estereotomía”

menudo trabajaban de forma conjunta, la Escuela adquiere un horizonte también más amplio. No sólo es la

Augusto Font y Carreras, considerado en palabras del

cultura técnica y arquitectónica francesa, sino también

compañero de promoción de Beltrí, Buenaventura Bas-

la centroeuropea, la que llega a Barcelona posibilitando

segoda y Amigó (1862-1940): “brazo derecho y auxiliar

el alumbramiento del modernismo en Cataluña. No se

adicto y fiel de Rogent”, era la figura del diseñador bri-

trata únicamente de una formación universitaria con só-

llante. Formado con la generación más ecléctica madri-

lidas y actualizadas bases compositivas, históricas y téc-

leña (Arbós, Villajos, Velázquez, Aníbal, Repullés..) muy

nicas, sino también de la expresión de una cultura recibi-

dotado para el dibujo y para la asimilación de cualquier

da de segunda o tercera mano, lo que Vilaseca y, sobre

corriente, su personalidad representa en Barcelona la

todo, Domenech representan.

continuidad de la actitud más típicamente académica, es decir, con una gran brillantez formal. Fue responsable,

Vilaseca, que tanta influencia tendría en la obra de Bel-

entre otras, de la enseñanza de la fundamental asigna-

trí, fue el primero en introducir el modelado de barro

tura de “Proyectos”. Muy querido por sus alumnos, era:

dentro del programa de estudios. Matemático genial, li-

“De trato ameno, poseía gran don de gentes y trataba a

terato, pianista y actor, fueron algunas de las múltiples

cada cual como es debido. Sabía, en todo momento,

facetas de un hombre realmente comprometido con el

conservar su prestigio usando para ello formas que no

fenómeno de la “Renaixença”. Menos audaz que Do-

33

B. Bassegoda “Elogio del arquitecto D. Augusto Font y Carreras (1845-1924)” Págs. 9-10 Barcelona, 1925.

35

menech en lo que a las principales características arqui-

A esto le seguía, por un lado la geometría, y por otro la

tectónicas se refiere (composición, estructura y espacio),

copia de edificios de la antigüedad, que se convertirían

34

lo igualaba en el exotismo y colorido de los detalles .

en los canales de preparación técnica y formal que habían de permitir la maduración de los conocimientos que

Semejantemente a lo que Otto Wagner (1841-1918) o

comportaba la formación profesional. Así sesiones inter-

Hendrik Petros Berlage (1856-1934) significan para la

minables de copia se sucedían en las frías y oscuras aulas

arquitectura, pero también para la docencia en Viena o

de la Escuela iluminadas por la mortecina luz de las lám-

Amsterdam, Luis Domenech y Montaner acabará signifi-

paras de gas .

36

cando para la Escuela de Barcelona el progreso desde la pura existencia administrativa a la realización de un cier-

La estereotomía era justamente el tipo de conocimiento

to proyecto de arquitectura con personalidad propia.

que hacía posible el enlace entre las técnicas de representación gráficas, ordenadas según las reglas de la geo-

A este grupo inicial se les unen en el curso 1887-1888

metría descriptiva y la construcción, y la tecnología. El

otros dos profesores: Achiá Casademunt Vidal, proce-

tratado de Rondelet y las obras de Viollet-le-Duc, y muy

dente de la Escuela de Bellas Artes, para impartir la asig-

especialmente su Diccionario (Font solía decir: “Hágalo

natura de “Máquinas y motores” y José Artigas Ramo-

lo mejor que pueda y lo que no sepa, mírelo en el Diccio-

neda (¿-1912) para las de “Historia de la Arquitectura”,

nario”), textos básicos sin duda durante esta época, ex-

35

“Tecnología” y “Copia y formación de Conjuntos” .

ploraban las materias técnico-constructivas a través de procedimientos de representación y de análisis que no

El lenguaje gráfico era la base de las enseñanzas de los

sólo se referían a la construcción en piedra sino a todo

arquitectos de este periodo. Si se analiza el programa de

tipo de materiales.

asignaturas que formaban los estudios, se puede observar que al menos la mitad tienen un desarrollo no sólo

Pero esta conexión entre aprendizaje del dibujo y tecno-

práctico, sino también teórico. El dominio de las diferen-

logía es simultanea con otro procedimiento de conoci-

tes técnicas no obedecía, por tanto a un capricho o a

miento de la arquitectura como era la copia de edificios

demostraciones de habilidad pictórica, sino que tenía una

ya existentes. Esta era una técnica clásica en la enseñan-

razón en los procedimientos de conocimiento de la disci-

za de la Arquitectura desde la época del Renacimiento.

plina en cuestión. También se intentaba redescubrir la propia arquitectura La base de este aprendizaje era ciertamente el dibujo de

del pasado a través de viajes y excursiones a lo largo de

la figura, que proporcionaba destreza a los estudiantes.

la geografía española, e incluso a veces, a otros lugares

34 35 36

R. Bletter “El Arquitecto Josep Vilaseca i Casanovas. Sus obras y dibujos” Barcelona, 1977. Varios autores “Exposició Conmemorativa del Centenari de l’Escola de’ Arquitectura de Barcelona 1875-76/1975-76”. Barcelona, 1977. Aunque en 1882 se instaló el alumbrado eléctrico en algunas de las calles de Barcelona, su uso en los edificios no se generalizaría hasta bastantes años después.

36

de Europa. Los profesores y estudiantes hacían de estas

por las formas de origen árabe-mudéjar y en general,

excursiones, para observar monumentos de diferentes

por aquellos estilos diferentes del Renacimiento, así como

estilos arquitectónicos, un método de estudio fundamen-

las monografías de edificios importantes que realizaron

tal que se completaba con la realización de copias de los

como trabajos de investigación son, entre otras, mues-

detalles, planos de los edificios y vistas de los conjuntos.

tras elocuentes de esta orientación pedagógica. Pero no

Hemos de señalar el papel destacado que tuvieron en la

solamente les interesaban los edificios del pasado. Tam-

enseñanza las magníficas colecciones de láminas, los li-

bién, y encabezados por el propio director Elías Rogent,

bros con preciosos grabados y los fondos fotográficos

realizaban diversas excursiones para visitar edificios con-

existentes en la Escuela, que ligados al conocimiento in

temporáneos que ellos consideraban de interés, como

situ de estos edificios del pasado eran un procedimiento

por ejemplo algunos de los construidos por Rafael Guas-

básico de aprendizaje.

tavino Morena (1842-1908).

Durante esos años, y como consecuencia de estas visi-

De una primera fase de la Escuela muy conectada con el

tas, los profesores de la Escuela impulsaron investigacio-

lenguaje de la arquitectura seca y elemental de los Maes-

nes directas de la propia arquitectura nacional. El interés

tros de Obra, en la que templos, panteones o monu-

Aula de la Antigua Escuela de Arquitectura. BRANGULI. EXTRAÍDA DEL LIBRO «EXPOSICIO COMMEMORATIVA DEL CENTENARI DE L’ESCOLA D’ARQUITECTURA DE BARCELONA 1875-76 / 1975-76» ESCUELA DE ARQUITECTURA DE BARCELONA

37

Sala de dibujo de la citada Escuela. BRANGULI. EXTRAÍDA DEL LIBRO «EXPOSICIO COMMEMORATIVA DEL CENTENARI DE L’ESCOLA D’ARQUITECTURA DE BARCELONA 1875-76 / 1975-76» ESCUELA DE ARQUITECTURA DE BARCELONA

mentos conmemorativos son los objetos de los ejerci-

Curso Preparatorio

cios que deben realizar los alumnos, se pasa paulatina-



Sombras, perspectiva y egnómicas.

mente a proyectos más coherentes y cercanos a la reali-



Copia del ornato y fragmentos arquitectónicos de yeso.

dad de una nueva ciudad que demanda la definición formal de sus equipamientos públicos. Así bibliotecas,



Copia y formación de conjuntos de edificios y monumentos de todas las épocas y estilos.

mercados, estaciones de ferrocarril, puentes, centros administrativos, de enseñanza u hospitales pasan a ser los temas de estos proyectos orientados por los profesores

Curso Primero

de la Escuela, que están fuertemente vinculados al creci-



Estereotomía de la piedra, la madera y el hierro; la egnómica, la perspectiva y las sombras.

miento de una gran ciudad como Barcelona. –

Resistencia de Materiales.

Durante aquellos años se cursaban en la Escuela las si-



Conocimiento de Materiales.

guientes asignaturas:



Historia de la Arquitectura.



Dibujo de Conjuntos.

Ingreso –



Dibujo lineal con la extensión necesaria para dibujar

Curso Segundo

y lavar un trazo arquitectónico.



Cálculo diferencial e integral.

Aplicación de los materiales a la construcción y a la decoración civil e hidráulica.

38



Teoría del arte arquitectónico.

donde existían diferentes salones decorados de esta for-



Hidráulica y sus aplicaciones.

ma. Interés que se habría acrecentado en la Escuela al



Primer Curso de proyectos.

ojear las páginas de los libros de Owen Jones “Grammar of ornament”, “Designs for mosaics and tesselated pa-

Tercer Curso

vements” y “Plans, elevations, sections and details of the



Máquinas y Motores más empleados en la construc-

Alhambra”, o las de los libros que había escrito el restau-

ción.

rador de la Alhambra, Rafael Contreras. Con el tiempo



Tecnología.

Beltrí sería un maestro en este estilo de decoraciones.



Segundo Curso de Proyectos.



Estudio de los edificios desde el punto de vista de su

Buen alumno , destacó en las asignaturas de “Dibujo

fin social.

de Conjuntos”, “Hidráulica”, “Primer curso de Proyec-

37

tos”, “Aplicación de las ciencias físico-naturales a la ArCuarto Curso

quitectura” y “Modelado”. Parece que las únicas asig-



Arquitectura Legal.

naturas que se le “atragantaron” fueron las de “Detalles



Topografía.

arquitectónicos”, “Historia de la Arquitectura” y muy



Tercer Curso de Proyectos.

especialmente la de “Calculo diferencial e integral”, que



Aplicación de las ciencias físico-naturales a la Arqui-

no aprobó hasta el curso 84-85, a pesar de ser una asig-

tectura.

natura de primer curso. Contrariamente a lo que sucede

Modelado.

con otros arquitectos de su tiempo, no se conservan en



los fondos de la Escuela ninguno de los múltiples dibujos Beltrí recibió, junto con otros muchos arquitectos de la

y trabajos que ejecutó a lo largo de sus estudios.

época, que después engrosaron las filas del modernismo, una formación ecléctica en la que como ya hemos

Finalizó la carrera, al parecer sin llegar a realizar el ejerci-

comentado se concedía gran importancia, junto a la téc-

cio de reválida, el 23 de diciembre de 1886 , obtenien-

nica, a la preparación artística. Ignoramos los edificios

do el título con fecha de 28 de enero de 1887, siendo

que visitó en las excursiones que se realizaron durante

todavía director de la Escuela Rogent y secretario Font.

esos años, pero probablemente se incluiría alguno de tipo

Por tanto formó parte de la 11ª promoción de esta Es-

mudéjar que impactaría fuertemente en el futuro arqui-

cuela junto con los arquitectos: Antonio Costa Guardio-

tecto. Probablemente este estilo arquitectónico había

la, Enrique Fatjó y Torras (1862-1908), Pedro García Fa-

despertado previamente su atención en su Tortosa natal,

ria (1858-1927), Ignacio Romanañá Sauri, Francisco de

37

38

De hecho sólo tardó seis años en terminar sus estudios (a curso por año). Sirva como ejemplo que el propio Gaudí había tardado diez años, cosa que se consideraba por entonces como algo habitual.

38

Este hecho también quedó reflejado en la prensa local (“El Semanario de Tortosa” nº 264 de 1 de enero de 1887. Pág. 353)

39

Paula del Villar y Carmona (1860-1926) y el ya mencio-

Antonio Gaudí y Cornet (1852-1926), fotografiado hacia 1888.

39

nado, Buenaventura Bassegoda y Amigó .

MUSEU COMARCAL S. VILASECA (REUS)

Esa década de los 80 fue un período de transición en el que surgieron los primeros brotes modernistas, tanto en Barcelona como en Madrid, en especial entre los cultivadores de la arquitectura neomudéjar en ladrillo. Durante esos años Gaudí, que había terminado sus estudios de arquitecto en 1878, construía la “Casa Vicens” (18831885), los “Pabellones y la cerca de la finca Güell” (18841887), el “Palacio Güell” (1885-1889) y comenzaba a trabajar en la “Sagrada Familia” (1883); Vilaseca levantaba la “Fábrica de Industria de Arte F. Vidal” (1884) y la “Casa de Bruno Quadros” (1885); Domenech i Monta-

El año 1886 fue de gran actividad en el estudio de éste

ner la “Editorial Montaner y Simón” (1880) y el “Ateneo

arquitecto. Por un lado estaba preparando el menciona-

Catalanísta” (1885-1887); Domenech Estapá (1858-

do proyecto para la Exposición Universal, a la vez que

1908) la “Academia de Ciencias y Arte” (1883); Font y

trabajaba en la redacción de la memoria para la finaliza-

Rogent reconstruían la Catedral de Tarragona (1884), y

ción de la fachada principal de la Catedral de Barcelona,

todos ellos se preparaban para la inminente Exposición

de cuyas obras fue colocada la primera piedra el 10 de

Universal que iba a celebrase en Barcelona.

abril de 1887. Para este último trabajo Font incluso llegó a montar una oficina técnica específica, en la que se tra-

El alcalde Rius y Taulet (1833-1890) había encargado la

bajó de forma muy intensa durante años. Con toda se-

dirección general de las obras de dicha Exposición a Ro-

guridad Víctor, que había alcanzado la categoría de deli-

gent, que tuvo la feliz idea de subdividir el trabajo repar-

neante jefe en su estudio, participó activamente en el

tiendo todos los proyectos entre profesores de la Escuela

dibujo de los planos y en la preparación de estos trabajos

y arquitectos premiados en concursos públicos de la ciudad. A Font le correspondió el “Palacio de las Bellas Ar-

La influencia que Font tuvo en la posterior obra de Beltrí

tes”, en el que se albergaría todo lo relacionado con las

parece que fue importante en su primera etapa de Tor-

mismas.

tosa. La experiencia que pudiera haber adquirido en ar-

39

No incluimos en esta relación a Miguel Garriga Palau, que además de figurar en la relación de alumnos de la 11ª promoción, también aparece en la relación de titulados pertenecientes a la 14ª promoción de 1889. Esta fecha nos parece más lógica, pues según Antonio Pérez y Jesús Martínez en su libro “El Modernismo en la ciudad de Teruel” dicho arquitecto nació en 1868. Si fuera cierto que perteneció a la primera de ellas, habría finalizado la carrera con 18 años, lo que parece improbable. Este infortunado arquitecto falleció en Teruel a la edad de 26 años.

40

quitectura religiosa, podría haberle facilitado el encargo

Francisco Berenguer y Mestres (1866-1914), colaborador de Gaudí y sustituto de Beltrí en el estudio de Font.

de obras tan importantes como la restauración de la Catedral de Santa María la Vieja de Cartagena. No en vano dicho arquitecto era uno de los mayores especialis-

ARCHIVO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE BARCELONA

tas del momento en este tema, pues trabajó en la restauración de las catedrales de Barcelona, Girona y Tarragona, en la “Basílica del Pilar” en Zaragoza, en conventos y en otras muchas construcciones religiosas.

Aunque se sabe por testimonios de la familia que Víctor trabajó en su juventud con Gaudí, no está claro como se produjo dicho encuentro, ni en que consistió su colaboración. Sabemos que en 1883 su compañero del grupo

bio Güell en Torredembarra o Salvador Pagés en Reus.

de Tortosa, Antonio Riba y García, trabajó en la “Casa

Como cita Gijs van Hensbergen en su libro sobre Gaudí,

Vicens” realizando una serie de esculturas. Bien pudo

recogiendo las palabras de Menéndez Pidal: “Él haber

ser este el momento, pues la maestría que posteriormente

nacido en la misma provincia crea entre españoles un

manifestó Beltrí en los diseños de tipo oriental, pudo

compañerismo y una obligación de ayuda a todo trance

haberla aprendido del propio Gaudí que durante esos

tanto o más que entre parientes, haciéndose cerrada-

años realizaba obras, en el por entonces popular, estilo

mente exclusivista”. En cualquier caso, parece seguro que

neomudéjar.

Víctor fue uno de los jóvenes tarraconenses que por aquellos años frecuentaron su estudio.

En la Escuela, Beltrí conoció al que con el tiempo sería el mayor colaborador y discípulo de Gaudí (considerado su

Durante la carrera conoce, por medio de sus compañe-

“brazo derecho”): Francisco Berenguer y Mestres. Este,

ros de clase que eran por regla general jóvenes adinera-

que no llegó a terminar la carrera entre otros motivos

dos de elevada posición social, a Teresa Villaseca Zanetti

por su temprana boda, era algo más joven que Víctor y,

(1864-1937). Era una bella joven perteneciente a la alta

al igual que Gaudí, era también tarraconense. También

burguesía de la ciudad, que vivía en el barrio de El En-

este último hecho pudo servirle a Beltrí para ponerse en

sanche.

contacto con el maestro, pues es bien conocida la predilección que éste tenía por la gente de su tierra. De hecho

Su padre Guillermo Villaseca Aguado (1825?-1875), na-

la mayoría de sus colaboradores, e incluso sus clientes y

tural de Zaragoza, había sido un Ingeniero de Caminos

mecenas, habían nacido en la provincia de Tarragona:

de gran prestigio y posición que había fallecido cuando

Berenguer en Reus, Jujol (1879-1949) en Tarragona, Ru-

ella sólo tenía diez años. Su madre Balbina Zanetti Hijazo

bio (1871-1952) en Reus, Antonio Riba en Tortosa, Euse-

(1834?-¿) no vio con agrado la relación de su hija con el

41

joven Beltrí, ya que éste provenía de una familia de artesanos que, para colmo, tenía que trabajar para poder costearse los estudios. Además la profesión de arquitecto en aquella época no estaba bien remunerada, y no tenía el prestigio que tiene ahora. Pero la tenacidad de Víctor, rasgo característico de su forma de ser que mostró a lo largo de toda su vida, le llevó a enfrentarse no sólo a la familia de su novia, sino también al rígido ambiente de la burguesía barcelonesa de la época, continuando su relación con Teresa pese a la oposición familiar.

Una vez terminados sus estudios abandona el estudio de Font. El propio Berenguer le sustituyó como delineante a media jornada, simultaneando durante algún tiempo este 40

trabajo con el que realizaba en el de Gaudí . Es posible que el mismo Beltrí interviniera ante Font para su contratación. En diciembre de 1886, se traslada a Tortosa instalándose en la casa de sus padres situada en el 2º piso del nº 13 de la calle de la Rosa. Foto de juventud de la esposa del arquitecto Teresa Villaseca Zanetti. COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

40

Tesis doctoral sobre F. Berenguer existente en la Cátedra Gaudí de Barcelona.

C A P Í T U L O IV

Los primeros años de profesión en Tortosa (1887-1890)

44

A pesar de las diferentes guerras y los desastres natura-

José María Vaquer. El joven arquitecto (sólo tiene 24 años)

les que padeció la ciudad, a principios del siglo XIX la

solicita la plaza que se le concede de forma interina y

población había experimentado un significativo aumen-

con “el sueldo del presupuesto”, en el pleno del Ayunta-

to demográfico. Como en tantas ciudades se empezó a

miento del día 16 de marzo de 1887. También se nom-

estudiar la posibilidad de ensancharla haciéndola salir del

bra a Vaquer como su auxiliar.

