Adelante siempre. Arquitecto: Victor Beltrí y Roqueta (Tortosa, 1862 - Cartagena, 1935)
Descripción
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Editan:
Autor:
Guillermo Cegarra Beltrí
Con la colaboración de:
Santiago Morales Martínez
Prólogo:
Fco. Javier Pérez Rojas
Colabora:
Diseño y maquetación: Murcia Multimedia, S.L. ISBN: xxx Depósito Legal: MU-xxx-2004 Printed in Spain - Impreso en España
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Agradecimientos Quisiera desde aquí dar las gracias a todos los que me
interés; a mi hermana Lola Cegarra Beltrí por ayudarme
han ayudado a que pudiera realizar este libro. En primer
con las fotos; a mi prima Mercedes Beltrí Fernández que
lugar quiero pedirle perdón a mi mujer Elvira Sánchez
fue una de las primeras personas de la familia que se
Espinosa, por todas los miles de horas que la he dejado
interesó por su obra y me facilitó una copia de su tesina
sola para dedicarlas al libro. A pesar de ello me alentó a
en la que recogió una buena parte de los datos que he
seguir, además de ayudarme a corregir este libro. A mis
incluido en el Capítulo: “El Hombre”, fruto de una en-
hijos Guillermo y Víctor Cegarra Sánchez por el tiempo
trevista realizada en su día a Matilde, una de las hijas del
que les he robado, y por la paciencia que han tenido con
arquitecto; a mis primas Isabel y Ana Beltrí Izquierdo por
el tema del bisabuelo durante estos años y, sobre todo,
su ayuda a la hora de conseguirme información del ar-
por no haberme puesto nunca mala cara; a Santiago
chivo de Tortosa y bibliografía, prestarme varias fotogra-
Morales Martínez, coautor del capítulo “El arquitecto” y
fías, así como proporcionarme datos familiares y genea-
descubridor de una buena parte de las obras y autor de
lógicos; a mi tía Mª Dolores Beltrí Carreño por prestarme
muchas de las fotografías que figuran en este trabajo, y
todo su archivo, proporcionarme información fundamen-
sin cuya ayuda hubiera tardado muchos más años en
tal para la realización de este trabajo, y por haber defen-
acabar este trabajo; a los Colegios Oficiales de Apareja-
dido siempre la figura y obra de su abuelo; a su marido
dores y Arquitectos Técnicos y de Arquitectos de la Re-
José María Rodríguez de Vera por su valiosa información
gión de Murcia, que desde el primer momento se intere-
sobre su actividad en Lorca; a mis tíos Guillermo y Víctor
saron por mi trabajo y han hecho posible, con el soporte
Beltrí Carreño, y a mi tía segunda Carmen Calderón, viu-
de estas instituciones, que finalmente pueda ser publica-
da de Víctor Bernal Beltrí, por sus recuerdos; a Francisco
do; a Francisco Javier Pérez-Rojas por compartir conmi-
Ródenas, Archivero de La Unión, que me facilito una copia
go sus recuerdos y trabajos, así como acceder a escribir
de sus trabajos sobre la actividad de mi bisabuelo en esa
el Prólogo de este libro; a mi padre Rafael Cegarra Gó-
ciudad y me puso en contacto con Santiago Morales; a
mez que me ha acompañado múltiples veces en mis in-
Jesús Alonso, Archivero de Gandía, por facilitar mi tra-
vestigaciones, que revisó y corrigió esta obra y que siem-
bajo y proporcionarme una copia de los planos más inte-
pre me animó a continuar, a pesar de no ser familiar di-
resantes existentes en su archivo; a Albert Curto, Archi-
recto del arquitecto; a mi madre Trinidad Beltrí Carreño
vero de Tortosa, por animarme a escribir y publicar mi
por conseguirme fotos, papeles y recuerdos de su me-
artículo, germen de este libro, en su revista; a Manuel
moria; a mi hermana Magda Cegarra Beltrí y a Martín
Muñoz, archivero de Lorca por ayudarme en mis investi-
Lillo por proporcionarme desinteresadamente varios li-
gaciones sobre la actividad de Beltrí en dicha ciudad; al
bros descatalogados, así como informaciones de sumo
personal de los archivos municipales de Lorca, La Unión,
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Tortosa, Murcia, Novelda, Fortuna, Almería y Gandía, de
Luis Alcaraz de “Alcaraz Comic Librería”, por facilitarme
la Biblioteca “San Isidoro” de la CAM, de la Biblioteca de
su magnífica colección de postales antiguas de Cartage-
la Escuela de Arquitectura de Barcelona, de la Casa-Mu-
na, con las que he podido ilustrar este libro; al Excmo.
seo Modernista de Novelda y a Victoria Durá, conserva-
Ayuntamiento de Lorca y a todo su personal que me fa-
dora de la Academia Catalana de Bellas Artes de Sant
cilitó el acceso al Huerto Ruano para poder fotografiarlo;
Jordi, por su gran amabilidad y las enormes facilidades
a Antonio Gimeno del “Fondo Cultural Joaquín Espín”
que siempre me proporcionaron en mis investigaciones;
de la CAM por facilitarme fotografías antiguas del Huer-
a la hermana Consolación y a la directora del Colegio,
to Ruano de la colección José Rodrigo Navarro; a Manoli
por poner siempre buena cara las múltiples veces que he
Laiz y a toda la Asociación de Mujeres “Amanecer” del
visitado la Casa Zapata; a Lluis Salamó de Tortosa por su
Barrio de Peral, por facilitarme el libro descatalogado que
ayuda para que pudiera encontrar información, y por fa-
editaron sobre este barrio, así como la fotografía de la
cilitarme varias fotos; a Rogelio Mouzo de La Unión por
inauguración del monumento; al Col-legi de Arquitectes
facilitarme documentos y planos de su archivo particu-
de Catalunya por facilitarme una copia de Plano de Tor-
lar; a Dora Nicolás por sus interesantes consejos e infor-
tosa y al Centre Excursionista de Catalunya, por permitir
maciones; a Carles Llupià Morales, por la interesantísima
su publicación; a Fernando Soler por sus informaciones,
información que me ha ido proporcionando sobre múlti-
fotos y dibujos inéditos sobre Torre Catá; a José Monerri
ples aspectos desconocidos relacionados con la familia
por su defensa infatigable del patrimonio de Cartagena
Beltrí y la ciudad de Tortosa; al Sr. Ros y a Antonio, maes-
y por cederme una fotografía del derribado Hotel de los
tro del Llano del Beal, por ayudarnos a encontrar las obras
Barreros; a la Asociación para la Defensa del Patrimonio
del arquitecto en esta localidad; a José Ramón Moreno,
de Cartagena (ADEPA), por los numerosos y desinteresa-
subdirector de SCH de Cartagena, y al propio Banco, por
dos esfuerzos realizados para preservar la obra del arqui-
permitirnos visitar y fotografiar el interior de la Casa
tecto; a todas esas personas anónimas de la ciudad de
Maestre; a Antonio Moreno por su amabilidad al dejar-
Cartagena, sus barrios y pedanías, que al vernos deam-
nos fotografiar el Patronato del Sagrado Corazón; a Ja-
bular por sus calles con papeles en la mano, se ofrecie-
vier Alcantud, tataranieto de Celestino Martínez, por fa-
ron tan amablemente a ayudarnos... Seguro que me dejo
cilitarnos valiosas informaciones sobre su familia y el Gran
alguno. A todos muchas gracias.
Hotel, así como la fotografía de su tatarabuelo; a Juan Manuel Díaz Burgos y al resto del personal del CEHIFORM por su colaboración, sin la cual este libro no hubiera po-
Tres Cantos, 1 de noviembre de 2004
dido ilustrarse con fotos de la colección Casaú; a José
GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ
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Prólogo Víctor Beltrí Roqueta es un nombre imprescindible a la
trucciones más emblemáticas levantadas con el inicio del
hora de trazar la historia de la arquitectura de Cartagena
siglo XX en la ciudad.
de principios del siglo XX, siendo uno de los más destacados introductores del modernismo en toda la Región
Con la Casa Cervantes Beltrí busca orientarse hacia el mo-
de Murcia. Titulado en Barcelona en 1887, un año antes
dernismo, pero el peso del eclecticismo era todavía consi-
de la celebración de la célebre Exposición Universal de
derable. El modernismo en Cartagena forma parte de los
1888, en la que participaron algunos de sus maestros.
que se denominan las escuelas tardías, pero en realidad
Antes de su llegada a Cartagena Beltri había proyectado
toda España, si se exceptúa el caso de unos pocos arqui-
en su Tortosa natal diversos edificios de cierta ambición
tectos de Barcelona, tiene una arquitectura modernista
en la órbita estilística del eclecticismo, pero muy pocos
que corresponde más bien a la segunda fase; cuando el
de ellos llegaron a realizarse. Lo mismo cabe decir de su
estilo es ya en realidad un moderno asumido, que es ade-
paso por Gandía, donde fue arquitecto municipal entre
más cuando se internacionaliza y populariza. El caso de
1890 y 1893, donde fundó las clases gratuitas de dibujo
Beltri, formado en la Escuela de Barcelona, es interesante
para obreros. Sin embargo, al poco de establecerse en
para constatar los canales de introducción del estilo, ya
Cartagena recibió el encargo de proyectar y construir la
que cuando tiene la oportunidad de realizar su primera
vivienda que el minero Serafín Cervantes pensaba levan-
gran obra se inclina antes por un eclecticismo sancionado
tar en la calle Mayor, levantada entre 1897 y 1900. Un
académicamente, que por el nuevo estilo. Así pues, su
edificio situado en el corazón de Cartagena, en la vía
ejemplo nos es válido para romper algunos de los tópicos
que conectaba las dos entradas de la ciudad desde mar y
que difundieron las publicaciones de los años sesenta y
tierra. Con un generoso presupuesto pudo por fin plan-
setenta, sobre el modernismo, que lo veían como una
tear una obra en la que dejar patente su arte. Del interior
expresión exclusivamente vinculada a la Escuela de Barce-
de esta casa nada ha llegado en la actualidad tras la re-
lona y cultivado por arquitectos allí titulados. Es cierto que
modelación interior que sufrió para su adaptación co-
fueron varios los arquitectos catalanes que hicieron ger-
mercial. Solamente por algunas fotos de la revista Arqui-
minar la semilla de la nueva arquitectura en otros puntos
tectura y Construcción se conocen los interiores de los
de la geografía española, pero cuando se analiza el ejem-
bajos comerciales. La fachada de la Casa Cervantes está
plo de Beltrí se constata que estos arquitectos no salen de
presidida por una estricta axialidad y jerarquización que
la Escuela construyendo en el nuevo estilo, sino que el
la mantiene más en las vías del eclecticismo que en las
paso definitivo se produce cuando ya llevan un tiempo
del modernismo, el cual se asoma al edificio por algunos
trabajando fuera, y en gran medida por requerimiento de
trabajos de los hierros y decoraciones. Pero la edificación
una clientela que está asumiendo también el nuevo esti-
resultaba espectacular en el contexto urbano, siendo un
lo. Quiero decir con esto que el paso de Beltrí hacia la
preludio de la que iba a ser la nueva arquitectura de la
arquitectura modernista se produce en Cartagena, no con
burguesía minera del 1900. Se trataba de una de las cons-
esta casa sino con otras obras posteriores. De todas ma-
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neras Beltrí no era un arquitecto titulado en 1900, sino
construcción, se trata de una obra cronológicamente
años antes y su impresión arquitectónica más impactante
avanzada dentro del modernismo español.
debían ser las obras de la Exposición Universal de 1888. No obstante siempre es fácil distinguir la formación cata-
Pero por estos años la estética modernista, como expre-
lana de Beltrí a través de sus obras, así como la madrileña
sión del espíritu de la época, tenía ya más de una mani-
de Tomás Rico, por citar al otro arquitecto importante en
festación en la ciudad como bien puede ser el campo de
estos años en Cartagena.
la fiesta o del mobiliario. Otras obras como el Casino de Cartagena, por citar otro edificio significativo de la pri-
En la Casa Cervantes hay ecos de Viollet-le-Duc, espe-
mera fase, participan de un similar carácter híbrido y el
cialmente en la solución de la cornisa, pero son más for-
eco de Vilaseca se deja sentir de nuevo. La remodelación
males que estructurales. No obstante, se puede afirmar
del Casino presenta detalles de un gran refinamiento,
que se trata de una gran edificación, que de estar ubica-
los cuales reflejan unas claras inquietudes estéticas, un
da en un lugar de mayor perspectivas, como un chaflán
espíritu esteticista.
de los ensanches de Barcelona, Valencia, o de la misma Cartagena, se apreciaría más su monumentalidad. Al re-
Otra cuestión importante es la del gaudinismo del que a
cibir el tortosino este encargo se convirtió en el sustituto
veces se ha hablado con respecto a Beltrí. No encuentro
de Carlos Mancha, que había sido el arquitecto, de la
nada de gaudiniano en esta primera fase. Ya apunté en
anterior generación, que dio forma a la vivienda de la
mi estudio sobre Cartagena que sus referentes de la ar-
oligarquía minera. Barcelona como capital industrial, era
quitectura catalana, en los cuales se inspira para algunas
el espejo en el que la burguesía minera de Cartagena
de sus construcciones de la primera época, son Vilaseca
quería mirarse, viniendo Beltrí a cubrir esta demanda.
y Doménech i Estapá, es decir el ala ecléctica del fin de
La siguiente obra destacable fue la residencia para el
siglo catalán. Pero es importante señalar como Beltrí asu-
minero Camilo Aguirre, conocida como Palacio Aguirre.
me en Cartagena la imagen del profesional moderno e
Ahora se trata de un palacete unifamiliar donde se pue-
independiente que compite en un mercado laboral.
de certificar cambios o evoluciones entre los varios proyectos que realiza y la obra definitiva finalizada en 1901,
El segundo paso en la evolución de Beltrí se produce en
la cual resulta más compacta y articulada, más moder-
1906, cuando se encarga de la dirección de la Casa Maes-
nista en su integración de las artes aplicadas, aunque
tre, que había proyectado para este minero terratenien-
todavía con un tinte ecléctico. En este edifico trabajaron
te el arquitecto ilicitano Marcelino Coquillat. El gaudinis-
además una serie de casas artísticas, como las de los
mo más suavizado de la casa Calvet entraba entonces en
Amaré Hermanos, que reforzaron la calidad de los dise-
la ciudad. A través de la dirección de esta casa Beltri asu-
ños del conjunto, a lo que hay que sumar las pinturas de
me de una manera indirecta ciertos repertorios gaudi-
Cecilio Pla o los vidrios grabados al ácido en los que flo-
nianos. Por estas fechas el modernismo alcanzaba su ple-
rece la vegetación Art Nouveau. Viendo el interior de
nitud, llegando ahora incluso a otras ciudades y capita-
algunas de las estancias de esta casa se aprecia como en
les españolas que habían permanecido más rezagadas,
unos espacios se inclina por un neorrococó modernista,
pero por esta fechas ya había también quien comenzaba
mientras en otros se detectan unos ecos más victorianos
a moverse hacia una orientación más clasicista. Son los
o renaixença. En cualquier caso, y por las fechas de su
años también en los que numerosos arquitectos se sin-
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tieron seducidos por la aportación de los grandes maes-
ciar la interpretación libre de las formas decorativas que
tros de la Escuela Vienesa. En Murcia tanto Pedro Cer-
había incorporado de la Casa Maestre. Pero ahora era
dán como Víctor Beltrí, dejan ver este influjo en algunas
un amplio patio neonazarita el que daba gran vistosidad
de sus obras. La Casa del Niño (1918) y la Casa Llagoste-
al interior, existiendo en la actualidad un proyecto de
ra (1916) son dos válidos ejemplos de la nueva orienta-
derribo de todo este interior.
ción. La paternidad de Beltri en la Casa Llagostera que fue una atribución que hice, ya que no se conservaba
Beltrí fue un profesional respetado y admirado, que con-
ningún documento al respecto, pero que ha sido gene-
tó con el apoyo de una favorable clientela. Su obra, al
ralmente aceptada como obra del arquitecto tortosino,
igual que otros muchos arquitectos europeos de su nivel
es en mi opinión una de las más brillantes creaciones de
introdujo un sello de modernidad y de voluntad artística,
la arquitectura murciana de principios del XX, la cual
con unas realizaciones que animaban el entorno urba-
puede insertarse sin problemas en una exigente antolo-
no. La obra de Beltrí se proyectó también en los años
gía de la arquitectura del período en España. Aunque el
veinte y treinta, pero ya sin la intensidad e interés de la
talento del arquitecto radica aquí en la manera como ha
primera época, su arquitectura regionalista es mucha más
orquestado la introducción de las artes industriales con
mimética, y aunque hay una depuración en las obras de
las cerámicas del valenciano Gaspar Polo. Asimismo fi-
los treinta, ya difícilmente hablaría de racionalismo. Si la
naliza por estos años el Gran Hotel que iniciara el arqui-
Cartagena de principios de siglo estimuló la creatividad
tecto Tomás Rico, aunque se trata de un edificio más
del joven arquitecto, diría ahora que el ambiente de la
mimético, ya que en realidad todo el cuerpo alto copia
ciudad o la propia situación personal, lo llevan hacia un
con fidelidad la obra del arquitecto Cattaneo para el Hotel
estancamiento, aunque el arquitecto realiza admirables
Corso de Milán (1905). El hecho viene a subrayar la im-
esfuerzos de ponerse al día.
portancia de las revistas de arquitectura y de los repertorios de láminas, para la difusión de la arquitectura mo-
Hace ya bastantes años andaba documentando obras de
dernista. Beltrí copia detalles, al igual que lo hacían la
Beltrí y siguiendo su huella en Cartagena y la región, con
mayor parte de los arquitectos de su tiempo cuando se
el fin de recopilar mayor información y noticias acerca de
abandona la senda de los grandes maestros, tal y como
este arquitecto, para incorporar un capítulo a él dedica-
se sigue haciendo en la actualidad. Al documentarse so-
do en una investigación más general sobre Cartagena
bre la tipología del hotel y buscar en lo más moderno
entre 1874 y 1936. Aunque en trabajos posteriores he
encontró resuelta la finalización del hotel cartagenero
incluido las obras de Beltrí en otros contextos más am-
en el edificio de Milán. El modernismo floral alcanzaba
plios, mis investigaciones se han orientado hacia otros
así su máxima expresión en la ciudad.
autores y aspectos del arte español del periodo. Sin embargo, todo lo de Cartagena tiene el recuerdo de una
La Casa Zapata de 1909 era a su vez la más elaborada
época juvenil, en la que dediqué bastantes años y es-
proyección de la nueva arquitectura en el ensanche, pro-
fuerzo a ampliar los conocimientos que se tenían sobre
poniendo ahora como modelo la vivienda ajardinada.
la Cartagena del fin de siglo. Ahora los autores de esta
Difusos matices gaudinistas, ecos vieneses y evocaciones
monografía me piden que se la prologue, y lo hago con
neonazaritas, como la del espléndido patio interior, indi-
agrado ya que los encuentro movidos por un mismo in-
can todavía una concepción ecléctica. Un año antes ha-
terés. La primera vez que hablé con Guillermo Cegarra
bía realizado Beltrí la Casa Dorda, donde se dejaba apre-
Beltrí, me indicó que fue la lectura de mi trabajo la que le
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despertó la curiosidad sobre su ilustre antepasado, e ini-
libro; poco será lo que en adelante se pueda añadir al
cio una paciente labor de búsqueda, casi detectivesca
conocimiento de la obra de Beltrí que tenga un significa-
diría, de nuevos datos y hechos, con los cuales dejara
do especial. Es indudable que los autores de esta mono-
satisfecha la deuda familiar. El resultado es la publica-
grafía han dado pruebas de una gran constancia y pa-
ción que ahora tiene el lector en su mano. Creo que la
ciencia en su búsqueda.
parte más novedosa del trabajo corresponde a la primera parte, en la cual se profundiza en los antecedentes
Hace ya casi veinte años que publiqué el libro de Carta-
familiares y el ambiente que lo rodeó en sus primeros
gena, entonces tenía la esperanza de que el trabajo tu-
años como estudiante y profesional, hasta llegar a Car-
viera una utilidad para la preservación del patrimonio
tagena, donde Beltrí se integró plenamente. Creo que
local, es por ello que incluí una lista de “otras obras”,
los pasos seguidos han dado buenos frutos. La parte del
que había elaborado recorriendo atento las calles de
catálogo, aunque no incorpora obras de un nivel similar
Cartagena. Algo, que luego, no sin decepción, he visto
a las ya documentadas, que son las que en realidad lo
que no han sido de la utilidad que esperaba, siendo nu-
han situado en el nivel de reconocimiento en el que se
merosas las edificaciones que han desaparecido de Beltrí
encuentra, si proporciona nuevos datos sobre otros pro-
y otros arquitectos, obras en definitiva que definía un
yectos e intervenciones fuera de Cartagena mal conoci-
marco muy especial de Cartagena. Un edificio como el
dos. En cierta medida el catálogo hace de adenda a nues-
Club de Regatas, que fue portada de mi libro, y al cual se
tro trabajo sobre Beltrí dentro del libro “Cartagena 1874-
dedica ahora un análisis que en parte documenta la hi-
1936”, ya que recoge casi todas las valoraciones y análi-
pótesis que propuse sobre su autor, ha sido derribado. Y
sis del conjunto de las obras que allí se citaban, incluso
ahora mismo peligra la conservación de la Casa Dorda,
documentos como el “Programa de Modelado y Vacia-
pues según tengo noticias, hay un proyecto que conlleva
do para una Escuela de Artes y Oficios en Gandía”. Pero
el completo derribo del patio neonazarita. Hace unos
en cualquier caso, creo que los autores han realizado un
meses estuve en Cartagena y me sorprendió los bárba-
inventario muy completo de la labor que el arquitecto
ros e innumerables derribos que siguen causando mella
desplegó durante sus años de actividad profesional, re-
en el caso histórico, y no hablo del ensanche, por allí
copilando datos acerca de todo tipo de obras, que aun-
apenas queda ya nada de lo que fue en otro tiempo.
que en algunos casos sean de escasa relevancia, nos dan
Lamentables han sido en estos veinte años los criterios
de todas maneras la medida de cual era la dimensión de
de preservación de las distintas corporaciones, ciegos para
la labor desplegada por el arquitecto. Felicito a los auto-
ver y valorar lo que tienen, al igual que está sucediendo
res por haber sabido localizar una nueva documentación
en otras muchas ciudades de la región como Lorca. Es-
a la cual no tuve acceso en otro tiempo por el lamenta-
pero y deseo que este libro sirva para despertar el escaso
ble estado de catalogación en el que se encontraba el
interés municipal por el patrimonio, fuera de las obras
Archivo Municipal de Cartagena, a pesar de que realicé
espectaculares de autor en las que su vanidad se siente
un peinado de todos los legajos que era posible consul-
proyectada y sean capaces de ver que la pieza menuda
tar sobre licencia de obras en aquel momento. Toda in-
forma parte del mosaico.
vestigación está orientada a ampliar el conocimiento que tenemos de algo y por supuesto a abrir nuevas vías, pero
Valencia, octubre de 2004
una investigación nunca queda cerrada y siempre habrá
FCO. JAVIER PÉREZ ROJAS
cabos que atar, como bien lo deja patente el presente
Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Valencia
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Introducción Víctor Beltrí es uno de esos personajes con el que se
¿Qué mejor caldo de cultivo podía encontrar Beltrí para
cumple el famoso tópico de que “nadie es profeta en su
poder desarrollar todo su genio? Su origen catalán, él
tierra”. A pesar de ser uno de los tortosinos más ilustres
haber sido discípulo y compañero de los mejores arqui-
de su tiempo, apenas queda nada de su obra y su me-
tectos modernistas del momento, su juventud y sus enor-
moria en esta ciudad. De hecho en Tortosa ejerció como
mes ganas de trabajar, representaban un magnífico aval
arquitecto sólo durante dos años y medio. Avatares polí-
para esta burguesía, que quería estar a la última. De esta
ticos, unidos a la falta de ambiente y el conservadurismo
forma, por fin, pudo Víctor desarrollar toda su creativi-
de sus vecinos, le obligaron a abandonar su tierra natal
dad para acabar dejándonos los mejores edificios de la
para dirigirse a la localidad valenciana de Gandía.
ciudad de Cartagena: la “Casa Cervantes”, el “Palacio Aguirre”, la “Casa Maestre”, la “Casa Zapata”, la “Casa
Tampoco allí tendría suerte. Demasiado avanzado para
Dorda”, la “Casa Llagostera”, la “Casa del Niño”, el
el entonces ambiente provinciano de esta ciudad, vuelve
“Gran Hotel” y un sin fin de otras obras que son desde
a cambiar de nuevo de residencia en busca de mejor for-
entonces su mejor legado.
tuna. Tras un breve paso por la ciudad de Murcia, se instala en la entonces floreciente Cartagena, donde el re-
Siempre en vanguardia, supo evolucionar con los tiem-
surgir de la minería en la cercana sierra de La Unión ha-
pos pasando desde un inicial eclecticismo, a un final ra-
bía propiciado la aparición de una nueva y acaudalada
cionalista, tras haber cultivado con gran acierto el mo-
burguesía.
dernismo, el secesionismo vienés y el casticismo.
Estos nuevos ricos estaban ansiosos de poder demostrar
A pesar de todo Víctor Beltrí no es un personaje muy
al mundo su fortuna. Incluso dice la leyenda, probable-
conocido. Por un lado desarrolló casi toda su obra muy
mente falsa, que los más acaudalados propietarios de
lejos de la cosmopolita Barcelona, donde los trabajos de
Cartagena: Cervantes, Aguirre, Dorda, Maestre, Zapata,
sus amigos y compañeros alcanzaban gran resonancia.
Martínez.., se habían apostado un “arroz con conejo” a
Por otro, diferentes avatares históricos, algunos desas-
ver quien era capaz de construirse la mejor casa de la
tres naturales y, sobre todo, la enorme especulación de
ciudad. El Modernismo había pasado de ser una excen-
los años sesenta y setenta, borraron su imagen de la
tricidad a estar considerado como la última moda. Los
memoria de la gente y acabaron con buena parte de sus
ricos mineros miraban con envidia las ilustraciones de las
obras. Sirva este modesto trabajo para intentar reparar
revistas que mostraban los nuevos edificios levantados
en parte, este injusto olvido.
en París y Barcelona.
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Juan Martínez Blaya COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
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Antecedentes Desde el principio de su actividad en Cartagena, Víctor Beltrí despertó el interés de los medios especializados. Así la revista editada en Barcelona “Arquitectura y Construcción”, en su número 101 de 3 de mayo de 1901, hacía una reseña elogiosa de la “Casa Cervantes”, incluyendo diversas fotografías tanto de su fachada como del “Café España” que se ubicaba en la planta baja.
1940 en el nº 10 de la Hoja Parroquial de Tortosa, dentro de la serie “Historia de Tortosa abreviada, fechas memorables”, que en su día realizó este historiador y que aún no hemos sido capaces de localizar. En el libro de A. Oliver “Medio siglo de artistas murcianos (1900-1950). Escultores, Pintores, Músicos y Arquitectos” publicado en 1952, aparece una breve reseña de su activi-
En 1902, en la “Guía de Cartagena” editada por los hermanos Estrada, se describían con minuciosidad y admiración algunas de las obras del arquitecto, tales como la “Casa Cervantes” o las reformas del Casino y la Catedral de Sª Mª la Vieja.. En el libro de Verges Paul “Espurnes de la llar” editado en 1912 en Tortosa, su ciudad natal, aparecieron publicadas diversas referencias tanto del arquitecto como de su familia. Aunque nunca fue profeta en su tierra, en 1915 la revista cultural tortosina “La Zuda” en su número 32, le dedicó la portada y un artículo muy elogioso, que por su interés reproducimos de forma integra en los Apéndices Documentales.
dad profesional. Lo mismo sucede en el “Diccionario Biográfico de Artistas de Cataluña” de Rafols, publicado en 1953 en Barcelona, donde figuran de forma sucinta tanto de él, como su padre José Mª y su hermano Ignacio. Francisco Javier Pérez Rojas, actual Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Valencia, ya se fijó en su obra en “Casinos de la Región de Murcia (1850-1920)” y en la “Historia de la Región de Murcia. Arquitectura y Urbanismo”. Tomo VIII, publicados en Murcia en 1980. Pero es en su magnífico libro “Cartagena 1874-1936 (Transformación urbana y arquitectura)” publicado en 1986, que recogía su tesis doctoral y al que tantas veces nos referiremos, en donde la figura y obra de Beltrí cobran un protagonismo especial. Este libro ha sido un elemento clave a la hora de guiarnos en nuestras investiga-
El mismo año la revista “Cyrano” de Cartagena, también parece que se ocupó de la obra del arquitecto. Sabemos de su existencia por el mencionado artículo aparecido en “La Zuda”, aunque todavía no hemos sido capaces de localizarlo, ya que existen muy pocos ejemplares de dicha revista.
ciones. En él el autor, además de su biografía, describe un buen número de edificios, en buena parte atribuidos, y que incluimos en el catálogo completo de obras del arquitecto. En la “Gran Enciclopedia de la Región de Murcia” editada en 1992, en el epígrafe “Beltri Roqueta, Víctor”, se
Existe una referencia en la “Historia de Tortosa” (Pág. 976 Tomo IX) de Enrique Bayerri, en la que se menciona la existencia dentro del “Legado Bayerri” de una reseña dedicada al arquitecto, aparecida el 15 de septiembre de
hace una amplia referencia a la vida y obra del arquitecto en términos muy elogiosos. Así mismo aparece en el dedicado al “Arte” y aparecen referencias específicas sobre varias de sus obras.
