¿A quién le habla Prat Gay? o la sobreactuación del ajuste (publicado el 10/1/2016)

June 14, 2017 | Autor: Héctor Palma | Categoría: Sociology, Political Sociology, Latin American Studies, Political Philosophy, Latina/o Studies, Latin American politics, Political Science, Populism, Argentina, Neoliberalism, Neoliberal ideologies, Filosofía Latinoamericana, Filosofía Política, Sociologia, Ciencia Politica, Ciencias Politicas, Filosofia y Derechos Humanos en America Latina, Ciência Política, Historia Argentina, Sociología, Ciencias Sociales, Estudios Latinoamericanos, Ciencia política, Latinoamerica, América Latina, Antropología y Sociología Jurídica, Ciencias Políticas, Populismo, Facultad de ciencias politicas y sociales, Filosofía latinoamericana y pensamiento crítico en América Latina, Sociologia Política, Filosofia Politica, Neoliberalism and Education, Derecho y ciencia política, Neoliberalismo, Derecho Y Ciencias Politicas, Política Argentina, Neoliberalizm, Ciencias Policas, Estudios De Latinoamerica, Facultad De Ciencias Políticas Y Sociales, Latin American politics, Political Science, Populism, Argentina, Neoliberalism, Neoliberal ideologies, Filosofía Latinoamericana, Filosofía Política, Sociologia, Ciencia Politica, Ciencias Politicas, Filosofia y Derechos Humanos en America Latina, Ciência Política, Historia Argentina, Sociología, Ciencias Sociales, Estudios Latinoamericanos, Ciencia política, Latinoamerica, América Latina, Antropología y Sociología Jurídica, Ciencias Políticas, Populismo, Facultad de ciencias politicas y sociales, Filosofía latinoamericana y pensamiento crítico en América Latina, Sociologia Política, Filosofia Politica, Neoliberalism and Education, Derecho y ciencia política, Neoliberalismo, Derecho Y Ciencias Politicas, Política Argentina, Neoliberalizm, Ciencias Policas, Estudios De Latinoamerica, Facultad De Ciencias Políticas Y Sociales
Share Embed


Descripción

¿A quién le habla Prat Gay? O la sobreactuación del ajuste Héctor A. Palma Poco antes de las últimas elecciones, el actual Ministro de Finanzas, ante un pequeño auditorio coyuntural, decía lo siguiente: "Somos una nación de 40 millones de habitantes con un nivel superior de educación todavía respecto de otros países de la región, que cada 10 años nos dejamos cooptar por un caudillo que viene del norte, del sur, no importa de dónde viene, pero de provincias de muy pocos habitantes, con un curriculum prácticamente desconocido. No vaya a ser que en 2020 estemos hablando de fulano de tal, que vino, no sé, de Santiago del Estero, que no lo conocíamos, apareció de la nada y resulta que se quedó con todo el poder" (resaltado mío). http://www.infobae.com/2015/11/06/1767908-el-video-alfonso-prat-gay-quegenero-polemica-las-redes-sociales ¿A quién le habla Prat Gay? En su momento, causaron bastante revuelo y malestar estos dichos, aunque por razones secundarias. Muchos rememoraron la división entre interior y capital, llegaron a los unitarios y federales tratando de encontrar la génesis histórica vernácula sobre estos dichos. Los más, lo acusaron de discriminar a la gente del interior y optaron por intentar mostrar que el (en ese momento futuro) ministro estaba equivocado: ensayaron refutaciones estadísticas (como por ejemplo haciendo la lista de cuántos presidentes provinieron del interior del país), o reivindicaciones igualitaristas sobre los derechos de todos los argentinos a ser elegidos. Pero funcionarios como Prat Gay no se caracterizan por su cultura ni por sus análisis sociohistóricos. Son más ramplones y brutales, mucho más cuando ejercen el poder. No había nada aludido ni sugerido en sus palabras. Simplemente le estaba haciendo una advertencia a los de su clase, a sus socios, a los eternos dueños de la Argentina, a los que siempre han tomado las decisiones. Prat Gay no es un estadista ni nada que se le parezca, solo expresa con crudeza y realismo el temor de las derechas a que unos locos populistas les vuelvan a arrebatar las decisiones fundamentales. Porque casi siempre las derechas han gobernado este país. Lo hicieron a través de militares testaferros, cuando hubo gobiernos democráticos demasiado permeables a sus intereses, y con gobiernos débiles jaqueados y condicionados. Pero estos doce años han sido una anomalía histórica (similar al periodo 1946-1955 del siglo pasado), una excepción durante la cual tuvieron que soportar, no tanto una merma en sus ganancias pues solo hubo una moderada redistribución del ingreso, sino el hecho de estar ausentes de la mesa de las decisiones fundamentales. Para los grupos de poder esto resulta insoportable, incluso hasta por una cuestión emocional, instintiva y visceral. Pueden conceder, dar limosnas, asistir a los indigentes, pero no toleran el empoderamiento y los derechos adquiridos. Prat Gay está llamando la atención de su clase para que no vuelva a suceder esto. Sabe que los disfraces de globos y eslóganes de autoayuda durarán muy poco, aunque dispongan de una cobertura mediática complaciente y cómplice, y que no es para nada difícil que pierdan las próximas elecciones. Son conscientes de que deben armar escenarios en que esto no ocurra. Las primeras acciones de gobierno de Macri, no solo apuntan a una coyuntural y monumental transferencia de ingresos a los sectores exportadores y concentrados de la economía, sino que también habilitan esta interpretación de mediano plazo. Veamos algunas. La enorme lista de ex gerentes de grandes empresas multinacionales designados como funcionarios en puestos de relevancia muestran desnuda y cabalmente que ya no solo están dispuestos a manejar la política desde las sombras con los mecanismos usados en el pasado