41

recinto amurallado. Ante la posibilidad de que fuera aceptada su solicitud, Ya en 1855 el Ministerio de la Guerra había aprobado el

Víctor había acelerado la presentación al Ayuntamiento

ensanche de la ciudad siempre que no afectara a las zo-

para su aprobación, de varios proyectos de tipo particu-

nas de castillos o fortines. En 1878 se demolieron las

lar: tres, el día 7 y dos, el día 15 de ese mes. Una vez

murallas de Remolinos. A partir de ese momento la ciu-

nombrado, y antes de tomar posesión de su plaza, pre-

dad creció a lo largo de los bordes del río.

sentó otros cuatro entre los días 21 y 22. Eran trabajos importantes: siete edificios, un almacén y un aparcadero

En 1886 el arquitecto Sebastián Cabot presentó un pro-

42

para los coches del tranvía de Roquetas y Jesús .

yecto para ampliar los barrios de Remolinos y del Temple, proponiendo un modelo de estructura reticular en la

El mes de marzo de 1887 no lo olvidaría fácilmente el

que amplias calles se disponen ortogonalmente, tal como

joven Víctor. El mismo día 22 fallecía su madre, tras una

Ildefonso Cerdá (1815-1876) había diseñado para Bar-

larga y penosa enfermedad . Al día siguiente tomaba

celona.

posesión de su nuevo cargo . Apenas un año después,

43

44

concretamente el 29 de julio de 1888, fallecería su herCuando Beltrí llega a Tortosa la ciudad estaba expan-

mano José María de una “hemotisis”.

diéndose no sólo por estos Ensanches, sino también por el Rastro y, al otro lado del río, por el Puente. Así mismo

El 28 de mayo de 1888 se forma una comisión con obje-

se encontraban en pleno crecimiento los Arrabales de

to de preparar la participación de la ciudad de Tortosa en

Bitem, Capuchinos, la Cruz, la Leche, Jesús y San Vicen-

el Exposición Universal, próxima a ser inaugurada en Bar-

te.

celona, presidida por D. Felipe Ascot y de la que forman parte, además del alcalde y otros ilustres próceres torto-

Por entonces estaba vacante la plaza de arquitecto mu-

sinos, los directores de los periódicos locales y el propio

nicipal que venía siendo ocupada por el maestro de obras

arquitecto municipal .

41 42 43 44 45

45

AHCTE Actas Municipales 1887 Pág. 19. Puede observarse en una gran fotografía que existe en el Arxiu Històric Comarcal de Tortosa y que decora una de sus paredes. Carcinoma rectal. Acta de defunción y “El Semanario de Tortosa” de 27 de marzo de 1887. Pág. 31. Curriculum vitae incluido en el expediente de V. Beltrí existente en el Archivo Municipal de Gandía (Valencia). R. Vergés “Espurnes de la llar”. Volumen VI, Pág. 75 - 82. Tortosa, 1912.

45

Esta presencia se concretó en la presentación de múltiples productos agrícolas, cuadros, esculturas, tapices y joyas de orfebrería, destacando el célebre cáliz del Papa Luna, que recibieron numerosos premios y menciones.

El 20 de mayo de 1888 se inaugura la Exposición, siendo la mayoría de edificios levantados una fusión de eclecticismo e incipiente modernismo. El hecho fue un acontecimiento en toda Cataluña. Como muestra, sólo en una semana del mes de junio se despacharon más de mil billetes de tren desde Tortosa a Barcelona para poder visitarla. Se estima que de esta comarca se desplazaron más de cincuenta mil personas a la Exposición, entre los que se encontraba Beltrí. Sin lugar a dudas durante esos años le influyó de forma decisiva todo el movimiento que se estaba produciendo en Cataluña.

Servicio de tranvías de tracción animal, inaugurado en 1885, que unía las localidades de Roquetas y Jesús. EXTRADÍA DEL LIBRO «IMATGES I RECORDS. TORTOSA». VIENA COLUMNA, BARCELONA 1997 COLECCIÓN JOSEP CURTO SUBIRATS

En la Exposición había varios edificios singulares. Uno de ellos fue el “Castell dels Tres Dragons” (1887-1888), construido por Domenech y Montaner en colaboración con

ginar su trabajo oficial con el ejercicio libre de la profe-

su discípulo Antonio Gallisá, como café-restaurante, que

sión. Algo que hoy nos parece evidente, sufrió numero-

a la finalización de ésta albergó, gracias al impulso del

sos cambios de opinión a lo largo de décadas. Según la

propio autor del edificio, un taller que reunía a esculto-

ciudad, o el equipo de gobierno, unas veces estaba per-

res, arquitectos y artesanos varios: forjadores, vidrieros,

mitido y otras no. En cualquier caso era muy frecuente

ceramistas... que trabajaban de forma conjunta, y que

que ante la escasez que había de titulados (concreta-

contribuyó de manera decisiva a la expansión de la ar-

mente en aquella época sólo había dos arquitectos en

quitectura de estilo modernista. Beltrí pondría en prácti-

Tortosa: Joan Abril y el propio Beltrí), esta doble activi-

ca esta teoría en su época de mayor esplendor en Carta-

dad estuviera de alguna forma consentida, aún en el caso

gena, integrando la arquitectura con el resto de las ar-

de no estar autorizada oficialmente.

tes, hasta conseguir conjuntos de una indiscutible belleza plástica.

Por tanto era frecuente que un arquitecto amigo foráneo, firmara los proyectos privados del que estuviera ejer-

En la época en que trabajó el arquitecto no estaba muy

ciendo como arquitecto municipal. Es casi seguro que

claro si los arquitectos municipales podían o no compa-

esto también ocurrió en el caso de Beltrí. De hecho du-

46

rante el periodo en que trabajó en el Ayuntamiento se

hasta esta ciudad a un arquitecto tan importante. Pero

presentaron a éste, para su estudio y aprobación, 233

además hemos encontrado una prueba que demuestra

proyectos. De ellos 63 estaban firmados por su maestro

que al menos en uno de los edificios más importantes

Augusto Font, que por entonces vivía en Barcelona. El

que se construyeron por esa época en Tortosa, y que

primero está fechado el 10 de abril de 1887 (como ya

durante más de un siglo se le atribuyó a Font (incluso así

hemos comentado Víctor tomó posesión el día 23 de

figura en los libros), intervino Víctor Beltrí. Se trata de la

marzo) y el último el día 13 de julio de 1890 (el arquitec-

“Casa Nicolau”.

to presentó la dimisión de su cargo el día 14 de ese mismo mes). Ni antes, ni después Font presentó ningún otro

El 30 de septiembre de 1888 D. Cristóbal Nicolau Duart

proyecto en Tortosa. Además en muchos casos se trata-

presentaba un proyecto firmado por Augusto Font, que

ba de obras menores tales como: sustituir una ventana

había sido el ganador del concurso abierto entre los pro-

baja por una puerta, cercar un solar o abrir una puerta,

pietarios de la ciudad, para edificar los solares 64, 65,

que difícilmente hubieran movilizado desde Barcelona

71, 73, 75 y 81 de El Ensanche del Temple, entre las calles Campomanes (hoy República Argentina), Berenguer IV y Temple (actualmente Avda. de la Generalitat). Dicho edificio estaba destinado inicialmente para ser la sede de la Audiencia de lo Criminal, Juzgado de Primera Instancia y Juzgado Municipal, que se instalaron en el piso primero.

Existe en el Archivo Municipal de Gandía, acompañando al expediente de Víctor Beltrí, un escrito del propio Nicolau fechado en Tortosa el 16 de febrero de 1890, en el cual afirma textualmente:

“..que el estudio del proyecto de dicho edificio... fue ejecutado por Víctor Beltrí y Roqueta Arquitecto estando también a su cargo la dirección de las obras..”.

El imponente edificio ocupaba una manzana entera y se convirtió en uno de los más importantes de la nueva ciudad. Además de la actividad para la que fue diseñado, también tuvo con los años otros múltiples usos tales Augusto Font en pleno trabajo. FAMILIA FONT

como: “Club de Caballeros”, “Hotel París” y Oficina de

47

Telégrafos. Fue destruido en la Guerra Civil, durante la

tamiento, así como los edificios que considere amena-

Batalla del Ebro.

zan inminente riesgo para que pueda acordarse su derribo".

Es muy posible que también interviniera en la reforma que realizó en septiembre de 1889 Dª Carmen Nougués,

Este estado de penuria se fue agravando con el paso del

Condesa Viuda de Torre del Español, en su palacete si-

tiempo. Así en las Actas de abril de 1889 se hacía cons-

tuado en la esquina que forma la calle Garidells con la

tar el “..precario estado de las arcas municipales..” y en

Plaza de Santa Ana, junto a la Catedral (actualmente

el mes de septiembre de ese año se mencionaba expre-

“Palacio Montagut”). Según el proyecto la obra consis-

samente “..el estado angustioso en que se encuentra el

tió en “Señalar rasante y elevar un piso”. Aunque estaba

erario municipal..”. Todo ello no facilitaba la labor del

firmado también por Font, en las torres gemelas cubier-

joven Beltrí.

46

tas de tejas vidriadas azules y verdes que servían como palomar, así como en la escalera interior, se adivina la

No obstante se realizaron en la ciudad ciertos trabajos

mano de Beltrí.

de relevancia proyectados y dirigidos por el arquitecto: alcantarillado del Ensanche del Rastro y de la calle Ancha

Como arquitecto municipal realizó numerosos trabajos

(actual c/ Gil de Federich), incluyendo el trazado de un

desde el mismo momento de su incorporación. Su ímpe-

plano de la ciudad para poder proceder a dichas obras;

tu juvenil (25 años recién cumplidos), y su afán por ayu-

trazado y ordenación de las calles de la Unión (actual c/

dar a la modernización de la ciudad, le empujaban a pre-

Teodor González Cabanes), Cambios (actual c/ dels Can-

sentar múltiples proyectos, muchas veces muy por enci-

vis), Constitución, de la Sangre (actual c/ de la Sang), San

ma de lo que el propio Ayuntamiento se podía permitir.

Blas (actual c/ Sant Blai), calles O (actual Rambla Felip

En una de las Actas Municipales de 1887 se hacía cons-

Pedrell) y Mayor del Ensanche de Remolinos y Plaza de

tar que:

Tetuán (actual Plaza de Mossén Sol, también conocida popularmente como del Rastre); construcción de aceras

"Si se tiene en cuenta la imposibilidad en que se encuen-

para la Plaza Nueva (actual c/ Bisbe Aznar Pueyo) y la

tra el Ayuntamiento para practicar ciertas obras que re-

calle Cambios; remodelación del Hospital Civil; mejoras

dunden a embellecer y mejorar notablemente el aspecto

en el Parque de Bomberos, Parque Municipal, Cárcel y

general de la población por la penuria que sufre el erario

Cementerio; proyecto de un Pabellón para Café en el

municipal, no hay necesidad de formular proyectos ni

Parque (finalmente no construido); fielato de consumos

hacer grandes trabajos de bufetes puesto que la misión

en el puente de “Cuatro Caminos”; construcción de un

del Arquitecto está reducida a inspecciones y vigilar las

puente en el Portalet y otro en el barranco de Remolinos;

obras que los particulares hayan de practicar y denunciar

desviación del barranco de Remolinos; construcción de

las que se realicen sin el competente permiso del Ayun-

una carretera desde la calle Berenguer IV a la ermita de

46

AHCTE Actas Municipales 1887 Pág. 123; 1889 Pág. 120-b y 207-b.

48

Nª Sª del Temple; deslinde de los límites de los munici-

de Roser, que posteriormente sería derruida y sustituida

pios de Roquetas y Tortosa; instalación de escalas Ebro-

en el margen derecho. Su construcción se inició en 1894

métricas en Mequinenza, Mora de Ebro y Tortosa...

en sustitución del puente de barcas incendiado el 4 de 50

julio de 1892 . En marzo de 1889 la Sociedad de Electricidad de Barcelona le encargó un estudio para la instalación del teléfo-

El desarrollo del Ensanche sería realizado posteriormen-

no en la ciudad, así como que realizara las gestiones per-

te entre 1900 y 1924, por Joan Abril i Guanyavents (1852-

47

tinentes para reunir un número suficiente de abonados .

1939), arquitecto autor de algunos de los edificios modernistas levantados posteriormente en la ciudad. Una

Pero el principal trabajo que va a realizar Víctor Beltrí

gran parte de lo construido en los Ensanches fue destrui-

durante su etapa como arquitecto municipal en esta ciu-

do en la Guerra Civil.

dad va a ser la ordenación de los Ensanches, que se con48

creta en su proyecto de 1890 , aunque en 1887 ya ha-

No obstante el hecho que durante esos años generó

bía realizado la ordenación del Ensanche del Puente y

mayor polémica en la ciudad fue el Mercado de Abastos.

49

del Arrabal de Jesús . Este proyecto quedó plasmado

Promovido por el Banco de Tortosa había empezado a

en el “Plano Industrial y Comercial de Tortosa. Reforma-

construirse, al parecer, según proyecto del propio Joan

do y adicionado por el arquitecto D. Víctor Beltri y Ro-

Abril . En plena construcción el edificio se había derrum-

queta” que imprimió ese mismo año Calvet y Compañía,

bado, por lo que el citado Banco había tenido que recu-

a una escala aproximada de 1: 2.500, y que se encuentra

rrir al ingeniero y profesor de la Escuela de Arquitectura

localizado en el archivo del “Centre Excurionista de Ca-

Juan Torras Guardiola para que volviera a levantarlo.

51

talunya”. En él se pueden observar, bien en fase inicial de construcción o simplemente proyectados, los Ensan-

En mayo de 1887 dicho Banco intenta que el Ayunta-

ches de Remolinos, del Temple y de Ferrerías, que se for-

miento recepcione provisionalmente el Mercado, a lo que

maría al unir los Arrabales de la Cruz y San Vicente, así

éste se niega acordando encargar a su arquitecto muni-

como la “Casa Nicolau” (señalada como “Audiencia-Juz-

cipal (Beltrí) "el estudio de las mejoras que en él pudie-

gados”) y el trazado del futuro puente del Estado. La

ran introducirse, aprobándose las modificaciones pro-

Jefatura de Obras Públicas había notificado su emplaza-

puestas después de haber sido aceptadas por el conce-

miento con fecha 7 de marzo de 1888, frente a la iglesia

sionario".

47 48 49 50 51 52

52

“El Correo de Tortosa” de 29 de marzo de 1889. Crónica General. M.A. Baila “La ciutat de Tortosa. Evolució de l’espai urbà”. 1999. AHCTE Actas Municipales 1887 Pág. 162-b; 1888 Pág. 2-b, 3, 3-b y 4 Comunicación personal de Carles Llupià Morales. Aunque a Abril le requirió el Ayuntamiento varias veces que entregara el proyecto original, al parecer nunca llegó a hacerlo. Correo de Tortosa de 1 de junio de 1887.

49

Tras múltiples polémicas decide proceder a la recepción de la obra siempre que el arquitecto municipal certifique "la solidez y seguridad del Mercado de Abastos", cosa que éste hace de forma concluyente en el mes de agos53

to

de ese año. Como consecuencia se aprueba su re-

cepción, decisión que es revocada posteriormente dadas las grandes diferencias existentes entre el proyecto original y la obra definitiva, que suponen un gasto muy superior a lo presupuestado.

Finalmente, en agosto de 1888 se recepciona de forma provisional, y tras los trabajos de medición, valoración y liquidación realizados por el arquitecto en el mes de no54

viembre, ésta se eleva a definitiva en febrero de 1889 .

La Calle Cervantes fue la avenida por excelencia del Ensanche que unía el núcleo principal con la estación de ferrocarril.

De forma inmediata, en marzo de 1889 se encarga al

EXTRAÍDA DEL LIBRO «IMATGES I RECORDS». TORTOSA». VIENA COLUMNA, BARCELONA 1997

arquitecto municipal a que proceda a efectuar obras de

COLECCIÓN JOSEP CURTO SUBIRATS

reparación y conservación. 55

Aunque es difícil demostrar

una intervención del re-

cién titulado Beltrí en esta obra, dada la sorprendente

fue difícil desde un principio, tal como queda reflejado

similitud existente entre dicho Mercado y el Matadero

en la Actas Municipales donde se hace constancia del

que unos años más tarde proyectaría en Gandía o el

"marcado antagonismo entre el delineante y el arquitec-

Mercado de La Unión, parece indiscutible adivinar su

to". Finalmente el ayudante fue despedido como conse-

56

mano, al menos en el diseño de la fachada . Dichos

cuencia de sus ausencias reiteradas, sin que fuera susti-

trabajos pudo realizarlos antes de ser nombrado arqui-

tuido por los motivos económicos anteriormente citados

tecto municipal en la época en la que intervino su profe-

"de manera que no tiene razón de ser haya en dicha

sor en la Escuela Juan Torras, o como consecuencia de

oficina un Auxiliar y un Delineante". Al año de ser nom-

las modificaciones de 1887 o de las reparaciones de 1889.

brado Beltrí solicita "que se le confiera en propiedad el 57

cargo así como un sueldo de 3.000 pesetas anuales" , En el aspecto laboral su relación con su ayudante Vaquer

53 54 55 56 57

lo que no sabemos si le fue concedido.

AHCTE Actas Municipales 1887 Pág. 111-b AHCTE Actas Municipales 1888 y 1889 El proyecto original está extraviado y en las colecciones de periódicos locales faltan la mayoría de los números de esas fechas. Ver fotografías comparativas. AHCTE Actas Municipales 1887 Págs. 86-b y 123; 1888 Págs. 56 bis

50

En 1889, contando ya con un empleo que parecía estable y una seguridad económica, Víctor y Teresa deciden casarse, contrayendo matrimonio el día 8 de junio en la 58

Parroquia de la Concepción de Barcelona .

El 20 de mayo de 1890 nace su primera hija Carmen. Apenas un mes más tarde, concretamente el 11 de junio, su hermano Julián canta su primera misa en la Iglesia de los Dolores, siendo sus padrinos Víctor y Teresa. Con posterioridad Julián fue destinado como coadjutor 59

al pueblo de Bot .

Los años durante los cuales Beltrí ejerció como arquitecto municipal fueron muy turbulentos desde el punto de vista político. Cánovas y Sagasta se alternaban sin solución de continuidad al frente del Gobierno de España, arrastrando en sus caídas a cargos políticos locales que, a su vez, arrastraban con ellos a todos sus equipos. El

Parroquia de la Concepción de Barcelona, donde contrajeron matrimonio Víctor y Teresa.

arquitecto fue una de las víctimas de estas turbulencias políticas. Así a mediados de 1890, y como consecuencia

así como suprimir la plaza de arquitecto municipal por-

de la llamada “crisis de la corazonada”, cae el gobierno

que “No hay fondos” . De esta forma el arquitecto se

liberal de Sagasta al que sustituye, como siempre, el con-

vio obligado a su vez a presentar la dimisión, que le fue

servador Cánovas. El 14 de julio de ese año dimite todo

aceptada el día 23 de julio . Apenas cinco meses más

el consistorio municipal encabezado por el alcalde D.

tarde, y ante las numerosas quejas recibidas por parte de

Enrique Tremoleda, al que sustituye D. Julio González

los vecinos, el Gobernador Civil se vio obligado a enviar

Caba. El nuevo equipo de Gobierno remodela completa-

a la ciudad a un delegado del Gobierno que procedió a

mente el Ayuntamiento tomando, entre otras, la deci-

relevar de sus cargos a todos los concejales y al propio

60

sión de cesar a numerosos funcionarios municipales ,

58 59 60

61

62

63

alcalde .

Expediente de matrimonio canónigo. “El Semanario de Tortosa” de 15 de junio de 1890. Pág. 191. Fueron cesados: el Visitador de Consumo, el Fiel del Matadero, el Director del Hospital, el Interventor del Mercado, el Médico Higienista, el Administrador de Consumo y el Depositario. El Arquitecto municipal presentó la dimisión. AHCTE Actas Municipales 20 de julio de 1890.

61 62 63

“El Orden” de 9 de noviembre de 1890. “El Semanario de Tortosa” nº 29 de 20 de julio de 1890. Pág. 229 y expediente de V. Beltrí existente en al Archivo Municipal de Gandía. AHCTE Actas Municipales de 13 de diciembre de 1890.

51

En septiembre de 1890 Víctor se traslada a vivir al piso principal del propio Edificio de la Audiencia y Juzgados. Allí mismo abre un despacho desde donde ejerce como 64

arquitecto, trabajo que alterna con el de agrimensor . De esta época destaca el trabajo realizado por encargo de la administración del Banco de Tortosa, consistente en un proyecto de construcciones de tipo económico destinadas a obreros.

Víctor era joven (28 años), estaba recién casado y acababa de nacer su hija. Estaba deseoso de ejercer su profesión. El ambiente de la ciudad no era el más propicio para el desarrollo de sus inquietudes artísticas, tal vez

Curioso recorte del periódico de Tortosa «El Orden» del 9 del 11 de 1890 en el que se hace referencia a la marcha del arquitecto a Gandía. LLUIS SALAMÓ BERTOMEU ARXIU HISTÒRIC DE LES TERRES DE L’EBRE - TORTOSA

demasiado avanzadas para la época. Por ello toma la decisión de abandonar Tortosa. La mencionada revista “La Zuda” decía textualmente en el artículo antes citado:“.. pero falto de ambiente para desarrollar sus iniciativas marchó a Cartagena (sic)”.