15
La historiadora Dora Nicolás Gómez, en su libro publicado en Murcia en 1993 “Arquitectura y arquitectos del siglo XIX en Murcia”, refleja brevemente la actividad de Beltrí en esta ciudad. Una de las bisnietas del arquitecto, Mercedes Beltrí Fernández, hizo una tesina para obtener la licenciatura en Historia, titulada: “Víctor Beltrí y Roqueta. El arquitecto de la calle Mayor”. Basada fundamentalmente en la obra de Pérez Rojas, incluye como novedad aspectos humanos desconocidos, fruto de sus investigaciones entre la familia, que incluyeron una entrevista Matilde Beltrí Villaseca, la única hija del arquitecto que por entonces todavía estaba viva. En 1994 la Fundación Cultural “Emma Egea” editó un pequeño libro con imágenes de algunos de su edificios para conmemorar la celebración del año de Víctor Beltrí. Con motivo de dicho evento Francisco Javier Ródenas Rozas, Archivero Municipal de La Unión, realizó un trabajo titulado “Víctor Beltrí en La Unión (1897-1917)”, que el Ayuntamiento de esta localidad decidió finalmente no publicar, y en que quedaba reflejada una buena parte de su trabajo en esta ciudad. Algunos aspectos de su actividad en Gandía han sido reflejados en el capítulo ”Los Arquitectos” del libro de A. Vázquez “Miscelania: Josep Camarena.” publicado en dicha ciudad valenciana, en 1997. Ese mismo año figuró con un capítulo propio, que en la zona de Murcia sólo comparte con Pedro Cerdán, en el conocido libro de Angel Urrutia “Arquitectura Española Siglo XX”, publicado en Madrid. En 1998 se rindió un homenaje conjunto a los arquitectos que trabajaron en Cartagena a principio del Siglo XX, dentro de la exposición celebrada por el Ayuntamiento de esta ciudad titulada “Del modernismo al eclecticismo”, en la que el arquitecto ocupaba, por derecho propio, un lugar destacado.
El año 2002 publiqué en el nº 6 de la revista “Recerca”, editada por el Arxiu Històric Comarcal de les Terres de l’Ebre de Tortosa, el artículo “Víctor Beltrí Roqueta (Tortosa 1862 – Cartagena 1935): Arquitecto”, preludio de este libro. También ha sido uno de los principales protagonistas de las jornadas sobre el modernismo y la arquitectura de Cartagena de los siglos XIX y XX, que se han celebrado en esta ciudad durante el mes de octubre de 2004. Concretamente Santiago Morales Martínez (colaborador de este libro) impartió una conferencia sobre su obra, en la que dio a conocer, por primera vez, alguna de sus obras descubiertas por nosotros. Para finalizar, figura con carácter destacado dentro de Internet, en diferentes páginas Web dedicadas al Festival del Cante de las Minas, a Tortosa, a Cartagena, a La Unión, a Lorca, a la Región de Murcia y al Modernismo, aunque normalmente aportan informaciones ya publicadas con anterioridad. A la hora de abordar este trabajo nos hemos encontrado con que el grafismo de la época es diferente al de hoy en día. De hecho, a pesar de ser catalán, haber pasado su infancia y juventud entre Tortosa y Barcelona, y desarrollar su primera etapa profesional entre la primera ciudad y la valenciana Gandía, no se encuentra ningún documento, ni referencia en periódicos o revistas en catalán o valenciano. Hemos optado, por tanto, por respetar en la medida de lo posible los nombres de los lugares y de los diferentes personajes de estas zonas, tal como aparecen en los originales, es decir, en castellano. También cuando reproducimos documentos, hemos procurado respetar la ortografía de la época, diferente de la actual.
16
Indice Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
12
Antecedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
14
Capítulo I - Los Beltrí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
18
Capítulo II - Infancia y primera juventud en Tortosa (1862-1880) . . . . . . . . .
22
Capítulo III - Estudiante en Barcelona (1880-1886) . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
28
Capítulo IV - Los primeros años de profesión. Tortosa (1887-1890) . . . . . . .
42
Capítulo V - Los años de Gandía (1890-1893) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
52
Capítulo VI - Arquitecto de Hacienda en Murcia (1893-1895) . . . . . . . . . . .
58
Capítulo VII - Al fin en Cartagena. La etapa modernista (1895-1917) . . . . .
62
Capítulo VIII - La madurez (1918-1935) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
76
Capítulo IX - Víctor Beltrí, el hombre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
84
Capítulo X - Víctor Beltrí, el arquitecto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
94
Edificios destinados a Viviendas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
112
Casinos y Edificios Recreativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
226
Mercados, Lonjas y Mataderos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
244
Colegios, Institutos y otros Centros de Enseñanza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
270
17
Iglesias y Edificios Religiosos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
290
Industrias y Almacenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
306
Otros Edificios y Obras Singulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
312
Edificios de tipo Social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
322
Cocheras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
330
Urbanizaciones y Trabajos de tipo Urbanístico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
334
Proyectos para Parques y Jardines . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
346
Panteones y Obras de tipo Funerario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
354
Obras dudosas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
364
Obras erróneamente atribuidas a Víctor Beltrí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
368
Epílogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
370
Apéndices Documentales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
374
Catálogo de Proyectos y Trabajos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
392
Catálogo de Proyectos y Trabajos Dudosos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
421
Bibliografía y Fuentes Documentales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
426
CAPÍTULO I
Los Beltrí
“La creación continúa incesantemente por mediación de los hombres, el hombre no crea: descubre y parte de ese descubrimiento. Los que buscan las leyes de la naturaleza para formar nuevas obras, colaboran con el creador.”
ANTONIO GAUDÍ
20
El apellido Beltrí o Beltri (el tema del acento es un as-
Aunque no está muy claro, parece que el origen del ape-
pecto que no está del todo claro) es muy poco frecuen-
llido hay que buscarlo en Italia. El hecho de que el apelli-
te. De hecho apenas unos cientos de personas se apelli-
do Veltri (probablemente se transformara la “B” en “V”
dan así en España, y casi todas son originarias de la co-
en España, aunque también hemos encontrado una rama
marca del Baix Ebre de Tarragona, y más concretamente
italiana más reducida en la que el apellido es con “B”)
de las localidades de Amposta y Tortosa. La familia del
sea muy frecuente en dicho país, especialmente en la
arquitecto procede, al menos desde final del siglo XVII,
región de Nápoles, nos hace sospechar que este fuera su
de esta última ciudad, siendo el primer antecesor directo
primitivo origen. Sobre cuando y cómo se establecieron
conocido Salvador Beltrí, de profesión “soguero”, que
en Tortosa barajamos diferentes hipótesis, ninguna de
1
debió de nacer alrededor de 1675 .
2
ellas aún confirmadas documentalmente.
Panorámica de la ciudad de Tortosa. En primer término, las torres del antiguo seminario y, al fondo, la Catedral y el Castillo de la Zuda. EXTRAÍDA DEL LIBRO «IMATGES I RECORDS. TORTOSA». VIENA COLUMNA. BARCELONA 1997. COLECCIÓN JOSÉP CURTO SUBIRATS
1 2
Libros de matrimonios de la Catedral de Tortosa. De hecho en el “Diccionario de Artistas Catalanes” de Rafols, las entradas tanto de Víctor, como de su padre José María y de su hermano Ignacio, son por el apellido Veltri con “V”.
21
En 1148 el Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, ayudado por caballeros templarios y genoveses, conquista la ciudad de Tortosa a los árabes. A partir de ese momento la ciudad se convierte en un importante centro comercial, siendo el río Ebro, que en aquellos tiempos era navegable hasta Zaragoza, su principal eje de transporte. Esto motiva que un numeroso grupo de comerciantes de sedas y telas de origen genovés se establezcan en ella. Es posible que entre ellos se encontrara algún Beltrí, ya que la principal profesión de la familia del arquitecto fue el negocio de las telas, y más concreta3
mente la sastrería . Otra posibilidad es que el primer ancestro del arquitecto que se instaló en España fuera alguno de los miembros del ejercito castellano de Felipe IV. En él había soldados napolitanos que formaban parte de los Tercios de la “Unión de Armas”. Esta englobaba a 16.000 soldados del Reino de Nápoles alistados para luchar contra los franceses. Felipe IV ocupó Tarragona en 1640, al comienzo
Nave central de la Catedral de Tortosa. FOTOTIPIA THOMAS, BARCELONA COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
de la “Guerra de los Segadores” contra los catalanes. Con posterioridad, y una vez terminada ésta en 1652, unidos castellanos y catalanes prosiguieron la guerra con-
la presencia en Tortosa de un tal “Massiá Beltri, esparden-
tra las tropas francesas. Posiblemente al finalizar la con-
yer” a mediados de 1678 . En definitiva, todo parece apun-
tienda, alguno de estos soldados apellidado Beltrí deci-
tar a un origen italiano, pero bastante antiguo.
4
diera quedarse a vivir en Tortosa. Todos los antecesores directos del futuro arquitecto, desde Otras fuentes sugieren que algún Beltrí de origen italiano
el anteriormente mencionado Salvador Beltrí, nacieron,
formara parte del séquito que acompañaba a Isabel de
se casaron y fallecieron en Tortosa, siendo bautizados y
Farnesio para su boda con Felipe V en 1714. Esta hipóte-
celebrados sus respectivos matrimonios en la Catedral
sis parece menos probable, puesto que hay constancia de
de esta ciudad.
3 4
En los mismos libros de matrimonios se puede constatar dicha profesión en al menos cuatro antepasados del arquitecto. R. Vergés “Espurnes de la llar”. Volumen V, Pág. 41. Tortosa, 1912.
C A P Í T U L O II
Infancia y primera juventud en Tortosa (1862-1880)
24
El padre del futuro arquitecto fue el escultor José María
forma habitual. Tuvo numerosos discípulos, entre los que
Beltrí Belilla (1829-1898). Este formaba parte de un nu-
destacaron José Reverter y Gasulla , Juan Bautista Gu-
meroso grupo de artistas que desarrollaron su labor ar-
rrera y Tomás Cardona y Abelló (1856-1901) .
9
10
tística en Tortosa en la segunda mitad del siglo XIX. Su estudio estaba situado en el nº 13 de la calle Taules Ve-
Además de ser un gran escultor, José María fue un buen
lles. Posteriormente, concretamente en septiembre de
dibujante. Amante de la docencia, ejerció como profe-
1887, lo trasladó al entresuelo del nº 14 de la calle de la
sor particular de dibujo. También dio clases en el colegio
Rosa. En el taller se trabajaba, sobre todo, en la realiza-
que tenía su mujer en la calle de la Rosa y llegó a abrir en
5
ción de esculturas en madera de tipo religioso .
1893, junto con su hijo Ignacio, una academia para en11
señar esta disciplina a las señoritas de la ciudad . Entre los escultores de la ciudad se encontraba Ramón Cerveto (1828-1906), que por aquellos días era famoso
Se casó con la maestra tortosina Carmen Roqueta Es-
en toda España por sus crucifijos y “dolorosas” para ser
tampres (1829-1887). Fruto de este matrimonio tuvie-
expuestos bajo vitrina. José María trabajó con este artis-
ron cinco hijos: Víctor, el mayor, Julián Vicente (1864-¿)
ta realizando conjuntamente algunos de los pasos de la
que fue sacerdote, José María (1866-1888), que siguien-
famosa Procesión del Domingo de Ramos de esta ciu-
do la tradición familiar fue sastre, Mª Cinta Dolors (1871-
dad. Concretamente hacía 1859 tallaron “El Sant Sopar”,
¿), de la que se ignora si ejerció alguna profesión remu-
“L’Oració a l’Hort”, “Sentencia de Pilat” y “Els Assots”,
nerada e Ignacio (1872-1901) , el pequeño, dibujante y
considerados como obras de la mejor escuela imaginera
escultor que trabajó en el estudio de su padre hasta su
6
catalana . Todos ellos fueron destruidos durante la Gue-
12
temprano fallecimiento.
rra Civil de 1936. También participó con él, y con otro escultor llamado Asencio, en la realización de las escul7
La familia del futuro arquitecto era cristiana y tradiciona-
turas, hoy desaparecidas , que adornaban las capillas del
lista, de ideología carlista (algo corriente en esa época
Calvario que “aunque no son de gran valor material, tie-
en la ciudad natal del General Cabrera), humilde y con
8
nen mucha propiedad” . No sabemos si estos trabajos
pocos recursos económicos. De hecho en un artículo
fueron una colaboración esporádica, o si lo hacían de
publicado en 1915 en la revista local “La Zuda”, en el
5 6
R. Vergés “Espurnes de la llar”. Volumen VI, Pág. 581. Tortosa, 1912. “La Santa Cena”, “La Oración en el Huerto”, “Sentencia de Pilatos” y “Los Azotes”. Joan Moreira “Del folklore tortosí”. Págs. 546-550. Tortosa, 1934.
7 8 9 10 11 12
R. Vergés “Espurnes de la llar”. Volumen III, Pág. 105. Tortosa, 1912. R. O’Callaghan “La Catedral de Tortosa”. Pág. 247-250. Tortosa, 1890. Según algunos autores su apellido era Rebarter. O. Rodríguez “Album Biográfico Dertosense”, Pág.138. Tortosa, 1892. R. Vergés “Espurnes de la llar”. Volumen VI, Págs. 495 y 581. Tortosa, 1912. Todas estas fechas proceden de los Libros de Bautismo, Matrimonios y Defunciones existentes en la Catedral de Tortosa.
25
que se rendía homenaje a su paisano, la definían como: 13
“una familia asaz
modesta”. 14
Víctor José Beltrí y Roqueta
nació en Tortosa, el 15 de
15
abril de 1862 , en la casa donde vivían sus padres que estaba ubicada en la calle Bonaires, muy cerca de la Catedral. Fue bautizado en dicho templo al día siguiente de nacer, siendo los padrinos su abuelo materno José María 16
Roqueta (1800?-1879) y María Beltrí .
Sabemos que estuvo dotado para los estudios desde su más temprana edad, probablemente alentado por sus padres, destacando por sus grandes cualidades artísticas y su facilidad y aplicación en el dibujo.
Víctor fue uno de los 66 alumnos del curso inaugural 17
(1877/1878) del Colegio San Luis Gonzaga de Tortosa . Este centro era de tipo confesional y estaba muy clericalizado. Ello tendría una indudable influencia en la religiosidad del futuro arquitecto. Dada la cercanía del Colegio a la casa de sus padres, cursaría sus estudios durante ese curso y el siguiente como alumno externo, pagando úni18
camente los derechos de matrícula .
Patio renacentista de los Reales Colegios donde hoy en día está ubicado el Arxiu Històric de les Terres del Ebre y que en su día albergó el Colegio San Luis Gonzaga, donde estudió el futuro arquitecto. ISABEL Y ANA MARÍA BELTRÍ IZQUIERDO COLECCIÓN BELTRÍ IZQUIERDO
José María tuvo una influencia decisiva en los primeros años del futuro arquitecto y, muy especialmente, en la
13 14 15
Asaz: Bastante, harto, muy, mucho. Roquetas según algunos autores, aunque realmente era Roqueta como demuestran múltiples documentos oficiales y privados. La mayoría de los autores citan como año de nacimiento 1865, pero es erróneo como demuestra su Libro de bautismo (Pág. 391 del Tomo de 1862), en la catedral de Tortosa.
16 17 18
No está del todo claro el parentesco, pero probablemente sería su tía paterna. R. Vergés “Espurnes de la llar”. Tomo VI. Págs. 656 y 659. Tortosa, 1912. Los alumnos internos pagaban 10 duros al mes y los mediopensionistas 7. R. Miraval “L’ Institut de Batxillerat de Tortosa”. Tortosa 1982.
26
forja de su temperamento artístico y en el desarrollo de su amor por la escultura, la talla, el modelado y el dibujo. Víctor dedicaba muchas horas a dibujar y a ir al taller con su padre donde, a la vez que le ayudaba, charlaba con los artesanos y aprendía el oficio.
En junio de 1879 termina con brillantez sus estudios de segunda enseñanza, realizando en el Instituto de Tarragona los exámenes de grado correspondientes. La situación económica de la familia no debía de ser muy desahogada, pues según consta en su certificado académico “no se le ha pedido (sic) el título por no haber satisfe19
cho los derechos correspondientes” . A partir de ese momento, comienza a trabajar en el taller de su padre.
Víctor formaba parte de un grupo de apasionados jóvenes artistas que se reunían habitualmente para compartir sus experiencias e inquietudes. Este grupo lo integra20
ban, entre otros , los aprendices de escultor: Víctor Cerveto Riba (1861-1936), hijo de Ramón Cerveto, Antonio Riba y García (1859-1936), Domingo Agustín Querol y 21
Subirats (1860-1909) , Joaquín Anglés y Cañé (18591911) y los ya mencionados discípulos de José Mª Beltrí,
Vista de la calle de la Rosa, importante arteria de gran actividad social donde estaba el taller de escultura del padre del futuro arquitecto.
José Reverter y Gasulla y Tomás Cardona y Abelló, así
EXTRAÍDA DEL LIBRO «IMATGES I RECORDS. TORTOSA». VIENA COLUMNA. BARCELONA 1997.
como los aspirantes a pintores: José María Marqués y
COLECCIÓN JOSÉP CURTO SUBIRATS
García (1862-1936), Federic Illa, Francesc de Asís Lleyxá Ribera (1868-1923) y el propio Víctor Beltrí. Era frecuente verlos al alba, junto con cazadores y payeses, haciendo cola ante las puertas de la muralla esperando a su apertura por parte del oficial Clavero, para poder ir al
19 20
Expediente de V. Beltrí. Escuela de Arquitectura de Barcelona. También pudieron formar parte de este grupo Juan Ferré y Vallés, Germán Griñó y Ripoll y José Tomás y Albalat Informe de la Conservadora del Museo de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, Dª Victoria Durá.
21
Con el que pudo estar emparentado, pues tenemos constancia de la existencia de unos hermanos Querol Beltrí que también eran escultores (comunicación personal de Enric Querol).
27
campo a observar la naturaleza, y captar las primeras
bién estudios en la Escuela Superior entre 1880 y 1883.
22
luces de la mañana . En septiembre de 1880 Víctor decide también buscar Las inquietudes artísticas dentro de este grupo debían
horizontes más amplios para sus inquietudes artísticas y,
de ser muy grandes. Sin duda no eran ajenos al movi-
siguiendo los pasos de sus amigos, abandona Tortosa y
miento que por aquellos días se estaba forjando en la
se traslada a Barcelona. Allí se instala en el nº 72 de la
cercana Barcelona. Era evidente que la antigua y cons-
calle Lauria , muy cerca de la Parroquia de la Asunción.
25
treñida Tortosa se les quedaba pequeña. Así en 1877 José María Marqués se marcha a la ciudad condal para
En 1881 les sigue Víctor Cerveto. Sabemos que también
matricularse en la Escuela Superior de Bellas Artes. Al
les acompañaron Fransec de Asís Lleyxá y Tomás Cardo-
año siguiente le sigue el que con el tiempo sería el más
na, aunque es difícil precisar con exactitud en que fecha
23
conocido de los artistas de este grupo: Agustín Querol .
lo hicieron, ya que ninguno de los dos aparecen matricu-
Este, al llegar se instala en casa del propio Marqués y
lados en los libros de las Escuelas de Bellas Artes. No
comienza a trabajar como aprendiz en el taller de Do-
obstante parece que éste último también llegó a estu-
mingo Talarn (1838–1891). No se matricula en la Escue-
diar en alguna ellas.
26
la Superior hasta el curso 80/81. Es decir todos los miembros del grupo, a excepción de En 1879 siguieron el mismo camino Antonio Riba (que
Federic Illa del que no hemos encontrado ningún tipo de
más tarde trabajaría con Gaudí), Joaquín Anglés, y José
información, acabaron trasladándose a Barcelona, don-
Reverter para matricularse en la Escuela de Enseñanzas
de con toda probabilidad seguirían manteniendo su amis-
24
de Aplicación de Bellas Artes . Este último cursaría tam-
22 23
tad.
Revista “La Zuda” nº 145. Pág. 183. Tortosa, 1925. Con los años tendría una dilatada y exitosa carrera profesional tanto en España como en América. A su muerte, su amigo Víctor Cerveto se haría cargo de su estudio de Madrid.
24 25 26
Estudios de grado medio equivalentes a la actual Escuela de Artes y Oficios. Expediente de V. Beltrí. Escuela de Arquitectura. Libros de matrícula de “Enseñanzas Superiores de Pintura, Escultura y Grabado (1880/1881-1884/1885)” y “Enseñanzas de Aplicación (1877/18781895/1896)”, según informe de la Conservadora del Museo de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, Dª Victoria Durá. Bayerri “Historia de Tortosa. Volumen VIII” Pág. 963.
C A P Í T U L O IIII
Estudiante en Barcelona (1880-1886)
30
En aquellos años la población de Barcelona rondaba los
estudios. Empieza a hacerlo como delineante en el estu-
250.000 habitantes, que se concentraban con una den-
dio del arquitecto Augusto Font y Carreras (1845-1924),
sidad que doblaba la del Londres de Dickens. La ciudad
que por entonces era catedrático de la recién creada Es-
vieja era húmeda, estrecha y oscura. Según palabras de
cuela de Arquitectura . Este tenía una academia prepa-
Joan Castellar-Gassol “ver el sol desde una ventana era
ratoria, que abrió nada más regresar de Madrid . Es
un lujo”. Y aunque cada vez va llegando más gente a la
posible que Beltrí fuera uno de sus más aventajados alum-
urbe, ésta apenas ha empezado todavía a expandirse.
nos y eso facilitara su contratación. Esta actividad era
27
28
muy común entre los estudiantes de arquitectura, y muLa alimentación era escasa y pobre, sobre todo en las
chos de ellos trabajaron para otros arquitectos. Así, y entre
casas y las pensiones de la gente de pocos recursos eco-
otros, Antonio Gaudí y Cornet (1852-1926) lo hizo para
nómicos que, por otra parte, era la inmensa mayoría. La
los arquitectos Francisco de Paula del Villar Lozano (1828-
verdura y el pan era la comida de todos los días, adere-
1903) y Leandro Serrallach Mas, y para el maestro de
zada por un vino que se agriaba con suma facilidad. El
obras José Fontseré y Mestre (1829-1897); José María
bacalao y el arenque, al contrario, ya eran más difíciles
Jujol y Gibert (1879-1949) para los arquitectos Antonio
de ver. La carne, en forma de las extremidades del cerdo
María Gallisá Seque (1861-1903) y José Font y Gumá
o la ternera, sólo hacía acto de presencia, con suerte, los
(1859-1922) y Francisco Berenguer y Mestres (1866-1914)
sábados.
lo hizo para los propios Gaudí y Font y Carreras.
La falta de higiene y la ignorancia generalizada contri-
Por los impresos de matrícula parece deducirse que du-
buían a la extensión de las epidemias. De hecho era fre-
rante el curso 81-82 se aloja en casa de un familiar lla-
cuente ver a las mujeres haciendo la colada en los char-
mado José Beltrí (ignoramos el grado de parentesco), que
cos de una plaza, o en los descampados. Así el cólera de
vivía en la calle Bailén nº 51, en las proximidades del
1865 había causado casi 3.800 muertes. La epidemia de
Mercado de la Concepción. En el curso 82-83 se traslada
fiebre amarilla de 1870 se había cobrado otras 1.600
al nº 239 de la cercana calle Consejo de Ciento. En sep-
víctimas.
tiembre de 1883 se instala en la calle Ludovico Pío nº 3, junto a la Iglesia de Sant Pere de les Puelles. Entre 1884
Una vez instalado en la ciudad, y dada su precaria condi-
y 1886 vive en una casa recién construida en el nº 9 de la
ción económica, el joven Víctor, que apenas tiene diecio-
calle Elisabets, haciendo esquina con la calle Notariado,
cho años, tiene que trabajar para poder costearse los
y situada frente a la Casa de Misericordia . Todas esta-
27 28 29
F. J. Pérez Rojas “Cartagena 1874-1936. Transformación urbana y arquitectura” Pág.416. Murcia, 1986. B. Bassegoda “Elogio del arquitecto D. Augusto Font y Carreras (1845-1924)” Pág. 9. Barcelona, 1925. Expediente de V. Beltrí. Escuela de Arquitectura.
29
31
Augusto Font y Carreras (18451924), profesor de la Escuela en cuyo estudio de proyectos Beltrí alcanzó la categoría de jefe de delineantes. ASOCIACIÓN DE ARQUITECTOS DE CATALUÑA
Durante los cursos 80-81 y 81-82 se matricula a la vez en la Escuela de Arquitectura, en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y en la Escuela Oficial de Bellas Artes y enseñanzas de Pintura, Escultura y Grabado. En el curso 82-83 sólo se matricula en Arquitectura. De todas formas no está muy claro el motivo de esta decisión. Podría deberse a que inicialmente tuvo la intención de dedicarse a la pintura, especialidad por la que sentía gran preferencia y predisposición, o tal vez fue una cuidadosa y planificada formación académica.
ban situadas en sitios tranquilos y muy cerca de alguna iglesia, seguramente para permitirle acudir a rezar con
La vida del joven estudiante en Barcelona no debía de
comodidad.
ser fácil. Por un lado tenía que acudir a las diferentes Escuelas, que no se encontraban precisamente cerca de
Estos cambios de residencia tan frecuentes, eran al pare-
las casas donde estaba alojado. Además debía compagi-
cer muy habituales entre los estudiantes que dejaban la
nar las clases de las diversas carreras, muchas veces con
ciudad para regresar a su población natal durante el ve-
horarios inhumanos, el estudio de las asignaturas y la
rano. Aunque se podría deducir por las informaciones
realización de los diversos trabajos que se le encargaban
que figuran en los correspondientes impresos de matrí-
en las distintas Escuelas, con su actividad como delineante
cula, que durante los cursos 80-81, 83-84 y 85-86 sus
en el estudio de Font. Y por supuesto, la precaria situa-
padres vivían con él, no parece estar nada claro. De he-
ción económica familiar no le permitía hacer ningún gasto
cho sabemos que su madre Carmen Roqueta, junto con
extraordinario. Probablemente las reuniones con sus
la señorita Concepción Trulls, abrió a principios de 1883
amigos del grupo de Tortosa, debían de ocuparle el poco
un colegio particular en Tortosa, concretamente en el piso
tiempo libre del que disponía.
principal del número 13 de la calle de la Rosa, bajo la advocación del Sagrado Corazón de Jesús, al que tan
La Escuela de Bellas Artes estaba ubicada en la calle Con-
devoto sería siempre Víctor. En dicho centro se enseña-
solat del Mar, muy cerca del puerto, concretamente en
ban todo tipo de labores, colaborando como profesor
la Casa Llotja, en el lugar donde hoy tiene su sede la Real
30
de dibujo su marido, José Mª Beltrí . Por tanto no era
Academia Catalana de Bellas Artes de Sant Jordi. Allí re-
posible que estuvieran viviendo en Barcelona durante ese
cibió las enseñanzas de José de Manjarrés que impartía
curso, tal como figura en dichos impresos.