reciente, sino que ahora lo harán sin ningún intermediario. Cuesta creer que estos funcionarios resignen miles y miles de dólares mensuales de sueldo para trabajar en la función pública. Cuesta creer que quienes se han aprovechado y saqueado al Estado de distintas formas, un Estado que solo conciben como gendarme de sus intereses, ahora puedan dedicarse a implementar políticas públicas, como no sea aquellas que los benefician exclusivamente. Una sobreactuación absolutamente desmesurada de las medidas de gobierno, tales como: dictar Decretos de Necesidad y Urgencia que contradicen lisa y llanamente la Constitución Nacional o bajo una interpretación forzada y burda; la descarada anulación a la medida del Grupo Clarin de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en un intercambio mutuo de favores con el gobierno; la generación de un clima de persecución ideológica, el despido masivo de empleados del Estado (como ejemplo para que los privados se animen a hacer lo mismo); el armado de listas negras y otras formas de lobby para acallar voces periodísticas opositoras, devaluación/eliminación de retenciones/quita de subsidios (así, en un mismo paquete siniestro para los asalariados) sin ninguna necesidad para una economía que, más allá de algunos problemas, funcionaba bien; nombramiento de funcionarios marcadamente incompetentes, porque no tienen los equipos que decían tener y porque desprecian la capacidad de la política de transformar la realidad; uso completamente desproporcionado de la fuerza represiva e las manifestaciones que se vienen sucediendo por despidos. Para todos estos elementos hay razones comunes: al mejor estilo de los consejos al Príncipe de Maquiavelo, se trata de hacer todo lo malo lo más rápidamente posible y de una vez; generar las condiciones para negociar, en caso de ser necesario, desde más abajo; pero sobre todo extorsionar mafiosamente mostrando que no hay límites que no estén dispuestos a pasar, lo cual apunta a disciplinar la resistencia, aplacar los reclamos y desmoralizar la resistencia. Constituir una Corte Suprema complaciente y benévola (por decir lo menos) al gobierno que impida el avance de cualquier limitación judicial a los excesos. Las campañas de desprestigio mediático como nunca se vio en la Argentina, que funcionaron durante al menos 6 o 7 años y sin ningún tipo de pudor por la veracidad, la honestidad periodística, y a despecho de cualquier dato de la realidad, no cesaron con las elecciones. Por el contrario, la sed de venganza actual y futura contra los principales dirigentes está dirigida a impedir la consolidación de una fuerza opositora que, luego de la seguramente dramática experiencia de este gobierno, vuelva a ganar en 2019. ¡Que no nos sorprendan en 2020 (SIC) decía Prat Gay! No descartemos el armado espurio de alguna causa mediático/judicial contra ex funcionarios de primerísima línea. Finalmente, cuesta creer que tamaña acción conjunta pueda estar pensada y orquestada solamente por el inusitado conjunto de incompetentes que comenzaron a gobernar, y que sea el resultado de su avaricia y su odio de clase. Debe haber algo más. No es raro, como en otras ocasiones, que estemos en presencia de una suerte de caso testigo acerca de hasta dónde es posible llegar con las políticas de ajuste, la Argentina como laboratorio experimental de la derecha latinoamericana. Después de todo, y luego de más de una década de varios gobiernos progresistas en Latinoamérica, el panorama apunta a que las derechas ganen las elecciones próximamente (muy probablemente en Venezuela, quizá en Brasil).

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.