El 3 de octubre solicita la plaza de arquitecto municipal de la ciudad valenciana de Gandía, que en aquella época ya era un importante centro económico, cuya vacante había sido publicada pocas fechas antes. El día 20 de ese mismo mes es nombrado para el cargo, con un sueldo 65

anual de dos mil quinientas pesetas . Beltrí abandona su tierra natal y se traslada inmediatamente con su familia a ésta ciudad.

64 65

“El Semanario de Tortosa” nº 36 de 7 de septiembre de 1890. Pág. 280 y “El Orden” de 14 de septiembre 1890. AHCG Expediente de V. Beltrí.

CAPÍTULO V

Los años de Gandía (1890-1893)

54

Por aquellos años Gandía estaba en pleno crecimiento.

En marzo de ese año un tal Francisco Soler solicita que el

El ferrocarril estaba próximo a llegar y se pensaba en el

Consistorio le ceda unos terrenos para la construcción

futuro Ensanche de El Grao. A pesar de ello la ciudad

de una plaza de toros de madera, a lo que el Ayunta-

estaba falta de algunas infraestructuras básicas.

miento accede cediéndole de forma gratuita parte del terreno destinado inicialmente para el Mercado ya que,

Al llegar, Víctor, Teresa y la pequeña Carmen se instalan

según recogen las Actas Municipales:

66

en el número 2 de la calle de Alfaro , muy cerca de la futura estación de ferrocarril, tal vez para facilitar tanto

“..resulta como único sitio a propósito el cuadro de la

sus desplazamientos como los de sus familiares de Torto-

parte Sur del Mercado al por mayor de esta ciudad con

sa y Barcelona.

la unión al mismo de una hanegada y cuarenta y una brazas de terrenos colindante de los señores Vallier... por

Pronto el Ayuntamiento le encarga una serie de trabajos

todo lo cual propone que el Ayuntamiento acuerde ce-

importantes tales como el diseño del proyecto del En-

der sin remuneración alguna a D. Francisco Soler Oliver

67

sanche del Grao , una iglesia para el mismo barrio (que no llega a construirse)

68

y unos puestos laterales para el

el terreno indicado para que sobre él construya la plaza 69

de toros de madera” .

futuro Mercado Municipal. Esto significaba la imposibilidad de construir el Mercado En 1892 se le encarga que haga el proyecto completo

tal como estaba diseñado. El enfado del arquitecto de-

para la finalización del Mercado. Este trabajo, que se

bió de ser considerable. Entonces Víctor piensa en aban-

conserva integro en el Archivo Municipal, es magnífico,

donar su oficio solicitando ocupar una de las vacantes

muy en la línea del mercado que luego se construiría en

de la cátedra de modelado y vaciado en las Escuelas de

La Unión. Sus cálculos tuvieron que suponer un gran es-

Arte y Oficios de Alcoy, Almería, Béjar, Gijón, Logroño,

fuerzo para el arquitecto pues al ser la plaza irregular,

Santiago de Compostela o Vilanueva i la Geltrú . Al ar-

todos los pilares eran distintos al tener que soportar car-

quitecto no parecía, por lo visto, importarle el punto geo-

gas diferentes. Aunque el Ayuntamiento aprobó el pro-

gráfico. Lo que él quería era marcharse de la ciudad. Al

yecto presentado, acuerda posponer su construcción. La

ministerio correspondiente presentó Beltrí su programa

decisión municipal debió de suponer una gran decep-

de modelado y vaciado, en el que queda plasmado su

ción para el arquitecto.

idealismo y la importancia de la práctica decorativa en el

66 67

70

Padrón Municipal de 1891, Pág. 161. Aunque no hemos encontrado el proyecto original, existe una referencia a él y a su autoría, escrita de puño y letra del propio Beltrí, en un proyecto de casa para D. Manuel Quiles existente en el citado Archivo.

68 69 70

AHCG Plano CE-219. La Iglesia actual del Grao se levantó en los años 50. AHCG Actas Municipales de 16 de marzo de 1892. F. J. Pérez Rojas “Cartagena 1874-1936. Transformación urbana y arquitectura” Pág.416. Murcia, 1986.

55

campo de la arquitectura. Al parecer no obtuvo la plaza, o la rechazó ante el nuevo encargo que le hizo el consistorio: el Matadero Municipal.

Beltrí trabaja duramente en este proyecto realizando un excelente trabajo (tal vez contiene los mejores planos que se conservan del arquitecto), pero de nuevo se pospone su construcción. También se le encarga un nuevo proyecto para un edificio que agrupe unas Escuelas públicas y las oficinas de Correos y Telégrafos, que de nuevo es aprobado pero no construido. Años más tarde el arquitecto municipal D. Juan Manuel Cortina lo rescata y sin apenas tocarlo, salvo en su intento de reducir el presupuesto, lo presenta al Ayuntamiento que, aunque otra vez lo aprueba, tampoco llega nunca a levantarlo.

Meses después, en el pleno del Ayuntamiento de marzo de 1893, se presenta el siguiente decálogo de acciones que deben ejecutarse en Gandía de forma inmediata:

“..acciones inmediatas que deben ejecutarse de forma

Ayuntamiento de Gandía.

inmediata en una ciudad de la importancia de Gandía:

1) Dotación de aguas potables 2) Construcción de un nuevo cementerio 3) Matadero público 4) Lavadero público 5) Construcción de un edificio para correos y escuela pública 6) Expropiaciones para aperturas y ensanches de calles y plazas

Es decir se ignoraban todos los proyectos realizados hasta la fecha por el arquitecto municipal. Y como colofón le encargan un nuevo proyecto para colocar unas cubiertas de tela para unir los puestos laterales del mercado, como solución alternativa. Esto ya es demasiado para

7) Paseos públicos

Beltrí. En el siguiente pleno se da lectura a una carta

8) Construcción de un gran mercado central

enviada por el Arquitecto Municipal (no se dice nada sobre

9) Alcantarillado de la población

su contenido) y el 31 de marzo se nombra como sustitu-

10) Otros proyectos que puedan surgir”

to provisional al maestro de obras D. José Bru Izquierdo.

56

El arquitecto ha tomado la decisión definitiva de aban-

edificación no nacía de los grandes conceptos teóricos

donar la ciudad. A partir de ese momento comienza a

que había aprendido en la Escuela de Arquitectura, sino

aceptar cualquiera de los encargos particulares que se le

que eran los tallistas, escultores, ebanistas, forjadores y

ofrecen, ante la dura perspectiva de los próximos meses

otros artesanos los que elevaban a la arquitectura a la

en los que no va a trabajar. Entre las obras privadas que

categoría de arte; eran pues, las capas populares las que

realiza durante esta época hay que reseñar un par de

merecían la mayor formación y atención.

casas, cuatro reformas y una captación de aguas. El 5 de julio de 1893 presenta la dimisión “por motivos Parece que el motivo por el que no llegaron a construirse

de salud” después de haber abandonado la ciudad unos

prácticamente ninguno de los proyectos que realizó para

días antes, dimisión que le es aceptada el día 11 de ese

el Ayuntamiento fue el que eran muy caros y demasiado

mismo mes .

73

71

avanzados para los regidores de la villa . Como dice Jesús Alonso, responsable del Arxiu de Gandía, “Beltrí fue

En el certificado que se le expide se hace constar textual-

un hombre que se adelantó cincuenta años a su tiempo”.

mente:

De su paso por esta ciudad hemos de resaltar, además

“.. que vino desempeñando sin interrupción alguna, con

de su actividad constructiva, la labor pedagógica y so-

aplauso del vecindario en general,..... debiendo hacer

cial, ya que allí fundó las clases gratuitas de dibujo para

constar los infrainscritos, que este Muy ilustre Ayunta-

72

obreros . El arquitecto concede a la actividad artística

miento estimó en mucho los buenos servicios y vastos

un papel regeneracionista y básico en la formación de

conocimientos del Señor Beltrí del que aún se conserva

las capas populares, con lo cual aboga por la recupera-

grata memoria en esta Ciudad no sólo por los trabajos

ción y revitalización de la artesanía. El ambiente artesa-

técnicos que dejara sino también por su laboriosidad y

nal en el que se desarrolló su primera infancia en el taller

rectitud, aparte de que en el orden privado su conducta

de su padre, le llevó a darse cuenta de que el arte de la

fue intachable bajo todos los conceptos..”.

71 72 73

A. Vázquez “Miscelania: Josep Camarena. Capítulo: Los Arquitectos” Pág. 176. Gandía, 1997. F. J. Pérez Rojas “Cartagena 1874-1936. Transformación urbana y arquitectura” Pág.416. Murcia, 1986. AHCG Expediente de V. Beltrí.

57

Imagen antigua de la playa del Grao de Gandía. GARCÍA GARABELLA Y COMPAÑÍA. ZARAGOZA COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

C A P Í T U L O VI

Arquitecto de Hacienda en Murcia (1893-1895)

60

Aunque según la mayoría de los investigadores se ins-

Pedro Cerdán Martínez (1862– 1947), amigo con el que colaboró Beltrí, fue el otro gran arquitecto que trabajó en Murcia a finales del XIX y principios del XX.

taló directamente en Cartagena, en realidad pasó primero por la ciudad de Murcia, tras ganar una plaza como “Arquitecto Inspector técnico de la Hacienda de la pro74

vincia de Murcia, con categoría de Oficial de 3ª Clase” .

EXTRAÍDA DEL LIBRO DE DORA NICOLÁS «PEDRO CERDÁN»

De hecho firmó desde dicha ciudad la carta en la que

FAMILIA CERDÁN

presentaba su dimisión como Arquitecto Municipal de Gandía. en vista de antecedentes, y conforme al acuerdo último Al poco de llegar, concretamente el 21 de agosto de ese

sobre el particular, informen al Señor Alcalde y este eje-

mismo año, es nombrado Arquitecto de 1ª Clase en co-

cute desde luego lo que estimen convenientes a los inte-

misión. Tenemos constancia de su trabajo en las Actas

reses y derechos del Municipio”.

Capitulares del Ayuntamiento de Murcia de 4 de octubre y de 27 de noviembre de 1893 con motivo del aviso

Durante el curso de estas actuaciones conocería al que

comunicado sobre la instrucción de un expediente de

sería uno de sus grandes amigos, el arquitecto municipal

defraudación al Concejo “por resultar que el Teatro Ro-

Pedro Cerdán Martínez (1862–1947), que se encontra-

mea, con arreglo al contrato de arriendo, contribuye con

ba por esas fechas trabajando en la reforma del citado

menos cantidad de lo que le corresponde..”.

75

Posterior-

Teatro Romea.

mente en el pleno de 20 de diciembre de 1893 se da cuenta de la recepción de:

Además de esta faceta poco más sabemos de estos años. Aunque ignoramos si hizo algún proyecto de tipo parti76

“..otro comunicado fechado el catorce del actual del re-

cular , seguramente su cargo era incompatible con el

petido Administrador de Hacienda de la provincia con la

ejercicio libre de la profesión. Siendo una persona tan

que remite copia del recurso de alzada interpuesto por

inquieta y trabajadora es posible que colaborara con Pe-

el Inspector técnico de Hacienda D. Víctor Beltrí ante el

dro Cerdán. Aunque no hay constancia documental cree-

Tribunal Gubernativo del Ministerio, contra lo resuelto

mos que es muy posible que fuera así, concretamente

por la Junta Administrativa en diez y ocho de Noviembre

en algunas obras como la “Casa del Piñón” de la Unión

último en el expediente sobre ocultación de riqueza de

que se construyó por estas fechas. También pudo hacer-

las fincas del Teatro Romea notificando haber sido admi-

lo con su compañero de promoción Pedro García Faria,

tido dicho recurso y que el Ayuntamiento puede acudir

que durante esos años trabajaba en el proyecto de nue-

al citado Tribunal dentro de quince días, se acordó pase

vo plano de población de Murcia. De otra forma es difícil

a las Comisiones de Hacienda y Propios, unidas, para que

entender que las primeras obras que se le encargaran en

74

No podemos precisar la fecha de este nombramiento pues, curiosamente, en su expediente figura que éste se produce con fecha “24 de Murcia (sic) de 1893”, aunque probablemente fuera el mismo mes de julio.

75 76

A. Crespo “El Teatro Romea de Murcia en el siglo XIX” Pág. 327 Murcia, 2001. (Comunicación personal de F. J. Ródenas Rozas). Es muy probable que nunca se sepa, ya que en el Archivo Municipal de Murcia reina un auténtico caos en lo referente a esos años, siendo imposible encontrar ni un solo proyecto presentado al consistorio durante esa época.

61

Cartagena fueran de la envergadura de la “Casa Cer-

D. Justo Aznar y Butigieg político promotor del Ensanche de Cartagena.

vantes”, de la reforma del Casino o de la mismísima Catedral, si no hubiera realizado con anterioridad ningún

EXTRAÍDA DEL LIBRO DE F. J. PÉREZ ROJAS «CARTAGENA 1874-1936. TRANSFORMACIÓN URBANA Y ARQUITECTURA»

trabajo en la provincia de Murcia. De hecho, entre su último trabajo “oficial” en Gandía y la “Casa Cervantes” transcurrieron cuatro años. Parece que en 1894 todavía residía en la ciudad, concre-

del Ensanche a la ciudad de Cartagena por motivos de

tamente en la calle Rocamora. Así es citado por el propio

salud pública y “humanidad”. Hemos de recordar que

Pedro Cerdán, quien lo afirma con motivo de un litigio

desde hacía siglos la laguna interior del Armarjal había

con el maestro de obras José Gallego Bernal, a propósito

sido causante de terribles epidemias de malaria, fiebre

de la construcción de un panteón en el cementerio de

amarilla, tifus y cólera tanto entre la población civil, como

77

Nuestro Padre Jesús Nazareno .

entre las tropas acuarteladas en la ciudad. Uno de los puntos fundamentales de este proyecto incluía la dese-

Por aquella época el citado arquitecto e ingeniero García

cación de dicha laguna. El 21 de marzo de 1895 se apro-

Faria, también estaba trabajando con el arquitecto car-

baba la Ley especial por la que se creaba la Comisión de

tagenero Francisco de Paula Oliver Rolandi (1861-1915)

Ensanche y Saneamiento de Cartagena.

(al que también habría conocido Beltrí en la Escuela de Arquitectura de Barcelona), en el proyecto de El Ensan-

Es posible que Beltrí tuviera conocimiento por los pro-

che de Cartagena. En diciembre de 1894 habían pro-

pios García Faria y Oliver, de estos trabajos y de las posi-

puesto al Ayuntamiento de esta ciudad la realización de

bilidades que se le brindarían al aunarse en Cartagena la

dicho trabajo, lo que éste aprobó sugiriendo que se in-

necesidad de reconstruir la ciudad devastada tras la Gue-

corporara al equipo redactor el coronel de ingenieros Fran-

rra del Cantón, con el auge que estaba experimentando

cisco de Paula Ramos Bascuñana que había sido miem-

la minería en la zona y la necesidad de levantar el futuro

bro activo de la Junta de Saneamiento de Cartagena.

Ensanche.

El 26 de julio de 1892 el gobierno había aprobado las

Hasta entonces Víctor apenas ha desarrollado trabajos

disposiciones pertinentes para que se pudiera realizar el

importantes como arquitecto. Es joven, tiene 33 años, y

Ensanche de Madrid, que luego se haría extensible a

se encuentra en plena madurez artística. Así es que en

Barcelona. Tras una intervención en las Cortes del políti-

1895, probablemente coincidiendo con su nombramiento

co cartagenero D. Justo Aznar y Butigieg (1849-1915) el

como Oficial de 2ª Clase

19 de diciembre de 1894, fue aprobada la ampliación

77 78 79

78

se traslada a vivir a Cartage-

79

na .

D. Nicolás “Arquitectura y arquitectos del siglo XIX en Murcia” Pág. 154, Murcia 1993. Nombrado con fecha 17 de octubre de 1895. Expediente de V. Beltrí en el Ministerio de Hacienda. AMC Padrón Municipal de 1930. Libro 211 tomo 2 Folio 52. En el se hace constar que tanto él, como su mujer, residen en Cartagena desde hace 35 años.

C A P Í T U L O VII

Al fin en Cartagena. La etapa modernista (1895-1917)

64

En estos momentos Cartagena era una ciudad en plena

El edificio destaca por la impresión de dinamismo que

reconstrucción tras la sublevación cantonal, con una eco-

imprimen los motivos decorativos y, especialmente, las

nomía floreciente y vida social muy intensa, marcada por

columnillas y zapatas curvas que están concentradas en

un lado por su condición de Departamento Marítimo del

las cornisas. En la planta baja se puede hablar de una

Mediterráneo, lo que le confería un ambiente castrense

elaboración arquitectónica clásica. La fachada, que in-

a todos los niveles, y por otro, por la burguesía adinera-

corpora miradores blancos de madera en los extremos,

da surgida como consecuencia del auge experimentado

es eminentemente simbólica

en estos momentos por la industria minera. Los diversos motivos ornamentales de los guardapolvos, Al llegar a la ciudad, parece ser que Víctor y su familia se

embocaduras y dinteles, especialmente en sus detalles

instalaron en una casa de la Plaza del Rey, situada frente

florales y vegetales, son completamente modernistas. El

al antiguo Teatro Principal. No sabemos nada de su acti-

conjunto de la fachada es de un cuidadísimo diseño y

vidad durante los años 1895 y 1896, pero suponemos

una exquisita ejecución en la que intervienen, conjunta-

que seguiría colaborando con Cerdán. El 28 de febrero

mente con el arquitecto, magníficos marmolistas, car-

de 1897 Beltrí abandona su puesto de Arquitecto Pro-

pinteros y orfebres, dentro del más puro espíritu moder-

80

vincial de Hacienda , probablemente como consecuen-

nista, que propugnaba la integración de todas las artes

cia del importante encargo que le hizo el rico propietario

aplicadas.

minero D. Serafín Cervantes, para la construcción de su nueva y lujosa residencia, obras que se prolongaron has-

El éxito indiscutible de la “Casa Cervantes” le sirvió al

ta 1900.

arquitecto para abrirle definitivamente las puertas de la fama en Cartagena. También llamó la atención fuera de

La “Casa Cervantes” está en el punto más visible de la

esta ciudad, siendo reproducido con elogios en el núme-

calle Mayor, que por entonces era la principal arteria de

ro 101, de 5 de mayo de 1901, de “Arquitectura y Cons-

la ciudad, ya que aprovecha un ligero recodo que hace la

trucción”, que en aquellos momentos era la más presti-

calle.

giosa revista especializada que se editaba en España.

Es una de las primeras y más importantes muestras del

Mientras está construyendo la “Casa Cervantes” se le

modernismo arquitectónico en Cartagena, y en él se com-

encarga la reforma del Casino de la ciudad, situado en la

binan la naturaleza barroca y escultórica con el expreso

misma calle. Víctor Beltrí conjuntamente con el decora-

deseo de evocar la importancia del emplazamiento y la

dor Rafael Amaré, iniciaron unas profundas reformas de

adopción de un nuevo lenguaje iconográfico en los ele-

estilo modernista. Este último realizó las decoraciones

mentos decorativos.

de la escalera y el arquitecto dirigió la remodelación ar-

80

Algunas fuentes de la familia señalan como principal motivo el que se aburriera con este tipo de trabajo, eminentemente burocrático.

65

quitectónica del local. Con posterioridad (1919) también realizó la reforma de la fachada trasera.

En abril de 1898 el rico minero D. Camilo Aguirre y Alday solicitó licencia de obra para derribar una casa que 81

poseía en el número 10 la Plaza de la Constitución , con objeto de poder levantar un nuevo y lujoso edificio. Para ello encargó el trabajo a Beltrí, que había adquirido gran fama con la reforma del Casino y con la obra que estaba realizando para la familia Cervantes. Vista de Cartagena desde el mar en 1895.

El 20 de junio de 1898, mientras está trabajando en este

ALCARAZ COMIC LIBRERÍA

nuevo encargo, el arquitecto recibe la fatal noticia del 82

fallecimiento de su padre en Tortosa .