“Teoría estética e Historia de las Bellas Artes”, de Luis
30
R. Vergés “Espurnes de la llar”. Volumen VI, Pág. 495. Tortosa, 1934.
32
Rigalt (1814–1894), gran paisajista y experto en la técnica de la acuarela, que impartía la asignatura de “Paisa31
je” y de Claudio Lorenzale (1816–1889) , cultivador del retrato y la pintura religiosa, que impartía “Dibujo del Antiguo” y “Dibujo del Natural”, y que además era el Director de la citada Escuela. Estos dos últimos practicaban el llamado nazarenismo catalán, caracterizado por su admiración del quatrocento italiano y la exaltación de la historia catalana. En esa misma Escuela habían sido profesores de algunos de los mejores pintores de la época tales como Antonio Caba (1838–1874) o Mariano Fortuny (1838–1907).
Vista de la sala de modelos de la Escuela de Arquitectura. BRANGULI. EXTRAÍDA DEL LIBRO «EXPOSICIO COMMEMORATIVA DEL CENTENARI DE L’ESCOLA D’ARQUITECTURA DE BARCELONA 1875-76 / 1975-76».
La metodología y el sistema de enseñanza de la citada
ESCUELA DE ARQUITECTURA DE BARCELONA
Escuela aún no están bien estudiados, y se desconoce cual era su funcionamiento. Según parece nadie se matriculaba de todas las asignaturas, sino que escogía algu-
la calificación de Sobresaliente en los exámenes ordina-
nas sueltas, seguramente a la conveniencia de cada uno.
rios de fin de curso. Durante esos años coinciden en la
Probablemente no se puede hablar de que se estudiara
Escuela Superior los miembros del grupo de amigos de
una “carrera” tal como lo entendemos hoy en día, sino
Tortosa: Agustín Querol, José Reverter y el propio Beltrí.
que se realizaban estudios sueltos dentro del campo de 32
las Bellas Artes . En este contexto parece que a Beltrí le
En la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
interesaban especialmente las enseñanzas de Lorenzale
cursó las asignaturas de: “Geometría analítica”, “Geo-
pues, a pesar del duro horario (de 7 a 9 de la noche
metría descriptiva” y “Mecánica racional”, que con pos-
hasta fin de abril y de 6 a 8 de la mañana el resto del
terioridad le serían convalidadas en Arquitectura, igno-
curso) repitió los dos cursos las mismas asignaturas que
rándose quienes fueron sus profesores.
éste impartía, incluso habiendo obtenido el primer año “las menciones honoríficas de 1ª, 2ª y 3ª” en “Dibujo del
La Escuela de Arquitectura de Barcelona fue un triunfo
Antiguo”. Víctor debía estar especialmente dotado para
de la política de potenciación de la Universidad y de las
la pintura, pues según consta en su expediente, obtuvo
enseñanzas superiores en Cataluña. Sería la Diputación
31
Libro de matrícula de “Enseñanzas Superiores de Pintura, Escultura y Grabado (1880-1881/1884-1885), según informe de la Conservadora del Museo de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, Dª Victoria Durá.
32
Comunicación personal de la Conservadora de Museo Dª Victoria Durá.
33
Provincial la que posibilitaría económicamente la crea-
nola como protesta contra el neoclasicismo. Su actua-
ción en 1869 de esta nueva Escuela, coincidiendo con la
ción en las primeras intervenciones públicas importantes
desaparición de la antigua de Maestros de Obra.
en el Ensanche (Universidad, Seminario...), la dirección técnica de los trabajos de la Exposición de 1888, sus ac-
La idea original era la de crear un centro docente reduci-
tuaciones en el Barrio de Salamanca de Madrid o la im-
do, que su primer director Elías Rogent y Amat (1821-
portante restauración del Monasterio de Ripoll cimentan
1897), uno de los catedráticos procedentes de la Escuela
su prestigio basado en una arquitectura sobriamente his-
de Maestros de Obra, situaría en el tercer piso del edifi-
toricista, sólidamente estructurada sin concesiones a la
cio de la Universidad, en el ala de poniente.
fantasía. Junto con Villar es el arquitecto más aplicado y preciso, donde el oficio es el componente principal de su
Los profesores son inicialmente ocho. Tres catedráticos
aportación.
procedentes de la citada Escuela de Maestros de Obra: el citado Rogent, Francisco de Paula del Villar y Lozano y
Leandro Serrallach Mas es el arquitecto municipal de
Juan Torras Guardiola (1827-1910), todos arquitectos ya
Barcelona, que va a realizar entre otras obras algunas
maduros y con una línea profesional consolidada. A ellos
tan importantes como el diseño de las Rondas, el desa-
se les unen tres catedráticos más: Leandro Serrallach Mas,
rrollo del saneamiento de la ciudad y el encauzamiento
el ya mencionado Augusto Font y Carreras y Antonio
de las ramblas.
Rovira y Rabassa (1845-1919), que juntamente con dos profesores interinos: Luis Domenech y Montaner (1849-
Juan Torras Guardiola, al que se conocía popularmente
1923) y José Vilaseca y Casanovas (1848-1910) forman
como “L'Eiffel català”, representaba la aportación más
el primer cuadro docente de la citada Escuela. Todos ellos
tecnológica con una componente fuertemente autodi-
son arquitectos que han estudiado en la Escuela de Ar-
dacta. Industrial del hierro y gran conocedor de las nove-
quitectura de Madrid.
dades y descubrimientos en este campo, tenía una visión actual pero pragmática. En este sentido la componente
Rogent era la figura profesionalmente más prestigiosa,
técnica que aporta a la enseñanza es rica por su propia
siendo considerado como el más preeminente represen-
experiencia y, por consiguiente, poco académica.
tante de la arquitectura ochocentista en Cataluña. Compañero de los catalanes de la generación republicana (Prim, Cerdá, Figuerola, Pí i Margall.) era el prototipo de una manera de entender el trabajo de arquitecto desde una formación técnica e histórica como base de la actividad proyectiva. Respetuoso con el sentido regional de la Arquitectura, llegó a quemar públicamente siendo todavía alumno en la Escuela de Madrid, un ejemplar del Vig-
Lluis Domenech i Montaner (1849-1923), profesor de Beltrí en la Escuela.
34
José Vilaseca y Casanovas (1848-1910), el profesor que más influencia tuvo en el arquitecto.
resultaran molestas... Apenas ponía la mano sobre los dibujos de los alumnos, para no fomentar la pereza de pensar o para no malograr alguna idea que, si no era
ASOCIACIÓN DE ARQUITECTOS DE CATALUÑA
expresada adecuada o correctamente, revelaba contener el germen de algún elemento de belleza”. Así limitábase a hacer observaciones, algunas veces en tono humorístico, para atenuar, en lo posible, el rigor de la observación. “Enseñábanos a no mortificar en vano el cereCon Antonio Rovira y Rabassa, que también llega a ser
bro para trazar proyectos, “para salir del paso”, como
arquitecto municipal, la enseñanza técnica se hace rigu-
suele decirse, sino que las ideas debían tener por base la
rosa, conceptualmente al día y a la altura de la que por
lógica, a las que luego había que revestir con formas
aquellos días se impartía en el resto de Europa. Sus cla-
adecuadas y resistentes en lo menester” .
33
ses sobre superficies alabeadas y el estudio de la perspectiva eran de las que más éxito tenían entre los alum-
Con la incorporación de los dos más jóvenes, Luis Dome-
nos. Algunos de sus libros, de obligado estudio, eran “El
nech y Montaner y José Vilaseca y Casanovas, que a
hierro, sus cortes y enlaces” y “Estereotomía”
menudo trabajaban de forma conjunta, la Escuela adquiere un horizonte también más amplio. No sólo es la
Augusto Font y Carreras, considerado en palabras del
cultura técnica y arquitectónica francesa, sino también
compañero de promoción de Beltrí, Buenaventura Bas-
la centroeuropea, la que llega a Barcelona posibilitando
segoda y Amigó (1862-1940): “brazo derecho y auxiliar
el alumbramiento del modernismo en Cataluña. No se
adicto y fiel de Rogent”, era la figura del diseñador bri-
trata únicamente de una formación universitaria con só-
llante. Formado con la generación más ecléctica madri-
lidas y actualizadas bases compositivas, históricas y téc-
leña (Arbós, Villajos, Velázquez, Aníbal, Repullés..) muy
nicas, sino también de la expresión de una cultura recibi-
dotado para el dibujo y para la asimilación de cualquier
da de segunda o tercera mano, lo que Vilaseca y, sobre
corriente, su personalidad representa en Barcelona la
todo, Domenech representan.
continuidad de la actitud más típicamente académica, es decir, con una gran brillantez formal. Fue responsable,
Vilaseca, que tanta influencia tendría en la obra de Bel-
entre otras, de la enseñanza de la fundamental asigna-
trí, fue el primero en introducir el modelado de barro
tura de “Proyectos”. Muy querido por sus alumnos, era:
dentro del programa de estudios. Matemático genial, li-
“De trato ameno, poseía gran don de gentes y trataba a
terato, pianista y actor, fueron algunas de las múltiples
cada cual como es debido. Sabía, en todo momento,
facetas de un hombre realmente comprometido con el
conservar su prestigio usando para ello formas que no
fenómeno de la “Renaixença”. Menos audaz que Do-
33
B. Bassegoda “Elogio del arquitecto D. Augusto Font y Carreras (1845-1924)” Págs. 9-10 Barcelona, 1925.
35
menech en lo que a las principales características arqui-
A esto le seguía, por un lado la geometría, y por otro la
tectónicas se refiere (composición, estructura y espacio),
copia de edificios de la antigüedad, que se convertirían
34
lo igualaba en el exotismo y colorido de los detalles .
en los canales de preparación técnica y formal que habían de permitir la maduración de los conocimientos que
Semejantemente a lo que Otto Wagner (1841-1918) o
comportaba la formación profesional. Así sesiones inter-
Hendrik Petros Berlage (1856-1934) significan para la
minables de copia se sucedían en las frías y oscuras aulas
arquitectura, pero también para la docencia en Viena o
de la Escuela iluminadas por la mortecina luz de las lám-
Amsterdam, Luis Domenech y Montaner acabará signifi-
paras de gas .
36
cando para la Escuela de Barcelona el progreso desde la pura existencia administrativa a la realización de un cier-
La estereotomía era justamente el tipo de conocimiento
to proyecto de arquitectura con personalidad propia.
que hacía posible el enlace entre las técnicas de representación gráficas, ordenadas según las reglas de la geo-
A este grupo inicial se les unen en el curso 1887-1888
metría descriptiva y la construcción, y la tecnología. El
otros dos profesores: Achiá Casademunt Vidal, proce-
tratado de Rondelet y las obras de Viollet-le-Duc, y muy
dente de la Escuela de Bellas Artes, para impartir la asig-
especialmente su Diccionario (Font solía decir: “Hágalo
natura de “Máquinas y motores” y José Artigas Ramo-
lo mejor que pueda y lo que no sepa, mírelo en el Diccio-
neda (¿-1912) para las de “Historia de la Arquitectura”,
nario”), textos básicos sin duda durante esta época, ex-
35
“Tecnología” y “Copia y formación de Conjuntos” .
ploraban las materias técnico-constructivas a través de procedimientos de representación y de análisis que no
El lenguaje gráfico era la base de las enseñanzas de los
sólo se referían a la construcción en piedra sino a todo
arquitectos de este periodo. Si se analiza el programa de
tipo de materiales.
asignaturas que formaban los estudios, se puede observar que al menos la mitad tienen un desarrollo no sólo
Pero esta conexión entre aprendizaje del dibujo y tecno-
práctico, sino también teórico. El dominio de las diferen-
logía es simultanea con otro procedimiento de conoci-
tes técnicas no obedecía, por tanto a un capricho o a
miento de la arquitectura como era la copia de edificios
demostraciones de habilidad pictórica, sino que tenía una
ya existentes. Esta era una técnica clásica en la enseñan-
razón en los procedimientos de conocimiento de la disci-
za de la Arquitectura desde la época del Renacimiento.
plina en cuestión. También se intentaba redescubrir la propia arquitectura La base de este aprendizaje era ciertamente el dibujo de
del pasado a través de viajes y excursiones a lo largo de
la figura, que proporcionaba destreza a los estudiantes.
la geografía española, e incluso a veces, a otros lugares
34 35 36
R. Bletter “El Arquitecto Josep Vilaseca i Casanovas. Sus obras y dibujos” Barcelona, 1977. Varios autores “Exposició Conmemorativa del Centenari de l’Escola de’ Arquitectura de Barcelona 1875-76/1975-76”. Barcelona, 1977. Aunque en 1882 se instaló el alumbrado eléctrico en algunas de las calles de Barcelona, su uso en los edificios no se generalizaría hasta bastantes años después.
36
de Europa. Los profesores y estudiantes hacían de estas
por las formas de origen árabe-mudéjar y en general,
excursiones, para observar monumentos de diferentes
por aquellos estilos diferentes del Renacimiento, así como
estilos arquitectónicos, un método de estudio fundamen-
las monografías de edificios importantes que realizaron
tal que se completaba con la realización de copias de los
como trabajos de investigación son, entre otras, mues-
detalles, planos de los edificios y vistas de los conjuntos.
tras elocuentes de esta orientación pedagógica. Pero no
Hemos de señalar el papel destacado que tuvieron en la
solamente les interesaban los edificios del pasado. Tam-
enseñanza las magníficas colecciones de láminas, los li-
bién, y encabezados por el propio director Elías Rogent,
bros con preciosos grabados y los fondos fotográficos
realizaban diversas excursiones para visitar edificios con-
existentes en la Escuela, que ligados al conocimiento in
temporáneos que ellos consideraban de interés, como
situ de estos edificios del pasado eran un procedimiento
por ejemplo algunos de los construidos por Rafael Guas-
básico de aprendizaje.
tavino Morena (1842-1908).
Durante esos años, y como consecuencia de estas visi-
De una primera fase de la Escuela muy conectada con el
tas, los profesores de la Escuela impulsaron investigacio-
lenguaje de la arquitectura seca y elemental de los Maes-
nes directas de la propia arquitectura nacional. El interés
tros de Obra, en la que templos, panteones o monu-
Aula de la Antigua Escuela de Arquitectura. BRANGULI. EXTRAÍDA DEL LIBRO «EXPOSICIO COMMEMORATIVA DEL CENTENARI DE L’ESCOLA D’ARQUITECTURA DE BARCELONA 1875-76 / 1975-76» ESCUELA DE ARQUITECTURA DE BARCELONA
37
Sala de dibujo de la citada Escuela. BRANGULI. EXTRAÍDA DEL LIBRO «EXPOSICIO COMMEMORATIVA DEL CENTENARI DE L’ESCOLA D’ARQUITECTURA DE BARCELONA 1875-76 / 1975-76» ESCUELA DE ARQUITECTURA DE BARCELONA
mentos conmemorativos son los objetos de los ejerci-
Curso Preparatorio
cios que deben realizar los alumnos, se pasa paulatina-
–
Sombras, perspectiva y egnómicas.
mente a proyectos más coherentes y cercanos a la reali-
–
Copia del ornato y fragmentos arquitectónicos de yeso.
dad de una nueva ciudad que demanda la definición formal de sus equipamientos públicos. Así bibliotecas,
–
Copia y formación de conjuntos de edificios y monumentos de todas las épocas y estilos.
mercados, estaciones de ferrocarril, puentes, centros administrativos, de enseñanza u hospitales pasan a ser los temas de estos proyectos orientados por los profesores
Curso Primero
de la Escuela, que están fuertemente vinculados al creci-
–
Estereotomía de la piedra, la madera y el hierro; la egnómica, la perspectiva y las sombras.
miento de una gran ciudad como Barcelona. –
Resistencia de Materiales.
Durante aquellos años se cursaban en la Escuela las si-
–
Conocimiento de Materiales.
guientes asignaturas:
–
Historia de la Arquitectura.
–
Dibujo de Conjuntos.
Ingreso –
–
Dibujo lineal con la extensión necesaria para dibujar
Curso Segundo
y lavar un trazo arquitectónico.
–
Cálculo diferencial e integral.
Aplicación de los materiales a la construcción y a la decoración civil e hidráulica.
38
–
Teoría del arte arquitectónico.
donde existían diferentes salones decorados de esta for-
–
Hidráulica y sus aplicaciones.
ma. Interés que se habría acrecentado en la Escuela al
–
Primer Curso de proyectos.
ojear las páginas de los libros de Owen Jones “Grammar of ornament”, “Designs for mosaics and tesselated pa-
Tercer Curso
vements” y “Plans, elevations, sections and details of the
–
Máquinas y Motores más empleados en la construc-
Alhambra”, o las de los libros que había escrito el restau-
ción.
rador de la Alhambra, Rafael Contreras. Con el tiempo
–
Tecnología.
Beltrí sería un maestro en este estilo de decoraciones.
–
Segundo Curso de Proyectos.
–
Estudio de los edificios desde el punto de vista de su
Buen alumno , destacó en las asignaturas de “Dibujo
fin social.
de Conjuntos”, “Hidráulica”, “Primer curso de Proyec-
37
tos”, “Aplicación de las ciencias físico-naturales a la ArCuarto Curso
quitectura” y “Modelado”. Parece que las únicas asig-
–
Arquitectura Legal.
naturas que se le “atragantaron” fueron las de “Detalles
–
Topografía.
arquitectónicos”, “Historia de la Arquitectura” y muy
–
Tercer Curso de Proyectos.
especialmente la de “Calculo diferencial e integral”, que
–
Aplicación de las ciencias físico-naturales a la Arqui-
no aprobó hasta el curso 84-85, a pesar de ser una asig-
tectura.
natura de primer curso. Contrariamente a lo que sucede
Modelado.
con otros arquitectos de su tiempo, no se conservan en
–
los fondos de la Escuela ninguno de los múltiples dibujos Beltrí recibió, junto con otros muchos arquitectos de la
y trabajos que ejecutó a lo largo de sus estudios.
época, que después engrosaron las filas del modernismo, una formación ecléctica en la que como ya hemos
Finalizó la carrera, al parecer sin llegar a realizar el ejerci-
comentado se concedía gran importancia, junto a la téc-
cio de reválida, el 23 de diciembre de 1886 , obtenien-
nica, a la preparación artística. Ignoramos los edificios
do el título con fecha de 28 de enero de 1887, siendo
que visitó en las excursiones que se realizaron durante
todavía director de la Escuela Rogent y secretario Font.
esos años, pero probablemente se incluiría alguno de tipo
Por tanto formó parte de la 11ª promoción de esta Es-
mudéjar que impactaría fuertemente en el futuro arqui-
cuela junto con los arquitectos: Antonio Costa Guardio-
tecto. Probablemente este estilo arquitectónico había
la, Enrique Fatjó y Torras (1862-1908), Pedro García Fa-
despertado previamente su atención en su Tortosa natal,
ria (1858-1927), Ignacio Romanañá Sauri, Francisco de
37
38
De hecho sólo tardó seis años en terminar sus estudios (a curso por año). Sirva como ejemplo que el propio Gaudí había tardado diez años, cosa que se consideraba por entonces como algo habitual.
38
Este hecho también quedó reflejado en la prensa local (“El Semanario de Tortosa” nº 264 de 1 de enero de 1887. Pág. 353)
39
Paula del Villar y Carmona (1860-1926) y el ya mencio-
Antonio Gaudí y Cornet (1852-1926), fotografiado hacia 1888.
39
nado, Buenaventura Bassegoda y Amigó .
MUSEU COMARCAL S. VILASECA (REUS)
Esa década de los 80 fue un período de transición en el que surgieron los primeros brotes modernistas, tanto en Barcelona como en Madrid, en especial entre los cultivadores de la arquitectura neomudéjar en ladrillo. Durante esos años Gaudí, que había terminado sus estudios de arquitecto en 1878, construía la “Casa Vicens” (18831885), los “Pabellones y la cerca de la finca Güell” (18841887), el “Palacio Güell” (1885-1889) y comenzaba a trabajar en la “Sagrada Familia” (1883); Vilaseca levantaba la “Fábrica de Industria de Arte F. Vidal” (1884) y la “Casa de Bruno Quadros” (1885); Domenech i Monta-
El año 1886 fue de gran actividad en el estudio de éste
ner la “Editorial Montaner y Simón” (1880) y el “Ateneo
arquitecto. Por un lado estaba preparando el menciona-
Catalanísta” (1885-1887); Domenech Estapá (1858-
do proyecto para la Exposición Universal, a la vez que
1908) la “Academia de Ciencias y Arte” (1883); Font y
trabajaba en la redacción de la memoria para la finaliza-
Rogent reconstruían la Catedral de Tarragona (1884), y
ción de la fachada principal de la Catedral de Barcelona,
todos ellos se preparaban para la inminente Exposición
de cuyas obras fue colocada la primera piedra el 10 de
Universal que iba a celebrase en Barcelona.
abril de 1887. Para este último trabajo Font incluso llegó a montar una oficina técnica específica, en la que se tra-
El alcalde Rius y Taulet (1833-1890) había encargado la
bajó de forma muy intensa durante años. Con toda se-
dirección general de las obras de dicha Exposición a Ro-
guridad Víctor, que había alcanzado la categoría de deli-
gent, que tuvo la feliz idea de subdividir el trabajo repar-
neante jefe en su estudio, participó activamente en el
tiendo todos los proyectos entre profesores de la Escuela
dibujo de los planos y en la preparación de estos trabajos
y arquitectos premiados en concursos públicos de la ciudad. A Font le correspondió el “Palacio de las Bellas Ar-
La influencia que Font tuvo en la posterior obra de Beltrí
tes”, en el que se albergaría todo lo relacionado con las
parece que fue importante en su primera etapa de Tor-
mismas.
tosa. La experiencia que pudiera haber adquirido en ar-
39
No incluimos en esta relación a Miguel Garriga Palau, que además de figurar en la relación de alumnos de la 11ª promoción, también aparece en la relación de titulados pertenecientes a la 14ª promoción de 1889. Esta fecha nos parece más lógica, pues según Antonio Pérez y Jesús Martínez en su libro “El Modernismo en la ciudad de Teruel” dicho arquitecto nació en 1868. Si fuera cierto que perteneció a la primera de ellas, habría finalizado la carrera con 18 años, lo que parece improbable. Este infortunado arquitecto falleció en Teruel a la edad de 26 años.
40
quitectura religiosa, podría haberle facilitado el encargo
Francisco Berenguer y Mestres (1866-1914), colaborador de Gaudí y sustituto de Beltrí en el estudio de Font.
de obras tan importantes como la restauración de la Catedral de Santa María la Vieja de Cartagena. No en vano dicho arquitecto era uno de los mayores especialis-
ARCHIVO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE BARCELONA
tas del momento en este tema, pues trabajó en la restauración de las catedrales de Barcelona, Girona y Tarragona, en la “Basílica del Pilar” en Zaragoza, en conventos y en otras muchas construcciones religiosas.
Aunque se sabe por testimonios de la familia que Víctor trabajó en su juventud con Gaudí, no está claro como se produjo dicho encuentro, ni en que consistió su colaboración. Sabemos que en 1883 su compañero del grupo
bio Güell en Torredembarra o Salvador Pagés en Reus.
de Tortosa, Antonio Riba y García, trabajó en la “Casa
Como cita Gijs van Hensbergen en su libro sobre Gaudí,
Vicens” realizando una serie de esculturas. Bien pudo
recogiendo las palabras de Menéndez Pidal: “Él haber
ser este el momento, pues la maestría que posteriormente
nacido en la misma provincia crea entre españoles un
manifestó Beltrí en los diseños de tipo oriental, pudo
compañerismo y una obligación de ayuda a todo trance
haberla aprendido del propio Gaudí que durante esos
tanto o más que entre parientes, haciéndose cerrada-
años realizaba obras, en el por entonces popular, estilo
mente exclusivista”. En cualquier caso, parece seguro que
neomudéjar.
Víctor fue uno de los jóvenes tarraconenses que por aquellos años frecuentaron su estudio.
En la Escuela, Beltrí conoció al que con el tiempo sería el mayor colaborador y discípulo de Gaudí (considerado su
Durante la carrera conoce, por medio de sus compañe-
“brazo derecho”): Francisco Berenguer y Mestres. Este,
ros de clase que eran por regla general jóvenes adinera-
que no llegó a terminar la carrera entre otros motivos
dos de elevada posición social, a Teresa Villaseca Zanetti
por su temprana boda, era algo más joven que Víctor y,
(1864-1937). Era una bella joven perteneciente a la alta
al igual que Gaudí, era también tarraconense. También
burguesía de la ciudad, que vivía en el barrio de El En-
este último hecho pudo servirle a Beltrí para ponerse en
sanche.
contacto con el maestro, pues es bien conocida la predilección que éste tenía por la gente de su tierra. De hecho
Su padre Guillermo Villaseca Aguado (1825?-1875), na-
la mayoría de sus colaboradores, e incluso sus clientes y
tural de Zaragoza, había sido un Ingeniero de Caminos
mecenas, habían nacido en la provincia de Tarragona:
de gran prestigio y posición que había fallecido cuando
Berenguer en Reus, Jujol (1879-1949) en Tarragona, Ru-
ella sólo tenía diez años. Su madre Balbina Zanetti Hijazo
bio (1871-1952) en Reus, Antonio Riba en Tortosa, Euse-
(1834?-¿) no vio con agrado la relación de su hija con el
41
joven Beltrí, ya que éste provenía de una familia de artesanos que, para colmo, tenía que trabajar para poder costearse los estudios. Además la profesión de arquitecto en aquella época no estaba bien remunerada, y no tenía el prestigio que tiene ahora. Pero la tenacidad de Víctor, rasgo característico de su forma de ser que mostró a lo largo de toda su vida, le llevó a enfrentarse no sólo a la familia de su novia, sino también al rígido ambiente de la burguesía barcelonesa de la época, continuando su relación con Teresa pese a la oposición familiar.
Una vez terminados sus estudios abandona el estudio de Font. El propio Berenguer le sustituyó como delineante a media jornada, simultaneando durante algún tiempo este 40
trabajo con el que realizaba en el de Gaudí . Es posible que el mismo Beltrí interviniera ante Font para su contratación. En diciembre de 1886, se traslada a Tortosa instalándose en la casa de sus padres situada en el 2º piso del nº 13 de la calle de la Rosa. Foto de juventud de la esposa del arquitecto Teresa Villaseca Zanetti. COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
40
Tesis doctoral sobre F. Berenguer existente en la Cátedra Gaudí de Barcelona.
C A P Í T U L O IV
Los primeros años de profesión en Tortosa (1887-1890)
44
A pesar de las diferentes guerras y los desastres natura-
José María Vaquer. El joven arquitecto (sólo tiene 24 años)
les que padeció la ciudad, a principios del siglo XIX la
solicita la plaza que se le concede de forma interina y
población había experimentado un significativo aumen-
con “el sueldo del presupuesto”, en el pleno del Ayunta-
to demográfico. Como en tantas ciudades se empezó a
miento del día 16 de marzo de 1887. También se nom-
estudiar la posibilidad de ensancharla haciéndola salir del
bra a Vaquer como su auxiliar.
41
recinto amurallado. Ante la posibilidad de que fuera aceptada su solicitud, Ya en 1855 el Ministerio de la Guerra había aprobado el
Víctor había acelerado la presentación al Ayuntamiento
ensanche de la ciudad siempre que no afectara a las zo-
para su aprobación, de varios proyectos de tipo particu-
nas de castillos o fortines. En 1878 se demolieron las
lar: tres, el día 7 y dos, el día 15 de ese mes. Una vez
murallas de Remolinos. A partir de ese momento la ciu-
nombrado, y antes de tomar posesión de su plaza, pre-
dad creció a lo largo de los bordes del río.
sentó otros cuatro entre los días 21 y 22. Eran trabajos importantes: siete edificios, un almacén y un aparcadero
En 1886 el arquitecto Sebastián Cabot presentó un pro-
42
para los coches del tranvía de Roquetas y Jesús .
yecto para ampliar los barrios de Remolinos y del Temple, proponiendo un modelo de estructura reticular en la
El mes de marzo de 1887 no lo olvidaría fácilmente el
que amplias calles se disponen ortogonalmente, tal como
joven Víctor. El mismo día 22 fallecía su madre, tras una
Ildefonso Cerdá (1815-1876) había diseñado para Bar-
larga y penosa enfermedad . Al día siguiente tomaba
celona.
posesión de su nuevo cargo . Apenas un año después,
43
44
concretamente el 29 de julio de 1888, fallecería su herCuando Beltrí llega a Tortosa la ciudad estaba expan-
mano José María de una “hemotisis”.
diéndose no sólo por estos Ensanches, sino también por el Rastro y, al otro lado del río, por el Puente. Así mismo
El 28 de mayo de 1888 se forma una comisión con obje-
se encontraban en pleno crecimiento los Arrabales de
to de preparar la participación de la ciudad de Tortosa en
Bitem, Capuchinos, la Cruz, la Leche, Jesús y San Vicen-
el Exposición Universal, próxima a ser inaugurada en Bar-
te.
celona, presidida por D. Felipe Ascot y de la que forman parte, además del alcalde y otros ilustres próceres torto-
Por entonces estaba vacante la plaza de arquitecto mu-
sinos, los directores de los periódicos locales y el propio
nicipal que venía siendo ocupada por el maestro de obras
arquitecto municipal .