El arquitecto realizó para el “Palacio Aguirre” varios pro83

profusamente decoradas con motivos cerámicos de aire

antes del definitivo. Aún así, éste fue modifica-

rococó, y con abejas en la torre, símbolo de laboriosidad.

do a su vez durante su construcción. Es una buena mues-

El empleo de palmetas y flores le dan un aire ligeramen-

tra de como a Beltrí le gustaba improvisar sobre la mar-

te oriental.

yectos

cha, hasta que el resultado final era de su agrado. Ubicado en la esquina que formaban la citada Plaza y la calle

El “Palacio Aguirre” es de perfecto acabado hasta en el

de San Diego, es uno de los más bellos edificios moder-

más mínimo detalle, tanto exterior como interiormente.

nistas de la ciudad y una de sus obras maestras.

Digna de resaltar también es la integración en él de todas las artes decorativas: cristaleros, pintores, carpinte-

Beltrí aprovechó el emplazamiento de extraordinarias

ros, cerrajeros, ceramistas... El edificio dio a Cartagena

posibilidades visuales y levantó, en la misma esquina, una

un aire de modernidad acorde con el nivel de la rica bur-

sobresaliente torre, rematada por una brillante cúpula,

guesía minera, convirtiéndose desde su construcción en

que sirve para salvar la transición entre los dos frentes

uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.

del edificio, adornada con un mirador a la altura del primer piso. A partir de esta torre se despliegan sendas fa-

En junio de 1899 comienza las obras del Colegio del Pa-

chadas que dan a las dos calles. Dichas fachadas están

tronato del Sagrado Corazón de Jesús que le había sido

81 82 83

Actualmente Plaza de la Merced. “El Semanario de Tortosa” de 20 de junio de 1898. En el Archivo Municipal de Cartagena (AMC) existen los planos enmarcados de dos proyectos diferentes del mismo edificio.

66

encargado por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul.

El 28 de julio de ese mismo año se convocan Juegos Florales en Murcia. El Premio de Arquitectura, ofrecido por el Gobernador Civil de la provincia D. Juan Campoy, se otorgará al “Proyecto para la construcción de un Asilo de Inválidos” presentado bajo el seudónimo “Adelante siempre” (titulo que define perfectamente su personali84

dad), bajo el cual se ocultaba el nombre del arquitecto .

Ese mismo año se le encarga la reconstrucción de la Ca-

Vista panorámica de La Unión.

85

tedral de Santa María la Vieja . Tradicionalmente se la

FOTOTIPIA THOMAS, BARCELONA

ha considerado como una fundación del Apóstol Santia-

COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

go hacia la mitad del siglo I d. C., aunque la realidad es que se desconoce con exactitud la fecha de su construcción. Sí se sabe que fue reconstruida en el siglo XIII tras la reconquista de la ciudad en 1245. Bombardeada du-

va construcción en la que se englobaron algunas capillas

rante la guerra civil del Cantón, fue restaurada de nuevo

barrocas y la torre. En 1904 añadió la Casa Parroquial y

en 1876 y en 1879, aunque todas estas obras fueron

en 1915 realizó una nueva puerta de acceso a la Cate-

insuficientes: la falta de solidez de los pilares, su situa-

dral.

ción y el excesivo peso de la techumbre reclamaban una gran obra. El actual aspecto del edificio se lo proporcio-

En 1900 se presentó al concurso de la Exposición Mur-

naron los trabajos dirigidos por Beltrí, que se prolonga-

ciana, obteniendo una medalla de plata . Ese año reali-

ron hasta 1904.

za la reforma del edificio del Círculo Militar (derribado) y

86

el proyecto de “Villa Calamarí” para el que fuera gerenLa reconstrucción consistió básicamente en una fachada

te de la fábrica de explosivos “Franco-Española”, D. Ca-

exterior de estilo neorrománico y el interior goticista con

milo Calamarí. Pero sin duda la obra más importante que

ángeles modernistas en los capiteles y columnas. Más

durante esos meses es el proyecto del Mercado de Abas-

que de una reconstrucción se podría hablar de una nue-

tos de La Unión.

84 85 86

D. Nicolás “Arquitectura y arquitectos el siglo XIX en Murcia” Pág. 154-155. M. y N. Estrada “Guía de Cartagena 1902” Pág. 28. F. J. Pérez Rojas “ Cartagena 1874-1936”. Pág. 416.

67

Era un momento caracterizado por un gran auge econó-

Los trabajos se desarrollaron entre 1903 y 1907, siendo

mico del municipio gracias a la minería. Ya para enton-

finalmente inaugurado el Mercado en 1908. Este edifi-

ces La Unión era, tras Murcia, Cartagena y Lorca, el cuar-

cio es una de las joyas de la arquitectura de la región y

to núcleo más poblado de la provincia. En el Ayunta-

uno de los mejores edificios de Beltrí, construido de acuer-

miento de esta ciudad circulaban aires de modernidad.

do con las exigencias técnicas de los nuevos materiales,

Así el “ilustrado” gobierno local inspirado por su alcalde

el vidrio y el hierro, en el auge de la arquitectura moder-

D. Jacinto Conesa García había comenzado a aplicar un

nista.

amplio plan de reformas con un triple objetivo: mejora de los factores de “transito, higiene y ornato” en la ciu-

En el edificio se conjugan la utilización de materiales tra-

dad.

dicionales y modernos. El hierro se empleó, sobre todo, en el interior, aprovechándose para cubrir amplios espa-

En 1899 se planeó de forma definitiva construir un nue-

cios, manteniendo la limpieza del edificio y evitando obs-

vo Mercado, que sustituyera al antiguo que era clara-

táculos. Las columnas, con arriostramientos de cercha,

mente anticuado e insuficiente, dentro de un plan de

son muy esbeltas y consiguen un efecto de amplitud y

mejoras urbanas elaborado por el arquitecto Pedro Cer-

diafanidad asombrosas. También sorprenden las excelen-

dán Martínez, tras varias tentativas anteriores infructuo-

tes soluciones arquitectónicas adoptadas para poder apro-

sas.

vechar al máximo todas los rincones del edificio.

Después de una gran polémica sobre su ubicación, final-

El 17 de Agosto de 1901 se publicó un Real Decreto del

mente, y por acuerdo municipal del 11 de mayo de 1901,

Ministerio de Educación Pública y Bellas Artes que en su

se aprueba su construcción en los terrenos de D. Francisco Rentero, según el proyecto que éste adjuntaba elabo87

rado por Beltrí, en detrimento del de Cerdán.

Sin embargo Beltrí no dirigió la obra, tal vez por la cantidad de trabajos que tenía en Cartagena, o por la lejanía de La Unión (no debemos olvidar que en esa época los desplazamientos no tenían nada que ver con los de ahora). Finalmente fue el propio Pedro Cerdán el encargado de su dirección respetando en gran medida el proyecto original, aunque introdujo algunos cambios.

87

F.J. Ródenas "Yo, el Mercado" La Unión, 1991.

Jacinto Conesa García, alcalde ilustrado de La Unión, promotor entre otras obras del Mercado. ÁNGEL MARTÍNEZ MARTÍNEZ. EXTRAÍDA DEL LIBRO DE M. MUELAS Y J. ROCA DORDA «LA UNIÓN EN EL RECUERDO» CRUZ ROJA DE LA UNIÓN

68

ambos centros, Escuela Superior y Elemental, se refun88

dieron en uno. .

A finales de ese año recibe la triste noticia del fallecimiento de su hermano Ignacio a los 29 años de edad, como consecuencia de una “tisis pulmonar”.

En 1902 vivía en el número 28 (anteriormente número 89

14) de la calle Santa Florentina , donde el despacho del Edificio de las Escuelas de Industria o del Trabajo, al final de la Alameda, donde Beltrí ejerció como profesor de dibujo.

arquitecto ocupaba la planta primera, la familia vivía en la segunda y el ama de su hijo José Luís ocupaba la terce-

EXTRAÍDA DE LA PÁGINA WEB DEL I.E.S. «POLITÉCNICO DE CARTAGENA»

ra.

En 1904 le tocó la lotería y decidió construirse un HoteArt. 49 creaba una serie de centros con la denominación

lito, hoy derribado, en el nº 10 del Paseo de Alfonso XIII.

genérica de Escuelas Superiores de Industria con el ex-

Las obras se prolongaron dos años, trasladándose a vivir

clusivo fin de “crear una clase intermedia entre el inge-

allí a su finalización, siendo una de las primeras familias

niero que dirige y el obrero manual que obedece”. Un

en establecerse en El Ensanche.

año más tarde, a instancia del alcalde Ángel Bruna Egea y a expensas del Ayuntamiento, se aprueba la instala-

Durante la primera mitad de la década del nuevo siglo

ción de una Escuela Municipal Elemental de Industrias

realiza múltiples trabajos destacando entre ellos “Torre

en Cartagena, dependiente de la Universidad de Valen-

Catá”, el “Huerto de las Bolas” para la familia Llagoste-

cia. Comenzaron los estudios el curso 1902/1903, dedi-

ra, el Edificio “Dorda Bofarull” y otro proyecto de Mer-

cándose inicialmente como locales para el centro los de

cado Público realizado conjuntamente con el arquitecto

la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Desde

Tomás Rico (1851-1911) que finalmente no llegó a cons-

su comienzo Beltrí, siguiendo la tradición familiar, fue

truirse.

profesor titular de “Dibujo Geométrico e Industrial” en dicha Escuela, siendo su auxiliar el pintor Francisco Por-

1905 y 1906 van a ser igualmente años muy producti-

tela, con el que colaboraría también en diversos ocasio-

vos. Va a realizar entre otros: el Almacén de la Sociedad

nes (Círculo Militar, Real Club de Regatas..). En 1907

“El Día”, el Edificio del nº 24 de la c/ San Francisco, la

88 89

F. J. Pérez Rojas “ Cartagena 1874-1936”. Pág. 416, Archivo de la Cátedra Gaudí y página web del I.E.S. “Politécnico de Cartagena”. M. y N. Estrada “Guía de Cartagena”. Pág. 35

69

“Casa Cortés” en La Unión, el Edificio del nº 14 de Puer-

trucción fue un gran acontecimiento, siendo desde en-

tas de Murcia, la reforma de la fachada de la Iglesia de

tonces uno de los edificios más importantes de la ciu-

San Diego y el Edificio Alessón. Pero lo más importante

dad. Esta obra marcó de forma definitiva a Beltrí quien a

de su obra está por llegar.

partir de este momento utilizó profusamente el trenca91

dís , la piedra rústica y los piñones rococós. Por entonces el rico minero y terrateniente D. José Maestre Pérez (1866-1933) había decidió construirse una man-

En 1908 el arquitecto, que se encuentra en plena madu-

sión aún más deslumbrante y lujosa que las que habían

rez artística y profesional, recibe el encargo de reforma

construido hacia poco D. Serafín Cervantes y D. Camilo

del edificio que la rica familia minera Dorda poseía en la

Aguirre, en su solar de su propiedad en la Plaza de Vala-

calle del Carmen de Cartagena. Este edificio de monu-

90

rino Tagores . Para ello encargó, no se sabe muy bien

mental fachada articulada en cuatro cuerpos y once ejes,

por qué motivo, un proyecto al arquitecto ilicitano Mar-

es una de sus obras más importantes. La decoración de

celiano Coquillat Llofriu (1865-1924), que en aquella

la fachada es de inspiración barroca, rematándose con

época estaba establecido en Barcelona. Este diseñó, tal

superficies curvas adornadas con grandes molduras y

vez por expreso deseo del propietario, un edificio inspi-

motivos florales, muy próxima a la de los edificios barro-

rado en la “Casa Calvet” de Gaudí.

cos modernistas que jalonan la Gran Vía de Barcelona. Todos los detalles del interior, desde puertas a pinturas

En 1906 Maestre encargó a Víctor Beltrí la dirección de

decorativas, de techos a llamadores, son de estilo com-

la obra, tal vez por el conocimiento que este tenía de la

pletamente modernista.

obra de Gaudí, o por el indudable éxito que habían tenido sus anteriores obras.

Aunque Beltrí respeta en gran parte el proyecto original, en la “Casa Maestre” consigue realizar una de sus mejores aportaciones a la integración en un edificio de todas las artes aplicadas dentro del más puro concepto modernista de obra global. Así se pueden observar los magníficos trabajos de carpinteros, orfebres, cristaleros, pintores y otros artesanos en puertas, rejas, tiradores, vidirieras, artesonados.., que hacen que esta casa sea una de las obras maestras del modernismo cartagenero. Su cons-

90 91

Actualmente Plaza de San Francisco. Arte de decorar con trozos de azulejos, muy característico del modernismo.

José Maestre Pérez (1866-1933) fotografiado hacia 1925 en un viaje a Egipto. ARCHIVO MUNICIPAL DE LA UNIÓN

70

Pero quizá lo más singular de esta construcción sea pre-

Miguel Zapata Hernández (1879-1912) fotografiado en Londres hacia 1905.

cisamente el suntuoso patio interior de estilo arábigo español, inspirado en las portadas de la Mezquita de

EMBERSON

Córdoba o de la Aljafería de Zaragoza, siendo las colum-

COLECCIÓN ILUMINADA BELTRÁN

nillas neonazaritas con arcos de herradura y muros de singular decoración geométrica de azulejos.

En 1909 D. Miguel Zapata Hernández (1879-1912) encarga a Beltrí el proyecto para la construcción de una casa en El Ensanche, que pase a ser su nueva residencia una vez que contraiga matrimonio con una joven perte92

neciente a la más alta nobleza de España . Los Zapata, también emparentados con los Maestre, eran una de las

coración de la fachada en la que se trató de unir arqui-

familias mineras más ricas de La Unión. Entre otras pro-

tectura y naturaleza a través del jardín, hoy muy modifi-

piedades poseía las minas “La Purísima Concepción” y

cado, que rodeaba la edificación.

“La Orcelitana” en Portmán, siendo esta última una de las pocas que continuaron trabajando durante la crisis

Construido en 1910 destaca en la fachada el pórtico que

minera.

da lugar a una terraza en el primer piso y la torre almenada. Torreones medievales, arcos trilobulados, delga-

El lugar elegido era un sitio privilegiado. Se trataba de

das columnillas, tejadillos apuntados, escudo nobiliario..,

una manzana completa situada en el punto de confluen-

le dan un aire gótico muy vinculado con la escuela mo-

93

cia de El Ensanche y El Recinto . Los Zapata querían un

dernista catalana a la que pertenecía Beltrí.

edificio diferente y acorde con su categoría social: independiente, rodeado de jardines, lujoso y único, para que

También es singular la reja que cierra el conjunto, reali-

fuera la admiración de propios y extraños. Víctor tuvo

zada en hierro forjado con formas geométricas que jun-

aquí la posibilidad de desarrollar todo su genio y realizar

to a los muros, construidos como todo el edificio con

una de sus mejores obras, consiguiendo una edificio que

piedra procedente del derribo de la muralla, dan lugar a

aún hoy en día maravilla tanto exterior como interior-

un gran juego de líneas curvas, que recuerdan a Gaudí y

mente.

a Otto Wagner.

La “Casa Zapata” es una de las obras del arquitecto donde

Pero si el exterior es magnífico, no lo es menos el inte-

más se puede apreciar la influencia gaudinista en la de-

rior. Tras franquear la espléndida puerta de acceso a la

92 93

Concepción Echevarría y Carvajal (1888-1915), Marquesa de Villalba de los Llanos. M. Muelas y J. Roca “La Unión en el recuerdo”. Pág. 112. Actualmente Plaza de España.

71

vivienda se penetra en un amplío vestíbulo, decorado en

año siguiente con una concurrida fiesta social a la que

sus paredes con bajorrelieves de mármol que represen-

no pudo asistir el rey Alfonso XIII, presidente honorario

tan diversas flores, del que arranca la escalera de már-

del Club e impulsor de la obra. El edificio era una de las

mol con una preciosa barandilla modernista decorada

obras de Beltrí resuelta con mayor gracia, dentro de un

también con motivos vegetales, que representan repeti-

modernismo rococó. Lo más original del edificio lo cons-

damente la letra “Z” del apellido Zapata.

tituía su voluntad de apertura hacia el exterior, algo que el diseñador solucionó a base de grandes ventanales en

A través de dicho vestíbulo se accede a un increíble patio

la planta baja y un balcón corrido en la superior.

central, que es otra evocación de un pasado medieval, construido en estilo neonazarí a base de yeso pintado y

En 1909 su amigo Tomás Rico, que por aquel entonces

columnas de fundición. Una gran vidriera polícroma cu-

era el Arquitecto municipal, había realizado para D. Ce-

bre la claraboya, dando al patio una sugerente y alegre

lestino Martínez Vidal (1858-1911), rico industrial, mi-

luminosidad.

nero y terrateniente, un proyecto para la construcción de su residencia en Cartagena. En plenas obras, el 3 de

No podemos dejar de destacar, una vez más, el magnífi-

enero de 1911 se produjo el fallecimiento del propieta-

co trabajo de los múltiples artesanos: vidrieros, escayo-

rio y apenas unos días más tarde, concretamente el 21

listas, herreros, tallistas, carpinteros.., que intervinieron

de febrero, la del propio Rico. Meses más tarde los hijos

en la obra.

de Martínez encargaron a Beltrí la finalización de las obras, pero ahora con la intención de que la casa se convirtiera

En julio de 1910 el propio arquitecto presenta una solici-

en Hotel, prolongándose los trabajos hasta 1916, fecha

tud para construir “una pequeña villa u hotel” en un so-

en la que fue inaugurado .

94

lar de su propiedad, lindante con su vivienda del Ensanche. En este proyecto diseña una casa de cierta impor-

Aunque no se sabe a ciencia cierta hasta donde llegó el

tancia que ocupaba el chaflán que formaban el Paseo de

trabajo de Rico, parece que en las dos primeras plantas

Alfonso XIII y la calle nº 16. De dos plantas, incluía un

se aprecia el estilo de sus obras. A partir de ahí es indu-

jardín en la parte posterior. Aunque creemos que este

dable el trabajo de Beltrí, pero sin observarse una clara

hotel fue construido, ignoramos si el arquitecto, o al-

ruptura entre los trabajos de los dos arquitectos, consi-

guien de su familia, alguna vez lo habitó.

guiendo de esta manera una coherente integración.

En 1911 proyecta el antiguo edificio del Real Club de

El “Gran Hotel” tal vez es la obra mejor y más represen-

Regatas. Situado en uno de los extremos del muelle, jun-

tativa del modernismo en Cartagena y en la Región de

to a la dársena de botes, fue inaugurado oficialmente al

Murcia, y probablemente la obra maestra del arquitecto.

94

F. J. Pérez Rojas “ Cartagena 1874-1936”. Pág. 436 y comunicación personal de Javier Alcantud.

72

Lo que más destaca en este imponente edificio de seis

una gran profusión artesanal integrada dentro del mejor

plantas es su acertada inserción en la trama urbana de la

espíritu modernista.

ciudad, siendo uno de los puntos arquitectónicos de referencia en el paisaje cartagenero, elevándose dominan-

En 1913 recibe el encargo del rico minero D. Miguel Za-

te sobre el resto de edificios de su entorno. A ello ayuda-

pata Sáez (1841-1918) , para que construya su man-

ba su ubicación en una esquina muy cerrada, donde el

sión en un solar de su propiedad de la localidad costera

edificio emerge con su rotonda rematada con una her-

de Portmán, pedanía de La Unión. La “Casa del Tío Lobo”,

mosa cúpula, como la proa de un barco gigante.

sobrenombre con que se conocía a su propietario, perte-

95

nece a la tradición local de las construcciones de La Unión. El edificio se caracteriza por su gran verticalidad y su abi-

Pero sin duda la mayor nota de exotismo del edificio es

garrada decoración con motivos florales, guirnaldas y flo-

el templete en la esquina del edificio, rematado por una

res talladas en piedra, en cuyo modelado participó per-

cúpula de cinc con forma de bulbo, que le da un cierto

sonalmente. Probablemente debió de ser el edificio que

aire colonial.

más trabajo le dio al arquitecto en toda su vida profesional.

A mediados de la década de los años diez, se agrava la crisis de la minería como consecuencia de la Guerra Mun-

En él, Beltrí hace un alarde de barroquismo decorativo,

dial, produciéndose un descenso en el índice constructi-

demostrando, a manera de síntesis, su capacidad liber-

vo de la zona. En 1914 Víctor solicita la vacante de pro-

taria al hacer arquitectura reuniendo en la obra lo fran-

fesor de dibujo artístico en la Escuela de Artes y Oficios

cés, lo italiano y lo austríaco, el ladrillo y la piedra, con

de Barcelona, puesto que parece ser no obtuvo, o si lo consiguió renunció a la plaza, pues continuó ejerciendo 96

en Cartagena . Por la insistencia con que solicitó éste tipo de puestos, parece desprenderse una preferencia Celestino Martínez Vidal (18581911) fotografiado en París en 1905.

hacia el dibujo y el moldeado, casi similar a la profesión

COLECCIÓN JAVIER ALCANTUD

Beltrí desde su infancia y la carrera de arquitecto fuera

de arquitecto. Quizá esa fuera la verdadera vocación de

sólo una sólida garantía.

En 1915 fallece Francisco de Paula Oliver que había sido nombrado Arquitecto Municipal en 1911 en sustitución de Tomás Rico. En 1916, coincidiendo con la victoria elec-

95 96

Padre de D. Miguel Zapata Hernández, propietario de la ya mencionada “Casa Zapata” de Cartagena. F. J. Pérez Rojas “ Cartagena 1874-1936”. Pág.417.

73

toral de los liberales, y ante la general sorpresa de la profesión, Lorenzo Ros y Costa (1890-1988), que apenas

Miguel Zapata Sáez "Tío Lobo" (1841-1918) retratado hacia 1910.

hacía tres años que había terminado la carrera y acababa E. COSTA

de llegar ese año a Cartagena, es nombrado para ocu-

COLECCIÓN ILUMINADA BELTRÁN

par la plaza vacante en el Ayuntamiento. Todo el mundo esperaba que el elegido hubiese sido Beltrí.

A pesar de este hecho, que sin duda debió influirle de forma negativa, siguió siendo el arquitecto predilecto de la ciudad hasta los años veinte, cuando el propio Lorenzo Ros desde su influyente puesto, empezó a desplazar97

realizado en ella le encargaron hacia 1916 la reconstruc-

lo entre la burguesía local .

ción de un edificio de su propiedad en la calle Mayor. Durante esos años realiza entre otras muchas obras: un 98

(finalmente no cons-

La obra constituye, en palabras de Pérez Rojas: “sin nin-

truido), la Cooperativa “La Conciliación”, la “Fundición

guna duda, el edificio con la fachada más original y her-

Frigard” y el Edificio del número 19 de la calle del Car-

mosa de la arquitectura murciana del siglo XX”. En efec-

men. Pero en esos años hay dos obras que destacan so-

to, lo más interesante de la construcción es, sin duda, su

bre las demás: la “Casa Llagostera” y la “Casa del Niño”.

extraordinaria fachada que aplica el tradicional esquema

magnífico proyecto de Mercado

cartagenero compuesto por balcones centrales y miraLos Llagostera eran una familia de comerciantes de ori-

dores laterales. La característica que hace singular a este

gen catalán instalados en Cartagena. En este caso su

edificio es su decoración a base de cerámica pintada,

enriquecimiento estaría relacionado con el que experi-

obra del ceramista y pintor Gaspar Polo.

mentó la burguesía comercial en la época de la Gran Guerra, cuando ya la minería había entrado en una fase

En 1906 se firmó por parte del Gobierno de España una

de decadencia.

real Orden por la que se creaba la Junta de Protección a la Infancia, cuya misión era acudir en ayuda de los niños

También eran propietarios de una villa conocida como el

cuyas familias estuvieron en tan precaria situación eco-

“Huerto de las Bolas” que había sido construida hacía

nómica que la comida diaria les constituyera un gran pro-

unos años por el arquitecto. Satisfechos con el trabajo

blema a nivel social, familiar, e incluso humano. La Junta

97

No compartimos la tesis de F. J. Pérez Rojas sobre la posible enemistad existente entre ambos profesionales, ya que además de trabajar juntos en varias ocasiones, presentaron comunicaciones conjuntas a un Congreso de Arquitectos, promovieron conjuntamente la creación del Colegio de Arquitectos de Murcia e incluso Ros fue testigo en la boda de su hijo Guillermo.

98

“Revista La Zuda” nº 72 de 31 de octubre de 1915 Pág. 201.

74

se estableció en primer lugar en una casa de la calle de

El conjunto de las edificaciones fue construido entre ese

los Cuatro Santos. Allí se abrió una cantina o comedor

año y 1929. Según se iban añadiendo nuevos pabello-

escolar. La obra social del Comedor Escolar arraigó pro-

nes, así aumentaban las actividades del centro. La casi

fundamente en Cartagena y pronto empezó a madurar

totalidad de los edificios son obra de Beltrí, salvo las Es-

la idea de edificar un local donde los niños más desfavo-

cuelas que las proyectó Lorenzo Ros siguiendo las líneas

recidos por la fortuna pudieran recibir cuidados físicos y

estilísticas marcadas por el resto de edificaciones.

espirituales. Así fue como se pensó en crear la “Casa del Niño”.

La “Casa del Niño” es una de las más bellas obras del arquitecto dentro del estilo vienés, haciendo en ella una

Su construcción data de 1917, fecha en la que la prensa

de sus apuestas más atrevidas, reelaborando de una for-

aludía frecuentemente a la mendicidad y delincuencia

ma muy personal los principios que animaban a esta la

juvenil. Víctor Beltrí, que era el arquitecto de dicha Jun-

escuela.

ta, fue el encargado de diseñar el nuevo edificio en la zona de comienzo del Ensanche, en un solar que era

Ese mismo año asiste al 7º Congreso de Arquitectos ce-

propiedad del propietario minero D. Camilo Aguirre, tam-

lebrado en Sevilla al que presenta, junto con Lorenzo

bién miembro de la citada Junta. Éste cedió gratuitamente

Ros, la ponencia titulada “Medios para conseguir la in-

el solar y es posible que el arquitecto tampoco cobrara

tervención del arquitecto en las obras que se efectúen

nada por su trabajo.

en poblaciones de importancia que carezacan de titu99

lar” .

99

Ver Documento nº2.

75

Vista general de Cartagena desde el mar a final de la segunda década del siglo XX. JOSÉ CASAÚ CEHIFORM

C A P Í T U L O VIII

La madurez (1918-1935)

78

En 1917 construye un almacén de hierros para Antonio García Alemán en el solar contiguo a su casa del Ensanche. A partir de ese momento el continuo golpear de la bola de la grúa con los hierros le perturba enormemente y le dificulta el concentrarse en su trabajo.

En septiembre de 1919 se produjeron unas importantísimas inundaciones en el Campo de Cartagena que afectaron de forma particular a la zona de la antigua laguna del Armarjal, lugar donde se estaba levantando El En-

daños importantes, incluyendo la destrucción de su es-

Aspecto impresionante del Ensanche con motivo de la inundación del 19. En primer término las "Casas de los Catalanes". A la derecha se vislumbra la Casa del arquitecto.

tudio. El temor a sufrir nuevas inundaciones, unido a las

JOSÉ CASAÚ

molestias que le producía el citado almacén, le decidie-

ALCARAZ COMIC LIBRERÍA

sanche. Como consecuencia la casa del arquitecto sufrió

ron a abandonar su vivienda, trasladándose a vivir de nuevo al Recinto. Allí se instaló en una casa que daba a la calle Mayor y tenía su entrada por el nº 10 de la calle

ciudad en los que se puede adivinar su mano, aunque al

Bodegones. En esta casa residió hasta su fallecimiento.

no haberse conservado ni un solo proyecto de la época en los archivos municipales, es difícil comprobarlo. Tam-

Los años 1920, 1921 y la mayor parte de 1922 son un

bién pensamos que pudo realizar ciertos trabajos en otras

verdadero enigma en la vida del arquitecto. No se cono-

localidades de Murcia o Almería, pero tampoco hemos

ce prácticamente ninguna obra suya durante esa época

encontrado todavía ninguna fuente documental conoci-

en Cartagena. ¿Es posible que estuviera trabajando fue-

da que pueda demostrarlo.

ra de la ciudad? o ¿es que los legajos correspondientes a esos años se encuentran extraviados en el Archivo Muni-

En 1923 acomete las reformas de la Casa de Misericor-

cipal?. Hoy por hoy lo ignoramos. Este hecho sorprende

dia, actual sede del Rectorado de la Universidad Politéc-

aún más si se tiene en cuenta que su estudio se había

nica. El 13 de septiembre de ese mismo año se produce

reforzado al incorporarse a él su hijo pequeño Guiller-

el golpe de estado del general Primo de Rivera. En Carta-

mo, que acaba de finalizar sus estudios de Aparejador.

gena es destituido el consistorio municipal, nombrándose como nuevo alcalde a D. Alfonso Torres (1885-1936).

Por testimonios de la familia es posible que a lo largo de

Se inician diferentes procesos judiciales que afectan a

su vida realizara varios trabajos en Novelda (Alicante),

diversos cargos públicos, entre otros al propio Lorenzo

lugar de donde se surtía de piedra y mármol para sus

Ros por posibles irregularidades en el arreglo de las ca-

obras. Es muy probable que algunos de ellos los realizara

lles de Cartagena. El 31 de diciembre Ros pidió un per-

durante estos años. De hecho hay varios edificios en esta

miso al Ayuntamiento mientras se resolvía su procesa-

79

miento. Con fecha 2 de enero de 1924 se nombra, de 100

forma interina, a Víctor como arquitecto municipal

. El

13 de junio de ese mismo año regresa Ros de su permiso, aunque todavía estaba a expensas de que se resolviera el expediente abierto para estudiar si había incurrido en alguna falta de tipo administrativo. Este regreso provoca el cese de Beltrí al que se agradecen los servicios prestados. Lorenzo Ros fue finalmente también exculpado de cualquier tipo de falta administrativa y se archiva su causa el 5 de septiembre de ese mismo año.

El 20 de junio el Alcalde manifestaba, según figura en las Actas Municipales que:

Impresionante aspecto de la calle Real con motivo del banquete homenaje al alcalde Alfonso Torres. JOSÉ CASAÚ

"Teniendo en cuenta que en el próximo ejercicio se con-

CEHIFORM

signara una plaza de Arqto auxiliar o Ingeniero, el arquitecto don Víctor Beltrí se ofrece a seguir actuando en aquel concepto y sin retribución alguna hasta que en el

numerosas obras para embellecer el municipio y dotarlo

próximo año económico el Ayto provea dicha plaza.”

de mejores infraestructuras. Un gran número de ellas son proyectadas y dirigidas por Beltrí: el “Parque Torres”, la

Este ofrecimiento es aceptado, nombrándosele el 4 de

reforma de la calle Real, el “Asilo de la Concepción”, la

julio Arquitecto Municipal interino y finalmente Arqui-

traída de aguas a la pedanía de Los Belones, la construc-

tecto Municipal Auxiliar, con un sueldo anual de 5.000

ción de diversos caminos, la urbanización y el puente de

pesetas, ocupando dicho cargo durante todo el manda-

la calle Gisbert, la limpieza y terminación del alcantarilla-

to del alcalde Torres, y que se prolongó hasta más allá de

do, la pavimentación y reforma de múltiples calles, las

la caída del Directorio de Primo de Rivera en 1930.

urbanizaciones del Molinete, de la primera zona del Ensanche, del muelle, un Instituto en El Ensanche (incon-

Para el Ayuntamiento del Alcalde Torres es un lujo dispo-

cluso y posteriormente derribado), un Mercado de Abas-

ner en su plantilla de los dos mejores arquitectos que

tos y uno de ganados

trabajan en la ciudad. De forma inmediata se acometen

una buena muestra de ello.

100 101

AMC Expediente del arquitecto Víctor Beltrí y Actas Municpales de 1924. Estas siete últimas obras realizadas conjuntamente con Lorenzo Ros.

101

(finalmente no terminados), son

80

En junio de 1925, y dado que la Real Orden de 28 de

Lorenzo Cachá Cachá en la localidad de Lorca, es sin

noviembre de 1923 limitaba la realización de trabajos de

ninguna duda el edificio racionalista más importante que

tipo particular a los arquitectos municipales, solicitó jun-

realizó el arquitecto y el más significativo de las existen-

to con Lorenzo Ros poder dirigir éstos, dados los pocos

tes en la ciudad construidos en este estilo.

profesionales existentes en el término de Cartagena, solicitud a la que accedió la Corporación Municipal, lo que

El edificio tiene un chaflán redondeado coincidiendo con

les permitió durante varios años compaginar su activi-

la esquina y dos cuerpos cúbicos que lo determinan. El

dad pública con el ejercicio libre de la profesión.

arquitecto era especialista en enmarcar en el entramado urbano los edificios de esquina, dándoles un realce y una

Entre 1925 y 1935 una gran parte de sus trabajos para

prestancia que los hacen destacar sobre su entorno. En

particulares se localizan en El Ensanche. Se trata de ca-

este caso, y con la dificultad de estar encerrado por dos

sas unifamiliares denominadas “Hoteles” u “Hotelitos”,

calles muy estrechas, consigue darle una perspectiva que

que la nueva burguesía se está construyendo en esta zona

le da una gran esbeltez, a pesar de la rotundidad de sus

de ampliación de la ciudad. Todos ellos fueron derriba-

formas. La “Casa Cachá” creó una cierta escuela en Lor-

dos a partir de la década de los sesenta. En esos años

ca, construyéndose posteriormente en la calle Corredera

tampoco faltaron obras de mayor envergadura tales

otros edificios que seguirían sus pautas.

como: algún gran edificio dentro del Recinto, la fachada de la Iglesia del Barrio de Peral, unos Colegios en las lo-

En 1930 realiza uno de los proyectos urbanísticos más

calidades de El Algar y La Palma, una Escuela para niñas

importantes de su carrera: la construcción de 163 vivien-

en el barrio de Los Dolores o la “Casa Cachá” en Lorca.

das de cuatro modelos diferentes, para la Cooperativa “La Conciliación”, de la que era el arquitecto titular, en

Por aquellos días Lorenzo Ros triunfaba en Cartagena

102

el barrio de Los Dolores de Cartagena.

.

con edificios racionalistas alejados del anticuado modernismo. En aquella época tardía Beltrí alternaba obras de

Durante su larga vida profesional Beltrí desempeñó tam-

diferentes estilos, probablemente a petición de los dife-

bién otros cargos tales como: Arquitecto de la “Junta de

rentes propietarios. A él siempre le gustó estar al día,

Protección a la Infancia y Represión a la Mendicidad”,

evolucionando y experimentando las nuevas tendencias

Arquitecto de la “Asociación de Propietarios” y Arqui-

y es muy probable que no quisiera quedarse atrás de-

tecto de la “Cámara Oficial de la Propiedad Urbana”

mostrando que él también era capaz de realizar ese tipo

También fue vocal de la “Junta de Fomento y Mejora de

de obras. La “Casa Cachá” realizada en 1929 para D.

Casas Baratas”

102 103 104

AMC Legajo CH00583 Exp. 9.788. A. Oliver “Medio Siglo de Artistas Murcianos 1900-1950” Pág. 199. F. J. Pérez Rojas “ Cartagena 1874-1936”. Pág.248.

104

.

103

.

81

Plano general del Ensanche de Cartagena. FRANCISCO JAVIER PÉREZ ROJAS. EXTRAÍDA DEL LIBRO DE F.J. PÉREZ ROJAS «CARTAGENA 1874-1936. TRANSFORMACIÓN URBANA Y ARQUITECTURA». ARCHIVO MUNICIPAL DE CARTAGENA

82

Realizó numerosos proyectos para Francisco Rentero en

“Nos sorprende dolorosamente la noticia de haber falle-

La Unión y para las familias Zapata y Dorda, José Maes-

cido D. Víctor, como familiar y bondadosamente le lla-

tre, Pedro Marín y Joaquín Madrid Victoria en Cartage-

mábamos todos.

na. No obstante la mayoría de sus trabajos se los encargó gente normal, a menudo de una condición social ex-

Nadie como este hombre sencillo, pudo ser tan genero-

tremadamente humilde, tal como puede observarse en

samente conocido en Cartagena, donde quedan nume-

las memorias de muchos de sus proyectos. De hecho no

rosas muestras de su saber. Cerca de cincuenta años hace

dudaba en trabajar en barrios de tan dudosa reputación

que se hizo cartagenero, y aquí nacieron sus hijos y aquí

como El Molinete o El Cabezo de Moros.

se perpetúan esos otros hijos habidos de sus bodas con el Arte y el Trabajo, y por eso era un cartagenero más,

Beltrí trabajó incansablemente hasta el final de sus días.

amantísismo de esta madre que adoptara en sus moce-

Sólo en 1934, cuando ya contaba con 72 años de edad,

dades.

realizó al menos 28 obras. Su último trabajo lo presentó el 21 de enero de 1935

105

, quince días antes de su falle-

cimiento.

El día 31 de enero de 1935, y de forma imprevista, cayó una importante nevada en Cartagena y sus alrededores, hecho harto infrecuente por esos pagos. Como consecuencia de ella, el arquitecto cogió un gran resfriado. Su situación se agravó de tal forma, que el día 2 tuvieron que venir de Murcia sus hijos José Luis y Guillermo, siéndole imposible a Matilde regresar a Cartagena al encontrarse en Larache (que por aquel entonces era parte del Marruecos español), lugar donde estaba destinado su 106

marido

. Víctor falleció en su domicilio el día 4 de fe-

brero de 1935, a las diez y media de la noche

107

.

A continuación transcribimos la noticia de su fallecimien-

Imagen insólita del Parque Torres cubierto de nieve, posiblemente a consecuencia de la nevada del 31 de enero de 1935.

to, tal como apareció en número de “El Noticiero” de 5

JOSÉ CASAÚ

de febrero de 1935:

CEHIFORM

105 106 107

Casa para D. Antonio Torres en San Antonio Abad. AMC Legajo CH00583 Exp.1.212. “El Noticiero de Cartagena” de 2 de febrero de 1935. Partida de defunción.

83

Y de ahí su popularidad y la respetuosa admiración, y

miado como merecía, su vida ejemplar.”

verdadero cariño con que todos y a todos trataba; porque D. Víctor sólo tuvo dos fines bellos y ejemplares en

Fue enterrado la tarde del día 5 en esta ciudad. Años

su vida ejemplarísima: hacer su labor y derrochar el bien.

más tarde se trasladaron sus restos al panteón propiedad de su nuera M.ª de los Ángeles García-Izquierdo,

Por eso este ilustre arquitecto que hoy nos dejó para siem-

localizado en el nº 11 de la calle del Rosario del Cemen-

pre, era antes que nada, un hombre bueno y un artista

terio de Nuestro Padre Jesús de Murcia, que había sido

de genio, y como tal era conocido.

proyectado y construido por su nieto, el arquitecto Víctor Bernal Beltrí, y su hijo, el aparejador Guillermo Beltrí

Al lamentar su muerte, hemos de expresar a su viuda e

108

Villaseca, donde reposan hoy en día

.

hijos, entre los que se encuentran nuestros entrañables amigos don José Luis y don Guillermo, y nuestro querido

Al fallecimiento, su esposa Teresa se trasladó a vivir a

compañero don Pedro Bernal, el profundo sentimiento,

Murcia, a casa de su hijo Guillermo, falleciendo en 1937

con que participamos en su justo dolor, sirviéndoles de

en plena Guerra Civil. Está enterrada en Murcia en el

lenitivo el considerar que el Supremo Bien, habrá pre-

mismo panteón que el arquitecto.

108

Fuente familia Beltrí.

C A P Í T U L O IX

Víctor Beltrí, el hombre

86

Físicamente era una persona de mediana estatura, más

Víctor Beltrí en una fotografía publicada en 1915, aunque da la impresión de no tener 53 años.

bien bajo, complexión normal, ojos azules, cabello rubio, tez clara y con un gran bigote al uso de la época. En las fotografías, a partir de cierta edad (sesenta años?)