41 42 43 44 45
45
AHCTE Actas Municipales 1887 Pág. 19. Puede observarse en una gran fotografía que existe en el Arxiu Històric Comarcal de Tortosa y que decora una de sus paredes. Carcinoma rectal. Acta de defunción y “El Semanario de Tortosa” de 27 de marzo de 1887. Pág. 31. Curriculum vitae incluido en el expediente de V. Beltrí existente en el Archivo Municipal de Gandía (Valencia). R. Vergés “Espurnes de la llar”. Volumen VI, Pág. 75 - 82. Tortosa, 1912.
45
Esta presencia se concretó en la presentación de múltiples productos agrícolas, cuadros, esculturas, tapices y joyas de orfebrería, destacando el célebre cáliz del Papa Luna, que recibieron numerosos premios y menciones.
El 20 de mayo de 1888 se inaugura la Exposición, siendo la mayoría de edificios levantados una fusión de eclecticismo e incipiente modernismo. El hecho fue un acontecimiento en toda Cataluña. Como muestra, sólo en una semana del mes de junio se despacharon más de mil billetes de tren desde Tortosa a Barcelona para poder visitarla. Se estima que de esta comarca se desplazaron más de cincuenta mil personas a la Exposición, entre los que se encontraba Beltrí. Sin lugar a dudas durante esos años le influyó de forma decisiva todo el movimiento que se estaba produciendo en Cataluña.
Servicio de tranvías de tracción animal, inaugurado en 1885, que unía las localidades de Roquetas y Jesús. EXTRADÍA DEL LIBRO «IMATGES I RECORDS. TORTOSA». VIENA COLUMNA, BARCELONA 1997 COLECCIÓN JOSEP CURTO SUBIRATS
En la Exposición había varios edificios singulares. Uno de ellos fue el “Castell dels Tres Dragons” (1887-1888), construido por Domenech y Montaner en colaboración con
ginar su trabajo oficial con el ejercicio libre de la profe-
su discípulo Antonio Gallisá, como café-restaurante, que
sión. Algo que hoy nos parece evidente, sufrió numero-
a la finalización de ésta albergó, gracias al impulso del
sos cambios de opinión a lo largo de décadas. Según la
propio autor del edificio, un taller que reunía a esculto-
ciudad, o el equipo de gobierno, unas veces estaba per-
res, arquitectos y artesanos varios: forjadores, vidrieros,
mitido y otras no. En cualquier caso era muy frecuente
ceramistas... que trabajaban de forma conjunta, y que
que ante la escasez que había de titulados (concreta-
contribuyó de manera decisiva a la expansión de la ar-
mente en aquella época sólo había dos arquitectos en
quitectura de estilo modernista. Beltrí pondría en prácti-
Tortosa: Joan Abril y el propio Beltrí), esta doble activi-
ca esta teoría en su época de mayor esplendor en Carta-
dad estuviera de alguna forma consentida, aún en el caso
gena, integrando la arquitectura con el resto de las ar-
de no estar autorizada oficialmente.
tes, hasta conseguir conjuntos de una indiscutible belleza plástica.
Por tanto era frecuente que un arquitecto amigo foráneo, firmara los proyectos privados del que estuviera ejer-
En la época en que trabajó el arquitecto no estaba muy
ciendo como arquitecto municipal. Es casi seguro que
claro si los arquitectos municipales podían o no compa-
esto también ocurrió en el caso de Beltrí. De hecho du-
46
rante el periodo en que trabajó en el Ayuntamiento se
hasta esta ciudad a un arquitecto tan importante. Pero
presentaron a éste, para su estudio y aprobación, 233
además hemos encontrado una prueba que demuestra
proyectos. De ellos 63 estaban firmados por su maestro
que al menos en uno de los edificios más importantes
Augusto Font, que por entonces vivía en Barcelona. El
que se construyeron por esa época en Tortosa, y que
primero está fechado el 10 de abril de 1887 (como ya
durante más de un siglo se le atribuyó a Font (incluso así
hemos comentado Víctor tomó posesión el día 23 de
figura en los libros), intervino Víctor Beltrí. Se trata de la
marzo) y el último el día 13 de julio de 1890 (el arquitec-
“Casa Nicolau”.
to presentó la dimisión de su cargo el día 14 de ese mismo mes). Ni antes, ni después Font presentó ningún otro
El 30 de septiembre de 1888 D. Cristóbal Nicolau Duart
proyecto en Tortosa. Además en muchos casos se trata-
presentaba un proyecto firmado por Augusto Font, que
ba de obras menores tales como: sustituir una ventana
había sido el ganador del concurso abierto entre los pro-
baja por una puerta, cercar un solar o abrir una puerta,
pietarios de la ciudad, para edificar los solares 64, 65,
que difícilmente hubieran movilizado desde Barcelona
71, 73, 75 y 81 de El Ensanche del Temple, entre las calles Campomanes (hoy República Argentina), Berenguer IV y Temple (actualmente Avda. de la Generalitat). Dicho edificio estaba destinado inicialmente para ser la sede de la Audiencia de lo Criminal, Juzgado de Primera Instancia y Juzgado Municipal, que se instalaron en el piso primero.
Existe en el Archivo Municipal de Gandía, acompañando al expediente de Víctor Beltrí, un escrito del propio Nicolau fechado en Tortosa el 16 de febrero de 1890, en el cual afirma textualmente:
“..que el estudio del proyecto de dicho edificio... fue ejecutado por Víctor Beltrí y Roqueta Arquitecto estando también a su cargo la dirección de las obras..”.
El imponente edificio ocupaba una manzana entera y se convirtió en uno de los más importantes de la nueva ciudad. Además de la actividad para la que fue diseñado, también tuvo con los años otros múltiples usos tales Augusto Font en pleno trabajo. FAMILIA FONT
como: “Club de Caballeros”, “Hotel París” y Oficina de
47
Telégrafos. Fue destruido en la Guerra Civil, durante la
tamiento, así como los edificios que considere amena-
Batalla del Ebro.
zan inminente riesgo para que pueda acordarse su derribo".
Es muy posible que también interviniera en la reforma que realizó en septiembre de 1889 Dª Carmen Nougués,
Este estado de penuria se fue agravando con el paso del
Condesa Viuda de Torre del Español, en su palacete si-
tiempo. Así en las Actas de abril de 1889 se hacía cons-
tuado en la esquina que forma la calle Garidells con la
tar el “..precario estado de las arcas municipales..” y en
Plaza de Santa Ana, junto a la Catedral (actualmente
el mes de septiembre de ese año se mencionaba expre-
“Palacio Montagut”). Según el proyecto la obra consis-
samente “..el estado angustioso en que se encuentra el
tió en “Señalar rasante y elevar un piso”. Aunque estaba
erario municipal..”. Todo ello no facilitaba la labor del
firmado también por Font, en las torres gemelas cubier-
joven Beltrí.
46
tas de tejas vidriadas azules y verdes que servían como palomar, así como en la escalera interior, se adivina la
No obstante se realizaron en la ciudad ciertos trabajos
mano de Beltrí.
de relevancia proyectados y dirigidos por el arquitecto: alcantarillado del Ensanche del Rastro y de la calle Ancha
Como arquitecto municipal realizó numerosos trabajos
(actual c/ Gil de Federich), incluyendo el trazado de un
desde el mismo momento de su incorporación. Su ímpe-
plano de la ciudad para poder proceder a dichas obras;
tu juvenil (25 años recién cumplidos), y su afán por ayu-
trazado y ordenación de las calles de la Unión (actual c/
dar a la modernización de la ciudad, le empujaban a pre-
Teodor González Cabanes), Cambios (actual c/ dels Can-
sentar múltiples proyectos, muchas veces muy por enci-
vis), Constitución, de la Sangre (actual c/ de la Sang), San
ma de lo que el propio Ayuntamiento se podía permitir.
Blas (actual c/ Sant Blai), calles O (actual Rambla Felip
En una de las Actas Municipales de 1887 se hacía cons-
Pedrell) y Mayor del Ensanche de Remolinos y Plaza de
tar que:
Tetuán (actual Plaza de Mossén Sol, también conocida popularmente como del Rastre); construcción de aceras
"Si se tiene en cuenta la imposibilidad en que se encuen-
para la Plaza Nueva (actual c/ Bisbe Aznar Pueyo) y la
tra el Ayuntamiento para practicar ciertas obras que re-
calle Cambios; remodelación del Hospital Civil; mejoras
dunden a embellecer y mejorar notablemente el aspecto
en el Parque de Bomberos, Parque Municipal, Cárcel y
general de la población por la penuria que sufre el erario
Cementerio; proyecto de un Pabellón para Café en el
municipal, no hay necesidad de formular proyectos ni
Parque (finalmente no construido); fielato de consumos
hacer grandes trabajos de bufetes puesto que la misión
en el puente de “Cuatro Caminos”; construcción de un
del Arquitecto está reducida a inspecciones y vigilar las
puente en el Portalet y otro en el barranco de Remolinos;
obras que los particulares hayan de practicar y denunciar
desviación del barranco de Remolinos; construcción de
las que se realicen sin el competente permiso del Ayun-
una carretera desde la calle Berenguer IV a la ermita de
46
AHCTE Actas Municipales 1887 Pág. 123; 1889 Pág. 120-b y 207-b.
48
Nª Sª del Temple; deslinde de los límites de los munici-
de Roser, que posteriormente sería derruida y sustituida
pios de Roquetas y Tortosa; instalación de escalas Ebro-
en el margen derecho. Su construcción se inició en 1894
métricas en Mequinenza, Mora de Ebro y Tortosa...
en sustitución del puente de barcas incendiado el 4 de 50
julio de 1892 . En marzo de 1889 la Sociedad de Electricidad de Barcelona le encargó un estudio para la instalación del teléfo-
El desarrollo del Ensanche sería realizado posteriormen-
no en la ciudad, así como que realizara las gestiones per-
te entre 1900 y 1924, por Joan Abril i Guanyavents (1852-
47
tinentes para reunir un número suficiente de abonados .
1939), arquitecto autor de algunos de los edificios modernistas levantados posteriormente en la ciudad. Una
Pero el principal trabajo que va a realizar Víctor Beltrí
gran parte de lo construido en los Ensanches fue destrui-
durante su etapa como arquitecto municipal en esta ciu-
do en la Guerra Civil.
dad va a ser la ordenación de los Ensanches, que se con48
creta en su proyecto de 1890 , aunque en 1887 ya ha-
No obstante el hecho que durante esos años generó
bía realizado la ordenación del Ensanche del Puente y
mayor polémica en la ciudad fue el Mercado de Abastos.
49
del Arrabal de Jesús . Este proyecto quedó plasmado
Promovido por el Banco de Tortosa había empezado a
en el “Plano Industrial y Comercial de Tortosa. Reforma-
construirse, al parecer, según proyecto del propio Joan
do y adicionado por el arquitecto D. Víctor Beltri y Ro-
Abril . En plena construcción el edificio se había derrum-
queta” que imprimió ese mismo año Calvet y Compañía,
bado, por lo que el citado Banco había tenido que recu-
a una escala aproximada de 1: 2.500, y que se encuentra
rrir al ingeniero y profesor de la Escuela de Arquitectura
localizado en el archivo del “Centre Excurionista de Ca-
Juan Torras Guardiola para que volviera a levantarlo.
51
talunya”. En él se pueden observar, bien en fase inicial de construcción o simplemente proyectados, los Ensan-
En mayo de 1887 dicho Banco intenta que el Ayunta-
ches de Remolinos, del Temple y de Ferrerías, que se for-
miento recepcione provisionalmente el Mercado, a lo que
maría al unir los Arrabales de la Cruz y San Vicente, así
éste se niega acordando encargar a su arquitecto muni-
como la “Casa Nicolau” (señalada como “Audiencia-Juz-
cipal (Beltrí) "el estudio de las mejoras que en él pudie-
gados”) y el trazado del futuro puente del Estado. La
ran introducirse, aprobándose las modificaciones pro-
Jefatura de Obras Públicas había notificado su emplaza-
puestas después de haber sido aceptadas por el conce-
miento con fecha 7 de marzo de 1888, frente a la iglesia
sionario".
47 48 49 50 51 52
52
“El Correo de Tortosa” de 29 de marzo de 1889. Crónica General. M.A. Baila “La ciutat de Tortosa. Evolució de l’espai urbà”. 1999. AHCTE Actas Municipales 1887 Pág. 162-b; 1888 Pág. 2-b, 3, 3-b y 4 Comunicación personal de Carles Llupià Morales. Aunque a Abril le requirió el Ayuntamiento varias veces que entregara el proyecto original, al parecer nunca llegó a hacerlo. Correo de Tortosa de 1 de junio de 1887.
49
Tras múltiples polémicas decide proceder a la recepción de la obra siempre que el arquitecto municipal certifique "la solidez y seguridad del Mercado de Abastos", cosa que éste hace de forma concluyente en el mes de agos53
to
de ese año. Como consecuencia se aprueba su re-
cepción, decisión que es revocada posteriormente dadas las grandes diferencias existentes entre el proyecto original y la obra definitiva, que suponen un gasto muy superior a lo presupuestado.
Finalmente, en agosto de 1888 se recepciona de forma provisional, y tras los trabajos de medición, valoración y liquidación realizados por el arquitecto en el mes de no54
viembre, ésta se eleva a definitiva en febrero de 1889 .
La Calle Cervantes fue la avenida por excelencia del Ensanche que unía el núcleo principal con la estación de ferrocarril.
De forma inmediata, en marzo de 1889 se encarga al
EXTRAÍDA DEL LIBRO «IMATGES I RECORDS». TORTOSA». VIENA COLUMNA, BARCELONA 1997
arquitecto municipal a que proceda a efectuar obras de
COLECCIÓN JOSEP CURTO SUBIRATS
reparación y conservación. 55
Aunque es difícil demostrar
una intervención del re-
cién titulado Beltrí en esta obra, dada la sorprendente
fue difícil desde un principio, tal como queda reflejado
similitud existente entre dicho Mercado y el Matadero
en la Actas Municipales donde se hace constancia del
que unos años más tarde proyectaría en Gandía o el
"marcado antagonismo entre el delineante y el arquitec-
Mercado de La Unión, parece indiscutible adivinar su
to". Finalmente el ayudante fue despedido como conse-
56
mano, al menos en el diseño de la fachada . Dichos
cuencia de sus ausencias reiteradas, sin que fuera susti-
trabajos pudo realizarlos antes de ser nombrado arqui-
tuido por los motivos económicos anteriormente citados
tecto municipal en la época en la que intervino su profe-
"de manera que no tiene razón de ser haya en dicha
sor en la Escuela Juan Torras, o como consecuencia de
oficina un Auxiliar y un Delineante". Al año de ser nom-
las modificaciones de 1887 o de las reparaciones de 1889.
brado Beltrí solicita "que se le confiera en propiedad el 57
cargo así como un sueldo de 3.000 pesetas anuales" , En el aspecto laboral su relación con su ayudante Vaquer
53 54 55 56 57
lo que no sabemos si le fue concedido.
AHCTE Actas Municipales 1887 Pág. 111-b AHCTE Actas Municipales 1888 y 1889 El proyecto original está extraviado y en las colecciones de periódicos locales faltan la mayoría de los números de esas fechas. Ver fotografías comparativas. AHCTE Actas Municipales 1887 Págs. 86-b y 123; 1888 Págs. 56 bis
50
En 1889, contando ya con un empleo que parecía estable y una seguridad económica, Víctor y Teresa deciden casarse, contrayendo matrimonio el día 8 de junio en la 58
Parroquia de la Concepción de Barcelona .
El 20 de mayo de 1890 nace su primera hija Carmen. Apenas un mes más tarde, concretamente el 11 de junio, su hermano Julián canta su primera misa en la Iglesia de los Dolores, siendo sus padrinos Víctor y Teresa. Con posterioridad Julián fue destinado como coadjutor 59
al pueblo de Bot .
Los años durante los cuales Beltrí ejerció como arquitecto municipal fueron muy turbulentos desde el punto de vista político. Cánovas y Sagasta se alternaban sin solución de continuidad al frente del Gobierno de España, arrastrando en sus caídas a cargos políticos locales que, a su vez, arrastraban con ellos a todos sus equipos. El
Parroquia de la Concepción de Barcelona, donde contrajeron matrimonio Víctor y Teresa.
arquitecto fue una de las víctimas de estas turbulencias políticas. Así a mediados de 1890, y como consecuencia
así como suprimir la plaza de arquitecto municipal por-
de la llamada “crisis de la corazonada”, cae el gobierno
que “No hay fondos” . De esta forma el arquitecto se
liberal de Sagasta al que sustituye, como siempre, el con-
vio obligado a su vez a presentar la dimisión, que le fue
servador Cánovas. El 14 de julio de ese año dimite todo
aceptada el día 23 de julio . Apenas cinco meses más
el consistorio municipal encabezado por el alcalde D.
tarde, y ante las numerosas quejas recibidas por parte de
Enrique Tremoleda, al que sustituye D. Julio González
los vecinos, el Gobernador Civil se vio obligado a enviar
Caba. El nuevo equipo de Gobierno remodela completa-
a la ciudad a un delegado del Gobierno que procedió a
mente el Ayuntamiento tomando, entre otras, la deci-
relevar de sus cargos a todos los concejales y al propio
60
sión de cesar a numerosos funcionarios municipales ,
58 59 60
61
62
63
alcalde .
Expediente de matrimonio canónigo. “El Semanario de Tortosa” de 15 de junio de 1890. Pág. 191. Fueron cesados: el Visitador de Consumo, el Fiel del Matadero, el Director del Hospital, el Interventor del Mercado, el Médico Higienista, el Administrador de Consumo y el Depositario. El Arquitecto municipal presentó la dimisión. AHCTE Actas Municipales 20 de julio de 1890.
61 62 63
“El Orden” de 9 de noviembre de 1890. “El Semanario de Tortosa” nº 29 de 20 de julio de 1890. Pág. 229 y expediente de V. Beltrí existente en al Archivo Municipal de Gandía. AHCTE Actas Municipales de 13 de diciembre de 1890.
51
En septiembre de 1890 Víctor se traslada a vivir al piso principal del propio Edificio de la Audiencia y Juzgados. Allí mismo abre un despacho desde donde ejerce como 64
arquitecto, trabajo que alterna con el de agrimensor . De esta época destaca el trabajo realizado por encargo de la administración del Banco de Tortosa, consistente en un proyecto de construcciones de tipo económico destinadas a obreros.
Víctor era joven (28 años), estaba recién casado y acababa de nacer su hija. Estaba deseoso de ejercer su profesión. El ambiente de la ciudad no era el más propicio para el desarrollo de sus inquietudes artísticas, tal vez
Curioso recorte del periódico de Tortosa «El Orden» del 9 del 11 de 1890 en el que se hace referencia a la marcha del arquitecto a Gandía. LLUIS SALAMÓ BERTOMEU ARXIU HISTÒRIC DE LES TERRES DE L’EBRE - TORTOSA
demasiado avanzadas para la época. Por ello toma la decisión de abandonar Tortosa. La mencionada revista “La Zuda” decía textualmente en el artículo antes citado:“.. pero falto de ambiente para desarrollar sus iniciativas marchó a Cartagena (sic)”.
El 3 de octubre solicita la plaza de arquitecto municipal de la ciudad valenciana de Gandía, que en aquella época ya era un importante centro económico, cuya vacante había sido publicada pocas fechas antes. El día 20 de ese mismo mes es nombrado para el cargo, con un sueldo 65
anual de dos mil quinientas pesetas . Beltrí abandona su tierra natal y se traslada inmediatamente con su familia a ésta ciudad.
64 65
“El Semanario de Tortosa” nº 36 de 7 de septiembre de 1890. Pág. 280 y “El Orden” de 14 de septiembre 1890. AHCG Expediente de V. Beltrí.
CAPÍTULO V
Los años de Gandía (1890-1893)
54
Por aquellos años Gandía estaba en pleno crecimiento.
En marzo de ese año un tal Francisco Soler solicita que el
El ferrocarril estaba próximo a llegar y se pensaba en el
Consistorio le ceda unos terrenos para la construcción
futuro Ensanche de El Grao. A pesar de ello la ciudad
de una plaza de toros de madera, a lo que el Ayunta-
estaba falta de algunas infraestructuras básicas.
miento accede cediéndole de forma gratuita parte del terreno destinado inicialmente para el Mercado ya que,
Al llegar, Víctor, Teresa y la pequeña Carmen se instalan
según recogen las Actas Municipales:
66
en el número 2 de la calle de Alfaro , muy cerca de la futura estación de ferrocarril, tal vez para facilitar tanto
“..resulta como único sitio a propósito el cuadro de la
sus desplazamientos como los de sus familiares de Torto-
parte Sur del Mercado al por mayor de esta ciudad con
sa y Barcelona.
la unión al mismo de una hanegada y cuarenta y una brazas de terrenos colindante de los señores Vallier... por
Pronto el Ayuntamiento le encarga una serie de trabajos
todo lo cual propone que el Ayuntamiento acuerde ce-
importantes tales como el diseño del proyecto del En-
der sin remuneración alguna a D. Francisco Soler Oliver
67
sanche del Grao , una iglesia para el mismo barrio (que no llega a construirse)
68
y unos puestos laterales para el
el terreno indicado para que sobre él construya la plaza 69
de toros de madera” .
futuro Mercado Municipal. Esto significaba la imposibilidad de construir el Mercado En 1892 se le encarga que haga el proyecto completo
tal como estaba diseñado. El enfado del arquitecto de-
para la finalización del Mercado. Este trabajo, que se
bió de ser considerable. Entonces Víctor piensa en aban-
conserva integro en el Archivo Municipal, es magnífico,
donar su oficio solicitando ocupar una de las vacantes
muy en la línea del mercado que luego se construiría en
de la cátedra de modelado y vaciado en las Escuelas de
La Unión. Sus cálculos tuvieron que suponer un gran es-
Arte y Oficios de Alcoy, Almería, Béjar, Gijón, Logroño,
fuerzo para el arquitecto pues al ser la plaza irregular,
Santiago de Compostela o Vilanueva i la Geltrú . Al ar-
todos los pilares eran distintos al tener que soportar car-
quitecto no parecía, por lo visto, importarle el punto geo-
gas diferentes. Aunque el Ayuntamiento aprobó el pro-
gráfico. Lo que él quería era marcharse de la ciudad. Al
yecto presentado, acuerda posponer su construcción. La
ministerio correspondiente presentó Beltrí su programa
decisión municipal debió de suponer una gran decep-
de modelado y vaciado, en el que queda plasmado su
ción para el arquitecto.
idealismo y la importancia de la práctica decorativa en el
66 67
70
Padrón Municipal de 1891, Pág. 161. Aunque no hemos encontrado el proyecto original, existe una referencia a él y a su autoría, escrita de puño y letra del propio Beltrí, en un proyecto de casa para D. Manuel Quiles existente en el citado Archivo.
68 69 70
AHCG Plano CE-219. La Iglesia actual del Grao se levantó en los años 50. AHCG Actas Municipales de 16 de marzo de 1892. F. J. Pérez Rojas “Cartagena 1874-1936. Transformación urbana y arquitectura” Pág.416. Murcia, 1986.
55
campo de la arquitectura. Al parecer no obtuvo la plaza, o la rechazó ante el nuevo encargo que le hizo el consistorio: el Matadero Municipal.
Beltrí trabaja duramente en este proyecto realizando un excelente trabajo (tal vez contiene los mejores planos que se conservan del arquitecto), pero de nuevo se pospone su construcción. También se le encarga un nuevo proyecto para un edificio que agrupe unas Escuelas públicas y las oficinas de Correos y Telégrafos, que de nuevo es aprobado pero no construido. Años más tarde el arquitecto municipal D. Juan Manuel Cortina lo rescata y sin apenas tocarlo, salvo en su intento de reducir el presupuesto, lo presenta al Ayuntamiento que, aunque otra vez lo aprueba, tampoco llega nunca a levantarlo.
Meses después, en el pleno del Ayuntamiento de marzo de 1893, se presenta el siguiente decálogo de acciones que deben ejecutarse en Gandía de forma inmediata:
“..acciones inmediatas que deben ejecutarse de forma
Ayuntamiento de Gandía.
inmediata en una ciudad de la importancia de Gandía:
1) Dotación de aguas potables 2) Construcción de un nuevo cementerio 3) Matadero público 4) Lavadero público 5) Construcción de un edificio para correos y escuela pública 6) Expropiaciones para aperturas y ensanches de calles y plazas
Es decir se ignoraban todos los proyectos realizados hasta la fecha por el arquitecto municipal. Y como colofón le encargan un nuevo proyecto para colocar unas cubiertas de tela para unir los puestos laterales del mercado, como solución alternativa. Esto ya es demasiado para
7) Paseos públicos
Beltrí. En el siguiente pleno se da lectura a una carta
8) Construcción de un gran mercado central
enviada por el Arquitecto Municipal (no se dice nada sobre
9) Alcantarillado de la población
su contenido) y el 31 de marzo se nombra como sustitu-
10) Otros proyectos que puedan surgir”
to provisional al maestro de obras D. José Bru Izquierdo.
56
El arquitecto ha tomado la decisión definitiva de aban-
edificación no nacía de los grandes conceptos teóricos
donar la ciudad. A partir de ese momento comienza a
que había aprendido en la Escuela de Arquitectura, sino
aceptar cualquiera de los encargos particulares que se le
que eran los tallistas, escultores, ebanistas, forjadores y
ofrecen, ante la dura perspectiva de los próximos meses
otros artesanos los que elevaban a la arquitectura a la
en los que no va a trabajar. Entre las obras privadas que
categoría de arte; eran pues, las capas populares las que
realiza durante esta época hay que reseñar un par de
merecían la mayor formación y atención.
casas, cuatro reformas y una captación de aguas. El 5 de julio de 1893 presenta la dimisión “por motivos Parece que el motivo por el que no llegaron a construirse
de salud” después de haber abandonado la ciudad unos
prácticamente ninguno de los proyectos que realizó para
días antes, dimisión que le es aceptada el día 11 de ese
el Ayuntamiento fue el que eran muy caros y demasiado
mismo mes .
73
71
avanzados para los regidores de la villa . Como dice Jesús Alonso, responsable del Arxiu de Gandía, “Beltrí fue
En el certificado que se le expide se hace constar textual-
un hombre que se adelantó cincuenta años a su tiempo”.
mente:
De su paso por esta ciudad hemos de resaltar, además
“.. que vino desempeñando sin interrupción alguna, con
de su actividad constructiva, la labor pedagógica y so-
aplauso del vecindario en general,..... debiendo hacer
cial, ya que allí fundó las clases gratuitas de dibujo para
constar los infrainscritos, que este Muy ilustre Ayunta-
72
obreros . El arquitecto concede a la actividad artística
miento estimó en mucho los buenos servicios y vastos
un papel regeneracionista y básico en la formación de
conocimientos del Señor Beltrí del que aún se conserva
las capas populares, con lo cual aboga por la recupera-
grata memoria en esta Ciudad no sólo por los trabajos
ción y revitalización de la artesanía. El ambiente artesa-
técnicos que dejara sino también por su laboriosidad y
nal en el que se desarrolló su primera infancia en el taller
rectitud, aparte de que en el orden privado su conducta
de su padre, le llevó a darse cuenta de que el arte de la
fue intachable bajo todos los conceptos..”.
71 72 73
A. Vázquez “Miscelania: Josep Camarena. Capítulo: Los Arquitectos” Pág. 176. Gandía, 1997. F. J. Pérez Rojas “Cartagena 1874-1936. Transformación urbana y arquitectura” Pág.416. Murcia, 1986. AHCG Expediente de V. Beltrí.