EXTRAÍDA DEL Nº 32 DE 1915 DE LA REVISTA «LA ZUDA»

aparece con gafas (tal vez de vista cansada como conse-

ARXIU HISTÒRIC DE LES TERRES DE L’EBRE-TORTOSA

cuencia de las interminables horas pasadas dibujando con pobre luz) y con el pelo, tanto de la cabeza como del bigote, totalmente blanco. Un detalle característico suyo era su voz profunda y ronca que hacía parecer ante las personas no relacionadas con su familia, como un hombre seco y autoritario, aunque en realidad era sencillo y afectuoso.

limita a realizar el proyecto, para a continuación desenSiempre iba elegantemente vestido, con traje y sombre-

tenderse de la obra.

ro, aunque tanto los materiales como la confección eran sencillos. Al parecer en su casa normalmente se hablaba

Vigilaba atentamente hasta el más mínimo detalle, visi-

en castellano ya que, aunque su mujer Teresa era natural

taba cada día sus obras, era el primero en subirse a los

de Barcelona, su origen era aragonés. Sólo en contadas

andamios e iba a los talleres de los canteros, tallistas,

ocasiones utilizaba su lengua materna.

cristaleros y forjadores a supervisar la realización de todos los elementos ornamentales, llegando incluso a co-

Víctor Beltrí era un hombre de esos que se dice que se

ger él mismo el martillo y el cincel para tallar algunos de

han hecho así mismo. Amante de todo lo relacionado

los detalles de la decoración.

con el arte y la cultura en todas sus manifestaciones era, según decían los que le conocieron, una persona senci-

Mantuvo siempre una estrecha relación con los trabaja-

lla, trabajadora y, sobre todo, buena. Su hija Matilde

dores, dirigiéndolos sin que su condición de arquitecto

manifestaba en una entrevista: “Era el hombre más bue-

constituyera una barrera. De hecho siempre estuvo muy

no del mundo. No había nadie como él. Los albañiles le

preocupado por los temas sociales y por la mejora de sus

adoraban”.

condiciones de vida. Ya hemos mencionado que durante su estancia en Gandía creó las clases gratuitas de dibujo

La arquitectura era para él algo vivo. Cada proyecto, cada

para obreros. Muchos jóvenes aprendices de los talleres

nueva idea o encargo eran trabajados de forma intensa

de forja y cantería solían frecuentar su casa. Trabajaban

con una mentalidad que podríamos llegar a calificar casi

en su taller aprendiendo las técnicas y prácticas de la

de artesana. Incluso llegaba a desplazarse a vivir al lugar

talla, el modelado y el dibujo. Conseguía así acercar el

donde estaba la obra. No era el tipo de arquitecto que se

arte y la cultura a personas, que por su condición social,

87

nunca hubieran tenido acceso a ellas. De esta forma logró, no sólo el respeto de aquellos que trabajaban con él, sino que además supo ganarse el aprecio de todos, a pesar del tremendo obstáculo que en aquella época representaba el pertenecer a diferentes ambientes sociales, y es que Víctor nunca renunció a sus modestos orígenes de los que estaba muy orgulloso. Este afán por mejorar las condiciones de las clases sociales más desfavorecidas, le llevaron a participar, desde su creación, en la Escuela Municipal Elemental de Industrias cuyo fin era ofrecer a “las clases obreras de la población todos los

El comedor benéfico de la Casa de Misericordia.

elementos necesarios de instrucción técnica”.

JOSÉ CASAÚ CEHIFORM

Pero no se limitó a esto, gran parte de su obra tiene un fuerte contenido social. Las construcciones económicas para obreros que realizó en Tortosa y en Cartagena, sus

Era un trabajador infatigable. Su obra sorprende por su

trabajos para la Cooperativa “La Conciliación”, la “Casa

cantidad y variedad. Parece que aceptaba cualquier tra-

del Pueblo” del Llano del Beal, la “Casa del Niño”, el

bajo, de iglesias a panteones, pasando por jardines y

“Asilo de la Concepción” y la “Casa de Misericordia”

hotelitos, tanto obras nuevas como reformas, todo valía.

son una buena muestra de ello. Incluso el proyecto con

Pero no se trataba de una ambición de tipo personal, era

el que ganó el Premio de Arquitectura de los Juegos Flo-

simplemente amor por el arte. Los comentarios que so-

rales de Murcia, se refería a temas sociales: “Proyecto

bre su persona aparecieron en 1915 en la citada revista

para la construcción de un Asilo de Inválidos”.

“La Zuda” lo explicaban perfectamente:

Se sabe que era un hombre bastante religioso (fue vocal

“Pronto se ganó las simpatías de la ciudad levantina: aquel

de la Junta Parroquial de Nuestra Señora del Carmen),

hombre de poderosa imaginación y claro talento, no se

devoto del Sagrado Corazón de Jesús, y muy caritativo,

daba cuenta de que sus indicaciones, sus consejos, sus

que no pocas veces trabajaba gratuitamente para enti-

iniciativas en el arte de construir, eran fruto de una clari-

dades religiosas y de beneficencia, a costa de lo que les

videncia poco común. Beltri frente al tablero era un atle-

cobraba a los ricos propietarios mineros. Probablemente

ta y en el trato particular era un niño: sus ideales estaban

en su juventud sufriera alguna crisis religiosa y llegara a

muy por encima de toda ambición y afectaciones. Traba-

dudar entre abrazar la carrera eclesiástica, al igual que

jaba por el arte al que rendía verdadero culto y esta su-

hizo su hermano Julián, o continuar sus estudios univer-

prema aspiración avivada por el sacrosanto amor a su

sitarios.

familia debía rendir óptimos frutos”.

88

A pesar de su origen humilde, llegó a tener una buena 109

posición económica

. Aún así, todo el dinero que con-

de una época en que las relaciones padre e hijo eran más distantes y lejanas que las de hoy en día.

seguía (aunque en aquella época los arquitectos ganaban mucho menos que ahora) era poco para satisfacer a

Su hijo José Luis se casó con una chica de gran fortuna y

su mujer Teresa, que llevaba un ritmo de vida altísimo.

títulos: M.ª de los Ángeles García-Izquierdo, y María Ma-

Ya se lo advirtió su suegra: “Con lo que gana un arqui-

tilde lo hizo con un importante marino: Manuel Guime-

tecto, mi hija no tiene ni para alfileres”. Doncellas, cria-

rá. Ambos por su elevada posición social, eran muy del

das, amas para los niños, señoritas de compañía.. no fal-

agrado de su mujer. En cambio, el marido de su hija Car-

110

. También se sabe que man-

men, el periodista y escritor Pedro Bernal, y la mujer de

tenía a tres de sus cuñadas que vivían juntas y solas en

su hijo menor Guillermo, María Dolores, hija del admi-

Barcelona. Cuando Teresa murió, apenas dos años des-

nistrador del importante político D. Justo Aznar, eran con-

pués de que él falleciera, no quedó prácticamente nada

siderados por Teresa como de inferior clase social. Pare-

en herencia para la familia.

ce que el arquitecto no participaba de estos prejuicios y

taban en casa de los Beltrí

es conocida la buena relación que mantenía con Pedro, Sus hijos también seguían el ritmo de la alta burguesía

persona muy culta, con la que le gustaba conversar, pa-

de la de la ciudad. Sus nombres aparecen con frecuencia

sear e incluso viajar.

en las reseñas de las recepciones y festejos de la época. En cambio es difícil encontrar en ellas el nombre del ar-

Era muy metódico, algo sorprendente en una persona

quitecto. Aunque Víctor estaba perfectamente adapta-

con un temperamento artístico tan acusado y que se había

do al ambiente de la ciudad departamental, no era una

movido en su juventud por ambientes tan bohemios. Por

persona partícipe de la vida frívola de la burguesía para

las mañanas muy temprano, antes de meterse de lleno

la que trabajaba. Algo introvertido, serio, de costumbres

en su trabajo, le gustaba dar un largo paseo por los cam-

sencillas y hogareño, no gustaba de estos ambientes y

pos de Cartagena, algo que para él era costumbre desde

prefería quedarse en casa.

su juventud. Allí encontraba en las formas que produce la naturaleza un material abundante para su trabajo. Con

Fruto de su matrimonio tuvo ocho hijos, de los que sólo

frecuencia se detenía a apreciar y comentar el valor esté-

sobrevivieron a la infancia cuatro: Carmen, José Luis,

tico de las piedras, plantas y objetos del camino. La na-

Matilde y Guillermo (mi abuelo). Ellos lo recordaban como

turaleza fue siempre para él un motivo de inspiración

un padre afectuoso, que intentaba dedicarles las pocas

que luego plasmaría en las decoraciones de sus obras.

horas que su trabajo le dejaba libres; era cariñoso con ellos, pero no podemos olvidar que estamos hablando

109

Todos los días, a una determinada hora de la tarde, inte-

En el Legajo 440 figuran unas listas con una relación de las cien mayores contribuciones de impuestos realizadas por los residentes en Cartagena entre 1917 y 1919 (estimado). En ellas aparece Víctor Beltrí con unos pagos de 792,08 pesetas, siendo el único arquitecto que figura en ella.

110

Algunos de sus nombres han llegado hasta nosotros: Antonia García Contreras, Nieves Moreno Picazo, Francisca Rosas..

89

rrumpía su trabajo y se marchaba al cine, al que era muy

plicaba las cosas que no había entendido de la película.

aficionado, aunque esto luego le suponía muchas veces restar horas al sueño para poder finalizar sus obras. De-

De vez en cuando participaba en pequeñas tertulias con

cía que tanto el cuerpo como la mente necesitaban un

algunos de sus amigos, o le gustaba sentarse en el Casi-

descanso fuera de la actividad diaria. Para él este rato de

no a leer el periódico, siempre con un gran puro de los

distracción era algo obligado que le ayudaba a ahuyen-

de quince céntimos, en la boca. De éstos fumaba siem-

tar el peligro de convertir un trabajo creativo en algo

pre tres al día, no sobrepasando nunca, por ningún mo-

meramente rutinario y mercantilista. En los últimos años

tivo, esta cantidad.

de su vida se quedó sordo. A pesar de ello, le gustaba tanto el cine que continuaba asistiendo en compañía de

Pero sobre todo era muy hogareño y familiar. Gran afi-

su nieto Víctor Bernal Beltrí, que luego a la salida le ex-

cionado a la lectura, le gustaba dedicar largas horas a

Los niños acogidos en la Casa del Niño posan junto con los profesores y la Junta Directiva. Entre éstos se puede observar a Víctor Beltrí, sujetando un canotier en la mano. JOSÉ CASAÚ CEHIFORM

90

esta actividad. De lo poco que quedó de su biblioteca se conservan libros que son traducciones de la época de textos clásicos, sus predilectos, al francés, idioma que conocía a la perfección.

Gran amante del mar no desaprovechaba ninguna ocasión para disfrutar de él. Una de sus mayores aficiones era navegar con su velero, gustándole participar en las pequeñas competiciones y regatas que se organizaban en el Mar Menor. Hay una foto del arquitecto con su familia en una playa que bien podría ser la de la locali-

Víctor Beltrí en compañía de su hijo José Luis en Sevilla, con motivo de la Exposición Iberoamericana.

dad costera de Los Nietos, pedanía de Cartagena donde GUILLERMO BELTRÍ VILLASECA (?)

veraneaba en un Hotelito que se había construido. Tam-

COLECCIÓN MERCEDES BELTRÍ FERNÁNDEZ

bién al final de su vida llegó a construir en Mazarrón un pequeño chalet para sus vacaciones, hoy derribado, y del que sólo queda un dibujo meramente esbozado fe-

luego empleaba en sus obras. Esto le permitía, sobre todo

chado en 1933.

en el primer caso, mantener el contacto con sus antiguos amigos y compañeros de profesión, así como po-

Le encantaba viajar y no dudaba en ir a Barcelona, Va-

der observar “in situ” las nuevas tendencias y edificios

lencia o Sevilla a adquirir personalmente los azulejos que

que estaban cambiando la fisonomía de la ciudad condal. De esa forma, y a pesar de la lejanía de Cartagena, podía estar siempre al día. Por desgracia para él, no dis-

Colocación de la primera piedra del monumento al Inmaculado Corazón de María en el Barrio de Peral. A la derecha de la foto se puede observar al arquitecto y en el centro al Alcalde Alfonso Torres. EXTRAÍDA DEL LIBRO «BARRIO DE PERAL. SUS ORÍGENES E HISTORIA (1789-1935)» EDITADO POR LA ASOCIACIÓN DE MUJERES «AMANECER»

ponía de mucho dinero para poder viajar con la frecuencia que hubiera deseado. Sabemos por fotografías que visitó, en compañía de sus hijos y yerno, la “Exposición Iberoamericana” de Sevilla de 1929. Según afirma Pérez Rojas parece que nunca viajó al extranjero.

Estaba suscrito a las revistas profesionales “La Construc111

ción Moderna” y “Arquitectura y Construcción”

. Las

noticias de España y del mundo le llegaban a través de “Blanco y Negro” y “La Gaceta Ilustrada”.

111

F.J. Pérez Rojas “Casinos de la Región de Murcia” (1850-1920) Pág. 125.

91

Verano de 1934 en la playa de Los Nietos. De izquierda a derecha y de arriba abajo: De pie: Carmen Beltrí, Matilde Beltrí y Pedro (hijo de Pedro y Carmen). Sentados en sillas: Teresa Villaseca Zanetti, Trinidad (?) (hija de Guillermo y M.ª Dolores), y Víctor Beltrí Roqueta. Sentados en el suelo: Víctor (hijo de Pedro y Carmen), Caridad (hija de Pedro y Carmen) y Manuel (hijo de Manuel y Matilde). SÁEZ COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

92

Fotografía de la familia en junio de 1927. Adultos de pie, de izquierda a derecha: José Luis Beltrí, Pedro Bernal (marido de Carmen), Manuel Guimerá (marido de Matilde) y Guillermo Beltrí. Adultos sentados, de izquierda a derecha: M.ª de los Ángeles GarcíaIzquierdo (mujer de José Luis), Víctor Beltrí Roqueta, Teresa Villaseca Zanetti (mujer del arquitecto), Carmen Beltrí, Mª Dolores Carreño (mujer de Guillermo) y Matilde Beltrí. Niños sentados, de izquierda a derecha: Ángela (hija de José Luis y M.ª e los Ángeles que murió al poco tiempo de nacer), Víctor (hijo de Pedro y Carmen), Manolo (hijo de Manuel y Matilde), Pedro (hijo de Pedro y Carmen), Caridad (hija de Pedro y Carmen) y Víctor (hijo de Manuel y Matilde). COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

93

El estudio del arquitecto estaba dentro de su casa y en él

Guillermo Beltrí Villaseca, Aparejador.

pasaba muchas horas trabajando. Era una amplia habitación cuadrada, sencilla, con ventanas al exterior. Todo

ESTELA FOTÓGRAFOS. SEVILLA

el mobiliario estaba constituido por unos largos tableros

COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

sobre los que se esparcían de forma desordenada los materiales e instrumentos propios de un arquitecto, de un pintor, de un escultor y de un escayolista. Era como cualquier pequeño taller de un artesano, como fue común entre la mayoría de los arquitectos modernistas de la época. Se encerraba a trabajar allí y no permitía que nadie entrara a molestarle. Un día, una de las criadas entró a limpiar y ordenar la habitación. El arquitecto se llegó a enfadar tanto que tras maldecir en catalán, len-

obras, sobre todo del “Gran Hotel”, el “Palacio Agui-

gua que empleaba en estas ocasiones, mandó poner un

rre”, la “Casa Zapata”, el “Real Club de Regatas” y la

cerrojo en la puerta y prohibió a todos los de la casa

“Casa Cervantes”.

volver a entrar allí. Murió con la gran preocupación de que un día su apelliCon frecuencia realizaba dibujos a tamaño natural de

do se perdería, obsesión que se acrecentó en los últimos

los elementos ornamentales que iban destinados a las

días de su vida. Él era el único varón de la familia con

fachadas de los edificios. Eran dibujos realizados a la acua-

descendencia, ya que sus hermanos José María e Ignacio

rela, técnica a la que era muy aficionado, donde, con

habían muerto solteros y Julián Vicente era sacerdote.

todo lujo de detalles y con la mayor precisión, plasmaba

Sólo tenía dos hijos varones. José Luís, el mayor, tenía

sobre el papel lo que luego los canteros, tallistas y forja-

muchos problemas con la supervivencia de sus hijos. Sin

dores habrían de trasladar a la piedra y al hierro. Le gus-

embargo su hijo Guillermo tuvo ocho hijos, de ellos cin-

taba también realizar tallas y modelados en barro, esca-

co varones, que a su vez tuvieron una numerosa descen-

yola o piedra, con la misma maestría que un artesano

dencia.

escultor. También era aficionado a realizar dibujos y maquetas de los grandes edificios clásicos, y de las escultu-

Este último, mi abuelo, fue un personaje muy querido en

ras griegas y romanas de la antigüedad. Debió de ser

Murcia, siendo durante muchos años Aparejador del

para él un verdadero drama cuando todo su trabajo de

Ayuntamiento, Jefe del Parque de Bomberos de esta ciu-

años se perdió en la inundación de 1919.

dad y Presidente durante tres legislaturas del Colegio Oficial de Aparejadores de Murcia. Su nieto Víctor Ber-

Vivió dedicado al arte y a la profesión que amaba por

nal Beltrí también fue Presidente del Colegio Oficial de

encima de todas las cosas. Estaba muy orgulloso de sus

Arquitectos de la Región.

CAPÍTULO X

Víctor Beltrí, el arquitecto

“Homo facit domum et domus facit hominem” FRASE ENCONTRADA EN UNA TARJETA ADOSADA A UN PLANO SIN FIRMAR DEL “ESTUDIO GENERAL DE BARRIOS PARA OBREROS EN EL ENSANCHE DE CARTAGENA”.

96

Para analizar la figura de Víctor Beltrí como arquitecto

Este proceso de transformación se puede observar muy

es imprescindible hacer un recorrido por las fuentes de

claramente en un trabajo inédito de Francisco Ródenas

las que bebió y que serían de vital importancia en el de-

Rozas

sarrollo de su carrera. Y es que un artista deja tanta más

que abarca el periodo histórico antes referido. Demues-

huella cuanto mejor sabe asimilar las tendencias del

tra documentalmente, cómo el desarrollo económico es

momento y reinterpretarlas; verdaderamente, estamos

determinante sirviendo de polo de atracción de grandes

ante un personaje que tuvo y tiene aún hoy en día un

oleadas de inmigrantes, que por supuesto, necesitan re-

profundo calado, sobre todo, en las dos ciudades donde

sidencia. Como lo primero determina el desarrollo urba-

pudo llevar a cabo sus mejores obras: Cartagena y La

nístico, la planificación de éste es muy importante. Se

Unión.

plantea la posibilidad de realizar un ensanche mediante

112

centrado en el municipio de La Unión y en el

el cual, expandir territorialmente el núcleo urbano. El El recorrido que hizo a lo largo de los años le llevó a

receso económico de la primera década del siglo XX fue

afincarse definitivamente en Cartagena, una de las ciu-

el impedimento fundamental para llevar a buen término

dades con mayor crecimiento económico del momento,

este proyecto.

gracias a la industria minera y a los nuevos ricos de la zona levantina, los cuales le proporcionarían una liber-

Es característico en ciudades que viven un periodo de

tad de creación que en otros lugares no tendría, gracias

auge poblacional unido a una precariedad de las infraes-

al afán de estos por construirse grandes casas que deja-

tructuras sanitarias, que desarrollen un plan para solu-

ran patente el poder económico que habían adquirido

cionar los problemas derivados de estos, el llamado “En-

en poco tiempo.

sanche”

113

, surgido a finales del siglo XIX y del que po-

demos dar algunos ejemplos muy ilustrativos y en los Como es sabido, en la bisagra de los siglos XIX y XX, la

que Beltrí estuvo presente, bien como espectador o como

revolución industrial transformó entre otras, el aspecto

protagonista: Tortosa, Barcelona, Gandía, Cartagena y

de las ciudades a través de la arquitectura de los edificios

La Unión, aunque el fracaso de este último no impidió la

y las remodelaciones urbanísticas, facilitadas de una par-

transformación del aspecto de la ciudad. Perona Sán-

te por el enorme desarrollo económico y de otra, por la

chez

necesidad de las grandes ciudades de mejorar sus condi-

una estrecha relación entre ciudad y arquitectura [...], ya

ciones higiénicas y de salubridad.

que ambos se matizan continuamente”.

112

114

, analizó este aspecto de forma acertada: “hay

F. Ródenas Rozas; “El proceso de transformación espacial del municipio de La Unión (1840-1960)”, Tesis de Licenciatura, dirigida por el Pr. Dr. D. José Luis Andrés Sarasa, Departamento de Geografía Humana, Universidad de Murcia, 25 de Junio de 1986.

113 114

J. L. Andrés Sarasa “Urbanismo Contemporáneo: Región de Murcia”, Universidad de Murcia, 1995. J. J. Perona Sánchez; “La Unión: ciudad y arquitectura (1860-1920)”, Tesis de Licenciatura, Dirigida por el Pr. Agregado Interino Dr. D. Juan Moreno Sánchez, Departamento de Historia del Arte, Universidad de Murcia, 1985, pág. 51.