57
Imagen antigua de la playa del Grao de Gandía. GARCÍA GARABELLA Y COMPAÑÍA. ZARAGOZA COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
C A P Í T U L O VI
Arquitecto de Hacienda en Murcia (1893-1895)
60
Aunque según la mayoría de los investigadores se ins-
Pedro Cerdán Martínez (1862– 1947), amigo con el que colaboró Beltrí, fue el otro gran arquitecto que trabajó en Murcia a finales del XIX y principios del XX.
taló directamente en Cartagena, en realidad pasó primero por la ciudad de Murcia, tras ganar una plaza como “Arquitecto Inspector técnico de la Hacienda de la pro74
vincia de Murcia, con categoría de Oficial de 3ª Clase” .
EXTRAÍDA DEL LIBRO DE DORA NICOLÁS «PEDRO CERDÁN»
De hecho firmó desde dicha ciudad la carta en la que
FAMILIA CERDÁN
presentaba su dimisión como Arquitecto Municipal de Gandía. en vista de antecedentes, y conforme al acuerdo último Al poco de llegar, concretamente el 21 de agosto de ese
sobre el particular, informen al Señor Alcalde y este eje-
mismo año, es nombrado Arquitecto de 1ª Clase en co-
cute desde luego lo que estimen convenientes a los inte-
misión. Tenemos constancia de su trabajo en las Actas
reses y derechos del Municipio”.
Capitulares del Ayuntamiento de Murcia de 4 de octubre y de 27 de noviembre de 1893 con motivo del aviso
Durante el curso de estas actuaciones conocería al que
comunicado sobre la instrucción de un expediente de
sería uno de sus grandes amigos, el arquitecto municipal
defraudación al Concejo “por resultar que el Teatro Ro-
Pedro Cerdán Martínez (1862–1947), que se encontra-
mea, con arreglo al contrato de arriendo, contribuye con
ba por esas fechas trabajando en la reforma del citado
menos cantidad de lo que le corresponde..”.
75
Posterior-
Teatro Romea.
mente en el pleno de 20 de diciembre de 1893 se da cuenta de la recepción de:
Además de esta faceta poco más sabemos de estos años. Aunque ignoramos si hizo algún proyecto de tipo parti76
“..otro comunicado fechado el catorce del actual del re-
cular , seguramente su cargo era incompatible con el
petido Administrador de Hacienda de la provincia con la
ejercicio libre de la profesión. Siendo una persona tan
que remite copia del recurso de alzada interpuesto por
inquieta y trabajadora es posible que colaborara con Pe-
el Inspector técnico de Hacienda D. Víctor Beltrí ante el
dro Cerdán. Aunque no hay constancia documental cree-
Tribunal Gubernativo del Ministerio, contra lo resuelto
mos que es muy posible que fuera así, concretamente
por la Junta Administrativa en diez y ocho de Noviembre
en algunas obras como la “Casa del Piñón” de la Unión
último en el expediente sobre ocultación de riqueza de
que se construyó por estas fechas. También pudo hacer-
las fincas del Teatro Romea notificando haber sido admi-
lo con su compañero de promoción Pedro García Faria,
tido dicho recurso y que el Ayuntamiento puede acudir
que durante esos años trabajaba en el proyecto de nue-
al citado Tribunal dentro de quince días, se acordó pase
vo plano de población de Murcia. De otra forma es difícil
a las Comisiones de Hacienda y Propios, unidas, para que
entender que las primeras obras que se le encargaran en
74
No podemos precisar la fecha de este nombramiento pues, curiosamente, en su expediente figura que éste se produce con fecha “24 de Murcia (sic) de 1893”, aunque probablemente fuera el mismo mes de julio.
75 76
A. Crespo “El Teatro Romea de Murcia en el siglo XIX” Pág. 327 Murcia, 2001. (Comunicación personal de F. J. Ródenas Rozas). Es muy probable que nunca se sepa, ya que en el Archivo Municipal de Murcia reina un auténtico caos en lo referente a esos años, siendo imposible encontrar ni un solo proyecto presentado al consistorio durante esa época.
61
Cartagena fueran de la envergadura de la “Casa Cer-
D. Justo Aznar y Butigieg político promotor del Ensanche de Cartagena.
vantes”, de la reforma del Casino o de la mismísima Catedral, si no hubiera realizado con anterioridad ningún
EXTRAÍDA DEL LIBRO DE F. J. PÉREZ ROJAS «CARTAGENA 1874-1936. TRANSFORMACIÓN URBANA Y ARQUITECTURA»
trabajo en la provincia de Murcia. De hecho, entre su último trabajo “oficial” en Gandía y la “Casa Cervantes” transcurrieron cuatro años. Parece que en 1894 todavía residía en la ciudad, concre-
del Ensanche a la ciudad de Cartagena por motivos de
tamente en la calle Rocamora. Así es citado por el propio
salud pública y “humanidad”. Hemos de recordar que
Pedro Cerdán, quien lo afirma con motivo de un litigio
desde hacía siglos la laguna interior del Armarjal había
con el maestro de obras José Gallego Bernal, a propósito
sido causante de terribles epidemias de malaria, fiebre
de la construcción de un panteón en el cementerio de
amarilla, tifus y cólera tanto entre la población civil, como
77
Nuestro Padre Jesús Nazareno .
entre las tropas acuarteladas en la ciudad. Uno de los puntos fundamentales de este proyecto incluía la dese-
Por aquella época el citado arquitecto e ingeniero García
cación de dicha laguna. El 21 de marzo de 1895 se apro-
Faria, también estaba trabajando con el arquitecto car-
baba la Ley especial por la que se creaba la Comisión de
tagenero Francisco de Paula Oliver Rolandi (1861-1915)
Ensanche y Saneamiento de Cartagena.
(al que también habría conocido Beltrí en la Escuela de Arquitectura de Barcelona), en el proyecto de El Ensan-
Es posible que Beltrí tuviera conocimiento por los pro-
che de Cartagena. En diciembre de 1894 habían pro-
pios García Faria y Oliver, de estos trabajos y de las posi-
puesto al Ayuntamiento de esta ciudad la realización de
bilidades que se le brindarían al aunarse en Cartagena la
dicho trabajo, lo que éste aprobó sugiriendo que se in-
necesidad de reconstruir la ciudad devastada tras la Gue-
corporara al equipo redactor el coronel de ingenieros Fran-
rra del Cantón, con el auge que estaba experimentando
cisco de Paula Ramos Bascuñana que había sido miem-
la minería en la zona y la necesidad de levantar el futuro
bro activo de la Junta de Saneamiento de Cartagena.
Ensanche.
El 26 de julio de 1892 el gobierno había aprobado las
Hasta entonces Víctor apenas ha desarrollado trabajos
disposiciones pertinentes para que se pudiera realizar el
importantes como arquitecto. Es joven, tiene 33 años, y
Ensanche de Madrid, que luego se haría extensible a
se encuentra en plena madurez artística. Así es que en
Barcelona. Tras una intervención en las Cortes del políti-
1895, probablemente coincidiendo con su nombramiento
co cartagenero D. Justo Aznar y Butigieg (1849-1915) el
como Oficial de 2ª Clase
19 de diciembre de 1894, fue aprobada la ampliación
77 78 79
78
se traslada a vivir a Cartage-
79
na .
D. Nicolás “Arquitectura y arquitectos del siglo XIX en Murcia” Pág. 154, Murcia 1993. Nombrado con fecha 17 de octubre de 1895. Expediente de V. Beltrí en el Ministerio de Hacienda. AMC Padrón Municipal de 1930. Libro 211 tomo 2 Folio 52. En el se hace constar que tanto él, como su mujer, residen en Cartagena desde hace 35 años.
C A P Í T U L O VII
Al fin en Cartagena. La etapa modernista (1895-1917)
64
En estos momentos Cartagena era una ciudad en plena
El edificio destaca por la impresión de dinamismo que
reconstrucción tras la sublevación cantonal, con una eco-
imprimen los motivos decorativos y, especialmente, las
nomía floreciente y vida social muy intensa, marcada por
columnillas y zapatas curvas que están concentradas en
un lado por su condición de Departamento Marítimo del
las cornisas. En la planta baja se puede hablar de una
Mediterráneo, lo que le confería un ambiente castrense
elaboración arquitectónica clásica. La fachada, que in-
a todos los niveles, y por otro, por la burguesía adinera-
corpora miradores blancos de madera en los extremos,
da surgida como consecuencia del auge experimentado
es eminentemente simbólica
en estos momentos por la industria minera. Los diversos motivos ornamentales de los guardapolvos, Al llegar a la ciudad, parece ser que Víctor y su familia se
embocaduras y dinteles, especialmente en sus detalles
instalaron en una casa de la Plaza del Rey, situada frente
florales y vegetales, son completamente modernistas. El
al antiguo Teatro Principal. No sabemos nada de su acti-
conjunto de la fachada es de un cuidadísimo diseño y
vidad durante los años 1895 y 1896, pero suponemos
una exquisita ejecución en la que intervienen, conjunta-
que seguiría colaborando con Cerdán. El 28 de febrero
mente con el arquitecto, magníficos marmolistas, car-
de 1897 Beltrí abandona su puesto de Arquitecto Pro-
pinteros y orfebres, dentro del más puro espíritu moder-
80
vincial de Hacienda , probablemente como consecuen-
nista, que propugnaba la integración de todas las artes
cia del importante encargo que le hizo el rico propietario
aplicadas.
minero D. Serafín Cervantes, para la construcción de su nueva y lujosa residencia, obras que se prolongaron has-
El éxito indiscutible de la “Casa Cervantes” le sirvió al
ta 1900.
arquitecto para abrirle definitivamente las puertas de la fama en Cartagena. También llamó la atención fuera de
La “Casa Cervantes” está en el punto más visible de la
esta ciudad, siendo reproducido con elogios en el núme-
calle Mayor, que por entonces era la principal arteria de
ro 101, de 5 de mayo de 1901, de “Arquitectura y Cons-
la ciudad, ya que aprovecha un ligero recodo que hace la
trucción”, que en aquellos momentos era la más presti-
calle.
giosa revista especializada que se editaba en España.
Es una de las primeras y más importantes muestras del
Mientras está construyendo la “Casa Cervantes” se le
modernismo arquitectónico en Cartagena, y en él se com-
encarga la reforma del Casino de la ciudad, situado en la
binan la naturaleza barroca y escultórica con el expreso
misma calle. Víctor Beltrí conjuntamente con el decora-
deseo de evocar la importancia del emplazamiento y la
dor Rafael Amaré, iniciaron unas profundas reformas de
adopción de un nuevo lenguaje iconográfico en los ele-
estilo modernista. Este último realizó las decoraciones
mentos decorativos.
de la escalera y el arquitecto dirigió la remodelación ar-
80
Algunas fuentes de la familia señalan como principal motivo el que se aburriera con este tipo de trabajo, eminentemente burocrático.
65
quitectónica del local. Con posterioridad (1919) también realizó la reforma de la fachada trasera.
En abril de 1898 el rico minero D. Camilo Aguirre y Alday solicitó licencia de obra para derribar una casa que 81
poseía en el número 10 la Plaza de la Constitución , con objeto de poder levantar un nuevo y lujoso edificio. Para ello encargó el trabajo a Beltrí, que había adquirido gran fama con la reforma del Casino y con la obra que estaba realizando para la familia Cervantes. Vista de Cartagena desde el mar en 1895.
El 20 de junio de 1898, mientras está trabajando en este
ALCARAZ COMIC LIBRERÍA
nuevo encargo, el arquitecto recibe la fatal noticia del 82
fallecimiento de su padre en Tortosa .
El arquitecto realizó para el “Palacio Aguirre” varios pro83
profusamente decoradas con motivos cerámicos de aire
antes del definitivo. Aún así, éste fue modifica-
rococó, y con abejas en la torre, símbolo de laboriosidad.
do a su vez durante su construcción. Es una buena mues-
El empleo de palmetas y flores le dan un aire ligeramen-
tra de como a Beltrí le gustaba improvisar sobre la mar-
te oriental.
yectos
cha, hasta que el resultado final era de su agrado. Ubicado en la esquina que formaban la citada Plaza y la calle
El “Palacio Aguirre” es de perfecto acabado hasta en el
de San Diego, es uno de los más bellos edificios moder-
más mínimo detalle, tanto exterior como interiormente.
nistas de la ciudad y una de sus obras maestras.
Digna de resaltar también es la integración en él de todas las artes decorativas: cristaleros, pintores, carpinte-
Beltrí aprovechó el emplazamiento de extraordinarias
ros, cerrajeros, ceramistas... El edificio dio a Cartagena
posibilidades visuales y levantó, en la misma esquina, una
un aire de modernidad acorde con el nivel de la rica bur-
sobresaliente torre, rematada por una brillante cúpula,
guesía minera, convirtiéndose desde su construcción en
que sirve para salvar la transición entre los dos frentes
uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
del edificio, adornada con un mirador a la altura del primer piso. A partir de esta torre se despliegan sendas fa-
En junio de 1899 comienza las obras del Colegio del Pa-
chadas que dan a las dos calles. Dichas fachadas están
tronato del Sagrado Corazón de Jesús que le había sido
81 82 83
Actualmente Plaza de la Merced. “El Semanario de Tortosa” de 20 de junio de 1898. En el Archivo Municipal de Cartagena (AMC) existen los planos enmarcados de dos proyectos diferentes del mismo edificio.
66
encargado por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul.
El 28 de julio de ese mismo año se convocan Juegos Florales en Murcia. El Premio de Arquitectura, ofrecido por el Gobernador Civil de la provincia D. Juan Campoy, se otorgará al “Proyecto para la construcción de un Asilo de Inválidos” presentado bajo el seudónimo “Adelante siempre” (titulo que define perfectamente su personali84
dad), bajo el cual se ocultaba el nombre del arquitecto .
Ese mismo año se le encarga la reconstrucción de la Ca-
Vista panorámica de La Unión.
85
tedral de Santa María la Vieja . Tradicionalmente se la
FOTOTIPIA THOMAS, BARCELONA
ha considerado como una fundación del Apóstol Santia-
COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
go hacia la mitad del siglo I d. C., aunque la realidad es que se desconoce con exactitud la fecha de su construcción. Sí se sabe que fue reconstruida en el siglo XIII tras la reconquista de la ciudad en 1245. Bombardeada du-
va construcción en la que se englobaron algunas capillas
rante la guerra civil del Cantón, fue restaurada de nuevo
barrocas y la torre. En 1904 añadió la Casa Parroquial y
en 1876 y en 1879, aunque todas estas obras fueron
en 1915 realizó una nueva puerta de acceso a la Cate-
insuficientes: la falta de solidez de los pilares, su situa-
dral.
ción y el excesivo peso de la techumbre reclamaban una gran obra. El actual aspecto del edificio se lo proporcio-
En 1900 se presentó al concurso de la Exposición Mur-
naron los trabajos dirigidos por Beltrí, que se prolonga-
ciana, obteniendo una medalla de plata . Ese año reali-
ron hasta 1904.
za la reforma del edificio del Círculo Militar (derribado) y
86
el proyecto de “Villa Calamarí” para el que fuera gerenLa reconstrucción consistió básicamente en una fachada
te de la fábrica de explosivos “Franco-Española”, D. Ca-
exterior de estilo neorrománico y el interior goticista con
milo Calamarí. Pero sin duda la obra más importante que
ángeles modernistas en los capiteles y columnas. Más
durante esos meses es el proyecto del Mercado de Abas-
que de una reconstrucción se podría hablar de una nue-
tos de La Unión.
84 85 86
D. Nicolás “Arquitectura y arquitectos el siglo XIX en Murcia” Pág. 154-155. M. y N. Estrada “Guía de Cartagena 1902” Pág. 28. F. J. Pérez Rojas “ Cartagena 1874-1936”. Pág. 416.
67
Era un momento caracterizado por un gran auge econó-
Los trabajos se desarrollaron entre 1903 y 1907, siendo
mico del municipio gracias a la minería. Ya para enton-
finalmente inaugurado el Mercado en 1908. Este edifi-
ces La Unión era, tras Murcia, Cartagena y Lorca, el cuar-
cio es una de las joyas de la arquitectura de la región y
to núcleo más poblado de la provincia. En el Ayunta-
uno de los mejores edificios de Beltrí, construido de acuer-
miento de esta ciudad circulaban aires de modernidad.
do con las exigencias técnicas de los nuevos materiales,
Así el “ilustrado” gobierno local inspirado por su alcalde
el vidrio y el hierro, en el auge de la arquitectura moder-
D. Jacinto Conesa García había comenzado a aplicar un
nista.
amplio plan de reformas con un triple objetivo: mejora de los factores de “transito, higiene y ornato” en la ciu-
En el edificio se conjugan la utilización de materiales tra-
dad.
dicionales y modernos. El hierro se empleó, sobre todo, en el interior, aprovechándose para cubrir amplios espa-
En 1899 se planeó de forma definitiva construir un nue-
cios, manteniendo la limpieza del edificio y evitando obs-
vo Mercado, que sustituyera al antiguo que era clara-
táculos. Las columnas, con arriostramientos de cercha,
mente anticuado e insuficiente, dentro de un plan de
son muy esbeltas y consiguen un efecto de amplitud y
mejoras urbanas elaborado por el arquitecto Pedro Cer-
diafanidad asombrosas. También sorprenden las excelen-
dán Martínez, tras varias tentativas anteriores infructuo-
tes soluciones arquitectónicas adoptadas para poder apro-
sas.
vechar al máximo todas los rincones del edificio.
Después de una gran polémica sobre su ubicación, final-
El 17 de Agosto de 1901 se publicó un Real Decreto del
mente, y por acuerdo municipal del 11 de mayo de 1901,
Ministerio de Educación Pública y Bellas Artes que en su
se aprueba su construcción en los terrenos de D. Francisco Rentero, según el proyecto que éste adjuntaba elabo87
rado por Beltrí, en detrimento del de Cerdán.
Sin embargo Beltrí no dirigió la obra, tal vez por la cantidad de trabajos que tenía en Cartagena, o por la lejanía de La Unión (no debemos olvidar que en esa época los desplazamientos no tenían nada que ver con los de ahora). Finalmente fue el propio Pedro Cerdán el encargado de su dirección respetando en gran medida el proyecto original, aunque introdujo algunos cambios.
87
F.J. Ródenas "Yo, el Mercado" La Unión, 1991.
Jacinto Conesa García, alcalde ilustrado de La Unión, promotor entre otras obras del Mercado. ÁNGEL MARTÍNEZ MARTÍNEZ. EXTRAÍDA DEL LIBRO DE M. MUELAS Y J. ROCA DORDA «LA UNIÓN EN EL RECUERDO» CRUZ ROJA DE LA UNIÓN
68
ambos centros, Escuela Superior y Elemental, se refun88
dieron en uno. .
A finales de ese año recibe la triste noticia del fallecimiento de su hermano Ignacio a los 29 años de edad, como consecuencia de una “tisis pulmonar”.
En 1902 vivía en el número 28 (anteriormente número 89
14) de la calle Santa Florentina , donde el despacho del Edificio de las Escuelas de Industria o del Trabajo, al final de la Alameda, donde Beltrí ejerció como profesor de dibujo.
arquitecto ocupaba la planta primera, la familia vivía en la segunda y el ama de su hijo José Luís ocupaba la terce-
EXTRAÍDA DE LA PÁGINA WEB DEL I.E.S. «POLITÉCNICO DE CARTAGENA»
ra.
En 1904 le tocó la lotería y decidió construirse un HoteArt. 49 creaba una serie de centros con la denominación
lito, hoy derribado, en el nº 10 del Paseo de Alfonso XIII.
genérica de Escuelas Superiores de Industria con el ex-
Las obras se prolongaron dos años, trasladándose a vivir
clusivo fin de “crear una clase intermedia entre el inge-
allí a su finalización, siendo una de las primeras familias
niero que dirige y el obrero manual que obedece”. Un
en establecerse en El Ensanche.
año más tarde, a instancia del alcalde Ángel Bruna Egea y a expensas del Ayuntamiento, se aprueba la instala-
Durante la primera mitad de la década del nuevo siglo
ción de una Escuela Municipal Elemental de Industrias
realiza múltiples trabajos destacando entre ellos “Torre
en Cartagena, dependiente de la Universidad de Valen-
Catá”, el “Huerto de las Bolas” para la familia Llagoste-
cia. Comenzaron los estudios el curso 1902/1903, dedi-
ra, el Edificio “Dorda Bofarull” y otro proyecto de Mer-
cándose inicialmente como locales para el centro los de
cado Público realizado conjuntamente con el arquitecto
la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Desde
Tomás Rico (1851-1911) que finalmente no llegó a cons-
su comienzo Beltrí, siguiendo la tradición familiar, fue
truirse.
profesor titular de “Dibujo Geométrico e Industrial” en dicha Escuela, siendo su auxiliar el pintor Francisco Por-
1905 y 1906 van a ser igualmente años muy producti-
tela, con el que colaboraría también en diversos ocasio-
vos. Va a realizar entre otros: el Almacén de la Sociedad
nes (Círculo Militar, Real Club de Regatas..). En 1907
“El Día”, el Edificio del nº 24 de la c/ San Francisco, la
88 89
F. J. Pérez Rojas “ Cartagena 1874-1936”. Pág. 416, Archivo de la Cátedra Gaudí y página web del I.E.S. “Politécnico de Cartagena”. M. y N. Estrada “Guía de Cartagena”. Pág. 35
69
“Casa Cortés” en La Unión, el Edificio del nº 14 de Puer-
trucción fue un gran acontecimiento, siendo desde en-
tas de Murcia, la reforma de la fachada de la Iglesia de
tonces uno de los edificios más importantes de la ciu-
San Diego y el Edificio Alessón. Pero lo más importante
dad. Esta obra marcó de forma definitiva a Beltrí quien a
de su obra está por llegar.
partir de este momento utilizó profusamente el trenca91
dís , la piedra rústica y los piñones rococós. Por entonces el rico minero y terrateniente D. José Maestre Pérez (1866-1933) había decidió construirse una man-
En 1908 el arquitecto, que se encuentra en plena madu-
sión aún más deslumbrante y lujosa que las que habían
rez artística y profesional, recibe el encargo de reforma
construido hacia poco D. Serafín Cervantes y D. Camilo
del edificio que la rica familia minera Dorda poseía en la
Aguirre, en su solar de su propiedad en la Plaza de Vala-
calle del Carmen de Cartagena. Este edificio de monu-
90
rino Tagores . Para ello encargó, no se sabe muy bien
mental fachada articulada en cuatro cuerpos y once ejes,
por qué motivo, un proyecto al arquitecto ilicitano Mar-
es una de sus obras más importantes. La decoración de
celiano Coquillat Llofriu (1865-1924), que en aquella
la fachada es de inspiración barroca, rematándose con
época estaba establecido en Barcelona. Este diseñó, tal
superficies curvas adornadas con grandes molduras y
vez por expreso deseo del propietario, un edificio inspi-
motivos florales, muy próxima a la de los edificios barro-
rado en la “Casa Calvet” de Gaudí.
cos modernistas que jalonan la Gran Vía de Barcelona. Todos los detalles del interior, desde puertas a pinturas
En 1906 Maestre encargó a Víctor Beltrí la dirección de
decorativas, de techos a llamadores, son de estilo com-
la obra, tal vez por el conocimiento que este tenía de la
pletamente modernista.
obra de Gaudí, o por el indudable éxito que habían tenido sus anteriores obras.
Aunque Beltrí respeta en gran parte el proyecto original, en la “Casa Maestre” consigue realizar una de sus mejores aportaciones a la integración en un edificio de todas las artes aplicadas dentro del más puro concepto modernista de obra global. Así se pueden observar los magníficos trabajos de carpinteros, orfebres, cristaleros, pintores y otros artesanos en puertas, rejas, tiradores, vidirieras, artesonados.., que hacen que esta casa sea una de las obras maestras del modernismo cartagenero. Su cons-
90 91
Actualmente Plaza de San Francisco. Arte de decorar con trozos de azulejos, muy característico del modernismo.
José Maestre Pérez (1866-1933) fotografiado hacia 1925 en un viaje a Egipto. ARCHIVO MUNICIPAL DE LA UNIÓN
70
Pero quizá lo más singular de esta construcción sea pre-
Miguel Zapata Hernández (1879-1912) fotografiado en Londres hacia 1905.
cisamente el suntuoso patio interior de estilo arábigo español, inspirado en las portadas de la Mezquita de
EMBERSON
Córdoba o de la Aljafería de Zaragoza, siendo las colum-
COLECCIÓN ILUMINADA BELTRÁN
nillas neonazaritas con arcos de herradura y muros de singular decoración geométrica de azulejos.
En 1909 D. Miguel Zapata Hernández (1879-1912) encarga a Beltrí el proyecto para la construcción de una casa en El Ensanche, que pase a ser su nueva residencia una vez que contraiga matrimonio con una joven perte92
neciente a la más alta nobleza de España . Los Zapata, también emparentados con los Maestre, eran una de las
coración de la fachada en la que se trató de unir arqui-
familias mineras más ricas de La Unión. Entre otras pro-
tectura y naturaleza a través del jardín, hoy muy modifi-
piedades poseía las minas “La Purísima Concepción” y
cado, que rodeaba la edificación.
“La Orcelitana” en Portmán, siendo esta última una de las pocas que continuaron trabajando durante la crisis
Construido en 1910 destaca en la fachada el pórtico que
minera.
da lugar a una terraza en el primer piso y la torre almenada. Torreones medievales, arcos trilobulados, delga-
El lugar elegido era un sitio privilegiado. Se trataba de
das columnillas, tejadillos apuntados, escudo nobiliario..,
una manzana completa situada en el punto de confluen-
le dan un aire gótico muy vinculado con la escuela mo-
93
cia de El Ensanche y El Recinto . Los Zapata querían un
dernista catalana a la que pertenecía Beltrí.
edificio diferente y acorde con su categoría social: independiente, rodeado de jardines, lujoso y único, para que
También es singular la reja que cierra el conjunto, reali-
fuera la admiración de propios y extraños. Víctor tuvo
zada en hierro forjado con formas geométricas que jun-
aquí la posibilidad de desarrollar todo su genio y realizar
to a los muros, construidos como todo el edificio con
una de sus mejores obras, consiguiendo una edificio que
piedra procedente del derribo de la muralla, dan lugar a
aún hoy en día maravilla tanto exterior como interior-
un gran juego de líneas curvas, que recuerdan a Gaudí y
mente.
a Otto Wagner.
La “Casa Zapata” es una de las obras del arquitecto donde
Pero si el exterior es magnífico, no lo es menos el inte-
más se puede apreciar la influencia gaudinista en la de-
rior. Tras franquear la espléndida puerta de acceso a la
92 93
Concepción Echevarría y Carvajal (1888-1915), Marquesa de Villalba de los Llanos. M. Muelas y J. Roca “La Unión en el recuerdo”. Pág. 112. Actualmente Plaza de España.
71
vivienda se penetra en un amplío vestíbulo, decorado en
año siguiente con una concurrida fiesta social a la que
sus paredes con bajorrelieves de mármol que represen-
no pudo asistir el rey Alfonso XIII, presidente honorario
tan diversas flores, del que arranca la escalera de már-
del Club e impulsor de la obra. El edificio era una de las
mol con una preciosa barandilla modernista decorada
obras de Beltrí resuelta con mayor gracia, dentro de un
también con motivos vegetales, que representan repeti-
modernismo rococó. Lo más original del edificio lo cons-
damente la letra “Z” del apellido Zapata.
tituía su voluntad de apertura hacia el exterior, algo que el diseñador solucionó a base de grandes ventanales en
A través de dicho vestíbulo se accede a un increíble patio
la planta baja y un balcón corrido en la superior.
central, que es otra evocación de un pasado medieval, construido en estilo neonazarí a base de yeso pintado y
En 1909 su amigo Tomás Rico, que por aquel entonces
columnas de fundición. Una gran vidriera polícroma cu-
era el Arquitecto municipal, había realizado para D. Ce-
bre la claraboya, dando al patio una sugerente y alegre
lestino Martínez Vidal (1858-1911), rico industrial, mi-
luminosidad.
nero y terrateniente, un proyecto para la construcción de su residencia en Cartagena. En plenas obras, el 3 de
No podemos dejar de destacar, una vez más, el magnífi-
enero de 1911 se produjo el fallecimiento del propieta-
co trabajo de los múltiples artesanos: vidrieros, escayo-
rio y apenas unos días más tarde, concretamente el 21
listas, herreros, tallistas, carpinteros.., que intervinieron
de febrero, la del propio Rico. Meses más tarde los hijos
en la obra.
de Martínez encargaron a Beltrí la finalización de las obras, pero ahora con la intención de que la casa se convirtiera
En julio de 1910 el propio arquitecto presenta una solici-
en Hotel, prolongándose los trabajos hasta 1916, fecha
tud para construir “una pequeña villa u hotel” en un so-
en la que fue inaugurado .
94
lar de su propiedad, lindante con su vivienda del Ensanche. En este proyecto diseña una casa de cierta impor-
Aunque no se sabe a ciencia cierta hasta donde llegó el
tancia que ocupaba el chaflán que formaban el Paseo de
trabajo de Rico, parece que en las dos primeras plantas
Alfonso XIII y la calle nº 16. De dos plantas, incluía un
se aprecia el estilo de sus obras. A partir de ahí es indu-
jardín en la parte posterior. Aunque creemos que este
dable el trabajo de Beltrí, pero sin observarse una clara
hotel fue construido, ignoramos si el arquitecto, o al-
ruptura entre los trabajos de los dos arquitectos, consi-
guien de su familia, alguna vez lo habitó.
guiendo de esta manera una coherente integración.
En 1911 proyecta el antiguo edificio del Real Club de
El “Gran Hotel” tal vez es la obra mejor y más represen-
Regatas. Situado en uno de los extremos del muelle, jun-
tativa del modernismo en Cartagena y en la Región de
to a la dársena de botes, fue inaugurado oficialmente al
Murcia, y probablemente la obra maestra del arquitecto.
94
F. J. Pérez Rojas “ Cartagena 1874-1936”. Pág. 436 y comunicación personal de Javier Alcantud.
72
Lo que más destaca en este imponente edificio de seis
una gran profusión artesanal integrada dentro del mejor
plantas es su acertada inserción en la trama urbana de la
espíritu modernista.
ciudad, siendo uno de los puntos arquitectónicos de referencia en el paisaje cartagenero, elevándose dominan-
En 1913 recibe el encargo del rico minero D. Miguel Za-
te sobre el resto de edificios de su entorno. A ello ayuda-
pata Sáez (1841-1918) , para que construya su man-
ba su ubicación en una esquina muy cerrada, donde el
sión en un solar de su propiedad de la localidad costera
edificio emerge con su rotonda rematada con una her-
de Portmán, pedanía de La Unión. La “Casa del Tío Lobo”,
mosa cúpula, como la proa de un barco gigante.
sobrenombre con que se conocía a su propietario, perte-
95
nece a la tradición local de las construcciones de La Unión. El edificio se caracteriza por su gran verticalidad y su abi-
Pero sin duda la mayor nota de exotismo del edificio es
garrada decoración con motivos florales, guirnaldas y flo-
el templete en la esquina del edificio, rematado por una
res talladas en piedra, en cuyo modelado participó per-
cúpula de cinc con forma de bulbo, que le da un cierto
sonalmente. Probablemente debió de ser el edificio que
aire colonial.
más trabajo le dio al arquitecto en toda su vida profesional.
A mediados de la década de los años diez, se agrava la crisis de la minería como consecuencia de la Guerra Mun-
En él, Beltrí hace un alarde de barroquismo decorativo,
dial, produciéndose un descenso en el índice constructi-
demostrando, a manera de síntesis, su capacidad liber-
vo de la zona. En 1914 Víctor solicita la vacante de pro-
taria al hacer arquitectura reuniendo en la obra lo fran-
fesor de dibujo artístico en la Escuela de Artes y Oficios
cés, lo italiano y lo austríaco, el ladrillo y la piedra, con
de Barcelona, puesto que parece ser no obtuvo, o si lo consiguió renunció a la plaza, pues continuó ejerciendo 96
en Cartagena . Por la insistencia con que solicitó éste tipo de puestos, parece desprenderse una preferencia Celestino Martínez Vidal (18581911) fotografiado en París en 1905.
hacia el dibujo y el moldeado, casi similar a la profesión
COLECCIÓN JAVIER ALCANTUD
Beltrí desde su infancia y la carrera de arquitecto fuera
de arquitecto. Quizá esa fuera la verdadera vocación de
sólo una sólida garantía.
En 1915 fallece Francisco de Paula Oliver que había sido nombrado Arquitecto Municipal en 1911 en sustitución de Tomás Rico. En 1916, coincidiendo con la victoria elec-
95 96
Padre de D. Miguel Zapata Hernández, propietario de la ya mencionada “Casa Zapata” de Cartagena. F. J. Pérez Rojas “ Cartagena 1874-1936”. Pág.417.
73
toral de los liberales, y ante la general sorpresa de la profesión, Lorenzo Ros y Costa (1890-1988), que apenas
Miguel Zapata Sáez "Tío Lobo" (1841-1918) retratado hacia 1910.
hacía tres años que había terminado la carrera y acababa E. COSTA
de llegar ese año a Cartagena, es nombrado para ocu-
COLECCIÓN ILUMINADA BELTRÁN
par la plaza vacante en el Ayuntamiento. Todo el mundo esperaba que el elegido hubiese sido Beltrí.
A pesar de este hecho, que sin duda debió influirle de forma negativa, siguió siendo el arquitecto predilecto de la ciudad hasta los años veinte, cuando el propio Lorenzo Ros desde su influyente puesto, empezó a desplazar97
realizado en ella le encargaron hacia 1916 la reconstruc-
lo entre la burguesía local .
ción de un edificio de su propiedad en la calle Mayor. Durante esos años realiza entre otras muchas obras: un 98
(finalmente no cons-
La obra constituye, en palabras de Pérez Rojas: “sin nin-
truido), la Cooperativa “La Conciliación”, la “Fundición
guna duda, el edificio con la fachada más original y her-
Frigard” y el Edificio del número 19 de la calle del Car-
mosa de la arquitectura murciana del siglo XX”. En efec-
men. Pero en esos años hay dos obras que destacan so-
to, lo más interesante de la construcción es, sin duda, su
bre las demás: la “Casa Llagostera” y la “Casa del Niño”.
extraordinaria fachada que aplica el tradicional esquema
magnífico proyecto de Mercado
cartagenero compuesto por balcones centrales y miraLos Llagostera eran una familia de comerciantes de ori-
dores laterales. La característica que hace singular a este
gen catalán instalados en Cartagena. En este caso su
edificio es su decoración a base de cerámica pintada,
enriquecimiento estaría relacionado con el que experi-
obra del ceramista y pintor Gaspar Polo.
mentó la burguesía comercial en la época de la Gran Guerra, cuando ya la minería había entrado en una fase
En 1906 se firmó por parte del Gobierno de España una
de decadencia.
real Orden por la que se creaba la Junta de Protección a la Infancia, cuya misión era acudir en ayuda de los niños
También eran propietarios de una villa conocida como el
cuyas familias estuvieron en tan precaria situación eco-
“Huerto de las Bolas” que había sido construida hacía
nómica que la comida diaria les constituyera un gran pro-
unos años por el arquitecto. Satisfechos con el trabajo
blema a nivel social, familiar, e incluso humano. La Junta
97
No compartimos la tesis de F. J. Pérez Rojas sobre la posible enemistad existente entre ambos profesionales, ya que además de trabajar juntos en varias ocasiones, presentaron comunicaciones conjuntas a un Congreso de Arquitectos, promovieron conjuntamente la creación del Colegio de Arquitectos de Murcia e incluso Ros fue testigo en la boda de su hijo Guillermo.
98
“Revista La Zuda” nº 72 de 31 de octubre de 1915 Pág. 201.
74
se estableció en primer lugar en una casa de la calle de
El conjunto de las edificaciones fue construido entre ese
los Cuatro Santos. Allí se abrió una cantina o comedor
año y 1929. Según se iban añadiendo nuevos pabello-
escolar. La obra social del Comedor Escolar arraigó pro-
nes, así aumentaban las actividades del centro. La casi
fundamente en Cartagena y pronto empezó a madurar
totalidad de los edificios son obra de Beltrí, salvo las Es-
la idea de edificar un local donde los niños más desfavo-
cuelas que las proyectó Lorenzo Ros siguiendo las líneas
recidos por la fortuna pudieran recibir cuidados físicos y
estilísticas marcadas por el resto de edificaciones.
espirituales. Así fue como se pensó en crear la “Casa del Niño”.
La “Casa del Niño” es una de las más bellas obras del arquitecto dentro del estilo vienés, haciendo en ella una
Su construcción data de 1917, fecha en la que la prensa
de sus apuestas más atrevidas, reelaborando de una for-
aludía frecuentemente a la mendicidad y delincuencia
ma muy personal los principios que animaban a esta la
juvenil. Víctor Beltrí, que era el arquitecto de dicha Jun-
escuela.
ta, fue el encargado de diseñar el nuevo edificio en la zona de comienzo del Ensanche, en un solar que era
Ese mismo año asiste al 7º Congreso de Arquitectos ce-
propiedad del propietario minero D. Camilo Aguirre, tam-
lebrado en Sevilla al que presenta, junto con Lorenzo
bién miembro de la citada Junta. Éste cedió gratuitamente
Ros, la ponencia titulada “Medios para conseguir la in-
el solar y es posible que el arquitecto tampoco cobrara
tervención del arquitecto en las obras que se efectúen
nada por su trabajo.
en poblaciones de importancia que carezacan de titu99
lar” .
99
Ver Documento nº2.
75
Vista general de Cartagena desde el mar a final de la segunda década del siglo XX. JOSÉ CASAÚ CEHIFORM
C A P Í T U L O VIII
La madurez (1918-1935)
78
En 1917 construye un almacén de hierros para Antonio García Alemán en el solar contiguo a su casa del Ensanche. A partir de ese momento el continuo golpear de la bola de la grúa con los hierros le perturba enormemente y le dificulta el concentrarse en su trabajo.
En septiembre de 1919 se produjeron unas importantísimas inundaciones en el Campo de Cartagena que afectaron de forma particular a la zona de la antigua laguna del Armarjal, lugar donde se estaba levantando El En-
daños importantes, incluyendo la destrucción de su es-
Aspecto impresionante del Ensanche con motivo de la inundación del 19. En primer término las "Casas de los Catalanes". A la derecha se vislumbra la Casa del arquitecto.
tudio. El temor a sufrir nuevas inundaciones, unido a las
JOSÉ CASAÚ
molestias que le producía el citado almacén, le decidie-
ALCARAZ COMIC LIBRERÍA
sanche. Como consecuencia la casa del arquitecto sufrió
ron a abandonar su vivienda, trasladándose a vivir de nuevo al Recinto. Allí se instaló en una casa que daba a la calle Mayor y tenía su entrada por el nº 10 de la calle
ciudad en los que se puede adivinar su mano, aunque al
Bodegones. En esta casa residió hasta su fallecimiento.
no haberse conservado ni un solo proyecto de la época en los archivos municipales, es difícil comprobarlo. Tam-
Los años 1920, 1921 y la mayor parte de 1922 son un
bién pensamos que pudo realizar ciertos trabajos en otras
verdadero enigma en la vida del arquitecto. No se cono-
localidades de Murcia o Almería, pero tampoco hemos
ce prácticamente ninguna obra suya durante esa época
encontrado todavía ninguna fuente documental conoci-
en Cartagena. ¿Es posible que estuviera trabajando fue-
da que pueda demostrarlo.
ra de la ciudad? o ¿es que los legajos correspondientes a esos años se encuentran extraviados en el Archivo Muni-
En 1923 acomete las reformas de la Casa de Misericor-
cipal?. Hoy por hoy lo ignoramos. Este hecho sorprende
dia, actual sede del Rectorado de la Universidad Politéc-
aún más si se tiene en cuenta que su estudio se había
nica. El 13 de septiembre de ese mismo año se produce
reforzado al incorporarse a él su hijo pequeño Guiller-
el golpe de estado del general Primo de Rivera. En Carta-
mo, que acaba de finalizar sus estudios de Aparejador.
gena es destituido el consistorio municipal, nombrándose como nuevo alcalde a D. Alfonso Torres (1885-1936).
Por testimonios de la familia es posible que a lo largo de
Se inician diferentes procesos judiciales que afectan a
su vida realizara varios trabajos en Novelda (Alicante),
diversos cargos públicos, entre otros al propio Lorenzo
lugar de donde se surtía de piedra y mármol para sus
Ros por posibles irregularidades en el arreglo de las ca-
obras. Es muy probable que algunos de ellos los realizara
lles de Cartagena. El 31 de diciembre Ros pidió un per-
durante estos años. De hecho hay varios edificios en esta
miso al Ayuntamiento mientras se resolvía su procesa-
79
miento. Con fecha 2 de enero de 1924 se nombra, de 100
forma interina, a Víctor como arquitecto municipal
. El
13 de junio de ese mismo año regresa Ros de su permiso, aunque todavía estaba a expensas de que se resolviera el expediente abierto para estudiar si había incurrido en alguna falta de tipo administrativo. Este regreso provoca el cese de Beltrí al que se agradecen los servicios prestados. Lorenzo Ros fue finalmente también exculpado de cualquier tipo de falta administrativa y se archiva su causa el 5 de septiembre de ese mismo año.
El 20 de junio el Alcalde manifestaba, según figura en las Actas Municipales que:
Impresionante aspecto de la calle Real con motivo del banquete homenaje al alcalde Alfonso Torres. JOSÉ CASAÚ
"Teniendo en cuenta que en el próximo ejercicio se con-
CEHIFORM
signara una plaza de Arqto auxiliar o Ingeniero, el arquitecto don Víctor Beltrí se ofrece a seguir actuando en aquel concepto y sin retribución alguna hasta que en el
numerosas obras para embellecer el municipio y dotarlo
próximo año económico el Ayto provea dicha plaza.”
de mejores infraestructuras. Un gran número de ellas son proyectadas y dirigidas por Beltrí: el “Parque Torres”, la
Este ofrecimiento es aceptado, nombrándosele el 4 de
reforma de la calle Real, el “Asilo de la Concepción”, la
julio Arquitecto Municipal interino y finalmente Arqui-
traída de aguas a la pedanía de Los Belones, la construc-
tecto Municipal Auxiliar, con un sueldo anual de 5.000
ción de diversos caminos, la urbanización y el puente de
pesetas, ocupando dicho cargo durante todo el manda-
la calle Gisbert, la limpieza y terminación del alcantarilla-
to del alcalde Torres, y que se prolongó hasta más allá de
do, la pavimentación y reforma de múltiples calles, las
la caída del Directorio de Primo de Rivera en 1930.
urbanizaciones del Molinete, de la primera zona del Ensanche, del muelle, un Instituto en El Ensanche (incon-
Para el Ayuntamiento del Alcalde Torres es un lujo dispo-
cluso y posteriormente derribado), un Mercado de Abas-
ner en su plantilla de los dos mejores arquitectos que
tos y uno de ganados
trabajan en la ciudad. De forma inmediata se acometen
una buena muestra de ello.
100 101
AMC Expediente del arquitecto Víctor Beltrí y Actas Municpales de 1924. Estas siete últimas obras realizadas conjuntamente con Lorenzo Ros.
101
(finalmente no terminados), son
80
En junio de 1925, y dado que la Real Orden de 28 de
Lorenzo Cachá Cachá en la localidad de Lorca, es sin
noviembre de 1923 limitaba la realización de trabajos de
ninguna duda el edificio racionalista más importante que
tipo particular a los arquitectos municipales, solicitó jun-
realizó el arquitecto y el más significativo de las existen-
to con Lorenzo Ros poder dirigir éstos, dados los pocos
tes en la ciudad construidos en este estilo.
profesionales existentes en el término de Cartagena, solicitud a la que accedió la Corporación Municipal, lo que
El edificio tiene un chaflán redondeado coincidiendo con
les permitió durante varios años compaginar su activi-
la esquina y dos cuerpos cúbicos que lo determinan. El
dad pública con el ejercicio libre de la profesión.
arquitecto era especialista en enmarcar en el entramado urbano los edificios de esquina, dándoles un realce y una
Entre 1925 y 1935 una gran parte de sus trabajos para
prestancia que los hacen destacar sobre su entorno. En
particulares se localizan en El Ensanche. Se trata de ca-
este caso, y con la dificultad de estar encerrado por dos
sas unifamiliares denominadas “Hoteles” u “Hotelitos”,
calles muy estrechas, consigue darle una perspectiva que
que la nueva burguesía se está construyendo en esta zona
le da una gran esbeltez, a pesar de la rotundidad de sus
de ampliación de la ciudad. Todos ellos fueron derriba-
formas. La “Casa Cachá” creó una cierta escuela en Lor-
dos a partir de la década de los sesenta. En esos años
ca, construyéndose posteriormente en la calle Corredera
tampoco faltaron obras de mayor envergadura tales
otros edificios que seguirían sus pautas.
como: algún gran edificio dentro del Recinto, la fachada de la Iglesia del Barrio de Peral, unos Colegios en las lo-
En 1930 realiza uno de los proyectos urbanísticos más
calidades de El Algar y La Palma, una Escuela para niñas
importantes de su carrera: la construcción de 163 vivien-
en el barrio de Los Dolores o la “Casa Cachá” en Lorca.
das de cuatro modelos diferentes, para la Cooperativa “La Conciliación”, de la que era el arquitecto titular, en
Por aquellos días Lorenzo Ros triunfaba en Cartagena
102
el barrio de Los Dolores de Cartagena.
.
con edificios racionalistas alejados del anticuado modernismo. En aquella época tardía Beltrí alternaba obras de
Durante su larga vida profesional Beltrí desempeñó tam-
diferentes estilos, probablemente a petición de los dife-
bién otros cargos tales como: Arquitecto de la “Junta de
rentes propietarios. A él siempre le gustó estar al día,
Protección a la Infancia y Represión a la Mendicidad”,
evolucionando y experimentando las nuevas tendencias
Arquitecto de la “Asociación de Propietarios” y Arqui-
y es muy probable que no quisiera quedarse atrás de-
tecto de la “Cámara Oficial de la Propiedad Urbana”
mostrando que él también era capaz de realizar ese tipo
También fue vocal de la “Junta de Fomento y Mejora de
de obras. La “Casa Cachá” realizada en 1929 para D.
Casas Baratas”
102 103 104
AMC Legajo CH00583 Exp. 9.788. A. Oliver “Medio Siglo de Artistas Murcianos 1900-1950” Pág. 199. F. J. Pérez Rojas “ Cartagena 1874-1936”. Pág.248.
104
.
103
.
81
Plano general del Ensanche de Cartagena. FRANCISCO JAVIER PÉREZ ROJAS. EXTRAÍDA DEL LIBRO DE F.J. PÉREZ ROJAS «CARTAGENA 1874-1936. TRANSFORMACIÓN URBANA Y ARQUITECTURA». ARCHIVO MUNICIPAL DE CARTAGENA
82
Realizó numerosos proyectos para Francisco Rentero en
“Nos sorprende dolorosamente la noticia de haber falle-
La Unión y para las familias Zapata y Dorda, José Maes-
cido D. Víctor, como familiar y bondadosamente le lla-
tre, Pedro Marín y Joaquín Madrid Victoria en Cartage-
mábamos todos.
na. No obstante la mayoría de sus trabajos se los encargó gente normal, a menudo de una condición social ex-
Nadie como este hombre sencillo, pudo ser tan genero-
tremadamente humilde, tal como puede observarse en
samente conocido en Cartagena, donde quedan nume-
las memorias de muchos de sus proyectos. De hecho no
rosas muestras de su saber. Cerca de cincuenta años hace
dudaba en trabajar en barrios de tan dudosa reputación
que se hizo cartagenero, y aquí nacieron sus hijos y aquí
como El Molinete o El Cabezo de Moros.
se perpetúan esos otros hijos habidos de sus bodas con el Arte y el Trabajo, y por eso era un cartagenero más,
Beltrí trabajó incansablemente hasta el final de sus días.
amantísismo de esta madre que adoptara en sus moce-
Sólo en 1934, cuando ya contaba con 72 años de edad,
dades.
realizó al menos 28 obras. Su último trabajo lo presentó el 21 de enero de 1935
105
, quince días antes de su falle-
cimiento.
El día 31 de enero de 1935, y de forma imprevista, cayó una importante nevada en Cartagena y sus alrededores, hecho harto infrecuente por esos pagos. Como consecuencia de ella, el arquitecto cogió un gran resfriado. Su situación se agravó de tal forma, que el día 2 tuvieron que venir de Murcia sus hijos José Luis y Guillermo, siéndole imposible a Matilde regresar a Cartagena al encontrarse en Larache (que por aquel entonces era parte del Marruecos español), lugar donde estaba destinado su 106
marido
. Víctor falleció en su domicilio el día 4 de fe-
brero de 1935, a las diez y media de la noche
107
.
A continuación transcribimos la noticia de su fallecimien-
Imagen insólita del Parque Torres cubierto de nieve, posiblemente a consecuencia de la nevada del 31 de enero de 1935.
to, tal como apareció en número de “El Noticiero” de 5
JOSÉ CASAÚ
de febrero de 1935:
CEHIFORM
105 106 107
Casa para D. Antonio Torres en San Antonio Abad. AMC Legajo CH00583 Exp.1.212. “El Noticiero de Cartagena” de 2 de febrero de 1935. Partida de defunción.
83
Y de ahí su popularidad y la respetuosa admiración, y
miado como merecía, su vida ejemplar.”
verdadero cariño con que todos y a todos trataba; porque D. Víctor sólo tuvo dos fines bellos y ejemplares en
Fue enterrado la tarde del día 5 en esta ciudad. Años
su vida ejemplarísima: hacer su labor y derrochar el bien.
más tarde se trasladaron sus restos al panteón propiedad de su nuera M.ª de los Ángeles García-Izquierdo,
Por eso este ilustre arquitecto que hoy nos dejó para siem-
localizado en el nº 11 de la calle del Rosario del Cemen-
pre, era antes que nada, un hombre bueno y un artista
terio de Nuestro Padre Jesús de Murcia, que había sido
de genio, y como tal era conocido.
proyectado y construido por su nieto, el arquitecto Víctor Bernal Beltrí, y su hijo, el aparejador Guillermo Beltrí
Al lamentar su muerte, hemos de expresar a su viuda e
108
Villaseca, donde reposan hoy en día
.
hijos, entre los que se encuentran nuestros entrañables amigos don José Luis y don Guillermo, y nuestro querido
Al fallecimiento, su esposa Teresa se trasladó a vivir a
compañero don Pedro Bernal, el profundo sentimiento,
Murcia, a casa de su hijo Guillermo, falleciendo en 1937
con que participamos en su justo dolor, sirviéndoles de
en plena Guerra Civil. Está enterrada en Murcia en el
lenitivo el considerar que el Supremo Bien, habrá pre-
mismo panteón que el arquitecto.
108
Fuente familia Beltrí.
C A P Í T U L O IX
Víctor Beltrí, el hombre
86
Físicamente era una persona de mediana estatura, más
Víctor Beltrí en una fotografía publicada en 1915, aunque da la impresión de no tener 53 años.
bien bajo, complexión normal, ojos azules, cabello rubio, tez clara y con un gran bigote al uso de la época. En las fotografías, a partir de cierta edad (sesenta años?)
EXTRAÍDA DEL Nº 32 DE 1915 DE LA REVISTA «LA ZUDA»
aparece con gafas (tal vez de vista cansada como conse-
ARXIU HISTÒRIC DE LES TERRES DE L’EBRE-TORTOSA
cuencia de las interminables horas pasadas dibujando con pobre luz) y con el pelo, tanto de la cabeza como del bigote, totalmente blanco. Un detalle característico suyo era su voz profunda y ronca que hacía parecer ante las personas no relacionadas con su familia, como un hombre seco y autoritario, aunque en realidad era sencillo y afectuoso.
limita a realizar el proyecto, para a continuación desenSiempre iba elegantemente vestido, con traje y sombre-
tenderse de la obra.
ro, aunque tanto los materiales como la confección eran sencillos. Al parecer en su casa normalmente se hablaba
Vigilaba atentamente hasta el más mínimo detalle, visi-
en castellano ya que, aunque su mujer Teresa era natural
taba cada día sus obras, era el primero en subirse a los
de Barcelona, su origen era aragonés. Sólo en contadas
andamios e iba a los talleres de los canteros, tallistas,
ocasiones utilizaba su lengua materna.
cristaleros y forjadores a supervisar la realización de todos los elementos ornamentales, llegando incluso a co-
Víctor Beltrí era un hombre de esos que se dice que se
ger él mismo el martillo y el cincel para tallar algunos de
han hecho así mismo. Amante de todo lo relacionado
los detalles de la decoración.
con el arte y la cultura en todas sus manifestaciones era, según decían los que le conocieron, una persona senci-
Mantuvo siempre una estrecha relación con los trabaja-
lla, trabajadora y, sobre todo, buena. Su hija Matilde
dores, dirigiéndolos sin que su condición de arquitecto
manifestaba en una entrevista: “Era el hombre más bue-
constituyera una barrera. De hecho siempre estuvo muy
no del mundo. No había nadie como él. Los albañiles le
preocupado por los temas sociales y por la mejora de sus
adoraban”.
condiciones de vida. Ya hemos mencionado que durante su estancia en Gandía creó las clases gratuitas de dibujo
La arquitectura era para él algo vivo. Cada proyecto, cada
para obreros. Muchos jóvenes aprendices de los talleres
nueva idea o encargo eran trabajados de forma intensa
de forja y cantería solían frecuentar su casa. Trabajaban
con una mentalidad que podríamos llegar a calificar casi
en su taller aprendiendo las técnicas y prácticas de la
de artesana. Incluso llegaba a desplazarse a vivir al lugar
talla, el modelado y el dibujo. Conseguía así acercar el
donde estaba la obra. No era el tipo de arquitecto que se
arte y la cultura a personas, que por su condición social,
87
nunca hubieran tenido acceso a ellas. De esta forma logró, no sólo el respeto de aquellos que trabajaban con él, sino que además supo ganarse el aprecio de todos, a pesar del tremendo obstáculo que en aquella época representaba el pertenecer a diferentes ambientes sociales, y es que Víctor nunca renunció a sus modestos orígenes de los que estaba muy orgulloso. Este afán por mejorar las condiciones de las clases sociales más desfavorecidas, le llevaron a participar, desde su creación, en la Escuela Municipal Elemental de Industrias cuyo fin era ofrecer a “las clases obreras de la población todos los
El comedor benéfico de la Casa de Misericordia.
elementos necesarios de instrucción técnica”.
JOSÉ CASAÚ CEHIFORM
Pero no se limitó a esto, gran parte de su obra tiene un fuerte contenido social. Las construcciones económicas para obreros que realizó en Tortosa y en Cartagena, sus
Era un trabajador infatigable. Su obra sorprende por su
trabajos para la Cooperativa “La Conciliación”, la “Casa
cantidad y variedad. Parece que aceptaba cualquier tra-
del Pueblo” del Llano del Beal, la “Casa del Niño”, el
bajo, de iglesias a panteones, pasando por jardines y
“Asilo de la Concepción” y la “Casa de Misericordia”
hotelitos, tanto obras nuevas como reformas, todo valía.
son una buena muestra de ello. Incluso el proyecto con
Pero no se trataba de una ambición de tipo personal, era
el que ganó el Premio de Arquitectura de los Juegos Flo-
simplemente amor por el arte. Los comentarios que so-
rales de Murcia, se refería a temas sociales: “Proyecto
bre su persona aparecieron en 1915 en la citada revista
para la construcción de un Asilo de Inválidos”.
“La Zuda” lo explicaban perfectamente:
Se sabe que era un hombre bastante religioso (fue vocal
“Pronto se ganó las simpatías de la ciudad levantina: aquel
de la Junta Parroquial de Nuestra Señora del Carmen),
hombre de poderosa imaginación y claro talento, no se
devoto del Sagrado Corazón de Jesús, y muy caritativo,
daba cuenta de que sus indicaciones, sus consejos, sus
que no pocas veces trabajaba gratuitamente para enti-
iniciativas en el arte de construir, eran fruto de una clari-
dades religiosas y de beneficencia, a costa de lo que les
videncia poco común. Beltri frente al tablero era un atle-
cobraba a los ricos propietarios mineros. Probablemente
ta y en el trato particular era un niño: sus ideales estaban
en su juventud sufriera alguna crisis religiosa y llegara a
muy por encima de toda ambición y afectaciones. Traba-
dudar entre abrazar la carrera eclesiástica, al igual que
jaba por el arte al que rendía verdadero culto y esta su-
hizo su hermano Julián, o continuar sus estudios univer-
prema aspiración avivada por el sacrosanto amor a su
sitarios.
familia debía rendir óptimos frutos”.