97

Aspecto del Ensanche durante los años veinte.

Tienda de azulejos y aparatos sanitarios de la época.

JOSÉ CASAÚ

JOSÉ CASAÚ

CEHIFORM

CEHIFORM

Con Beltrí nos encontramos ante el mejor representante

Estamos ante una idea de integración de todas las artes,

del Modernismo en la Región de Murcia, como así lo

las llamadas “artes mayores” y las “aplicadas” que se

demuestran numerosos ejemplos. Giulio Carlo Argan

entremezclan con claridad en el modernismo, y que en

decía en referencia a este movimiento artístico, que “se

la obra de Beltrí se puede apreciar tanto en los exteriores

propone interpretar, afianzar y secundar el esfuerzo pro-

como en los interiores, ya que trabajó junto con otros

gresivo, económico-tecnológico, de la civilización indus-

artistas de gran enjundia, encargados de completar los

115

trial”

proyectos constructivos del arquitecto, entre los que des-

.

tacan: el ceramista y pintor Gaspar Polo, los pintores Entre las argumentaciones de Argan en torno al Moder-

Cecilio Plá y Gallardo (1859-1934), Francisco Portela de

nismo, cabe destacar uno de los aspectos comunes que

la Llera (1869-1936), Miguel Díaz Spottorno (1870-¿),

reconoce dentro de este movimiento artístico, y que en

Manuel Wsell de Guimbarda (1830-1907)

el caso de Víctor Beltrí se hace más patente: “El deseo de

lista Agustín Sánchez (1888-¿), que también colaboró

acortar la distancia entre las artes mayores (arquitectura,

con Gaudí en la Sagrada Familia, el cristalero Aniceto

pintura y escultura), y las aplicadas en los diversos cam-

Pagán, los ebanistas y cerrajeros Enrique (¿-1919) y Ra-

pos de la producción económica (constricción económi-

fael Amaré y probablemente el ebanista lorquino Floren-

116

ca, decoración, vestuario, etc.)”

115 116 117

.

cio Dimas.

G. C. Argan “El arte moderno 1770-1970”, Fernando Torres Editor, Valencia, 1976. Pág. 229. G. C. Argan “El arte moderno 1770-1970”, Fernando Torres Editor, Valencia, 1976. Pág. 229. Probablemente en el Huerto Ruano de Lorca, aunque tenemos dudas.

117

, el escayo-

98

Los nombres de otros de sus múltiples colaboradores no

Casino del Centro Dertosense o "La Alhambra".

han llegado a nuestros días, pero es muy posible que trabajara también con el ebanista José Izquierdo y su

EXTRAÍDA DEL SEMANARIO «LA VEU DEL BAIX EBRE» Nº 1299

sobrino, el pintor Antonio Roca, tarraconenses como él y que se habían establecido en Cieza, o con los artesanos que había por esa época en Cartagena: el Sr. Requena “escultor en mármol, piedra, yeso y barro”; los marmolistas Jacinto Melgares y Juan Ramón Núñez; los tallistas Julio Martínez, Guillermo López y Juan Miguel Cervantes; los ebanistas Andrés Jiménez, Emilio Egea, Antonio Córdoba, Andrés Plazas y Ramón Bernal; los cerrajeros Tomás Beneito, Vicente Izquierdo o Isidro Vidal; los cristaleros Pablo Cazorla, Francisco Cánovas, José Fernán-

del “Centro Dertonense” (popularmente conocido por

dez, Pedro Moreno o Juan Soler, o los escayolistas y ye-

“La Alhambra”), realizados hacia 1868 para Rufo Fran-

seros José Ruiz, Ginés Martínez o José López.

quet y que por aquella época despertaron gran admiración en la ciudad. Este centro social ocupaba el piso prin-

Es muy posible que adquiera además de en Sevilla o Bar-

cipal del Palau Campmany en el nº 3 de la calle de la

celona, azulejos en los almacenes de Cartagena de “Bos-

Rosa, muy cerca del taller del padre del arquitecto

120

.

ch y Yesares”, de la “Viuda de Tomás Borrás”, de la “Viuda de José Luengo”, de “La cerámica mallorquina” o de

Parece claro que en su primera etapa como arquitecto

“Ángel Arce”; mosaicos hidráulicos en los de “José Botí”

debieron de influirle mucho las obras de sus profesores

o de “Sánchez Llamas” y hierros, además de en la fundi-

en la Escuela y muy especialmente. las de Vilaseca, Font

ción “La Maquinista de Levante”, en las de “Vicente Na-

y Rogent, y como menciona Pérez Rojas, también las de

varro”, “Cánovas” o “Julio Frigard”

118

.

Las primeras influencias debió adquirirlas en su ciudad natal. En ella el “mestre de cases”

119

Domenech y Estapá.

De hecho inicialmente se decantó por un eclecticismo de

Joseph Jacint Grifoll

corte clasicista, al que le fue añadiendo elementos mo-

Castells (1826-1882), ayudado por su hermano Neme-

dernistas de forma progresiva, hasta mediados de la se-

sio, realizó diversas obras de estilo neoárabe, que segu-

gunda década del siglo XX. Este estilo fue cultivado por

ramente Beltrí conoció incluso antes de ejercer como ar-

su maestro José Vilaseca, del que también le llegó el gus-

quitecto. Entre ellas destacaban los salones del casino

to por utilizar el ladrillo visto en sus edificios.

118 119 120

Estrada, M. y N. “Guía de Cartagena 1902”. Título inferior al de maestro de obras. Vendría a ser equivalente al de maestro albañil. Comunicación personal de Carles Llupià Morales.

99

Buen ejemplo es el proyecto de la Audiencia de lo Criminal y Juzgado de 1ª Instancia y Municipal de Tortosa, donde el estilo clasicista es muy claro, destacando la austeridad y la simetría, que también adopta en otros edificios que construyó en Cartagena, de grandes dimensiones, como fue la Casa Cervantes, aunque esta última presenta más elementos decorativos e iconográficos. Abeja de la fachada del Palacio Aguirre.

Desde esta su primera etapa Beltrí va a realizar múltiples trabajos de toda índole, incluyendo algunos más propios

GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

de un urbanista: ensanches, ordenación y alineación de calles..., o de un ingeniero: carreteras, puentes.., que de un Arquitecto, diversificando su actividad hacía otros terrenos que no eran solamente la construcción de edificios.

En Gandía, su condición de Arquitecto Municipal le lleva a acometer proyectos de mayor envergadura, destacando entre todas ellas la Iglesia del Grao, el Matadero, el Mercado Público y una Escuela y Oficina de Correos, que finalmente no llegaron a construirse.

Hasta 1897 en sus edificios ha predominado el estilo ecléctico y desde esta fecha va a ir incorporando progre-

Detalle vegetal de la Casa Cervantes.

sivamente los elementos modernistas y otros de la arqui-

GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ

tectura vernácula. Al conjugar estos consiguió una ar-

COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

quitectura que, por una parte acercara al pueblo el estilo que preferían mayoritariamente los comerciantes e industriales adinerados, y por otra parte, pudo dignificar y ennoblecer algunos elementos o tipologías arquitectónicas que se iban repitiendo en el campo de Cartagena o incluso en la Región.

Pomo de porcelana de una puerta de la desaparecida Torre Catá. FERNANDO SOLER FERNÁNDEZ COLECCIÓN FERNANDO SOLER

Entre esos elementos destaca sobre todo, el típico mirador, que al revestirlo de decoración sobre todo vegetal,

100

Motivo vegetal de la fachada del Casino de Cartagena. GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ

Detalle de una mirilla de la Casa Maestre.

Puerta de servicio de la Casa Zapata.

GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ

GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ

COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

122

adquiere una dimensión diferente sin perder su funcio-

Barrington”

, que la transforma en una de este tipo,

nalidad. Una de las tipologías tomadas e incorporadas

dándole a la torre vigía la función de lucernario.

por Víctor Beltrí, fueron las casas de planta cuadrada y dotadas de linterna procedentes de la Huerta de Murcia, donde aparecieron entorno al siglo XVIII

121

Como Pérez Rojas ya menciona en su obra, la influencia

, cuya influen-

de Vilaseca le acompaña a lo largo de los años y hasta su

cia procede de las casas señoriales venecianas que usan

mejor etapa en Cartagena. Como ejemplo de la estrecha

la pequeña torreta del tejado para controlar sus cose-

relación con su maestro y su influencia, basta fijarnos en

chas. Al incorporarlos al entramado urbano se despren-

la abeja que decora la fachada del Palacio Aguirre y que

dió de la funcionalidad originaria, y adquirió valores ar-

simboliza el espíritu trabajador de la familia propietaria.

tísticos diferentes.

Un modelo muy similar de este relieve fue utilizado por Vilaseca para la verja y los bajorrelieves del exterior de 123

Uno de los primeros ejemplos en Cartagena de esta ar-

los Talleres Vidal

quitectura es la reforma que hace en 1900 en el “Hotel

fluencia en el Panteón Aguirre en estilo neoegipicio, muy

121 122 123

. También puede observarse esta in-

V.V.A.A. “Guía de la arquitectura en España”, M.O.P.U., Madrid, 1986. AMC Legajo CH00491. R. Bletter “El arquitecto Josep Vilaseca i Casanovas. Sus obras y dibujos”, Ed. Gaya Ciencia, Barcelona, 1977, Pág. 81, ilust. 25.

101

Puerta interior de la Casa Zapata.

Azulejos de la Casa Zapata.

Techo del Casino de Cartagena.

MARÍA DOLORES CEGARRA BELTRÍ

GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ

MARÍA DOLORES CEGARRA BELTRÍ

COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

en la línea del Panteón Batlló, el pabellón para café de

acierto el estilo neonazarita, impulsado unos años antes

Tortosa, la fachada del Casino de Cartagena o la de la

por Gaudí en la “Casa Vicens”, en obras como la “Casa

Casa Dorda Bofarull.

Dorda” (1908) y la “Casa Zapata” (1909), dando a sus patios un aire exótico y oriental muy del gusto de la épo-

Con el paso del tiempo cada vez se encuentran en él

ca y, seguramente, en recuerdo de los salones del “Casi-

más influencias modernistas tanto de Gaudí, como de

no Dertonense” anteriormente citado.

otro de sus profesores en la Escuela de Barcelona: Luis Doménech.

A partir de 1909 incorpora con bastante acierto el estilo de la escuela vienesa, sobre todo en los edificios públi-

Ya hemos mencionado que la dirección de la obra de la

cos, apareciendo frecuentemente en sus obras las líneas

“Casa Maestre”, claramente gaudiniana produjo en el

paralelas, y los vanos circulares y ovalados tripartitos, sien-

arquitecto una importante transformación. A partir de

do estos edificios los más vinculados en Cartagena a esta

ese momento sus decoraciones se hacen más vegetales,

tendencia arquitectónica, también conocida como “Se-

las hojas de acanto más jugosas, apareciendo las flores

cesión”. Paralelamente su estilo va evolucionando hacia

con más frecuencia, así como la línea curva denominada

un clasicismo simplificado. Este periodo de rejuveneci-

“latiguillo” o “coup de fouet”, el color y la cerámica.

miento da como resultado obras tan interesantes como

Durante esta época el arquitecto utiliza también con gran

la “Casa del Niño”, la “Fundición Frigard” y el “Gran

102

Figura femenina soportando un balcón.

Macetero de trencadís en Villa Asunción.

Puerta de la Casa Dorda.

GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ

GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ

MARÍA DOLORES CEGARRA BELTRÍ

COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

Hotel”. Su arquitectura a partir de los años veinte, con

ticos. Así por ejemplo le gusta mucho utilizar la simetría

un afán de estar al día, lo incorpora a otras corrientes

en balcones y miradores. Cuida especialmente las rejas

como la casticista. Durante esta época utiliza las colum-

de balcones y vallas. También las puertas de acceso a las

nas, a menudo salomónicas, los esgrafiados y las líneas

viviendas y su entorno, incluso el número de la finca, así

de azulejos, mezclándose en esta etapa final los influjos

como los vestíbulos, a menudo decorados con motivos

de la escuela catalana y sevillana. La “Casa de Pedro

vegetales.

Marín”, el “Parque Torres” y la reforma de la Calle Real se pueden considerar las mejores expresiones de este

Las escaleras son muy abiertas en su arranque, tienen

periodo. De aquí pasa al barroquismo e incluso al racio-

bellas barandillas de forja y están iluminadas con luz na-

nalismo, con afortunadas obras como la “Casa Cachá”

tural que les proporcionan los correspondientes lucerna-

en Lorca. Incluso se atreve con el Art Decó en el hotelito

rios. La luz es muy importante en sus obras. Con fre-

que levantó su hijo pequeño Guillermo en la localidad

cuencia utiliza bellas vidrieras, a veces en los lucernarios,

costera de Los Urrutias.

siendo muy característico de su última época el empleo, en lo alto de las ventanas y en los tragaluces, de peque-

Los edificios de Beltrí a pesar de su heterogeneidad tie-

ños cristales cuadrados en forma de damero, de colores

nen con frecuencia elementos comunes muy caracterís-

azules, verdes y marrones.

103

Motivo vegetal de la fachada de la Casa Cervantes.

Motivo vegetal del Panteón Salmerón en La Unión.

GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ

GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ

COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

Capitel del Palacio Aguirre. GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

Para él toda la vivienda es digna de la máxima atención.

Al final de su vida opta por realizar diversos modelos que

Así las verjas o los patios de las viviendas no son lugares

va recreando y reelaborando, hasta adaptarlos al entor-

secundarios, sino parte de la casa y reciben el mismo

no y al gusto del propietario. Con ello consigue que has-

exquisito trato que el resto del edificio.

ta el más humilde de sus clientes tenga acceso a una casa con el mismo nivel estético que las de los acaudala-

Gran amante de la naturaleza es raro encontrar algún

dos propietarios. En cierta forma socializa el arte.

edificio de Beltrí en el que no aparezca algún detalle ornamental a base de formas vegetales, incluso en sus obras

Cuando hace un hallazgo decorativo o constructivo que

más racionalistas.

le gusta no duda en recurrir a él, aunque hayan pasado muchos años desde su descubrimiento. Así emplea pro-

Amante de la cerámica no duda en utilizarla, a menudo

fusamente: piñones, latiguillos, puntas de diamante, azu-

con profusión, en casi todas sus obras, tanto en el exte-

lejos, capiteles cuadrados y vegetales, barandillas de pie-

rior como en el interior de los edificios. Frecuentemente

dra con forma de plantas y hojas, embocaduras y guar-

emplea el trencadís, sobre todo en bancos, jardines y

dapolvos con guirnaldas de flores.... Al final, y a pesar de

pérgolas.

su variedad, su obra es tan característica que se llegan a identificar sus obras con sólo verlas.

104

Detalle vegetal de la escalera de Casa Maestre.

Cerámica del friso de la Casa Maestre.

SANTIAGO MORALES MARTÍNEZ

SANTIAGO MORALES MARTÍNEZ

COLECCIÓN SANTIAGO MORALES

COLECCIÓN SANTIAGO MORALES

En otro orden de cosas, debemos destacar la contribu-

hacia el puerto, y la realización del trazado de la Calle

ción de Beltrí a la configuración urbanística de Cartage-

Real, entre otras, nos da una visión general de la magni-

na. Como bien apunta Pérez Rojas: “A Beltrí le corres-

tud de la contribución de Víctor Beltrí a la configuración

ponde, más que a ningún otro arquitecto local, la deno-

del entramado urbano de la zona centro de Cartagena,

124

minación de arquitecto de la Calle Mayor” a las calles mayores, Bonet Correa

125

y respecto

y que aún sigue vigente.

teoriza y opina que

son un camino en cuyo transcurso se sitúan los mejores

No menos importante es su aportación al desarrollo y

edificios tanto civiles como comerciales, sirviendo su ar-

organización de algunos de los parajes que rodeaban la

quitectura como reflejo de la categoría de la ciudad, y

ciudad. Sus proyectos de urbanizaciones para Los Dolo-

que en el caso de Cartagena también se cumple.

res, La Concepción y Santa Lucía marcaron de forma definitiva la configuración de estos barrios.

Este fenómeno de configuración de la Calle Mayor de la ciudad portuaria tuvo lugar a lo largo de los años a tra-

También su mentalidad preclara se refleja en la realiza-

vés de edificaciones como la “Casa Cervantes”, el “Ca-

ción de alineaciones y delimitación de la línea de costas

sino”, la “Casa Llagostera”, el “Círculo Militar” etc.,

en los entonces caseríos de Los Urrutias y Los Nietos, así

donde podían los propietarios y socios hacer ostentación.

como ofrecer normas para la construcción de viviendas con las mínimas condiciones higiénicas.

Por otra parte, actuaciones como el Parque Torres en el Cerro de la Concepción, la ordenación de la Plaza de

Digno de destacar es su interés por las condiciones sani-

España como eje del casco antiguo hacia el Ensanche, la

tarias de sus edificios. Así son curiosas las referencias en

apertura de la arteria viaria de la Calle Gisbert conectada

algunas memorias de proyectos, como en los anterior-

a la Calle Serreta, que descongestionaba la circulación

mente citados y otras, como en el proyecto de Escuelas

124 125

F. J. Pérez Rojas “ Cartagena 1874-1936”. Pág.416. A. Bonet Correa “Teoría de la Calle Mayor”, Revista de Occidente, 1980, nº 3, Págs. 37-51.

105

126

para La Palma

, en el que entre otras medidas higiéni-

al Ayuntamiento se presentaban unos planos muy senci-

cas insta a matar los ángulos por medio de superficies

llos. Este hecho era especialmente acusado en el caso de

curvas para que no se acumule el polvo.

Beltrí ya que apenas entregaba unos trazos sin ningún detalle que no resultara estrictamente necesario para

Otro aspecto a destacar es la enorme versatilidad de su

realizar la construcción. En cambio en su estudio guar-

obra: hotelitos, fábricas, edificios, palacetes, cocheras,

daba espléndidos planos de los edificios, así como deta-

mercados, parques, almacenes, chalets, iglesias, hoteles,

lles y ornamentos.

casinos, centros benéficos, panteones, carreteras, puentes... jalonan su prolífica obra.

Por desgracia no se conserva nada de su archivo privado.

Como ya hemos comentado era un gran amante y defensor de su profesión. En este sentido trabajó de forma intensa en la creación de los Colegios profesionales y en que se reconociera la profesión de arquitecto. Participó junto con Pedro Cerdán, Lorenzo Ros, José Osuna, Eladio Arana, y el Sr. Cueto, en la creación de la Delegación en Murcia del Colegio de Arquitectos, zona de Valencia

127

. En dicho acto, en el que estuvo representado al

igual que Ros por Jesús Carrasco, se eligió como Decano-Presidente a Pedro Cerdán.

Como ya hemos mencionado anteriormente el 29 de septiembre de 1919 se produjo sobre el Campo de Cartagena un fenómeno de gota fría, que provocó importantísimas lluvias que tuvieron como consecuencia la mayor inundación que se recuerda en la historia de Cartagena, llegando el agua hasta la cintura. Sirva como ejemplo que antes de poder entrar al Ayuntamiento tuvieron que pasar ocho días, a pesar encontrarse éste a nivel del mar. Como consecuencia de ello planos, maquetas, acuarelas, reproducciones en escayola y yeso de las ornamentaciones, libros... se perdieron de forma irreversible. Por otro lado se ignora qué pasó con su archivo

Así mismo presentó, también conjuntamente con su gran

desde la fecha de la inundación hasta su fallecimiento

rival Lorenzo Ros, una ponencia al 7º Congreso de Ar-

De hecho prácticamente todo lo que se sabe de su obra

quitectos, celebrado en 1917 en la ciudad de Sevilla, en

es a partir de lo que se conserva en los archivos munici-

128

la que defendían su profesión

.

129

.

pales, las actas capitulares o las publicaciones periódicas de la época.

Víctor era un magnífico dibujante, “un atleta del tablero”, como le definían en una publicación de la época.

Por último, decir que a pesar de que un gran número de

Como era costumbre en aquellos tiempos, y ante la au-

jóvenes frecuentaban su estudio para aprender sus téc-

sencia casi absoluta de medios de reproducción gráfica,

nicas, tampoco se sabe demasiado sobre los nombres de

126 127 128 129

AMC Legajo CH00946 (Obras 1928-30) Febrero 1927-Noviembre 1928. Libro de Actas de Juntas del Colegio de Arquitectos, 31 de Octubre de 1931. Ver Documento nº 2. Hay rumores de que se encuentra en manos de familiares de algún arquitecto contemporáneo suyo que trabajó en Cartagena.