88
A pesar de su origen humilde, llegó a tener una buena 109
posición económica
. Aún así, todo el dinero que con-
de una época en que las relaciones padre e hijo eran más distantes y lejanas que las de hoy en día.
seguía (aunque en aquella época los arquitectos ganaban mucho menos que ahora) era poco para satisfacer a
Su hijo José Luis se casó con una chica de gran fortuna y
su mujer Teresa, que llevaba un ritmo de vida altísimo.
títulos: M.ª de los Ángeles García-Izquierdo, y María Ma-
Ya se lo advirtió su suegra: “Con lo que gana un arqui-
tilde lo hizo con un importante marino: Manuel Guime-
tecto, mi hija no tiene ni para alfileres”. Doncellas, cria-
rá. Ambos por su elevada posición social, eran muy del
das, amas para los niños, señoritas de compañía.. no fal-
agrado de su mujer. En cambio, el marido de su hija Car-
110
. También se sabe que man-
men, el periodista y escritor Pedro Bernal, y la mujer de
tenía a tres de sus cuñadas que vivían juntas y solas en
su hijo menor Guillermo, María Dolores, hija del admi-
Barcelona. Cuando Teresa murió, apenas dos años des-
nistrador del importante político D. Justo Aznar, eran con-
pués de que él falleciera, no quedó prácticamente nada
siderados por Teresa como de inferior clase social. Pare-
en herencia para la familia.
ce que el arquitecto no participaba de estos prejuicios y
taban en casa de los Beltrí
es conocida la buena relación que mantenía con Pedro, Sus hijos también seguían el ritmo de la alta burguesía
persona muy culta, con la que le gustaba conversar, pa-
de la de la ciudad. Sus nombres aparecen con frecuencia
sear e incluso viajar.
en las reseñas de las recepciones y festejos de la época. En cambio es difícil encontrar en ellas el nombre del ar-
Era muy metódico, algo sorprendente en una persona
quitecto. Aunque Víctor estaba perfectamente adapta-
con un temperamento artístico tan acusado y que se había
do al ambiente de la ciudad departamental, no era una
movido en su juventud por ambientes tan bohemios. Por
persona partícipe de la vida frívola de la burguesía para
las mañanas muy temprano, antes de meterse de lleno
la que trabajaba. Algo introvertido, serio, de costumbres
en su trabajo, le gustaba dar un largo paseo por los cam-
sencillas y hogareño, no gustaba de estos ambientes y
pos de Cartagena, algo que para él era costumbre desde
prefería quedarse en casa.
su juventud. Allí encontraba en las formas que produce la naturaleza un material abundante para su trabajo. Con
Fruto de su matrimonio tuvo ocho hijos, de los que sólo
frecuencia se detenía a apreciar y comentar el valor esté-
sobrevivieron a la infancia cuatro: Carmen, José Luis,
tico de las piedras, plantas y objetos del camino. La na-
Matilde y Guillermo (mi abuelo). Ellos lo recordaban como
turaleza fue siempre para él un motivo de inspiración
un padre afectuoso, que intentaba dedicarles las pocas
que luego plasmaría en las decoraciones de sus obras.
horas que su trabajo le dejaba libres; era cariñoso con ellos, pero no podemos olvidar que estamos hablando
109
Todos los días, a una determinada hora de la tarde, inte-
En el Legajo 440 figuran unas listas con una relación de las cien mayores contribuciones de impuestos realizadas por los residentes en Cartagena entre 1917 y 1919 (estimado). En ellas aparece Víctor Beltrí con unos pagos de 792,08 pesetas, siendo el único arquitecto que figura en ella.
110
Algunos de sus nombres han llegado hasta nosotros: Antonia García Contreras, Nieves Moreno Picazo, Francisca Rosas..
89
rrumpía su trabajo y se marchaba al cine, al que era muy
plicaba las cosas que no había entendido de la película.
aficionado, aunque esto luego le suponía muchas veces restar horas al sueño para poder finalizar sus obras. De-
De vez en cuando participaba en pequeñas tertulias con
cía que tanto el cuerpo como la mente necesitaban un
algunos de sus amigos, o le gustaba sentarse en el Casi-
descanso fuera de la actividad diaria. Para él este rato de
no a leer el periódico, siempre con un gran puro de los
distracción era algo obligado que le ayudaba a ahuyen-
de quince céntimos, en la boca. De éstos fumaba siem-
tar el peligro de convertir un trabajo creativo en algo
pre tres al día, no sobrepasando nunca, por ningún mo-
meramente rutinario y mercantilista. En los últimos años
tivo, esta cantidad.
de su vida se quedó sordo. A pesar de ello, le gustaba tanto el cine que continuaba asistiendo en compañía de
Pero sobre todo era muy hogareño y familiar. Gran afi-
su nieto Víctor Bernal Beltrí, que luego a la salida le ex-
cionado a la lectura, le gustaba dedicar largas horas a
Los niños acogidos en la Casa del Niño posan junto con los profesores y la Junta Directiva. Entre éstos se puede observar a Víctor Beltrí, sujetando un canotier en la mano. JOSÉ CASAÚ CEHIFORM
90
esta actividad. De lo poco que quedó de su biblioteca se conservan libros que son traducciones de la época de textos clásicos, sus predilectos, al francés, idioma que conocía a la perfección.
Gran amante del mar no desaprovechaba ninguna ocasión para disfrutar de él. Una de sus mayores aficiones era navegar con su velero, gustándole participar en las pequeñas competiciones y regatas que se organizaban en el Mar Menor. Hay una foto del arquitecto con su familia en una playa que bien podría ser la de la locali-
Víctor Beltrí en compañía de su hijo José Luis en Sevilla, con motivo de la Exposición Iberoamericana.
dad costera de Los Nietos, pedanía de Cartagena donde GUILLERMO BELTRÍ VILLASECA (?)
veraneaba en un Hotelito que se había construido. Tam-
COLECCIÓN MERCEDES BELTRÍ FERNÁNDEZ
bién al final de su vida llegó a construir en Mazarrón un pequeño chalet para sus vacaciones, hoy derribado, y del que sólo queda un dibujo meramente esbozado fe-
luego empleaba en sus obras. Esto le permitía, sobre todo
chado en 1933.
en el primer caso, mantener el contacto con sus antiguos amigos y compañeros de profesión, así como po-
Le encantaba viajar y no dudaba en ir a Barcelona, Va-
der observar “in situ” las nuevas tendencias y edificios
lencia o Sevilla a adquirir personalmente los azulejos que
que estaban cambiando la fisonomía de la ciudad condal. De esa forma, y a pesar de la lejanía de Cartagena, podía estar siempre al día. Por desgracia para él, no dis-
Colocación de la primera piedra del monumento al Inmaculado Corazón de María en el Barrio de Peral. A la derecha de la foto se puede observar al arquitecto y en el centro al Alcalde Alfonso Torres. EXTRAÍDA DEL LIBRO «BARRIO DE PERAL. SUS ORÍGENES E HISTORIA (1789-1935)» EDITADO POR LA ASOCIACIÓN DE MUJERES «AMANECER»
ponía de mucho dinero para poder viajar con la frecuencia que hubiera deseado. Sabemos por fotografías que visitó, en compañía de sus hijos y yerno, la “Exposición Iberoamericana” de Sevilla de 1929. Según afirma Pérez Rojas parece que nunca viajó al extranjero.
Estaba suscrito a las revistas profesionales “La Construc111
ción Moderna” y “Arquitectura y Construcción”
. Las
noticias de España y del mundo le llegaban a través de “Blanco y Negro” y “La Gaceta Ilustrada”.
111
F.J. Pérez Rojas “Casinos de la Región de Murcia” (1850-1920) Pág. 125.
91
Verano de 1934 en la playa de Los Nietos. De izquierda a derecha y de arriba abajo: De pie: Carmen Beltrí, Matilde Beltrí y Pedro (hijo de Pedro y Carmen). Sentados en sillas: Teresa Villaseca Zanetti, Trinidad (?) (hija de Guillermo y M.ª Dolores), y Víctor Beltrí Roqueta. Sentados en el suelo: Víctor (hijo de Pedro y Carmen), Caridad (hija de Pedro y Carmen) y Manuel (hijo de Manuel y Matilde). SÁEZ COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
92
Fotografía de la familia en junio de 1927. Adultos de pie, de izquierda a derecha: José Luis Beltrí, Pedro Bernal (marido de Carmen), Manuel Guimerá (marido de Matilde) y Guillermo Beltrí. Adultos sentados, de izquierda a derecha: M.ª de los Ángeles GarcíaIzquierdo (mujer de José Luis), Víctor Beltrí Roqueta, Teresa Villaseca Zanetti (mujer del arquitecto), Carmen Beltrí, Mª Dolores Carreño (mujer de Guillermo) y Matilde Beltrí. Niños sentados, de izquierda a derecha: Ángela (hija de José Luis y M.ª e los Ángeles que murió al poco tiempo de nacer), Víctor (hijo de Pedro y Carmen), Manolo (hijo de Manuel y Matilde), Pedro (hijo de Pedro y Carmen), Caridad (hija de Pedro y Carmen) y Víctor (hijo de Manuel y Matilde). COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
93
El estudio del arquitecto estaba dentro de su casa y en él
Guillermo Beltrí Villaseca, Aparejador.
pasaba muchas horas trabajando. Era una amplia habitación cuadrada, sencilla, con ventanas al exterior. Todo
ESTELA FOTÓGRAFOS. SEVILLA
el mobiliario estaba constituido por unos largos tableros
COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
sobre los que se esparcían de forma desordenada los materiales e instrumentos propios de un arquitecto, de un pintor, de un escultor y de un escayolista. Era como cualquier pequeño taller de un artesano, como fue común entre la mayoría de los arquitectos modernistas de la época. Se encerraba a trabajar allí y no permitía que nadie entrara a molestarle. Un día, una de las criadas entró a limpiar y ordenar la habitación. El arquitecto se llegó a enfadar tanto que tras maldecir en catalán, len-
obras, sobre todo del “Gran Hotel”, el “Palacio Agui-
gua que empleaba en estas ocasiones, mandó poner un
rre”, la “Casa Zapata”, el “Real Club de Regatas” y la
cerrojo en la puerta y prohibió a todos los de la casa
“Casa Cervantes”.
volver a entrar allí. Murió con la gran preocupación de que un día su apelliCon frecuencia realizaba dibujos a tamaño natural de
do se perdería, obsesión que se acrecentó en los últimos
los elementos ornamentales que iban destinados a las
días de su vida. Él era el único varón de la familia con
fachadas de los edificios. Eran dibujos realizados a la acua-
descendencia, ya que sus hermanos José María e Ignacio
rela, técnica a la que era muy aficionado, donde, con
habían muerto solteros y Julián Vicente era sacerdote.
todo lujo de detalles y con la mayor precisión, plasmaba
Sólo tenía dos hijos varones. José Luís, el mayor, tenía
sobre el papel lo que luego los canteros, tallistas y forja-
muchos problemas con la supervivencia de sus hijos. Sin
dores habrían de trasladar a la piedra y al hierro. Le gus-
embargo su hijo Guillermo tuvo ocho hijos, de ellos cin-
taba también realizar tallas y modelados en barro, esca-
co varones, que a su vez tuvieron una numerosa descen-
yola o piedra, con la misma maestría que un artesano
dencia.
escultor. También era aficionado a realizar dibujos y maquetas de los grandes edificios clásicos, y de las escultu-
Este último, mi abuelo, fue un personaje muy querido en
ras griegas y romanas de la antigüedad. Debió de ser
Murcia, siendo durante muchos años Aparejador del
para él un verdadero drama cuando todo su trabajo de
Ayuntamiento, Jefe del Parque de Bomberos de esta ciu-
años se perdió en la inundación de 1919.
dad y Presidente durante tres legislaturas del Colegio Oficial de Aparejadores de Murcia. Su nieto Víctor Ber-
Vivió dedicado al arte y a la profesión que amaba por
nal Beltrí también fue Presidente del Colegio Oficial de
encima de todas las cosas. Estaba muy orgulloso de sus
Arquitectos de la Región.
CAPÍTULO X
Víctor Beltrí, el arquitecto
“Homo facit domum et domus facit hominem” FRASE ENCONTRADA EN UNA TARJETA ADOSADA A UN PLANO SIN FIRMAR DEL “ESTUDIO GENERAL DE BARRIOS PARA OBREROS EN EL ENSANCHE DE CARTAGENA”.
96
Para analizar la figura de Víctor Beltrí como arquitecto
Este proceso de transformación se puede observar muy
es imprescindible hacer un recorrido por las fuentes de
claramente en un trabajo inédito de Francisco Ródenas
las que bebió y que serían de vital importancia en el de-
Rozas
sarrollo de su carrera. Y es que un artista deja tanta más
que abarca el periodo histórico antes referido. Demues-
huella cuanto mejor sabe asimilar las tendencias del
tra documentalmente, cómo el desarrollo económico es
momento y reinterpretarlas; verdaderamente, estamos
determinante sirviendo de polo de atracción de grandes
ante un personaje que tuvo y tiene aún hoy en día un
oleadas de inmigrantes, que por supuesto, necesitan re-
profundo calado, sobre todo, en las dos ciudades donde
sidencia. Como lo primero determina el desarrollo urba-
pudo llevar a cabo sus mejores obras: Cartagena y La
nístico, la planificación de éste es muy importante. Se
Unión.
plantea la posibilidad de realizar un ensanche mediante
112
centrado en el municipio de La Unión y en el
el cual, expandir territorialmente el núcleo urbano. El El recorrido que hizo a lo largo de los años le llevó a
receso económico de la primera década del siglo XX fue
afincarse definitivamente en Cartagena, una de las ciu-
el impedimento fundamental para llevar a buen término
dades con mayor crecimiento económico del momento,
este proyecto.
gracias a la industria minera y a los nuevos ricos de la zona levantina, los cuales le proporcionarían una liber-
Es característico en ciudades que viven un periodo de
tad de creación que en otros lugares no tendría, gracias
auge poblacional unido a una precariedad de las infraes-
al afán de estos por construirse grandes casas que deja-
tructuras sanitarias, que desarrollen un plan para solu-
ran patente el poder económico que habían adquirido
cionar los problemas derivados de estos, el llamado “En-
en poco tiempo.
sanche”
113
, surgido a finales del siglo XIX y del que po-
demos dar algunos ejemplos muy ilustrativos y en los Como es sabido, en la bisagra de los siglos XIX y XX, la
que Beltrí estuvo presente, bien como espectador o como
revolución industrial transformó entre otras, el aspecto
protagonista: Tortosa, Barcelona, Gandía, Cartagena y
de las ciudades a través de la arquitectura de los edificios
La Unión, aunque el fracaso de este último no impidió la
y las remodelaciones urbanísticas, facilitadas de una par-
transformación del aspecto de la ciudad. Perona Sán-
te por el enorme desarrollo económico y de otra, por la
chez
necesidad de las grandes ciudades de mejorar sus condi-
una estrecha relación entre ciudad y arquitectura [...], ya
ciones higiénicas y de salubridad.
que ambos se matizan continuamente”.
112
114
, analizó este aspecto de forma acertada: “hay
F. Ródenas Rozas; “El proceso de transformación espacial del municipio de La Unión (1840-1960)”, Tesis de Licenciatura, dirigida por el Pr. Dr. D. José Luis Andrés Sarasa, Departamento de Geografía Humana, Universidad de Murcia, 25 de Junio de 1986.
113 114
J. L. Andrés Sarasa “Urbanismo Contemporáneo: Región de Murcia”, Universidad de Murcia, 1995. J. J. Perona Sánchez; “La Unión: ciudad y arquitectura (1860-1920)”, Tesis de Licenciatura, Dirigida por el Pr. Agregado Interino Dr. D. Juan Moreno Sánchez, Departamento de Historia del Arte, Universidad de Murcia, 1985, pág. 51.
97
Aspecto del Ensanche durante los años veinte.
Tienda de azulejos y aparatos sanitarios de la época.
JOSÉ CASAÚ
JOSÉ CASAÚ
CEHIFORM
CEHIFORM
Con Beltrí nos encontramos ante el mejor representante
Estamos ante una idea de integración de todas las artes,
del Modernismo en la Región de Murcia, como así lo
las llamadas “artes mayores” y las “aplicadas” que se
demuestran numerosos ejemplos. Giulio Carlo Argan
entremezclan con claridad en el modernismo, y que en
decía en referencia a este movimiento artístico, que “se
la obra de Beltrí se puede apreciar tanto en los exteriores
propone interpretar, afianzar y secundar el esfuerzo pro-
como en los interiores, ya que trabajó junto con otros
gresivo, económico-tecnológico, de la civilización indus-
artistas de gran enjundia, encargados de completar los
115
trial”
proyectos constructivos del arquitecto, entre los que des-
.
tacan: el ceramista y pintor Gaspar Polo, los pintores Entre las argumentaciones de Argan en torno al Moder-
Cecilio Plá y Gallardo (1859-1934), Francisco Portela de
nismo, cabe destacar uno de los aspectos comunes que
la Llera (1869-1936), Miguel Díaz Spottorno (1870-¿),
reconoce dentro de este movimiento artístico, y que en
Manuel Wsell de Guimbarda (1830-1907)
el caso de Víctor Beltrí se hace más patente: “El deseo de
lista Agustín Sánchez (1888-¿), que también colaboró
acortar la distancia entre las artes mayores (arquitectura,
con Gaudí en la Sagrada Familia, el cristalero Aniceto
pintura y escultura), y las aplicadas en los diversos cam-
Pagán, los ebanistas y cerrajeros Enrique (¿-1919) y Ra-
pos de la producción económica (constricción económi-
fael Amaré y probablemente el ebanista lorquino Floren-
116
ca, decoración, vestuario, etc.)”
115 116 117
.
cio Dimas.
G. C. Argan “El arte moderno 1770-1970”, Fernando Torres Editor, Valencia, 1976. Pág. 229. G. C. Argan “El arte moderno 1770-1970”, Fernando Torres Editor, Valencia, 1976. Pág. 229. Probablemente en el Huerto Ruano de Lorca, aunque tenemos dudas.
117
, el escayo-
98
Los nombres de otros de sus múltiples colaboradores no
Casino del Centro Dertosense o "La Alhambra".
han llegado a nuestros días, pero es muy posible que trabajara también con el ebanista José Izquierdo y su
EXTRAÍDA DEL SEMANARIO «LA VEU DEL BAIX EBRE» Nº 1299
sobrino, el pintor Antonio Roca, tarraconenses como él y que se habían establecido en Cieza, o con los artesanos que había por esa época en Cartagena: el Sr. Requena “escultor en mármol, piedra, yeso y barro”; los marmolistas Jacinto Melgares y Juan Ramón Núñez; los tallistas Julio Martínez, Guillermo López y Juan Miguel Cervantes; los ebanistas Andrés Jiménez, Emilio Egea, Antonio Córdoba, Andrés Plazas y Ramón Bernal; los cerrajeros Tomás Beneito, Vicente Izquierdo o Isidro Vidal; los cristaleros Pablo Cazorla, Francisco Cánovas, José Fernán-
del “Centro Dertonense” (popularmente conocido por
dez, Pedro Moreno o Juan Soler, o los escayolistas y ye-
“La Alhambra”), realizados hacia 1868 para Rufo Fran-
seros José Ruiz, Ginés Martínez o José López.
quet y que por aquella época despertaron gran admiración en la ciudad. Este centro social ocupaba el piso prin-
Es muy posible que adquiera además de en Sevilla o Bar-
cipal del Palau Campmany en el nº 3 de la calle de la
celona, azulejos en los almacenes de Cartagena de “Bos-
Rosa, muy cerca del taller del padre del arquitecto
120
.
ch y Yesares”, de la “Viuda de Tomás Borrás”, de la “Viuda de José Luengo”, de “La cerámica mallorquina” o de
Parece claro que en su primera etapa como arquitecto
“Ángel Arce”; mosaicos hidráulicos en los de “José Botí”
debieron de influirle mucho las obras de sus profesores
o de “Sánchez Llamas” y hierros, además de en la fundi-
en la Escuela y muy especialmente. las de Vilaseca, Font
ción “La Maquinista de Levante”, en las de “Vicente Na-
y Rogent, y como menciona Pérez Rojas, también las de
varro”, “Cánovas” o “Julio Frigard”
118
.
Las primeras influencias debió adquirirlas en su ciudad natal. En ella el “mestre de cases”
119
Domenech y Estapá.
De hecho inicialmente se decantó por un eclecticismo de
Joseph Jacint Grifoll
corte clasicista, al que le fue añadiendo elementos mo-
Castells (1826-1882), ayudado por su hermano Neme-
dernistas de forma progresiva, hasta mediados de la se-
sio, realizó diversas obras de estilo neoárabe, que segu-
gunda década del siglo XX. Este estilo fue cultivado por
ramente Beltrí conoció incluso antes de ejercer como ar-
su maestro José Vilaseca, del que también le llegó el gus-
quitecto. Entre ellas destacaban los salones del casino
to por utilizar el ladrillo visto en sus edificios.
118 119 120
Estrada, M. y N. “Guía de Cartagena 1902”. Título inferior al de maestro de obras. Vendría a ser equivalente al de maestro albañil. Comunicación personal de Carles Llupià Morales.
99
Buen ejemplo es el proyecto de la Audiencia de lo Criminal y Juzgado de 1ª Instancia y Municipal de Tortosa, donde el estilo clasicista es muy claro, destacando la austeridad y la simetría, que también adopta en otros edificios que construyó en Cartagena, de grandes dimensiones, como fue la Casa Cervantes, aunque esta última presenta más elementos decorativos e iconográficos. Abeja de la fachada del Palacio Aguirre.
Desde esta su primera etapa Beltrí va a realizar múltiples trabajos de toda índole, incluyendo algunos más propios
GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
de un urbanista: ensanches, ordenación y alineación de calles..., o de un ingeniero: carreteras, puentes.., que de un Arquitecto, diversificando su actividad hacía otros terrenos que no eran solamente la construcción de edificios.
En Gandía, su condición de Arquitecto Municipal le lleva a acometer proyectos de mayor envergadura, destacando entre todas ellas la Iglesia del Grao, el Matadero, el Mercado Público y una Escuela y Oficina de Correos, que finalmente no llegaron a construirse.
Hasta 1897 en sus edificios ha predominado el estilo ecléctico y desde esta fecha va a ir incorporando progre-
Detalle vegetal de la Casa Cervantes.
sivamente los elementos modernistas y otros de la arqui-
GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ
tectura vernácula. Al conjugar estos consiguió una ar-
COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
quitectura que, por una parte acercara al pueblo el estilo que preferían mayoritariamente los comerciantes e industriales adinerados, y por otra parte, pudo dignificar y ennoblecer algunos elementos o tipologías arquitectónicas que se iban repitiendo en el campo de Cartagena o incluso en la Región.
Pomo de porcelana de una puerta de la desaparecida Torre Catá. FERNANDO SOLER FERNÁNDEZ COLECCIÓN FERNANDO SOLER
Entre esos elementos destaca sobre todo, el típico mirador, que al revestirlo de decoración sobre todo vegetal,
100
Motivo vegetal de la fachada del Casino de Cartagena. GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ
Detalle de una mirilla de la Casa Maestre.
Puerta de servicio de la Casa Zapata.
GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ
GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ
COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
122
adquiere una dimensión diferente sin perder su funcio-
Barrington”
, que la transforma en una de este tipo,
nalidad. Una de las tipologías tomadas e incorporadas
dándole a la torre vigía la función de lucernario.
por Víctor Beltrí, fueron las casas de planta cuadrada y dotadas de linterna procedentes de la Huerta de Murcia, donde aparecieron entorno al siglo XVIII
121
Como Pérez Rojas ya menciona en su obra, la influencia
, cuya influen-
de Vilaseca le acompaña a lo largo de los años y hasta su
cia procede de las casas señoriales venecianas que usan
mejor etapa en Cartagena. Como ejemplo de la estrecha
la pequeña torreta del tejado para controlar sus cose-
relación con su maestro y su influencia, basta fijarnos en
chas. Al incorporarlos al entramado urbano se despren-
la abeja que decora la fachada del Palacio Aguirre y que
dió de la funcionalidad originaria, y adquirió valores ar-
simboliza el espíritu trabajador de la familia propietaria.
tísticos diferentes.
Un modelo muy similar de este relieve fue utilizado por Vilaseca para la verja y los bajorrelieves del exterior de 123
Uno de los primeros ejemplos en Cartagena de esta ar-
los Talleres Vidal
quitectura es la reforma que hace en 1900 en el “Hotel
fluencia en el Panteón Aguirre en estilo neoegipicio, muy
121 122 123
. También puede observarse esta in-
V.V.A.A. “Guía de la arquitectura en España”, M.O.P.U., Madrid, 1986. AMC Legajo CH00491. R. Bletter “El arquitecto Josep Vilaseca i Casanovas. Sus obras y dibujos”, Ed. Gaya Ciencia, Barcelona, 1977, Pág. 81, ilust. 25.
101
Puerta interior de la Casa Zapata.
Azulejos de la Casa Zapata.
Techo del Casino de Cartagena.
MARÍA DOLORES CEGARRA BELTRÍ
GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ
MARÍA DOLORES CEGARRA BELTRÍ
COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
en la línea del Panteón Batlló, el pabellón para café de
acierto el estilo neonazarita, impulsado unos años antes
Tortosa, la fachada del Casino de Cartagena o la de la
por Gaudí en la “Casa Vicens”, en obras como la “Casa
Casa Dorda Bofarull.
Dorda” (1908) y la “Casa Zapata” (1909), dando a sus patios un aire exótico y oriental muy del gusto de la épo-
Con el paso del tiempo cada vez se encuentran en él
ca y, seguramente, en recuerdo de los salones del “Casi-
más influencias modernistas tanto de Gaudí, como de
no Dertonense” anteriormente citado.
otro de sus profesores en la Escuela de Barcelona: Luis Doménech.
A partir de 1909 incorpora con bastante acierto el estilo de la escuela vienesa, sobre todo en los edificios públi-
Ya hemos mencionado que la dirección de la obra de la
cos, apareciendo frecuentemente en sus obras las líneas
“Casa Maestre”, claramente gaudiniana produjo en el
paralelas, y los vanos circulares y ovalados tripartitos, sien-
arquitecto una importante transformación. A partir de
do estos edificios los más vinculados en Cartagena a esta
ese momento sus decoraciones se hacen más vegetales,
tendencia arquitectónica, también conocida como “Se-
las hojas de acanto más jugosas, apareciendo las flores
cesión”. Paralelamente su estilo va evolucionando hacia
con más frecuencia, así como la línea curva denominada
un clasicismo simplificado. Este periodo de rejuveneci-
“latiguillo” o “coup de fouet”, el color y la cerámica.
miento da como resultado obras tan interesantes como
Durante esta época el arquitecto utiliza también con gran
la “Casa del Niño”, la “Fundición Frigard” y el “Gran
102
Figura femenina soportando un balcón.
Macetero de trencadís en Villa Asunción.
Puerta de la Casa Dorda.
GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ
GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ
MARÍA DOLORES CEGARRA BELTRÍ
COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
Hotel”. Su arquitectura a partir de los años veinte, con
ticos. Así por ejemplo le gusta mucho utilizar la simetría
un afán de estar al día, lo incorpora a otras corrientes
en balcones y miradores. Cuida especialmente las rejas
como la casticista. Durante esta época utiliza las colum-
de balcones y vallas. También las puertas de acceso a las
nas, a menudo salomónicas, los esgrafiados y las líneas
viviendas y su entorno, incluso el número de la finca, así
de azulejos, mezclándose en esta etapa final los influjos
como los vestíbulos, a menudo decorados con motivos
de la escuela catalana y sevillana. La “Casa de Pedro
vegetales.