106

estos seguidores. Probablemente su mayor discípulo fuera el arquitecto cartagenero Mario Spottorno (1878-1912). De hecho, con cierta frecuencia, se han atribuido erróneamente algunas de sus obras a Beltrí (Edificio de la 130

Antigua Cámara de Lorca)

, y viceversa (Real Club de

Regatas de Cartagena). Últimamente se ha especulado mucho sobre la autoría del este edificio. Incluso la prensa local publicó recientemente que un descendiente de Spottorno afirmaba haber encontrado en un periódico de 1907 una noticia sobre la inauguración de un local para Club de Regatas obra de Spottorno, añadiendo que en dicha noticia no se hacía mención de la presencia de Beltrí en el acto. Con toda seguridad la reseña se refiere,

El Rey Alfonso XIII saliendo del Club de Regatas. JOSÉ CASAÚ CEHIFORM

al primitivo local de madera del Club al que hacía referencia “El Eco de Cartagena “ el 15 de enero de 1912: “Desde este magnífico edificio a la barraca de madera

Club, hay diferencia tan grande, que como más arriba

que todos hemos visto sirviendo de domicilio social al

decimos es verdaderamente maravillosa la transformación.” y al que también hace referencia Pérez Rojas (pág. 457). El que no acudiera Beltrí al acto de inauguración era algo normal en el arquitecto, pues como bien refleja esta autor en la pág. 416 “..no fue una persona participe de la vida frívola de la burguesía cartagenera. No aparece el nombre del arquitecto en las reseñas de recepciones y festejos de la ciudad”.

Es cierto que no se sabe cual es el paradero del proyecto del Real Club de Regatas, cosa que no es nada extraño si se conoce el caos que existe en el Archivo Municipal de Aspecto de la Plaza del Ayuntamiento con motivo de las inundaciones de 1919.

Cartagena. Nosotros hemos revisado miles de expedientes de obra y no hemos hallado ninguno, ni de Beltrí, ni

JOSÉ CASAÚ

de Spottorno (del que por cierto aparecen muy pocos),

ALCARAZ COMIC LIBRERÍA

ni de ningún otro arquitecto, referido a dicho edificio.

130

Atribuido en F. J. Pérez Rojas “ Cartagena 1874-1936”. Pág. 449. También en páginas de internet relativas a la ciudad de Lorca. Sin embargo está demostrada la autoría de Spottorno en “Lorca Histórica. Historia, Arte y Literatura”. Págs. 253-256.

107

Como bien queda reflejado en diversas noticias apareci-

cio a Beltrí. La máxima autoridad en la materia, el Cate-

das entre enero de 1911 y abril de 1912 en el menciona-

drático de Historia del Arte de la Universidad de Valencia

do periódico local, el proyecto surgió de la mano de la

Francisco Javier Pérez Rojas, en su libro sobre Cartagena

nueva Junta Directiva del Club presidida por D. José Mª

al que nos hemos referido en numerosas ocasiones, de-

de Arancibia, surgida a raíz del fallecimiento del anterior

cía textualmente en la pág. 343 refiriéndose al Real Club

presidente D. Adalberto Spottorno Biernet, padre del

de Regatas: “Esta sociedad deportivo recreativa que ya

mencionado Mario Spottorno. El proyecto vino de la mano

existía en la localidad, disponía de una local de madera

de “un industrial entusiasta de esta sociedad que ha he-

adosado al muelle. El nuevo edificio es sin duda obra de

cho un detenido estudio del proyecto con ventajosísimas

Beltrí”, y más adelante añade “Los balcones laterales es-

condiciones, y todo hace suponer que para el próximo

tán en la línea decorativa de otros edificios de Beltrí como

verano, tendrá el Club de Regatas de esta ciudad, un lo-

la casa Dorda. Las agrupaciones florales de los balcones

cal confortable para sus reuniones.”. Con toda probabili-

son muy corrientes en otras obras del arquitecto del pe-

dad dicho industrial era el Vocal de dicha Sociedad D.

riodo 1905-1916”.

Miguel Zapata Hernández, y el proyecto presentado era de Beltrí, que hasta hacía muy poco había estado traba-

En el curso de nuestras investigaciones en su localidad

jando para él en la construcción de la lujosa “Casa Zapa-

natal de Tortosa (Tarragona) hemos descubierto un do-

ta”.

cumento que creemos aclara de forma definitiva el tema.

Las obras comenzaron en mayo de 1911 y en julio estaban muy adelantadas. El edificio estaba terminado en enero de 1912, siendo inaugurado el día 13 de abril de dicho año por el Excmo. Sr. Vicealmirante D. José CanoManuel, en representación de su Majestad el Rey Alfonso XIII, que excuso su presencia. En la reseña de los asistentes a la concurrida fiesta social sólo aparecen las principales autoridades, así como la Junta Directiva del Club, omitiéndose el resto asistentes ya que según el autor del artículo “uníanse a estas personalidades gran número de personas que sería tarea inútil relatar sin incurrir en lamentables omisiones.”

131

El Maestro de Obras de La Unión José Méndez, fue uno de los mayores seguidores de Beltrí. En la imagen el Almacén Torres.

Numerosos autores (Isabel Olmos, José Monerri..) han

JOSÉ CASAÚ

atribuido sin ningún genero de duda la autoría del edifi-

CEHIFORM

131

“El Eco de Cartagena” nº 28/1/1911, 1/4/1911, 8/7/1911, 15/1/1912, 8/3/1912, 23/3/1912 y 14/4/1912.

108

El 31 de octubre de 1915 en el número 32 de la revista

Otro fiel seguidor de su estilo fue el maestro de obras de

local “La Zuda”, al que también nos hemos referido nu-

La Unión, establecido con posterioridad en Cartagena,

merosas veces en este libro, se le dedicó un monográfico

José Méndez Martínez

a Víctor Beltrí Roqueta como “Tortosino distinguido”.

cionar la influencia que ejerció sobre algunos de los ar-

Dicho artículo

132

133

. También tenemos que men-

, aparece ilustrado con un dibujo de un

quitectos más importantes de su tiempo que trabajaron

mausoleo modernista (probablemente nunca levantado),

en la provincia de Murcia, de tal forma que algunas ve-

otro de un mercado (tampoco construido), una foto del

ces las obras de Pedro Cerdán, Francisco de Paula Oliver

“Hotel de don Miguel Zapata” y otra del “Real Club de

o Tomás Rico se asemejan tanto a las de Beltrí que nos

Regatas de Cartagena”. En el texto se dice textualmente,

han hecho dudar a nosotros mismos y a otros autores.

en la pág. 201: “Gustosos hubiéramos reproducido en nuestras columnas algunas fotografías más de las obras

Hasta ahora tenemos catalogados 779 proyectos, obras

de nuestro paisano, si de más espacio dispusiéramos, pero

y trabajos de los que tenemos la certeza de la interven-

tenemos que concentrarnos a dar a conocer algunas de

ción del arquitecto, que podríamos repartir de la siguiente

las principales”. Creemos que después de esto queda

forma:

poco más que añadir. Tipo de trabajo

Número

Porcentaje

Respecto a los Spottorno, sabemos por nuestra familia

Edificios, villas, hoteles y casas para vivienda

535

que había relaciones de amistad con ellos, tal vez por la

Urbanizaciones y obras urbanísticas

49

6,8%

Trabajos de ingeniería e infraestructuras

36

5,0%

25

3,5% 3,4%

mutua afición a las regatas. Mario Spottorno fue uno de

74,7%

Mercados, mataderos, tiendas y

los arquitectos que con más fortuna cultivaron el moder-

lugares de venta

nismo en la región: “Casa Clarés” de Cartagena, “Edifi-

Fábricas, almacenes y otros edificios industriales

24

cio de la Cámara“ de Lorca..., aunque nunca sus obras

Otras obras e informes

21

2,9%

llegaron a alcanzar la belleza y elegancia de las de Beltrí,

Cercados y vallados

20

2,8%

Colegios y otros centros educativos

12

1,7%

Otras obras singulares

10

1,4%

Cerdán o Rico. En palabras de Pérez Rojas (pág. 456) “Sus edificaciones resultan agradables en el contexto,

Iglesias y construcciones religiosas

9

1,3%

pero no se puede decir que tenga un gran estilo que las

Parques y jardines

9

1,3%

Cocheras y aparcaderos

8

1,1%

individualice”. En cualquier caso creemos que fue el me-

Panteones y obras funerarias

8

1,1%

jor y mayor discípulo del propio Beltrí, que era 16 años

Casinos y otras sociedades recreativas

7

1,0%

Obras para instituciones de tipo social

6

0,8%

mayor que él, y con el que debió de colaborar con fre-

TOTAL

779

cuencia durante su corta vida, pues falleció en el mismo 1912.

132 133

Ver Documento nº·4. De hecho Pérez Rojas atribuye a Beltrí el Panteón de Josefa Guijarro en La Unión (Pág. 357), siendo su autor el citado José Méndez, según F.J. Ródenas “Víctor Beltrí en La Unión (1897-1917), Pág. 2.

109

A su vez, las podemos repartir según su envergadura en: Tipo de trabajo

Número

Porcentaje

de documentación que lo demostrara. En la mayoría de estas descripciones no se incluían las correspondientes

Obras completas

345

49,5%

referencias a los legajos de los respectivos Archivos. Ade-

Obras menores

193

27,7%

más de Pérez Rojas otros autores también describieron o

Obras mayores

124

17,8%

Obras de tipo urbanistico

80

11,5%

Otro tipo de obras

37

5,3%

TOTAL

citaron por primera vez algunas obras del arquitecto. Así el plano del “Ensanche de Tortosa” apareció en el libro de M.A. Baila “La ciutat de Tortosa. Evolució de l’espai urbà”;

779

los proyectos del Mercado y del Matadero de Gandía, fueDe todas las obras casi un 95% estuvieron localizadas en Cartagena (Murcia). El reparto geográfico es el siguiente:

ron mencionados por A. Vázquez en el libro “Miscelanea. Josep Camarena”; la “Casa Cervantes” fue descrita por primera vez en 1901 en la revista “Arquitectura y Cons-

Lugar

Número

Porcentaje

678

93,5%

Tortosa (TARRAGONA)

54

7,4%

Catedral de Sª Mª La Vieja y el Casino de Cartagena des-

La Unión (MURCIA)

23

3,2%

critas por los hermanos Estrada en su “Guía de Cartage-

Gandía (VALENCIA)

15

2,1%

na” de 1902; diversas obras de La Unión, por el archivero

Lorca (MURCIA)

2

0,3%

Desconocido

3

0,4%

de esta ciudad Francisco Ródenas en su obra inédita “Víc-

Novelda (ALICANTE)

1

0,1%

tor Beltrí en La Unión (1897 – 1917)” y la “Casa Cachá”

Mequinenza (ZARAGOZA)

1

0,1%

de Lorca en el libro de M. Muñoz Clarés y otros, titulado

Mora de Ebro (TARRAGONA)

1

0,1%

Mazarrón (MURCIA)

1

0,1%

Cartagena (MURCIA)

TOTAL

779

trucción”; la propia “Casa Cervantes” y las reformas de la

“Lorca histórica. Historia, Arte y Literatura. Capítulo IV: Arte y Literatura”

Antes de pasar a describir los edificios y actuaciones ur-

Uno de los principales objetivos de nuestra investigación

banísticas más importantes de Beltrí, y relacionar el catá-

fue intentar encontrar en los diferentes archivos los pro-

logo completo de obras y proyectos, es conveniente ha-

yectos originales, tanto para corroborar la paternidad

cer algunas aclaraciones previas.

atribuida, como para poder profundizar en detalle en las obras, así como dejar constancia de la correspondiente

Como ya hemos comentado en el Capítulo: “Anteceden-

referencia para posibles futuras investigaciones. En el

tes”, diversos autores han realizado publicaciones sobre

curso de nuestros trabajos hemos encontrado una bue-

la obra del arquitecto previas a este libro. Así, F. Javier

na parte de las obras descritas o atribuidas por estos au-

Pérez Rojas en su libro repetidamente citado, “Cartagena

tores, pero no todas ellas. Por otro lado han aparecido

1874-1936. Transformación urbana y arquitectura”, des-

cientos de proyectos, tanto de obras completas, como

cribió un buen número de las principales obras del arqui-

reformas completamente inéditos. Por desgracia no nos

tecto realizadas en Cartagena y La Unión. En numerosas

ha sido posible describir todas las que parecían más inte-

ocasiones él fue el primer descriptor del edificio, atribu-

resantes, al haber sido demolidas una buena parte de

yendo a Beltrí con frecuencia la autoría, aún en ausencia

ellas. No obstante un buen número de proyectos y obras

110

aparecen descritos en este libro por primera vez. Tam-

En el catálogo completo que aparece al final de la obra,

bién nosotros hemos atribuido algunas obras a Beltrí sin

hemos incluido todos los proyectos y obras conocidos,

haber podido identificarlas con los proyectos existentes

separados en dos partes: “Obras en las que hay certeza

en los archivos. En el caso de aquellas obras descritas por

de su autoría” (documentada o atribuida) y “Obras du-

primera vez por los mencionados autores, por respeto a

dosas”. En cada una de ellas figura como referencia el

su obra, y ante la práctica imposibilidad de que puedan

Archivo correspondiente y su número de Legajo, en el

ser accesible al lector dichas publicaciones en la mayoría

caso de existir proyecto, o la página del libro y el autor

de los casos descatalogadas, agotadas o inéditas, hemos

que lo atribuye, en el caso de su no existencia o extravío.

optado por respetar en buena medida, la descripción arquitectónica original de los edificios. Además hemos

En cuanto a las ilustraciones, hemos procurado mostrar

añadido cuantas informaciones hemos encontrado de

los edificios tal como fueron construidos en su día, gra-

interés, incluyendo su existencia y, en su caso, su estado

cias a imágenes antiguas, en buena parte originales de

de conservación actual. En algunas de ellas en las que

José Casaú Abellán (1889-1973) amablemente cedidas

dichas publicaciones son la única fuente documental

por el CEHIFORM, y en otros casos de diversos autores,

conocida, las descripciones son con frecuencia una trans-

tales como el propio Pérez Rojas. Unicamente hemos

cripción literal, especialmente en el caso de aquellas obras

utilizado las aparecidas en el libro de este último, en el

hoy inexistentes. Al final de cada ficha figuran las fuen-

caso de aquellos edificios hoy derribados o tremenda-

tes de cada obra, apareciendo en primer lugar el que

mente modificados, o cuyos planos se han extraviado, y

consideramos primer descriptor, o persona que lo atri-

que son los únicos documentos gráficos conocidos que

buyó por primera vez, indicando la correspondiente pá-

reflejaban su estado original. También hemos procurado

gina de la publicación donde apareció. En aquellas obras

mostrar imágenes de su estado actual, para poder com-

en que no figura en dicho lugar ninguno de ellos, debe

pararlos, así como reproducciones de aquellos planos que

sobreentenderse que los descriptores, o primeros en atri-

consideramos más interesantes. Al pié de cada una de

buir la obra a Beltrí, salvo error u omisión, somos los

las ilustraciones figura su autor y localización, salvo, de

autores de este libro.

nuevo, error u omisión.

111

Cronológicamente se repartieron de la siguiente forma: Número de proyectos y obras de Víctor Beltrí por años

65 60 55 50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 87

88 89 90

91 92 93

94 95 96

97 98

99 00 01

02 03 04

05 06

07 08 09

10 11 12

13 14 15

16 17

18 19 20

21 22 23

24 25

26 27 28

29 30 31

32 33 34

35

Edificios destinados a Viviendas

114

Palacio Montagut Obra “Palacio Montagut” o Casa de Dª. Carmen Nougués, Condesa Vda. de la Torre del Español (señalar rasante y elevar un piso) (dudoso). Localización c/ Santa Ana, Plaza de Santa Ana y c/ Garidells, Barrio del Rastro, Tortosa (Tarragona). Fecha 27-4-1889 Fuente • AHCTE; AF nº 15/89

Fachada principal. LLUIS SALAMÓ BERTOMEU COLECCIÓN SALAMÓ BERTOMEU

115

Es muy probable que Beltrí intervinie-

da cubiertas de tejas vidriadas blancas,

ra en la reforma que realizó en sep-

azules y verdes que servía como palo-

tiembre de 1889 Dª Carmen Nougués,

mar. En dicho palomar, y en la escale-

Condesa Viuda de Torre Español, en

ra interior, se adivina la mano de Bel-

su palacete situado en la esquina que

trí. De hecho la estatua firmada por

forma la calle Garidells con la Plaza

Pedro Mir que hay en el arranque de

de Santa Ana, junto a la Catedral (ac-

la escalera, representando a Diana ca-

tualmente Palacio Montagut). Aunque

zadora con un farol redondo en la

el proyecto fue firmado por Augusto

mano, es muy parecida a las que unos

Font, como ya hemos explicado ante-

años más tarde instaló el arquitecto en

riormente, es más que probable la in-

las escaleras del Casino de Cartagena.

tervención en la obra de éste. Actualmente este edificio es propieSegún el proyecto la obra consistió en:

dad de la Comunidad de Regantes del

“elevar un piso, reformando la facha-

Canal de la Margen Izquierda del Ebro.

da y el interior”. El edificio es de estilo

La torre-palomar, tal vez lo más des-

ecléctico, predominando el neogótico.

tacado del edificio, necesita una ur-

En el ángulo que está más cerca de la

gente restauración pues parte de la

Catedral destaca una torre puntiagu-

cubierta se ha perdido.

Plano firmado por Augusto Font. LLUIS SALAMÓ BERTOMEU ARXIU HISTÒRIC DE LES TERRES DE L’EBRE-TORTOSA

Torre palomar. LLUIS SALAMÓ BERTOMEU COLECCIÓN SALOMÓ BERTOMEU

116

Casa Cervantes Obra “Casa Cervantes” para D. Serafín Cervantes. Localización c/ Mayor 11, Cartagena (Murcia) Fecha 1897 / 1900. Fuente • Revista “Arquitectura y Construcción”, nº 101 de 5 de mayo de 1901. • F.J. Pérez Rojas “Cartagena 18741936” Págs. 419. • M. y N. Estrada “Guía de Cartagena 1902”. Pág. XXIV. • A. Urrutia “Arquitectura Española Siglo XX”. Pág. 93. • J. Monerri Murcia “El Patrimonio de Cartagena y sus gentes” Pág. 43. • Periódico “La Verdad”. Diversos números. • J. Mediano Durán “Cartagena en Blanco y Negro”. Serie 4 nº 14. • Internet: http://www.aytocartagena.es/turfra2.htm • Internet: http://www.ctv.es/cartagena/ paseando/itinerarios/modernista/ mayor.htm

Vista general del edificio en 1901. HAUSER Y MENET ALCARAZ COMIC LIBRERIA

117

Este es el edificio que sirvió a Víctor Beltrí para convertirse en el arquitecto favorito de la elitista burguesía cartagenera. Realmente fue el primer encargo importante que recibió después de llegar a Cartagena.

Ubicado en la calle Mayor, la casa se construyó entre 1897 y 1900, para residencia del capitalista minero D. Serafín Cervantes, propietario de la mina “El Porvenir”. El edificio está en el punto más visible de la, por entonces, principal arteria de la ciudad, ya que aprovecha un ligero recodo que hace esta calle.

La “Casa Cervantes”, también conocida en su tiempo como la “Casa del Quijote”, por el comportamiento de su propietario, es una de las primeras y más importantes muestras del modernismo arquitectónico en Cartagena, y en él se combinan la naturaleza barroca y escultórica con el expreso deseo de evocar la importancia del emplazamiento y la adopción de un nuevo lenguaje iconográfico en los

Vista actual. GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA

elementos decorativos.

La fachada de estilo ecléctico consta

son de piedra artificial y los muros de

decorativos y, especialmente, las co-

de tres pisos y una planta baja. Esta

ladrillo.

lumnillas y zapatas curvas que están concentradas en las cornisas. En la

última y el eje central están hechos de mármol blanco de Novelda. Las colum-

El edificio destaca por la impresión de

planta baja se puede hablar de una

nillas, embocaduras y guardapolvos

dinamismo que imprimen los motivos

elaboración arquitectónica clásica. La >>

118

>

120

>

128

>

El edifico principal constaba de un blo-

142

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