Marín”, el “Parque Torres” y la reforma de la Calle Real se pueden considerar las mejores expresiones de este
Las escaleras son muy abiertas en su arranque, tienen
periodo. De aquí pasa al barroquismo e incluso al racio-
bellas barandillas de forja y están iluminadas con luz na-
nalismo, con afortunadas obras como la “Casa Cachá”
tural que les proporcionan los correspondientes lucerna-
en Lorca. Incluso se atreve con el Art Decó en el hotelito
rios. La luz es muy importante en sus obras. Con fre-
que levantó su hijo pequeño Guillermo en la localidad
cuencia utiliza bellas vidrieras, a veces en los lucernarios,
costera de Los Urrutias.
siendo muy característico de su última época el empleo, en lo alto de las ventanas y en los tragaluces, de peque-
Los edificios de Beltrí a pesar de su heterogeneidad tie-
ños cristales cuadrados en forma de damero, de colores
nen con frecuencia elementos comunes muy caracterís-
azules, verdes y marrones.
103
Motivo vegetal de la fachada de la Casa Cervantes.
Motivo vegetal del Panteón Salmerón en La Unión.
GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ
GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ
COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
Capitel del Palacio Aguirre. GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
Para él toda la vivienda es digna de la máxima atención.
Al final de su vida opta por realizar diversos modelos que
Así las verjas o los patios de las viviendas no son lugares
va recreando y reelaborando, hasta adaptarlos al entor-
secundarios, sino parte de la casa y reciben el mismo
no y al gusto del propietario. Con ello consigue que has-
exquisito trato que el resto del edificio.
ta el más humilde de sus clientes tenga acceso a una casa con el mismo nivel estético que las de los acaudala-
Gran amante de la naturaleza es raro encontrar algún
dos propietarios. En cierta forma socializa el arte.
edificio de Beltrí en el que no aparezca algún detalle ornamental a base de formas vegetales, incluso en sus obras
Cuando hace un hallazgo decorativo o constructivo que
más racionalistas.
le gusta no duda en recurrir a él, aunque hayan pasado muchos años desde su descubrimiento. Así emplea pro-
Amante de la cerámica no duda en utilizarla, a menudo
fusamente: piñones, latiguillos, puntas de diamante, azu-
con profusión, en casi todas sus obras, tanto en el exte-
lejos, capiteles cuadrados y vegetales, barandillas de pie-
rior como en el interior de los edificios. Frecuentemente
dra con forma de plantas y hojas, embocaduras y guar-
emplea el trencadís, sobre todo en bancos, jardines y
dapolvos con guirnaldas de flores.... Al final, y a pesar de
pérgolas.
su variedad, su obra es tan característica que se llegan a identificar sus obras con sólo verlas.
104
Detalle vegetal de la escalera de Casa Maestre.
Cerámica del friso de la Casa Maestre.
SANTIAGO MORALES MARTÍNEZ
SANTIAGO MORALES MARTÍNEZ
COLECCIÓN SANTIAGO MORALES
COLECCIÓN SANTIAGO MORALES
En otro orden de cosas, debemos destacar la contribu-
hacia el puerto, y la realización del trazado de la Calle
ción de Beltrí a la configuración urbanística de Cartage-
Real, entre otras, nos da una visión general de la magni-
na. Como bien apunta Pérez Rojas: “A Beltrí le corres-
tud de la contribución de Víctor Beltrí a la configuración
ponde, más que a ningún otro arquitecto local, la deno-
del entramado urbano de la zona centro de Cartagena,
124
minación de arquitecto de la Calle Mayor” a las calles mayores, Bonet Correa
125
y respecto
y que aún sigue vigente.
teoriza y opina que
son un camino en cuyo transcurso se sitúan los mejores
No menos importante es su aportación al desarrollo y
edificios tanto civiles como comerciales, sirviendo su ar-
organización de algunos de los parajes que rodeaban la
quitectura como reflejo de la categoría de la ciudad, y
ciudad. Sus proyectos de urbanizaciones para Los Dolo-
que en el caso de Cartagena también se cumple.
res, La Concepción y Santa Lucía marcaron de forma definitiva la configuración de estos barrios.
Este fenómeno de configuración de la Calle Mayor de la ciudad portuaria tuvo lugar a lo largo de los años a tra-
También su mentalidad preclara se refleja en la realiza-
vés de edificaciones como la “Casa Cervantes”, el “Ca-
ción de alineaciones y delimitación de la línea de costas
sino”, la “Casa Llagostera”, el “Círculo Militar” etc.,
en los entonces caseríos de Los Urrutias y Los Nietos, así
donde podían los propietarios y socios hacer ostentación.
como ofrecer normas para la construcción de viviendas con las mínimas condiciones higiénicas.
Por otra parte, actuaciones como el Parque Torres en el Cerro de la Concepción, la ordenación de la Plaza de
Digno de destacar es su interés por las condiciones sani-
España como eje del casco antiguo hacia el Ensanche, la
tarias de sus edificios. Así son curiosas las referencias en
apertura de la arteria viaria de la Calle Gisbert conectada
algunas memorias de proyectos, como en los anterior-
a la Calle Serreta, que descongestionaba la circulación
mente citados y otras, como en el proyecto de Escuelas
124 125
F. J. Pérez Rojas “ Cartagena 1874-1936”. Pág.416. A. Bonet Correa “Teoría de la Calle Mayor”, Revista de Occidente, 1980, nº 3, Págs. 37-51.
105
126
para La Palma
, en el que entre otras medidas higiéni-
al Ayuntamiento se presentaban unos planos muy senci-
cas insta a matar los ángulos por medio de superficies
llos. Este hecho era especialmente acusado en el caso de
curvas para que no se acumule el polvo.
Beltrí ya que apenas entregaba unos trazos sin ningún detalle que no resultara estrictamente necesario para
Otro aspecto a destacar es la enorme versatilidad de su
realizar la construcción. En cambio en su estudio guar-
obra: hotelitos, fábricas, edificios, palacetes, cocheras,
daba espléndidos planos de los edificios, así como deta-
mercados, parques, almacenes, chalets, iglesias, hoteles,
lles y ornamentos.
casinos, centros benéficos, panteones, carreteras, puentes... jalonan su prolífica obra.
Por desgracia no se conserva nada de su archivo privado.
Como ya hemos comentado era un gran amante y defensor de su profesión. En este sentido trabajó de forma intensa en la creación de los Colegios profesionales y en que se reconociera la profesión de arquitecto. Participó junto con Pedro Cerdán, Lorenzo Ros, José Osuna, Eladio Arana, y el Sr. Cueto, en la creación de la Delegación en Murcia del Colegio de Arquitectos, zona de Valencia
127
. En dicho acto, en el que estuvo representado al
igual que Ros por Jesús Carrasco, se eligió como Decano-Presidente a Pedro Cerdán.
Como ya hemos mencionado anteriormente el 29 de septiembre de 1919 se produjo sobre el Campo de Cartagena un fenómeno de gota fría, que provocó importantísimas lluvias que tuvieron como consecuencia la mayor inundación que se recuerda en la historia de Cartagena, llegando el agua hasta la cintura. Sirva como ejemplo que antes de poder entrar al Ayuntamiento tuvieron que pasar ocho días, a pesar encontrarse éste a nivel del mar. Como consecuencia de ello planos, maquetas, acuarelas, reproducciones en escayola y yeso de las ornamentaciones, libros... se perdieron de forma irreversible. Por otro lado se ignora qué pasó con su archivo
Así mismo presentó, también conjuntamente con su gran
desde la fecha de la inundación hasta su fallecimiento
rival Lorenzo Ros, una ponencia al 7º Congreso de Ar-
De hecho prácticamente todo lo que se sabe de su obra
quitectos, celebrado en 1917 en la ciudad de Sevilla, en
es a partir de lo que se conserva en los archivos munici-
128
la que defendían su profesión
.
129
.
pales, las actas capitulares o las publicaciones periódicas de la época.
Víctor era un magnífico dibujante, “un atleta del tablero”, como le definían en una publicación de la época.
Por último, decir que a pesar de que un gran número de
Como era costumbre en aquellos tiempos, y ante la au-
jóvenes frecuentaban su estudio para aprender sus téc-
sencia casi absoluta de medios de reproducción gráfica,
nicas, tampoco se sabe demasiado sobre los nombres de
126 127 128 129
AMC Legajo CH00946 (Obras 1928-30) Febrero 1927-Noviembre 1928. Libro de Actas de Juntas del Colegio de Arquitectos, 31 de Octubre de 1931. Ver Documento nº 2. Hay rumores de que se encuentra en manos de familiares de algún arquitecto contemporáneo suyo que trabajó en Cartagena.
106
estos seguidores. Probablemente su mayor discípulo fuera el arquitecto cartagenero Mario Spottorno (1878-1912). De hecho, con cierta frecuencia, se han atribuido erróneamente algunas de sus obras a Beltrí (Edificio de la 130
Antigua Cámara de Lorca)
, y viceversa (Real Club de
Regatas de Cartagena). Últimamente se ha especulado mucho sobre la autoría del este edificio. Incluso la prensa local publicó recientemente que un descendiente de Spottorno afirmaba haber encontrado en un periódico de 1907 una noticia sobre la inauguración de un local para Club de Regatas obra de Spottorno, añadiendo que en dicha noticia no se hacía mención de la presencia de Beltrí en el acto. Con toda seguridad la reseña se refiere,
El Rey Alfonso XIII saliendo del Club de Regatas. JOSÉ CASAÚ CEHIFORM
al primitivo local de madera del Club al que hacía referencia “El Eco de Cartagena “ el 15 de enero de 1912: “Desde este magnífico edificio a la barraca de madera
Club, hay diferencia tan grande, que como más arriba
que todos hemos visto sirviendo de domicilio social al
decimos es verdaderamente maravillosa la transformación.” y al que también hace referencia Pérez Rojas (pág. 457). El que no acudiera Beltrí al acto de inauguración era algo normal en el arquitecto, pues como bien refleja esta autor en la pág. 416 “..no fue una persona participe de la vida frívola de la burguesía cartagenera. No aparece el nombre del arquitecto en las reseñas de recepciones y festejos de la ciudad”.
Es cierto que no se sabe cual es el paradero del proyecto del Real Club de Regatas, cosa que no es nada extraño si se conoce el caos que existe en el Archivo Municipal de Aspecto de la Plaza del Ayuntamiento con motivo de las inundaciones de 1919.
Cartagena. Nosotros hemos revisado miles de expedientes de obra y no hemos hallado ninguno, ni de Beltrí, ni
JOSÉ CASAÚ
de Spottorno (del que por cierto aparecen muy pocos),
ALCARAZ COMIC LIBRERÍA
ni de ningún otro arquitecto, referido a dicho edificio.
130
Atribuido en F. J. Pérez Rojas “ Cartagena 1874-1936”. Pág. 449. También en páginas de internet relativas a la ciudad de Lorca. Sin embargo está demostrada la autoría de Spottorno en “Lorca Histórica. Historia, Arte y Literatura”. Págs. 253-256.
107
Como bien queda reflejado en diversas noticias apareci-
cio a Beltrí. La máxima autoridad en la materia, el Cate-
das entre enero de 1911 y abril de 1912 en el menciona-
drático de Historia del Arte de la Universidad de Valencia
do periódico local, el proyecto surgió de la mano de la
Francisco Javier Pérez Rojas, en su libro sobre Cartagena
nueva Junta Directiva del Club presidida por D. José Mª
al que nos hemos referido en numerosas ocasiones, de-
de Arancibia, surgida a raíz del fallecimiento del anterior
cía textualmente en la pág. 343 refiriéndose al Real Club
presidente D. Adalberto Spottorno Biernet, padre del
de Regatas: “Esta sociedad deportivo recreativa que ya
mencionado Mario Spottorno. El proyecto vino de la mano
existía en la localidad, disponía de una local de madera
de “un industrial entusiasta de esta sociedad que ha he-
adosado al muelle. El nuevo edificio es sin duda obra de
cho un detenido estudio del proyecto con ventajosísimas
Beltrí”, y más adelante añade “Los balcones laterales es-
condiciones, y todo hace suponer que para el próximo
tán en la línea decorativa de otros edificios de Beltrí como
verano, tendrá el Club de Regatas de esta ciudad, un lo-
la casa Dorda. Las agrupaciones florales de los balcones
cal confortable para sus reuniones.”. Con toda probabili-
son muy corrientes en otras obras del arquitecto del pe-
dad dicho industrial era el Vocal de dicha Sociedad D.
riodo 1905-1916”.
Miguel Zapata Hernández, y el proyecto presentado era de Beltrí, que hasta hacía muy poco había estado traba-
En el curso de nuestras investigaciones en su localidad
jando para él en la construcción de la lujosa “Casa Zapa-
natal de Tortosa (Tarragona) hemos descubierto un do-
ta”.
cumento que creemos aclara de forma definitiva el tema.
Las obras comenzaron en mayo de 1911 y en julio estaban muy adelantadas. El edificio estaba terminado en enero de 1912, siendo inaugurado el día 13 de abril de dicho año por el Excmo. Sr. Vicealmirante D. José CanoManuel, en representación de su Majestad el Rey Alfonso XIII, que excuso su presencia. En la reseña de los asistentes a la concurrida fiesta social sólo aparecen las principales autoridades, así como la Junta Directiva del Club, omitiéndose el resto asistentes ya que según el autor del artículo “uníanse a estas personalidades gran número de personas que sería tarea inútil relatar sin incurrir en lamentables omisiones.”
131
El Maestro de Obras de La Unión José Méndez, fue uno de los mayores seguidores de Beltrí. En la imagen el Almacén Torres.
Numerosos autores (Isabel Olmos, José Monerri..) han
JOSÉ CASAÚ
atribuido sin ningún genero de duda la autoría del edifi-
CEHIFORM
131
“El Eco de Cartagena” nº 28/1/1911, 1/4/1911, 8/7/1911, 15/1/1912, 8/3/1912, 23/3/1912 y 14/4/1912.
108
El 31 de octubre de 1915 en el número 32 de la revista
Otro fiel seguidor de su estilo fue el maestro de obras de
local “La Zuda”, al que también nos hemos referido nu-
La Unión, establecido con posterioridad en Cartagena,
merosas veces en este libro, se le dedicó un monográfico
José Méndez Martínez
a Víctor Beltrí Roqueta como “Tortosino distinguido”.
cionar la influencia que ejerció sobre algunos de los ar-
Dicho artículo
132
133
. También tenemos que men-
, aparece ilustrado con un dibujo de un
quitectos más importantes de su tiempo que trabajaron
mausoleo modernista (probablemente nunca levantado),
en la provincia de Murcia, de tal forma que algunas ve-
otro de un mercado (tampoco construido), una foto del
ces las obras de Pedro Cerdán, Francisco de Paula Oliver
“Hotel de don Miguel Zapata” y otra del “Real Club de
o Tomás Rico se asemejan tanto a las de Beltrí que nos
Regatas de Cartagena”. En el texto se dice textualmente,
han hecho dudar a nosotros mismos y a otros autores.
en la pág. 201: “Gustosos hubiéramos reproducido en nuestras columnas algunas fotografías más de las obras
Hasta ahora tenemos catalogados 779 proyectos, obras
de nuestro paisano, si de más espacio dispusiéramos, pero
y trabajos de los que tenemos la certeza de la interven-
tenemos que concentrarnos a dar a conocer algunas de
ción del arquitecto, que podríamos repartir de la siguiente
las principales”. Creemos que después de esto queda
forma:
poco más que añadir. Tipo de trabajo
Número
Porcentaje
Respecto a los Spottorno, sabemos por nuestra familia
Edificios, villas, hoteles y casas para vivienda
535
que había relaciones de amistad con ellos, tal vez por la
Urbanizaciones y obras urbanísticas
49
6,8%
Trabajos de ingeniería e infraestructuras
36
5,0%
25
3,5% 3,4%
mutua afición a las regatas. Mario Spottorno fue uno de
74,7%
Mercados, mataderos, tiendas y
los arquitectos que con más fortuna cultivaron el moder-
lugares de venta
nismo en la región: “Casa Clarés” de Cartagena, “Edifi-
Fábricas, almacenes y otros edificios industriales
24
cio de la Cámara“ de Lorca..., aunque nunca sus obras
Otras obras e informes
21
2,9%
llegaron a alcanzar la belleza y elegancia de las de Beltrí,
Cercados y vallados
20
2,8%
Colegios y otros centros educativos
12
1,7%
Otras obras singulares
10
1,4%
Cerdán o Rico. En palabras de Pérez Rojas (pág. 456) “Sus edificaciones resultan agradables en el contexto,
Iglesias y construcciones religiosas
9
1,3%
pero no se puede decir que tenga un gran estilo que las
Parques y jardines
9
1,3%
Cocheras y aparcaderos
8
1,1%
individualice”. En cualquier caso creemos que fue el me-
Panteones y obras funerarias
8
1,1%
jor y mayor discípulo del propio Beltrí, que era 16 años
Casinos y otras sociedades recreativas
7
1,0%
Obras para instituciones de tipo social
6
0,8%
mayor que él, y con el que debió de colaborar con fre-
TOTAL
779
cuencia durante su corta vida, pues falleció en el mismo 1912.
132 133
Ver Documento nº·4. De hecho Pérez Rojas atribuye a Beltrí el Panteón de Josefa Guijarro en La Unión (Pág. 357), siendo su autor el citado José Méndez, según F.J. Ródenas “Víctor Beltrí en La Unión (1897-1917), Pág. 2.
109
A su vez, las podemos repartir según su envergadura en: Tipo de trabajo
Número
Porcentaje
de documentación que lo demostrara. En la mayoría de estas descripciones no se incluían las correspondientes
Obras completas
345
49,5%
referencias a los legajos de los respectivos Archivos. Ade-
Obras menores
193
27,7%
más de Pérez Rojas otros autores también describieron o
Obras mayores
124
17,8%
Obras de tipo urbanistico
80
11,5%
Otro tipo de obras
37
5,3%
TOTAL
citaron por primera vez algunas obras del arquitecto. Así el plano del “Ensanche de Tortosa” apareció en el libro de M.A. Baila “La ciutat de Tortosa. Evolució de l’espai urbà”;
779
los proyectos del Mercado y del Matadero de Gandía, fueDe todas las obras casi un 95% estuvieron localizadas en Cartagena (Murcia). El reparto geográfico es el siguiente:
ron mencionados por A. Vázquez en el libro “Miscelanea. Josep Camarena”; la “Casa Cervantes” fue descrita por primera vez en 1901 en la revista “Arquitectura y Cons-
Lugar
Número
Porcentaje
678
93,5%
Tortosa (TARRAGONA)
54
7,4%
Catedral de Sª Mª La Vieja y el Casino de Cartagena des-
La Unión (MURCIA)
23
3,2%
critas por los hermanos Estrada en su “Guía de Cartage-
Gandía (VALENCIA)
15
2,1%
na” de 1902; diversas obras de La Unión, por el archivero
Lorca (MURCIA)
2
0,3%
Desconocido
3
0,4%
de esta ciudad Francisco Ródenas en su obra inédita “Víc-
Novelda (ALICANTE)
1
0,1%
tor Beltrí en La Unión (1897 – 1917)” y la “Casa Cachá”
Mequinenza (ZARAGOZA)
1
0,1%
de Lorca en el libro de M. Muñoz Clarés y otros, titulado
Mora de Ebro (TARRAGONA)
1
0,1%
Mazarrón (MURCIA)
1
0,1%
Cartagena (MURCIA)
TOTAL
779
trucción”; la propia “Casa Cervantes” y las reformas de la
“Lorca histórica. Historia, Arte y Literatura. Capítulo IV: Arte y Literatura”
Antes de pasar a describir los edificios y actuaciones ur-
Uno de los principales objetivos de nuestra investigación
banísticas más importantes de Beltrí, y relacionar el catá-
fue intentar encontrar en los diferentes archivos los pro-
logo completo de obras y proyectos, es conveniente ha-
yectos originales, tanto para corroborar la paternidad
cer algunas aclaraciones previas.
atribuida, como para poder profundizar en detalle en las obras, así como dejar constancia de la correspondiente
Como ya hemos comentado en el Capítulo: “Anteceden-
referencia para posibles futuras investigaciones. En el
tes”, diversos autores han realizado publicaciones sobre
curso de nuestros trabajos hemos encontrado una bue-
la obra del arquitecto previas a este libro. Así, F. Javier
na parte de las obras descritas o atribuidas por estos au-
Pérez Rojas en su libro repetidamente citado, “Cartagena
tores, pero no todas ellas. Por otro lado han aparecido
1874-1936. Transformación urbana y arquitectura”, des-
cientos de proyectos, tanto de obras completas, como
cribió un buen número de las principales obras del arqui-
reformas completamente inéditos. Por desgracia no nos
tecto realizadas en Cartagena y La Unión. En numerosas
ha sido posible describir todas las que parecían más inte-
ocasiones él fue el primer descriptor del edificio, atribu-
resantes, al haber sido demolidas una buena parte de
yendo a Beltrí con frecuencia la autoría, aún en ausencia
ellas. No obstante un buen número de proyectos y obras
110
aparecen descritos en este libro por primera vez. Tam-
En el catálogo completo que aparece al final de la obra,
bién nosotros hemos atribuido algunas obras a Beltrí sin
hemos incluido todos los proyectos y obras conocidos,
haber podido identificarlas con los proyectos existentes
separados en dos partes: “Obras en las que hay certeza
en los archivos. En el caso de aquellas obras descritas por
de su autoría” (documentada o atribuida) y “Obras du-
primera vez por los mencionados autores, por respeto a
dosas”. En cada una de ellas figura como referencia el
su obra, y ante la práctica imposibilidad de que puedan
Archivo correspondiente y su número de Legajo, en el
ser accesible al lector dichas publicaciones en la mayoría
caso de existir proyecto, o la página del libro y el autor
de los casos descatalogadas, agotadas o inéditas, hemos
que lo atribuye, en el caso de su no existencia o extravío.
optado por respetar en buena medida, la descripción arquitectónica original de los edificios. Además hemos
En cuanto a las ilustraciones, hemos procurado mostrar
añadido cuantas informaciones hemos encontrado de
los edificios tal como fueron construidos en su día, gra-
interés, incluyendo su existencia y, en su caso, su estado
cias a imágenes antiguas, en buena parte originales de
de conservación actual. En algunas de ellas en las que
José Casaú Abellán (1889-1973) amablemente cedidas
dichas publicaciones son la única fuente documental
por el CEHIFORM, y en otros casos de diversos autores,
conocida, las descripciones son con frecuencia una trans-
tales como el propio Pérez Rojas. Unicamente hemos
cripción literal, especialmente en el caso de aquellas obras
utilizado las aparecidas en el libro de este último, en el
hoy inexistentes. Al final de cada ficha figuran las fuen-
caso de aquellos edificios hoy derribados o tremenda-
tes de cada obra, apareciendo en primer lugar el que
mente modificados, o cuyos planos se han extraviado, y
consideramos primer descriptor, o persona que lo atri-
que son los únicos documentos gráficos conocidos que
buyó por primera vez, indicando la correspondiente pá-
reflejaban su estado original. También hemos procurado
gina de la publicación donde apareció. En aquellas obras
mostrar imágenes de su estado actual, para poder com-
en que no figura en dicho lugar ninguno de ellos, debe
pararlos, así como reproducciones de aquellos planos que
sobreentenderse que los descriptores, o primeros en atri-
consideramos más interesantes. Al pié de cada una de
buir la obra a Beltrí, salvo error u omisión, somos los
las ilustraciones figura su autor y localización, salvo, de
autores de este libro.
nuevo, error u omisión.
111
Cronológicamente se repartieron de la siguiente forma: Número de proyectos y obras de Víctor Beltrí por años
65 60 55 50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 87
88 89 90
91 92 93
94 95 96
97 98
99 00 01
02 03 04
05 06
07 08 09
10 11 12
13 14 15
16 17
18 19 20
21 22 23
24 25
26 27 28
29 30 31
32 33 34
35
Edificios destinados a Viviendas
114
Palacio Montagut Obra “Palacio Montagut” o Casa de Dª. Carmen Nougués, Condesa Vda. de la Torre del Español (señalar rasante y elevar un piso) (dudoso). Localización c/ Santa Ana, Plaza de Santa Ana y c/ Garidells, Barrio del Rastro, Tortosa (Tarragona). Fecha 27-4-1889 Fuente • AHCTE; AF nº 15/89
Fachada principal. LLUIS SALAMÓ BERTOMEU COLECCIÓN SALAMÓ BERTOMEU
115
Es muy probable que Beltrí intervinie-
da cubiertas de tejas vidriadas blancas,
ra en la reforma que realizó en sep-
azules y verdes que servía como palo-
tiembre de 1889 Dª Carmen Nougués,
mar. En dicho palomar, y en la escale-
Condesa Viuda de Torre Español, en
ra interior, se adivina la mano de Bel-
su palacete situado en la esquina que
trí. De hecho la estatua firmada por
forma la calle Garidells con la Plaza
Pedro Mir que hay en el arranque de
de Santa Ana, junto a la Catedral (ac-
la escalera, representando a Diana ca-
tualmente Palacio Montagut). Aunque
zadora con un farol redondo en la
el proyecto fue firmado por Augusto
mano, es muy parecida a las que unos
Font, como ya hemos explicado ante-
años más tarde instaló el arquitecto en
riormente, es más que probable la in-
las escaleras del Casino de Cartagena.
tervención en la obra de éste. Actualmente este edificio es propieSegún el proyecto la obra consistió en:
dad de la Comunidad de Regantes del
“elevar un piso, reformando la facha-
Canal de la Margen Izquierda del Ebro.
da y el interior”. El edificio es de estilo
La torre-palomar, tal vez lo más des-
ecléctico, predominando el neogótico.
tacado del edificio, necesita una ur-
En el ángulo que está más cerca de la
gente restauración pues parte de la
Catedral destaca una torre puntiagu-
cubierta se ha perdido.
Plano firmado por Augusto Font. LLUIS SALAMÓ BERTOMEU ARXIU HISTÒRIC DE LES TERRES DE L’EBRE-TORTOSA
Torre palomar. LLUIS SALAMÓ BERTOMEU COLECCIÓN SALOMÓ BERTOMEU
116
Casa Cervantes Obra “Casa Cervantes” para D. Serafín Cervantes. Localización c/ Mayor 11, Cartagena (Murcia) Fecha 1897 / 1900. Fuente • Revista “Arquitectura y Construcción”, nº 101 de 5 de mayo de 1901. • F.J. Pérez Rojas “Cartagena 18741936” Págs. 419. • M. y N. Estrada “Guía de Cartagena 1902”. Pág. XXIV. • A. Urrutia “Arquitectura Española Siglo XX”. Pág. 93. • J. Monerri Murcia “El Patrimonio de Cartagena y sus gentes” Pág. 43. • Periódico “La Verdad”. Diversos números. • J. Mediano Durán “Cartagena en Blanco y Negro”. Serie 4 nº 14. • Internet: http://www.aytocartagena.es/turfra2.htm • Internet: http://www.ctv.es/cartagena/ paseando/itinerarios/modernista/ mayor.htm
Vista general del edificio en 1901. HAUSER Y MENET ALCARAZ COMIC LIBRERIA
117
Este es el edificio que sirvió a Víctor Beltrí para convertirse en el arquitecto favorito de la elitista burguesía cartagenera. Realmente fue el primer encargo importante que recibió después de llegar a Cartagena.
Ubicado en la calle Mayor, la casa se construyó entre 1897 y 1900, para residencia del capitalista minero D. Serafín Cervantes, propietario de la mina “El Porvenir”. El edificio está en el punto más visible de la, por entonces, principal arteria de la ciudad, ya que aprovecha un ligero recodo que hace esta calle.
La “Casa Cervantes”, también conocida en su tiempo como la “Casa del Quijote”, por el comportamiento de su propietario, es una de las primeras y más importantes muestras del modernismo arquitectónico en Cartagena, y en él se combinan la naturaleza barroca y escultórica con el expreso deseo de evocar la importancia del emplazamiento y la adopción de un nuevo lenguaje iconográfico en los
Vista actual. GUILLERMO CEGARRA BELTRÍ COLECCIÓN GUILLERMO CEGARRA
elementos decorativos.
La fachada de estilo ecléctico consta
son de piedra artificial y los muros de
decorativos y, especialmente, las co-
de tres pisos y una planta baja. Esta
ladrillo.
lumnillas y zapatas curvas que están concentradas en las cornisas. En la
última y el eje central están hechos de mármol blanco de Novelda. Las colum-
El edificio destaca por la impresión de
planta baja se puede hablar de una
nillas, embocaduras y guardapolvos
dinamismo que imprimen los motivos
elaboración arquitectónica clásica. La >>
118
>
120
>
128
>
El edifico principal constaba de un blo-
142
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